Edición especial en memoria del periodista Moisés Sánchez

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Edición especial en memoria de Moisés Sánchez Febrero del 2015

¡NO CALLAREMOS!

El Medellín de Moisés

Vivir entre inundaciones y sin agua para tomar

FOTO: EDGAR LÓPEZ / LA UNIÓN

Ciudadanos enfrentan solos a la delincuencia

FOTO: FÉLIX MÁRQUEZ / LA UNIÓN

FOTO: MOISÉS SÁNCHEZ / LA UNIÓN

Su periodismo sigue vivo


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OPINIÓN

Veracruz, estado dantesco para el periodismo

Editorial M

oisés le contó a su hijo Jorge que los gobiernos nunca le han temido a las personas, que una sola persona no es insuficiente para cimbrar los cimientos del poder político y la corrupción. Pero lo que sí puede doblegarlos –decía él- es la unión de esos individuos, del pueblo entero. Con su periódico La Unión, que editaba de vez en vez, Moisés buscaba eso. Él sabía bien que sin esa unión nunca podrán solucionar los problemas de su pueblo, Medellín de Bravo. Como el actor social crítico que era, Moisés puso su granito de arena todos estos años haciendo el periodismo más humilde y al mismo tiempo el más trascendental. porque para él la información es la principal ciudadana para enfrentar a sus malos gobiernos. Los que mataron a Moisés deben saber que no lograron callarlo. Su desaparición y después su muerte sirvieron como amplificador de los problemas que vive Medellín. Aquí está una edición más de La Unión. Los problemas e inquietudes del

DIRECTORIO DIRECTOR GENERAL Moisés Sánchez Cerezo EDITOR GENERAL Jorge Sánchez Ordóñez IMPRESIÓN Diario Presencia EDITORIAL Ángel Ramos

*nota: léase con mucho sarcasmo. ARTÍCULO 19

pueblo de Moisés, están en estas páginas. La historia de ese hombre que quisieron borrar se sabe también más allá de las fronteras de nuestro afligido país. ¿Cuántos periodistas informan con compromiso a su comunidad sin recibir absolutamente nada a cambio? Muy pocos, y Moy era uno de ellos. Por eso lo queríamos de vuelta caminando en Medellín, reportando baches, avisándonos de la última manifestación de sus vecinos, apachurrando las teclas de su computadora. Lo queríamos haciendo la unión de su pueblo. Ahora, por primera vez, La Unión será leída fuera de las fronteras de Medellín. Por primera vez fue editada por manos que no son las de Moisés Sánchez. Sin embargo, los que hacemos esta edición sabemos que el espíritu de Moisés está impregnado en estas páginas tanto como la tinta. Es el espíritu de la unidad, el que hace que todo sea posible si nos ayudamos los unos a los otros. Unidos haremos que la muerte de Moisés no sea en vano.

REPORTEROS Arantxa Arcos Israel Hernández Yasmín Mariche Ana Alicia Osorio Rodrigo Barranco Juan Cedillo Rodrigo Soberanes Sergio Aldazaba Ignacio Carvajal Juan Eduardo Flores Jair Aranda

H

ablar de la situación del periodismo en Veracruz es hablar de un tema lúgubre. Las cifras expresan un panorama dantesco: 15 periodistas asesinados desde el 2000, 10 tan solo en el sexenio de Javier Duarte; cinco comunicadores desaparecidos, tres desde el gobierno de Javier Duarte. La historia con estos casos se repite, como si leyéramos el mismo guión. Los diálogos y acciones de las autoridades no cambian. El primer acto comienza sólo porque se generan atención hacia el caso, de lo contrario las autoridades ni se molestarían en voltear a ver. La denuncia de familiares, amigos, colegas, organizaciones de periodistas y defensores de derechos humanos provoca que se abra el telón. En escena aparece el gobierno estatal denostando la labor del periodista o negando como móvil del crimen la labor de comunicación. Al centro del escenario declara el secretario de gobierno, palabras más palabras menos: El asesinato de Gregorio Jiménez se debió a motivos personales; el de Regina Martínez “por motivos pasionales”; en tanto el gobernador Duarte, hablando de la desaparición de Moisés Sánchez, menciona que se trata de un conductor de taxis, no de un reportero. En el segundo acto el gobierno federal se niega a intervenir de manera directa. La Procuraduría General de la República es un simple espectadores de la tragedia, en tanto la mancha no les llegue directo no mueven un dedo. La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), de la PGR, pasa arduos momentos de meditación. La FEADLE piensa, analiza y valor si la impunidad y las omisiones, o en algunos casos la complicidad de las autoridades veracruzanas, amerita que atraigan el caso. A pesar de tener los elementos legales para atraer el caso e investigar. La FEADLE decide no hacerlo. Tercer acto: tras una “ardua y exhaustiva investigación” la procuraduría del estado saldrá con bomba y platillo a anunciar la captura de los “responsables”, quienes al ser “interrogados” (en algunos casos bajo tortura) aceptaron su culpabilidad. Todo esto solo confirmando la hipótesis inicial, que nada tiene que ver el ejercicio periodístico. Y así en “cuestión de horas”, según las recientes declaraciones del procurador, se les da carpetazo al expediente. En escena también están los medios nacionales y locales que cubren el caso. Algunos critican y contradicen las declaraciones oficiales; otros las repiten sin cuestionarlas, como simples voceadores. Éstos últimos parecen piezas escenográficas cuya finalidad es magnificar “la gran actuación del gobierno”. En Veracruz “nadie muere” por denunciar los vínculos que tiene funcionarios públicos con el crimen organizado, o el reclamo del gobierno veracruzano para que la PGR devuelva 25 millones de pesos incautados a funcionarios de la entidad (véase notas de Regina Martínez). Para el gobierno de Javier Duarte y el gobierno federal escribir sobre los dueños de casas de seguridad donde se cometen ilícitos no es motivo de riesgo (véase notas de Gregorio Jiménez). La conclusión del guión es: Los “conflictos entre vecinos” y “crímenes pasionales” es lo que ponen en riesgo a los periodistas en Veracruz, no su labor informativa. El loable esfuerzo por continuar la labor de Moisés es uno de los muchos que debemos emprender para evitar que este guión se repita.

