Fiesta poética 2015
Homenaje a José Watanabe Varas
Rudy Jordán ~ Tilsa Otta ~ Mario Pera Marco Gonzales ~ Alessandra Tenorio Stefano Uccelli ~ Karel Sánchez ~ Gabriella Wong
Fiesta poética 2015 Homenaje a José Watanabe Varas
Rudy Jordán ~ Tilsa Otta ~ Mario Pera Marco Gonzales ~ Alessandra Tenorio Stefano Uccelli ~ Karel Sánchez ~ Gabriella Wong
Lima, setiembre de 2015 © de los autores © Asociación Peruano Japonesa
Rudy Jordán (Lima, 1985)
nubes huancaínas
Parto sin ti. Otra vez en tren huyendo de estas mañanas repetidas tras las nubes huancaínas que volamos una vez. ¿Te acuerdas? La misma estación el vagón número tres la misma mesa en forma de luna la ventana panorámica por donde vimos correr a Dios. Es el mismo zigzagueo de velero ebrio los mismos rieles despellejados. el mismo guía solitario. En el último vagón el viejo maquinista los gringos con sus cámaras de National Geographic. Aún canta la brisa ambarina que nuestros ojos hería los perros correteando los nísperos bailando los niños saludando
como si aún estuviéramos buscando aquella bella flor. Por mis mejillas desciende la pálida hierba que en nuestros labios reverdecía. Una herida se abre en el cielo: una lágrima diluvial. Estoy aquí, en el mismo tren que amamos, y que ahora es insomne. Atravieso los infinitos túneles de tu ausencia. Cargo mi boleto mi maleta mis huesos y tu sombra. De Respiración artificial, 2015.
Las palabras no nos reflejan como los espejos, así exactamente, pero quisiera. «Los versos que tarjo» El huso de la palabra.
la palabra imposible
Busco todos los días entre calles sombrías y verdes praderas una palabra bella y verdadera que me libre del dolor. La busco en el más hondo silencio de mi cuerpo entre mis ojos desiertos una palabra perdida que me despierte del ensueño de quien he sido y de quien soy. La busco en el silencio más límpido del cielo en la colina más sola de la Tierra bajo el torrente bermejo de mi sangre una palabra ligamento que adherida a mis huesos cante al mismo tiempo mi más íntima cuita mi más puro candor.
Busco en las noches todos mis dĂas una palabra bella y verdadera que contenga en un beso todo el universo la herida que nos deja el tiempo todo amor florece desde el fondo del dolor.
Tilsa Otta
(Lima, 1982)
reflexión final
Es increíble lo que la lluvia puede hacer por una pared manchada Lo ha dicho un ángel del área de limpieza A las amas de casa A ellas que cada mañana Recogen los restos de Dios Del sueño del hombre que trabaja Sus consejos útiles dejan huellas imborrables Claros de cielo sobre la tierra inmunda Iluminada camino a su cueva Me abraza muy fuerte para ser humano Sus largos dedos En señal de victoria sostienen el cielo Yo camino sobre el aire que respiro Expiro Y amanece en alguna parte Todo respira Y es imposible estar muerto Imposible Dios Con pocas palabras me creaste Y yo hago todo esto Yo creo todo esto
Y cuando siento que le doy la espalda a la verdad Me volteo Y sĂŠ que te gusta mi amor De Antimateria. Gran acelerador de poemas, 2015.
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La perra ahíta se le va pero regresará pronto con más perritos. En este caserío tan pequeño nadie se aleja nunca. «Vieja con perra» Banderas detrás de la niebla.
