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I La movilidad en el reparto de mercancías puede y debe ser sostenible

Camión eléctrico de Renault.

La movilidad en el reparto de mercancías puede y debe ser sostenible

Aproximadamente un 25 por ciento de las emisiones de gases contaminantes procede del transporte de mercancías. Además, actualmente, el empeoramiento de la calidad del aire puede llegar a afectar la salud de hasta un 80 por 100 de la población urbana.

Solamente en España, circulan 180.000 vehículos eléctricos (turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses), una cuota de mercado por debajo del 10 por 100. Según las cifras de la DGT, a finales del año 2021, se matricularon un total de 55.940 vehículos propulsados por energías diferentes a la de la gasolina o el gasoil. De ellos, 6.990 fueron camiones o furgonetas, casi un 12,50 por ciento del volumen total de las matriculaciones para coches impulsados por energías alternativas, entre los que se encuentran los electrificados al 100 por 100.

El objetivo de España para el año 2030 es que al menos, 5 millones de vehículos que circulen por las calles, sean eléctricos o híbridos-enchufables (3 millones de turismos y otros 2 de autobuses, camiones, furgonetas y motocicletas), según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

Así lo exige la Ley Climática Europea acordada por los 27 países de la Unión en 2021. La meta del acuerdo internacional es reducir en al menos el 55 por 100 las emisiones de gas de efecto invernadero para 2030.

Las compañías de transporte y los operadores logísticos están adoptando medidas, unas veces obligados por las normativas europeas, nacionales y locales, pero también voluntariamente. Entre las soluciones, el cambio hacia vehículos y energías menos

contaminantes como la electrificación, el gas o el hidrógeno, que chocan frontalmente con la escasez de tecnologías, puntos de recarga o los precios todavía desorbitados de los vehículos.

Con frecuencia, adoptar estas nuevas y caras tecnologías, afecta a su rentabilidad y competitividad frente a los que aún no lo están adoptando. Sin embargo, todos tendrán que tomar medidas y cuanto antes mejor.

Las medidas para una movilidad más sostenible son muy diferentes para el transporte de mercancías a larga distancia que en la última milla, donde la entrega al cliente final dentro de la ciudad. Aunque no es sencillo y está muy regulado, cuenta ya con mejores soluciones alternativas.

Larga distancia

El transporte de mercancías por ferrocarril es el más sostenible pero sigue siendo minoritario a pesar de los esfuerzos de la UE por potenciarlo. El tren en raros casos puede llegar de puerta a puerta, necesita de camiones y no es tan rápido como el camión solamente.

En el transporte por carretera se necesitan vehículos con gran potencia para aumentar de capacidad de carga. Por ejemplo, Amazon invertirá más de mil millones de euros en los próximos cinco años para electrificar y descarbonizar aún más su red de transporte en toda Europa, entregando paquetes a los clientes de manera más sostenible.

Aún así, España apenas ha matriculado 17.704 eléctricos e híbridos enchufables de los 120.000 que necesitaría tener ya este año para cumplir los objetivos de electrificación del Gobierno, según el barómetro de electromovilidad del primer trimestre de 2022 de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).

Última milla

La mejora de la logística en las entregas a domicilio reduce la congestión del tráfico y las emisiones en las ciudades. La circulación en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao o Sevilla, está muy regulada y cada vez más restringida.

Las alternativas al creciente reparto a domicilio, impulsado por el ecommerce, son los vehículos pequeños electrificados, a gas, con hidrógeno o híbridos.

Las pequeñas furgonetas pero especialmente las bicicletas, dominan el mercado sostenible. En este sentido, lo más nuevo es Decarbomile, el proyecto europeo para promover la ciclologística y descarbonizar la última milla.

Este proyecto en el que participa la Red de Ciudades de la Bicicleta, pretende promover la ciclologística para descarbonizar la última milla. Para ello, se desarrollarán cuatro pilotos en Logroño, Nantes, Hamburgo y Estambul . También participarán cuatro satélites en las ciudades de Tallin, Getafe, Gante y Sarajevo, que representan pilotos a menor escala.

Se trata de un proyecto financiado por la Unión Europea a través de la convocatoria H2020. El consorcio reúne a 31 socios de 10 países diferentes entre los que se encuentra la Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB), que supone su primera participación y experiencia en proyectos europeos

Bicicleta de reparto ecológica de Nacex.

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