COLUMNISTAS Luis Velázquez Darío Ramírez

MONEROS Brunof Rapé

FOTÓGRAFOS Yahir Ceballos Ilse Huesca Félix Márquez Edgar López

CON EL APOYO DE: Periodistas de a Pie Artículo 19 Cencos Diario 19 Diario Presencia AVC Noticias ChecaDatos MX

FOTOARTE Koral Carballo


MEDELLÍN

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s domingo 4 de enero y tres vecinas platican en la calle Violetas, en el Tejar, frente a la casa del periodista Moisés Sánchez Cerezo, secuestrado y –según las autoridades- asesinado el viernes 2 de enero por la noche, por hombres armados. -No puede ser que nadie hasta ahora se haya acercado a ayudar a la familia de Moy. ¿Sabe? Luego la gente no tenía dinero y él les decía “llévese lo del mandado, doña, luego me lo paga”, por eso quebró su tienda porque mucha gente le quedó a deber. Un par de semanas atrás, Moisés, cansado de robos y asaltos a las casas de sus vecinos, y detonado por el asesinato a un verdulero, armó una red de vigilancia vecinal que operaba por la noche. “Somos unos 50 y al que agarraremos lo vamos a castigar. Así que si alguien extraño o sospechoso viene por aquí de noche, lo vamos a perseguir porque ya estamos cansados” dijo mientras tomaba una coca cola, aquel martes 16 de diciembre, en su casa. Contó que no le caía bien al alcalde de Medellín, el panista Omar Cruz Reyes, porque estaba denunciando que había mucha inseguridad en El Tejar, y que en la zona habían desaparecido por lo menos unas 18 personas, y que fue en el último año cuando la cosa en Medellín se había puesto peor. También contó que un amigo de él fue torturado por policías. Él como había estudiado un poco de derecho lo defendió. “Él leía sobre derecho ro-

¿Por qué Moisés Sánchez estaba en riesgo?

FOTO: FÉLIX MÁRQUEZ / LA UNIÓN.

JUAN E. FLORES MATEOS

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Un menor marcha durante la protesta por el asesinato del bebé Joshua Alexander el pasado 18 de Julio del 2013.

mano, y cada que un tránsito o policía detenía a alguien él se bajaba ayudar y decía ‘no, tú no puedes hacer esto porque en tal artículo dice que eso no se puede hacer”, recuerda su hijo Jorge. Cerca de las siete de la noche, cuatro automóviles con hombres armados llegaron a la casa número 4 de la calle Violetas de la colonia Gutiérrez Rosas. Entraron por el portón de fierro que había quedado abierto. Caminaron el patio frontal y abrieron con violencia la puerta de entrada. Pre-

guntaron por Moisés. Subieron las escaleras que dan a la planta alta donde dormía. No opuso resistencia. Se lo llevaron a él, a su tablet y su cámara. Desde la sala de la casa, sus dos nietos de apenas ocho y seis años, vieron cómo su abuelo desaparecía por el portón de fierro. La familia llamó a la policía, nunca contestaron, dos horas después, al Ejército. Comenzó el operativo pero no hubo respuesta. Moisés Sánchez conducía un taxi para poder sacar un periódico barrial en for-

ma de tríptico llamado La Unión, el cual repartía entre las colonias llenas de terracería de El Tejar. Registraba, desde hace diez años, problemas de baches, falta de agua potable, y últimamente, inseguridad. Todo lo registraba y todo lo publicaba. Lo mismo hacía en sus redes sociales, pero antes de ello lo hizo en un blog. Moisés era una versión contemporánea de aquellos hombres que en Roma y Babilonia registraban en actas y edictos todo aquello que sucedía en la sociedad. Mu-

cho antes que existieran las escuelas de periodismo. “Fue a los 19 años. Con un grupo de amigos que hizo panfletos a mano con caricaturas para criticar al gobierno. Mi papá hoy ya tiene 44, sólo que se ve más joven” contó su hijo Jorge. El domingo 27 de enero, el procurador de Veracruz concluyó, antes de avisarle a la familia, que Moisés Sánchez fue asesinado el mismo día que se lo llevaron de su casa con la ayuda de las autoridades. Con la complicidad del Estado.

Detienen a asesinos que azotaban Medellín SERGIO ALDAZABA MEDELLÍN, VER.

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uatro jóvenes acusados de ser “el terror” de Medellín de Bravo, fueron detenidos porque se les acusa de cometer varios asesinados en el municipio de Medellín de Bravo Se trata de Manuel Cortés Hernández alias el “Ñengo” de 19 años, Juan Crispín Lara Hidalgo alias “El Aguiloco” de 24, Gerardo Quevedo Alvarado alias “El Moreno” de 21 y Adolfo Martín Rojas Juárez alias “El Orejón” de 22.

Según la acusación, los detenidos robaban taxis y en dos ocasiones asesinaron a sus víctimas. Su caso está en el Juzgado Quinto de Primera Instancia en el expediente 12/2015. De acuerdo a la presunta confesión que rindieron estos jóvenes ante la Procuraduría General de Justicia (PGJE) estos muchachos robaron el taxi con número económico 2011 al señor Jorge Morales Lastra. Durante este atraco, dieron un cachazo en la cabeza al chofer Álvaro Baizabal Gamboa para luego meterlo

en la cajuela, ya que pretendían llevarse el taxi a un lugar recóndito. Esta no era la primera vez que realizaban esto, pues ya en varias ocasiones se llevaban los taxis con todo y chofer, además de que incluso a dos los mataron a balazos y uno más a golpes. De igual manera, confesaron estar relacionados en el homicidio de Silverio Moreno García, comerciante de fruta asesinado a tiros el pasado 13 de diciembre en aquel municipio. En los documentos dentro de la causa penal, rela-

taron haber participado en el atraco a una familia de comerciantes de pollo, en el que dispararon contra el padre e hijo en su propia casa. Sin embargo, durante su diligencia de declaración preparatoria negaron haber confesado estos hechos, pues señalaron que son inventos de la Procuraduría para incriminarlos. LA VISITA DEL PROCURADOR

Al finalizar las diligencias, el Procurador de Justicia del Estado Luis Ángel Bravo Contreras, hizo su apari-

ción en el tribunal para sostener una reunión privada con el Juez. Tras este encuentro, de nueva cuenta reiteró que el caso del periodista Moisés Sánchez se resolvería en cuestión de horas. Llegó con guardaespaldas armados con armas largas. Aclaró que todo se resolverá en cuestión de horas, dado que de acuerdo a la constitución y al código penal, son los términos constitucionales de 48 horas en el Ministerio Público y 72 en juzgados.


