Noviembre 2008 - Enero 2009 // No. 2
COPRODUCCIÓN
Página Abierta Editor Rodrigo Estrada
El pensamiento no debe ser menos que plural, heterodoxo; el movimiento no puede suceder sino de manera conjunta, continua y universal. Esta revista se mueve entre letras y danza, y queremos que permanezca abierta a otras líneas, a otros gritos o silencios, a otros brazos, para que no cese el movimiento, para que esta conciencia, alimentada con las palabras de otros (las tuyas), sea cada vez más robusta.
Consejo Editorial Margarita Roa Natalia Orozco Juan Fernando Mejía
Haz de cuenta, lector, que estás frente a un jam de improvisación, un evento en el que los cuerpos se cruzan con otros cuerpos o con un vasto territorio de silencio, y que puedes intervenir, digamos, cruzando tu mirada hasta tu antípoda, o bien exponiendo tu propia piel, sometiéndola al cambio que produce el contacto.
Diseño y Diagramación Jael Rincón Blanco
Tal vez quieras saber qué ritmo es el que trae este baile: El cuerpoespín atravesó con muchos pasos largas calles de esta ciudad antes de tener su nombre, era un pensamiento, una idea constante, un barco soñado de resistencia en el que volvíamos cada noche a casa, después de alguna jornada de entrenamiento. Empezó a volverse cuerpo con las conversaciones y los entusiasmos de un grupo de estudiantes (luego profesionales) de la Universidad Nacional y otros amigos; un encuentro que vino a hallar sitio en el Centro de Experimentación Coreográfica, en Danza Común. Pero los propósitos profundos parecen tener que recorrer un camino mucho más extenso que cualquier otro afán, y por eso, el proyecto de la revista, que ahora empezaba a tener nombre, desembocó finalmente en el Espacio Ambimental, donde otras voces, que llegaron transversalmente, continuaron ayudando a construir esta nueva pequeña página.
Directora Adriana Caro A.
FOTO PORTADA Zoad Humar A.pulka Grupo universitario Universidad de Vilnius Lituania Obra: Ghinocondria Director: Andrius Pulkaniunkas CONTACTO revistaelcuerpoespin@gmail.com Tel. 2486276 / Cel. 313 3894596. IMPRESIÓN Horizonte Impresores Noviembre 2008
Y en adelante, El cuerpoespín será lo que tú quieras; a nosotros nos apetece que sea un lugar de tránsito, ocioso, curvilíneo, peligroso, felizmente inútil a los dogmas, queremos corroer la obediencia, mantenernos en la belleza y la poesía, pero son ahora tus manos y tu cabeza las que han de completar la labor. Ya ciertos maestros nos instaron al movimiento, al pensamiento… aquí dejamos, pues, que una eterna espiral siga su rumbo, en todas las direcciones, sin fecha de vencimiento.
6
iNTErSTICIOS Más cuerpos en movimiento: ConCuerpos
10
Únete a la revolución: ¡enamórate del movimiento!
14
Lugares en movimiento Click performático
18
EN LA ESCENA Campo muerto
23
27 CIRCULANDO 28
COLABORADORES
CONTENIDO
Un botón de pensamiento que busca ser la rosa
UN BOTÓN DE PENSAMIENO QUE BUSCA SER LA ROSA Por Rodrigo Estrada rodrigoestrada@hotmail.com
Indefectiblemente existe un camino, nunca conocido, entre el sueño de aquel que se antoja de creación y la consecuente manifestación artística. El poema o la pieza de danza son la cara de una sensación que se erigió desde la profundidad de un alma, o son las maneras de mostrar el cuerpo de una idea tomada a pleno vuelo. De un extremo al otro, del alma al rostro, del ensueño a la forma, el juego se ofrece sorpresivo, el camino se curva hasta el vértigo, poniendo en sus recodos, muchas veces, los elementos que terminan definiendo la obra. Es decir que cada insospechada salida, cada movimiento impensado, puede darle un nuevo rumbo a los planes mentales de un creador. Quizás el trabajo más difícil, a la hora de componer, es encontrar esa correspondencia entre la sensación primera y la manifestación artística que, por momentos, ingenuamente se pretende exacta. Hay un trecho entre lo que se quiere decir y lo que se dice. La mente dibuja una forma en la imaginación, una ensoñación, la imprime apenas en el aire, y el trabajo consiste en poner sobre la escena, de la manera más [6]
fiel posible, lo soñado, lo más etéreo. Pero en ese proceso la materia se presenta esquiva, el cuerpo no es algo etéreo y los movimientos pertenecen más a la piel y a la carne que al aire que rodea la ensoñación poética. Existe una inmensa dificultad en el transcurso que va de la sensación a sus perceptibles materiales. Hay unos hermosos versos de Rubén Darío en los que el poeta protesta por no encontrar la forma; y no es otro el sentimiento cuando un movimiento del cuerpo no traduce aquello que han dibujado nuestras ensoñaciones: Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo, botón de pensamiento que busca ser la rosa; se anuncia con un beso que en mis labios se posa al abrazo imposible de la Venus de Milo. Sin embargo, al leer los versos quedamos perplejos y, al tiempo, felices, por ser la expresión de la dificultad la solución misma del problema: en este caso, el poema que dice