En bus al Ministerio de Relaciones Exteriores camino largo y paciente bajo el sol de La Victoria más que bienvenido para recoger mis documentos de la ventanilla nueve apostillados en una esquina complicada hay ropa en el suelo prendas blanquiazules sobre mantas de todas las tallas y gorras la vendedora de espaldas una familia de frente el bebé en brazos a punto de ser iniciado con una pequeña camiseta la madre inserta sus brazos regordetes en las mangas sin cuidado y la pasajera de atrás comenta Cómo molestan a la criatura 11
que está sin embargo muy tranquila como si no fuera con ella la pasión, el sentimiento, el mediocre campeonato local la tradición popular y sonreímos porque le queda a la medida y el carro arranca pasamos el estadio de Alianza y a unos metros un hombre dibujado en la pared un futbolista César Cueto ¡El poeta! exclama un pasajero Generación del 70 agrego en silencio
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Mario Pera (Lima, 1982)
ecos desde la tumba
Te pido ayuda, oh Dios, y no respondes, te suplico y no me haces caso. Job 30:20
Cómo se llama aquella vieja plegaria vestigio de una nación extinta, rezo que murió abatido por el síncope de una retórica baldía. Debo decir que mi lacerada boca intenta deletrear Kyrie Eleison Kyrie Eleison, más aquella suplica aquel canto al Padre, se trenza con la decadencia de mi fe y rueda por mi lengua hasta deshacerse en mis labios. Cómo se llama aquella plegaria eco que repica ronco en una tumba, y que luego es elevada al Padre al Hijo; rezo cuyo nombre se fermenta en la homilía, 13
cuya bendición se pudre agria tras la lectura del evangelio y como una hostia bañada en vinagre y hiel, aceda el credo durante la eucaristía. Plegaria de tenue compás de nombre proscrito, ¿será alguien capaz de decirme el derrotero de tu desdicha, o el sepulcro en el que yacen enterrados los claveles negros que lloran tu muerte? ¡Hijos de la sacra carne, díganme! ¿Por qué huyen de su credo? ¿Por qué le permiten a la angustia caminar asida de su mano? ¿Son tantos que escuchan mi clamor, y ninguno que pueda revelarme su nombre? Kyrie, rex genitor ingenite, vera essentia, eleyson. Kyrie, luminis fons rerumque conditor, eleyson. Kyrie, qui nos tuæ imaginis signasti specie, eleyson. Ahora lo sé, plegaria solo eres: la espuma que descansa tumbada en la comisura de mis labios, vagando a orillas de la muerte. De Preparaciones anatómicas, 2009.
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Ya se está yendo con su costumbre de ir bailando por el camino para mecer al hijo que llevaba a la espalda. Once hijos, Señora Coneja, y ninguno sabe qué diablos hacer para que su cadáver tenga alegría. «Responso ante el cadáver de mi madre» Banderas detrás de la niebla.
tres haikus en flor para j . w.
Polvo quebrado: once hijos naciendo de la coneja. Sombra de culpa: cicatriz del recuerdo, fuego despierto. Cadáver/oruga recorre la alegría, útero de humo.
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Marco Gonzales (Chiclayo, 1982)
destrero en las sombras
hoy quise examinar las sombras / pero es día nublado en la ciudad / las sombras van por dentro / se esconden en los corazones de los transeúntes que a pesar de moverse parecen ir a ninguna parte / sabrá usted que no todos los que caminan son caminantes me detengo en los jardines descuidados / en los pájaros inquietos sobre los arbustos que a fuerza retoñan / busco las veladas proyec ciones de los cuerpos / para iniciar mi científica adivinación / de bruces mi rostro golpea el cemento / los postes de alumbrado son concretas presencias habituales / igual que nuestro rostro ante el espejo exasperado por la repetición de la imagen / un cambio / sí / se hace necesario un cambio años de siete mala signifique ello aunque
suerte
alguien dice / podemos romper miles de espejos y no quebrar la impertinencia de nuestra imagen 17
en una de las esquinas / donde el viento se contorsiona para abrir se paso y escindirse por igual / un perro pequeño juega con su amo bajo un letrero que advierte cuidado / el decurso del tiempo hace lo suyo / mata al perro entristece al humano desluce el letre ro / no habrá señal de cuidado / el peligro perdura continúo el recorrido desde mis ojos vigías / los autos gestan in sectos pulmonares / tan amaquinados y veloces sin poder escapar de sí / tan agregoriadossamsa después del intranquilo sueño / hijos de una misteriosa selección contranatura / se aferran a los volantes / malaventurados en sonidos y silencios / cíclicos en su evolución / como mis pies que dan forma a sus pasos si yo fuese caminante haría círculos / círculos perfectos / siempre regreso al mismo lugar que no es más que la pregunta misma / y no la misma pregunta / no es más que el espejo reflejando el eco profundo de los dioses / entes paganos lisiando un alma barroca un espiral de movimientos ilumina el dédalo de mi suerte / así son los círculos / lo que gano en espacio lo pierdo en tiempo / voy al mismo punto / llevo la misma ruta / de jerusalén a jericó y viceversa no he de detenerme / cabe siempre la posibilidad que el sol salga / y me vea obligado a mostrarles mi sombra (Inédito) 18
Un cadáver puede provocar una filosofía del ensimismamiento... «Sala de disección», El huso de la palabra.
