DEMOCRACIA DE GÉNERO: DESENPOLVANDO LOS IMAGINARIOS SOCIALES DEL PATRIARCADO. HACIA UNA IGUALDAD BASADA EN DERECHOS HUMANOS.
aparente respeto por la libertad e igualdad y
I. Introducción: Los imaginarios sociales
socialmente fuerte– frente a la feminidad que
que discriminan producto del patriarcado
se la piensa –de manera equivocada, por
y degeneran la democracia
supuesto–
que podría denominarse más bien como contrato sexual o pacto de sujeción de la masculinidad
sumisión Las sociedades que actualmente se definen como “democráticas”, entablan una suerte de imaginario asociativo en el que se exige un mayor tratamiento igualitario de participación entre hombres y mujeres dentro de la arenga política pero con un elemento que trastoca de principio a fin ese cometido: el reconocimiento basado en la indiferencia; aquél que juega a una especie de “invitación” para que la mujer participe pública y políticamente pero sin tomar en cuenta sus propias necesidades, sin dotarle de espacios públicos
de
participación
y
diálogo
democrático y sin reconocerle su capacidad de autonomía para ejercer el activismo político de conformidad a sus intereses. Esta problemática trae consigo la negación de la igualdad en la diferencia y la vejación de la verdadera participación ciudadana; situación que se vuelve emergente y preocupante, pues la dignidad de las mujeres se ve rezagada y presa en el engranaje de un sistema por medio del cual se recrea un contrato social con
–concebida
como o
mayoritaria
aquella
sometimiento de
lo
como
fuerza
condición a
la
masculino,
de regla
de
lo
“socialmente” aceptable o de lo que “no pone en peligro el buen orden o manejo de una comunidad social”. Bajo ese esquema, la democracia no pasa a ser más que un imaginario social vacío de contenido, una falacia en la que no se alcanza la igualdad y el ejercicio pleno de la ciudadanía por parte de las mujeres, si es que como bien señala Alda Facio, “[…] en vez de reconceptualizar el listado partiendo de las necesidades, intereses y sueños de ambos sexos, simplemente se establece que de ese momento en adelante la mujer gozará de los mismos derechos que fueron pensados desde la experiencia vivencial de los hombres sin que importe que las mujeres no hayan participado
en
la
conceptualización
y
derechos,
que
y
sin
definición,
selección importe
de que
esos la
experiencia de vida de las mujeres sea diferente y desigual a la de los hombres, porque lo que es concebido desde la óptica
masculina se considera como “válido para
defendida dentro de un contexto plural,
todos” –y como socialmente aceptable por
multidiverso, democrático y construyendo un
1
todos, al menos en el imaginario social–” .
proceso abierto en el ámbito de lo público en
Se hace inevitable, por tanto, la
donde converjan tanto la libre deliberación
puesta en marcha de una democracia de
como el respeto a la identidad social de los
género basada en el reconocimiento a la
individuos –hombres y mujeres– y su forma
diversidad y la diferencia de personas que
de expresarse, lo que finalmente se traduce en
tienen y ejercen los mismos derechos –
respeto a la dignidad humana.
hombres desarrollo
y
mujeres pleno–
con y
autonomía
que
y
La
desigualdad,
empero,
va
participan
generando formas de violencia y prejuicios
activamente de las decisiones de carácter
mentales que en los diferentes niveles de la
político, público y social. En efecto esta idea
vida social han ido trascendiendo hasta
implica, a su vez, “[…] diálogo, información,
consolidar una especie de normalización de
participación activa, negociación y acuerdos
un trato diferenciador y discriminatorio hacia
entre ambas partes en base a sus intereses
la
comunes y diferentes. Una ventaja del
costumbre cultural producto de la estructura
término “democracia de género” como meta
de
final podría ser su utilidad para convocar a
problemática
muchos sectores hacia un amplio consenso,
contradicciones y políticas equivocadas que
dado que nadie quiere ser antidemocrático.
marcan una senda ideológica por medio de la
Sin embargo, en términos de contenido y
cual, como bien señala Marcela Lagarde:
objetivo, quiere alcanzar lo mismo que la
“[…] la dominación patriarcal se agudizará y
equidad de género” .
se ampliará la brecha entre mujeres y
2
mujer,
convirtiéndose
sociedades
casi
patriarcales3; llena
de
en
en
una
una
complejidades,
Los partidarios de la consolidación de
hombres, aumentarán la feminización de la
una democracia de género participativa y
pobreza, la marginación de las mujeres, el
deliberativa coinciden en que la acción 3
colectiva encuentra justificación única y exclusivamente si es que ésta puede ser 1
FACIO, A.; Cuando el género suena, cambios trae. Metodología para el análisis de género del fenómeno legal, San José, ILANUD, 1996, p. 23. 2 MEENTZEN, A., GOMÁRIZ, E. (comp.), et.al.; Democracia de género, una propuesta inclusiva, San Salvador, Fundación Heinrich Böll, 2003, p. 8.
Cfr., RODRÍGUEZ PEÑALOZA, M., ARRIAGA ÁLVAREZ, E. G., ÁNGELES CONSTANTINO, M. I.; “Cultura democrática de género: discriminación, cuotas de género y simulación”, en: Revista Espacios Públicos, vol. 16, núm. 38, septiembre-diciembre, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, 2013, pp. 41-63, 48. Vid., además, CORDERA, R.; “La desigualdad marca nuestra historia”, en: TOLEDO, F., WOLDENBERG, J. (coords.); Los desafíos del presente mexicano, México D.F., Santillana, 2006, p. 197.
femicidio
tumultuario).