Foto Rafaél Arévalo Obra “El amenazado” Director Rodrigo Estrada Año 2006
no encontrar la rosa termina siendo la rosa. No siempre sucede así, casi nunca sucede, ni en literatura ni en danza; pero algunas veces el error puede ser un acto que regenera el mundo. Muchas veces un instante ha surgido azaroso y ha dado la solución más importante para la obra, eso sí, sin dejar de modificar el rumbo de la creación. El proceso creativo no tiene su camino trazado, no dejará de sorprender con un viraje en el que se pueda quedar desconcertado; a la hora de las cuentas finales, al comparar intención y resultado, se podrá ver que no hay una correspondencia exacta. Sin embargo, es necesario que sobrevivan en la obra los temas profundos que han habitado por siempre en su creador. Se hace necesario poder decir que no era eso lo que se esperaba y que, en todo caso, es tal cual lo que alguna vez se había sentido. En el camino hacia la manifestación artística, hay una idea imperante que se establece en la mente con algo de terquedad, y el proceso creador se empieza a desarrollar con la estricta pretensión de no dejar sucumbir el dibujo pensado. Pero la idea es esquiva cuando se busca su perceptibilidad, cuando se persigue su forma para hacerla rosa, momento o movimiento. Y, sin embargo, a pesar de todo, de que la música primera del ensueño se haya caído, de que la disposición espacial pensada haya hecho inclinar demasiado la escena, de que los bailarines hagan las interpretaciones según su último amor (siempre tan variados los amores), la idea no sucumbe del todo, termina diluyéndose en cada una de las imágenes resultantes. [7]
Foto Gabriela del Sol Abello Obra “Una para el mango” Directores Rodrigo Estrada y Marco Gómez Año 2008
La idea había sido dibujada por el tema profundo, cosa de difícil definición y clasificación, y el tema sobrevive en alguna parte de la nueva hermosa monstruosidad, aunque no se sepa nunca en qué lugar, letra, nota o nivel se haya agazapado, aunque haya perdido el nombre con el que se creyó identificarlo, y se haya cambiado la máscara tantas veces hasta ser una sola mezcla de sensación. A decir verdad, esa pulsión primaria, que es el tema, debe sostenerle la espalda a cada instante con los que está construida la obra.
Hay una canción de Silvio Rodríguez en la que se pregunta “a dónde va lo común, lo de todos los días... a dónde va la sorpresa casi cotidiana del atardecer, a dónde van los pequeños terribles encantos que tiene el hogar, acaso nunca vuelven a ser algo, acaso se van”. Todas esas cosas no están sino en su canción, nunca se fueron realmente, ni dejaron de ser algo, no pertenecen al pasado porque las cosas hechas arte ya no sucumben, sino que permanecen. Así la obra recupera todo cuanto en nosotros hay de permanencia, todo afecto, toda fraternidad y todo amor; y toda rabia y todo valor.
A mi parecer, la obra tiene éxito cuando revela algo, o mucho, de las profundidades de sus creadores, sean estas profundidades dramáticas o cómicas, trágicas o felices, diáfanas o turbias. (No debe olvidarse que los poetas también han sabido ser risueños, y que el movimiento puede también llegar en la evocación de una niñez límpida o verde; no toda profundidad es oscura o misteriosa). De alguna manera lo pensado, lo vivido, lo sentido por las cosas de antes, aparecen dentro del material compuesto.
La ensoñación de la que suele partir el arte es un bloque afectivo, es una solidez compuesta de emociones. Cuando hay unos materiales que se transformaron para darle forma a la ensoñación, la forma, ya lo mencionaba, no coincide con la ensoñación. En la danza, las escenas se desvían, las sombras se cambian del sitio pensado. Pero la danza, cuando está hecha de entrañas y profundidades, deja de ser el cuerpo de carne y de hueso y de sangre; el cuerpo se hace
[8]
mixtura con su alma y con la ensoñación, y no habrá cómo determinar dónde la piel dejó su materia para fundirse en espíritu. Hay algo que se ha recuperado por siempre y es la inmemorial sensación de ser el universo. Pero la danza no termina allí donde el pensamiento halla su expresión. Hay otro camino, acaso más complejo y creador: es un recorrido instantáneo que se dirige a todas las direcciones, apreciado por un ojo que ilumina los cuerpos y los movimientos en el espacio. Las imágenes son percibidas para ser transformadas, para llenarlas de sentido y, ante todo, para sentirlas. Cuando la imagen es sentida por el observador es cuando pierde su materialidad y alcanza una consistencia de aire, en absoluto indescriptible.
