POR UNA SOCIEDAD PLURIÉTNICA, DIVERSA Y MULTICULTURAL Por: Leslie Holguín Católicas por el Derecho a Decidir – Colombia. “La diversidad es un principio-valor de inestimable importancia, en cuyo reconocimiento germina la unidad nacional en un crisol de rostros, culturas, costumbres, territorios y proyectos de vida, en donde lo multicolor y multiforme se hace país y se expresa en democracia”1
¿Por qué a esta sociedad le cuesta tanto respetar la diversidad? ¿Por qué el mundo tiene que ser en blanco o en negro? ¿Por qué nos imponen un modelo de sociedad, de familia, de Estado, de ser humano donde supuestamente lo “normal” nos pretende personas infelices, sumisas, reprimidas y conformes? ¿Por qué es tan difícil respetar la diferencia? ¿Por qué quieren controlar nuestra sexualidad, nuestro cuerpo y nuestra identidad? En fin, estas son tan sólo algunas de las muchas preguntas que día a día me suscita un país claramente homofóbico, de doble moral y patriarcal, que pretende imponer paradigmas de ser humano que niegan la libertad y sobretodo cercenan la justicia. Por eso, mi mente se confunde y se indigna ante este abanico de arbitrariedades que muchas veces nos castiga por el hecho de pensar por fuera de lo que han establecido como “normal” o “natural”; esta realidad cada día nos muestra indignantes formas y despreciables manifestaciones de excluir y discriminar lo diferente, lo diverso y todo aquello que se sale de los estereotipos del modelo imperante. Y en este sentido, no puedo dejar pasar esta fecha de fiesta, baile, diversidad, color, cuerpos pintados, alegría y destellos de libertad para cuestionar y rechazar todo aquello que niega nuestra esencia, pues somos un país plural, múltiple, diverso y lleno de seres maravillosos que crecemos desde la diferencia y luchamos por la igualdad. No puedo dejar pasar esta fecha, ya que esta marcha de alegría y de protesta de la comunidad LGBT, es un ejemplo de resignificación de esta fiesta por la defensa de los derechos sexuales, es una fiesta para invitar a la sociedad al respeto y para reclamar del Estado su responsabilidad de cumplir con la fórmula política de un Estado Social y democrático de Derecho, pluriétnico y multicultural que respete la diversidad y garantice la vida con dignidad. Es la hora de cambiar, llegó el momento de transformar aquellas posturas fundamentalistas, homofóbicas y discriminatorias que violentan lo más esencial del ser humano: la vida, dignidad y libertad.
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Eugenio Guerrero.
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Llegó el tiempo para vivir con respeto, para entender que lo fundamental es la gente y para hacer realidad este proyecto humanista que reclama seres más solidarios, más conscientes con la naturaleza, capaces de crecer en la diferencia y sobretodo aprender a simbolizar nuevos lenguajes y reinterpretar nuestros cuerpos.
Quisiera una sociedad coherente y consecuente con la vida, quisiera un Estado que garantice y respete los derechos humanos, quisiera un espacio espiritual y de fe que encuentre nuestra esencia desde las diferentes formas de relacionarnos con Dios, aquel dios piadoso, comprensivo y abierto a explorar al ser humanos en toda su complejidad y dimensión. Yo quisiera ver en la historia una revolución de valores, de principios, una revolución donde se reconozca la diferencia, una revolución donde el Estado Social y Democrático de Derecho y la sociedad misma respeten la libre opción sexual y el derecho fundamental a decidir inherente de cada persona.
Por lo pronto espero seguir en esta fiesta de colores, con esta fuerza que crece, con esta fuerza de cambio, con esta certeza de saber que la realidad puede tomar otro rumbo, con esta historia que escribimos día a día todos y todas desde la esperanza, pues le apostamos a la diversidad, a la pluralidad, a unas sociedades multicolores, justas, equitativas, multiétnicas, democráticas, unas sociedades donde cada persona decida a quién amar, en qué Dios creer, cuántos hijos tener o no tener, unas sociedades en las que las decisiones que cada persona tome sean respetas, unas sociedades en las que todas y todos le demos una pincelada de color a la vida.
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