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OPINIÓN

El Quijote del periodismo LUIS VELÁZQUEZ

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oisés Sánchez Cerezo, de 49 años, el primer reportero secuestrado y asesinado en Veracruz y en el país este año es un Quijote del periodismo. Idealista, soñador, utópico quizá, él mismo financiaba como “conductor de taxi” y una tiendita modesta su periódico “La Unión”, donde contaba la historia de su pueblo, Medellín, paso de migrantes y narcos del sur al norte de México, donde han florecido las guardias comunitarias como la única esperanza para ver si así disminuye el tsunami de la violencia. Pero además, editaba su periódico quitando ingresos a la familia, integrada por su esposa, María Josefina Gómez, de 49 años, y su hijo, Jorge Uriel, de 29 años, más tres hermanos, Elías, Juan Carlos y Arturo. En su periódico las noticias principales están relacionadas con la vida cotidiana. Por ejemplo, el secuestro de niñas en el continente africano para convertirlas en esclavas sexuales merecerá siempre las 8 columnas en portada. Pero para Moisés, que lo es todo en su medio (reportero, fotógrafo, editor y director gerente, un Multiusos del periodismo), la fuente informativa estaba en las calles con hoyancos en su pueblo, en la escasez de agua, en el corte de energía eléctrica en las lámparas públicas, en los robos a casas y asaltos a las familias y casas, en el profesor que falta a clases, en la falla del

servicio sanitario en la escuela de los niños. Más todavía: su grandeza se calibra a partir de lo siguiente: en tanto la mayoría de los medios viven del contrato publicitario con el gobierno de Veracruz y los alcaldes, “La Unión” tiene vida propia, autónoma, independiente, que proyecta y dimensiona su libertad, el más alto valor humano. Su historia de algún modo recuerda a los mejores reporteros que han existido en México, ubicados en la época de Benito Juárez y Porfirio Díaz, como Ricardo Flores Magón, Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio Martínez, Filomeno Mata y Francisco Zarco, entre otros. Por ejemplo, Flores Magón soñó de pronto con dar el paso como articulista a editor y lanzó su periódico “Regeneración”. Para entonces, y como siempre fuera su vida antes y después, andaba en la quinta pregunta, disidente como era, para el ingreso familiar. Entonces, tocó la puerta del “Diario del Hogar”, un gran crítico al Porfirismo, propiedad de Filomeno Mata, y le planteó su legítimo sueño, su ideal, su utopía, y su amigo le fue imprimiendo de gratis el periódico para que le pagara “cuando pudiera”. Nadie, claro, compara a Moisés Sánchez con aquellos hombres “que parecían gigantes” como escribiera don Daniel Cosío Villegas, pues eran otros tiempos, otras circunstancias, un México más revuelto y polvoriento que hoy, pues

enfrentaron, por ejemplo, una dictadura que duró 33 años, el mismo tiempo que otras tantas en el continente latinoamericano, la más despiadada en la República Dominicana con el general Rafael Leónides Trujillo.

REPORTEROS EMPÍRICOS, LOS MEJORES

Pero igual que todos ellos, Moisés Sánchez se metió al periodismo, quizá antes, cuando estudiaba la carrera de licenciado en Derecho, y por tanto, es, como aquellos, un reportero empírico, sin ninguna duda, los mejores que han existido en el país. Cierto, hay periodistas egresados de las facultades de Comunicación, de las que hoy está sembrada la nación y que todos los días en el campo de batalla y frente a la computadora en la sala de redacción enaltecen el periodismo que dignificaban, por ejemplo, Ryzard Kapuscinski, Gabriel García Márquez y Julio Scherer García. Pero también hay reporteros que llegaron a los medios desde otros quehaceres de la vida profesional, como por ejemplo, la abogacía en el caso de Flores Magón y Filomeno Mata. Y es que en los reporteros empíricos, como Moisés Sánchez, se conjuga, además de la vocación inalterable, la pasión. La pasión de informar a los demás. La pasión de registrar con testimonios los días y las noches que transcurren. La pasión de ganar la noticia, la exclusiva, las 8 columnas. La pasión por la ética y la moral. Por eso

mismo hay quienes hablan de la religión del periodismo, porque, además, ahí está su grandeza. Incluso, por eso mismo, su hijo Jorge Uriel, ha sostenido desde el primer día del secuestro, 2 de enero a las 7 de la noche, que el levantón está relacionado con su trabajo periodístico y social. Y cuando el hijo habla de lo social se refiere al activismo de su padre.

EL GRAN ACTIVISTA SOCIAL

Además de “conductor de taxi” como lo llamó Javier Duarte, y dueño de una tiendita que atiende su esposa, y reportero y editor, en la mejor tradición de Ricardo Flores Magón, Moisés también es un activista, para quien el periodismo hoy es insuficiente para luchar todos los días por el advenimiento del más bello día en la historia, que es el día del hombre, el día del ser humano. El colega (el gran colega a quien se respeta por su idealismo y su integridad) informaba a través de “La Unión” (bello título polisémico), pero además, él mismo organizaba y encabezaba las marchas de protesta reclamando, por ejemplo, seguridad, al presidente municipal, Omar Cruz, un chamaco de 28 años de edad, panista, que confundió el Ayuntamiento (de ayuntar, de conjuntar) con el autoritarismo, como si Medellín fuera de su propiedad y en donde el poder político se ejerce a través de un triunvirato, formado, oh paradoja, por el alcalde, su esposa y su cuñada. Alguien les llamó los

Abarca de Veracruz. Un día, Moisés amplió su utopía y buscó la agencia municipal de su congregación, pero quizá, acaso, por diferencias políticas, el alcalde lo bloqueó, no obstante que ahora ‘’se cura en salud’’ diciendo que le guarda cariño, de igual manera como, digamos, la ex alcaldesa de Alvarado, Sara Luz Herrera, juraba que trataba como un hijo a su secretario particular, a quien ordenó asesinar y por lo que ahora está presa en el penal de Amatlán de los Reyes, además de sus malas amistades. Y no obstante la conjura política del edil en su contra, Moisés siguió luchando. También Flores Magón continuaba en el frente de batalla periodístico, social y político cuando Porfirio Díaz lo llegó a encarcelar durante 41 ocasiones. Incluso, llegó un momento cuando su periodismo necesitaba de otro recurso social y entonces fundó el partido Liberal, que alternaba de la siguiente manera: en la mañana, todos los días, el activismo partidista; en las tardes, el activismo informativo, y en las noches, la conspiración agitando conciencias. Es más, algunos historiadores aseguran que Flores Magón fue el gran precursor de la revolución que alimentaba cada vez que Regeneración era publicada que, por cierto, regalaba a los campesinos, de igual modo como también Moisés obsequiaba los ejemplares de “La Unión”.


