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América en la Racionalidad Moderna
La Ciudad y la Ciencia Augusto Serrano
o nviene de tacar. cuando de racionalidad moderna se habla, al menos - - - dos sentido de la mism a:
- U no se refiere a la racionalidad como orden o legalidad interna que preside la forma misma de la sociedad moderna. No tiene por qué conocerse, pero aún así actúa como lo hace la ley de la gravedad sobre la materia. A veces, cuando · e viene a descubrir, notamos que su forma choca con la ideas que de la racionalidad nos hemos hecho, y hablamos entonces de la irracionalidad de las formas de la vida humana. - En otro sentido, hablamos de racionalidad para referimos amodos y órdenes de ser ideales, construidos mentalmente "por paso al límite"; es decir, ideados generalmeQte por negación de lo existen-
te, como búsqueda de lo mejor, de lo perfecto, de lo transparente, de lo realmctnte dominado. De esta racionalidad hablamos; de ella vamos a hablar aquí, porque resulta que, en ella, ha participado América de manera decisiva sugiriendo y posibilitando la creación de ciudades previamente imaginadas, planificadas y "trazadas a cordel y regla"; y lo ha hecho, dando alas, materia, espacios teóricos a las nuevas ciencias sobre la sociedad (Etnología, Economía, etc.) y sobre la naturaleza (Geología, Botánica, etc.).
América no ólo ha impulsado el pen amiento utópico -como se reconoce por doquier-; ha sido también el detonante intelectual que ha roto lo estrechos límites del pensamiento medieval. En las jambas de la sede arzobispal de México se lee la frase del Apocalipsis:" Dixit qui redebat in throno nova facio omnia" (Y el que estaba entado en el trono dijo: he aquí que yo hago nuevas todas las cosas). (Sigue en Pág. 2)
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• RAMON OQUELI: Valle, De la Colonia a la República. • OLGA JOYA: Anotaciones sobre la Encomienda. • AUGUSTO SERRANO: América en la Racionalidad Moderna. • RAFAEL LEIV A VIVAS: La Zarzaparrilla.
• ROBERTO REYES MAZZONI: El Mestizaje en !aLengua. • IRMA LETICIA DE OYUELA: El Retablo de San Sebastián. • AT ANASIO HERRANZ: Los Sumos en Honduras. • JOSE A. SARMIENTO: Recuerdos del Padre Subirana. • JULIO ESCOTO: La Mancha Negra.
ESTA ES UNA PUBLICACION CULTURAL DE
e LA EMBAJADA DE ESPAÑA e LA COMISION NACIONAL HONDUREÑA DEL QUINTO CENTENARIO e EL INSTITUTO DE CIENCIAS DEL HOMBRE "R. HELIO DORO VALLE"
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América en la racionalidad moderna
La Ciudad y la Ciencia (En memoria de Júan David García Bacca )
Analogías
C. Levi Strauss nos ha acostumbrado a través de su obra a apreciar similitudes y vecindades ocultas entre lascosas del hombre aparentemente más alejadas. Iistructuras profundas elementales que se repiten aquí y allá, aunque recubiertas de ropajes diferentes hasta hacerlas irreconocibles. Mitos cuyas formas decisivas reaparecen en diferentes sociedades y en tiempos distintos. Sabores y maneras en la mesa, olores, valoraciones que son de cercanos linajes. En fin, nos á visa acerca de algo que, sin caer bajo el refrán de "nihil novum sub sole", debemos tener en cuenta, cuando eetudiamos lo que somos y lo que hacemos: -que no debe extrañamos encontrar analogías, parentescos, influencias en nuestras obras, pues, por ser cosas del hombre, no tienen más remedio que acusar de algún modo su procedencia. -que las leyendas no son la negación rotunda de la historia, pues muchas de ellas no son sino versidnes idealizadas de la historia. Que, entre el "pensamiento salvaje" y el "pensamiento científico", hay más parecido y cercanía de lo que se sospecha, etc. Pues bien; siguiendo este talante, he venído a darme cuenta que los hombres, al realizar dos conocidas actividades, ponen en juego las mismas estructuras mentales y operacionales: al construir una ciudad y al construir una ciencia. Hablo, pues, de laisomorfia existente entre la ciudad y la ciencia. Lugares ambos del hombre: uno, la ciudad, lugar de convivencia de la gente; el otro, la Ciencia,· "lugar de cÓnvivencia" de las categorías. Construido el uno, la ciudad, por separación del campo, por cierre de un ámbito; constituido el otro, la ciencia, por reducción episté~ica, por separación de un campo de interés, por "cierre categorial" (como quiere G. Bueno). Ciencia y ciudad, construcciones humanas buscando la transparencia, la compatibilidad, el dominio, el límite; ¿qué les parece?
existe entre la realidad y el concepto. Porque una ciudad es un asunto puramente humano. Es obra de hombres en su totalidad. Y lo es para vivir y para vivir mejor, para vivir bien. El concepto de ciudad es solidario del concepto de bienestar. La ciudad es, como ningún otro, punto de convergencia social: integración real del potencial humano. Por ello exhibe al máximo nuestras virtudes y nuestros vicios. No los tuyos o los míos, sino los nuestros. Lo social -llámesele como se quiera- no sólo se muestra ahí de modo especial, sino que es ahí donde se da, donde se realiza. Y, claro está, los más altos destellos de lo social -aquellos en los que la sociedad más ha dado de sí misma como son el arte, filosofía o las ciencias- sólo pueden darse y desarrollarse en la ciudad: "La Polis no es tan sólo un lugar de "reunión" típica; es además, .•• lugar de ''manifestaciones", de descubrimiento de lo -que-las-cosas-son. De aquí que ef solemne término metafísico "categorfa"signifique "sacar al agorá", sacar algo a plaza pública, manifestar legalmente en lugar destinado a la manifestación legal de las cosas o sucesos..• Sólo cuando la colectividad humana llegaba a tener forma de Polis surgían, en madurez y forma propias y definitivas, los productos de su alma; entre ellos, los géneros literarios "policiados''••• La Polis o ciudad... es el sujeto de todo lo griego- el sujeto que crea la ciencia, la poesía, el arte, la lógica •.• y que no las hacen ni ''yo", ni ''tú", ni "él"... "(Juan David García Bacca: Sobre Estética Griega. Imp. Univ. México, 1943; Págs. 11 y 12).
La ciudad soñada por "paso al límite", por negación de las ciudades, villas, aldeas del Medioevo, se idea "more geométrico", estirando las retorcidas callejuelas, abriendo los espacios a los cuatro puntos cardinales, irradiando hacia el campo en son de expansión y conquista. La impronta de lo común, de lo público, del Estado se impone sobre las particularidades étnicas y gremiales. Los edificios públicos y el trazado oñcial determinan el restb de la composición, indicando los márgenes de libertad por acoplamiento. Las cercas, las dehesas impregnadas de campo se "despaganizan" (véase García Bacc·a., ibid.), dando lugar a los parques recortados según los planos de la administración central, de modo que el ámbito de los negocios, el de la política y del ocio queden subordinados a un plan general. Cada vez más, la vida ciudadana se va dando como resultado de un juego alejado del azar. Idealmente considerado (y aquí no hacemos sino referirnos a las tendencias que indican asintóticamente ese paso a lo ideal), el mundo de la ciudad se cimenta sobre lo común, quedando para lo privado sólo
aquellas posibilidades que son· compatibles con aquél; -la calle, el parque, la plaza, etc. -lugares de todos y por igual- son precisamente los sitios donde la libertad resulta más "vigilada" y "regulada". Como son de todos, nadie en particular puede hacer lo que quiera; sino lo que la compatibilidad regulada le permite. Decir: -"la calle es de todos; por eso puedo hacer ahí lo que me dé la gana", es un contrasentido. Ese es el Jugar donde rií, individuo, sólo puedes hacer lo que está! permitido. Las reglas de convivencia ciudadana -más allá de las costumbres toleradashan de ser públicas y conocidas. Y, pot supuesto, ha de haber tribunales donde se diriman conflictos, como ha de haber lugares donde ' se aprenda a ser ciudadano. Obra del hombre Las Hijas del Sol que sujetan las riendas de la briosa cuadriga del Poema de Parménides ascienden a las esferas cristalinas donde la verdad se ofrece como premio. Platón saca a los encadenados de la caverna hacia el reino de la luz, de las ideas sin lugar a sombra. SanPablocamino de Damasco
Reconstrucción de ·la pirámide de la Luna '
Alzado y planta de la pirámide de la Luna.
Lo de todos En la isla de La Cartuja -ese rincón de Sevilla que rodean los dos brazos del Guadalquivir-, se ha desplegado una muestra de pintura urbanística excepcional. Todo sobre ciudades o · ámbitos urbanos, obra de grandes maestros desde el Renacimiento a nuestros días. La fantasía de toda una época imaginando la ciudad perfecta. Así, como querían Campanella oTomás Moro; derrochando imaginación y sugerencias en busca del ideal: puentes, plazas, casas, palacios, parques, universidades, iglesias, canalizaciones, fortificaciones, etc., van apareciendo las ciudades ante nuestra vista como increpándonos por la dislmcia qae aún queda entre lo que lilaamlogradoylas maravillas que se pueden hacer; por la distancia que á un
y San Juan de la Cruz en sus soledades sonoras quedan deslumbrados por la verdad que se les da como relumbrón que todo lo traspasa. Y no cesan de aparecer visionarios a través de la Historia que tuvieron la dicha de ver claro; de encerrar en una fórmula el tema de la verdad. O, al menos, de querer explicar todos los arcanos, acabando con el misterio. Búsqueda de respuestas, limpieza de obstáculos, clarificación de problemas, transparencia. El misterio acompaña a todo lo de este mundo . El origen es misterio. El destino es misterio. La vida misma es un misterio. Por no hablar de las grandes preguntas del cosmos ante las que nos sentimos anonadados. Al hilo de estos misterios se ha ido desarrollando el arte, la ciencia, que los quiere resolver y que ya se da por satisfecha cuando puede acercarse un poco a la verdad. Pero, sin desmayar, sin perder la esperanza de alcanzar algún día la respuesta total, la que no deja rincones ocultos. Se comienza a vislumbrarconKepler (que ve en la Geometría la ciencia capaz de racionalizar el mundo), se va aclarando con Leibniz (para el que la
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"mathesis universalis" -la matemática universal- daría cuenta de cualquier acto, cosa, evento, en tanto se pudiera exhibir su razón suficiente, su identidad) y se explicita con Vico; a saber: que al hombre sólo le puede ser plenamente transparente lo que él mismo ha hecho. Estos idealistas (ya lo vislumbró un gran crítico de ellos, Carlos Marx) hablaban así, porque, en el fondo y aún explícitamente, veían al hombre como trabajador, como hacedor de su propia condición. Para ellos, la racionalidad total (si por racional se entiende una situación de pleno conocimiento y dominio) se da en las obras del hombre, o no se da jamás: -"Puesto que el mundo histórico- dice Vico- ha sido hecho, con toda certeza por el hombre, podremos descubrir sus principios en las modificaciones de nuestro propio espíritu humano" (Ciencia Nueva, P. 125). Es curioso precisar aquí el poco caso que los epistemólogos le han hecho a este afán. En efecto, con una lógica aplastante se piensa que todo asunto quedaría claro, si se dispusiera del plan de la obra y del conocimiento de los medios que para su ejecución estuvieron presentes. El resultado no sería sino donde todo sería posible se hacía a durante siglos) no era sino porque se verificación, exhibición ajustada de la costa de olvidar a los habitantes que tomaba a sus originarios habitantes (su) verdad. Si el hombre no tiene otro poblaban estas tierras, menosprecian- como accidentes del terreno; seres que camino para ir a lo desconocido que el do sus culturas y sus sentidos. La no obstaculizaban el levantamiento de ayudarse analógicamente de lo ya co- misma idea del "buen salvaje" (a la que un nuevo mapa en el que el Viejo nocido (Ortega), ¿por qué no ir al co- muchos han recurrido para supuesta- Mundo viniera a recrearse sin las nocimiento de las criaturas naturales mente hablar bien del indio), la del arrugas y máculas de que estaba pro(las que son, han sido y quizás serán indio ingenuo e inocente no es sino una visto: Nueva España, Nueva Galicia, con independencia del hombre) y de piadosa forma de pensar en el indio Nueva Granada, Nueva Inglaterra, sus misterios por medio del conocí- · como minusválido o, al menos, como Nueva York, Nueva Orléans, etc. miento de la criatura que más cerca nos algo disponible, como hombre venido Losdosgrandesmomentos~ell~gada queda: nosotros mismos y nuestras a menos, en camino, cuando mucho, Jf(.turopa a AI!lé:ica (el que se mc1a_con obras? Claro que, por este camino, si no hacia la hominización. Si sepensabaen el Descubnm1ento y el qu_e rea!JZan se tiene cuidado, fácilmente se cae en Américacomotierradepromisión(idea posteriormente los !!.?glosaJones) van toda suerte de antropomorfismos y que alimentó la imaginación de las impregnados de mesJai_n~mo: subjetivismos. grandes emigraciones hacia América -Todo lo que en el VJeJO Mundo no
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dades, mundos, sociedades complejas con sus problemas, sus preguntas, sus esperanzas y posiblemente sus propias utopías. No era un mundo "nuevo" en el sentido de "mundo vacío", sino pleno de sentido, aunque nuestros antepasados, salvo raras excepciones, no lograran entenderlo. A cordel y regla
tiene 1ugar se piensa en el N uevo como posible. Las utopías clásicas como la de Moro sitúan en algún lugar de América la ciudad ideal: la ciudadestado ideal (los hospitales de Quiroga, las Reducciones del Paraguay, la sociedad de Owen, etc.). Este es el lado oscuro de la racionalidad moderna. La que sabe casar conocimiento y domino. El escenario en el que supuestamente se daría por fin la transparencia de las formas de vida se oscurece tan pronto notamos que las tierras descubiertas a este lado de la Mar Océano no eran pura posibilidad, sino históricas reali-
Llama la atención el ingenio que le ha puesto el hombre a la construcción de las ciudades. Desde el neolitico, se puede seguir la huella de las fundaciones que aún nos asombran por la sabiduría con que se aprovecharon las circunstancias. Sabemos de los libros del gran médico Hipócrate donde aconsejaba sobre aguas y aires a la hora de construir una ciudad. Y, desde Platón, son muchos los que han trazado su ciudad ideal: -La ciudad ideal: aquella en la que las relaciones sociales discurren sin obstáculos; la que, por su forma, permite la armonía social; la que puede ser bien gobernada, bien defendida, bien administrada; la que permite y genera ámbitos de encuentro y de retiro, lugares para el trabajo, para el negocio y para el ocio. En fin, esa plataforma artificial que potencia al máximo lo que los hombres unidos pueden dar de sí. La ciudad ideal, decirnos. Leonardo da Vinci -entre otros- la piensa como realización de la idea platónica: -"Y sepaquiendesee andar a lo largo• de toda la extensión de las calles elevadas, que podrá usarlas a su conveniencia, y. lo mismo para quien quiera transitar por las bajas. Por las calles elevadas no deben pasar ni carros ni
América a la vista Dejando de lado lo que supone la construcción de las ciudadela dedicadas al culto y a la administración de imperios (Mesopotamia, Egipto, China, India, Perú, México, etc.) que analizadas de cerca nos darían la razón, hubo de esperar la humanidad al advenimiento de la Edad Moderna para que se dieran aquellos requisitos mínimos con los que se podía pensar en serio aquello deedificar radicalmente el "reino del hombre", y que ello fuese obra totalmente suya. Que se pudiera imaginar un mundo totalmente nuevo, al disponer de un tablero idóneo sobre el que realizarlo, a la vezquese disponía de un conocimiento completo de la obra que se quería realizar y Jos medios para conseguirla. Este "tablero" lo constituyó América. Sobre ella, se creía, el hombre podría extender su dominio y renovar multitud de cosas: las ciudades, las ciencias, la moral, la política, la religión américa, las artes. Como si de una "tabula rasa" se tratara, surge América cual promesa para los más aventurados sueños, como realización de las utopías. Aquí la racionalidad se enturbia. La visión aparentemente ingenua que los españoles y europeos tienen de las Indias recién descubie~~~s cua_l lugar
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otros artilugios similares, a fin de que sean para uso exclusivo de los gentilhombres. Por las bajas andarán carros, bestias de carga a uso y comodidad del ·pueblo. Toda casa dará la espalda a la de su vecino ..." (Manuscrito B del Instituto de Francia. Grenoble, 1960; págs. 47-49). El Rafael Hytlodeode la Utopía de T. Moro dice: - "Amaurota se halla situada en el suave declive de un monte y tiene forma casi cuadrada ... Las plazas de la ciudad han sido trazadas de tal manera que facilitan el tránsito y se hallan al abrigo deJos vientos" (Utopía. Ed. Peisa. Lima, 1969, pág. 64.). Mal donado, en su fantástico sueño de 1532, recorre los reinos de este mundo acompañdo de María de Rojas (aquella mujer que le dice: "os creeis los únicos que lo saben todo y juzgáis a las mujeres absoutamente incapaces de sobresalir en la ciencia") y llega aun lugar maravilloso: - ... Y he aquí que apareció ante nuestros ojos una gran ciudad ... cuyo aspecto ningún mortal podría describir. En efecto, no imaginé qué otra cosa podría ver el Sol más bella que sus muros" (Miguel Avilés, ed. Sueños Ficticios. Biblioteca de Visionrios Ed. Nacional , Madrid 1980; pág. 160.). Cada tiempo ha pensado su ciudad ideal a su modo: Por negación del presente que vivían. Pero la ciudad ideal que desde el Renacimiento comienza a imaginarse-, o, mejor dicho, desde el Descubrimiento de Américaes un resultado, como la ciencia, de un pensamiento "frenado por el amor al número" (A. Reyes), por el ideal geométrico. ~Las ciudades americanas, cmo los jardines de Herrenhaussen por donde se paseaba con complacencia el "Deus mathematicus" de Leibniz, son verificación de esta teoría de la ciudad. Ciudad hecha para que en ella se realice plenamente la sociedad; planificada de cabo a rabo; espacio elegido según razón suficiente. Cuando aparece la "Recopilación de las Leyes de Indias", ya se han construido en América más de doscientas ciudades. No faltan autores que aseguran que las Leyes, en lugar de dar a luz la fundación de ciudades de nuevo tipo, lo que hacen <:s recoger una práctica ya acumulada durante los primeros años de la Conquista. Pero no importa. Lo que aquí queremos resaltar es que dichas Leyes procuran regular la construcicón de las ciudades según formas de general validez y de acuerdo a criterios de una racionalidad envidiable para su tiempo. Como en muchos otros aspectos (ideológicos, científicos, etc.), en el de la planificación estatal encontramos a principios del s.XVI rasgos de una modernidad no despreciable.
- "Ordenamos- dice la primera ley de las Poblaciones, título V, Tomo Uque habiéndose de poblar alguna provincia o comarca de las que están en nuestra obediencia.•• tengan los pobladores consideración y advertencia á que el terreno sea saludable, reconociendo si se conservan en él hombres de mucha edad, y mozos de buena complexión, disposición y color: si los animales y ganados son sanos, y de competente tamaño, y los frutos y matenimientos buenos, y abundantes, y de tierras a propósito para sembrar, y coger; si se creían cosas ponzoñosas y nocivas: el Cielo es de buena y feliz constelación, claro y benigno, el ayre puro y suave, sm impedimentos, ni alteraciones: el tenple sin exceso ·de calor, ó frío .•. Las tierras que se han de poblar tengan buenas entradas y salidas por Mar y Tierra•.. ... Y en estas -sigue la ley primera del título VII- ...elijan el sitio de los que estuvieren vacantes, y por disposición nuestra se pueda ocupar, sin perjuicio de los indios, y naturales, ó con su libre consentimeinto: y cuando hagan la planta del Lugar, repártanlo por sus plazas, calles, y solares á cordel y regla, comenzando desde la plaza mayor, y sacando desde ella las calles á las puertas y caminos principales, y dexando tanto compás abierto, que aunque la población vaya en gran crecimiento, se pueda siempre proseguir y dilatar en la misma manera".
