Proyecto1. María Cerdá Acebrón

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Recuerdos del futuro

María Cerdá Acebrón (Es) Del 17 de mayo al 26 de agosto del 2018


Centro Cultural de España en México Director / Consejero Cultural Embajada de España Miguel Utray Subdirección Cooperación Rodrigo García Subdirección Promoción Eva Bañuelos Exposiciones Javier Lara Comunicación Ana Fernández-Cervera Diseño gráfico y museografía Fernanda Ochoa

Impreso en papel bond blanco 120 g, 500 ejemplares. Para su formación se utilizó familia Montserrat y Eczar. Impreso en México en mayo de 2018 en Imprenta Rebosán.

© De los textos sus autores © Des imágenes: Maria Cerdá Acebrón


El Centro Cultural de España en México presenta Proyecto1, un programa de muestras individuales de artistas españoles residentes en México que busca difundir las tendencias y talentos de las artes visuales en la Ciudad de México. Diversidad de formatos, apuesta por lo contemporáneo y la relación de las propuestas con el propio espacio de exhibición son los pilares que definen Proyecto1. Más que una línea curatorial en términos estrictos, lo que vincula a los artistas que participan en Proyecto1 es un marco temporal y geográfico compartido. Artistas españoles nacidos entre los 70 y los 90, cuya carrera ha coincidido con un contexto en el que muchos artistas españoles dejaron el país para producir su obra desde otros espacios geográficos, políticos y económicos. Esta nueva diáspora artística, concretamente en México, no es ajena completamente al contexto en el que producen, aunque sus prácticas profesionales operan en contextos y lenguajes internacionales.


¿Cómo construir el futuro en una época perseguida por el espectro de las ideologías del fin del mundo? ¿Qué papel juegan en ello la memoria personal e histórica? Lejos de ofrecer respuestas, el trabajo de María Cerdá Acebrón (Madrid, 1984) se plantea como una serie de especulaciones vinculadas a estas preguntas y las posiciona, específicamente, dentro de la profunda relación histórica que existe entre México y España. En este contexto, más que miles de kilómetros, la distancia entre ambos países es un espacio donde habitan tensiones de distintas índoles ̶históricas, culturales y políticas̶ que se pactan de manera continua. Insertándose en esta zona de excepción, la artista desafía la crononormatividad ̶aquella imposición temporal que homogeneiza las culturas y las sincroniza en esquemas temporales compartidos̶ y se pregunta cómo corren a lo largo de varias generaciones deseos, frustraciones y recuerdos después de un período traumático como, en este caso, la dictadura franquista y la transición a la democracia. Tanto en collages como en obras sonoras, la oralidad ̶transmitida de generación en generación– adquiere aquí una relevancia central: anécdotas, pesares, críticas, ideas y canciones corren de boca en boca y se repiten una y otra vez. Al privilegiarla como estrategia de producción, la repetición apela a una performatividad de la memoria y aquello que invoca se hace presente pero distinto. Por ejemplo, en el video Ayer jugamos al teléfono descompuesto se convoca a siete nietas de la Guerra Civil y del exilio a decir una frase que debe circularse entre el grupo. «Desde que tengo memoria, esas historias están en mi vida», susurra alguien en secreto, pero el mensaje que llega es «no sé qué memorias tenga de mi vida». Así, el acercamiento de Cerdá es de corte antimemorialista puesto que se aleja de una vocación por hacer de la memoria un

Fragmento del video Ayer jugamos al teléfono descompuesto.


patrimonio y, por el contrario, busca formas disidentes para crear historicidades alternativas, construidas sobre las pulsiones movilizadas por las subjetividades, los cuerpos y su movilización. Gracias a que la repetición produce quiebres, fracturas que alteran el sentido original, de dicha estrategia surgen dispositivos cronopolíticos1 que logran trastocar el pasado. La instrucción que da un abuelo a su nieta de dinamitar un monumento histórico, un anhelo antifascista recurrente, se realiza así sea solo en papel. En una tercera itinerancia, la idea pasada de boca del abuelo a la nieta, y de ésta a la artista, se hace realidad en un collage donde el monumento en cuestión, dedicado a Carrero Blanco, vuela explotado por los aires. Sin importar la ingenuidad o torpeza de la representación, la creencia se convierte en enseñanza: al reconstruir la historia desde otro lugar su resonancia actual adquiere mayor fuerza y la repetición nos recuerda que el presente es un sitio donde el pasado está en producción constante. Ciertamente, todo archivo y todo recuerdo son performativos. Me gustaría proponer entonces que Cerdá utiliza su papel de artista como el de una espía temporal que, excavando en el pasado junto con amigas y colaboradoras con quienes comparte una afinidad o una cierta carga histórica, encuentra allí posibilidades aún no realizadas. Los dispositivos cronopolíticos que crea devienen metodologías y, dentro de las ficciones que proponen, éstas van urdiendo un manual de resistencia frente a la tiranía del pasado y el presente. El futuro, entonces, existe ya como un intervalo de posibilidades que rompen con las otras temporalidades y las estructuras que han construido. Y es justamente en este punto donde resalta la importancia de que este proyecto haya surgido en el exilio de la artista: las potencialidades que enuncia se deben no sólo a una dislocación temporal sino también a la geográfica. Es en el vaivén entre México y España donde la identidad (republicana) se replantea. Alejándose de la idea de «la transterrada» ̶una española que no se destierra sino que se traslada dentro de su propia patria̶, al igual que del pensamiento colonial que ésta replica, María Cerdá trabaja en un espacio donde las certezas son inexistentes pues la distancia entre los dos países es un espacio de negociación, un tercer sitio que opera, mediante tácticas especulativas, fuera de los marcos temporales impuestos por el discurso de la Historia. Es ahí donde la memoria se crea.

