Sinergia de subproductos Reimprimido con permiso de Volumen 29, No. 1 de The Bridge, la revista trimestralmente de la Academia Nacional de Ingeniería (EE.UU.)
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Gordon Forward y Andrew Mangan Al utilizar “desperdicios” de una compañía y usarlos como materia prima en otra, la industria puede transformar algo negativo en algo positivo—para el medio ambiente y los accionistas.
A Gordon Forward
Andrew Mangan
primera vista es difícil imaginar como puede alguien entusiasmarse con escoria, un subproducto del proceso de elaboración del acero. Pero cuando los gerentes de Chaparral Steel se reunieron con sus colegas en la planta de cemento de Texas Industries, Inc., hicieron un descubrimiento sorprendente: la escoria del acero podría convertirse en una materia prima valiosa para la producción de cemento. Juntos desarrollaron un proceso patentado, que se comercializa ahora en todo el mundo, el cual utiliza la escoria de acero en un horno de cemento para crear cemento Portland de alta calidad. Esta asociación ha incrementado las ganancias para las dos compañías, reducido el uso de energía y disminuido las emisiones de gas causantes del efecto de invernadero. Este proyecto en colaboración es un ejemplo del éxito de la sinergia de subproductos, una práctica creciente que está modificando la manera en que las empresas consideran lo que se llama desperdicios.
Gordon Forward, miembro de la National Academy of Engineering (EE.UU.), es vice presidente de Applied Sustainability LLC. Andrew Mangan es director ejecutivo del Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible del Golfo de México y el presidente de Applied Sustainability.
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Al utilizar los productos de una compañía y aplicarlos como materia prima valiosa para otra, las empresas pueden convertir algo negativo en algo positivo. Así como las hojas que caen nutren la tierra y las plantas a su alrededor, estos subproductos pueden reciclarse y utilizarse otra vez. La asociación de Chaparral y TXI causó también la creación de una nueva compañía, Applied Sustainability LLC., la cual ayuda a las empresas de todo el mundo a identificar maneras para que sus desperdicios puedan convertirse en materia aprovechable para otras. La compañía recluta grupos de empresas en regiones en todo el mundo y las ayuda a establecer proyectos de sinergia. Esta asociación provee un modelo de cómo los líderes industriales pueden sobreponerse a un escepticismo corporativo inicial y lograr que la sinergia de subproductos funcione. Lo que hace notable el caso de Chaparral y TXI es que las compañías estaban dispuestas a considerar cómo podrían mejorar sus operaciones al colaborar con otra industria. En este caso la colaboración llegó de manera natural, ya que Chaparral es una subsidiaria de TXI, la compañía maneja la planta de cemento de Midlothian, Texas. Chaparral tenía experiencia en reciclaje. Mucho de la pedacería de acero que la compañía recicla para hacer productos de acero proviene de sus instalaciones adyacentes de compactación de automóviles la cual transforma anualmente más de 750.000 vehículos viejos en materia prima para la producción de acero.
Representantes de Chaparral y TXI se reúnen Sin embargo, la primera vez que los representantes de las compañías de cemento y acero se reunieron para considerar sinergias posibles, la reunión fue extraña. No estaban acostumbrados a pensar en—mucho menos trabajar con—los gerentes de otra industria. Pero según avanzaban las pláticas, esa extrañeza cesó y un entusiasmo palpable llenó el ambiente. Los participantes desde ejecutivos, supervisores, académicos hasta reguladores gubernamentales comenzaron a considerar diferentes e interesantes preguntas: •
¿Es la sinergia de subproductos una oportunidad real para las empresas y no solamente una estrategia para reducir costos?
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¿Puede la mentalidad industrial cambiar de no producir ningún deshecho a producir un producto 100%?
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¿Puede cada gramo de materia prima convertirse en un producto?
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¿Qué ocurre si los desperdicios realmente no son tales, sino materia prima para otras industrias?
