marketing político

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Colaborador: Leonardo Carlín Rosas

Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


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Primera Edición 2006. Segunda Impresión Noviembre del 2007. Convergencia, Partido Político Nacional. Derechos Reservados © 2006. ISBN: 970-794-077-8 Louisiana No. 113, Esq. Nueva York, Col. Nápoles Deleg. Benito Juárez, C. P. 03810, México, D.F. Todos lo derechos reservados. Ninguna parte de este documento puede reproducirse o transmitirse bajo ninguna forma o por ningún medio, sin permiso por escrito del titular de los derechos. Portada: Imagen prediseñada de Microsoft, autorizada para su utilización en terminos del Contrato de licencia para el usuario final de software de Microsoft. Hecho e Impreso en México/Printed in México. Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


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DECLARATORIA LEGAL Con fundamento en los artículos 17, 53, 54 y 229 de la Ley Federal del Derecho de Autor y para todos los efectos legales que corresponda, se hace constar que esta edición es única e independiente de cualquier otra que pudiera realizarse en el presente o en el futuro, por razón de su similitud en el formato, tipo y/o número de páginas, características tipográficas y de diagramación, etc. que no es periódica, quedando limitada esta edición o reimpresión exclusivamente al número total de ejemplares señalados en la página legal de esta obra literaria.

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Marketing polĂ­tico: una herramienta del quehacer polĂ­tico actual


5 ÍNDICE

Introducción. 1. ¿Qué es el marketing político?. 2. Orígenes y desarrollo del marketing político. 3. El plan del marketing político: fases y técnicas. 4.

Algunas críticas y observaciones.

Fuentes. Notas de pie de pagina.

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Introducción Hoy en día, en todos los sistemas democráticos, el marketing político figura como una herramienta fundamental del quehacer político nacional e internacional. Más allá de las críticas y/o aprobaciones que se puedan hacer sobre su aplicación a los asuntos políticos y sociales, el desarrollo de las técnicas del marketing político es un reflejo de la evolución que han tenido la tecnología y las formas de comunicación en general. En otras palabras, se trata de una expresión más del propio desarrollo de la humanidad, de la adecuación de nuevas tecnologías a las formas de organización social. Abordar el tema del marketing político requiere de un enfoque multidisciplinario, ya que dicho proceso involucra aspectos de diversas disciplinas como la Ciencia Política, la Sociología, las Ciencias de la Comunicación, la Economía y la Mercadotecnia. Desde un enfoque de este tipo, se entiende que el marketing político no sólo se trata de una herramienta para definir asuntos políticoelectorales, éste también se presenta como una práctica que genera conocimiento y que responde a diversos cambios sociales. No obstante, la mayor difusión e investigación de este tema se ha hecho en la arena política, particularmente, en los asuntos electorales. Por lo tanto, el marketing político es denominado indistintamente como marketing electoral. En cualquiera de sus denominaciones su objetivo final es la promoción y la venta de ideas y programas a un conjunto de personas: “la consecución del voto individual del mayor número de electores, permitiendo, de esta forma, que un partido alcance el poder”.1 Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


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1. ¿Qué es el marketing político? Existen diversas definiciones sobre el marketing político, no obstante, la raíz de este concepto es la misma: el marketing. “La definición de marketing que ha contado con mayor aceptación es la efectuada por la American Marketing Association (AMA) de 1985: Marketing es el proceso de planificación y ejecución del concepto, precio, promoción y distribución de ideas, bienes y servicios para crear intercambios que satisfagan los objetivos del individuo y de la organización”.2 Para Lock y Harris, el marketing político se define como “una disciplina orientada al estudio de los procesos de los intercambios entre las entidades políticas, su entorno, y entre ellas mismas, con particular referencia al posicionamiento de estas entidades y sus comunicaciones”.3 En términos meramente electorales, dicho proceso se concibe como “el estudio de los procesos de intercambio político que ciertas organizaciones (partidos políticos, sindicatos u otras instituciones de carácter nacional o internacional) o personas desarrollan con el objeto de conseguir el voto o la adhesión de un colectivo a un programa, a una persona o a una ideología”.4 Para Luis Costa Bonino, quien propone una definición más pragmática y operativa, el marketing político es “una caja de herramientas para ganar elecciones. La mayoría de estas herramientas se manejan de una forma simple y eficaz, mediante procedimientos que pueden enseñarse a los equipos de campaña para que multipliquen el impacto y la efectividad de su trabajo”.5 En suma, para este autor se trata de un método para Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


