Zitácuaro

Page 1

RESUMEN: ZITÁCUARO Fundado en el Valle de Quencio, en antiguos tiempos Zitácuaro llegó a ocupar una amplia y bella región natural al nordeste de Michoacán, cuyos poblados principales fueron Angangueo, Jungapeo, Susupuato, Tuxpan y Tuzantla, donde abundan árboles, magueyes, palmas, flores, nopales, frutas silvestres, hierbas medicinales y alimenticias y muchas otras plantas. Con el nombre oficial de HEROICA CIUDAD DE ZITÁCUARO, en anteriores tiempos tuvo los de Quencio, San Juan, Villa de San Juan Zitácuaro y Ciudad de la Independencia. Rodeado de eminencias montañosas, el municipio está ubicado en la depresión denominada Valle de Quencio, en tanto la configuración de la cabecera municipal es más o menos plana, con un ligero declive. Su clima es de los más benignos, acogedores y agradables. Tras el sometimiento de la Gran Tenochtitlan, el Estado purépecha se consideró el blanco inmediato para la continuación de la Conquista. En las tres etapas fundamentales de la transformación nacional: Independencia, Reforma y Revolución Mexicana, Zitácuaro participó entusiastamente, primero a través de la Suprema Junta de Zitácuaro; lo mismo durante la Guerra de Reforma, cuando sobresale por su lucha abolicionista de los fueros militar y eclesiástico, y durante la Intervención Francesa, contra la cual opuso firme resistencia; en la Revolución Mexicana, Zitácuaro aportó sus grupos progresistas.


JESÚS TEJA ANDRADE

Monografía Municipal

ZITÁCUARO

JESÚS TEJA ANDRADE

GOBIERNO DEL ESTADO DE MICHOACÁN 1978

2


ZITÁCUARO

CRÉDITOS Coordinador General: Leopoldo Herrera Morales COLABORACIONES ESPECIALES: Delegación de INDECO en el Estado de Michoacán Información sobre: Población Industrias de Transformación y de la Construcción, Establecimientos Industriales, Comerciales y de Servicio, Vías de acceso y distancia a la Cabecera Municipal Mapa del Municipio Gráficas: de crecimiento de población, pirámide de edades, población económicamente activa, datos económicos de la población y población no productiva: Jaime L. Arciniega Contreras Federico Torres Orrios Documentos inéditos: Rosalío Vaca Verduzco Selección fotográfica: Hilda Esquinca Sánchez

3


JESÚS TEJA ANDRADE

PRESENTACIÓN

E

GOBIERNO DE MICHOACÁN edita esta serie de monografías municipales porque piensa que el conocimiento específico de uno de los municipios michoacanos contribuirá a una autoconciencia razonada de cada municipio, a un conocimiento más cabal del conjunto del Estado, a la divulgación de la belleza y los valores locales del terruño y a la mejor inteligencia del hombre en general. Estima, asimismo, que las monografías locales pueden ser un instrumento pedagógico de primer orden para iniciar a niños y adolescentes al través de su patria chica, a la que instintivamente aman, en la ciencia y el amor de la patria grande que es México, y porque está seguro que estas monografías fomentarán una acción social más consciente, vigorosa y audaz de los conglomerados municipales. Cada monografía se propone diseñar un conocimiento redondo de un municipio, aspira a la comprensión de sus hombres, al dibujo de su geografía, de su historia, de su economía, de su organización social, de su participación política y de su vida de relación con otras comunidades y busca la definición del municipio de que trata. Vamos a impulsar hacia un imperioso levantamiento espiritual los mejores hombres de cada lugar, que hoy están prisioneros del gravamen terrible del abandono y aislamiento. Vamos a hacerles saber a estos espíritus fraternos, perdidos en la inercia provincial que tienen en nosotros auxiliares y defensores. Vamos a tender una red de nudos de esfuerzo por todos los ámbitos michoacanos, red que a la vez será órgano de comunicación y órgano del estudio y conocimiento del hecho local y nacional; red, en fin, que forme un sistema nervioso por el que corran vitales oleadas de sensibilidad y, automáticas, poderosas corrientes de entendimiento y colaboración. Si alcanzamos estas metas, estaremos cumpliendo con el propósito esencial de esta serie monográfica y, a nivel estatal, colaborando en la realización de los propósitos nacionales expresados por el Presidente de la República, licenciado José López Portillo. Finalmente, sobra decir que estas monografías no serán producto de una sola persona, sino de varias bien enteradas y muy distinguidas que nos han brindado su colaboración: sus escritos o testimonios, así L

4


ZITテ,UARO

como el resultado de sus investigaciones hechas sobre el pasado y la realidad actual. Morelia, Mich., julio de 1978 Carlos Torres Manzo Gobernador Constitucional del Estado

5


JESÚS TEJA ANDRADE

PRÓLOGO

C

acepté la invitación que me hiciera, por conducto del maestro Leopoldo Herrera Morales, el Lic. Carlos Torres Manzo, Gobernador del Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo, para escribir la Monografía de ZITÁCUARO, como parte de un proyecto cuyo propósito fundamental es el de enriquecer, afinar y actualizar la geografía y la historia de Michoacán, con base en la colaboración de cada uno de sus municipios. Esta necesaria y meritoria labor tiene, asimismo, la intención de planear científicamente el desarrollo económico, social y cultural del Estado, así como dar un paso más en la interpretación de la historia nacional que, a pesar de los esfuerzos realizados y los avances logrados a este respecto, hasta la fecha no se ha conseguido cabalmente llegar a las metas propuestas desde hace tiempo. Bien comprendemos que la narración y la interpretación de los hechos históricos y sociales son complejos y suponen un criterio objetivo y sereno; pero sabemos también que la tarea puede llevarse a cabo, habida cuenta de que la madurez y la conciencia cívica de los mexicanos están logradas y siguen progresando notablemente, debido a que el conjunto de conocimientos, experiencias, opiniones, ideales y perspectivas nacionales ha estado sujeto a un proceso histórico, patriótico y revolucionario. Las instituciones regionales y nacionales consolidadas y ampliadas por la Revolución, confirman el aserto. Trataremos de ocuparnos de los hechos sobresalientes de la historia de ZITÁCUARO, en los cuales desempeñaron un papel digno y alentador, tanto el propio pueblo como sus idóneos guías, ya que ellos se prodigaron en la lucha, sin condiciones ni intereses mezquinos, lucha de entrega total y constructiva que operó a base de conjuntos pletóricos de honestidad, coraje, lealtad, patriotismo acrisolado y convicciones progresistas, en la ejemplar dimensión de tan decorosos atributos. La independencia, la libertad, la soberanía y la autodeterminación del pueblo mexicano, que hoy disfrutamos y que es para todos nosotros un timbre de orgullo auténtico; conquistas logradas merced a múltiples sufrimientos, actos heroicos, actitudes OMO UN SEÑALADO PRIVILEGIO

6


ZITÁCUARO

decorosas y batallas decisivas de alta calidad revolucionaria, constituyen el más valioso legado que recibimos y que tenemos la indeclinable obligación moral y cívica de superarlo para bien de todos y, de manera especial, en favor de las generaciones futuras. De la época prehispánica hasta nuestros días, nos referiremos a la participación del ZITÁCUARO de ayer y hoy, en el proceso histórico y social de México. Procuraremos, asimismo, presentar, debidamente correlacionados, los aspectos fundamentales de carácter físico, demográfico y económico, así como algunas reproducciones fotográficas de bellezas naturales, instituciones, documentos inéditos, monumentos históricos, etc., que demuestran la grandeza, el prestigio y la importancia a que ha llegado la actual Ciudad Heroica. Si la intención de cumplir devotamente con la búsqueda de la independencia y la renovación perenne de nuestro destino regional y nacional se logra, como lo han previsto las generaciones actuales, será el mejor homenaje que rindamos a nuestro pueblo y demás egregios constructores de la Patria Mexicana, que hoy cuenta con respetables instituciones educativas, culturales, sociales, políticas y jurídicas de más alta configuración colectiva que en el pasado, pero que les falta mucho a fin de que cumplan a satisfacción con su necesario cometido de justicia social, que todos los mexicanos merecemos por tener derecho a ello, privilegio que debe estar basado en el cumplimiento, puntual y responsable, de nuestros propios e indeclinables deberes. La epopeya de los hombres de ZITÁCUARO que actuaron en el territorio regional y fuera de él, así como a través del tiempo (que siempre transcurre del presente al futuro), epopeya reconocida por propios y extraños y que interpretaremos con genuina sencillez, pero con firme conciencia cívica, será el resultado de la cooperación compartida y solidaria de dilectos amigos que, con sus congruentes consejos, indicaciones, donaciones de documentos y objetos de incalculable valor geográfico e histórico, pusieron a nuestro alcance con un propósito formulado oportunamente: acercarnos con plenitud, estrechamente unidos a la verdad objetiva de nuestras libertades e independencia política, económica y cultural, para elevar dignamente las condiciones de vida de todos y recibir el bien de la Patria chica y de la grande, que tan notablemente diseñaron nuestros mayores. J. T. A. 7


JESÚS TEJA ANDRADE

TESTIMONIOS CÍVICOS

L

AS SIGUIENTES ASEVERACIONES,

entre otras muchas que podríamos contemplar hablan elocuentemente de la actitud patriótica y el ejemplo edificante de los hijos y demás moradores de un pueblo valiente, humanista y revolucionario, a saber: Carta del Lic. Benito Juárez Durango, enero 2 de 1867 Sr. Jefe Político de Zitácuaro, D. Carlos Mexía Mi estimado señor: Aprovecho el regreso de Ud. para el Estado de Michoacán, para suplicarle haga presente a los buenos patriotas de Zitácuaro mi más profunda gratitud por la conducta digna y honrosa que han observado, y por los grandes sacrificios que han hecho en defensa de la independencia y libertad de nuestra patria. El Gobierno, a pesar de la distancia a que se ha hallado, y de la incomunicación en que ha estado con los pueblos del interior, está al tanto y admira los heroicos sacrificios que han hecho los buenos hijos de Zitácuaro en favor de la causa nacional. La patria no olvidará esos sacrificios, y el Gobierno procurará recompensarlos oportunamente, cuando sus aflictivas circunstancias se lo permitan, y de la manera que le sea posible. Entretanto, sírvase Ud. felicitarlos a mi nombre por el triunfo que ya está muy cercano de la santa causa de la patria, y ordene lo que guste a su amigo afectísimo. Benito Juárez. DOS LEYES HISTÓRICAS 1. En la ley del 17 de noviembre de 1858, se ordenó que se diera a la Villa de San Juan Zitácuaro, el título de Ciudad de la Independencia, 8


ZITÁCUARO

"por haber sido un firme sostén de la causa de la libertad, desde la gloriosa lucha de México por su emancipación de la antigua España" (al general Epitacio Huerta, general en Jefe de la 2ª División del Ejecutivo Federal y encargado del Mando Supremo del Estado de Michoacán, le correspondió decretar tan trascendente y justo ordenamiento legal). 2. En la ley del 20 de abril de 1868, el Presidente de la República, Lic. Benito Juárez, decretó que a Zitácuaro se le diera el título de Heroica, "declarando que sus vecinos han merecido bien del Estado por sus distinguidos servicios en la última guerra de Independencia; y que se erija en la plaza principal de Zitácuaro un monumento a la Independencia, con cargo a los fondos del Estado, y que de la misma manera se construyan cuatro túmulos a la memoria de Crescencio Morales, Nicolás Romero, Francisco Serrato y Donaciano Ojeda, muertos en defensa de la Patria" (Capítulo Tercero, Artículo 2º de la Ley Orgánica de División Territorial del Estado y Sobre el Gobierno Económico-Político). Conceptos del Lic. Eduardo Ruiz Es digno de llamar la atención la coincidencia de que esta tremenda lucha (contra la guerra de intervención francesa en Michoacán), se iniciara en Zitácuaro, como si el ángel que custodia nuestra patria hubiese querido conceder tan alta honra al pueblo más patriota de la tierra de Morelos. El Maestro e Historiador Jesús Romero Flores, expresa sus sentimientos a este respecto: A Zitácuaro Saludo al suelo bendito que es cuna de la lealtad, en donde la libertad nobles páginas ha escrito; donde el valor alza un grito fuerte cual tumbo de mares, 9


JESÚS TEJA ANDRADE

donde se erigen altares dentro de cada corazón al insurgente Rayón y al Benemérito Juárez. Zitácuaro en nuestra historia tiene páginas tan bellas como un reguero de estrellas sobre de un campo de gloria. Ensalcemos la memoria de los Alzati y Bernal, y Morales inmortal y de Donaciano Ojeda; ¡cuyo recuerdo nos queda como orgullo regional! (Nota: Solamente se transcribieron dos décimas de este hermoso poema cívico).

10


ZITÁCUARO

HISTORIA ANTIGUA DE MICHOACÁN

Z

ITÁCUARO,

DESDE SU FUNDACIÓN, siempre ha sido parte inseparable, espiritual y materialmente hablando, del territorio que actualmente ocupa el Estado Libre y Soberano de Michoacán. Los siguientes datos, expresados con brevedad, nos ayudarán a interpretar mejor y sentir entrañablemente lo que fue y sigue siendo el solar patrio en el que nacimos: Michihuacan (nombre primitivo), desde el punto de vista etimológico, es una palabra de origen náhuatl que significa "lugar de los que poseen el pescado" o "lugar de pescadores". Se puede decir que los primitivos pobladores que aparecieron en Michihuacan, lo hicieron entre los 12,000 y 10,000 años antes de Cristo. Muchos siglos después, arribaron los pre-tarascos y, más tarde, los tarascos modernos e históricos, esto es, la tradición nos habla de multitud de grupos étnicos que en fechas desconocidas llegaron, y que no tenían la misma comunidad de idioma, territorio, economía, cultura ni costumbres similares. Tales fueron: los chichimecas, los tecos, los eneami, los purépechas, los pirindas, los aztecas, etc., quienes en su proceso evolutivo, constituyeron los asentamientos humanos que fueron, con el devenir histórico, una de las raíces de la sociedad tarasca de nuestros días, integrada fundamentalmente por familias indígenas y mestizas. Lo que se puede asegurar es que ya en el siglo XIII, el desarrollo económico, social, cultural y político de los tarascos, era una realidad tangible y avanzada. En efecto, cuando los españoles invadieron el territorio michoacano, el Estado Tarasco (con población, territorio y gobiernos propios), se encontraba en las mejores condiciones de organización y funcionamiento, en cuanto a sus infraestructuras (materiales) y superestructuras (políticas, legales, culturales, morales, etc.) se refiere. La unidad histórica y política del Estado Tarasco de Michihuacan, comprendía, en la misma época prehispánica, grandes extensiones de superficie que correspondían al propio Michoacán 11


JESÚS TEJA ANDRADE

(cabe aclarar que los españoles, a su arribo, pronunciaban y escribían Mechoacan o Michoacán), Jalisco, Colima, Nayarit, Sinaloa (una parte), Síbula (lugar de bisontes) en Nuevo México, Guerrero y Guanajuato, cuyos linderos, como es de explicarse, nunca se definieron, debido a la política de guerra y de conquista que realizaba frecuentemente el Estado Tarasco. Acerca de la palabra purépecha, se le dan varios significados: "visitantes", "macehuales" y "gente común". En cuanto al vocablo tarasco, citaremos dos interpretaciones: la que proviene del nombre del dios Taras, el cual se aplicó a los moradores de la provincia de Michoacán, y la que asevera que, al llegar los peninsulares, éstos impusieron el nombre de tarascos a los habitantes, con lo cual y con intención despectiva, les decían "suegros" o "yernos", según el caso, por el hecho de tomar como esposas a las mujeres purépechas. Durante el virreinato, el reino o provincia de Valladolid (Michoacán), comprendía los territorios de los hoy Estados de San Luis Potosí, Guanajuato y el poniente de Guerrero. En virtud del decreto promulgado en Apatzingán en 1814, Michoacán formó parte de las 17 provincias en las que se dividía la América Mexicana. Entre los principales cambios en la división política de México, figuran los siguientes, referentes a Michoacán: de acuerdo con la Constitución de 1824, forma parte de México junto a 19 Estados y 3 Territorios; en 1857, es una de las 25 entidades, y en 1917 el Estado de Michoacán integra la división territorial de México como una de las 31 entidades de la Federación. La superficie actual de Michoacán es de 59,864.0 Km.2. El territorio del Estado se encuentra situado en el centro-oeste de la República Mexicana y se extiende de este a oeste en 3º 41' 17" de longitud.

12


ZITÁCUARO

CAPÍTULO I ZITÁCUARO EN EL ESCENARIO GEOGRÁFICO

C

iniciamos el desarrollo de la temática acerca del municipio de Zitácuaro, en sus diferentes aspectos, a saber: Zitácuaro se fundó en el Valle de Quencio (nombre que procede de la palabra queni, que significa subir: lugar de arriba o en lo alto), hecho que aconteció en la época prehispánica. Su espacio geográfico llegó a ocupar una amplia y bella región natural, cuyos poblados principales fueron: Angangueo ("dentro del bosque"), Jungapeo ("lugar amarillo"), Susupuato (etimología desconocida), Tuxpan (palabra náhuatl, que significa "en donde hay conejos") y Tuzantla (en donde abundan las tuzas"), así como otros poblados pequeños que en décadas pasadas integraban el Distrito de Zitácuaro, cuya cabecera era la Ciudad Heroica del mismo nombre. A la etimología de la palabra Zitácuaro, se le han dado varias interpretaciones: para el Lic. Eduardo Ruiz, significa "lugar desconocido"; para el investigador Gilbert, se refiere a un terreno comprendido dentro de una medida agraria que corresponde a un poco más de dos fanegas de sembradura de maíz, medida que en tarasco se llama "zitacua"; para el Dr. Peñafiel, significa "lugar de sogas"; otros historiadores la traducen como "fiesta o lugar de resurrección", por la exuberante vegetación: abundancia de árboles, magueyes, palmas, flores, nopales, frutas silvestres, hierbas medicinales y alimenticias y muchas otras plantas (parece que confunden la palabra Zitácuaro con la de Zitacuarénscuaro). El nombre oficial en la actualidad es el de Heroica Ciudad de Zitácuaro (a partir de 1868). Pero ha tenido otros nombres a través del tiempo: Quencio, San Juan (pueblo fundado por el marqués Alonso de Bracamonte y Peñaranda, junto a Zitácuaro, separados ambos por una sola calle central), Villa de Peñaranda y Bracamonte (1617), Villa de San Juan Zitácuaro (al fusionarse en una sola ON EL PRESENTE CAPÍTULO

13


JESÚS TEJA ANDRADE

localidad, tanto Zitácuaro como San Juan) y Ciudad de la Independencia (de 1858 a 1868). La localización del municipio de Zitácuaro, es la que se menciona a continuación: Latitud norte: 19 grados, 26 minutos, 00 segundos. Longitud oeste del meridiano de Greenwich: 100º 22' 00". Altitud (metros sobre el nivel del mar): 1950. Situación geográfica: se encuentra enclavado en una de las más hermosas y atractivas regiones del nordeste de Michoacán. Es uno de los 113 municipios de la entidad. La superficie actual del municipio de Zitácuaro, es de 390.5 kilómetros cuadrados. Sus límites son: al norte, Tuxpan y Ocampo; al este, el Estado de México; al oeste, Jungapeo y al sur, Benito Juárez. CONFIGURACIÓN Y OROGRAFÍA El municipio de Zitácuaro es accidentado en la periferia de la cabecera, centro municipal que está enmarcado en la depresión denominada Valle de Quencio, el que, a su vez, se encuentra rodeado de eminencias (montañas, cerros, colinas, mesetas); barrancas (El Muerto, el Río de Guadalupe, El Salto, El Pitayo, Honda, Los Chávez y Piedra Encimada); cañadas (Herrerías, Cedano); altiplanos (frente a los cerros Ziráhuato y Camacho); cuencas (Zitácuaro, La Carolina, Herrerías), y un cañón llamado popularmente "El Salto"), cuyos acantilados (a 100 metros de profundidad), dan la sensación de estar cortados casi a plomo; en la parte inferior corre el río de San Juan Viejo. Sobre "El Salto" se construyeron dos puentes: uno para el ferrocarril Zitácuaro-Maravatío y otro para la carretera que va a Morelia. La configuración de la ciudad es más o menos plana, con un ligero declive que va de este a oeste; pero la parte sur es accidentada. Una faja montañosa, desprendida del Nevado de Toluca, se localiza de este a oeste, y al penetrar en el municipio de Angangueo, atraviesa Zitácuaro, para continuar su trayectoria hacia Hidalgo, Zinapécuaro, Morelia, Acuitzio y Pátzcuaro.

14


ZITÁCUARO

El sistema orográfico central recibe nombres diferentes, según la región o lugares por donde pasa: al este, Sierra Tlalpujahua y Angangueo en el municipio de Zitácuaro, y así sucesivamente. Dicho sistema cuenta, en Zitácuaro, con eminencias que dan la impresión de integrar una cadena de alturas, cercanas unas (cerros Pelón y Cacique) y lejanas otras (cerros de Coyota y Picachos de Cucha), de todos tamaños y figuras, tan caprichosas como bellas. En la propia cabecera del municipio se localiza una pequeña elevación (frente al Cacique y al Pelón), que los zitacuarenses denominamos Cerrito de Independencia, por haber servido como atalaya y baluarte en defensa de las causas justas del solar patrio, durante todas las épocas de la historia regional y nacional. Actualmente es aprovechado como monumento dedicado a don Ignacio López Rayón, parque zoológico y mirador idóneamente acondicionado a efecto de explayar la vista y el espíritu, al admirar el panorama general (población y paisaje) que en los meses de octubre y parte de noviembre se singulariza por lo sublime e inefable, sobre todo en los momentos de la puesta de sol. ALTITUD Y SITUACIÓN DE LAS PRINCIPALES EMINENCIAS: Cerro Pelón, a 3,085 metros sobre el nivel del mar, situado en el límite del municipio de Zitácuaro y el Estado de México. Cerro Cacique, a 3,070 m., situado en el límite del municipio de Zitácuaro y el Estado de México. Cerro de Santa Catarina a 3060 m., situado en el límite del municipio de Zitácuaro y el Estado de México. Cerro de San Cristóbal a 2 820 m., situado en el límite de los municipios de Zitácuaro y Ocampo. Cerro de Ziráhuato, a 2,742 m., ubicado en el límite de los municipios de Zitácuaro y Ocampo. Depresión. La más importante y de la que hablamos anteriormente, se halla en el lugar denominado Valle de Quencio o de Zitácuaro (entre el cerro Cacique, el cerro Pelón y el cerro de Herrerías o Zacapando).

15


JESÚS TEJA ANDRADE

GEOLOGÍA Las rocas que han encontrado los investigadores en el municipio de Zitácuaro, son las siguientes: Andesitas de Piroxena. Son, generalmente, de colores claros: rosado gris o ligeramente verdoso. Se han encontrado en los cerros de Ziráhuato, Cacique, Águila y Cerrito de la Independencia. Basaltos. Son rocas, generalmente de colores obscuros, negros y densos, grises y azul negruzco. Se han encontrado en el cerro del Molcajete, en Agua Salada y Camémbaro. Cenizas y Arenas. Son partículas provenientes de la explosión de los gases de los volcanes; son de color negro o rojizo. Se han encontrado en algunos lugares del municipio. Calizas Cretáceas. Son de color gris o negro. En el municipio de Zitácuaro, la zona cretácea se extiende desde Timbineo hasta Piedras de Cal y Las Majadas. Areniscas. Se encuentran en varios lugares del municipio; están formadas por la consolidación de granos del tamaño de la arena. Con frecuencia están formadas por minerales de cuarzo y feldespato (areniscas arcosas). Vulcanismo. Dentro de casi todo el Sistema Volcánico Transversal, quedan comprendidos, entre muchos otros municipios, los de Angangueo, Irimbo, Ocampo, Zitácuaro y Tuxpan. El Cacique es un volcán que se caracteriza, de acuerdo con las opiniones de prestigiados investigadores, por tener cráteres adventicios y por no presentar la forma cónica como acontece con la mayor parte de los volcanes. También el cerro de Coyota está considerado como volcán. Ambos están situados dentro del área del municipio de Zitácuaro, en donde no se ha afectado la región por erupciones volcánicas recientes (como sucedió en el Paricutín, que quiere decir el barquero, a finales de 1943, y cuya emisión de lava y declinación de explosiones, cesaron en marzo de 1952). Sismología. En la zona de Zitácuaro los sismos han sido, generalmente, de poca intensidad. Los macrosismos de los días 11 y 19 de mayo de 1962 (de una magnitud de 6.7 y 6.5 grados) y los del 30 de noviembre del mismo año (magnitud 5.5), fueron, en el municipio, de

16


ZITÁCUARO

una intensidad mucho menor que la registrada en otras localidades michoacanas. HIDROLOGÍA El estudio de la hidrología nos sirve para determinar los volúmenes de agua que el municipio de Zitácuaro está en condiciones de disponer, para aprovecharlos como potable, baños termales, de generación de electricidad y de riego. El río Zitácuaro está formado, entre otros, por el río Turundeo, Tuxpan o Jungapeo (en los municipios de iguales nombres), que desagua en la margen derecha del río Zitácuaro, formado, a su vez, por los ríos San Juan, San Isidro, Ziráhuato, Cedano y La Carolina. El río Zitácuaro, con el nombre de Herrerías, se vierte en la presa El Bosque y de ésta prosigue por su cuenca con el nombre ya definitivo de río Zitácuaro, para formar, a la altura de Enandio, uno de los saltos más hermosos de Michoacán. Al pasar por Tuzantla, se le conoce con el nombre de río Zitácuaro o Tuzantla. Los afluentes son, entre otros: arroyos de Totonguio, El Olivo, El Salitre o Cucha (margen derecha) y arroyo de Dos Ríos, río Copándaro, etc., (margen izquierda). La dirección general que sigue el sistema es la de norte a sur y comprende una superficie de 7,120 Km.2 en el Estado de Michoacán y Guerrero con el nombre de río Cutzamala, cuya cuenca es muy importante y, por último, desemboca en el río Balsas. Los acueductos de los manantiales de Cedano y la Carolina, llevan el agua a la ciudad de Zitácuaro. Cabe aclarar que uno de los principales problemas que afectan a la población, es el de los servicios de agua potable, por ser insuficientes para satisfacer la necesidad básica correspondiente, situación que se complica profundamente en la época seca. Existen ojos de agua (La Joya) y manantiales de aguas medicinales (Los Alzati, etc.), pero éstos no se han explotado comercialmente, debido a la falta de confianza de sus dueños (generalmente campesinos) y por carecer de orientación para organizar y hacer la promoción correspondiente, cuyo valor socioeconómico, es inapreciable. 17


JESÚS TEJA ANDRADE

Cabe aquí referirnos a los siguientes conceptos que, a este respecto, expresa el investigador Carlos Sáenz de la Calzada, doctor en Geografía y profesor de carrera en la UNAM, en su libro titulado Hidrología Médica General y del Estado de Michoacán (1975), al hablar de la Ruta de Salud y recomendar las zonas de Zitácuaro y sus alrededores: "Zitácuaro es la entrada de Michoacán y se alcanza desde el Distrito Federal en menos de tres horas en automóvil. Su clima es excepcional, sus paisajes de maravilla y la calidad crenoterápica (tratamiento por las aguas minerales naturales) de sus aguas, avalada por el empirismo mantenido hasta hoy desde lejanos tiempos precortesianos, está fuera de cualquier duda. Zona, pues, que recomendamos como excepcional para el establecimiento de nuevos centros balnearios con intención terapéutica y con supervisión médica especializada". Presa El Bosque La presa El Bosque, construcción iniciada en 1951 y terminada en 1954 por la CFE., está controlada por la propia Comisión en Zitácuaro; capta la corriente de agua del río Zitácuaro; su altitud es de 1,742 m.s.n.m.; su capacidad total, 248.70 millones de metros cúbicos; la capacidad disponible es de 201.00 millones de metros cúbicos. El agua de esta presa es conducida por canales a la presa reguladora de Colorines y se aprovecha para las plantas hidroeléctricas de Ixtapantongo, Santa Bárbara y Tingambato. Para conocer los volúmenes de escurrimiento medio anual y las corrientes naturales y continuas de las que se puede disponer en la presa El Bosque, se han instalado estaciones hidrométricas sobre los ríos Coatepec de Morelos, Zitácuaro, arroyos de El Oro y La Garita, estaciones Kms. 0.680 y 4,200 y otras. La estación colocada sobre el canal La Florida, sirve para determinar los volúmenes de la presa, destinados al riego de terrenos dedicados a la producción agrícola. La tenencia de Donaciano Ojeda cuenta con un vaso de agua que sirve para regar tierras ejidales. Sus características son construida por la entonces Secretaría de Recursos Hidráulicos (iniciación, 1959; terminación, 1966); corriente derivada de manantiales; aguas 18


