PROCESO 1746
INDICE NARCOTRÁFICO El negociador /Ricardo Ravelo Violencia expansiva /Reporte gráfico El general y su “sobrino Amado” /Juan Veledíaz Ciudad Juárez: El desencanto, la orfandad /Jose Gil Olmos Medios En ciernes: Ley Televisa II /Jenaro Villamil ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 2008: Las malas cuentas de Calderón/Jesusa Cervantes RELIGIÓN El castillo de la impureza /Verónica Espinosa INTERNACIONAL /IGLESIA Terremoto en el Vaticano /Leonardo Boix y Rodrigo Vera INTERNACIONAL /ESPAÑA El cerco de la ultraderecha /Alejandro Gutiérrez Todos enlodados /Alejandro Gutiérrez ANÁLISIS Los medios o el horror banalizado /Javier Sicilia Pánico /Naranjo Interés Público /Miguel Ángel Granados Chapa Licitaciones: mandatos de la Corte /Jesús Cantú Gracias, Estados Unidos, pero no, gracias /Sabina Berman El tema nuclear en la agenda internacional /Olga Pellicer CULTURA Ante una catástrofe cultural: Pérez Montfort /Judith Amador Tello Páginas de crítica Arte: Zona Maco, museos y filantropía/Blanca González Rosas Teatro: Agosto /Estela Leñero Franco Cine: El imaginario del doctor Parnassus /Javier Betancourt Televisión: Telecomunicación y Contenidos Audiovisuales (I) /Florence Toussaint Libros: San Gabriel /Jorge Munguía Espitia ESPECTÁCULOS Seguir siendo: Café Tacvba /Columba Vértiz de la Fuente DEPORTES TV Azteca: El caos /Beatriz Pereyra Noqueado por la ignorancia /Raúl Ochoa Palabra de Lector Mono Sapiens /Registros reinútiles /Helguera y Hernández
EL NEGOCIADOR Ricardo Ravelo Apenas más viejo que Ismael El Mayo Zambada y más joven que Joaquín El Chapo Guzmán, el narcotraficante Juan José Esparragoza Moreno ha figurado en varias generaciones de capos, siempre desde un estratégico segundo plano. Buen negociador, carismático entre los narcotraficantes, no se tienta el corazón para aniquilar a sus rivales y es capaz de corromper policías, militares y gobernadores… Es el autor de los más recientes esfuerzos por alcanzar, en torno del cártel de Sinaloa, la unidad entre los más poderosos grupos del tráfico de drogas. Decano de los capos mexicanos, hábil en las negociaciones para poner fin a viejos conflictos, Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, ha sobrevivido poco más de cuatro décadas en el tráfico de drogas y hoy es el personaje más discreto y, al mismo tiempo, el más eficaz en la recomposición del tejido social y financiero del narco en México. Desde 1992, cuando fue liberado del penal de Almoloya de Juárez tras cumplir una pena de siete años, nadie sabe de su paradero, aunque sí de sus andanzas: se le ha visto en Querétaro –uno de sus refugios– y en 2003 sentó sus reales en Morelos, bajo el amparo del gobierno panista que encabezaba el gobernador Sergio Estrada Cajigal. Aunque en México poco se habla de él, en Estados Unidos el Buró Federal de Investigaciones (FBI) lo consideraba como el segundo criminal internacional más buscado en 2005, solamente detrás del terrorista Osama Bin Laden. Actualmente El Azul ni siquiera aparece en la lista histórica de los 10 criminales más buscados en el portal del FBI. El 12 de febrero de ese año, Art Werge, vocero del FBI en El Paso, Texas, anunció que había una recompensa de 5 millones de dólares para quien proporcionara información que llevara a la captura de Esparragoza Moreno, quien era señalado como el principal líder del cártel de Juárez. El vocero del FBI aseguró que el capo “ha tenido la capacidad para formar estructuras muy bien organizadas en las que participan funcionarios, policías y militares, e inclusive importantes mandos del Ejército Mexicano”. Añadió que esa agencia “lo considera uno de los hombres clave en el narcotráfico mexicano por los nexos que sostiene desde hace varios años con narcotraficantes colombianos para transportar cocaína a Estados Unidos”, según publicó entonces el diario La Jornada. La Drug Enforcement Administration (DEA) también ofreció 5 millones de dólares por su cabeza. El FBI asegura que Esparragoza Moreno es muy peligroso, siempre anda armado y cuenta con un fuerte equipo de seguridad que lo cuida. En México, la percepción de las autoridades es otra: asumen que El Azul es un narco más proclive a la negociación que a la beligerancia. La historia Juan José Esparragoza Moreno es más viejo que Ismael El Mayo Zambada y más joven que Joaquín El Chapo Guzmán: nació el 3 de febrero de 1949 en Chuicopa, Sinaloa, y es el sobreviviente de una generación de capos que hoy están muertos o presos, como Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo (Don Neto), Emilio Quintero Payán, Manuel Salcido Uzeta (El Cochiloco) y Pablo Acosta Villarreal, ejecutado en su rancho de Ojinaga, Chihuahua, en 1984. La siguiente generación de narcotraficantes que heredó el poder también fue asesorada por Esparragoza Moreno. En ese grupo destacan Amado y Vicente Carrillo Fuentes, Albino Quintero Meraz e incluso el propio Ismael El Mayo Zambada, quienes fueron socios de El Azul en el cártel de Juárez, primero, y ahora en el de Sinaloa. De acuerdo con el perfil sicológico elaborado a finales de los ochenta durante su reclusión, Juan José Esparragoza Moreno es una persona que evita las confrontaciones violentas y las ejecuciones,
en la medida de lo posible. Su frase recurrente: “el negocio del narcotráfico no se lleva con las balas”. Así lo refiere Gustavo Tarín Chávez, testigo protegido de cargo en el juicio del general Francisco Quiroz Hermosillo, acusado de estar ligado al cártel de Juárez. En una conversación con El Azul, Tarín Chávez fue llamado al orden: “En esa ocasión Juan José Esparragoza Moreno se acercó y textualmente me dijo: ‘¿Me permite un momentito? Le traigo un saludo muy afectuoso del general Francisco Quiroz, quien es mi compadre muy querido. Dice que ya no le jale mucho al dedo porque los negocios éstos (el narcotráfico) no se llevan con las muertes y se echan a perder...’” En 1998, José Luis Santiago Vasconcelos, entonces titular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO), elaboró sendos perfiles de Esparragoza Moreno y Miguel Ángel Félix Gallardo. Del segundo dijo que era el más avezado de los capos de todos los tiempos. “No ha habido otro como él”, dijo a este reportero. Y sobre El Azul expuso: “Es un gran negociador, quizá el más fino estratega que ha tenido el narcotráfico en México, el único que ha podido sentar a la mesa de negociaciones a narcotraficantes. Sabe, como pocos, estar siempre en segundas posiciones, pues su experiencia le ha dictado que sacar la cabeza significa la muerte o la cárcel”. Una muestra de su capacidad conciliatoria fue la negociación que condujo entre una decena de narcotraficantes, cabecillas de los cárteles de Juárez y del Golfo, quienes limaron sus asperezas a finales de 1993 gracias a sus buenos oficios. A ese pacto se le llamó “La paz del norte” porque puso fin a una larga etapa de matanzas y traiciones entre ambas organizaciones criminales y logró disminuir las tensiones que sacudían a Ciudad Juárez y a Tamaulipas, las zonas fronterizas más boyantes del narcotráfico mexicano (Proceso 1433). En esas mismas fechas, según datos oficiales, El Azul fraguó su proyecto de crear una federación de cárteles para que el narco en México fuera operado por un solo grupo. Discípulo y amigo de Miguel Ángel Félix Gallardo desde que éste encabezaba el cártel de Guadalajara en la década de los ochenta, Esparragoza Moreno no cejó en su intento de construir un monopolio del narcotráfico. Actualmente existen datos y evidencias de que ese proyecto ha cobrado fuerza. Tras la muerte de Amado Carrillo Fuentes en julio de 1997, víctima de “un pasón” de somníferos tras ser sometido a una cirugía plástica, Esparragoza Moreno permaneció poco tiempo en el cártel de Juárez, al que se unió tras salir de la cárcel en 1991. Pasó una década ligado a los hermanos Beltrán Leyva y a Ismael El Mayo Zambada, viejos conocidos suyos. La suerte le cambió en 2001, cuando Joaquín El Chapo Guzmán se fugó del penal de Puente Grande, pues rompieron relaciones con el cártel de Juárez debido a que no respetaban el liderazgo de Vicente Carrillo Fuentes. Según una carta fechada en octubre de 2004 y que fue recibida en la Presidencia de la República, varios capos se reunieron un mes antes en Monterrey, Nuevo León, para discutir la forma en que podrían constituirse como un grupo hegemónico para manejar el narcotráfico en México. Redactada por un testigo de ese encuentro, la carta asegura que El Azul logró sentar a la mesa a Ismael El Mayo Zambada, Joaquín El Chapo Guzmán y Arturo Beltrán Leyva, entre otros. La idea era planear el crimen de Rodolfo Carrillo Fuentes (hermano de Amado y de Vicente Carrillo) y, una vez ejecutado éste, tratar de incriminar por ese homicidio a otro grupo contrario, el cual serían Los Zetas, teniendo como objetivo estas acciones por una parte terminar con la hegemonía que la familia Carrillo Fuentes tenía sobre este cártel u organización. Manifestando dichos integrantes del cártel de Sinaloa que únicamente le debían lealtad a Amado Carrillo, y no a los otros miembros de su familia, siendo éste el motivo por el cual Vicente Carrillo no ha podido ocupar el mando de dicho cártel, puesto que lo han minado ultimándole a personas de su confianza. En aquella reunión, El Azul también planteó deshacerse de Los Zetas. Aunado a lo anterior otro punto medular o de vital importancia del cártel de Sinaloa o Triángulo
Dorado es el acabar o exterminar a Los Zetas, puesto que aprovechando el poder que tienen de personal como económico, aunado al apoyo que tienen por parte de funcionarios federales del más alto nivel, específicamente de la SIEDO, realizan ataques a Los Zetas aprovechando el aparato gubernamental para tal fin y auxiliándose de dicho aparato para todas las actividades, como realizar impunemente sus actividades preponderantes, específicamente las relacionadas con el narcotráfico, siendo el trasfondo de todo lo anterior el que Ismael El Mayo Zambada, Joaquín El Chapo Guzmán, Arturo Beltrán Leyva y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, pretendan monopolizar el narcotráfico en un único cártel, siendo éste el de Sinaloa. En dicha reunión también se acordó penetrar la plaza de Nuevo Laredo, según se explica en la carta. El responsable de esa operación fue un narco de origen estadunidense: Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, a la postre jefe de gatilleros de Arturo Beltrán, El Barbas, muerto a finales de 2009 año en Cuernavaca, Morelos, durante un tiroteo con miembros de la Marina. El proyecto de Esparragoza Moreno parece avanzar: hace un mes, la DEA confirmó que el cártel de Sinaloa y el del Golfo –rivales durante décadas– sellaron un pacto que consolidó a ambos cárteles en la mayor parte del país, y al que se habrían sumado los hermanos Valencia y La Familia michoacana. Estos últimos grupos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, recientemente aceptaron unirse al cártel del Golfo. En respuesta, Los Zetas rompieron relaciones con el grupo que los vio nacer, el cártel del Golfo, y se aliaron con los cárteles de Juárez y de Tijuana. Poder corruptor Además de su capacidad negociadora entre los narcotraficantes, Juan José Esparragoza Moreno también ha logrado corromper a gobernadores y a altos mandos policiacos y militares. Una muestra es el estado de Morelos, donde se afincó en 2004 bajo el cobijo del entonces gobernador Sergio Estrada Cajigal. El poder de El Azul en Morelos no tenía límites: contaba con agencias policiacas para su uso personal y para la protección de sus socios y familiares. Según las investigaciones que realizó la SIEDO en Morelos, Nadia Esparragoza Gastélum, hija de El Azul, estuvo relacionada sentimentalmente con el gobernador Estrada Cajigal (Proceso 1098). Esparragoza también gozaba de la protección de Agustín Montiel y Raúl Cortez, jefes de la policía ministerial de Morelos, quienes utilizaban el aeropuerto de Cuernavaca para bajar aviones cargados de droga que después era transportada en las camionetas y patrullas de la policía, según la PGR. La relación de El Azul con militares tampoco es un secreto. Exmiembro de la Dirección Federal de Seguridad –donde fue policía–, tuvo una estrecha relación con los generales Francisco Quiroz Hermosillo y Jorge Maldonado Vega. En el expediente que la PGR integró contra el cártel de Juárez, conocido como El Maxiproceso, se registra el acercamiento de Esparragoza Moreno y Maldonado Vega, a principios de los ochenta. Ambos fueron presentados por Javier Barba Hernández, miembro del cártel de Guadalajara, quien por aquellos años era porro de la Universidad de Guadalajara y posteriormente ingresaría a las ligas mayores del narcotráfico. Maldonado Vega tenía la orden de quemar seis toneladas de mariguana que había asegurado el Ejército en Guadalajara, pero Barba Hernández le solicitó una entrevista al militar para negociar que la droga fuera entregada a la Policía Judicial del estado. En ese encuentro, al que acudieron El Azul y Barba Hernández, le ofrecieron hasta 5 millones de dólares. “Lo único que hay que hacer es entregar el cargamento a la Policía Judicial”, le dijeron. Pero Maldonado Vega se negó a negociar, de acuerdo con su testimonio ministerial. –La droga no se negocia: la voy a quemar y exijo respeto a mi trabajo. Si alguno de ustedes se mete, lo voy a arrestar. Cada quien en lo suyo –dijo enérgico el general. –Esos son güevos, mi general, permítame que le bese la mano –comentó irónico El Azul, quien se levantó de su asiento y se dirigió hasta él. Le tomó la mano y le dio un beso como signo de reconocimiento a su autoridad. Al día siguiente la droga fue quemada en Tequila, Jalisco.
Este pasaje retrata al capo como un personaje jocoso y dicharachero, otra de las características de su personalidad, según se pudo confirmar entre personas que lo conocen y que lo retratan. A Esparragoza Moreno le gusta andar “enjoyado y con el pelo brilloso de brillantina”, a la usanza de la década de los setenta. Le gusta el alcohol, decir picardías y jugar baraja, uno de sus pasatiempos favoritos mientras estuvo preso en el Reclusorio Sur junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Amado Carrillo. Es aficionado a los lentes oscuros de la marca Ray Ban, la ropa deportiva y el ejercicio. Existen pocas fotografías de Esparragoza Moreno, pero durante los cateos que realizó la PGR en varias de sus guaridas encontró algunas. En una de ellas aparece en el pasillo de su casa a la usanza norteña, de bigote y con el cabello recortado. Y en otra fotografía, publicada en la edición 1098 de Proceso, figura acompañado del boxeador Julio César Chávez y del entonces jefe del cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes. –¿Por qué El Azul ha sobrevivido tantos años en el negocio del narcotráfico? –se le pregunta a una fuente de la PGR que pidió el anonimato. –Es un capo muy hábil. Le cae bien a todos. Él no asesina por asesinar. No le gusta la violencia. Mata con el dinero y con su carisma…Y le gusta mucho el alcohol. Por eso entre los narcotraficantes no sólo se le respeta. También se le quiere.
Violencia expansiva Agonizantes paraísos de millones de turistas, los estados de Guerrero y Morelos, con Acapulco y Cuernavaca como sus destinos insignia, aceleran la metamorfosis que los adentra en el infierno donde casi todas las entidades del país, con sus principales centros urbanos y hasta sus confines rurales, arden en llamas densas... Balaceras inauditas en pleno día y en concurridas calles, altas cuotas de víctimas inocentes, masacres delirantes de jóvenes inermes, espectros de pesadilla colgando de puentes viales... Imparable narcolocura pues, que se eterniza y toma por asalto hasta las “redes sociales” para advertir, en el caso de Cuernavaca: que nadie salga a partir de las ocho de la noche de este fin de semana. La razón: una guerra de sicarios, según la alerta emitida por un supuesto “cártel del Pacífico Sur”. El General y su ¨sobrino Amado¨ Juan Veledíaz La subordinación de altos mandos del Ejército a los grandes capos del narcotráfico se conoce… pero sólo unos pocos casos llegan a ser documentados, y a veces por accidente, como el que le costó la vida al general Gonzalo Curiel García, cuando estrelló su avión en el desfile del 16 de septiembre de 1995. Su muerte causó alarma porque, horas antes del percance, llegó a la base aérea militar de Santa Lucía con un niño al que presentó como su “sobrino” y ordenó que lo dejaran volar en un helicóptero. Tras una investigación se supo que el menor no era su pariente... Era un niño de aproximadamente 10 años de edad que llegó a la base aérea militar de Santa Lucía, en el Estado de México. Lo llevaba el general de ala Gonzalo Curiel García, un oficial de la Fuerza Aérea que había sido comandante aéreo en Jalisco. Esa mañana del 16 de septiembre de 1995 su presencia pasó casi inadvertida, ya que en las instalaciones había varios civiles, la mayoría invitados para presenciar el despegue de las aeronaves que participarían en la parada militar aérea por el aniversario de la Independencia. El general Curiel era entonces comandante de la base aérea militar de Ixtepec, en Oaxaca, y la Secretaría de la Defensa Nacional lo había nombrado jefe del Estado Mayor del agrupamiento aéreo que tomaría parte en la exhibición. Llegó con el menor al hangar del escuadrón aéreo de
operaciones especiales; ahí le pidió al oficial en jefe, el teniente coronel de la Fuerza Aérea Antonio Borja Polino, que se hiciera cargo de su “sobrino”, pues él iba a participar en el desfile como piloto de un avión T-33. Al poco rato, el general regresó y le entregó una cámara fotográfica al menor. Enseguida le ordenó al teniente coronel Borja que lo “subiera a cualquier helicóptero”, pues ya estaba autorizado que el niño volara ese día. Alrededor de las 10:45 de la mañana, Borja se dirigió con el niño a la pista donde estaba a punto de despegar un helicóptero Sikorsky, tripulado por el capitán Juan Solano Aguayo y el oficial Sergio Licona García. Meses después, ante las autoridades judiciales militares, el teniente coronel Borja declararía que le preguntó al niño cómo se llamaba, y él solamente contestó: “Amado”, según el expediente cuya copia tiene Proceso. En la plataforma, Borja les indicó a los pilotos que el menor los acompañaría durante su recorrido en el desfile, se los encargó hasta que aterrizaran y les dijo que se trataba del “sobrino del general Curiel”. El capitán Solano Aguayo, piloto en jefe del helicóptero, recordó que aquella mañana recibió la orden del teniente coronel Borja para que el niño los acompañara durante la demostración, además de que también viajaría otro civil de nombre Emilio Garay, un empresario del Estado de México invitado del oficial en jefe de la base aérea. El capitán Licona García, compañero copiloto de Solano Aguayo, declaró ante las autoridades judiciales militares que tanto el menor como el adulto se sentaron en los asientos posteriores, ante la extrañeza que les causó a los oficiales el hecho de que se hubiera autorizado a esas dos personas abordar una aeronave militar. Despegaron de la base de Santa Lucía rumbo a Lomas de Sotelo; siguieron una ruta en dirección al Centro de la Ciudad de México y sobrevolaron el Zócalo capitalino en tres ocasiones. El niño iba feliz: tomaba fotos y procuraba no despegarse de su asiento, recuerda el copiloto y oficial de la Fuerza Aérea. Al poco rato, por radio escucharon un reporte: durante las maniobras, un T-33 había colisionado con un F-5. El accidente, que involucró a otras dos aeronaves, detonó la alerta roja y desde el puesto de mando en Santa Lucía se instruyó a los pilotos del Sikorsky para que volaran en dirección a Huixquilucan, al poniente de la Ciudad de México, donde habían caído los restos de los aparatos. La orden fue que buscaran una columna de humo, que aterrizaran en el descampado donde se habían desplomado los aviones y que reportaran de inmediato el estado de la situación. Bajaron cerca de uno de los T-33 accidentados. El capitán Licona iba acompañado de un mecánico que cargaba un extinguidor. Buscaban los cuerpos, pero la gente del lugar les avisó que un poco más adelante estaba uno de los cadáveres, el cual no pudieron identificar debido a que estaba incrustado con todo y sillón en un montículo de lodo. Esperaron instrucciones hasta que, momentos después, en el lugar aterrizó un helicóptero que venía del hangar presidencial y se haría cargo de las maniobras de rescate. Entonces llegó la orden de que todos los helicópteros Sikorsky se concentraran en Santa Lucía. Cuando aterrizaron, se enteraron de que uno de los pilotos del T-33 accidentado era el general Curiel. Había perdido la vida... lll Los teléfonos no dejaban de sonar en el cuartel de Santa Lucía, y la base aérea militar era un caos. El teniente coronel Borja Polino recogió al niño en la pista y se reportó con el comandante de la base, el general Juan Arturo Villasana Castillo. Le dijo que se retiraría a su oficina para atender los llamados de emergencia y dejó al menor con el general. Villasana se comunicó al cuartel general de la Fuerza Aérea para pedir que lo comunicaran con el general Roberto Chapa Aguirre, “quien sabía era compadre del extinto general Curiel”. Cuando se lo pasaron, le dijo que en la base se encontraba “un sobrino del general Curiel” y que no había ningún otro familiar que se hiciera cargo de él. Chapa le contestó que estaba en casa de su compadre acompañando a los hijos, a la espera de la
llegada desde Guadalajara de la viuda, y que no podía ir a recogerlo. Villasana decidió llevar consigo al niño cuando recibió la orden de viajar a la Ciudad de México para reportarse en la comandancia de la Fuerza Aérea. Un poco antes de llegar a la caseta de cobro de la autopista México Pachuca, recibió una llamada desde la base de Santa Lucía del teniente coronel Alejandro Iturría Luna, quien le informó que una persona que dijo ser familiar del niño se había presentado para recogerlo. El general le ordenó que le dijera al visitante que se trasladara a la caseta de cobro, donde lo esperaría estacionado afuera de los baños para que recogiera al menor. No pasó ni media hora cuando un auto negro, conducido por un hombre joven, se estacionó al lado del vehículo del militar. El conductor descendió y cuando el niño lo vio exclamó: “Es mi hermano”. Se acercó para dar las gracias y el general Villasana le comentó que no le habían dicho nada al menor “sobre el accidente de su tío”. El joven respondió que ya se habían enterado de la noticia por la televisión. Se despidieron y, de acuerdo con la versión que el general dio a la autoridad judicial militar, nunca más los volvió a ver ni supo quién era aquel joven ni conoció la identidad del niño. La “sorpresa” no terminó ahí. Un día después del accidente, personal castrense entregó al entonces comandante de la región aérea del sureste, el general Juan Manuel Wonche Montaño, las pertenencias del finado militar, quien era su compadre. Habían permanecido en la cajuela del vehículo en el que llegó a Santa Lucía, en el Estado de México. El divisionario declaró ante la fiscalía militar que recibió “una maleta con ropa, un portafolio pequeño con aproximadamente 11 mil pesos en efectivo, 2 mil dólares, una pistola, un reloj y un portafolio cerrado con candado”. Las autoridades castrenses responsables de la investigación no cuestionaron al militar sobre el contenido del maletín sellado, pero de acuerdo con testigos que conocieron el caso y que nunca fueron llamados a declarar ante la fiscalía, en esa valija también había una “importante cantidad de dólares” que presuntamente Curiel recibió como pago por sus servicios al cártel de Juárez. Wonche contó que era compañero de “antigüedad en la escuela militar de aviación” del finado general Curiel. Su amistad se afianzó a mediados de los años setenta, cuando bautizó al segundo hijo de su colega. Recordó que a principios de aquel mes de septiembre, dos semanas previas al desfile, Curiel llegó a la Ciudad de México con 16 aviones T-33 “pertenecientes a la primera ala de pelea” bajo su mando, los cuales tenían su base en las instalaciones de la Fuerza Aérea en Ixtepec. Por esos días, el general Arturo Torres Alarcón fue nombrado comandante del agrupamiento aéreo que participaría en el desfile; el segundo al mando era el general Curiel, en su calidad de jefe de Estado Mayor. El Ministerio Público Militar interrogó a Torres Alarcón: ¿conocía o le constaba que el fallecido oficial tuviera nexos con el narcotráfico? Él contestó que no, “sino hasta después de su muerte, que se comentó que posiblemente estuviese involucrado con el narcotráfico, en especial con Amado Carrillo”; pero subrayó que esa afirmación no le constaba. En el testimonio que rindió ante las autoridades judiciales militares, el general de división Torres Alarcón dejó asentado que su único vínculo con el general Curiel se debía a sus respectivas jerarquías y a los servicios que prestaron juntos. “Y esto debido a que a mi persona le molestaba la forma de comportarse del hoy extinto general, el cual siempre se distinguió por su forma alegre y pachanguera, cosa que no va con mi forma de pensar, ya que incluso yo no tomo y por lo mismo evito convivir con personas que tienen ese hábito, como era el general Curiel”. Más adelante reconoció que no supo que su subordinado había llevado a un menor a la base aérea para que lo subieran a uno de los helicópteros y le dieran un paseo. Añadió que fue por “propia voz de mi general secretario”, Enrique Cervantes Aguirre, como se enteró de que aquel niño era hijo de Amado Carrillo Fuentes. lll El propio general Cervantes contaría a un grupo importante de generales, a quienes mandó llamar meses después del accidente, que un día antes del desfile el general Curiel había estado en una “noche mexicana” en casa de Amado Carrillo. Sus vínculos con el narcotráfico fueron documentados por Inteligencia militar desde 1994, cuando ocupó el mando de la base aérea de
Cozumel, Quintana Roo, y facilitó aeronaves para que se transportaran familiares del capo, además de brindar protección y cobertura a las operaciones de trasiego de droga que los operadores del cártel de Juárez realizaban por esa zona del Caribe mexicano. Oriundo de Jalisco, Curiel García fue piloto de escuadrón e instructor del Colegio del Aire. Tiempo después pidió licencia en la Fuerza Aérea y estuvo fuera de servicio un par de años, a principios de los noventa, cuando ocupó la Dirección de Seguridad Pública de Guadalajara y entró en contacto con allegados de Carrillo Fuentes. Regresó a la milicia y fue comisionado a Cozumel; tiempo después fue enviado a Ixtepec, su última base antes de morir. En enero pasado, el reportero Ricardo Ravelo publicó en Proceso parte de la declaración ministerial de Vicente Carrillo Leyva, primogénito del fallecido capo Amado Carrillo y detenido en febrero de 2009, en la que dio algunos detalles de la relación de su padre con el general Curiel: “En una ocasión, siendo el año de 1996, llegado a Cozumel, Quintana Roo, por la época de Semana Santa, mi papá nos dijo que nos adelantáramos al lugar y que ahí nos iban a recibir unos amigos de él, y a tono de broma nos dijo que no nos fuéramos a asustar con las personas que nos iban a recoger en el aeropuerto, preguntando que quiénes eran y no nos quiso decir, sólo que nos iban a encontrar a nosotros.” Al aterrizar en un avión privado se llevaron una sorpresa: “Los militares rodearon el avión y al abrir las puertas nos saludaron muy amablemente diciéndonos que venían de parte del general Curiel”. Ese día por la tarde conoció al oficial, entonces comandante de la base aérea militar en la isla. Días después, Amado Carrillo y el general Curiel se reunieron en un hotel. Ahí estaba Eduardo González Quirarte, operador financiero y publirrelacionista del cártel de Juárez. El Ejército sospechaba que González Quirarte era el enlace entre narcotraficantes y militares. Declaraciones ministeriales de varios pilotos aportarían más datos: su padre arrendaba unos terrenos para la siembra de maíz a la base aérea militar número cinco, localizada en Zapopan, Jalisco. El dicho fue confirmado por otros jefes de la Fuerza Aérea, uno de los cuales declaró ante la autoridad judicial militar que, en una ocasión, el señor González se presentó en la comandancia “reclamando que los cadetes del Colegio del Aire se robaban los elotes durante la noche, solicitando que el personal militar cuidara sus siembras, argumentando que pagaba mucho dinero a la Secretaría de la Defensa Nacional por ese concepto”. Al paso del tiempo se conocería que su hijo Eduardo era uno de los principales informantes del general Jesús Gutiérrez Rebollo, quien en esos años encabezaba la V Región Militar con sede en Guadalajara. Había quedado en evidencia que el eslabón entre generales de alto rango, como Curiel y Gutiérrez Rebollo, con Amado Carrillo había sido Lalo, un personaje que se convertiría en referencia obligada en esa historia inconclusa en tribunales llamada Maxiproceso. Ciudad Juárez: El desencanto, la orfandad José Gil Olmos Hace ya un mes que el presidente Felipe Calderón puso en marcha su plan para la reconstrucción de Ciudad Juárez, pero los residentes de esa localidad fronteriza y organizaciones de la región no observan ningún avance. Entrevistados por Proceso, tres activistas sociales consideran que el programa federal es, a lo sumo, un “listado de acciones”, por lo que está condenado al fracaso. “No hay encuentro, no hay diálogo, no hay empatía. La gente pide que se defina una estrategia articulada territorialmente, pero el gobierno asegura que no puede”, resume uno de los entrevistados. CIUDAD JUÁREZ, CHIH.- Suman miles los huérfanos y desempleados, centenas los secuestrados y extorsionados, muchos los desvalidos por las balas que intercambian los policías y soldados en su guerra contra el crimen organizado, en esta ciudad que durante décadas fue olvidada por gobiernos que prefirieron invertir más en parques industriales que en escuelas, hospitales, casas y servicios. Hoy, ante esta crisis generalizada, los juarenses ven con incredulidad la estrategia del gobierno de Felipe Calderón para reconstruir el entorno; incluso advierten que el programa está desfasado, pues
no se adecua a una realidad que, para ellos, es catastrófica. El desaliento es generalizado entre los habitantes de esta ciudad ante el programa Todos Somos Juárez. Reconstruyamos la Ciudad. Son varias las organizaciones que consideran que esas medidas federales van a fracasar. Dicen que el gobierno calderonista no podrá resolver en sólo 100 días una problemática que se arrastra desde hace décadas, mucho menos cuando pretende aplicar su estrategia sin atender las necesidades más urgentes de la población. Y estas necesidades son múltiples: el hambre que padecen miles de familias impactadas por el cierre de 80 mil pequeños negocios por el miedo al narcotráfico; el desamparo de 10 mil niños, huérfanos a causa de la ola de violencia que se vive aquí; los 40 mil familiares de los 5 mil ejecutados por el crimen organizado en los últimos dos años; el éxodo de 200 mil familias en ese mismo lapso. Organizaciones que por décadas han trabajado en esta ciudad fronteriza indican que el gobierno federal no ha entendido la situación de emergencia ni ha implementado un programa de urgencia para atender el hambre que ya se sufre, mucho menos acabar con la violencia que ha destruido el tejido social. El desencanto de algunos miembros de la sociedad civil juarense se debe, además, a que en su última visita Calderón ya no dejó hablar abiertamente a los representantes sociales, pues escogió a quienes aceptaron hacerlo sólo a condición de no manifestarle las quejas ciudadanas. Señalan también que al veterano panista Luis H. Álvarez, quien al principio fue propuesto para encabezar los trabajos, ya ni lo mencionan, pues pusieron al frente de la delegación oficial al secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto, y al coordinador de asesores de la Presidencia de la República, Antonio Vivanco Casamadrid. Ellos, matizan los activistas, desconocen por completo la realidad social de esta ciudad y buscan implementar de manera inflexible programas con perfil rural, no urbano, como se requiere aquí. La estrategia gubernamental “tiende al fracaso” o, por lo menos, “no es satisfactoria al momento de crisis que se vive en Juárez”, sostienen en entrevistas por separado la presidenta de la organización Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (Incide), Clara Jusidman; la representante del Programa Infancia en Movimiento, Nashieli Ramírez, y el académico de la Universidad Autónoma de Juárez, Hugo Almada Mireles, integrante también del Observatorio Juarense para la Seguridad Pública, A.C. El 17 de marzo pasado, el gobierno federal presentó un programa para la reconstrucción de Ciudad Juárez que consta de 160 compromisos, divididos en seis rubros: seguridad, economía, trabajo, salud, educación y desarrollo social, que deberán cumplirse en 100 días. A pesar de que ven las “buenas intenciones” de las autoridades, las organizaciones sociales locales tienen pocas esperanzas de que los objetivos se cumplan en su totalidad, pero sobre todo dudan que con esas medidas cambie la situación de emergencia por la que atraviesa la sociedad juarense. En un artículo sobre la matanza de 15 jóvenes en Villas de Salvárcar el 31 de enero, hecho que orilló a Calderón a visitar Ciudad Juárez por primera vez para encabezar los trabajos de recuperación de la ciudad, la doctora Jusidman escribió que si bien las intenciones son buenas, los riesgos de que la estrategia federal resulte fallida son altos. Arguye que la intervención social está siendo colocada como complementaria o subordinada a la estrategia de guerra que ha establecido el gobierno federal mediante su política de seguridad pública. “Uno se pregunta cómo en un estado de sitio se piensan generar programas que hagan salir a la población de sus casas ante el riesgo de ser abatida entre el fuego de las bandas criminales confrontadas”, sostiene la presidenta del Incide. Los hechos le dan la razón a Jusidman, quien ha trabajado por años en Juárez: con una tasa de 40 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, esta ciudad fronteriza es la más violenta del mundo, lo cual se refleja en la población en general, pero sobre todo en los niños. Alma Guadalupe, una menor de siete años, señala: “En mi casa un día a mi primo lo iban a balacear y haga de cuenta que entró una bala a mi casa y me iba a tocar a mí, pero yo me quité”. Su testimonio se incluye en el libro Las voces de las niñas y los niños pequeños de Juárez, publicado recientemente por el programa Infancia en Movimiento.
