APROBADO EL DOCUMENTO FINAL DEL SINODO 2018, PRESENTADO POR EL PAPA FRANCISCO El sábado 27 de octubre fue presentado el Documento Final de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que, desde el 3 de octubre, se celebró en Roma sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Entre los puntos abordados está la sinodalidad de la Iglesia, así como la escucha y el discernimiento. Desde esa óptica se tratan temas tan variados como la centralidad de la liturgia, la pastoral juvenil, el papel de la mujer en la Iglesia, la sexualidad, el escándalo de los abusos, las persecuciones, la espiritualidad, la vocación, las relaciones entre generaciones, la colonización cultural, el mundo del trabajo o la importancia de la formación, en especial la formación de los seminaristas. Aunque todos los puntos han superado la barrera de los dos tercios de los votos (166 votos), algunos han contado con mayor oposición. Es el caso del punto 150, que habla de los caminos de acompañamiento en la fe de las personas homosexuales, y que obtuvo 65 votos en contra y 178 a favor. Otros puntos que han tenido un número importante de votos en contra han sido el 148 sobre “la mujer en la Iglesia sinodal” (38 votos en contra), el 121 sobre “la forma sinodal de la iglesia” (51 votos en contra), el 39 sobre “las preguntas de los jóvenes” (43 votos en contra) o el punto 3 sobre “el documento final de la asamblea sinodal” (43 votos en contra). Vocación La escucha como condición esencial para recibir la vocación recorre todo el Documento Final. El punto 77 dice que la vocación “comporta un largo viaje”. “La palabra del Señor exige tiempo para ser comprendida e interpretada; la misión a la que se ha sido llamado se desvela gradualmente”. “Para acoger en profundidad el misterio de la vocación que encuentra en Dios su origen último, estamos llamados a purificar nuestro imaginario y nuestro lenguaje religioso, reencontrando la riqueza y el equilibrio de nuestra narración bíblica”, se dice en el punto 78. El Documento también llama a desarrollar una cultura vocacional, creando “las condiciones para que, en todas las comunidades cristianas, a partir de la conciencia