Sumario
Contenido Editorial
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Artículo: ¿Por qué admiro Inca Kola?
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Artículo: Más que una tradición
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Infografía: Inca Kola a traves de los años
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Entrevista: La kola dorada
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Editorial
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l Perú es mundialmente conocido por su pisco. Pero en este país existe otra bebida, no alcohólica, que llama la atención en cualquier lugar. La gente la compra en restaurantes y bares, pero también en quioscos, en el cine o en los medios de transporte. La consumen en la oficina, en la playa y en sus hogares. Esta es una bebida que con su color amarillo brillante está presente permanentemente en la vida de todos los peruanos. Se trata de la famosa gaseosa “Inca Kola” Teniendo en cuenta que el origen de los peruanos proviene mayoritariamente de la cultura inca (o quechua), no es muy sorprendente que la bebida nacional de este país se llame precisamente “Inca Kola”. También es obvio que el color amarillo fue creado en homenaje a los incas ya que éstos adoraban al sol. Pero lo asombroso de la Inca Kola es su importancia como ícono de la cultura local y el orgullo que sienten los peruanos por tenerla. Dándose una vuelta por Lima, la cuna de la Inca Kola, se nota por todos lados la influencia de la marca en la vida cotidiana. Si pasas por los mercados indios de Miraflores o del centro, puedes comprar desde llaveros hasta poleras con el logotipo de esta gaseosa. Acercándose a la transición de la Avenida Wilson y Tacna, puede ser que te salude un policía desde su plataforma de tráfico la cual lleva un anuncio con el mensaje: “Inca Kola hay una sola y el Perú sabe por qué”. Y si quieres tomar un cafecito en el Starbucks, también puedes ver una botella de Inca Kola junto a la Coca-Cola o la Fanta en la vitrina de la refrigadora. En realidad la Inca Kola es un producto de fantasía mezclado con patrimonio cultural, por lo cual no es apta para influencias de otros países. Además será por algo que Corporación Lindley le puso a la Inca Kola el eslogan “El sabor de la creatividad” (2007). ¿Quieres saber cuál de los mitos es verdad? Entonces solo hay una manera de averiguarlo: “vívela, destápala, tómala…” (1982).
Carlos Hidalgo Editor General
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Artículo
¿Por qué admiro Inca Kola?
La bebida cumple 80 años en el corazón de los peruanos En homenaje a Johnny Lindley Taboada, el empresario peruano que enfrentó y venció a Augusto Townsend Klinge, actual editor de Economía del la marca más poderosa del mundo, pero, sobre todo, en reconocimiento de su sencillez, diario El Comercio, sido nombrado comoporuno de Corlos compromiso y cariño con el Perú,ha quisiera recordar las ocho razones las cuales Jóvenes Líderes elen Foro Económico Mundial, por poración Lindley se convirtió, mi opinión, en una empresa admiradaescogido y no solo longeva.
Augusto Townsend Klinge @atownsendk
el liderazgo que muestra en la sociedad como agente de cambio.
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Los grandes métodos para una gran publicidad, ser únicos y el gran esfuerzo del personal de Inca Kola influyó en el crecimiento de esta empresa gracias al apoyo de los líderes como es, en este caso, el clan Lindley.
En homenaje a Johnny Lindley Taboada, el empresario peruano que enfrentó y venció a la marca más poderosa del mundo, pero, sobre todo, en reconocimiento de su sencillez, compromiso y cariño con el Perú, quisiera recordar las ocho razones por las cuales Corporación Lindley se convirtió, en mi opinión, en una empresa admirada y no solo longeva.
3. Tercero, siempre está dispuesta a aprender, no se duerme en sus laureles ni da pie al conformismo. 4. Cuarto, la adaptación al cambio no es una virtud de uso ocasional sino, más bien, una actitud permanente. 5. Quinto, está orgullosa de ser peruana. Entiende al Perú como lo que es: una exquisita mezcla de cosas extraordinarias.
1. En primer lugar, porque es un negocio familiar, en el buen sentido del término, y ha sabido transmitir esa familiaridad de cara a los consumidores. Su compromiso con un conjunto de valores éticos la humaniza ante estos.
6. Sexto, no discrimina ni pierde la humildad. Sabe que los peruanos no somos afortunados por tener sus productos, sino que ella es afortunada por estar en nuestras elecciones. 7. Sétimo, sabe dónde está el corazón de su éxito: en sus trabajadores, indudablemente. Cultiva sus talentos, los atesora y retribuye como es debido. 8. Octavo, las jerarquías tienen una función organizacional, pero no categorizan a las personas. La empatía es el pegamento que las cohesiona y las hace salir adelante. Quisiera creer que el mercado compensa este tipo de virtudes empresariales y que por ello Johnny Lindley Taboada fue merecidísimamente exitoso en vida. Deja, sin lugar a dudas, un legado inspirador para quienes le tomarán la posta. El empresariado peruano lo recordará como un gran líder.