sala de necropsia
recuerdo vivamente su rostro / horas antes aquel cuerpo había sido una niña / ahora es un instrumento de aprendizaje / gélida y desnuda en la melancolía de su tegumento / la rigidez de un cadáver es como el ocaso de una ilusión los alumnos rodean el cuerpo / como cercando la muerte / quie ren educarse en sus implacables mecanismos / la sala no alberga un rayo de infinito / sino la voz didáctica de un médico legista que sentencia / la muerte es un proceso señores la vida también el ayudante con delantal de carnicero serrucha el cráneo / lo des pelleja / un río nace del interior de la cavidad y discurre por los parietales / es un río largo y caudaloso de líquido cefalorraquídeo / un río de música crepuscular que ineludiblemente viajará por el alcantarillado / los alumnos anotan en sus cuadernos las carac terísticas hidrocefalias / todos ven la inocencia de aquel cerebro / pero nadie junta las palabras requeridas para que florezca una oda 19
ahora abriremos el tórax dice el legista / y es posible leer en aquel corazón marchito / el verbo de quien agonizó entre nosotros / los alumnos se aproximan a las causas del fúnebre vacío / miro el cuerpo a medio diseccionar / y pienso que como en la vida de los muertos / es la ignorancia de conocernos / nuestra eterna compañía hay quien se marcha de la sala y se apresura a vomitar // la pala bra no se sacia en sí misma / pues se sabe negligente a lo profun damente inasible hay quien se conmueve cuando el ayudante corta el abdomen // los muertos hablan de su muerte para que los vivos sospechemos de la vida y hay quien se deslumbra en los virginales colores de las dentru ras // el orden del mundo está hecho / de contradicciones una voz en el aire parece susurrar / dejadla sola dejadla sola de jadla / que sumergida en el lago de sus penas / se habrá hinchado con los sueños que no pudo cumplir / la muerte es un proceso señores / repite el médico legista / mientras el carnicero con de lantal de ayudante deposita el cerebro en el abdomen se cierran las cavidades que abrió el hombre / me quedo casi quieto esperando el rayo / y mi boca hace una frívola burbuja / de saliva
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Alessandra Tenorio (Lima, 1982)
sin título
Soy tu paraíso perdido pero tú no querías el paraíso preferías silencio claustrofobia teléfonos apagados y periódicos todos los días las noticias del periódico indiferencia muerte abuso escenarios perfectos para el drama Yo tenía pocos años una jaula de cristal un gran amor que me dolía que me dolía como un fierro caliente como perderte un brazo dejar la casa paterna acostumbrarme al silencio como un nuevo lenguaje Mi corazón era un monstruo al que alimentaba tu retorcida terquedad carreras largas para alcanzarte no te vayas no te vayas contéstame el teléfono mi cuerpo bloqueando la puerta de entrada una dos cien veces como si el amor fuera este infinito de doppelgängers que me ronda esta guerra que no me resigno a perder
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Leer tu mente es una virtud que recién poseo: tú no querías el paraíso (sabías que eso no bastaba para alcanzar la felicidad) (Inédito)
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No se puede amar lo que tan rápido fuga. Ama rápido, me dijo el sol. Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino, a cumplir con la vida: yo soy el guardián del hielo. «El guardián del hielo», Cosas del cuerpo.
Pepe, para mí el amor también es un bloque de hielo derritiéndose entre mis manos. He seguido tu consejo, he amado rápido, corriendo con la potencia de un tren-bala para alcanzar todas las estaciones. Te confieso un secreto: tengo miedo de los días de sol, hacen que mi corazón se agite con la potencia de un campo lleno de tulipanes. Amar rápido es bello, pero puede ser perverso. La sabiduría de un astro, en las tardes de verano, nos ha enseñado que no se puede amar lo que tan rápido fuga. Entonces yo, Pepe, ¿estaré condenada a perder todos los trenes?, ¿a extraviarme sola en campos de flores amarillas? 23
Porque para mí el amor ha sido siempre esta carrera en la que nadie puede seguirme. Amo rápido, y por eso siempre me encuentro presa de la ingenua alegría de los maratonistas que llegan sin compañía a la meta. Amar rápido puede ser perverso, Pepe, pero no conozco otra forma de enfrentarme a la vida yo también.
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Stefano Uccelli (Lima, 2000)
Tienes algo de intercambiable conmigo, algunos órganos secretos, los más saludables y hermosos, o el sabor o la mirada. «El baño», Cosas del cuerpo.