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Y, por supuesto, se dice cómo ha de gobernarse la ciudad, para que nada quede sujeto al azar. De este modo, se pretende crear en América, ahora sí, un mundo "nuevo", donde se cumplieran los sueños que, por milenios se habían acumulado. Es obvio que las cosas no salieron com las Leyes pedían. Pero el hecho es que, en los 300 años de la Colonia, se fundaron más de 1200 ciudades buscando cumplir estos ideales (México, Cuernavaca, Puebla, Acapulco, Cartagena De Indias, Lima, San Pedro Sula, Trujillo, Coma yagua, La Habana, Santo Domingo, Bogotá, Guatemala, Panamá, Veracruz, Santiago de Chile, etc., etc.). La ciudad y el saber policiado La verdad no es, se hace. No es, como ingenuos realismos pretenden, una cualidad (primaria o secundaria) de 1as cosas; algo así como su quintaesencia o su mismidad. La verdad tiene que ver con las relaciones entre las personas, es una relación interpersonal, es una relación social. La verdad que "aletea" en este mundo -esa que está "ahf' latente hasta que aparece- no es sino una posibilidad de encuentro entre seres sociales, que, por cierto, no se cultiva y brota en cualquier lugar. Aunque, bien visto, esto sólo cabría decirlo de las verdades "policiadas", las que tienen garantías de ser de verdad verdades. Cuando de verdades mayúsculas se trata, decimos,
ya no basta con la presencia de seres sociales simpliciter. Resulta obligado recurrir a la ciudad como espacio creado por los hombres: como región que posibilita la transparencia. Podrá el poeta soñar con la descansada vida del campo, pero las verdades científicas no aparecen en cualquier prado, por florido que esté. La ciencia, lugar de aparición de las verdades, necesita, a su vez, otro lugar especial, el de la ciudad, para nacer y desarrollarse. Porque la ciencia es construcción social. Es uno de esos frutos que el mundo civilizado (el de las ciudades) da en su madurez. Un fruto que acusa su procedencia ciudadana, exhibiendo una estructura isomorfa a la de la ciudad. Como la ciudad, la ciencia se constituye por reducción, acotamiento, aislamiento de un campo. El "cierre" científico no recoge en su recinto casas, parques ni personajes, sino categorías. Es lo que se ha llamado el cierre categorial de las ciencias. Se organiza, como la ciudad, en base a postulados y leyes, a reglas de comportamiento y a operaciones regladas. Llega, de este modo, a disponer de un horizonte de convergencia -algó así como el "agorá", la plaza públicadonde la verdad puede exhibirse y donde se deja ver. Es necesario que las categorías, las reglas y los postulados entren en una relación determinada no espontánea, para que vayan apare-
ciendo verdades, saberes, conOcJmientos fiab1es. Del mismo modo que es necesario que los hombres en la ciudad tejan una densa red de relaciones, para que la ciudad de verdad -la que se puede abstraer de sus concretas calles y plazas, la que es más fuerte por sus leyes que por sus murallas (Heráclito)- se haya construido pleBamente. La ciudad genera un ámbito público donde la verdad puede aparecer. Y esta verdad aparece con garantías, cuando en ella se ha gestado un plano intelectual colectivo o "ciudad de categorías" encargado de racionalizar los asuntos más altos del pensamiento: el fruto intelectual más maduro de la comunidad. La verdad se da en la comunidad
Como hombres, no como bichos,
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venimos de la diferencia. Y parece ser que gran parte de n11estros esfuerzos han ido encaminados a defender y aumentar la diferencia, como queriendo ahí encontrar nuestra identidad. Pero lo común existe. Las cosas conforman comunidades, sistemas, familias. Hay una comunidad de lo real y hay subcomunidades reales. Lo común se da en los diferentes órdenes del ser. Conocemos, por cierto, fragmentos (individualidades), trozos de cobre. Este trozo se extrajo en Chile; aquél en Riotinto, el otro en Suráfrica. Pero todos ellos son buenos conductores de electricidad, pueden dar,por aleación con el estaño,el bronce, son fruto de las mismas condiciones, son "cuprum-, (con peso atómico 63 .54, n. atómico 29, densidad 8.96, etc., según consta en la Tabla Periódica de los Elementos). Aquí hay una moneda de cobre con la efigie de "Carolus Rex"; sobre tu mesa veo un cenicero de cobre construido a puro golpe de martillo y, en el fondo de la habitación, cuelga un candil de cobre para alumbrar en casos de emergencia. ¿Es una abstracción irreal "el" cobre que les da materialidad y terrenalidad a todos estos objetos? ¿Es, acaso, un "flatus vocis"? En la colina junto al río, se construye el santuario, porque el lugar es propicio; Dios aparece en El Sinaf al pueblo judío; El Nilo es fuente de vida... Lugares, sitios privilegiados para nacer, para morir, sacrificar, festejar, adorar. Relaciones de distancia de unas cosas a otras. ¿Espacios? El espacio, ¿no se da en todos estos casos? Aunque el espacio no sea algo preestablecido, un receptáculo para los cuerpos, sino algo relativo, ¿no vemos que en cada caso se da una misma relación u "orden de coexistencia" (Leibniz) que es real? Del tiempo no es tan fácil hablar. Pero el tiempo también es, como "orden del devenir", algo real. Lo primitivo de la concepción del tiempo radica en concebirlo como "tiempo~". como diferencias: Hoy es más oportuno que mañana, porque hay conjunción de astros, etc. Como el cobre es lo común ae los objet0s que tienen las propiedades de la casilla n. 29 de la Tabla Periódica, el espacio y el tiempo son lo común en
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aquellas diferencías del aquí, ahí, allí, hoy, ayer, mañana. No porque preexistan a las cosas, sino porque son lo que de su común relación resulta. Los eidos, las ideas, lo común que está y subyace a las cosas, a las concrecciones, a los objetos, a las diferencias, no se deja ver sino en un ambiente propicio. No es que las cosas por naturaleza tiendan a ocultarse y engañarnos. Es que las cosas, en el estado de naturaleza del hombre, no están para ser vistas. Se hace necesario crear una segunda naturaleza (una sociedad civil, una unidad) que supere la diferencia inicial (tribal, la de la horda, etc.), que descubra el velo que oscurece, para que la verdad salte a la vista. Ese lugar es la Polis. Y en ella, el agorá. En ese espacio social de la polis, "en bUena polecfa", estaremos pensando desde una comunidad que absorbe las diferencias y establece, como quería Heráclito, el ámbito de la razón. Que, por cierto, no es otro que el de la comunidad de hombres, donde lo común de las cosas (cuya ha turaleza es aparecer y se¡ vistas- por eso son visibles), puede por fin manifestarse. Ello sucede, porque aquí sólo aquí coinciden, se encuentran lo común de las cosas con lo común de los hombres. Y, de este encuentro, resulta lo más común a todos y a todo: la razón de ser, la ley, la verdad. El agorá, máximo exponente de lo común porque allá todo converge y allá queda bajo la penetrante mirada de
la comunidad. El saber que lo es porque es de todos, transparente, comunicado, transversal. El universal de la tribu que absorbía a los individuos y que ocultaba lo común porque sólo apreciaba las diferencias sin unidad, da paso a lo común de la polis que permite la aparición de lo universal como unidad de diferencias. El Estado, que vive de la absorción de las diferencias, genera, por otro lado, la conciencia social capaz de reconocer lo común , porque ya antes lo ha construido. Se hace claro aquello '{Ue señalábamos al principio: que sólo 'podemos llegar a conocer con transparencia aquello que es obra nuestra. El "pacto" (no necesariamente co"nsciente, como quería Hobbes) por el que una totalidad social se levanta y echa a andar desata el potencial de la conciencia, porque los hombres se dan cuenta de que viven en una naturaleza generada por ellos mismos. Una segunda naturaleza que no es sino la reorganización de elementos de órdenes anteriores, que no podía entender, porque no era resonsable de ellos. "La razón está en lo común" (Heráclito). En la constitución-construcción de la polis griega se insinúan ya todos aquellos elementos que permiten decir que la construcción de una ciudad, en este sentido, es un acto científico. Por otro lado, roda ciencia, al constituirse, no hace otra cosa que inventar un "Estado".
El griego hace su mundo, su polis, su Estado, cerrando un universo y obligándolo a un orden establecido. Los romanos Rómulo y Remo habían trazado"el "mundus" o surco que separaba a Roma de su entorno. Al cerrar el nuevo universo, se disuelven las relaciones tribales de la pura diferencia y surge lo común. Y, del mismo modo que en la ciencia las operaciones con sus elementos van dando lugar a derivaciones y teoría, así mismo en la ciudad surgen operaciones ciudadanas antes impensables. Y las relaciones de la ciudad llegarán a ser tan coherentes y densas que se podrá decir con los viejos griegos: una ciudad es más fuerte por sus leyes que por sus murallas. La ciudad, espacio generado por el hombre como segunda naturaleza, le haceposiblevivirmejor. Y, en el límite, se piensa de forma perfecta: allá donde la vida florece y aparece en todo su esplendor. La ciencia, espacio generado por el hombre como articulación teórica (y práctica) del mundo para ver, entender y dominar más y mejor, en el límite, aspira a la total transparencia, al conocimiento pleno. Ciencia y ciudad concebidas, entonces, en su idealidad acusan ambas la misma estructura. La de ser: - un mundo o universo inventado o creado; -un lugar regulado según fines; - la promesa de maximización de formas y conocimientos; - racionalidad ejemplar. Este es el pensamiento, la racionalidad, que se desata con el Descubrimiento de América. La Modernidad -por lo que a los ideales del conocimiento se refiere- acusa el impacto de la primeracartadeColón (que describe lo descubierto como paraíso) y el desgarramiento de las primeras polémicas de la Escuela de Salamanca en torno a la condición humana. Con América, la construcción del Reino de los Cielos en la Tierra se percibe como factible; las formas de la vida real de entonces, bajo esa luz, no son sino injusticia y escarnio. La ciudad moderna y la ciencia moderna,desdelaperspectivadeAmérica, se conciben ambas por vez primera como empresas sociales. Tienen un aire parecido a las empresas de descubrimiento, de conquista y de colo-
Gracias al gentil patrocinio de:
SOBERANO CONGRESO NACIONAL REPUBLICA DE HONDURAS, C.A.
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nización. Es decir: suponen un talante de decisión y riesgo frente a los desconocido o a lo por hacer. Elegir el "lugar" (para la ciudad y para la ciencia), "limpiarlo" de obstáculos, trazar previamente el " mapa " "more geometrico", "construir" el nuevo universo (ciencia o ciudad). Ya no debe extrañamos que ambas empresas de racionalización lleven implícito de forma necesaria el sentido y concepto de dominio. Difícilmente podrá la ciudad moderna librarse de esta dimensión dominadora que, no sólo subordina al campo, dejándolo incluso despoblado, sino que también subordina al individuo hasta hacerlo desaparecer. De igual manera, la ciencia no podrá salir a sus prácticas sin modificar rotundamente, a través de las tecnologías que desata, los mundos a que se refiere. Este es el afán del hombre por construir espacios de plenitud, obra suya, donde la transparencia no deje lugar a sombras, y donde se sienta como en su casa. Pero, ya lo vemos, empresas a fin de cuentas del hombre que, siempre, en la construcción de las ciudades y la de las ciencias, se queda a medio camino, buscando lo mejor, aunque no siempre lo consiga.
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Los Sumos de Honduras:
Lengua e Historia Atanasia HERRANZ
ste grupo indígena de Honduras es el que cuenta con un número menor de estudios tanto lingüísticos - - - · como históricos y etnográficos. Su movilidad histórica ante la constante presión de los mislátos y, en menor medida de payas y ladinos han terminado por situarlos en las tierras altas, aguas arriba del río Patuca y sus afluentes. Su escaso número y el difícil acceso a estas comunidades pueden enumerarse como algunas de las causa de esta falta de interés. Actualmente hay una preocupación por este grupo ante su posible desaparición y por el hecho de estar asentados en zonas de bosque tropical y latifoliado a cuyas maderas preciosas les han hechado el ojo el gobierno y algunas multinacionales. Los sumos aparecen en la documentación colonial de la provincia de Honduras con cierta frecuencia hasta el siglo XVI, además, dado que estaban divididos en más de cincuenta y dos subtribus, cada una con su respectivo nombre, es muy difícil reconstruir el territorio que ocupaban a la llegada de los espafioles. Conzemius (1984:23) cree que el área que ocupaba en el siglo XVIII no debía variar mucho de la de los inicios de la colonia y, por tanto, la delimita así: "Los Miskitos y los Sumos habitaban la vertiente atlántica de Honduras y Nicragua, desde el río Tinto o Black River (latitud 15°50' norte) hasta el río Punta Gorda (latitud 11° 30' norte). Mientras los Miskitos se localizan principalmente a lo largo del litoral, los Sumos viven tierra adentro y se extienden hacia el poniente hasta llegar a corta distancia de los pueblos de habla hispana". Los Sumos actuales se dividen, según Conzemius ( 1984: 45-46), en varios grupos: .. Los Sumos se dividen en varias subtribus que hablan varios dialectos, mutuamente inteligibles. Ellas son los Twahka . (Toacas), Wlva (Uvas), Panamaka (Panamakas), Bawihka y Kukra". De las cuatro subtribus, las dos primeras ocupan la parte norte de la Mosquitia y los dos segundas la parte sur. En Honduras sólo viven los tawahkas que "se les encuentra en el río Patuca o Guampú, Coco, Wawa y Kukalaya". Los demás subtribus están en territorio nicaraguense. Entre las subtribus desaparecidas Conzemius enumera: Yusku o
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Yoascas, Prinzu, Boa, Silám, Ku o Kum y Tuñla o Tungla. Las primeras descripciones de los misquitos y sumos las dio Cristóbal Colón en 1502, pero son escasas y, la mayoría, se refieren a los misquitos, pues los sumos vivían más al interior. A la región costera Colón la denominó ·'Costa de la Oreja". Hasta mediados del siglo XVI \!Sta vasta región se le llamó la provincia de Veragua o Cartago, perteneciendo a Panamá. En los documentos coloniales de este período la región que se extiende del cabo de Gracias a Dios hasta Costa Rica aparece también con los nombres de Cariay o Cariari y Castilla del Oro. A mediados del siglo XVI a esta misma región de la Mosquitia se le denominó como la Taguzgalpa. Los sumos casi no aparecen en los documentos coloniales del siglo XVI y, además, cuando aparecen los españoles les denominan con nombres genéricos que dan lugar a muchas confusiones. Conzemius (1984: 47) describe así este hecho: ''Los historiadores españoles del siglo XVI incluyeron a los sumos bajo el térmico aenérico de "Chondal" o "Chontal;s", vocablo mexicano _que significa simplemente "extran~", aplicado por los náhuas a cualqlllt:r tribu primitiva. En documento.s posteriores los Sumos :>on mencwnados como "Caribes", "Chatos", "Albatuinas (del rnisláto Alba":"ina~ Y por un número de otras denommactones".
El primer relato histórico de cierta importancia que hace referencia a los tawahkas, una subtribu de los sumos, es de 1603. El franciscano Esteban Verde1ete, acompañado de Juan de Monteagudo trató de evangelizar la Mosquitia; bajaron el río Coco, pero al abandonarlos los tres indios guías e intérpretes, tuvieron que volver a Comayagua. En 1606 Verdelete solicitó financiamiento al rey para la conquista de la Mosquitia. El 7 de diciembre de 1607 el Supremo Consejo le autorizó la conquista espiritual y que los gastos salieran de la Real Audiencia (Conzemius 1928: 269-270). En 1609 Verdelete y Monteagudo, acompañados de dos frailes más, Juan de Vaide y Andrés Marcuellos iniciaron la evangelización de los sumos, protegidos por soldados al mando del capitán Alonso Daza. Entraron por el río Guayape, cerca del Wampú, y en 161 O fundaron un pueblo con indios leneas, náhuas y tawahkas, cerca del río Guayape. Surgieron algunas diferencias entre los leneas y los náhuas y los frailes debieron dividir el pueblo en tres barrios, uno para cada grupo étnico. El documento muestra la posterior alianza de los lenchas con los "Tautanes" (¿tolupanes?) y los "taguacas". Los numerosos y temidos tawahkas avisaron a los leneas de que iban a tomar la reducción y aquellos huyeron. Los tawahkas, por la noche, incendiaron y arrasaron el pueblo, pero no mataron a ningún español. En 1611 Verdelete y Monreagudo, con veinti-
cinco soldados al mando del capitán Daza, iniciaron la segunda penetración a la Mosquitia. Los españoles apresaron a unos doscientos indios tawahkas y fundaron una reducción que sufrió continuos ataques de los sumos no reducidos. En una de las muchas incursiones, los españoles apJesaron a un jefe indio, pero al ser reducido, abofeteó a un soldado, que inmediatamente lo dejó amarrado a un árbol sin decir nada a sus supervisores. Los tawahkas, dfas después, lo encontraron muerto y decidieron vengarse. La noche del 16 de enero de 1612, en una emboscada, dieron muerte a los misioneros y a la mayorparte de soldados españoles y se los comieron. Sólo lograron escapar algunos soldados (AGI, Lega 371). En 1622 el franciscano Cristóbal Martínez de la Puerta decidió continuar la labor de Vedelete y Monteagudo. Desembarcó en el Cabo de Gracias a Dios y caminó tres dfas hasta llegar a tierras habitadas por los payas. Fue bien recibido por payas y guazagualpas y fundó seis pueblos: Concepción de Juara, Azoceegua, Taxamaba, Borbortabacha, Zuy y Barcaquer. Los frailes decidieron pasar a territorio de los indios huabas o guavas, pueblo mestizo de indios y españoles provenientes de un barco que hace años había naufragado en las costas. Bautizaron 6000 párvulos y adultos. Estando los religiosos en las márgenes del río W ampú, llegaron los Albatuinas (Sumos), invitándolos a ir a sus territorios para predicarles el evangelio. A pesar de las advertencias de los guavas sobre la maldad de los albatuinas, los doctrineros fueron a predícarles y, a
finales de septiembre de 1622, los mataron cruelmente. Conzemius ( 1928: 273) en una nota llama la atención del reporte de un inglés que en 1690 visitó estos lugares y narraba que no sólo mataron a los tres religiosos sino a más de 50 españoles. Dice textualmente el inglés cuyo nombre no conocemos, ya que su obra la firmaba con las iniciales M.W.: "Al martirio de estos misioneros alude un viajero inglés, M.W., en una relación curiosa, escrita sobre laMosquitia en 1690. Hace unos 60 años, dice este autor, que los indios mosquitos mataron a más de 50 Españoles, de los cuales varios frailes, que vivían entre ellos; algunos de éstos cerca del Caho Gracias a Dios, otros a Wana Sound (= Wani), y otros cerca de Brangman 's Bluff (nombre de un promontorio al norte de la desembocachrra del río Wawa). Parece, pues, que los indios no solamente mataron a los tTes religiosos, sino también acab'lron con los Españoles naufragados que vivían enlTe ellos". A mediados del siglo XVII los misquitos eran los aliados de los piratas ingleses, franceses y holandeses. Esta alianza duró hasta 1786 en que Inglaterra firmó un tratado por España por el que se comprometió a abandonar la Mosquitia y las Islas de la Bahía. Los sumos en este período estuvieron aliados con los misquitos, pero en inferioridad de condiciones. En 1739, según Conzemius (1928: 277), el capitán de dragones Eugenio Pérez llevó de las montañas hasta Herradura w1os 225 indios butucos (payas o sumos) y formaron con ellos la reducción de San Buenaventura, en el valle de Olancho.
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Los sumos-tawahkas durante todo el siglo XVIII son descritos por los doctrineros españoles como perniciosos, pues continuamente atacaban y destruían las escasas reducciones que habían logrado con los payas. No cabe duda que los zamh<¡!s-misquitos y, en definitiva, los ingleses estimulaban y financiaban estas incursiones que retrasaban el avance de la frontera de la provincia de Honduras. Davidson y Cruz (1988: 128-129) realizan un pequeño recuento de estos ataques de los sumos tawahkas: en 1724 queman la misión de Río Tinto, atacan la reducción de Pisijire y los frailes la abandona en 1750 y ataques al Valle de Jalapa y de Dolores en Nicaragua. Con la llegada de la independencia de Centroamérica en 1821, nuevamente los ingleses aprovecharon la debilidad del Estado hondureño. Se aliaron con los misquitos, declararon la Mosquitia como un protectorado de Jamaica y eligieron como rey mosco al zambo George Frederik. Nuevamente los sumos mantienen en este período una alianza con los misquitos, produciéndose un gran número de matrimonio mixtos y una gran penetración cultural y linguistica del misquito. El reino mosco terminó con la firma del tratado Wyke-Cruz en 1859 entre Inglaterra y Honduras. Este último país recobró el dominio de la Mosquitia y de las Islas de la Bahía. Los misquitos perdieron su protector, pero continuaron sus buenas relaciones con los sumos. Entre 1856 y 1864 el jesuita Manuel Subirana evangelizó a sumos de Honduras y, según sus informes, bautizó a 150 tawahkas, Debido a que su hábitat era la selva y que no estaba amenazado por !adianos, Subirana no solicitó al gobierno tierras para los sumos, como lo hizo para los jicaques de Yoro. Las misiones escolares que creó el presidente Francisco Bertrand en 1915 beneficiaron a los sumos de Olancho. Se creó una escuela en el Pao, hoy Suma!, fundada por el profesorToribio López y en 1916 y 19171a regentó el profesor Francisco Martínez Landero. El área actual que ocupan los SumosTawahkas de Honduras, según Flores (1977: 20-21 ), "está diseminado entre la división de Jos Departamentos de
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Olancho y gracias a Dios, en la confluencia del Río Wampú y el Patuca, en los poblados de Sikia-Pihni, Krautara y Krausirpe". Davidson y Cruz (1988:129-131), basándose en estudios históricos y topónimos llegan a la conclusión que "la zona desubsistencia actual de Jos taguacas se centra en la confluencia de los ríos Wampú y Patuca", como puede ve_r:se en el mapa que elaboraron y que reproduzco. Además, por otra vía llegan a las mismas conclusiones de Conzemius: que el territorio actual coincide con el que históricamente ocupan en el período colonial. A finales de Septiembre se terminó un mapa de la Mosquitia donde se ubican y enumeran las comunidades tawahkas, pero por desgracia no estaba a la venta. En 1977 la Secretaría de Cultura y Turismo publicó un Estudio Socioeconómico y Cultural de los nativos Tahuajca o Sumos residentes en Krausirpe en el que aparece un detallado censo de la población y de algunos aspectos económicos de esa comunidad. El informe señala la presencia en la comunidadde dos familias mestizas. Lingüísticamente este informe no aporta datos, a excepción de un listado de los nombres y apellidos de todos los habitantes de la comunidad. Tanto los nombres como los apellido son españoles en un 90% y aparecen algunos en inglés y varios en misquito. Los etnógrafos y antropólogos siempre han señalado el origen común de sumos y misquitos. El argumento principal para este origen se basa en un relato muy extendido entre los misquitos. El relato fue registrado en 1904 por el misionero moravo G. R. Heath y repetido por Lehmann, Joyce, Alexandrey Conzemius. Por su gran interés transcribimos la versión de Conzemius: "En la colina de Kaunapa, sobre la ribera izquierda del río Patuca, a pocas millas aguas a bajo de la confluencia con el río Guampú, existe una roca que muestra el signo de un cordón umbilical humano, del cualnacieron los ancestros de la tribu; el Gran Padre (Maisahana, "el, quien nos engendró) y la Gran Madre (ltwana o ltoki). Miskitos y Sumos son los descendientes de estos primeros ancestros.
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Los primeros en nacer fueron los Miskitos quienes, desobedientes y tercos como son hasta el presente, desestimaron los consejos de sus antepasados_y escaparon hacia la costa. Luego nacieron los Twahka, que se consideran hasta la fecha la nobleza de los Sumos; a continuación los Yusku, que siguieron mal camino, razón por la cual fueron casi exterminados por las otras tribus que les hicieron la guerra. Los más jóvenes, los VIva, siendo los favoritos de acuerdo con las costumbres indígenas, se beneficiaron con los consejos de los antepasados a tal extremo que llegaron a ser especialmente . hábiles en las artes de la medicina y de .. · los encantamientos, ganando el nom- ;:_. bre de Boa, es decir "encantadores". Mientras tanto los Twhka vivieron entre los montes, salvajes y desengañados. entonces el Rey Mosco envió ~ cr' por ellos y les capturó, obligándoles a bañarse, de modo que obtuvo su sumisión y apoyo".
