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3.El riesgo y la incertidumbre en la toma de decisiones

Con todos los elementos planteados hasta este momento, el lector podrá percatarse de la importancia de la actividad empresarial y su vínculo con el sistema económico. Asimismo, se ha manifestado la importancia de disciplinas como la administración, la contaduría, la informática y los negocios internacionales en el proceso de desarrollo eficiente de la empresa.

Precisamente en este apartado se señala el proceso de toma de decisiones en la organización con el fin de obtener la máxima eficiencia y, por tanto, la máxima ganancia. Asimismo, se destaca que, en muchas ocasiones, la toma de decisiones se realiza en condiciones de riesgo e incertidumbre.

A.Actividad empresarial y beneficio

Desde el punto de vista de los accionistas o de los dueños de las empresas, el objetivo principal de las organizaciones económicas es la obtención de la máxima ganancia —que algunos autores llaman también beneficio o utilidad— para lo cual deben mantenerse en la competencia con otras empresas e introducir las innovaciones tecnológicas necesarias para mantener o aumentar su competitividad. Para buscar la máxima ganancia, las empresas:

[...] deben desempeñar una función económica general, que es la de satisfacer las necesidades de los consumidores por medio de sus servicios o de sus productos; por tal razón, su objetivo principal es desempeñar sus actividades adaptándolas internamente a los costos más bajos, a fin de que la empresa se mantenga siempre dentro de la eficiencia deseada.27

Antes de continuar, debe explicarse lo que se entiende por ganancia:

Ingreso que recibe el capitalista por su inversión de capital y que forma parte del producto excedente creado en la sociedad capitalista. Las ganancias las obtienen los capitalistas dueños de los medios de producción, representados por capital de un negocio, acciones, bonos, títulos y otros documentos de valor. Algunos autores llaman beneficio o utilidad a la ganancia y la definen como el saldo positivo entre los ingresos y los gastos de cualquier capitalista.28

En el texto se usa indistintamente utilidad, beneficio o ganancia, ya que, de hecho, significan lo mismo; sin embargo, es indispensable aclarar que, según la teoría marxista, el empresario obtiene ganancias porque es el dueño de los medios de producción y explota a los obreros asalariados. Por su parte, la teoría neoclásica o marginalista afirma que el empresario logra ganancias como una recompensa o premio por cualquiera de estos motivos:

27 FERNÁNDEZ, Fernando, Dirección y organización de empresas, privadas y públicas, Argentina, Macchi, 1973, p. 172.

28 ZORRILLA Arena, Santiago y José Silvestre Méndez, op. cit., p. 73.

Haber aportado capital a la empresa.

Participar con trabajos de dirección y organización en la empresa.

Dedicar tiempo a trabajos no remunerados hechos para la organización.

Por su “espíritu empresarial”; lo que significa asumir riesgos, aportar su iniciativa y capacidades.

Tomar decisiones importantes para el desarrollo de la organización.

Con todos estos elementos planteados, es evidente que el afán de competencia o el deseo de maximización de ganancias es la motivación principal para que una persona se dedique a las actividades empresariales y todo lo que implican. Cualquier organización, sea o no económica, debe obtener más ingresos de los que gasta para cumplir con sus fines, ya sea un negocio, una iglesia, una escuela, o una institución gubernamental, aunque muchas no tengan como objetivo principal la obtención de ganancias, sino la prestación de servicios.

Cabe destacar que, en el sistema capitalista, la actividad empresarial está sancionada legalmente por las autoridades gubernamentales y, por tanto, es lícita la búsqueda de ganancias mediante la promoción empresarial.

Obtener mayores ganancias cada vez se vuelve más difícil: hay que pensar en el tamaño y ubicación de la planta, en el precio del equipo y la maquinaria, en las materias primas, en el costo de la mano de obra, etc. Por eso, los empresarios recurren con mayor frecuencia a los servicios de contadores, administradores, licenciados en negocios internacionales y licenciados en informática con conocimientos para analizar y resolver problemas.