La mente dibuja una forma en la imaginación, una ensoñación, la imprime apenas en el aire, y el trabajo consiste en poner sobre la escena, de la manera más fiel posible, lo soñado, lo más etéreo. En ocasiones, cuando la lectura o la observación levantan el vuelo del sueño, ya no sentimos ser ese hombre sentado que percibe las cosas, pues, como en sueño, vivimos muy dentro de otro mundo de tiempos y espacios indeterminados. No devoramos una novela, una gran novela nos suele devorar; también nos disuelve el movimiento de las cosas, nos convertimos en las curvas que atraviesan el espacio, en las estelas de aire y calor que deja a su paso el movimiento de un brazo. Muy yerto debe quedar el que devora los libros sin permitirse el lúbrico amor de la poesía, el que sabe leer con exactitud la perfección técnica de un movimiento sin salir de su silla, sin ser él mismo el movimiento mismo. Los cuerpos en el espacio y en el tiempo contable son apenas la cara de una moneda mágica en su geometría. No deben desconocerse los procesos que atraviesan un instante de movimiento, en él se guardan las historias de sus creadores, sean directores, intérpretes u observadores. Cada uno ha de disfrutar su propio proceso creador; cada uno ha de llenar de sentido esa belleza que nos dirige a la inmediata inmensidad. No debe olvidarse que la danza permite el logro que todo arte alcanza: abrir el mero segundo, vivir en él una eternidad incontable y darle a nuestro cuerpo la magnitud de un universo en el que confluyen todos los universos. 6 [9]
Intersticios
Más cuerpos en movimiento:
ConCuerpos
Por Carolina Caballero fionacaba@yahoo.de En los últimos años ha habido un creciente interés por replantear y deconstruir las categorías de lo bello y lo grotesco, lo sano y lo enfermo, la autonomía y la interdependencia, la capacidad y la discapacidad, entre muchas otras, desde diferentes perspectivas ideológicas. En el campo internacional de la danza contemporánea, en décadas recientes, la participación en esta actividad artística se ha ido abriendo para incluir un nuevo rango de bailarines, incluyendo entre ellos a artistas con discapacidad física, sensorial y/o cognitiva. El objetivo detrás de este movimiento no es sólo retirar barreras de participación en una actividad artística, sino también reflejar que los bailarines con alguna discapacidad tienen una perspectiva diferente e importante para ofrecer a la danza contemporánea, diversificando las posibilidades de movimiento y contribuyendo a concebir el cuerpo de una manera más amplia. En Colombia la danza contemporánea es una forma de arte que se está expandiendo rápidamente y se está convirtiendo en una importante fuerza cultural. Sin embargo, la inclusión de bailarines en situación de discapacidad es un terreno que [10]
hasta hace muy poco se ha empezado a explorar, a pesar del alto potencial con el que contamos en nuestro contexto local y nacional. A principios del 2007 dos bailarinas profesionales de Inglaterra, una de ellas en situación de discapacidad física, dirigieron el primer taller de danza integrada en Bogotá, compartiendo su experiencia con personas provenientes de diversas partes del país, con diferentes edades, clase, género y condiciones físicas. Las tres semanas de trabajo que concluyeron con un montaje coreográfico abrieron este nuevo campo de exploración artística, convirtiéndose en el impulso para que las organizadoras del taller y algunas de las participantes decidieran continuar con esta propuesta para desarrollarla y llevarla a otras ciudades fuera de Bogotá. De este modo nace el grupo ConCuerpos, cinco profesionales y bailarinas que han apostado a introducir y consolidar la danza integrada dentro de la escena de la danza contemporánea en nuestro país; proyectándose como una compañía que puede ofrecer trabajos de alta calidad artística. Hoy, un año y cinco meses después del primer taller, Tunja, Cali, Bogotá y Sincelejo son algunas de las ciudades a donde
ConCuerpos ha ido a contagiar de más movimiento a aquellas personas que creen en la exploración corporal propia y las combinaciones creativas que pueden surgir a partir de ésta.
Esta propuesta busca que todos los cuerpos tengan la posibilidad de explorar el movimiento en una experiencia artística que se construye en conjunto.
La danza integrada ha sido el término con el que se designan los trabajos pedagógicos y coreográficos en los que participan personas con y sin discapacidad física y/o sensorial. Esta propuesta busca que todos los cuerpos tengan la posibilidad de explorar el movimiento en una experiencia artística que se construye en conjunto. Desde esta perspectiva, la danza puede vivenciarse desde una silla de ruedas, desde el suelo, utilizando una sola parte del cuerpo o todo en conjunto, lo cual permite entonces que personas en situación de discapacidad puedan también tener una participación activa en los procesos de desarrollo humano de la sociedad a la que pertenecen. Ahora bien, para las integrantes de ConCuerpos, el compartir la experiencia creativa de la danza con personas en situación de discapacidad no solo ha abierto el espectro de posibilidades de movimiento, sino que también ha hecho evidente la presencia de personas con experiencias de cuerpo ‘diferentes’ a las que estamos acosFoto Juan David Velásquez Taller de[11] danza integrada Concuerpos 2008
Los cuerpos en situación de discapacidad, cualquiera que sea su causa, cargan en sí mismos un estigma social, que los somete a aislamiento y negligencia.
tumbrados a considerar como ‘normales’. En nuestro país, según el censo de población realizado por el DANE en el 2005, existen 2’639.548 personas (el 6.4% de la población) que presentan una limitación permanente, de las cuales alrededor de 325.000 viven en Bogotá1 . Asimismo, la situación de conflicto prolongado entrega al mundo de la vida cuerpos jóvenes mutilados en la guerra2, cuerpos infantiles víctimas de las minas, cuerpos femeninos escenario de la guerra, que inscriben violencias, no por silenciadas menos evidentes. 1 Cifras de la Veeduría Distrital, 2007. 2 Según el Observatorio de Minas Anti-personas de la Viceprecidencia, en el 2006 se reportaron un total de 2.035 casos incluyendo incidentes y accidentes. Desde 1990 hasta mayo del 2007, existe un registro de 10.559 casos. Las estadísticas demuestran un aumento muy significativo desde el año 2000 y según UNICEF, en Colombia, las minas matan al menos tres personas todos los días.