En entrevista, la doctora Jusidman observa la imposibilidad de que en 100 días se pueda recuperar una ciudad que ha sido lastimada durante 30 o 40 años. “Hay necesidad de recrear redes sociales. Ese recurso genera confianza en la gente, para que pueda salir a la calle sin temor a que la maten. En Juárez muchos están encerrados en sus casas; están verdaderamente aterrados. “Una persona me contó que en una escuela hay niños que dicen que son del cártel de La Familia y cobran a sus compañeros o a los maestros por usar el baño. Ese es el nivel de deterioro cultural, los niños dicen que para qué seguir en la escuela, que mejor se esperan para ser como El Chapo, señala la investigadora, al tiempo que subraya que el gobierno de Calderón no ha entendido la complejidad que vive Juárez. Programa desarticulado En su estrategia Todos Somos Juárez. Reconstruyamos la Ciudad, el gobierno federal asegura que se trata de un programa de acción integral sin precedentes por su diseño e implementación de políticas públicas. Lo novedoso consiste en que, además de los tres niveles de gobierno, incluye la participación de la sociedad juarense, señalan sus impulsores. “Nada más falso”, señala Nashieli Ramírez, quien considera que en realidad se trata de “un listado de acciones” en el que el gobierno sólo agrega algunas actividades relacionadas con Juárez. La estrategia calderonista, insiste, es una propuesta de política social fallida, cuyas acciones son desarticuladas y, para colmo, alejadas de la sociedad. Las distintas secretarías del gobierno llegan desde el Distrito Federal con sus programas ya establecidos y presupuestados, y los quieren adecuar a la realidad de Juárez, pero desconocen lo que es urgente, comenta Ramírez: “Por ejemplo, que hay problemas por la pérdida de empleo debido al cierre de pequeños negocios, lo que implica que muchas familias no tengan ingresos. También hay hambre, se está incrementando la desnutrición”. “En las guarderías nos reportan que los niños llegan con muchísima hambre los lunes y se van más o menos bien los viernes, pero regresan mal el siguiente lunes y hay que comprarles alimentos”, agrega. Jusidman, quien trabajó con Hugo Almada y diversas organizaciones sociales durante una década para hacer un diagnóstico de lo que ocurre en la ciudad fronteriza, señala que hacía mucho tiempo no escuchaba que gente de una ciudad dijera que tiene hambre. Los resultados de su investigación se publicaron en 2007 en el volumen titulado La realidad social de Ciudad Juárez. Jusidman insiste en la entrevista: “No hay una estrategia para enfrentar el hambre, excepto por los desayunos escolares. Lo que digo es que no se compadecen pese a la gravedad de la situación. La gente, en Juárez, dice que es una catástrofe humana, es como un tsunami, por lo que requiere de intervenciones de emergencia. Si no entienden esto, no entienden nada”. Por su experiencia en Juárez y en el trabajo con organizaciones civiles, Jusidman fue invitada a participar en algunas reuniones del equipo gubernamental. Ahí, dice, percibió que “andaban como perdidos”. No sabían qué hacer ni con quién hablar. “Me invitaron de la Secretaría de Desarrollo Social, pero les dije que tenía que haber una estrategia clara: que si querían hacer una intervención social, tenía que haber un diagnóstico de la situación para decidir qué hacer y quién podría implementar las acciones. Pero todo con una articulación muy lógica. Relata: “Cada secretaría llegó con un menú de programas sin tomar en cuenta lo que se necesitaba. En la Sedesol, por ejemplo, el uso electoral ha llevado a que los programas estén terriblemente acotados, son rígidos y sus reglas de operación son inamovibles: además, muchos de esos programas están hechos para la pobreza rural y no para la urbana”. En ese encuentro, recuerda, propuso flexibilizar los criterios. Por ejemplo, que en vez de distribuir 25 mil becas del programa Oportunidades, se entregara ese dinero a las viudas, a las familias de las víctimas, así como para resolver el problema del hambre o para atender a los niños huérfanos, como lo han planteado las organizaciones sociales de Juárez. “No atendieron la propuesta”, comenta.
Así, reitera, “no hay encuentro, no hay diálogo, no hay empatía. La gente de Juárez pide que se defina una estrategia articulada territorialmente y ver cómo se aplicarán los recursos para las víctimas. Pero el gobierno asegura que no puede, que ellos trabajan por grupos de población, que se tienen que cumplir ciertos requisitos. La respuesta fue: ‘Me tengo que apegar a las reglas de operación; si no llenan los requisitos, no se los puedo dar’”. Voces de Juárez A principios de febrero diversas organizaciones de Ciudad Juárez, como el Consejo Ciudadano para el Desarrollo Social y el Observatorio Juarense de Seguridad Pública y Bienestar Social, enviaron a Felipe Calderón un escrito con propuestas para un Plan de Acción Social Emergente. En ese documento ponían énfasis en la necesidad de establecer un programa de atención a las víctimas de violencia, así como espacios para el desarrollo y protección de la infancia, construcción de espacios seguros y de convivencia comunitaria: también, un plan para el desarrollo de la juventud, tratamientos para las adicciones y un plan de apoyo y fortalecimiento de las mujeres y las familias, así como de la sociedad civil. En otra carta, enumeraban propuestas específicas para la seguridad pública, entre ellas la creación de una nueva policía, la eliminación de los cateos sin orden de aprehensión, el establecimiento de mecanismos de denuncia blindados y efectivos, la disminución de los índices de homicidio doloso, secuestro y extorsión a los niveles de 2007, y sobre todo atender desde el más alto nivel del gobierno “la formación de un gobierno paralelo que ofrece mejor protección de la que ofrece la autoridad”. Pocas de las propuestas enviadas al Ejecutivo por los activistas juarenses se incluyeron en los 160 compromisos que integran la estrategia gubernamental Todos Somos Juárez. Reconstruyamos la Ciudad. Hugo Almada, integrante de Observatorio Juarense para la Seguridad Pública, A.C., opina que debe hacerse un reconocimiento al gobierno federal por sus esfuerzos para enfrentar la situación que se vive en Ciudad Juárez, aunque haya sido obligado por la presión nacional e internacional luego de la masacre en Villas de Salvárcar y el asesinato de los funcionarios del consulado estadunidense. Destaca que hay avances en los rubros de salud, economía y educación, pero en seguridad no hay nada claro ni definitivo como para decir que hay avances. “No sé si en 100 días pueda haber algo sustantivo. En mi opinión, no tenemos elementos para valorar un avance, lo que ha habido es voluntad de las autoridades gubernamentales, pero creo que en este punto se juega gran parte de la estrategia y no la veo fácil para el gobierno.” –¿Que otras prioridades deben atender? –se le pregunta a Almada. –Tiene que haber un avance efectivo en materia de seguridad y sanciones claras y puntuales a los abusos; un programa especial de atención a víctimas. Tenemos casi 5 mil muertos en los últimos dos años y una cantidad enorme de niños huérfanos, 40 mil familiares directos afectados, una población en situación de miedo y ansiedad. Esto requiere un programa urgente de atención terapéutica. Además, enumera lo que, para él, aún no se incluye en las acciones gubernamentales: un programa específico de atención a los adolescentes en situación crítica, sobre todo la de los que no estudian ni trabajan. Ese programa, explica, debe atender diferentes aspectos, dar alternativas de empleo o educativas. “Cuando una persona no tiene empleo es posible que se convierta en delincuente”, sentencia el entrevistado. Falta también un plan de acción para la infancia y para los niños de primaria y un programa de educación para la paz. “En los últimos dos años hemos tenido una grave exposición a la violencia y esto ha dejado una secuela de víctimas y la cultura de la población, particularmente de los niños y los jóvenes; se han perdido los referentes éticos, legales”, concluye Almada. Clara Jusidman advierte que el gobierno se quiere escudar con la estrategia, aduciendo que por primera vez se hace un programa con la participación ciudadana, lo cual es de una “soberbia inacabable porque el Pronasol funcionó con estos mecanismos de participación ciudadana”.
Critica también la falta de articulación entre los distintos sectores de la política pública entre los niveles federal, estatal y municipal. Todas las acciones vienen del gobierno de Calderón, comenta. “Lo que no se ve es cómo van a sostener esas acciones, que son de largo aliento. ¿Quién va a vigilar que haya continuidad? No hay una estrategia de partida con la participación de los juarenses”, reitera la fundadora de Incide. Por eso, precisa, primero habría que conversar con los habitantes de la ciudad para conocer el tipo de reconstrucción o nueva construcción social que requieren, de acuerdo con su historia, realidad y entorno. Nashieli Ramírez, del programa Infancia en Movimiento, advierte que existe el riesgo de que el programa de reconstrucción de Ciudad Juárez no responda a lo que necesitan los habitantes y sea utilizado con fines electorales. “El proceso electoral comienza en mayo y ya hay una rebatiña de los partidos, del PRI y el PAN”, dice. –¿Que va a pasar con el programa? –Nada. Lo más seguro es que vamos a encontrar parques con grandes inversiones convertidos en grandes elefantes blancos, pero sin que sean utilizados. Por eso, añade, se necesita un plan que se construya de abajo hacia arriba, que se tome en cuenta a la gente. Ojalá pregunten a los juarenses qué acciones se deben tomar. En ciernes: Ley Televisa II Jenaro Villamil En la arena legislativa se libran fragorosos combates para imponer reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión. Todos los partidos llevan agua a su molino pero al final de cuentas las modificaciones planteadas sólo beneficiarían al duopolio televisivo, a los poderosos grupos radiofónicos y al propio gobierno. En la iniciativa impulsada por el PAN se pretende incluso la desaparición de la Cofetel, que sería sustituida por un órgano sin ninguna independencia respecto del Ejecutivo. El intento más reciente para impulsar una nueva ley de medios electrónicos y de telecomunicaciones ocurrió el jueves 8 de abril, con la presentación ante el Legislativo de dos iniciativas de reforma al ordenamiento jurídico en la materia: una promovida por el senador perredista Carlos Sotelo, presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, y la otra por el diputado panista Javier Corral y el coordinador del PAN en el Senado, Gustavo Madero. Ambas tienen el mismo vicio de origen: presentan firmas digitales de dos instancias extralegislativas. La primera, presentada por Sotelo, vino con la firma digital de Televisa, tal como lo reveló el periódico Reforma el viernes 9; Proceso confirmó, por otro lado, que la iniciativa del PAN tiene la firma digital de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), así como las iniciales “iarcemun” como presunto autor del texto. Este hecho evidencia los intereses que se encuentran en juego, así como los alcances y limitaciones de esas iniciativas. Los cabildeos realizados desde Los Pinos, la SCT y la Secretaría de Gobernación para impulsar la iniciativa panista sólo se comparan con las presiones ejercidas por los asesores y especialistas jurídicos de Televisa, de TV Azteca y de las radiodifusoras para que se apruebe una reforma mínima, también conocida como “reforma parcial”. Para el diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien presentó otra propuesta de reformas constitucionales a los artículos 6, 7, 27 y 73, es claro que al no modificarse la Constitución se está evitando un debate de fondo. Crítico de ambas iniciativas, pero en especial de la impulsada por Corral y Madero, Muñoz Ledo advierte que “se trata de una nueva Ley Televisa, pero ‘pinuda’, porque fue elaborada desde Los Pinos”. Y asegura que al consorcio televisivo le favorece una ley sin fundamento constitucional. Las diferencias más debatidas, por ahora, se concentran en dos temas: el primero se refiere a los “refrendos administrativos” para que una concesión se renueve sin necesidad de licitación, como lo
plantea la propuesta de Sotelo, apoyada por el coordinador del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones. El segundo tiene que ver con la iniciativa panista que plantea la creación de un nuevo órgano, sin autonomía jurídica y “desconcentrado” de la SCT, que actuaría como regulador de radio, televisión, telecomunicaciones y contenidos audiovisuales. Las críticas al alcance de este nuevo órgano regulador provienen del propio Sotelo, del PRI y de un sector del PAN en el Senado. Los señalamientos más incisivos son los de Beltrones, quien advirtió que su bancada sólo participará siempre y cuando “exista un órgano del Estado mexicano –y no del gobierno mexicano en turno– que sea normativo, autónomo e independiente; sin injerencia del Ejecutivo”. De manera más sutil, el senador panista Santiago Creel, quien presentó el 23 de marzo de 2009 una propuesta para darle mayor autonomía a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), expresó: “Nos interesa ver una autoridad con plena autonomía, que permita ser la reguladora para que pueda cumplir debidamente su misión y, sobre todo, poder superar la doble ventanilla”. El miércoles 14 se había programado un debate en el Canal del Congreso entre Corral y Sotelo, conducido por el periodista Javier Solórzano. Tras una larga reunión entre Corral y los senadores del PAN y un encuentro con el coordinador del PRD, Carlos Navarrete, el debate se pospuso y ambos partidos acordaron retomar la idea de una “reforma integral” y no una “reforma parcial” a la ley de medios. La tarde del jueves 15, las comisiones unidas de Radio, Televisión y Cinematografía, de Estudios Legislativos y de Comunicaciones y Transportes sesionaron para iniciar el proceso de dictaminación, pero los legisladores del PRI no se presentaron. Horas antes, Beltrones propuso que se abriera una ronda de consultas con la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión. Luego de la sesión, Sotelo afirmó que primero debe resolverse el tema pendiente de los refrendos, en especial para la industria de la radio. Se calcula que son casi 100 los refrendos pendientes. Por su parte, Creel prepara una propuesta para elaborar un transitorio constitucional que resuelva este asunto. “Falso debate” Entrevistado por este semanario, Porfirio Muñoz Ledo afirma que la sombra de una nueva Ley Televisa estará presente si no se reforma la Constitución a fin de darle plenas facultades al Congreso para legislar en materia de radio, televisión y telecomunicaciones y conferirle autonomía plena al órgano regulador. “¿Qué pasó con la Ley Televisa? Todos los candidatos cedieron ante esta ley, pero tenían un plan. El plan que le vendieron a Calderón es apruébala y vemos luego cómo fortalecemos a la Presidencia. La fórmula es que la Ley Televisa le pasó todas las canicas a las compañías y la Suprema Corte se las devolvió al gobierno, porque hubo un acuerdo con Los Pinos”, explica el legislador. La actual iniciativa del PAN “es una segunda Ley Televisa que trata de equilibrar el poder de Los Pinos con el de las compañías televisivas, y sabemos quién va a ganar a la postre, porque están dejando fuera a la sociedad”. “El cambio fundamental debe ser involucrar la ley de medios como un derecho ciudadano. El titular de las concesiones es la sociedad, no el Estado. Ninguno de los objetivos se cumple si no hay una reforma constitucional. Sólo prolongaríamos la relación incestuosa entre el Ejecutivo y los concesionarios”, explica. –¿Y las diferencias existentes sobre los refrendos automáticos o ahora llamados administrativos? – se le pregunta. –Ese es un falso debate que se acaba con la definición constitucional. Todos los involucrados están eludiendo el debate de fondo. Antes de las elecciones hay que hacer un órgano constitucional autónomo, de representación ciudadana, en donde puedan estar técnicos, especialistas, organizaciones civiles. Esta es la reforma política fundamental del país. El legislador comenta que desde 1969 ha participado en este debate con un objetivo fundamental:
“quitarle al Ejecutivo la facultad omnímoda de dar concesiones, porque ese es el origen de la relación perversa entre Televisa y Los Pinos”. Los múltiples intentos por hacer una reforma constitucional han sido bloqueados desde que se estableció la Ley Federal de Radio y Televisión de 1960. En 1977, cuando Muñoz Ledo era secretario de Educación propuso una reforma al artículo 3 constitucional para que desde ahí se rigieran los contenidos de radio y televisión. La propuesta fue frenada por la Secretaría de Gobernación. El diputado petista dice que en la Comisión para la Reforma del Estado, formada en esta legislatura, se volvieron a plantear reformas a los artículos 6, 7, 27 y 73 constitucionales, las cuales tampoco avanzaron. Su iniciativa presentada en la Cámara de Diputados retoma estas propuestas. “Antes, la televisión era un apéndice de Los Pinos y ahora Los Pinos son un anexo de Televisa. La relación perversa se estableció porque en este juego de mutuo chantaje, quien ha perdido gradualmente fuerza ha sido el gobierno”, remata Muñoz Ledo y aclara que este mismo asunto lo ha discutido varias veces con Corral y con Creel. Este último, revela, ha estado de acuerdo con una reforma al artículo 73 constitucional a fin de darle facultades al Congreso para legislar en materia de radio, televisión, telecomunicaciones y uso del espectro radioeléctrico. En su propuesta de reforma al artículo 27 constitucional, Muñoz Ledo plantea la adición de dos párrafos con el siguiente contenido: “El espectro radioeléctrico será también propiedad de la nación, inalienable e imprescriptible; podrán acceder, en igualdad de condiciones, a su explotación, uso o aprovechamiento las entidades públicas, educativas, privadas y comunitarias; ninguna de ellas podrá concentrar más del 25 por ciento de las frecuencias. “La administración y vigilancia de las concesiones y permisos de la radiodifusión, televisión y telecomunicaciones por medio del espectro radioeléctrico queda a cargo de un organismo público autónomo de participación ciudadana creado por el Congreso de la Unión.” Afán de control Desde que el 7 de junio de 2007 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucionales seis artículos fundamentales de la Ley Televisa, el Senado no prosiguió con la elaboración de una nueva ley de medios. El máximo tribunal decretó inconstitucionales los mecanismos del “refrendo automático” de las concesiones, así como la apropiación del espectro sobrante para dar servicios digitales y de telecomunicaciones, entre otros puntos. Durante 2007 y buena parte de 2008, en el Senado se integró un grupo plural para elaborar una nueva ley de medios. A última hora, el PRI se salió del acuerdo y sólo el PRD y el PAN mantuvieron el compromiso de impulsar lo que denominaron una “reforma integral”. Los trabajos se empantanaron ante la reforma energética, discutida durante todo 2008, y por la airada reacción de las televisoras y principales grupos radiofónicos a la reforma electoral que prohibió la compra-venta de tiempo aire durante las campañas. En abril de ese año, a nombre de un grupo de senadores del PRI, Beltrones presentó una iniciativa para otorgarles a los concesionarios de radio en AM una frecuencia “combo” en FM. La iniciativa parcial adicionaba un segundo párrafo al artículo 4 de la Ley Federal de Radio y Televisión. En respuesta a esa iniciativa, que generó nuevas críticas en el seno del PAN y del PRD, el Ejecutivo emitió un decreto el 15 de septiembre de 2008. En éste se condicionó el otorgamiento de una frecuencia en FM al visto bueno de la Secretaría de Gobernación. Como respuesta, en octubre de ese año el PRD y el PRI presentaron otra iniciativa parcial de reforma que buscaba responder al reclamo de los concesionarios de radio. Otro decreto de Felipe Calderón ocasionó nuevas diferencias en el seno de las bancadas. El 8 de enero de 2009 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un nuevo reglamento de la SCT que le otorgaba al titular de la dependencia atribuciones para definir el futuro de las concesiones, así como de los refrendos y las tarifas en materia de telecomunicaciones. Este instrumento se dio a
conocer en el marco de la intensa batalla que libraban el presidente de la Cofetel, Héctor Osuna, y el secretario Luis Téllez (Proceso 1681). La renuncia de Téllez a la SCT y la resolución de la SCJN echaron abajo aspectos fundamentales de este decreto y no se resolvió el problema permanente de la disputa entre los órganos reguladores y la presunta “captura” de la Cofetel por parte de los entes regulados. En diciembre de 2009 y con el apoyo de la bancada del PRI en el Senado, Sotelo pretendió acelerar el dictamen de una reforma parcial. El intento fue bloqueado por la Cámara Nacional de la Industria de la Radio al calificarla de “reforma chavista” que impulsaba el reconocimiento de los medios comunitarios. El PAN y un sector del PRD también se opusieron, por considerar que la figura de los “refrendos administrativos” iba en contra de la sentencia de la Corte. Ante la polémica, el PRI se hizo a un lado. Desde finales de marzo pasado, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas y la subsecretaria Gabriela Hernández, comenzaron a perfilar una nueva iniciativa para crear un órgano regulador con alcances similares a los establecidos en el reglamento presidencial de la SCT. El anteproyecto perfiló la creación de un nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones y Contenidos Audiovisuales, como “órgano administrativo desconcentrado” de la dependencia. Con esta nueva figura y otros avances sustanciales como el reconocimiento a los medios públicos, a los derechos de las audiencias, la regulación de contenidos y de los servicios de must carrier –que hacen obligatoria la retransmisión de todas las señales de televisión concesionada o permisionada en las empresas de televisión restringida–, Corral y Madero presentaron la iniciativa, sin consulta previa con los senadores de su propio partido que habían trabajado en las comisiones. El jueves 8, Sotelo aceleró la dictaminación de la reforma parcial en la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía. Para ello, contó con el apoyo de los legisladores del PRI. Los panistas se abstuvieron. En esa sesión estuvo presente, casi al final, el director de Análisis de Televisa, Javier Tejado Dondé. En los próximos días, el debate fundamental se enfocará ya no sólo en los refrendos automáticos o en los “combos” para la transición de las estaciones de AM a FM. Los puntos más polémicos serán los que se abrieron con la sentencia de la Suprema Corte de Justicia: la independencia del órgano regulador, los derechos ciudadanos incorporados a la legislación de medios y la autorización para que la participación de capital extranjero en la radio y la televisión concesionadas sea hasta de 25%. En medio del debate también saldrá a relucir otro polémico decreto que Calderón publicó en el Diario Oficial de la Federación para crear un organismo descentralizado denominado Organismo Promotor de Medios Audiovisuales, dependiente de la Secretaría de Gobernación. Este nuevo organismo, con recursos presupuestales y sin autonomía, tendrá como funciones la generación, producción y distribución de materiales audiovisuales, así como “instalar y operar estaciones de radiodifusión”. Un grupo de senadores del PRI ya calificó como “bodrio” y “electorero” a este organismo. Mientras, el PAN y el PRD guardan silencio. Demanda multimillonaria contra el “monstruo” Gloria Leticia Díaz Simón Charaf Medina, dueño del Bar-Bar, decidió enfrentar al “monstruo” y el 1 de marzo presentó una demanda contra Televisa en el Juzgado Noveno de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal por incumplimiento de los acuerdos convenidos al formar la empresa Imagen y Talento Internacional (ITI). Sin embargo, a finales de ese mes el empresario comentó que sus abogados aún estudiaban la posibilidad de iniciar un juicio contra el consorcio televisivo por los daños causados a él y a ITI, así como por violentar los contratos y estatutos establecidos en diciembre de 2004, cuando decidieron formar una sociedad. En esa ocasión también expuso que su “socio” lo había marginado de por lo menos 100 proyectos, causándole pérdidas millonarias. También acusó públicamente a directivos de “alto nivel” de Televisa de pretender arrebatarle ITI por medio de amenazas de muerte y de campañas de
desprestigio en los noticiarios del Canal 2, tras el atentado contra el futbolista paraguayo Salvador Cabañas en el interior de su establecimiento el 25 de enero. (Proceso 1743). Charaf explicó que su interlocutor en la empresa, Alejandro Benítez Cueto, fue quien lo presionó para que vendiera –“por una cantidad ridícula”, dijo– sus acciones en ITI. Ante su negativa, agrega el dueño del Bar-Bar, tres días después el empleado de Televisa le espetó: “¿Qué, no te queda claro que quienes mandamos sobre la autoridad y hasta sobre el mismo presidente de la República somos nosotros?”. Además de acusar al corporativo de Avenida Chapultepec de actuar en su contra, el empresario de origen libanés ya se había querellado contra éste por “daños y perjuicios derivados de los incumplimientos de contratos, acuerdos y obligaciones legalmente establecidos” en la sociedad que ambos tienen en ITI. En esa empresa la televisora posee 51% de las acciones, mientras que Charaf es propietario de 49% restante. La demanda ordinaria mercantil fue presentada el 1 de marzo último ante el Juzgado Noveno de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal y quedó registrada con el número 1404/2010. Además de Televisa, S.A., y Telesistema Mexicano, S.A. de C.V., aparecen como codemandados el propio Alejandro Benítez Cueto, director de Comercialización de Talentos del corporativo, así como sus subordinados Juan Antonio Mateos Loyo, Francisco José Villarreal López Guerra, José Antonio Barona Martínez y Eduardo de Fuentes Ceballos. El expediente de 238 fojas y 200 anexos incluye los contratos y estatutos establecidos entre Charaf y Televisa como socios en ITI; contratos de exclusividad firmados con ITI desde su nacimiento, en 1999, a la fecha; documentos internos de la empresa de Emilio Azcárraga Jean en los que se reconoce la exclusividad de ITI en la representación de sus “talentos”, además de correos electrónicos entre los socios y monitoreo hasta febrero de 2010 de al menos 100 proyectos realizados en directo por Televisa. Un socio abusivo En su edición 1735, con base en documentos del Registro Público de la Propiedad y el Comercio (RPPC) del Distrito Federal, Proceso reveló que Simón Charaf mantenía negocios con Televisa desde 1994. De 1994 a 2000, el empresario de origen libanés fue socio de Televisa en Promo Certamen, dedicada a la promoción y comercialización del Certamen Señorita México, según el folio mercantil 188675. En 2001, Charaf Medina y sus hermanos Ramón, Griselda y Frida, así como José Salvador Domínguez León, crearon Imagen y Talento Internacional. En 2005 quedó incorporada en el expediente de esta empresa la sociedad con altos directivos de Televisa: Joaquín Valcárcel Santa Cruz, Salvi Rafael Folch Viadero, Jorge Lutteroth Echegoyen y Rafael Carabias Príncipe, entre otros (folio mercantil 279989). El acuerdo accionario establece que el objetivo de ITI es “la representación, promoción y contratación de personalidades, artistas, deportistas y conductores (‘las personalidades’), a efecto de comercializar en cualquier forma permitida por la ley campañas y proyectos publicitarios, promocionales, de relaciones públicas, conferencias, líneas comerciales y productos, así como cualquier actividad semejante o conexa a las anteriores (‘la promoción publicitaria de personalidades’)”. Después de múltiples incumplimientos de los convenios, entre los que estaba un acuerdo de no competencia entre las partes, Charaf asegura que tiene claro que la única intención de Televisa para asociarse con él era “neutralizar la empresa”. El propósito: que la sociedad “no se convirtiera en un riesgo (para Televisa) y que a través de Imagen y Talento (el consorcio) se abriera a la competencia extranjera en telecomunicaciones”, pues en 2004 una televisora de otro país pretendió comprar ITI, que para entonces, asegura Charaf, contaba con más de 100 talentos en exclusiva. En entrevista, el empresario explica que fue en diciembre de 2009 cuando, a través de Benítez Cueto, Televisa empezó a presionarlo para que vendiera sus acciones. Desde entonces, dice, sus abogados “empezaron a trabajar en la demanda, pero su formalización se atrasó por los
acontecimientos (del 25 de enero) en el Bar-Bar”. Se trata de una demanda por muchos millones de pesos que, afirma Charaf, será “difícil de cuantificar”. La suma final la tendrá que decidir el juez, comenta. Entre los adeudos de Televisa, dice el exesposo de Lupita Jones (Miss Universo 1991), están las ganancias que obtuvo de los gobiernos del Estado de México y Tabasco en 2005 y 2006 a través de contratos con TV Promo y Radar Servicios Especializados, documentados por Proceso desde octubre de 2005 y retomados en la edición 1743 en marzo pasado. El contrato con el gobierno de Enrique Peña Nieto en 2005 fue de 742 millones de pesos, en tanto que los suscritos con el tabasqueño Manuel Andrade de 2005 a 2006 sumaron 331 millones 890 mil pesos. “En esos proyectos, como en otros 100, ellos me hicieron a un lado. Yo debería obtener el ingreso de la utilidad correspondiente a cualquier proyecto por la contratación de una personalidad; 49% de las utilidades deberían ser mías”, reclama Charaf. Y explica que “por ser la única empresa de Televisa que puede representar a sus talentos”, ITI ha tenido tratos con TV Promo y Radar Servicios Especializados, pero aclara que desconoce “cómo se manejan” las cosas en las campañas políticas o de gobiernos estatales. “Me vengo a enterar por Proceso (edición 1743) que hay en juego cientos de millones de pesos que son de nuestros impuestos; de cómo, por presiones de Televisa, acaban yendo a esas empresas pantalla y de cómo acaban en casas de Azcárraga o de Bernardo Gómez (vicepresidente de Televisa)”, comenta. Y aun cuando asegura que confía en la solidez de su demanda y en la imparcialidad de los jueces, Charaf se muestra sorprendido porque la empresa de Emilio Azcárraga Jean no se ha dado por notificada pese a que la querella en su contra ingresó en el Juzgado Noveno hace más de 40 días. Quizá se deba, insiste, a que mediante “artimañas y argucias” la empresa se ha negado a ser emplazada legalmente, y a que rechaza que exista una relación laboral con los ejecutivos codemandados. Las tretas de Televisa A solicitud de los abogados de Charaf, el Juzgado Noveno requirió información a dependencias federales y del Distrito Federal para localizar a los demandados para emplazarlos, entre ellas IMSS, ISSSTE, IFE, CFE, Comisión Nacional del Agua (Conagua), Policía Federal Ministerial e Infonavit. El oficio de requerimiento también fue enviado a la Administración General del Servicio al Contribuyente de la SHCP, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi), así como a Telmex. “Estamos agotando todas las instancias legales para emplazarlos. El siguiente paso son los edictos, pero llaman la atención las argucias y artimañas de Televisa para no dejarse notificar”, apunta Charaf. La actuación de Televisa en estos casos es recurrente. El 8 de mayo de 2007 el reportero Jenaro Villamil dio a conocer la demanda que interpuso la viuda de Emilio Azcárraga Milmo, Paula Cusi, en contra de Azcárraga Jean por el presunto despojo de la sexta parte de la herencia que le dejó El Tigre (Proceso 1605). La demanda de Cusi fue interpuesta el 9 de enero de 2007 y en junio de ese año, después de tres edictos publicados por órdenes de la juez 62 de lo Civil en el Distrito Federal, Yolanda Morales Romero, ni Azcárraga ni los 40 funcionarios de Televisa codemandados habían respondido a los emplazamientos. El juicio sigue empantanado hasta hoy. Charaf sabe a lo que se enfrenta: “A base de incumplimientos, de presiones y calumnias han querido cansarme y agotarme para que ya no ejerza mis acciones legales; pero no voy a desistir. Estoy seguro de que voy a ganar el juicio”. Incluso afirma que después de sus primeras acusaciones contra el consorcio, presentadas en marzo pasado, no ha tenido contacto con personal de la televisora, aunque asegura sentirse atemorizado
por las amenazas que presuntamente ha recibido. “Las tomo de una manera muy seria”, confiesa. Relata que “curiosamente”, el 14 de abril, al día siguiente de que difundió un comunicado en el que manifestaba su decisión de litigar contra Televisa, dos individuos que “se ostentaron como servidores públicos”, aunque nunca precisaron de qué dependencia, intentaron ingresar a las oficinas de ITI y tener acceso al equipo de cómputo. Durante 20 minutos, sin identificarse, “dos hombres trataron de amedrentar al personal de ITI diciendo que tenían que hacer una revisión de rutina de las computadoras; mi gente les pidió identificarse y mostrar algún documento que avalara su dicho, pero los individuos insistían en que si no los dejaban entrar, la empresa se iba a hacer acreedora a una serie de sanciones y multas. “Suponemos que se trata de gente interesada en saber cuál es la información con la que cuenta ITI, o bien pretendían introducir un programa espía en el sistema de cómputo”, señala el empresario. Charaf, que también se halla implicado en un litigio contra el aseguramiento del local del Bar-Bar por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), afirma: “Sé de mucha gente que ha sido ultrajada por Televisa, pero nadie se atreve a denunciar porque saben cómo se manejan en esos casos. Justo lo que me hicieron a mí: atacar, manipular la información y calumniar…”. Y sentencia: “No fue una decisión fácil enfrentarme a ese ‘monstruo’, pero hay que ponerle un alto a su abuso de poder”. l 2008: Las malas cuentas de Calderón Jesusa Cervantes La Auditoría Superior de la Federación detectó un manejo discrecional de los excedentes financieros del gobierno federal en 2008 para forzar el equilibrio presupuestal. La administración panista, con más recursos a su disposición, no cumplió con las metas inflacionarias y, más aún, aumentó la deuda pública. El gobierno de Felipe Calderón Hinojosa maquilló las cifras de su gasto de 2008, incurrió en subejercicios injustificados, realizó transferencias indebidas a diversos fondos e impidió que los millonarios recursos adicionales que obtuvo por ingresos excedentes llegaran a la población, destinándolos al mantenimiento del costoso aparato burocrático. Desde la llegada del panismo al gobierno federal, los ingresos por excedentes petroleros y tributarios han alcanzado niveles sin precedente; para 2008 sumaban ya 1 billón, 281 mil 902 millones de pesos. Sin embargo, gran parte de esos recursos ha ido a parar a los bolsillos de la alta burocracia: en los últimos 10 años, el número de plazas en el gobierno federal se incrementó en más de 1000%. Lo anterior se desprende del análisis de la cuenta pública federal 2008 que realizan la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, la Unidad de Evaluación y Control de ésta, y los informes cuatrimestrales de ese año de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como de la interpretación de los documentos que hacen legisladores del PRI y del PT, especializados en el manejo del gasto público. Año tras año, la Cámara de Diputados autoriza una Ley de Ingresos y un Presupuesto de Egresos para el gobierno federal. En 2008, los legisladores autorizaron un gasto de 2 billones 894 mil 806 millones de pesos a la administración calderonista. De esa cantidad, 85% corresponde a pagos ineludibles, como programas sociales, mantenimiento de escuelas, salarios de maestros y médicos y pago de la deuda, entre otros. Por lo tanto, sólo 434 mil 220 millones de pesos pudieron ser etiquetados por la Cámara de Diputados. Sin embargo, el gobierno de Felipe Calderón realizó un manejo discrecional de esos recursos, e incluso fuera de la ley, para mantener el llamado “equilibrio presupuestal” al que está obligado como administrador de las contribuciones que pagan los mexicanos, de la venta de petróleo y la aplicación de programas sociales, y evitar que se dispare la inflación o que crezca la deuda.