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Actualmente la gran mayoría de los lingüistas coinciden en clasificar al Sumo como una lengua del grupo Misumalpa, integrado por cuatro lenguas Miskito, Sumo, Matagalpa y Cacaopera (extinta). El grupo Misumalpa pertenece a la gran familia Macro-Chibcha (Houwald: 1980: 1; Greenberg 1987: 253-309). Dentro del Sumo los lingüístas distinguen dos ramas: "Este idioma [el sumo] está dividido hoy en día en dos ramos: U! va (Ulua, woola, etc.) y Tawahka-Panamaka (Twaka, Tuaca, Sumo-Tauaxca, etc.). Varios dialectos que todavía existieron hace 50 años han desaparecido o se han mezclado de tal manera entre sí, qu_e no sobrevivieron como tales" (Houwald 1980:1) Los últimos estudios glotocronológicos que se han realizado entre estas lenguas de la misma familia llegan a algunos resultados parciales importantes. "La familia
[misamalpa] estaría integrada por dos grupos cerrados: matagalpa-'éacaopera y sumo septentrional- ulua, y una lengua aislada: el misqul!o (Arguedas, 1986:38)", lo que confirma la creencia de W. Lehmann. La separación entre el tawahka y el ulua sería de 602 años, por lo que según la teoría de Swadesh están en el límite entre variedades de una misma lengua o miembrbs de una misma rama. Toda la familia misulpa se lfabría escindido hace 4,500 años, lo que hace pensar en un establecimiento muy antiguo en la región, hechando por tierra la creencia, muy extendida, de una emigración más reciente de Sudamérica (Consten! a, 1991 :21 ). Otro dato importante que dan los estudios glotocronológicos es la relación del misquito con el sumo. Según la compatación de 118 palabras, el misquito y el sumo sólo comparten un 15.30% de palabras comunes (cognados), lo que supone un tiempo de separación mínimo de 2.500 años (Constenla 1~ 1:
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TERRITORIO TAWAHKA . EN HONDURAS
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~-----8~·-------26). Este tiempo de separación es demasiado grande para seguir creyendo en la idea de que los misquitos, como señaló Lehmann y, sobre todo Conzemius (1984: 49-50), provienen de una mezcla étnica entre los sumos bawihkas y las costas del Cabo de Gracias a Dios en 1641: El recuento más completo de los vocabularios y gñimá.tícas del Sumo, especialmente de Nicaragua, publicados hasta 1977 la presenta G. Von Houwald en la introducción de su Diccionario Español-Sumo, SumoEspañol. Aquí me limito a enumerar y comentar los vocabularios y gramáticas publicados del Sumo-Tawahka de Honduras. El primer vocabulario del sumo de Honduras fue publicado en 1892 por
lados,ysevieronforzadosaretroa:der Alberto Membreño (1987:217-227). más y más hasta el curso superior de En su introducción señalaba que "El los pequeños ríos y riachuelos, de vocabulario de los zumos (sic) lo formanera que perdieron panlarinameute mó don Gregorio Duarte, y el de Nicragua es copia del que dio el señor el nexo entre sí que hasta entonces fuera mantenido por medio de los obispo VélezaMr.Pinart".Delosdos, grandes sistemas ft.nviales. Es por eso el sumo de Nicaragua es el más comque las poblaciooes sumu forman acpleto. Nuevamente se editó el mismo tualmente pequeños islotes vocabulario sumo de Membreño en el liDgüísti.oos"Boletín de la Escuela Normal de VaLos sumos-tawahbsde IaMosquitia rones de Tegucigalpa. fueron durante el siglo xvn, xvm y Lehmann en 1920 incluyó en su obra XIX aliados con los m.isquitos y con Zentral-Amerika un amplio voca~J. los ingleses. Esta prolongada alianza lario sumo, con 1200 entradas. B volos puso en contacto constante y decabulario de Lehmann no es original peudientecoolosmisquitosque,sieudo sino que incorporó al corpus todos los muy superiores culturalmente. poco a vocabularios del sumopublicadoshasla poco losfueronabsorvieudocul~ y .esa fecha. linoüísticamente. Conzemms Conzemius(l929:57-115)publicóen (19M:42), ya en el primer ten:io de forma comparativa un vocabulario este siglo, nos indicaba la _pro~ sumoymisquitoconunascientoseteola penencióo lingüWica del unsquuo en entradas y en 1927 aparecieron en una los hombres sumos. revista ·berlinesa unas interesantes "Todos los varones Sumus saben el observaciones gramaticales del sumo. miskito o el español (y aún ambos), Entre 1935 y 1936 el profesor F. dependiendo de su_ v~ a 1~ esMartínez Landero, que había sido tablecimientos miskitos o ladinos. maestro en la escuela del Pao, editó Uoos pocos hablan un tanto el inglés. una gramática comentada del sumo y Lasmujeres,sinembalgo, dificilmente un vocabulario en la Revista del Arhablan otra lengUa que lanativa". chivo y Biblioteca Nacional de HonLos contactos con ingleses y duras. Recientemente estos artículos misquitos han dado como producto han sido reeditados en un solo volumen una gran penetración léxicade palabras bajo el título La Lengua y la Cultura de inglesas y misquitas.. Howa!d p980): los Sumos de Honduras. 2) en la introducción de su dicciooano Houwald señala en la introducción a seiíalaesteaspectoyresaltaladificultad su diccionario que "Conrado Bonilla real en localizar los anglicismos por su ha publicado igualmente una lista de tocal adecuación al sistema fooéticopalabras sumas habladas en Honduras; fooólógico del sumo. desafortunadamente no se consiguió Debido a la vida seminómada, a su estaobra".RealmenteC.Bonilla(1949: dispersión típica de un pueblo cazador 126-134) lo que publicó en su obra y al dificil acceso. inclusoactna~te, Honduras en el pasado fueron vocade las zonas selvátivas en que VIVen, bulariosyapublicadosporotrosaurores enHoodurasnohemoscootadocon un como Conzemius, Membreño, censofi.abledesunúmero. Lamayoría Martínez Landero y J. Froebel. de autores los han cuantificado junto Del Sumo de Nicaragua hay dos pucon los miquitos; • .asf Adams blicaciones recientes e importantes; (1957:630) calculó que e~ total de una que recoge el vocabulario sumotawahka y la otra el sumo-ulva. La m.isquitos y sumos era de 5.100 lo que primera,_ ya mencionada, es el Dicsuponía un 4.1% del. total de de pocionario de G. von Houwald y la seblación indígena de Hom:luras. El Censo de Población y Vivienda de gunda, el Vocabulario Preliminar del Honduras de 1988 nos da los siguienUlwa (sumo meridional) de KenHale tes datos lingüísticos. El total de (1988). Los sumos de Honduras como los de hablantes mayores de cinco años de la Nicaragua foiman en la actualidad lengua sumo-tawahka de Honduras es grupos lingüísticos aislados. Incluso de trescientos quince, lo que supone en Honduras los sumos de Olancho y un 0.01% del total de indígenas Y calos de Gracias a Dios han perdido sus ribes de toda la República. Este dato es contactos. El fenómeno del aislamiento revelador,puessilúaalos sumos como entre las distintas tribusdesumosviene el grupo indígena de Honduras con menornúmerodemiembros. Segun el ya desde hace varios siglos. Los censo su distribución y sus porcentajes misquitos, los ingleses y los ladinos por departamento es como sigue: castellanohablantes se han encargado Olancho con el 03%; lnbllucá y Santa de romper su antiguo "continuum" Bárbara con el 0.02% y Adánlida. territorial. Howald (1980:2) explica Colón, Otoluteca, B. Paraíso. Franasí este aislamiento: cisco Morazán, Gracias a Dios, "En el curso de su pasado, los Sumus Ocorepeque. Valle y Yoro con un fueron siempre estrechados por todos
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0.01 %.Ladistribucióndelos hablantes sumos que presenta el censo no resulta fiable.Sitúa a los sumos en departamentos que históricamente han correspondido a otros grupos como los leneas (ltibucá, Santa Bárbara, Valle, El Paraíso y Francisco Morazáo) o los jicaques {Atlántida y Yoro) o a los mayas-chortíes o nahuas como Ocotepeque. Sólo parecen fiables los datos de Olancbo, Gracias a Dios y, tal vez, Colón. Los sumos de Hondúras todavía viven en las zonas selváticas de las márgenes del Patuca y no han tenido emigraciones· recientes a otras áreas fuera de Olancho, Colón y Gracias a Dios. La única explicación es que los encuestadores han contabilizado como·sumos a familias que son de otras tnbus y lenguas. Teniendo en cuenta las observaciones anteriores, el número de sumos reales en Honduras mayores de cinco años no debe sobrepasar los doscientos. Un dato que meréce comentario especialeselbajopon:entajedehablantes sumos que presenta el censo para el departamento de Gracias a Dios. Este hecho sólo es explicable por su asimilaciónalaculturaylenguamisquita. Sobre el presente "!f el futuro de los sumos, Hedehy y Leaque (1988: 110111) en su artículo "Los sumos tawahkas: un delicado equilibrio dentro de la Mosquitia" señalan que hasta la década de los ochenta del presente siglo no han tenido problemas graves de subsistencia. "Durante siglos estos sumos tawahkas hondureños han estado separados del principal núcleo de su cuerpo. En la actualidad sobreviven un grupo de alrededor de 700 peresonas en siete asentamientos a lo largo de las riveras del Patuca medio, alrededor de la desembocadura del rio Wampú. Su territorio está localizado en el último remanente de bosque tropical húmedo en Honduras, un santuario de recursos que les hapemútidocontinuarsu modo tradicional de vida, aislados del resto de desarrollo político y económico del país. Los sumos continúan orientados hacia una agricultura de subsistencia, dependiendo en gran medida de la caza, la pesca y la recolección". Pero, a partir de los ochenta, han comenzado a tener problemas. Por una parte. la lucha de muchos misquitos y
sumus nicragüenses para derrocar al gobierno sandinista provocó su emigración masiva a la Mosquitia hondureña; por otra, campesinos pobres hondureños y terratenientes del departamento de Olancho han cortado zonas de bosques tropicales para convertirlos en pastizales para el ganado vacuno y, para colmo, el gobierno de Honduras, ante su agobiante deuda externa ha firmado una carta de intenciones con la codiciosa empresa multinacional, Stone Conteiner, para la posible explotación de los bosques de la Mósquitia por cuarenta años. Desde que. la dejaron los ingleses la Mosquitia (1860, aunque en la práctica fue.dos años después) las tierras han sido explotadas por sumos, misquitos, garífunas y algunos negros criollos. Generalmente, al considerarlas ancesn:atmente como suyas y al no contar con usurpaciones ni depredaciones de los ladinos, no las registraron. En consecuencia, actualmente la gran mayoría son tierras nacionales. Las constituciones de Honduras siempre han favorecido a los nacionales y extranjeros que se asentaran en tierras nacionales para que cualquier particular pudiera registrarlas a su nombre con el sólo hecho de explotarlas. Los sumos las han ocupado desde hace muchos siglos, pero el estado no se las ha reconocido ni otorgado en propiedad, al contrario de lo que ocurrió en el siglo pasado con las tribus jicaques de Yoro y, en el presente,
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117iemDo con los de la Montaña de la Flor. Los sumos necesitan para sobrevivir una gran cantidad de terreno selvático, dado que viven de la caza y de la pesca, pero los campesinos y terratenientes ven en ello una forma de desaprovechar la tierra. Desde 1980 han presionado y se han incautado de tierras que tradicionalmente han sido de los sumos. Para parar esta acelerada expropiacion los sumos, ayudados por MOf'AWl, llevan algunos años solicitando al Instituto Nacional Agrario (INA) y a la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal (COHDEFOR) que les otorgue el título de sus tierras; con ello el Estado garantizaría la pervivencia del único bosque tropical húmedo de Honduras y pem1itiría que los sumostawahkas continuaran con su explotación racional y ecologista del bosque tropical, como lo han hecho por siglos. Además, los sumos deben modificar poco a poco su forma de vida para hacerse cada día más sedentarios, viviendo más de la agricultura que de la caza y la pesca. De no darse con ur-
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gencia estas y otras medidas de salud y educación bilingüe, el futuro de este grupo es muy incierto. Su escaso número, su vida seminómada, las continuas enfermedades como la malaria y la posibilidad de que el gobierno autorice cortes de maderas preciosas en los predios selváticos de los sumos son algunos de los elementos que hacen pensar en que el siglo XXI puede acarrear la muerte de la lengua y la cultura suma-tawahka de Honduras.
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Gracias al gentil patrocinio de:
LA E.MBA.J.ADA DE ESPANA
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Recuerdos del Padre Subira na· José Armando Sarmiento
n los años de 1856 a 1864 recorrió los pueblos apartados de Honduras un singular sacerdote español llamado Manuel de Jesús Subirana, quien murió en Santa Cruz d~ Yojoa un 28 de noviembre de 1864 ante el llanto y la consternación de miles de hondureños humildes que todavía recuerdan con cariño al Padre Subirana, por sus obras en favor de los marginados de la sociedad, como son los indios xicaques y payas, de quienes fue guía, conductor y defensor. El Padre Subirana era diferente de los curas de su tiempo, pues mientras estos se dedicaban a decir misas en latín ante auditorios ignaros, a confesar pecadores, a recorrer pueblos para bautizar y casar feligreses, Subirana ejercía su ministerio con sentido de lo que hoy llamaríamos Teología de la Liberación, él hacía que los indios fundaran pueblos y abandonaran sus selvas y su vida de bárbaros, pero sobre todo logró que los gobiernos del país les concedieran -tít1,1l0s de propiedad de grandes extensiones de tierras. Puede decirse que gracias a este cura español es que todavía sobreviven los xicaques y los ~e ch.
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Su evangelio fue tan importante que dio lugar a la creación de leyendas, milagros, recuerdos que viven en las aldeas y pueblos de Honduras. He aquí algunas:
La Parábola de Subjrana Quejábase un indio de que su com;p,añera le había traicionado, pues había dado a luz unhiño blanco, pelo rubio, ojos azules ... caracteres estos que es tan en pugna con los de su raza. Se presentó un día ante el Misionero y resolvió denunciar la traición supuesta de su mujer. Padre -le dijo- "Vengo a decirte que mi mujer me ha traicionado; pues ha alumbrado un niño tan bonito que yo lo desconozco como hijo mio. El Santo misionero le escuchaba con suma atención y después de una corta meditación tomando una mazorca de maíz amarillo se dirige a su interlocutor y le dice: Toma esta mazorca, siémbrala en lugar aparte y cuando hayas cosechado me traes todo el producto. Así lo hizo el querellado indio regresando.después de los tres meses. Y cuando hubo llegado donde Subirana y habiéndole mostrado todo lo que
había cosechado de la mazorca, aquel le ordenó que destuzara todo el maíz. Había diversidad de colores en los granos, aun en los de una misma mazorca. El misionero aparentemente alarmado le dice al indio. ¡Pero tú me has engañado; yo te he dado una mazorca de granos amarillos y tú me traes mazorcas con granos de distintos colores. Por qué me engañas, no sabes tú que Dios castiga la mentira. Padre: yo no soy capaz de mentirte yo he sembrado la que me diste. ¿Pero por qué me has traído mazorcas con granos blancos, amarillos, negros, sangre de Cristo? ¡Ah! .... interpela el indio- Dios pinta como le parece .... y el sano prelado interrumpe. Pues así sucedió con tu mujer; el niño que ella posee es hijo tuyo. Así como la mazorca de granos amarillos que te dí, dió granos de distintos colores, así tú que eres indio y tu mujer, han tenido un niño rubio, blanco, bonito; porque Dios pinta como le parece. Vete a tu casa, quiere a tu criatura, amála, es tu hijo, viveenpaz con tu compañera y no vuelvas adudardeella porque te es fiel e incapaz de traicionarte. Y desde aquel día reinó la concordia y la felicidad en el humilde hogar de la tribu serrana.
El Hereje
de Honduras. Barcelona, Provenza, 226. Barcelona, 29 de marzo de 1935. Señor Secretario: · He tenido particular interés en obtener datos biográficos acerca del Reverendo Sacerdote Manuel de Jesús Subirana y una fotografía del mismo. El expresado Sacerdote como Ud. sabe fue declarado Benemérito de la Instrucción Pública en nuestro país y no se tienen de él mayores datos biográficos. Le remito los que me ha proporcionado la Honorable Corporación Municipal de la ciudad de Manresa, de donde era originario y donde ejerció por algunos años su apostolado, por si son de alguna importancia para esa muy ilustre Sociedad.- Ha sido imposible obtener fotografía alguna. Con muestras de mi distinguida consideración, soy del señor Secretarjo, su atento servidor.
Antes de la venida del Misionero Subirana, en cierto lugar de El Pantano, se había tomado la treta un fantasma de asustar todas las noches a los pacíficos vecinos de la Villa de Santiago de Y oro. Las gentes vivían en un pánico extremado, siempre en horas nocturnales miraban un horrible espectro que hacía un ruido infernal y que enigmáticamente se alejaba. Al venir el Misionero le relataron el aparecimiento del terrible fantasma. Inmediatamente Subirana se encamina al siniestro luger e invoca a los espíritus y una voz cavernosa le responde. - ¿Quién eres?- le interroga el santo Sacerdote- ¿Eres de esta vida o de la otra? - Soy de la otra - contesta la voz misteriosa. P. M ONCADA B. - ¿Por qué saíes? pues, ¿cuál es tu culpa? Al Señor Secretario de la Sociedad de - Y o fui en vida un hombre hereje: y estaba casado con una santa mujer que Geografía e Historia de Honduras, no tenía otro pecado para mí que ser Tegucigalpa. católica.-Lahabfaprohibidoquerezara y que fuese a misa: pero en mis auTraducción literal del catalán al espasencias hacía la contrario, y en uno de ñol, de los datos biográficos del Revetantos días cuando regresé a casa ella rendo Manuel de Jesús Subirana exisno estaba, andaba en la iglesia. ~i tentes en el archivo municipal de la cólera, me puso los pelos de punta y la ciudad de Manresa, hecha por Amadeo castigué severamente por desobediente Costas Escudé, vecino de La Ceiba, y no bastándome pegarle con unas Honduras. riendas, le eché freno y con las espuelas "Al señor Dr. don Pablo Moneada B., le causé heridas ... Cónsul General de Honduras, Provenza Desde aquel día no volvió a comer y 226.- Barcelona.- Distinguido señor:se entristeció tanto que sobrevivió poco Aceptando cariñosamente y congusto tiempo. Yo, arrepentido, cuando ella la encomienda de buscar en los archimurió tomé un persogo y en ese bavos de esta ciudad, datos biográficos rranco me ahorqué. Dios rio me recibe del beneférito hijo de Manresa, Reveen su seno y vago como espíritu de rendo, Manuel Jesús Subirana. PodeSatanás ..... Y un sollozo prolongado ... mos decir que después de haberse interrumpió aquel silencio sepulcral .. .. trabajado incesantemente horas y días, El Misionero estaba con la vista dihemos podido adquirir los datos sirigida hacia los cielos y luego dijo: guientes: En el padrón de vecinos de "Yo te conjuro en nombre de mi Padre 1828 existente en el archivo municipal, y te mando que te marches de estos hay las siguientes partidas: "Plaza de Lugares y lleves una piedra atada a la Creus y Vallfonollosa.- Manuel cintura y vivas errante en el corazón de Subirana, pastor y Francisca, mujer, esa montaña". con un hijo Manuel y una hija Rosa". Varios indios cuentan haber visto un "Calle de San Bartolomé.- SalvadQr hombre misterioso que huyendo por la Subirana, labrador e Inés, mujer con selva de Pijol, lleva una piedra en la un hijo Manuel Subirana, ni si obtuvo cintura. el título de Sacerdote. Hemos rebuscado libros, documentos y los perióEL PADRE SUBIRANA: dicos de la época y nada hemos enConsulado General de la República contrado del sacerdote manresano. En
un folletín catálogo de la Congregación de la Inmaculada y San Luis de Manresa, impreso en el año de 1895, a La lista de los hombres ilustres de la Congregacion, se encuentra el nombre del Reverendo Manuel Subirana con los datos siguientes: "Fue •gran Misionero y verdadero apóstol, catequisó millares de indígenas de Cuba. Murió finalmente víctima de su celo y trabajos apostólicos en 1867 en la provincia de Honduras, donde pusieron su nombre a uno de los pueblos por él fundados". El Reverendo Manuel Subirana había sido, Beneficiado a la catedral de Manresa, según los datos siguientes copiados del libro de Resoluciones del Capitol que está en el archivo de la catedral: "1833, 26 de junio. el ilistre cabildo de la catedral ha resuelto admitir a las cuotidianas distribuciones al Subdiácono Manuel Subirana en virtud de haber satisfecho el ingreso a dichas cuotidianas, jurando la concordia y otras cosas como se acostumbra". " 1833, 6 de septiembre. El ilustre cabildo ha resuelto dar la administración de la -torre del Hom al Subdiácono Manuel Subirana como lo pedía en memorial presentado a dicho Capitol". Nada más se ha encontrado de dicho sacerdote durante las largas rebuscas practicadas. Y para acabar expenderemos nuestro dictamen sobre el particular, que es como sigue: '~El joven Manuel Subirana hijo de familia humilde, cursaría la carrera de sacerdote y por los méritos contraídos obtendría el tí~ulo de beneficiado de la catedral de Manresa siendo Subdiácono; que su fervor religioso y dotes apostólicos, joven como era, le movieron a trasladarse a América, donde en aquellos tiempos, fueron muchos los sacerdotes catalanes que acudieron a predicar la Ley de Jesucristo y la doctrina cristiana. El Reverendo Manuel Subirana, escogería la provincia de ·Honduras, el reino de Guatemala, donde se ganaría simpatías del pueblo y fue declarado Benemérito, poniendo su nombre a uno de los pueblos p9r él .fundados. Y finalmente murió ea la misma el año de 1867. ' NOTA:.- El firmarse Manuel Jesús Subirana, puede que sea que el nombre de Jesús se lo impusiera él, en honor a su fervor apostólico. - Joaquín Sarret y Arbos .Arcbivero Municipal.- Manresa, 18 de marzo de 1935.
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El Retablo de San Sebastián Irma Leticia Oyuela
el escudo de la congregación franciscana, que actualmente se ha hecho cargo de la misma, aún cuando es opinión generalizada de los estudiosos que fue construída en 1613, por los conventuales de La Merced para los feligreses de la reducción aborígen de Jetto, que estaba a sus pies. El día de hoy apreciamos una fachada simple con un remate mixtilíneo y dos campanarios laterales que sustituyen la pretensión de un pasado gotico expresado por un "arco de medio punto con dos arquivoltas dentro e un alfíz y sobre el cual -y sostenido por una especie de ménsulas- corrían una cornisa de forma cnopial bajo un remate triangular con almenas" (2). En su interior la sencillez es deslumbradora, una simple planta de cajón con el techo en plena evocación de la tradición
n el corazón de Mesoamérica, sobrevive una de las más hermosas muestras de la arquitectura ---·hispánica como es la ciudad de Coma yagua. Fundada por Alonzo de Cáceres en 1536, fue objeto de las disputas, reconres y rencillas de los adelantados don Pedro de Al varado y don Francisco de Montejo, que finalmentelacambióparainstalarsedefinitivamente en su solar yucateco. La pequeña ciudad centró su momento de esplendor en los años centrales del siglo XVIII, gracias al tránsito periódico de los obispos criollos que procedentes de Nueva España llegaban a esa con sus séquitos de servidores, domésticos cargando entre sus baules obraS de arte y libros que promocionaron una influencia intelectual activa entre las ciudades de aquellas tierras y las nuevas poblaciones recién fundadas. Desde el siglo XVI, en que se tras ladólasillaepiscopalconFrayGerónimo de Corella, los acontecimientos se empezaron a suceder precipitadamente hasta conluir con una crisis entre la iglesia y la burocracia peninsular de donde posiblemente surgió el ulterior criolismo ilustrado. Aún al día de hoy, Comayagua conserva una serena belleza provinciana a pesar de que se han perdido muchos de
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lo detalle. y obra que le dieron especial carácter. Los terremotos fueron sus principales verdugos pero la incuria y la falta de conciencia histórica han sido los principales responsables de la prolongada agonía de ese monumento. Antonio José Rivas, su hijo mimado, ha recreado en bellos sonetos no sólo la personalidad melancólica y triste de la ciudad, sino que también ha exaltado la belleza de su plaza y catedral. Poseedora además de un tríptico de buenos historidadores que han luchado para salvarla parcialmente del olvido,pervivedesdeñosayfatigadapara asombro del viajero mostrando piezas de arte que aún quedan de un naufragio inveterado de siglos. Saliendo de la proyecc10n planimétr.ica del conjunto que forman sus tres plazas centrales (plaza de la Catedral. plaza de San Francisco y plaza de La Merced), se puede ver una pequeña loma donde se yergue la pequeña iglesia dedicada a San Sebastián. Es muy poca la información bibliográfica y documental que se conoce sobre ella. Se cree que fue construída en los albores del siglo XVII. En aquellos mom entos en que los mercedarios dominaban la economía del valle, donde habían instalado sus misiones poseedoras de haciendas en las que los aborígenes trabajaban ti erras en comunidad.