8 hacer buenas campañas políticas: un método para buscar el voto con el auxilio de las nuevas tecnologías. Siguiendo esta misma lógica se sostiene que el “método del Marketing Político parte del conocimiento del electorado y del diagnóstico de la elección. Mediante encuestas, estudios de opinión pública y análisis estadísticos, trata de llegar a cuatro conocimientos operativos clave: cómo es el candidato, cómo son sus adversarios, cómo son los electores y cómo es la elección”.6 Como puede observarse la aplicación del marketing político requiere, entonces, de un estudio arduo de las condiciones sociopolíticas de la sociedad en juego. Tal como lo anota Francisco Javier Barranco Saiz, el marketing electoral “parte de un análisis de la situación del mercado político a través, por un lado, el estudio de las características socioeconómicas del electorado, el estudio de su comportamiento y actitudes por otro y el análisis de sus deseos y necesidades, por último…Además, analiza la situación política general, la coyuntura económica nacional y las actitudes y posibilidades de las organizaciones políticas y de los candidatos que van a intervenir en la lucha electoral”.7 Siendo uno de sus principales objetivos la obtención de votos en las elecciones, el marketing político es utilizado para construir estrategias de campañas electorales, es decir, todo aquello que tiene que ver con los mensajes, los grupos objetivo a los cuales va dirigido el mensaje, los medios de difusión, la publicidad, etc. En lo que respecta a los medios de difusión, Costa Bonino señala lo siguiente: El Marketing Político basa buena parte de su eficacia en un conocimiento profundo de la Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


9 naturaleza y el funcionamiento de los medios de difusión. Cómo hacer un plan de medios para una campaña electoral, cómo enseñar a un candidato a desempeñarse de la mejor manera frente a una cámara de televisión o en una situación de debate, cómo editar y presentar las mejores imágenes para generar una percepción positiva [del] candidato entre los electores.8 En conclusión, puede decirse que aplicado concretamente a una campaña electoral, el marketing político “es, sobre todo, un magnífico sistema para poder influir en la opinión de los votantes, para posicionar al partido o al candidato favorablemente respecto a sus competidores y, fundamentalmente, para persuadir al elector de que su voto debe ser para [esa] opción política. Pero es, por encima de todo, una estrategia y un conjunto integrado de herramientas que conducen el desarrollo de la campaña electoral hacia el éxito”.9 Como disciplina el marketing político tiene como objetivo explicar y dar respuesta a las siguientes interrogantes: 1. El comportamiento de los ciudadanos ante el intercambio político. ¿Qué ciudadanos y por qué participan en la elección de representantes público? ¿Cuáles son y cómo actúan los condicionantes que influyen en la postura a adoptar? ¿Cuáles son las causas de que unos participen y otros no y cómo influyen las prácticas derivadas de las diferentes opciones en las respuestas adoptadas ante la elección política? ¿Cómo evolucionan esas respuestas? 2. El comportamiento de las diferentes opciones políticas en dicho intercambio. ¿Cómo Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


10 se desarrollan y elaboran sus estrategias? ¿Cómo concretan sus ofertas programáticas y de candidatos? ¿Cómo se organizan los medios materiales y humanos para captar las necesidades y preferencias de los electores, hacerles llegar sus respuestas y cómo las comunican? Explicar los factores que determinan la situación competitiva política. 3. La estructura y actuaciones de las instituciones encaminadas a facilitar el intercambio político. ¿Cuáles son y cómo se desarrollan estas instituciones que actúan sobre la situación competitiva? Medida y búsqueda de una constante mejora del grado de éxito con que actúan estas instituciones en el desarrollo del intercambio político. 4. Consecuencias que sobre la sociedad tienen los comportamientos de los electores, opciones políticas e instituciones que intervienen en el proceso de intercambio, lo que comprende un análisis a nivel macro del funcionamiento del sistema para detectar sus disfunciones y proponer correcciones.10