Dinero perdido De los 434 mil 220 millones de pesos que manejó libremente el gobierno calderonista, 315 mil 476 millones de pesos (72.6%) fueron captados por la venta de excedentes petroleros y recursos tributarios no previstos. Los legisladores no tienen certeza del uso de esos recursos, pues no cuentan con la justificación correspondiente. Mario di Costanzo, diputado federal del Partido del Trabajo y exfuncionario de Hacienda, detalla que más de la mitad de esos recursos se empleó en el gasto corriente de la administración de Calderón, esto es, pago de salario de altos funcionarios y el mantenimiento del aparato, como compra de vehículos y gasolina. En contraste, la inversión pública cayó 40% y la deuda creció 650 mil millones de pesos, asegura. “Un ciudadano común no puede entender cómo con más ingresos en el país la inflación y la deuda crecieron en lugar de disminuir. Y la respuesta está en que poco más de la mitad de ese dinero se fue al pago de salarios y al mantenimiento del aparato burocrático”, expone. El informe de la ASF señala que la mayoría del gasto neto devengado se destinó al gasto corriente, “en el que los servicios personales representaron la mayor parte”. A su vez, el diputado del PRI Sebastián Lerdo de Tejada, especialista en la elaboración de presupuestos, acusa al gobierno panista de estar “engañando” a la población, pues el número de plazas de nivel superior –dice apoyado en datos de la Secretaría de Hacienda– ha crecido por encima de 1000% desde el arribo del PAN a la Presidencia. Por ejemplo, en 2001 había 89 funcionaros que ganaban como subsecretarios de Estado o titulares de entidad. Para 2009, el número aumentó a mil 11 funcionarios, es decir, un crecimiento de 1036%. En el mismo periodo, de 4 mil 446 directores de área que había en 2001, la cifra llegó a 38 mil 427, y de 69 jefes de unidad o titular de entidad se pasó a mil 212. De acuerdo con cifras de la Unidad de Evaluación y Control de la Cámara de Diputados, el costo total del aparato burocrático del gobierno federal en 2008 fue de 185 mil 44 millones de pesos, de los cuales 6 mil 500 millones se emplearon para el pago de salarios; el resto (134 mil millones) en gasto corriente. La ASF encontró que el gobierno federal erogó 126 mil 877 millones de pesos (poco más de 40% de los excedentes petroleros y tributarios) para “otros gastos corrientes”. Paradójicamente, la Cámara de Diputados obligó al gobierno federal a “racionalizar su gasto de operación” y le ordenó “compactar su estructura administrativa”, según estableció en el artículo 18 del Presupuesto de Egresos de la Federación de este año. Lo anterior implica la reorganización del Poder Ejecutivo federal, incluyendo la revisión de la duplicidad de funciones, la reducción de los niveles salariales equivalentes en subsecretarías, jefaturas de unidad y direcciones generales “que no tenga dichos cargos” y la posible reducción de direcciones generales adjuntas. En lugar de cumplir con el mandato, el gobierno de Felipe Calderón envió lo que fue considerado por priistas y petistas como “una burla”: un plan de austeridad por tres años que comprende el ahorro de 40 mil 100 millones de pesos (13 mil 366 millones de pesos por año), cifra que contrasta con los 185 mil millones de pesos que gastó tan sólo en 2008 para el mantenimiento del aparato burocrático. Simulaciones La Auditoría Superior de la Federación detectó que en el llamado ramo 23 (“previsiones salariales”) existió un sobregiro de 126 mil 877 millones de pesos, según el cuarto informe trimestral de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de 2008. De acuerdo con el informe, Hacienda “autorizó la reasignación de gasto por 9 mil 538 millones de pesos a diversas entidades y fideicomisos, aun cuando, por lo avanzado del ejercicio fiscal, no era factible que dichos recursos se devengaran”. Además, “se realizaron transferencias de recursos por 67 mil 587 millones de pesos a diversos
ramos, sin que para ello hubiesen justificado las contingencias o gastos urgentes, en incumplimiento de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria”. El ramo 23 concentra recursos para contingencias, como desastres naturales o aumentos salariales no previstos, y su aplicación debe estar siempre justificada. En realidad, el gobierno federal lo utiliza como una caja chica, considera el diputado Mario di Costanzo. “En este caso, nada de los más de 126 mil millones de pesos utilizados fue justificado”, puntualiza. La auditoría también llama la atención sobre el registro de recursos que el gobierno federal transfiere a diferentes fondos como “inversión física”, pero que “son destinados al gasto corriente por sus ejecutores finales, como son los gobiernos estatales o municipales, razón por la cual se sobreestima el gasto de inversión”. Un ejemplo: según el informe de la auditoría, se dejaron de invertir 41 mil 331 millones de pesos en infraestructura; sin embargo, a esa cantidad hay que restarle 5 mil millones de pesos que supuestamente habían pasado al llamado Fondo de Estabilización de Ingresos Petroleros y que debían haberse utilizado para la infraestructura rural y urbana. Aunque fueron registrados en las cuentas del gobierno federal como inversión física y etiquetados para ese propósito, fueron usados “para gasto corriente”. A esto se suman los llamados subejercicios, es decir, dinero que la federación dejó de ejercer injustificadamente en diversos programas sociales, dice por su parte el diputado Lerdo de Tejada, lo que para él es “una muestra plena de la ineficiencia en el ejercicio de los ingresos y el gasto público de parte del gobierno panista”. Peor aún: dice que las cuentas de la administración calderonista contienen “simulaciones y ajustes realizados por el Ejecutivo federal para ocultar millonarios subejercicios en el gasto”. Reclama que el gobierno federal recurrió a la alquimia financiera “para que se alcanzara el equilibrio presupuestario y no se reflejara un subejercicio mayor al cierre de 2008”. Denuncia que Hacienda autorizó distribuir remanentes presupuestales por 44 mil 542.3 millones de pesos, de los cuales 9 mil 537.7 millones fueron transferidos a diversas dependencias, entidades, fondos y fideicomisos, así como para la constitución de depósitos en la Tesorería de la Federación (Tesofe)”. Ofrece otros datos que él considera “preocupantes” sobre el manejo de las finanzas federales: “En la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se encontraron recursos no devengados de los convenios de coordinación en materia de reasignación de recursos a entidades federativas por 2 mil 100 millones de pesos. “En el Programa Enciclopedia, la ASF detectó que la Secretaría de Educación Pública reportó indebidamente mil 300 millones de pesos como ejercidos, siendo que hasta octubre de 2009 se encontraban depositados en la Tesofe en una cuenta a favor de esa dependencia. También se realizaron transferencias por mil 73 millones de pesos a otras unidades administrativas y órganos desconcentrados para cubrir los capítulos de servicios personales y gastos de operación.” Lo que es más, la administración calderonista recurrió a la figura de fideicomisos para ejercer dinero de manera discrecional, sin la autorización de la Cámara de Diputados, como lo demuestran las auditorías financieras y de cumplimiento con el manejo de los llamados “aprovechamientos” (el dinero que ingresa a la federación por el cobro de usufructo de algunos bienes, al margen de la tributación que paga cada ciudadano) y de la recuperación de capital por venta de bienes. El gobierno federal reportó a la ASF 353 fideicomisos, cifra menor que los existentes durante la administración de Vicente Fox. No obstante, los recursos depositados en estos instrumentos ascienden a 506 mil 946 millones de pesos. Sin embargo, dice Lerdo de Tejada, en 2008 “había 992 instrumentos jurídicos con disponibilidad de 601 mil 681 millones de pesos”, según la información proporcionada por los tres poderes, órganos autónomos, instituciones públicas de educación superior y gobiernos estatales. El “escándalo” –como lo llaman tanto el priista Lerdo de Tejada como el petista Di Costanzo– radica en el manejo discrecional de esos recursos. Lerdo de Tejada sostiene que esos instrumentos financieros han servido al gobierno para “desviar recursos” y utilizarlos con fines distintos para los que fueron autorizados.
Un ejemplo de lo anterior es el Fondo de Apoyo para la Reestructura de Pensiones (FARP), constituido por Hacienda “en una cuenta de depósito de terceros en la Tesofe, mediante un acto que denominaron ‘acto jurídico análogo a mandato’, figura no prevista en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, en lugar de formalizarlo como un fideicomiso público. Una parte de los recursos del FARP los destinó Hacienda para atender la insuficiencia en el presupuesto original del ISSSTE en el rubro de pensiones y jubilaciones. Además, los rendimientos financieros de los recursos del FARP fueron depositados en cuentas distintas a las de dicho fondo”, reportó la Auditoría Superior de la Federación. El colmo, según el legislador Sebastián Lerdo de Tejada, es que “Hacienda obligó a Banobras a retirar 5 mil millones de pesos de su capital –depositado en el Fondo para la Conclusión de la Relación Laboral de 2006–, y que lo regresara a la Tesofe para que ésta lo inscribiera en la Ley de Ingresos de la Federación como si fuera parte de los ingresos que se obtienen por impuestos o aprovechamientos o excedentes petroleros”. Lerdo de Tejada califica esta maniobra financiera como “una simulación para lograr un equilibrio presupuestal”, como lo evidencia la propia ASF: “La SHCP utilizó posteriormente dichos recursos para alcanzar un equilibrio presupuestal en las finanzas públicas, y en el ejercicio siguiente para autorizar un mayor gasto, sin la intervención y aprobación de la Cámara de Diputados. Por lo tanto, Hacienda continuó manejando discrecionalmente los fideicomisos, mandatos y actos análogos para canalizar recursos públicos excedentes enterados en la Tesofe y reasignados en la Ley de Ingresos de la Federación.” “A esto sólo se le puede llamar un fraude a la nación”, sostiene Di Costanzo, en tanto que el priista Lerdo de Tejada especula sobre la posibilidad de que los millonarios recursos manejados discrecionalmente en distintos fideicomisos, sostenidos con subejercicios, formen parte del “guardadito” para utilizarlo en la elección presidencial de 2012. Premia el PEN Club de México a Marta Lamas El sábado 17 de abril, la antropóloga Marta Lamas, directora de la revista semestral Debate Feminista y colaboradora de Proceso, fue distinguida por el PEN Club de México con un premio de nueva creación a la excelencia en periodismo. El PEN Club decidió constituir esta distinción, así como dos más –a la excelencia literaria y a la excelencia editorial–, “ante la violencia en contra de periodistas mexicanos” y “para reconocer a escritores o empresas intelectuales de carácter excepcional que fomentan, a través del lenguaje, la erradicación de odios raciales, de clase, entre naciones, y que promueven el ideal de una humanidad que viva en paz, en un mundo solidario y sin censura”. Un segundo galardón en el apartado de periodismo correspondió a Ginger Thompson, que fue corresponsal de la oficina en Washington de The New York Times en México y lo es ahora en Washington; el de excelencia literaria, a Luis Miguel Aguilar y Ramón Xirau, y el de excelencia editorial, al Taller Letañeros y Artes de México. Fundado en 1921, el PEN internacional se asume como “una de las organizaciones de derechos humanos y de escritores más viejas del mundo” y sus objetivos son promover la literatura, defender la libertad de expresión y desarrollar una comunidad mundial de escritores. México fue uno de los primeros países en afiliarse a la agrupación. Antropóloga, feminista y periodista, Marta Lamas es profesora del departamento de Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México, donde imparte la cátedra de “género y política”, y del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG/UNAM). Es integrante del Comité Editorial del Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM, así como del Comité Editorial de Antropología del Fondo de Cultura Económica. Lamas también dirige Debate Feminista, una revista semestral independiente de crítica cultural y política que lleva 20 años de publicación ininterrumpida. Además es autora de los libros Miradas feministas sobre las mexicanas del siglo XX; Feminismo: transmisiones y retransmisiones; Cuerpo: diferencia sexual y género; Política y reproducción, y El género: la construcción cultural de la diferencia sexual. l
El castillo de la Impureza Verónica Espinosa Durante cinco años, el padre Laurencio Pérez gozó de impunidad gracias a que el obispo de la diócesis de Celaya, Lázaro Pérez Jiménez, lo protegió de las acusaciones en su contra por presuntos actos de corrupción de menores. Y aun cuando pesaba una orden de aprehensión en su contra desde 2006, el sacerdote seguía ejerciendo sus actividades eclesiásticas y cortejando a menores, como a la hija de don Ángel Álvarez, una niña de 13 años con quien incluso se fue a vivir. Finalmente, Laurencio fue detenido el 18 de marzo e ingresado cuatro días después al penal de San Miguel de Allende. SAN MIGUEL DE ALLENDE, GTO.- Durante los últimos cinco años, el sacerdote Laurencio Pérez Mejía pasó de pueblo en pueblo y de parroquia en parroquia, dejando tras de sí la estela de impunidad que le permitió evadir una orden de aprehensión por presuntos actos de corrupción de menores. En ese lapso el cura ejerció sin problema sus actividades eclesiásticas en la diócesis de Celaya. Finalmente, el 18 de marzo último fue detenido al salir de la parroquia de la comunidad de Rincón de Tamayo, en Celaya, en cumplimiento de una orden de aprehensión que pasó por dos administraciones estatales, dos procuradores y dos jueces penales que conocieron del asunto. Pérez Mejía gozó de la protección de la diócesis encabezada por el obispo Lázaro Pérez Jiménez, quien solía presentarlo como su sobrino. Fue él quien lo ayudó a evadir su captura al cambiarlo periódicamente de templo; además, desoyó los testimonios y quejas sobre los abusos cometidos por Pérez Mejía contra jovencitas. En uno de esos casos, don Ángel Álvarez relata que en 2006 el padre Laurencio le pidió a su hija de 13 años para que le ayudara en las oficinas parroquiales del templo de Nuestra Madre Santísima de la Luz, en la comunidad de Moral Puerto de Nieto, y terminó viviendo con ella como pareja en la casa de los Álvarez. Relata que cuando denunció el caso ante los funcionarios del gobierno municipal, agentes del Ministerio Público, ministeriales y sacerdotes, nadie lo escuchó. Antes de marcharse con su hija y de dejar dividida a la familia, el padre Laurencio todavía recurrió a don Ángel para pedirle referencias sobre un buen abogado “por un asunto de unas calumnias que traía detrás”, cuenta don Ángel a Proceso. “Las calumnias” en realidad estaban consignadas en la averiguación previa 2024/2005 en la Agencia del Ministerio Público de esta ciudad, levantada a partir de la denuncia del 12 de noviembre de 2005. La promovente, una menor de edad, describió los “amistosos acercamientos” del clérigo a partir de febrero de ese año. El pretexto, dijo, era llevar a reparar sus vehículos a un taller mecánico de su papá, ubicado en la populosa colonia San Luis Rey, de cuya parroquia –dedicada al santo que lleva este nombre–, el padre Laurencio era el encargado. Durante casi nueve meses, según el testimonio, el sacerdote comenzó a cortejarla. Al principio le daba regalos, pero luego acudía a esperarla a que saliera de la escuela para llevarla a sitios donde la tocaba y la obligaba a fumar y a tomar bebidas alcohólicas, incluso amenazaba con matarla si ella no accedía a sus peticiones o si enteraba a sus padres de lo que estaba ocurriendo entre ellos. A finales de octubre de ese año, la madre de la jovencita sorprendió al sacerdote besándola. Le advirtió que se alejara de ella. Renuente, él siguió buscando a la menor, a quien incluso le hacía llegar recados a través de algunas de sus compañeras de escuela. Cansada por el hostigamiento, la familia tomó la decisión de denunciar penalmente al cura. La averiguación previa fue consignada en el Juzgado Primero Penal de San Miguel de Allende. El Ministerio Público determinó acusar al sacerdote de corrupción de menores, un delito tipificado como grave en el artículo 237 del Código Penal de Guanajuato: A quien procure, facilite o mantenga la corrupción a un menor de 18 años de edad, o a un incapaz mediante actos lascivos o sexuales, o lo induzca a la mendicidad, ebriedad, a realizar alguna
conducta sexual, abuso de sustancias de cualquier naturaleza dañosa a la salud, a formar parte de cualquier asociación delictuosa o a cometer cualquier delito… La ley prevé una pena de tres a ocho años de prisión y 50 a 200 días multa para este delito. La entonces titular del juzgado, Martha Medina, determinó conceder la orden de aprehensión en contra del sacerdote el 26 de junio de 2006, según el proceso penal B-86/2006. Eso no fue suficiente. El protegido Originario de la comunidad de San Francisco de la Erre en Dolores Hidalgo, ejidatario por herencia y catequista por gusto, Laurencio Pérez Mejía formó parte de una generación de jóvenes de la cual tres optaron por ingresar al Seminario Diocesano de Celaya para ordenarse como sacerdotes. No obstante, al paso de los años sus dos compañeros y vecinos decidieron renunciar a los hábitos y optaron por formar sus propias familias. Al egresar del seminario, comenzó a ejercer el ministerio en diversos templos fuera de su localidad, aunque también estuvo un tiempo en la parroquia de La Asunción, en la cabecera de Dolores, y también en los Apaseos, todos dentro de la diócesis de Celaya. En 2005, Laurencio tuvo que dejar la parroquia, luego de que se descubrieron sus deslices y los habitantes de la colonia San Luis Rey le recriminaron su conducta. Pero no tuvo problemas para reanudar sus actividades eclesiales. En su página electrónica, la diócesis de Celaya informa que el 4 de noviembre de ese año el obispo Lázaro Pérez Jiménez (quien falleció en octubre de 2009) anunciaba cambios luego de una “ardua reunión de trabajo con el consejo de pastoral”. Uno de esos movimientos era el de Laurencio: “El martes 15 de noviembre (de 2005) será la toma de posesión del padre Laurencio Pérez Mejía como párroco de la parroquia de Nuestra Señora de la Luz, en la comunidad de Puerto de Nieto, municipio de San Miguel de Allende, Guanajuato. La celebración eucarística será a las siete de la noche. El padre Laurencio hasta ahora estaba ejerciendo el ministerio pastoral en la capellanía de San Luis Rey…”. Así llegó Pérez Mejía a Puerto de Nieto –a sus casi 50 años–, tres días después de que se le acusara formalmente por sus abusos. Y fue en esta localidad donde empezó la historia que don Ángel Álvarez narra a Proceso recargado en el tronco de un árbol y rodeado de los enormes órganos que sirven para marcar los espacios de la propiedad que repartirá a sus hijos. Puerto de Nieto está ubicado a menos de 20 minutos de la ciudad. El camino para entrar hasta la parroquia está bien empedrado, pero en la placita –donde además del templo está el centro de salud–, las calles lucen abandonadas, con su tierra, sus piedras y su lodo. Muchas de las viviendas están protegidas por los órganos, que también las dividen y las ocultan. “Aquí el señor obispo (Lázaro Pérez Jiménez) nos lo presentó, hasta dijo que era su sobrino cuando recién llegó acá”, asegura una de las encargadas del templo cuando la reportera le pide referencias sobre el padre Laurencio. “No duró mucho aquí, después de que estaba con la muchacha ya no dio misa. Después se fueron”, comenta. –¿Y qué dijo la gente de la comunidad cuando se enteró de que estaba con una muchacha? –No, pues ya qué decíamos. Tampoco don Ángel Álvarez pudo decir mucho entonces. “Desde que el padre se llevó a la muchacha nos divorciaron (mi esposa y yo). Estamos separados, por él”. Es entonces cuando, sin permitir más que un par de preguntas, el hombre relata la forma en que el padre Laurencio lo buscó para pedirle a una de sus hijas para que le hiciera trabajo en la notaría, “para que le sirviera como secretaria”, dice don Ángel. –¿Cuántos años tenía su hija? –se le pregunta. –13 o 14. La muchacha no había terminado la escuela primaria. “Yo le dije: padre, mi hija no está capacitada
para eso… No es posible que ella pueda ayudarle, pero llévesela unas semanas, si vemos que es posible que trabaje, pues se la dejo. Pero ya cuando ella se fue, ni me avisó, ni siquiera quedamos de qué hora a qué hora”. La niña empezó a ayudar al sacerdote en la casa ubicada junto al templo, habilitada como oficina parroquial. “Los primeros días llegaba a (casa) a las seis o siete de la tarde. Después comenzó a llegar a las ocho o nueve de la noche, hubo veces que lo hizo a las 12 de la noche”, recuerda don Ángel. Unas semanas después, continúa, las mayordomas y cuidadoras de la iglesia fueron a buscarlo para decirle que ya no dejara a su hija estar con el padre Laurencio. “Anda muy mal, qué no ve que se anda paseando con él; en la tarde, en la noche. Andan en la camioneta”, le expusieron. Eso provocó una discusión entre don Ángel y su esposa, quien al principio se negó a creer la versión de las mujeres, pero unos días después permitió que Laurencio se mudara a vivir a la casa de la familia. Furioso, don Ángel encaró al cura una madrugada, antes de que éste saliera a acompañar a su hija al trabajo en una procesadora de alcachofas: “Le dije: ‘Hasta aquí se acabó. No te he hecho nada porque no quería hacer relajo, por la familia, por los hijos, por la señora. Si para la tarde llego y estás aquí, te voy a sacar, cuésteme lo que me cueste. No importa que se me vengan a golpes, es mi derecho y lo voy a hacer. Para la tarde te saco, muerto, vivo o como sea’. Él me dijo: ‘No, está bien, me voy’.” –¿Cuánto tiempo duró viviendo en su casa? –Como dos meses y medio. El problema con mi esposa empezó ahí; todavía ellos estaban aquí. Él le dijo cosas. Un día me vino a decir que mi hija estaba muy molesta conmigo porque yo la andaba calumniando, y porque decía que yo le era infiel a su mamá. El hombre cuenta que habló con su hija y le comentó que el sacerdote ya había destruido su vida. “Está destruyendo a toda la familia; no es un padre bueno, ni siquiera es una persona normal. Ese padre está muy mal”, le expuso don Ángel a su hija. Finalmente, cuando las noticias sobre la vida del padre Laurencio llegaron a la diócesis, vino una orden para que no oficiara más misas, “pero nada más”. Todavía se quedó en la comunidad algunas semanas, hasta que se llevó a la muchacha a Dolores Hidalgo. “Supe que allá tuvieron un hijo, pero se les murió”, agrega el entrevistado. –¿Todavía vive con él? –De estar con él, sí. Hace poco mi señora fue a verlos con uno de mis hijos a Rincón de Tamayo. Después de misa Ahí, afuera de la parroquia de la comunidad de Rincón de Tamayo, en Celaya, fue aprehendido el padre Laurencio por agentes ministeriales que lo esperaron a la salida de la misa. Fue el 18 de marzo pasado. Un día después, el detenido se negó a declarar, incluso intentó interponer un amparo para obtener la libertad provisional, pero se le negó pues la corrupción de menores es un delito grave en Guanajuato. Finalmente el sacerdote se confesó culpable, según la información obtenida por Proceso. El juez Carlos Alberto Llamas Morales –el segundo a quien le tocó conocer de este caso– dictó el auto de formal prisión el 22 de marzo. Ese día el sacerdote ingresó al Centro de Readaptación Social de San Miguel. Entrevistado el miércoles 14 en su oficina del edificio del Poder Judicial, situado junto al centro penitenciario, el juez comenta que el proceso se encuentra en etapa de instrucción o desahogo de pruebas. –¿Por qué no había sido detenido a pesar de las denuncias en su contra y se le permitía continuar ejerciendo sus actividades como sacerdote? –No tengo ninguna información acerca de eso, ni conocimiento de qué actividades realizaba al momento en que fue girada la orden de aprehensión y cuando fue detenido el inculpado.
El juez, quien se refiere al padre Laurencio como “el indiciado o el acusado”, menciona que aun cuando el proceso comenzó en 2006, la acción penal no ha prescrito. Y aclara que al analizar los elementos de prueba presentados por la fiscalía una vez que Pérez Mejía fue detenido, encontró “que se reúnen las características… del delito de corrupción de menores”. Llamas Morales se niega hablar por ahora sobre la conducta del sacerdote o el uso que éste dio a su investidura para cometer sus abusos. “Tendría que hacer la apreciación correspondiente, pero en la sentencia. Es una materia de apreciación de parte de un servidor, no puedo prejuzgar”, explica. No obstante, dejó en claro que tanto los peritajes como los estudios de tipo físico y sicológico practicados a la menor, que fue víctima en este caso, confirman daños y otras secuelas a consecuencia de los actos del clérigo. Don Ángel vive sus propias secuelas. Su familia se dispersó. Hoy vive con dos de sus hijos, pero sin pareja. Después de que su esposa solicitó y obtuvo el divorcio, el campesino acudió a ver a diversos funcionarios y en mayo de 2008 le envió una carta al obispo Lázaro Pérez Jiménez para pedirle ayuda y reprochar la conducta de su presunto sobrino. “El 31 de mayo hice un escrito para contarle al obispo todo lo que estaba pasando. Ese día debió venir a las confirmaciones pero no llegó, vino el secretario. Le dí el escrito, y hasta le metí una copia del acta de divorcio, para que no fuera a decir que estaba yo contando algo que no es. “Se la mandé, estuve esperando la respuesta y nunca me llegó”, relata. –¿Nadie lo vino a ver, nadie de la diócesis habló con usted? –Nada. Yo le pregunté al padre que se quedó si el obispo no me mandaba alguna razón. Pero nada. –Y de lo que hizo el padre Laurencio, ¿qué le dijo? –Pues nada. Nomás me dijo: “¡Pídele a Dios por ellos!, y tú haz tu vida”. En la carta que le envió al extinto obispo Pérez Jiménez, Ángel Álvarez le hacía una petición: “Si le dan permiso al padrecito para estar haciendo esas cosas con mi hija, pues entonces que me den a mí permiso para anular mi matrimonio para hacer mi vida con otra persona.” –¿Y la vida de su hija? –¿Qué puedo hacer ya? Terremoto en el Vaticano Leonardo Boix y Rodrigo Vera El escándalo provocado por los casos de sacerdotes pederastas en diferentes países se enfoca cada vez más en Joseph Ratzinger, quien, primero como arzobispo de Munich y después como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, supuestamente encubrió a religiosos que abusaron de menores. A las demandas judiciales en su contra se agregan las voces que piden su renuncia, en tanto que activistas ateos de Gran Bretaña preparan una estrategia legal para que la justicia detenga al pontífice.