De esa miSIOnes sólo quedan los viejos título de tierra: "San Isidro Labrador o Trapiche", titulada al señor Obispo Fray Luis de Cañizares en 1637; ··san Isidro Labrador o Ludovicia", titulada a favor del Pbo. Br. Alanzo de Bonnet, Comendador de la Orden Mercedaria en 1692; Los Cerritos de Mendoza", a favor de Fray Alanzo Ge Galdó, Obispo en 1677; "Palmerola", a favor de Fray Pedro Carvajal, Comendador de la Orden Mercedaria, en 1739; ·'El Tenguax o Tenguaje", a favor del Convento de la Merced; ''El Naranjal", también titulado a favor de Fray Luis de Cañizares; "San José de Miraflores", titulado a favor del Obispo Fray Juan Merlo de la Fuente, en 1652 y el más antiguo e "Rancho Chiquito o Jupuare", a favor de Fray Ramón de las Varillas, en 1611 (1). La ubicación de San Sebastián es óptima porque la aparentemente insignificante capilla tiene a sus pies el imponente paisaje del valle y a su vez la blancura deslumbrante de su construcción parece en el paisaje sonreír con timidez a los habitantes de las parroquias vecinas. Por el exterior, la iglesia posee dos portadas. que el día de hoy se ven claramenteremozadas.Rodeadodeun incipiente jardín con una fuente recientemente reconstruída se peuden apreciar en una de las portadas laterales,
mudejar del artesanado sostenido bajo el sistema de tirantes con zapatas y el techo a dos aguas cubierto por la telúrica teja ,de barro cocido. A los pies de la nave, un coro en alto que es virtuosamente iluminado por el óculo frontal, proporcionando una luz atenuada que acrecenta el frescor interior, incrementando al mismo tiempo la sensación de paz y sosiego que el feligrés está necesitando en contraste con el sobreiluminado del tórrido vaLle que en los largufsimos y prolongados veranos, parecería destruír los tímpanos humanos con el irritante canto. largo y continuado de los chiquirines en los cigarrales. Con íntimo agradecimiento podemos advertir que aún se conserva la loza de terracota tan usada en los momentos de decadencia de la~ grandes construcciones religiosas; in-
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ñumerables y muchas veces ilegibles lápidas quedan aún en el piso como astrales guardianes! Un minúsculo presbiterio bajo un arco toral de piedra conserva en el piso la mayolica original en verde y amarillo sobre el cual se alza el hermosísimo y fino retablo tallado y pintado en grana y oro, documento de valor inapreciable que nos testimonia una serie de momentos que van desde los fmales del siglo XVII hasta los días posteriores a la independencia. Aún cuando permanece en la oscuridad de los documentos los originales constructores, los alarifes y el diseño de la planta original, la decoración se atribuye en su conjunto (tanto retablo como pinturas y esculturas) al criollo del siglo XVIII: Bias de Mesa. Es importante que recoredemos que los retablos no son simples decoraciones de iglesias y capillas, sino que son expresiones ideológicas, mensajes codificados mediante los cuales y en especial armonía los mecenas y los artistas formulaban una señal mediante la cual el receptor del mensaje era el feligrés, consumidor de la fe. El origen de los ·retablos es aún ampliamente discutido tanto por historiadores como por teóricos del arte y de la teología. Sin embargo, el debate se centra en aceptar su uso a partir de las capillas románicas construídas en la Alta Edad· Media en la que fueron realizadas en materiales nobles como piedras coloreadas, graníticas, asfaltos o pizarras. Fue hasta en el Renacimiento que se utiliza la madera sobre dorada entallada y coloreada, considerada la vía más expedita para darle contenido plástico a esos mensajes (3). Por lo general los retablos -de la misma manera que las fachadas barrocas- se acostumbraba a ser "leídos" de izquierda a derecha y de arriba para abajo. Para leer e\ retablo de San Sebastián, en Comayagua, Honduras, el lector tendrá que tomar en cuenta que la iglesia de San Sebastián y su retablo fueron construídos "con dedicatoria" para una determinada feligresía como eran los pobladores de la reducción de Jetto, es decir, la población aborígen de donde los orgullosos habitantes de la Comayagua colonial obtenían los servidores domésticos, razón por la cual el retablo buscaba realizar una mística de la humildad en la cual se entendía la humillación como un valor.
Tenemos pues que para ser coñgruentes con esta mística en el foco central, es decir, en la presidencia del retablo el artista nos presenta a Santa Serafina o Santa Fina, que era uno de las mártires de la refinación frente al sufrimiento corporal. Los bolandistas que recogieron su histori~ nos hablan de una joven muy pobre que acostumbraba a guardar la mitad de sus escasos alimentos cotidianos para ofrecerlos a los demás.Su historia escrita por Dominico Geovanni de Geminiano, inspiró -en pleno Renacimiento- al Ghirlandaio, quien pintó su apoteosis en un conocido óleo titulado "El funeral de Santa Fina". A su vez nuestro Bias de Mesa, elimina la concepción apoteósica, dando una humanísima presencia de corporeidad a la figura, eliminando además la eclosión de "le flore di Santa Fina" 1, con lo que la Santa queda convertida como una aguerrida moza en el marco de una perspectiva del valle que se ubica la ermita, regionalización anticipada y necesaria. Es importante denotar también que d artista introduce además la idea de San Gregorio Magno que es quien revela en sueños a la santa el día de su muerte, para lo cual es necesario que recordemos que San Gregorio se conoce en los textos como "defensor de Roma" y es considerado como el primer monje que asciende a Papa. Todo esto nos obliga a pensar que en el siglo XVII, y en la antañona ciudad de Comayagua, es donde se establece la primera crisis entre el poder eclesial representado por los monjes mercedarios de la comunidad misional del Tenguax y el capitalista terrateniente Juan de Peña y Caba. Crisis que llega a su punto álgido con los acontecimientos que protagoniza el obispo criollo don Gaspar de Quintanilla y Andrada, declarado mártir de la inmunidad eclesiástica por los abuso que contra él ejerciera el gobernador capitán don Juan Guerra de Ayala (4). A la izquierda y a la derecha orlan el retablo dos bellos medallones en forma de óvalo dándole equilibrio al conjunto representando el izquierdo a Santa Rosa de Lima, la primera santa americana. "La rosa mística" de inefable estampa llegó directamente del lejano reino peruano estableciendo una línea diferente en la concepción del beato y del santo, que se expresaba básicamente en la capacidad de servicio
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al prójimo más próximo, nuevo entendimiento de la caridad en,una sociedad incipiente cuya relaciones gracias a la competitiva colonización o poblamiento, que más que ambas cosas, fueron un transplante de usos, costumbres y vicios del otro lado del 1 atlántico. Nacida en la ciudad virreina! como Isabel Flores Oliva fue bautizada por el obispo Mongrov.ejo como Rosa, quien ingresó a la OrdenTcrcera de Santo Domingo y quien imitadora de Santa Catalina de Siena, abrió con su cmpañera quiteña Mariana Paredes, las puertas del misticismo del nuevo mundo. El común denominador de ambas santas: RosadeLimay Rosa de Viterbo es el de ser defensoras de la causa papal y por lo tanto su presencia en el retablo puede ser una sutil protesta de las arbitrariedades del patronato regio que limitaba las labores religiosas en América. Ambas imágenes son trabajadas dentro de una incipiente escuela "tenebrista", por cierto aire umbroso que hace destacar los elementos claros, tanto de los rostros, como de los elementos de equilibrio de la composición, cotnQ son las azucenas y los tonos pastosos de las orlas de rosas que circundan los rostros de ambas santas: En los laterales del segundo cuerpo el artista incorpora a San Serapión (o San Serapio) y San Simeón; e! primero esclavo mártir muerto durante el reinad? de Decio (180 J?.C.) y el segu~do
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en el que realiza una mteresante fusión de los tres Simones o Simeones del santoral romano: el monje carmelita de ' la devoción por el escapulario a quien se le atribuyen las antífonas clásicas "Flos carmeli y Ave stella matutina" que expresan su devoción por la Virgen del Carmen "patrona excelsa de las almas benditas que sufren las almas del purgatorio"; con el segundo Simón, monje mendicante que viaja a recoger el tributo del duque Ricardo de Normandía y que cayendo preso naufraga en un solitario· peñón donde sobrevive como ermitaño; y el tercer Simón, martirizado por el Rey Sapor de Persia, que es muy posible que es el que subsista en la mentalidad popular como "San Chimón", cuyo culto pagano yprecristiano que subsiste en algunas comunidades del agro por esas profundidades del misterio de las antiguas estructuras que resisteh las confrontaciones de las imposiciones culturales. Del pintor Bias de Mesa se sabe muy poco. Apenas conocemos que en su juventud pintó una serie de iglesias de Totonicapán, en Guatemala. Tardíamente realizó pinturas para el retablo de San José de la parroquia de Los Dolores, deTegucigalpa. El apellido "de Mesa" es el mismo de don Laurean o Sirneón, dean de la Santa Catedral de Comayagua en los años centrales del siglo XVIII, quien aparece firmando diversos contratos para la construcción de altares y camerinos, incluyendo el que firma con nuestro Bias de Mesa
para la confección del retablo del Rosario de la Catedral de Comayagua. Es probable que hayan sido parientes, ya que la endogamia y el nepotismo eran en su tiempo virtudes del sistema (5). Para la misma iglesia Catedral, pintó lo que fue quizás su ol:rra maestra: La Santa Bárbara, que ahora se conserva en el Museo Religioso. En ella se puede apreciar todo el influjo del Manierismo del Tiziano. El manejo soberbio del volúmen expresado en la corporeidad de Santa Serafina se concretiza en la Santa Bárbara de una manera majestuosa, sobre todo por el colorido de la "Camaggione", que unido a un aire de cierta turbulencia que logra mediante el ropaje de la figura, cómo hábil recurso para eliminar las dificultades de composición que el tamaño del lienzo le imponía. La capilla de San Sebastián tiene ahora en su capitalllateral uno de los 1ienzos del pintor tegucigalpense, José Miguel Gómez que representa al patriarca San José, posiblemente de la primera fase del pintor, donde podemos apreciar al patriarca frente a un paisaje en el que se ve la torre, posiblemente el de la misión de las tierras de San José de Miraflores o el Trapiche, ubicadas ¡J. la orilla del río Canquique "en donde los aborígenes tenían sus milpas de cacao y los monjes, sus sembradíos de trigos" (6). La ermita de San Sebastián históricamente ha sido víctima de todas las confrontaciones que se dieron posteriormente al arranque del proceso de
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formación del Estado Nacionil. Por su ubicación ya descrita, fue tomada por Justo Milla qu~ hizo instalar, según la tradición, un cañón para el asedio del sitio de Comayagua en 1827. Dañada por los terremotos en 1774 y de 1808, desplomadas sus torres en 1950, está aún en pie después de la última restauración éfectuada en la década del 80. Con su humilde sencillez y su ex. cepcional retablo es un testigo fiel que permite al investigador descifrar signos del pasado para asistir con cierta certeza al futuro. Nos permite restituir el momento histórico, nos enseña del comportamiento y de la cosmovisión de los antecesores que se expresaron. Y cuando esa expresión se realiza a través de la vfa artística, es aún mejor. Porque nos está hablando más alto más directo: Bias de Mesa nos entrega a través de sus obras y sobre todo del conjunto que es San Sebastián, la idea del criollo en los patrones de la estética de su tiempo hasta la aceptación de la sociedad con la consecuente integración de la trilogía perpetuamente necesaria: patrocinador-artista-sociedad.
Fuentes y notas (1) Guardiola Gonzalo, Gúnera A. y Vallejo Antonio R.: "lndice de tierras, que se custodiandenel archivo nacional ' de Honduras: TEga. impr. Nac. 190119.27. · (2) Martfnez Castillo, Mario Felipe: "Historia del Arte de la ciudad de Comayagua" Tesis Doctoral, Universidad de Sevilla. (3) Eliade, Mircea: "Historia de las creencias" Tomo III. &iics. Cristiandad. Madrid. 1980. Pág. 456 y s.s. (4) "Experidente en el que consta el emparedamiento del obispo Don Gaspar de Quintanilla y Andrada, en 1602"R.A.B.N. Tomo III. N.V. enero 1907. Págs 137 y s.s. (5) Reina Yalenzuela, José: "Comayagua Antañona" Impr. La República.Tega. 1956. (6) Leonardi, Federico: "El Tenguax y la primera iglesia catedral de Comayagua" Biblioteca de la Seo. de Antropología y Arqueología de Hond. Tega. 1946. (7) Martínez Pelaez, Severo: "La patriadelcriollo"EDUCA. l973. San José Costa Rica.
Los mayas y su obsesión por el tiempo En palabras del arqueólogo británico J. Eric Thompson (1899-1975}. el tiempo fue un motivo de o.tención o.bsorbente po.ra los maya$. En su opinión. ningún otro pueblo en la historia ha mostrado tanto intois por el tiempo. del mismo modo que ninguna otra cultura ha elaborado una filosofía tan compleja alrededor de este tema. Uegó Thompson a afirmar que si los grandes sabios de la Gncia clásica. o de cualquier gran civilización del Viejo Mundo, hubieran tenido oportunidad de dialogar sobre el tema del tiempo con los sacerdotes mayas, se habrían quedado perplejos .Y no le.s hubiera quedado otra opción que escuchar .v aprender. Otro brillante eswdioso de las culturas mesoamericanas. el mexicano Miguel León-Portilla. ha dedicado una parte importante de su obra a este tema tan complejo .v difícil de la concepción del tiempo y sus implicaciones en la culcura maya. Según León-Portilla_. •medir el tiempo. atinar con la multiplicidad dt sus ciclos. conoce- las relaciones de istos, computar sus momentos en el pasado por remotos que fueran. es para los mayas suprema forma de sabiduría. la única que acerca al hombre al misterio de la divinidad• . El investigador mexicano llega a la conclusión de que la vida entera de los mayas está orientada por un patrón cultural relacionado esencialmente con el tema del tiempo. En función de/tiempo prospera el culto religi(Jso y la simbología. el arte. la ciencia y. en definitiva . toda la vida y las acciones grandes o pequeñas. transcendentales o in.~iKnificantes de todos los días. Por ello. afirma que cla obsesión por el tiempo llegó a ser un factor aglrdinance en esta cultura•. Para los mayas el tiempo. al que conocían con el nombre de kinh ~ue también designa el dia y el Sol-. tiene caracter divino y es una realidad etema. infi,ita y cíclica. íntimamente relacionada con dioses que gobiernan cada uno de los ciclos y que definen su carácter. El c:iclo mas c.·orto. el día. está w1ido ."es en sí mismo dos dioses. uno que corresponde al número del día y otro a su nombre. .(.a combinación de ambos y su preseP~cia en el primer día de cada uno de los ciclos más amplios tales como el mes (uinal). el año (tun) y el período de veinte años (katün). daba caracter al ciclo. Estos áclos. además. no fueron inventados. sino que respo,dían al tiempo del Universo. a los ciclos de los pla11etas que conocieron profundamente. Esta atención al tiempo puede explicar en gran medida el caracter de los mayas _v su actitud ante la vida y los acontecimiemos. Como los dioses del tiempo marcan los ciclos. nada se puede l1acer (rente a un periodo aciago: los hechos están determinados y tienen que suceder así. sin que ninguna fuerza humana sea capaz de cambiarlos. Los sacerdotes tenían la obligación de descubrirlos y darlos a cotlocer para que gobernantes y campesinos supieran qué era lo que se debía hacer. qué actitud y qué decisiones había que comar. Un bello poema de los mayas de Yucatan expresa la actitud de este pueblo ante el tiempo. su veneración por él: Sólo en ti enteramente confio aquí donde se vive. Porque tú. oh gran Kinh. otorgas el bien. aquí donde se vive, a todos aquellos que tienen vida. Porque tú existes para dar realidad a la tierra. donde viven todos los hombres. Y tú eres el verdadero ayudador que concede el bien.
IDENTIFICANDONOS CON LA CULTURA
FUERZAS ARMADAS DE HONDURAS
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·VALLE: De la Colonia a la República. .
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egún el expediente para acreditar la "calidad distinguida" de los ascendientes matemos y paternos de José Cecilio Díaz del Valle, este era "de las mas distinguidas familias de Españoles de esta Provincia por ambas líneas y que como tales obtuvieron y han obtenido muchos y los más principales empleos políticos y militares". El documento más antiguo citado en el expedient~ es la causa ejecutoria de hidalguía dada por la Cancillería de Granada el 20 de enero de 1508. ''Lanoblezadelastresfamilias del Val le, Izaguirre y López de Padilla es pública y notoria en toda la Provincia". A sus padres José Antonio y Gertrudis se le otorgó dispensa para contraer matrimonio por ser primos hermanos, "en atención a la escasez de familias de igual calidad a la suya en la Villa de Jeréz de Choluteca". Tanto su padre José Antonio como su abuelo José y su bisabuelo Juan José, fueroñ alcaldes ordinarios y alféreces reales del ayuntamiento de Choluteca, desce~íendo el segundo al cargo de teniente de alcalde mayor, "Cuando por la despoblación y decadencia del mismo lugar, dejó de haber Cabildo", y también fue Capitán de Milicias. Juan José me alguacil mayor de la Inquisición y Maestre de Campo. Lo' renzo Maria Lópéz de Padilla, su bisabuelo materno, vinculado a un mayorazgo de la villa de Jérez en España, también fue alcalde de Choluteca. Su bisabuela materna, Martina Artica era también de "las más distinguidas" familias_de e,sa población.
Con tales antecedentes, Vafle pudo obtener y desempeñar algunos cargos en Guatemala, "los más de elles sin sueldo alguno". Pretendió sin lograrlo otros en la península, y tampoco su · amigo Jacobo de Villa Urrutia pudo situarlo en México en 1810. Desde esta ciudad le escribió José Mariano Beristain el 30 de emerp de 1811 : "Es undolorqueenesereynodudendeque la tempestad levantada hacia esta parte esté totalmente desecha, escarmentados los revoltosos, y restituida la tranquilidad sin más descalabro que los crueles -asesinatos que han hecho en los europeos los satélites del Cura Hidalgo. Dios confirme la tranquilidad que nos ha concedido ... " En 1818, año en que contrajo matrimonio con la no acaudalada Josefa Valero, originaria de Comayagua e hija de un español, se queja: "Los hijos · de Guatemala, niños imberbes, están casi todos colocados, y yo no lo estoy después dtt trabajos y sacrificios". A finales de 1820, sin haber nacido en la ciudad que más amó, a la que catalogaba como la más bella del continente, y oponiéndose a la aristrocracia municipal, logró ser electro alcalde de Guatemala, a la que llegó siendo pifio
cu¡mdo ésta estaba reCién estrenada.
sición. Pero la ley es injus-ta o poco previsora. Brota riquezas nuestro sisEl 7 de septiembre de i 821, ocho días tema físico, pero sofoca estas riquezas antes de redactar el Acta de Indepennuestro sistema político. Lejos de nodencia, se atreve a plaptear la irraciosotros el pensamiento de dividir unas nalidad e injusticia de la distribución territorial e institucional centroameri-· de otras las provincias. Es preciso que I:'J.aya un centro de unión; y sólo esta cana. "no han sido formadas por la unión puede dar fuerza alas provincias. Razón la división económica, la Es preciso que haya un centro de unión; eclesiástica, la militar y la forense ae y sólo esta unión puede dar fuerzas a lo que antes se llamaba Reino de provincias débiles por el atraso de su Guatemala. Parecen hechas a la avenpoblación, débiles por su pobreza y tura sin fijar .los principios que debían miseria.- Pero manteniéndose unidas de servir de base. El gobierno que en con el vínculo que debe estrecharlas, una provincia se concentra en el espacio con el lazo que sabrá formar la Razón pequeño de 18 leguas de longitud sosi la Razón es. la que se ocupa en bre 13 de latitud en otra se extiende a formarlo, parece necesario que una una área de 28leguas de e. a o. sobre 30 divisióq menos injusta de territorio den. a. s. El poder que se dilata en unas haga más enérgicos los Gobiernos, a 200 mil individuos es reducido en derrame con más igualdad la riqueza, otros a 25 mil. Y si los asuntos civiles procure con más celo el equilibrio y y eclesiásticos de un Partido se termifunde este equilibrio el plan de adminan a 30, o 40 leguas de distancia, los nistración que debe hacer felices a de otro no pueden fenecerse sino todos los individuos de la sociedad, a atravesando 100, 300, o 400. Ved aquí todos los hijos de la familia". producida por la división injusta de territoriqs, la desigualdad de fortunas, "La dlv1Si6ñ de provincias y seccro::origen de vicios, causa de la miseria en 'nes de provincias debe hacerse en ra'unos, de la riqueza-de otroS". - •zón corrwuesta de territorio, población y contri~ución. Combinando estos tres elementos con imparcialidad y sabiduría es ce;> mo puede hacerse una obra que a más de los bienes que promete parece en el nuevo sistema una de las que exige la necesidad. Ella prevendría los males-que origina al fin en el curso del tiempo una distribución irracional de territorio; ella acercaría a tódas las Provincias en derredor de un centro común, ella establecería la igualdad posible de los pueblos, y esta igualdad apretando los vínculos y distribuyendo la riqueza los haría felices a todos".
E~o. 18 y 19 de' 'Elamigo ile ia patria", explicó el 30 de noviembre que su publicación se interrumpió" por urgentes ocupaciones". "Son diversos los que lo han pedido (su continuación) y las circunstancias parece también exigirlo. El día 15 de septiembre de 1821 se abrió una línea profunda que separa lo que es de lo que ha sido. Si eran antes de aquella fecha vasto el campo y multiplicados los objetos, después de época tan memo·rable los espacios son inmensos y los puntos infinitos. Dilataremos la vista por todos ellos, la fijaremos en los principales, la volveremos al o pasado, nos lanzaremos a lo futuro. Pero la América, y Guatemala (parte hermosa de la América) será siempre nuestro caro objeto".
Uno .d e los grupos liberales más combativos procura atraerlo. El22 de enero de 1822, José Matías Delgado le comunicó desde San Salvador que había sido nombrado jefe Político Superior de la provincia de El Salvador. Como lo haría posteriormente su primo José Dionisio de Herrera, Val le no aceptó dirigir los destinos cuzcatlecos y partió a México como diputado al ser anexada Centroamérica al imperio de Iturbide. A su regreso participa en forma colegiada en la dirección del EjecUtivo y es víctima del fraude concertado por liberales y conservadores para· impedirle ser el primer presidente de la federación. Estalla la guerra civil y sufre vejaciones personales y atentandos a: su peculio, del cual era tan cuidadoso
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IITiemDO como de la buena marcha de la república. Fue "atacado en tres puntos diversos. En esta capital se me obligaba a exhibir empréstitos repetidos y considerables, en la hacienda que tengo en este Estado se extraía ganado caballar y mular, y en la que poseo en el de Honduras se hacían iguales extracciones. Una parte beligerante sacrificaba mis intereses en Guatemala y la contraria lo hacia víctimas en Honduras". Al ser convocado por José Ignacio de Marticorena, ministro general salvadoreño el 31 de enero de 1827 para que en la villa de Ahuachapán integrase una proyectada reunión del Congreso Federal a la que asistirían diputados opuestos a los atropellos contra la Constitución, prometió cooperar "al restablecimiento del orden constitucional y regeneración de la República que anteriormente daba pasos felices en la carrera a que la llaman sus destinos y ahora retrograda desgraciadamente en su marcha política". El 4 de diciembre expresa en carta a Manuel Barberena, integrante de la representación diplomática en Londres: "los pueblos de nuestra república se hallan en situación muy crítica. Pero no es el sistema federal el que ha proclamado la revolución, ni yo he dicho que sea un mal digno de reforma. Lejos de tener tal opinión ,juzgo que el sistema federal es absolutamente necesario en nuestra República". "'No lo dude U. en esta capital hay un partido, enemigo de la independencia de la nación y del bien de las provincias. Dominando ese partido el gobierno y siendo este central, ¿cuál sería nuestra suerte? En una república central todo depende de un centro, y ese centro puede ser sorprendido o engañado. En una república federal cada Estado es baluarte. no basta sorprender al gobierno de la nación. Es preciso vencer al de cada uno de los Estados. Quisiera trasladar a U. a este pafs para que viera con sus ojos y tocase con sus manos la verdad de lo que le digo. El origen de núestra revolución es que se ha querido destruir el sistema federal y variar la constitución de una manera contraria a lo que dispone ella misma. Los Estados lo creyeron así y trataron de sostener la paz y el sistema". "El 1 del corriente comenzaron rogaciones en todas estas igleias". "Es triste el cuadro de nuestra patria. Algún día será alegre". Como muestra de buen humor, no infrecuente en él y tampoco reñido con su severidad, comenta un hurto literario. En la página 225 de la "Revue américain", "los Editores publicaron como propio un artículo mio que dí a luz en 825 en el No. 22 de mi Redactor. También en París hay plagios! y Plagios a un americano. El 22 de octubre de 1828, la Asamblea del Estado de Guatemala integró una comisión para "negociar la paz por todos los medios que estén a su alcance", y asegurar la "'concordia entre los Estados hermosos". En la misma Valle debía actuar como auxiliar por el de Honduras, en vista del "justo y merecido concepto que U. tiene en el Estado de su origen y de este de su restdencia". Valle se excusó aduciendo la debilidad que sufría después de haber estado "en cama" la semana anterior. La guerra civil le permitió comprender el sentido último de las luchas descritas por un historiador.