Visto de este modo el vaso que estaba medio vacío de pronto pareció medio lleno. El desafío era encontrar la manera de llenarlo hasta el borde. Con esta meta en mente TXI y Chaparral iniciaron el programa STAR (Systems and Technology for Advanced Recycling) (Sistemas y Tecnología para Reciclaje Avanzado), su rasgo principal era un proceso nuevo patentado que se llamaba “CEMSTAR” que utiliza pedacería de acero para elaborar cemento Portland. La meta del programa STAR es eliminar desperdicios creando enlaces entre la operación de cemento y las operaciones de reciclaje de acero y automóviles. A fin de cuentas, todo lo que una acería aprovechará en sinergia con empresas adyacentes. La misma filosofía impulsó a Chapparral a desarrollar la tecnología para separar otra línea de subproductos—residuos de su operación de compactación de automóviles — en componentes esencialmente puros que pueden reutilizarse, v.g., como una fuente de combustible puro. El potencial comercial es enorme. El promedio del costo de la compactación de basura se ha triplicado durante la década anterior, de $10 por tonelada en 1986 a $31 por tonelada en 1996, según la EPA de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, la gente está definitivamente en contra de más sitios para compactación de basura. Una compañía que encuentra la manera para reducir o eliminar estos sitios ha encontrado una mina de oro potencial.
El vaso que estaba medio vacío de pronto parecía medio lleno. En estos y otros proyectos, una consideración clave es las ganancias, no se puede esperar que las compañías traten la sinergia de subproductos por razones sociales. A menos que la estrategia afecte positivamente sus ganancias es posible que siga la línea de otros esfuerzos en su bienestar que fracasan por resultar incosteables. Ese no es el caso del proyecto de STAR, donde las ganancias resultantes han sido significativas al añadir pedacería al proceso de fabricación de cemento y la producción ha aumentado 10% y el consumo de energía ha decaído más de 10%. Todo esto trajo consigo una
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reducción comparable de las emisiones de gas causantes del efecto de invernadero. Cemstar permite a las fábricas de cemento eliminar dos etapas que consumen mucha energía. El proceso de Cemstar utiliza pedacería de acero que ya ha estado sometida en el horno a altas temperaturas, la cual provee el calor necesario para la formación de su componente principal, silicato de bicalcio, lo esencial para el cemento Portland. Esto ahorra en el proceso del cemento ya que esta etapa no tiene que repetirse. Además, usando cal que ya ha sido calcinada, los fabricantes de cemento pueden eliminar una etapa que podría haber utilizado considerable energía y generado dióxido de carbono. El uso de Cemstar puede también eliminar la necesidad de ciertas materias primas tales como barro y pizarra, los cuales son fuentes principales de emisiones de hidrocarburo y sulfuro. Las implicaciones de esta asociación son a largo plazo. Si se aplican en toda la industria de cemento en los EE.UU., Cemstar podría potencialmente reducir las emulsiones de CO2 del país en 8.8 millones de toneladas al año, ofreciendo así en una manera económicamente benéfica para la industria para una ayuda al país a reducir las emisiones de gas causantes del efecto de invernadero. Además, las compañías pueden recibir algún día créditos para la comercialización de carbono debido a sus esfuerzos de sinergia de subproductos. Los beneficios de este tratamiento de sinergia van más allá de la industria de acero, así lo comprendieron los líderes de TXI cuando trabajaron juntos con el Consejo para el Desarrollo Sostenible del Golfo de México para promover esta idea al nivel mundial. En vez de esperar que las compañías se descubriesen una a otra el Consejo decidió presentarse como el promotor. Uno de sus logros más importantes está formado por 21 compañías principales en el puerto mexicano de Tampico. Los participantes, que incluyen numerosas compañías químicas y petroquímicas así como el embotellador local de Coca-Cola y una planta eléctrica, se reunieron varias veces durante un año. Recolectaron datos acerca de los materiales y flujos de energía de cada compañía e identificaron 68 sinergias potenciales de las cuales 29 tenían posibilidad comercial inmediata. En un principio decidieron iniciar 13 proyectos de demostración. Uno de los más promisorios de estos incluye una compañía de gas industrial que quiere elaborar CO2 usando desperdicios del mismo generado por diversas empresas cercanas. El CO 2 podría comercializarse en áreas tan diversas como las bebidas carbonatadas y aplicaciones agrícolas y médicas.
