Relatoría general del Simposio: Respuestas locales al movimiento del 10 de agosto de 1810 Macarena Montes Sánchez Nuestro primer ponente de la mañana del martes fue el doctor Juan Martínez Borrero, su conferencia llevaba por titulo “Como la daga de aquel chiquillo mató a Ruiz de Castilla. Los caminos cruzados de las elites criollas y el pueblo de quito 1765 a 1812”. En la cual entendimos algunos de los procesos implicados en las revoluciones hispanoamericanas desde el marco general de todo el territorio, pero con referencias específicas a los movimientos que se produjeron en la Real Audiencia de Quito desde la Revolución de los Estancos, o rebelión de los barrios de Quito, de 1765, hasta culminar con la derrota definitiva de la Junta en 1812 lo que convierte a Quito en un centro de resistencia realista solamente roto por la acción de las tropas de Sucre y Bolívar en la Batalla del Pichincha del 24 de mayo de 1822 En el desarrollo de este ensayo se utilizararon visiones más modernas y menos tradicionales para referirnos a dichos movimientos, con el apoyo de los estudios efectuados en otras áreas de América del Sur, aunque señaló que todavía en la comprensión de la Independencia de Quito está por recorrerse un largo camino. Margarita Vega de Córdova participó como segundo ponente, su conferencia llevaba por título: “los patriotas de Cuenca en torno al 10 de agosto de 1809”. El propósito de la ponencia , fue demostrar que, más allá de lo que la historia tradicional sostiene, y adentrándonos en una nueva revisión de fuentes primarias, en especial los libros de Cabildo de Cuenca, la Revolución del 10 de Agosto de 1809, tuvo influencia y conexión ideológica entre los patriotas de Quito y los patriotas de Cuenca, es más nos atreveríamos a decir que hubo en Cuenca un frustrado levantamiento que venía a reforzar el de Quito, como parte de un solo movimiento que tuvo especial trascendencia entre los acontecimientos políticos propios de este periodo. “Ideario insurgente en Cuenca 1810-1812” fue el título de la ponencia de Manuel Carrasco Vintimilla. En ella se pretende estudiar y analizar las ideas independentistas en Cuenca entre 1809 y 1812, esto es, entre los sucesos del 10 de agosto y la restauración del poder monárquico con la llega de Toribio Montes a Quito, se realiza una breve introducción teóricometodológica en la cual se planteará que la historia de las sociedades humanas están atravesadas por una doble, y quizás triple, estructuración. Luego presenta algunas líneas del pensamiento anti peninsular de la época que nos conducirán a establecer lo que podríamos considerar un ideario independentista en la región de estudio, fundamentándonos
documentadamente en el expediente “Testimonio perteneciente a Joaquín Antonio Calderón sobre delitos de estado” que reposa en el legajo 219 del Archivo General de Indias, en Sevilla. La doctora Catalina León Galarza en su conferencia “Historia, memoria y cultura. Una agenda para la investigación en torno a la memoria social” abordó la cuestión de la memoria colectiva como factor de la formación de nuevas identidades políticas. La ausencia de políticas culturales orgánicas y, en particular, la falta de fomento de la investigación han propiciado la hegemonía de la narrativa tradicional, con énfasis en la visión heroica del proceso independentista y de la construcción del estado-nación. Las reflexiones del Bicentenario proporcionan el espacio académico y social adecuado para recuperar las políticas de memoria de la pluralidad social y étnica ecuatoriana, la memoria de los vencidos. Tal enfoque enriquecerá y complejizará la visión de la historia ecuatoriana, fortaleciendo nuevas culturas políticas. Además del fomento de la investigación histórica y de la memoria, proponemos vincular la conceptualización, las políticas y prácticas del Patrimonio Cultural al concepto de “memorias plurales”, lo cual propiciará sentidos de pertenencia legítima de los sectores sociales y étnicos excluidos a la plurinación ecuatoriana. Bolívar Cárdenas en “sucesos regionales post revolución de 1809” analizó una por una los siguientes cinco sucesos históricos con las fechas, autores, escenarios, implicados y protagonistas: Batalla de Cazhicay, Independencia de Cuenca, Combate de Verdeloma, llegada de Sucre a Cuenca, Sedición en Delegsol. Todo ello respaldado por los archivos históricos de la provincia. Nancy