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2. Orígenes y desarrollo del marketing político. El marketing político surgió como una adaptación del concepto general de marketing a los asuntos políticos, así dicho proceso tiene sus orígenes claramente en la escuela del marketing comercial. En términos académicos, se ha establecido que “la investigación sobre marketing político comenzó como el resultado de una ‘preocupación social’ entre los investigadores de mercadotecnia al final de la década 1960. El trabajo seminal de autores como Kotler (1979), Kotler y Levy (1969), o Lazer y Nelly (1973), preocupados por la relevancia social del marketing comercial, contribuyeron a la conformación de las primeras bases de lo que hoy [se define] como marketing político”.11 El país precursor en la aplicación del marketing político fue Estados Unidos. Para algunos autores, los motivos que dieron pie a ello se refieren a los siguientes puntos característicos del sistema norteamericano: La falta de elites políticas. La internacionalización de la ideología del libre mercado, y del concepto de marketing en particular. Desarrollos constitucionales específicos en las primeras décadas del siglo XX. La estrecha conexión entre negocios y política. El predominio de la política de pork-barrel (fondos públicos para fines electorales). La necesidad de acomodar grupos de intereses diversos y la creencia de una política predicada sobre los grupos de interés. Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


12 El hecho de que los partidos no tuvieran una base ideológica, y de que existiera un alto grado de homogeneidad ideológica.12 Si bien dichas características son elementos constitutivos del sistema político-social de Estados Unidos, es un hecho que el desarrollo del marketing político también se ha extendido a otras latitudes que no presentan de igual manera todos estos rasgos. Por lo tanto, se puede concluir que el marketing político surge como una extensión del enfoque moderno de marketing al ámbito del intercambio político en todos los sistemas políticos democráticos modernos, sin importar las particularidades. Ello, sin dejar de considerar, que el fenómeno de la globalización ha estado impregnado de la cultura estadounidense, lo que también explicaría la propagación de las prácticas del marketing político al “estilo norteamericano”. En palabras de Enrique Martín A., las “expresiones tales como ‘marketing social’, ‘marketing público’, ‘marketing político y electoral’, etc., no son sino manifestaciones de los nuevos ámbitos donde el marketing se introduce para explicar los procesos de intercambio de las organizaciones que operan en esos entornos”.13 En este sentido, puede decirse que el marketing político resultó como consecuencia de las grandes similitudes entre los procesos político-electorales y la competencia económico-comercial. En este mismo tono lo reafirma Julio Juárez al plantear que “la lógica que está detrás del marketing político reside en la metáfora que sostiene que el mercado comercial puede, hasta cierto grado, ilustrar un ‘mercado’ electoral en donde los electores sopesan sus votos a partir de una decisión racional”.14 Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


13 Desde otro punto de vista, aunque manteniendo el mismo argumento, Barranco Saiz señala que si al marketing político “hay que compararlo con alguna especialidad del marketing general, no será, exactamente, con la de consumo, sino con la de servicios, puesto que lo que [se intenta] vender con ello van a ser promesas, ideas materializadas, de momento, en un partido, en un candidato y en un programa electoral que componen el producto que [se va] a ofrecer al mercado político”.15 Ahora bien cuáles son entonces las semejanzas y las diferencias entre marketing político y marketing empresarial. Al ajustar conceptos económicos como mercado, empresa, producto, servicios, venta, compra, etc. a la arena política, se tiene como resultado lo siguiente: En principio podemos considerar a los partidos políticos como empresas y a los políticos como empresarios. Los partidos pueden ser vistos como empresas políticas que producen bienes políticos (ideologías, servicios políticos, decisiones, etc.). Los productos políticos de partidos y candidatos constituyen la oferta política de un país en un determinado momento. A esa oferta se corresponde una demanda de la sociedad o del cuerpo electoral. Esa demanda puede estar compuesta por necesidades de autoridad o de libertad, de justicia o de eficacia, etc. Las empresas políticas actúan en un mercado político donde intervienen las ofertas y demandas políticas. Cada empresa política tiene una imagen y una marca institucional. Socialistas o liberales, conservadores o democristianos.16 Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