Y es que, consecuentemente, tanto en
Aumentará también la disputa patriarcal entre
la vida pública como en la social y
los hombres, crecerá la expropiación de
políticamente estructurada se recrea una
millones de ellos realizada por cada vez
especie de espejismo social o simulación
menos hombres y sus poderosos mecanismos
donde aparentemente se pretende integrar a la
e instituciones, y […] se agudizarán el
mujer
machismo y la violencia de unos hombres
participativo, pero que, una vez más, es
contra otros. Si no enfrentamos con eficacia y
consciente de que todavía hay un mundo
efectividad el sentido patriarcal de la vida,
influido por la dominación de lo masculino
cada año y cada día que pasen, en lugar de
frente a lo femenino, en que la mujer es un
aminorar, los sexismos se sumarán a otras
sujeto abstracto en la vida pública por la
formas de dominación nacional, de clase,
imposición de roles que van marcados desde
etnocida. Los sexismos, como hasta ahora,
una visión de poder y control social
serán atizados y usados como combustible
masculino. En ese mismo sentido, Jean
para los neofascismos, la fobia a los
Baudrillard menciona que: “[…] vivimos en
extranjeros, a las personas de otras opciones
un mundo de simulación, en un mundo donde
políticas, de otras creencias y prácticas
la más alta función del signo consiste en
religiosas o mágicas, sexuales, estéticas. La
hacer desaparecer la realidad y enmascarar al
fobia a los otros, a las otras, se reproduce por
mismo tiempo esa desaparición… ya no hay
el fomento de la desidentificación entre
una función del sujeto, un espejo crítico
personas diferentes. Esta creencia dogmática,
donde se refleja la incertidumbre, la sinrazón
refuerza la tesis de que sólo pueden
del mundo es el espejo del mundo mismo, del
identificarse positivamente, entre sí, las
mundo objetual y artificial que nos rodea y
personas y grupos semejantes. La fobia al
donde se reflejan la ausencia y transparencia
otro,
del sujeto”5.
como
(individual
sustrato
o
cultural
y
de
la
en
el
espacio
democrático
y
autoidentidad llega al extremo cuando el
Esa ausencia de la mujer del sistema
horror, el rechazo y el daño se legitiman y
político y democrático y, concomitantemente,
abarcan a cualquiera”4.
de la participación en el espacio público es consecuencia de la exclusión promovida por
4
LAGARDE, M.; “Identidad de género y derechos humanos: la construcción de las humanas”, en: Caminando hacia la Igualdad Real. Manual en Módulos. Programa Mujer, Justicia y Género, San José, Ilanud, 1997, pp. 2728.
las estructuras patriarcales que marcan una 5
BAUDRILLARD, J.; La sociedad de consumo. Sus mitos, sus estructuras, trad. de Alcira Bixio, estudio introductorio de Luis Enrique Alonso, Madrid, Siglo XXI, 2007, p. 15.
tendencia a alejar lo personal de lo político y
diplomacia y en la forma en que se practica la
a separar el mundo público del privado,
política”7.
dejando este último para la mujer e
Combatir esa situación es el reto de la
imponiendo sobre las bases de lo masculino,
modernidad por buscar una democracia
las “condiciones” para el ejercicio del poder y
política que entienda que el terreno de la
el control social. De ese modo, lo que se está
igualdad de género resulta esencial para crear
generando es una auténtica discriminación
sociedades simétricas y no basadas en
puesto que “[…] el patriarcado distingue dos
asimetrías y exclusiones, sino en la equidad
esferas de acción y producción simbólica
frente al goce y ejercicio de los derechos de
totalmente separadas e independientes entre
libertad y participación. Ese acceso a la
sí. Una, la pública, es reservada a los varones
equidad simétrica permite el desarrollo de
para el ejercicio del poder político, social, del
una democracia política plena y también
saber, económico, etc.; y la otra es para las
desarrolla una fundamentación de género en
mujeres quienes asumen subordinadamente el
que la mujer se empodera del espacio público
rol de esposas y madres. Por supuesto esta
como sujeto independiente, libre y activo que
distinción sólo es aplicable a las mujeres,
participa del voto, de la deliberación en la
puesto que los hombres transitan y en
toma de decisiones, en la organización
definitiva gobiernan ambas esferas. Los
política
valores democráticos deben vivirse tanto en
populares, en la expresión de información
la esfera pública como en la privada”6. Es por
política y en la exigencia, promoción y
ello, que el feminismo “[…] critica la
garantía de sus derechos. Esa actuación
tendencia a ofrecer una serie de valores que
completa y desarrollada le permite a la mujer
deben guiar las interacciones en lo personal o
ejercer a plenitud los derechos de ciudadanía
lo privado, y otra serie de valores que deben
y vivir en democracia8. La teoría democrática
guiar las interacciones en el mundo público
que se empieza a edificar en nuestros
y
de
movimientos
sociales
y
de la política y el poder. La empatía, la compasión y los valores orientados hacia la persona, son los que deben ser valorados y afirmados no sólo en la familia y el hogar sino también en el diseño de políticas, en la
6
LAGARDE, M.; “Identidad de género…”, op.cit., pp. 8-9.
7
HARRIS, K.; “Moving into the New Millenium”, en: PEPINSKY, H., QUINNEY, R. (comp.); Criminology as peacemaking, Indiana, Indiana University, 1991, p. 88. 8 Cfr. RODRÍGUEZ ZEPEDA, J.; “¿Por qué la igualdad de género es constitutiva de la democracia?”, en: FERNÁNDEZ CHRISTLIEB, F., CRUZ, E., LAJOUS, A., et.al. (comp.); Género y Democracia, México D.F., Consejo Nacional para prevenir la discriminación, 2012, p. 61.
tiempos, por tanto, concibe que la igualdad
propósito de la familia o de la sexualidad, es
esencial
y
decir en relación a ámbitos propios de lo
democrático es aquella igualdad de derechos
privado, a la par que son excluidas del ámbito
de
(derechos
público como lo demuestra su reciente
políticos) reconocidos tanto a mujeres como a
conquista (menos de 100 años en Europa y
hombres en tanto se les reconozca como
menos de 50 años en muchos países
sujetos
latinoamericanos) del voto”9.
para
libertad
un
y
e
sistema
participación
individuos
político
autónomos
e
independientes.