Mora en su ponencia Los movimientos insurgentes de 1809 y 1810 en Mientras llega el día, tomada como narrativa histórico-literaria habló de los movimientos insurgentes de 1809 a 1810 en contra de la Real Audiencia de Quito, narrados por Juan Valdano en su novela Mientras llega el día (1990), representan una nueva propuesta historiográfica, en donde un personaje ficticio, recapitula su pasado y el del colectivo, reflexiona sobre la identidad, sobre el mestizaje, encarna el drama histórico-social que implicó el proceso, es decir, testimonia este momento previo a la independencia. Catalina Carrasco desde su experiencia personal y en su aplicación a la enseñanza media de la interpretación del patrimonio en época independentista abordó los objetivos en este trabajo son presentar como instrumento metodológico la utilización de la novela como estrategia para la enseñanza de Historia en la educación, partiendo de la narración de Valdano que da a conocer un hecho histórico como literario, desde los aspectos de tiempo, espacio, personajes, construcción del imaginario quiteño, categorías históricas presentadas como ficticias por el autor. En su conferencia magistral de la tarde del martes, Carlos Landázuri abordó directamente el tema específico de los hechos del 10 de Agosto de 1809 con una amplia panorámica histórica. El hecho de que la Audiencia de Quito buscara otro modelo gubernamental y territorial frente a las consecuencias de la invasión napoleónica en España hizo que la consecución de la Capitanía General por parte de la élite quiteña adquiriera el imaginario independentista y revolucionario de la época. En la mañana del día miércoles 25 “Gobierno de Cuenca: Transformaciones administrativopolíticas a finales del siglo XVIII e inicios del XIX” de María Gabriela Neira Escudero fue la ponencia donde se intenta estudiar los elementos administrativo-políticos que caracterizaron a la región de Cuenca durante los primeros años de vida de la Gobernación,
período en el que se desempeñarán como gobernadores Vallejo y Aymerich, personajes claves en el proceso de formación de la Gobernación de Cuenca y la aplicación de las Reformas Borbónicas en la región. El estudio de su gestión administrativa permite comprender de mejor manera la serie de transformaciones que se dieron en Cuenca durante la transición en el paso de Corregimiento a Gobernación, y posteriormente Intendencia de Cuenca, dentro de la Real Audiencia de Quito. El estudio permitirá un acercamiento a la situación de la Gobernación de Cuenca en el último cuarto del siglo XVIII y los primeros años del siglo XIX, los cambios que ocurrieron debido a factores exógenos y endógenos, a saber, las transformaciones administrativo-políticas de la monarquía borbónica, el crecimiento económico y demográfico experimentado en la región, la exportación de la cascarilla, y otros elementos propios de un período particular, las transformaciones del Antiguo Régimen, el inicio del nuevo y la Independencia. En la ponencia que llevaba por título “Iconografía e Independencia” Macarena Montes Sánchez expresó con imágenes la construcción de la idea de nación a través de la historia del arte. Cómo la pedagogía de las imágenes y su fuerza iconográfica nos sumerge en el universo de la nación ecuatoriana con la creación de héroes a través de un imaginario ideológico. Prueba de ellos son las imágenes que circulaba en una gaceta promovida por el municipio quiteño a finales del siglo XIX sobre los personajes que asentaron las bases ideológicas del grito de independencia. Kléver Antonio Bravo nos relató en su historia del ejercito como en la masacre del 2 de Agosto de 1810, Quito bajó el tono de sus intenciones revolucionarias, empero con el advenimiento del teniente coronel Carlos Montúfar y la organización de la segunda Junta Superior de gobierno, la ciudad volvió a organizarse el Ejército patriota al mando del sargento mayor Francisco Calderón. Con el poder político y militar de la época, el Comisario Regio se afanó en formar nuevas juntas en el resto de provincias de la Real Audiencia, misión que se estancó debido a la actitud antirrevolucionaria de Guayaquil y Cuenca. Entre desafectos y contradicciones, Quito emprendió su campaña bélica hacia el Sur, a sabiendas de que había llegado a Cuenca el nuevo Presidente de la Real Audiencia, brigadier Joaquín de Molina y Zuleta. Las dos