Londres.- El Papa Benedicto XVI es cada vez más cuestionado por supuestamente encubrir a sacerdotes pederastas, entre ellos Marcial Maciel, por lo cual ya se le pide que renuncie al trono pontificio. Incluso se prepara una audaz estrategia judicial para arrestarlo durante su viaje a Gran Bretaña, programado para septiembre próximo. Dos de los principales activistas del movimiento ateísta inglés, los escritores Richard Dawkins y Christopher Hitchens, encabezan esta batalla legal para arrestar al pontífice “por crímenes de lesa humanidad”, arresto que, de concretarse, podría generar una disputa diplomática sin precedente entre Londres y el Vaticano. Dawkins y Hitchens –cuyos libros promueven el ateísmo– comienzan a trabajar con destacados abogados defensores de derechos humanos para preparar la demanda jurídica contra Benedicto XVI por su supuesto encubrimiento a sacerdotes que han abusado sexualmente de menores de edad. Ambos activistas aseguran que el Papa no podrá protegerse con la inmunidad diplomática en caso de un pedido de arresto, pues aunque su visita es considerada como de Estado, él no es jefe de
ningún Estado reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Dawkins –quien ocupa la cátedra “Charles Simonyi de Difusión de la Ciencia”, en la prestigiosa Universidad de Oxford– sostiene que el máximo dirigente de la Iglesia católica no debe “salirse con la suya, cuando cualquier otro ministro de gobierno tendría que rendir cuentas y enfrentar a la justicia” al verse implicado en semejantes delitos. En un texto enviado a varios medios de prensa, entre ellos Proceso, señala: “Un líder religioso como el Papa no debería ser diferente. Por esa razón Christopher Hitchens y yo apoyamos la actual investigación llevada a cabo por los abogados Geoffrey Robertson y Mark Stephens sobre la complicidad criminal del Papa. Estos excelentes juristas creen que, para comenzar, ellos tienen un caso convincente contra el estatus del Vaticano como Estado soberano, sobre las bases de que fue una situación ad hoc creada por las políticas internas bajo el régimen de Benito Mussolini, y que nunca recibió el estatus (de Estado soberano) por parte de la ONU”. De ahí que, de tener éxito este argumento inicial, “el Papa no podrá pedir inmunidad diplomática como jefe de Estado, y podría ser arrestado al pisar suelo británico”, sostiene Dawkins, quien es etólogo, zoólogo, teórico evolutivo y autor del popular libro El espejismo de Dios. Se pregunta: “¿Dónde han estado los gobiernos mundiales todo este tiempo? ¿Dónde están sus valores morales? ¿Dónde su determinación para tratar a toda persona igual ante la ley? El gobierno de Gran Bretaña, lejos de buscar justicia para las víctimas inocentes de la Iglesia católica romana, se prepara para darle la bienvenida a este grotesco hombre manchado por el escándalo”. Y remata: “Tendrá que ser la corte la que decida –una corte civil y no eclesiástica– acerca de si el caso contra Ratzinger es lo suficientemente condenatorio como parece. Si él es inocente, que lo demuestre ante la corte. Pero si es culpable, que enfrente la justicia como cualquier otra persona”. A su vez, su compañero Hitchens –periodista y autor de libros como Cartas a un joven disidente, Dios no es bueno y Dios no existe– aseguró en un mensaje difundido el domingo 11 que “Benedicto XVI no puede estar sobre la ley”. Detalló: “El encubrimiento institucionalizado de abusos sexuales es un crimen bajo cualquier ley y no demanda ninguna ceremonia privada de arrepentimiento o sobornos de la Iglesia, sólo justicia y castigo”. En la mira Benedicto XVI tiene previsto realizar su visita oficial a Gran Bretaña del 16 al 19 de septiembre. Estará en las ciudades de Londres, Glasgow y Coventry. En esta última beatificará al cardenal John Henry Newman. ¿Qué pasos piensan seguirse para arrestar al pontífice? ¿Qué instancias judiciales intervendrán? ¿Se tendrá consideración a su avanzada edad? El destacado abogado Mark Stephens sostuvo el domingo 11 en entrevistas con diarios británicos que, a pesar de sus 82 años, Benedicto XVI goza de buena salud que no se vería afectada durante su posible detención. Y señala que puede pedir a la Fiscalía de la corona británica realizar los procedimientos criminales en su contra, lanzar una acción civil o enviar el caso a la Corte Penal Internacional de La Haya. Stephens –para quien el Vaticano es un híbrido de ciudad elevada al rango de Estado independiente– explicó: “Hay muchas vías legales contra el Papa. Hemos llegado a la conclusión de que el Vaticano no es un Estado bajo la ley internacional. No está reconocido por la ONU, no tiene fronteras que estén cuidadas y sus relaciones internacionales no son de entera naturaleza diplomática.” Adelantó que contra Benedicto XVI se utilizarán los mismos principios legales que llevaron a las autoridades británicas, en octubre de 1998, a arrestar al dictador chileno Augusto Pinochet, cuando éste visitaba Gran Bretaña… lo mismo podría suceder ahora con el Papa. Sin embargo, un portavoz oficial de la cancillería británica que fue consultado por Proceso declaró bajo estricto anonimato que la intención de arrestar al pontífice “es una locura sin basamento jurídico”.
Agregó en tono conciliador: “La visita del Sumo Pontífice se llevará a cabo como está planeada y el Papa puede estar tranquilo, porque no será detenido. El resto son puras especulaciones”. Pero el viaje papal empieza a provocar rechazo en algunas organizaciones civiles británicas, como “Protest the Pope” (Protesta al Papa), la cual envió –el pasado 10 de marzo– una petición con 28 mil firmas al primer ministro británico, Gordon Brown, objetando la gran cantidad de dinero destinado para recibir al pontífice. Ya durante la visita, este grupo organizará manifestaciones y otros actos de protesta contra el visitante. No es ésta la única acción legal para sentar al pontífice en el banquillo de los acusados y ante una corte civil. El abogado estadunidense Jeff Anderson también lo intenta, pero valiéndose de la ley Racketeering Influence and Corrupt Organizations (RICO, por sus siglas en inglés), la cual se utiliza contra las redes mafiosas que operan internacionalmente. Y es que, para Jeff Anderson, el Vaticano opera justamente “como una mafia, como una organización criminal” que encubre a sus sacerdotes pederastas y es encabezada por el propio Papa (Proceso 1581). Su bufete, Jeff Anderson & Associates, ha emprendido 250 demandas contra sacerdotes, obispos y arzobispos de Estados Unidos. También logró que el cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, declarara ante la Corte de Los Ángeles por encubrir supuestamente a uno de sus sacerdotes… Al Papa lo tiene en la mira. En las últimas semanas han arreciado las acusaciones que señalan a Benedicto XVI como el principal encubridor de curas pederastas, por lo que ya se está pidiendo su “renuncia” o su “destitución”. Hasta el mismo Hans Küng, uno de los teólogos católicos más renombrados a nivel mundial, acusó a Ratzinger de proteger a sacerdotes abusadores y de cometer muchos desaciertos durante su pontificado, por lo que le pide que mejor renuncie para bien de la Iglesia y para evitar mayores escándalos. En un polémico artículo publicado el pasado 17 de marzo en el periódico alemán Süddeutshe Zeitung, Küng asegura que Ratzinger encubrió a curas pederastas durante los 23 años que estuvo a cargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 1982 a 2005. En su artículo –titulado La responsabilidad de Ratzinger–, el teólogo afirma que “ninguna otra persona en la Iglesia ha tenido sobre su escritorio tantos casos de abusos como él”…pero no hizo nada. Küng –de 81 años y viejo conocido de Ratzinger, ya que ambos participaron en el Concilio Vaticano II, en los años sesenta– le pide al Papa que acepte públicamente su responsabilidad en lugar de lamentar una campaña en su contra: “La veracidad exige que el hombre que es responsable de encubrimiento a nivel mundial, concretamente Joseph Ratzinger, admita su propia mea culpa”. También compañero de Ratzinger cuando ambos eran profesores de teología en la Universidad de Tubinga, Küng asegura que “constituyen una práctica funesta” los cinco años de pontificado de su excondiscípulo. Y en una entrevista que concedió al diario Frankfurter Rundschau, a finales de marzo pasado, Küng pidió la renuncia del pontífice: “Es tiempo de que lo releven”, dijo. Criticó al Papa por haber rehabilitado al obispo ultraconservador Richard Williamson, quien ha negó el Holocausto. Esta rehabilitación, dijo Küng, es un desacierto más en la larga cadena de errores del pontífice. “Primero cuestionó que los protestantes formen una Iglesia, luego calificó de inhumanos a los musulmanes, y ahora ofende a los judíos permitiendo el regreso a la Iglesia de un negador del Holocausto”, dijo el teólogo. Los cánones El sacerdote Raúl Soto, especialista en derecho canónico, aclara: “La destitución de un Papa es imposible; el colegio cardenalicio no lo puede destituir ni siquiera la destitución puede darse mediante un concilio ecuménico, que es la reunión de todos los obispos del
mundo. Esto lo estipula el canon 1404 del Código de Derecho Canónico.” –Pero, ¿sí puede renunciar? –Sí, efectivamente, la renuncia de un Papa puede darse. Pero en toda la historia de la Iglesia solamente un Papa ha renunciado al cargo, allá por el año 1300; fue Celestino V, un ermitaño al que lo hicieron Papa y se dio cuenta de que no tenía los atributos para gobernar. El canonista remite al canon 332, el cual señala textualmente: “Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie”. Algunos testimonios sostienen que Ratzinger, primero como arzobispo de Munich y luego como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, supo de casos de sacerdotes pederastas y no actuó en consecuencia. Por ejemplo, los periódicos alemanes Süeddeutsche Zeitung y Die Zeit han documentado que, en 1980, cuando era arzobispo de Munich, Ratzinger aceptó en su arquidiócesis al capellán Peter H., sabiendo que ya había sido denunciado por abusar de menores de edad en la ciudad de Essen. Este capellán seguiría después con sus abusos, al grado de que, apenas en marzo pasado, fue suspendido finalmente por la Iglesia. También, en 1985, cuando ya era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ratzinger dirigió una misiva al obispo John Cummins, de la diócesis de Oakland, en Estados Unidos, donde le pide que no castigue al sacerdote Stephen Kiesle, quien abusó de menores de edad a finales de los setenta. Ratzinger argumentó que había que proteger al pederasta “por el bien de la Iglesia universal”, según publicó la agencia AP el pasado 9 de abril. Otro caso es el del sacerdote Lawrence Murphy, de Wisconsin, quien abusó de más de 200 niños sordos entre 1950 y 1975. Varios obispos estadunidenses le informaron a Ratzinger por escrito sobre estas denuncias. Pero el hoy Papa también decidió protegerlo. Y Murphy murió en 1998 sin ser enjuiciado. El expediente sobre los abusos cometidos por el sacerdote mexicano Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, también lo tuvo Ratzinger en sus oficinas durante años. El exlegionario Alejandro Espinosa, una de las víctimas de Maciel, cuenta a Proceso: “En 1998, las víctimas de Maciel le presentamos el asunto a Ratzinger para que se abriera un juicio. Pero éste nos advirtió que no podía procesar a Maciel porque era muy amigo del entonces Papa Juan Pablo II. En otra ocasión, a nuestra apoderada legal, Martha Wegan, Ratzinger le dijo que era preferible el sufrimiento de las pocas víctimas a que miles de fieles perdieran la fe.” Ante la cerrazón del Vaticano, las víctimas de Maciel, encabezadas por José Barba, viajaron a Ginebra, Suiza, para presentar allá, en octubre de 2002, una queja ante la ONU, para que el organismo internacional investigara el caso y le llamara la atención a la Santa Sede (Proceso 1374). Dice José Barba: “A casi ocho años de distancia, en la ONU todavía no se ha resuelto nada. Tiene que encontrarse alguna fórmula internacional para quitarle tanta impunidad a la Santa Sede”. –¿La actual tentativa de arrestar al Papa, en Gran Bretaña, podría ser una solución justa? –No creo que la corona británica lo permita. ¡Imagínese! el arresto de un Papa es algo insólito. Provocaría un escándalo de dimensiones internacionales. En “shock” Cynthia Rodríguez ROMA.- En el contexto del cumpleaños número 83 de Joseph Ratzinger, celebrado este viernes 16 de abril, y del quinto aniversario de su papado, que se cumplirá el lunes 19, el Vaticano vive la más fuerte crisis de los últimos 140 años, a raíz de los escándalos de clérigos pederastas que han motivado la exigencia de que Benedicto XVI renuncie. Mientras que en la ciudad natal de Ratzinger, Marktl am Inn, en la provincia de Baviera, la policía retiraba el martes 13 mensajes obscenos contra el Papa, en la isla de Malta –lugar al que el pontífice viajará los días 18 y 19 de abril– aparecieron grandes espectaculares con dibujos de pequeños osos lastimados por abusos, los cuales se han usado en campañas contra la pederastia, pues sólo en dicha
isla se han reportado, en los últimos 19 años, 45 casos de menores que han sido víctimas de la pederastia de clérigos católicos. Una semana antes, en las calles de Roma aparecieron grafitis que exigían la renuncia del Papa, como había ocurrido ya en Irlanda, Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos, con el argumento de que Ratzinger ha sido responsable de que varios curas pederastas hayan evadido la justicia. Aunque el derecho canónico señala que para que un Papa renuncie bastaría una carta de su puño y letra, algunos expertos consultados por Proceso manifiestan que la dimisión del Sumo Pontífice es impensable, aunque reconocen que la pederastia de numerosos clérigos ha roto principios y dogmas de la Iglesia. Un reconocido vaticanista, Marco Politi, explica: “Esta es una crisis gravísima, quizá la más grave de los últimos cien años, pues la última de esta magnitud se produjo cuando los soldados italianos invadieron el Estado Vaticano en 1870 y, aunque de manera temporal, la Iglesia perdió el territorio pontificio. En la actualidad –continúa el especialista–, se encuentran en grave riesgo el prestigio, la fiabilidad y la credibilidad de la Iglesia, pues también se halla en causa el papel de Joseph Ratzinger cuando era cardenal y prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe”. Y es que, luego de que en 1981 Ratzinger fue nombrado responsable de dicha Congregación por el Papa Juan Pablo II, en 1985 él mismo firmó una carta donde desaconsejaba la expulsión inmediata de un padre pedófilo. Aunque la revelación de esa carta ha representado un severo golpe contra el Papa, agrega Politi, en el Vaticano nadie piensa en la dimisión de Benedicto XVI. Para Giaccomo Galeazzi, vaticanista del periódico La Stampa, Benedicto XVI ha sido en realidad el primer Papa que enfrenta el problema de la pedofilia, pues inclusive Juan Pablo II, con todo y su carisma, dejó ese pendiente a su sucesor. Politi recuerda que en la carta que escribió a los irlandeses el pasado 19 de marzo, Benedicto XVI realiza un mea culpa o manifiesta su arrepentimiento. (“En nombre de la Iglesia, pruebo vergüenza y remordimiento”, dice.) Y luego da instrucciones para que los sacerdotes implicados en pederastia sean apartados y, en seguida, llevados ante la justicia. Asimismo, condena la actitud de los obispos que, en los decenios anteriores, no hicieron lo debido, pues dejaron de aplicar las reglas del caso y, sobre todo, no escucharon a las víctimas. “Sólo que estas indicaciones –advierte Politi–, que más bien son una estrategia muy clara, hoy deben ser acompañadas de la plena apertura de los archivos de lo que ha pasado en los años anteriores, porque se necesita saber con claridad lo que ha ocurrido, qué fue lo que se hizo y qué no se hizo.” Y pone un ejemplo muy ilustrativo: El pasado 13 de marzo, monseñor Charles Scicluna, promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe –cargo equivalente al de procurador general–, dijo que en los últimos 10 años han llegado al Vaticano 3 mil casos de pederastia, y que de ellos sólo 10% de los sacerdotes involucrados han sido alejados, reducidos al estado laico, en tanto que otro 10% han dejado los hábitos por voluntad propia. “Entonces la pregunta es: ¿Qué ha pasado con los otros 2 mil 400 sacerdotes? Por eso se necesita ser claros, dar explicaciones de lo ocurrido, y esto vale por lo de ahora y por lo que sucedió en los años ochenta y noventa, pues de lo contrario seguirán todos los días saliendo noticias de casos en diversos lugares. Por eso es importantísimo abrir los archivos y dar claridad sobre los hechos”, insiste Politi. El también editorialista de Il Fatto Quotidiano subraya que aunque ya existían reportes de casos de pederastia en algunos países de América, fueron los informes surgidos en Europa los que llamaron la atención de todo el mundo. Antes de 2000 había casos muy alejados del Vaticano, sobre todo en Estados Unidos, México, Canadá, Brasil, Australia, e inclusive fue el propio Ratzinger quien en 2001 comenzó la línea dura, la de tolerancia cero. No obstante, cuando en 2010 se conocieron los gravísimos abusos sexuales contra menores en Irlanda, seguidos de los de Alemania, sobrevino la avalancha del escándalo mundial. Pero en este fenómeno, puntualiza, ha intervenido otro factor: “que ha habido también un cambio muy importante en la opinión pública. La novedad ahora es que las víctimas ya no se avergüenzan
más, pues antes hablar de pederastia era como hablar de los casos de violación a las mujeres en los años cincuenta o quizá más recientes, cuando las mujeres se avergonzaban de haber sido violadas y entonces no decían nada. Lo mismo sucedía con estas víctimas que, siendo menores, vivían sus traumas en silencio, de manera autodestructiva. “La novedad es entonces que las víctimas comenzaron a hablar, que la opinión pública ha estado más sensible y que se iniciaron los grandes procesos con los cuales, por primera vez en América, la Iglesia ya no pudo decir: ‘esta es una cuestión interna’, y ha sido llamada a responder por sus acciones u omisiones en un tribunal civil. Esto, desde mi punto de vista, es lo que más ha sorprendido. De ahí que el patriarca de Venecia, el cardenal Angelo Scola, se haya pronunciado también por dar cuenta de los hechos sin exagerarlos ni minimizarlos.” Para Politi, quien ha seguido todo el papado de Benedicto XVI y observó casi por completo el de Juan Pablo II, “la crisis actual es tan grave como la responsabilidad que tiene la Iglesia ante el sacerdote que abusó de 200 niños sordomudos” en Estados Unidos. “Creo –dice– que esta onda de tensión no terminará y que el único modo en que el Vaticano puede poner el punto final es documentando abiertamente todo lo que ha sucedido en las últimas décadas, pues ahora sabemos que ha habido pederastas en los cinco continentes.” El pasado lunes 12 de abril, el Vaticano publicó la Guía sobre Procedimiento en Caso de Abusos Sexuales que han sido llevados ante la Congregación para la Doctrina de la Fe. Allí se llama a denunciar dichos delitos, y a los obispos se les instruye a presentar a los curas pederastas ante las autoridades civiles. El pasado lunes 12 de abril, el Vaticano publicó la Guía sobre procedimiento en caso de abusos sexuales que han sido llevados ante la Congregación para la Doctrina de la Fe. En este documento se llama a denunciar esos delitos, y a los obispos se les instruye a presentar a los curas pederastas ante las autoridades civiles. En una Carta abierta dirigida a Ratzinger en ocasión del quinto aniversario de su elección como Papa, el teólogo suizo Hans Kung manifiesta su “profunda preocupación” por la “peor crisis de credibilidad” en la que se encuentra la Iglesia católica desde la Reforma. En la misiva, publicada en la edición del pasado viernes 16 del periódico mexicano Reforma, Kung –profesor emérito de teología ecuménica en la Universidad de Tubinga, Alemania; presidente de la Global Ethic Foundation y autor de más de 50 libros– refiere que de las “muchas crisis” que afectan a la Iglesia “surge una serie de escándalos que claman al cielo: la revelación de que varios clérigos abusaron de miles de niños y adolescentes en todo el mundo”. Y “para empeorar las cosas”, dice, “el manejo de estos casos ha dado origen a una crisis de liderazgo sin precedentes y a un colapso de la confianza en el liderazgo de la Iglesia”. Para Kung, las consecuencias de ello para la reputación de la Iglesia católica “son desastrosas”. l El cerco de la ultraderecha Alejandro Gutiérrez El Consejo General del Poder Judicial de España tiene programado para el jueves 22 decidir si inhabilita temporalmente al juez Baltasar Garzón, acusado en tres demandas del delito de prevaricación. Las causas de fondo, sin embargo, no son jurídicas, sino políticas: una venganza de la ultraderecha, que no le perdona haberse entrometido en el escándalo de corrupción que involucra al Partido Popular, ni haber tocado un tema tabú: los crímenes del franquismo. MADRID.- “El juez español Baltasar Garzón penetró en un jardín prohibido: el de la Guerra Civil, de la dictadura franquista y del pacto de la transición. Penetró también en el jardín de la derecha política, que está muy enfadada por el caso Gürtel”, dice un abogado cercano al ámbito del magistrado de la Audiencia Nacional, cuyo futuro será decidido el jueves 22 por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El CGPJ, máximo órgano de los jueces españoles, dictará un fallo sobre la eventual suspensión
provisional de Garzón como magistrado del Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional, debido a que está acusado de prevaricación, delito en el cual incurren los jueces que toman una resolución a sabiendas de que es injusta. Desde el 17 octubre de 2008, fecha en que se declaró competente para juzgar los crímenes de la guerra civil (1936-1939) y de la dictadura franquista (1939-1975), Garzón sufre un acoso permanente. Hasta el momento hay en su contra tres causas disciplinarias distintas, pero por el mismo delito de prevaricación y con un objetivo común: que sea inhabilitado como juez por un periodo de 10 a 20 años, según establece la Ley Orgánica del Poder Judicial. Gonzalo Martínez Fresneda, abogado defensor de Garzón, advierte que existe una “estrategia coincidente” en esta ofensiva contra su cliente y denuncia las trabas de que es objeto la defensa a su cargo, lo cual “deja en la indefensión” a Garzón. Una de ellas, recuerda, fue el rechazo a la petición de que testificaran expertos internacionales, entre ellos el mexicano Sergio García Ramírez, expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ante lo que se percibe como la inminente suspensión del juez Garzón, los miembros de las asociaciones de la Memoria Histórica, así como intelectuales, artistas, académicos y estudiantes, iniciaron una serie de movilizaciones espontáneas para apoyarlo. El martes 13, la Universidad Complutense de Madrid fue el escenario de un acto en el que unos 500 ciudadanos, convocados mediante Twitter, Facebook y mensajes de texto de sus celulares, bloquearon la calle Génova, frente a la Audiencia Nacional, para gritar consignas en su favor. Amnistía Internacional consideró “insólito” que se pretenda juzgar a Garzón, y la Comisión Internacional de Juristas (CIJ) reiteró su apoyo al magistrado y su preocupación debido a que el proceso es contrario a “los estándares internacionales relativos a la independencia de la judicatura”. El reputado director de cine Pedro Almodóvar dijo que “la sociedad tiene una deuda moral con los que perdieron la guerra y con los familiares de los 113 mil cadáveres que yacen en las cunetas. Si la Falange sienta a Garzón en el banquillo sería como si Franco hubiese vuelto a ganar, y eso es muy difícil de digerir”. En sentido contrario, María Dolores de Cospedal, secretaria general del Partido Popular (PP), tachó las manifestaciones como un “disparate” y como un “atentado contra la democracia”. El CGPJ emitió un comunicado donde expresa su “preocupación y tristeza” por las muestras de apoyo a Garzón, las que, a su entender, suponen un ataque a “la actuación jurisdiccional del Tribunal Supremo”. Campañas de desprestigio En un escrito de alegaciones que presentó el pasado 5 de marzo ante el CGPJ, Garzón describe el acoso de que es objeto. Dice que todas las actuaciones disciplinarias y penales en su contra “se enmarcan en un concreto escenario, por iniciativa de una serie de personas interrelacionadas entre sí y siempre con el respaldo de unos mismos soportes mediáticos” que realizan “campañas de denigración contra mi persona”. Refiere que, a partir del 6 de febrero de 2009 –fecha en que se conoció públicamente la actuación judicial del llamado caso Gürtel, en el que están implicados representantes del Partido Popular (PP)–, se inició una “clara estrategia de desprestigio, acoso y desautorización de mi labor jurisdiccional. Una campaña alentada por personas a quienes yo imputé, y jaleadas (impulsadas) por medios de comunicación interesados, por motivos ideológicos y personales, en terminar con mi carrera y prestigio profesional”. Indica que, el 16 de febrero de 2009, el diputado del PP Federico Trillo –quien fue ministro de Defensa del gobierno de José María Aznar– declaró que Garzón estaba “actuando con manifiesta injusticia, con manifiesta ilegalidad”, en “contra de la ley y la jurisprudencia”; mientras que Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, expresó irónicamente que “Garzón, si puede, me hace un traje a mí. Vamos a procurar evitar que ocurra”. El 25 de febrero de 2010, Trillo instó a Garzón a abandonar su cargo. Declaró que el juez actuaba de forma “parcial, sectaria e interesada” en relación al denominado caso Faisán, una operación
policiaca que, vinculada con la extorsión de ETA a empresarios, derivó en escándalo cuando trascendió que algunos miembros de la banda terrorista fueron supuestamente advertidos sobre una redada en su contra. “Reflexione y medite sobre su propia posición como juez”, porque “no merece esto la carrera judicial”, declaró Trillo. El 26 de mayo de 2009, Luciano Varela, juez del Tribunal Supremo, admitió la primera querella contra Garzón después de que éste se declaró competente para instruir los crímenes del franquismo. Esa primera acusación la formuló el denominado sindicato Manos Limpias, de tendencia ultraderechista. Y el 24 de junio, el mismo juez aceptó otra querella, presentada por la asociación de ultraderecha Libertad e Identidad, que fue incorporada en la causa ya abierta (Proceso 1716). El 22 de febrero de 2010, el juez Varela admitió que, en la misma causa, se sumara como demandante el partido Falange Española de la JONS, considerado heredero del franquismo. El 12 de junio de 2009, el Tribunal Supremo dio entrada a otra querella, formulada por los abogados Antonio Panea y José Luis Monzón, por los delitos de prevaricación y cohecho. Según estos abogados, el Banco Santander entregó a Garzón 302 mil dólares con el propósito de patrocinar unos seminarios propuestos por el propio magistrado durante su estancia en la Universidad de Nueva York, entre 2005 y 2006. Debido a ello, señala la acusación, Garzón decidió no admitir a trámite una querella contra Emilio Botín, presidente de esa institución bancaria. Garzón alega que ese dinero no lo administró él, sino la Universidad de Nueva York, y que sirvió para organizar los eventos y remunerar a algunos de los conferencistas. Añade que su decisión judicial nada tuvo que ver con el referido patrocinio, que fue solicitado al banco por la referida universidad. El 9 de diciembre de 2009, Ignacio Peláez, abogado del empresario José Luis Ulibarri, imputado en el caso Gürtel, presentó ante el Tribunal Supremo la tercera querella por prevaricación contra Garzón. El argumento: éste ordenó intervenir las comunicaciones en prisión de varios de los acusados con sus abogados. El tribunal acogió dicho recurso el 25 de febrero, y el 4 de marzo aceptó que el empresario Francisco Correa, cerebro de la trama de corrupción del caso Gürtel, se sumara como querellante en ese juicio. Garzón se sentó en el banquillo de los acusados el pasado jueves 15 para declarar como imputado. Es la segunda vez que acude a dicho tribunal en esa calidad, pues la primera fue el 9 de septiembre de 2009 por el caso de los crímenes del franquismo. En su escrito de alegaciones, Garzón advierte que los abogados que lo acusaron recurren con “habitual desparpajo” a insinuar que él no acepta trajes, pero sí “sobornos en especie”, en alusión al caso Gürtel, en el que algunos imputados fueron sobornados con costosos trajes de vestir. El 31 de diciembre de 2009, los acusadores pidieron la acumulación de ambos procesos (el de las denuncias relativas a la Memoria Histórica y el de los cursos de Nueva York) puesto que, “en el horizonte estratégico de esos querellantes, ambos procesos responden a una misma iniciativa y no a dos distintas”, advierte Garzón. Asimismo, asegura que en mayo de 2009, cuando el Tribunal Supremo acogió la querella de Manos Limpias, “fue como si se hubiera abierto una puerta para todo el que quisiera entrar”. Y sostiene que “cualquier observador ajeno al contexto” podría “pensar que al juez Garzón le habría invadido últimamente una incomprensible pulsión prevaricadora múltiple o de amplio espectro”. Garzón asegura que los querellantes “actuaron de mala fe al exponer ante el Tribunal Supremo una versión equivocada y tergiversada de los hechos”, pese a que en ninguna de sus actuaciones existe riesgo de daño para la administración de la justicia. Reprocha que las imputaciones en su contra hayan sido admitidas pese a que el Ministerio Público no advierte delito en su comportamiento. Odiado por sus pares El juez Garzón pide en sus alegatos la abstención en las deliberaciones de tres de los vocales del
CGPJ: Fernando de Rosa Toner, Gema Gallego y Margarita Robles. Dice que Fernando de Rosa, vicepresidente del CGPJ, ha cuestionado “continuamente” su labor, “lo que le priva de objetividad de juicio” para decidir su suspensión. De Rosa Torner fue consejero de Justicia y Administraciones Públicas del gobierno de Valencia entre 2003 y 2008; por lo tanto, fue miembro del gobierno de Francisco Camps, imputado en el caso Gürtel, en el que Garzón fue juez instructor. En su escrito, Garzón expresa que la vocal Gema Gallego tiene hacia él una “enemistad manifiesta”. La razón: el magistrado le refutó una decisión judicial cuando ella era titular del Juzgado 35 de Madrid. Explica que Gallego dio como válido un informe falso con el propósito de vincular a un implicado en los atentados del 11 de marzo de 2004 a los trenes de Madrid con detenciones anteriores ligadas con miembros de ETA. Y respecto a la vocal Margarita Robles, el magistrado alega “enemistad profunda” y recuerda que coincidió con ella en funciones públicas durante el gobierno de Felipe González. Ambos trabajaron como secretarios de Estado con el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch. Garzón refiere que luego de esa etapa, a él le tocó juzgar al menos cuatro casos vinculados con ese ministerio, incluido el de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que desataron una guerra sucia contra el terrorismo de ETA durante el gobierno socialista de González y por lo cual fueron sentenciados algunos funcionarios. El abogado del entorno del magistrado consultado por Proceso –quien prefirió omitir su nombre– señala que Garzón no les gusta nada a los jueces, quienes consideran que la labor de un magistrado debe estar alejada de los reflectores. “Entonces –comenta– su antipatía no es ideológica, sino visceral. Además, Garzón gana más dinero en sus conferencias que da en todo el mundo que lo que ellos ganan durante todo el año. Y eso les provoca un sentimiento que no quiero calificar”. Explica: “Es evidente que Garzón tiene una peculiar forma de ser. Ha sido el juez más independiente y ha desarrollado un trabajo increíble: investigó a Pinochet y los crímenes de Estado, y persigue a Osama Bin Laden. Eso no lo hacen los otros. Lo tachan de protagonista, al grado de que algunos medios de prensa que hoy lo atacan lo propusieron para el Premio Nobel en 2002. Así ha sido él durante 23 años de carrera. Y si uno gira 360 grados, no hay una sola dirección en la que no se encuentre a una persona con una cuenta pendiente con Garzón”. –¿Tiene sus días contados? –La opinión más extendida es que va a ser despedido porque la mitad de los miembros del CGPJ fueron propuestos por el PP, que está desarrollando una campaña muy fuerte en contra de Garzón debido al caso Gürtel. Y dentro de los llamados progresistas hay algunos contrarios a Garzón, por lo que la mayoría de vocales son partidarios de suspenderlo. “Si lo absuelven puede volver (a ejercer como juez). Pero –acota– la figura de Garzón tiene tanta carga simbólica que si lo suspenden temporalmente sería su fin como magistrado.” A su vez, el abogado Gonzalo Boyé observa que “en España se utiliza una expresión: ‘el dictador (Francisco Franco) dejó todo atado y bien atado’. Parece que ese dicho se refiere justamente a las responsabilidades penales (por los delitos del franquismo). Porque en este país han cambiado muchas cosas, pero el poder judicial es uno de los sectores más intocados”. Promotor de múltiples causas de la justicia universal –como las presentadas en relación con las torturas en Guantánamo o con los crímenes del ejército israelí en territorio palestino–, Boyé considera que “el juez Garzón jurídicamente actuó bien, pero, por sorprendente que parezca, políticamente se equivocó”. Puntualiza: “España es el único país europeo que no permite el juicio de su historia reciente (…) Garzón rebasó la línea roja y abordó el tema intocable de las 113 mil personas que fueron asesinadas en las cunetas y que es la causa primaria de las asociaciones de la memoria histórica”. Sobre las “antipatías y odios” que despierta Garzón en el medio judicial, dice que “son absolutamente ciertos”. Ofrece un ejemplo: La animadversión del magistrado Luciano Varela se debe a que “era juez en Galicia en 1988, cuando Garzón inició el primer juicio contra los clanes de la droga gallegos, en la operación Nécora. Y seguramente Varela lo interpretó como si Garzón fuera a enmendarle la plana”.