Al no concebirse a la democracia
Entender entonces que lo personal es
como un sistema plural con igualdad de
político, supone también la referencia de que
género y al intentar que las mujeres participen
“[…] las discriminaciones, opresiones y
del espacio público y político como meros
violencia que [sufren] las mujeres no son un
sujetos abstractos, imponiéndoles el uso
problema individual, que sólo concierne a las
exclusivo de la esfera privada para ellas, lo
personas involucradas, sino que la expresión
único que se genera es un imaginario social
individual de esa violencia en la intimidad es
en sentido negativo, de corte eminentemente
parte de una condición estructural que por
masculino y con rasgos autoritarios y
tanto responde a un sistema y a las estructuras
machistas. Una democracia identitaria con lo
de poder. Se trata entonces de un problema
masculino
social y político que requiere soluciones en
democracia, es simplemente un arraigo social
ese nivel. Así, el silencio de las mujeres
identitario desde la estructura patriarcal y
frente a la violencia es parte de la conducta
desde el machismo, que condiciona al sistema
esperada de parte del patriarcado; es la
a operar y a activarse desde los intereses
respuesta para la cual todo el aparato estatal y
políticos y sociales del hombre sin tomar en
la sociedad en su conjunto, está preparada,
cuenta los de la mujer. Charles Taylor, por
mientras que la denuncia da cuenta de la
ejemplo, ha sostenido que el “[…] arraigo
incapacidad
para
social es pues ante todo una cuestión
asegurar el ejercicio de los derechos humanos
identitaria. Desde la perspectiva de la noción
tan universalmente planteados. En el derecho
que tiene el individuo de su propia identidad,
la distinción público/privado cruza todo el
significa la incapacidad de imaginarse a sí
entramado normativo y responde a los
mismo fuera de cierta matriz. Pero también
parámetros que definen ambas esferas en las
puede concebirse como una realidad social;
sociedades
de
dichas
patriarcales.
estructuras
En
efecto,
son
tratadas
explícitamente
lo
femenino
no
es
las 9
mujeres
sobre
a
LAGARDE, M.; “Identidad de género…”, op.cit., p. 10.
en este caso se refiere a nuestra forma de
se les debe enseñar en su infancia”11, resulta
imaginar colectivamente nuestra existencia
no solamente aberrante sino totalmente
social, como por ejemplo la necesidad de que
inhumano y amoral. El mantenimiento de ese
nuestras acciones más relevantes sean de la
pensamiento hostil y su impregnación en el
sociedad en su conjunto, y deban tener cierta
contrato social dentro del sistema político y
estructura para poder realizarse. Crecer en un
democrático de un determinado Estado,
mundo donde reina esta clase de imaginario
supondría colocar a la mujer en un plano de
social marca los límites de la noción que
subordinación natural en que la transición de
podemos tener de nuestra propia identidad” 10.
ésta por adquirir su plena libertad de actuación viene determinada por una suerte
II. Construyendo la democracia de género
de “diligencia” que obtiene del varón
a través de la identidad femenina y
(hombre que ejerce su masculinidad) para
deconstruyendo las sociedades identitarias
restaurar en la sociedad civil y en el espacio
masculinas. Por una paridad de género en
público la subordinación a la que ya estaba
el espacio público.-
siendo sometida en un estado de naturaleza de opresión
La identidad de las mujeres y su autonomía
y desarrollo
dominación
meramente
masculina12. Así, el siguiente pasaje de
sin
Carole Pateman, por ejemplo y de manera
embargo, al crear y sostener el mantenimiento
muy acertada, demuestra que en términos
de sociedades identitarias de lo masculino.
rousseaunianos el contrato social viene a ser
Pretender instaurar el errado criterio de
un contrato sexual oculto y prestablecido y
Rousseau de que “[…] la educación –y por
condicionado. A decir de dicha autora, ese
ende la participación en la vida pública– de
contrato sexual oculto degenera la identidad
las mujeres deberá estar siempre en función
de la mujer y su autonomía cuando se
de la de los hombres. Agradarnos, sernos
establecen criterios machistas en los que el
útiles, hacer que las amemos y estimemos,
varón subordina a la mujer hasta hacerla
educarnos
“entender” que:
cuando
se pierde,
y
somos
pequeños
y
cuidarnos cuando crecemos... Estas han sido siempre las tareas de la mujer y eso es lo que
10
TAYLOR, C.; Los imaginarios sociales modernos, trad. de Ramón Vüá Vernis, Barcelona, Paidós, 2006, p. 73.
ROUSSEAU, J. J.; Emilio o la educación, traducción de Ricardo Viñas, en línea en: http://www.consensocivico.com.ar/uploads/54522 3710f247-Rosseau%20%20Emilio%20o%20la%20Educaci%C3%B3n(C C).pdf (Último acceso: 27/10/2015 22:48), p. 23. 12 Cfr. CALDERÓN QUINDÓS, F.; “La mujer en la obra de Jean Jacques Rousseau”, en: Revista de Filosofía, vol. 30, núm. 1, 2005, pp. 165-177, 175.
participando de la vida política y discutiendo “[…] mujer, cuando quiera que te
sobre asuntos de interés público y social y
subordines tú también lo querrás,
luchando contra cada acto de abuso que
cuando me reclames que te proteja, lo
pretenda una desenfrenada y autoritaria
haré para dar fe de mi contrato,
subordinación. En la lucha por establecer una
porque me obligo al hacerte mía, pero
verdadera democracia de género, autores
no porque así quede compensada la
como Barrie Thorne, Cheris Kramarae y
situación. Con quien contrato es
Nancy Henley han mencionado que “[…] el
conmigo, y no contrato con nadie más
género no es un hecho unitario ni natural,
que conmigo mismo. En ti reconozco
pero toma forma en relaciones sociales
una propiedad, y si te protejo es sólo
concretas e históricamente cambiantes”14. Por
porque
su parte, Gerda Lerner menciona que el
eres
mía
y
no
porque
renuncies a ser tuya”13.
género: “[…] es la definición cultural del comportamiento asignado como apropiado
Ese contrato sexual oculto degenera
para cada uno de los sexos en una sociedad
la democracia y la participación de la mujer
determinada. El género es un conjunto de
en el espacio
Al
roles culturales. Es un disfraz, una máscara
considerarla como menos instruida y sin
con la que hombres y mujeres bailan su
capacidad
desigual danza”15.
público
consciente
y político.
y
reflexiva
para
aprender y educarse y como una máquina al servicio
la
esa desigualdad, es importante que los
invisibiliza de la participación democrática
Estados empiecen a promover la paridad de
producto del lenguaje masculino y machista,
género tanto en los espacios públicos como
y de la marginación histórica y socialmente
en los privados. La Comisión Interamericana
“aceptable”, lo que la convierte en víctima de
de Derechos Humanos (CIDH), por ejemplo,
un sistema excluyente y discriminador que
en su informe titulado El camino hacia una
debe buscar una reparación justa y urgente
democracia sustantiva: La participación
para posicionarse como sujeto pleno de
política de las mujeres en las Américas ha
derechos
familiar
y
y
con
autogobernarse
y
doméstico,
capacidad
se
Para que las mujeres se despojen de
para 14
13
autorepresentarse,
PATEMAN, C.; El contrato sexual, trad. de María Luisa Femenías, Barcelona, Anthropos, 1995, p. 90.