Abro los ojos y veo tu rostro y me despierto en este juego que tenemos de mirarnos y reír. Pero se acabó no más miradas no más sonrisas tan solo un roce violento al verte pasar. Solo quiero que estés y sentirte conmigo sombra de luna.
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Karel Sánchez (Lima, 2000)
Posiblemente en la infancia he pintado pájaros pero jamás les he hallado relación exacta con los aviones. «Acerca de la libertad», Álbum de familia visiones de infancia
En mi infancia puede ser que haya soñado con mariposas pero nunca las vi parecidas a las cometas. Cuando era niña vi muchísimas muñecas pero jamás las vi que conversaran entre ellas. De pequeña me asustaban los fantasmas pero nunca los confundí con mis mantas. En mi infancia vi muchas veces el mar pero nunca lo vi parecido al agua de mi tina. Cuando era chiquita me daban muchas medicinas pero nunca supe cómo me curaban. He visto tantas cosas en mi vida pero nunca nada me sorprendió tanto como cuando vi a mi papá volar.
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Gabriella Wong (Lima, 2000)
Estoy tentado a liberar este pájaro a devolverle su derecho de morir sobre el viento. «Acerca de la libertad», Álbum de familia
Me pierdo en lágrimas de aire libertades que se pierden y botellas que se encuentran soy un saco de huesos carcomidos por la soledad la idea de justicia me hace agonizar y desesperado huyo, vuelo, te dejo encerrado. Rocío con letra de sangre y alas hereditarias hacen que se me partan los labios quiero morir a mi manera y vivir con letargo me cortaron las alas y la corriente me arrastra me hiere pero ya no duele. Sigo siendo la misma alma perdida y tú la misma navaja cortante no quiero saber de cartas sin tinta de palabras vacías y llantos oscuros.
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Prefiero correr sobre la brisa que seguir soportando balas y piedras tengo un dolor agridulce en la clavĂcula que me retiene cuando me quiero librar.
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notas biográficas
Rudy Jordán. Comunicador, documentalista y escritor. Ha publicado los poemarios En las arenas del tiempo (2007) y Respiración artificial (2015). Escribe por la misma necesidad vital por la que viaja: conocerse a sí mismo, a los demás y, en ese trayecto, abrazar el mundo. Tilsa Otta. Artista y poeta. Ha publicado los poemarios Mi niña veneno en el jardín de las baladas del recuerdo (2004), Indivisible (2007) y Antimateria – Gran Acelerador de Poemas (2015), y el libro de cuentos Un ejemplar extraño (Solar, 2012). Mario Pera. Escritor, diseñador gráfico y abogado. Ha publicado los poemarios Preparaciones anatómicas (2009) y Ruido Blanco (2011, 2015), y el ensayo Fare l’America or learn to live in it? Italian immigration in Peru (Universidad de Toulouse, 2012). Actualmente dirige la revista web cultural Vallejo & Co. (www.vallejoandcompany.com) y la editorial de e-books Vallejo & Co. Marco Gonzales Peralta. Abogado y poeta. Ha publicado los poemarios Satélite fantasma (2012) y Dialéctica de la ignorancia (2015). Su trabajo poético ha sido reconocido con diversas distinciones regionales. En la actualidad cursa la Maestría en Ciencia Política en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Alessandra Tenorio Carranza. Poeta y gestora cultural. Ha publicado los poemarios Porta/Retrato (2005) y Casa de zurdos (2008). Poemas suyos aparecen en las antologías en el extranjero como en México y España, entre otros.
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Stefano Uccelli. Estudiante del tercer año de secundaria del colegio «Los Reyes Rojos» de Barranco. Karel Sánchez. Estudiante del tercer año de secundaria del colegio «Los Reyes Rojos» de Barranco. Gabriella Wong. Estudiante del tercer año de secundaria del colegio «Los Reyes Rojos» de Barranco.
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Fiesta poética 2015, homenaje a José Watanabe Varas. Plaqueta que conmemora el setenta aniversario del nacimiento del poeta. Estas treinta páginas en homenaje a Watanabe lo recuerdan a través de la voz y creación de poetas y estudiantes de secundaria.
todos acuden y ríen largamente ríen, incomprensiblemente ríen [...] Hoy esa risa se oye aquí, en estas bocas, como un eco que demoraba, hasta que vino. «La risa» de El huso de la palabra.