Hay muchas famosas parejas de la historia de la literatura. Estas parejas son las 10 que hemos escogido:
¿La historia de amor más conocida de todos los tiempos? Puede. La unión de sus nombres es sinónimo de ese sentimiento que ocupa nuestro decálogo, aunque también hemos de decir que, dependiendo de la traducción o la adaptación en que la recibamos, también podría serlo de lo cursi… Romeo ama a Julieta y Julieta a Romeo por encima de los condicionantes sociales y familiares que los separan.
Una joven casada con un viudo comenzará su -en principio- idílica historia de amor al llegar a la mansión de Manderley. Pero pronto descubrirá que allí reina otra mujer: la difunta Rebeca. Una historia de amor romántico y misterioso que dio nombre a una prenda de vestir (la “rebeca” que vestía Joan Fontaine en la película de Hitchcock) y a un síndrome psicológico.
Hablamos de Teresa y Tomás, pero también podríamos haber citado primero a Sabina y Franz. O más aún, del entramado de compromiso, celos, entrega, sexo, inseguridades y amor que supone quererse en nuestros días.
Nuestros planes de vida pueden dar un giro de 180º si se nos cruza en el camino la persona equivocada… ¿o más bien sería la persona ideal? En el caso de Ana Karenina, que renuncia a todo (marido, riqueza, respeto social y ¡hasta a su hijo!) por seguir lo que le marca el corazón, su amor por el Conde Vronski, no parece que la cosa funcione del todo. Por si acaso aún hay alguien que no haya leído el final de este clásico ruso, lo dejaremos ahí.
“Acabas de cumplir 82 años. Has encogido seis centímetros, no pesas más de 45 kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 años que vivimos juntos y te amo más que nunca”. Poco más habría que añadir después de leer el inicio de ese sobrecogedor libro (Carta a D. Historia de un amor) que el filósofo y periodista André Gorz escribió a su mujer, y que para el que firma este artículo es sin duda uno de los mejores textos de amor que ha leído y leerá nunca. Teórico del ecologismo político y fundador de Le Nouvel Observateur, André compartió 60 años de vida con su esposa, 23 de ellos, los últimos, abandonando su trabajo en la revista para poder dedicarse a escribir y a cuidar de Dorine, que sufría una enfermedad degenerativa sin solución médica.
Aún hoy sigue escandalizando la lectura de Lolita. Y es que, aunque vivamos de vuelta de cualquier tipo de escándalo sexual, cuando un hecho que escapa a la moral imperante se narra con la profundidad y la delicadeza con que lo hace Nabokov, algo se nos remueve por dentro. Un hombre de mediana edad enamorado de su hijastra de 12 años, una pasión incontrolable que le lleva a cometer las peores tropelías.
Podría ser una película de instituto americano, pero hablamos de un drama en verso de finales del XIX. Cyrano de Bergerac no deja de ser la eterna historia del chico feo enamorado de la guapa, que a su vez sólo tiene ojos para el chico guapo. Cyrano es un soldado orgulloso y sentimental con unas maravillosas dotes para la palabra, pero tiene un gran defecto: su descomunal nariz, que le hace creer que nunca enamorará a la bella Roxana. En su compañero de batallas, en cambio, ocurre al revés: todo lo que tiene de guapo Christian le sobra de bobo… y también está enamorado de Roxana, que caerá hechizada por las cartas que recibirá firmadas por Christian, pero escritas por Cyrano.
De cómo un encuentro fugaz, casi podríamos decir una sola imagen, puede trastocarnos la vida nos habla, entre muchas otras cosas, esta novela breve del escritor italiano Alessandro Baricco, un prodigio de escritura minimalista que se lee de un tirón y se relee con gusto. Un comerciante francés del siglo XIX viaja a Japón para comprar huevos de gusano de seda.
Tan grande es nuestra obra magna, el Quijote, tantas facetas presenta que a veces se nos olvida que encierra tambiĂŠn una gran historia de amor: la de un hombre enamorado de una mujer que sĂłlo existe en su cabeza. Bueno, existir, Dulcinea existe, pero en vez de ser una dama elegante, pura y bella se trata de una campesina fea, sucia y ligera de cascos, que responde al nombre mucho menos delicado de Aldonza Lorenzo.
Una historia que nos llega del siglo VIII a. C., nada menos. Después de estar 10 años luchando, Ulises (Odiseo, en modo latino) vuelve a casa para reencontrarse con su amada Penélope. Pero el camino de vuelta a casa estará plagado de aventuras y obstáculos, con lo que tardará otros 10 años en llegar… A Penélope no le faltarán pretendientes a lo largo de esas dos décadas, pero ella, para quitárselos de encima, decide que no aceptará a ninguno hasta que no acabe de tejer el sudario en el que trabaja, el mismo que cada noche desteje a escondidas… Hasta que, por fin, llega Ulises.