Y otro: El magistrado del Tribunal Supremo Adolfo Prego Oliver, ponente del auto que admitió a trámite la querella de la Falange Española contra el juez, fue patrono de honor de la fundación ultraderechista Defensa de la Nación Española y es miembro de la fundación del Valle de los Caídos, el mayor de los símbolos del franquismo. Para concluir: El presidente del Tribunal Supremo, Juan Saavedra, quien tampoco quiere a Garzón, tiene la facultad de elegir a los cinco magistrados que lo sancionarán en estos días. l Todos enlodados Alejandro Gutiérrez El caso Gürtel, la mayor red de corrupción política registrada en España desde que en 1977 se reinstauró la democracia y por la que 70 personas son objeto de proceso judicial, alcanza ya a colaboradores cercanos al expresidente José María Aznar y al actual líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy. El caso lo destapó José Luis Peñas, exconcejal del ayuntamiento madrileño de Majadahonda, quien, en entrevista con Proceso, describe los sobornos y el intercambio de favores entre el empresario Francisco Correa y funcionarios públicos y dirigentes del PP. MADRID.- En noviembre de 2007, José Luis Peñas Domingo, exconcejal del ayuntamiento madrileño de Majadahonda, gobernado por el Partido Popular (PP), se presentó en la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la policía con una verdadera bomba bajo el brazo: una denuncia y un disco compacto con más de 17 horas de grabaciones subrepticias que registraban cómo el empresario Francisco Correa se jactaba de los mecanismos de corrupción que construyó en torno del PP, el principal partido de oposición. Esos mecanismos bien engrasados permitían a Correa obtener, casi en exclusiva, concesiones para organizar los actos de campaña y eventos del PP, además de ser el intermediario para que otras empresas, entre ellas las constructoras trasnacionales FCC, Martinsa, Grupo Begar e Hispánica, recibieran contratos de obra pública y de servicios de municipios y comunidades autónomas gobernados por ese partido. “El que lo desbloquea soy yo, que soy el que tiene el contacto…”, alardeaba Correa en referencia a una concesión para construir un desarrollo urbano en Valencia que se encontraba “atorada”. Esto sucedió en una reunión en el hotel Fénix, de Madrid, que fue grabada, comenta Peñas en entrevista con Proceso. Este fue el origen del caso Gürtel, la mayor trama de corrupción política desde que la democracia fue restaurada en España (1977) y por el cual 70 personas son objeto de proceso judicial. De éstas, por lo menos 17 son funcionarios y directivos del PP, incluido el tesorero de su dirección nacional, Luis Bárcenas, quien la semana pasada fue obligado a dimitir, aunque se negó a dejar su escaño de senador para conservar el fuero constitucional. Desde noviembre de 2007, cuando se denunció el caso, hasta el martes 6, fecha en que Antonio Pedreira, juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, levantó el secreto de sumario a 50 mil fojas –otras 17 mil se conocieron a finales de 2009–, se perfila con mayor claridad la trama de corrupción que Correa y su equipo alimentaban con sobornos en efectivo o regalos, como autos Jaguar de 52 mil euros y relojes de 4 mil euros. También regalaban joyas, trajes confeccionados a la medida, televisores con pantalla de plasma, bolsas, zapatos o corbatas de marca, viajes a Londres, Berlín y Polinesia, cruceros y hospedaje en sitios paradisiacos. Los beneficios para Correa se estiman, en forma preliminar, en alrededor de 50 millones de euros, parte de los cuales provienen del erario. La “inversión en política” que habría realizado se estima en no más de 6 millones de euros. El escándalo tiene contra las cuerdas al PP. El periódico El País publicó el domingo 11 una encuesta de la empresa Metroscopía en la que 69% de las personas consultadas aseguran que el caso Gürtel afectará al PP, a pesar de que la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del 4 de febrero pasado lo colocaba 3.8 puntos arriba del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), hoy en
el gobierno. Los dirigentes de PP emprendieron una contraofensiva para desacreditar a jueces, fiscales y a la policía, acusándolos de aliarse con el gobierno para “fabricar pruebas” y de ser “una camarilla para perjudicar” a su partido. “Esa teoría del complot no se la cree nadie”, recalca Peñas, quien señala que el entorno del expresidente José María Aznar es el principal involucrado. “Con qué cara (Aznar) va a Sevilla a decir que el PP debe seguir siendo incompatible con la corrupción”, comenta el exconcejal en referencia al furibundo discurso contra la corrupción pronunciado por Aznar el viernes 9 durante la conmemoración del vigésimo aniversario del Congreso del PP que lo llevó a la dirigencia nacional. Mariano Rajoy, actual líder de ese instituto político y hechura de Aznar, tampoco se libra –dice Peñas–, por más que insista en decir que desde su llegada al partido no volvió a contratar a Correa. “Miente: en 2005 (las empresas de Correa) seguían trabajando en la campaña del referéndum de la Constitución Europea y en la recolección de firmas contra la reforma del Estatut de Cataluña. Además, dejó que siguieran trabajando en Valencia y en Madrid”, denuncia. “Por su boca muere” Las autoridades supieron que tenían ante sí un filón, al descubrir entre las grabaciones y documentación aportadas por Peñas el nombre de Luis Miguel Pérez, un abogado cuyo despacho ya estaba identificado con operaciones de empresas opacas, paraísos fiscales y blanqueo de capitales. En esta trama, Pérez fungía como asesor jurídico y prestanombres de Correa en sociedades para lavar dinero en paraísos fiscales, como la isla De las Nieves, en las Antillas. “Los agentes de la policía que revisaron la denuncia y las grabaciones abrieron los ojos cuando se percataron de que algunos de los nombres de esta camarilla coincidían con otros casos que ya investigaban”, recuerda Peñas. Esta denuncia provocó virulentos ataques contra Peñas, quien dio por terminada su carrera política iniciada en 1999. En 2000 ocupó el cargo de consejero técnico en Majadahonda; en 2003 fue nombrado consejero de Planeamiento Urbano del ayuntamiento, donde conoció y trabó amistad con Carmen Rodríguez Quijano, esposa de Correa, quien era asesora del alcalde y actualmente se encuentra imputada por el juez de la causa. Peñas se enteró de la corrupción en el ayuntamiento. En 2005 renunció a su cargo y fue expulsado del PP. Rodríguez Quijano intercedió para que su esposo ayudara a Peñas y a otro concejal también expulsado. “Correa se mostró dispuesto a apoyarnos económicamente gracias a Carmen, pero yo me sentía incómodo porque no quería que nos diera una dádiva. Le propusimos constituir un partido local, y ahí se estrechó la relación”, dice. Pero Correa pretendía manejar ese partido como “una empresa privada”, por lo cual abortó el proyecto. Peñas recuerda que el 7 de febrero de 2006 Correa le dijo: “Esto va a ser diferente, no va a ser para amiguetes. Que si después resulta que es igual, da lo mismo, porque ya estás gobernando”. El exconcejal comenta que empezó a grabar a Correa cuando se percató de “su comportamiento prepotente y de cómo se abría las puertas mediante sobornos”, y descubrió que “era uno de los privilegiados con las adjudicaciones de obras en Madrid”. –¿Tuvo miedo de ser descubierto? –se le pregunta. –Claro que sí, mucho miedo. Fueron más de 15 encuentros grabados, y en cada uno iba conociendo más pormenores de la trama y cómo se mezclaban importantes intereses empresariales del país; se hablaba de millones de euros. El puto “pen drive” El 6 de febrero de 2009, en cumplimiento de una orden judicial del magistrado Baltasar Garzón, la
policía realizó varios cateos e intervenciones en los domicilios vinculados con el caso Gürtel. Estas acciones incluyeron ayuntamientos de la comunidad de Madrid, como Majadahonda, Arganda del Rey, Boadilla del Monte y Pozuelo de Alarcón. En el despacho de Correa, ubicado en Serrano 40, calle cuyos palacetes son contiguos a establecimientos que albergan a las firmas internacionales más exclusivas de ropa y joyas, la policía detuvo al asesor contable José Luis Izquierdo. Le aseguró una carpeta azul, así como una memoria USB que contenían la contabilidad, por años, de “dinero negro”. Entre los beneficiados por las corruptelas estaban el eurodiputado Gerardo Galeote, quien recibió 623 mil 310 euros; el exalcalde de Boadilla del Monte, Arturo González Panero, más de 135 mil euros; el exsecretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, 7 mil 325 euros, más un auto; el exconsejero de deportes de Madrid, Alberto López Viejo, 563 mil euros; el diputado Alfonso Bosch, 250 mil 562 euros; el exvicepresidente de la empresa del Suelo y la Vivienda del ayuntamiento de Boadilla, Tomás Martín Morales, 378 mil 172 euros; el alcalde de Arganda del Rey, Ginés López Rodríguez, 523 mil 427 euros, lo que incluía pagos de viajes y habitaciones de hotel. En el registro también apareció el diputado Benjamín Martín Vasco, quien recibió 426 mil 166 euros, que incluyeron el pago del banquete de su boda y el viaje de su luna de miel por Estados Unidos y Polinesia. Pero el caso más sonado fue el del senador Luis Bárcenas, tesorero nacional del PP, quien obtuvo por sobornos 1 millón 300 mil euros. Se conoció este hecho por una grabación en la que Correa comenta que llevó a la casa de Bárcenas y a la sede del PP mil millones de pesetas, y que sabe “cómo lo ha sacado (del país) y dónde los tiene”, recuerda el entrevistado. “Esa revelación es importantísima porque Bárcenas era un facilitador para limpiar el camino a los proyectos de Correa y para conseguir obras en los gobiernos encabezados por el PP. Una llamada del tesorero del partido ponía firmes a todo mundo”, dice Peñas. En su declaración ante Garzón, Correa dijo que desde 1993 el entonces tesorero del PP lo llamó y “empezamos a trabajar regularmente en la organización de los mítines para el Partido Popular”. Cuando Aznar dirigió el PP, el grupo que tomaba las decisiones estaba integrado, además de Bárcenas, por el secretario general, Francisco Álvarez Cascos; el secretario electoral, Jesús Sepúlveda, y el secretario de organización, Javier Arenas. Jesús Sepúlveda –quien después fue alcalde de Pozuelo de Alarcón y a quien el presidente Aznar llamaba en público “mi amigo”– es enjuiciado por recibir 443 mil euros de Correa, a quien otorgó contratos. Además, recibió como regalo un auto Jaguar y una televisión de plasma. La “íntima amistad” que el empresario trabó con Francisco Álvarez Cascos, vicepresidente (19962000) y ministro de Fomento (2000-2004) del gobierno de Aznar, le permitió conseguir contratos de ese gobierno. Álvarez Cascos “me dio una cuenta de AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, dependiente del Ministerio de Fomento) y era una prenda muy importante porque se hacía Fitur (Feria Internacional de Turismo) y se organizaban un montón de eventos”, dijo Correa al juez. Y añadió: “En Barajas hicimos un montaje espectacular” para la presentación del nuevo aeropuerto madrileño. Además, aportó un dato sobre cómo disfrazaban las operaciones: “AENA nos encargó (la organización del evento) y lo pagó Dragados”, un grupo empresarial español con intereses alrededor del mundo, incluidos países como México, donde trabaja para Petróleos Mexicanos (Pemex). La red llegó también a las comunidades autónomas de Valencia y de Madrid, dos bastiones electorales del PP; la primera presidida por Francisco Camps y la segunda por Esperanza Aguirre. Camps le otorgó privilegios a Correa para que organizara las actividades de la Generalitat de Valencia y del PP en esa comunidad. A cambio, Correa y su representante, Álvaro Pérez, alias El Bigotes, fueron generosos con el gobernante: presuntamente le obsequiaron trajes a la medida por un monto superior a 12 mil euros. Regalos similares hicieron a otros funcionarios públicos pertenecientes al PP (Proceso 1687). “Amiguito del alma”, “te quiero un huevo”, “tenemos que vernos para hablar de lo nuestro, que es
muy bonito”, son sólo algunas frases que Camps y El Bigotes se decían, según una conversación telefónica que la policía interceptó durante la investigación, y que difundió el diario El País el 23 de abril de 2009. En el Parlamento de Madrid, Esperanza Aguirre afirmó el pasado viernes 9 que ella “destapó la trama Gürtel”. Su aseveración provocó enojo en los pasillos políticos del Congreso de los Diputados y sorna en las redes sociales. Y es que las pruebas la desmienten: varias empresas relacionadas con la trama consiguieron 367 contratos de la comunidad de Madrid, con beneficios de 3 millones 189 mil 565 euros. Una grabación que Peñas entregó a la policía revela las irregularidades en los contratos en esa comunidad autónoma. “Todos (los contratos) son ‘chorizadas’ (raterías). Todos”, le dice Correa a Peñas. “Nos han hecho crear empresas para facturar”, tercia Pablo Crespo, exsecretario de Organización del PP en Galicia y uno de los ejecutivos de las empresas de Correa. “Cada acto que hacíamos de la comunidad de Madrid, Alberto se llevaba una pasta (dinero)”, dice Correa en esa grabación, en referencia a Alberto López Viejo, viceconsejero de la Presidencia entre 2004 y 2007 y luego consejero de Deporte hasta febrero de 2009, cuando estalló el escándalo. Crespo añade: “Alberto López Viejo, como viceconsejero de Presidencia, era el gestor de toda la operación. Él decía: ‘ahora es un acto de Sanidad que cuesta 80 mil euros y facturas 11 mil 900, IVA incluido, a fulanito a través de una empresa, otros 11 mil 900 y pico…’”. El 24 de marzo pasado, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló la mayoría de los registros de conversaciones que Correa mantuvo con su abogado en la prisión de Soto del Real, porque con éstas se quebrantaba el derecho constitucional de defensa. Para entonces algunas de esas grabaciones habían sido difundidas por la prensa, como aquélla en la que Correa despotrica con su abogado por la prueba irrefutable que representa la memoria USB que registra la contabilidad del dinero negro. “Sin ese pen drive no tendrían nada, me pongo malo… El puto pen drive, macho”. “El Padrino” El 5 de septiembre de 2002, el Monasterio del Escorial, palacio gestionado por el organismo Patrimonio Nacional, fue sede de la boda de Ana Aznar con Alejandro Agag, ayudante del entonces presidente José María Aznar, con cuyo apoyo fue después eurodiputado y secretario general del Partido Popular Europeo (PPE) (Proceso 1687). En los corrillos políticos se le consideró una “boda de Estado”, porque estuvieron presentes importantes financieros y políticos, además de los reyes de España, y los jefes de Estado del Reino Unido, Tony Blair, y de Italia, Silvio Berlusconi, quien firmó como testigo del enlace. Las fotografías se publican de nuevo porque cinco de los procesados judicialmente en la trama Gürtel fueron invitados distinguidos y formaban el círculo de amistad y de negocios de Agag. Una imagen muestra a Francisco Correa y a su esposa, Carmen Rodríguez, vestidos de gala. Ambos también fueron testigos de boda del novio. En otra foto aparece Álvaro Pérez, El Bigotes, “quien organizó la fastuosa boda por instrucciones de Correa”, comenta Peñas. En su primera declaración ante Garzón, Correa dijo que Agag le presentó a Álvaro Pérez. En la mesa de la boda, junto a Correa, departió otro enjuiciado: Alberto López Viejo, quien con Agag formó parte del clan Becerril, un grupo de la organización Nuevas Generaciones del PP que surgió durante la presidencia de Aznar y que encabezaba el “yernísimo”, como Peñas recuerda que es conocido Agag. Aunque Agag trató de desvincularse de ese círculo mediante un comunicado difundido en febrero de 2009, nuevos documentos del sumario dados a conocer el martes 13 por la Cadena Ser develan que Agag, cuando era ayudante personal en el Palacio de La Moncloa, intercedió con una empresa de publicidad francesa para que contratara a una empresa de Correa. “Esa imagen (de la boda) es muy simbólica ahora que conocemos la trama de corrupción: todos son amigos de Agag y de Aznar”, dice Peñas. –¿Pero existía una relación de Correa con José María Aznar como se dice? –se le pregunta a Peñas. –Todos la daban por hecho. Si había una persona que cuando llegaba a un evento o un mitin hasta
los ministros del gobierno se levantaban, ese era Correa. “Correa, a quien le gustaba que le dijeran Vito (por Vito Corleone, personaje de la película El Padrino), era considerado un hombre cercano a Aznar. En la etapa final de su presidencia, Aznar le habló personalmente para que contratara al que fue su secretario particular en La Moncloa, Antonio Cámara Eguinoa. Y fue contratado en abril de 2004. En las anotaciones de la Caja B de la contabilidad de Correa está el registro de 90 mil euros entregados a Cámara”, concluye Peñas. Los medios o el horror banalizado Javier Sicilia En La tentación de la inocencia, Pascal Bruckner nos recuerda que la información y la verdad eran generalmente conocidas bajo la forma de revelaciones –es decir, develamientos, investigaciones o denuncias– y que el impacto que nos producían “provenía de la inmensa ignominia repentinamente destapada”. Esta forma del develamiento –que en México nos recuerda escritos y experiencias de Graham Green, Julio Scherer, Monsiváis, Poniatowska y el subcomandante Marcos– seguirá existiendo porque las tiranías y los poderes mantendrán siempre en secreto sus crímenes. Sin embargo, con el desarrollo de los medios de comunicación y de la libertad de información, advierte Bruckner, se ha establecido “el reino de la sobreexposición, generador a la vez de equivalencia y de costumbre”. En efecto, cuando Calderón desató la guerra contra el crimen organizado, los secuestrados y asesinados, los torturados y descabezados surgían en la pantalla y en los periódicos causando conmociones. La adrenalina nos ponía en estado de vértigo, alteraba nuestra percepción y nos hería e indignaba el ultraje. Desde entonces, bajo el peso de la absurdidad de esa guerra y del requisito mediático de información y originalidad, la vertiginosidad de ese tipo de noticias no ha dejado de sucederse, pero a ella se suma la vertiginosidad de otras que disipan el espanto. No bien miramos el horror del día cuando al punto aparecen otras tomas que lo velan: los cuerpos de los estudiantes asesinados en Ciudad Juárez desaparecen inmediatamente bajo un río de noticias, de anuncios y de programas insulsos. Aún no hemos acabado de digerir esas tragedias cuando otros horrores, con sus dosis de comerciales y programas insustanciales, sustituyen a los anteriores. A los estudiantes de Ciudad Juárez suceden los del Tec de Monterrey; a los descuartizados de tal estado, el asalto a la guarida de Beltrán Leyva; a éste, la bala en el cráneo de Cabañas; a ésta, el reality show de la familia Gebara Farah, y a ésta los colgados y baleados de Morelos… “Servidas en rachas desvinculadas entre sí –explica Bruckner–, crueldades y futilezas se suceden formando una guirnalda barroca que las nivela y las anula”. Frente a la vejez y el olvido del episodio de ayer, la novedad horrible y sin esfuerzo del de hoy. La consecuencia es la banalización del espanto. Si hace años bastaba un spot televisivo para sensibilizar nuestra conciencia y movilizarnos, hoy la saturación del horror y del divertimiento la estancan. De ese modo saturados, los seres humanos nos volvemos voyeuristas, espectadores de pornografía con derecho a mirar todo y a regodearnos –como en el caso de la niña Paulette– en la indiscreción del objetivo. Multiplicadas hasta lo insoportable, tomas, fotografías y reportajes de asesinatos, torturas, muertes y catástrofes, acompañadas de publicidad, shows y comedias, generan un saldo que, al final de la jornada, es la apatía, la monótona inalterabilidad del infierno. La exhibición del horror, junto a la exhibición de la diversión, lejos de conmocionar, favorecen la parálisis. No la del miedo, sino la del aplastamiento. ¿Cómo asumir todas esas tragedias y responder a ellas en medio de una orgía de esparcimiento y consumo? Todas esas víctimas de una época enferma que, al parejo del jolgorio mediático, irrumpen en nuestras vidas, “nos sobrepasan –vuelvo a Bruckner– con su profusión y su diversidad (y nos gritan en la) lengua (…) de la conciencia un ultimátum terrible: ‘ocúpense de nosotros’”. Su efecto, sin embargo, frente a la desproporción de la tarea, es, como digo, el aplastamiento. Más allá de la vergüenza, de los restos de indignación que nos quedan –y que surgen intermitentes entre la escena horrible y el anuncio del coche, de la tarjeta de crédito, de la crema antiarrugas–, no sabemos qué hacer frente a esos dramas cuya desproporción supera nuestra capacidad de respuesta.
Pareciera que los medios de comunicación, por una paradoja perversa de la libertad, lejos de denunciar lo terrible de un gobierno que no sabe poner orden en su casa y pretende controlarnos con el miedo y el estado de excepción, se sumaran a él en su sobreexposición del mal y de la diversión. La presencia inmediata de cada individuo en las desgracias de nuestro entorno y en las festividades del mercado conduce directamente a la inercia y a la aceptación bovina de la policía y del Ejército en las calles. Lejos de movilizarnos, los medios logran lo que el gobierno y el crimen desean: abatirnos en un estado de catástrofe permanente y en la aceptación de que el mal sólo se combate con otro mal: el incremento de los cuerpos de seguridad. ¿Tendrían que callarse? Más bien tendrían el deber de canalizar la indignación, de abrir la puerta angosta de la resistencia. El derecho a la información tiene que ir acompañado del deber de rechazar el terror, la guerra y el miedo como métodos de gobierno y de vida civil. Pero habría que preguntarse: ¿Hay todavía en el grueso de los medios de comunicación una ambición civilizadora, o lo único que les interesa es preservarse, como nuestros gobiernos, mediante la sobreexplotación del horror y de la diversión? Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a los presos de Atenco y de la APPO, y hacer que Ulises Ruiz salga de Oaxaca. l Las ausencias de Salud y Hacienda Miguel Ángel Granados Chapa Varias veces se ha reunido el “gabinete de seguridad” con diputados y senadores. El propósito es que los legisladores conozcan, de voz de sus directos responsables, la política gubernamental en esa materia. Asisten los dos secretarios militares: el general Guillermo Galván, de la Defensa, y de Marina, almirante Francisco Saynes; el del ramo, Genaro García Luna, y el de Gobernación, Fernando Gómez Mont; así como el procurador general de la República. Desde diciembre de 2000, el ministerio de Bucareli carece de competencia en la materia, pues entonces se creó precisamente la Secretaría de Seguridad Pública. Pero el presidente Calderón ha confiado en Gómez Mont el papel de su vocero en asuntos de ese género, y eso, más que ninguna responsabilidad específica, explica su presencia en esas reuniones. En cambio, no es explicable (o sí, por lo que diremos a continuación) la ausencia de los secretarios de Salud y de Hacienda, porque sus oficinas tienen asignadas tareas que corresponden a eslabones indispensables de la política contra el narcotráfico, el ámbito más dilatado de la delincuencia organizada. La ausencia de esos funcionarios deja vastas lagunas en la información que deben recibir senadores y diputados, aunque seguramente no pierden mucho, pues esa misma ausencia revela faltantes en la integración de las estrategias contra el crimen organizado. A Salud (si bien debe participar también el DIF) corresponde aplicar la política, si la hay, si la hubiera, contra las adicciones. A Hacienda, combatir por medios financieros el lavado de dinero. Por eso sus titulares no participan en el gabinete de seguridad: porque sus acciones, no obstante su vínculo con el narcotráfico y la delincuencia organizada, no se conciben como parte de una lucha que implica la persecución a balazos y, en un afortunado extremo, la aprehensión y procesamiento de los delincuentes. México era hasta hace muy poco tiempo un corredor de paso desde los centros de producción y distribución, situados sobre todo en Sudamérica (Colombia, Perú, Bolivia), hasta el mayor mercado de drogas del mundo, Estados Unidos. México era también exportador, de mariguana sobre todo, y de amapola o su primer producto, la heroína. Poco a poco, sin embargo, fue creándose un mercado de estupefacientes en México. O se amplió, mejor dicho, porque lo había, pero de reducidas dimensiones. Se consumía sobre todo mariguana. Antaño, la yerba estaba reservada para los cuarteles. La fumaban soldados, cabos y sargentos, sobre todo. Había una notoria permisividad de los mandos hacia esa práctica. Cuando se intensificó la participación militar en la destrucción de plantíos y quema de cosechas, una pequeña porción de la
mariguana decomisada quedaba a salvo del exterminio, oculta por allí. Con ella se comerciaba en los pequeños núcleos de estudiantes, artistas e intelectuales que por espíritu libertario y afanes creadores chupaban carrujos para provocarse ensueños. En otros niveles de la sociedad la cocaína era el producto preferido, no en demasía, pues era muy caro. Pero la avaricia de los mercaderes, que de ese modo pagaban los gastos de traslado, hizo que aumentara el consumo de esos enervantes. La insistencia mercadotécnica no halló valladares que la frenaran. En los años setenta Gobernación abrió unos cuantos centros contra las adicciones, pero eran dispensarios de atención directa, no focos de irradiación de una política contra las crecientes ofertas del mercado. Y así seguimos hoy, cuando el consumo local es tan cuantioso como las exportaciones. De allí que la contienda de las bandas por controlar las rutas de entrada y salida se haya acrecentado y adquirido rasgos de violencia cada vez mayor. Sin nadie que frene las adicciones (o lo haga en la medida necesaria, capaz de generar efectos), el mercado crece. Falta asimismo atender el extremo final de la cadena. Toda la organización logística, la violencia que viene adosada al comercio mismo, tienen sólo un sentido, el de todo negocio: hacer dinero. Por tratarse de un mercado clandestino, las transacciones se consuman en efectivo. Algunos de sus montos son útiles, así, para la vida diaria, para cubrir el ostentoso tren de vida de los jefes de bandas y sus colaboradores. Pero el elevado volumen de ganancias no puede ser almacenado en un colchón. Sólo excepcionalmente, por circunstancias que no han quedado claras todavía, el empresario Zhenli Ye Gon guardó más de 200 millones de dólares en su casa de las Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México. Es presumible que estuvieran allí sólo de paso, en espera de un pronto y mejor destino, cuando su propietario fue sorprendido. Pero, en general, se busca hacer entrar cuanto antes el efectivo en el circuito legal del dinero, donde se manejan cuentas de inversión y de depósito, desde donde se operan negocios inmobiliarios y otros que generen ganancias o parezca que las producen. Allí las autoridades financieras deberían actuar. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores es el órgano regulador de la intermediación financiera, donde se expiden autorizaciones para la apertura y funcionamiento de casas de cambio, instituciones bancarias y bursátiles, así como se expiden reglas para las operaciones de esos centros de negocios. Desde allí debería practicar una vigilancia puntual. Por su parte, la Secretaría de Hacienda cuenta con una unidad de monitoreo, que debiera estar al tanto de transacciones y depósitos extraordinarios, ya sea por su monto u otras características, ya sea por su origen y su destino. Allí debería ser posible poner límite al lavado de dinero, a su conversión de dinero sucio en dinero limpio. Y sin embargo no se hace, o no se hace en la medida suficiente. Las sumas millonarias que produce el tráfico de drogas son tan notorias que deberían ser sencillamente detectables, a fin de obrar sobre ellas. Pero no es posible debido no sólo a la deficiencia gubernamental, sino a lo que no puede ser sino deliberada falta de comprensión del dato elemental de que allí debe ponerse la atención en la lucha contra la delincuencia organizada, no en las balaceras en calles y caminos… l Licitaciones: mandatos de la Corte Jesús Cantú Todo indica que nuevamente será imposible reformar el marco normativo de la radio y la televisión en el país. El líder de la mayoría priista, Manlio Fabio Beltrones, tiene comprometido su voto con los concesionarios y, en consecuencia, su iniciativa protege sus privilegios; mientras que legisladores del PAN y del PRD, de acuerdo con lo anunciado el miércoles 14, buscan impulsar una legislación moderna que responda a las nuevas realidades. Sin embargo, si estas dos posiciones se consolidan, lo más probable es que no se logren los votos requeridos para aprobar la legislación en ambas cámaras. En el caso de la iniciativa de Beltrones, que ya logró la aprobación de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, es muy probable que ni siquiera llegue al pleno, pues todavía requiere de la aprobación del dictamen en dos comisiones del Senado, lo que no está garantizado; pero aun cuando lo consiguiera, no lograría los votos necesarios en el Pleno.