[12]
Foto Juan David Velásquez Taller de danza integrada Concuerpos 2008
Los cuerpos en situación de discapacidad, cualquiera que sea su causa, cargan en sí mismos un estigma social, que los somete a aislamiento y negligencia. Todas estas situaciones demandan un espacio de tramitación y transformación; por esta razón, una de las consecuencias valiosas de hacer danza integrada en nuestro contexto es la posibilidad de resignificar el cuerpo con discapacidad, tanto para el individuo como para la sociedad. En esta tarea hemos contando con el apoyo de diferentes entidades que han sido claves para el crecimiento de ConCuerpos, entre ellas el British Council, Espacio Ambimental, Espacio Cero, el Ministerio de Cultura, la Fundación Nueva Vida, el Centro Cultural Comfandi, la Fundación Carvajal y la Fundación Hijos de la Sierra Flor; todas estas organizaciones que creen, como nosotras, en hacer de la danza contemporánea un campo cada vez más amplio de expresión artística. Con este trabajo, ConCuerpos busca la construcción de espacios siempre más inclusivos, en los que diversos seres humanos puedan ponerse una cita alrededor del movimiento, derribando muchas de las barreras sociales y culturales con las que cotidianamente convivimos en nuestra sociedad colombiana, crecientemente fragmentada. Consideramos entonces que, como expresión artística, la danza contemporánea se nutre enormemente de los diferentes participantes que asisten a los talleres de danza integrada. Todos ellos corroboran que los ideales de cuerpo que la danza ha manejado tradicionalmente -y que en cierta forma han restringido la participación en este tipo de actividad- no son los únicos necesarios para aportar activamente en la creación de movimientos. En nuestros talleres buscamos acercarnos al cuerpo de cada quien, tal y como se le experimenta subjetivamente, para transformar el cuerpo ideal en un cuerpo real y de esta forma extender el arte no a nuestros imaginarios, sino a nuestras realidades, cercanas y concretas. Por esto, esperamos que nuestra labor tenga eco; que construya y que motive a aquellas personas que trabajan desde la danza a pensarla como una herramienta con un potencial enorme para la integración y la transformación de nuestra sociedad colombiana. 6 [13]
Únete a la revolución:
¡enamórate del movimiento! Por Andrea Ochoa libreandrea@gmail.com “Falling in love is the ultimate act of revolution, of resistance to today’s tedious, socially restrictive, culturally constrictive, humanly meaningless world.”1 Days of war, Nights of love. CrimethInc Ex-Workers Collective. Hace pocos días entendí por qué dejé el activismo y me entregué al movimiento. En realidad la decisión la había tomado mucho tiempo antes de hacerla pública y a pesar de que ahora hace parte de mi pasado, todavía sigue siendo doloroso ponerla en palabras. Parte primordial de este ser quien soy es un fuerte ánimo “altruista”, una necesidad de devolver y no solo de recibir; tal vez porque nací y crecí en esta Colombia nuestra llena de injusticia social y violencia o tal vez porque mi madre polaca me dio el nombre de libertad. La objeción de conciencia llenó ese vacío por un buen tiempo, me dio identidad ante el mundo, ante mí misma. Poco a poco fui construyendo un lugar desde donde me podía parar como activista, como profe, como psicóloga. Mis ojos conocieron el verde amazónico, la sonrisa del polvo, el susurro del miedo, la inhalación del indígena. Supe qué es sentirse parte de algo mucho más grande que uno mismo, encontrando un camino para la reconciliación de mi espiritualidad. Y podría haber seguido acrecentando la lista, pero de repente la sensación de estar usando las ropas de la lucha en 1 Enamorarse es el mayor acto de revolución, de resistencia a este mundo socialmente restrictivo, culturalmente constrictivo, sin sentido humano y lleno de tedio.
[14]
Foto Rafael Arévalo Obra “Irreconciliable” Director Alexander Güembel Año 2007
contra de la guerra fue demasiado agobiante, dejó de ser la imagen que me presentaba y se volvió la imagen que me representaba en un molde inapropiado. Sin embargo no puedo negar que fue difícil dejar atrás la posibilidad de crecer en el mundo del trabajo social, pues dejé en ese horizonte que ya no sigo las Andreas exitosas y no exitosas según los estándares capitalistas, quedando las exitosas porque generaban felicidad, aportaban, eran alimento. Con la danza, con el circo, con el trabajo con el cuerpo no veo tan claro el éxito… me cuesta trabajo y no puedo esperar brillar por mi talento sino por mi dedicación. Mi experiencia ha sido toda una batalla contra mi
pésimo arco y mi falta de técnica, pero al mismo tiempo, me ha hecho feliz, no podría estar haciendo otra cosa. Esa es la mayor enseñanza que me dejó la lucha por la objeción de conciencia, que cada quien debe poder hacer lo que ama, y nadie debe ser obligado a hacer algo tan ajeno a sí mismo que lo violente. Pero además de comprender lo básico de esta afirmación, creo que la revelación que tuve hace poco se trata de significar el trabajo con el cuerpo desde una nueva perspectiva. En últimas, entendí que no me había traicionado, que no se trataba de una desilusión de ideales, de un abandono. La energía no se destruyó, porque no puede ni siquiera crearse, [15]
Foto Rafael Arévalo II Encuentro de improvisación Danza Común 2007
sólo se transformó. Esa misma necesidad me sigue movilizando, empujándome o deteniéndome pero en este camino del cuerpo en escena, del arte performático, en donde veo claramente una alternativa a la violencia que nos identifica y a la estructuración indiferente del capitalismo imperante.
que los pobres se multipliquen; quedándonos con un peso aplastante que inmediatamente nos enfila dentro de la gran masa apática que sobrevive en este país.
