6 minute read

Un cuento palindrómico

Por Héctor Hernández

Soy tan inteligente que a veces digo cosas profundas que ni yo entiendo qué significan. Oscar Wilde

Advertisement

Un palíndromo es una palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Por ejemplo, se leen igual, en un sentido y el inverso, las palabras: oso, radar, arenera y reconocer. También hay imperativos como este que encontré “A casa gordo o droga saca”, pero a medida que crece el número de palabras en la frase aumenta el grado de dificultad para encontrar expresiones con sentido. Quizás la frase palindrómica más conocida en México es: “Anita lava la tina”. En España, la más conocida es: “Dábale arroz a la zorra el Abad”.

El grado de dificultad que presentan estas expresiones explica en parte por qué algunas tienen una parte muy clara y otra parte metafórica o con un contenido que no parece tener una relación con el tema inicial. Existe una fobia a los palíndromos llamada aibofobia (una palabra palindrómica). Afortunadamente, existe también el amor a las expresiones palindrómicas, lo que en español se podría llamar la ailifilia (sí, otro palíndromo). Gracias a que existen en el mundo diversos palindromistas creativos se han coleccionado ya centenares de frases, algunos pequeños párrafos e incluso poemas palindrómicos. Pero aun con una variedad de tales frases es una labor muy desafiante crear unidades más grandes, como diálogos o conversaciones a partir de ellas. Por eso me pareció un interesante desafío la creación de un cuento compuesto solo por frases palindrómicas.

A continuación, presento un cuento, titulado Adán y Eva, en el que cada línea es un palíndromo, incluyendo los subtemas. Las intervenciones del narrador se introducen con el verbo (palindrómico también) narran. La mayoría de las líneas son de construcción propia o una versión propia de otras similares, también hay algunas que he descubierto de forma independiente y alguna que otra que ya existía, pero no sé quién la construyó. En cualquier caso, probablemente cualquiera de esas expresiones está en la recopilación de palíndromos más prolífica que conozco que pertenece a un importante creador y compilador: el músico Víctor Carbajo. A él y a todos los cultivadores de este arte (Juan Filloy, Gilberto Prado, Darío Lancini y muchos otros) dedico este cuento.

M. C. Escher. Manos dibujándose (1948). Collection Gemeentemuseum Den Haag, The Hague, The Netherlands. 2015.

Benjamín West. Expulsión de Adán y Eva del paraíso (1791). Aceite. National Gallery Art.

ABREVIATURA DE PERSONAJES:

S: Satán D: Dios (Adonaí, Yavé) A: Adán E: Eva Q: Querubín

Adán es la mina. Solitario. ¿Oír a ti los animales? ¡Nada! D.—¡Allá!, ¡Camina Adán!... (Nada anima, ¡calla!). Q.—¿Adán no camina? Eso no se anima con nada. Adán: yo solo, solo soy nada. Adán: yo, solo ser, agujero lloré. Jugaré solo… soy nada. Q.—Nada, a Yavé vaya, Adán. Adán: oré, pero nada. D.—Adán, ¡a leer! ¡Con orar raro no creé la nada! Adán, a leer cómo crear. Traer como creé la nada. A.—A tu modo lodo muta. D.—Adán érase barro. ¿Cómo crear tal aroma a dama? Eva nueva amasaré: serás ama, ave, un ave amada, amor al atraer. Como corra besaré nada. S.—(A ti veré ser, Evita). Ya harto Adán, ¿nada? ¡Otra hay! Y el edén une de ley. A.—Nada, yo soy Adán. E.—Yo soy Eva, ave yo soy. S.—Adán y Eva. La ve y... nada. Q.—¿Amar desea? Ya es edad. Da de esa ya, ese drama. D.—¿Amar da drama? Q.—Amar desean uno con una, ese drama. S.— (¿Amar?¡Daré odio! Ese deseo ido era drama). D.—Amad a la dama. A.—La tomo como tal. Q.—Da más, oíd a Dios: amad. D.—Al ama, Adán, nada, ámala. E.—Yo sí te doy amor a mares. ¿Será maroma? Yo de ti soy. Eva: Yo sin Adán, nada, ni soy ave. ¡Ese creer cese! A dama resonó no ser amada. Q.—Eva ya ama a Yavé. E.—Yo soy leal a él, leal a él yo soy. A.—¡Alabado sea Dios! Oíd, a eso dábala. S.—Allá con efusión oí su fe, no calla. S.—Adán, Adonaí no merece ceremonia, no da nada. Q.—Adán no cae, ¡ea!, con nada D.—Allá Eva iba sola. Yo ya lo sabía, ve allá.

