Por Manuel Tiberio Bermúdez
Conoce bien lo arisco de sus montañas ecuatorianas. Ha visto desde niño el horizonte escarpado e imponente de sus volcanes y ha descifrado los mensajes secretos del paisaje que ha mirado desde siempre. Sabe que la tierra que habita es “prácticamente como hallarse en un museo vivo”, pues allí confluyen diversas culturas: las afro, las indígenas, que vienen caminando en el tiempo para dar paso a las razas de hoy. Es consciente además que esa mezcla, casi mágica de costumbres, pensares, saberes y manifestaciones artísticas hacen especial el lugar en el que habita y hace su vida.