2. Segundo, no pierde la juventud aunque pasen los años. Sigue manteniendose igual de fresca. 5
Artículo
Más que una tradición
Testimonio de antaño
Wilfredo Ardito Vega
Catedrático de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Es un abogado, escritor, catedrático y activista peruano especializado en temas de derechos humanos, democracia, justicia comunitaria y derechos de los pueblos indígenas. Es reconocida su iniciativa en el Perú por erradicar el racismo y la discriminación.
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Perú fue el primer país sudamericano en trabar relaciones diplomáticas con el Imperio del Japón en 1873, y también fue el primero en recibir trabajadores japoneses. En la foto, una familia de inmigrantes japoneses dedicadas al trabajo en el campo en Huacho.
A la Inca Kola, se la ama o se la odia. Se ha escrito y se sabe tanto o poco sobre ella. Pero lo que escribiré a continuación, es posible que muchos desconozcan esta anécdota de “la bebida de sabor nacional” durante la Segunda Guerra Mundial y el contexto de la expulsión de los japoneses y sus descendientes de territorio peruano, aprovechando el 110° aniversario de la inmigración japonesa al Perú. Recuerdo que hace muchos años, cuando de pequeña frecuentaba las instalaciones de la Asociación Estadio La Unión (AELU) en la cafetería central y kioskitos al interior del recinto, sólo vendían Inca Kola. Debe haber sucedido lo mismo en otras instalaciones relacionadas con los “japoneses” (sean nacidos en Japón o sus descendientes nacidos en Perú), como el Centro
Cultural Peruano Japonés; pero simplemente no lo recuerdo. Lo cierto es que a mí siempre me ha gustado la Coca Cola, hasta 1999 nunca pude encontrar dentro del AELU dicha bebida y la única manera de hacerlo es “llevarla puesta”, es decir, tomándola antes de ingresar en el kiosko de afuera porque al retornar era seguro que me requisarían
la botella. A partir de ese año cuando la Coca Cola compró a la Inca Kola, el panorama cambió y hasta la actualidad es posible encontrar ambas bebidas. Volviendo al tema del post, una vez le pregunté a mi padre por qué solamente podíamos consumir Inca Kola y él categóricamente me respondió: “el señor
El primer grupo fue de 790 japoneses que vinieron al Perú contratados para laborar por seis años en las haciendas costeñas procedentes de Okinawa, llegó al puerto de Ancón el 3 de abril de 1899, a bordo del vapor "Sakuramaru".
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Lindley fue uno de los pocos que ayudó a la colonia durante la guerra y ésta en agradecimiento se comprometió a vender y comprar sus productos de manera exclusiva en sus instalaciones”.
por lo que pido disculpas por no ahondar más en detalles. A esto ustedes dirán ¿qué pinta aquí la Inca Kola con la guerra? Pues, según los testimonios de familiares y amigos de mis padres (lamentablemente no hay nada escrito) apuntaban a que los “japoneses” que tenían negocios acudieron a la Coca Cola para abastecerse, pero como ustedes deducirán dicha compañía es americana y les cerró las puertas. En esa época el negocio de la familia Lindley estaba comenzando y por ello creo que no dudó en ofrecer sus bebidas a los “japoneses” con facilidades inimaginables: mi padre decía que consignaba, escuché de otros que hasta donaba las gaseosas. En un mundo en donde a los “japoneses” se les daba la espalda, el señor Lindley los apoyaba.
Haciendo memoria, luego del ataque de Pearl Harbor y el ingreso de Japón a la Segunda Guerra Mundial, el presidente Franklin Delano Roosevelt ordenó mediante el famoso Decreto 9066 la expulsión de los “extranjeros” de ancestros enemigos (alemanes, italianos y japoneses) para ser llevados a campos de concentración. El Perú con el presidente Manuel Prado Ugarteche a la cabeza no fue la excepción y se alineó con dicha medida. Como señala Stephanie Moore de las 2,264 personas - entre nikkeis latinoamericanos, japoneses residentes y sus descendientes - Perú fue el país con mayor envío de personas a los campos de concentración con 1,800. En este contexto, los que se quedaron, aparte de sufrir las consecuencias de la guerra, sufrieron de xenofobia; los que tenían comercios sufrieron del saqueo de los mismos o éstos simplemente no tenían ventas por el temor de los mismos clientes de ser acusados de cómplices de espionaje. En los últimos meses me he interesado por investigar más sobre el tema y déjenme decirles que las historias son demasiado tristes (e injustas)
Independientemente de los intereses económicos o de otra índole que puedan haber existido, valoro mucho esta historia de una empresa que fue creada por un inmigrante, que ayudó a otros inmigrantes y que ha forjado una bebida de sabor nacional que con todo combina. Por ello y por muchas cosas más radica el éxito mundial de esta empresa que ha llevado tanta alegría al corazón de todos los peruanos.
La empresa nace gracias al esfuerzo, dedicación y visión de sus fundadores, José R. Lindley y Martha Stoppanie de Lindley. Su ayuda y compromiso con la industria en el país han sido de ejemplo para multitud de empresarios.
