Edición Especial Cairo+20. Ni un paso atrás para seguir avanzando
Comité sobre Población y Desarrollo, CPD, de CEPAL reafirma compromiso con Agenda de El Cairo
Los acuerdos aprobados por la reunión del CPD de CEPAL, realizada en Quito, entre el 4 y el 6 de julio pasados, implican un vigoroso compromiso de garantizar que en los países de América Latina y el Caribe se continúe impulsando la histórica agenda de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo y de sus procesos de seguimiento, así como también su continuidad más allá de 2014, cuando se cumplen los 20 años para los que fue fijada. Asimismo, se adoptó la decisión de que dicho Comité pase de ahora en adelante a denominarse Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, lo que otorga una importancia clave a los futuros acuerdos que se adopten en dicho ámbito, y subraya la importancia de la participación de la sociedad civil en las reuniones de esta Conferencia y de su Mesa Directiva, la cual estará dirigida por Ecuador, de acuerdo a la elección realizada en esta oportunidad. La primera reunión de esta nueva instancia será el año 2013, en Uruguay, y su tema central será el Programa de Acción de El Cairo después de 2014.
Otro acuerdo relevante es la decisión de que esta Conferencia podrá crear, como parte del desempeño de sus funciones, grupos de trabajo sobre temas prioritarios en el ámbito de la población y el desarrollo. Paralelamente, insta a los Estados miembros a establecer o fortalecer un mecanismo de coordinación nacional para facilitar la implementación y el seguimiento del Programa de Acción de la CIPD más allá de 2014.
En relación a los temas de la reunión, llama a los Estados miembros a proteger los logros e intensificar las acciones del Programa de Acción de El Cairo, y también las Metas de Desarrollo del Milenio, en aspectos claves como la garantía de los derechos reproductivos, el acceso a la salud sexual y reproductivo, prevención del embarazo adolescente con énfasis en la educación integral de la sexualidad, la prevención del abuso sexual, la prevención y el tratamiento del VIH/sida y otras ITS; medidas para prevenir y atender el aborto inseguro que incluyan el asesoramiento pre-y pos aborto, la
incorporación de los hombres en el cuidado de la SSR, necesidades de pueblos indígenas y afrodescendientes, migrantes, envejecimiento, etc., todo cruzado transversalmente por enfoques de género y los determinantes sociales de la salud.
A esta importante reunión asistieron delegaciones oficiales de los países de la región, representantes de CEPAL y del Fondo de Población de Naciones Unidas, UNFPA, de otras entidades vinculadas a temas de población y desarrollo, además de un importante contingente de organizaciones de la sociedad civil, en especial una articulación de redes de mujeres, jóvenes, indígenas, afrodescendientes, entre otros, la que interpeló a los gobiernos, a través de una declaración leída en plenaria, para exigir su real compromiso con la agenda de El Cairo y responder a las urgentes necesidades que plantea la época actual, en crisis por modelos de desarrollo signados por la exclusión y la desigualdad.
11 de Julio. Día Mundial de la Población: Acceso Universal a Servicios de Salud Sexual y Reproductiva El 11 de Julio, Día Mundial de la Población, fue instaurado en 1989 por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, para tomar conciencia sobre temas demográficos. Se supone que el 11 de Julio de 1989 la población mundial llegó a 5.000 millones de habitantes pero hoy esta fecha cobra aun más importancia considerando que alcanzamos ya los 7.000 millones de habitantes. Esta realidad plantea urgentes desafíos en términos de poder garantizar suficientes alimentos para este número sin precedentes de personas, al tiempo que lograr resguardar los recursos del planeta, que son finitos.
Los retos, por lo tanto, apuntan a la disminución de la tasa de nacimientos, ofreciendo a mujeres y hombres los medios para alcanzar su fecundidad deseada en el marco del pleno respeto a sus decisiones reproductivas; proteger los recursos naturales, el agua, los suelos, los bosques, los mares y ríos, la fauna diversa. Y, paralelamente, avanzar en la producción de alimentos de buena calidad y accesibles a toda la población mundial, tomando en cuenta que el hambre y la desnutrición siguen siendo realidades que afectan a millones de personas.
Es claro el vínculo que existe entre esta conmemoración y la reciente reunión del Comité Especial sobre Población y Desarrollo, organizada por la CEPAL en Quito, Ecuador, que como vemos en anterior noticia, culminó con acuerdos de gran importancia para la región latinoamericana y caribeña en términos de la protección de los derechos de las personas en su más amplia diversidad, vinculados al desarrollo humano, a la salud integral y la salud sexual y reproductiva y los derechos correlativos, y al cuidado del medio ambiente.
Y también se vincula con el proceso Río+20, que tuvo lugar en Brasil del 20 al 22 de junio de 2012, y desde donde lamentablemente emergieron acuerdos sobre la protección del medio ambiente que han sido calificados como insuficientes y carentes de
compromiso, al no confrontar los nefastos patrones mundiales de producción y consumo.
Es necesario recordar que hoy un total de 1.800 millones de jóvenes están entrando a sus años reproductivos, a menudo sin contar con suficientes habilidades y medios para protegerse de consecuencias indeseables, como embarazos no deseados o inoportunos, o infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH/Sida. De hecho las niñas y adolescentes enfrentan graves riesgos de morbimortalidad por causas vinculadas a la gestación, en comparación con mujeres de mayor edad, pues su organismo no está preparado para un evento reproductivo de esa magnitud. A lo que se debe agregar que un embarazo y posterior maternidad, a menudo trastoca los proyectos de vida de las adolescentes y potencia las condiciones de pobreza. Asimismo, cerca de 75 millones de embarazos son no deseados o no planificados cada año, un alto número de los cuales terminará en abortos provocados. Aunque el número de abortos inducidos ha tenido una leve baja a nivel mundial, aún se contabilizan alrededor de 43 millones de abortos cada año. En América Latina y el Caribe los abortos inducidos suman más de 4 millones anuales, la mayor parte clandestinos e inseguros, siendo causa principal de muerte de mujeres y adolescentes, en su mayoría de menores recursos.
Pero hay que enfatizar que con más acceso a anticonceptivos y a educación sexual en el año 2020, cada año morirían 200,000 mujeres menos por causas vinculadas al embarazo y parto, y 3 millones de bebés sobrevivirían más allá del primer año de vida.
Responder a estos desafíos globales es un planteamiento que fue establecido claramente por el Programa de Acción de la Conferencia sobre Población y Desarrollo de El Cairo, en 1994, y en sus seguimientos +5, +10 y +15. Cuando restan dos años para el cumplimiento del plazo fijado a 20 años para su total implementación, es decir en 2014, se comprueban graves déficit en numerosos países, tanto en término de asignación de recursos, como de voluntad política para adoptar los acuerdos en sus políticas, programas y legislaciones. No se puede dejar de mencionar la forma en que los embates fundamentalistas también han sido una barrera permanente en aspectos tales como los derechos sexuales y derechos reproductivos, acceso al aborto seguro, salud sexual y reproductiva de adolescentes, etc.
La salud sexual y reproductiva y los derechos correspondientes son elementos indispensables para garantizar la salud integral de las personas y, por ende, para asegurarles la vida digna y el buen vivir. Lo que a su vez repercute en comunidades que avanzan a un desarrollo humano más pleno, igualitario y justo. Esta debe ser la meta hacia la cual debemos proponernos llegar, haciendo responsables a los Estados por generar las condiciones para ello.