La cronopolítica refiere a las formas diversas en que se puede articular pasado, presente y futuro como una potencialidad crítica que hace del tiempo una relación de poder político. La acepción que planteo aquí proviene del pensamiento del sociólogo alemán Hartmut Rosa.

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En el mejor de los casos, esta muestra logrará invitar a las espectadoras a adentrarse en este espacio incierto, brindando herramientas para generar dispositivos cronopolíticos propios. Al mirar obras como la que retrata el Valle de los Caídos, el polémico monumento donde reposan los restos de Franco y Primo de Rivera al lado de una basílica, y que muestra por medio de dibujos (potencialidad pura), cómo asesinar al dictador –o lo que queda de él, física y simbólicamente–, la exposición adquiere un tono más abstracto. ¿Cómo dinamitar al pasado y su presencia opresiva en la actualidad? ¿Acaso el porvenir jamás llega? Recuerdos del futuro se concibe desde la postura de quien, enfrentándose en carne propia a los problemas actuales de México –entre ellos los relacionados a la monumentalización de la memoria–, se pregunta cómo se construye lo político en cualquier geografía.

Fabiola Iza

Ciudad de México, 1986 Es curadora e historiadora de arte. A través de proyectos curatoriales, editoriales y de investigación explora estrategias provenientes de distintos campos para animar archivos que están relacionados con el desarrollo de narrativas e identidades nacionales. Tiene una maestría en Culturas Visuales por parte de Goldsmiths, University of London y actualmente es directora de la colección t–e–eoría, publicada por el Taller de Ediciones Económicas.


Serie Ejercicios para repensar una utopĂ­a. Plan A: Escalada.

Serie Ejercicios para repensar una utopĂ­a. Plan B: Enterrar.


Recuerdos del futuro María Cerdá Acebrón

Recuerdos del futuro es una investigación teórica y visual que comenzó en México en 2012 en torno las imágenes y memorias de la II República española que siguen vigentes en la tercera generación de exiliados. La pregunta que propone es cómo sigue operando desde la esfera de lo doméstico la memoria del exilio y de la II República española por medio de las tradiciones y discursos que lo posibilitan. Las piezas que forman parte de la muestra son el resultado de entrevistas sobre historias familiares. Estas confrontaciones históricas generan mutaciones constantes en los relatos de la microhistoria entendidos éstos como potencias de acción en el presente. Esta exposición reúne una serie de trabajos acerca de los procesos colectivos entendidos como situaciones para performativizar la memoria. Audio, performance, video, talleres y fanzines hacen parte de los medios utilizados. El resultado son piezas que cuestionan la Historia como un discurso inmóvil, invitando al público a ser agentes activos en la creación de ésta.

María Cerdá Acebrón Madrid, 1984

Vive y trabaja en Ciudad de México. Es artista visual, investigadora y docente. Fue becaria de programa Conacyt en el Posgrado de Ciencias sociales y humanidades de la uam Cuajimalpa donde desarrolló un proyecto interdisciplinario sobre la memoria visual de exilio republicano español en las terceras generaciones. Fue becaria del programa Soma pec. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, 2010. Cursó estudios en la Universität der Kunste Berlín, ciudad en la que residió durante dos años. Premio Circuitos de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid 2011 y Archivo Intransit Jóvenes Creadores Complutense 2011. Formó parte del proyecto La galería de comercio desde 2011. Su obra se ha presentado en México, España, Argentina, Francia, Alemania, Holanda e Inglaterra.


Serie Ejercicios para repensar una utopĂ­a. Dinamitar monumento a Carrero Blanco.


Serie Ejercicios para repensar una utopĂ­a. S.T.


Actividades paralelas TALLER

Las narraciones familiares como relato de la Historia 23 y 24, 31 y 1 de junio / 15 a 19 h Inscripción en: ccemx.org / cupo: 20 personas Taller práctico que trabaja con los recuerdos familiares dándoles forma por medio de la creación de un fanzine como un posible nuevo libro de historia compuesto por collages, texto, dibujos y fotografías. El fanzine creado colectivamente será impreso como ejercicio de toma de conciencia de la potencia de la puesta en común de la historia intima puede tomar la dimensión de un relato histórico.

Programa de visitas comentadas 30 mayo, 27 de junio y 25 de julio / 19 a 20 h Inscripción en: ccemx.org / cupo: 25 personas Conoce las reflexiones y procesos detrás del proyecto Recuerdos del futuro. Las noches de museos del mayo, junio y julio habrá recorridos comentados a la exposición con la artista Maria Cerdá Acebrón.

Agradecimientos Neus Espresate y familia, Natalia Carrillo, Alejandra España, Lucia Jiménez Cacho, Claudia Jiménez, Ernesto Candela y familia, Natalia Cobos, Miguel Errazu, Anaïs Huerta, Sara Villarias, Beatriz Marcos, Jota Izquierdo, Cristobal Gracia, Ana Mallo, Laura González de Artaza, Emilio Allier, José Antonio Elguezabal, Carmen Tagüeña y María Luisa Capella.


Guatemala 18 / Donceles 97, Centro HistĂłrico, Ciudad de MĂŠxico / ccemx.org


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