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El largo camino hacia la justicia en Veracruz JAIR ARANDA MEDELLÍN, VER.

“N

o es reportero. (Del caso) del conductor de taxis y activista vecinal Moisés Sánchez, ya la Procuraduría está traba-

jando desde que tuvimos conocimiento de los hechos”, dijo Javier Duarte de Ochoa, Gobernador de Veracruz. Fue sui primera declaración sobre la desaparición del periodista Moisés Sánchez Cerezo, asesina-

do el 2 de enero según la fiscalía del Estado. De acuerdo con el Reglamento Interior de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) publicado el 14 de febrero del 2013 en la Gaceta Ofi-

cial del Estado, en su Capítulo I, Artículo 2, Fracción IX, se define a un periodista como: La desaparición de Moisés Sánchez se une a los números de personas extraviadas o desaparecidas en Veracruz.

Recolección de la basura, el servicio más caro de Medellín YASMÍN MARICHE MEDELLÍN

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a ciudadanía de Medellín de Bravo está obligada a pagar cuotas impuestas por el servicio de recolección de basura, según testimonios de los habitantes de ese municipio. Si bien autoridades del municipio han desmentido una y otra vez que el cobro sea si quiera cercano a los 200 pesos, no obstante los testimonios de los contribuyentes constatan lo contrario. La señora Judith Torres González, quien este año pagó su primer cuota de predial con la aplicación del 50 por ciento de descuento que le corresponde por ser jubilada, sin embargo asegura que ni así pudo gozar de los beneficios que su condición le otorgan por ley, debido a que “el ayuntamiento recuperó” lo descontado con el cobro por el servicio de limpia pública. “Limpia pública; 248 pesos, y del predial me hicieron efectivo el cobro de jubilado, el precio del pago de limpia pública es muy alto comparado con el servicio. En ocasiones ni siquiera pasa, no pasa todos los días, a veces pasan cada tercer día, el pago de predial pagué 202 pesos; no es posible pagué más de limpia pública que lo que vale mi casa”, compartió la habitante del fraccionamiento Arboleda San Ramón. En el trasfondo, el problema es que además del elevado cobro del servicio de recolección de basura que el propio ayuntamiento efectúa, existe incumplimiento en los horarios en que pasa el camión y en ocasiones, ni siquiera pasan.

FOTO: FÉLIX MÁRQUEZ / LA UNIÓN

VERACRUZ


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PERFIL

Moisés, el reportero IGNACIO CARVAJAL MEDELLÍN, VER.

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uienes lo conocen saben el sueño de Moisés Sánchez: que su diario, La Unión, se convierta en un importante medio de comunicación en El Tejar, Puente Moreno, Arboleda San Ramón y todos los pueblos de Medellín de Bravo. Hasta hace unos 20 años Medellín de Bravo era conocido por sus tamales, sus ladrillos de barro y la importante producción de mango. Pasaron los años y los mangales fueron derribaros y esas tierras comercializadas a grandes firmas inmobiliarias para dar paso a uno de los desarrollos habitacionales más importantes del estado. Hoy Medellín es uno de los municipios que registra más alza en su población (59 mil habitantes en 2010, INEGI) por el alto número de nuevos fraccionamientos y colonias populares. Moisés lo sabía y vio en esa creciente población -en su mayoría venidos de otros municipios- una oportunidad de posicionarse con su información. Su familia cuenta que lle-

va más de 30 años en Medellín (aunque nació en el puerto jarocho); pero invariablemente se veía limitado a tirar más diarios porque era un reportero pobre. “Moy sacaba el diario cada que podía, se puede decir cada vez que Dios quería, porque como lo regalaba y todo lo que ganaba extra lo mandaba al diario, la verdad, no había ingresos” contó su esposa, María Ordóñez Gómez. Cuando ella conoció a Moy (actualmente de 49 años de edad, nacido un 29 de agosto) ya traía el gusano del periodismo metido en la piel. Después de casados inició La Unión: “Primero sacaba una hoja o dos y allí andaba, repartiéndolas al pueblo. Ya después lo fue mejorando para hacerlo en papel más grande y con más páginas”. Pero más que el periodismo -explicóera una necesidad por darle voz a la gente con los problemas sociales tan constantes en Medellín de Bravo. “No tiene idea del número de diarios que tiraba cuando contaba con recursos, sólo sé que siempre se ponía triste porque no le alcanzaba para repartir hasta donde quería abarcar, mucho menos para hacerlo de manera constante”. El activista y reportero desaparecido tiene su domicilio en una colonia irregular en Medellín de Bravo, en las goteras de El Tejar. La colonia Gutiérrez Rosas, de El Tejar, ejemplifica el

subdesarrollo humano en Medellín. Entre calles moteadas de charcos y manadas de perros abandonados por sus dueños entre una exuberante vegetación típica de la cuenca baja del Río Jamapa, Moisés Sánchez desgastaba las suelas de los zapatos detrás de la noticia. Moisés, al igual que la población, no cuenta con agua potable y la debe sacar de un pozo artesanal el cual presta al resto de vecinos. Para complementar su ingreso Moisés Sánchez maneja un taxi de placas rentadas, también cuenta con una tienda de abarrotes mal surtida y un montón de deudas, reconoce su hijo, Jorge Sánchez. “Su mayor pasión es el periodismo y ayudar a la gente”, remacha, y recuerda que su papá estudió Derecho en el sistema abierto; pero no se tituló. En el puerto de Veracruz y Boca del Río común era que Moisés facilitara fotos y datos a periodistas locales: “Si mi papá no ponía su nombre en esos medios, los reporteros saben quién les pasaba la información porque él era una especie de colaborador con muchos de Veracruz. Siempre que pasaban cosas al primero que le llaman es a papá” dice el hijo. La casa de Moisés, en partes, se mira en obra negra. Es de material; pero algunas de las puertas y ventanas están tapadas con tablones. Su cuarto, reconocido por la chapa de su puerta forzada, tiene paredes sin repellar y en ladrillo rojo. En la cocina, una mesa de madera. En ella Moisés toma sus alimentos con