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"Las décadas de Livio eran obscuras en la época de inercia y de silencio. Comezó el movimiento de la América que proclamaba sus derechos, empezó el choque de las clases, empezaron a estrellarse los intereses y dividirse las opiniones. Un rayo de luz disipó las tinieblas. Se iluminó lo que era obscuro y, ví claro el origen de la discordia entre el pueblo y lo patricios, las capitulaciones de los nobles y laplebe, la energía de los tribunos, la política del Senado, la conspiración de Catilina, la ambición de César, el patriotismo de Tulio y la moral de Catón".
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Cuando concluye la primera fase de la guerra civil, Morazán suplica a Valle que asista al Congreso Federal. El gran penador y el jefe militar triunfante coincidieron en expatriar a los que habián provocado el descalabro de la república, que resultó irreparable. Pero también fue inevitable del choque entre ambos, dadas sus ambiciones personales y políticas no coincidentes. Valle se opondrá a que el Congreso Federal asigne a Morazán una silla preferencial, pues como comandante del Ejército Aliado Protector de la Ley, debía respetar la Constitución que no le concedía tal derecho. Una delegación salvadoreña pidió que Aroe y otros de los vencidos fueran pasados por las armas, expresión utilizada por los adictos a la barbarie de la pena de muerte. Según Valle el primero de los acusados, había atacado "la base primera de todo sistema- constitucional, reunió los tres poderes, se erigió en Legislador, dic:;tó leyes contra los artículos más expresos de la Constitución, decretó prisiones y declaró fuera de la ley a patriotas dignos de consideración, hizo uso de la fuerza para sostener sus decretos, puso en movimiento a toda la República". "Desaparecieron los poderes constitucionales y quedó solamente un despotismo inhumano ordenando sangre y muerte, devorando las propiedades, y devastando la República". "El día 8 del corriente Qulio 1829) mandó el comandante general Morazán que de los presos como cómplices de la revolución salieran expatriados algunos y quedaron otros para ser juz_gdos.
UN APORTE CULTURAL DE el banco de nuestra gente
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Be! tranena fue del número de aquéllos, Arce fue del número de éstos . Después de dictada la orden se dio cuenta al congreso, hubo pro y contra en él la mayoría aprobó al fin la medida. Delbemos ser justps. Arce no es más culpable que Beltranena. Si este dee ser expatriado no sería justo que aquél fuese decapitado". "Los que hundieron a la nación en el caos de donde es preciso sacarla escribieron mucho para desacreditar a los Estados que han coperado más para sal vatla. La opinión que empezaba a merecer en los gobiernos .de otros pueblos del antiguo y nuevo mundo está casi anonadada. Ha visto la comisión (del Congreso Federal) papeles públicos y cartas privadas que lo acreditan. Se han hecho diversas pinturas repetidas de los que aman el sistema republicano y desean su consolidación; se les ha creído exaltados, sanguinarios y exterminadores, se ha dicho que poseen al arte de destruir y no conocer el de levantar un edificio'. "En un discurso pronunciado en esta capital- continuaba Valle en su dictamen para justificar la expatriación perpetua, pena no menos grave que la de muerte- se dijo que semejan a insectos que son capaces de destruir una librería entera y no lo son para formar un pequeño libro. Se han dado nombres propios para exprear estos carácteres. Ese concepto, sería confirmado si al decidir la suerte de los sectores de la revoluéión lanzaremos unos al cadalso y arrojaramos otros de la república. La nación acabaría de perder el crédito, el reconocimiento de su independencia y se embarazarían las relaciones exteriores. Perdonando la pena capital y sacándalos de la república a los que la han turbado, se desmentiría aquella opinión, manifestaría al mundo_ entero el patriotismo de los centroamencano?, que su objeto no es vengar resentimientos sino purgar la república de los que la han turbado en los años últimos y pueden turbarla en los venideros". En \830 compara la situación salvadoreña con la guatemalteca. "En Guatemala divididos 600 mil habitantes por 7 mil leguas cuadradas, corresponden 85 y en El Salvador partidos 300 mil por 2.040 leguas corresponden 147 en cada". "El de El Salvador tiene diversos artículos de exportación y uno sólo de ellos, el añil (indigofea añil) produjo el año de ... más de dos millones de pesos. El de Guatemala no tiene ahora casi ninguno de extracción". "Todo es fecundo, rico y alegre cuando se fijan los ojos en la naturaleza. Todo es pobre y muy triste cuando se vuelven los ojos al Arte... Debemos sin embargo ruborizamos, confesar nuesro atraso y la poca atención que ha merecido la primera de las artes". EllOdeabrilde 1831 escribeaJacobo Haefkens, residente en La Haya: "yo sigo en el mismo sistema de vida que seguía cuando una parte de ella era gustosamente empleda en conversaciones con U. Paso dos o tres meses en mi hacienda, sólo con la naturaleza y mi pensamiento, y el resto del año en el seno de mi pequeña biblioteca, leyendo, observando, y escribiendo". "Cada día me parece más triste el estado de la República . No marcha adelante? retrograda a mi juicio y su movimient_o afecta a quien lo contempla de sentJ> mientos muy tristes.- Se hicieron las elecciones de Presidente de la República. Tuvo Morazán 195 votos, yo 103, y Barrundia 34. No había elección popular, pues el art. 53 de la Ley de 31 de Marzo de 1825 declara expresamente que para haberla es preciso que alguno tenga la mayoría de votos populares, computada sobre la base de electores de distrito que debieron sufragar; esta base es de 480, y 195 no es mayoría de este no. Sin embargo el Congreso, acostumbrado a sobreponerse a las leyes, declaró popular la elección de Morazán, y yo quedé felizmente en la vida privada que desea mi voluntad, y aconseja la prudencia. Morazán tomó posesión en septiembr~
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deJ año próximo pasado, y a los ó meses empezó a variarse el telón de este. teatro. Un diputado de los de su partido pidió que se declarase haber lugar la formación de causa contra él por cargos que no merecían este nombre; la mayoría despreció la proposición, pero Morazán pidió licencia para retirarse nor enfermo, y el Congreso se la concedió antier por dos meses. Ha tomado Prado el Gobierno como Vice-Presidente y no se cuanto será la duración de su existencia. Un movimiento rapido va arrastrando los hombres y las cosas, y lo que somos expectadores no podemos hacer cálculos". "En los decretos y órdenes hay igual volubilidad. Una legislatura dicta una, la que sigue acuerda la contraria, y su sucesora varía la dos.- Las consecuencias son naturales. Los que tienen juicio rehusan empleos porque no quieren ser hoy palmoteados y mañana silbados. Las leyes no son respetadas porque al momento de su acuerdo se prevee el de su nulidad. Los fun-
cionarios no logran jamás tener el tino del a experiencia porque son relevados cuando esta comienza a darles luces. Nada llega a sazón o madurez. Todo muere o se marchita cuanto esá todavía tierno, o comienza a existir.- Dos departamentos me eligieron diputado, y yo que jamás repugno el servicio de los pueblos, habría correspondido a sus miras del modo posible. Pero mis trabajos y sacrificios sería inútiles. La mayoría del congreso másj oven que la de los anteiores, tiene opciones muy distintas y habla lengua muy diversa a la mía. He hecho tres renuncias, y la tercera ha sido al fin admitida". "El P. Delgado que era omnipotente en San Salvador y quería serlo en toda la Reública, es nulo al presente. La Asambea de aquél estado en decreto del 28 de Enero último ha declarado que no puede ejercer beneficio ni dignidad eclesiástica alguna mientr<:s no se reconcilie con el Papa. Aujourd'oui dans le trone et demain dans les fers, es la divisa de la RepúWica". Dicho en castellano: Hoy en el
trono, mañana en el cadalso. El 29 de julio el mismo año vuelve a exponer sus ideas al holandés Haefkens: "'El genio de la Revolución es como el fuego que jamás se limita a quemar lo que debe ser purificado o reducido a cenizas. Siempre dilata sus llamas más allá de lo que debía ser incendiado. Es observación que he hecho al leer la Historia de las revoluciones , y ser espectador de las nuestras. La Independencia de España, y un Gobierno moderado fue el objeto del movimiento de América. Pero proclamada la una y establecido el otro, ¿ha habido reposo o tranquilidad?. ¿no sigue el movimiento marchando más allá de los límites que se ~había propuesto la Razón?". ''Esto es lo que me afecta más profundamente al contemplar la marcha de esta República. Se vio que el patido vencido sucumbió por las injusticias que cometió las contribuciones que exigió, e ineptitud de diversos de sus funcioanrios, y el partido ~ do!Tiinante comete también injusticias, aumenta contribuciones, y
coloca en muchos destinos hombres conócidamente ineptos. No lo dude U. el Partido Liberal es ya tan numeroso como era antes, ni tiene el mismo prestigio que gozaba, no hay a su favor la misma opinión que disfrutaba. "En el Estado de Honduras del Salvador ha sucumbido el parido del P. Delgado y de Prado, y domina el de Cornejo, Ximenez yotrospropietarios. El de Delgado ha sucumbido, y el otro es el que domina. Los capitalistas de esta ciudad (Guatemala) manifiestan contento por esta causa, y los liberales se hallan disgustados. En el Estado de Honduras hay también variedad". En otro texto titulado "Mis deseos" expone su opinión acerca de los beligerantes durante la guerra civil. "La lucha en que la República está empeñada es en realidad de la aristrocracia con la clase media. El pueblo ignorante se ha dividido entre una y otra". Conminado en su hacienda "La Concepción por una escolta para asistir al Congreso Federal como diputado electo por Granada, reconoce que la función de leaislador'"lisonjea la pasión de mandar q;e en lo general y sin perjuicio de excepciones brota en el pecho de los hombres" . Pero protesta porla ofensa inferida. "El remedio, señor, no es mandar éscoltas que deprimen a los que deben tener los prestigios de la opinión y respeto". En 1833 "Yo haría gustoso los servicios posibles a mi cara patria. Pero ¿podría gobernar sin los elementos necesarios para el gobierno? El federal ha quedado sin rentas, sin fuerzas, sin opinión, y el plan que sigue el Congreso es muy diverso del mío. Habiendo identidad de opinión en los dos poderes, legislativo y ejecutor, yo aceptaría el destino y procuraría dirigir la revolución. Pero fa lta aquella identidad, y porno haberla, serían nulos o peligrosos mis servicios. Yo hice tres renunc1as, y la tercera fue al fin admitida el 21 del corriente. Estroy desembarazado de las atenciones a que llaman los empleos". "Al gobierno federal faltan los elementos necesarios para una existencia decorosa, firme y duradera. Otros podrán estar al frente de él. Yo no me hago ilusión. Confieso que sm los elementos que debe tener todo gobierno no podría absolutamente gobernar. Sentado en la silla mi corazón ardería por la felicidad de los pueblos, pero mi entendimiento vería clara mi impotencia. Yo no podría hacer el bien de mi Patria, y los enemigos, que tiene siempre el que manda podría hacerme mucho mal. Yo sería víctima, y el que sirve a la nación cultivando las ciencias y labrando la tierra, cesaría de hacerle aún este pequeño servicio". "Yo no tengo otra ambición que la de cultivar mis caras ciencias. Yo me abrazo con ellas, vivo por ellas, y sentirémorirporellas". Iba a cumplir 56 años, edad que no sobrepasó. Ciudad Universitaria, octubre 1991.
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La_:mancha negra Julio Escoto
1 28 de febrero cesaron las inundaciones provocadas por el llanto copioso del Abate Jesús de la Espada -que al final se fue diluyendo en un lagrimeo confuso ahogado por los pujidos de la consolación- y arribó a la tribu de Los Operantes el señor Berbote. Llegó enfundado en un remendado traje de buzo, calzados los pies de panoplia por unas inmensas patas de rana negras que a su paso atortillaban las sanguijuelas y aumentaban desproporcionadamente su estatura de gigante alemán. Tenia dos años de venir navegando por el río Aguán, desde la fuente de los ojos-de-agua de coral hasta el cementerio de Los Operantes, acompañado por un chane árabe barbón que pedaleaba un armatoste de guías y poleas para hacer avanzar el bote rosado, recubierto de escamas y madréporas, que innadoparecía una intensa y luminosa burbuja ovalada y que cuando repo aba en la playa adquiría la fofa plasticidad de un huevo destripado. Lo primero que llamó la atención de Los Operantes fueron las escarapelas entorchadas, los cuadritos de listones y los coloridos enchapes de las medallas que le colg~ban en el pecho al señor Berbote. Nmguna era de guerra. habían sido ganadas una tras otra en las trincheras de los laboratorios y las cátedras, o habían llegado envueltas en pañuelos de seda y cajitas de teca olorosas a viento de mar, selladas por las sociedades científicas de tres continentes. La última, un botoncito de madera pintado con un pajarito azul, se lo habían colgado al cuello en las catacumbas secretas de la Black Hope Knighthood of the Carpet, de Haití, por - haber descubierto la forma d_e conservar sin pudrición la yuca y disolverle el hambre a los niños que trabajaban desde los cuatro años en las molenderas de hombres de las factorías de los franceses. No le podían creer que en el mundo de afuera se dieran tantas distinciones por no matar a nadie, y resg~ardad~s tras la distancia de una c01·tes1a propta para las ceremonias de guen·a le pn;gu ntaron a quemalTopa qué pretend1a robarles una vez que lo dejaran entrar. "La ignorancia" dijo ecamente el señor Berbote, deteniendo el dedo untado de manteca de cacao que el chane árabe introducía en un agujero de araña.
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Los ancianos y los nmos de Los Operantes entrecerraron los ojos, deslumbrados por el hálito de varonil honestidad que despedía el vozarrón membrudo del alemán, y buscando enredarlo en las trapisondas de la lisonja insistieron para saber qué presente les traía. "Una infinidad de preguntas" contestó sin pestañear en el estropajo de un español resonante a cascajo de zinc. Fue el señor Berbote quien enseñó a Los Operantes a hablar en ipsofacto, aunque en verdad contra la inspiración de su inagotable voluntad germánica. Enamorados por los designios ocultos de una lengua rara, andaban pisándole las patas de rana en sus paseos inquisitivos por los bosques de pinares olorosos a brea fresca, acostándose a su denedor cuando_ ~n ag¡charse sobre las raíces de las horta i"zas o asombrándose de sus dedos de azar prodigioso cuando ex traía de los tentáculo de las tom atera el resorte de los gusanos rosado , y repetían sus conjuros extraños, balbuceados con el sinfín rumiante de un inintel igibTe murmullo esotérico que al final acabaron por aprender y repetir a su modo. "'¡ Trrrae cal, ipso facro! ",ordenaba el señor Berbotc, tanto y tan repetidas veces que en los oídos de Los Operantes se acumuló desde entonces una pegajosa cera de familiaridad para sospechar el contenido de los más atrabiliarios significados. Incluso sus pujidos, súbitos, dolorosos y enigmáticos, o prolongados, arqueados y melódicos, cayeron despojados de sus más personales ropajes de indignación o sorpresa. Entre los silencios de uno y la esponja de la admiración de los otros se había tendido, bajo las luces de aquel natural entendimiento, una comunicación espontánea que derretía el lastre compulsorio de las palabras. "Magíster Decrepitus ... " decían los mozos a los ancianos en la escuela techada de paja "se nos desconchabó el silabarius". A lo que los viejos, ávidos por penetrar en el sermo secreto de los adolescentes, sólo respondían llevándose las manos a la cabeza y torciéndose las guedejas de la impotencia, sin entender aquella explosiva proliferación de subi"enombres, coñas y apodos que nutrían, como un infeccio o germen imaginativo, el agua natosa de la inspiración juvenil. "Pavonima" refunfuñaba un adoles'
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cente ante la joven que le volvía las espaldas al trino acrobático de sus requiebros amorosos--'.:g_ué rep8.J1dus os haría si os tuviera denudata". "Maestro" se quejaba otro "ego sum depressus". "Pero no para rascaros los capilaris" contestaban los ancianos comenzando a descifrar, tras los vericuetos de la fantasía de los signos, un nuevo divertimento para sus didascalias. "¿Quiért os ha enseñado esta parla pegajosa _y rastafaria, pr~a más para turencos y predicadores?", estall6 un día el más viejo de los viejos, ceñido desconsoladamente el colguijo seco del taparrabos de mezcal que le dindoneaba entre las piernas. Su presencia esquelética depositó entre los huesos de los jóvenes la imposición del silencio, y sólo al rato se levantó el palito tembloroso de un dedo en medio de las negras cabelleras, partidas por mitad, y las tabletas de penca de corozo sobre las que deslizaban los aprendices sus tizones escriturarios. "Fue el barbatus berolinensis ... " explicó un mozo de encendidos rubores. El anciano sintió que la espuma de la impaciencia se le subía con un hervor cataclismico por las mazorcas de las vértebras y las costillas, y que una marea de azafrán le nublaba los gustos de la boca. "Quiero decir" tosió contagiosamente el mozo "que ha sido el señor Berbote, alias barbón berlinés, con su retahíla de nombres científicos y pujidos latinos el que, bueno, lo que se sabe, señor..." Sólo había una cosa que revolvía las bilis amargas del señor Berbote y era la obsesiva manía del chane árabe por andar hurgando donde los descubriera -y aun donde los sospechara- las cuevas de pisote, los agujeros de araña, el coladero de los cangrejales y toda abertura por la que la tierra respirara las miasmas de sus hálitos punzantes. Envuelto en el revuelo de un espejismo de sábanas multicolores, armado de las disímiles pértigas, varas y garrochas con que recorría la calma de la sabana y la humedad pegajosa de los pantanos, el chane removía los lodos del río, la gelatina verde de las raíces putrefactas o las polvaredas que dejaban flotando sobre un aire de ceniza los arados de palo de Los Operantes. Buscaba l'o que nadie sabía, y había de ser, decían, un refinado de calagualas para el cabello, un acónito mineral para las coloradillas o un nuevo aspiradero de mar porque siempre olía, probaba y gustaba los untos amarillentos que venían pegados en las garrochas de cateo y en los varejones de bambú rematados con una bolita de cuenco, como las bacinica$ babilónicas. La cosa no era nueva. Al amanecer del "Día de la Sinvergüenzada" -que fue el mismo en que tuvo lugar el criminal debate metafísico entre el señor Berbote y el Abate Jesús de la Espada- habían encontrado al chane tiritando y revolcándose en el ardor de unas bascas calenturientas provocadas por la picadura de un alacrán negro que tras al filetearle la muñeca le saltó a l-a nariz y le arañó el rostro cetrino cuando el chane introducía una de sus largas varas de prospección en el recanto de unas piedras sulfurosas. Otra vez lo estuvieron viendo correr alocadamente por la sabana, de un extremo a otro, alzados los calzones y perseguido por un garabatero de tarántulas, viudas negras, arañas patas largas y mea-caballo que terminaron haciéndolo zambullirse en las pozas del río, violentadas e irascibles por el continuo puyadero y fregadera del beduino que no tenía paz, que no guardaba contención en su ambicioso y desvelado husmeo de los secretos telúricos. "¿Qué es?", le preguntó un día, empantanado, entre las moscas del malhumor, el señor Berbote al verlo excitado olisqueando los palos de guayabo con que acababa de extraer
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una muestra, 'l,pupú de gato?" . En los ojos del chane relampagueaba un fuego de fulgencias metálicas, como si se inclinara al borde deslumbrante de un costal de monedas redondas y pulidas. A lo lejos Los Operantes !le.: positaban las semillas, tras besarlas, en los agujeros filosos de la siembra, abiertos con las viejas espadas arrebatadas a los conquistadores españoles. "Cinabrio" dijo encogiendo la lengua adormecida por el frío metálico "los hermanos Operantes no provistos de petróleo" y se volvió rápidamente hacia la alquibla, donde suponía que se levantaba el destello de los minaretes solares de laMeca, para hacer oración. Allí lo encontró en decúbito prono y entonando sus aleluyas el Abate Jesús de la Espada, que volvía de negar la absolución a uno de Los Operantes, empecinado en que habría de morir cuando lo visitara una mancuerna de mariposas de hierro haciendo el amor. Sorprendido por la presencia del moro -cuya súbita aparición le rompió en el alambique de la memoria los licores ácidos de la herejía de los infielesestalló en un vericuerto de latinajos reprobatorios tan temblorosamente ·persignados que no le dejaban encontrar el nombre del Padre y del Hijo en la frente y en el pecho. "¡Abencerraje marrano!", lo increpó "¡Signo del mal ejemplo santo! ¡Babulus, Kafir, inredemptus!" El árabe no se inmutó y la única reacción visibe de su concentración fue meter el dedo gordo del pie derecho en el primer agujero de cangrejo que le quedó al calce. Pero el señor Berbote -que aplicaba su lupa de siete aumentos a observar una colonia de gorgojos del maíz- se volvió lentamente, aún desenfocada la vista en la resolana de marzo, y vio ante sí por primera vez el bulto enfadado del Abate, móvil en el remolino de sus imprecaciones y anatemas. Fue como si una pedrada seca le amoratara el corazón y la sangre se le recluyera en los riñones, espantada por la amarillenta gelatina de ira que empapaba de callos fluidos salitrosos del fraile. Entre el zumbido de las cigarras que languidecfan de amor y el sobrevuelo angosto de los zopilotes, el señor Berbote vislumbró flotando en el cielo del martes el halo de un presagio extraño y se vio a sí mismo, en sueños, chocando con el clérigo espadas de luz. En su visión, el fraile luchaba con una enroscada serpiente violeta de dos cabezas brotada del entrecejo de sus mangas bombachas.
Entre el ahogo desuestrechocorséde buzo -sobre el que bailoteaba el pálpito cardíaco de sus medallitas honorariasel señor Berbote encontró el retoño de un profundo suspiro de rebeldía que le ahuecó el vozarrón de sus palabras. "Vuestra religión idólatra y egoísta,fraile" ripostó con su metálico acento el señor Berbote " no tiene comparación con la inocenciaconstructora de las revoluciones ... No añadáis la falsedad del engaño a la herejía,y alejaos,que me llaman los problemas verdaderos del hombre,no de la ilusión ... " "El hombre, Abate" dijo "tiene derecho a las creencias de su particular individual ida~ siempre que no dañe al cuerpo social a que pertenece. Los hombres creen en dios no porque exista sino porque lo necesitan para llenar su vacío de solidaridad humana ... Ante el infinito de la eternidad algunos encuentran a sus semejantes a través de la idea de dios". El Abate abría desproporcionadamente los ojos de la sorpresa.