THORNE, B., KRAMARAE, C., HENLEY, N.; “Language, gender and society”, en: Anthropological Linguistics Review, Trustees of Indiana University, vol. 26, núm. 3, 1984, pp. 350-355, 352. 15 LERNER, G.; The creation of a patriarchy, New York, Oxford University Press, 1986, p. 39.
señalado que “[…] la paridad implica la
supone hablar de una igualdad que de
participación y representación igualitaria
ninguna manera debe ser concebida y peor
entre hombres y mujeres en el proceso de
aún entendida como identidad con los
toma de decisiones y es uno de los principios
hombres, sino más bien significa –como ya se
democráticos en la región. La paridad es un
ha explicado antes– que las mujeres deben
concepto
la
gozar de las mismas oportunidades, ser
redistribución del poder en el mercado de
reconocidas en la esfera pública y privada y
trabajo, la toma de decisiones y la vida
ser tratadas como iguales, puesto que toda
familiar. […] La paridad en el gobierno tiene
persona vale igual que cualquier otra en
como propósito alcanzar una representación
dignidad y autonomía y es igualmente sujeto
igualitaria de género en el proceso de toma de
de derechos. En efecto, María Isabel Santa
decisión. También está basada en la idea de
Cruz sostiene que la igualdad “[…] es
que las mujeres tienen el derecho de
equipotencia o la capacidad de ejercicio del
participar en las decisiones que impactan el
poder, no solo el de resistir, sino el de contar
bienestar de la sociedad, no sólo como
con la fuerza y recursos necesarios para la
iguales, sino también como una mitad
autonomía (que falta que nos hace). Igualdad
diferente
es equivalencia o tener el mismo valor en el
cualitativo
con
sus
que
propios
supone
intereses
y
16
necesidades” .
sentido de no ser considerado ni por debajo ni
De esa manera, entonces, hablar de
por encima del otro; igualdad es equifonía o
igualdad en términos de derechos humanos
sea la posibilidad de emitir una voz que sea escuchada y considerada como portadora de
16
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Resumen Ejecutivo, Informe – El camino hacia una democracia sustantiva: La participación política de las mujeres en las Américas–, OEA/Ser.L/V/II., Doc. 79, 18 abril 2011, párr. 16, en línea: https://www.cidh.oas.org/pdf%20files/MUJERES %20PARTICIPACION%20POLITICA.pdf (Último acceso: 27/10/2015, 23:48). Vid., además, BAREIRO, L., TORRES, I. (eds.); Igualdad para una democracia incluyente, Instituto Interamericano de Desarrollo, 2009; LUNA, E., ROZA, V., VEGA, G.; El camino hacia el poder: ministras latinoamericanas 1950‐2007, Banco Interamericano de Desarrollo, Programa de Apoyo al Liderazgo y la Representación de la Mujer (PROLID); CEPAL, El Aporte de las Mujeres a la Igualdad en América Latina y el Caribe, X Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, Quito, 6 de Agosto de 2007.
significado, goce y credibilidad”17. Las
situaciones
de
desigualdad,
exclusión, marginación y discriminación que sufren las mujeres alrededor del mundo y que no les permite participar activamente de la esfera pública y política, es hoy por hoy el mal de la democracia. Y es que esa degeneración de la democracia se produce a partir de posiciones igualitaristas que no 17
SANTA CRUZ, M. I.; “Notas y discusiones. Sobre el concepto de igualdad: algunas observaciones”, en: Revista Isegoría, núm. 6, 1992, pp. 145-152, 147.
tienden a la igualdad de género sino a
El cambio de estrategia política para
mantener la estructura patriarcal de una
asegurar
sociedad; se busca la integración de la mujer
implica de hecho,
a la vida pública y privada, pero en una
democracia de género “[…] adquiere mayor
homologación,
hasta
entidad en un contexto internacional: la
asimilación de su actuación y participación
propuesta de la democracia de género intenta
dentro de la comunidad política conformada
sistematizar
por un paradigma androcéntrico que se
instrumentos para poner en práctica un
valoriza como neutral e utilizable para ambos
enfoque género-inclusivo que permita pasar a
sexos, lo cual es un aberrante e infame error.
una nueva fase de avance hacia la equidad de
En ese sentido, el igualitarismo “[…] parece
género. Se trata de integrar las temáticas de
aceptar, y aún aplaudir, el modelo masculino
los hombres, del trabajo de mujeres y
y buscar para las mujeres una asimilación,
hombres a nivel familiar y doméstico, laboral
una
sino
y político y de la interacción entre mujeres y
homologación, cooptación, conformación a
hombres”19. Este giro estratégico se justifica,
un paradigma androcéntrico disfrazado de
además, “[…] en la medida en que la
neutro universal. Desde tal perspectiva, la
igualdad de oportunidades de las mujeres en
igualdad no consistiría, pues, sino en una
la vida laboral y política sólo será posible si
absorción en la masculinidad como parámetro
se logra convencer a los hombres a compartir
de igualdad y el simple igualitarismo sería
tareas en la familia y si los hombres
sólo una manera de convalidar el sexismo. El
participan activamente en la organización
problema del igualitarismo, entonces, es que
democrática de las relaciones entre mujeres y
conduce a crear una sociedad sexualmente
hombres en todos los niveles tanto privados
neutra y una moralidad universal que de
como públicos. Para eso hace falta evitar el
hecho implica una inmersión de la diferencia
enfrentamiento entre mujeres y hombres y
en lo masculino” .