PERFIL

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SOÑADOR la familia y de vez en cuando hace trabajo de edición para La Unión. “Uno ve la pobreza en donde vivía Moy y no se puede dejar de recordar el caso de Goyo Jiménez (reportero asesinado y decapitado en febrero pasado en Coatzacoalcos; el número diez de este sexenio) por la pobreza de ambos” relata un periodista porteño que ha documentado de cerca el caso. En Moisés Sánchez el lado político y activista le despertó hace dos años, aproximadamente, cuando su nuera resultó atropellada en Veracruz-puerto por un camión del transporte urbano, cuya aseguradora se negaba pagar la cuenta de gastos médicos. Su nuera por poco pierde la vida en ese accidente; pero solo resultó con lesiones de gravedad en ambas piernas. A punta de protestas en las calles y pidiendo favores a los periodistas a quienes desde hace años dota de fotos e información, Moisés Sánchez entabló una guerra mediática con la aseguradora. También comenzó a organizar las primeras manifestaciones. Paralelamente, la Procuraduría de Justicia del Estado le dio la espalda y dejaba a la empresa de seguros operar a sus anchas. Moisés, por primera vez, se sintió como muchos a los que entrevistó por injusticias similares. Se sintió en el mismo traje y probó la hiel amarga de la indiferencia gubernamental. Lejos de apachurrarse y dejar pasar, el hombre arreció la búsqueda de justicia por medio de manifestaciones en Medellín de Bravo a las cuales invitaba a sus amigos reporteros. “Mi mujer estaba muy mal, pensamos que iba perder las piernas; pero mi papá no perdía la esperanza y le tuvo mucha fe a las manifestaciones y notas en la prensa” relató Jorge Sánchez, hijo del comunicador desaparecido. Moy iba a las redacciones o al café de La Parroquia -punto de reunión de los periodistas en el puerto jarocho- con su hijo y la esposa convaleciente, adolorida de las extremidades. En ese trajinar por las dependencias de justicia en busca de respaldo, en Moisés Sánchez se incubó el activismo social. Finalmente, tras muchos meses de protestas y “periodicazos”, la aseguradora se vio forzada a cumplir. Fue desde entonces que por cualquier vacío del gobierno Moisés tomaba las pancartas y su altavoz para lanzar consignas y marchar por las calles.

FOTO: ILSE HUESCA / LA UNIÓN.

EL ACTIVISTA

Una lista de telefonos de emergencia apuntados en un papel convergen entre el calendario escolar del nieto y cuadros religiosos al interior de la casa de Moisés Sánchez.

En numerosas ocasiones se manifestó contra la falta de obras en la administración del exalcalde Marcos Isleño (PRI) y también le protestó al anterior, Rubén Darío, a quien Fidel Herrera Beltrán gustaba exhibir poniéndolo a leer discursos en público por su pobre capacidad lectora. No había protesta en Medellín de Bravo en la que no se involucrara, pues ya los mismos habitantes lo identificaban como una suerte de enlace con medios de comunicación y garante de éxito de ser escuchados. Últimamente encabezó reclamos ciudadanos contra el alcalde panista de Medellín, Omar Cruz, por haber ordenado cobrar de manera obligatoria el servicio de recolección de basura. Incluso, por haber inventado un programa para cobrarla anualmente y por adelantado. Antes del secuestro estaba metido en la organización de un comité ciudadano para establecer grupos de autodefensas vecinales para frenar a los rateros. Uno de los hechos que más indignó a Moisés Sánchez últimamente -dicho por él mismo- fue el asesinato de Silverio Moreno García, un comerciante a quien dieron muerte por robarle su camioneta. Otro más: en julio de 2013 ladrones irrumpieron en el domicilio de la familia Fierro Cámara, en el fraccionamiento Casa Blanca, y en el intento por defender el patrimonio, una madre, con su bebé en brazos, trató de ahuyentar a los ladrones; pero estos sacaron un machete y le tiraron un tajo que le partió un

ojo por mitad, rajando el blando cráneo del pequeño, y murió. Su hijo, Jorge Sánchez, confirma que Moy no manejaba la nota roja en su agenda informativa. Sabía de los riesgos. Pero cuando comenzó a informar sobre los comités ciudadanos para conformar autodefensas llamó la atención de la clase gobernante. El alcalde, Omar Cruz, así como la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se apresuraron a negar las autodefensas en Medellín. Moisés, sabedor de esta reacción del poder, hizo videos de algunos patrullajes de gente armada, tapados de la cara, blandiendo machetes o palos para reclamar seguridad y los subió a internet. En julio de 2013, Ángel Zamorano -quien se presentaba como luchadora social; pero también presumía militancia en el PRI- anunció la conformación de una policía comunitaria armada con palos, palas, machetes y bates para patrullar Medellín por las Noches. Le vinieron críticas del alcalde en turno, Marcos Isleño, así como boletines de la SSP negando la presencia de ciudadanos en labores policíacas. No duró mucho. El 12 de agosto de 2013 Ángela Zamorano y su esposo, Rubén Vázquez, desaparecieron. A la fecha no hay noticias sobre el paradero de esa mujer, recordada en Medellín por sus manifestaciones en el palacio municipal a ritmo de música de Jenny Rivera. En algunas de esas ocasiones, la mayoría, Moisés iba detrás de ella tomándole fotos...


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MEDELLÍN

Hombres y mujeres pertenecientes al grupo de vecinos vigilantes de la colonia Gutierrez Rosas patrullan las calles para defenderse de los delincuentes.

ARANTXA ARCOS/ RODRIGO SOBERANES MEDELLÍN DE BRAVO, VER.

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esta señora de 78 años sus nietos y sus hijos le piden que no salga a patrullar su colonia con un garrote y una linterna, pero lo hace –dice- porque solo así se puede sentir tranquila. “No tengo miedo, en el nombre sea de Dios. Solo así puedo estar tranquila”, dice la señora a quien llamaremos “Tere” para no revelar su identidad por motivos de seguridad., como ella lo pidió. Son las calles de tierra de la colonia Gutiérrez Rosas, de Medellín de Bravo. Están a unas cuadras de la casa del reportero Moisés Sánchez Cerezo, sacado de su casa y asesinado el 2 de enero pasado por un grupo de hombres armados. Y así, con su garrote de fierro, una linterna, su rostro tapado con un chal, y calcetas largas para protegerse las piernas, Tere se mete a caminar entre la maleza de una construcción inconclusa envuelta

de oscuridad. Es media noche. La guardia ciudadana está a lo suyo: a cuidar su colonia y cazar a los delincuentes que la policía no detiene. Se organizan y se dividen. Siete van por un lado y otros tantos van por otro. Las frecuencias de los radios se activan y van llamando la atención de la insólita cantidad de perros que salen de cualquier lado. Con tanto escándalo, ¿cómo hace un delincuente para robar, violar o matar y salir tan tranquilo de aquí?, es la primer pregunta que se hace uno. Al periodista Moisés Sánchez lo sacaron de su casa y dos policías municipales que vieron pasar el convoy de matones “se hicieron pendejos”, dijo a la Procuraduría General de Justicia Clemente Noé Rodríguez Martínez, preso por participar en el crimen. Por eso hay vía libre para delinquir en Medellín de Bravo, y por eso la vigilancia nocturna de los ciudadanos sigue.