Ello significa que los principales propósitos de estos profesionales son los mismos que los de la empresa: deben buscar la máxima eficiencia empresarial con la finalidad de conseguir la maximización de ganancias. Los empresarios piensan en función de este objetivo partiendo del supuesto de seguridad para sus inversiones. Aquellos que declaran que su inversión la realizan para aumentar el empleo o para satisfacer las necesidades de la población, con seguridad están mintiendo; aunque, en ocasiones, la ejecutan como una manera de realización personal, o bien, para obtener una posición social.

El inversionista puede —y en último caso debe— prestar un servicio en beneficio de la comunidad mediante la empresa en la cual invierte. Pero esto no es el motivo que lo impulsa. Por tanto, cualquiera que sea el nivel en el que uno se encuentre dentro de la dirección, debe pensar en los beneficios y calcular los costos, lo cual no hace un empleado que tiene únicamente su responsabilidad individual. El dirigente estudia los informes económicos de la compañía y tiene en cuenta los datos operativos de producción, venta y costos.29

En la actualidad, cuando existen grandes corporaciones y conglomerados empresariales que dominan la vida económica de los países, el criterio de maximización de beneficios no es el único dominante. De acuerdo con Galbraith, tales organizaciones tienen como finalidad principal el afianzamiento y expansión de sus actividades, ya que de ello depende su propia existencia. Incluso, además de su poder económico, deben reforzar su poder político e ideológico, por lo que sus objetivos cambian. Estas grandes empresas controlan el mercado, los precios, los costos, la producción y los ingresos por medio de la planeación empresarial.

La meta de esas decisiones planificadoras puede seguir siendo la obtención del mayor beneficio posible. Ya se explicó que la entrada de beneficios grandes y seguros es importante para el éxito de la tecnoestructura, pero el mercado ya no es una instancia que determine e imponga ese objetivo; por tanto, ya tampoco es necesaria la maximización del beneficio, el único objetivo coherente con la regla del mercado. “La empresa competitiva no tenía opción en cuanto a sus objetivos [...] Ha desaparecido la subordinación al mercado y han desaparecido con ella las instrucciones constrictivas que comportaba”.30

B.Racionalidad y toma de decisiones

Los directivos de las empresas deben ayudar a conseguir los objetivos de las organizaciones (empresas) en las que prestan sus servicios, para lo cual deben actuar de manera racional al tomar decisiones respecto de muchos aspectos, entre los cuales destacan:

Fijar los niveles de producción.

Autorizar la compra de maquinaria y equipo.

Decidir sobre los precios de venta.

Organizar el lanzamiento de nuevos productos y modelos.

Dirigir y controlar el departamento de recursos humanos.

Autorizar la emisión de títulos de valor.

Administrar el financiamiento de la empresa.

Controlar el volumen de existencias y artículos en proceso, etcétera.

De esta manera, puede analizarse a la organización empresarial como un conjunto de dos subsistemas: el de organización y el de ejecución, como se muestra en la figura

1.5 de la página siguiente.

En esta figura se presenta de manera esquemática la organización empresarial que supone la actuación racional de los puestos directivos de la empresa, al mismo tiempo que se cuenta con el poder de decidir y ejecutar; es decir, tomar decisiones racionales que realmente se lleven a la práctica.

Antes de continuar, resulta conveniente precisar lo que es actuar racionalmente:

[...] se considera que un hombre es racional cuando: a ) persigue finalidades coherentes entre sí y b ) emplea medios apropiados a las finalidades perseguidas.

Por tanto, el análisis del comportamiento racional se presenta como la indagación teórica de las condiciones de posibilidad de alcanzar un objetivo cualquiera, habida cuenta de un conjunto específico de restricciones.31

30 GALBRAITH, John Kenneth, El nuevo Estado industrial, Madrid, Sarpe, Colección Los Grandes Pensadores, núm. 18, 1984, p. 193.