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Infografía
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Entrevista
La KOLA DORADA
ENTREVISTA A JHONNY LINDLEY
Después de estudiar en EE.UU., en 1997 Johnny Lindley regresó al Perú para trabajar en la empresa familiar. Diez años después asumió la gerencia de la compañía y, en cifras, no le ha ido nada mal. Es dueño de una de las empresas más queridas del Perú, y al parecer tiene la formula para el éxito comercial y con sus trabajadores. Aquí nos explica cómo lo hizo.
¿Cómo surge el sabor de Inca Kola, cuál es “la receta secreta? Inca Kola se desarrolló en los años 30. En ese entonces los nombres de las bebidas estaban relacionados a los sabores frutales de donde provenían, “Orange Squash”, “Lemon Squash”, etc., y en esa época la empresa decidió buscar una marca y una fórmula que no se asociase a sabores identificados directamente con las frutas. Es así que en el cuatricentenario de la fundación de Lima, en el año 1935, se lanzó la marca Inca Kola con el sabor de un “bouquet” de frutas cítricas andinas combinadas de tal manera que produjeron un sabor agradable no identificable. Esto permitió que la gente la pida e identifique por su marca: Inca Kola. Inca Kola es una bebida de sabor muy diferente a cualquier
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otra bebida que se comercialice en el mundo, ¿es tan peculiar el paladar peruano que ninguno de los sabores tradicionales del mercado “gaseosero” ha calado tanto como el de Inca Kola? La característica de su sabor y de un contenido menor de gas que otras bebidas, le permite combinar de manera excepcional con las comidas condimentadas, picantes, agridulces, etc., de ahí que en el Perú, rico país gastronómico donde se dan todos estos tipos de comidas, el sabor de Inca Kola haya calado profundamente. Habiendo crecido la Corporación J. R. Lindley como una empresa familiar ¿Parte del secreto de su éxito se encuentra en el grupo humano que conforma la familia de Inca Kola? Corporación José R. Lindley S.A. es una empresa que, desde su fundación en 1910 hasta la fecha, se ha caracterizado por tener los mismos propietarios y un manejo familiar. Su éxito radica en que la familia supo manejar la empresa de acuerdo a los avances tecnológicos de cada época y sus propietarios fueron un ejemplo de dedicación a sus trabajadores. Cada persona tiene una responsabilidad dentro de la empresa y cumple el papel que le corresponde, siendo cada uno muy importante. Esto puede pasar también en otras empresas, pero el hecho de ser una gran familia está por sobre todo eso. En J. R. Lindley cualquier persona tiene acceso a los gerentes sin ningún problema. Es una empresa de puer-
tas abiertas, por eso somos una gran familia.
¿Cómo es que Inca Kola busca trasponer otros horizontes? ¿Qué impacto ha tenido en otros países? Inca Kola salió al extranjero por el año 70, hace 35 años y se embotelló en Ecuador. Ahí tuvo y sigue teniendo mucho éxito. Lógicamente la empresa no pone una fábrica, sino que se franquicia la marca Inca Kola para que otro embotelle. Actualmente estamos en Chile y en Centro América, en EE.UU. embotellamos la gaseosa exportándola además al Asia desde la planta que hay en Los Angeles, y a Europa desde las plantas que están en Florida y New Jersey.
¿Siempre con el mismo nombre? Sí, como Inca Kola, pero también la conocen como “Golden Kola” o “La Kola Dorada”. Esto es porque la nuez de cola, con la que se fabrican las “colas” en todo el mundo, es negra y da ese color, y la manera de explicar como es Inca Kola es llamarla la Kola Dorada para el mercado latino y Golden Kola para los otros mercados.
¿En qué consistió la llamada “internacionalización hacia adentro”? En el año 1996 vimos que en el Perú se iniciaba la globalización y que la industria de bebidas gasificadas empezaba a ser intensiva en uso de capital. Frente a esta perspectiva desarrollamos un plan para lograr un socio estratégico que nos permitiese afrontar el futuro con seguridad. Nos reunimos con las principales empresas propietarias de marcas líderes mundiales, y luego de más de dos años de negociaciones nos asociamos con Coca-Cola.
¿Cómo se concretó la idea de ésta? Desde el inicio de esta asociación la meta era lograr un solo sistema embotellador en el Perú. Por diferentes razones no se pudo llegar a un acuerdo con los accionistas de Embotelladora Latinoamérica S.A. (ELSA) por lo tanto se hizo un gran esfuerzo y con créditos bancarios se compró ELSA en enero del 2004. Esta compra nos ha llevado a ubicarnos como la quinta embotelladora del Sistema Coca Cola a nivel latinoamericano. La primera, que es la mexicana FEMSA, embotella 1,800 millones de cajas, es una embotelladora fuera de serie, es la segunda en el mundo pero muy lejos de las cuatro que le seguimos. Nosotros hacemos actualmente 170 millones de cajas contra los 70 millones que hacíamos antes de la fusión.
Inca Kola es una empresa exitosa en todo aspecto. Su grandeza responde al trabajo de mucha gente.
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