ZITÁCUARO

mansas; escurrido anual: 4.733,640 metros cúbicos; volumen aprovechable anualmente: 3.500,000 metros cúbicos; áreas regables: 140. El municipio tiene la laguna de Ziráhuato, que se aprovecha para riego y abrevadero. Clima El clima del municipio de Zitácuaro es de los más benignos, acogedores y agradables. No existen temperaturas intolerables. La vegetación, a pesar de la tala inmoderada y criminal en los bosques, sigue dando a Zitácuaro sus mayores satisfacciones y deleite, tanto para el bienestar de los habitantes como de las personas que lo visitan, todos los cuales coinciden en reconocer como acertada la denominación que desde hace mucho tiempo se le ha dado a la cabecera: Boca de Tierra Caliente", en virtud de que, a unos cuantos kilómetros, rumbo al sur, la temperatura se torna calurosa. Los siguientes datos científicos, confirman lo que decimos. En efecto, existen muchos factores que influyen sobre la temperatura regional. El régimen térmico que se localiza dentro de otros municipios y en el de Zitácuaro, es el que corresponde a la clasificación siguiente: templado lluvioso, con una temperatura media mensual, del mes más cálido, superior a los 22 grados centígrados, y la temperatura de cuatro meses o más en la época de frío, es superior a los 10 grados centígrados. Vientos El municipio de Zitácuaro se singulariza, asimismo, por sus vientos de baja intensidad. En todo el año, los vientos dominantes provienen del suroeste, con una intensidad máxima estimada con el número 2. Cabe advertir que, de acuerdo con la escala del viento, si la velocidad en Km./hora es de 0.0 a 1.8, se considera que está en calma (prácticamente se calcula esta intensidad, así: cuando el humo se eleva verticalmente y las hojas de los árboles no se mueven); un viento de intensidad 1 o débil, se mueve a una velocidad de 2.0 a 14.5 Km/hora (hace ondear una bandera y agita las hojas de los árboles); 19


JESÚS TEJA ANDRADE

un viento de intensidad 2 o moderado (correspondiente a Zitácuaro), se mueve de 14 a 25 Km./hora (hace flotar una bandera y agita las hojas y algunas ramas de los árboles); los vientos de intensidad 3 algo fuertes, se mueven de 25.1 a 39.4 Km./hora (se agitan las ramas gruesas de los árboles). Temperatura La temperatura media mensual, en grados centígrados, es la siguiente: enero, 12.7; febrero, 13.2; marzo, 15.5; abril, 17.6; mayo, 18.9; junio, 17.6; julio, 16.6; agosto, 16.4; septiembre, 16.3; octubre, 14.7; noviembre, 13.6 y diciembre, 12.3 (al año, 17.5). La temperatura media anual, fue: 18.0, en el año 1961; 17.1 en 1962; 17.7, en 1963; 17.6, en 1964; 17.5, en 1965; 17.1, en 1966; 17.4, en 1967; 18.1, en 1968; 17.7, en 1969 y 17.5, en 1970. Estas expresiones indican que la temperatura en Zitácuaro registra un ligero aumento. Precipitación La altura de la lluvia mensual, en milímetros, es como sigue: enero, 22.2; febrero, 10.2; marzo, 9.7; abril, 8.5; mayo, 41.0; junio, 192.4; julio, 178.6; agosto, 181.4; septiembre, 167.9; octubre, 78.0; noviembre, 11.8 y diciembre, 7.0 (al año, 905.3). La precipitación anual fue: 701.4, en 1961; 1074.2 en 1962; 789.8, en 1963; 781.3, en 1964; 829.3, en 1965; 1045.2, en 1966; 1234.2, en 1967; 936.6, en 1968; 772.4, en 1969 y 861.9, en 1970. Suelo El suelo es la capa superior de la parte correspondiente a la superficie de la tierra, en donde se desarrollan las plantas. Por ser el suelo permeable, permite que penetren el agua y las raíces, y está cubierto de un manto vegetal. Su asiento es el subsuelo. El clima, el suelo y los vegetales están estrechamente vinculados entre sí. Según la clasificación establecida por Olinka-Macías Villada, los suelos correspondientes al municipio de Zitácuaro (y otros lugares de la región) y que se localizan en el nordeste del Estado de Michoacán, 20


ZITÁCUARO

dentro del Sistema Volcánico Transversal, son los que a continuación se expresan: suelos negros o chernozem, suelos podsólicos, suelos de andosal, suelos vertisoles y gleysoles. En los terrenos planos de Zitácuaro, los suelos se caracterizan pro ser arcillo-arenosos y arcillosos de color amarillento y pardo claro. Los suelos se mejorarán y, en consecuencia, la producción agropecuaria e industrial se superará, al aplicarle congruentemente una tecnología avanzada y científica, que comprenda análisis de los diversos tipos de suelo, clases y grados de erosión, usos idóneos y potenciales del suelo y conservación de los mismos, todo lo cual se ha iniciado ya, en parte, con base en la cooperación compartida de los gobiernos Estatal y Federal y los hombres dedicados a la producción agrícola, ganadera, industrial y demás actividades económicas de las áreas rurales. Plantas La geografía de las plantas (distribución de los vegetales), se debe a múltiples factores (independientemente de sus propiedades biológicas, capacidad de reproducción y migración) que, entre otros, podemos señalar los que a continuación se mencionan: clima, relieve y suelo. El agua, desde el punto de vista ecológico (relaciones entre los organismos y el medio en que viven), constituye el factor más importante para el desarrollo de los vegetales. Los tipos que se registran en el municipio son: 1. 2. 3. 4.

Bosque de coníferas (pino, oyamel y cedro). Bosque mixto (pino y encino). Pradera (matorrales). Palmar.

El bosque de coníferas, según Macías Villada, se localiza en los suelos clasificados como chernozem y podsólico café de bosque, cuyo clima es templado lluvioso, con precipitaciones en verano y temperatura del mes más cálido, inferior a 22ºC., como lo indicamos anteriormente.

21


JESÚS TEJA ANDRADE

El bosque mixto, constituido principalmente por pinos y encinos, se localiza en Zitácuaro, Angangueo, Ocampo, Benito Juárez y otros lugares. La pradera (matorral), constituye una vegetación arbórea dispersa debido a la destrucción a la que ha estado sujeta por el hombre durante siglos. Los suelos son, generalmente, pardos, amarillos, negros o chernozem. En las cañadas, altiplanos y mesetas (El Espinal, El Bosque, Dos Ríos) y a la vera de los caminos de Zitácuaro, se encuentran matorrales en abundancia. Las palmas de dátil ocupan los terrenos que se localizan al oeste de Zitácuaro, cuyo nombre tradicional es Las Palmas. En el Cerrito de la Independencia adornaban la cumbre, como centinelas naturales de una belleza sin igual, algunas palmas que, al paso de los años, se han ido extinguiendo. Explotación de las plantas La explotación de los vegetales en el municipio de Zitácuaro, así como en todo el Estado fue, en décadas anteriores, incontrolada y devastadora. Con sólo leer la historia regional de siglos pasados nos daremos cuenta de cómo los grandes bosques y demás suelos eran inaccesibles, en virtud de la exuberante vegetación. El consumo de madera para actividades industriales, el comercio de leña y carbón, la producción de durmientes, vigas y morillos, y otros menesteres más, han dejado a los cerros y depresiones con poca vegetación. En los últimos lustros se han llevado a cabo algunas tareas de reforestación (El Cerrito de la Independencia, la mesa de San Juan Viejo y los cerros Cacique y Pelón), pero la operación es insuficiente, de acuerdo con las necesidades respectivas. El detestable y mal uso de los bosques, debe terminar. Los peores enemigos de los vegetales han sido los incendios, la tala inmoderada y la industrialización maderera con fines exagerados de lucro. Las consecuencias han sido tremendas: destrucción de una buena parte de la cubierta vegetal herbácea, erosión y destrucción del suelo, disminución de la fertilidad, destrucción y degeneración de semillas; extinción de la fauna silvestre, desaparición de manantiales, arroyos y ríos; alteración del aire, el suelo y el agua, y mil perjuicios más que ya 22


ZITÁCUARO

están afectando la salud y las condiciones de vida en general de la ciudadanía municipal, regional y estatal. Afortunadamente ya se está poniendo en práctica una serie de medidas a efecto de terminar definitivamente con esta situación. Árboles y Arbustos Los principales, en el municipio, son los siguientes: aguacate (la producción va en aumento considerable), aile, café, capulín, carrizo, cedro, cedrón, ciprés, colorín, chabacano, chirimoyo, durazno, encino, fresno, garambullo, guayaba, higo, huizache, jazmín, jarilla, lima, limón, madroño, maguey, membrillo, mora de árbol, naranja, nogal, nopal, ortiga, palma, patol, pera, pino, pirú, retama, sabino, sauco, tejocote, tepozán, ucaz, uña de gato, zarza, zapote blanco y ziranda. Plantas ornamentales A Zitácuaro, con muy justificada razón, se le conoce también como "Lugar de flores y de pan". Las principales plantas ornamentales, entre una variedad amplísima, son las siguientes: agapando, alcatraz, amapola (se está terminando con ella para evitar el tráfico de drogas), arete, azalea, azucena, bugambilia, clavel, crisantema, chícharo de color, geranio, gladiola (producción elevada), hortensia, jazmín, jacaranda, laurel, lirio, magnolia, malvón, madreselva, nochebuena, maravilla, perrito, pensamiento, petunia, quiebraplato, rosa, tulipán y violeta. Plantas familiares al ser humano Se desarrollan en los patios de las casas, en los ejidos, en las pequeñas propiedades y en los montes, a saber: aguacate, ajo, alfalfa, avena, borraja, cacahuate, camote, caña, cebada, cebolla, centeno, ciérrate sinvergüenza, chayote, chía, chícharo, chile, espinaca, frijol, granada, haba, hierbabuena, jícama, lima, limón, maíz, malva, manzana, manzanilla, melón, naranja, papa, pera, prodigiosa, quelite, rábano, ruda, sandía, siempreviva, té, toloache, trébol, trigo, verdolaga, zanahoria y muchas otras de alto valor comercial. 23


JESÚS TEJA ANDRADE

Animales La geografía zoológica o zoogeografía, es una rama de la ciencia geográfica cuya misión primordial es la de estudiar y conocer la distribución de los animales en nuestro planeta. Desde el punto de vista zoográfico, podemos decir que el territorio del Estado de Michoacán se encuentra localizado en la zona de transición de dos grandes regiones: la neártica, que comprende desde la América del Norte hasta el centro de México, y la neotropical, que se ubica desde el centro de México hasta la Tierra del Fuego. Para el estudio de la distribución de los animales es indispensable tener en cuenta algunos factores, tales como: la temperatura, luz, humedad, precipitaciones, vegetación, hidrología, etc., sin los cuales no sería posible conservar en buenas condiciones la existencia de los animales que, en su mayoría, sirven al hombre. Las especies que existen en la región de Zitácuaro son: mamíferos, aves, reptiles, batracios y peces. Mamíferos (que so objeto del deporte de la cacería): ardilla, armadillo, cacomixtle, comadreja, conejo, coyote, gato montés, jabalí, jaguar, liebre, mapache, tejón, tlacuache, venado, zorra y zorrillo. Es pertinente señalar las siguientes especies de mamíferos más notables y que tanto sirven al hombre: caballo, cerdo, burro, borrego, chivo, gato, mula y vaca. Aves Entre otras, existen las siguientes: águila, aguililla, calandria, canario, cardenal, carpintero, cerceta, codorniz, cotorra, colibrí o chupamirto, cuervo, correcamino, gallareta, gallina, gavilán, golondrina, gorrión, guajolote, halcón, huilota, jilguero, loro, paloma, pato, perico, saltapared, tarenga, tórtola, verdín, cenzontle y zopilote.

24


ZITÁCUARO

Anfibios Son vertebrados que provienen de los peces y dieron origen a los reptiles. Su piel es desnuda y está provista de glándulas mucosas que los hace resbaladizos. En el municipio de Zitácuaro se conocen los siguientes: ajolote, rana y sapo. Peces Son vertebrados que viven en el agua. Su cuerpo está cubierto con escamas. Tienen aletas y su respiración es branquial. La mayoría son ovíparos con fecundación externa. Se crían, en el municipio, los siguientes: mojarra, pez blanco y carpa. Reptiles Son animales de sangre fría, ovíparos u ovovíparos, de respiración pulmonar, piel cubierta de escamas o escudos córneos y caminan rozando el suelo con el vientre. Se conocen principalmente los que a continuación se mencionan: león de México, culebra, serpientes (de cascabel, coralillo, cincuate, alicante, etc.) y tortugas (quelonios): reptiles anfibios. Otras especies animales (terrestres, superficiales y subterráneas) del municipio de Zitácuaro, que no figuran en las relaciones anteriores: abeja, alacrán, araña, avispa, caracol de jardín, cigarra o chicharra, cuitlacoche, chapulín, escarabajo, escorpión, garrapata, gorgojo, hormiga, libélula o caballito del diablo; lagartija, lechuza, lombriz, mariposa, mayate, mosquito, mosca, murciélago, onza, polilla, puerco espín, quebrantahuesos, rata, ratón, sanguijuela, tecolote, tordo, tontorrón y tuza.

25


JESÚS TEJA ANDRADE

CAPÍTULO II HISTORIA

E

de Zitácuaro es, para nosotros, el capítulo más importante de la presente Monografía, puesto que las batallas que se libraron en la región en favor de la Independencia nacional y de la autodeterminación de nuestro pueblo, constituyen, en su conjunto, una epopeya en la que al través de derrotas y sufrimientos y de luchas y pérdidas de vidas valiosas, se lograron la victoria y el progreso que hoy disfrutamos, lo cual, a su vez, es una suprema lección que fortalece nuestra conciencia a efecto de saber cómo defender con dignidad las conquistas sociales, culturales, económicas y políticas que nos permiten ver la forma de consolidarlas y ampliarlas en la medida de lo posible. En efecto, la historia de Zitácuaro, como la de muchos otros pueblos del territorio estatal y nacional, ha sido siempre la proyección, en la mente, de la luz que vivifica el auténtico patriotismo, la fuerza creadora que nos empuja hacia adelante y nos pone en condiciones de ser más capaces para renovarnos constantemente a fin de continuar desbrozando el camino de la devoción cívica por la libertad, el bienestar común y la justicia, esto es, solamente con ahínco en el estudio de lo que hemos sido, lo que hemos hecho y lo que debemos hacer, con la perseverancia en el trabajo, el sentido de solidaridad compartida y la entrega útil y constructiva a la Patria, como nos lo reclama la historia, podremos asegurar el destino para el bien y la felicidad de todos. Por ésta y otras causas, que son de las mejores y más sentidas del pueblo al que pertenecemos, necesitamos conocer a fondo su historia, cuya aportación al desarrollo general del país, todos reconocen y admiran por igual. Las críticas que se hagan al presente y a los demás capítulos de la Monografía, nos servirán para mejorar y enriquecer su contenido y los objetivos previstos. L ESTUDIO DE LA HISTORIA

26


ZITÁCUARO

Con las anteriores consideraciones de carácter general, iniciamos, pues, la historia que principia con la época prehispánica y termina en la etapa que estamos viviendo, como una nueva esperanza que surge y se define claramente.

ÉPOCA PREHISPÁNICA Los primeros habitantes del ámbito municipal de nuestros días, fueron los siguientes, cuya antigüedad es inmemorial: los otomíes, que ocuparon el área del norte del valle de Quencio; los mazahuas, que habitaron "La Cabecera" (parte del este), que es la más elevada del valle, y los chichimecas (así les llamaban los aztecas a los grupos no civilizados), que se asentaron en la faja del sur. Huellas A pocos kilómetros de la ciudad de Zitácuaro (tenencia de Los Alzati), se ha encontrado una pirámide (y algunos montículos pequeños) cubierta con una capa gruesa de tierra, colocada por sus antiguos constructores (pequeñas porciones de la misma se dejan ver, debido a la acción de la lluvia). Cuando se quite dicha cubierta y se le estudie, entonces se sabrá a qué horizonte cultural (preclásico, clásico o protohistórico) pertenece, esto es, a qué etapa de progreso corresponde y quiénes fueron los naturales que la construyeron. También se han encontrado puntas de flecha de "chinapo" (obsidiana) y otros utensilios de manufactura indígena. Actualmente se hablan en el municipio dos lenguas primitivas: mazahua y otomí, pero quienes las practican también emplean el español en sus relaciones humanas. En la época prehispánica nos encontramos, además de los citados, con otros grupos indígenas que llegaron a Quencio en fechas que no podemos precisar, entre los cuales podemos citar a los tarascos, pirindas y aztecas. Todos estos grupos étnicos disfrutaron, por el acierto en escogerlo, de un valle enmarcado entre hermosos cerros, colinas, cañadas y mesetas de una singular belleza y, además, de las 27


JESÚS TEJA ANDRADE

condiciones necesarias para vivir en paz y tranquilidad (la sal, la vegetación, el agua, la tierra, el clima, etc., eran para ellos una bendición de sus divinidades). FUNDACIÓN DE ZITÁCUARO A Tariácuri, que fue uno de los más destacados y dinámicos gobernantes, le tocó unificar al gobierno tarasco, ampliar el territorio y dividir las tierras en tres grandes señoríos (1401-1450). En esta época, Tariácuri contaba con la colaboración, entre otros, de su primo Harame, quien a su vez, recibía los servicios, en calidad de consejero, de un inteligente hombre de avanzada edad, llamado Yríngare (que quiere decir el del semblante arrugado). Por dificultades políticas y administrativas que le ocasionaron muy serios problemas, Yríngare se vio obligado a abandonar el palacio de Tzintzuntzan (lugar de colibríes) y trasladarse a las hermosas y escondidas selvas que rodeaban el valle de Quencio. Sus antiguos enemigos, los mazahuas, le dispensaron una grata y afectuosa hospitalidad, como es costumbre tradicional y noble de nuestros indios. Doscientas familias, integradas por parientes, amigos y servidores suyos, formaron el patriarcado, cuyo jefe era el propio Yríngare. Los mazahuas le entregaron una parte de terreno, cuyas dimensiones correspondían a una zitacua (medida agraria de poco más de dos fanegas de sembradura de maíz), palabra que dio origen al nombre de Zitácuaro, como dijimos anteriormente. La fundación se realizó en la primera mitad del siglo XV. Después de algunos años aumentó el número de zitacuarenses, pero éstos sufrieron grande pena por la muerte de su patriarca Yríngare. Hereda el puesto de mando su hijo Cuanícuti (el cazador), que se había dado a conocer como valiente, vigoroso y extraordinario guerrero en más de cien combates contra grupos enemigos. A partir de entonces, la frontera del Estado Tarasco, que llegaba solamente hasta Tlaximaloyan (Taximaroa), hoy Ciudad Hidalgo, rebasaron todo el valle de Quencio, abarcando plenamente la región de Zitácuaro, que actualmente limita con el Estado de México.

28


ZITÁCUARO

Solidaridad con los Aztecas Cuando Hernán Cortés, agosto de 1521, puso sitio a Tenochtitlan — dice la leyenda— de buenas a primeras hizo su aparición un escuadrón integrado por cuatrocientos zitacuarenses, desconocidos andaban desnudos, pero lo notable consistía en un adorno de altos penachos de plumas hermosas y artísticos colores y sus instrumentos de guerra, los arcos y las flechas, en cuyo manejo eran verdaderos expertos. El jefe de los mismos era precisamente Cuanícuti. Participaron en la batalla contra los sitiadores peninsulares. Cuauhtémoc y sus huestes quedaron vivamente complacidos con esta ayuda inapreciable. Todos los valientes guerreros del caudillo perdieron la vida defendiendo la causa nacional mexicana. Solamente Cuanícuti regresó, después de la derrota de los aztecas, a Zitácuaro. Al saberlo, las madres de familia se presentaron con sus hijos ante Cuanícuti y le suplicaron que los aceptara como soldados de un ejército de niños, dispuestos a ofrendar sus vidas para defender el solar patrio y conservarlo con dignidad para bien de las generaciones futuras. Este fue el primer hecho histórico con el que se escribió con letras indelebles y orgullo nacional la primera página de la historia de Zitácuaro, hoy Heroica Ciudad, que tanto ha servido para vivificar la conciencia cívica de muchas generaciones humanistas, valientes y respetables, que han tenido la fortuna de nacer o de radicar en este municipio, que es uno de los más nuevos de nuestro territorio michoacano. Actividades económicas Las tribus que vivían en Zitácuaro se alimentaban con los productos obtenidos de la caza y la recolección y vivían en cabañas. Se vieron obligados a producir bienes para resolver el problema alimenticio, el de la indumentaria y el de la habitación. Para tal propósito empezaron a manufacturar instrumentos rudimentarios, que les sirvieron para domesticar animales y sembrar sus tierras. Entonces las fuerzas productivas de la comunidad que eran, por un lado, los propios instrumentos, mediante los cuales se elaboraban los bienes materiales 29


JESÚS TEJA ANDRADE

(alimentos, vestidos, viviendas) y, por la otra parte, eran los mismos naturales quienes manejaban y perfeccionaban cada vez más dichas herramientas, a fin de lograr la producción de los elementos básicos que el crecimiento constante de la población exigía. En este régimen primitivo, los indígenas de Quencio trabajaban colectiva o comunalmente y, tanto la tierra como los instrumentos de piedra y bronce y el arco y la flecha, constituían la propiedad social del grupo. El maíz, el maguey, la palma, el chile, la chía y muchas otras plantas comestibles y medicinales, así como los animales que ellos cazaban, eran los productos fundamentales que les servían para satisfacer sus necesidades materiales. El comercio con los pueblos de la Tierra Caliente y del territorio que hoy ocupa el Estado de México, era abundante para la época. La palma, el ixtle, las frutas silvestres, las semillas, los animales, el oro y la plata, etc., creaban los requisitos necesarios para que las relaciones comerciales fueran dinámicas y benéficas para toda la zona natural de Zitácuaro y otros pueblos circunvecinos. La Organización Familiar Era una sociedad primaria e indispensable, que constituía el más simple, pero también el más activo agrupamiento de la comunidad la que fue transformándose a la par que sus relaciones productivas y sus formas de cultura. La familia tenía carácter patriarcal, puesto que el jefe del asentamiento zitacuarense, era el patriarca o jefe, conocido con el nombre de Cuanícuti o el cazador. La Organización Política Era muy sencilla, pues se trataba de uno de los pueblos más jóvenes de Michoacán, y que a pesar de las experiencias y la madurez del Estado Tarasco, la forma de gobierno no se podía aplicar en Quencio en las mismas condiciones que se hacía en el territorio, la población y el gobierno tarasco, ya que éstos habían logrado una ejemplar y avanzada organización política, cultural, económica y social, como todos sabemos.

30


ZITÁCUARO

La Guerra Salvo el caso del grupo de guerreros, encabezados por su jefe Cuanícuti, el pueblo zitacuarense de entonces era pacifista y amigo de los grupos étnicos del valle de Quencio y de otras comunidades. En repetidas ocasiones participó en la liquidación de dificultades y de guerras entre tribus distintas a las que vivían y evolucionaban en Zitácuaro. La Religión La concepción religiosa de nuestros antepasados era primitiva, debido a que su inteligencia no se había cultivado. Practicaban el animismo, con una mentalidad también primitiva, esto es, se imaginaban que las cualidades de las cosas eran como una sustancia o alma misteriosa que se cambiaba a muchos y variados objetos y a las personas, sobre todo las que se morían y que en vida habían sido buenas. Entre los zitacuarenses prehispánicos, encontramos, en efecto, la creencia de que los astros, la lluvia, el viento, los temblores, etc., tenían individualidad, es decir, poseían alma. Para ellos, en los fenómenos de la naturaleza existían fuerzas sobrenaturales (mito natural), que a veces hacían bien y en ocasiones perjudicaban a los seres humanos, a las plantas y a los animales. La hechicería, el fetichismo, el totemismo y otras derivaciones del animismo, eran prácticas que llenaban la vida diaria de dichos pobladores, lo cual les servía de consuelo espiritual y mental y, otras veces, les provocaban pánico y angustia, según se presentaban dichos fenómenos. En conclusión: podemos decir que la religión, la moral, la cultura, la política y las prácticas, eran elementales en la comunidad zitacuarense de la época prehispánica, sucesos sociales muy propios de nuestros antepasados indígenas, de quienes, por supuesto, tenemos gratas y constructivas lecciones y un reconocimiento devoto de sus elevados valores, atributos y peculiar estilo de vida. Para terminar todo lo relacionado con esta época, presentamos el siguiente hecho: una ocasión, en la que la escolta del gobierno tarasco recogía los tributos (semillas, frutas, oro y plata) de los nuevos pueblos conquistados, después de pasar por Enandio (lugar de 31


JESÚS TEJA ANDRADE

guayabas), cerca del cerro de Cóporo (el de la espalda ancha), por los bosques de Tiripitío (lugar de oro), por Guanoro (donde se da vuelta), se internó por las faldas de los cerros Cacique y Pelón y llegaron, según dice el Lic. Eduardo Ruiz, "a un pueblecillo entonces humilde e ignorado y cuyo nombre está escrito con letras de oro en las páginas de la historia… Aquella oscura aldea era Zitácuaro".