31 GODELIER, Maurice, Racionalidad e irracionalidad en economía, 2a. ed. México, Siglo XXI, 1970, p.12.

Figura 1.5

La organización empresarial y sus subsistemas de organización y ejecución.

Organización empresarial

Subsistema de ejecución

Poder de decisión y ejecución

En el caso de las organizaciones, la racionalidad económica supone el comportamiento racional de los empresarios o de los dirigentes, lo cual significa analizar todos los elementos que componen las actividades estratégicas de la empresa:

Delimitación del problema, conocer el problema que se quiere resolver y circunscribirlo a sus justas dimensiones; no hacerlo más grande de lo que es ni minimizar sus alcances.

Búsqueda de las distintas conductas o cursos de acción que pueden seguirse para solucionar el problema, lo cual entraña diseñar los pasos estratégicos que deben seguirse. Ello implica adecuar los medios apropiados para alcanzar los fines buscados.

Por último, elegir las modalidades de ejecución de la acción, determinando las condiciones óptimas para su realización; si estas fases se siguen, entonces se afirma que la conducta empresarial es racional.

Godelier advierte:

Administrar racionalmente una empresa significa, por tanto, resolver un doble problema:

1. Escoger un programa de actividad que permita lograr una utilidad y que sea realizable.

2. Escoger entre el conjunto de programas aceptables el que maximice las utilidades o minimice los costos de la empresa.32

La racionalidad económica involucra que los empresarios actúen o intenten ser racionales aunque no siempre lo logren, dado que se enfrentan a un mundo real muy complejo en el cual la racionalidad tiene determinados límites que se palpan cuando el cuerpo directivo elabora un modelo simplificado de la realidad para llegar a la toma de decisiones.

Dicho de otra manera, la racionalidad entendida como conducta que maximiza las ventajas de la empresa lleva a la toma de decisiones, que es el proceso de elección entre distintas alternativas como curso de acción y ejecución para obtener determinados objetivos.

Para actuar racionalmente y, por tanto, tomar una decisión adecuada, los empresarios o directivos de la organización deben estar en posibilidad de:

1. Almacenar mentalmente la información en alguna forma estable.

2. Manejarla mediante una serie de cálculos complejos, diseñados para proporcionar los valores esperados.

3. Clasificar todas las evaluaciones de alguna manera consistente con el propósito de seleccionar la mejor alternativa.33

Así, para la toma de decisiones, debe diagnosticarse el problema para el cual se requiere información confiable y oportuna con el objetivo de buscar las posibles soluciones alternativas, analizarlas, si es posible, experimentarlas, evaluarlas y tomar la decisión mediante la formulación de un plan que se debe ejecutar y controlar. Aunque se presenta un cuadro donde Hodgetts plantea una serie de pasos en el proceso de toma de decisiones (figura 1.6), debe señalarse que existen diversos modelos para la toma de decisiones.

1. Detectar los síntomas del problema

2. Identificar el problema particular que se debe resolver ola meta que se desea alcanzar

3. Desarrollar el modelo de decisión para fines de evaluación

4. Desarrollar y anotar todas las alternativas de solución

Figura 1.6

Pasos de la toma de decisiones según Hodgetts.

5 Evaluación de las alternativas de solución

6. Seleccionar el mejor curso de acción

7. Poner en práctica la decisión

33 HODGETTS, Richard y Steven Altman, Comportamiento en las organizaciones, 6a. reimp., México, Interamericana, 1986, p. 311.

Son los directivos o empresarios quienes se encargan de la toma de decisiones; ésta es una de sus funciones principales, ya que, con frecuencia, deben elegir qué hacer, cómo hacerlo, quién debe hacerlo, cuándo y dónde hacerlo. Para que la decisión tomada sea la mejor, no se debe perder de vista lo siguiente:

Establecer objetivos perfectamente delimitados.