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Los beneficios de la sinergia van mucho más allá de la industria de acero. En otro proyecto las 51.000 toneladas de butadieno (un hidrocarburo usado en la fabricación de hule sintético) inutilizable de una compañía se convirtió en una fuente económica de gas para otra industria. Otra compañía transformó sus residuos de polivinílcloruro en suelas de zapatos. Otras sinergias ponen en contacto grupos de empresas que generan el mismo subproducto. De manera individual, las compañías no pueden costear la recuperación y la reventa de desperdicios; unidas, sí pueden. Por ejemplo, 6 compañías que juntas producen 134 toneladas anuales de desperdicio de polietileno/ polipropileno venderán el desperdicio a una séptima compañía que espera construir plataformas de plástico para las operaciones de carga marítima. Un resultado menos tangible pero igualmente importante de los proyectos de demostración es la comunicación y colaboración continua entre las compañías. En vez de trabajar aisladamente, trabajan ahora unidas en búsqueda de metas comunes.
¿Por qué no todas las empresas lo llevan a cabo? Los proyectos tales como el de Tampico han llamado la atención no sólo de las compañías del Consejo del Golfo, pero también de aquellas de la organización mundial. El Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible con base en Ginebra, Suiza, consiste de líderes empresariales de 125 compañías en 30 países que están trabajando en la aplicación de proyectos para el desarrollo sostenible. Sencillamente, el desarrollo sostenible es una manera de satisfacer sus propias necesidades. El Consejo del Golfo es uno de sus 17 Consejos regionales para promover esta idea en todo el mundo. El desarrollo sostenible tiene muy buen sentido empresarial porque puede crear ventajas competitivas y nuevas oportunidades. La sinergia de subproductos es un ejemplo claro de este concepto, entonces, ¿por qué no todas las empresas lo llevan a cabo? Por un lado la mayoría de las empresas utiliza un enfoque muy reducido de tal modo que muy rara vez—si acaso lo hace—considerará las sinergias en toda la industria.
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Gastan tanta energía para estar al nivel de la competencia dentro de su mismo ramo industrial que no tienen el tiempo para dedicarse a tales esfuerzos. Un segundo impedimento es las regulaciones gubernamentales que indican como deben las industrias deshacerse de los desperdicios. Tales reglas restringen a las compañías en su búsqueda de alternativas creativas e inhiben avances tecnológicos. A mediados del próximo siglo, la población mundial se calcula será de cera de diez mil millones de personas—cuatro veces la cantidad que era en 1950 (División de población de Naciones Unidas, 1997.) El desafío consiste en satisfacer las necesidades de esta población creciente sin acabar con los recursos naturales del mundo y sin aumentar la contaminación. A fin de tener éxito en el próximo siglo, los líderes empresariales tendrán que encontrar maneras para balancear las fuerzas del desarrollo económico en apariencia contradictorias, y la protección del medio ambiente. No es cuestión de escoger entre el crecimiento y la protección ambiental; las compañías deben buscar simultáneamente los dos. No importa qué tan atractivos sean los beneficios sociales, las compañías buscarán la sinergia de subproductos principalmente porque es en su propio interés. Como una iniciativa dirigida por la industria, tendrá éxito en una manera en la cual las regulaciones gubernamentales no podrían realizarlo. Muchas regulaciones sobre el medio ambiente están hechas para capturar a quien las viole y se basan en la idea de que no se puede confiar en las industrias. Ofrecen muy poco incentivo para que las compañías presenten sus propias soluciones creativas. La sinergia de subproductos ofrece un acercamiento cooperativo en vez de confrontacional en el cual las empresas pueden tomar el liderazgo. Al hacerlo así, los líderes industriales descubren que la protección del medio ambiente ofrece beneficios que van más allá que el ahorro de costos asociados con la reducción de desperdicio. Las compañías en realidad pueden ganar dinero proponiendo maneras innovadoras para transformar su desperdicio en productos útiles para otras.