14 De una manera más puntual, se pueden enunciar como factores de coincidencia entre el marketing empresarial y el marketing político los siguientes hechos: a) La existencia, en ambos casos, de un conjunto de organizaciones que compiten por atraer a los integrantes de una población ofreciendo distintas alternativas que pretenden reflejar un elemento diferenciador y conseguir una ventaja competitiva sobre sus competidores. b) Tanto consumidores como electores llevan a cabo un proceso de análisis, evaluación y elección entre las alternativas que se presentan. Además se produce un análisis postelección consistente en comprobar si la opción escogida se corresponde con las expectativas generadas. c) Los canales de comunicación y persuasión utilizados en las democracias occidentales son idénticos a los utilizados en el ámbito empresarial. d) En los dos casos se comparten herramientas, técnicas, métodos de investigación y conceptos tales como: posicionamiento, segmentación, ciclo de vida, poder de mercado, barreras de entrada, etc. Por otra parte, entre los factores de discrepancia entre ambos tipos de marketing se encuentran: a) La particularidad de la situación competitiva y política compuesta, en general, por un menor conjunto de elección y caracterizada por una mayor rigidez debido a condicionamientos legales e históricos. b) Periodicidad prefijada del momento de Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


15 elección. c) Objetivos diferentes entre las organizaciones políticas y las empresas. d) La naturaleza eminentemente pública de la práctica electoral requiere una mayor presencia pública en las estrategias de marketing político y conlleva una mayor vulnerabilidad. e) El significado social de la participación política y su trascendencia pública es un fuerte elemento diferenciador en el proceso de elección.17 Además del traslado y conjugación de los conceptos y las ideas del mundo empresarial respecto al mundo político, también se presentan como fuentes del marketing político los mismos cambios sufridos en la sociedad y en la esfera política. Así, se presentan nuevas formas de comunicación y convivencia frente a las formas tradicionales, las cuales invariablemente tienen una repercusión en el campo político-electoral. Al respecto Teodoro Luque menciona que en la actualidad el “electorado se ha liberado de muchas limitaciones, [ahora] tiene un nivel de formación elevado, un acceso a la información y a una diversidad de fuentes mucho mayor, tanto es así que el problema se traslada a la capacidad de manejar, de procesar tal cantidad de información”.18 Asimismo, tradicionalmente los votos electorales eran obtenidos mediante la utilización de técnicas básicas como el conocimiento y el acercamiento personal con el electorado, así como la elocuencia. En el caso del marketing político en la actualidad, existen todavía rasgos similares aunque adaptados a los nuevos métodos de comunicación. Así lo reseña Costa Bonino: Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


16 El Marketing Político supone la evolución de las técnicas de conocimiento del electorado y de las técnicas de comunicación. Al hacerse masivos los cuerpos electorales, al contarse los electores por millones y no por cientos o miles, el conocimiento personalizado de cada uno de ellos, a la manera del viejo candidato, cuenta poco. De la misma manera, la elocuencia personal e intuitiva, se complementa con formas más eficaces de comunicación y persuasión. El esquema tradicional del político, conocimiento del electorado y comunicación, es, sin embargo, permanente.19 Con base en lo anterior, se deriva que entre las principales causas del desarrollo del marketing político se encuentran: el avance tecnológico, el desarrollo de sistemas de información más sofisticados, la aplicación de nuevas tecnologías a todos los ámbitos sociales y el crecimiento poblacional, entre otros. A grandes rasgos, a partir de sus orígenes y de acuerdo a la evolución que ha sufrido el marketing político a la par de los cambios sociales, pueden generalizarse como condiciones político-sociales para su desenvolvimiento los puntos siguientes: 1. Hay fuertes lazos entre política y negocios. 2. Se emplean agencias de publicidad y medios comerciales, existen estilos similares a la publicidad comercial. 3. Hay disminución en los niveles de participación popular y de ahí la necesidad de dramatizar las “llamadas”. 4. En la sociedad se crea un value vacuum, se produce un bajo nivel de lealtad. Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


17 5. Se gastan grandes cantidades de dinero en campañas. 6. Los políticos están preparados para modificar una posición de acuerdo con los consejos de la investigación: hay una noción de los electores como consumidores políticos que demandan persuasión no dogmática.20

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3. El plan del marketing político: fases y técnicas. El plan del marketing político, a través del cual se establecen las estrategias y las tácticas para desarrollar durante la campaña electoral, está constituido por las siguientes seis fases: El análisis 1. En esta fase se lleva a efecto un estudio o diagnóstico de la situación del partido con referencia al mercado político. Operativamente consistirá en una recopilación de datos internos y externos al partido que sean relevantes, así como su posterior análisis y evaluación. Los elementos importantes a considerar en esta fase son los factores demográficos, los factores económicos, el análisis del mercado político y el diagnóstico de los factores de marketing-mix: a)

Factores demográficos: - Tamaño y densidad de la población. - Estructura de la población por: edad, sexo, estado civil, clase social, tamaño de la familia, hábitat geográfico. - Evolución de la población actual.

b)

Factores económicos: - Evolución de la renta nacional en los últimos años. - Distribución de la renta nacional por: sectores, comunidades autónomas, provincias, familias, individual o per cápita. - Distribución y evolución del gasto familiar.

