RADICALIZACIÓN DEL HABITAR.

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|Ensayo esquemรกtico|


RADICALIZACIÓN DEL HABITAR.

El sistema capitalista neoliberal que actualmente enfrentamos en el territorio y los procesos coyunturales ocurridos durante los últimos meses – Revuelta social y Pandemia mundial respectivamente- nos han demostrado que tanto las instituciones estatales como las privadas han sido incapaces de dar soluciones viables a los planteamientos y las necesidades de la sociedad en su conjunto frente a las crisis, las cuales perjudicaron la mayor parte de la población del país, dejando al sector más vulnerable subsistiendo en condiciones paupérrimas tanto en lo económico como en lo social, puesto que las medidas tomadas por el gobierno siempre han sido resguardar el bienestar del sector privado, sus ejes comerciales y el usufructo de sus riquezas: Favoreciendo una vez más a la elite empresarial a costa del trabajo forzado y el desempleo de la mano obrera, lo cual se ve claramente reflejado en el conjunto de medidas tomadas por el poder ejecutivo durante este periodo complejo, como es el caso del proyecto que modifica la Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas para establecer el rol de éstas en la protección de la infraestructura crítica la cual pretende involucrar militares para resguardar al sector publico/privado que podrían comprometer la economía del país frente a alzamientos políticos en vez de concentrarse en el abanico de demandas sociales levantadas durante meses por millonarias protestas.


A raíz de lo anterior como arquitectos menester es analizar cómo se fraccionan los estratos sociales, definiendo sus opciones de alcance a la vivienda, conexiones viales, equipamientos, servicios y las áreas verdes con las que cuentan. Este primer acercamiento informativo nos ayuda a comprender cómo se reflejan las ventajas de tener un techo donde abrigar la dignidad en comparación a las remotas realidades de quienes no pueden sostener su habitar en ningún sitio debido a la capacidad de su renta; debemos comprender lo anterior para poder dar soluciones reales y tangibles a las problemáticas del vivir. Es necesario repensar las ciudades, su expansión, los mecanismos y los materiales que se utilizan para construirlas.

La visión de la vivienda como una adquisición individual, inerte y aislada ha ocasionado que las personas pierdan la noción de lo que es el ser humano: un ente colectivo que existe en cuanto crea interacciones con el otro. El fomento del individualismo promocionado por el afán del cumplir/producir los estándares morales del capital conllevan al fracaso de las relaciones sociales de los individuos como personas sintientes, en unión con su entorno y los seres que les rodean. Este estado de enajenación psicótico normaliza el anhelo de vivir en el centro de la ciudad hiperdensificada/ gentrificada, hundida en torres verticales con viviendas estandarizadas de 17m2, en los cuales se pretende establecer una familia. Muchas veces regidos por la falsa necesidad del trabajo asalariado les traiciona el raciocinio y se confunde la comodidad de la cercanía laboral con la calidad de vida. Observamos la confrontación del hogar acogedor v/s la vivienda de paso. Las diversas Tipologías de habitantes cambian la atmosfera de cada espacio y transforman las vías públicas de correlación social en micro paisajes multiculturales. (estos van desde las veredas transitables, pasos peatonales, paraderos de micro, hasta los halls de acceso y ascensores – lugares donde no necesariamente existe una relación comunicacional extendida).

Actualmente las políticas públicas sobre la vivienda social se ven limitadas a responder ante la calidad de vida de las personas, debido a una burocracia que rechaza la vivienda como un derecho, los agentes se ven mediados a trabajar bajo los estándares del mercado inmobiliario quienes regulan sus intereses apoyados en el signo $ con más ceros a su derecha. Lamentablemente la corrupción ataca a quienes pretenden dar órdenes de buena fe impartiendo ganancias individuales por sobre el bienestar colectivo. Junto a esto, los precarios mecanismos de obtención de la vivienda justificados en postulaciones subsidiarias mal gestionadas y bonos de arriendo, evidencian el aletargado andar de las familias que intentan surgir del hacinamiento y las calles. El conflicto habitacional no es algo nuevo, en medio de estas crisis, se nos posibilita pensar la utopía del vivir, la cual no puede representar ideales lejanos, sino que debe entregar respuestas significativas ante las opresiones que hoy nos aquejan.