Proporcionar y distribuir información a las personas que la necesiten para realizar sus acciones.

Fijar las normas, procedimientos, mecanismos y programas que se seguirán en el proceso de toma de decisiones.

Por otra parte, es esencial recalcar que la conducta racional de los empresarios, así como la toma de decisiones, tienen una serie de limitaciones, por lo cual su alcance no puede ser total. Entre dichas limitaciones destacan:

Aptitud, características y conocimientos de las personas que las ejecutan.

Funcionamiento y organización de la propia empresa.

Medio económico, social y cultural en el que las organizaciones se desenvuelven. Política económica estatal que se siga en un momento determinado.

Funcionamiento del mercado interno.

Grado de control de la empresa de los precios, gustos y preferencias, de la moda, la publicidad, etcétera.

En la época actual, y dado el grado de desarrollo de la información, de la tecnología y del conocimiento, el proceso de toma de decisiones se efectúa mediante computadoras, por lo cual los profesionistas en informática con conocimientos en administración desempeñan, ahora y en el futuro, una función trascendente en las organizaciones. Al analizar el uso de los modelos matemáticos en la toma de decisiones mediante las computadoras, Hein menciona:

En la mayoría de los modelos matemáticos desarrollados hasta ahora, no se pretende tomar decisiones directamente, sino analizar los resultados probables de varias alternativas, de tal manera que los ejecutivos seleccionen el que más se aproxime a sus objetivos. Otros modelos se diseñan para obtener los resultados óptimos bajo las condiciones existentes. Un principio muy útil es el de la administración por excepciones. Primero, el administrador fija directrices que especifican límites onormas. En segunda, los empleados investigan cada situación detalladamente y la comparan con las directrices. Únicamente los casos excepcionales, aquellos situados fuera de los límites, se presentan al administrador para su consideración. Esto es, desde luego, toma de decisiones pero de nivel bajo. Se trata de un tipo de toma de decisiones al que las computadoras se adaptan fácilmente y es aquí [...] donde las computadoras encuentran su aplicación en el proceso de datos para las empresas. El papel de las computadoras en la toma de decisiones es brillante (tanto) que muchos observadores la consideran con alarma, temiendo que su uso, al reemplazar seres humanos, vaya demasiado lejos.34

Otros dos modelos para la toma de decisiones son los de Stoner y Donnelly que se presentan en las figuras 1.7 y 1.8. El proceso de toma de decisiones en cualquier entorno, pero, en especial en las organizaciones, requiere como insumo fundamental de información que se traduzca en conocimiento para comprender el funcionamiento de las organizaciones en un entorno complejo que permita elegir la mejor opción de acuerdo con los objetivos planteados. Hoy se utiliza la inteligencia artifical para la toma de decisiones.

1. Investigar la situación a)Definir el problema b )Identificar los objetivos de la decisión c )Diagnosticar las causas

2. Desarrollo de alternativas a)Buscar alternativas creativas b )No evaluar todavía

3. Evaluar alternativas y seleccionar la mejor a)Evaluar alternativas b )Seleccionar la mejor alternativa

4. Implementar y hacer el seguimiento a)Planear la implementación b )Implementar el plan c )Hacer los ajustes necesarios y realizar el seguimiento

Figura 1.7

Proceso de la toma de decisiones según Stoner.

Revisar

Identificar y definir el problema

Desarrollar soluciones alternativas

Evaluar las soluciones alternativas

Selección de alternativas

Condiciones de certeza

Condiciones de riesgo

Condiciones de incertidumbre

Figura 1.8

El proceso de la toma de decisiones según Donnelly

Aplicar la decisión

Evaluación y control

Fuente: DONNELLY, James y otros, Dirección y administración de empresas, México, McGraw-Hill Interamericana, 8a. ed., 1993.