aproximaciones ofensivas del Ejército quiteño a la ciudad austral tuvieron extraños desenlaces. La primera: triunfó en Paredones pero no logró su objetivo final que era, sin lugar a duda, la toma de Cuenca. La segunda expedición fracasó debido a las divergencias políticas que brotaron al interior del Ejército patriota. El escritor e historiador Ángel Emilio Hidalgo expuso que 1808 fue el año en que Napoleón invadió España y marcó el inicio de profundos cambios a nivel sociopolítico, en el territorio hispanoamericano. El 10 de agosto de 1809, una junta criolla se pronunció en Quito, con una retórica fidelista que, en los hechos, buscaba autonomía respecto a los virreinatos de Lima y Santa Fe. Otras ciudades como Popayán, Guayaquil y Cuenca, rechazaron la conformación del movimiento quiteño. Tradicionalmente estigmatizada por su filiación "realista", nos interesa comprender, en el contexto de la crisis del imperio español, los factores políticos, económicos y culturales que condicionaron la posición de Guayaquil frente a los hechos políticos de la primera junta autonómica. El doctor Juan Chacón Zhapán en su conferencia que llevaba por título “Fortaleza del clan criollo de los Rocafuerte”. Argumentó que Rocafuerte pertenece al clan más poderoso de Guayaquil, durante la Colonia. Sus contactos familiares y su fortuna, basada en la propiedad de la tierra y en la práctica del comercio exterior, le convierten en el representante más
influyente de la élite criolla. Educado en Europa, participó de las mismas experiencias sociales y culturales que el Libertador Simón Bolívar. El pensamiento de la Ilustración le permitió asumir el justificativo legitimador del “estado de naturaleza”, a partir del cual se construía la sujetidad del sector criollo y la posibilidad de vigencia del plan criollo. Rocafuerte desarrollo esta sujetidad, relegando el populismo de la Revolucion francesa y asumiendo los principios pragmaticos que desarrollaba el capitalismo anglosajon de Inglaterra y EEUUU de Norte américa. Lenin Garcés Viteri en su Análisis del tratamiento de la independencia, en el texto “estudios sociales” de noveno año de educación básica del ministerio de educación presentó la ponencia que analiza el manejo y tratamiento de la Independencia en el texto “Estudios Sociales” de Noveno Año de Educación Básica del Ministerio de Educación obra de gran difusión en el país. De manera detenida se estudia el enfoque que presenta sobre la Independencia en aspectos como las causas, Simón Bolívar y otros actores, la Gran Colombia, el uso de las imágenes, actividades para los estudiantes. Se investiga también, el modelo de interpretación de la Independencia que maneja en dicho texto. Cuenca y el 10 de Agosto de 1809 fue la ponencia del doctor Juan Cordero Iñiguez. Desde el 16 de agosto de 1809 Cuenca comienza a organizar la contrarrevolución con el objeto de dirigirse contra Quito y someter a los miembros de la Junta Suprema, presidida por Juan Pío Montúfar. La contrarrevolución estuvo dirigida ideológicamente por el obispo Andrés Quintián Ponte y Andrade y políticamente por el gobernador Melchor Aymerich, el cabildo civil se declaró en Cabildo Abierto e incorporó a treinta notables de la ciudad para oponerse radicalmente a la Junta. La primera decisión de Aymerich fue pedir a los funcionarios de las Cajas Reales una suma de dinero para comenzar a alistar cien soldados, a lo que se opusieron Francisco García Calderón y Fernando Salazar y Piedra, quienes encabezan la lista de los perseguidos, apresados y procesados, con la acusación de traición a la patria. En la ponencia se analizará la actitud del Cabildo Abierto, que durante los meses subsiguientes llevará a cabo numerosas sesiones en las que se tratará sobre la Junta Revolucionaria y la manera de vencerla. El Cabildo cuencano, para hacer méritos ante las autoridades, acopió actas y otros documentos hasta enero de 1810 y a través del Virreinato de Lima a España. Para la ponencia se utilizarán fuentes documentales que reposan en los Archivos locales y en el Archivo General de Indias. La propia tarde del martes 25, Gonzalo Ortiz Crespo, conocido escritor y miembro correspondiente de la Academia Nacional de Historia, presentó su conferencia El Bicentenario: ¿Amnesia o memoria? ¿Conmemoración o celebración? la que introdujo haciéndonos oír extractos del Concierto para piano y orquesta N° 5 “Emperador” de Beethoven, compuesto precisamente en 1809. Destacó Ortiz no solo la coincidencia de fechas con la Revolución Quiteña, sino que ambos fenómenos son símbolos del nuevo momento que vivía la humanidad, como consecuencia de la Ilustración y la Revolución Francesa, siendo Beethoven un profundo transformador del papel de la música y de los músicos en la historia de Europa y el mundo. A los sucesos del año 1809, y a todo el proceso independentista les cayeron en las últimas décadas interpretaciones superficiales y hasta sarcásticas, que se extendieron a una parte del público, que llegó a abrigar un menosprecio conmiserativo hacia estos hechos. La amnesia histórica, es decir el rechazo al saber histórico y al pensamiento crítico tiene graves
consecuencias pues lleva repudiar el compromiso con el presente, el sentido de pertenencia social y desvalorizar la cultura propia. Sostuvo que la memoria que se va forjando de un proceso histórico es, en realidad, una disputa sobre el sentido del futuro, porque lo que hacen las generaciones posteriores al revisar el pasado es proyectar lo que proponen para la sociedad en la que viven. Por eso, la historia se escribe siempre desde una ideología, desde una cosmovisión, incluso desde una posición política, reinterpretándola en un fluir que se parece, en sus cambios y en sus luchas, a la propia historia que se narra. Explicó que la Municipalidad de Quito ha sido el principal motor de las celebraciones del Bicentenario, mientras el Gobierno Nacional se ha despreocupado de manera inexplicable de sus responsabilidades. Solo con una amplia y profunda mirada a los hechos, desde el quehacer historiográfico actual, y desde la realidad política y económica de hoy, con obras de trascendencia y llenando de sentido a fechas y lugares, la conmemoración del Bicentenario de la Revolución Quiteña de 1809-1812 hará justicia a los hombres y mujeres que hace 200 años lucharon por sus ideas, dijo. Insistió en que la esencia de lo que conmemoramos en estos años es la fundación de un proyecto que quiso ser propio, autónomo y común. Y por eso es una celebración de todos los ecuatorianos, incluidos las mujeres, los indios, los afrodescendientes, y los habitantes de todas las regiones del actual Ecuador, pues nada de lo que vino después, ni siquiera los lentos y dolorosos avances de la legislación social ni las aguerridas conquistas de la mujer o de los levantamientos indígenas se habrían dado en un régimen absolutista y bajo un poder colonial. La Revolución Quiteña fue, con todas sus limitaciones, el primer paso en esa lucha por los derechos de todos. La mañana del día jueves tuvo su apertura con el doctor Jorge Núñez Sánchez, el cual nos planteó que entre fines del siglo XVII y comienzos del XIX se desarrollaron en Hispanoamérica tres procesos paralelos de emancipación, que se cruzan, oponen y confunden: la emancipación de los negros, la emancipación de los indígenas y la emancipación de los criollos. Solo triunfó esta última, que buscaba la toma del poder político para redondear la totalidad del poder para la clase criolla, pero manteniendo intocada la estructura social colonial. Los otros dos proyectos fracasaron entonces y nos han dejado una suerte de asignatura pendiente. César Galo Salcedo relató de manera muy general y superflua los acontecimientos del 10 de Agosto. Jenny Londoño En la Audiencia de Quito hubo una gran participación popular de las mujeres de estratos mestizos, indígenas y de castas, en las múltiples rebeliones, motines y revoluciones que se dieron sobre todo en Quito y en la región andina, antes de que se lograra la Independencia. También encontramos una copiosa participación de mujeres ilustradas, que tuvieron un rol importante en el llamado Primer Grito de la Independencia, (1809-1812), que en realidad fue el primer intento de establecer un Estado de Quito, con la elaboración de la Primera Constitución. En esta ponencia establecemos una mirada escrutadora sobre algunas de esas heroínas ilustradas, que son Manuela de Santa Cruz y Espejo, Josefa Tinajero, Mariana Matheu, Manuela Cañizares y Álvarez, Rosa Zárate y Ontaneda, María Ontaneda y Larraín, Rosa Montúfar y Larrea, Manuela Quiroga y Coello y María de la Vega y Nates. Estas mujeres atravesadas por diferencias generacionales y sociales, estuvieron unidas por un ideario que era común a todas: la lucha contra el poder prepotente de los chapetones, asimilado en la relación cotidiana con sus padres, esposos y hermanos, pero también una
