falar e escribir ben

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miércoles, 23 de febrero del 2011 | la voz de la escuela

Hablar bien y escribir bien La redacción es una disciplina difícil que puede comprometer la credibilidad de quienes muestran descuido o desinterés por las normas Hablar bien es una cosa y hablar mal es decir tacos. Escribir bien es otra cosa y escribir mal no tiene nada que ver con las palabras malsonantes, sino con las faltas de ortografía. Curioso... pero es así como en muchos casos los hablantes nombramos y distinguimos las realidades que nos conciernen, a capricho y sin respetar para nada simetrías ni paralelismos, si no interesa. Y así hay escritores que escriben muy bien hablando muy mal, quiero decir, empleando muchas expresiones malsonantes o disfemísticas. Y, además, también defienden la mayor parte de los lingüistas que la mayor parte de los hablantes saben expresarse muy bien, pues son capaces de hacerse comprender, es decir, de alcanzar con éxito los objetivos comunicativos, aunque para ello hayan de salvar dificultades, caer en inexactitudes o servirse de incorrecciones... ¡y la mayor parte de las veces sin necesidad de recurrir a los tacos! Y es aquí donde puede surgir el problema. Las dificultades comunicativas, que en la conversación cara a cara son fácilmente detectables y en ocasiones subsanables mediante la gesticulación y otros apoyos no lingüísticos, en la lengua escrita no conceden una segunda oportunidad. En esta forma de comunicación, no todos los que saben hablar bien consiguen escribir ni medianamente igual de bien. Y no nos referimos solo a que cometan muchas faltas de ortografía (incluyendo en este concepto no solo las típicas confusiones entre grafemas y los abundantísimos errores de acen-

tuación), sino sobre todo a que una sintaxis incoherente, la ausencia de la necesaria exactitud en la elección del léxico y una inadecuada elección y colocación de los signos de puntuación dificultan la transmisión de las ideas, lo que obliga al lector a suponer demasiadas cosas o simplemente lo deja in albis.

IMPORTANCIA DEL TEMA El problema es que al escribir comprometemos buena parte de nuestra credibilidad personal, más allá de nuestra reputación como escritores. ¿Cómo ocurre esto? Una inadecuación demasiado clara entre el tono del escrito y otras de sus características (finalidad, destinatario, medio...) puede hacer que nuestra capacidad de convicción se vea mermada, si no anulada, o que recursos más difíciles de transmitir (ironías, dobles sentidos, etcétera) no se capten o se malinterpreten. En muchos casos ocurre que el tono del texto del escritor poco curtido no es el fruto de una elección, sino el resultado de la impericia. En consecuencia… la intención comunicativa se salda con un mensaje más pobre, al que le faltan muchos datos que ese escritor inexperto sí hubiera sabido ofrecer al hablar. El conocimiento de las normas del buen escribir (recordemos que no se reducen solo a la ortografía de las letras, sino también al empleo adecuado del vocabulario, a la sintaxis coherente, a los signos de puntuación...) tiene además una vertiente bastante útil. Este conocimiento es el que al autor

ROI FRENÁNDEZ

En la corrección al escribir podemos estar comprometiendo nuestra credibilidad

de estas líneas le hace sospechar de ciertos mensajes de correo electrónico que esconden intenciones maliciosas. Su redacción es tan deficiente que delata de inmediato sus malos propósitos, tal como muestran algunos de los asuntos que reproducimos a continuación (ojo: ni aun con un buen antivirus conviene abrir estos correos sospechosos): «Banesto va a lanzar una tombola!», «Promocion Para Nostro Clientes!», «simple trabajo para usted. 500 euros por cinco días», «Noticia de Caixa Catalunya. Su Tarjeta ha sido Suspendida»... Puf, ¡qué desastre! ¿Hace falta alguna expli-

¿Para qué sirve la Lengua? Cuando nos preguntamos o nos preguntan para qué sirve la Lengua —refiriéndonos, en efecto, a la que se escribe con mayúscula, es decir, a la asignatura—, algo que por lo general interpela por su aspecto práctico, quizá de casos como los que aquí se comentan podríamos obtener la respuesta. Veamos algunos. «Banesto va a lanzar una tombola!» tiene dos errores claros: en español es obligatorio el uso del signo que abre la admiración (igual que el de interrogación); y «tombola» debería acentuarse («tómbola»). Pero, si bien estos errores podrían parecer excusables en una escritura rápida y descuidada (algo que no debería ser propio de un banco), el que delata sin duda la falsa procedencia del mensaje es el empleo impropio de la palabra «tómbola». El timador querría decir

«sorteo», pero ha empleado un cuasi sinónimo que en este caso no es intercambiable. ¿Qué decir de «Promocion Para Nostro Clientes!», escrito todo con mayúsculas, con el mismo problema con la apertura de los signos de admiración y que incluye una palabra que no existe en nuestro diccionario, «nostro»? El enunciado «simple trabajo para usted. 500 euros por cinco días» también incurre en errores fáciles de detectar: comienza con minúscula (nunca debe hacerse), se equivoca al elegir el término «simple» (querría decir «sencillo») y además antepone (sin motivo ni intención estilística) el adjetivo al sustantivo y prescinde del artículo (tendría que haberse dicho «un trabajo sencillo»). Tampoco la segunda parte de la expresión es muy española, que digamos: ¿no sería

cación? Mayúsculas donde no hacen falta o ausencia donde son necesarias, significados inapropiados, faltas de acentuación, colocación inadecuada de palabras... Y todo esto ¡en solo cuatro ejemplos que analizamos en «¿Para qué sirve la Lengua?»! Francamente, resulta difícil que alguien se pueda dejar engañar por tales mensajes trampa. ¡Pero si con un poco de aplicación en Lengua es suficiente para darse cuenta de que nos quieren engañar!

> Carlos Ocampo carlos.ocampo@lavoz.es

> ACTIVIDADES Dejamos un mensaje completo por si el profesor quiere aplicarlo en clase, por ejemplo pidiendo a sus alumnos que localicen y expliquen los errores. El texto está copiado tal cual y no ha sufrido manipulación alguna:

ALBERTO LÓPEZ

¿Un banco quiere montar una tómbola? Aquí hay gato encerrado

más propio de nuestro idioma «Gane 500 euros en cinco días»? Acabamos con «Noticia de Caixa Catalunya. Su Tarjeta ha sido Suspendida» sin volver sobre la «Tarjeta». En lugar de bloquearla o anularla, ¿por qué nos la han

suspendido? ¿Es que hay menos de 5 euros en la cuenta? Pero, hombre, con 4,5 ya podrían aprobarla, ¿no? ¡Ah!, que suspendió por las faltas de ortografía... Pues nada, habrá que aplicarse para que no vuelva a ocurrir.

■ «Banesto va a lanzar una tombola! Porque? La respuesta es muy sencilla: Con esta tombola te queremos agradecer porque fuiste y eres nuestro cliente. Identificate con tu usuario y tus claves de acceso y participaras en el sorteo donde te puedes llevar un coche o una moto y 10 premios en valor de 1000 euros cada uno. Nosotros te damos coches. Nunca nadie habia hecho nada parecido. Aprovecha la ocasion y no dejes escapar esta oportunidad. «Identificate aqui «Solo se acepta una partipacion Solo los clientes de Banesto, estan acceptados como participantes Los ganadores van a estar contactado atraves de telefono, y los premios de 1000 euro van a estar depositados en la cuenta del ganador en 4-5 dias laborales».


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