BOSTEZAR EN GUINEA Texto: Paco Inclán
“¿Y en qué idioma os comunicábais?” nos suelen preguntar cuando contamos que tres miembros de la revista Bostezo –Inés Plasencia, David Barberá y el que esto escribe– estuvimos en Guinea Ecuatorial el pasado mes de abril invitados por el Centro Cultural de España en Malabo para la realización de varias actividades en el marco de la Feria del Libro de Malabo. “En español. Es idioma oficial en Guinea”, respondemos. “¿En español?”, se sorprenden. Y entonces se disculpan por asumir que deberían saberlo. Es por ello que decidimos incluir un especial sobre narrativas guineanas en el décimo número de la revista que publicaremos a finales de este año 2014. De esta manera, hemos querido visibilizar ante nuestros lectores el hecho de que Guinea Ecuatorial, un territorio del que vagamente se recuerda que fue colonia española hasta 1968, sigue siendo el único país de habla hispana en el continente africano (aunque aquí debemos mencionar también los campamentos de refugiados saharauis en Argelia). Será nuestro pequeño grano de arena en lo mucho que queda por hacer para estrechar los vínculos culturales entre ambas sociedades. Lo hemos hecho desde abajo, desde donde partimos con la intención de revertir los flujos de información, comúnmente manejados según los intereses de los de arriba. Gente, arte, cultura, pensamiento han sido desde el principio los motores que han movido el proyecto Bostezo desde que arrancamos en el año 2008. El fortalecimiento de una sociedad civil es necesario para su pleno desarrollo y el sector cultural es una herramienta eficaz para ello.
En los últimos seis años hemos llevado el entusiasmo que manifestamos con lo que estamos haciendo a diferentes lugares de Europa, América Latina y Estados Unidos. La isla de Bioko fue nuestra primera parada en África. Y quedamos muy satisfechos de la experiencia. Las actividades programadas durante nuestra estancia nos dejaron buen sabor de boca: un taller de foto-literatura, una mesa redonda sobre literatura guineoecuatoriana, la presentación del número 9 de la revista Bostezo y un recital poético.
A escribir se aprende escribiendo El primer día les explicamos que el principal objetivo del taller foto-literario sería “pasarlo bien”. Que el acto de la escritura requiere de una mente lúcida y relajada. Que no había que tomárselo como una prueba. Ni pondríamos nota ni tenían que demostrar nada. No se trataba de eso. Se fueron presentando: Montse, Pío, Lucio, Susana, Narciso, Antonia, Andrés, Marcelo, Ana, Amelia, Lourdes, Aurelia... Nos alegró también poder contar con Águeda y Elena, del CCEM; su implicación en la gestión del taller incluía también su participación en el mismo. Empezamos a generar el espacio desde donde activar la creatividad, a través de las fotografías escogidas por Inés para despertar la imaginación. Los participantes aceptaron el juego de las diferentes dinámicas con las que fuimos describiendo espacios,