temprana conciencia de su opresión como mujeres que se expresaba en sus actitudes de autonomía y confrontación con los poderes fácticos patriarcales. El hilo conductor de esa actividad fue la tertulia patriótica que las reunía en casa de doña Manuela Espejo, la lideresa de mayor experiencia de este grupo y, en las casas de otras insurgentes como Mariana Matheu, Manuela Cañizares, Josefa Tinajero, Rosa Zárate y María Larraín. Esas mujeres estaban férreamente unidas por convicciones muy poderosas de corte político, filosófico y de género y arrostraron todos los peligros de su accionar político, en los que incluso, algunas perdieron la vida. La ponencia de Tatiana Hidrovo Quiñónez estudia los imaginarios de “soberanía” y “ciudadanía” en los indios de Puerto Viejo, situado en lo que hoy es Manabí. Propone que estos sujetos periféricos y subalternos tenían ideas sobre un tipo de “ciudadanía comunitaria” que se activó como consecuencia de una tradición hispana de larga data y los hechos políticos que se suscitaron a partir de 1808. En conjunto los distintos pueblos criollos indígenas estaban reaccionando a principios del siglo XIX y por lo tanto plantea la necesidad de abrir nuevas lineas de investigación para explicar la época de independencia de manera compleja. La Iglesia y los procesos independentistas en Cuenca 1808-1815 de Cecilia del Carmen Méndez Mora fue la ponencia donde se abordaró el contexto político y social de la época, la incidencia de la invasión francesa a España y la postura de la Iglesia cuencana entorno al conflicto que se vivía en España, así como las formas de apoyo al rey, una de ellas fueron la por ejemplo a través de las “rogativas”. Se tratará también sobre la postura de la Iglesia frente a los acontecimientos del 10 de Agosto, el pronunciamiento de Cuenca, contra la proclama de Montúfar, La medidas que toma la Iglesia para evitar que el ejemplo de los “sediciosos” se extienda por la región Cuenca, al ser sede de un Obispado y capital regional, tuvo la fuerza necesaria para actuar de acuerdo a las decisiones de sus autoridades. En cuenca se tomaron providencias para lograr relajar las tensiones que dejaron como secuela, tanto del 10 de Agosto de 1809, como el 2 de Agosto de 1810. La Iglesia también jugó un papel importante en la difusión de la Constitución de 1812. En el período que se estudia, la Iglesia cuencana vivió la lucha contra el clero guayaquileño, empeñado en independizarse del Obispado de Cuenca. También se analizará la fuerza de choque del artesanado organizado en cofradías. La escritora Edna Iturralde no pudo asistir al evento por motivos de salud, en su lugar Eliana Bohorquez (Gerente Regional del grupo Santillana) nos sumergió en el universo de la escritora a través de un video y de las vivencias con la autora de libros infantiles cuya época independentista se encuentra reflejado en su narrativa. Como colofón final en la tarde del día jueves la doctora Ana Luz Borrero Vega, presentó una conferencia magistral que analiza las distintas reacciones de las localidades y regiones frente a los movimientos independentistas, en los países andinos, se propone también un análisis comparativo de los procesos regionales. Además, en este trabajo se intentará estudiar las distintas propuestas regionales frente a la crisis causada por el vacío del poder. También se tratará sobre las transformaciones de la cultura política y los idearios en el período de la Independencia y sus variaciones locales.
Terminada la relatoría que pretendía englobar todos los aportes académicos realizados en el simposio, La Cátedra Abierta de Historia de Cuenca y su Región: Agradece a todas las personas e instituciones que han hecho posible la realización de este evento: Al Gobierno Provincial del Azuay Por el auspicio que nos ha brindado. A la Facultad de Filosofía Letras y Ciencias de la Educación de l a Universidad de Cuenca, a la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo del Azuay, la Academia Nacional de Historia, a Subsecretaría de Cultura Región Sur y al Centro Cultural Municipal Casa de las Posadas, por el aval brindado a este evento. Al Grupo de Danza Wayrapamushcas por su colaboración. Y a todos los asistentes al evento. Muchas gracias La coordinación del simposio.