En cambio, por lo que toca a la iniciativa presentada simultáneamente en el Senado y la Cámara de Diputados por los legisladores panistas, el problema se encuentra en esta última, donde seguramente la mayoría PRI-PVEM votaría en contra, y sin su apoyo no pasa. Así, los grupos nuevamente se neutralizarán. Son muchos los puntos en discusión, pero uno que ha acaparado la atención es la renovación de las concesiones de radio y televisión una vez que termina su vigencia. Este fue precisamente el motivo de la iniciativa presentada por Beltrones, en compañía de otros cuatro senadores priistas, el 2 de diciembre de 2008. La razón es que los concesionarios pretenden, tal como señalaron los ministros al resolver la acción de inconstitucionalidad 26/2006, con motivo de la aprobación de la llamada Ley Televisa, que se les conceda “de facto la propiedad sobre el espectro radioeléctrico”. En aquella ocasión establecieron en el artículo 16 de la Ley Federal de Radio y Televisión: “El refrendo de las concesiones, salvo en el caso de renuncia, no estará sujeto al procedimiento del artículo 17 de esta ley”. Ahora intentan burlar la determinación de la Suprema Corte con la figura de la prórroga, que para efectos prácticos significa restablecer la práctica que la Corte descartó. En su exposición de motivos, los cinco senadores priistas señalan que los ministros dejaron “ver que su preocupación se encontraba, más que en que el refrendo no se sometería a licitación, en que éste sería automático; en que para el otorgamiento del mismo no se contemplaba requisito alguno; y en que se generaba la posibilidad de que el Estado no recibiera contribución económica a cambio”. Y por lo tanto, señalan, “no todo proceso de refrendo debe someterse a licitación pública, sino que para ser constitucional debe estar sujeto a diversas condiciones impuestas por la autoridad competente”. A partir de este razonamiento incluyen un procedimiento de revisión administrativo que permite a la autoridad “imponer nuevas condiciones” y “evaluar el desempeño del concesionario”, además de reconocer al Estado el derecho a recibir una contraprestación económica por la renovación. Señalan igualmente que este procedimiento es acorde con el contenido en la Ley de Telecomunicaciones. Sin embargo, ni los senadores priistas ni Carlos Sotelo –perredista presidente de la Comisión de RTC, que defiende también la constitucionalidad de dichas disposiciones– reparan en que la sentencia de la Suprema Corte señala con todas sus letras, en la página 534: “Sin embargo, para que el refrendo de una concesión y la preferencia que se otorgue a su titular resulten apegados a la Ley Suprema, es menester que el titular de la concesión, al término de la misma, compita nuevamente, en igualdad de circunstancias, con otros interesados…”. Y en la siguiente página precisa: “Así, la preferencia para el concesionario con motivo del refrendo sólo implica que se le prefiera cuando se presente un equilibrio total o una igualdad absoluta entre varios interesados en cuanto a su idoneidad y al cumplimiento de los requisitos exigidos para el otorgamiento de la concesión…”. Todavía más adelante, en la página 550, apunta: “La radio y la televisión son medios masivos de comunicación que tienen importancia trascendental en la vida diaria de los individuos, por lo que el Estado, al regular el uso del bien público utilizado en esa actividad, debe garantizar la igualdad de oportunidades para su acceso y propiciar un pluralismo que asegure a la sociedad el respeto del derecho a la información y la libre manifestación de las ideas”. Así, aunque textualmente no dice que todo procedimiento de renovación tiene que someterse a una licitación, realmente no deja alternativas y, desde luego, descarta cualquier procedimiento administrativo cerrado que no permita la igualdad de oportunidades a otros interesados. Y esta igualdad de oportunidades no existe en la iniciativa de Beltrones. En contrapartida, la iniciativa presentada por el líder de la fracción panista en el Senado, Gustavo Madero, señala en su artículo 36 que todas las concesiones de frecuencias o bandas de frecuencias para uso comercial se otorgarán mediante licitación pública; y en el 42, que “un año antes de que inicie la última quinta parte del periodo de vigencia de la concesión para uso comercial, el instituto deberá licitar las frecuencias o bandas de frecuencias objeto de la misma”. En este caso, el otorgamiento y la renovación corren la misma suerte, y simplemente la propuesta señala en el mismo artículo que, en “caso de igualdad absoluta de condiciones (…) el concesionario, por una sola vez, tendrá derecho de preferencia sobre terceros…”.
Las diferencias son evidentes: La iniciativa encabezada por Beltrones pretende otorgar de facto la propiedad del espectro a los actuales concesionarios; y la propuesta blanquiazul, brindar igualdad de oportunidades a todos los interesados. l Gracias, Estados Unidos, pero no, gracias Sabina Berman 1. Ahora el gigante del Norte nos mira atentamente. Según aconseja el informe del Servicio de Investigaciones del Congreso estadunidense, “el Pentágono debe ampliar su papel en la lucha contra el narcotráfico” en nuestro territorio (Proceso 1745, 11 de abril de 2010). Estados Unidos ha de enviar a México más y más sofisticadas armas, más recursos económicos, más especialistas bélicos. Como si no hubiera quedado clara la enseñanza de estos tres años de guerra: Al escalar la violencia el Estado, sin duda el narco escalará su violencia. 2. Así que Estados Unidos armaría aún más a las fuerzas del Estado mexicano mientras el narco se armaría aún más en las armerías de Texas, de Nevada, de Arizona. Entre armas estadunidenses y armas estadunidenses nos veremos nosotros, los mexicanos, poniendo los muertos. 3. Hay que reconocer, se apunta en el informe con particular sensitividad, que la soberanía de México se vería comprometida. “…hay opiniones de que con ello el Departamento de Defensa (estadunidense) se transforma en el dueño del control del territorio mexicano”. 4. Casualmente, el presidente Barack Obama anunció la semana pasada que aviones ligeros sobrevolarán nuestra frontera mutua. Usemos las palabras justas: patrullarán la frontera mutua. Es decir, será la versión aérea de ese muro de concreto y equipo virtual, ese muro impenetrable que los republicanos querían para separarse de México. Así que armas estadunidenses se enfrentarían a armas estadunidenses; en medio caerían muertos mexicanos, y aviones patrullarían la frontera para que nadie escape. Es una trampa previsible. No una trampa planeada con maldad. Pero previsible. 5. El problema no es si esta es una guerra justa. Nadie defiende moralmente a los narcotraficantes. Moralmente: atendiendo al bien común. Ni siquiera ellos mismos se consideran a sí mismos héroes. El problema es qué país nos dejará la guerra. Tampoco el problema es si se puede vencer al narco al cabo de 10 o 15 años. Las dos cifras que el presidente Calderón ha mencionado, con rara ligereza, como cálculos para vencer al narco. El problema es qué país nos quedará luego de 10 o 15 años de guerra. Un país destrozado. Con una economía destrozada. Ya no como antaño la novena del mundo, ya no como ahora la undécima, sino la número 20, la número 40. 6. ¿Pero quién diablos cree en Estados Unidos que la solución es escalar la violencia en México? ¿Quién diablos imagina que la solución es matar a otros capos, para que por cada capo muerto cinco jefecitos luchen a muerte por esa cabecera? ¿Quién no ve ya lo evidente, que pulverizar más la estructura del narco es desorganizar más su violencia y extender el caos? ¿Y quién en su sano juicio cree que los mexicanos ansiamos 15 años de guerra para evitar que la mota, el diablo encarnado,
sea fumada en los soleados jardines de California? Los militares. Por supuesto, para los militares la respuesta es militar. Los congresistas estadunidenses deben escucharlos, pero después deben escuchar mejores estrategias. Estrategias para achicar la guerra, no para agrandarla. Para achicarla aprovechando las ventajas operativas del Estado mexicano y del Estado estadunidense, que necesariamente incluirían congelar las finanzas del narco, parar el tráfico de armas por la frontera norte y legalizar la mariguana. Qué curioso: las tres medidas han sido catalogadas como “difíciles” de lograr en Estados Unidos. Los mexicanos debemos alertarnos: antes de cambios de importancia en Estados Unidos, a Estados Unidos le parece más fácil “ayudarnos” aumentando los arsenales de la guerra en nuestro lado de la frontera. 7. ¿Hace cuánto los congresistas estadunidenses no leen el Cuestionario Powell? Horrorizado por el pantano de sangre en que Vietnam fue convertido, Colin Powell redactó una serie de preguntas, para que su país nunca más creara y se hundiera en otro Vietnam. ¿Es claro el objetivo de esta guerra? ¿Antes de emprenderla, se agotaron los medios pacíficos para disolver el conflicto? ¿Es una guerra ganable rápidamente? ¿La población civil desea con fervor esta guerra? Apenas algunas de las preguntas del Cuestionario Powell. Sus respuestas, en el caso de la guerra en México, son todas negativas. Y si bien nadie habla todavía de enviar tropas estadunidenses a México, convertir a México en un pantano de sangre para los soldados y civiles mexicanos debería importar igualmente a los congresistas del norte. 8. Los estadunidenses no quieren un nuevo Vietnam. De mayor importancia para nosotros: nosotros no queremos ser ese otro Vietnam. Luego entonces: Gracias, Estados Unidos, pero no, gracias. l El tema nuclear en la agenda internacional Olga Pellicer Las armas nucleares son un peligro para la humanidad. Esta aseveración es inobjetable; sin embargo, no conmueve, no produce alarma, no acelera los pasos para evitar la proliferación de las mismas. No ha sido sino hasta últimas fechas que el tema ha recuperado importancia ante la opinión pública y los medios de comunicación internacionales. Los motivos para la atención hacia el peligro nuclear en la agenda internacional son varios: la firma del acuerdo entre Rusia y Estados Unidos para reducir sus cabezas nucleares y establecer un sistema de verificación que aliente la confianza mutua y propicie, eventualmente, mayores reducciones; la Cumbre celebrada en Washington para advertir sobre el peligro del terrorismo nuclear y tomar medidas para combatirlo; la ofensiva diplomática para intensificar las sanciones a Irán y detener, quizá, su avance hacia la fabricación de la bomba nuclear; finalmente, aunque no de menor importancia, la cercanía de la Conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación, el documento más importante para evitar la proliferación nuclear. Las acciones protagonizadas principalmente por Estados Unidos y Rusia han sido vistas con optimismo moderado. El número de cabezas nucleares eliminadas en ambos países es pequeño, comparado con el de las que permanecen activas; no se han modificado las doctrinas de defensa que otorgan importancia al armamento nuclear para la seguridad nacional; no ha cambiado la posición de países como Francia, Reino Unido o China, que saben bien cuánto importan sus arsenales nucleares, por pequeños que sean, para mantenerlos en la “élite del poder”. Es discutible si se avanza, o no, hacia el mundo sin armas nucleares que prometió Obama hace
poco más de un año en Praga. Y sin embargo, no se puede negar que lo ocurrido en las últimas semanas, aunque sea muy limitado, va en la buena dirección. Es bueno pavimentar el camino para el entendimiento entre Estados Unidos y Rusia en materia nuclear; es bueno ampliar el consenso para tratar el caso de Irán en el Consejo de Seguridad; es bueno ayudar a que se tome conciencia de la posibilidad de que materiales nucleares caigan en manos de terroristas; es bueno, en fin, que el mundo recupere la preocupación por el peligro de las armas nucleares, aun si dicha preocupación no corresponde a la profundidad de las acciones que se realizan. Todo ello es necesario, entre otras cosas, por el interés renovado en el uso pacífico de la energía nuclear. Durante los años de la Guerra Fría, México fue un actor importante en materia de desarme, no proliferación y uso pacífico de la energía nuclear. En aquella época se inició, negoció y llevó a feliz término la negociación para el Tratado de Tlatelolco. Se convocó a una reunión de seis jefes de Estado o de gobierno, provenientes de todos los continentes, para alentar la reanudación de pláticas sobre desarme que se habían suspendido entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética. México era un país muy reconocido en todas las actividades que se efectuaban en la Conferencia del Desarme o en la Asamblea General de la ONU para mantener viva la causa del desarme. En otro orden de cosas, puso en marcha la central nuclear de Laguna Verde, para la generación, por ahora, de 4% de la electricidad que se consume en el país. Luego, todo lo nuclear fue cayendo en el olvido. Una serie de circunstancias internas y externas motivaron que se debilitaran los foros ocupados del desarme y fuese imposible detener la proliferación nuclear, como lo evidenciaron los casos de la India, Pakistán y, aun si no lo declara, Israel. Por otra parte, los terrores producidos por accidentes nucleares colocaron en segundo término la energía nuclear como fuente de electricidad. Para México ni los peligros de las armas nucleares ni la utilización pacífica del átomo volvieron a cobrar importancia. No fue así en el resto del mundo. Desde comienzos del siglo XXI la energía nuclear fue recuperando importancia para cuestiones de seguridad o producción de energía. En el primer caso, porque el temor al terrorismo nuclear, después de los acontecimientos del 11 de septiembre, llevó a buscar mecanismos de control sobre toda instalación que tuviese materiales que pudieran ser utilizados para producir una bomba nuclear. En el segundo caso, porque la búsqueda de energías alternativas que no produzcan gases de efecto invernadero se colocó en el corazón de las políticas energéticas en la mayoría de los países. México se ha quedado al margen de esos desarrollos. Se necesitó la reciente Cumbre convocada por Obama para que decidiese, al fin, realizar la sustitución del combustible nuclear utilizado en el Instituto de Investigaciones Nucleares, una demanda que no se había atendido desde hace casi 10 años. Otro tanto sucede con el Protocolo Adicional de Salvaguardias del OIEA, el cual da a esa organización mayores facultades para monitorear importaciones, exportaciones y utilización de materiales nucleares. Es cierto que, siendo secretario de Energía, Felipe Calderón lo firmó en 2004, pero no se ha ratificado, a pesar de múltiples presiones ejercidas por el OIEA. Todavía no se ratifica al momento de escribir estas líneas, pero seguramente oiremos muy pronto que ya entró en vigor. De algo sirve, por lo visto, el llamado que se hace desde los más altos niveles de Washington. Los compromisos aceptados recientemente en Washington para la seguridad de las instalaciones nucleares fueron inevitables; México no se puede quedar fuera de esas corrientes internacionales. Pero se requiere algo más que decisiones forzadas; se requiere una política que coloque a México al nivel de los países que tienen el uso y la seguridad de la energía nuclear al centro de sus planes de desarrollo a largo plazo. ¿Será posible dentro del ánimo que domina la política nacional? l Ante una catástrofe cultural: Pérez Montfort Judith Amador Tello Ese es el diagnóstico del investigador tras el análisis del panismo en el poder federal. “Es el fracaso del Estado”, concluye, y desmenuza los errores oficiales en distintos rubros. Rechaza el papel que está jugando la Secretaría de Educación Pública, y señala que si bien en el siglo pasado al PRI se achacó el impulso de un proyecto autoritario para la cultura, el del PAN lo ha reproducido y
aumentado con signos de arrogancia. Si al modelo cultural impuesto a partir de la segunda década del siglo XX se le consideró autoritario por haber pretendido construir un país unicultural y monolingüe, con la llegada al poder del Partido Acción Nacional (PAN) se ha dado un retroceso, no de un paso, sino de 200. Porque al actual manejo de la cultura no sólo lo caracterizan también el autoritarismo y la intolerancia, sino la ineptitud, la ignorancia y la arrogancia de los funcionarios públicos. Es, pues, ajeno por completo a los principios de la democracia. Ese es el panorama que percibe Ricardo Pérez Montfort, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y profesor en el área de posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, exdirector de la Revista de la Universidad de México y autor, entre otros libros, de Avatares del nacionalismo cultural y el recién publicado Cotidianidades, imaginarios y contextos: Ensayos de historia y cultura en México, 1850-1950. Doctor en historia por la UNAM, coorganizó de enero a marzo, con su colega Leticia Reina, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el seminario de especialización Fin de siglos y ¿fin de ciclos?: 1810, 1910, 2010, que dedicó algunas de sus sesiones al tema “La crisis cultural”. Él mismo participó en el encuentro “Estado y cultura”, donde habló de la cultura mexicana en el siglo XX. En entrevista con Proceso en su casa del barrio de Panzacola, en Coyoacán, anuncia que los temas abordados en ese encuentro, que tuvo como participantes a especialistas como Lorenzo Meyer, José Joaquín Blanco, Esther Acevedo, Carlos Tello, Carlos San Juan y Francisco Pérez Arce, re cogerán en un libro. Los otros temas fueron las crisis económica, política y social. Se le pregunta por qué incluyeron la cultura, excluida generalmente de los debates y estudios históricos. Indica que su objetivo fue analizar, desde una perspectiva de historia comparada, las continuidades o rupturas hacia finales de los siglos XVIII, XIX y XX, y si se cumplen ciclos. Para él la cultura es un asunto fundamental en los procesos históricos, sobre todo si se les piensa como procesos integrales, y explica: “La cultura influye en los fenómenos de desigualdad económica, en las transformaciones políticas, en los cambios que afectan el espacio social. En ese sentido, cuando hablamos de cultura se tiende a pensar fundamentalmente en la cultura académica, en los espacios de las élites intelectuales o de los artistas más o menos consagrados. Sin embargo, nos esforzamos por incluir también toda la efervescencia social, los conflictos que están en la base de la sociedad y que tienen impactos culturales.” Se quiso mostrar que al mismo tiempo que hay una cultura académica, de élites o de un grupo “relativamente estrecho o pequeño que se autonombra y decide que es el portador de la cultura del momento”, se dan fenómenos culturales, no siempre reconocidos por esas élites, que llegan a irrumpir, transformar o mostrar continuidades. Poco se ha estudiado sobre las expresiones culturales en espacios regionales, campesinos u obreros, en las masas identificadas como pueblo; y aunque se les considere anónimas o masivas, hay gente “de carne y hueso” detrás y sus acciones influyen en las élites y en los grupos políticos en el poder. Añade que, aunque hay una tradición historiográfica que se ciñe fundamentalmente a la presencia del Estado como rector del quehacer cultural, ha habido expresiones al margen y reclamos sociales para su reconocimiento. Se ha logrado, por ejemplo, reconocer a los indígenas como sujetos importantes de la historia cultural del país, sobre todo después del surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Desde mediados del siglo XX se había reivindicado culturalmente al mundo prehispánico, aunque en la realidad los grupos étnicos vivan “en la desigualdad social, prácticamente olvidados”. Y peor que olvidados, porque el Estado emprendió acciones, como la enseñanza monolingüe, desde los años cuarenta, y las campañas de alfabetización, que atentan contra las culturas indígenas, sus lenguajes, tradiciones y todo su complejo cultural, que va desde la forma de sembrar y comer hasta la elección de sus autoridades. A partir de los años ochenta comienza a reconocerse a las etnias como elemento fundamental en la
construcción del país, de la cultura, la economía y la sociedad en general. Hay un reconocimiento también a la llamada Tercera Raíz, la cultura afrocaribeña, que no sólo se expresa en las costas de Veracruz o en la Costa Chica de Guerrero, sino en otras regiones del país. En suma, dice, México se reconoce como nación pluricultural y se contradice el viejo discurso de que era “una” nación, con “un” territorio, “un” gobierno, “una” historia y “una” cultura. “Toda esta dimensión unitaria es una aberración. Fue un proyecto cultural que iba claramente orientado a justificar a un grupo en el poder.” El reconocimiento a la diversidad cultural no fue una concesión del Estado. Puntualiza el historiador que hubo presiones sociales, así como de antropólogos, historiadores, sociólogos y otros académicos vinculados principalmente a las disciplinas sociales. Así se fundaron instancias como el Instituto Nacional Indigenista (1948), la Dirección General de Culturas Populares (1978) y el Museo Nacional de Culturas Populares (1982). Estas dos últimas integradas al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), creado en 1988. Más que desprecio Toda esta lucha sufrió un revés con la llegada del PAN. Para dar cuenta de cómo a las autoridades de ese partido tales logros resultan “particularmente graves”, Pérez Montfort evoca las coplas de Los cangrejos, compuestas por Guillermo Prieto durante la resistencia juarista, con las cuales se satirizaba a los conservadores, citadas en su libro Cotidianidades, imaginarios y contextos..., editado por Publicaciones de la Casa Chata: Cangrejos al combate, cangrejos al compás, un paso pa´delante doscientos para atrás. “Cuando el PAN asume el poder resulta que esta rectoría o posición protagónica del Estado en este reconocimiento de la pluriculturalidad se simplifica enormemente; luego las idioteces de Fox diciendo que iba a resolver el problema de Chiapas en cinco o 10 minutos. Demostró que no sólo no pudo resolver nada relativo a las cuestiones indígenas: puso a una persona completamente inepta en el INI, que cambió por una Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en 2003 que dejó de tener una connotación protagónica en términos culturales. “¡Bueno!, en términos también culturales, poner a esta señora Sari Bermúdez a la cabeza de la cultura mexicana, fue un acto de profundo desprecio al mundo cultural del país. Teniendo los literatos, los artistas, los teatreros, los mismos promotores culturales que habían demostrado una inquietud sobre la posición del Estado frente al quehacer cultural. De repente el Conaculta pasó de ser una especie de Secretaría de Cultura a –se decía por ahí– el Consejo Nacional de Costura por las Tardes, una cosa de ese tipo, porque eran unas señoras –y no tengo nada en contra de las señoras– que en sus ratos libres les parecía que la cultura las adornaba.” Recuerda varias de las anécdotas que pusieron la nota de color durante el sexenio de Fox, como haber llamado a Jorge Luis Borges “José Luis Borgues” o a Friedrich Katz el especialista en “historia gráfica” y no en historiografía. Y remata: “Durante este sexenio las cosas también están bastante graves. En primer lugar, ha habido para la educación superior un particular desprecio.” Enumera los recortes presupuestales a los centros de investigación y enseñanza de la educación superior, comenzando por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y sigue: “El tener un sindicato que controla las elecciones en manos de Elba Esther Gordillo, de una mujer que ni siquiera sabe decir ‘influenza’, que no ha entendido que esto es un problema nacional, me parece que es una tragedia. ¡Es una tragedia lo que se vive en términos de cultura! “Hemos descendido a niveles aberrantes en la calidad de la enseñanza, ni siquiera durante la época de las alfabetizaciones obligatorias y toda esa tendencia al monolingüismo se había llegado a estas
situaciones: Un secretario de Educación que es un niño bien, un niño bonito... Me preocupa enormemente que se atreva a hacer política propanista dentro de una secretaria que es de Educación Pública. “Hay un problema realmente muy serio en el manejo de la cultura en México. Creo que sí dimos muchos pasos para atrás, que la SEP se ha convertido en un botín político más que en una protagonista dinámica del Estado en la reproducción de la cultura mexicana. Esta dimensión del Estado como promotor de jóvenes artistas, de jóvenes intelectuales, ha fallado. Ha fallado el Estado nacional.” –Al modelo de los años veinte se le acusa de homogeneizador, pero se dice que al menos José Vasconcelos tuvo un proyecto y uno de los constantes señalamientos al gobierno actual es la falta de definición de políticas culturales. –Una cosa que ha quedado muy clara es la ineptitud, la incapacidad y la arrogancia. Estos son tres elementos de las autoridades educativas. La mayor parte de los funcionarios que han aparecido desde el sexenio de Fox para acá han demostrado su enorme incapacidad, su enorme desconocimiento, su enorme ineptitud para ejercer el mando. La ignorancia no es, a su juicio, castigable, pero le parece “imperdonable” la arrogancia, la actitud de los funcionarios de decir: “Sí, desconozco (la materia), pero aquí de todas maneras se hacen las cosas como yo digo”. Hay, deplora, un principio “ajeno a los postulados básicos de la democracia”. Desde las cúpulas se imponen criterios educativos y culturales sin buscar consensos. Pone como ejemplo los recortes de épocas de la historia, materias y disciplinas que se han hecho como parte de una pretendida reforma educativa. “Insisto: Hay un retroceso. El panismo ha demostrado que toda aquella cultura que no corresponde a su propia cultura no merece consideración. Y, de verdad, hay acciones de una enorme intolerancia y una enorme impunidad, hay también una enorme corrupción. Eso que tanto criticábamos de los gobiernos priistas, se ha repetido con el agravante de la ignorancia y de la arrogancia en los regímenes panistas.” Mirada negra Todo esto queda de manifiesto en las celebraciones del Centenario de la Revolución y del Bicentenario de la Independencia. Los panistas, dice el historiador, están haciendo su propia fiesta y se enfocan más a la Independencia porque la Revolución los desbancaría. Pero se confunden al celebrar la presencia de curas en el movimiento o de figuras “que corresponden a su visión conservadora”. No celebran a José María Morelos, sino a Agustín de Iturbide y su modelo conservador y monárquico, y se vuelven a aliar con la Iglesia con la excusa de que 98% de los mexicanos son católicos, “sin considerar que el proceso de secularización de la sociedad mexicana ha sido radical”, e incluso vienen a cuestionar ahora la laicidad del Estado. Baste ver, dice el investigador, el programa conmemorativo para darse cuenta del tipo de festejo que se hará, pues “no hay una sola mención al mundo indígena, cuando todavía en la década de los noventa era parte del proyecto pluricultural”. El presupuesto da cuenta también de que no se está priorizando la reflexión, sino la fiesta. Y “curiosamente”, cuando tanto en la izquierda como en la derecha hay “intelectuales de primera”, aparecen siempre sólo las derechas. Estos funcionarios, determina, no pueden vanagloriarse de ser universales, no parecen universitarios. Insiste en que la SEP y el mismo Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se han convertido en un botín político, por lo tanto, la educación no está en función de las necesidades del país. Cita a Lorenzo Meyer, quien en su charla en el seminario dijo que “hemos educado en el autoritarismo y no en la democracia”, porque la élite política sigue imponiendo un proyecto de nación que no considera el referéndum, ni la opinión del público, y cuando hay educadores que se movilizan, como en el caso de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), la respuesta es “la peor de las violencias”. “Creo que estamos ante una de las peores catástrofes culturales de este país. No hay que olvidar que
México fue una potencia científica a finales del XIX y principios del XX; teníamos científicos de primer nivel. Todo esto se vino abajo durante las décadas de los años cuarenta y cincuenta, el periodo de los cachorros de la Revolución. Luego se retomó y ya en las décadas de los ochenta y noventa se volvía a tener. Tenemos un Premio Nobel, Octavio Paz.” México, continúa, fue una potencia en materia de humanidades, pero hoy las élites del mundo artístico se han ido estrechando y “el grupo que detenta los cacicazgos culturales se ha asociado con los medios de comunicación masiva: Digo, la asociación entre Octavio Paz y Televisa, o entre Enrique Krauze y Televisa, no es gratuita, es en buena medida porque el Estado dejó de funcionar”. En su opinión, dentro del mismo Estado se han fomentado los cacicazgos en instituciones como El Colegio Nacional y las Academias de las Artes. El proyecto era que de esos “cenáculos” se desbordara el conocimiento al pueblo mediante conferencias, pero pregunta él: “¿Cuánto pueblo va a estas cosas?” El Estado parece interesado más en su alianza con los medios electrónicos que en apoyar la industria editorial o fomentar la lectura. Y lo peor, sostiene, es que, en lugar de apoyarla, el PAN parece confrontarse con la propia UNAM: “Le dan a la universidad un premio internacional (Príncipe de Asturias) y el panismo se siente ofendido. ¿Qué pasó?, ¿qué clase de país es éste? El panismo debería estar feliz porque además uno de sus fundadores, Manuel Gómez Morín, fue rector de la UNAM, no fue rector del Instituto Tecnológico Autónomo de México ni del Tecnológico de Monterrey.” Pérez Montfort se detiene un poco en sus reflexiones y pide perdón “por la mirada tan negra”. Aunque relata su experiencia en España: “Pero después de una estancia en España, cuando veo el proceso educativo que han vivido allá en los últimos 25 años, ¡es espectacular!, democratizante, de participación, de inclusión. Nosotros vamos exactamente en los mismos 25 años para atrás, no pasamos de tercer año de primaria.” –Frente a este negro panorama, como usted dice, ¿cuál es la salida, qué debe construirse como proyecto? Hay quienes opinan que habrá que volver a vincular el proyecto cultural con la educación, y otros que se debe mirar hacia la globalización y relacionarlo con la economía. –La verdad, no tengo una bola de cristal, no sé para dónde vamos, lo que sí sé es que el modelo que se ha asumido ha traído muchos más conflictos y retrocesos que logros. “Partiendo de que este modelo es del neoliberalismo globalizador (y a mí no me parece que sea irreversible y que debamos seguir a la deriva y ponernos a la cola del mundo y que nos jale, esa no es la solución), yo estaría de acuerdo con ensayar soluciones propias: Una primera sería tratar de romper con este discurso y este tipo de educación autoritaria y corrupta fomentada claramente desde la perspectiva del Estado contemporáneo.” Para ello, plantea terminar con los cacicazgos tanto en la SEP como en el SNTE, y con la corrupción. Apoyar a los maestros, porque no es posible que tengan sueldos miserables mientras la lideresa del SNTE vive en la opulencia. Luego de reformar el proyecto educativo, tendría que vincularse con la cultura y con los proyectos de desarrollo social. “Hay que hacer una reforma mucho más radical, una reforma que transforme al país, no que le tape el ojo al macho. Y debe verse a la cultura no como un valor de cambio o como un producto para venderse o consumirse, sino como un valor para intercambiar, una cultura que sirva para educar sobre la tolerancia, para salir de la ignorancia y de los prejuicios sociales. La educación tiene que estar muy asociada a la cultura y al proyecto de romper con la desigualdad social.” l Murió el preso que protestó contra Wal-Mart en Teotihuacán Columba Vértiz de la Fuente Su lucha contra el Wal-Mart que destruyó el área “C” de la zona arqueológica de Teotihuacan lo condujo a la muerte cuando era un “preso político” en el penal Neza-Bordo. Se trata del profesor Emmanuel D’Herrera Arizcorreta, dirigente del Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán, quien en octubre de 2004 se puso en huelga de hambre, frente a la entrada de la dirección del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), antes ubicada en Córdoba 45
de la colonia Roma. Su objetivo: que el entonces presidente de México, Vicente Fox, y el INAH detuvieran la construcción de “la tienda gringa” en Teotihuacán porque estaba destruyendo monumentos históricos (Proceso 1461). Periodistas europeos, de varias partes de Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá lo entrevistaron. No logró nada, pero siguió protestando. El 22 de mayo de 2009 lo encarcelaron en el penal Neza-Bordo, ubicado en Nezahualcóyotl, Estado de México, donde el sábado 10 murió por un derrame cerebral “causado por un deteriorado estado de salud y condiciones de tortura, de las cuales responsabilizamos al corporativo Wal-Mart y a las autoridades cómplices”, acusa el defensor en derechos humanos Francisco Cerezo, coordinador del Comité Cerezo México. Es él quien lo califica de “preso político”. Y arguye fuerte: “La muerte de D’Herrera Arizcorreta fue una cuestión de salud física a raíz de una detención injusta.” Cerezo informa que el maestro fue detenido porque colocó un explosivo de muy bajo poder en la tienda Wal-Mart de Teotihuacán: “Entonces se le fincaron delitos del fuero común. Se pagó la fianza y en el momento que salía, por presiones de la cadena comercial estadunidense, de nuevo fue aprehendido y lo acusaron de un delito de fuero federal. “Eso fue una aberración, ya que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. Entonces fue enviado al penal Neza-Bordo. En ese lugar su salud se deterioró por la falta de atención médica, pues padecía de hipertensión y diabetes. Fue perdiendo peso y se le cayeron algunas piezas dentales. Sufrió un abandono absoluto de las autoridades del penal, y eso provocó su deceso.” Denuncia que D’Herrera Arizcorreta fue golpeado durante su detención, “y tampoco se hizo eco de esa denuncia”. Ahora su viuda, Fancisca Beltrán Texocotitla, explica que su esposo detonó una lata de Jumex con un cohete pirotécnico de forma triangular en un carrito de esa tienda, “sólo para protestar y llamar la atención, nada más”. Ella vio ese carrito al otro día y “estaba intacto, las cosas que contenía tenían su forma; si hubiera utilizado una granada, no hubiera quedado rastro de eso”. Se le pregunta a Cerezo por qué era preso político, y aclara: “Nosotros lo consideramos preso político porque es producto de una lucha social, aunque el gobierno mexicano no acepta la existencia de un preso político, porque sería una contradicción por su discurso de ‘democracia’. Nosotros, las organizaciones sociales, las organizaciones de derechos humanos, consideramos a todas las personas que han estado en un proceso de lucha social como presos políticos cuando son detenidos dentro del contexto de esa lucha. “Emmanuel era un preso político que pudo haber vivido muchos años más, pero por el abandono y la falta de servicio de salud, que es una obligación del penal, falleció.” En cuanto al Wal-Mart en Teotihuacán, Cerezo opina “que es evidente que invadió territorio federal y fue una cuestión irregular e ilegal”. La también profesora Beltrán Texocotitla enfatiza que su esposo “no era terrorista, como lo han tachado”. Cuenta que se fue quedando solo en el Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán y que “fue un error muy grande detonar esa lata de Jumex, lo pagó muy caro, pero a él le salen debiendo”. –¿Por qué se involucró tanto en el caso Wal-Mart-Teotihuacán? –Él radicó mucho tiempo en el extranjero y vio cómo otras personas admiraban nuestra cultura. Entonces estudió mucho sobre eso, y a nuestra cultura aprendió a amarla y respetarla, y a hacerla respetar, por eso luchaba para que se respetara el sitio arqueológico de Teotihuacán. Vivió en el penal a salto de mata, dice, “aunque se ganó el respeto de sus compañeros y le habían autorizado dar un curso de francés en el área escolar, por lo cual estaba feliz”. El domingo 11 se le rindió un homenaje a D’Herrera Arizcorreta en la zona arqueológica de Teotihuacán y se esparcieron parte de sus cenizas en las pirámides. l
Una partitura enigmática Samuel Máynez Champion Para Ascensión Hernández Treviño En la obra de Antonio Vivaldi (1678-1741) aparece un título que suscita curiosidad y extrañeza. Se trata del concierto Conca 1 que en su traducción del dialecto veneciano significa caracol o concha marina. 2 Lo menos que puede decirse al respecto es que es una rareza. ¿En qué estaba pensando el cura veneciano para interesarse en un artefacto sonoro tan poco dúctil como el caracol? ¿Se trataba realmente de una concha calcárea como la que usaban los antiguos mexicanos o fue nada más una metáfora musical? Imposible precisarlo. Lo único cierto es que del uso del caracol no había, en apariencia, indicios previos de su empleo; ni en la literatura del renacimiento ni en la del barroco. Acorde con las verdades a medias de la historia, la primera composición que empleaba caracoles fue hecha hasta 1939 por Silvestre Revueltas en su banda sonora para La noche de los mayas. 3 Es pues paradójico que los enigmas que circundan al maestro italiano se multipliquen conforme se avanza en el estudio de su elusiva biografía. Si se ojea el corpus de la producción vivaldiana se encuentra una variedad sorprendente de instrumentos utilizados, así como de títulos alusivos a descripciones naturalísticas, geográficas e, inclusive, de estados anímicos. El compendio es fascinante. En cuanto a los instrumentos, son de señalar, por ejemplo, los chalumeaux (ancestros del clarinete), las violas a la inglesa o los violines in tromba, todos ellos en franca extinción y de los que ni siquiera existe consenso sobre sus características. Con respecto a los conciertos, es abultada la lista: Il gardellino, La pastorella, La tempesta di mare, La notte, Il piacere, Il sospetto, Il favorito, L´inquietudine, Il riposo, L´amoroso, Il rossignolo, Il cornetto di posta, La caccia, Alla rústica, amén de las consabidas Quattro Stagioni. Tocante las localidades o países, es interesante anotar que en una subasta de 1759 se citaban cuatro conciertos de Vivaldi, hoy extraviados, intitulados: La Francia, L´Inghilterra, Il Gran Mogol y La Spagna. 4 Aquello que resulta incuestionable es el furor creativo que impulsó al Preste Rojo a emprender travesías sonoras en todas las direcciones que su fantasía le dictara. Bien lo dijo el musicólogo Cesare Fertonani: “En los conciertos a programa de Vivaldi se concretaron sus aspiraciones para representar a la vida humana en su totalidad”. Caso análogo al de Miguel de Cervantes, cuyos viajes literarios iniciaron en los villorrios de La Mancha en andas de Alonso Quijano para concluir con los Trabajos de Persiles y Segismunda, donde sus protagonistas planeaban llegar hasta los polos… Pero más vale arribar al punto nodal de esta nota periodística, para despejar una incógnita que quedó manifestada en la mención de un instrumento del que no se sabe qué pudo haber sido o cómo pudo haber sonado. El terreno es pantanoso y no hay manera de sustentar hipótesis con certitud. Lo único viable es hacer un intento para incorporar la sonoridad de verdaderos caracoles dentro de los pentagramas. Escuetos son los hechos y cuestionables las inferencias, sin embargo son los únicos elementos de juicio: El papel sobre el que el cura pelirrojo escribió el Concerto Conca es de procedencia bohemia o morava. Con ello se ha inferido que debió haberlo compuesto entre el 1730 y el 1732, años en que 1 Concierto para cuerdas en Si bemol mayor con el número 163 del Catálogo Ryom.