Q.— (Allí Satán ata silla). A ti, lo sabía, ya iba solita. Q.—Ésa ya va; boba, ¡váyase! S.—Amadísima sea. —¿Es a mí? —Sí, dama. S.—A ver… ¿eso son racimos? ¿Eso, mi carnoso ser, Eva? E.—¿Eso? No sé. S.—Amar, ¿dará honor a varón o hará drama? E.—¿Adán ya honró?¡No hay ya honor! ¡No hay nada¡ E.—Yo hoy sé: le da don, ¿no? ¡Dad, él es yo hoy! S.—¿Son uno solo? Son unos. Esa barba la puso Dios ahí. Di: ¿has oído su palabra base? ¿A dos acaso da? A ti no, bonita. Eva, y a ti da nadita Yavé. ¿Eva ya ve? ¿Acaso merecemos eso? ¿Meceremos acá? ¿A Dios amas? La falsa más oída. Adán o ataca o acata, o nada. E.—A ese demonio yo hoy oí; no me desea. ¡Adán, a demonio oí; no me da nada! A.—A su modo, te da dones, ¿o no?... No sé, ¿no da de todo, musa? Además, acá, la casa me da. E.—Eso no sé. D.—Adán, yo, Dios, amasé barro, cómo crearte sé. Eva ve ese traer como corra. Besa más. Oí: doy nada. D.—¿Nada? Yo de todo te di, de todo te doy, Adán. D.—A la Eva di de más; es esa medida, ¡véala! E.—Adán no caía con nada. Yo soy Eva, yo ese día caí. ¡Deseo y ave yo soy! ¡Adán no caía con nada! Allá fémina nueva ya ve unánime falla. D—Allá, Eva dice dar gala malévola. —¿Lo ve la malagradecida? —Ve allá. Allá fe le falla. D---Adán, oí sonido: di «no», «sí», o nada. ¿Adán o Eva? ¿Ave o nada? E.—Es Adán, Yavé, yo soy Eva y nada sé. S.—¿Adán es o no? —Yo no sé nada. Narran Adán a su acusadora va y avaro da su causa: nada. Adán: Yo, herido, no diré hoy nada. Narran Allá cortó Adán a Evita, Adán le dio odio. Oíd, oíd, él nada a ti vea, nada. Otro calla. Q.—Adán árido no dirá nada. E.—Satán ni nos dio nada, Adán. Oíd, son innatas. Q.—Ama, solo daños dio. Oíd, soñad, ¿o los ama? A.—¿Ama o no? No, no ama. Q.—Ama falsedad, no bondad, es la fama. No reñir... y riñeron. A.—Habla la ayer idólatra, hoy sádica. E.—Eso lo dirá mi marido, lo sé. Ácida seré, sí, seré sádica. S.—Adán, a ti, su marido, ¿no dirá musita nada? Q.—No, ella odia hoy a Adán. ¿Nada? ¡Ay! o ha ido al león. E.—Allá odié hoy a él. Lea: yo he ido allá. A.—Es ella... ¡cállese! E.—Yo soy. A ileso bobo se lía S.—A ti veo: ya cayó Evita. Q.—Adán, el avaro, llora, vale nada. S.—Adán, Yavé nos aparta y atrapa: son Eva y nada. A.—¿Además irnos?… ¡sonrisa me da! Q.—Allí sí revela leve risilla. Q.—¿Acaso ríe?, ¡reíros acá! D.—No se rían, aire son. A.—Somos seres sonsos, sonsos seres somos. Q.—No, sonsos no son. E.—¿Somos o no somos? S.—No sé tú, pero yo no; ¿o no? Yo reputé: son. No soy yo: son. Q.—Aterrada a ti nota. ¿Atónita? ¡A dar reta! A dama ropa da por amada D.—Raros oíd: yo sé falsedad. ¡Dad!, es la fe. Soy Dios, orar. Q.—Airada por nada, a Eva —vea— Adán ropa daría. S.—Allí, por allá, ropilla. Narran Adán aire sería, nada. S.—A solas oí: “Con ese rol final la cesa y ya se calla. Ni flores en ociosa losa”. Q.—Ni frío es rajón ése. ¿Raído? Odiar es enojarse. Oír: Fin.

Oír, es serio: A ti... ¡nota!, a ti da TROPO portadita, ¿atónita?

Héctor Hernández (México, D. F.). Licenciado en Actuaría y Matemáticas, doctor en Filosofía de la Ciencia y doctor en Educación. Maestro en filosofía del lenguaje y de la mente. HYPERLINK "mailto:h2o_mat@hotmail.com"h2o_mat@hotmail.com

This article is from: