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ES TIEMPO DE Florecer

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Florece

Florece

Si permites que Dios a través de cada enseñanza obre en tu vida y corazón, descubrirás la belleza interior que Él ha depositado en ti; darás a conocer tu nuevo aroma llamado gozo y alegría y te plantarás en el huerto de Dios, donde florecerás profusamente.

“¡Que bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía! Es como el buen perfume que resbala por la cabeza de Aarón y llega hasta su barba y hasta el borde de sus vestiduras como el rocío del monte Hermón, que cae sobre los montes de Sión. Allí el Señor ha decretado para su pueblo bendición y vida para siempre”.(Salmos 133:1-3 RVC)

A lo largo de mi vida he visto a miles de mujeres alrededor del mundo florecer, levantarse de las cenizas, reconstruir sus vidas y transformar su entorno. Cuando una mujer florece, no sólo lo hace ella, sino que llena de vida y de color todo lo que la rodea. Es emocionante ver todo lo que Dios anhela alcanzar a través de nuestras vidas para marcar el rumbo de esta generación. Te invito hacer parte de este desafío. Recobra tu brillo, tu perfume, tu llamado, tus sueños y deja que el mejor Jardinero los haga florecer.

Es tremendo ver todo lo que Dios hace cuando nos reunimos como mujeres a buscar a Dios. De todo mi corazón deseo que a través de este libro podamos conectarnos, como un gran equipo, y recibir sanidad, restauración, alegría y dirección. En fin, todo lo que necesitamos para levantarnos como un poderoso ejército y transformar nuestra nación.

Hay lugares que han marcado mi corazón e Israel es uno de ellos. Allí cada promesa de la Palabra cobra vida y Dios me ha hablado de manera muy clara y especial.

Los Altos de Golán es uno de los lugares más emblemáticos de Israel, allí se conquistaron y alcanzaron grandes victorias. Es una meseta de gran riqueza hídrica en una región marcada por la aridez y el desierto, en sus laderas se ubica el valle del Jordán y el Mar de Galilea, es una de las zonas más fértiles de Israel.

El Monte Hermón hace parte de esta zona y el Salmo 133:3 dice: “Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion: Porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna” . Además, es un lugar estratégico para la protección y defensa de Israel, pues tiene visibilidad sobre cuatro países. Y fue en este lugar en donde Dios me habló de levantar una poderosa Red de Mujeres que se levantara para proteger la nación, que reverdeciera y se multiplicara aún en medio del desierto y que fuera como ese monte de Hermón con discernimiento espiritual para proteger sus generaciones del ataque del enemigo.

Un poco de historia…

Nuestro comienzo fue en el año 93, cuando nos reunimos por primera vez en un escenario público de la ciudad donde en una sola reunión ganamos 3000 mujeres. Ese momento dio inicio a nuestro llamado y marcó en nosotras una naturaleza de conquista. Sin embargo, después de esta victoria vino el enemigo a oponerse y detenernos y trajo un tiempo de pausa, células se cerraron, algunas mujeres se fueron de la iglesia y esto quiso traer tristeza y desánimo.

Pero nos hemos levantado con más fuerza, con una generación de mujeres fieles, dispuestas a recuperar el legado de crecimiento y conquista que Dios nos ha dado.

Mujeres únicas con dones y talentos diferentes que enriquecen nuestra misión: Profesionales, amas de casa, solteras, casadas, emprendedoras, artistas, estudiantes… en fin un ejército poderoso de mujeres dispuestas a florecer.

Jesús, como máxima autoridad ha venido a animarnos, Él ha decretado el reconocimiento legal de lo que es nuestro, ese título de propiedad en donde nos dice que las mujeres de nuestra nación nos pertenecen. ¡Él ha quitado la pausa!

Pensamientos…

Nuestra primera conquista serán nuestros pensamientos. Debemos prepararnos para lo que el Señor tiene para nosotras. Vamos a ganar la batalla en la mente, donde el enemigo nos muestra imposibilidades y fracasos.

El secreto para ganar está en enfocarnos no en lo que pensamos, vemos o creemos; sino en lo que nuestro Padre nos ha prometido: La victoria, reemplacemos esos pensamientos de duda por la Palabra de Dios que nos alienta, busquemos el Rhema del Señor que nos sostendrá en medio de la batalla. Recuerda que ahora tienes la mente de Cristo.

Su Sangre…

Dios ha colocado en nuestras manos el arma más poderosa: La Sangre de Jesús. Cuando entramos en contacto con esa Sangre y decretamos lo que ella hizo por nosotras los argumentos del pasado, el desánimo y todo lo que quiso traer estancamiento y dificultad para la conquista son removidos y llevados a la Cruz. Este es el tiempo para que nuestra Red de Mujeres florezca; Dios lo ha declarado y así será.

Lo único que puede detener lo que Dios quiere hacer en nuestra vida es el pecado o los argumentos en contra. Estos llegan por causa del desánimo, la tristeza, la soledad, malas decisiones, por habernos apartado de Dios y Su Palabra; es tiempo de remover todo aquello que ha frenado el reverdecer y dejarlo en la Cruz del Calvario.

Intercesión…

Las noches de oración han cambiado mi vida y la de la iglesia. Las más grandes victorias las he obtenido después de una noche de oración. En medio de la prueba del atentado hacia nuestras vidas en el año 97 vi a mi esposo salir de la muerte luego de tener noches enteras de oración. Mi hijo Matías llegó como respuesta a la promesa que Dios me dio en una noche de oración, la compra del terreno para la Iglesia, y no he tomado decisiones en el campo político sin pasar una noche de oración para buscar la dirección de Dios. Te invito a que involucres tu equipo, tu célula y tengas un reloj de 24 horas de oración durante 21 días y verás como el acta de decretos es quitada y obtendremos la victoria. Para florecer es necesario el perfume de la oración. Oro para que en este tiempo puedas nacer a la intercesión.

Volver al original…

Este es el tiempo de volver al original queridas amigas, de recuperar el huerto y la capacidad de florecer que perdimos por el pecado, Dios nos ha provisto redención. A través de Jesús está la victoria. Él nos delegó las Buenas Nuevas de Su resurrección, nos llamó a dar fruto y a disfrutar cada etapa y estación de nuestra vida.

Por eso he invitado a varias mujeres, que se han determinado florecer sin importar el lugar y las circunstancias, para que nos cuenten cómo lo han logrado. Estoy segura que cada una de ellas tiene una palabra que traerá respuestas a tu corazón y te inspirarán a crecer.

Seremos como el monte de Hermón floreceremos en medio del desierto, nos multiplicaremos y sanaremos el corazón de las mujeres, protegeremos nuestra familia y nuestra nación. Y lo más importante, nos levantaremos como ese gran ejército que guardará sus generaciones.

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