EXPERIENCIA DE COVID - ENERO 2021 “Una espiritualidad de ojos abiertos…” Los rumores, en torno a una gripe diferente llegada de China, se acrecentaban, llegó el 10 de marzo y recibimos una comunicación de la Consejería diciendo que se cerraba la E.I. hasta nueva orden y lo mismo del Ayuntamiento para el Proyecto del Centro de día, y los rumores quedaron confirmados. La primera reacción es de sorpresa y de urgente organización para explicar la situación a las familias de los niños de ambos Proyectos y a la vez hacerles saber con delicadeza que la Casa seguirá abierta todos los días, a cualquier hora y para cualquier necesidad. Amanece en un silencio helador el día 11, nuestro barrio Lavapiés, que es bullicio y un ir y venir, y en el que muchos de sus vecinos por sus países de origen o por sus etnias, hacen la vida en la calle está desierto, ¿qué podemos hacer como Comunidad y qué respuesta dar ante lo que vislumbramos? Muchas de nuestras familias son monoparentales, mamás con niños a cargo, con trabajos precarios de pura subsistencia y que con la pandemia los han perdido y quedan sin Erte, sin paro, sin ayudas… Empezamos por la atención a los niños: organizamos la Asamblea diaria a través de grupos de Whatsapp con los de la E.I., para que no pierdan el contacto con las profes y entre los compañeros y facilitamos a los padres actividades de psicomotricidad, cuentos para leerles, canciones…Los educadores del Centro de Día solventan todos los problemas de los niños comunicándose con cada familia y con los Colegios , la brecha digital es grande, para poder descargarse las clases y los deberes de las plataformas y pasarlos vía Whatsapp a los que no tienen otro medio, explicándoles los temas y resolviendo las dudas que presentan. La comunicación es diaria y pautan los horarios de manera que contactan con todos los alumnos de su grupo y ello les proporciona datos de salud o necesidades vitales que van apareciendo con el transcurso de los días. Además, en la Comunidad, organizamos un taller de mascarillas que hacemos llegar a los comedores sociales y repartimos también a las familias. “Consolad, consolad a mi pueblo, habladle con ternura, al corazón...” Al finalizar el día en la puesta en común, vía telemática, los educadores nos hacen saber la situación de las familias y lo que demandan, en general necesitan alimentos, pago de alquileres…, así que decidimos en Comunidad organizar lotes, con todo lo necesario según el número de miembros, para quince días. Para llevarlo a cabo nos ponemos al habla con un Supermercado que nos sirve los pedidos en casa. ¿Cómo olvidar las lágrimas de las mamás que expresan: “… ya no sabía a quién recurrir?”, “…no tenía nada para mañana…”, “¿todo para nosotros…?”, “…me siento bendecida…”, y si el frío aprieta y no se pueden encender radiadores eléctricos porque se deben los recibos y cortarían la electricidad y piden una estufa de butano, la Providencia nos la trae a casa el mismo día de la petición…! “La orza de harina no se vaciará, ni la alcuza de aceite menguará…” …Y aparece la bondad en las personas y las llamadas se multiplican, ¿cómo estáis?, ¿qué necesitáis?... Estamos bien, gracias a Dios y nosotras no necesitamos nada, pero hay mucho dolor a nuestro alrededor…y empiezan a llegar donativos para