ÉPOCA COLONIAL LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES A MICHOACÁN Al ser informado Hernán Cortés de la existencia del Estado Tarasco, desde luego tomó las providencias del caso a efecto de investigar las condiciones materiales, sociales y políticas en que aquél se encontraba. Seguramente se enteró de la tremenda derrota que los mexica sufrieron en la batalla con los tarascos, el año 1480, episodio en el que 24 mil guerreros aztecas atacaron a Taximaroa, plaza que el ejército tarasco, integrado por 40 mil indígenas, perfectamente pertrechados con hondas, jabalinas, arcos y flechas, macanas, cuchillos de obsidiana y porras erizadas de clavos de bronce, vencieron en toda la línea a los mexica, a quienes sólo les quedaron unos doscientos hombres después del combate. Estos informes, unidos a la fama que tenían los tarascos en el sentido de ser grandes y valientes guerreros, así como de la riqueza material acumulada por el gobierno de Tzintzuntzan, cuyo soberano era entonces Caltzontzin, hizo pensar a Cortés acerca de la conveniencia de conquistar el Estado Tarasco. Para tal objeto, los peninsulares dieron los primeros pasos comisionando a Francisco Montaño, tres españoles más, unos veinte nobles mexica y un intérprete, para trasladarse a Michoacán, grupo que fue recibido en Taximaroa y, posteriormente, trasladado a Tzintzuntzan. Francisco Montaño expresó a Caltzontzin que se presentaba en nombre de su capitán Cortés y de su rey, con el propósito de llevarles el reconocimiento del verdadero Dios y a ofrecerles amistad o guerra, si no aceptaban ser sus amigos. Días más tarde, Caltzontzin, en nombre propio y de su pueblo, aceptó los ofrecimientos de amistad y 32


ZITÁCUARO

de religión de los hombres "blancos y barbados", enviando ricos y significativos regalos al capitán español, don Hernán Cortés. Después de algunos días, el soberano tarasco mandó a su hermano Cuiniherángari (Don Pedro) a entrevistarse con Cortés. Más tarde, el propio Caltzontzin realizó un viaje a México-Tenochtitlan para reafirmar su amistad con los invasores. A fines del año 1529, Nuño de Guzmán, sanguinario jefe español, llegó al territorio michoacano por el mismo rumbo de Taximaroa. Los atropellos, crímenes y vejaciones de que fueron objeto los habitantes de los pueblos, que tuvieron la desgracia de soportar su presencia, no tienen nombre ni justificación alguna. Con estos antecedentes, podemos volver los ojos a Zitácuaro, cuyos moradores no fueron ajenos a algunos de los hechos de referencia, pues lo que sucedía afectaba a los tarascos en su conjunto. La noticia de la fama de que la zona de Zitácuaro, sobre todo el sur de la misma, contaba con grandes extensiones de terreno regadas por agua de ríos y manantiales, así como mucho oro y plata, llegó a conocimiento de Hernán Cortés, quien para premiar los grandes servicios recibidos de su leal soldado y colaborador, Gonzalo de Salazar, le adjudicó la encomienda de Taximaroa y Tuzantla, con los numerosos pueblos (entre ellos Zitácuaro), que formaban su jurisdicción. El encomendero Salazar emprendió su marcha hacia dicha encomienda y, al pasar por Zitácuaro, se alojó en la cabaña de Cuanícuti, quien dejó asombrado al visitante por las cualidades humanas y llenas de nobleza que le adornaban, con lo cual don Gonzalo quedó impresionado grandemente. Entre ambos se establecieron relaciones de amistad, estrechas y complacientes, no obstante el odio que sentía Cuanícuti por los conquistadores españoles. Invitado Cuanícuti por su amigo Gonzalo, quien se había propuesto solamente darse cuenta de las condiciones materiales de sus tierras, lo acompañó hasta lograr el objetivo anhelado. Salazar, lleno de esperanzas e ilusiones, tomó la decisión de regresar a México para traer consigo hombres de trabajo y los instrumentos de producción para cultivar las tierras de su encomienda. Después de descansar unos días en la cabaña de Cuanícuti, don Gonzalo de Salazar emprendió el viaje a México. 33


JESÚS TEJA ANDRADE

Cuanícuti dejó de existir, pero su nombre quedó escrito para siempre en el corazón de los zitacuarenses. El cerro Cacique, del que hemos hablado en páginas anteriores, lleva, desde entonces, por acuerdo de la comunidad, su nombre: "Cerro Cuanícuti o Cacique" (cacique, en el mejor sentido de la palabra: patriarca, guía, jefe y servidor del pueblo). Salazar no regresó jamás. Su encomienda fue transferida a su hijo, don Juan Velázquez de Salazar, que residía en España, motivo por el cual tardaría algún tiempo en tomar posesión de la misma. Hernán Cortés en Zitácuaro Este pueblo continuó considerado como centro de cita y operaciones, en donde se reunían miles de naturales de lugares aledaños y se encontraba con una disposición de ánimo alegre y entusiasta: las calles se adornaban con huinumo (hojas de pino), las cabañas embellecidas con festones de flores y sus habitantes se presentaban con sus mejores atuendos. Música, cohetes, cantos y otras manifestaciones de júbilo, eran el anuncio de que el marqués Hernán Cortés ya había salido de Taximaroa y pronto llegaría a Zitácuaro. Cuando el clarín español dejó escuchar sus notas, el conquistador montando un caballo brioso, apareció ante los ojos atónitos de quienes lo esperaban. Los indígenas se le acercaban en completo desorden, para saludarlo. Pronto prosiguió su regreso a México; pero no tardó mucho tiempo en hacer una expedición más al saber que Nuño de Guzmán había apresado a uno de sus mejores navíos. En este segundo viaje pasó nuevamente por Taximaroa, Zitácuaro, Tierra Caliente y otras comarcas, hasta llegar a Chiametla, lugar donde recuperó el citado navío. Entre los oficiales que formaban la comitiva encabezada por Cortés, figuraba el marqués Alonso de Peñaranda y Bracamonte, quien fue un nuevo encomendero, puesto que antes de partir Cortés, quitó a Salazar una parte de su encomienda, dejando en poder del citado Peñaranda y Bracamonte las tierras de Zitácuaro. Los indios recibieron un golpe moral muy grande, con este hecho. Peñaranda y Bracamonte se distinguió como un tipo despótico, cruel, ambicioso y enemigo de los nativos. Por su calvicie, los españoles le decían el 34


ZITÁCUARO

pelón (así nació el nombre del "cerro Pelón", cuya cumbre agreste cuenta con pocos árboles). Los tarascos le dieron el apodo de Guinurápeti, que quiere decir "pájaro blanco". Con este terrible encomendero, principió el más duro sufrimiento de los indios. Solamente lograron salvarse del trato salvaje y de las arbitrariedades que les cometían Peñaranda y los españoles que lo acompañaban, algunos indios del valle, gracias a que se fueron a vivir a las montañas y lugares inaccesibles para los conquistadores. Peñaranda trató de vivir en Zitácuaro, pero los indios no lo permitieron; entonces fue cuando fundó el pueblo de San Juan, que más tarde se denominó villa de Peñaranda y Bracamonte (1617) y que posteriormente se unieron en uno solo, llamándolo Zitácuaro. La Evangelización La conquista espiritual, basada en la educación religiosa católica, fue iniciada por los frailes franciscanos. En efecto, mientras los soldados españoles se dedicaban a cometer toda clase de arbitrariedades y se entregaban a la lujuria, en la región de Zitácuaro, Fr. Ángel de Jesús y otros sacerdotes se prodigaron sin fatiga ni pérdidas de tiempo a predicar el evangelio. Fr. Ángel, uno de los más devotos de San Francisco de Asís, era un auténtico humanista y digno educador y benefactor de los indios zitacuarenses. Su inteligencia y bondad eran tan grandes como su pobreza misma. Enseñaba a los indígenas buenas costumbres, a sembrar mejor la tierra, a cuidar y conservar los árboles, a manufacturar artesanías, tareas que realizaba sin usar calzado y con una indumentaria raída y humilde (así vivió y así lo llevaron a la tumba). Los naturales, al igual que otros tarascos educados por Tata Vasco, tuvieron su Tata Ángel, dentro del marco que hoy limita al municipio de Zitácuaro, aunque en menor escala, pero con el mismo sentido digno, humanista y trascendental. Dos tendencias se presentaban frente a frente: la de los franciscanos, que querían que los indios recibieran los bienes espirituales y materiales a que tenían derecho como seres humanos, y la de Peñaranda y Bracamonte, con sus soldados españoles, que trataban a los naturales como bestias de carga a fin de que cultivaran 35


JESÚS TEJA ANDRADE

las tierras de la encomienda y de que trabajaran en las minas; a las mujeres adultas y a las niñas las obligaban a realizar quehaceres muy pesados. Solamente a las jóvenes las tomaban los españoles para vivir con ellas como esposas o en amasiato, fenómeno social que al paso de los años fue creando las condiciones necesarias para formar la población mestiza que, después de tres siglos, la integraba la mayoría absoluta de habitantes. El Milagro de la Virgen Don Juan Velázquez de Salazar, hijo de Gonzalo del mismo apellido, al venir de España para hacerse cargo de la encomienda heredada por su padre, trajo, entre otras cosas, una imagen de la Virgen de los Remedios para su servicio espiritual en casa. Refiere la crónica que, al pasar la mula que conducía dicha imagen por el frente de la iglesia de Zitácuaro, se separó del atajo y se dirigió a la puerta de dicha iglesia, en donde se echó, sin que nadie hubiese podido levantarla. El encomendero, don Juan, pensó que era voluntad de la Virgen quedarse allí y ordenó que fuera descargada. Cuando la imagen fue introducida en el templo, la bestia se dejó caer como si se hubiera puesto en adoración. Esta hermosa leyenda ha hecho que la gente de Zitácuaro, que profesa aun la religión católica, se haga más sensible a los valores humanos, amistosa y social. Algo también importante a este respecto: el admirable prodigio sirvió para atraer hacia la iglesia mencionada, numerosos peregrinos, así como para reiterar el incomparable amor que una virgen sintió por la familia zitacuarense, en constante aumento y superación humanista. Cuando comenzaron los choques, más o menos frecuentes, entre indígenas y españoles que detentaban las tierras de los naturales y provocaban actos de protesta por el mal trato que recibían aquéllos, encontraron, siempre apoyo espiritual y moral en su religión, en su Virgen y en la esperanza, siempre viva, de ser algún día libres. Esta idea perduró a través de los tres siglos de dominación española. Lo cual es evidente.

36


ZITÁCUARO

La Iglesia Católica en Zitácuaro De acuerdo con los documentos del gabinete de manuscritos de la Biblioteca de México, tenemos las siguientes informaciones acerca del funcionamiento de la iglesia católica en lo que hoy es el municipio de Zitácuaro, a saber: Según la Cédula del 20 de febrero de 1761, foja 49.9.20, que modera las anteriores, fue en el año de 1526 cuando se fundó, entre otros conventos, el de San Juan Zitácuaro, en el que permanecieron los religiosos administrando los santos sacramentos, predicando y enseñando a los indios, hasta el día 8 de mayo de 1759, en que fueron despojados, no sólo del curato sino también del convento, iglesia, alhajas, ornamentos y obras pías por última voluntad de los fieles, sin atender a lo ordenado en la Real Cédula del 23 de junio de 1757, en la que se previno no despojar a los evangelizadores de los conventos cabecera, que eran casas de Voto, y con el número de religiosos, que previenen las bulas. En la primera Iglesia parroquial de San Juan Zitácuaro, fue precisamente donde don Juan Velázquez de Salazar dejó la imagen de Nuestra Señora de los Remedios y donde Manuel de Santa Cruz construyó la segunda iglesia con el producto de la mina que milagrosamente descubrió, iglesia que se utilizó después de algunos años, pues los materiales usados, tales como techos de vigas y tejamanil, no resistieron las inclemencias del tiempo. Esta circunstancia obligó a los evangelizadores y a los moradores de Zitácuaro a reedificar un nuevo templo, en el año 1659, el cual también quedó inservible posteriormente. Entonces se comenzó a construir otro, por el Padre Velasco, el año 1748, con crucero, bóvedas, camarín para la Virgen de los Remedios, sacristía y retablo mayor, todo muy primoroso, iglesia que se terminó de construir en 1755. Las tareas de dirección estuvieron a cargo de los religiosos; los vecinos ayudaron acarreando en mulas de piedras y poniendo su fuerza de trabajo a cambio, de parte del Padre Guardián, de la comida diaria. La iglesia parroquial fue reconstruida en la segunda década del siglo pasado. Durante la intervención francesa, la virgen, por segunda vez, tuvo que ser sacada de su casa y escondida en Cedano. Los belgas 37


JESÚS TEJA ANDRADE

se acuartelaron en el templo y, por esta circunstancia, los servicios religiosos se realizaban en Cedano y en la capilla del Santo Entierro (a un lado de la actual plaza de toros). Entre 1943 y 1944 se terminó la restauración de la torre. El señor cura Luis C. Cerda la bendijo, cuya parte reconstruida había sido cañoneada por los belgas. Posteriormente se han hecho mejoras al edificio en su conjunto, el cual luce una arquitectura colonial admirable, bella y funcional. Además de la iglesia anterior, están en servicio actualmente las que a continuación se mencionan: de Los Remedios, de San José, de San Juan, de La Trinidad, de Nuestra Señora de Guadalupe, así como la capilla de El Panteón Municipal. Formación de la Conciencia Social y Patriótica El conjunto de ideas, doctrinas, opiniones y actividades sociales constituyen la conciencia social. Los sufrimientos, angustias y carencias de Zitácuaro fueron poco a poco formando un espíritu de lucha y de rebeldía de sus habitantes por haber sido despojados de sus tierras, sus mujeres y de la tranquilidad que disfrutaban antes de convertirlos en esclavos al servicio de los malos (que los hubo nobles y buenos, como determinados religiosos) capitanes y soldados españoles. Los siglos que duró la Colonia no constituyeron una noche eterna y maldita, puesto que en esa época las condiciones mentales y las materiales (trabajo, hambre, crímenes, injusticia, ignorancia, etcétera), fueron forjando poco a poco, pero firmemente, la conciencia patriótica: amar al solar donde se nació, solidaridad con los amigos, vecinos y familiares, anhelo de ser libres e independientes, compromiso solidario para vivir mejor y progresar en beneficio de la comunidad y no en el de los conquistadores y avasalladores del pueblo. Esas ideas, opiniones, teorías y experiencias llenas de angustia y de esperanza, fueron prendiendo en el corazón y en la mente de los nativos de Zitácuaro. Solamente esperaron el momento propicio para ponerlas en práctica, en defensa de los intereses más nobles y justos de la nación. Esa oportunidad se presentó en la insurgencia y la Independencia, que a continuación abordaremos y que constituyó el punto de partida de la epopeya que escribieron los 38


ZITÁCUARO

zitacuarenses, al lado, corazón con corazón, de los demás hombres, mujeres y niños de todos los rincones del eterno Michoacán y del México inmortal.

LA INDEPENDENCIA ETAPAS DE LA REVOLUCIÓN La Revolución Mexicana es todo un proceso histórico que tiene tres etapas perfectamente definidas y concatenadas entre sí. La primera es la que se refiere a la Independencia Política, iniciada en 1810; es de carácter antiesclavista, agrario y patriótico. Los más grandes caudillos de este movimiento fueron el señor cura Miguel Hidalgo y Costilla, al que el maestro José Mancisidor ha calificado no sólo como "el iniciador de la Independencia; fue, además, su guía, su teórico, su pensador más distinguido, y el maestro que trazó el camino de transformación que nosotros estamos tratando de transitar hoy", y don José María Morelos y Pavón, quien realizó el contenido social del programa revolucionario y amplió su aspecto antiesclavista y agrario. La segunda etapa, la de la Reforma, es la época en la que los sentimientos nacionales y libertarios se desarrollan vigorosamente. El prócer más ilustre de esta etapa es el licenciado Benito Juárez, que nacionaliza la propiedad, haciendo que pase de manos eclesiásticas a las de criollos y mestizos. Las leyes de Reforma y el aniquilamiento del imperio de Maximiliano fueron obra del pueblo dirigido con patriotismo, por el Benemérito de las Américas. La tercera etapa, generalmente denominada Revolución Mexicana, no es un hecho aislado sino que forma parte del movimiento general como periodo culminante de la lucha iniciada durante la Colonia. Fue y sigue siendo: popular, agraria, nacionalista y democrática. En las tres etapas, Zitácuaro participó consciente, entusiasta y decorosamente, como lo veremos en las líneas que a continuación escribimos. 39


JESÚS TEJA ANDRADE

La Insurgencia Con este hecho histórico aparecen en Zitácuaro, como en todo Michoacán y en la Nación Mexicana entera, los primeros patriotas propiamente dichos. El Grito de Dolores Llegó con calor entrañable a la conciencia y al corazón de los zitacuarenses. Recordamos las palabras revolucionarias que el señor Hidalgo pronunció en esa ocasión: "Mi amigos y compatriotas: no existe para nosotros el rey ni los tributos; esa gabela vergonzosa que sólo conviene a los esclavos, la hemos sobrellevado hace tres siglos como signo de tiranía y servidumbre; terrible mancha que sabremos lavar con nuestros esfuerzos… sin patria y sin libertad estaremos siempre a mucha distancia de la verdadera felicidad. ¡Viva, pues, la Virgen de Guadalupe ¡Viva la América por la cual vamos a combatir!". No aceptamos, en consecuencia, la aseveración de algunas personas en el sentido de que el Padre Hidalgo no quería la Independencia completa de México, ya que el hecho de afirmar que "no existe para nosotros el rey", y además, el haber mandado retirar de la sacristía, así como de los sombreros de los feligreses y de otras partes, el retrato de Fernando VII, son una prueba fehaciente de que el Padre de la Patria, desde años antes de que fuera procesado varias veces por sus ideas revolucionarias, sí quería terminar con la dependencia a que nos había sujetado la España imperial. Los zitacuarenses se habían puesto en pie de lucha, la que se orientó más profundamente y mejor cuando el señor Hidalgo decretó en Valladolid (hoy Morelia) la libertad de esclavos, formó el gobierno civil, decreto que días después ratificó en Guadalajara, agregando, además, la supresión de castas, la libertad de comercio y la devolución de tierras a los nativos. Después de las anteriores generalidades, iniciamos el relato de los hechos sobresalientes de la historia de Zitácuaro. En 1800, con motivo de las fiestas de las Pascuas de Resurrección, el señor Hidalgo visitó Taximaroa, en donde se 40


ZITÁCUARO

realizaron reuniones convocadas por el cura de este lugar, bachiller Antonio Lecuona, participando entre otros, el presbítero Martín García, vicario de Zitácuaro. Desde entonces el señor Hidalgo, con sus discusiones acerca de la doctrina cristiana, iniciaba la labor que más tarde serviría para realizar el movimiento popular en favor de la Independencia Política de México. Después de la retirada del señor Hidalgo del Monte de las Cruces, la comarca situada al sudoeste y poniente de Toluca, comprendiendo en ella los valles de Temascaltepec y Sultepec y la región de Zitácuaro, quedó dominada por guerrillas insurgentes, entre las cuales figuraba una de las más valientes y llenas de coraje que jefaturaba don Benedicto López, oriundo y vecino de lo que hoy es el municipio de Zitácuaro, quien era un hombre sencillo y patriota como el que más. A principios de enero de 1811, el capitán realista, Juan Bautista de la Torre, inició sus sangrientas y criminales correrías. En el propio Zitácuaro, don Benedicto organizó sus hombres y fortificó la población. El virrey, Francisco Javier de Venegas, ordenó a De la Torre, del regimiento de las Tres Villas, que atacara a don Benedicto López. Aquél fue rechazado el 20 de febrero de 1811, triunfo que levantó considerablemente la moral de los insurgentes. El 22 de mayo, De la Torre volvió a atacar por segunda vez a Zitácuaro, por el rumbo de la cañada de San Mateo. También fue derrotado y hecho prisionero, y cuando lo llevaba a Tuxpan don Benedicto, en el camino los indios le dieron muerte, cubriéndolo con tierra y un montón de piedras. Ambos triunfos fueron considerados como un golpe duro para las huestes realistas en Michoacán. Durante el último ataque a Zitácuaro (22 de mayo), don Ignacio López Rayón se encontraba en Tuzantla. Al saber de los triunfos de Benedicto López, se puso en camino rumbo a aquel pueblo a efecto de tomar el mando del recién formado ejército insurgente. Don Benedicto López aceptó gustosamente la determinación y colaboró con la misma honestidad de siempre. Al saber el virrey la muerte de De la Torre, ordenó al coronel Miguel de Emparan que emprendiera el asedio a Zitácuaro. Ubicado en Maravatío, Emparán se dedicó a prepara lo necesario para lograr el éxito en la empresa que se le había ordenado. Entre el 41


JESÚS TEJA ANDRADE

virrey Venegas y Félix María Calleja del Rey, había falta de entendimiento acerca de la manera de proceder y organizar los ataques en contra de la insurgencia. Emparan advirtió la desconfianza que a él tenía Venegas y, en esta circunstancia, aceleró la preparación, saliendo de Maravatío rumbo a Zitácuaro, el 21 de junio de 1811. Al día siguiente se inició el combate. López Rayón, jefe de los insurgentes locales, derrotó a Emparan, cuya retirada fue desastrosa, siendo obligado a tomar el camino de Toluca, en donde llegó en lamentable condición moral y material. El virrey ordenó el retiro de Emparan, quien pidió volver a España, donde murió fuera del servicio militar. Alentados por las victorias de don José María Morelos y Pavón, varios partidarios de la Independencia residentes en México, trataron de acelerar el triunfo de la revolución apoderándose de Venegas y conducirlo a Zitácuaro para que Rayón le hiciera firmar las órdenes consiguientes a fin de disponer del reino al arbitrio de los insurgentes. LA SUPREMA JUNTA NACIONAL AMERICANA, PRIMER GOBIERNO NACIONAL INDEPENDIENTE La Suprema Junta Nacional Americana Vencedor López Rayón en Zitácuaro, creyó pertinente organizar una junta de gobierno que regularizara la revolución y coordinara las operaciones de guerra. Para el efecto, el 19 de agosto de 1811, López Rayón y José María Liceaga suscribieron el acta en la que planteaban la necesidad de establecer una junta suprema que se declarara "depositaria de los derechos de Fernando VII, y que organizara los ejércitos, protegiera la causa justa y libertara a la patria de la opresión y yugo que había sufrido por espacio de tres siglos". Inmediatamente después fueron llamados los jefes más importantes que se encontraban en Zitácuaro, quienes aceptaron en todas sus partes dicha acta. En seguida se procedió a elegir a los dirigentes de la junta, resultando designados José Ignacio López Rayón, como presidente, y José María Liceaga y José Sixto Berdusco, cura de Tuzantla, como

42


ZITÁCUARO

vocales (conviene aclarar aquí que él escribía así su apellido, y no Verduzco, como los historiadores modernos lo hacen). Este primer gobierno nacional independiente, adoptó el título de Suprema Junta Nacional Americana. Desde luego desplegó sus actividades: se puso en comunicación con los partidarios de la Independencia en las ciudades del virreinato; procuró reorganizar las fuerzas dispersas por todo el país; tomó medidas para regularizar el ramo de hacienda e hizo grandes esfuerzos por atenuar los horrores de la guerra en que se debatía la patria. Para facilitar la organización de las fuerzas revolucionarias y proteger su doctrina y sus ideas, la Junta fundó dos periódicos en los que escribieron López Rayón, Andrés Quintana Roo y, posteriormente, José María Cos, quien consiguió una imprenta de madera, con letras hechas por él mismo, la cual sirvió para que se publicaran los primeros cinco pliegos de los periódicos titulados EL ILUSTRADOR AMERICANO y EL SEMINARIO PATRIÓTICO, que se editaron durante varios meses. Después recibió la Junta una pequeña imprenta mecánica con la que amplió las actividades periodísticas correspondientes. Albino García y los Villagranes no se disciplinaron a la Junta. El mismo Morelos y Pavón, aunque la reconocía, no se plegó por entero a las instrucciones dictadas por ella. Estaba en contra de seguir considerando a Fernando VII, en los documentos de la Junta y en ninguna otra forma, dentro del país. La Junta alegaba que tomaba el nombre del rey, con el propósito de atraer a los criollos hacia la causa nacional. El 12 de septiembre, el virrey aceptó el proyecto de un manifiesto del obispo de Puebla, don Manuel González del Castillo, en el que se invitaba a López Rayón y a Morelos, a que depusieran las armas. El cura Antonio Palafox se presentó en Zitácuaro con dicho manifiesto, en donde, tanto Morelos como Rayón, rechazaron las promesas del obispo y confirmaron su resolución de continuar luchando hasta lograr la independencia anhelada y completa. El Gobierno virreinal le dio mucha importancia a la Junta y desde luego tomó las medidas necesarias para dirigir una campaña enérgica contra Zitácuaro. Calleja publicó en Guanajuato (28 de septiembre) una proclama en la que declaraba que no había más junta nacional 43


JESÚS TEJA ANDRADE

que las Cortes reunidas en España, ni en Nueva España otra autoridad legítima que la del virrey. Anunció su próxima salida rumbo a Zitácuaro y, para evitar el derramamiento de sangre, ofrecía 10,000 pesos a quien entregara vivo o muerto a don Ignacio López Rayón o a cualquiera de los miembros de la Junta. López Rayón y los guerrilleros de Benedicto López, constantemente hostigaban a los realistas situados en las poblaciones del poniente de la intendencia de México. Don Ramón Rayón, hermano del jefe supremo, atacó a Ixtlahuaca (11 de septiembre) y Oviedo y Canseco ocuparon el cerro de Tenango, llegando hasta cerca de Toluca. En estas circunstancias, Venegas ordenó terminantemente a Calleja que atacara a Zitácuaro. A la cabeza de las tropas que se hallaban en Guanajuato, salió Calleja para Zitácuaro, el 11 de noviembre de 1811. Los triunfos obtenidos por Morelos en Chiautla, Izúcar y La Garza, obligaron al virrey a modificar el plan de campaña y dejó a Calleja en libertad de escoger el camino que mejor conviniera. Calleja ataca a Zitácuaro. El ejército realista del centro, al mando de Calleja, integrado por dos mil ochocientos infantes, mil zapadores, dos mil doscientos caballos y veintitrés cañones de distintos calibres, se puso en marcha hacia Zitácuaro el 22 de diciembre del año 1811, llegando al anochecer a la entrada de la sierra que rodea por todos lados al valle. La marcha de los realistas fue muy penosa, puesto que la serranía, áspera y salvaje, llena de barrancas y precipicios, saturada de espesos bosques, durante el invierno se halla envuelta por espesas nieblas acompañadas de lluvias y nieve, que configuran los resbaladeros en las laderas y profundos pantanos en los bajíos. A estas dificultades naturales se aunaban zanjas, árboles derribados y grandes peñascos que los insurgentes habían abierto y amontonado previamente en las estrechas veredas para estorbar y retardar la marcha de los realistas, objetivo que se logró alcanzar parcialmente, ya que el ejército del centro empleó ocho días en recorrer unos cincuenta kilómetros para conseguir ponerse a la vista de Zitácuaro. En una ocasión, para avanzar dos kilómetros, tardaron veinticuatro horas. Vencidas las dificultades, Calleja y su ejército consiguieron acampar en la loma de Manzanillo (desde donde se puede ver toda el 44


ZITÁCUARO

área ocupada por Zitácuaro), el 1º de enero de 1812. Los insurgentes contaban con treinta y seis cañones colocados en batería con buen criterio táctico, setecientos hombres armados con fusiles, aunque con escasa preparación militar, pero bien dispuestos a luchar fervorosamente y, además, con veinte mil auxiliares, casi todos sin armas, los cuales procedían de los pueblos cercanos y tenían la obligación de presentarse al primer llamamiento a efecto de ocupar las alturas de la sierra para arrojar grandes piedras y así perjudicar al enemigo y retrasar su marcha. La villa de Zitácuaro la rodeaba una zanja, cavada por los insurgentes, que medía cuatro kilómetros (todavía existe una parte de esta zanja, convertida en barranca por las inclemencias del tiempo, que principia frente al panteón municipal y pasa al este de la Mora del Cañonazo) y, además, estaba fortificada por un parapeto de tres metros de espesor y por cuatro baterías colocadas en los puntos vulnerables de la línea de defensa. Con estos elementos materiales, sin embargo, no era fácil contrarrestar la fuerza bélica que tenía Calleja en su haber; así lo reconoció don Ramón Rayón, quien aconsejó a su hermano que era mejor abandonar la plaza a exponerse a una derrota segura que llenaría de desprestigio a la Junta Suprema y desalentaría a los grupos de guerrilleros que controlaba. Don Ignacio reconoció la validez del consejo de don Ramón, pero decidió esperar el ataque de Calleja, por consideración a los valientes indígenas y mestizos de la comarca, cuya cooperación y solidaridad eran tan importantes y necesarias, como él creía a pie juntillas, pues en caso de abandonar la población ellos mismos se opondrían firmemente, ya que la consideraban como un baluarte inexpugnable del espíritu regional, después de las derrotas que en la villa habían sufrido, en tres ocasiones, los realistas de De la Torre y Emparan. El 2 de enero de 1811, Calleja inició el ataque a Zitácuaro. Ordenó colocar una batería en la loma de San Juan Viejo, punto estratégico desde donde se dominaba el atrincheramiento del centro de la plaza. Eran las once de la mañana, cuando se iniciaron los movimientos de las columnas realistas. El fuego no se hizo esperar. Don Ramón Rayón, realizó durante el combate auténticos prodigios de valor; no se retiró sino cuando advirtió que sus hombres, atropelladamente y de manera confusa, abandonaban las posiciones 45


JESÚS TEJA ANDRADE

previamente señaladas. En estos instantes una bala de cañón penetró en el pecho del caballo que montaba; fue tan fuerte la caída que sufrió don Ramón, que sus soldados lo dieron por muerto. Aunque siguió con vida, sí perdió un ojo. Su asistente, Joaquín Ruiz, exponiendo su propia vida al recibir cinco heridas, fue quien salvó la vida de su jefe. Un árbol de mora sirvió de trinchera natural a este grupo de insurgentes; aunque recibió una bala de cañón en el centro de su tronco, supervivió con el nombre de Mora del Cañonazo, durante más de un siglo. El pueblo, a iniciativa de don Aurelio Arciniega, la rodeó de un hermoso jardín y le rendía, cada día 2 de enero, un emotivo culto cívico. En las últimas décadas esta conmemoración ha dejado de efectuarse. Sólo queda un tronco muerto y petrificado, aunque cerca de él otra mora, de la misma especie del histórico árbol, nos recuerda tan heroico acontecer. El C. Alfredo Tenorio, durante su gestión como presidente municipal, justo es aclarar, mandó arreglar completamente este monumento que aun lleva el nombre de Mora del Cañonazo. Los realistas sufrieron gran cantidad de muertos y heridos, pero a ellos correspondió ganar esta batalla. A nosotros, mexicanos, la última: la Independencia. La pérdida de Zitácuaro constituyó un golpe muy duro para los defensores de la causa libertaria de México. Los miembros de la Junta Suprema, primer gobierno nacional independiente, que se organizó en Zitácuaro, se vieron obligados a retirarse a Tlalchapa y de allí se fueron al mineral de Sultepec, quedando por un tiempo en este lugar, Liceaga y Berdusco ya que Rayón se separó del grupo a fin de tomar el mando de las fuerzas insurgentes, con las que pretendía atacar a los realistas que estaban en Toluca. PRIMER INCENDIO Y DESTRUCCIÓN DE ZITÁCUARO Primera destrucción e incendio de Zitácuaro Calleja, que tenía en su poder a Zitácuaro, y que en tres ocasiones había visto derrotadas a las tropas realistas, y en cuyo sitio se había 46


ZITÁCUARO

instalado la Junta Suprema para realizar su plan de acción revolucionaria y patriótica, se propuso volcar su odio hacia los habitantes de la plaza y castigarlos sin consideración alguna. Lo primero que hizo fue mandar fusilar a diecinueve de los prisioneros que cayeron en sus manos. El 5 de enero de 1812 publicó un bando salvaje y criminal, por medio del cual ordenó a todos los vecinos (niños, mujeres, hombres y ancianos), que abandonaran la plaza, dentro del término de seis días, permitiéndoles llevar consigo lo que pudieran de sus bienes, a fin de que a la salida del ejército del centro, fuera la villa destruida y reducida a cenizas. En el bando de referencia se ordenaba que: las tierras, tanto de propiedad común como particular, pasaran al control de la real hacienda; los indios quedaron privados de todos sus derechos, prometiendo a éstos y a los demás vecinos que depusieran las armas dentro de ocho días, el perdón de la pena capital, no así la restitución de sus propiedades. Asimismo, todo el pueblo que admitiere a los miembros de la Junta Suprema o a cualquier representante de la misma o se opusiera a las tropas realistas, quedaría sujeto a las mismas penas. La cabecera del distrito de Zitácuaro debía trasladarse a la del distrito de Maravatío, y se prohibió estrictamente que se volviera a formar en los terrenos que ocupaba Zitácuaro, alguna nueva población. Se transcriben a continuación, los once artículos contenidos en tan abominable bando: "Art. 1º. Quedan adjudicadas a la real hacienda las tierras y demás bienes pertenecientes en común o en particular a los naturales de esta villa, y de los pueblos de su jurisdicción, que tomaron partido con las armas en la mano, en favor de los rebeldes después de la entrada del cabecilla Rayón; y dichos naturales quedan embebidos en la clase general de los demás vasallos para mantenerse en cualesquiera pueblo, donde les acomode a costa de su personal trabajo, sin el goce de las franquicias y privilegios que por la calidad de ser indios les había dispensado de tiempo inmemorial la innata beneficencia del gobierno. "2º. Quedan, asimismo, adjudicadas a la real hacienda las tierras y bienes de los vecinos españoles y demás castas no indias que hayan abrazado el partido de la insurrección, y seguido a los cabecillas en su huída, o asustándose a la entrada de las tropas del rey. 47


JESÚS TEJA ANDRADE

"3º. Todos los que se presenten voluntariamente, tanto indios como todas las demás castas, dentro del término de ocho días, contando desde esta fecha, con sinceras muestras de arrepentimiento, y con el objeto de trabajar en la reparación de caminos que inutilizó la perfidia de los malvados, allanamiento de fosos, zanjas y baterías que construyeron, serán perdonados; pero sin derecho al recobro de sus tierras. "4º. La cabecera de esta jurisdicción se trasladará a Maravatío, desde donde se nombrará una justicia que ejerza la jurisdicción ordinaria reunida a la militar, en calidad de comandante de armas, con la obligación de crear compañías vestidas, armadas, montadas y sostenidas a costa de los vecindarios y hacendados pudientes de la comarca para cuidar de la tranquilidad pública de toda ella, por el orden y reglas que se prescriben en el reglamento político militar, publicado por mí en 8 de junio último, del que se le acompañará un ejemplar. "5º. Debiendo ser arrasada, incendiada y destruida esta infiel y criminal villa, donde por tres veces se ha hecho la más obstinada resistencia a las armas del rey, y en la cual no se encuentra vestigio ni señal alguna de amor al gobierno que le ha dispensado tantos bienes; sino por el contrario de odio y fiereza la más brutal, como lo acreditan las cabezas de varios dignos jefes y oficiales de las tropas del rey, que sacrificaron sus vidas en obsequio de la tranquilidad pública, colocadas en las primeras entradas de la villa; todos sus habitantes de cualquier condición, edad y sexo, actualmente residentes en ella, la evacuarán dentro de seis días, contados desde esta fecha, permitiéndoseles por un efecto de conmiseración, que se lleven sus bienes y demás muebles que tengan, y que se avecinden en cualquier otro pueblo de la jurisdicción o fuera de ella. "6º. Todos los individuos y familias que salieren de esta villa en cumplimiento del artículo anterior, llevarán un documento que exprese el nombre, filiación y número de personas de cada una y el día de su salida, para que no se confunda con los que habiéndose ausentado o seguido a los rebeldes, y quisieren gozar del mismo beneficio sin haberse presentado en dicho término; bajo el concepto de que el que se encontrare sin este documento, o permaneciere en esta villa después de los seis días fijados sin impedimento grave que le 48


ZITÁCUARO

haya obligado a ello, será tratado como rebelde y pasado por las armas. "7º. Todos los habitantes de esta villa que tuvieren en su poder armas o efectos procedentes de los robos y saqueos ejecutados mientras existieron en ella los bandidos, las presentarán dentro del tercero día, bajo la pena capital que se impondrá irremisiblemente a los que no lo hicieren. "8º. El cura y eclesiásticos así seculares como regulares residentes en esta villa, serán remitidos a Valladolid a disposición del Ilmo. Sr. Obispo de la diócesis, formándose por el Sr. Conde de CasaRul, encargado del gobierno político de esta villa, un inventario exacto con intervención del capellán de la plana mayor, y del mismo cura y eclesiásticos en sus respectivas iglesias, de los vasos sagrados, alhajas y demás paramentos que hubiere en ellas para remitirlos igualmente a dicho prelado. "9º. Las tierras que conforme a los artículos 1º y 2º., deban adjudicarse a la real hacienda, se venderán por cuenta de ellas a personas honradas o de conocida fidelidad, con absoluta prohibición de volver a fundar en adelante pueblo alguno en este lugar ni en ningún otro de los que merezcan ser arrasados; permitiéndose únicamente que se formen ranchos o caseríos rurales, celando la observancia de este artículo el subdelegado de Maravatío, quien sobre venta de tierras y demás que ocurra en la materia, se entenderá con el intendente de la provincia. "10º. Todo pueblo que admita o abrigue a los cabecillas Rayón, Liceaga y Berdusco, o cualquiera comisionado de ellos, no lo entregue y que haga resistencia a las tropas del rey, queda sujeto a las mismas penas. "11º. El cumplimiento de estas providencias por lo respectivo a esta villa y pueblos que deban comprenderse en las indicadas penas, y la expedición de los documentos prevenidos en el Art. 6º, se encarga al referido señor conde de Casa Rul.- Dado en San Juan Zitácuaro, a 5 de enero de 1812.- Félix Calleja". El conde de Casa-Rul, designado gobernador de la villa conquistada, fue el encargado de la ejecución de este criminal decreto. Antes de salir de Zitácuaro las tropas realistas, se les autorizó para saquear todas las casas, y después de hacerlo, incendiar y arrasar la 49


JESÚS TEJA ANDRADE

población: siniestros resplandores se elevaron por toda la población; las llamas consumieron a la digna y noble villa, convirtiéndola en un montón de ruinas calcinadas y deformes. El incendio y la destrucción se iniciaron el 12 de enero de 1812. Calleja había cumplido con su absurda máxima, en el sentido de que "el fuego de la revolución debía apagarse con sangre". Así terminó, por primera vez, su sagrada existencia este heroico pueblo, pero únicamente para volver a ser reconstruido con las manos y corazón bien puesto de sus valientes y patriotas hijos y para continuar la lucha, con más temple y madurez, y hacerse acreedor entre otros, a un significativo título que la historia le otorgó, de: CIUDAD DE LA INDEPENDENCIA. Las familias se fueron a vivir a las lomas, a los cerros y a los poblados cercanos. Los hombres adultos siguieron la lucha al lado de los jefes insurgentes. Cuando don José María Morelos, quien jamás olvidó el diálogo y las orientaciones de su maestro y jefe, don Miguel Hidalgo, convocó al Congreso con asiento en Chilpancingo, buen número de zitacuarenses estuvieron dentro de sus filas. Al instalarse, el 13 de septiembre de 1813 el Congreso de Anáhuac, el señor Morelos declaró solemnemente: "que por las presentes circunstancias de Europa, ha recobrado el ejercicio de su soberanía usurpada, que en tal concepto queda rota para siempre y disuelta la dependencia del trono español, que es árbitro para establecer las leyes que le convengan para mejor arreglo y felicidad interior". Ese mismo día, el generalísimo leyó ante los diputados del Congreso su histórico discurso intitulado "Sentimientos de la Nación" en el cual se hablaba, con un criterio revolucionario desconocido, de la problemática social, de soberanía de los pueblos, de democracia, de libertad, de que "América era libre e independiente". Sin la doctrina liberal de Hidalgo y Morelos, no hubiera sido posible una práctica revolucionaria consecuente. Don Ramón Rayón se fue a instalar con sus hombres al cerro de Cóporo, perteneciente, en décadas pasadas, al municipio de Jungapeo, distrito de Zitácuaro. Al principiar la campaña realista (enero de 1815) con la expedición contra las posiciones ya fortificadas de Cóporo, por don Ramón, se presentó su hermano Ignacio, fugitivo 50


ZITÁCUARO

de Zacatlán. Aquél le cedió el puesto de mando a éste y se puso a sus órdenes. Con el fin de atacar a los insurgentes instalados en Cóporo, Calleja ordenó que a las fuerzas de Llano se sumaran las que operaban en la provincia de Guanajuato, al mando de don Agustín de Iturbide, que fue designado segundo jefe de la división expedicionaria, la cual se situó frente a Cóporo el 16 de enero de 1815. Llano inició el fuego el 2 de febrero. Los insurgentes causaron pérdidas considerables a los realistas. Entonces Llano cedió el lugar a Iturbide como general en jefe. El 4 de marzo las columnas de Iturbide volvieron al ataque, pero fueron nuevamente rechazadas con grandes pérdidas para los mismos realistas. El gobierno virreinal se alarmó con estas derrotas. Los hermanos Rayón, en cambio, vitalizaron la esperanza en la causa insurgente. Con estos hechos, las armas reales perdieron la extensa zona que va desde Toluca y Zitácuaro hasta Valladolid. Una anécdota ejemplar: don Ignacio recibió informes acerca de la prisión de su hermano Francisco, a quien le propusieron el indulto a cambio de la sumisión al gobierno español, tanto de él como de sus hermanos Ignacio y Ramón. Al darse cuenta de tal situación la madre de ellos, doña Rafaela López de Aguado, contestó indignada con estas célebres palabras: "Prefiero la muerte de todos mis hijos, a la afrenta del indulto que se les ofrece". Pasado algún tiempo, Cóporo, por la falta de parque, la sed, el hambre y la desesperación de las familias que estaban dentro del Fuerte, se vio obligado a capitular, hecho que se realizó el 7 de enero de 1817. Don Benedicto López fue hecho prisionero y condenado a muerte: su cuerpo fue destrozado y exhibido en distintos lugares de la villa. Los zitacuarenses en pie de lucha, al lado de los demás mexicanos patriotas, fortalecieron su conciencia cívica y jamás dejaron de participar en la guerra y en las batallas por conseguir una nación libre, próspera y decorosa. Al consumarse la Independencia, Zitácuaro se había reconstruido en el mismo lugar que ocupaba antes de ser arrasado, incendiado y

51


JESÚS TEJA ANDRADE

destruido. En 1822, la Junta Cívica local, le confirmó su categoría política de Villa. SEGUNDO INCENDIO Y DESTRUCCIÓN DE ZITÁCUARO Segunda Destrucción e Incendio de Zitácuaro En el momento en que don Juan Álvarez lanzó su Plan de Ayutla, por medio del cual se desconocía a don Antonio López de Santa Anna como Presidente de la República (marzo de 1854), Zitácuaro se puso a las órdenes de aquél, en la lucha contra el dictador. La toma de Huetamo por los partidarios del general Álvarez, en la que participaron muchos zitacuarenses, dio extraordinario impulso a infinidad de pueblos michoacanos y de otros Estados. El ministro de Guerra del General Santa Anna declaró: "Los pueblos rebeldes deben ser desaparecidos y todos los individuos que hayan tomado parte en hostilizar a las tropas nacionales serán pasados por las armas". El gobierno mandó a Michoacán al coronel José López de Santa Anna, hijo del Presidente, con instrucciones de fusilar a todos los que hubieran dado auxilio a los rebeldes, aunque los encontrara en sus casas, así como para incendiar los pueblos que dieran acogida a los revolucionarios. El coronel Santa Anna cumplió puntualmente dichas órdenes: viejos, mujeres y niños de Zitácuaro y muchos otros pueblos michoacanos, fueron inhumanamente sacrificados por él y sus secuaces, ya que a su parecer eran rebeldes o parientes de los mismos. A Zitácuaro le tocó recibir tan indigno e injusto castigo. La Villa fue incendiada y arrasada por los santanistas, el 1º de abril de 1855, por el hecho de haber participado, como era su deber indeclinable, en la Revolución de Ayutla. Don Melchor Ocampo en Zitácuaro El señor Melchor Ocampo, filósofo de la Reforma, en diversas ocasiones habitó una casa de Zitácuaro, donde escribía discursos y capítulos de algunos de sus libros. En dicho edificio se colocó una placa que todavía existe, donde se lee el siguiente pensamiento: 52


ZITÁCUARO

"EN ESTA CASA SE HOSPEDÓ VARIAS VECES EL LIBERTADOR DE LAS CONCIENCIAS MEXICANAS C. MELCHOR OCAMPO. EL PARTIDO LIBERAL ROJO. 21 DE MARZO DE 1917".

La casa de referencia se encuentra en la calle que se llamó de La Reforma, actualmente calle de Morelos. Asimismo se le dedicó un monumento instalado en la actualidad en el histórico Jardín de la Constitución. Don Melchor Ocampo gozaba de grandes y merecidas simpatías en Zitácuaro. En muchas ocasiones ocupó la tribuna cívica durante las fiestas patrias y dictó conferencias de carácter liberal. Sus orientaciones calaron muy hondo en la conciencia regional. En efecto, el ayuntamiento municipal convocó, en diciembre de 1852, a gran número de vecinos para llevar al cabo una junta (en el salón de cabildos), en la que, al terminar las discusiones, se levantó el acta correspondiente. En ésta figuraron las peticiones que deberían hacerse ante el Congreso de la Unión: "La abolición de los fueros militar y eclesiástico, la tolerancia de cultos y la abolición de las alcabalas". El historiador Francisco Bulnes, en su obra Juárez y la Revolución de Ayutla y la Reforma, dice: "Corresponde a Zitácuaro en una acta revolucionaria, por la primera vez en México, proponer la abolición de los fueros militar y eclesiástico… la villa de Zitácuaro, la más notable en nuestra historia por sus grandes méritos en favor de la civilización, estampó en su programa revolucionario de 1852, la tolerancia de cultos".

LA REFORMA El general Juan Álvarez llega a la Presidencia de la República en 1855. Don Benito Juárez, Melchor Ocampo, Guillermo Prieto y otros liberales revolucionarios y honestos, integran el gabinete. Con ellos se inician las reformas gubernamentales. Se publica la Ley Juárez (supresión de tribunales especiales). El 5 de febrero de 1857 fue sancionada y jurada la "Constitución mexicana, sobre la indestructible base de la legítima independencia proclamada el 16 de 53


JESÚS TEJA ANDRADE

septiembre de 1810 y consumada el 27 de septiembre de 1821". Estableció que los derechos humanos son el cimiento y el objeto de las instituciones sociales; proscribió la esclavitud; impulsó la libertad de enseñanza, de trabajo, de pensamiento y de imprenta; suprimió los fueros eclesiástico y militar, etc. Don Benito Juárez asumió interinamente la Presidencia de la República. Declaró establecido su gobierno en Guanajuato (enero de 1858); en mayo del mismo año llegó a Veracruz, en donde expidió las históricas Leyes de Reforma: nacionalización de los bienes eclesiásticos, separación de la iglesia del Estado, supresión de las órdenes monásticas y asociaciones poseedoras de bienes de manos muertas, secularización de los cementerios, entre otras. El Presidente Juárez estableció su gobierno en la ciudad de México el 16 de enero de 1861. Zitácuaro vio en el señor Juárez al prócer más destacado de la Reforma, como la dignidad nacional por excelencia, como la conciencia histórica de la época y lección universal de alto civismo. Todos los actos del gobierno juarista fueron seguidos, paso a paso, y apoyados con las armas en la mano por los michoacanos progresistas, entre los que se encontraban, una vez más, los chinacos zitacuarenses. En la batalla del 5 de mayo y otras acciones realizadas en defensa de la soberanía nacional, vulnerada temporalmente por el ejército invasor francés, los chinacos participaron consciente y fervorosamente, bajo las órdenes del coronel Germán Contreras, originario de Zitácuaro. LA GUERRA DE INTERVENCIÓN FRANCESA EN MICHOACÁN Cuando el ejército imperialista se posesionó de la ciudad de México, motivo por el que el Presidente Juárez emprendió su heroica y penosa peregrinación por el Norte de la República, Michoacán se preparó en la mejor forma posible para luchar contra los invasores.

54


ZITÁCUARO

Zitácuaro fue el primer pueblo que recibió los ataques de los imperialistas en el Estado. "Desde 1863 hasta 1867 —escribe el Lic. Eduardo Ruiz— Zitácuaro se ha convertido en un altar de la Independencia o en un santuario de la Libertad". Los habitantes de la CIUDAD DE LA INDEPENDENCIA, nombre oficial de entonces, responden, como una cuestión de honor y gloria, con sus deberes sagrados para con la patria. El Lic. Luis Couto, originario y vecino de Zitácuaro, fue nombrado Gobernador de Michoacán (5 de agosto al 17 de septiembre), con lo cual se logró someter a los "Lanceros de la Libertad" que se sublevaron en contra del gobierno michoacano; que se organizaran las fuerzas humanas y materiales. Se crearon también recursos pecuniarios y se levantó el espíritu cívico de la provincia. El joven general Porfirio Díaz llegó a Zitácuaro con su pequeño ejército, al cual se sumó el contingente jefaturado por el guerrillero local, don Jesús Sosa. El general Díaz se alojó en la casa del patriota don Lorenzo Rodríguez, quien le proporcionó valiosa información sobre la topografía y lugares estratégicos de la región. Pasados tres días de descanso, emprendió nuevamente la marcha hacia Tierra Caliente. En El Bosque, saludó y conversó con don Luis Couto. El ejército continuó por Laureles y Orocucutín (que significa dando vuelta), lugar donde apareció repentinamente Laureano Valdés con una gruesa columna de traidores. Los soldados republicanos les propinaron una completa derrota. Estos fueron unos de los primeros tiros disparados en el Distrito de Zitácuaro, contra la intervención francesa, cuyos sucesos sobresalientes registrados en la región, relatamos en seguida: El patriota Lic. Luis Couto entregó el cargo de Gobernador y Comandante Militar del Estado y se retiró a su hacienda de El Bosque, lugar desde donde prestó valiosos servicios durante la campaña. Los cerros de Camémbaro (significa amargo), El Pelón, El Cacique, las mesas de Coatepec (cerro de la Culebra) de Morelos y de San Juan Viejo, las cañadas, etc., volvían a ser refugio y atalaya de familias enteras, las que otra vez estaban dispuestas a dar su generosa vida por la independencia ultrajada de México.

55


JESÚS TEJA ANDRADE

Coterráneos de muchos pueblos cercanos y lejanos llegaban a Zitácuaro, con el firme propósito de participar en las luchas contra los invasores. Una sección del ejército francés, bajo las órdenes del general Bertier, salió de Toluca a reforzar a los traidores de Laureano Valdés. Las fuerzas de ambos atacaron a los patriotas en un caserío cercano a Tiquicheo (lugar de piedras de moler). El triunfo completo fue para el general Díaz y sus republicanos, los cuales avanzaron hasta Tejupilco. El general Bertier regresó a Toluca, completamente desmoralizado. En Zitácuaro se organizó el batalló de infantería Guardia Nacional de Zitácuaro y Jungapeo, y con la brigada mixta de Elizondo se integró un solo ejército, comandado por Crescencio Morales, Ignacio Martínez y Francisco Serrato. El general Vicente Riva Palacio estudia la topografía de Zitácuaro y llega a la conclusión de que la plaza es desventajosa desde el punto de vista militar, ya que la puede atacar el enemigo por diversas partes con éxito. A esa causa se debía que Riva Palacio nunca esperaba a los franceses, belgas y zuavos en el interior de la población; siempre los dejaba penetrar a la misma y en seguida los atacaba. Sus más cercanos ayudantes eran el coronel Alzati y Jesús Verduzco. Riva Palacio tenía fama de buen literato (México a Través de los Siglos, obra única en su género, fue publicada bajo su dirección), pero, sobre todo, por sus convicciones patrióticas. Fue, en poco tiempo, un jefe popular, admirado y respetado por los zitacuarenses; todos los hombres eran soldados y hasta las mujeres luchaban sin fatigas como defensoras de la independencia y la libertad. En las casas se manufacturaba el parque, se hacía la pólvora, se construían los cartuchos. Riva Palacio y Bernal cortaban el género para los uniformes de los soldados y las mujeres los cosían y terminaban. Los niños y adolescentes servían de exploradores para detectar la presencia del enemigo; la demás gente que no ingresaba en las filas, se encargaba del servicio de correos. Zitácuaro era todo un campamento dedicado a luchar por la segunda independencia. Por ese tiempo el general Riva Palacio formó aquel equipo de jefes admirados por su valor, perseverancia, abnegación y por su fe en el sagrado destino de la patria: Nicolás Romero, Crescencio Morales, Luis Robredo, Félix Bernal, Francisco Serrato, Donaciano Ojeda, Luis 56


ZITÁCUARO

Carrillo, Valencia (muertos unos por fusilamiento y otros en combate), así como León, Castillo, Granada, Acevedo, Los Alzatis, Germán y Lorenzo Contreras, Los Coutos, Manuel Alas (hijo), Lalanne, Romo, Pedro García, Borda, Limón, Marroquí y otros. En el terreno de la política, colaboraron el Dr. José María Manzo Ceballos, los licenciados Manuel Alas, Manuel Saavedra, Luis Couto, Urbano Lechuga y Felipe Méndez; también los ciudadanos José María Mateos y sus hijos José y Manuel. El encargado de cobrar las contribuciones en el primer Distrito, era don J. Zeferino Gómez Gallardo. A todos ellos y muchos otros patriotas, nuestro devoto homenaje. Por sus servicios a la causa nacional, al general Vicente Riva Palacio se le declaró ciudadano michoacano y benemérito del Estado (decretos de febrero y abril de 1868). Zitácuaro, con la defensa de este héroe, se convierte en un baluarte de la libertad, tal como lo hicieron los hermanos Rayón, Benedicto López, Nicolás Bravo y otros, en la primera etapa de la Revolución Mexicana. Indios y mestizos, por igual, integraban el ejército de chinacos de Zitácuaro. El general Jesús Díaz de León fue nombrado prefecto comandante militar del Departamento de Zitácuaro. Por su mal comportamiento y arbitrariedades, los vecinos del pueblo se sublevaron y lo obligaron a abandonar precipitadamente la ciudad. En su lugar fue designado, por el general Berriozábal, don Crescencio Morales para ocupar el cargo. Todo estaba listo para la campaña contra el ejército imperialista. Los zuavos El 27 de marzo de 1864 llegó un enviado especial de Tuxpan para informar que el coronel Clinchant, con el primer regimiento de zuavos (soldados de infantería argelinos que estuvieron al servicio de Francia) y una fuerza de caballería de los traidores, acababa de tomar la población. Riva Palacio se situó en las faldas del Cacique y Morales en la colina de Camémbaro; las familias salieron de la ciudad y se instalaron en los cerros de la periferia.

57


JESÚS TEJA ANDRADE

El día 28 de marzo entraron los invasores en Zitácuaro. Los zuavos se dedicaron a saquear los comercios y las casas. Los actos de rapiña se cometían sin consideración alguna. Alrededor de la Ciudad de la Independencia se levantaban grandes columnas de humo, a consecuencia de las lumbradas que hacían las familias para preparar sus alimentos. Jaimes, Navarrete y Marcos Alzati penetraron a la población disparando sus armas. Cundió el pánico entre los que se creían los más grandes soldados del mundo. Los zuavos salieron de Zitácuaro y se ubicaron en "Loma Larga", en donde se dedicaron a vender lo robado: dos pesos cada vaca parida, un peso cada buey, dos reales el cerdo, etc. Los invasores, el día 29, se alejaron de la región, después de tan singular feria comercial. Un fuerte contingente de indios, que siempre han sentido en su corazón un amor entrañable por la tierra que los vio nacer, había sido hecho prisionero por la fuerza del coronel Clinchant y los habían amenazado con pasarlos por las armas. Una comisión de vecinos se presentó ante el coronel para suplicarle el perdón, el cual lo ofreció con la condición de que uno de los indígenas presos llevara un comunicado al general Leonardo Márquez, que se encontraba en Maravatío en camino hacia Zitácuaro. El indio mazahua, en lugar de dirigirse a Maravatío, se fue a Camémbaro en donde entregó al prefecto Crescencio Morales el comunicado, que a la letra decía: "A las once de hoy ocupé esta plaza, y no encontré en ella ni tropa ni familias; a mi llegada todos habían huido a la montaña. Es inútil permanecer en este pueblo abandonado, y me retiro por Maravatío; o se necesita la venida de Ud., y puede volverse a Morelia. Zitácuaro, 28 de marzo de 1864.- Clinchant".