No tengo miedo, en el nombre sea de Dios. Solo así puedo estar tranquila. Tere, fundadora de su colonia, aguanta el frío de la noche y el ritmo al caminar de las y los más jóvenes. Si hay que revisar una de las muchas casas abandonadas y lotes baldíos que hay en cada cuadra, ella entra igual que todos. Al menos siete potreros rodean a la colonia. La oscuridad impera entre los grandes árboles de higuerillas señalados nidos de ladrones o rutas de escape rápido para los violadores. En una casa hay una luz potentísima que no deja ver qué hay detrás de ella, pero los vecinos explican que ahí es la casa de una jovencita que fue ultrajada. Eso es lo

que hay detrás de esa bola de luz: la historia de una jovencita que fue violada y de un violador impune. Por su ubicación, la colonia Gutiérrez Rosas funciona de vía rápida para transitar hacia Dos Bocas, Playa de Vacas, Paso Colorado o Boca del Río. El potrero que más los conecta está catalogado como un foco rojo: “Por aquí salieron, se metieron al potrero y salen allá por Dos Bocas”, relatan y señalan con sus lámparas el camino de escape de los ladrones que dieron muerte a un comerciante el pasado 14 de diciembre y lesionaron gravemente a otra persona. Las mujeres con palos y machete en mano no temen, se arman de valor y alumbran hacia la boca de ese feroz monte verde. Ya pasaron unas horas, el frío incrementa. Mientras algunos inspeccionan, otros ingresan a una vivienda convertida en la base de alimentos. Doña Tere sigue ahí. Un café bien caliente para ella y para todos es servido por la anfitriona. Unas pi-

cadas de salsa roja y queso completan la cena. Con el estómago lleno, el ánimo crece. Bajo la luz se ven ya las manos trabajadas en el campo, su dureza se exhibe con callosidades y resequedad. Son campesinos veracruzanos. Alegres, bromistas, temperamentales. Al mínimo ruido dejan sus vasos y salen a inspeccionar. Nada, falsa alarma. La madrugada avanza y la vigilancia sigue. En caso de detener a una persona que incurra en robos, asaltos, violaciones u otra situación que ponga en riesgo a los colonos de la Gutiérrez Rosas será entregado a las autoridades, lincharlo o golpearlo no está contemplado en la mente de los vigilantes. El silencio permanece por segundos, el cansancio solo se exhibirá en las primeros rayos del sol donde los guardias nocturnos deberán regresar a sus labores diarias con solo dormir menos de tres horas. Y doña Tere se va a dormir un poco.

FOTO: FÉLIX MÁRQUEZ / LA UNIÓN.

Contra los criminales, una mujer de 78 años con linterna, un palo y cero miedo


MEDELLÍN

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Inminentes inundaciones por negligencia en El Tejar RODRIGO BARRANCO

FOTO: YAHIR CEBALLOS / LA UNIÓN.

MEDELLÍN DE BRAVO, VER.

Habitantes de Medellín sufrieron los efectos del Huracán Karl durante el mes de Septiembre del año 2010.

Medellín: vivir entre inundaciones y sin agua para tomar ANA ALICIA OSORIO/ MEDELLÍN, VER.

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l sistema de agua potable y drenaje en Medellín es ineficiente en las pocas comunidades y colonias donde existen estos servicios. Las inundaciones aún en la zona urbana del municipio son frecuentes ante la carencia de drenaje por ejemplo en El Tejar donde existe una red que no se encuentra conectada a ninguna planta de tratamiento y por lo tanto no puede ser utilizada. En el caso del agua potable, a pesar de que Medellín está localizada la planta potabilizadora que surte del servicio a la conurbación Veracruz- Boca del Río, las personas de los fraccionamientos reportan que constantemente se encuentran sin el líquido o que es de mala calidad. “El día que se va el agua temblamos porque no sabemos ni en qué momento va a regresar, no nos avisan”, comentó Catalina Ávalos Alonso habitante de Arboledas San Ramón. Según reporte de comunicación social del Ayuntamiento el 40 por ciento de las comunidades del municipio cuentan con servicio

El día que se va el agua temblamos porque no sabemos ni en qué momento va a regresar, no nos avisan. Catalina Ávalos Alonso Habitante de Arboledas San Ramón. de agua y de drenaje, aunque en el caso de este último la mayor parte es solo la tubería sin funcionar. El alcalde de Medellín Omar Cruz Reyes ha declarado que el municipio aporta solamente el 5 por ciento de los usuarios al Sistema de Agua y Saneamiento por lo que es necesario introducir los servicios al municipio. En su mayoría las personas que viven en Medellín deben realizar pozos artesanales para contar con agua, mismos que se encuentran a unos cuantos metros de las fosas sépticas donde arrojan el agua sucia

ante la carencia de drenaje. En las zonas de los fraccionamientos, los únicos lugares del municipio donde cuentan con ambos servicios, el agua potable falla de forma constante lo que ha provocado que las personas que no cuentan con tinacos deban recolectar siempre en cubetas el líquido previendo los continuos cortes o verse obligados a comprar. “Tenemos que apartar agua porque de verdad se va el agua y verdaderamente luego tenemos que venir a comprar al farito (sitio de venta de agua potable en garrafón), es un riesgo”, comentó Daisy Corzo Lara, de Arboledas San Ramón. De acuerdo con reportes de los vecinos de este fraccionamiento, en tan solo una semana han tenido cortes de agua en tres ocasiones lo que provoca que se alteren sus actividades cotidianas. Además en muchas ocasiones, señalaron, el agua que llega es turbia por lo que no puede ser usada en las actividades diarias. Araceli Lagunes de Martínez indicó que en su caso paga cerca de 300 pesos por este servicio lo que no corresponde a la calidad del agua que está recibiendo.