buscar la acción conjunta hacia un nuevo
cooptación
integración,
que
no
y
es
18
una democracia
más
efectiva,
comprender que la
experiencias,
ideas
e
pacto entre los géneros que reconozca la 18
LORRAINE, C.; “Simply equality is not enough”, en: THOMPSON, J. (ed.); Women and philosophy, Melbourne, La Trobe University, 1986, pp. 48-49. Vid., además, GATENS, M.; “Rousseau and Wollstonecraft: nature vs. reason”, en: THOMPSON, J. (ed.); Women…, op.cit., pp. 14-15; FRENCH, M.; Beyond power. On women, men & morals, Londres, Sphere Books, 1986, pp. 512-514; y, COOLE, D.; Women in political theory. From ancient misoginy to contemporary
plena corresponsabilidad de los hombres en la construcción de la equidad de género”20. feminism, Montreal, Billing & Sons, 1988, pp. 240-241. 19 MEENTZEN, A., GOMÁRIZ, E. (comp.), et.al.; Democracia de género…, op.cit., p. 8. 20 Ibídem.
Ese
que
democratización de las instituciones políticas
propone la democracia de género centra sus
y económicas si es que no hay participación
pilares en términos políticos y también
paritaria entre hombre y mujeres y si es que
económicos. Frente a los términos políticos,
no se cambia el sistema desigual de
“[…] la democracia de género significa que, a
relaciones
partir de ahora, los avances en la situación de
construcción social de sociedades más justas,
las mujeres se persiguen al mismo tiempo que
equitativas y solidarias.
se
busca
cambio
de
paradigma
sistemáticamente
poder
que
impide
la
inclusión
Por ello, en la raíz de su propia
progresiva de los hombres en el compromiso
denominación, “la democracia de género
y en el trabajo por la equidad de género,
encara directamente las relaciones de poder
impulsando la corresponsabilidad. Significa
históricamente consignadas en los sistemas de
buscar
sistemáticamente
la
de
una
nueva
género, que se tradujo durante siglos en una
para
seguir
relación desventajosa para las mujeres. Ya
avanzando hacia relaciones de género más
sabemos que las relaciones interpersonales en
justas y democráticas. La democracia de
general y las que se establecen entre hombres
género busca evitar el encapsulamiento o la
y mujeres en particular no solo son relaciones
segmentación de la acción de las mujeres,
de
acumulación
de
fuerzas
21
poder,
también
hay
relaciones
de
sobre todo en espacios mixtos” . Frente a los
convergencia, colaboración, etc.; pero ese
términos económicos,
resulta interesante
conocimiento no impide la constatación de la
discutir que sin democracia de género es
importancia de las relaciones de poder en este
difícil avanzar hacia la equidad y hacia la
contexto. Pues bien, precisamente la idea de
igualdad, y es difícil también consolidar la
democracia se dirige directamente contra el
ciudadanía
amplia
lo
corazón de las relaciones jerárquicas, de
económico
se
las
poder desigual, es decir, no democráticas. Por
instituciones y los sistemas productivos a fin
esa razón, desde sus orígenes, el concepto de
de que la mujer también puede producir y
democracia de género está pensado para
desarrollar; innovar y crear; discutir y
enfrentar las relaciones de poder desigual que
participar en el espacio público y en las
se dan o puedan darse entre los géneros”22.
y
debe
dinámica.
En
democratizar
relaciones interpersonales conducentes al
El reto de una democracia de género
cambio de una matriz productiva sustentable
en el marco de esa estratégica política y
y sostenible. Es imposible profundizar la
social mencionada supra, se enmarca en la
21
22
Ibídem.
Ibídem., p. 9.
construcción de nuevos paradigmas sociales
en procesos de capacitación de destrezas y
que logren desterrar al actual que socialmente
habilidades, y les reconozcan el mismo grado
ha degenerado la democracia al instaurar un
de agencia que a los demás actores en el
mundo exclusivamente masculino que “[…]
terreno
ha sido constituido como un espacio de
entonces, “[…] que, en los procesos de
iguales,
cosmos
creación de nuevas instituciones, se incluya
estructurado, con sus reglas de juego, en el
un análisis de género que contribuya a
que cada uno tiene un puesto que ocupar. Las
debilitar los mecanismos que operan a nivel
mujeres,
de
esto
es,
como
como
genérico
un
colonizado
y
las
público”24.
Hay
mentalidades,
normas
institucionales,
dejadas fuera del espacio público. Están
comportamiento y de subjetividades, que
donde han sido puestas: en las márgenes, en
constituyen a las mujeres como un grupo
la regio dissimilitudinis. En este sentido, las
subordinado en las relaciones que el Estado
mujeres son a-tópicas, no están en ningún
establece con la sociedad o en las relaciones
puesto del espacio público, sencillamente
que se establecen entre Estado, mercado y
porque no han intervenido en su diseño y
familia”25. Con esto –a mi juicio- se logrará
mecanismo”23.
articular la gobernabilidad democrática y la
mucho
más
allá
equidad de género toda vez que las mujeres
oportunidades y exige la participación de las
espacios públicos y políticos e ingresen al
mujeres en los procesos de transformación de
debate sobre asuntos de interés público y
las reglas básicas, jerarquías y prácticas de las
social, logrando articular así sus intereses con
instituciones públicas. Si las mujeres no están
los intereses generales de la democracia y la
en los espacios donde se debate y se
gobernabilidad, poniendo a los derechos
construyen
humanos
gobernabilidad,
no
es
de
igualdad
de
empiecen a ganar fuerza y legitimidad en los
bases
la
patrones
de
las
de
los
las
permitir,
heterodesignado, fuera del pacto, han sido
En suma, “la igualdad de género va
de
de
que
una
seguro
nueva
que
las
como
contrapeso
del
sistema
democrático y buscando mayor deliberación.
instituciones públicas den cabida a sus diferentes necesidades y valores, las incluyan 24
23
VALCÁRCEL, A.; Sexo y filosofía. Sobre <<mujer>> y <<poder>>, Barcelona, Anthropos, 1991, p. 109. Vid., además, GILSON, E.; “Regio Dissimilitudinis de Platon à Saint Bernard de Clairvaux”, en: Mediaeval Studies, vol. 9, 1947, pp. 108-130.