El 29, Riva Palacio y Morales dispusieron que las familias y la tropa regresaran a la Ciudad de la Independencia. Una vez más, los indígenas y mestizos, en compromiso solidario con la patria, actuaron valientemente y sin condiciones para dar su vida por ella, si fuese necesario. El coronel Rosalío Elizondo se pasó a las filas francesas. En Zitácuaro, al conocerse el hecho, se celebró con música, gritos 58


ZITÁCUARO

cohetes, pues todos querían tener a Elizondo como enemigo por su actitud desleal, cobarde y llena de dudas, ambiciones y antipatías. Zitácuaro, era la plaza que sufría mayores peligros, ya que de un momento a otro, podría ser atacada por los extranjeros y los traidores. Elizondo, poco antes de su defección, logró impresionar al general en jefe, José L. Uraga, en el sentido de que la defensa de dicha plaza era inútil y de estériles resultados. Riva Palacio, que se encontraba aislado allí y que solamente debía atenerse a sus propias fuerzas para proseguir la lucha contra la intervención, siguió adelante con el entrenamiento constante de sus chinacos. Nicolás Romero en Zitácuaro Sin embargo, por aquellos días de abril de 1864, Riva Palacio tuvo la fortuna de contar con un nuevo e inapreciable colaborador, el guerrillero más notable por su valor, su astucia, sus convicciones firmes, su fe en el pueblo y su amistad sana y limpia hacia don Vicente: Nicolás Romero, nombre que aparece en las páginas de la historia como un legendario chinaco, con profundo sentido cívico, sin preparación militar pero temible en la lucha. Su convicción en las mejores causas de México, lo colocaron al lado de los grandes forjadores de la nación. Nicolás Romero nació en Tlalpan, Distrito Federal; fue obrero textil y se incorporo durante la Reforma, a los guerrilleros del Ajusco y luchó a partir de 1858, en los alrededores de la capital de la República. Al principiar la intervención francesa peleó en el hoy Estado de Hidalgo, donde se destacó como un guerrillero heroico y decoroso. Buscando un campo más amplio para luchar contra el imperialismo invasor, escogió a Zitácuaro, "nido de águilas y guarida de leones". A la cabeza de cien jinetes se presentó ante el coronel Riva Palacio. Frisaba entre los treinta y los treinta y cuatro años de edad; era mestizo, de color moreno; vestía de tricot negro y sombrero de fieltro. Manejaba los caballos con suma ligereza. Las huestes de Riva Palacio se reforzaron grandemente con la guerrilla de Garza, la compañía de rifleros y los cien jinetes de

59


JESÚS TEJA ANDRADE

Romero, quienes desde luego salieron a expedicionar por la región de Ixtlahuaca. El 21 de mayo de 1864, cuando daban de comer a la caballada en la hacienda de Nijiní, una columna enemiga empezó a tirotearse con la avanzada de Nicolás Romero. Éste, reforzado con la guerrilla Garza, y con la garrocha en la mano, a la cabeza de sus lanceros, contraatacó con pasión y coraje chinaco. Aterrorizados los traidores huyeron a todo escape, pero fueron perseguidos, en más de cincuenta kilómetros, dejando cinco muertos, veinticinco prisioneros, treinta caballos, treinta mosquetes, once sables, cinco clarines, más de cincuenta lanzas y gran cantidad de cartucheras. El triunfo proclamó, por vez primera en Michoacán, el nombre de Nicolás Romero. A su regreso a Zitácuaro, fue recibido con entusiasmo y vivas por todos sus vecinos. Con profunda satisfacción, Riva Palacio tomó en sus manos el mando de sus guerrilleros y, acompañado de Nicolás Romero, Luis Carrillo, Luis Robredo, Pedro García y otros jefes, con un ejército de cerca de quinientos chinacos, salió de Zitácuaro para amagar a Toluca. Su objetivo primordial era realizar un ataque sorpresivo sobre aquella plaza el día en que sus majestades Maximiliano y Carlota hicieran su entrada solemne en México. Una columna formada por mil hombres, jefaturada por el coronel Morel, había recibido el encargo de atacar a Riva Palacio en Zitácuaro, con instrucciones precisas de acabar con él y sus chinacos, sobre todo los de Nicolás Romero, cuya desconcertante acción de armas había sembrado el pánico entre todos los traidores. El cuerpo de rifleros al mando de Romero fue destacado para flanquear a los imperialistas y él, Riva Palacio, con la caballería de Castillo y los infantes de Robredo, marchó de frente hasta avistar al enemigo. Entre las fuerzas de Morel y las de Riva Palacio, había una barranca grande. Los traidores cayeron en la trampa: dándose cuenta del reducido número de republicanos, bajaron rápidamente hasta el fondo de esa barranca y al subir a paso de carga por el lado opuesto, se vieron sorpresivamente atacados por los chinacos de Nicolás Romero y de Acevedo. Los trescientos jinetes de Morel fueron obligados a huir en desbandada. La infantería, al mando del traidor Pascual Muñoz, fue atacada duramente por los republicanos; Muñoz, herido, se ocultó 60


ZITÁCUARO

entre los muertos y los soldados se entregaron a los vencedores republicanos. El Diario del Imperio dio la siguiente información, deformada burdamente por supuesto, sobre estos hechos: "que Riva Palacio, con sus fuerzas unidas a las del guerrillero Caamaño, sorprendió en el rumbo de Toluca a un destacamento del coronel imperialista Valdés, cerca del punto llamado de la Cabra, y que su jefe, apellidado Muñoz, pereció allí, retirándose su tropa a Toluca". Riva Palacio ordenó el regreso inmediato a Zitácuaro, en donde, como siempre, fueron recibidos jubilosamente. Los soberanos Maximiliano y Carlota, emperadores efímeros de México, tomaron posesión del Palacio de Moctezuma y de Iturbide. Su imperio empezó en 1864 y terminó en 1867, con el fusilamiento del propio emperador y de Miramón y Mejía (19 de junio). El Sistema de Guerrillas Los guerrilleros operaban con disciplina, heroísmo y amor a su tierra natal. Los invasores, unidos a grupos de traidores, siempre eran hostigados por los flancos y la retaguardia, por los chinacos. La guerrilla era la continua pesadilla de las columnas francesas cuando atravesaban los bosques o transitaban por caminos sinuosos. La reata y la lanza eran las armas que más provocaban pánico entre los invasores, por cuyo motivo el gobierno imperial prohibió, bajo duras penas, el uso de ellas. La guerrilla mexicana, desde la etapa de la Independencia, iniciada en 1810, era el medio más eficaz puesto en práctica por el pueblo (como lo han hecho todos los países en vías de desarrollo en el mundo), frente a las potencias imperialistas que nos han atacado en guerras injustas (recordar la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio, el ataque a Veracruz en 1914 y la propia intervención francesa que estamos contemplando). Y hablando de la efectividad del sistema de guerrillas, un escritor francés escribe: "De 1862 a 1867, México dio un ejemplo memorable de la terrible eficacia de este género de guerra contra los invasores; después de cinco años de lucha continua, organizados en guerrillas, acabaron 61


JESÚS TEJA ANDRADE por obligar la retirada de las excelentes tropas que los habían vencido casi siempre en las grandes batallas".

Estas guerrillas y el movimiento revolucionario iniciado por el pueblo mexicano en 1910, como veremos más adelante, fueron el antecedente básico para organizar el actual ejército nacional, que tanto merece el bien de la patria. Nuevos hechos de armas en Zitácuaro Mientras se realizaban batallas en el centro y sur del Estado, en el oriente el general Riva Palacio aumentaba su prestigio con los triunfos logrados en los hechos de armas mencionados, así como por el incremento que iban alcanzando sus fuerzas chinacas, merced a lo cual se operaba en dos formas, según lo exigían las circunstancias: a base de guerrillas o en forma de ejército organizado y unitario. Una Heroína Zitacuarense El 13 de agosto de 1864, más de mil soldados del imperio penetraron a paso veloz por las principales calles de Zitácuaro, comandados por Lamadrid y Laureano Valdés. Sorprendidos los republicanos salieron de la población a toda prisa, para tomar las siguientes posiciones, dictadas por Riva Palacio, quien se encontraba enfermo: la guerrilla de Julián Solana, en el puente del sur; el teniente coronel Joaquín Urquiza, en el molino de Herrerías; Crescencio Morales, en Camémbaro; Acevedo y Garza, en el cerrito de la Independencia y Riva Palacio y Nicolás Romero, en el camino de Jungapeo. La reserva quedó ubicada en Camémbaro, la Encarnación y en Jesús del Río. Como las familias no tuvieron tiempo para abandonar la ciudad, los oficiales francos del ejército invasor salieron a recorrer las calles, notando la ausencia de las hijas de Zitácuaro, cuya fama de ser chinacas se aunaba a la de ser atractivas y elegantes. Tres oficiales se dirigieron hacia el sur de la población. En una de las casas, vieron a una guapa muchacha de nombre María de Jesús Rodríguez, hija de don Juan Antonio Rodríguez. Uno de ellos apostó a que si llegaba a la ventana donde se encontraba Chuchita y ésta no se 62


ZITÁCUARO

metía, le hablaba. Ella permaneció serena, con el rostro en dirección opuesta y sin contestar las palabras que le dirigió el oficial, quien, a la vez, le pidió un vaso de agua; ella no se lo negó. Después de beber el líquido dicho oficial, iba a dar las gracias, cuando la hija predilecta de Zitácuaro, tomando el plato y el vaso, los arrojó violentamente a media calle, pronunciando estas históricas palabras: "¡Esos trastos están manchados de traición", al tiempo que cerraba violentamente la ventana. Por este hecho admirable y por los servicios prestados a la causa regional, la ciudadanía la llamó Heroína de Zitácuaro. El militar, pálido de cólera, sin importarle el hecho de haber ganado la apuesta, profirió palabras insolentes y tuvo la intención de introducirse por el zaguán de la casa, pero en ese momento aparecieron los chinacos Tito Flores e Ignacio Jaimes, quienes hicieron huir a los tres oficiales imperialistas. El "Santiaguito" (acto de burla y provocación) hizo que los invasores y sus cómplices se encerraran en el recinto convertido en cuartel, circunstancia que las familias aprovecharon para abandonar la población y alojarse en el campamento republicano, en donde construyeron, con ramas de árboles, tiendas de campaña; acondicionaron mercados populares; lugares para bailar y escuchar música, canciones e himnos a la patria. Era el Zitácuaro de siempre: sereno, humano, digno y servidor genuino de la causa nacional. Al día siguiente, una lluvia de balas de esmeril (pieza de artillería pequeña), dirigida por los invasores, destruyó la parte superior de la torre de la iglesia, la cual, en 1944 fue reconstruida totalmente. Otros episodios Otros sucesos más, dignos de consignarse en las páginas de la historia, se registraron en la lucha por conquistar la segunda independencia nacional (época de la Reforma), tales como: el ataque de zuavos y cazadores de África, jefaturados por Bazaine, para acabar con el foco de revolución que operaba en la Ciudad de la Independencia, pero, sobre todo, para alejarlo del camino que iba a seguir el emperador Maximiliano en su proyectado viaje al interior del país, plan que después de algunos días fue desbaratado cuando Francisco Serrato atacó a los imperialistas; la batalla en "Los 63


JESÚS TEJA ANDRADE

Ahorcados", donde Lamadrid y Valdés tuvieron que cambiar de rumbo en vista de la derrota causada por los chinacos reforzados por grupos auxiliares de indígenas; el triunfo en Queréndaro (donde hay paredones) y la campaña de Márquez contra Zitácuaro. Así podríamos continuar relatando muchos otros combates de los republicanos, durante el año 1864, en contra de los invasores, que hablan elocuentemente de la lucha de un pueblo heroico, dirigido y estimulado por sus mejores caudillos, con lo cual se logró más tarde el triunfo completo en favor de la autodeterminación nacional. Captura y fusilamiento de Nicolás Romero Comenzaba el año 1865. En Zitácuaro ocurrieron acontecimientos terribles, pero no insuperables. El 26 de enero, De Potier aparece a la vista de Zitácuaro con mil hombres del 81 de línea, dos compañías de cazadores de África y media batería de piezas rayadas. Esta fuerza operaba de acuerdo con la de Lamadrid. Al siguiente día, al ver Nicolás Romero que los invasores no avanzaban, fue a atacarlos en el lugar denominado el Hoyo de Arena. Romero tuvo que regresar hasta llegar a Camémbaro, en donde se encontraba el grueso de su brigada. De Potier ocupó Zitácuaro y Lamadrid hizo su entrada por las calles de la ciudad. Nicolás Romero, el 28 de enero, abandonó Camémbaro y se fue rumbo a Carácuaro (lugar situado en una cuesta), con órdenes de buscar a Salazar y batirlo por desacato al cuartel general. Dos días después notó que su fiel amigo, coronel Pedro García, le pasaba una mano por la espalda para quitarle una mariposa negra que tenía posada allí. Romero, con palabras supersticiosas, expresó que en la expedición que estaba realizando, le iba a ir mal. He aquí el último comunicado, suscrito por el coronel Nicolás Romero, el "León de la Montaña", como le decían los invasores: "Ejército Republicano. División de operaciones. 1ª Brigada. Hoy a las once de la mañana he llegado a este punto y mañana continuaré mi marcha para Carácuaro, trayendo la fuerza de mi mando, por el 1º y 2º escuadrones y el batallón de tiradores. La fuerza de Jalisco también viene, y creo también continuará su marcha. Lo pongo en 64


ZITÁCUARO conocimiento de usted para su inteligencia y fines consiguientes. Patria, Libertad y Reforma. Papasindán. Enero 29 de 1865.- Nicolás Romero.- C. General Vicente Riva Palacio".

Papatzindán (hoy de Romero) es un rancho perteneciente al municipio de Tiquicheo. A él llegó Romero y tuvo que repartir el grueso de fuerza en las comunidades cercanas por el rumbo de Carácuaro, debido a la falta de alimentos y forraje. Se quedó en Papatzindán con cincuenta guerrilleros. Ese día había en el pueblo una fiesta campesina, que servía para llevar al cabo unos herraderos (marcar el ganado); con ese motivo hubo música, comida y baile. Por la tarde se procedió a la marca del ganado. Los hombres de a caballo se dedicaron a colear a los toros. Nicolás Romero, hábil para estas cosas, montó su mejor caballo y lanzó y coleó a un toro corpulento. El corcel, en la carrera, se enredó en unas raíces, causando su caída y la del jinete. Nicolás se levantó de inmediato, pero con una pierna lastimada. Al día siguiente no pudo abandonar la cama. Al amanecer el nuevo día, 31 de enero, todos descansaban; él daba algunos pasos apoyado sobre un bastón. A lo lejos se escuchó un disparo, al tiempo que el clarín de los cazadores de África tocaba a carga. Los franceses del 81 de línea y los tiradores de Lamadrid, aparecieron por todos lados sembrando el pánico entre los chinacos. El enemigo hizo treinta prisioneros, a quienes interrogaban sobre el paradero de Nicolás Romero. Sólo se supo que el coronel Bernal había sido herido y había escapado entre los dispersos. Uno de los soldados invasores se dedicó a perseguir un gallo para su comida. El animal se le escapó de sus manos, volando para esconderse en las ramas de un chaparro (árbol que los nativos llaman chirítzicua). Un grito del francés anunció el descubrimiento de un hombre. En medio de una algarabía ensordecedora, bajó del chaparro aquella persona a quien uno de los traidores de Lamadrid, reconoció y, en voz alta, dijo: es Nicolás Romero. Al día siguiente se informó de este infortunado suceso a Riva Palacio, que se encontraba en Carácuaro. Es de suponerse la pena que le causó este hecho. 65


JESÚS TEJA ANDRADE

Remitido a México, fue juzgado por una corte marcial y condenado a muerte junto con once de sus soldados, y veintidós a ser deportados. La prensa liberal: La Cuchara, La Sombra, La Orquesta, Los Espejuelos del Diablo, El Buscapié, publicaron enérgicos artículos y editoriales en defensa del gran guerrillero. Todo fue inútil. Maximiliano indultó a siete de ellos condenados a la última pena; Nicolás Romero y otros cuatro chinacos, debían ser fusilados. El 17 de marzo de 1865, a las diez de la noche, se les dio a conocer la sentencia; a Nicolás Romero se le preguntó que si quería recibir los auxilios espirituales, y él contestó: prefiero dormir. El día 18, salieron de la capilla los sentenciados rumbo a Mixcalco; él, valiente, con toda serenidad, como si no supiera lo que le esperaba, fumaba tranquilamente un puro. "Los cuatro se presentaron con tanta sangre fría y con tan orgulloso desdén, como si no fueran a morir". El pueblo escuchó la descarga; un sargento francés dio el tiro de gracia a Nicolás Romero, héroe inmortal de la patria mexicana. Este acto nos recuerda a muchos franceses, belgas y zuavos que, cuando iban a ser pasados por las armas republicanas, lloraban de miedo y en varias ocasiones tuvieron que ser llevados en vilo o cargados para pagar sus aventuras desafortunadas en un país digno, respetuoso de los derechos ajenos, de la paz y del progreso local, nacional e internacional. Hoy el mundo civilizado lo reconoce así. Dicho acto confirma lo que sucedió en el mismo año 1865, cuando fueron fusilados 61 invasores en el atrio de la iglesia de la Ciudad de la Independencia. Hacemos notar, con viva complacencia, que el Club de Caza de Zitácuaro, encabezado por los distinguidos ciudadanos Rosalío Vaca Verduzco y Manuel Arciniega, como último número de un programa en el que tomaron parte las autoridades estatales y municipales, así como la Escuela Secundaria Nicolás Romero, inauguró el jardín que rodea el árbol y descubrió la placa colocada en el tronco de aquél, donde el prócer cayó en poder del enemigo, que a la letra dice: "El Club de Caza Zitácuaro rinde merecido y respetuoso homenaje al C. Coronel don Nicolás Romero, uno de los chinacos más patriotas 66


ZITÁCUARO de México. Fue hecho prisionero en este lugar por los invasores franceses el 31 de enero de 1865, y fusilado en Mixcalco, D. F., el 18 de marzo del mismo año.- Limón de Paplatzindán, Mich., enero 11 de 1951".

Situación de Zitácuaro después de estos Sucesos Desde la captura y fusilamiento de Nicolás Romero, la situación parecía adversa a los "zaragozas" (como les decían los franceses a los republicanos). Los invasores y traidores, ocuparon Zitácuaro y las poblaciones y haciendas cercanas, como Jungapeo, Tuxpan, Trojes, La Encarnación, El Bosque y La Florida. Incendiaron algunos pueblos de indios y aprehendieron a los alcaldes de San Mateo y San Bartolo, quienes fueron fusilados, con el pretexto de que no entregaban las armas que tenían en su poder. De Potier obtuvo de estos pueblos la suma de veintitrés mil pesos, por concepto de multas; asimismo se llevó todo el ganado que, desde Laureles hasta Zitácuaro y Tuxpan, pudo robar. Las autoridades legítimas se fueron para Tuzantla. Después de que Crescencio Morales perdió la vida, Donaciano Ojeda fue nombrado prefecto del Departamento, pero poco después también perdió la vida en Guanoro. Entonces tomó el cargo Darío Alzati, quien con sus dos hermanos José María y Marcos, continuó peleando bajo las órdenes de Riva Palacio. En febrero se instalaron en Tuzantla, donde reorganizaron la guardia nacional de infantería y caballería de Zitácuaro. Con los Alzati estaban los hermanos Arias, los Couto y muchos otros ciudadanos dispuestos a recobrar la laza en el menor tiempo posible. Al comenzar el mes de marzo, las guerrillas, a iniciativa del coronel José María Alzati, prefecto interino, unieron sus fuerzas a las de León Ugalde, a fin de asestar un golpe seguro a los imperialistas. Tuvo el gusto de hacerlo Ugalde, quien tomó la plaza el 7 de marzo. Desafortunadamente la alegría duró sólo tres días, pues el día 10 llegaba Ramón Méndez con su batallón del Emperador. En la población se encontraban los republicanos Ugalde, Juan Valencia y Carlos Castillo, con unos cuatrocientos hombres. Cuando fueron informados de que estaba por llegar el enemigo, se trasladaron al 67


JESÚS TEJA ANDRADE

cerrito de la Independencia y de esta fortaleza natural, se retiraron a Barranca Honda. Méndez atacó a los guerrilleros, quienes tuvieron cuarenta muertos y más de cincuenta prisioneros, entre los cuales se encontraba gravemente herido el jefe chinaco Juan Valencia, quien fue fusilado y colgado en una de las esquinas de la plaza. La situación de Zitácuaro era compleja y confusa. Desde la desaparición de Nicolás Romero, hacía falta un jefe que coordinara las operaciones chinacas, cuestión que preocupaba hondamente al general Riva Palacio. El día 14, Méndez salió de Zitácuaro rumbo a Valle de Bravo, siendo hostilizado insistentemente por los naturales de San Miguel Chichimequillas. El 16, Riva Palacio recuperó Zitácuaro y, según se cuenta, su caballo se había lastimado y como no tenía otro a la mano, se vio obligado a montar una mula tordilla, muy perezosa por cierto, a la que los chinacos bautizaron con el nombre de "Carlota". Después de levantar la moral de los republicanos, Riva Palacio, que permaneció solamente dos días en la plaza, dictó las disposiciones que estimó procedentes, y regresó a Carácuaro a continuar la reorganización de las fuerzas leales. La legión belga, organizada y equipada con los instrumentos de guerra (también se le conocía como el "Regimiento de la Emperatriz Carlota"), cuyo jefe era el coronel Van der Smissen, fue enviada a Michoacán; una parte tomó el camino de Zitácuaro y el resto avanzó hacia Morelia. TERCER INCENDIO Y DESTRUCCIÓN DE ZITÁCUARO El Regimiento de la Emperatriz Carlota llegó a Zitácuaro el 20 de marzo de 1865, incorporándose a la sección del coronel Méndez, que regresaba de Valle de Bravo. Las dos fuerzas integraron la guarnición de la Ciudad de la Independencia. Convencidos quedaron los imperialistas de que Zitácuaro era un centro de operaciones muy peligroso, y jamás doblegado. El lugar era visitado por muchos guerrilleros, jefes republicanos y otros fervientes partidarios de la República juarista, sobre todo, por la acción de las 68


ZITÁCUARO

guerrillas que nunca dejaban en paz a los soldados y jefes del imperio. Todo esto, aunado a los sucesos de Tacámbaro, cuyas noticias recibieron Méndez y los jefes belgas, sacaron a éstos de quicio. Enardecidos por el odio pensaron en una venganza criminal que posteriormente pusieron en práctica. Pero, ¿qué había sucedido en Tacámbaro? En pocas palabras, ocurrió lo siguiente: El Regimiento de la Emperatriz Carlota se había instalado en Tacámbaro. El general Nicolás de Régules, después de su victoria en Cuitzeo (laguna, lugar de zorrillos, tinaja, según varios escritores) llegó a la vista de Tacámbaro (del 10 al 11 de abril). Al día siguiente se realizó el ataque con cuatro columnas, que duró de las cinco a las once de la mañana. Por la tarde llegaron los generales republicanos Ortega y Riva Palacio. Terrible fue la derrota de los belgas, que desde Europa pensaban que venían a México a un paseo turístico y a triunfar fácilmente, como les habían hecho creer los serviles del Imperio. Por órdenes superiores y por cuenta propia, Méndez los belgas llevaron al cabo un acto lleno de ignominia: el 15 de abril e 1865 la Ciudad de la Independencia fue incendiada y destruida por tercera vez. El humo, muy denso, se elevaba sobre el valle y las montañas, viéndose desde muchos kilómetros a la redonda. Las familias de Zitácuaro, ocultas en los bosques y montañas vecinas, divisaban con tristeza pero con orgullo, aquel espectáculo terrible que destruía sus casas, sus jardines, sus propiedades y hasta la vieja parroquia católica, de la que aun existen algunos muros que presentan las huellas del fuego. Para conseguir que el incendio fuera total, los belgas y los traidores se repartieron por las calles, para avivar el fuego o pasándolo a las casas contiguas. En la plaza de armas hicieron montones con las mercancías que habían sacado de los comercios: barriles de aguardiente, manteca, aceite, alimentos y cohetes. La euforia y las carcajadas motivaban la fiesta con la que los invasores, al ver las columnas de humo y las cenizas que se desprendían de aquel pueblo saturado por las llamas, celebraban tan criminal proceder. Solamente quedaron en pie las casas de don Lorenzo y de don Juan Antonio Rodríguez, por encontrarse alojados en ellas los jefes

69


JESÚS TEJA ANDRADE

imperialistas, así como la iglesia grande que servía de cuartel a los invasores. Después de este acto salvaje, el destacamento imperialista se retiró a Morelia. El incendio se prolongó más de ocho días. El general Vicente Riva Palacio tomó posesión del cargo de Gobernador de Michoacán el 21 de mayo de 1865, con lo cual los vecinos de Zitácuaro y los de otros pueblos de la entidad, recibieron grandes beneficios, tanto en el aspecto material como en lo moral. Desde el mes de mayo los zitacuarenses, alojándose en casas improvisadas, reanudaron la marcha: los combates de Manzanillo y Barranca Honda, en la que triunfaron los republicanos; la marcha obligada de De Potier con el bandido Lamadrid hacia México, y muchos otros triunfos y derrotas sufridas por los chinacos, continuaron hasta la victoria final de México sobre el Imperio. Panchita Carrillo viuda de Izazaga, otra heroína Van der Smissen, jefe de la legión belga, trató de vengarse por la derrota que una parte de su ejército había sufrido en Tacámbaro. Para el efecto, ordenó que el destacamento que se encontraba en Zitácuaro se le incorporara. Dispuso al mismo tiempo que la fuerza de Méndez se sumara a su sección con que iba a salir a atacar al ejército republicano que operaba en el interior del Estado. Todo estaba listo para emprender la campaña, cuando la archiduquesa Carlota, anhelando dar una muestra pública de sus buenos sentimientos, determinó que se repartieran entre las familias que habían sufrido mayores pérdidas por el incendio de la población, la cantidad de tres mil pesos, de su peculio particular. Méndez fue el comisionado para llevar al cabo esa obra de caridad, motivo por el cual Smissen pospuso su expedición. Las pocas familias que habían regresado a la ciudad, vivían en cobertizos provisionales, en casas sin techos ni muebles, sufriendo las inclemencias del tiempo y la falta de alimentos. Así las cosas, llegó Méndez a Zitácuaro; a continuación convocó a una junta de señoras para que escogieran a las familias que deberían recibir el donativo. Como ninguna aceptó la comisión, personalmente se dirigió a la casa de don José Antonio Rodríguez, donde Panchita 70


ZITÁCUARO

Carrillo viuda del Dr. Víctor Izazaga se había refugiado, ya que no pudo abandonar la población por encontrarse uno de sus siete hijos gravemente enfermo, para ofrecerle la parte de dinero que le correspondía, a nombre de su majestad la Emperatriz. Ella contestó: "mucho agradezco a esa noble señora su generosa caridad; mas no puedo ni debo aceptarlo, porque cuando los belgas incendiaron nuestro hogar acogimos el hecho como un sacrifico a nuestra patria". La noche del 19 de octubre de 1890, se estrenó la obra teatral titulada Doña Francisca Carrillo, en tres actos y autor anónimo, para perpetuar la hazaña de tan ilustre zitacuarense, que tuvo lugar en julio de 1865. Ninguna otra familia, por dignidad y patriotismo, aceptó el obsequio. Méndez, haciendo gesticulaciones de despecho, se retiró de las casas improvisadas. En seguida mandó publicar avisos en varias partes, en los que se invitaba a los indigentes a que se presentaran a recibir el auxilio económico ofrecido. Nadie acudió. Una carta de don Darío Alzati dice a este respecto: "Los indomables y heroicos hijos de este país, que están resueltos a sucumbir primero bajo el peso de la miseria, se negaron a recibir la protección de las manos de los verdugos; todavía más, el citado Méndez, viendo que nada adelantaba en su comisión, ha querido dejar el dinero en poder de don Juan Antonio Rodríguez para que éste haga el reparto; pero dicho señor se ha rehusado a aceptar el encargo manifestándoles que era inútil aquella medida porque estaba seguro que nada se conseguiría, pues conocía perfectamente el carácter de sus paisanos y creía que era en vano todo esfuerzo sobre el particular".

Así, pues, Ramón Méndez, uno de los incendiarios de Zitácuaro, tuvo que devolver a Carlota los tres mil pesos. Algunos datos concretos que facilitan la comprensión del proceso histórico conocido como La Reforma, en su etapa final, los anotamos en seguida. El emperador Maximiliano firmó un decreto (octubre de 1865), por el cual declaraba "bandidos y criminales" a todos los republicanos que combatían al invasor por no tener ya causa que defender y, por tal motivo, serían condenados a muerte todos los que fueran cogidos con 71


JESÚS TEJA ANDRADE

las armas en la mano. A muchos zitacuarenses se les aplicó este decreto. Debido al fracaso de la expedición militar a México y al de pretender instaurar un imperio bajo los auspicios de Francia, Napoleón III retiró sus soldados de México, operación que terminó en 1866. La emperatriz Carlota se embarcó rumbo a Europa (julio de 1866), para demandar de Napoleón que no retirara las tropas y solicitar el apoyo del Papa. Se volvió loca al no lograr su propósito. El 2 de enero de 1867 el Presidente Benito Juárez dirige al jefe político de Zitácuaro una carta, que insertamos en las primeras páginas de esta Monografía, en la que reconoce los grandes sacrificios que han hecho los hijos de esta ciudad en defensa de la independencia y la libertad de la patria. El 19 de junio de 1867, en el Cerro de las Campanas, fueron fusilados Maximiliano, Miramón y Mejía, juzgados conforme a la ley del 25 de enero de 1862, que condenaba a la pena capital a cuantos atentaran contra la soberanía de la República y la independencia nacional. El 20 de abril de 1868 el Presidente Juárez decretó que a Zitácuaro se le diera el título de HEROICA. El 18 de julio de 1872 dejó de existir el gran patricio, uno de los más insignes forjadores de la Patria Mexicana. Benito Juárez siempre fue y sigue siendo una antorcha fulgurante que iluminó e ilumina la conciencia michoacana y nacional. Muchos hombres del municipio de Zitácuaro seguirán siendo juaristas hasta el último latido de su corazón. La historia regional confirma este aserto.

ZITÁCUARO DE 1876 A 1970 El Palacio Municipal de Zitácuaro Su construcción se inició el año 1876, pero se dejaron abandonados los trabajos al poco tiempo, hasta que el jefe político del distrito, don Aurelio Arciniega, quien a Zitácuaro le hizo grandes servicios dignos de tomarse en cuenta, reanudó la construcción en 1886 y la prolongó 72


ZITÁCUARO

hasta 1887, dejándola muy adelantada. En los primeros lustros del presente siglo, el pueblo en caravana cívica se dedicaba, los domingos y días festivos, a realizar faenas para acarrear arena y piedras del río de la Carolina y otros lugares a fin de proseguir la edificación del palacio. Estas tareas eran acompañadas por la banda de música, cantos populares y manifestaciones de júbilo, propias de la gente sencilla y noble de la provincia. No fue sino hasta el año 1927 cuando se terminó totalmente la construcción y se acondicionaron las oficinas administrativas. Actualmente funcionan en dicho palacio municipal las dependencias escolares, gubernamentales, cárceles y otros servicios públicos. Panteón Municipal Fue inaugurado el año 1892. El terreno lo cedió el coronel Carlos Castillo, quien murió el año siguiente y fue sepultado en el mismo cementerio. Por su altruismo y amor al pueblo, los vecinos de Zitácuaro le dieron el nombre de "Panteón de San Carlos". Pronto tendrá que construirse otro monumento funerario, ya que así lo exigen las necesidades de más de 82 mil habitantes de la Heroica Ciudad. Organismos sociales de lucha En el año de 1895 se organizaron el Club de Vigilancia Liberal Benito Juárez, cuyo presidente fue don José Trinidad Pérez y la Junta Patriótica Liberal Benito Juárez, la que designó como su primer presidente a don Enedino Colín. Asimismo las mujeres formaron el Club Josefa Ortiz de Domínguez y Francisca Carrillo. El programa de acción cívica, patriótica, social y cultural de dichos organismos ha sido uno de los mejores y más importantes en la historia municipal. El primer acto singularizado por una tónica sin precedente se realizó el 30 de septiembre del mismo año.