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19 - Índices económicos: precios, salarios, producto interno bruto, etc. c)

Análisis del mercado político: - Cuantificación del electorado. - Cuantificación de cada segmento. - Evolución política del electorado en general y de cada segmento en particular. - Parte del mercado electoral que correspondió a cada uno de los partidos que participaron en las anteriores confrontaciones electorales. Cuota de mercado.

d)

Diagnóstico de los factores del marketingmix: - Análisis de los candidatos que se presentan y de los partidos que los respaldan. - Análisis de los votos obtenidos. - Análisis del elector. - Análisis de la publicidad política.

La previsión de votos a obtener 2. Fase en la cual los dirigentes del partido deben dar cifras de previsión de votos tanto globales como por partido político, basadas en los métodos previsionales clásicos y, sobre todo, en los estudios de mercado que deberán realizarse, en especial durante el periodo que dure la campaña electoral. 3. La determinación de los objetivos Analizado el mercado político, analizados los aspectos favorables y negativos, es decir, los puntos fuertes y débiles [del] partido frente a los Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


20 otros, y después de pronosticar la evolución vegetativa en relación con la situación actual, la dirección deberá decidir hacia dónde quiere ir y qué es lo que debe conseguirse. Con otras palabras, determinar los objetivos del partido. La fijación de estos objetivos debe basarse en el conocimiento profundo de la situación del partido y del mercado político en el que se desenvuelve. Los objetivos deberán ser lo más concretos y realistas posible, es decir, cuantificados, los que puedan serlo, y alcanzables. La determinación de estrategias 4. Las estrategias representan las órdenes de marcha para los distintos elementos de la operación de marketing político. Es un aspecto fundamental, puesto que sin programas de acción que los respalden los objetivos no tienen ningún significado. 5. La fijación de los planes de acción Esta fase es equivalente a la determinación de las tácticas a seguir. Este conjunto de tácticas o planes de acción que van a llevarse a efecto para ganar unas elecciones es lo que se denomina programa de marketing electoral o de marketing político. En dicho programa deben definirse los siguientes aspectos: - Acciones específicas que van a realizarse. - Momentos en que dichas acciones deben iniciarse y finalizarse. - Resultados previstos a obtener con cada una de ellas. - Personas responsables de efectuar cada acción. Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


21 - Recursos económicos necesarios para su perfecto desarrollo. El control del plan de marketing político 6. En todo plan de marketing político es necesario establecer un adecuado sistema de control que asegure la ejecución óptima de cada una de las actividades que lo compongan. Todo control se basa en la comparación de lo que se había previsto con las realizaciones que se van consiguiendo.21 Uno de los principales estudios específicos del marketing político se refiere al estudio del mercado electoral. A partir de éste se pretende conocer la demanda del electorado, su situación y su posible intención de voto. Así, para conocer al electorado se presentan dos métodos principales: el análisis estadístico y las encuestas de opinión pública. A continuación se detallan ambas técnicas: Análisis estadístico: es el método más simple, directo y barato de estudio de los electores. Por este procedimiento se pueden conocer las características demográficas, sociales o económicas de la población. Existen múltiples fuentes de información de donde se pueden obtener datos. Entre ellas, las más útiles son los análisis de estadísticas y censos de la población del país, pero también datos que se publican en revistas, libros y artículos de prensa. Este tipo de análisis permite conocer la composición de la población por edad, categorías socioprofesionales, niveles de instrucción, sexo, etc. Encuestas de opinión pública: son encuestas Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


