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¿Me vacuno o no me vacuno?

El oponerse a vacunarse no surge con la pandemia actual, desde el descubrimiento de la vacunación han existido grupos en contra de esta práctica más o menos organizados que crearon un movimiento a nivel global que tomó relevancia a partir de la actual crisis sanitaria.

Se fundamenta en polémicos artículos como el publicado en 1998 por un investigador llamado Andrew Wakefield en la prestigiosa revista científica The Lancet, en el que se establecía un hipotético vínculo entre la vacuna de la triple vírica y el autismo. Con datos de solo 12 niños.

En contra de este único estudio, muchos otros (uno de ellos con más de 650.000 niños daneses desde 1999 hasta el 31 de diciembre de 2010, con seguimiento desde el año de edad y hasta el 31 de agosto de 2013) demuestran con evidencias muchísimo más sólidas que la vacuna de la rubeola, la parotiditis y el sarampión no provoca autismo. En consecuencia, el artículo de Wakefield fue retractado por haber publicado resultados “falsificados” en febrero del 2010.

La decisión de vacunarse o no, es personal y nuestras puertas siempre estarán abiertas cualquiera que sea su postura al respecto. No obstante deseamos dar respuesta a los principales argumentos en contra, con el deseo que puedan serle de utilidad.

No solo en el caso presente de las vacunas Covid, sino desde los argumentos que rechazan cualquier plan de vacunación, de tal forma para considerar argumentos al respecto se recomienda tener las siguientes consideraciones:

1. Que todas o algunas de las premisas en un argumento sean ciertas, no quiere decir que la hipótesis lo sea

.Es decir, es común que en la manipulación informativa, de forma premeditada o no, se pretenda demostrar una idea sin sustento partiendo de argumentación cierta. Pongamos lo siguiente como ejemplo: Las redes sociales censuran publicaciones que están en contra a los intereses ideológicos de los dueños de los mismos, es un hecho cierto y demostrable. Por lo tanto esas plataformas responden a los intereses de los Iluminatis que desean controlar el mundo por medio de ello. Es una aseveración sin fundamento alguno, con un riesgo alto de falsedad.

2. Todo estudio científico es objetivo, el cual debe de incluir no solo los beneficios sino también todos los riesgos descubiertos en ese momento.

En las conclusiones entonces se señala la conveniencia, de por ejemplo un medicamento, pero también las contraindicaciones del mismo. Actualmente mucha de la argumentación en contra de las diversas vacunas se basan en datos ciertos tomados de los mismos protocolos científicos, pero se omiten las mismas valoraciones de los expertos involucrados que recomiendan su uso a pesar de los riesgos reportados. Equivaldría al hecho de pretender negar la eficacia y consumo de cualquier medicamento por el simple hecho de que todos tiene algún tipo de riesgo referido.

¿Las vacunas de COVID-19 modifican mi ADN?

Edda Sciutto, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Autónoma de México (UNAM), asegura que se ha demostrado la “seguridad y la eficiencia requeridas” de las inmunizaciones aprobadas. En México esas son las de Pfizer, AstraZeneca, Sputnik, Sinovac, CanSino, Covaxin y Janssen, hasta el 13 de julio de 2021. “No hay ninguna evidencia que apunte a que pueden haber modificaciones en nuestras propias células por la administración de estas vacunas”, explicó la especialista, que forma parte del Departamento de Inmunología.

La investigadora coordina a un grupo multidisciplinario de expertos de la UNAM que trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19. “No se integran en nuestro genoma, no lo modifican. Solo usan nuestras células para la producción de la proteína S [Spike]”, señaló.

Sciutto recalcó, además, que es más probable desarrollar complicaciones a causa del coronavirus que por las dosis administradas. “Molestias, febrículas o dolor en el lugar de la aplicación, son síntomas de menor importancia que no comprometen la vida de la gente. Y el virus sí, la infección también. Es muy importante que las personas se vacunen”, agregó.

¿Las vacunas de Covid tienen óxido de grafeno?

