La pintura tiene y ha tenido el encanto de conmover a los seres humanos porque es la mirada de otros, la interpretación de otros, el pensamiento y los sentimientos de otra persona, que nos trasmite un mensaje, por medio del color, del mundo que habitamos y nos habita. El pintor mediante el uso de la técnica, decodifica el universo que él ve para que nosotros, los observadores, ese otro que somos frente a un cuadro, tengamos alguna sensación respecto a su obra.
Diana Zuluaga, antes de ser la pintora que hoy es, pasó por esa experiencia que le marcaría el rumbo a su vida.