22 realizadas por empresas especializadas. Estas empresas realizan encuestas de opinión a cuenta principalmente de órganos de prensa y de partidos políticos…En principio [se pueden] distinguir entre las llamadas encuestas cualitativas y cuantitativas. • Encuestas cualitativas: también llamadas estudios motivacionales. Estos estudios utilizan técnicas abiertas, poco estructuradas y profundas, como entrevistas no-directivas o semidirectivas, reuniones de grupos y tests proyectivos. Se realizan sobre muestras muy reducidas, de pocas personas. El objetivo de estas encuestas no es medir comportamientos, sino de descubrir actitudes profundas y de comprender ciertos mecanismos mentales. Sirven para detectar ciertas ideas o disposiciones circulantes en la población, que después serán evaluadas y medidas con otras técnicas. • Encuestas cuantitativas: son las más conocidas y consisten en formular ciertas preguntas a un conjunto más o menos numeroso de individuos que constituyen una muestra representativa del total de la población que se quiere estudiar. En una muestra bien construida, las opiniones y comportamientos estudiados se revelan normalmente similares a los de la población total.22 Con base en este tipo de técnicas el marketing político Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


23 se define, entonces, como “el empleo de métodos precisos de estudio de la opinión y de medios modernos de comunicación, al servicio de una estrategia política. Permite que un candidato o un partido desarrollen sus potencialidades al máximo, y que utilicen de la manera más eficaz las cartas de que dispone. Llegado el momento y, especialmente, en elecciones ajustadas, puede ser el factor desequilibrante que otorgue el triunfo a una de las partes”.23

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4. Algunas críticas y observaciones. A pesar de la gran difusión que ha tenido el marketing político en la vida cotidiana de los ciudadanos de todas las democracias modernas y del papel tan importante que juega en el entorno electoral de las sociedades, dicho fenómeno genera aún bastante desconfianza y rechazo entre la población. Las causas de este sentimiento negativo son diversas y harto complejas, no obstante, el desconocimiento y la falta de información tienen mucho que ver. Sobre este tema Costa Bonino opina lo siguiente: Al contrario de lo que debiera inducir todo candidato, el Marketing Político no genera todavía un sentimiento de confianza. Poco conocido, es objeto de debates aislados e incompletos, en donde aparecen cuestionamientos y críticas de diverso tono y naturaleza, con mucha frecuencia poco consistentes. Los ejes por los cuales circulan estos cuestionamientos son dos, principalmente, pero que comparten una misma idea, donde se ve al Marketing Político como corruptor o desnaturalizador de la democracia: el primero alude a la eficacia de las técnicas y a la manipulación y casi violación de voluntades ciudadanas y el segundo a su carácter demagógico.24 “Generalmente se asocian con el término de marketing político o marketing electoral connotaciones de manipulación de las percepciones y opiniones de la gente, mediante recursos sofisticados de comunicación, principalmente a través de la televisión. Frecuentemente se piensa que estos procedimientos determinan una influencia decisiva sobre las voluntades de los electores, Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


25 lo cual hace suponer que en una democracia el poder lo detenta, en la práctica, quien mejor puede utilizar los medios de difusión”.25 En este sentido, una de las mayores críticas a la aplicación de las técnicas del marketing político al quehacer político diario, radica en la relación negativa que se le hace con la construcción y/o fortalecimiento de una cultura democrática. Sin embargo, queda claro que toda acción en la esfera política, desde la más simple como la elaboración de discursos o la planeación de campañas electorales hasta la más compleja como el diseño de políticas públicas o el proceso de toma de decisiones es reflejo del nivel de madurez política de una sociedad determinada. Por lo tanto, “la sugerencia de que el marketing político pone en peligro el carácter democrático de un entorno político al cambiar imagen por sustancia, privilegiando así forma sobre contenido, es cuestionada desde la propia capacidad, limitada, que las estrategias de mercadotecnia tienen para alterar un sistema político de por sí dinámico”.26 En suma, el marketing político no puede ser culpado de la falta de calidad o del avance relativo de un proceso de democratización sin evaluar antes el propio nivel de cultura política de la sociedad. De esta manera, un mejor desempeño de los métodos de marketing político será posible siempre y cuando los ciudadanos (electores) cuenten con las condiciones necesarias para exigir prácticas políticas de mayor calidad. Así, a mayor nivel de educación y cultura política entre la población, mayor será el nivel del desempeño del marketing político. “Más allá de su función de instrumento ganador para proyectos particulares, el Marketing Político puede ayudar a mejorar la producción política y a enriquecer Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


