SEGUID Circular de la Asociación de A. A. del Colegio de La Enseñanza
N º 45 de la Tercera Fase Santander, noviembre de 2020
DE SONRISAS Y ESPERANZA Parece que se nos han apagado las sonrisas detrás de las mascarillas, que no somos capaces de sonreir con la mirada, que la alegría se nos ha ido al ponernos un trozo de tela sobre la boca y la nariz. Es cierto que la cosa no está para festejos, pero quizás sí para transmitir un poco de alegría a nuestro alrededor. La alegría de la esperanza, de que pase lo que pase, todo tiene un sentido. Esa alegría que, desde niña, transmitía María, con miradas y silencios que nos hacen ver que no hace falta hablar para que se entiendan el calor y la ternura hacia los demás. Y, en estos tiempos difíciles, esa alegría nos viene de los que son unos expertos en repartirla por el mundo: nuestros niños. Dando lecciones diarias de responsabilidad a un mundo que se queja por todo, ellos tienen claro lo que tienen que hacer. El otro día, la hija de una amiga (seis años) me dijo que ella se ponía la mascarilla porque quería ser enfermera para curar a la gente pero, como era pequeña, no la dejaban ir al hospital a ayudar a las otras enfermeras. Ella había pensado que poniéndose la mascarilla ayudaba a sus futuras “compañeras de trabajo”. No me resulta extraño imaginar a la Niña María con esta actitud, los ojos sonrientes por encima de la mascarilla, haciendo un esfuerzo por colaborar, recordándonos a los mayores que ellos, los más pequeños, saben lo que pasa y lo que tienen que hacer para que mejore. Hoy, día de la Niña María, mi aplauso es para ellos, para todos los niños de nuestros colegios que lo están haciendo tan bien… para los que nos recuerdan que hay esperanza… los que nos invitan a cogernos de la mano de esta María, pequeñita como ellos, y a mirar hacia delante con confianza. ¿Cantamos juntos Celestial Niña y sonreímos?
Cristina Fuentes Ganzo