Para romper ese círculo vicioso que la lógica bélica ha impuesto sobre nuestra cultura no podemos entonces seguir Nuestra tradición está compuesta en gran medida por ma- replicando a ciegas los caminos ya trazados. Es necesaria chismo, homofobia, segregación, intolerancia, ilegalidad, etc. una subversión, una ampliación de las elecciones en donNos hemos acomodado a transitar por las calles esquivando de nuevos lazos se movilicen. En esa medida la danza y el circo contemporáneo en la cantidad desmedida de personas que ya no piden No sé qué tan consciente o inconscientemente lo estamos nuestro país tienen tosino que usurpan limos- haciendo, pero quienes nos movemos hacemos parte de una davía un sabor inédito nas. Nuestro lenguaje comunidad rebelde que aventura constantes rupturas de la co- que abre la opción para el despliegue de nuevas fluye sin sorpresas por tidianidad repetitiva. rutas de comunicación expresiones tales como y relacionamiento; y esa “lo voy a matar si no llega temprano”. Estamos acostumbrados a que el gobierno no también ha sido mi experiencia en la comunidad creciente cumpla sus labores, a que la guerrilla no luche por el pueblo, de las artes escénicas de Bogotá. Me he formado bajo la luz a que los paramilitares no defiendan a los campesinos, a de la creación y no de la réplica, arriesgando la estabilidad [16]
de lo conocido. He aprendido que el respeto por el otro no significa la decencia y el decoro de las palabras sino poder escucharlo en una impro e inmediatamente decir ¡sí! a sus propuestas para sorprendernos de la magia que creamos en conjunto. Cuando me muevo dejo de ser una mera víctima de las insanas tradiciones que me rodean, para convertirme en un vivo camino de impulsos que me hacen responsable de mis decisiones. No sé qué tan conciente o inconscientemente lo estamos haciendo, pero quienes nos movemos hacemos parte de una comunidad rebelde que aventura constantes rupturas de la cotidianidad repetitiva. Nuestros horarios no encajan con el horario de oficina que responde al mandato de la productividad capitalista, pues el movimiento es un juego con el tiempo y con el espacio. Somos prolongadores de segundos en el aire, exprimidores de días de entrenamiento, aceleradores
la reafirmación o desde el cuestionamiento. Además, sabemos de la infinita riqueza de sensaciones que residen en nuestros cuerpos y por ende nos movilizan fuerzas mucho más poderosas que la mera inercia a seguir las tradiciones. Por eso mismo somos una amenaza para el engrosamiento de filas armadas, porque tenemos tanto por hacer y vivir que no estamos dispuestos a pelear y morir por una idea tan estática como la patria. Estamos reemplazando la obediencia ciega por propuestas alucinantes. Si la forma actual de control sobre las personas se basa en el incremento de su sentimiento de miedo, a los bailarines es bien difícil aterrorizarnos porque somos nosotros mismos quienes estamos en control de nuestros poderes. Una de las cosas que he buscado con empeño en mi vida ha sido la autonomía, y no puedo pensar en una mejor plataforma para su práctica que la que me soporta en este momento. En
Por eso mismo somos una amenaza para el engrosamiento de filas armadas, porque tenemos tanto por hacer y vivir que no estamos dispuestos a pelear y morir por una idea tan estática como la patria. Estamos reemplazando la obediencia ciega por propuestas alucinantes. de cambios y sobre todo, desintegradores del tedio. Bailar en espacios públicos es tan emocionante que los vemos como escenarios, espacios de arte y no de mero tránsito.
general, me siento parte de una comunidad creativa, innovadora, llena de festivales y celebraciones, agitada, bulliciosa, pero comprometida, responsable y entregada.
Nos entrenamos para componer con otros cuerpos y eso nos hace siempre estar alerta de quienes nos rodean, despertando una sensibilidad particular por el otro. Sabemos el encanto que tiene el contacto, lo excitante que es compartir nuestro peso y hemos superado el miedo a la cercanía o a la distancia. Nos convoca la creación para la escena, en donde la exposición del cuerpo se hace de una manera artística; oferta radicalmente disímil a la exhibición permanente de cuerpos transgredidos y profanados en nuestra historia.
Así, mi paso del activismo a la actividad ha sido como una cuesta para un río, una movilización de aguas estancadas. Todo porque mi cuerpo grita: ¡que viva el amor por el movimiento! 6
Los entretenimientos creados para la pasividad ya no nos hipnotizan, pues parte de nuestra práctica es ser espectadores activos de las diversas funciones que ocurren en la ciudad, pues se trata de una comunidad enamorada con pasión en donde la crítica nos reta y nos hace crecer, ya sea desde [17]
Lugares en movimiento
Click performático Por Zoitsa Noriega
En el año 2005 se dio inicio al Centro de Experimentación Coreográfica, “un espacio físico y mental” que se conformó con maestros nacionales y extranjeros, y con bailarines estudiantes de diversas carreras. El siguiente texto es una mirada al CEC desde su entraña y es, también, uno de sus experimentos.
