LA INFINITA La revista literaria
de la Escuela de Educación Secundaria N° 59 Lomas de Zamora, septiembre 2017 1ero A La desgracia de una madre Una tarde Sonia le dijo a su hija María que su nuevo novio Pepe iba a venir a cenar y también iba a traer al vecino Claudio. Pepe y Claudio llegaron al mismo tiempo. María saludó y les pidió que se vayan a sentar a la mesa para cenar. Pepe, Claudio y María se fueron a la cocina, Sonia se fue a comprar algo que faltaba. Sonia al regresar ve que el picaporte de la casa está completamente roto, así que entra por la ventana. Ella encuentra desmayado a Claudio (el vecino), no ve a Pepe (el novio), ni tampoco a María (la hija). Sonia se va a la comisaría, para que investiguen quién fue el secuestrador de María y qué causó que Claudio se haya desmayado. A Sonia no le importaba tanto su novio en ese momento. Sonia contrató al famoso detective Sherlock Holmes. Sherlock fue a ver al desmayado en el hospital, quién sería mejor testigo que él, dijo el detective. Se fueron al hospital a hablar con Claudio. Al llegar, estaba despierto, Sherlock le dijo a Claudio: - ¿recuerdas algo de lo que pasó? Claudio le contesta: - ¡Sí! recuerdo que Pepe y María se fueron al living de la casa, de ahí no recuerdo nada más. Sherlock se fue a la casa de Sonia para ver algo que pudiese ayudar con la investigación. Llegaron y vieron pedacitos de vidrio con un poco de sangre en el suelo. Los sospechosos fueron Pepe y Claudio. Por allá se escucha el teléfono, es Claudio y dice: - “Detective, recuerdo más cosas, que me rompieron una botella en la cabeza, por eso debe ser que estaba desmayado Justo antes de desmayarme vi la cara de Pepe y de ahí no recuerdo más nada.” Rastrearon el celular de María para ver dónde podía estar. Ellos intentaron antes pero no mostraba nada. Pero esta vez mostraba una ubicación, allí fueron inmediatamente. Cuando llegaron entraron a un callejón. Sonia decía que podía estar el celular de María entre las bolsas, Sherlock empezó a buscar entre las bolsas de basura, Sonia ve que el tacho grande de basura no está cerrado, lo abre, ella pone de repente los ojos llorosos,