Cuando la ayuda humanitaria se realiza en el contexto de un conflicto violento se vuelve parte de ese contexto y en consecuencia, parte del conflicto. A pesar de que las agencias buscan a menudo ser neutrales o evitar tomar partido frente a los ganadores y perdedores de la guerra, el impacto de su ayuda no es neutral respecto a empeorar o mitigar el conflicto.