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Hay que aclarar que en italiano significa cuenca. Para escucharla por la www acceda a proceso.com.mx
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Sobrevive, únicamente, una versión para violín y orquesta del Gran Mogol.
se representaron varias de sus óperas en Praga. De ahí que los expertos hayan asumido que Vivaldi viajó hasta la antigua Bohemia, pero no hay constancia de ello. Las partituras de los drammi per musica 5 pudo haberlas mandado por correo y el papel pautado también pudo haberlo comprado sobre pedido. De ese presunto viaje a Praga Michael Talbot dedujo que pudo haberle dado ocasión para escuchar un instrumento llamado wettertrompette, es decir, una concha marina que era usada en las montañas de Bohemia, a la que los campesinos le atribuían poderes mágicos sobre las precipitaciones pluviales. Meras especulaciones. La denominación misma de la obra también es anómala pues la partitura no obedece al esquema formal del concierto, en otras palabras, carece de desarrollos, y en el tercer movimiento hay una inusual repetición temática que le confiere un carácter cíclico. Además, la duración es inferior a la de los conciertos vivaldianos. En mi opinión, es más atinado hablar de una sinfonía como las que servían de preludio a las óperas. Hilvanando hipótesis me remito a un encuentro que pudo acaecer en Milán en 1721 entre Vivaldi y el joven Lorenzo Boturini (1698-1755). Las fechas coinciden. Boturini estudiaba en la capital lombarda y estaba próximo a viajar a “Las Españas”, en donde recibiría la encomienda de venir al Nuevo Mundo para cobrar a nombre de la condesa De Oca Silva y Moctezuma una “merced que S. M. le hizo de mil pesos al año a título de alimentos”; por su parentesco directo con Motecuhzoma Xocoyotzin. Vivaldi, por su lado, había llegado a Milán para la representación de su dramma La Silvia. 6 ¿No es plausible que Boturini, hombre culto predestinado a la valoración del mundo prehispánico, sembrara en el músico algún germen que pudiera convertirse en la ópera Motezuma del 1733 o, incluso, que hubiera comenzado a recolectar sus vestigios del pasado y que tuviera ya en su poder un caracol de aquellos que usaban los indígenas en sus ritos, encantando al compositor con su poderosa sonoridad? El resultado de esa elucubración sonora puede escucharse en el sitio proceso.com.mx. Debo agregar que recolectando los caracoles esclarecí la naturaleza de su emisión. Logré obtener ejemplares cuya altura varía desde el La índice 4 hasta el Re índice 6, rango tonal demandado por la obra en cuestión. Asimismo, advertí que la frecuencia de sus sonidos puede manipularse hasta por una tercera menor si se introduce la mano dentro de la cavidad. La pregunta es pertinente: ¿No es válido relacionar a Mesoamérica con el universo vivaldiano en aras de un diálogo de culturas que se cimente en la armonía y no en la prevaricación, que se forje en la tolerancia y no en la negación del otro? Retórica de lado, la música del desconocido aunque famoso Antonio Lucio Vivaldi se presta para el ensoñar. l García Bustos y la gráfica popular* Alberto Híjar Con buen tino, Lluvia Sepúlveda Jiménez anota en la cédula de sala reproducida en el catálogo las vivencias libertarias de Arturo García Bustos que no serían significativas si no hubieran dado lugar a los grabados y estampas realizados con excelencia técnica y belleza formal. De aquí que La imagen del México postrevolucionario, título de su exposición en el Museo de la Estampa, sea de registro de movimientos populares diversos de los que sólo queda en pie Cuba y los movimientos magisterial, campesino y obrero. La referencia a México está señalada con la amplificación del célebre grabado donde Zapata interpela con el dedo índice hacia el espectador al lado de la frase Tú, ¿qué has hecho para defender 5 Se trata del Argipo (1730), Farnace (1730) y Dorilla in Tempe (1732), representados en el teatro Spork de Praga.
6 Dramma per musica Rv. 734 que sigue extraviado.
las conquistas por las que nosotros dimos la vida? Quizá resultó demasiado enérgica para algún burócrata como para incluirlo en el catálogo donde no existe. El Museo de la Estampa prefirió como emblema unas dinámicas calaveras en alto contraste con coyote al calce, una de ellas granadero pistola en mano contra la que sostiene el cuerpo yacente de un campesino. Demasiadas claves ojalá advertidas por quienes las ven como pendón en la fachada del museo y la portada del catálogo. La visión dominante impuesta por la publicidad del zapping impiden la recepción lenta y reflexiva. Desde el Taller de Gráfica Popular al que perteneció desde su fundación en 1937, la obra de García Bustos es parte principal de la épica gráfica libertaria. Él atribuye a Leopoldo Méndez su desarrollo técnico, pero al incluir en la exposición una obra realizada con Adolfo Mexiac y Alberto Beltrán, prueba el trabajo colectivo de una historia compartida hasta el punto del acuerdo sígnico. Para los detractores de visión rápida afín a la panfletaria propaganda dominante, todos los del TGP son iguales. Esta mala apreciación confunde el aire de familia sustentado en la linoleografía, con la individualidad creativa y evita comprender la dialéctica entre lo individual y lo colectivo. Sólo este punto hace importante la retrospectiva que abarca desde 1937 hasta 2003 anotado en una aguatinta y aguafuerte dedicada a Bagdad (Bush, Blair y Aznar). En el uso de la complejidad aguafuerte-aguatinta destaca la serie dedicada a Cuba en 1960 con unas 12 piezas. La sutil construcción de cuerpos y ambientes es un recurso distinto a la línea fuerte y el alto contraste del grabado en linóleo y tan enérgico como él. Al evitar las alusiones directas de la propaganda constructora del pueblo en lucha, la serie dedicada a Guatemala y a algunos héroes como Flores Magón, Rubén Jaramillo y su familia asesinados por el ejército, César Augusto Sandino y Patricio Lumumba, recurre al grabado en linóleo construyendo espacios complejos como las figuras en círculo y perspectiva (Esclavizando indígenas) o complicados con la selva (El fugitivo), con los restos del pasado maya (Como los antiguos dioses) o como trabajo campesino (Tierra en las manos labriegas) y los héroes como Morelos, Juárez y el compañero en prisión Siqueiros retratos en situación vital, el sacrificio de los Niños Héroes, el Abrazo de Acatempan, la Huelga revolucionaria de 1947 y los crímenes de Pinochet. No todo es denuncia, sino trabajo y trabajadores del campo que exigen nombres tan precisos como United Fruit o Chesterfield anotado al lado del cantor de corridos, originalmente al margen de un texto. Lejos de la redundancia facilista, la litografía dominada es puesta al servicio de una poética con obras muy variadas, bellas todas influidas por el maestro en esta técnica fundador del TGP, Pablo O´Higgins, especialmente presente en la representación de la yunta jalada por un buey. El grabado en madera no siempre es usado solo (Alto a los crímenes de Pinochet), sino ampliado con la linoleografía (Por la independencia de Puerto Rico). Las litografías como Anhelo de paz son excelentes y sin colgarse de su agrupamiento en Los Fridos, reconoce como maestro a Diego Rivera muy cercano por la relación profesional con Rina Lazo, la compañera de vida originaria de Guatemala, reproductora de Bonampak, pintora, muralista y colaboradora de Diego, activista ejemplar de las luchas populares que la pusieron al punto de la deportación en 1968 cuando sufríamos las dictaduras de Díaz Ordaz y la de Ydígoras en Guatemala. México postrevolucionario pues. De aquí Zapata. Como Diego Rivera, García Bustos lo retrata en Campaña con traje de manta blanca a diferencia de los elegantes trajes de charro que lucía cuando posaba para los fotógrafos o tomaba la capital con Villa. La disciplina militante asumida por García Bustos, lo hace poner a los héroes en situación: Hidalgo frente a la inquisición, Jaramillo frente a su familia asesinada con la pirámide de Xochicalco como fondo, las luchas magisteriales y por la paz con los personajes compañeros, el Che en pie, Cárdenas niño en la Imprenta Popular, Morelos con uniforme militar guiando campesinos contra los saqueadores. Nada de cultos y duelos rígidos y oficialistas, sino héroes y tiranos en acción. En algunas obras, la tipografía cuenta integrada a los personajes como en América Latina revolución y también contra el imperialismo y sus personeros macheteados por trabajadores agrupados como poderosa entraña campesina, por ejemplo. Bella de verse, la exposición de Arturo García Bustos es internacionalista, por Vietnam, Indonesia, Chile, el Congo de Lumumba, como prueba de que el nacionalismo socialista y comunista es tan
internacionalista como el proyecto del proletariado que ahora sólo es potencialidad capaz de asumir la frase del Manifiesto del Partido Comunista: los proletarios no tenemos patria (nos la arrebataron), pero somos los únicos capaces de construir un proyecto nacional. También en los signos posrevolucionarios. l * Este texto del crítico de arte fue escrito especialmente para la muestra La imagen del México postrevolucionario que se inauguró el 20 de marzo y permanecerá abierto hasta el 2 de junio en El Museo de la Estampa (avenida Hidalgo 39, plaza de la Santa Veracruz, Centro Histórico), con 73 obras (1947-2003) del grabador y muralista Arturo García Bustos.
Arte Zona Maco, museos y filantropía Blanca González Rosas La presencia de la feria internacional de arte contemporáneo Zona Maco en la Ciudad de México, del miércoles 14 al domingo 18, evidenció tres circunstancias del sistema artístico nacional: el dinamismo del mercado local, las diferencias de la filantropía artística y el acomplejado subdesarrollo de los museos gubernamentales. Dentro de la feria, vinculadas a ella o a través de eventos paralelos, las galerías manifestaron su vitalidad durante toda la semana. Ajenas al evento destacaron la galería Óscar Román, Le Laboratoire y Border. Como parte del programa ferial VIP, se contó con la inauguración de la galería Fizz. Entre las nuevas participaciones en Zona Maco se integraron las galerías Talcual, Yautepec, Labor, Caja Blanca, Antena y Flying Circus, entre otras. En lo que respecta a la filantropía, la colaboración de la feria con algunas fundaciones museísticas descubre dos modelos: de beneficio para las instituciones y de sumisión ante el mercado. Interesante por la dinámica de beneficio mutuo que ha generado, se encuentra el desempeño de la Fundación Olga y Rufino Tamaño A.C. (FORT) adscrita al museo Tamayo. Presidida desde 2008 por Julio Madrazo, esta fundación ha encontrado una fórmula en la que todos salen ganando: incrementa y actualiza el acervo del museo con obra adquirida en la feria por un donativo gestionado con la aseguradora AXA, y fortalece las finanzas del museo con los ingresos que obtiene por las entradas a dos fiestas que se organizan en el contexto ferial, una de gala cuyo costo es de 5 mil pesos por persona y otra para jóvenes con un precio de 500 pesos. Muy diferente es la actividad de la Asociación de Amigos del Museo de Arte Moderno. Encargada de organizar un “brunch” para los invitados especiales de la feria, la asociación no sólo cancela el acceso público al museo, sino que también manifiesta su servilismo ante el mercado. Un servilismo y un apoyo que se agudiza con la exposición de creadores pertenecientes a galerías de la feria: en esta ocasión, Pablo Helguera, artista de la galería Enrique Guerrero. Y en este capítulo de museos que gastan en “almuerzos norteamericanos” para los coleccionistas y galeristas, se cuentan, además de museos tan grandes como el MUAC de la Universidad Nacional Autónoma de México, otros recintos tan pequeños y de precarios presupuestos como la Sala de Arte Público Siqueiros. Y por último, una de las circunstancias más vergonzosas: el acomplejado subdesarrollo cultural de los funcionarios del museo Rufino Tamayo. Cerrado desde enero de 2010 para ampliar sus espacios; el museo, sin haberlos ampliado, se abrió con varias exposiciones para figurar en el escenario ferial. En relación a la renovación de su programación e identidad, el recinto presentó su nueva imagen gráfica –logotipo, revista– diseñada por la empresa neoyorquina Project Projetcts. Conocida por trabajar con instituciones privadas como el museo Guggenheim y la editorial Phaidon, no puede garantizar la calidad y responsabilidad social de los servicios museísticos del Tamayo. Confundida sobre lo que significa construir una identidad propia, la directora del museo, Sofía Hernández, comprueba que su mundo artístico se reduce, de manera acomplejada y servil, a la ciudad de Nueva
York. l Teatro “Agosto” Estela Leñero Franco Tres hermanas regresan a la casa familiar a causa de la muerte de su padre alcohólico para acompañar a su desesperante madre adicta a los medicamentos, y de ahí se desatarán su sinfín de conflictos construidos dramatúrgicamente por el estadunidense Tracy Letts como una montaña rusa. El humor negro es el catalizador de tamañas tragedias que, aunque en esta situación salen a la luz progresivamente y sus dimensiones son espectaculares, hacen evidente una serie de problemáticas que cualquier familia “normal” vive subterfugiamente. Porque, ¿qué es la normalidad?, ¿a qué se le puede llamar una familia disfuncional? Una cosa es que se manejen abiertamente, en este caso a raíz de una coyuntura fatal, como es la muerte del padre, y otra a que existan en secreto. Agosto. Condado Osage es una obra con una estructura llena de giros dramáticos que el autor sabe armar hábilmente. Con varios premios de por medio, su éxito en Broadway e innumerables presentaciones en Londres, Argentina, Puerto Rico y ahora en México, mantiene una tensión permanente a pesar de su extensión y un agotador primer acto. El director y adaptador Jaime Matarredona logra un trazo escénico dinámico, donde resuelve muy bien, a partir de acciones, las transiciones y cambios de tiempo, pero fracasa ostensiblemente en la dirección de actores, tan irregular no sólo de un actor a otro, sino en diferentes momentos dentro de una misma interpretación. Arsenio Campos, en el papel del padre, con una breve pero fundamental intervención, y Raquel Garza, como la hermana de la madre, están sobreactuadísimos y son completamente exteriores. La sonorización en el estudio del padre no beneficia al actor, pues el volumen está mucho más alto que en otras zonas del foro. Lilia Aragón, como la madre y Blanca Guerra como la hija mayor, son las actuaciones más sobresalientes: con matices, problemáticas internas y evolución de su personaje, aunque Lilia Aragón inicia su participación demasiado forzada y se excede en la morcilla y gags humorísticos, sobre todo con el recurso de las malas palabras, excesivas además en toda la obra. Las rencillas acumuladas en esta familia se convierten en una batalla campal a lo largo de la obra. Salen a la luz la historia de cada uno de los integrantes y el espectador va desenredando una madeja llena de sorpresas para armar fácilmente el rompecabezas: corrupción, separaciones, definiciones sexuales, conflictos maritales, traiciones. Todo un estuche de monerías que en Agosto se vuelve una caja de Pandora en el teatro San Rafael los fines de semana. l Cine “El imaginario del doctor Parnassus” Javier Betancourt El imaginario ha sido desde siempre el tema principal en el cine de Terry Gilliam, célebre miembro del grupo Monty Pyton; en un ensayo que acompaña el DVD de una de sus películas en la colección de Criterion, el profesor Jack Matthews afirma que Bandidos del tiempo (1981), Brasil (1985) y Las aventuras del barón Munchausen (1988) forman la Trilogía de la Imaginación asociada a las tres edades del hombre, respectivamente: infancia, madurez y vejez. La tentación fáustica de un monje budista de vivir eternamente contando historias de El imaginario del doctor Parnassus (The Imaginarium of Doctor Parnassus, Gran Bretaña-Francia-Canadá, 2009), resume la aspiración misma del ahora septuagenario Terry Gilliam; al igual que el Doctor Parnassus (Christopher Plummer), que recorre Londres con su carreta proteiforme donde caben todas las
fantasías, Gilliam acomete la empresa de proponer visiones insospechadas, actos de magia, paisajes a lo Tex Avery, Dante o extraídos del gabinete del doctor Caligary, percibidos según la capacidad para imaginar de cada espectador. Si cine es un medio colectivo, la imaginación es un acto individual; los personajes de Gilliam siempre encuentran una puerta por donde filtrarse a otras dimensiones a la medida de su propia fantasía. Una idea genial en El imaginario del doctor Parnassus es la traducción de imaginación a espacio; el diseño del furgón del mago milenario, casa, teatro, circo, espejo mágico, y todo a la vez, se inspira en los teatros en miniatura de Benjamin Pollock, un artista del siglo XIX dedicado a hacer litografías de carteles teatrales y escenarios que fascinaban a chicos y grandes. Personaje, este Pollock, clave para visualizar el imaginario de la era Victoriana. A diferencia de otros realizadores barrocos y multirreferenciales, Terry Gilliam no se conforma con acumular alusiones a pintores, escritores o cineastas (incluyéndose a sí mismo); sus películas incorporan ese material a la sustancia de la imagen. De esta manera, el ambiente surrealista del Londres actual que logran los directores de arte emana del armatoste mágico del doctor Parnassus. Tarot, círculos mágicos, serpientes, demonios, toda una iconografía extraída sobre todo de la Edad Media, se condensa en el circo ambulante donde el demiurgo vive con su hija Valentina (Lily Cole), joven de 16 años codiciada por el diablo (Tom Waits), un enano (Verner Troyer), además de Anton (Andrew Garfield), un mercurial asistente que anuncia los actos del gran mago. El gran tesoro es el espejo mágico que se abre al imaginario, cita obvia a Lewis Carroll, con la diferencia de que el mundo al que accede Alicia se sostiene por sus propias leyes (la Lolita de Carroll tiene que entenderlas), mientras el mundo al que accede cada visitante del doctor Parnassus, en cambio, depende de su propia imaginación. El imaginario del doctor Parnassus se haya más cerca de La tempestad que de Alicia en el país de las maravillas; el doctor Parnassus vive preocupado de la suerte que le espera a su hija adolescente en un mundo dominado por el mal, Anton equivale al espíritu esclavizado del Ariel de la obra de Shakespeare, Calibán sería Tony (interpretado por tres actores debido a la muerte inesperada de Heath Ledger). La diferencia es que aquí, a diferencia de Próspero, que renuncia a la magia, el desobediente doctor Gilliam se instala para siempre en ella. l Televisión Telecomunicaciones y Contenidos Audiovisuales (I) Florence Toussaint Se encuentra en discusión una nueva ley federal que reúne bajo un mismo ordenamiento las telecomunicaciones, la radiodifusión y los contenidos audiovisuales. La iniciativa fue presentada con el acuerdo de las bancadas del PRI, PRD y Convergencia. Se divide en 13 títulos y 272 artículos. Su amplitud y complejidad hace difícil el análisis en una sola entrega, por lo cual aquí solamente abordaré los rasgos que parecen novedosos en relación con las leyes anteriores. Destaca el cambio radical en la determinación del tipo de frecuencias: Desaparece la diferencia entre concesión y permiso relativo a la venta de espacio. Ahora todas las frecuencias tendrán derecho a insertar anuncios. Las de lucro, 24 minutos por hora en radio y 12 en televisión no acumulables. Las de beneficio social, 12 minutos por hora en radio y 6 en televisión. En el nuevo modelo sólo hay concesiones que se dividen en cuatro modalidades: uso comercial, uso social, uso público y uso privado. Las concesiones para uso comercial deberán pagar una cantidad al Estado llamada “contraprestación”, se otorgarán mediante licitación sin subasta y se afirma que habrá transparencia en el proceso. Los permisos serán para las redes públicas de difusión que no usan espectro, por ejemplo el cable. Y para las comercializadoras que sin ser concesionarios den servicio de telecomunicaciones. Aquí puede aparecer un intermediario que encarezca los servicios, pues no está muy clara la función de los “comercializadores”. Otro rasgo que deja atrás la Ley Federal de Radio y Televisión es que se acepta inversión extranjera
directa en radiodifusión. El monto permitido llega a 25%, mientras que en las telecomunicaciones se acepta 100%. Este proyecto es claramente regresivo, especialmente en telecomunicaciones, y favorece a las grandes trasnacionales, mientras que deja a los industriales mexicanos en condiciones de asimilarse a empresas foráneas para poder competir. El tercer elemento que destaca por no haber estado presente ni en las leyes ni en las propuestas anteriores, es la intención de nacionalizar los contenidos en señal abierta. Estipulan que en el primer año debe hacer 20% de programas mexicanos; el segundo y tercero, 30%; el 4 año, 40%, y el quinto, 50%. Y esta es la medida final a la que deberán tender todas las emisoras del país. Considerando lo que hoy existe, se favorece también a los grandes jugadores que son los que más producen. Se estimula también la producción independiente hasta en 20% y se crea un Fondo de Apoyo para los independientes (Continuará). l
Libros San Gabriel Jorge Munguía Espitia El colombiano Gabriel García Márquez es uno de los escritores más leídos, con una vasta obra periodística y literaria entre la que destacan La hojarasca (1955), Relato de un náufrago (1955), El coronel no tiene quien le escriba (1961), Los funerales de Mamá Grande (1962), Cien años de soledad (1967), su obra maestra, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972), Crónica de una muerte anunciada (1981) y Noticias de un secuestro (1996). En 1982 la Academia Sueca le otorgo el Premio Nobel de Literatura porque en su obra se combina la realidad con la fantasía para crear un mundo mágico, que refleja la vida y conflictos de América Latina. La aparición de su biografía, escrita por el inglés Gerald Martin titulada: Gabriel García Márquez. Una vida. (Ed. Debate. Col. Biografía. México, 2009 626 pp.), que causó expectación y polémica, está construida a partir de las memorias del escritor y entrevistas, así como de conversaciones con sus conocidos, consulta de otras biografías, documentos (pocos) y estudios críticos. El grueso libro se divide en tres partes. La primera (1899-1955) abarca desde los orígenes hasta que el escritor inicia su carrera periodística. La segunda (1955-1967) comprende su ida a París, residencia en México, primeras publicaciones y escritura de Cien años de soledad. La tercera (1967-2005) examina la creación de otras novelas, la concesión del Premio Nobel, pero fundamentalmente trata de sus convicciones y actos políticos. También de su cercanía con los hombres del poder: políticos, empresarios, actores, cantantes… La biografía escrita por Martin hace una relación cerrada de lo vivido por García Márquez. Sin embargo, aunque ubica obras y contextos, le hace falta una mayor reflexión sobre las influencias literarias, así como recuperar “las críticas duras” a sus creaciones. Por otro lado, con respecto a su participación política, no se incluyen los cuestionamientos que le han hecho, entre otros, Guillermo Cabrera Infante, Reinaldo Arenas y Mario Vargas Llosa. Tampoco se presentan las disputas en torno a sus ficciones dedicadas al poder, en donde lo que ha realizado es una descripción pintoresca de los dictadores, oligarcas, caciques, caudillos… y reducido sus actos a caprichos, gracias, ocurrencias… sin comprender que estos personajes son parte de las formas pervertidas de la autoridad e ignorar lo sustancial: el dominio y la arbitrariedad del poderoso y sus comparsas. Por último, cansa el detallado relato sobre la amistad con Fidel Castro, en que aparece su simpatía incondicional. La biografía que presenta Gerald Martin sin duda alguna es meritoria por el repaso que realiza. No obstante, la falta de distancia crítica sobre el biografiado hace que su investigación sea una hagiografía. l Muy querido don Alfonso / Muy querido Arnaldo
Rafael Vargas Publicado por Siglo xxi Editores, Correspondencia 1923-1957: Alfonso Reyes-Arnaldo Orfila Reynal, es el nuevo título que se añade a la ya dilatada colección de epistolarios de Reyes con protagonistas culturales mexicanos y extranjeros. Su lectura da pie para recordar la relación entre ambas figuras.