El óxido de grafeno es una sustancia que resulta de la oxidación del grafito, cuando se reduce químicamente, puede crear grafeno, considerado como uno de los materiales “más fuertes y conductores” que existen, la Universidad de Manchester informa sobre algunas de sus aplicaciones en biomedicina, electrónicos, baterías, recubrimientos o membranas filtradoras de líquidos y gases, entre otros el coordinador del Laboratorio Nacional de Materiales Grafénicos, del Centro de Investigación en Química Aplicada (México), Salvador Fernández Tavizón, asegura que dicho químico no es usado en las inyecciones aprobadas contra el Sars-CoV-2. Y agregó, “No hay evidencia alguna que demuestre que el óxido de grafeno, sea en cualquiera de sus variantes, pueda ser empleado de forma segura como un material, como sustrato en vacunas”.

Salvador Fernández Tavizón, coordinador del Laboratorio Nacional de Materiales Grafénicos, del Centro de Investigación en Química Aplicada.

Si dicen que las vacunas Covid son efectivas ¿por qué siguen altos los índices de contagio?

Jeffrey Morris, experto en bioestadística de la Universidad de Pensilvania (EE UU), señala que las vacunas no evitan el contagio, pero sí disminuyen considerablemente la posibilidad de un caso grave o de la muerte. Sea como sea, la tasa de infecciones en vacunados parece bajísima, asevera y añade que en Estados Unidos es de entre 0,01% y 0,54%, según un recuento de la Fundación Kaiser publicado a finales de julio. El porcentaje de hospitalización o muerte es de 0,06% y 0,01%, respectivamente. La incidencia de hospitalizados vacunados en ese país es similar a la registrada en Israel (0,02%), los últimos datos muestran que los casos de infección entre vacunados ha comenzado a disminuir.

“Nuestro estudio es el mayor que se ha hecho en todo el mundo analizando contagios de forma aleatoria en la población general”, explica Koen Pouwels, investigador de la Universidad de Oxford.

Cabe señalar que al consultar algunos médicos de la congregación que laboran en el Sector Salud, coincidieron que en fechas recientes, personas no vacunas son la mayoría de quienes están hospitalizados por Covid con un cuadro grave.

Israel, por la alza de contagios, ¿es una muestra que las vacunas nos hacen más propensos al virus?

En una entrevista para importante medio de España, el mismo Jeffrey Morris, experto en bioestadística de la Universidad de Pensilvania, realizó un análisis de los datos de Israel, teniendo en cuenta el riesgo de infección en los diferentes grupos de edad y la tasa de inoculaciones. Su resultado es que en ese país las vacunas protegen de la enfermedad grave al 85% de los mayores de 50, tan solo unos puntos por debajo de los menores de esa edad, con un 91%. Con este simple ajuste los datos se parecen mucho más a los observados en otros países.

Según dio a conocer el Ministerio de Salud de Israel del 16 de agosto de 2021 respecto a pacientes gravemente enfermos de Covid, el 70% no estaban vacunados, 22% solo parcialmente vacunados y 8% tenían su plan de vacunación completo.

Lo que sí se demostró, afirma, que al ser Israel quienes llevan la delantera en el mundo, respecto al uso de la Pfizer / BioNTech y la de Moderna, muestran el periodo real de efectividad de ambas, lo cual es un precedente importante para los demás países. Agrega que llegará el momento que el avance científico permita que el Covid se presente como una gripe leve y se logre solo una vacuna por año, “en eso estamos trabajando los científicos del mundo” Concluye.

¿Las vacunas tienen efectos adversos para la salud muy graves, nos hará más propensos al virus y a la muerte?

“Corremos más riesgos al no ponernos la vacuna” asevera la doctora Elizabeth Arriaga Trejo, subdiretora de un hospital del sector salud y congregante de Calacoaya. Señala que la Organización Panamericana de la Salud dió a conocer la “Evaluación de la efectividad de las vacunas contra la COVID-19”.

Según la información actual y la experiencia clínica, los adultos mayores y las personas de cualquier edad que tienen afecciones médicas preexistentes graves pueden tener más riesgo de presentar cuadros de gravedad de COVID-19. Las afecciones de alto riesgo pueden ser las siguientes:

- Personas con enfermedad pulmonar crónica o asma de moderado a grave - Quienes padecen cardiopatías graves - Inmunodeprimidas, por ejemplo, por tratamiento del cáncer - De cualquier edad con obesidad grave (índice de masa corporal ([IMC] >40) o ciertas afecciones médicas preexistentes, especialmente si no están bien controladas, como diabetes, insuficiencia renal o hepatopatía. - Muchas situaciones pueden provocar la depresión inmunológica de una persona, por ejemplo, el tratamiento del cáncer o sida.