BAREIRO, L., TORRES, I.; Gobernabilidad democrática, género y derechos de las mujeres en América Latina y el Caribe, Asunción, Centro de Documentación y Estudios, 2010, p. 6. 25 GUZMÁN, V.; Gobernabilidad democrática y género: una articulación posible, Serie Mujer y Desarrollo No. 48, Santiago de Chile, CEPAL, 2003, pp. 11-15, 15.
III. Los derechos humanos como principios
operación del proceso democrático
y como contrapeso de la democracia de
puesto que el valor del proceso
género. Un enfoque desde el disenso y la
democrático emana de su capacidad
deliberación participativa. El rechazo de la
para determinar cuestiones morales,
tiranía de la mayoría masculina y la
tales
proclamación de la paridad de género.
contenido, al alcance y a la jerarquía
como
las
referentes
al
de los derechos”28. La democracia deliberativa encuentra su justificativo en el establecimiento de un proceso abierto, libre y plural de diálogo y
Por tanto, a partir de estas nociones de los derechos humanos como contrapeso de
deliberación pública, política y social que no
la democracia es que surge la idea del “valor
solamente incluya a las mujeres en el proceso
epistémico”
de construcción de una verdadera sociedad
consistente
diversa, sino que también la integre como miembro activo de esa construcción de igualdad en la participación política y en el activismo colectivo. Por tanto, es muy importante entender el alcance del disenso y el de los derechos en el marco de la deliberación social, puesto que nos ayudan a “determinar el contrapeso que representa el reconocimiento
de
derechos
al
alcance
legítimo del proceso democrático”26. Carlos Santiago Nino, por ejemplo, afirma que “los
el
proceso
democrático
funcione
apropiadamente”27. De igual manera, hace la siguiente acotación: “No puede haber una tensión entre el
en
proceso que
“la
deliberativo legitimidad
democrática derivaría del hecho de que la deliberación pública constituye el mejor procedimiento para determinar las decisiones políticas justas e imparciales”29. Dicho de otro modo, una deliberación real dentro de un proceso democrático resulta ser más o menos favorable a la participación de los individuos en la esfera pública dependiendo del papel que jueguen los desacuerdos (disensos) o acuerdos (consensos) y en la versión fuerte o débil que se tenga del proceso deliberativo.
derechos fundamentales son necesarios para que
del
En efecto, el proceso deliberativo visto desde el disenso solamente es posible desde una versión fuerte de la democracia deliberativa, mediante la cual las decisiones adoptadas en la esfera pública deben cumplir parámetros de justicia e imparcialidad y de
reconocimiento de derechos y la 28 26
NINO, C.; La constitución de la democracia deliberativa, Barcelona, Gedisa, 1997, pp. 43-44. 27 Ibídem., p. 39.
Ibídem., p. 137. PÉREZ DE LA FUENTE, O.; “Qué Democracia(s)”, en: Revista Co-herencia, vol. 9, núm. 16, enero – junio, 2012, Medellín, pp. 53-79. 29
facticidad y validez para ser determinantes en
por Ronald Dworkin31. Empero, Jürgen
el desarrollo del entramado social, caso
Habermas, rechaza tajantemente la dicotomía
contrario la resistir contra éstas se vuelve un
existente entre derechos humanos y el
factor ineludible y justificado para tomar
proceso democrático. Contrario a la visión de
correctivos en el proceso democrático y 31
participativo de la sociedad. Queda claro con ello, que el propósito del disenso dentro del proceso deliberativo en la toma de decisiones dentro de la esfera pública y social lo que busca es la consolidación ideal de los derechos, descrita en una verdadera teoría de derechos que dé contenido a ese contrapeso que se pretende hacer al sistema democrático. Ese contrapeso, desde un punto analítico de corte liberal tiene un empeño principal que consiste en definir una serie de derechos individuales que no pueden ser vejados, vulnerados o afectados bajo ninguna circunstancia, ni siquiera con el consentimiento
de
la
mayoría
de
los
individuos en una sociedad30. Estos derechos son considerados como “triunfos” contra la voluntad de la mayoría, para usar la terminología expuesta
30
RAWLS, J.; Teoría de la Justicia, 2ª ed., trad. de María Dolores González, México D.F., Fondo de Cultura Económica, 1995, p. 3. El autor afirma que cada persona: <<posee una inviolabilidad fundada en la justicia que no puede ser anulada ni siquiera por el bienestar de la sociedad en su totalidad>>. Rawls insiste además en que <<los derechos que garantiza la justicia no están sujetos ni a la negociación política ni al cálculo de los intereses sociales>>. Ibídem., p. 4.
Cfr. DWORKIN, R.; “Rights as Trumps”, en: WALDRON, J. (ed.); Theories of Rights, Boston, Harvard University Press, 1984, pp. 153-167. Vid., además, del mismo autor: DWORKIN, R.; Taking the rights seriously, Cambridge, Harvard University Press, 1977, p. 199. El autor menciona que: <<Un derecho contra el gobierno tiene que ser un derecho a hacer algo aun cuando la mayoría piense que estaría mal hacerlo y aun cuando si se hace la mayoría se perjudicaría. Si una persona tiene un derecho a algo está mal que el gobierno se lo deniegue aun cuando convenga al interés general>>. Vid., además, DWORKIN, R.; Ética privada e igualitarismo político, intr. de Fernando Vallespín, trad. de Antoni Domènech, Barcelona, Paidós, 1993, p. 90. En dicha página, el autor sostiene la idea de la igualdad liberal que incluye, a más de los procesos participatorios: <<…Una vida que merezca la pena [que] incluye la actividad política como una extensión de la experiencia moral, e insiste en que todos los que estén dispuestos a afrontarlo tengan oportunidades de tener un compromiso político. Eso significa más que una oportunidad formal de votar; significa que la política debe organizarse de tal modo que pueda convertirse en un escenario para el argumento y el compromiso moral basado en las responsabilidades de la comunidad, más que en otro mercado capaz de descubrir preferencias relevadas pasivas>>. Coincidimos con Dworkin cuando afirma que la igualdad política y democrática debe incluir espacios participativos en donde todos los agentes participantes tengan acceso en igual proporción de oportunidades a la deliberación argumentativa y a la actuación pública que comprenda el compromiso de adquirir responsabilidades dentro de la esfera pública y social; dentro de la comunidad en la que tal o cual agente es miembro. Aquí se inserta la idea del derecho y el deber: derecho de los agentes sociales a pertenecer a una comunidad política y participar en ella; y, deber de obrar según el contrato social establecido para esa comunidad, obrando conforme a las reglas democráticas –a las reglas de juego de la comunidad política–.