Apreciación de reguladores como socios Muchos reguladores gubernamentales reciben bien tales iniciativas de las empresas y pueden ser considerados como socios en vez de adversarios. La Texas National Resource Conservation Commission por ejemplo ofreció reducir el proceso de permiso y ayudar
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TXI en la identificación de aplicaciones potenciales para sus esfuerzos de reciclaje. El Consejo para el Desarrollo Sostenible del Golfo de México también encontró a un socio valioso en la Comission for Environmental Cooperation (CEC), una organización internacional dirigida por los ministerios ambientales de Canadá, México y los Estados Unidos. El CEC que fue creada en conjunción con el North American Agreement for Environmental Cooperation, está ayudando a remover los obstáculos reguladores y promover proyectos de sinergia de subproductos en Calgary, Canadá y en Tampico, México, entre otras localidades. Las compañías canadienses que buscan activamente las sinergias de subproductos incluyen a Suncor Energy, cuyos proyectos incluyen esfuerzos para generar electricidad de los gases de desperdicios. Otro ejemplo es el proyecto colaborativo llamado “MultiEnergi” el la costa de Noruega. Los participantes, incluyendo Conoco y la compañía petrolera Noruega Statoil, están utilizando calor de subproductos de una planta grande de metanol para elevar la temperatura del agua del mar unos cuantos grados. Esto les permite cultivar especies de peces de optima calidad como hipogloso, turbo y róbalo, los cuales ellos pueden vender tanto en Noruega como internacionalmente. A pesar de la proximidad del sitio al círculo ártico, planean también cultivar frutas, vegetales y especies con el agua del calor de subproductos, CO2 y energía solar. La sinergia de subproductos rompe los limites tradicionales entre los sectores industriales, compañías, individuales y países. También provee oportunidades ilimitadas para el futuro. No está lejos el día en el que las compañías explotarán los terrenos de compactación de desperdicios para extraer metales, plásticos y otros materiales. Según las empresas combinen sus esfuerzos para re-usar y reciclar sus desperdicios, estos terrenos se verán disminuidos e inclusos desaparecerán del paisaje. En los parques eco-industriales proliferarán en todo el mundo, facilitando a las compañías el buscar sinergias aprovechables. Algunas de las mejores oportunidades se encontrarán en los países en vías de desarrollo, donde los parques industriales pueden erigirse teniendo en cuenta la sinergia de subproductos desde el principio. En vez de erigir barreras, las compañías construirán puentes que promoverán la interacción y cooperación entre las industrias, agencias gubernamentales y grupos ambientales. El escritor Paul Hawken, en su libro The Ecology of Commerce: A Declaration of Sustainability (Harper
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Business,1993), describe elocuentamente cómo la naturaleza depende de tales sinergias: La naturaleza es por definición cíclica; virtualmente no hay desperdicios en el mundo natural que no provee alimento para otros sistemas vivientes. . . . El pino lodgepole, cuando envejece, y es improductivo en su crecimiento, emite un sonido, un llamado que podría considerarse como una canción, esta señal puede ser oída por el escarabajo del pino negro, el cual comienza a devorarlo generando humus para la siguiente generación de árboles (p. 38).
Ya es tiempo de que las empresas apliquen un acercamiento hacia la administración de recursos que refleje los principios de la naturaleza. La sinergia de subproductos es sumamente promisoria como una manera para asegurar que, al igual el pino lodgepole y el escarabajo, las compañías trabajen unidas para asegurar un futuro sostenible.
Ref er encias efer erencias Hawken, P. 1993. The Ecology of Commerce: A Declaration of Sustainability. New York: Harper Business. United Nations Population Division (UNPD). 1998. World Demographic Trends. New York: UNPD.
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