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el poder de dios". "Este pobre diablo ... " -señaló el "Vuestro poder eclesiástico, Abate, chane, que parecía flotar sobre el vapor calignoso del mediodía- se ahoga queréis decir, no el de dios. No confundáis la sotana con el crucifijo". en sus vicios pero renace en sus vir"La fe mística construye mundos, tudes. Dejad lo imaginar que le aguarda una recompensa en el trasfondo de crea al hombre, da la paz. Somos la nueva luz de la Palabra que revoluciona la muerte, que por esa esperanza enal hombre". contrará la verdad de que sólo siendo "Vuestra religión idólatra y egoísta, muchos será uno ... Por eso vuestras rabietas, Abate, están condenadas al fraile" ripostó con su metálico acento martirologio vano, pues sólo son un el señor Berbote ·:no tiene comparación estallido diminuto de azufre sobre la . con la inocencia constructora de las vorágine polvorosa de un volcán, el de revoluciones ... No añadáis la fa lsedad vuestra propia e inútil hecatombe. Dios del engaño a la herejía, y alejaos, que permita que os sea lo menos dolorosa, me llaman los problemas verdaderos Abate ..." y se volvió a contemplar el del hombre, no de la ilusión ... " maíz, que comenzaba a mostrar el candor de sus barbas amarillas sobre la intensidad de la sabana. "¡Niego!", respondió el abate dibujando una cruz sobre el aire celular del beduino "sólo siendo una la fe será uno
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Octubre 12-92 no" y acariciaron también clJos~ooino l quien tienta al mar, lascrinesdelchane! dormido. Sobre el frío de la cordillera ' de los guerrilleros se agazapaba la . sombra entre los boscajes húmedos olorosos a piel de tigre. "Es pecado renunciar a los dones que otorga el Señor" argumentó el abate "y más si con esas riquezas se podría 1 levantar fastuosos edificios, y parques de quioscos floridos, y fuentes y calzadas y hermosas catedrales, capillas, templos, adoratorios, santuarios, iglesias a todos los santos v basflicas. ¡magnificentes y rosadas basflicas ae terribles celos parroquiales que atraerían a los peregrinos de toda la cristiandad!" "Abate, os estáis orinando fuera del huacal" protestó con un tembloroso regusto a saJen la boca el señor Berbote. Entonces el árabe pareció comenzar a salir, dando voluminosos aletazos de ciego, de entre la tiniebla pastosa de la telaraña de los sueños. Inquieto se revolcó sobre la arena. "¡Buran! ¡Buran!", tartamudeó acariciándose sinuosamente el cuerpo "¡Buran, mujer del Califa al-Ma'mun, bella de los pechos de miel, ,&uran de las piernas de luna!, donde se aposenta enciende las sedas y los corpiños de de oro" musitó ~~¡Palomar de . aJas inquietas, entre sus muslos respira el aroma del mundo y su respiración no tiene paz!" "La fe errada, el erotismo desbocado ... " susurraron los ancianos chupando sus pipas cortas "y vos de qué os doleís, señor Berbote':·preguntaron. "Mi pecado es la soberbia del conocimiento" respondió el alemán "la vanidad de la sabiduría... He arribado aquí prometiéndome extraeros de la ignorancia y habéis revelado la mía.
·sóiOei hoinbie que sabela converueñ=cia de su pueblo e8 sabio, no el que acutnuJa tesoros... Hacéis bien, y guardad vuestros oros y vuestras ·riquezas sin envilecerlos hasta que estéis · preparados para disfrutarlos sin sujeción. .. " "En verdad que hacéis presunción de vuestra fe en la ciencia y de vuestra vanidad" advirtió el más joven de los viejos "ya ~os estáis dando consejos de nuevo ... "Mea culpa, pues... " refunfuñó el señor Berbote, avergonzado. "¡Kyrié eeé é!", interrumpió el abate canturreando musarafias sobre.el pozo de aceite, aguando los pases mágicos de su oficio en el aire de su desvarío místico, alrededor del agujero donde la tierra se empapaba con el óleo. Entonces los ancianos sonrieron socarronaménte desde su primitiva sencillez, más acá de las malicias de la petulancia, viendo aJ abate. Y sólo se les cortó la risa cuando un viento helado cruzado por un aullido de coyote anunció el atardecer. Sobre la cordillera se encendían las fogatas de los guerrilleros. (Del libro inédito: Historias de Los ~rantes)
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escupitajo-de un monstruo mecánico, que se fue agrandando y esponjando hasta hacerse un pozo de aceite negro que traía desde las entrañas de la tierra negros de la siembra y éomenzaba a el mismo olor a desconsolación que las elevarse encima del vaho caliente de sandalias de Satanás. los surcos y eLestupor de las hormigas. "No halaguéis vuestros apetitos oc"Le ... levita" ... tartamudeó asombracidentales" dijeron al punto los anciado el fraile, aún descol9rido por la Entonces se hizo un silencio extenso turbación. nos de Los Operantes, apareciendo que el señor Berbote no pudo escuchar súbitamente bajo el espejo del sol. El señor Berbote recostó la cabeza por la interfencia del ruido de sus "Eso que brota" señalaron con sus del iírabe sobre su hombro y le acarició propios pensamientos, hasta que sintió dedos corvos la mancha de aceite suavemente las guedejas de crin. que alguien o algo tocaba repetida"deberá ser bendición, no pestes, lá"Es ... el... poder... de la ... fe ..." exmente sobre su hombro, extrayéndolo grimas y desmanes. Lo que la tierra da clamó el fraile tendiéndose de hinojos lentamente del sumidero ordenado de · y alzando los ojos aJ cielo. que sea para el que la posea ... " su reflexión personal: fue retrocedien"Sería un desperdicio, un desperdi''Es el poder de la materia, idiota" do a saltos sobre las primeras conclucio ..." advirtió el abate tratando de respondió el señor Berbo.te y luego siones, los pensamientos, las hipótesis, evitar que borraran el hoyo ne&f?._ _ haló hacia sí al chane para desprenderle la observación, la presunción y la sos"Fraile" sonno el más JOVen ae los . el pie del agujero, única ligazón que lo , pecha súbita, para encontrarse con el viejos "con sólo vislumbrar esta oscura sujetaba contra las tentaciones aéreas rostro desencajado del abate, cenizo de la inmortalidad. riqueza se os han ensanchado los camás allá de la claridad del viento solar, Cuando el dedo gordo se separó del . rrillos como nalgatorio de obispo". que miraba espantado cómo e1 chane, suelo haciendo un plop que desfloronó "Más respeto, más respeto" clamaron desprendido de las últimas amarras la tierra, sobre el polvo. quedó untado corrigiendo los ancianos "más respeto un medallón ligoso de óleo, como el para las miserias_del prójimo, hermanaturales, flotaba sobre los terrones
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UN APORTE CULTURAL DE:
LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS
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LA ZARZAPARRILLA Rafael Leiva Vivas
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os pueblos europeos habían creado una base económica dependiente de los metales y las especias y éstos eran _difíciles de conseguir. El clavo, la pimienta, la canela, la nuez moscada, el jenjibre y la sal eran artículos utilizados para conservar las carnes, pero la .distancia que había para ir a buscarlos hacía subirlos precios. El oro y las especias motivaron a Colón y a los Reyes de España a asociarse para organizar 1a empresa de exploración que buscaría una ruta más corta hacia el Asía navegando hacia el Oeste. Sólo después que se previeron las posibilidades de lucro del negocio, fue q\le la Reina Isabel convino con Colón sobre la expedición. El descubrimiento de América llegó por accidente y ni Colón ni Pinzón encontraron ni la India, ni el oro ni las especias buscadas. Pero habían penetrado a un nuevo mundo y virgen como estaba; las tierras descubiertas podrían figurar en una empresa, factoría o colonia de explotación. De esa suerte las Indias españolas se convirtieron en proveedoras a España, no solamente de oro y plata, sino también de mercancías diversas. En el conjunto de los tesoros y de las mercancías, su importancia estadística se calcula, en el período 1555a 1560, enelvalorconjunto de ellas y del oro y de la plata, en un 14 por ciento, que para la Casa de Contratación de Sevilla era mucho decir. Luis Mariñas Otero (1) describe en. Honduras tres períodos de exportación, la edad de los metales, del cuero y del banano9 pero debe agregarse el período de las plantas medicinales, por la incidencia que estos productos tuvieron en el valor monetario y en las cantidades remitidas a España. Si el oro y la plata maravillaron a los conquistadores españoles, porque los encontraron en abundancia en Honduras, también las plantas medicinales representaron un renglón de importancia. Gonzalo Femández de Ovie.do (2) escribe que en Honduras "hay unos árboles que en ninguna otra tierra de Indias (excepto en México) no se han hallado, que los cristianos llaman liquidámbar y es buena cosa, en especial para sahumerios y para el mal de la madre, puesto en el ombligo de la mujer; es de muy gentil olor y medicinal y se lleva a Castilla por mercadería para diversos efectos". A su arribo· a Trujillo, los primeros pobladores españoles tenían vida ancha y encontraron o cultivaron los productos de mayor demanda en España; a Honduras la describían como tierra muy. sana y fructífera, de muy
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buenos aires y aguas, de mucha montería y grandes pesquerías. Decían que no había vecino que no tuviese en su casa, un huerto con todos los frutos d~ Castilla, los cuales se daban·muy b1e~, como naranjas, cidras, limones agnos, dulces, granadas, higueras, melones y uvas. El d~scubrimiento, la conquista y la coloma fueron hechos económicos manifestaciones mercantiles de Espa~ ña. Los nuevos territorios bajo su domini_o eran objeto de una empresa suplidora de productos que España y el resto de Europa necesitaban para mantener su sistema económico. Lo que pedía Europa en aquella época eran especias y éstas las encontraron en América. De todos los productos de exportación se destacaban los tintóreos, como el añil; los alimenticios, como el azúcar y la canela; las maderas preciosas, como el ébano y el cedro; los cueros vacunos y los artículos medicinales como la zarzaparrilla, calzafracia, palo de China , jenjibre, cañafístola y liquidámbar. La mayoría de los productos medicinales alcanzaron gran popularidad en Europa, se-utilizaban contra la sífilis, como depuradores de la sangre,para los dolores de estómago, para la gota, como purgantes y provenían especialmente de Honduras, México y las Antil)as. La zarzaparrilla (smilax médica) apenas se emplea en estos días, pero en el siglo XVI y XVII se utilizaba como depurador de la sangre y contra la sífilis. En. el reinado de Felipe ll (el Prudente, rey de España, 1527-1598, monatca enérgico, perseverante y hábil diplomático; en su reinado florecieron las artes y las letras, y también las guerras) era muy cotizada y se prefería la de Honduras. El mismo Felipe lila utilizaba; cuando en 1569 se le envía zarzaparrilla desde Sevilla, se le remite de la de Honduras, porque era de mejor calidad. Los súbditos del rey se la remitían para que se le quitase el dolor que sentía en las piernas, y parece que le fue efectiva la planta, pues siempre pedía con preferencia de la de Honduras (3). FICHAS (1) "Honduras", Ediciones Culturales Hispánicas, Madrid 1963. (2) "Historia General y Natural de Indias", Ediciones Atlas, Madrid, 1959. (3) Ortega de Melgalosa a S.M., Archivo General de Simancas, Sevilla, . legajo 97. (4) Archivo General de Indias, sección Indice Geneal, legajo 1,803.
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El Mestizaje en la Lengua Roberto Reyes Mazzoni
n acontecimiento como el encuentro de dos mundos no podía menos que tener un efecto enriquecedor de la Lengua de Los pueblos que repenti namente quedaron frente a frente. Por una parte, en a lgunos idiomas indígenas surgió pronto una palabra nueva, que primero denotó la sorpresa, y después el terror que les causó un teiTible animal de cuatro patas procedente del viejo mundo. Como no existía nombre para este ser en las lenguas propias, para llamarlo utilizaron el que le daban los españoles; cambiando su pronunciación ligeramente: el "cawayo". Se trató de un préstamo lingüístico, de una palabra tomada de otro idioma. Por la otra parte, nuestra lengua española, en rigor ca rellana, sufrió también el efecto fecundo y enriquecedor del mestizaje con muchas palabras provenientes de las lengua indígenas de este hemisferio. Todo empezó con el Almirante, don Cristóbal Colón, que llevaba un diario de su recorrido. Al hacerlo, generó nuevos significados para palabras que ya existían; por ejemplo, a los nativos les llamó"indios", porcreerqueestaba cerca de la India asiática. La palabra no era nueva, pero adquirió un nuevo significado debido al encuentro de los dos mundos. De esta manera, no sólo se amplió la semántica de muchas palabras, sino que se tomaron prestadas voces de los idiomas nativos para designar a la nueva realidad, a la nueva flora y fauna y a las nuevas sociedades, incapaces de ser descritas por la sola experiencia ibérica. Fue así como se expandió el español y dejó de ser un idioma meramente europeo. Traspasó océanos y montañas, mentes y tiempos, para convertirse en una lengua que cubrió todas las longitudes, sin reposo y en continua evolución es precisamente la que le ha dado mayor esplendor, al ser pulido por el uso diario de pueblos vivos que lo maman en la leche materna. Sin embargo, el cambio no fue repentino, no se plasmó en un instante. Primero se tenía que sentir la fa.lta de palabras para narrar algo ignoto y maravilloso a los ojos del navegante. Colón recurrió a largos párrafos para
barco, luengo, y todo de un pedazo, y labrado muy a maravilla, según la tierra, y grandes en que en algunas venían 40 o 45 hombres, y otras más pequeñas ... Remaban con una pala como de fomero, y anda a maravilla ... ". Pocos meses después resumía todo el párrafo anterior en la palabra taína canoa, que es precisamente el primer americanismo que ese mismo año de 1493 incluiría Nebrija en su diccionario. Con ese breve vocablo se evocará de ahí en adelante esta peculiar embarcación americana. Don Hemando Colón, en la biografía de su padre ya la usa y escribe: "los indios le siguieron ... unos nadando y otros en sus barquillas o canoas". La palabra que usó primero Colón para referirse a ella, Almadía, era a su vez derivada del árabe Al-ma-diya y
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describir las cosas y seres desconocidos que encontraba, lo indígena, lo que princió el proceso de mestizaje lingüístico aún antes de que se iniciara
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el mestizaje físico. Ya el jueves 13 de octubre, un día después del desembarco, el lenguaje le resultó insuficiente. Podemos sentir
esforzarse a su pluma cuando escribió en su diario lo siguiente: ·'Ellos vinieron a la n ao co~1 almadías, que son hechas del pie de un árbol, como un
aunque le haya incorporado al espaiíoJ siglos ~ntes del viaje colombino, hoy día es mucho menos utilizada, al grado de que el Diccionario de la Real Academia la define como "especie de canoa usada en la India". En cambio, el significado de la palabra taína, que originalmente se aplkaba sólo a emb¡¡rcaciones hechas en un tronco de árbol ahuecado con proa y popa iguales y sin quilla, ha cambiado y se amplió en el curso de estos 500 años. Por una ironía del destino, una de las acepciones de canoa que presenta el Diccionario de la Real Academia es ahora un americanismo: "4. Amer. Canal de madera u otra materia para conducir el agua". El lunes 15 de octubre Colón se encontró nuevamente con la dific,;ultad de presentar a los europeos las maravillas desconocidas de las nuevas tierras. Al navegar entre dos islas, Don Cristóbal se encuentra con una "almadía" en que viajaba un viejo procedente de San Salvador o Guanahaní, que sin duda se había adelantado para llevar la noticia del arribo de hombres extraños a las demás islas. Por segunda ocasión surge la dificultad de la descripción, lo que llevaría a la postre a tomar"prestadas" del taíno nuevas palabras. Escribe: "y traía ... unas hojas secas que debe ser cosa muy apreciada entre ellos, porque ya me trujeron en San Salvador dellas en presente ... ". Prosigue más adelan-
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"vinieron a la nave con almadías, que son hechas del pie de un árbol, como barco luengo, y todo de un pedazo ...remaban con una pala como de fomero, y anda a maravilla". Grabado tomado de la obra Historia del Nuevo Mundo. de Girolano Benzoni, 1572.
. te, ya en Cuba, el martes 6 de noviembre: "Hallaron ... mucha gente ... con un tizón en la mano, yerbas para tomar sus sahumerios que acostumbraban;" Todavía en sus tiempos el Padre Las Casas, al relatar este episodio, nos dice: "los hombres con un tizón en las manos y ciertas yerbas para tomar sus sahumerios, que son unas yerbas secas metidas en una cierta hoja seca también, a manera de mosquete hecho de papel... estos mosquetes, o como los llamaremos, llaman ellos tabacos". La complicada descripción casi medio siglo después del viajede Colón indica que aún no se popularizaba la costumbre de fumar, aunque muchos de los conquistadores ya habían sido conquistados por ella. No podía faltar la referencia a las "casas" y "camas" de los indígenas. El 17 de octubre Colón bajó a tierra y entró en algunas "casas" que describe y resultan ser bohíos. (R.A.: Cabaña de América, hecha de madera y ramas, cañas o pajas y sin más respiradero que la puerta); en ellas vio "sus camas y paramentos de cosas que son como redes de algodón". Se refiere a las hamacas. Don Hernando, años después, no usa la palabra taína y se limita a narrar que: "Eran sus lechos como una red colgada, en forma de honda, en medio de la cual se acuestan, y atan los cabos a dos postes de sus casas". Tampoco podían fa! tar los monstruos ¿Cómo llamarlos?: El domingo 21 de octubre, don Cristóbal escribe en su diario: "Andando así en cerco de una destas lagunas vide un sierpe, la cual matamos y traigo el cuero a vuestas Altezas. Ella como nos vido, se echó en la laguna, y nos le seguimos dentro, porque no era muy fondo, fasta que con lanzas la matamos". Las Casas en su transcripción opina que "Yuana debió ser ésta". Don Hernando hace unalarguísirnadescripción del animal que "una vez quitadas aquella piel horrible y las escamas de que está cubierta, tiene la carne muy blanca y de suavísimo y grato gusto; los indios la llamaban iguana". El español adquiría una nueva palabra y la humilde iguana quedaba presentaba ante el público europeo. Las interminables descripciones de
todo lo nuevo demuestran que el lenguaje, como era, no bastaba. Por sólo citar .algunos de los casos que enfrentó Colón mencionaremos la yuca, los frijoles, los caciques (palabra que sí usa en su diario), las nuevas plantas y los increíbles paisajes de un trópico de aguerridos colores y prístina presencia. Era evidente la necesidad de que el idioma absorbiera nuevos vocablos que facilitaran la narración. Pero el proceso de mestizaje por el que el español, lengua de por sí mestiza, deja de pertenecer exclusivamente al viejo mundo y se convierte en nuestra herencia común fue largo y lento. Se inicia, eso sí, en el mismo momento en que el europeo y el indígena se con~ templan uno al otro y carecen de palabras para describir lo que ven, combatientes de hierro y combatientes de obsidiana y pedernal, seguidores de la cruz y seguidores del Agua y del Sol. La fusión de voces e ideas iria a la par de la mezcla de las dos sangres, culminando con la formación de los nuevos pueblos hispano-americanos, ni europeos ni indígenas y a la vez europeos e indígenas; con lo mejor de ambos, según afirmaba el Maestro Vasconcelos. El enriquecimiento del español con nuevas palabras continuó durante toda la época colonial, reflejando nuestro modo de vida. Los platillos criollos preparados con los nuevos vegetales y condimentados con variados chilmoles, todo acompañado de la deliciosa tortilla, o pan de maíz como le llamaron los cronistas, generaron también un abundante léxico. Las variaciones en la entonación, en el uso de las palabras, en los arcaísmos, muestran también la variación del substrato indígena en las diversas regiones de este inmenso continente. Siendo uno, somos plurales a la vez, y en esa pluralidad y diferencia estriban la fuerza y la de- · bilidad de la Hispanoamérica actual. Nuestro idioma sigue vivo y al evolucionar conforme a los tiempos, es primordialmente· lazo de unión y de comprensión. No rehuye las palabras novedosas de los idiomas en que se generan las nuevas tecnologías y en que las vanguardias de la ciencia se manifiestan apoyadas por poderosas economías, pero a la vez está influyendo en esos lenguajes. Cubre con su aliento vivificador nuestros pueblos y contribuye poderosamente a mantener los lazos de unión cuando lo oímos en la televisión y la radio, o lo leemos en Jos periódicos y los libros de cada uno de nuestros países.
Por él sabemos que tenemos un pasado común, y lo que es más import~¡mte, que estamos llamados a compartir el futuro. Somos sociedades con grandes humanistas e ideólogos sociales que plasmaron sus propuestas en español, anteponiendo las ideas al interés material. Porque más que la materia, es el espíritu el que nos deberá guiar en el futuro frente a las sociedades del consumo masificado y en el materialismo ilimitado. Quizás en el nuevo Milenio nos toque a nosotros en nuestra lengua española defender la primacía del espíritu del hombre, del espíritu social, porque tenemos raíces en todo el género humano. Por tal razón creo pertinente antes de terminar estas breves líneas citar la frase que sustenta el escudo de una de las más antiguas universidades hispanoamericanas, cuyo lema dice: "Por mi raza hablará el espíritu". Porque todos tenemos que aportar el mejor esfuerzo para hacer realidad la esperanza de que nuestros pueblos, unidos entre muchas otras cosas por el idioma, serán depositarios del espíritu que deberá orientar al mundo hacia un
Los europeos se encontraron con el maíz por primera vez en las antillas. Este grabado que muestra una mazorca de maíz se publicó en la obra de Ramusio. Viaje y navegación. 1556.
futuro mejor y más humano. Tegucigalpa D.C. 16 de septiembre de 1992.
Colón vio "sus camas y paramentos de cosas que son como redes de· algodón'\ .Su hijo, don Fernando Colón escribió: Eran sus lechos como una red colgada, en forma de honda, en medio de la cual se acuestan, y atan los cabos a dos.postes de sus casas. "En la obra de Benzoni se incluyeron grabados de hamacas.
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Anotaciones para una Wstorla de la encomienda en el S. XVII de Honduras Olga Joya 1 concepto de Encomienda en la historia de América es la clave para poder entender la perdurabilidad del sistema de detentación de riqueza y las distintas formas que de ella se originaron para obtenerla. La encomienda se entiende como una concesión de indígenas que trabajan y tributan a un señor (el encomendero), a cuyo cargo y responsa bit idad se entrega su cristianización. El encomendero es el arrendatario de una encomienda, la cual podía reportar sobre todo trabajo para la explotación de la tierra en sus dos formas tradicionales: agrícola y minera, y pago de tributos. Paralelamente a esto se desarrollaron otro tipo de trabajos que iban desde la servidumbre, que conlleva una amplia gama de tareas desarrolladas en la casa del encomendero, hasta la utilización del indio como bestia de carga, ya fuese por su propio encomendero o en calidad de fuerza de trabajo alquilada. La Encomienda tuvo dos motivaciones básicas: la necesidad inmediata de organizar la sociedad colonial, que implicaba la creación de las instituciones de las riquezas, una de las cuales era el indio. Mediante esta institución se organizó la explotación agrícola y minera de los nuevos territorios descubiertos. La segunda motivación, que va íntimamente ligada a la primera, fue la conquista ideológica y espiritual del indio. Sin ésta, difícilmente lograría la Corona Española el sometimiento total al vasallaje cristiano al que aspiraba una vez ganada la contienda militar. La conquista de América tuvo tres fases: la militar, la económica y la ideológica. (1)
directo del Estado español a través de la iglesia, verdadera garante de los intereses de la Cor6na. Esta ejerció además un papel vigilante sobre la integridad física y espiritual del indio dada las situaciones límites a que orillaban los encomenderos a esta población. Una tercera figura aparece íntimamente ligada al encomendero y es la del Calpisque. EL Calpisque estaba encargado de recoger los tributos del encomendero y, además, hacía las veces de policía entre los indios. De la crueldad desatada por este personaje ha quedado constancia en numerosos informes de la iglesia a la Corona. Generalmente eran utilizados los negos para desempeñar este trabajo, aunque en ocasiones lo hacían blancos, pero los religiosos no lo recomendaban pues, según decían, eran aún más crueles. que los negros. A cargo de las reducciones estaban los Corregidores, cargo ostentado generalmente por criollos ricos que podían comprarlo. Estos eran nombrados por la Corona o por los Presidentes. Se encargaban de controlar la población, cobrar los tributos y vigilar la producciQn. Sus alizanas con los encomenderos y el poder que tenían sobre los Alcaldes indígenas les dio un carácter despótico y depredador. Las formas de trabajo eran de una esclavitud que si no era formal sí era real, y que quedaban ahora institucionalizadas en el repartimiento.
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La Conquista Ideológica y Espiritual:
La Conquista Militar: En esta el indígena se ve abrumado por una superioridad tecnológica-militar aunada a un dominio de la realidad tan diferente que termina siendo derrotado, pese a su disposición para defender sus territorios y a su superioridad numérica. Lo anterior lo explica Martínez Peláez (2) , así: ' .. la superioridad de desaiTollo tecnológico de un pueblo conlleva una superioridad intelectual que opera: en las más variadas situaciones ... -y añade- la superioridad cultural en el sentido pleno del concepto de cultura (que implica) disponibilidad de más recursos materiales e intelectuales que significan mayor dominio de la realidad". Esta primera fase bélica de la conquista marcó el paso y los caracteres de la segunda, de la "verdadera conquista" como dice Martínez Peláez. La Conquista Económica: Esta remite a la apropiación de los
territorios de los indígenas y el cambio en sus formas de trabajo y producción, pues quedan sometidos a un régimen deesclavitud y servidumbre. El despojo de las tierras implicó: su expropiación y apropiación para usufructo de los conquistadores y colonos; administración de las de los indios en el sentido señalada por la reducción, circunscritas a determinados espacios territoria les, cuya producción queda controlada irremediablemente. Los españoles trataron de mantener ciertos elementos de la estructura de poder propia de las naciones indígenas, como la figura del Cacique y el núcleo de la nobleza, que representa-
ban las figuras de mando de los aborígenes. Con ello se afianza su poder ya que los beneficios otorgados a este grupo redundaron en un mayor control de sus pueblos. La nobleza indígena gozaba, entre otras prerrogativas, de tierras y de la conservación de la servidumbre obtenida anteriormente. Pero la explotación de las tierras del indio tenía un doble propósito: cultivos para su propio sostenimiento (sementeras) y aquellas destinadas a mantener a la iglesia y a producir los tributos correspondientes a la Coron.a y a lo s encomenderos. Paralelamente al control interno ejercido por la nobleza indígena, existía también el control
GRACiAS AL GENTil pATROCiNiO dE:
Constituye el fenómeno más significativo y la empresa de mayores proporciones en cuya virtud los religiosos se entregaron a una intensa labor evangelizadora, que tuvo como resultado vencer la idiosincracia del indio, hacer que su espíritu y el de sus dioses sucumbiera ante uno nuevo, desconocido, explotador, diferente racial mente, inclemente a sus sufrimientos: El Dios de Jos conquistadores. La encomienda fue la institución que sintetizó esta triple función: sometimiento físico (esclavitud fáctica y servidumbre forzada), sometimiento económico (trabajo forzado y tributación) y sometimiento ideológico y espiritual (proceso de cristianización e ideologización). Cuando se encomendaba los indios, el encomendero estaba obligado a cristianizados y a financiar todos Jos gastos que ello pudiera conllevar. Sin embargo, en el caso de Honduras, se intentó constantemente eludir tales gastos, recayendo su peso sobre los propios indios, quienes debieron aportar sometimiento de los al evangelizadores. La Encomienda sufrió dos etapas fundamentales históricamente: el período antillano y el continental. Ya al inaugurarse la etapa continental la encomienda será objeto de
cuestionamientos en amplios debates, que dará como resultado algunas modificaciones de tipo legislativo que, muchas veces, no pasarán de ser meramente formales. Este primer período se caracteriza, inicialmente, por el surgimiento de la primera imposición a los indios: el tributo para el Rey, los servicios agrícolas y mineros en favor de los españoles. Al momento de crearse la Encomienda aparecen también el repartimiento y la reducción, mediante los cuales se suplían las necesidades de mano de obra para las labores agrícolas y mineras de los colonos y la Corona, y se reconcentraba la población para su mejor administración. Silvia Zavala (3), señala que el repartimiento "jurídicamente se caracteriza por ser un sistema de trabajo forzoso, sin contrato de asalariado". Paralelamente existían también indios que legalmente eran esclavos, carentes de todo derecho y desprovistos de bienes. Esto hace más contrastante el principio de libertad del indio repartido, que según dice S. Zavala " .. no dejaba de ser hasta cierto punto formal, po_rque unos y otros indios se consumían en los mismos trabajos". La primera encomienda fue frecuentemente llamada repartimiento en una tendencia a fundir o confundir ambas instituciones tan similares e inevitablemente ligadas. (4). Otra gran polémica alrededor de las encomiendas fue la referida al tiempo de su duración. Inicialmente se concedieron hasta en cuatro vidas, extremo que, dados los inconvenientes económicos y ético-morales, fue siendo corregido paulatinamente según las necesidades. Dado que la ley no lo permitía, se fueron haciendo "arreglos" que dieron en llamarse, "composiciones". La composición consistía en un arreglo entre el encomendero y la corona por medio del cual esta última recibía una gratificación' para componer una situación ilegal, tolerándola a cambio de una suma determinada. (5) En términos generales, el mayor obstáculo que encontraron estas instituciones indianas.!ue la permanente in-
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compatibilidad entre su funcionamiento y la condición legal de libre que había sido otorgada al indio; pese al descomunal esfuerzo desarrollado por juristas, teólogos y la Corona española, jamás se logró reconciliar semejante contrasentido. Hasta aquí hemos tratado de ver, a grandes rasgos, los principios básicos sobre los que se levantó el sistema de encomiendas. Pero éste no logra apreciarse en.toda su magnitud si no hablamos de su relación con el nuevo repartimiento. Por repartimiento entenderemos: "Sistema de trabajo indígena por reclutamiento, rotativo y con cuotas; también obligaba a los indígenas y a otros de las clases pobres a vender y comprar" (6). Siendo el repartimiento el régimen de trabajo del indio comprendemos que el mismo no puede verse desvinculado de la encomienda: ambos se complementaban en el proceso de explotación de la mano de obra indígena. Mediante éste, el indio estaba obligado a trabajar por una semana al mes en las tierras del encomendero, regresando después a sus casas a trabajar en sus sementeras y en la producción de tributos. Pese a ello los religiosos a menudo se quejaban en Honduras de que los encomenderos los retenían por más tiempo del debido, con los inconvenientes de que, una vez vueltos a sus pueblos, sus cultivos quedaban perdidos. Por otro lado también se quejaban de que ello iba en desmedro de la salud de los indios, cuando no les provocaba la muerte. Los encomenderos procuraban, pese a las prohibiciones, tener sus tierras lo más cercanas posible a sus pueblos encomendados, por que eso facilitaba la disposición y aprovechamiento de los indios. (7)
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La nueva encomienda llevó al nacimiento del nuevo repartimiento, ambos comprendidos en las Leyes Nuevas. Dentro de esta trama administrativa, y complementando el sistema, existía también la Reducción que circunscribía a los indios "a pueblos regidos por un administrador español y por un capellán ... ". (8) El administrador representaba al rey, impartían justicia, velaban por el orden Qt;..la reducción y que los indios cumplieran con las cosas del rey. El capellán debía enseñar a los indio·s a
cumplir con el pago del diezmo a la iglesia y los tributos al rey. La reducción fue una medida de mucha importancia en tanto vino aparejada con la prohibición de la esclavitud, que marca los primeros cincuenta años del siglo XVI. Con ellá se intentaba reconcentrar toda la población que se mantenía dispersa en los montes, y organizarla bajo un régimen municipal. El esfuerzo fue muy grande dado qu.e las experiencias de los indígenas habían sido un cúmulo de traiciones cuando, convencidos por los misioneros, se avenían al estado policía, labor que posteriormente era desbaratada porl os españoles. En la parte norte de Honduras los intentos hechos por los sacerdotes y soldados fueron innumerables ya que las experiencias se acumulaban y los indios (jicaques fundamentalmente) volvían a adentrarse en los montes. La reducción representó un alivio para el indio en tanto trajo aparejada la desaparición de la esclavitud, pero todos los buenos propósitos legislativos de la Corona y de los religiosos fracasaron ante la realidad de los hechos. Al estar los indios reducidos en pueblos se suponía que se les libraba del trabajo forzado y quede hacerse tal prestación de servicios, debía ser remunerado como mandaba la ley. Todas las disposiciones originales de la reducción fueron desvirtuadas una tras otra hasta que pierde incluso su forma cuando en 1601 , por medio de Cédula Real, se ordena crear pueblos de indios en las cercanías de las haciendas que los necesiten. (9) Así pues, encomienda, tributo y repartimiento estaban íntimamente ligados y se complementaban unos a otros en el proceso administrativo de dominación. Además del tributo, los indios padecían las Cargas, las cuales podían ser ordinarias y extraordinarias. Las ordinarias incluían las de tipo religioso (prestaciones para el sostenimiento del culto y del clero) y las de tipo civil (prestaciones para caciques, gobernadores, alcaldes y otros oficiales indígenas, y para las cajas de comunidad). Las extraordinarias eran prestaciones para la construcción de iglesias, obras públicas y para necesidades colectivas y transitorias (pleitos, gestiones de intereses comunes, etc.). (10) El tributo y los otros tipos de cargas eran la constancia del vasallaje de los indios al rey, por tanto, la constancia de su libertad. La realidad es que si analizamos en términos de forma su situación veremos que con ello se intenta reproducir, en apariencia, las relaciones sociales de progucción de la sociedad feudal de la Península. Las condiciones socio-históricas en que se produce tal vasallaje no permite tras~a-
dar arbitrariamente esquemas de dominación que no encajan ni surgen de su especificidad histórica. La Encomienda y la Fundación de Ciudades en Honduras. Una vez que la provincia fue pacificada comenzó a plantearse la colonización efectiva de la misma. Hasta ese momento se habían hecho incursiones al territorio hondureño con fines de dominación, para obtener indios para el tráfico de esclavos, etc., y en éstas se hacían algunas fundaciones de poblados cuya característica, en general, era su extrema inestabilidad. Incluso ciudades que después adquieren carácter de permanentes, en su etapa inicial de fundación mantenían una población irregular, además de raquítica. Una de· las poblaciones que mantuvo carácter de permanente en el período inicial de fundaciones fue el puerto de Truxillo. Era el principal puerto de entrada y salida de mercancías y, además, sede de la gobernación así como del obispado. Pese a ello fue objeto de constantes agresiones por parte de piratas ingleses y franceses que solían tomar la ciudad para saquearla, con lo cual sus vecinos la abandonaban por espacios cortos de tiempo. Las frecuentes incursiones piratas, sobre todo ingleses, generaron en la zona otra actividad paralela que era la del comercio ilícito, actividad que la acompañará a lo largo del período colonial. El resto de ciudades se estabilizaron una vez vencida la resistencia indígena y superado el problema del dominio de la provincia por parte de los conquistadores. . Las razones mencionadas anteriormente sin duda influyeron negativamente en la estabilidad de las fundaciones, pero existía otro factor aún más determinante: la existencia real de poblados vinculados a la encomienda. Esta era la consecuencia del desorden político general, y causa a la vez del carácter inestable de las fundaciones hechas. En el momento en que Montejo comienza a hacer encomiendas bajo las características de pacificación de la población, circunscripción de los indios a un territorio, concesión de la encomienda a un encomendero colono permanente, etc., es cuando se asientan bases más reales del proceso de colonización y de una dominación definitiva sobre el territorio. Las comiendas anteriores no guardaban el mínimo de requisitos de estabilidad en tanto los encomendados eran población dispersa, no sometida a régimen de policía por los españoles, sino que se mantenían huídos en las montañas, refugio donde no podía disponerse de ellos a no ser por la fuerza y después de
azarosa incursión. Esta tónica es la predominante en las encomiendas hechas por don Pedro de Alvarado, de ahí que compartamos el criterio de Chamberlain respecto a que el gran conquistador del territorio, en términos de pacificación y asentamiento de las instituciones, fue obra de Francisco de Montejo. (11) Las fundaciones fueron hechas en lugares cercanos a los centros de más densa población indígena, a fin de poder disponer de ella para el laboreo de tierras y posteriormente de los minerales. El poblamiento de Honduras fue difícil y bastante lento por muchas
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RliemDo razones, entre las que podríamos señalare! hecho de ser una provincia de una gran pobreza en términos comparativos. Cuando se habla de ella hay que referirse necesariamente a la pobreza de población, renglón importante de la riqueza de aquellas provincias; a la facilidad de disposición del metal precioso, del cual (sabemos por testimonios de la época) los españoles no encontraron muestras en la vida cotidiana ni en las ceremonias religiosas de los indígenas, lo cual significaba que, de existir; había que arrancárselo · a la tierra. Otras razones eran internas al desarrollo de la vida de las ciudades, como los ataques a las mismas, falta de presteza de los pobladores en la defensa de éstas, ineficacia de las autoridades locales en su administración y sosiego, etc. Otro factor importante era la existencia de encomenderos que tenían sus indios encomendados en Honduras y, sin embargo, residían en otros lugares del reino, generalmente en Santiago de Guatemala, donde se aglutinaban ricos hacendados poseedores de las mejores encomiendas del reino. Esta situación provocaba el empobrecimiento de otros colonos que, a pesar de estar residiendo en la provincia de Honduras, no gozaban del beneficio de las encomiendas. En el año 1564 el Rey emitía las ordenanzas con respecto a la ciudad de Gracias a Dios que podían perfectamente ser válidas para cualquier ciudad de la provincia. Estas ordenanzas trataban de regular y asegurar _un poblamiento permanente que vendría, además, a garantizar un mayor y mejor control sobre la población aborigen repartida y encomendada. Las dos primeras ordenanzas señalaban: l.- Que todos los vecinos que tengan indios en repartimiento, tengan siempre listos armas y caballos en su casa para lo que se ofreciese so pena de 1O pesos oro de multa. 2.- Por cuanto que muchos vecinos tienen indios de repartimiento ahí y no tienen casa ni pueblan como es obligado se ordena que lo hagan en los próximos 6 meses so pena de 25 pesos oro. (12) Las ordenanzas del rey incluían disposiciones sobre construcciones, ventas de víveres y todas aquellas regulaciones propias de una ciudad colonial. Para el momento en que se dan tales disposiciones, la ciudad de Gracias estaba ya despoblándose. En tanto Comayagua ya aparecía desde 1550 como el centro poblacional más grande y próspero. Para el año de 1547las ciudades españolas más grandes eran seis: Trujillo, Puerto Caballos, San Pedro, Gracias a Dios, Comayagua, San Jorge de Olancho; las cuales tenían entre 25 y 30 vecinos, a excepción de Trujillo · que tenía 50. La Corona concedió una gran cantidad de beneficios a las personas que pasaron a aquellas tierras, con el ánimo de afianzar su colonización y de que se descubrieran y poblaran nuevos territorios de la provincia aún inexplorados, como era el caso de cabo Camarón y la Taguzgalpa: ayudas de costa, concesión de tierras, encomiendas, dispensas de gravámenes aduaneros en su paso a América, etc. Un obstáculo para el mantenimiento de una población estable en las ciudades fundadas lo constituían aquellas encomiendas que eran otorgadas a pe-
Suplemento Cultural ~~ áe 6u 'V~ sar de que, sus detentares no residían en los lugares donde estaban ubicadas, ni en la localidad ni en la provincia. Otros casos, y generalmente ligados a esta situación anteriormente descrita, era el desplazamiento de los indios encomendados a otra provincia por tempQradas, generalmente a la provincia en que residían los poseedores de tal encomie!Jda. En 1547 el Rey escribe al Presidente y Oidores la Audiencia y Cancillería Real de los Confmes, señalando la prohibición existente de que se alquilasen los indios, tanto los
de
que estaban en cabeza del Rey como los que estaban encomendados en personas particulares " ... por el gran peligro que en la vida salud y conservación de ellos se sigue e agora somos ynformados que... los mios oficiales de esa provincia de Guatimal·a an alquilado un pueblo de Yodios ... y que lo mismo hacen personas particulares ... " (13). Situaciones como ésta se sucedían en la provincia de Honduras en desmedro de la población indígena y del gobierno de las ciudades. Lo anterior iba orillando la situción económi-
ca de otros colonos, carentes por completo de acceso a mano de obra indígena que les permitiera desarrollar sus economías. En el año de 1537 se emite una ordenanza real que señalaba la conveniencia de que todos los caciques e indios que el Adelantado don Pedro de Alvarado había encomendado y repartido sirviesen en esa provincia, y no en otras gobernaciones, a las personas que los tuviesen encomendados exigiendo, a continuación, que se cumpla. (14). Habría que recordar que los planes de Alvarado cuando peleaba el control de gobernación de la Provincia a Montejo, eran de anexarla a la de Guatemala. El mismo Alvarado tenía sus posesiones y residencia en Guatemala, y lo mismo pasaba con los conquistadores que lo acompañaban. En consecuencia, muchos de sus beneficiarios estaban ya asentados en Guatemala y pretendí~ gozar de ese beneficio dado que ya daban por sentada la unión de ambas provincias. De ahí que uno de los argumentos de Montejo, al expropiar las encomiendas dadas por Alvarado, era la no residencia de sus poseedores en aquellas tierras y, por tanto, el no estar haciendo poblamiento. En respuesta a una carta-relación hecha por don Francisco de Montejo, la Reina escribió al gobierno de la Provincia en 1538 diciéndole que, dado los repartimientos hechos por don Pedro de Alvarado, éstos habían sido dados a algunas personas fuera de la tierra, por lo cual ordenaba que viniesen a poblar el lugar. En el caso de aquellos repartimientos de indios otorgados sin estar pacificados y que, por intervención de Montejo se redujeron, se ordenaba se les diesen a la gente de éste. Otra observación hecha por la Reina era la de que aquellos repartimientos dados a gente que no había estado ni en la conquista ni en la provincia, y que Montejo había dado a otros, no fuese removidos. (15) Otro factor que afectó el desarrollo del poblamiento y de la encomienda fue la inestabilidad política y de las instituciones de gobierno, sobre todo en la primera mitad del siglo XVI.. Como ya hemos dicho anteriormente, la época de conquista y colonización se caracteriza por una gran inestabilidad general del gobierno de la provincia y de sus instituciones. En este período se otorgaban las encomiendas a los vecinos por el gobernador, luego tenían que ser ratificadas por el Rey, quien extendía los títulos de propiedad. Pese • a esta disposición respecto a los títulos, la realidad histórica de este período nos muestra como ésto fue casi un elemento marginal a su desarrollo como institución, y su disfrute fue muy limitado. Un encomendero estaba sujeto a la posibilidad de ser desprendido de ese beneficio en tanto no se pusiesen de acuerdo los conquistadores, quienes quitaban y otorgaban encomiendas en base a los derechos sobre determinados territorios conquistados. Los mismos tomaban encomiendas de otros y hacían nuevo repartimiento de ellas entre sus amigos y parientes, desconociendo los de~ec.hos de anteriores poseedores. Es"as acciones se avalaban en derechos de conquista e inexistencia de títulos de posesión. Pese a éste último argumento, los expropiados tampoco los tenían y el trámite para su obtención era largo. En las condicio-
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nes en que se estaba dando la expropiación y otorgamiento de encomiendas, también se afectaron las otorgadas por otros gobernadores anteriores. Fue el caso de la encomienda de mil indios casados y pueblos de Maniani, Nyambe, Calcamo y Continguera, que habían sido entregados en encomienda a Bernaldo de Cambranes por el gobernador ANdrés de Cereceda; pleito que fue solucionado por la Reina dando cédula a favor de Cambranes .. (16). Muchos de los afectados alegaron tener sus encomiendas pacíficas y reducidas aunque tesidfan en Santiago de Guatemala.. Estos casos pódrían ser objeto de reflexión en tanto que, diffcilmente se podían mantener los indios en reducciones por parte d elos españoles residentes en Honduras puesto que los indios casi permanentemente recurrían a los cerros y montañas a refugiarse, por lo cual había que estar constantemente haciendo 'entradas' para traerlos a prestar servicios. Estos ponían como condición para servir y obedecer que los dejasen vivir en los cerros, por estar temerosos de lo que les pudiera pasar en sus antiguas poblaciones. Hasta 1542, previo a la emisión de las Leyes Nuevas, las encomiendas podían ser disfrutadas por los gobernadores, oficiales de gobierno en general y la iglesia. Este período se caracteriza por una total anarquía en la administración de esta institución indiana que no llegó a desarrollarse como tal en Honduras, en tanto no se legisló, y sobre todo, no se aplicó con mayor rigidez.
Gracias al gentil patrocinio de: ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
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El estudio de la concesión de encomiendas en el siglo XVI en Honduras, a diferencia de otras provincias, se v.e sometido a una serie de inconsistencias en 1~ información que, en parte, se exphcan por el desorden generalizado que caracteriza a la provincia en la primera mitad del siglo XVI. EN este período resulta sumamente difícil encontrar un grupo de encomenderos que hayan logrado mantener sus encomiendas sin verse afectados por los fenómenos señalados. De ahí que las fuentes consultadas apunten más hacia los continuos conflictos entre los encomenderos, ex-comenderos o noencomenderos, todos los cuales tratan de mantener, retener, recuperar u obtener el goce y disfrute de encomiendas. Las crisis fueron una constante en el ulterior desarrollo de la provincia, la cual se vio muy afectada por ello dadas las urgentes y crónicas necesidades de resolver los problemas propios de su actividad económica. En esta situación de crisis se unieron varios elementos: 1.- Crisis demográfica (acelerada por el tráfico esclavo) 2.- Crisis política o de poder. 3.- Dispersión de la población indígena disponible en un terreno difícil. 4.Intereses económicos guatemaltecos. 5.- Debilidad crónica de los grupos locales. En Honduras es básico, en el análisis económico del siglo XVI, tomar en consideración los elementos anteriormente citados, dado que se hilvanan indefectiblemente, creando un clima adverso a la explotación de sus recursos económicos y al desam~llo de grupos económicos y sociales capaces de imprimir su sello al conjunto de la sociedad. Honduras tuvo un importante papel en la economía del reino como principal provisora de metales preciosos, pero los beneficios de tal producción siempre fueron acaparados y controlados por Guatemala. En la primera mitad del siglo XVI las extracciones se tlacían básicamente del lavado de oro en los rios, una de cuyas zonas más productivas. fue la de Olancho con el rfo Guayape que, en la década de 1540, produjo las mayores cantidades del reino. Otras zonas fuemn también explotadas como Gracias, Comayagua, etc. pero nunca llegaron a producir en las mismas proporciones. En la segunda mitad del siglo XVI Honduras se enfrenta a la declinación de esa rica zona y-a su sustitución por otra que la superó en producción, las minas- de Tegucigalpa. El declive a que se vieron sometidas las zonas de producción minera estuvo vinculado a la crónica escasez de mano de obra indígena. No obstante, los intereses guatemaltecos afincados en el territorio se esforzaron por darle continuidad a la explotación de minerales, trasladando indios desde Guatemala para continuar las labores o importanto negros. Los empresarios locales se vieron sometidas a esta competencia que controlaba la distribución de los azogues, ensayo de la plata, disponibilidad de mayor cantidad de mano de obra y las ventajas de ser la sede de gobierno del Reino. De esta manera, la encomienda no se convierte en el soporte económico de Honduras y la minería apenas amortigua los efectos de una economía en crisis. Las Encomiendas y los Encomenderos Las primeras adjudicaciones de encomiendas en Honduras, como ya habíamos señalado, tienen un carácter muy inestable hasta la emisión de las Leyes Nuevas. Los primeros grupos de encomenderos estaban vinculados al grupo de Yucatán o de Guatemala. En esta fase la encomienda se manejó sin casi ningún tipo de control en relación a la explotación de los indios y, así mismo, esta anarquía en su administración provocó escaso control sobre
;e(Jd4 ·de (.(14,
Suplemento Cultural
la población sometida. Despúes de que Pedro de Alvarado somete a la resistencia indígena del valle de Sula, se procede en 1536 a hacer la repartición de encomiendas de la zona. En ésta se asignan 147 pueblos de los cuales 43 fueron dados a las autoridades gubernativas, 8 a dos religiosos y el resto a vecinos asentados por don Pedro de Alvarado en la zona (17). El documento no especifica la cantidad de indios asignados por cada pueblo porque todavía no se había hecho ningún recuento, y lo más probable es que esa población no había sido reducida. De todos los pueblos asignados, sóh;> a los que corresponden a don Pedro de ALvarado (Capitán General y Justicia Mayor) y a Alonso Ortiz (Alcalde Ordinario de la villa de San Pedro de Puerto Caballos), se les da un monto aproximado de habitantes. En el primer caso para los pueblos de Quito la, Quitamay y Toloa se dice " ..hasta ochenta hombres"; Yux, quince casas; Estupilpepel tonaltepeque, ocho casas; Naconel seis casas; llamatepet," .. hasta trescientos hombres" y Agalteca, ".·· con todos los señores y principales de los dichos pueblos e indios.". El segundo caso citado, el de Alonso Ortiz, se señalan los pueblos de Chetegua, Chupenma, Acapa, con cuatrocientas casas y para Mianbar y la mitad de Ayaxal sólo se dice " ..con todos sus señores e indios". O sea q·ue, en realidad, no se está dando monto de habitantes de la encomienda sino más bien un aproximado dado que son las zonas de reciente conquista donde es más fácil estimar.. En el resto de casos únicamente se dice ".con todos sus señores e indios". Esta última frase demuestra el desconocimiento absoluto qu·e existfa de la población de que se disponía. Por otro lado, la mención a cnatidades de casas nos obliga a sacar una media aproximada de componentes del grupo familiar prehispánico que en este caso, cifraremos en diez personas, basándonos en Chapman (18). Esta da este promedio basada en un documento de Montejo en que proporciona cifras sobre el tamaño de alguno~ pueblos leneas como: Talua (400), Cárcamo (500), Araxagua (250), Yopoa (260),
1'~ Lepaera (400). La autora da un promedio aproximado de 350 casas por un pueblo. Tomando la ~edia de 1O habitantes por casa, arrOJa un total de 3,500 habitantes por pueblo como promedio. De todas estas encomiendas pocas fueron retenidas para poder ser usufructuadas efectivamente puesto que, a excepción de la zona del valle de Sula, Naco y el Bajo Aguán, el resto no llegaron a ser dominadas y, en todo caso, aún algunas de las retenidas, sufrieron los efectos de las rencillas entre los conquistadores que arrebataban las encomiendas a su antojo. El cuadro de Tributación de Gracias a Dios del año 1544, y la tasación de la villa de Santa María del valle de Comayagua de 1549, reflejan el cambio de situación que se ha producido en menos de 1O años. Estos cuadros ya señalan el número de tributarios el tipo de tributo en especies y en rab~jo, y el período de tributación. Esto fue reflejo de un proceso de estabilización olftica de la provincia que se vio impulsado en gran medida por las Leyes Nuevas de 1542. Del total de beneficiarios de las encomiendas de 1536 sol~ente uno, Francisco Méndez, s~ re~nte para la adjudicación de 1549 <;<;>n el pueblo de Xinacla. Ello no sigmfica que fueron expropiados todos sino que, en las condiciones política~ de la provincia, resultó más difícil ir conformando un grupo estable de poder afincado en la provincia de Honduras. Con las reformas Cerrato se inaugura una nueva fase, más estable en términos de mantener las concesiones hechas. A partir de ese momento se pueden rastrear el grupo de encomenderos a los que se les ha beneficiados hasta en dos vidas. Algunos se les puede identificar con anterioridad a la segunda mitad del siglo XVI. El grupo de encomenderos que presentamos a continuación fueron beneficiados desde 1588 hasta 1662 y se añade la información sobre el adjudicatario anterior. CudroNo.l
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117iemDo El siglo XVI, pese a que se sigue haciendo algunas encomiendas, es un período de decadencia y repligue de la institución. La década de 1570 es la frontera que marca un cambio en la política de encomiendas fueron recogidas y depositadas en cabeza del Rey. En adelante se adoptó un sistema de otorgamiento de beneficios a los pobladores a través de la concesión de ·cobros de tributos, en un intento de preservar la poca mano de obra indígena que quedaba, de manera que se garantizara las entradas de la Corona en metales y otros tributos. Encomienda y tributo. En la segunda mitad del siglo XVI la esclavitud casi ha desaparecido, pero la minería comienza un nuevo período de auge. Mientras en el resto de las provincias se ha comenzado a diversificar la producción hacia productos agrícolas y se buscan otros rubros de inversión que sean renta bies, en Honduras se sigue manteniendo la misma actividad económica. A los grandes encomenderos de Guatemala no les interesaba la provincia si no era
Suplemento Culturál en términos de la producción de metales, por lo que tampoco representaron una alternativa diversificadora de la economía. Durante toda la primera mitad del siglo XVI, parte de los tributos entregados fueron en gran medida en especies y se prolongó hasta parte de la segunda mitad, en que comienza el nuevo período de auge de la economía minera y se hace necesario captar dinero. Los productos con que se tributaba en esta ptimera etapa eran poco variados y se reducían a frijol, maíz, gallinas, mantas y otros productos según la estación (fruta) y zona (pescado) y otros productos artesanales. Las tasaciones señalaban claramente a cada pueblo con qué productos tributar en especies, lo cual implicaba desde comestibles hasta artesanías, de los que las poblaciones tenían que encargarse desde la siembra de la semilla, cosecha, procesamiento hasta la elaboración del producto acabado, como era el caso de las mantas. Otros productos eran las bateas, cántaros, ollas, comales, petates, etc. La crianza de los animales también fue una carga pesada para los indios,
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quienes tenían que criar gallinas o cuidar el ganado del encomendero que muchas veces provocaba las pérdidas de sus cosechas. Estas obligaciones estaban tasadas en períodos de tributación que normalmente se daban cada año (o en invierno y verano), acortándose en tiempo únicamente productos de temporada, como la fruta, o de zona de pesca como el pescado, que podía variar desde cada día hasta cada semana. Muchas veces se dio el caso de que los indios no podían pagar los tributos (ya fuese porque se les arruinaban las cosechas o que el grupo poblacional había disminuido considerablemente y no eran capaces -de producir la cantidad tasada) y solicitaban el pago en dinero. Los precios de estos productos podían oscilar mucho de una localidad a otra, y más de una provincia a otra. Los productos básicos de tributación, por ser la base de la alimentación, eran el maíz y el frijol. El siguiente cuadro nos da una ligera idea sobre las especies que se tributaban y los precios aproximados de los mismos.
CUADRONo.2 CUADRO OUE MUESTRA LAS ESPECIES TRIBUTADAS Y LOS COSTOS APROXIMADOS ESPECIE
PRECIO POR UNIDAD
AÑO
FUENTE
1 fanega de maíz 1 fanega de frijol y sal 1 gallina Castilla
2 tostones
1618
AGf, Guatemala, Leg. 98
1618 1618 1618
AGI, Guatemala, Leg. 98 AGI, Guatemala, Leg. 98
1O reales 2 maravedíes 2 reales 1 cántaro de miel para mediados del Siglo XVI en Andalucía, 1 A rroba valía 559 maravedíes. 1 libra de pescado(**) 1 carga de fruta 1 carga ají 1 cántaro liquidámbar(**) 1 petate 1 c~ ntaro 1 olla 1 comal 1 manta (***) de a 4 piernas 1O tostones de a 3 piernas 6 tostones
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Hamilton, Earl (*) M O T A S (1)
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cios en trabajo. Este servicio incluía trabajo en minas, en el agro, ganadería, minerfa, construcción de casas, iglesias, obras públicas, transporte (tamemes), servicio doméstico, etc. Si observamos los precios del Cuadro No. 2 podemos reunir la cantidad de 15 tostones en especies romando como referencia 1 fanega de maíz (2 tostones), 1 fa nega de frijol y sal (lO
reales), 1 gallina de castilla (2reales) y 1 manta de a 4 piernas (10 tostones),lo cual representa!Ía la mitad del tributo del partido de Tencoa, por ejemplo, el cual reunía 17 pueblos tributarios. Ello nos señala, por un lado, el alto costo del tributo en especie y, por otro lado, la notable disminución de la población y la pobreza de estos pueblos.
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(*)J. Hamilton, Earl. El tesoro americano y la revolución de 1osprecios en España. 1501-1650. Ed. Ariel, Barcelona, 1975, pp. 350-353. (**)En América, a excepción de las zonas costeras nunca se especificaba el tipo de pescado. En España variaba el precio según tipo. (**) Esta medida podía varias con la de botija. En ocasiones se especificaba que el mismo debía ser de 2 ó más azumbres. 1 azumbre= la octava parte de una arroba. (****)La medida de la pierna eran 5 varas por 3/4.
Aunque el cuadro no recoge todos los precios, considero que lo más probable es que és ta primera fase de tributación superaba económ icamente a la fase en dinero por el esfuerzo en trabajo que reportaba. Como ya habíamos señalado, la tributación pasó por dos fases: una en especies y la otra en dinero. Lo único que no varió fue la prestación de serví-
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LA CARTA
DE
COLON
15 FEBr.ERO - 14 MARZO 1493 r..EPRODUCCION DEL TEXTO ORIGINAL ESPA~OL IMPRESO
EN BARCELONA,
(PEDRO
POSA
1493)
OR, porque sé que habreis placer de la grand victoria que Nuestro Señor me ha dado en mi viage, vos escribo esta, por la cual sabreis como en 33 (1) días pasé a las Indias, (2) con la armada que los Ilustrísimos Rey e Reina nuestros señores ~me dieron <3> donde yo fallé muy muchas Islas pobladas con gente sin número, y dellas todas he tomado posesion por sus altezas qm pregon y bandera real extendida, y no me fue contradicho. (4) A la primera que yo fallé puse nombre San Salvador, a conmemoracion de Su Alta Magestad, el cual maravillosamente todo esto ha dado: los Indios la llaman Guanahani. A la segunda puse nombre la isla de Santa María de Concepcion: a la tercera Fernandina: a la cuarta la !sabela: (5) a la quinta la isln Juana, (6) é así a cada una nombre nuevo. Cuando yo llegué a la Juana seguí yo la costa della al poniente, y la fallé tan grande que per.sé que seria tierra firme, la provincia de Catayo; (7J y como no fallé así villas y lugares en la costa de la mar, salvo pequeñas poblaciones, con la gente de las cuales no podía haber fabla, porque luego fuian todos, andaba yo adelante por el dicho camino, pensando de no errar grandes Ciudades o villas; y al cabo de mu.chas leguas, visto que no había ínnovacion, y que la · costa me llevaba al setentríon, de adonde mí voluntad era contraría, porque el in\'ierno era ya · encarnado, y yo tenía pro~ósito de hacer dél al austro, y tambíen el víénto me dió adelante, determiné de no aguardar otro tiempo, y volví a tras hasta un señalado puerto, de adonde envié dos hombres por la tierra, para saber si había Rey o grandes Ciudades. \8) Andovieron tres jornadas y hallaron infinitas poblaciones pequ~ñas y gente sin número, mas no cosa de regimiento; por lo cual se volvieron. Yo entendía harto de otros Indios, que ya tenía tomados, como continuamente esta tierra era Isla; é así seguí la costa deBa al oriente ciento y siete leguas fasta donde facia fin; del cual cabo vi otra Isla al oriente distante <9> desta diez é ocho leguas, á la cual luego puse nÓmbre la española: <10> y fuí alli: y seguí la parte del setentrion, así como de la Juana, al oriente ciento é ochenta y ocho (tt) grandes leguas, por lin-ea recta, (12) la cual y todas las otras son fertilísimas (13J en demasiado grado, y ésta en extremo: en ella hay much9s puertos en la costa de la mar sin comparacion de otros que yo sepa en cristianos, y fartos ríos y buenos y grandes que es' maravilla: las tierras della son altas y en ella muy muchas sierras y montañas altísimas, sin comparacion de la isla de Teneryfe, (14) todas fermosísimas, de mil fechuras, y todas andables y llenas de árboles de mil maneras y altas, y parecen que llegan al cielo; y tengo por dicho que jamás pierden la foja, segun lo pude comprender, que los vi tan verdes y tan hermosos como son por mayo en España. Y dellos estaban floridos, dellos con fruto, y dellos en otro término, segun es su calidad; y cantaba el ruiseñor y otros pajaricos de mil maneras en el mes de noviembre por alli donde yo andaba. Hay palmas de seis o de ocho maneras, que es admiracion verlas, por la diformídad fermosa deHas, mas así como los otros árboles y frutos é yerbas: en ella hay pinares á maravilla, é hay campiñas grandísimas, é hay miel, y de muchas maneras de aves y frutas muy diversas. En las tierras hay muchas minas de metales é hay gente in estimable número.
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La Española es m:1ravílla; las sierras y las tr.ontaf.:J.s y las vegas y las campiñas, y las tierras tan fermesJ.s y gruesas pnra plantar y sembrar, para criar ganados de todas suertes, para edificios de villas y lugares. Los puertos de ld mar, aquí no habría creencia sin vista, y de los ríos muchos y grandes y buenas aguas; los mas de los cuales traen oro. En los árboles y frutos y yerbas hay grandes !!Herencias de aquellas de Ialuana: e'h esta hay muchas especierías, y ~!andes tr.inas de oro y de otr-os metales.
Grabado !OIIIfldo de la nlición realizada m Basi/i•(l dt• la "Cnrla
de Colón'', rt:Jm•.venlrmtl.o una embarcación del 111is111o tij)() r¡ur la "Srmta lvlmia ".
La gente desta isla y de todas las otras que he fallado y habido noticia, <15> andan todos desnudos, hombres y mugeres, así como sus madres los paren; aunque algunas mugeres se cabrían un solo lugar con una foja 'de yerba ó una cosa de algodon que para ello hacen. Ellos no tienen fierro ni acero ni armas ni son lp]ara (16) ello; no porque non sea, gente bien dispuesta y de fermosa estatura, salvo que son muy te[merosos] á maravilla. No tienen otras armas salvo las a!rmjas de las cañas cuando es[tán] con la simiente, á [/a] cual ponen al cabo un palillo agudo, e no osan usar de aquellas: que m[uchas] veces me [acajeció enviar a tierra dos o tres hombres, [a] alguna villa, para haber fabl[a\, y salir a [ellos déllos] sin número y despues que los veían llegar fuian a no aguardar padre a hijo; y esto no porque a ninguno se haya hecho mal, antes, a todo cabo adonde yo haya estado y podido haber fabla, les he dado de todo lo que tenia, así paño como otras cosas muchas, sin recibir por ello cosa alguna; mas son así temerosos sin remedio. Verdad es que, despues que !se] aseguran y pierden este miedo, ellos son tanto sin engaño y tan liberales de lo que tienen, que no lo creería sino el que lo viese. Ellos de cosa que tengan, pidiéndosela, jamás dicen de no; antes, convidan la persona con ello y muestran tanto amor que darían los corazones, y quier sea cosa de valor, quier sea de poco precio, luego por cualquiera cosica de cualquiera manera que sea que se les dé, por ello son contentos.
•••••••••••• Esto segun el fecho así en breve. Fecha· en la carabela, (33) sobre la Isla de Canaria <34>. a XV de FebreA ño Mil CCCCL XX XXIII. Fará lo que mandareys, El Almirante
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La Segunda cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, reunida en Madrid los días veintitrés y veinticuatro de julio de mil novecien· tos noventa y dos, ha acordado las siguientes con· clusiones:
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l.-Hace un año nos reunimos por vez primera en Guadalajara, decididos a proyectar hacia el fu· tu ro la fuerza de nuestra comunidad. Nos guiaba la intención de aprovechar en toda su plenitud las afinidades que nos unen para consolidar un espacio abierto a la cooperación y a la solidaridad. En esta oportunidad hemos querido refrendar el compromiso con los principios y objetivos enunciados en nuestra reunión fundacional, aportando nuevos instrumentos operativos que traduzcan en realidades la cultura de la cooperación, considerada como la piedra angular de nuestro diálogo al servicio de la unidad y el desarrollo. Aspiramos a que los programas aprobados en esta segunda Cumbre constribuyan eficazmente a acrecentar el conocimiento y los lazos fraternales entre nuestros pueblos. Confiamos en pr0piciar con este impulso el prometedor camino emprendido en Guadalajara en favor de una vida mas digna para todas nuestras Naciones. Reafirmamos nuestro compromiso con la democracia representativa, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales como pilares que son de nuestra comunidad. Sólo mediante la salvaguardia de estos valores se pueden superar cabalmente los obstáculos internos de orden político, económico o social que se plantean en nuestros países. Ello exige un desarrollo equilibrado y justo, cuyos beneficios alcancén a todos.
destino: Ni el racismo ni la xenofobi<l, que condenamos sin paliativos, pueden tener nunca cabida en nuestros · comportamientos y actitudes. Nuestro designio, a la vista ya del siglo XXI. es avanzar en los proyectos de integración regional y alcanzar la plenitud del desarrollo político, social y económico. Nuestro propósito es una sociedad libre, abierta y pluralista, con pleno ejercicio de las lib.errtldes individuales, sin perseguidos ni excl~idos y dirigida a la consecución del progreso y de la justicia social. 3.-EI diálogo y la negociación entre todos los poderes y la colaboración de todos los sectores sociales, sin injerencias externas, son la mejor forma de fortalecer los sistemas democníticos y evitar involuciones que conducen al autoritarismo. Observamos con gran preocupación ciertas tendencias y actitudes que pretenden olvidar el marco de nuestros principios fundacionales e imponer soluciones de fuerza. Desde esta perspectiva, expresamos nuestro rechazo a cualquier forma o intento de alterar el orden institucional de la democracia en los países iberoamericanos.
2.-Nos reunimos a los quinientos años del encuentro de dos mundos, a lo largo de los cuales se han ido forjando los vínculos que nos hacen reconocernos hoy como miembros de una comunidad. Ha sido ésta una ocasión significativa en la que hemos querido dar testimonio de que nuestra reflexión y nuestro trabajo en común pueden dar frutos que se multipliquen en el futuro. lberoamérica debe potenciar lo específicamente propio y lo universal de sus valores compartidos en un compromiso renovado con la libertad y la justicia. Consideramos que nuestros países extraen su fuerza, más allá de su común origen, de una común opción. La identidad iberoamericana está fundada en la idea de la dignidad e igualdad de sus diversas ~ulturas y en una concepción integral y liberadora del hombre y la sociedad, como creadores de su
. CONCERTACION POLITICA 4.-Desde Guadalajara se han producido cambios decis\vos en un panorama político sometido a u na súbdita aceleración histórica. El fin de la hipo- ,, laridad abre nuevas posibilidades de concertación, al acabar con la lógica de la guerra fría y alterar el sentido de los alineamientos en la Comunidad Internacional. Nacen, en efecto, nuevos Estados y parece consolidarse la tendencia a la formación de grandes <Íreas de libre comercio y de integración regional y subregional. Paralelamente, la desaparición del frente Este-Oeste ha hecho m:is explícito d desnivel entre el Norte y el Sur.
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LA E.MBAJADA DE ESPANA
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s.-La Conferencia lberoa m"'ricafla, Cl~ este contexto, surge en nuestro espacio político como foro de concertación dotado de características propias. Trasciende enfrentamientos ideológicos y económicos y, al ser transcontinental, puede tener un efecto positivo para evitar que los bloques económicos regionales evolucionen hacia el proteccionismo. 6 ...1Las nuevas condiciones internacionales han impu\saJo ya avances en distintas áreas: desarme, solución dc los conflictos intcrnacionalcs y revitalización de la ONU. En ese sentido, se camina hacia una reforma del sistema de las Naciones Unidas. La Cumbre lbcroameric:ma manifestó la necesidad de avanzar en esta dirección, de forma que la Organización responda más eficazmente a la voluntad de todos los Estados Miembros. · La Conferencia réconoce que el desarrollo económico y social es uno de los objetivos prioritarios que debe estar presente, como preocupación ccn- · tral, en la agenda de todos los foros internacionales, en especial de la organización de las naciohes Unidas y en los planes y medidas de su reforma y revitalización. Los participantes en la Cumb;-e Iberoamericana már.ifiestan su plena disposición a prestar la mejor colaboración a fin de que la Organización de las Naciones Unidas desempeñe el papel que le corresponde en la n-..eva (ase de las relaciones internacionales, tanto ca la paz y la seguridad como en el desarrollo económico y social de los pueblos. De conformidad con los principios y objetivos de su Carta, declaramos igualmente nuestro apoyo al fortalecimiento, modernización y reforma de la Organización de Estados Americanos, foro por excelencia del sistema interamericano, y a los esfuerzos que desempeña en la solución de conflictos. ~ · 7 .-La Conferencia Iberoamericana se complace en registrar los avances hacia la completa entrada en vigor del Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe. Ha acogido con satisfacción el Acuerdo firmado por Argentina y Brasil cll8 de julio de 1991 sobre el uso exclusivamente pacífico de la energía nuclear. Destaca la importancia del Compromiso de Mendoza entre Argentina, Brasil y Chile, de 5 de sep· tiembre de 1991. relativo a la prospcripción de las arnas químicas y biológicas, al qt'<! se han adhe-
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rido Bolivia, Ecuador, Paraguay y Urugúny, así como de la Declaración de Cari:Jgena de 5 de diciembre de 1991, sobre la renuncia a las armas de destrucción masiva, suscrita por los Presidentes del Grupo Andino. La Conferencia Iberoameri· cana estima muy conveniente que los países iberoamericanos sean partes originarias de la Con~ención de armas químicas, cuyas negociaciones se 'están desarrollando en Ginebra.
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... . ......... .
9.-Los países iberoamericanos, inspirados en la tradición jurídica que les es propia, reafirman solemnemente la primacía del Derecho en sus relaciones mutuas y con el resto de los Estados de la Comunidad Internacional. Insisten en la obligación de resolver las controversias. internacionales por medios pacíficos y en el deber de los Estados de cumplir de buena fe las obligaciones contra idas en virtud de la Carta de· las Naciones Unidas, de los principios y normas de Derecho Internacional generalmente reconocidos, y de los Acuerdos Internacionales celebrados con arreglo a esos principios y normas. En especial, juzgan oportuno reiterar la necesidad de respetar absolutamente el pleno y exclusivo ejercicio por los Estados de la soberanía sobre sus territorios. La Conferencia considera altamente preocupante cualquier decisión judicial que vaya en con· tra de los principios mencionados. Rechaza todo tipo de interpretaciones que pretendan reconocer la posibilidad de la aplicación extratl:rritorial de las leyes de un país a otro, haciendo suya en este punto la Declaración del Grupo de Río del 16 de julio de 1992. En tal virtud nos proponemos pedir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su 4 7 período de sesiones, que solicite una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre este tema.
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Un aporte cultural de
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Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacfa la extensión del cielo. Esta es la primera relación, el primer discurso. No hablatodavla un hombre, ni un animal, pájaros, peces. cang~ejos, ár~oles, piedras, cuevas, barrancas, h1erbas n1 bosques: sólo el cielo existla ... Llegó aqur entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gl.Jcumatz. Hablaron pues
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consultando entre sf y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debla aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacif!liento de la vida y la creación del hombre. Se dispuso asr en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo que se ll~ma Huracán ...
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