73


JESÚS TEJA ANDRADE

Las tenencias cambian de nombre En el propio año 1895, el Gobernador del Estado, don Aristeo Mercado, visitó oficialmente al Distrito de Zitácuaro. Con tal motivo el señor Enedino Colín, en representación del pueblo, le sugirió que los nombres primitivos que tenían las tenencias fueran sustituidos por los de héroes regionales y nacionales. El Gobernador Mercado aceptó en principio la sugerencia y, desde luego, le indicó a don Enedino que se dirigiera por escrito a la cámara legislativa local, cuyos diputados aprobaron la iniciativa, sancionada inmediatamente por el propio Gobernador, con lo cual el jefe político del Distrito de Zitácuaro quedó autorizado legalmente para proceder a efectuar los cambios respectivos. A la primera tenencia que se le cambió el nombre, fue San Francisco, a la que desde esa fecha se le llama oficialmente Coatepec de Morelos. Los habitantes de este pintoresco pueblecito, con mucho entusiasmo, colocaron en la pared de la jefatura un marco con la copia del decreto correspondiente, escrito con letras doradas. Poco después de haber escuchado peticiones similares por parte de otras tenencias, dirigidas también por don Enedino Colín y los demás miembros de los organismos de referencia, el Gobernador les envió una carta en la que les pedía una relación de patriotas que más se habían distinguido durante la intervención francesa en Zitácuaro, relación que a la brevedad posible fue enviada a don Aristeo Mercado, en la que figuraban los próceres cuyos nombres fueron tomados en cuenta para adjudicárseles a las siguientes tenencias: A la de Timbineo se le cambió este nombre por el de Los Contreras (Germán, Lorenzo y Gregorio). A la de Ziráhuato se le llamó Los Bernal (Félix y otro hermano). A la de San Bartolo se le dio el nombre de Francisco Serrato. A la de San Andrés le correspondió el nombre de Nicolás Romero. A la de San Felipe se le adjudicó el nombre de Los Alzati (José, María, Marcos y Darío). A la de San Mateo se le denominó Crescencio Morales. A la de San Francisco se le llamó Donaciano Ojeda. A la de San Miguel se le puso el nombre de Chichimequillas de Escobedo. 74


ZITÁCUARO

A la de Santa María se le denominó Aputzio de Juárez. A la de San Juan se le dio el nombre de Curungueo. Cabe aclarar que, por la costumbre y la tradición, actualmente se les sigue llamando indistintamente a dichas tenencias, con los nombres tanto de santos como de los próceres de referencia. Inauguración del ferrocarril Un acontecimiento trascendental lo constituyó el hecho de que el 14 de junio de 1897 tuvo lugar la inauguración del ferrocarril que entonces se llamó Michoacán y Pacífico (entre Zitácuaro y Maravatío, cuya distancia es de 90.3 Kms.) que todavía opera. Los templos evangélicos La construcción del primer templo la inició el misionero R. D. Campbell y fue terminada e inaugurada por el también misionero W. E. Vanderbilt, en 1898. La prédica del sermón estuvo a cargo del reverendo P. Arellano. Asistieron al acto los creyentes en la religión correspondiente, así como algunos invitados de honor. Esta respetable institución empezó su labor en una época en la que los zitacuarenses, al lado de los demás compatriotas, estaban creando las condiciones necesarias para lograr una vida social mejor, llena de esperanza y fe en el porvenir de México. El edificio es moderno; cuenta con una singular torre cónica de varios metros de altura que, además de sublimar su belleza, sirve como adorno y esparcimiento para la vista desde varios kilómetros a la redonda. Asimismo está en servicio otro templo evangélico, independiente del anterior, acondicionado en los últimos años. La última noche del siglo XIX, llamado el Siglo de las Luces, la Junta Patriótica Liberal Benito Juárez y los demás clubes liberales de Zitácuaro organizaron una gran asamblea que comenzó a las doce de la noche, para recordar los hechos gloriosos de los héroes nacionales. El lugar para reunirse fue el Jardín de la Constitución, donde había una fuente central de cantera, que se utilizó para que sobre ella se levantara un tablado que sirvió de templete destinado a la orquesta, al 75


JESÚS TEJA ANDRADE

ciudadano que tenía a su cargo el discurso oficial y a las siguientes personas, designadas para presidir el acto cívico: José Trinidad Pérez, director del periódico local "El 93"; señoras Benita A. de Reyes y Guadalupe Colín viuda de Colín y el señor José María Guzmán, portando la bandera nacional. Esa misma noche fue inaugurado el reloj público instalado frente a la Plaza de la Constitución, que tantos años sirvió a los habitantes, precisamente a las veinticuatro horas en punto. Dicho reloj funciona actualmente en la Plaza Cívica. El poeta y periodista Trinidad Pérez pronunció el discurso oficial, recordando los acontecimientos gloriosos de la Independencia y de la Reforma. Después de haber sido aplaudido entusiastamente, la orquesta acompañó el canto patriótico compuesto por el mismo orador, con la sugerencia de que se entonara con la música de Mamá Carlota, y que a la letra dice: CORO Del siglo de las luces a la centuria XX, laureada nuestra frente, demócratas entrad. Ya no hay cadenas, no, la libertad triunfó. El siglo de las luces la tierra emancipó. ESTROFA De Juárez y de Ocampo de Lerdo y Zaragoza, la historia portentosa patriotas, contemplad, y sacudid los ecos 76


ZITÁCUARO

robustos y veloces, como sus propias voces que claman libertad. CORO Ya no hay cadenas, no, la libertad triunfó, etc. ESTROFA De Nicolás Romero, de Ojeda y de Serrato, el épico arrebato patriotas, imitad. Y que en la historia brille cual amazona estoica, Zitácuaro la Heroica, Clamando libertad. CORO Ya no hay cadenas, no, la libertad triunfó, etc. El Siglo de las Luces Fue el canto de guerra de las primeras luchas, el anuncio anticipado que en favor de la democracia se libraron en el municipio de Zitácuaro, con la celebración de este evento cívico. La multitud organizó al finalizar el acto una manifestación popular que se inició en la calle de Ocampo y llegó hasta el crucero que se forma con la calle de Morelos, lugar donde la señorita Aurora Colín, sobre una pequeña plataforma llevada por muchas otras calles, pronunció un elocuente discurso en favor de la democracia, la libertad de conciencia y el progreso general del país. Los aplausos fueron calurosos y prolongados. La columna formada por todo el pueblo, prosiguió y, en 77


JESÚS TEJA ANDRADE

cada esquina, los oradores espontáneos hablaron sobre el mismo tema, haciéndose aplaudir con afecto entrañable. Por último, el poeta José Trinidad Pérez cerró con broche de oro la fiesta cívica que despedía a un siglo llamado de las luces, e iniciaba otro: el siglo XX que estamos viviendo llenos de esperanza y de fe en los altos destinos de México. Dr. Emilio García En todos los actos cívicos de principios de este siglo, el Dr. Emilio García participaba con amor patrio. Su sentido humanista de la profesión, su cariño y respeto al prójimo, hicieron que el pueblo lo considerara Héroe Civil de Zitácuaro. A él se debe el pensamiento siguiente: "Sólo el Saber y la Virtud no mueren". Una calle lleva su nombre y se erigió un hermoso monumento a su memoria. Desde junio de 1942 sus restos fueron trasladados a la Rotonda de Honor de Zitácuaro. También el poeta José Trinidad Pérez, meses después, compuso el siguiente Himno Patrio de la Heroica Zitácuaro, que por vez primera se cantó el 15 de septiembre de 1900, cuya letra se transcribe a continuación: CORO ¡Insurgentes! Coged el acero de patriótica lucha en señal, y que forme el estruendo guerrero vuestro canto glorioso y marcial. No haya tregua, ni paz, ni esperanza, libre todo el aliento dejad, y en terrible y sangrienta venganza el espanto y la muerte sembrad. ESTROFAS Del realista opresor las injurias en el alma presentes están, 78


ZITÁCUARO

sus fatídicos gritos os dan. No haya tregua ni paz; miserable y traidor a la Patria llamad, a quien tenga en sus manos el sable y no clame en la lucha: ¡matad! ¡Insurgentes!, etc. La montaña de Cóporo humea anunciando terrible erupción, cual si fuese Vesubio la idea, cual si Cóporo fuese Rayón. Contemplad esa cumbre; basalto ha formado un gran pedestal, y levanta su cima tan alto que se baña con luz de inmortal. ¡Insurgentes!, etc. Ahí están las mujeres estoicas desafiando del hambre el furor. Ahí están las mujeres heroicas manteniendo el patriótico amor. Adalides hambrientos parecen, y ellas viendo el estrago crecer de sus cuerpos las carnes ofrecen por manjares que pueden comer. ¡Insurgentes!, etc. ¡Qué soberbio y patriótico y santo! ¡Qué indecible heroísmo ahí está! ¡Qué marcial y magnífico canto esa estrofa sublime tendrá! En la cima de Cóporo enciende como antorcha de santa ovación, a Morelos, Hidalgo y Allende, 79


JESÚS TEJA ANDRADE

sus recuerdos benditos Rayón. ¡Insurgentes!, etc. No más luz que la luz de esa gloria; no más limpio y fulgente blasón de Zitácuaro guarda la historia que la historia inmortal de Rayón. En la cumbre de Cóporo entremos; a la excelsa montaña subid, y en vigilia perpetua quedemos mientras duerme el patriota adalid. ¡Insurgentes!, etc. Mas si oyereis tocar a rebato, el espacio sonoro atronad con las voces de Ojeda y Serrato que clamaron también ¡libertad! Y no deis a la espada reposo ni dejéis que sucumba el afán; sed de dios de la guerra estruendosa; sed empuje feroz de huracán. ¡Insurgentes!, etc. El Congreso del Partido Liberal Mexicano Se realizó en San Luis Potosí en 1901 en cuyo seno destacaron los revolucionarios Ricardo Flores Magón, Juan Sarabia, Librado Rivera y otros más. Una delegación de los clubes liberales de Zitácuaro, asistió a dicho congreso. En 1906 la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano formuló el programa de acción cuyos postulados se pueden resumir así: "El Partido Liberal lucha contra el despotismo reinante en nuestra patria, y seguro como está de triunfar al fin sobre la dictadura, 80


ZITÁCUARO considera que ya es tiempo de declarar solemnemente ante el pueblo mexicano cuáles son, concretamente, los anhelos que se propone realizar cuando logre tener la influencia que se pretende en la orientación de los destinos nacionales".

Los zitacuarenses progresistas y liberales formularon su plan de actividades políticas, de acuerdo con el programa del Partido Liberal Mexicano. Monumento a don Benito Juárez Desde el año de 1905, domingo a domingo se reunían en el Jardín de la Constitución cientos de niños, jóvenes, adultos y viejos (hombres y mujeres), para desfilar a los acordes de la banda municipal de música que dirigía don Juan Molina, ya con rumbo a la parroquia vieja para acarrear piedra, o bien con dirección al río de la Carolina a fin de traer la arena y otros materiales que se necesitaban para la construcción del monumento dedicado a honrar la memoria del Lic. Benito Juárez. (Estas faenas de carácter cívico y social, también se realizaron cuando, años después, se construyó el palacio municipal que actualmente, con mejoras necesarias y de buen gusto, se le han hecho). Al colocar la primera piedra de dicho monumento, los zitacuarenses presentes se acercaban a las mesas colocadas expresamente en el jardín, con el objeto de estampar sus firmas en el acta levantada, la que se dejó culta bajo la primera piedra de referencia. El 21 de marzo de 1906, aniversario del natalicio del prócer mexicano, se descubrió la bella estatua de mármol de Carrara con sus inscripciones que dicen (al frente): "La Heroica Ciudad de Zitácuaro al Benemérito de las Américas. 21 de marzo de 1906" (por el lado oeste): "En Calpulalpan exterminó la reacción e implantó la Reforma. En Querétaro dominó la intervención, exterminó el Imperio, salvó la Democracia y consolidó la República". El monumento aun permanece en el Jardín de la Constitución, como homenaje permanente al gran forjador del México de siempre.

81


JESÚS TEJA ANDRADE

Asimismo se erigió otro monumento en la Plaza Cívica. En la placa colocada tras dicho monumento se escribió lo siguiente: "AL PUEBLO DE ZITÁCUARO, MICH., EN HOMENAJE AL PRECLARO PATRICIO Y BENEMÉRITO DE LAS AMÉRICAS. LA COMISIÓN PARA LA CONMEMORACIÓN DEL ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE: DON BENITO JUÁREZ. DICIEMBRE DE 1972". AL FRENTE APARECE EL SIGUIENTE PENSAMIENTO DEL PRÓCER DE LA REFORMA: "EL ESTADO RECONOCE Y ADMIRA LOS HEROICOS SACRIFICIOS QUE HAN HECHO LOS PATRIOTAS DE ZITÁCUARO EN FAVOR DE LA CAUSA NACIONAL".

Tres fiestas de singular trascendencia, entre otras, ser realizan en el municipio: la del 5 de febrero, para conmemorar la promulgación de las Constituciones Políticas de 1857 y de 1917, la del 16 de septiembre, para recordar el Grito de Dolores y la Independencia Política de México y la del 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana, iniciada en 1910. Los desfiles que llevan al cabo todas las escuelas, autoridades, comerciantes, clubes deportivos, culturales y sociales; los carros alegóricos; los programas cívicos, literarios, folclóricos y musicales; las ferias, serenatas, la inauguración de obras de servicio social, encuentros deportivos y corridas de toros, son de una gran belleza y calidad que provocan la admiración y el regocijo de miles de ciudadanos y visitantes de otras entidades federativas. La fama que han adquirido estas fiestas cívicas y culturales se han extendido por muchos pueblos cercanos y lejanos del país. Las huelgas de Cananea y Río Blanco, las rebeliones campesinas, la intensa campaña del Partido Liberal Mexicano, las declaraciones del general Díaz al periodista Creelman en el sentido de que el pueblo estaba apto para la democracia y el plan de San Luis (octubre de 1910), influyeron positivamente en el ánimo de los clubes liberales de Zitácuaro, cuyos miembros se reunían discretamente para analizar la situación existente. Las condiciones materiales (hambre, desempleo, enfermedades, ignorancia) y las de conciencia política, eran propicias para realizar el movimiento armado en contra de la dictadura.

82


ZITÁCUARO

LA REVOLUCIÓN MEXICANA La epopeya de Puebla Antes de la fecha señalada en el plan de San Luis, la Revolución se inició en Puebla. El heroico sacrificio de Aquiles Serdán y los suyos aceleraron el movimiento revolucionario. Los zitacuarenses se aprestaron a la lucha armada. La Revolución Mexicana estalló el 20 de noviembre de 1910. Se le considera como la tercera etapa del proceso revolucionario iniciado en 1810, pasando por la Reforma y continuando en 1910: fue y es popular, porque sus protagonistas fueron los campesinos, artesanos, obreros y las clases medias; fue y es nacionalista, porque luchó y lucha por la recuperación de nuestras riquezas; fue y es democrática, porque luchó y lucha por la participación, cada vez mayor, de los mexicanos en el disfrute de los bienes materiales y espirituales de la nación. Participación de Zitácuaro en la Revolución Desde antes de 1910, como dijimos en líneas anteriores, los grupos progresistas de Zitácuaro comenzaron a intervenir teórica y prácticamente en los asuntos relacionados con la insurrección que se estaba fraguando en contra de la dictadura porfirista. De 1910 a 1913 se levantaron en armas muchos zitacuarenses partidarios de don Francisco I. Madero. Los pioneros de este movimiento armado en el municipio de Zitácuaro fueron los que a continuación se mencionan: Luis Colín, con el grado de general y jefe nato de la fuerza maderista local, coronel Uriel Avilés (que fue diputado constituyente de Querétaro), coronel Saúl V. Gallegos (participó en la Convención de Aguascalientes), Onésimo López Couto (también diputado constituyente en 1916-1917), Enrique Colín, capitán Román Teja, Manuel Vaca, Irineo Colín, Inocente García, Manuel y Pascasio Alvarado, capitán Benedicto López (descendiente del insurgente del mismo nombre y apellido), Willebaldo Carmona, Norberto Torres, Paulino Colín, Beatriz Carrillo, Estanislao Martínez, coronel Miguel Rubio y Vaca, Cornelio Paniagua, coronel Arturo Bernal, Juvenal 83


JESÚS TEJA ANDRADE

López, Daniel Cejudo, José María Saavedra, general Neftalí Cejudo, Julia Cejudo, Ezequiel Castillo, Donaciano Ojeda, Ramón Monteagudo ("El Tecomate"), Fidencio Ruiz, coronel Herón Gallegos, los hermanos Valdespino, Sara Andrade, Filadelfo Urquizo, María del Refugio Farfán y muchos habitantes más que se sumaron a los cuerpos armados en la lucha en favor de un cambio político, jurídico y en contra de la injusticia social, la opresión, el autoritarismo y las prácticas antidemocráticas. El 21 de julio de 1913, el general Joaquín Amaro (que usaba arracada en una oreja), infiere terrible derrota a los "pelones" del 48 regimiento y a los rurales del 18, al atacar y tomar la plaza de Zitácuaro. Luis Colín se presentó al general Amaro con cuatro cadetes y buen número de colaboradores que se habían comprometido solidariamente a participar en la Revolución Mexicana. El general Amaro le confiere a Luis Colín la misión de encargarse de las operaciones militares en el Distrito de Zitácuaro y abandona la plaza para ir a otros lugares a seguir combatiendo contra los federales. Poco tiempo después, regresan a Zitácuaro los huertistas. A Uriel Avilés, Ezequiel Castillo y Saúl V. Gallegos se les asigna la tarea de hacer propaganda y conciencia revolucionaria por medio de pláticas y diálogos personales y colectivos y un periódico que imprimía personalmente el primero, motivo por el cual le cerraron la imprenta que más tarde vuelve a funcionar en la casa de don Román Teja. Beatriz Carrillo, Teja, Vaca y los Alvarado se responsabilizaron del envío del parque y armas a los "colorados" de Luis Colín, envío que se hacía introduciendo el material bélico en los aparejos de los atajos de burros con los que simulaban intercambios comerciales y, asimismo, con personas que viajaban discreta y cuidadosamente en las noches por veredas estratégicas. Los "colorados" asestaron fuertes golpes a los soldados huertistas del régimen del usurpador Victoriano Huerta. En 1914, el general Luis Colín depone las armas para coadyuvar en la defensa de la patria, amenazada en Veracruz por la política de rapiña del imperialismo estadounidense. Los huertistas pretendieron aprovechar la situación para, faltando al cumplimiento de lo convenido con los maderistas zitacuarenses, aprehender sorpresivamente al general Luis Colín. Éste 84


ZITÁCUARO

y sus soldados huyen oportunamente. Dos hombres partidarios de Huerta entregan la lista de revolucionarios a los jefes federales. Uriel Avilés, Saúl V. Gallegos, Florencio Torres y el entonces presidente municipal Joaquín Rubio, así como otros ciudadanos valientes y de convicciones firmes, son hechos prisioneros. Las señoras Beatriz Carrillo, Sara Andrade, Mª. del Refugio Farfán, Enedina Granados y otras personas actuaron día y noche hasta lograr que los rehenes no fueran fusilados al ser conducidos a la cárcel de Morelia. Después de algunos días se les puso en libertad, y al llegar a Zitácuaro, por ferrocarril, fueron tiroteados por los federales quienes finalmente se vieron obligados a cumplir las órdenes superiores en favor de los liberados, todos miembros de la Junta Liberal Benito Juárez. En esta ocasión, no está por demás narrarlo, el señor César López Couto fue sorprendido teniendo en su poder una lista de los liberales revolucionarios y para que el mencionado documento no cayera en manos del enemigo, se introdujo el papel en la boca, tragándoselo, antes que permitir que sus compañeros de lucha fueran perseguidos o encarcelados. Histórico discurso Fue pronunciado por don Ezequiel M. Castillo, en el solemne acto de imponer la banda al general brigadier Luis Colín, en la H. Zitácuaro, el mes de agosto de 1914, a saber: "Ciudadano Brigadier del Ejército Constitucionalista: Aun no se extingue el humo del combate en nuestro cielo, ni los árboles han cicatrizado la huella que dejó impresa la horca infame donde perdieron los Mártires de la Libertad, ni se han extinguido las manchas rojas de sangre leal que marcan el sacrificio; el carro del progreso apenas deja oír el crujido de sus ruedas; no han vuelo al nido los pájaros que alegraban con sus cantos las selvas, despoblado está el bosque, despobladas están las ciudades; de luto están los nidos, de luto está el hogar; esa no es nuestra obra; pero asoman los fulgores de un nuevo día, la vida renace sonriente y antes de que estrechéis el abrazo de la despedida a vuestros valientes soldados que irán como Cincinato a empuñar la mancera del arado, reguemos juntos las flores de la gratitud sobre las ignoradas tumbas de los que extinguieron su 85


JESÚS TEJA ANDRADE

vida luchando por reconquistar el precioso legado que los Constituyentes del 57 elaboraron también a costa de sus preciosas vidas. ¡Honor y gloria para ellos! ¡Viva la Constitución de 57! ¿Vísteis a este pueblo, antes ávido de libertad? "Miradlo ahora, padres dolientes que suspiráis por vuestros hijos, miradlo ahora rebosando de júbilo porque se siente libre de una tiranía que habéis ayudado a derrumbar hasta sus cimientos, miradlo, viene a premiar aunque humildemente vuestra obra, patentizando su reconocimiento a los grandes esfuerzos meritorios de los libertadores de nuestro amado Distrito, acaudillado por tan digno General que en sus veinticuatro horas de estar entre nosotros, se conquistó para sí y para sus abnegados y valientes soldados los mejores lauros con qué ceñir vuestra sudorosa, pero limpia frente. Esos lauros con la confianza, el respeto y la gratitud. "Como prueba de confianza, nadie corre ante vosotros ni cierra sus hogares, ni tiemblan nuestras vírgenes ni lloran nuestros niños. "Y en cambio regresan los proscritos que en penosa caravana peregrinaron por las montañas como tímidas palomas que abrigan sus polluelos a sus hijos de las aves de rapiña. "Como prueba de respeto, no se escuchan las protestas insultantes y antes bien la opinión se uniforma y se encauza haciendo justicia a la actitud bélica con que se puso en guardia toda la parte sana y sensata, representada hoy, ayer y siempre por el gran Partido Liberal que ha tenido en los momentos aciagos para la patria la atingencia de ser salvador de nuestros más sagrados derechos. Y lo que más admiramos es que este respeto no se ha impuesto por el terror, sino que brota espontáneamente de nuestros pechos como una consecuencia lógica del respeto que la revolución del Distrito ha manifestado por la propiedad y por las vidas en lo general, cosa no vulgar en tiempos de revolución y a raíz de un triunfo que pone de manifiesto las maquinaciones inhumanas de los esbirros y ciegos servidores de la tiranía. Y hacéis bien, aun cuando no ignoramos el esfuerzo heroico que se necesita para ser clemente cuando la lava del 86


ZITÁCUARO

volcán de las pasiones no se enfría. Ser soldado en estrecho abrazo, ha contribuido al buen éxito. Deberéis estar satisfecho. Como es el General, en su glorioso ejército. "Por todo esto os ceñimos el lauro de la gratitud, que es la consecuencia natural de vuestra actitud para cuantos comprenden el mérito de la labor de un ejército que se recluta improvisadamente de la nada, tan pronto y en regulares condiciones, de tal manera que hoy es el honor del Distrito de Zitácuaro; el benefactor del mismo y por extensión es el factor que colabora para el establecimiento de la justicia en toda nuestra nación. "De hoy más, sobre la tumba del Sr. Madero una corona de flores regada con sangre de los valientes de Zitácuaro. "Sr. General Brigadier: si aceptáis nuestra gratitud, este pueblo la traduce ofreciéndoos una banda de honor. Os la presento: "¿Humilde?, sí; ¿Desposeída de lujos?, también. Tiene un mérito: se ofrece con sinceridad y representa cariño, respeto y gratitud. Pero es como un laurel de hojas naturales que ceñían los griegos. "Aceptadla, la ofrece el único Soberano. "El Pueblo en nombre de la Patria Agradecida". La lucha siguió adelante hasta el triunfo de la Revolución. Mil hechos heroicos y gestas patrióticas de los auténticos revolucionarios del Distrito, que perdieron la vida en el cadalso o en campaña, merecen el bien de la patria. A nosotros, adolescentes aún, nos tocó la desdicha de presenciar decenas de fusilamientos, muertos y heridos en combate y varios ahorcados. El último que vimos con nuestros propios ojos, fue el fusilamiento de Ramón Monteagudo ('El Tecomate')". Otro hecho de armas doloroso Cuando el general Salvador Herrejón tomó Zitácuaro (23 de enero de 1924), Francisco González Valdés, jefe de las Defensas Agraristas del Distrito, fue fusilado en la calle del 5 de mayo, por la denuncia que un zapatero hizo acerca del lugar donde se encontraba escondido. En esta ocasión también murieron dos hijos del líder agrarista don Jesús 87


JESÚS TEJA ANDRADE

Aguilar y el comandante de la policía José Ma. Saavedra. Tomaron parte en la defensa de la plaza, Roberto Valdés, Merced Salas, el "Güero Castro" y muchos otros paisanos. Fueron miembros activos del glorioso ejército nacional, los zitacuarenses: Donaciano Ojeda, Rodolfo Reina, Nicandro Gallegos, Enrique López, Arturo Bernal y sus sobrinos Félix y Roberto, Alfredo Tenorio, Agustín Martínez José María Oribio, Enrique y Benedicto López, Adolfo Carmona y otros, quienes con nombramientos de altos grados y cargos militares, honraron a Zitácuaro y al Ejército Mexicano, al cumplir patrióticamente como muchos otros, con sus deberes sagrados para con la patria. Los generales Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, cuando hicieron su propaganda y fueron presidentes de la República, visitaron varias veces Zitácuaro para vitalizar las convicciones patrióticas y revolucionarias de sus habitantes. En una ocasión el Presidente Obregón (1921), después de haber escuchado los discursos de don Andrés Landa y Piña y de la señorita Rosaura Castillo, los invitó a que se trasladaran a la capital de la República para que colaboraran con él en asuntos de su administración nacional. Ambos aceptaron. El señor Landa y Piña, que había dispensado muy valiosos servicios a la ciudadanía zitacuarense desde la secretaría del ayuntamiento municipal, desempeñó con eficacia y honestidad el alto cargo que le señaló la Secretaría de Gobernación; jamás dejó de ayudar a muchos zitacuarenses, ya con trabajo o bien con oportunidades de estudio si se trataba de muchachos que anhelaban ser profesionales u obreros técnicos calificados. Una de las calles de la Heroica Ciudad, lleva su nombre, por su labor invaluable en bien de sus coterráneos. Hasta 1934, el Distrito lo integran las municipalidades de Zitácuaro, Angangueo, Jungapeo, Susupuato y Tuzantla, las cuales, posteriormente, se convirtieron, para su administración política y de acuerdo con lo que ordena la Constitución Política que rige en la República Mexicana, en municipios libres.

88


ZITÁCUARO

Mercados municipales El principal mercado con que contaba Zitácuaro y que se ubicaba en lo que es hoy la Plaza Cívica, se destruyó en los primeros años de la década de los veintes. En su lugar se construyó el que actualmente opera (tras el palacio de gobierno). Este mercado es uno de los centros en donde se expenden artículos indispensables para las familias, el atuendo personal y los obsequios. Infinidad de personas de la capital de la república, los Estados y municipios circunvecinos visitan este comercio, tanto para comer alimentos dentro del mismo, como para proveerse de artículos básicos, tales como: legumbres, verduras, frutas, flores, plantas medicinales y de ornato, cereales; carnes de res, cerdo, carnero, chivo, menudo, moronga, zóricua, montalayo, pollo, barbacoa (especialmente de cabeza de res y carnero), cecina, carnitas, chicharrón, chorizo, longaniza, pescado, carpa, charal; leche, queso; atoles: blanco de maíz, de cáscara de cacao, de fresa, de zarza; chocolate, champurrado, café, arroz con leche, pozole; gelatina, ate, dulce, piloncillo, conserva de bonete, chilacayote y calabaza; pan: blanco, de dulce, de huevo, rayadas, semitas, de granillo, repostería y fruta de horno; tamales: de arroz, uchepos, de ceniza, corundas, de espiga, de capulín, de dulce y chile; desayunos, almuerzos, comidas, meriendas; canastas chiquigüites, bolsas; mercería, sombreros, jarciería, tejidos de ixtle y vara, huaraches, calzado, artesanías, alfarería e infinidad de artículos indispensables para la alimentación, el vestido, el hogar y los regalos. En las calles que se localizan al oeste del mercado, abundante grupo de comerciantes en pequeño venden sus mercancías en puestos móviles; la causa es que ya no caben dentro del mercado principal. También funciona diariamente otro mercado en el terreno que antes estaba dedicado al monumento del Dr. Emilio García, ampliado con el que ocupaba el Teatro Juárez. Por las noches, en la calle 5 de mayo, así como en buen número de zaguanes y lugares públicos, se expenden alimentos de consumo inmediato (pozole, enchiladas, tacos, sopes, atole, tamales, refrescos, cenas y meriendas, etc.).