El futuro de las ciudades, las viviendas y el goce de la vida, deben romper los límites establecidos del ayer y avanzar en nuestro crecimiento, tanto físico como espiritual. Es por esto que mi propuesta de ideal a escala de barrio, contempla la relación personal de los individuos junto al territorio que habitan, el trabajo colectivo de la tierra, la comunidad entre vecinos, la capacidad de disminuir la velocidad con la que se vive actualmente en las metrópolis, el respeto por los seres vivos no humanos que conviven con ellos, aumentar practicas ecológicas (tales como sembrar, reciclar, compostar, reutilizar), incentivar los mecanismos para coexistir con la naturaleza y los materiales que se utilizan para la construcción de las viviendas. Re-pensarnos implica un cambio radical que no necesariamente es nuevo, sino que, todo lo contrario, recupera los caracteres ancestrales del vivir, porque valorar lo que nos rodea es revolucionario. Dentro de una sociedad que nos obliga a omitir la existencia de quien sufre a nuestro lado, que avala la competitividad como mecanismo ético de superioridad social y que nos encierra en cubículos de hormigón para cumplir a contra reloj lo que dicta la norma de turno, es primordial radicalizar el pensamiento social-cultural egoísta y ególatra para transformarlo en el querer vivir a por un fin común. Dicho cambio sugiere que el cooperativismo, la solidaridad, el apoyo mutuo y el trabajo horizontal - sin roles jerárquicos que menosprecien los sentires de quienes habitan un mismo espacio - logren desencadenar instancias de colaboración que impliquen el óptimo desarrollo de la vida en comunidad. Pero para que esto sea posible, debemos comprender si las personas son capaces de solventar sus vidas. Con esto me refiero a cómo nos hacemos cargo de nosotros mismos y cómo somos capaces de reconocer cuales son nuestras necesidades básicas. ¿Estamos viviendo o sobreviviendo?


la inacción de los ministerios y los municipios ante el déficit habitacional concluye en el movimiento y la gestión de las propias personas en busca de soluciones óptimas para sus problemas, estas medidas cuelgan al borde de la ilegalidad en la mayoría de los casos. Se asume entonces lo justificados que están los actos de desobediencia civil ante la ocupación de inmuebles y terrenos urbanos céntricos y/o periféricos. La ocupación ha demostrado ser la mejor opción al momento de solventar un espacio de acogida para quienes más lo necesitan, “ni gente sin casa ni casas sin gente”. A continuación, mencionare tres casos de ocupaciones territoriales en diversas comunas de la región metropolitana. A lo largo de la historia podemos ver proyectos que avanzaron desde la comunidad, como lo fue el campamento Nueva la Habana, 1970 La Florida (86 hectáreas). Donde los pobladores se organizaron en espacios de correlación asamblearios, teniendo desde comedores comunitarios hasta zonas de enfermería, se generaron grupos de apoyo para diversas áreas y comités centrales entre sectores dentro de toda la toma.


Otro ejemplo es la Toma 17 de mayo, 2019 Cerro Navia (11 hectáreas de terreno). La cual implicó la construcción de una comunidad autónoma y autogestionada, sin dirigentes ni partidos, es decir, capaz de satisfacer sus propias necesidades y de solucionar sus problemas de manera colectiva sin la intervención del Estado. Esta toma logró levantar una escuela libertaria, un comedor comunitario, junto a varias convocatorias de voluntariado abiertas para la construcción de las viviendas mediante el trabajo horizontal.