Otras líneas celulares de origen humano se crearon cáncer, tabaquismo, trasplante de médula ósea u órganos, deficiencias inmunitarias, VIH o SIDA mal controlado, el uso prolongado de corticoesteroides y otros medicamentos que debilitan el sistema inmunológico.

Es importante resaltar que no hay ninguna evidencia científica que alguna de las vacunas en contra del Sars Cov 2 haga posteriormente propenso al virus a quienes la recibieron. No obstante aún nos encontramos en el periodo en que se evalúan los resultados reales en la población a nivel mundial, los estudios en los diversos sectores de la sociedad son satisfactorios. Con pocos casos de reacciones graves y altos niveles de inmunidad por periodos aceptables (aunque no los deseados).

¿ Algunas vacunas están hechas de fetos abortados?

El Comité Asesor de Vacunas de España reporta que para la fabricación de algunas vacunas virales sí se usan cultivos de células de origen humano, fibroblastos, obtenidos en el laboratorio, llamadas WI-38 y MRC-5, y cuyo origen remoto fueron tejidos pulmonares de dos únicos fetos producto de abortos (uno en 1962 en Suecia y el otro en 1966 en el Reino Unido) efectuados de acuerdo con la legislación vigente entonces.

Después algunas células se produjeron mediante métodos naturales (división celular, mitosis) en el laboratorio, hasta la fecha. Por lo tanto, lo usado para la fabricación de vacunas son nuevas células creadas en laboratorio, y no “células de fetos abortados”.

Su uso se limita, hasta ahora, a vacunas en desarrollo, en particular a algunas candidatas a la prevención de la infección por los coronavirus. Son las líneas celulares denominadas HEK-293 y PER.C6, entre otras.

Al menos seis de los productos candidatos a vacunas del SARSCoV-2 utilizan cultivos celulares de origen humano. Cinco de ellos (entre los que están el chino de CanSino, el de la Universidad de Oxford y el estadounidense de Janssen) usan los cultivos celulares para producir adenovirus con limitada capacidad de replicación en grandes cantidades. En el otro, el de la Universidad de Pittsburgh, las células HEK-293 se utilizan para producir proteína S (spike) del SARS-CoV-2.

¿La vacunación Covid es un plan para aniquilar a la población por medio de un grupo élite que domina el mundo?

La Biblia dice que el enemigo es el príncipe de este mundo, y en el transcurso de la historia vemos a culturas como la griega o romana, que teniendo un poder supremo llegaron a una decadencia social y moral.

Teólogos reconocidos señalan que las afirmaciones de Pablo del libro de Romanos, en el primer capítulo, es condenando los excesos sexuales del gobierno de Nerón, en una sociedad edonista donde lo único que importaba era la satisfacción inmediata. Nada distante de lo que vivimos hoy, una comunidad globalizada controlada por grupos de poder que presionan a organizaciones internacionales y naciones para imponer ideologías contrarias a principios éticos, morales y científicos, en donde a lo malo se le dice bueno, y a lo bueno, malo. En donde al igual de aquella cultura, se promueve la perversión sexual.

Y también es claro que el mayor beneficiado detrás de una pandemia como la presente son laboratorios y farmacéuticas que se enriquece en el combate de la misma.

No obstante las premisas son ciertas, inducir la hipótesis de que las vacunas son un medio de exterminio humano, carece de todo fundamento. Las supuestas pruebas al respecto de quienes sostienen tal afirmación, se basan solo en conjeturas sin bases sólidas.

Lo que sí es cierto es que las vacunas han demostrado su eficiencia y eficacia. De acuerdo a los esfuerzos científicos, en un futuro próximo la pandemia será controlada, y después erradicada.

Para concluir, la doctora Elizabeth Arriaga Trejo recomendó que para este invierno, además de la vacuna Covid, será necesaria la de la influenza, para evitar complicaciones en dicha temporada.

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