89


JESÚS TEJA ANDRADE

En pocas poblaciones, cercanas y lejanas, existen mercados populares tan bien surtidos y novedosos como los que operan en Zitácuaro. El joven Miguel Carrillo Es satisfactorio mencionar el siguiente caso insólito: se trata del joven Miguel Carrillo ("El Pinocho"), que en la década de los treintas, construyó una avioneta con materiales propios de la localidad. Para hacerla funcionar, le adaptó un motor viejo de camión que su amigo, el señor Zepeda, le obsequió. Tuvo buen éxito, pues varias veces voló sobre el Distrito de Zitácuaro y fuera de él. La mencionada avioneta fue colocada en el museo correspondiente de la ciudad de México a fin de premiar al autor de tan singular proeza. Una calle de la ciudad lleva su nombre. Como el talento y la imaginación de este admirable joven (hoy adulto), hay muchos otros que se pierden por la falta de oportunidad para estudiar y prepararse técnicamente. ANTECEDENTES DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA La Educación Pública Desde la época de la Reforma funcionaba una escuela mixta elemental, cuya directora era la maestra Antonia García. Las labores docentes tuvieron que ser suspendidas temporalmente por causa de la intervención francesa en Michoacán. Más tarde volvieron a abrir sus puertas contando con la acertada dirección de la profesora Juliana Nambo, quien abandonó el servicio por avanzada edad, en 1876. Se continuó laborando hasta que en 1911 el edificio fue destruido completamente por un incendio. La escuela Amado Nervo se inauguró a principios de este siglo y aun realiza su honroso cometido en un edificio moderno y bien construido. La escuela Centenarista de Niñas Leona Vicario se fundó en 1916. Su directora, inteligente y con un profundo sentido humano de su profesión, fue, por mucho tiempo, la maestra Raquel Reina. En ese 90


ZITÁCUARO

mismo año inició sus labores educativas la Escuela Centenarista Miguel Hidalgo. La Escuela Primaria Benito Juárez comenzó su trabajo docente el 21 de marzo de 1917, auspiciada y sostenida por la Junta Patriótica Liberal Benito Juárez que, desde el año anterior, se había reorganizado plenamente, llevando como lema "Unión y Progreso", y poniendo en práctica, asimismo, un programa de acción educativa, social y cultural, ajustado en todo a las exigencias de ese momento histórico. Su primer director fue el profesor Leobardo Parra y Marquina, y su auxiliar, el C. Antonio R. Colín. La Escuela Elemental para Niñas principió a funcionar en 1921; su directora fue la eminente educadora Beatriz Bonilla. En 1934, la CIUDAD HEROICA contaba con las siguientes escuelas primarias: Escuela Superior para Niños (director José Ma. Ochoa); Escuela Superior para Niñas (directora, Ma. Dolores Tinoco Bonilla); Escuela Centenarista Leona Vicario (directora, Raquel Reina); Internado para Niños de la Escuela Centenarista (directora, Leticia Beaty); Escuela Elemental para Niñas (directora, Cenobia Rubio); Escuela Amado Nervo (directora, Julia Cejudo Vda. de Baca); Escuela Superior Francisco I. Madero (director, Anselmo Palomino). Asimismo prestaban sus servicios profesionales, entre otras maestras, las que a continuación se mencionan: Beatriz Cortés, María Teresa Díaz, María Martínez, Talía Baca C., Adela Carbajal, Agustina y Elena Ruiz, Esperanza Olivares, Flora Ibarra, Dalinda Benítez, Flora Olivares y Leonor Reyes. La Escuela Secundaria Federal Nicolás Romero, por acuerdo del Presidente Lázaro Cárdenas (fines de 1937), fue inaugurada el 1º de mayo de 1938. Su director fundador fue el maestro Rolando Uribe; posteriormente lo fueron la maestra Esperanza Ochoa, el profesor Lorenzo Corro González, el profesor Federico García Valdovinos, el maestro Manuel Arcos y Cruz y otros ameritados profesionales de la enseñanza. La Escuela Preparatoria Federal Melchor Ocampo principió a funcionar en 1954. La ratificación del acuerdo para su reconocimiento se logró el 25 de junio de 1955. Sus directores fueron los maestros Lorenzo Corro González y Federico García Valdovinos. La primera generación, 1954-1956, designó como madrina a la señora 91


JESÚS TEJA ANDRADE

Guillermina de Romano Muñoz, esposa del Director General de Educación Superior e Investigación Científica, maestro José Romano Muñoz, a quien mucho se le debió para lograr la consecución de este importante centro educativo. Unidad Cívica del pueblo Cuando el Presidente de la República, general Manuel Ávila Camacho, declaró el Estado de guerra al eje nazifascista, el presidente municipal de Zitácuaro, don Willebaldo Carmona, lanzó un manifiesto (junio de 1942) dirigido a la ciudadanía, manifiesto signado por otras veinte organizaciones obreras, campesinas, de maestros y clase media. La Escuela Primaria Nicolás Romero encabezó la organización de un festival para orientar al pueblo sobre este particular. El señor cura Arroyo y el profesor Teja Andrade, tuvieron a su cargo los discursos oficiales. Asimismo se formó el Comité de Defensa de la H. Zitácuaro. La unidad cívica y patriótica de todo el municipio constituyó un acontecimiento relevante, como siempre ha sido en todos los casos trascendentales para favorecer el progreso general del país. La Rotonda de Honor El 19 de marzo del año 1942, el presidente Willebaldo Carmona, acompañado de centenares de ciudadanos, inauguró la Rotonda de Honor de Zitácuaro, con ocasión del traslado de los restos del inmortal chinaco Francisco Serrato y Rodríguez, de Guanoro a la Rotonda. El ilustre desaparecido, don J. Antonio Couto, fue la persona que nos proporcionó los datos acerca del lugar donde se encontraban los restos del valiente Francisco Serrato (Dos Ríos, cerca de Guanoro). Ambos eran parientes cercanos. En este monumento fueron reinhumados posteriormente los héroes civiles que a continuación se mencionan: Dr. Emilio García, dedicado a servir decorosamente a sus semejantes y de quien hablamos en páginas anteriores; señor Jesús Aguilar, pionero del agrarismo en el municipio; profesor Juan Escutia, campeón olímpico en el terreno deportivo; doctor Alejandro Kaplun, lección suprema de

92


ZITÁCUARO

altruismo, y don Aurelio Arciniega, quien como jefe político del Distrito, realizó grandes obras en beneficio de la colectividad. Ilustres Visitantes El general Francisco J. Múgica, constituyente de Querétaro, Gobernador de Michoacán (tomó posesión el 22 de septiembre de 1920) y Secretario de Estado durante el sexenio presidencial del general Lázaro Cárdenas, visitó en varias ocasiones a Zitácuaro. Siempre encauzó política y socialmente el criterio de los habitantes y vitalizó su conciencia cívica. Fue, y sigue siendo, a pesar de haber muerto materialmente, un paradigma revolucionario, honesto y responsable. Los zitacuarenses lo comprobamos a cada instante con apego a la vedad limpia y sincera. El general Lázaro Cárdenas, como Gobernador del Estado y Presidente de la República, visitó muchas veces al municipio, para orientarlo y ayudarlo a resolver problemas relacionados con el progreso social y económico de la jurisdicción correspondiente. El eminente historiador y educador Jesús Romero Flores, siempre ha servido desinteresada e inteligentemente a la CIUDAD HEROICA. Sus pláticas, discursos y libros (más de cuarenta), han estimulado las inquietudes culturales y progresistas de la ciudadanía regional. El actual Gobernador, Lic. Carlos Torres Manzo, con frecuencia se presenta en la H. Zitácuaro a fin de conocer e impulsar la administración pública del municipio, tal como lo hace con los otros pueblos del Estado. Su labor económica y cultural, es de gran dimensión. En los lustros que estamos viviendo, los zitacuarenses están dedicados al trabajo, a la unión y al progreso educativo, económico, social y cultural de la población que tantos servicios nos ha brindado para el bien personal y colectivo.

93


JESÚS TEJA ANDRADE

CAPÍTULO III ZITÁCUARO DE 1970 A 1978 Demografía

S

como parte de la estadística que estudia la población o ciudad, según sus profesiones, sexos, edades, distribución por ocupaciones, etc. E DEFINE

Asentamiento humano De acuerdo con la Ley General de Asentamientos Humanos, en vigor, se entiende por asentamiento humano (Art. 2 fracción I) la radicación de un determinado conglomerado demográfico, con el conjunto de sus sistemas de convivencia, en un área físicamente localizada, considerando dentro de la misma los elementos naturales y las obras materiales que la integran. Centro de población Son las áreas (Art. 2, fracción II de la misma Ley) ocupadas por las instalaciones necesarias para su vida normal; las que se reserven a su expansión futura; las constituidas por los elementos naturales que cumplen una función de preservación de las condiciones ecológicas de dichos centros, y las que, por resolución de la autoridad competente, se dediquen a la fundación de los mismos. Como ya contemplamos en páginas anteriores los elementos naturales con que cuenta el municipio de Zitácuaro, a continuación trataremos de cuestiones fundamentales de los aspectos humanos: POBLACIÓN Población total, urbana y rural Según el Censo de Población de 1970, en enero de ese año el municipio de Zitácuaro contaba con 70,750 habitantes, de los cuales 94


ZITÁCUARO

40,000 o sea el 56.5%, constituían la población urbana radicada toda en la ciudad y cabecera municipal del mismo nombre; los 30,750 habitantes restantes, equivalentes al 43.5% formaban la población rural distribuida en 112 pequeñas localidades. Para enero de 1978 la población de este municipio, de acuerdo con la información obtenida, asciende a 102,012 habitantes de los cuales 62,400 integran la población urbana con residencia en la ciudad de Zitácuaro representando el 60% de la población total y 40,500 habitantes o sea el 39.4% que componen la población rural. Dentro de estos últimos o sean los habitantes del medio rural, quedan incluidos 6,200 aproximadamente, de origen indígena, en su mayoría, un 90% de ascendencia Mazahua y un 10% de Otomíes. Estos habitantes se asientan en la parte montañosa al norte y oriente del municipio, dentro de las comunidades indígenas de: Los Bernal, Los Alzati, Curungueo, Francisco Serrato, Donaciano Ojeda, Crescencio Morales y San Juan Zitácuaro. Incremento de la población Comparando las cifras anotadas en los párrafos anteriores, en los 8 años que median entre el Censo de Enero de 1970 a Enero de 1978, la población del municipio de Zitácuaro se incrementó a razón de 5.68% anual, o sea 2.28% más que el promedio de crecimiento demográfico estadísticamente calculado para el Estado de Michoacán. Esa diferencia puede atribuirse por una parte, a un crecimiento natural elevado y, por otra, a la inmigración procedente de municipios vecinos, sobre todo de la región de Tierra Caliente. Analizando separadamente el crecimiento de la población urbana y de la población rural, se observa que la tasa de incremento es mayor en la primera en la que representa un 8% anual, comparada con un 4% en la segunda. Esto significa que el municipio que se estudia no escapa al fenómeno y problema, aparentemente incontrolable, que afecta a nuestro país y que consiste en la migración de los habitantes del campo hacia la ciudad.

95


JESÚS TEJA ANDRADE

Densidad de la población De la comparación entre el número de habitantes y la superficie de 508.25 Km.2 , este promedio coloca a Zitácuaro en octavo lugar dentro de los municipios más poblados del Estado. Haciendo la comparación separadamente para ambos tipos de habitantes, se encuentra que los 62,400 de ellos, los urbanos, se concentran en una superficie —aun considerando algunos espacios libres dentro del casco urbano—, no mayor de 8 Km.2, lo que significa una densidad de la población urbana de 7,800 habitantes por Km.2 En cambio los habitantes rurales que suman 30,750 sobre una extensión territorial de 500 Km.2, sólo alcanzan una densidad promedio de 61.5 habitantes por Km.2 Catastro Las características que registra el catastro de los edificios de Zitácuaro, corresponden a las trazas en práctica en la época colonial: en forma de red con la plaza principal, iglesia y edificios oficiales al centro. El empedrado de antaño en las calles se ha sustituido por el pavimento de concreto y asfalto. Los edificios se caracterizan, en su mayor parte, por su estilo colonial en la distribución y fachadas, construidos con materiales como adobe, piedra, ladrillo, teja, madera, etc. En los últimos lustros se ha estado imponiendo el uso de ladrillo y cemento. Los edificios públicos son de estilo moderno, aunque algunas instituciones están ubicadas en casas adaptadas, con las deficiencias de servicios y funcionalidad consiguientes. Teniendo en cuenta los datos registrados en el último censo (1970), se ha comprobado que en Zitácuaro se ha dedicado al comercio el 80 por ciento de sus construcciones, desde misceláneas y tiendas de mercancías populares de la región, hasta la venta de artículos para la industria y las actividades agropecuarias. La traza de las calles es, en su mayor parte, regular, aunque en la periferia, sobre todo en algunas de las colonias que se han fundado en

96


ZITÁCUARO

las últimas décadas, son un tanto irregulares, ya que no siguen lineamientos uniformes. La topografía, en la parte sur de la Ciudad Heroica, es accidentada por efectos de la configuración física del valle. Crecimiento de la población Este problema demográfico en el municipio, y en todo el país, es uno de los más graves y de los que preocupan seriamente a gobernantes y gobernados. Al referirnos a la población (urbana y rural) de Zitácuaro, debemos enfocar su estudio al crecimiento que ha tenido y seguirá registrando, para así analizar algunas consecuencias que se derivan forzosamente de dicho aumento, que es exagerado y, por lo mismo, se le considera como una explosión demográfica. Decir que solamente en 1940 el municipio tenía 36,037 habitantes y que hoy (1978) pasan de los 100,000, no tendría importancia en sí. Importante es saber cuánto aumenta la población local cada año y cuestionar lo que ello significa. Saber cuántos zitacuarenses somos, no tiene mayor sentido considerado aisladamente; pero si relacionamos nuestros recursos naturales con la población, sí tiene un gran significado. Afirmar que el municipio tenía hace 8 años 70,750 habitantes no tiene valor más que como dato ilustrativo. Lo importante es saber cómo viven los mismos; cuántos trabajan y cuántos no; cuántos tienen un régimen alimenticio aceptable y cuál es el número de desnutridos. Importante es saber también cuántos niños, adolescentes y jóvenes tienen la oportunidad de estudiar y cuántos no; interesa asimismo saber cómo estamos respondiendo ante los problemas que se derivan del aumento poblacional. El problema del crecimiento de la población, que debemos considerar con profundidad y perspectiva, nos ayudará a madurar nuestra conciencia cívica y a unificarnos para satisfacer las necesidades de: educación, alimentación, vestido, trabajo, desempleo, vivienda, salud, etc., que exige el aumento exagerado de la población municipal, cuyas causas (regionales y nacionales) las encontramos en la condición de país en proceso de desarrollo económico y social, que lucha por acabar con la miseria que padece el pueblo. 97


JESÚS TEJA ANDRADE

Los siguientes datos concretos nos hablan del aumento de los habitantes, de 1940 a 1978. Años 1940 1950 1960 1970 1978

Población Urbana 11 434 19 943 23 883 30 107 62 400

Población Rural 24 603 25 284 28 976 40 643 39 612

Total 36 037 45 227 52 859 70 750 102 012

Natalidad y mortalidad La natalidad es uno de los factores más importantes y se entiende como el número de niños nacidos vivos. Para comprender este hecho ponemos un ejemplo: si se consideran 1,000 habitantes, el número de nacidos se llama tasa de natalidad. Así, en el caso de que nacieran 20 niños por cada 1,000 habitantes, se dirá que la tasa es de 2%, es decir, por cada 100 habitantes aumentan dos. Cuando la tasa es de 3.2%, como sucede en el país actualmente, es una tasa muy elevada. Mortalidad Unida a la natalidad debe estudiarse el comportamiento que guarda la mortalidad: ésta ha venido disminuyendo, en tanto que la natalidad ha aumentado. Si las defunciones disminuyen y los nacimientos aumentan, el crecimiento de la población se acelera. El descenso en la mortalidad se ha debido a los grandes avances que ha logrado el hombre en la ciencia médica y en la educación. Los datos estadísticos que a continuación se citan, y que corresponden al municipio de Zitácuaro, confirman el aserto: En 1968, nacieron 3,508 niños y murieron (de todas las edades), 894. En 1970, nacieron 3,198 y murieron 799 seres humanos.

98


ZITÁCUARO

Migración El hombre siempre se ha visto obligado a trasladarse a lugares ajenos al de su origen, por diversas causas. Esos desplazamientos son los movimientos migratorios que comprenden la emigración (salida de un lugar) y la inmigración (entrada o llegada a un lugar). La movilidad geográfica de la población obedece a varias causas: de carácter físico (clima, sismicidad, volcanismo, etc.); de carácter social (problemas económicos, de desempleo, políticos, aumento de la población y otras). Los movimientos migratorios nacionales se dan cuando las personas o familias se desplazan del lugar de origen a otro, pero dentro del mismo país. Las grandes ciudades se convierten en focos de atracción, principalmente para campesinos y estudiantes, con lo cual se provocan grandes problemas de aglomeración. En Michoacán (1970), un poco más de dos terceras partes de inmigrantes estaban concentrados en las ciudades más importantes (Morelia, Uruapan, La Piedad, Zamora, Zitácuaro, etc.). Los extranjeros apenas llegaban a 3,326. Realmente la inmigración en la entidad no puede constituir un problema, ya que representa únicamente el 4% del total de la población del Estado. De cinco entidades federativas proviene: Distrito Federal (10.51%); Guanajuato (20.11%); Guerrero (8.09%); Jalisco (26.02%) y México (10.85%). En el municipio de Zitácuaro los datos sobre migración, son los que a continuación se transcriben: 1. Nacidos en otras entidades……………… 4,009 2. Nacidos en otros países…………………… 48 Total 4,057 Por tanto, este fenómeno social en el municipio, no puede estimarse como crítico.

99


JESÚS TEJA ANDRADE

Estadística sobre edades De acuerdo con los datos objetivos del último Censo de 1970, casi la mitad de la población del municipio está formada por niños y adolescentes de menos de 14 años de edad. Los siguientes informes nos ilustran sobre ese particular: 1. Los hombres que tienen una edad de 0-14 años, suman 17,206 2. Las mujeres de las mismas edades, suman……………… 16,639 Total 33,845 Este caso debe afrontarse con responsabilidad y compromiso solidario, puesto que, dentro de algunos años, los servicios públicos, tales como educación, vestido, vivienda, empleo, salud, recreación, etc., serán más insuficientes que ahora para resolver la demanda correspondiente, lo cual nos obliga a trabajar con perseverancia a fin de lograr la solución adecuada. Agrupación familiar por número de miembros El municipio registra datos que a continuación se mencionan (datos preliminares del Censo de Población de 1970): 1. Total de miembros:………………………….. 69,862 2. Total de familias:……………………………… 13,426 También nos indican dichas estadísticas que los problemas de desarrollo se complican debido a la explosión demográfica. Número de localidades y habitantes El municipio tiene un total de 112 localidades, con el siguiente número de habitantes cada una: de 1 a 99, 23; de 100 a 499, 56; de 500 a 999, 27; de 1 000 a 2,499, 5 y de 5,000 a más, 1. Comentario: el escaso número de personas con que cuentan algunas de las localidades mencionadas, dificulta la dotación de

100


ZITテ,UARO

servicios municipales (escuelas, agua, luz, etc.) y, en cierta medida, frena las actividades industriales y agropecuarias respectivas.

101


JESÚS TEJA ANDRADE

CAPÍTULO IV EDUCACIÓN Características

L

EDUCACIÓN MEXICANA tiene, entre otras, las siguientes características: favorece el mejoramiento cultural, social y económico de la población; atiende a la comprensión de los problemas nacionales, impidiendo toda forma de colonialismo económico y cultural; es respetuosa de la dignidad humana; tiene por mira el interés de la sociedad; rechaza todo tipo de discriminación; promueve el desarrollo integral del ser humano; es obligatoria (la educación primaria) para que llegue, en lo posible, a todos, cualquiera que sea su situación económica. "La educación es el medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; es proceso permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la sociedad; es factor determinante para la adquisición de conocimientos y para formar al hombre de manera que tenga sentido de solidaridad social" (Artículos 2º de la Ley Federal de Educación vigente). Es de imperiosa necesidad que la educación, cuando menos la primaria, llegue a todos los mexicanos. Todos sabemos que miles de niños, adolescentes y jóvenes no logran inscribirse en los planteles, y muchos de los que son aceptados, desertan en los primeros años de estudios a causa de la pobreza y las desigualdades sociales. En las calles, parques y jardines abundan muchachos sin oficio ni beneficio; en los talleres, en las parcelas, en los mercados y en los centros dedicados a producir artesanías encontramos a numerosos menores que no asisten a las escuelas: muchos de ellos son iletrados, sin experiencia y capacidad para la producción y para la vida social. En un país de analfabetos no es posible un progreso completo y justo. Millares de individuos no saben ni siquiera escribir su nombre. Muchos adultos, cuando el caso lo requiere, "firman" con su huella digital. A

102


ZITÁCUARO

El papel que desempeña la prensa, el cinematógrafo, la radio, la televisión y otros medios de información masiva, tienen una dimensión importante por sus propósitos. Desgraciadamente, sobre todo el cine y la televisión, han venido deformando en forma burda, casi siempre, la finalidad y el camino de la buena educación y de la cultura en general. Es común ver pésimos programas denigrantes, antisociales y antinacionales, contrarios a la tradición y al estilo de vida familiar y humanista de la población. Solamente con la unidad de criterios y la solidaridad compartida de gobernados y gobernantes, se podrá resolver, en el menor tiempo posible, tan grave situación. La educación en Zitácuaro El municipio confronta los problemas comunes del Estado y del país: falta de aulas y maestros en relación con la población en edad escolar, así como la demanda de servicios educativos en general. En efecto, existen algunas escuelas instaladas en casas particulares adaptadas para tal fin, con estos inconvenientes y necesidades: mala iluminación, carencia de servicios sanitarios, moblaje impropio, falta de jardines y material escolar, etc.; pero también se cuenta con edificios adecuados, funcionales y modernos. A pesar del aspecto negativo mencionado, justo es reconocerlo, son auténticos constructores de la Patria. Por ello la ciudadanía les ha reservado en su corazón un lugar de dignidad y admiración. En los planteles, los maestros, además de orientadores y guías de sus discípulos, son consejeros de familias, colaboradores insustituibles de las autoridades y mensajeros genuinos del Estado, de la Federación y de la sociedad. Las escuelas municipales siempre se han distinguido por sostener y estrechar relaciones amistosas con los elementos más valiosos de la región: alumnos, educadores, padres de familia y vecinos. Si en alguna parte se confirma que la escuela es una auténtica agencia de servicio educativo, cultural y social, es precisamente en Michoacán, y de esta entidad, Zitácuaro figura en la lista de honor. Insistimos: es congruente reconocer que se palpa el empeño sostenido por los gobiernos estatal, federal y la ciudadanía local, por

103


JESÚS TEJA ANDRADE

encontrar la solución a los problemas que sobre el particular se presentan. El hecho de que los habitantes del municipio tengan conciencia de su deber a este respecto, es digno de tomarse en consideración. Todos los padres anhelan legar a sus hijos lo mejor de la vida: una preparación profesional que los capacite para servir decorosamente a su pueblo, a su Estado y al país y, asimismo, para que triunfen en la vida. Los padres dicen que no quieren heredar a sus hijos fortunas económicas, sino un oficio o una carrera que les asegure un porvenir satisfactorio. Analfabetismo No contamos con datos precisos correspondientes al municipio; pero en el Estado el índice de alfabetización avanza lentamente: en 1970 se elevó al 64.77 el porcentaje de alfabetizados. Sin embargo, deducimos que más de la mitad de la población e 6 a 14 años de edad son analfabetos, ya que no asisten a la escuela, debido, principalmente a que están ocupados en labores agrícolas y otros quehaceres (rurales y urbanos).