Además del conocimiento de la realidad empresarial y de su entorno, en la toma de decisiones, la comunicación, la motivación y el liderazgo desempeñan un papel fundamental.

1. Investigar la situación a ) Definir el problema b ) Identificar los objetivos de la decisión c ) Diagnosticar las causas

2. Desarrollo de alternativas a ) Buscar alternativas creativas b ) No evaluar todavía

3. Evaluar alternativas y seleccionar la mejor a ) Evaluar alternativas b ) Seleccionar la mejor alternativa

4. Implementar y hacer el seguimiento a ) Planear la implementación b ) Implementar el plan c ) Hacer los ajustes necesarios y realizar el seguimiento

C.Riesgo e incertidumbre

La maximización de ganancias con base en la conducta racional de los empresarios y la adecuada toma de decisiones se enfrenta al mundo real donde imperan el riesgo y la incertidumbre. Si se tuviera la certeza de lo que sucederá en el futuro, las nuevas ideas y las innovaciones no tendrían razón de ser; por ello, en buena medida la ganancia también es producto de los riesgos que se corren y de la incertidumbre.

En la toma de decisiones, los empresarios y cualquier persona que tome decisiones se enfrenta a tres situaciones: certeza, riesgo e incertidumbre. Certeza es cuando se sabe con seguridad el resultado de las acciones que se toman, por ejemplo, si se produce ropa se incurre en gastos de materias primas y mano de obra.

El riesgo es la posibilidad de que ocurra un determinado acontecimiento que signifique un peligro, un contratiempo o un daño que perjudique la buena marcha de la organización. La ganancia es el “premio” que obtienen los empresarios por enfrentar riesgos en el proceso productivo.

La incertidumbre es la perplejidad o la duda en torno de la manera como se desenvolverán los acontecimientos en el tiempo y que pueden afectar positiva o negativamente el desarrollo empresarial. Un ejemplo de incertidumbre sería el hecho de que un empresario se equivoque al calcular el volumen esperado de ventas y, sobre esta base, genere un determinado volumen de producción.

El riesgo y la incertidumbre ocurren porque los empresarios se encuentran en un mundo dinámico donde los cambios se producen con rapidez; el mundo estático no ocurre más que en teoría y sirve para comparar el comportamiento real de las condiciones económicas.

Stonier indica que:

La moderna teoría del beneficio considera la contribución del empresario al proceso de producción como la que lleva consigo riesgos e incertidumbres no asegurables. La distinción entre riesgos asegurables y riesgos no asegurables es importante. Cada empresario tiene que hacer frente a muchos riesgos además del riesgo más importante, es decir, el de perder su dinero como resultado de un juicio equivocado de las condiciones del mercado.35

Los riesgos asegurables son aquellos que pueden calcularse con base en determinados estudios que uniforman el cálculo, como el robo, el fuego, etc. Mediante el pago de una prima de seguro, el empresario se asegura contra estos riesgos.

Los riesgos no asegurables son aquellos que no pueden prevenirse ni calcularse, dado que muchas veces dependen del azar y objetivamente no se sabe qué posibilidad existe de que sucedan. Los riesgos no asegurables dependen de la incertidumbre; son imprevistos que pueden surgir por:

Cambios en las condiciones del mercado interno y externo que pueden deberse a una crisis, a modificaciones en los gustos y preferencias, nuevas modas, variaciones del nivel de ingresos y de su distribución, actualización de hábitos de consumo, una guerra, etcétera.

Alteraciones en las condiciones de producción por introducción de nueva maquinaria y equipo, utilización de nuevos insumos, cambios en el tamaño y localización de la planta, cambios tecnológicos acelerados.

Modificaciones en la política económica del Estado, como expansión del crédito a la industria, impulso a las exportaciones, entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y del Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea (TLCUE), control de precios y salarios, promoción de estímulos fiscales y cambios tecnológicos acelerados, como las baterías eléctricas para automóviles. Variaciones en el ambiente político social como proximidad de elecciones, movilización de grupos sociales como sindicatos y agrupaciones de colonos, posibilidad de un golpe de Estado, legislación restrictiva a la expansión empresarial, etcétera.