26 la oferta electoral. Entre las principales amenazas a los regímenes políticos democráticos están la indiferencia de programas y discursos, la falta de imaginación de las campañas, los aburridos rituales de partidos y candidatos. El Marketing Político es un mecanismo de creación de nuevas ideas, de nuevas imágenes y, sobre todo, de seducción, y, probablemente, haya pocos factores al alcance de las sociedades que puedan darle mejores perspectivas a la democracia, que una oferta política seductora y creativa”.27

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Fuentes Barranco Saiz, Francisco Javier, Marketing Político, Pirámide, Madrid, 2003, 261pp. Costa Bonino, Luis, El Marketing Político en pocas palabras, LCB-Marketing Político, versión electrónica disponible en http://www.costabonino.com/ ppalabras.htm, 14 de junio de 2006. Costa Bonino, Luis, Manual de Marketing Político, LCB-Marketing Político, versión electrónica disponible en http://www.costabonino.com/manual.htm, 14 de junio de 2006. Juárez, Julio, “Hacia un estudio del marketing político: limitaciones teóricas y metodológicas”, en Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad, Revista del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, Vol. IX, No. 27, México, mayo-agosto 2003, versión electrónica disponible en http:// www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/espiral/ espiralpdf/espiral27/61-95.pdf, 15 de junio de 2006. Luque, Teodoro, Marketing político. Un análisis del intercambio político, Ariel, España, 1996, 227pp.

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Notas al pie de pagina. Francisco Javier Barranco Saiz, Marketing Político, Pirámide, Madrid, 2003, p. 257. 2 Teodoro Luque, Marketing político. Un análisis del intercambio político, Ariel, España, 1996, p. 5. 3 En Julio Juárez, “Hacia un estudio del marketing político: limitaciones teóricas y metodológicas”, en Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad, Revista del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, Vol. IX, No. 27, México, mayo-agosto 2003, versión electrónica disponible en http:// www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/espiral/ espiralpdf/espiral27/6195.pdf, 15 de junio de 2006, p. 63. 4 En Teodoro Luque, op. cit., p. X. 5 Luis Costa Bonino, El Marketing Político en pocas palabras, LCB-Marketing Político, versión electrónica disponible en http://www.costabonino.com/ ppalabras.htm, 14 de junio de 2006. 6 Íbidem. 7 Francisco Javier Barranco Saiz, op. cit. 8 Luis Costa Bonino, op. cit. 9 Francisco Javier Barranco Saiz, op. cit., p. 20. 10 Teodoro Luque, op. cit., p. 29. 11 Julio Juárez, op. cit. 12 Teodoro Luque, op. cit., p. 13. 13 En Teodoro Luque, op. cit., p. IX. 14 Julio Juárez, op. cit., p. 89. 15 Francisco Javier Barranco Saiz, op. cit., p. 11. 16 Luis Costa Bonino, Manual de Marketing Político, LCB-Marketing Político, versión electrónica disponible en http://www.costabonino.com/manual.htm, 14 de junio de 2006, p. 4. 1

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29 Teodoro Luque, op. cit., p. 20. Íbidem., p. 2. 19 Luis Costa Bonino, Manual de Marketing Político, op. cit., p. 3. 20 Teodoro Luque, op. cit., p. 9. 21 Francisco Javier Barranco Saiz, op. cit., pp. 26-33. 22 Luis Costa Bonino, Manual de Marketing Político, op. cit., pp. 6-8. 23 Íbidem., p. 71. 24 Íbidem. 25 Íbidem., p. 3. 26 Julio Juárez, op. cit., p. 69. 27 Luis Costa Bonino, Manual de Marketing Político, op. cit., p. 71. 17 18

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CONVERGENCIA Tarea Editorial

1ª Edición Agosto de 2006. 2ª Impresión Noviembre del 2007. DISTRIBUCIÓN GRATUITA, PROHIBIDA SU VENTA.

El folleto denominado “Marketing político: una herramienta del quehacer político actual” es una publicación de “Convergencia”, esta obra se terminó de imprimir en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, el día 12 de Noviembre del 2007. Esta impresión consta de 6,465 ejemplares más sobrantes y fueron impresos por: Administradora de Servicios Corporativos Integrales, S.A. de C.V., en Morones Prieto Pte., número 2,805 interior 230, colonia Lomas de San Francisco, Ciudad de Monterrey, Nuevo León, C.P. 64710. La edición estuvo al cuidado de la Tesorería del Comité Ejecutivo Nacional de Convergencia, Partido Político Nacional. Marketing político: una herramienta del quehacer político actual


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