Por último, la Toma Nuevo 14, 2017 San Joaquín (345 m2). Donde los pobladores debido a los problemas de hacinamiento que tenían en sus hogares decidieron organizarse y apropiarse del terreno que yacía abandonado hace 20 años en una esquina de santa rosa, si bien el terreno a ocupar fue menor en comparación a las otras dos tomas, lograron levantar diversas casas en vías del apoyo comunitario que establecieron como vecinos del sector, hasta hoy siguen peleando por dignificar sus viviendas, sin ayuda del municipio. Estos tres ejemplos, demuestran que la colaboración crea y resignifica los espacios, es nuestro deber como arquitectos poder dar soluciones tanto físicas como normativas al problema de la vivienda en chile.


/ Primer planteamiento esquemรกtico.


Para iniciar con la propuesta programática habitacional, ante el escenario virtual que nos reúne, pretendo dar solución bajo un esquema de viviendas asequibles, ecológicas, comunitarias y accesibles universalmente, demostrando que la ecología urbana es viable y fundamental. Es por eso que establezco como bases de esta:

- La Bioconstrucción como herramienta de transformación económica, política, social, cultural y espiritual, dando respuesta a soluciones constructivas de primer nivel, con un alto porcentaje de resistencia. Las propiedades benéficas del barro generan un control térmico dentro de la vivienda, aumentando el confort y la calidad de esta. Consecuentemente, dicho material constructivo tiene la característica de que es 100% reutilizable, esto significa que los bloques de adobe pueden ser destruidos y transformados en nuevos bloques sin importar el tiempo transcurrido en su utilización.

- La Huerta urbana como método de respuesta ante la dependencia multinacional comercial, la privatización de las semillas, el desabastecimiento proporcionado por las crisis y el envenenamiento premeditado por parte de las empresas, las cuales llenan de transgénicos los alimentos. Se plantea y se dispone a merced de los habitantes poder cosechar los alimentos que consumen practicando los saberes ancestrales de la siembra y la medicina mediante el cuidado de las hortalizas a través de invernaderos y huertos comunitarios.

- Zona de Trafkintu como Espacios de interacción social comunitarios para realizar diversas actividades organizativas (ollas comunes, intercambios de semillas y bienes, asambleas, etc.) - zonas Recreativas, espacios de juego y de dispersión social en los cuales las personas pueden desarrollar sus intereses en comunidad.

- Economía ciruclar como el proceso de un sistema que aprovecha los recursos (energías renovables, reciclaje, reutilización de material) y reduce la producción de desechos. Este ítem está directamente relacionado con los espacios de trabajo y el desarrollo económico del barrio, puesto a que se propone generar espacios de abastecimiento (creación de artículos de aseo, fitocosmética, ropa, en fin: artículos para las necesidades básicas de los habitantes) Esta producción promueve la relación que se tiene con sectores externos para la distribución de alimentos y o elementos que generen ganancias para la comunidad.


- Escuelas de autoformación, es indispensable generar espacios de aprendizaje tanto para niños como adultos.

La construcción total de las viviendas se plantea desde la Minga (palabra de origen quechua que evoca una reunión de amigos y vecinos para hacer trabajo comunitario). La estuctura del plan maestro de este anteproyecto se inspira en la Chakana (palabra de origen quechua: chaka (puente, unión) y hanan (alto,arriba, grande)), la geometría perfecta. constituye la síntesis del Sistema de Leyes de Formación y Composición simbólica de la Iconología Geométrica Andina. Es un concepto astronómico ligado a las estaciones del año: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.


El barrio tiene una connotación sustentable en cuanto al impacto que determina en el medio para las generaciones futuras y Se considera sostenible debido a que es autosuficiente, esto quiere decir que posee todas las cualidades para abastecer sus necesidades sin intermediarios externos a él. Se proponen estas secciones dentro del diseño del barrio para generar completa consciencia del futuro que proyectamos como seres humanos. La huella que vamos dejando en el planeta no puede ser ignorada. Otra forma de planificación urbana es posible.

“Hemos trabajado con la esperanza de que nuestra labor coopere en la gran tarea de dignificar la vida humana por los senderos de la belleza y contribuya a levantar un dique contra el oleaje de deshumanización y vulgaridad.” - Luis barragán.


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