Nino que fue descrita anteriormente, señala
aprobación
que los derechos humanos no actúan como
posiblemente se verían afectados. Por
contrapeso de la democracia sino como
lo tanto, la deseada conexión interna
presupuestos de ésta. Según esa teoría, la
entre soberanía popular y derechos
voluntad mayoritaria tiene peso normativo
humanos consiste en que el sistema
sólo en la medida en que cumple con ciertos
de derechos representa precisamente
requisitos, entre los que se encuentra el
las
respeto a los derechos individuales básicos.
institucionalizar
Cuando
formas comunicativas necesarias para
una
mayoría
ciudadana
toma
una
impone
autónoma” .
que
al
todos
condiciones
decisiones basándose en sus preferencias, condiciones
de
los
que
permiten
jurídicamente
legislación
que
las
políticamente
33
individuo
disidente le son moralmente indiferentes, puesto que a la final se concibe al resultado
Lo
que quizá
se le olvida a
democrático como un consenso de voluntades
Habermas, es la crítica que Cass Sunstein
aunque en el proceso deliberativo hayan
hace cuando menciona que “Habermas no
existido posturas contrarias32.
hace mucho por atender la predecible objeción en el sentido de que la democracia
Asimismo, Habermas expresa que:
deliberativa debería ser limitada por un conjunto robusto de derechos por encima de
“[…] Los consortes en derecho, cual
aun aquello que un público deliberativo
participantes en discursos racionales,
pudiera hacer”34. De allí que el proceso
tienen que comprobar si las normas
deliberativo debe garantizar que todas las
propuestas son capaces de suscitar la
opiniones y puntos de vista sean tenidos en cuenta a la hora de adoptar decisiones dentro
32
Cfr. HABERMAS, J.; Facticidad y validez. Sobre el derecho y el Estado democrático de derecho en términos de teoría del discurso, 4ª ed., intr. y trad. de Manuel Jiménez Redondo, Madrid, Trotta, 1998, p. 369. El autor cita a John Dewey: <<El poder mayoritario, meramente como poder mayoritario, están fatuo como impulsan sus críticos. Pero nunca es meramente poder mayoritario […] Los medios por los cuales una mayoría llega a ser una mayoría son lo más importante: los debates antecedentes, la modificación de las posiciones para atender las opiniones de las minorías […] En otras palabras, lo esencial es la mejora de los métodos y condiciones de debate, discusión y persuasión>>.
de la esfera pública y social. No tiene pues – el
proceso
deliberativo–
preponderantemente
una
selectiva,
función
pues
esto
supondría que siempre hay que aceptar el consenso de las mayorías como sugiere Habermas, lo cual a mi criterio elimina la 33
Ibídem., p. 134. SUNSTEIN, C.; “Democracy Isn't What You Think”, en: New York Times Book Review, vol. 4, 18 de agosto de 1996. 34
capacidad de disenso y resistencia en caso de
y a evitar conflictos”35. Esto vendría a
que una decisión adoptada carezca de validez
constituir el “deber ser” de todo proceso
por no ser factible y por no ser coherente ni
deliberativo, pero muchas veces el proceso
justa y termina por excluir a las mujeres del
deliberativo se interrumpe cuando no se da
proceso participativo y deliberativo de la
paso al disenso y se elimina el método
democracia.
colectivo de decisión y discusión que es
Para
la
consolidación
de
una
consustancial al pluralismo democrático y de
democracia de género real, la postura de Nino
una participación consciente y efectiva en la
resultaría más acertada, pues implica que la
esfera pública.
función del proceso deliberativo en un sistema democrático desde el disenso y la
Nino a su vez destaca que:
política constructivista sea capaz de conservar la complejidad existente entre las diversas
“El método colectivo de discusión y
opiniones e ideas de los distintos actores
decisión es la única vía de acceso a la
sociales y que dicha disidencia sea trasmitida
verdad moral, dado que la reflexión
a las instituciones para que se genere el
monológica
siempre
cambio normativo y la normatividad de
distorsionada
por
cambio en el aparato jurídico y social con
individuo
miras
condicionamiento contextual y la
a
establecer
un
mejor
sistema
democrático.
que,
se
ve
prejuicios por
causa
del del
imposibilidad de ponerse en el lugar
La democracia de género –recreada a
del otro, lo llevan a favorecerse a sí
través de una política constructivista– debe
mismo o a personas que le sean
contar con canales de participación efectivos
allegadas. Sólo el consenso real,
para que en el proceso deliberativo y
formado tras un debate amplio con
democrático que implica la consolidación de
pocas exclusiones, manipulaciones o
una negociación, permanezcan activos y
desigualdades,
contemplados
confiable a las exigencias de la
todos
los
argumentos,
provee
acceso
moralidad”36.
intereses, posiciones, opiniones e ideas de los diferentes actores sociales intervinientes. “La verdad moral –profesa Nino– es constituida por
la
satisfacción
de
presuposiciones
La participación de las mujeres en los asuntos
públicos
formales o procesales de una práctica 35
discursiva dirigida a fomentar la cooperación
36
Ibídem., p. 113. Ibídem.