El concreto avanza sobre la vegetación y vasos acuíferos, en la zona de Puente Moreno, en Medellín de Bravo; eso no sólo es desastroso para aves migratorias, armadillos, víboras, mapaches y cangrejos, también lo es para los habitantes de las colonias populares de El Tejar. La mayoría de esos asentamientos son irregulares, los vecinos no tienen documentos que avalen su propiedad y por ende carecen de los servicios básicos lo que es pretexto para que los desarrolladores de viviendas, que han llegado en los últimos años, los dejen a merced de inundaciones en épocas de lluvias. El problema es tan grave, que el ayuntamiento medellinense planea construir un canal pluvial que conecte con el de Viveica, en Arboleda San Ramón, y desfogue en el del Fraccionamiento Puente Moreno, con la esperanza de sacar toda el agua que se acumule durante las lluvias. El director de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Medellín de Bravo, César Joaquín Roquet Palmeros, admitió que el 70 por ciento del territorio de esa ciudad es inundable debido a que están por debajo del nivel del mar. Además, afirmó que el problema se acentúa debido a que se van dando asentamientos irregulares que rellenan predios sin autorización, ni las medidas necesarias y van dejando más bajas algunas áreas circunvecinas. “El mayor problema al que estamos enfocados es el de El Tejar. En El Tejar tenemos problemas. Son alrededor de cuatro colonias, o cinco. Es la colonia Obrera, la Teresa Morales, la Cándido Aguilar y otras que se inundan, inclusive se van arriba de la rodilla el agua”, dijo. El funcionario explicó que el problema se generó por la construcción de fraccionamientos como Puente Moreno y Arboleda San Ramón que fueron edificados sobre los potreros en don-

de se encharcaba el agua de lluvia. Por ahora no han podido dar solución concreta a todas esas familias porque para ello tienen que abrir un canal en dos terrenos particulares en donde no han dado permiso sus propietarios. Además, detalló que en dado caso de autorizar los cambios tendrían otro obstáculo que es el tubo que surte de agua potable a Boca del Río, que también pasa por ese mismo lugar. Y es que, las empresas que llegaron a asentar casas de interés social y residencial al norte del municipio, comenzaron a hacer obras para frenar las inundaciones que sus complejos sufrieron durante el paso de los huracanes Stand y Karl. Sin embargo, para desgracia de los vecinos de El Tejar, lo mucho que hicieron fue subir el nivel de sus construcciones, rodear las unidades habitacionales con canales y echar el agua a las zonas bajas, en donde están ubicadas las colonias populares e irregulares. Por ejemplo, la empresa “Urbanizadora Medellín” rellena un vaso regulador para seguir con la construcción de la segunda etapa del Fraccionamiento Lagos de Puente Moreno. Vecinos de la congregación de El Tejar, alertaron sobre esa situación, pues temen que cuando sean más fuertes las lluvias se inunden porque el agua pluvial ya no tendrá salida al Arroyo Moreno. Trabajadores de dicha compañía avanzan en la construcción de más viviendas de interés social. El alcalde de Medellín de Bravo, Omar Cruz Reyes, ya había declarado que se trataba de la edificación de unas 5 mil casas de interés social cuyos permisos fueron entregados por administraciones pasadas. Debido a esas construcciones, ahora no hay fluido pluvial ni al Arroyo Moreno ni a los vasos reguladores y cada año la situación empeora por lo que temen que con el nuevo relleno que hace la Urbanizadora acaben inundados como en El Floresta.


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NACIONAL

Un Nazi en Veracruz JUAN ALBERTO CEDILLO CORRESPONSAL EN COAHUILA

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urante la Segunda Guerra Mundial, el estado de Veracruz fue utilizado como plataforma por el ejercito del Tercer Reich para enviar a Alemania materias primas estratégicas, según documentos del Archivo General de la Nación. Los documentos señalan que se enviaron desde esta región toneladas de metales como el mercurio, tungsteno, aluminio, petróleo y otros productos, los cuales le permitían operar su maquinaria bélica. También existen notas en la prensa de la época reportando el contrabando de materias primas para Alemania: “Submarino alemán en Puerto Alvarado, Veracruz”, publicó en portada el periódico El Porvenir de Monterrey el 19 de agosto de 1940. La nota precisaba que el submarino arribó para cargar 500 toneladas de mercurio que le llevaron embarcaciones pesqueras. “Una empresa particular mexicana le vendió mercurio. Metal que desde el comienzo de la guerra triplicó su valor, que pasó de 8 a 24 pesos el kilo”, agregaba la nota. Ese metal se volvió estratégico debido a que era utilizado para la fabricación de bombas. Desde marzo de 1940 operaba en el país una red de agentes de la la Abwehr, el Servicio de Inteligencia del Ejército Alemán, Para el año siguiente se estaban enviando cientos de toneladas de combustible y materias primas al Puerto de Coatzacoalcos través del ferrocarril. De ahí eran trasladas por embarcaciones a la Bahía de Dos Bocas, ubicada en la frontera con Tabasco. En altamar eran recogidas por submarinos alemanes. Además, el pretrolero estadounidense Wlilliams Rhodes Davis, se dedicó a establecer bases en desconocidas islas del Golfo de México para que los submarinos alemanes se restablecieran de combustible mexicano. El petrolero se vino a radicar a México a partir de 1938, después de que Lázaro Cárdenas nacionalizó las compañías petroleras a Inglaterra, Holanda y los Estados Unidos. Esa medida estuvo a punto de fracasar debido al boicot decretado por esos países a la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) recién creada. Davis convenció a Cárdenas que la única solución para el éxito de la expropiación era venderle el crudo a Italia, Alemania y Japón, ya que los países del Eje que no aceptaron el sabotaje de los británicos, estadounidenses y holandeses. Gracias a Rhodes Davis, México pudo exportar alrededor del 70 por ciento de su producción petrolera para Adolfo Hitler y los países del Eje. Posteriormente logró que el presidente le permitiera la exploración y producción de petróleo en Poza Rica, convirtiéndose en el primer contrato a un empresario privado de la paraestatal Pemex. En ese proyecto el petrolero de Alabama invertiría 10 millones de dólares. No pudo concretarle la operación porque según oficiales de inteligencia británicos fue eliminado provocándole un ataque cardiaco, ya que tenían un reporte que el servicio de inteligencia militar nazi lo registraba como su agente C-80. Antes de morir trabajaba en establecer las bases clandestinas en la zona de Tuxpan y en pequeñas islas del Golfo de México para que los submarinos alemanes se surtieran de combustible.

