Editorial
Por Gilberto Rocha
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uando usted reciba esta Carta de notiCCCias, estaremos disfrutando ya de nuestra máxima fiesta anual, en el 2021 con el nombre: Un Lugar en La Mesa, congreso en línea donde nos acompañarán expositores de diversos países pero con un solo objetivo, mostrarnos la importancia de ser invitados al banquete de nuestro Señor. En al mesa entablamos relaciones, halagamos, motivamos, corregimos, ayudamos, soñamos, negociamos, oramos, incluso, estudiamos la Biblia. De tal forma que es un llamado para abrir las puertas de casa y del corazón para dar y recibir. Después de un año de pandemia es tiempo de acompañar en el dolor y la desesperanza de quien sufre. Invitar a la mesa es orar por otros, proveerles en sus necesidades materiales, físicas, anímicas y espirituales. Es tiempo de mostrarles que en medio de la tormenta, Jesús espera sentarse a su lado en la mesa.
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Que en el valle de sombra y muerte, el pastor nos prepara un banquete aun en presencia de quienes desean nuestro mal. Dios sabía que pasaríamos lo que vivimos actualmente dentro de la pandemia, y somos privilegiados de que Él nos situara en este tiempo para mostrar las Buenas Nuevas, a Jesús como el único camino, verdad y vida, la esperanza para un mundo sin Dios. De igual forma, como pueblo del Señor, sabemos que en la mesa del Padre está su unción, su guía, su presencia.