devendría
de
la
consolidación de una democracia no sólo de
Naciones Unidas para la Eliminación de todas
género sino también de carácter deliberativa
las formas de discriminación contra la mujer
que, como se ha explicado, entraña la
(Comité de la CEDAW), ha mencionado que
igualdad en el acceso a cargos públicos y en
los Estados deben cumplir con ciertas
el
derechos
obligaciones para alcanzar la igualdad de las
fundamentales que han sido recogidos tanto
mujeres en la vida política, entre las que se
en el sistema interamericano de protección de
encuentran:
reconocimiento
de
sus
derechos humanos como en el sistema universal37. Así, por ejemplo, el Comité de
“a)
Adoptar
todas
las
medidas
apropiadas a fin de garantizar que 37
Vid., por ejemplo, el artículo 4 inciso j de la Convención de Belém do Pará señala que: <<Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos entre los que comprenden el derecho a tener igualdad de acceso a las funciones públicas de su país y a participar en los asuntos públicos, incluyendo la toma de decisiones>>; la Carta Democrática Interamericana provee en su artículo 28 que <<los Estados promoverán la plena e igualitaria participación de la mujer en las estructuras políticas de sus respectivos países como elemento fundamental para la promoción y ejercicio de la cultura democrática>>. De conformidad con este artículo, la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos ha instado a los Estados miembros a <<continuar colaborando en la eliminación de los obstáculos para la participación plena de las mujeres en los procesos democráticos>>; El artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece el derecho de toda persona <<a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos>> y al <<acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país>>. El artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reconoce de forma similar estos derechos. Al respecto, el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha señalado que: <<No se permite hacer distinción alguna entre los ciudadanos en lo concerniente al goce de esos derechos por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
organizaciones
como
partidos
políticos y sindicatos no discriminen a las mujeres y respeten los principios contenidos en la Convención; b) Implementar
medidas
temporales
especiales para garantizar la igualdad de representación de las mujeres en todas las esferas contenidas en dicho instrumento internacional; c) Adoptar medidas, en sus constituciones o legislación, para garantizar el derecho de voto de las mujeres, en igualdad de condiciones con los hombres, en todas las elecciones y referéndums, y el derecho a ser elegidas. Este derecho debe poder ejercerse tanto de jure como de facto; d) Garantizar a las
mujeres
el
derecho
a
la
participación plena en la formulación de
políticas
mediante
el
gubernamentales, nombramiento
de
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social>>.
mujeres
en
cargos
ejecutivos
sentido, el poder ha estado, tradicionalmente,
y
asociado al ámbito masculino y “[…] en
asesoramiento a grupos que sean
manos de los hombres”. La exclusión
ampliamente representativos de sus
histórica de las mujeres de la vida pública, no
opiniones e intereses; e) Determinar
sólo ha implicado una subrepresentación de
cuáles son los obstáculos que impiden
las mujeres en los cargos públicos en todos
la plena participación de la mujer en
los ámbitos de gobierno, sino también que la
la
política
política se leyera y comprendiera en códigos
gubernamental y adoptar medidas
y pautas masculinas, marginando a las
para
Alentar
mujeres tanto en las deliberaciones como en
iniciativas para dirigir y orientar la
los procesos de toma de decisiones sobre los
opinión pública y modificar actitudes
asuntos de interés para la colectividad”40.
superiores
y
la
formulación
superarlos;
consulta
de
la
y,
f)
discriminatorias contra las mujeres o
Finalmente,
Comisión
Derechos
Humanos
que desalientan su participación en la
Interamericana
vida política y pública” .
(CIDH) ha señalado que “[…] en virtud de la
38
de
la
representación minoritaria de las mujeres en Cortar
el
problema
de
la
virtualmente todos los aspectos de la vida
discriminación desde la raíz del sistema
política y de que las leyes y políticas
político y social de corte masculino resulta
“neutrales” en materia de género pueden
importante debido a que la degradación de la
tener
democracia y su consecuente degeneración
hecho hacia las mujeres, se requiere de la
surge porque “[…] el problema real tiene raíz
adopción de medidas especiales de acción
en la exclusión o subordinación de la
afirmativa,
representación femenina en la estructura del
promover la igualdad de acceso de la mujer a
poder político […] debido a la existencia de
la participación en la vida pública”41. De esa
consecuencias
cuando
discriminatorias
sea
necesario,
de
para
‘círculos excluyentes’ de poder”.39 En este 38
Naciones Unidas, Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, Recomendación General 23, vida política y pública, 1997. Disponible en: http://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/ceda w.htm (Último acceso: 28/10/2015, 10:45). 39 DEL CAMPO, E.; “Women and politics in Latin America: perspectives and limits of the institutional aspects of women representation”, en:
Social Forces Review, Oxford Journals, vol. 83, núm. 4, 2005, pp. 1697-1725, 1702. 40 Ibídem. Vid., además, PESCHARD, J.; “Estudio de Caso: El sistema de Cuotas en América Latina. Panorama General”, en: MÉNDEZ-MONTALVO, M., BALLINGTON, J. (eds.); Mujeres en el Parlamento. Más allá de los números, Strömsborg, International IDEA, 2002, p. 173. 41 Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Resumen Ejecutivo, Informe –
manera, el objetivo de brindar a la mujer una
democrático que sea responsable de elaborar
igualdad efectiva de acceso a la participación
programas
pública y política se vuelve por sí mismo un
públicas orientadas a la equidad y paridad de
objetivo legítimo y necesario. Los derechos
género para evitar así los abusos cometidos
políticos de las mujeres en una democracia
contra los derechos de las mujeres. Una
participativa y representativa tienen dos
participación plena y verdadera no será
aristas: la incursión de las mujeres en los
posible si no hay igualdad en la vida diaria.
cargos públicos y la necesidad de que las
Esto se extiende no sólo a la igualdad de
prioridades
vean
género sino también a la necesidad de atender
representadas en la agenda pública; siendo el
las grandes disparidades económicas, que son
involucramiento, tanto de hombres y mujeres,
una amenaza muy seria para la democracia en
indispensable para alcanzar estos fines.
los tiempos modernos.
de
las
mujeres
se
IV. Conclusiones:
A
través
gubernamentales
y
políticas
Referencias
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artículo
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académico se ha podido concluir que el
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Las opiniones expresadas en este documento son responsabilidad exclusiva de autor y no reflejan necesariamente la posición de Centro de Estudios en Seguridad y Paz. Imagen portada tomada de Fundación Género y Sociedad: http://www.generoysociedad.com/geso/?page_i d=53