I. El descubrimiento. En el momento en que escribo estoy acostada en mi cama, escucho el sonido que mi gato produce con unos papeles en el cuarto contiguo. Si saliera ahora mismo de esta habitación podría: 1. Asomarme a la ventana y observar lo que sea. 2. Ir a la cocina y comer algo. 3. Salir por la puerta, bajar las escaleras, cruzar la calle y regresar porque olvidé cualquier cosa, salir de nuevo e ir a cualquier lugar, aunque también puedo decidir quedarme. 4. Salir por la puerta, bajar las escaleras y cruzar la calle solo por cruzarla (cruzar la calle es una acción con mucho sentido). 5. Salir del edificio por una ventana e ir a un lugar preferido, ya que pueden haber muchos lugares preferidos. 6. Etcétera. Septiembre 20 de 2005, sesión No. 7 del Seminario Teórico sobre Danza Contemporánea. Natalia Orozco y varios estudiantes del Centro de Experimentación Coreográfica (desde una división académica entre las artes): Si en la plástica el problema es lo que el ojo ve y justamente cómo entendemos lo que el ojo ve, luz y espacio en relación antropológica; si en la música es el [18]
tiempo y la matemática, vibración de ondas rebotando en y a través de intensidades de materia, entonces ¿cuál diríamos que es el problema en la danza?, ¿es el espacio?, ¿el cuerpo?, ¿la gravedad?, ¿el movimiento?, ¿el devenir?, poder de transformación corporal y espacial... Retomemos, ¿existe la posibilidad de un problema exclusivo para la danza? Formular esta pregunta quiere decir tomarla como objeto de estudio, asumir que ésta tiene la posibilidad de ser una masa compleja de situaciones, un cuerpo en relación. Propongo que por lo menos esta masa dancística se encuentra en relación y problematización íntima con el lenguaje porque todo tiene que ver con el lenguaje, es decir con la representación. Formular también estas últimas líneas quiere decir que estoy desglosando y tejiendo algunas ideas en torno a la danza, construyendo un mapa sobre el cual pararme firmemente para hacer danza, aunque sus coordenadas puedan variar según mis propias variaciones. Bogotá, segundo semestre del año 2005. El Seminario Teórico y el Taller de Improvisación dirigidos por Natalia Orozco y Dominik Borucki, actividades iniciativas del Centro de Experimentación Coreográfica (CEC), son el evento más relevante e impresionante en la historia de Foto Rafael Arévalo Obra “Pájaro cinco” [19] Director Zoitsa Noriega Año 2005
la danza en Colombia (existe una prehistoria de la danza en Colombia); el laboratorio está impregnado de ese aroma a creatividad que la explosión de estas dos experiencias lograron al entrar en fusión dentro de todos nosotros, estamos sorprendidos y orgullosos de que este aroma no sea bello, equilibrado o conocido. El evento denominado Centro de Experimentación Coreográfica es un estado, un terreno que pone a pensar en lo creativo a través de la acción como poder de hacer, un departamento del arte donde la ley es probar y degustar todo, descubrir todo y entre todas las opciones (abanico infinito de posibilidades) escoger, delimitar y componer a través de un criterio – mapa.
Descubrimos que esta es una forma de ser en el mundo incluyendo el territorio escénico: forma vegetal, movimiento vegetal, observación, escucha, y todos lo sentidos abiertos desprovistos de deseo, solo tiempo presente, presencia en cada instante. II. Dominik Borucki, la improvisación como técnica. No hacer nada activamente también es una opción, se le podría comparar con la contemplación, el ejercicio de estar en el presente, sin juzgar, sin razonar, sin predeterminar, sin imaginar. Este acto es el segundo más difícil en la buena ejecución de la danza contemporánea, en la medida en que implica un vaciamiento de intención1, desaceleramiento hasta el punto cero del movimiento neuronal, no hago nada, solo estoy: punto neutro. Descubrimos que esta es una forma de ser en el mundo incluyendo el territorio escénico: forma vegetal, movimiento vegetal, observación, escucha, y todos lo sentidos abiertos desprovistos de deseo, solo tiempo presente, presencia en cada instante. En un sentido relativamente opuesto encontramos la inmersión: capacidad que tiene todo buen intérprete de danza para sumergirse en un estado paralelo de conciencia (¿estado imaginativo como una intensidad de la realidad?), pudiendo observar lo más profundo de cualquier océano 1 El término vacío también fue utilizado enfáticamente por Francesco Scavetta, maestro de la primera fase del CEC, en la búsqueda de una sensación muscular muy específica para el movimiento.
[20]
El evento denominado Centro de Experimentación Coreográfica es un estado, un terreno que pone a pensar en lo creativo a través de la acción como poder de hacer, un departamento del arte donde la ley es probar y degustar todo
sin dejar de estar en la superficie. Sobre este punto se debe decir que hay tantos océanos como moléculas de oxígeno en un solo océano; como describió Alexis Eupierre, colega de Borucki, existe un abanico infinito de posibilidades, una infinita gama de grises entre el negro y el blanco. Se debe entonces ser lo suficientemente arriesgado como para visitar toda la paleta cromática además de los colores concretos o los terrenos seguros, o los conocimientos enseñados.