Ficha de Migración del el pretrolero estadounidense Wlilliams Rhodes Davis, quien se dedicó a establecer bases en el Golfo de México para que los submarinos alemanes se restablecieran de combustible mexicano.


LOCAL

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El sepelio de Moisés, la historia que no queríamos escribir MEDELLÍN

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na voz en Medellín ha sido callada. Cientos de amigos, familiares, compañeros taxistas y reporteros, despidieron a Moisés Sánchez Cerezo, considerado un ejemplo de vida para los medellinenses. Esta es la historia que los periodistas de Veracruz no queríamos escribir: la del onceavo colega asesinado en los últimos 4 años. No es la noticia que deseábamos difundir, la del reportero, taxista, activista, buen hombre, que cumplió con uno de sus propósitos de vida hasta los últimos momentos en que permaneció en la tierra: unir a un pueblo entero que hoy se autoproclama de luto por la muerte de un tipo apasionado. Tras los resultados de la Procuraduría General de la República (PGR) publicados el mediodía del jueves 5 de febrero que confirmaron la identidad de cadáver en manos de la Fiscalía General de Justicia del Estado, Jorge Sánchez Ordoñez, hijo del director de La Unión, viajó a Xalapa para hacer los trámites necesarios. Llegada la noche, el cadáver encontrado el 23 de enero en un terreno del municipio vecino de Manlio Fabio Altamirano, fue subido a la carroza que lo llevaría a El Tejar, la comunidad más poblada de Medellín, en la zona metropolitana de Veracruz. A las 10 de la noche con 15 minutos, la unidad con el cuerpo de Sánchez Cerezó regresó a casa. Contrario a lo que esperábamos desde su desaparición el 2 de enero, Moisés no volvió de pie. Aunque el silencio se apoderó de la escena, el viento del frente frío alborotó las hojas de los árboles que rodean a la colonia Gutiérrez Rosas, que en las últimas semanas ha sufrido una ola de violencia sin precedentes. Las decenas de corazones de sus acompañantes se estremecieron. El patio de la humilde vivienda se abarrotó y hubo necesidad de poner sillas sobre la calle de terracería.

Rumbo al sepelio: “nos enseño a perder el miedo” Cerca de las 2 y media de la tarde del viernes 6 de febrero, los restos de Sánchez Cerezo salieron de su casa ubicada en la calle Violetas, de la colonia Gutiérez Rosas, para dirigirse al parque central de El Tejar. En la explanada central, sus compañeros taxistas, integrantes de Radio Taxi Moreno, rindieron un homenaje al ruletero que siempre cargaba su cámara para documentar las múltiples necesidades y problemas que pasaban en la región. “Sólo queremos darle gracias porque nos enseñó a perder el miedo, a quitarnos el temor de denunciar las injusticias y hablar de nuestras necesidades”, dijo un taxista que compartió con Moisés innumerables anécdotas e historias en la base de la calle Independencia. Enfundado con una ca-

misa blanca grabada con el logo de la Confederación de Trabajadores de México, otro de ellos fue certero en su mensaje: “Mi reconocimiento para este hombre que entregó su vida por un ideal”. Los ensordecedores aplausos partieron la plaza. Después de la pequeña ceremonia, los vecinos de El Tejar se subieron a dos camiones turísticos para llegar hasta el Panteón Particular del puerto de Veracruz, en donde Sánchez Cerezo descansaría eternamente al lado de su madre. A las 3 de la tarde con 40 minutos, el cuerpo del reportero culminó su travesía en el cementerio veracruzano. Previo a ser depositado en la fosa, Jorge Sánchez pidió la palabra. “Quiero hablarles brevemente sobre cómo era mi papá en vida, de cómo

siempre vio por sus hermanos, por su esposa María, por mi, por sus nietos y por sus vecinos, incluso por aquella gente que no conocía, porque él nunca se negaba a dar ayuda”, dijo Jorge, con la voz entrecortada y sobreponiéndose al doloroso momento. Entonces Jorge habló durante 13 minutos sin quebrarse, relatando algunos pasajes que vivió su padre al lado de sus hermanos y contando cómo fundó “La Unión”, un pequeño medio que primero circulaba en forma de volante anónimo y tiempo después se convirtió en un periódico impreso. En los últimos meses, la difícil situación económica de Moisés lo limitó a publicar sus notas en un blog digital. “Muchas veces le dijimos que lo que hacía era peligroso, porque denun-

peraron para hacer té, café y preparar los tamales que repartieron a los solidarios amigos durante la madrugada. “Gracias Moisés por tu pasión periodística, no callaremos”, decía una corona de flores enviada por un grupo de colegas de Veracruz que fue puesta al la-

do de las fotografías del periodista, que en las calles de Medellín reportaba desde los múltiples baches, hasta los frecuentes asaltos a comerciantes. El mensaje de los reporteros solidarios se reprodujo durante esa madrugada. Elías Sánchez Cerezo, hermano mayor, dijo: “Pudie-

ciar te pone en la mira de los poderosos, publicar de pone en riesgo, le decíamos que unir a la gente incomoda a muchos, pero no le importó. “Y estoy seguro que hasta en el terrible episodio que vivió, nunca se arrepintió o que por su mente haya pasado decir ‘si me hubiera callado’ o ‘si no hubiera ayudado a tal persona’ (...) No, estoy convencido que estaba dispuesto a pagar el precio”. Y Moisés Sánchez pagó el precio de expresarse libremente con su vida, como lo hicieron Gregorio Jiménez, Regina Martínez, Gabriel Huge, Víctor Báez, Guillermo Luna, Noel López Olguín, Milo Vela, Misael López, Esteban Rodríguez y Yolanda Ordaz, periodistas asesinados en Veracruz entre marzo de 2011 y enero de 2015.

FOTO: YAHIR CEBALLOS / LA UNIÓN.

ISRAEL HERNÁNDEZ

El velorio en El Tejar unió a familiares, vecinos que recorrían junto con él las calles de la colonia y reporteros que recibían fotos y referencias sobre lo que pasaba en la zona. Los integrantes de las guardias nocturnas -que anteriormente eran encabezadas por ‘Moi’- se coo-

ron destruir su cuerpo, pero no su alma”. Una de las vecinas cercanas y amiga de María Ordoñez Gómez, esposa de Moisés, envuelta en llanto pidió a los ahí presentes a no bajar los brazos, “porque nuestro amigo llegó aquí por defendernos y pedir seguridad”.


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MEDELLÍN

SILENCIO FORZADO


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