Al tomar decisiones, los empresarios deben estar conscientes de los resultados que esperan obtener, los cuales pueden darse en cualquiera de estas tres circunstancias:

1. Certeza. Cuando sabemos que una determinada acción conduce necesariamente a un resultado específico; por ejemplo, si se fabrican pantalones, es evidente que vamos a incurrir en gastos de insumos y mano de obra.

2. Riesgo. Si determinada acción puede conducir a varios resultados con una determinada probabilidad; por ejemplo, si una empresa lanza un nuevo producto, sabe que existe alguna probabilidad de que se venda con base en sus estudios de mercado.

3. Incertidumbre. Cuando los posibles resultados de una determinada acción son desconocidos; por ejemplo, si una empresa compra insumos en dólares y el precio del dólar aumenta en relación con el peso, esta situación es imprevisible para el empresario.

Existen riesgos que son asegurables cuando se conoce el monto del daño y la posibilidad de que ocurra. Los riesgos no asegurables son aquellos en los que no puede conocerse el monto del daño ni la probabilidad de que se presente.

Para protegerse de riesgos, los empresarios utilizan el mercado de futuros, con lo cual se aseguran de la provisión de determinados insumos a un precio establecido. A estas acciones se les conoce como cobertura de riesgos. También pueden asegurarse.

Al referirse a la incertidumbre económica en el México actual, José Esteva, empresario mexicano, asevera:

Por lo que se refiere al manejo de la incertidumbre: en un mundo cambiante como el de hoy, no siempre se tienen los datos que garanticen una elección adecuada a la hora de decidir. A veces no sólo hay carencia de datos: tampoco hay precedentes de que alguien haya tomado una decisión similar. Aquí entra el espíritu de empresa para decidir, pese a la ausencia de datos. Esto se llama tomar riesgos. En la incertidumbre no siempre se tiene la información; si uno espera, tal vez la tendrá; pero, para ese momento, lo que tal vez ya no tendrá es la oportunidad. Entonces, el verbo es lanzarse. Los empresarios lo conjugan todos los días. Y nuestro trabajo es hacer que corran riesgos con la mejor orientación posible, con los mejores respaldos, estímulos y responsabilidades de información, y con los menos obstáculos posibles. Y al último, por lo que se refiere al uso de recursos, es constante la impresión de que, para ser empresario, se necesita ser rico, de que sólo se puede emprender después de los recursos.36

Es muy importante que, al estudiar la microeconomía, se tenga un enfoque gerencial, ya que se ha detectado que en nuestro país muchos empresarios y administradores carecen de una cultura gerencial o corporativa que les permita desempeñar mejor sus funciones. Esta cultura empresarial o gerencial incluye estos elementos:

La empresa debe buscar la calidad en el servicio, con espíritu de mejora continua. La empresa debe poseer una filosofía que incluya la comunicación y el valor conjunto del trabajo y el conocimiento de las personas.

Los elementos clave para el desarrollo de una empresa son conocimiento, comunicación, liderazgo, eficiencia y rentabilidad, equidad, legitimidad, estabilidad y potencial de desarrollo (expectativas).

Una de las principales características que deben comprender los empresarios, los ejecutivos, los emprendedores y los administradores de empresas en el nuevo entorno competitivo y la sociedad del conocimiento del siglo XXI es que las empresas deben convertirse en organizaciones que aprenden y que debe fomentarse la economía del conocimiento y, en consecuencia, estimular el aprender a aprender. El conocimiento se vuelve el factor indispensable que permite realizar con eficiencia las actividades de la empresa y, en consecuencia, elevar la productividad, la rentabilidad y la competitividad. Además, las empresas deben volverse sustentables y desenvolverse en un entorno sustentable.

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