Foto Pedro Pinzón Obra “In situ” director Alexis Eupierre
Pero, sin duda, el acto más complejo se encuentra en la transición entre el punto neutro y la inmersión y/o entre la inmersión [21]
y la entrada a otro océano. Esto ocurre como el click digital que utilizamos para pasar de un lugar virtual a otro, o como el switch para encender y apagar algo, o como el slider en la consola para subir y bajar el volumen (juego de intensidades). Nadie sabe qué sucede en ese ínfimo punto del tiempo, pero hacemos que una cosa cambie a otra poniendo en evidencia nada más que nuestra capacidad y poder de voluntad. Esto es lo más importante para quien quiere hacer danza: todo es posible y no hay UNA manera. Capacidades a desarrollar: voluntad de neutralidad, voluntad de inmersión, voluntad de cambio, voluntad de permeabilidad, voluntad de conexión, voluntad de sensación antes que de emoción, voluntad para abandonar y recuperar la voluntad. III. Vivir en las entrañas de la vida. En un momento hace mucho tiempo dios Sófocles dijo “sepárense el rito y el arte”, otorgándole a esta última una responsabilidad moral, es decir, un vivir en la representación, y vio que esto era bueno. Salón 208 del auditorio León de Greiff. Agosto 30 de 2005. Comprender que la realidad es una representación, o que no existe UNA realidad, es saber jugar dentro y fuera de la representación y con todas las representaciones posibles. El espacio creativo en la danza se encuentra justamente en la intersección entre ella y lo que no es ella, su afuera es su elixir, lo que la hace respirar y nutrirse para ser algo vivo. Con este espacio físico y mental todos volvimos a nacer y descubrimos que morir – nacer – morir – etc., como algo ordinario, es placentero. Delicioso cuerpo sin órganos.6
[22]
En la escena
CAMPO MUERTO (Tríptico) – DANZA COMÚN Por Rodrigo Estrada rodrigoestrada@hotmail.com
Dirección: Sofía Mejía, Bellaluz Gutiérrez, Zoitsa Noriega. La compañía Danza Común ha trabajado durante el periodo 2007 – 2008 en la obra Campo Muerto y ha alcanzado un testimonio valioso de nuestra trágica historia reciente. En tres cuadros diferentes, tres coreógrafas plasmaron las maneras diversas de percibir la guerra que ha aturdido, sobre todo, a la población del campo de nuestro país.
Cuadro Primero Una persona empieza a construir su penosa casa con lo que tiene de zapatos, seis pares; y viene otro a construir una casa aún más deficiente con lo que pueda tomar del primero; y llega otro y después uno más a robar zapatos robados, y a ser despojados al menor descuido. En la escena hay ahora seis o siete personas intentando construir un refugio, viviendo una carrera absurda que sólo los deja cansados, pues cada que vuelven a sus casas ha desaparecido lo poco que habían logrado. Y en el colmo del asunto, llega un poder tirano y los despoja a todos de aquello por lo que pelean. Ahora que la situación es más que desesperante, luchan por la ropa, cuando no haya ropa se arrancarán la propia carne, y como no mueran, se robarán los huesos. Y todos sabemos que así sucede en esta tierra, que entre pobres gentes se usurpan las migajas que han dejado los terratenientes. Esto no es solo una alegoría: hace algunos meses el ministro de agricultura, ese tal Arias, decidió no dar unas tierras a campesinos desplazados por otorgarlas a quién sabe qué empresarios amigos, arguyendo que esas tierras eran improductivas, áridas, secas y otras mentiras, y que los campesinos no tenían las capacida[23]
Foto Alexander Güembel
des suficientes para ponerlas a producir. Una propuesta que dejaba implícita una segunda parte: que esos desplazados vinieran, o continuaran, en la ciudad o al borde de la montaña, arañando lo que pudieran arañar en zapatos, carne y huesos. En la escena de Campo Muerto, aquel que se ha apoderado de todos los zapatos, amarrándolos a su cuerpo, ha sufrido una curiosa metamorfosis: cargado de infamia se arrastra buscando huir del horror que ha causado, dejando a sus espaldas un cúmulo de cuerpos agotados y amontonados, y un grito desnudo, sordo y profundo, que no suena en nuestros oídos pero sí en nuestra piel, que tratamos de apagarlo, que nos aturde sin voz, desesperante y terrible.
[24]
Foto Alexander Güembel
Cuadro Segundo Hay nueve cuerpos en escena, no hay ninguno ‘danzando’; son tan solo, todos juntos, una sucesión de emociones intensas y contradictorias que revuelven el estómago, de buena y mala manera. De buena manera porque hay imágenes bellas, pensadas, sentidas y, de seguro, largamente soñadas por la directora, imágenes que aunque tristes son hermosas; de mala manera porque es doloroso ver que estamos fabricados con una historia que no deja de acumular violencia: una parte de nosotros está hecha a punta de masacres. El escenario, que al principio sólo está habitado por una mujer que, en completo silencio, dobla y desdobla una ropa blanca (sensación de soledad, evocación de los que no están), es inundado en un soplo por ocho cuerpos (que bien parecen cincuenta) que en cosa de cinco segundos dejan el piso lleno de nombres, lleno de ausentes, de fantasmas. Sobre los nombres de esos muertos sucede todo lo demás: el peligro, la búsqueda desesperada, el canto, otra vez la muerte, el baile, la angustia y el delirio; hay gentes escalando sobre gentes, tratando de salvarse y salvar a los suyos mientras hunden los pies en los rostros de los otros. Uno apenas se da cuenta que casi ha reído y que casi ha llorado, que, en definitiva, estamos confundidos porque no es normal bailar encima de los muertos. El cuadro es hermoso, y es extraño no sentirse feliz por eso.