104


ZITÁCUARO

CAPÍTULO V SALUD PÚBLICA

L

aumentan cada año. No obstante, todos lo sabemos, falta mucho por hacer para que no quede nadie sin recibir los beneficios de esta plausible labor. La población rural es la que más necesita ser atendida: la desnutrición, la vivienda y la falta de atención médica son causa de las enfermedades que padece. Son dignos de reconocer los esfuerzos que tanto los Servicios Coordinados del Estado dependientes de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, como el Gobierno Local están haciendo para minimizar el problema. OS SERVICIOS DE SALUD

Causa principal de las defunciones en el municipio De acuerdo con los informes de la Dirección de Bioestadística, dependiente de la Secretaría de Salubridad y Asistencia (1971), las causas principales de las defunciones en el municipio de Zitácuaro, son las siguientes enfermedades: gastroenteritis y colitis, influenza y neumonía. En ese año murieron 785 personas. Estadísticas El Estado de Michoacán cuenta con una cama general de hospital para cada 1,771 habitantes. En Morelia está en servicio una cama de hospital general para cada 327 habitantes. En la entidad existe un médico por cada 3,644 habitantes; la mayor concentración de profesionales de la medicina se ubica en Morelia, donde ejercen 227 médicos; le siguen Uruapan con 84, Zamora con 44, Zacapu con 30, Apatzingán con 27, Zitácuaro con 22, La Piedad y Pátzcuaro con 20 cada uno. Los Servicios Coordinados cuentan con 102 pasantes de medicina, 67 de los cuales están adscritos en los centros de salud tipo "C"; los demás laboran en los centros de salud tipo "B" y sus hospitales. 105


JESÚS TEJA ANDRADE

Zitácuaro forma parte del Distrito Sanitario Nº 2 (en 1970) y cuenta con un hospital, en donde, según datos estadísticos, existen 20 camas. Actualmente 1978 funcionan los centros sanitarios que a continuación se mencionan: Sanatorio de Los Remedios, Sanatorio de San Juan, Sanatorio Tinoco, Sanatorio del IMSS, Unidad Médica (antes Hospital Dr. Emilio García), Sanatorio del ISSSTE y dos maternidades. Mención especial merece la Cruz Roja de Zitácuaro, por su relevante y humanitaria labor en bien de la colectividad. El cariño que el pueblo le tiene es sincero. Esta benemérita institución fue fundada en el año 1937. El Hospital de la Cruz Roja local ha estado funcionando normalmente hasta el presente año (1978). Nuestros respetos para los fundadores y socios actuales de la Cruz Roja de Zitácuaro. Alimentos principales En un muestreo acerca de alimentación, llevado al cabo en 1970, se advierte que el 68% de la población en Michoacán está mal alimentada, sobre todo por la falta de proteínas y minerales, lo que da lugar a raquitismo en la infancia, bajo rendimiento intelectual en los adultos y poca resistencia a las enfermedades. Los siguientes informes nos dan a conocer los principales alimentos consumidos por la población: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Sopas, chiles y tortillas:…………………………………..………… 45% Sopas, frijoles y tortillas:……………………………………..……. 23% Sopas, carne o huevos, verduras, frijoles, tortillas o pan… 12% Sopas, huevos o carne, tortillas, frijoles y pan:…………….. 10% Leche, sopas, carne o huevos, frijoles, tortillas o pan…….. 4% Leche, sopas, verduras o huevos, frijoles, tortillas o pan… 6%

El fogón y sus condiciones materiales e higiénicas en el municipio: 1. Número de viviendas con cuarto para cocinar:…………… 9,225 106


ZITÁCUARO

2. Número de viviendas donde se cocina con leña o carbón 7,091 3. Núm. de viviendas donde se cocina con petr. o tractol… 963 4. Núm. de viviendas donde se cocina con gas o electric... 3641 El calzado. Las informaciones a este respecto son las sigs.: 1. Usan zapatos………………………………………… 55,850 2. Usan huaraches……………………………………. 7,436 3. Andan descalzos……………………………………. 5,023 Condiciones de vivienda El desarrollo socioeconómico avanzará más en el Estado, cuando se aprovechen, racional y programadamente, sus vastos y ricos recursos: agua, energía eléctrica, comunicaciones, turismo y, sobre todo, cuando el hombre trabaje con preparación técnica y científica en todos los terrenos de la producción y la distribución. Asimismo es de vital importancia no subestimar las condiciones materiales e higiénicas en que vive la población, como lo vimos en el capítulo referente a la cocina y alimentación. Es necesario incorporar a todos los habitantes a una más digna y humana manera de vivir; lo cual es tarea que nos corresponde a todos por igual. Materiales que se usan en la construcción de viviendas: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Total de viviendas en el municipio………………………. 11, 695 Porcentaje de adobe:…………………………………………. 45 Porcentaje de ladrillo o tabique…………………………… 30 Porcentaje de madera………………………………………… 23 Porcentaje de embarro………………………………………. 1 Porcentaje de otros materiales:…………………………… 1

La población de derechohabientes en el municipio, registra las siguientes cifras: 1. Para 1972:………………………………………………………….. 5,127 2. Para 1979…………………………………………………………… 8,000 107


JESÚS TEJA ANDRADE

Datos económicos de la población total: 1. Población económicamente activa:……………………….. 15,775 2. Población económicamente inactiva……………………… 27,021 3. Menores de 12 años:……………………………………………. 27,954 Total………………………………………… 70,750

108


ZITÁCUARO

CAPÍTULO VI DATOS ECONÓMICOS DE LA POBLACIÓN Aspectos económicos

E

ESTADO DE MICHOACÁN depende, principalmente, del sector primario, es decir, de la agricultura y la ganadería, etc. Hacen falta obras materiales que sirvan de base para la industrialización. En las zonas rurales el ingreso por persona es muy bajo y existe un alto nivel de nacimientos y defunciones infantiles. La producción agropecuaria constituye el problema económico del municipio de Zitácuaro, del Estado y de todo el país, lo cual justifica la prioridad que el gobierno federal y el estatal le están brindando, sin subestimar, por supuesto, las demás formas de la infraestructura económica y de las superestructuras (educación, salubridad y asistencia, cultura, etc.). Sin embargo, estamos en condiciones de afirmar que contamos con una gran potencialidad económica por sus recursos, y que se propicia la industrialización con las necesarias obras materiales, como ya se está hacienda en otros municipios, se logrará la superación correspondiente. L

Municipio de Zitácuaro En el aspecto agrícola, se producen, entre otros, los siguientes cultivos y frutales: alfalfa, cacahuate, café, camote, cebada, cebolla, chile verde, frijol, garbanzo, haba, jitomate, lenteja, linaza, maíz, papa, sorgo, trigo, maguey; aguacate, chirimoya, durazno, guayaba, limón, manzana, melón, perón, naranja, sandía, tejocote, así como flores de infinidad de especies, según lo hemos anotado en páginas anteriores. Comisariados ejidales El municipio cuenta con 20 ejidos y 8 núcleos de bienes comunales, según los informes proporcionados por el C. Anastasio Hernández 109


JESÚS TEJA ANDRADE

Cruz, presidente del Comité Regional Campesino del mismo municipio. En ganadería, aves y colmenas, presentamos las siguientes estadísticas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

Bovinos…………………………………… 12,000 Caballar…………………………………… 3,750 Asnal………………………………………. 1,900 Mular……………………………………… 1,000 Porcino…………………………………… 20,000 Caprino…………………………………… 1,500 Ovino……………………………………… 465 Aves………………………………………. 60,000 Colmenas………………………………… 300

Producción forestal El Estado está dividido en 20 unidades de ordenación forestal, las cuales fueron creadas con el propósito de aprovechar racionalmente los bosques, en sus fases extractiva y de transformación, que garanticen la conservación respectiva e incremento a fin de lograr persistencia en sus utilidades productivas y mercantiles, distribuidas con equidad, y que a su ve creen las condiciones objetivas necesarias para favorecer el desarrollo económico de cada municipio y de la entidad en general. Al municipio de Zitácuaro le corresponde la unidad Nº 4, con estos otros municipios: E. Huerta, Maravatío, Contepec, Senguio, Tlalpujahua, Tuzantla, Angangueo, Ocampo, Tuxpan, Jungapeo, Juárez, Susupuato, Irimbo y Aporo. Las siguientes especies se aprovechan para la producción de madera (con la cual se hacen tablas, morillos, vigas, palos para escoba, mangos y cabos para herramienta, duelas, durmientes labrados, leña, carbón y otros artículos comerciales): aile, encino, madroño, pino, oyamel, fresno, cedro y otras especies.

110


ZITÁCUARO

ESTABLECIMIENTOS INDUSTRIALES EXISTENTES EN LA CIUDAD Y MUNICIPIO

Aceite de ajonjolí, fábrica de 1 Amasijos (elaboración de pan) 23 Aserraderos 2 Cabos para herramientas, fáb. 1 Cal, fábrica de 1 Carpintería, talleres de 16 Cerrajerías 4 Empacadora de carnes 1 Equipo y aparatos domést. Tall. 6 Fábrica de aisladores y crucetas de madera para la CFE. 1 Herrería, talleres de 28 Hielo, fábrica de 6 Hojalatería y pintura, taller de 17 Huaraches y zapatos, talleres 84 Imprentas 6 Jabón, fábrica de 1 Lavado y engr. de automóviles 4

Mecánica, talleres de Molino de trigo Molinos de nixtamal Mosaico, fábrica de Motocicletas, reparación de Muebles de madera, fáb. Palillos, fábrica de Plástico, artículos de Platerías Radiotecnia, talleres de Ropa, fábrica de Sastrerías Tabique de barro recoc. elab. Tacones de madera, talleres Talleres eléct. para automóv. Tortillerías Veladoras, fábrica de Vulcanizadora de llantas

28 1 33 8 3 1 10 2 2 20 1 10 21 3 10 21 1 16

Industrias de transformación Por ser la madera un recurso natural de la región, la industria que la utiliza como materia prima principal, es la más característica de este municipio. Por otra parte su inversión global es bastante significativa para el medio económico en que opera, ya que se puede estimar actualmente en más de $50,000 000.00 aparte del capital de trabajo; además, en los 24 o más talleres que se dedican a esta rama industrial, se da ocupación a más de 500 trabajadores. Es muy variada la producción de artículos de madera que elaboran estas fábricas o talleres, siendo los principales: muebles, puertas, cabos o mangos para herramientas, tacones para zapatos, manceras para arado, cabos para escoba, palillos y cucharitas para nevería y además crucetas, alfileres y otras piezas de madera para la instalación de las redes eléctricas y una planta para la producción de aguarrás y brea. 111


JESÚS TEJA ANDRADE

Otra de las industrias que últimamente ha tenido mucho incremento en Zitácuaro, es la fabricación de huaraches de todos tipos y precios a base de cuero, materiales plásticos y otros. Los talleres registrados a la fecha llegan a 84, aunque hay que hacer la aclaración que dentro de éstos están algunos que en forma principal fabrican zapato corriente y de que salvo 3 o 4 todos los demás son talleres muy pequeños con muy pocos operarios o de tipo familiar. Aunque la inversión en este ramo no es cuantiosa, sin embargo da ocupación a buen número de personas. Como en todas partes, los establecimientos dedicados a la producción de pan y tortillas, que además de ser indispensables, revisten importancia por su número y también como fuente de trabajo. En Zitácuaro, se registran 21 tortillerías y 33 molinos de nixtamal —incluidos en éstos algunos molinos fuera de la ciudad— y 23 amasijos para la elaboración de pan. Independientemente de las industrias antes señaladas existen en esta cabecera municipal, un molino de trigo, una fábrica de aceite de ajonjolí, una fábrica de ropa, una de cal, dos fábricas de hielo y varios talleres dedicados a diversas especialidades, según puede verse en la relación de establecimientos industriales que aparece en este mismo capítulo. Industria de la construcción Este ramo industrial está compuesto por 21 galeras para la elaboración de tabique de barro cocido y 3 más dedicadas a la fabricación de tabique, tabicón y bloque de concreto. También existen en la ciudad de Zitácuaro 8 talleres para la fabricación de mosaico y 3 marmolerías en las que, además de la producción de monumentos, fabrican losetas para pisos y algunas piezas especiales más bien de ornato en la construcción. Aunque estos talleres propiamente no se dedican a la construcción sino a la fabricación de materiales para la misma, se ha incluido en este párrafo para dar una idea general de este ramo industrial. La industria de la construcción propiamente dicha, está compuesta por contratistas, albañiles, carpinteros, herreros, electricistas y peones en general dedicados a la urbanización y edificación solamente, ya que en la actualidad no hay ninguna otra 112


ZITÁCUARO

obra civil de importancia. Esta actividad reviste importancia dentro de la economía municipal de Zitácuaro ya que procura ocupación a más de 1,200 personas, aunque se trata de personal subempleado, debido a que esta actividad decrece notoriamente durante el tiempo de lluvias. Este municipio carece de industrias típicas, pues no existe en lo más mínimo producto alguno o artesanía en particular dentro de esta actividad. Sería importante pensar en el fomento de este tipo de ocupación, que tal vez pudiera desarrollarse en la confección de prendas de lana y artesanías de madera. Parque industrial Están por iniciarse los trabajos del parque industrial, en una superficie de 700,000 m2, ubicada al oriente y a una distancia aproximada de 5 Km. de Zitácuaro sobre la carretera que une a esta ciudad con la capital de la República. Este parque industrial que contará, desde luego, con suficiente agua potable, energía eléctrica y otros servicios, tendrá además una localización muy estratégica ya que estará a sólo 95 Km. de la ciudad de Toluca, capital del Estado de México, donde últimamente se han instalado numerosas e importantes industrias y a 157 Km. de la ciudad de México por carretera totalmente asfaltada. Comercio Es la actividad económica más importante del municipio y, de manera singular, su cabecera: Zitácuaro, cuyas construcciones se han dedicado al comercio en un 80%, comprendiendo misceláneas y comercios de alimentos, ropa, calzado, abarrotes, papelería, sombreros, refacciones, ferretería, automóviles, maquinaria y equipos para actividades agropecuarias, artesanías, materiales para construcción y muchos otros artículos. Buen número de habitantes de pueblos cercanos y lejanos de la entidad, de Tierra Caliente, del Estado de México y de la capital de la República acuden a hacer sus compras a la Heroica Zitácuaro, que ocupa uno de los primeros lugares comerciales en Michoacán. 113


JESÚS TEJA ANDRADE

Bancos Operan los siguientes: Banco Nacional de México, S. A., Bancomer, S.A., Banca SERFÍN, S. A., Banco Mexicano de Toluca, S.A., y Banco de Crédito Rural del Pacífico, S.A. COMUNICACIONES Carreteras Existen dos ejes principales en el Estado: el que va de Oriente a Poniente, de México a Guadalajara, pasando por Zitácuaro y Morelia, entre otros lugares, y el Norte Sur, que va de La Piedad a Lázaro Cárdenas. En la carretera que pasa por Zitácuaro circula un constante y elevado número de vehículos que va de 501 a 2,500 por día. Algunos autobuses atraviesan la ciudad por la avenida Revolución; otros pasan por el lado Este (tramo de Cedano). La mayoría de automovilistas se detiene en el centro y si van más lejos, salen por la misma avenida Revolución. Ferrocarril El ferrocarril Zitácuaro-Maravatío, conecta en este lugar con el que va a distintas ciudades del Estado y con el que pasa para México. Diariamente opera: sale por la mañana de Zitácuaro y regresa por la tarde, recorriendo 90.3 kilómetros. De Zitácuaro a la ciudad de México se registran 315.3 kilómetros. En un acto solemne, dicho ferrocarril, que entonces se llamó Michoacán y Pacífico, fue inaugurado el 14 de junio del año 1897.

114


ZITÁCUARO

SERVICIOS Radiodifusoras comerciales Figuran dentro del circuito Nº 2, ubicadas en los mismos lugares del circuito Nº 1. La potencia de Cresta (Pp) es de 125 a 150 Watts para las estaciones de Morelia, Uruapan, Apatzingán y Zitácuaro. El horario de es de 08 a 18 Hs. De las veintidós estaciones fijas que funcionan en el Estado, la de Zitácuaro forma parte del respectivo circuito. Líneas telefónicas De 1971 a 1976 se instalaron las siguientes: 1 2 3 4 5 6 7

Categoría: 1971: 1972: 1973: 1974: 1975: 1976:

CZ 640 1 400 1 400 1 400 1 400 2 000

Cuenta Zitácuaro con una oficina de telégrafos y con la agencia urbana Nº 1 de Correos. El área de correos comprende, además de la H. Zitácuaro, los siguientes lugares: ejido Lázaro Cárdenas, Susupuato, Ziráhuato, Benito Juárez, Jungapeo, Tuzantla, San José Purúa y San Juan Xoconusco (este lugar es del Estado de México). La administración de telégrafos de Zitácuaro se quedó incorporada (1978) a los sistemas de computación electrónica de la red telegráfica nacional. Más de 130 mil habitantes de la región se beneficiaron con este servicio.

115


JESÚS TEJA ANDRADE

Electrificación En Zitácuaro se están realizando reformas que mejoran el abastecimiento de energía, como son: la ampliación de la subestación a una capacidad de 1.5 M.V.A., voltaje de 23-20/13.8-60 KV. En la red primaria se cambió (era de cobre 4.6) a aluminio, para uso de ramales destinados a los poblados chicos. Es de tomarse en cuenta el hecho de que gran parte de la línea de transmisión eléctrica en operación es utilizada también para atender las demandas de otras poblaciones (las aguas de la presa El Bosque son conducidas por canales a la presa reguladora de Colorines y se utilizan para las plantas hidroeléctricas de Ixtapantongo, Santa Bárbara y Tingambato). Pavimentos La red de agua potable con que cuenta Zitácuaro se ha venido transformando. Sin embargo, las exigencias de la población, que cada año aumentan considerablemente, no son satisfechas del todo, ya que tanto la ciudad como las nuevas colonias plantean el problema del aumento adecuado del servicio de agua potable. La dotación que tiene es de 200 litros por habitante-día aproximadamente, y un gasto medio anual de 71.37 litros por segundo. El gasto máximo diario es de 85.6 litros por segundo, como promedio. La longitud de la red de la zona baja, es de 6,711.59 metros; la de la zona alta mide 25,430.03 metros.

116


ZITÁCUARO

CAPÍTULO VII TURISMO

U

NA MODERNA,

creciente y productiva actividad económica, de recreación y de estrechamiento de relaciones amistosas (nacionales e internacionales), es precisamente el turismo, característica de determinados lugares que presentan atractivos varios: panorámicos, de aguas curativas, centros históricos y originalidad de costumbres. Tal es el caso del municipio de Zitácuaro. Los paisajes que se observan allí son muy bellos y acogedores. La presa El Bosque, el Salto de Enandio, los ríos y manantiales, los volcanes del Cacique y Coyota, el Cerrito de la Independencia, el cañón de El Salto, las tenencias de Coatepec de Morelos, Chichimequillas de Escobedo, Los Alzati, etc., son lugares de una vegetación exuberante y rica. Deben admirarse los monumentos históricos dedicados a don Benito Juárez, al filósofo Melchor Ocampo, al licenciado Ignacio López Rayón, al Dr. Emilio García; el de la Bandera Nacional, la Mora del Cañonazo, la Plaza Cívica, el Museo Regional, la casa donde se organizó el primer Gobierno Nacional Mexicano y la Rotonda de Honor; también deben conocerse los nombres de héroes y heroínas, regionales y nacionales, de las calles y jardines, las iglesias católicas y templos evangélicos, los cuales presentan, asimismo, un atractivo y una lección histórica dignos de tomarse en cuenta por los amantes del turismo. La caza en las zonas de matorrales, boscosas y deshabitadas, es un deporte que agrada mucho a los visitantes. La ciudad de Zitácuaro es aprovechada por los turistas como centro de operaciones para visitar San José Purúa, Agua Blanca, Los Azufres, Tierra Caliente y otros centros que vale la pena conocer y utilizar para conservar buenas condiciones de salud física y mental (la ida y el regreso se pueden hacer en un mismo día).

117


JESÚS TEJA ANDRADE

Hoteles y casas de huéspedes. En la Heroica Zitácuaro se cuenta con los siguientes: 19 hoteles y 3 casas de huéspedes, con un total de 319 habitaciones. La comida es abundante, rica, nutritiva y barata. Los platillos y antojitos regionales agradan al paladar de las personas más exigentes y son, también, elaborados con procedimientos higiénicos según la tradición hogareña y cultural del municipio. Organismos de acción social La tradición nos habla de la vocación de los habitantes para realizar, individualmente y en equipos, una acción social y cultural de amplias y profundas dimensiones. Actualmente las instituciones educativas y determinados grupos de adultos son los que, principalmente, han heredado ampliado esta constructiva tradición, organizando clubes, comités y equipos de labor educativa, cultural y social. Recordamos con agrado las orquestas de antaño (Los Grillos de Zitácuaro, de Juan y José Molina; estudiantinas, clubes de teatro y conjuntos corales, etc.). Las bandas de música era el deleite de los habitantes los días domingos y fechas conmemorativas. En 1978 funcionan normalmente los siguientes clubes, entre otros que prestigian tanto a sus miembros como a la Ciudad Heroica en donde viven: Rotario, de Leones, deportivos, de ciclismo, de caza, de Charros, de Ajedrez, así como el Departamento de Promoción Cultural, que depende directamente de la presidencia municipal y la del Departamento de Turismo, institución que, de acuerdo con las autoridades escolares, municipales, estatales y militares están organizando una serie de festivales para consolidad y ampliar la política positiva de acción cultural y social. Esto se comprobó con el programa realizado con ocasión del LXI aniversario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el que el pueblo se deleitó con los números respectivos: audiciones musicales, desfile cívico, cuadros plásticos, espectáculos de pantomimas, presentación del ballet folclórico de Michoacán (60 artistas), exposición de pinturas, carreras ciclistas tipo sport, discursos, inauguración del Museo Regional de Zitácuaro y del grupo Apocalipsis, (uno de los actos más importantes), conciertos del 118


ZITÁCUARO

Quinteto de Alientos, poesía coral, ferias de artesanías, juegos mecánicos, fuegos artificiales y otros eventos, con categoría de honor a quienes organizaron dicho programa y a sus actores, de indiscutible aptitud para el bien educativo, social y cultural. Los organismos sindicales que operan son los siguientes: Comité Regional de la Federación Obrera, delegaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza, Comité Regional de la Liga de Comunidades Agrarias, Delegación de la SAHOP, Delegación de la CROC, Sindicato de Choferes, Sindicato de Albañiles, Sindicato de Oficios Varios y otros más. Labor social del Ejército El teniente coronel de caballería, C. Jesús Ramírez Arreola, Jefe del 5º Sector Militar y Jefe de 480 rurales en la parte Oriente del Estado (municipio de Zitácuaro y otros aledaños, cuyo cuartel se localiza en el Cerrito de la Independencia), al lado de los maestros, estudiantes, inspectores escolares, ayuntamiento municipal, organismos de acción dedicados al bien común, trabajadores y pueblo en general, coadyuvan a elevar las fiestas y actos cívicos que todos, con espíritu de cuerpo, llevan al cabo en beneficio de la educación y cultura de la ciudadanía y el estudiantado. Las campañas en contra del cultivo y tráfico de estupefacientes, en las que han perdido la vida varios soldados en la región, así como el respeto a la ley y a las instituciones, la lealtad al gobierno, al pueblo y a la Patria, la participación en casos de desastre para ayudar a los damnificados y otras actividades humanitarias, confirman la actuación noble del glorioso Ejército Nacional, cuyos antecedentes los encontramos en las guerrillas de insurgentes, chinacos, revolucionarios y, de manera singular, en la actitud y los sanos deseos de los soldados del pueblo, victoriosos en los campos de batalla y convertidos en legisladores en Querétaro (1916-1917), a quienes, entre otros, recordamos a los zitacuarenses Uriel Avilés y Onésimo López Couto, así como a los hijos predilectos de nuestra Heroica Ciudad: general Francisco J. Múgica y profesor Jesús Romero Flores.

119


JESÚS TEJA ANDRADE

ESTABLECIMIENTOS QUE PROPORCIONAN SERVICIOS EN LA CIUDAD DE ZITÁCUARO Baños públicos 6 Biblioteca pública 1 Centros deportivos 3 Museo regional 1 Cines 3 Estacionam. automóviles 3 Fondas 61 Hoteles 19

Líneas y autobuses urb. y sub. 3 Peluquerías 27 Prensa local 1 Radiodifusoras 2 Restaurantes 29 Revistas y periód. venta de 3 Salones de belleza 8 Sitios de autos de alquiler 5

120


ZITÁCUARO

CAPÍTULO VIII CUADRO DE HONOR

M

Y HOMBRES representativos y Constructores del Zitácuaro Heroico: Yríngare, Cuanícuti y las 200 familias tarascas fundadoras de Zitácuaro. Fr. Ángel de Jesús (Tata Ángel). Teniente general José María Morelos y Pavón, Lic. Ignacio López Rayón, Dr. José Sixto Berdusco, José María Liceaga, Benedicto López y demás jefes insurgentes; Leona Vicario, Andrés Quintana Roo, José María Cos, Remigio de Yarza y Ramón Rayón. Melchor Ocampo, Vicente Riva Palacio, Luis Couto, Jesús Sosa, Crescencio Morales, Francisco Serrato, Donaciano Ojeda, hermanos Bernal, Alzati y Contreras; coronel Nicolás Romero, María de Jesús Rodríguez, Francisca Carrillo Vda. de Izazaga y José Lorenzo Rodríguez. Lic. Eduardo Ruiz, coronel Carlos Castillo, Enedino Colín, reverendo P. Arellano, José Trinidad Pérez, Dr. Emilio García, Aurelio Arciniega, Carlota Colín, "El Molulo", general Luis Colín, coroneles Uriel Avilés, Miguel Rubio y Vaca, Saúl V. Gallegos y Herón Gallegos; capitanes Benedicto López y Román Teja; generales Arturo Bernal y Neftalí Cejudo; Onésimo López Couto, Antonio Couto, Enrique Colín, Beatriz Carrillo, Irineo Colín, Willebaldo Carmona, Manuel Vaca, Norberto Torres, Ezequiel M. Castillo, Sacrovir Patiño, Manuel Avilés, Joaquín Pérez Negrón, Telésforo Retana, Santiago Rubio Bianchi, teniente coronel Alfredo Tenorio; oficiales de altos grados Donaciano Ojeda, Rodolfo Reina y Enrique López; Estanislao Martínez, Andrés Landa y Piña, general Francisco J. Múgica, Ricardo Fischer, sacerdote Luis G. Cerda; profesores Esperanza M. de Rubio, Raquel Reina, Esperanza Olivares, Mercedes T. de López, Juana R. de Gómez, Petra A. de Pérez, Rolando Uribe, Juan Escutia, Dr. Samuel Ramos, profesores Lorenzo Corro González, Federico García Valdovinos, Manuel Arcos Cruz, Eva Sámano de López Mateos, María Luisa UJERES

121


JESÚS TEJA ANDRADE

Farías, Eufemia Manjarrez Colín, Esperanza Colín Carrillo, Emilia Teja Andrade, Lic. Héctor Terán Torres, Lic. Ricardo Carrillo Durán y Manuel Ramos. Finalmente, nos complace expresar nuestro sincero agradecimiento, tanto a los señores profesores Leopoldo Herrera Morales, Jesús Romero Flores, Evangelina Rodríguez Carbajal y Francisco Valdés Becerril como a los ciudadanos Rosalío Vaca Verduzco, Juan Vaca, Arq. Norberto Herrera Medina, Anastasio Hernández Cruz, Consuelo S. de Vaca, Cipriana C. de Teja y Salomón Rivera, por su valiosa colaboración para elaborar la presente Monografía y, en unión y al frente de todos, al soberano también respetable: el Municipio de Zitácuaro. SUGERENCIAS AL H. AYUNTAMIENTO Con todo respeto hacemos las siguientes sugerencias, tanto al C. Presidente Municipal y al H. Ayuntamiento como a la población en su conjunto: 1ª. Estrechar las relaciones cívicas y sociales entre gobernantes y gobernados, a fin de facilitar el progreso económico, social y cultural de la jurisdicción. 2ª. Que los estudiantes, desde los jardines de niños hasta las preparatorias, participen en todas las prácticas extraescolares: limpieza de la población, conservación de monumentos y del bien común en general. 3ª. Que se promueva un acercamiento con los paisanos y amigos de Zitácuaro que radican en Morelia, Toluca, México y otros lugares, para lograr su valiosa cooperación en todo lo que tienda a elevar las condiciones de vida social del municipio. 4ª. Que se realicen campañas permanentes con el propósito de superar la limpieza de la ciudad (calles, fachadas y lugares públicos) y demás localidades del municipio. 5ª. Que se continúe buscando, con criterio realista, la solución del problema de la falta de agua potable. 6ª. Que se tenga cuidado con el servicio de luz eléctrica para logar su mejoramiento constante. 122


ZITÁCUARO

7ª. Que se restauren los siguientes monumentos históricos: del Lic. Benito Juárez y D. Melchor Ocampo (Jardín de la Constitución), del Lic. Ignacio López Rayón (y el mirador del Cerrito de la Independencia), del Dr. Emilio García, la casa donde vivió el señor Ocampo, La Mora del Cañonazo y la Rotonda de Honor. 8ª. Que se pongan a dos de las calles los nombres de Arturo Bernal y Luis Colín. 9ª. Que la calzada de la ciudad vuelva a ostentar el nombre de Benito Juárez. 10ª. Que se promueva la organización de clubes corales, teatrales, de pintura, fotografía, deportivos, musicales, folclóricos, de mejoramiento del ambiente y se fortalezcan los que ya existen. 11ª. Que la política turística reciba la atención que las condiciones actuales exigen.

123


JESÚS TEJA ANDRADE

FUENTES DE INFORMACIÓN Escuela Secundaria Nicolás Romero. El Chinaco, Periódico mensual. Zitácuaro, Mich., 1941-1942. Del Valle Caballero, Silvia R., Geografía Médica del Estado de Michoacán. Tesis que presenta para optar por el título de Licenciada en Geografía. Dirección General de Estadística (sic). Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos. México, 1973. Gabinete de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de México. La Iglesia y Convento de la Villa de San Juan Zitácuaro. México, 1940. García Payón, José. Matlatzincas y Pirindas. Ediciones encuadernables de El Nacional, México, 1841. Gobierno del Estado de Michoacán, Geografía Física del Estado de Michoacán. Morelia, Mich., 1974. Gobierno del Estado de Michoacán. Plan de Desarrollo de Michoacán. Inventario de Recursos. México, 1973. Ley General de Asentamientos Humanos. Editores Mexicanos Unidos, S.A., México 1, D. F., 1976. Mancisidor, José. Historia de la Revolución Mexicana. 27ª Edición. Costa-Amic-Editor. México, 1975. Riva Palacio, Vicente y varios autores. México a Través de los Siglos. Compañía General de Ediciones, S.A., México. Romero Flores, Jesús. Diccionario Michoacano de Historia y Geografía. Segunda Edición. México, D.F., 1972. _________________ Historia de Michoacán. Tomo I y II. México, D.F., 1946. 14. Ruiz, Eduardo. Historia de la Guerra de Intervención en Michoacán. Edición Talleres Gráficos de la Nación. México, 1940. 15. Teja Andrade, Jesús. Educación Cívica. 1, 2 y 3 grados de Educación Media Básica. Editorial Kapelusz Mexicana, S.A. de C.V., México, 1977.

124


ZITÁCUARO

ÍNDICE Pág.

PRESENTACIÓN

4

PRÓLOGO

6

TESTIMONIOS CÍVICOS

8

HISTORIA ANTIGUA DE MICHOACÁN CAPÍTULO I ZITÁCUARO EN EL ESCENARIO GEOGRÁFICO

11 13 13

CAPÍTULO II HISTORIA ÉPOCA PREHISPÁNICA FUNDACIÓN DE ZITÁCUARO ÉPOCA COLONIAL LA INDEPENDENCIA LA REFORMA LA GUERRA DE INTERVENCIÓN FRANCESA EN MICHOACÁN ZITÁCUARO DE 1876 A 1970 LA REVOLUCIÓN MEXICANA

26 26 27 28 32 39 53 54 72 83

CAPÍTULO III ZITÁCUARO DE 1970 A 1978

94 94

CAPÍTULO IV EDUCACIÓN

102 102

CAPÍTULO V SALUD PÚBLICA

105 105

CAPÍTULO VI DATOS ECONÓMICOS DE LA POBLACIÓN

109 109

CAPÍTULO VII TURISMO

117 117 125


JESÚS TEJA ANDRADE

121 121

CAPÍTULO VIII CUADRO DE HONOR FUENTES DE INFORMACIÓN

124

126


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.