[25]
Foto Alexander Güembel
Cuadro Tercero Hay que traer, correr, llevar, gritar, esconderse, cargar, traer y volver a llevar. Hay que morirse y revivir, correr, llevar, cargar, quedarse quieto y dejarse caer. Hay que cargar y tirar y abandonar, morirse una y otra y otra vez y salir corriendo. Hay que volver, caminar, murmurar, reír, cuchichear, llamar, atender y de nuevo correr. De repente se escucha un grito de “¡adeeeeentrooo!” y hay que entrar: todos, apiñados en un solo mueble, ven pasar el peligro fuera de su casa, acaso las balas, acaso las sierras, cuchillos, sangre, gente mala; si alguno cae se lo llevará un turbión de sangre con pedazos de carne. Hay que temer y correr, correr, correr, correr. Les queda una triste mata artificial, una mesita y alguna sábana, un colchón para reposar los huesos, una silla para descansar los pies. Hay silencio, espectros y ecos del silencio. Luego se empacan los muertos y se huye sin gritos. Quedan también unos zapatos para taparse las orejas, un cajón para guardar la cabeza. Hay que correr otra vez, descalzos, cargar, llevar y traer, morirse y correr muertos, pobres, con frío, con hambre, con sed. Al otro día dicen las noticias, en un tono más bien frío e indiferente, que Colombia le ha aportado al mundo la escandalosa cifra de tres millones de desplazados. 6 [26]
COLABORADORES
Juan David Velásquez Calvo. Fotógrafo caleño, egresado de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Valle, Colombia. Actualmente trabaja como laboratorista de imagen de la misma escuela y desarrolla proyectos independientes de fotografía documental. Gabriela del Sol Abello Diseñadora Industrial de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente cursa la Especialización en Fotografía y hace parte del grupo de danza contemporánea de la misma universidad. Durante el 2007 estuvo por Buenos Aires realizando estudios de improvisación teatral, malabares y danza contemporánea. Laisvie Andrea Ochoa Gaevska Psicóloga de la Universidad Nacional. Se ha movido entre la danza, el nuevo circo y la objeción de conciencia. Ha hecho parte del Centro de Experimentación Coreográfica, de la compañía La Gata, de la compañía La Arenera y trabajó durante cinco años en la organización social Acción Colectiva de Objetores y Objetoras de Conciencia. Es miembro fundadora de ConCuerpos. Zoítsa Noriega Artista Plástica de la Universidad Nacional. Estudiante de la Maestría Interdisciplinar en Teatro y Artes Vivas de la misma institución. Se formó como creadora e intérprete en la Fundación y Compañía Danza Común, y fue maestra y directora del grupo de danza contemporánea de la Universidad Nacional entre el 2001 y el 2007. Actualmente es profesora en la Especialización en Educación Artística de la misma universidad.
tuto Pensar de la Universidad Javeriana y coordina el trabajo investigativo del grupo de danza integrada ConCuerpos. Alexander GüembeL Fotógrafo Alemán. Realizó estudios de danza contemporánea en el Laban Centre City University en Londres. Se especializó en diseño de iluminación para danza y teatro, trabajando en compañías de Noruega, Alemania e Inglaterra. Actualmente vive en Bogotá y es cofundador de la Fundación Espacio Cero. Rafaél ArÉvalo Artista plástico de la Universidad Nacional de Colombia, donde hizo parte del grupo universitario de danza contemporánea. Hizo estudios de diseño y realización de vestuario en la Universidad de los Andes y perteneció al Centro de Experimentación Coreográfica. Ha participado en diversas obras de danza y teatro, como fotógrafo, creador y diseñador de vestuario. Zoad Humar Antropóloga y especialista en estudios culturales. Hace 5 años realiza entrevistas con personajes destacados del área cultural para la fundación Bogotá Fuerte (www.bogotafuerte.org), actividad que ha complementado con la pintura y la fotografía. Ha participado en varios eventos de teatro y danza entre ellos el XII Festival Universitario de Danza Contemporánea, el Ballet de Sonia Osorio, y con la Fundación L´Explose. Algunos de sus trabajos se han expuesto en la galería Casa Cuadrada.
Carolina Caballero Psicóloga de la Universidad Javeriana. Ha participado en diferen¬tes actividades en la Nueva Escuela Lacaniana de Psicoanálisis. Trabajó como asistente de investiga¬ción en el departamento de Psicología Social de la Universidad Fedriech Alexander Nünberg Erlangen. Actualmente trabaja en el Insti[27]
CIRCULANDO
PROGRAMACIÓN ESPACIO AMBIMENTAL Noviembre y Diciembre de 2008
CLL 9 Nº 2-17
Contáctenos: espacioambimental@gmail.com FUNDACIÓN MÓVIL presenta una muestra de la obra de danza en proceso, “La Poderosa” de Diana Zuluaga. Con el apoyo de Espacio Ambimental, La Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte y La Orquesta Filarmónica de Bogotá. Fecha: 28 de Noviembre de 2008 Hora: 7:00pm Entrada Libre COMPAÑÍA Y COMPAÑÍA presenta la obra de danza “Una para el mango”, dirigida por Rodrigo Estrada. Con el apoyo de Espacio Ambimental, La Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte y la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Fecha: 29 de Noviembre Hora: 7:00pm Bono de Apoyo: $8.000 LA COMPAÑÍA KU KLUX KLOWN invita al taller de Clown. Con el Apoyo de Espacio Ambimental Fecha: 1 de Diciembre al 13 de Diciembre Hora: 6:00pm Inversión: $180. 000
[28]
PRESENTA
YOGA sangha Clase nivel bรกsico / intermedio de vinyasa yoga , vinyasa circular acro-yoga, partnering yoga LUNES A VIERNES 7:00 - 8:30 a.m SABADO 8:30 - 10: 00 a.m DIRECCIร N Calle 9 No. 2 -17 INFORMES
sebastianramirezmaya@yahoo.com 3174043563 ariadnacaro@hotmail.com 3133894596
Con el Apoyo de