Son muchos y muy valiosos los rescates, investigaciones, ediciones, ensayos y artículos sobre literatura mexicana que en el curso de cuatro décadas ha realizado Serge Zaïtzeff, distinguido escritor e investigador franco-canadiense de la Universidad de Calgary, cuya pasión por nuestras letras representa en verdad una fortuna para México. Fruto de esa pasión y laboriosidad es un nuevo libro de cartas de Alfonso Reyes con Arnaldo Orfila Reynal, el argentino que, desde que vino a México en 1921, a la edad de 24 años, comenzó a convertirse en nuestro compatriota. El undécimo epistolario alfonsino editado por Zaïtzeff es un libro esbelto (apenas más de cien páginas) que contiene 42 cartas escritas en un periodo de 34 años. La primera, firmada por Orfila en octubre de 1923, hace mención a dos misivas cruzadas anteriormente, y apela al recuerdo de los “gratísimos días” en que él y Reyes se conocieron en Madrid, un año antes. El motivo de esa carta es solicitarle una colaboración para la revista Valoraciones (de cuyo cuerpo fundador Orfila forma parte), hecha por un grupo de estudiantes de la Universidad de La Plata, una ciudad al sur de Buenos Aires, a una hora de distancia en tren, y bullente de actividad cultural. Reyes, siempre generoso con los jóvenes (es nueve años mayor que Orfila), envía la colaboración requerida y traba así una relación que habrá de convertirse en una cordial amistad y dará lugar a hechos muy importantes en la vida del escritor que, casi cuatro años más tarde, a principios de julio de 1927, llegará a Buenos Aires en calidad de embajador de México. La relación de Reyes con Argentina tuvo una significación enorme en su vida, como es evidente a través de su obra literaria, y como lo corrobora Alfonso Reyes en Argentina, la magnífica y nutrida compilación de textos de/sobre Alfonso Reyes y su relación con ese país, coordinada por Eduardo Robledo Rincón y editada por la Embajada de México y Ediciones Universitarias de Buenos Aires (Eudeba, casa editorial que Orfila ayudó a crear en 1958). A la sombra de ese libro se disfrutan y comprenden mejor las cartas cruzadas entre 1923 y 1946 por Reyes y Orfila, que conforman casi la mitad del epistolario. En su conjunto, éste tiene, grosso modo, un carácter marginal, pues no hay en él cartas que sean especialmente relevantes o reveladoras. La mayor son muy breves, líneas de cortesía para cobijar una petición, informar sobre un asunto puntual, acusar envíos. Las dos más destacadas son, sin duda, las que de una y de otra parte se envían a propósito de la muerte de Pedro Henríquez Ureña (ocurrida en 1946), causante de la perdurable amistad entre ambos, a quien querían entrañablemente. Pero aun ellas se apegan a formalidades que acusan un cierto grado de distancia. (Es obvio que, durante sus días en Argentina, Reyes hizo migas más estrechas con Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo y otros escritores congregados alrededor de la revista Sur que con los escritores e intelectuales platenses, si bien sobre algunos de ellos –Alejandro Korn, Francisco Romero, Juan Manuel Villarreal– escribió páginas que muestran admiración y afecto.) Pero ello no quiere decir que esta nueva compilación de cartas carezca de importancia. Como bien ha escrito el historiador Javier Garciadiego, “los epistolarios ‘marginales’ sirven para conocer el conjunto de las ‘redes’ literarias y sociales que Reyes tenía. Aunque nos descubren asuntos secundarios, nos permiten conocer mejor su vida y obra.” 7 Por lo demás, las siempre informadas y pertinentes notas de Zaïtzeff enriquecen la obra, que sólo tiene una ligera falla, subsanable en futuras ediciones: haber dejado afuera las cartas relativas a la publicación de las Obras Completas 7
Javier Garciadiego, “Hacia las ‘cartas completas’ de Alfonso Reyes”. Boletín Editorial, número 101, El Colegio de México, p. 13, enero-febrero de 2003.
de Reyes, que él y Orfila intercambiaron a mediados de 1955, cuando éste era director del Fondo de Cultura Económica. En cierta forma, la sustancia de ambas, publicadas en las páginas 34 y 35 del número 274 de La Gaceta del Fondo de Cultura Económica en octubre de 1993, es ya conocida por los lectores de Reyes. Una parte se la contó el propio Arnaldo Orfila a Alejandro López López cuando éste lo entrevistó en 1987 con el propósito de hacer un programa para Radio Educación: “Ya en 1951 o 52 le hago una propuesta a la Junta de Gobierno. Le digo: hay un escritor cuya obra debería reunirse; es don Alfonso Reyes, es el escritor más sólido de México, y por ahí hago la presentación de las cosas y planteo el proyecto de hacer diez tomos por lo menos. Entonces me aceptó [el proyecto] la Junta que presidía don Eduardo Suárez y en ella estaban Gonzalo Robles, Eduardo Villaseñor, Martínez Adame, García Reynoso, en fin, un grupo de gente que había ahí. Entonces íbamos Laurette y yo casi todos los sábados a casa de don Alfonso. Voy y le digo: don Alfonso, ayer la Junta aprobó mi proyecto de publicar sus obras completas. Se levantó, se emocionó mucho y vino a llorar, a llorar en mi hombro, y me dice: tenía que venir un argentino para que me publicaran mis escritos. Él quería mucho a Argentina. Estaba enamorado de dos o tres mujeres de Argentina y era muy argentinófilo, más que yo, argentino.” 8 La otra parte se encuentra en el “Proemio” que Reyes escribió en octubre de 1955 para la edición del primer tomo de sus Obras: “Considerando, pues, que este año de 1955 se cumplen mis bodas de oro con la pluma, y a propuesta de don Arnaldo Orfila Reynal, actual director del Fondo de Cultura Económica, la Junta de Gobierno de dicha casa editorial me hizo saber, a comienzos de mayo del año en curso, que había decidido ofrecerme la publicación de mis Obras Completas, permitiéndome realizar así el ideal de toda carrera humana, de toda verdadera conducta, que es el acercarse a la Unidad cuanto sea posible, venciendo así el asalto constante de la incoherencia y de los azares que por todas partes nos asedian, y dando así un nuevo estímulo a mi trabajo en el crepúsculo de mi vida. Me complace expresar mi gratitud a tan nobles y generosos amigos...” Dado lo que Orfila cuenta, la carta que le envía el 6 de mayo de 1955 es un mero formulismo. Vale la pena reproducir el primer párrafo por lo que denota la expresión que el gran editor emplea en las líneas con que éste cierra: “Me es muy agradable poder informar a usted que la Junta de Gobierno de esta Editorial ha resuelto aceptar la propuesta de esta Dirección de que el Fondo de Cultura Económica se haga cargo de la honrosa tarea de publicar toda su obra escrita, cumpliendo así una obligación nacional y contribuyendo de esa manera a prestar un servicio a las letras de habla hispánica.” Esta es la expresión más sencilla y elevada de la admiración que Orfila siente por Reyes desde tres décadas antes. Reyes contesta, en el segundo y el tercer párrafos de su carta del 7 de junio: “Considero como un verdadero privilegio el unirme así, de modo definitivo, a las nobilísimas labores que, ésas sí, han levantado el nombre de nuestra cultura, de nuestro país, de todos los pueblos de nuestra lengua. “Tendré el mayor gusto en tratar con usted los detalles de este proyecto, celebrando esta ocasión más de disfrutar de su buen comercio amistoso, que ha sido para mí, desde hace tantos años, fuente de continua complacencia.” Tal vez no haya mejor demostración de amistad en su correspondencia –sobre todo en la que documenta los “años mexicanos” (de 1948 a 1957), comprensiblemente escasos de envíos, pues comían juntos casi todos los sábados– que estas dos cartas, prueba de mutuo aprecio. Puesto que Orfila no fue propiamente un escritor (aunque en 1945 publicó su primer y único libro: El petróleo, en el que advierte a los países productores de América Latina de la necesidad de conservar la soberanía sobre ese recurso), la relación que mantuvo con Reyes fue relativamente asimétrica. Cabe suponer que, en el plano de la admiración, la de Orfila hacia Reyes fue siempre 8
Alejandro López López, «Conversaciones con Don Arnaldo Orfila Reynal». En Arnaldo Orfila Reynal. La pasión por los libros. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1993, p. 55.
mayor. Pero no hay que olvidar que fueron Reyes y Henríquez Ureña quienes le propusieron a Daniel Cosío Villegas que el Fondo abriese una representación en Buenos Aires y que Orfila la encabezara. La trama de esa amistad se completa en 1992, cuando se otorga a Orfila el Premio Internacional Alfonso Reyes. Desafortunadamente, problemas de salud le impiden asistir a la ceremonia de entrega, celebrada el 15 de noviembre de 1993, lo mismo que redactar el correspondiente discurso de aceptación. Ahora, gracias a este nuevo libro, podemos imaginarlo. l “Seguir siendo: Café Tacvba” Columba Vértiz de la Fuente Con extraordinaria imaginación y paciencia para moldear durante dos décadas las sendas creativas del arte contemporáneo más original, el cuarteto Café Tacvba trasciende ahora las buenas conciencias de antagonistas y fieles fans nacionales, en un testimonio fílmico que lo muestra en explosiva plenitud a lo largo de tres años de giras mundiales. Para componer la balada Las batallas, el arte visionario de los tacvbos se inspiró en la novela Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco, quien el viernes 23 recibirá en España el Premio Cervantes. Por primera vez el grupo de rock Café Tacvba (así con “v”, para no ser confundido con la famosa cafetería de las calles de Tacuba en el Centro Histórico de la Ciudad de México), se muestra tras bambalinas sin poses ni máscaras en un documental de 80 minutos dirigido por los jóvenes cineastas Ernesto Contreras y José Manuel Cravioto. Fueron los mismos integrantes de la banda musical Rubén Albarrán (voz y guitarra), Emmanuel del Real Díaz (teclados, guitarra y voz), José Alfredo y Enrique Rangel Arroyo (el primero guitarra y el segundo bajo), quienes pidieron a Contreras (realizador del filme Párpados azules) y Cravioto (a cargo del documental Los últimos héroes de la Península) grabar la película que se intitula: Seguir siendo: Café Tacvba. El bajista Enrique narra a Proceso que el proyecto se le ocurrió al grupo desde 2007, así: “Tuvimos una invitación para tocar en Japón. Al ver que era la posibilidad de entrar en contacto con una cultura lejana tanto geográficamente como distante a lo que estábamos acostumbrados, porque sólo habíamos hecho giras en Centroamérica y Sudamérica, o ante el público latino de Estados Unidos, pensamos que sería muy buena idea documentar aquel momento.” Coincidió que Ernesto Contreras se hallaba presentando Párpados azules en el Festival de Tokio: “Creímos que iba a resultar un corto-documental, lo cual generaría más público nuestro por Japón, pero no queríamos que pasara desapercibida dicha visita como nos sucedió en ocasiones anteriores por otros países. Una vez que ambos cineastas accedieron no sólo a filmar las presentaciones en vivo y las pruebas de sonido, sino también la interacción con esa cultura asiática, pensamos que las vivencias se podrían extender a algo mayor, y sí, Seguir siendo... devino en un largo.” De tal manera que durante la gira de los tacvbos promoviendo su reciente disco Sino, cámaras y micrófonos del dueto cinematográfico acompañaron a los músicos del cuarteto formado en 1989 al norte de la capital mexicana por la experiencia nipona. Batallas en un desierto Contreras especifica que trabajaron el proyecto dos años y medio. Seguir siendo: Café Tacvba sólo se ha proyectado en Guadalajara, Jalisco, durante la 25 edición del Festival Internacional de Cine de esa ciudad, una premiére donde los tacvbos lucharon en pos de negociar la distribución del filme, pero hasta ahora “no hay nada concreto”. De cualquier modo, el productor Luis Albores prevé con entusiasmo estrenar en breve la película. Por supuesto, la agrupación que se ha ganado el respeto en todo el continente y más allá comparte con ánimo sus expectativas, ya que hoy por hoy está considerada como la más creativa del boom del rock alternativo de los años noventa en el Distrito Federal, cuando solía impactar a públicos
juveniles del antro vanguardista La Última Carcajada de la Cumbancha (el LUCC), mítico foro abierto por los hermanos Barajas en la colonia Guadalupe Inn. Su música ha triunfado sobre encasillamientos fáciles de onda pop comercial y demás categorías particulares, por fusionar el cuarteto un mundo de géneros varios que mezclan rock, hip-hop y electrónica con ritmos del folclórico latino y mexicano: samba, mariachi, norteño, tejano, en fin... Enrique abunda: “Nuestro primer disco en 1992, Café Tacvba, tuvo mucho éxito. Veníamos de dos años y medio de estar tocando en la Ciudad de México y visitando algunas otras ciudades del país, y sabíamos que había un público esperando este álbum. Ese éxito le sorprendió a la compañía disquera con la que trabajábamos, en menos de dos meses vendió lo que ellos pensaban lograría tras un año de vida del disco. Eso nos permitió viajar, conocer...” Esos fueron los años de su explosivo despegue: 1992 y 1993. Ahora, el documental presenta tanto conciertos en Tokio y otras plazas japonesas, como de Estados Unidos y España; además, aparecen conversaciones en torno a Café Tacvba sostenidas por varios personajes como el músico y productor argentino Gustavo Santaolalla. En síntesis: se descubre el proceso creativo que une a los músicos entre aviones, camiones, hoteles y camerinos. La amistad que los une, los problemas que enfrentan, las frustraciones y su deseo de permanecer en la cumbre del rock en el año 2009, cuando cumplieron 20 de ser Café Tacvba. Para Contreras, no hay duda: es la banda más importante de México “porque ha aportado mucho a la música”. Desde su origen “irrumpieron en la escena musical con una propuesta totalmente distinta, que era la de combinar toda esta cuestión de folclore y rítmica mexicana con elementos del rock, jazz o bossa nova, mezcolanza que no se había oído y para mi gusto fue una revolución, pues no se quedaron ahí, sino en constante evolución”. Natural franqueza A la pregunta de si acaso perdieron objetividad para realizar el documental, Contreras ataja que no se preocuparon demasiado por eso en el rodaje: “Al contrario, quisimos que fuera un proceso orgánico, espontáneo, muy de lo que iba pasando entonces, de lo que no imaginábamos iba a suceder. El tratamiento y la verdadera decisión de cómo sería la película fue durante el montaje, pues finalmente hay mucho qué decir de Café Tacvba. Teníamos no sólo material de nosotros, también de archivo y otro de los mismos músicos. “Al escoger desde nuestro punto de vista lo que simboliza Café Tacvba, esa parte se convirtió en un proceso más objetivo; pero insistiría en la intención de nunca perder como el fan que estaba allí, siempre viendo a estos artistas, el tratar de descubrirlos y conocerlos.” Cravioto incluso apunta que se vale no ser objetivo: “A mucha gente no le gusta. Siempre ponen una línea para decir ‘soy la persona que está contando esta historia, y no puede haber ese involucramiento emocional’, pero para mí es legítimo, porque resultan cosas positivas. Uno se debe dejar llevar, y si los sentimientos y las emociones te lo indican, tienes que atender esa parte.” –¿Qué aporta el documental dada la situación musical? –Hubiera sido ambicioso en el mal sentido de la palabra, si en vez de haber hablado de la música en general o de incluir la denuncia... se trata exclusivamente de conocer a estos seres que tienen en común crear música, y son muy talentosos. De cómo es su proceso creativo y lo que implica. Cravioto aclara que el filme se realizó con escasos recursos: “Parece que por ser Café Tacvba había la gran infraestructura para crear un documental, pero nuestro proyecto fue muy independiente, estábamos limitados a como estuvo estructurado el financiamiento.” Una “aventura grata y de aprendizaje” para los dos, si bien Contreras pensó enfocarse en la ficción y ha descubierto nuevas posibilidades expresivas, ya que “vi que hay una puerta más, muy interesante: al cine lo estoy viendo de otra manera, quizás una óptica distinta, tal vez por la música, o por el tipo de personajes.”
Tener fe y esperar A su vez, Enrique recuerda que en sus comienzos como Café Tacvba se daba “una barrera entre músicos y cineastas” que superó “el trato personal, integrándose al equipo que nos acompaña en las tocadas”. El bajista (quien dejó la carrera de diseñador para dedicarse a la música), no tiene memoria de un documental mexicano sobre algún grupo con las características de Café Tacvba. Con el filme, el también compositor pudo ver a Café Tacvba “desde afuera, y también lo que pasa adentro”. –¿Cómo visualiza a su banda desde el exterior? –A pesar de algunas tensiones y algunos desgastes que pueden existir a lo largo de dos décadas trabajando en conjunto, sobre todo en la preparación de las canciones y las giras, al final creo que es un grupo vivo. Tiene una visión. Es la visión de Café Tacvba que me parece sigue, está vigente. Los tacvbos somos un grupo en movimiento. –¿Qué los mantiene juntos? –Hay un respeto a la aportación de cada uno como creadores que somos. El respeto a la voz del otro es fundamental. Eso queda claro en el documental. Podría parecer que la trascendencia de Café Tacvba ha permanecido intacta en nuestra carrera, y no ha sido así. En muchas ocasiones hemos sido cuestionados, ignorados, criticados como voz nada coherente con lo que sucede en el presente musical. Nuestra propuesta no siempre ha sido admirada y respetada. “Como creadores no estamos tratando de satisfacer a un público, nos satisfacemos a nosotros cuatro. Una vez que terminamos de montar una canción que hemos elegido, ya sea compuesta individualmente o en colaboración, y estamos satisfechos, podemos valorar nuestro trabajo sin necesidad de que tenga aceptación del público. Es la manera más honesta de generar una visión.” Y refiere que en 1994 comenzaron a elaborar su álbum Red “ya pensando para ser grabado con un hilo conductor, con una propuesta conceptual que consideramos valiosa”. Sin embargo, tras aparecer el disco en el mercado, el menosprecio y las críticas fueron desconcertantes. “No efectuamos muchas giras en México. Y es curioso porque a la distancia, muchas de esas canciones de Red son fundamentales en la historia de Café Tacvba, como La ingrata, El baile del sabor, La negrita y El fin de la infancia. Nos dimos cuenta de que no importaba la opinión de las personas alrededor, es nuestra visión la que podía prevalecer como fuera.” –Será que no van acordes ustedes con la moda comercial... –Seguramente. No sabemos cómo entrar en el gusto comercial. Incluso si lo intentáramos, no lo lograríamos. Seguir siendo: Café Tacvba es un momento de reflexión: “De preguntarnos quiénes somos y qué sigue. No sé si ayuda también a cerrar un capítulo y ver qué sucede a futuro. Este año tenemos actividades referentes a la película y un par de proyectos editoriales: el libro de graficas por nuestro cantante Rubén Albarrán y otro de entrevistas por Enrique Blanc. En 2011 tomaremos un receso para el siguiente proyecto disquero.” Nada está escrito acerca del compacto. Redondea: “No sabemos hacia dónde vamos, y aun cuando se da esa distancia para componer individualmente, regresamos, y tenemos más coincidencias que diferencias que nos ayudan a la diversidad de las propuestas. Las coincidencias nos dan la fuerza para jalar todos parejos.” Y ahí está el detalle. Es el secreto de los tacvbos que resume en un par de voces: “Para apoyarnos.” “Las batallas” Oye Carlos ¿por qué tuviste que salirte de la escuela ésta mañana? Oye Carlos ¿porqué tuviste que decirle que la amabas a Mariana? En la escuela se corrió en rumor y en tu clase todo el mundo se enteró. En tu casa mamá te preguntó si acaso fue tu hermano quien te indujo, o peor aún, fue Mariana, si
fue ella quien te lo propuso. Papa dijo: “este niño no es normal, será mejor llevarlo al hospital”.Por alto que está el cielo en el mundo, por hondo que sea el mar profundo, no habrá una barrera en el mundo que mi amor profundo no rompa por ti. González Morantes y su filme sobre el Fobaproa Armando Ponce En el cine mexicano no hay censura, dice el realizador Carlos González Morantes, de quien el viernes 23 llegará a cartelera su cuarto largometraje, Crepúsculo rojo, “metáfora” de uno de los sucesos más vergonzosos de la historia de México: el atraco que hizo el gobierno a través del Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro) en 1994 y que se endosó a la ciudadanía. “No, no hay censura –puntualiza–, porque no es necesario, te mandan morir de otra manera...” ¿Cómo? Simplemente programan una película mexicana a las 10 de la mañana y la otra función a las 11 de la noche, o la ponen en cines distantes, inaccesibles, “y eso porque a los exhibidores no les queda de otra, si por ellos fuera...”. Con tres largometrajes en su haber: Tómalo como quieras (1971), Derrota (1985) y El otro crimen (1986), el director regiomontano egresado del Centro Universitario de Enseñanza Cinematográfica de la UNAM, y luego en ella jefe del Departamento de Cine y director de Actividades Cinematográficas, cuenta que en el caso de Crepúsculo rojo está peleando por 15 salas. “Antes el Estado hacía 150 películas, el cine mexicano estaba protegido por él mismo, las mejores salas eran para él. Con los grandes beneficios que dicen que trajo el Tratado de Libre Comercio, en vez de estar en el apartado de industrias culturales el gobierno nos mete a las industrias comerciales, y nos desarmaron por todos lados, porque no puedes competir con Estados Unidos en igualdad de circunstancias. Por eso Canadá se negó a entrar a ese apartado, pero nosotros no.” –¿Cómo trata el fenómeno del Fobaproa? –Como una metáfora en una ficción, pero que resulta ser de un realismo total. Aquí llegaron los banqueros y si debías 30 pesos ahora debes 30 mil. Se volvió realista. Ha habido siempre entre nosotros una contradicción entre la justicia y la ley. La justicias en México protege siempre a los bienamados. Yo planteo una degradación en las relaciones humanas, ante la cual ni los banqueros ni las autoridades se sensibilizaron. En México el Fobaproa no sólo representó la destrucción de los ahorros de mucha gente, sino toda una destrucción del tejido social, de familias que se pelearon, de matrimonios que rompieron, de amistades que terminaron. Y ese dinero acabamos pagándolo todos los mexicanos. La película asistió al Festival de Acapulco, la invitaron al de Puerto Vallarta, la exhibió en el de Pantalla de Cristal 2009 (ganó 13 premios), y está invitada a ir al de Bélgica, “pero me pidieron la traducción al inglés, y eso cuesta 20 mil pesos, es increíble que en México el director ahora tenga que hacer de todo, desde publicidad hasta empaquetar la película, y buscas apoyos por todos lados, con los amigos...”. –¿Y el resultado? –Estoy contento por varias razones: Primero, porque es una película que se hace en la Ciudad de México, en tiempos en que la provincia está olvidada. Y segundo, porque es un intento por rescatar un mucho el cine rural que ya está abandonado, ese que le encantaba a nuestra gente, porque el espectador mexicano fue cinéfilo a morir y ahora lo estamos echando de las salas porque no alcanza para pagar sus boletos, y porque ya no se habla de los campesinos ni de la clase baja en la Ciudad de México y ese público ya no se refleja en la pantalla. No los tomamos en cuenta. Está borrado de nuestro mapa político y comercial. Telemundo, organizador del Festival Pantalla de Cristal, sintetiza así la cinta: “Es la crónica de lo que sucede a un hombre de rancho al que le es imposible pagar un préstamo que se vuelve una bola de nieve por los altos intereses.” La crónica de una realidad que siguen padeciendo millones de personas. L
El caos Beatriz Pereyra A menos de dos meses de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010, en TV Azteca se vive prácticamente una guerra interna que tiene descabezado su proyecto mundialista, enfrentados a sus principales comentaristas, Christian Martinolli, Luis García y André Marín, y una larga cadena de despidos. Exempleados de esa televisora cuentan a Proceso el infierno que se vive en el área de deportes.
Hace cuatro años, la salida de José Ramón Fernández de Televisión Azteca dejó una estela de destrucción en el área de deportes que hasta hace poco competía en audiencia con Televisa en eventos como el Mundial de futbol y los Juegos Olímpicos. Hoy, a dos meses de Sudáfrica 2010, tiene a su equipo de cronistas deportivos fracturado y descabezado y sin definir su propuesta informativa. En entrevista con Proceso, exempleados de la televisora denuncian que unos 80 trabajadores han sido despedidos de forma injustificada, algunos sin liquidación, desde que la dirección de noticias que encabeza Ignacio Suárez se hizo cargo de la dirección de deportes en octubre de 2008. Aseguran que los reporteros de información general, y en menor medida los contados que quedan de deportes, son quienes generan los deficientes contenidos de Los Protagonistas y DeporTV, y que del grupo de cronistas deportivos sólo quedan “los mercenarios que hacen todo lo que les piden” y unos cuantos a “quienes no han podido correr, pero les hacen la vida miserable”. Por ejemplo, André Marín, quien llegó a fungir como el responsable de la sección de futbol de esa televisora, dejó de ser el reportero de la Selección Nacional, trabajo que realizó ininterrumpidamente durante poco más de 10 años, por las diferencias irreconciliables que tiene con Christian Martinolli y Luis García. Fabiola Ochoa, exproductora del noticiario Hechos Meridiano y del fallido programa Póker de Reinas (que apenas duró un par de meses al aire), fue asignada como productora general del proyecto Sudáfrica 2010, mientras que, ante la incertidumbre, los productores Óscar López y Enrique Valdés pidieron no participar en el proyecto y prefirieron regresar a la dirección de noticias. Hasta hoy, la oferta de TV Azteca para el Mundial la encabezan Christian Martinolli, como narrador; los exjugadores Luis García y Jorge Campos, como analistas; los exmundialistas Oswaldo Sánchez y Jared Borgetti, como invitados especiales, e Inés Sainz y Greta Rojas, de relleno. “Desde hace dos años les pregunté qué íbamos a hacer para el Mundial; es la fecha en que no hay un proyecto. Televisa cada semana pasa la historia de un jugador y Azteca no ha hecho nada. Les dije que no estaba a gusto porque nos estábamos rezagando y me dijeron: ‘ahí esta la puerta’, y me corrieron”, cuenta Odín Ciani, reportero y productor que trabajó durante 11 años en TV Azteca y fue despedido en diciembre de 2009. “Sin José Ramón ya no habrá Valdano ni Menotti ni Güiri-Güiri. Ya no está Marín en la Selección; los reporteros que hacen la talacha y que sí son de deportes, no todos van a ir; en su lugar, van a llevar a sus reporteros de noticias. Sí, quedan Martinolli, Rosique, García, ¿y qué más? Tienen enfrente una televisora que los va a destrozar porque mantiene su grupo de expertos, y Azteca va a ir con sus mismas cinco personas de cuadro, las dos chavas despampanantes, ¿y el plus? El Mundial no es ir a cubrir partidos de futbol, como piensa Ignacio Suárez”, lamenta Ciani. La empresa alega que fue él quien renunció y se niega a pagarle el finiquito correspondiente. Ciani interpuso una demanda en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, porque de un día para otro fue lanzado al desempleo. Ciani, de 37 años, da su versión: “Hay que decirle a quienes se preguntan qué pasó en TV Azteca
que llegó la gente de noticias a devastar deportes. Que reporteros, productores, editores, realizadores y comentaristas hemos sido objeto de maltratos e injusticias. Que destrozaron familias. A mí me dijeron ‘lárgate’ cuando me atreví a decir que teníamos que mejorar lo que hacíamos y porque osé quejarme por los abusos de Ignacio Suárez e Ignacio Núñez (director de información), personas del área de noticias, ignorantes del tema deportes, pero que decían que no les gustaba mi trabajo. “Si después de 11 años no les gusta mi trabajo, que me liquiden. Callé mucho tiempo por miedo. Ahora hablo porque está de por medio mi familia. Tengo un joven de 20 años en la universidad, una niña de 15 años en la prepa y una de 14 en la secundaria, que comen, se enferman; he pasado cuatro meses muy duros, me dejaron en la calle”, cuenta Ciani. La debacle Cuando en septiembre de 2006 se anunció que José Ramón Fernández se despedía para supuestamente atender sus problemas de salud, luego de haber trabajado durante 33 años en la televisora del Ajusco, Pablo Latapí fue nombrado director general de Deportes de TV Azteca. El evento deportivo más importante que le tocó durante los casi dos años que ostentó el cargo fueron los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Sin embargo, Latapí fue marginado y la cobertura quedó en manos de la Dirección de Espectáculos. Los reporteros y comentaristas deportivos quedaron relegados a simples invitados en la transmisión. Al darse cuenta del error, la Dirección de Noticias se hizo cargo de la producción de la última parte de la justa veraniega con el apoyo del personal de deportes enviado a China. Fue demasiado tarde. Barak Fever y Carlos Sequeyro, ambos ya fuera de TV Azteca, suponen que la cobertura de Sudáfrica será como la que padecieron en Beijing, cuando los reporteros de noticias elaboraban notas en las que decían que el multimedallista Michael Phelps es un “nadador lento”, o que mandaban a corte justo en el instante en que iba a empezar una competencia, o que no utilizaron las entrevistas con atletas de la talla de Elena Isinbayeva o la gimnasta Nastia Liukin porque ignoran quienes son. “No hay producto deportes, no existe, no hay oferta, no hay nada más que las narraciones que gustan a muchos y a otros no. Su única apuesta es la Selección Nacional y lo demás no les interesa. Ni DeporTV ni Protagonistas ni los partidos de la liga. Han abandonado todo, y si ya no existe el futbol como noticia, menos otros deportes. El Mundial en Sudáfrica será peor que Beijing. Difícilmente me lo puedo imaginar, pero si hubo Protagonistas o no en esos juegos, en México ni quién se enterara. Sin un líder, en Azteca no les interesan los deportes”, reflexiona Fever. Sequeyro ofrece algunos ejemplos: “Corrieron al productor de toda la vida de DeporTV, Emilio Reyes, y también a René López, de Protagonistas. Yo me quedé como jefe de información. Suárez asignó conmigo al productor de Hechos, Óscar López, y el día que México jugó la eliminatoria contra Honduras me sugirió que abriéramos el programa con una nota de parapente para que la gente viera que hablamos de otros deportes, que no todo es futbol. Y así, muchas veces abrimos con parapente o patinaje, y no con la nota del día. “Supongo que así va a ser el Mundial, con los magos y payasos que les gusta llevar. Ya no viajan a los partidos de futbol, se hace en el estudio. Suárez ha hecho mucho daño, y me duele, es una tristeza que le falte al respeto al deporte y al televidente porque no le gustan los deportes”, lamenta Sequeyro. El corredero En septiembre de 2008, Latapí fue nombrado director de TV Azteca Tijuana. Ignacio Suárez se hizo cargo de deportes y a pesar de que el día que fue presentado garantizó que no habría despidos, comenzó a deshacerse del personal. “En noviembre empezó el corredero. Un viernes negro corrieron a 40 personas. Los llamaban a recursos humanos, les decían: ‘ten tu dinero y vete’, o les bajaban el sueldo y los obligaban a
renunciar para no liquidarlos. Suárez metió a reporteros, productores y jefes de información de noticias a hacer deportes. Me queda claro que vomita los deportes, el futbol, y nos vomitaba a nosotros, a todos los que olíamos a José Ramón o a Latapí. “A André Marín y a Enrique Garay no los corrió porque no pudo, pero son sus enemigos número uno y les hace la vida imposible”, cuenta Carlos Sequeyro, quien trabajó tres años en TV Azteca y hoy está en Radio 13. A pesar de que es cronista, reportero de cancha, analista y conductor, y de que se desempeñó como jefe de información y productor entre 2005 y 2008, a Sequeyro le dijeron que no encajaba en nada. “Suárez nos decía que los de deportes no hacíamos nada bien. Tiene la idea de que somos unos tontos. Me liquidaron, pero no me dejaron subir por mis cosas. Sólo porque cuando me iba me encontré a Marín, él me dejó pasar a recogerlas. Esta gente me vio como aliado de Marín y por eso me sacaron. A muchos otros les dieron lana, como a Luis García, para que estuvieran contentos y no se quejaran, y hay otros que siguen ahí, pero están tristes, enojados, amargados. “Un día le dije a Luis: ‘esto se está poniendo bien duro, Suárez hace esto y lo otro’. Y me dijo: ‘no, todo está muy bien’. En una junta, Suárez anunció que ya no íbamos a transmitir los partidos de Jaguares porque a nadie le importan. Dijo: ‘a ver cómo deshago el contrato’, y ahora Azteca quiere comprar ese equipo. Este señor no tiene idea de lo que venden los deportes, o un Mundial de futbol. Bueno, ¡Azteca es dueña de un equipo! Y todavía pregunta por qué tienen que existir los deportes en los noticiarios y por qué debe existir un área de deportes”, cuenta Sequeyro. Resultado de esto es que el equipo de comentaristas de deportes de TV Azteca está claramente dividido. En un grupo está la mancuerna narrador-analista que forman Christian Martinolli y Luis García, que además de estar en las transmisiones de futbol son los titulares de DeporTV. En el otro, André Marín y Enrique Garay conducen Los Protagonistas de la noche. Según Odín Ciani, son tres grupos: “los mercenarios que ganan mucho dinero y no se van a quejar de nada; los que no deberían estar porque no saben de deportes, y los que aman su trabajo y quisieran que esto cambiara. A Azteca le conviene tener a tontitos, títeres que no cuestionen. En las transmisiones ahora todo es burla: un comentarista sólo dice chistes y ni se le entiende; otro se la vive burlándose de los jugadores, y el otro fue un gran futbolista, pero se le olvidó que estuvo en la cancha. Son una falta de respeto al televidente sus albures, las mofas, pero como no pueden hacer un análisis serio, y no se pueden acercar a los jugadores porque los odian, recurren a eso”. Ciani dice que ni a Suárez ni a Núñez les interesa que Azteca deportes genere información, que no mandan reporteros a las notas y que sólo cuando leen el diario deportivo Récord se les ocurre que alguien vaya a hacer la misma nota que se publica ese día en portada. “Es un engaño deportes de TV Azteca. No tienen información o la sacan uno o dos días después que lo leyeron en Récord o en internet. Antes éramos los primeros en sacar las notas, ahora su información está podrida. Núñez, un tipo con problemas de personalidad, me decía que no le gustaba mi trabajo, que parecía poeta, pero me lo decía con aliento alcohólico y con su camiseta del Toluca puesta. ¿Cuándo has visto a un periodista serio con la playera de su equipo favorito dando instrucciones?, pero como es sobrino de Ricardo Salinas (dueño de TV Azteca) nadie lo toca”, se queja Ciani. Ignacio Suárez, “el responsable...” Para Barak Fever, reportero que laboró en Azteca durante 11 años, es claro quién es el responsable de la debacle en deportes: “Ignacio Suárez, así de fácil”, sentencia. Responsable de realizar La Contracrónica y Los Valedores de Iztacalco, fue despedido el 23 de junio de 2009 después de haber estado congelado durante seis meses en los que, presume, Suárez trató de “reventarlo” para obligarlo a renunciar y así ahorrarse su liquidación. Fever, quien ahora trabaja en la cadena ESPN, explica que Suárez le decía que los televidentes se sentían agredidos con sus secciones por lo que tendrían que desaparecer. Aunque le enseñó los ratings para demostrarle que sí tenía buenos números y que podía seguir haciendo lo que le gustaba, el directivo le dijo que se fuera de vacaciones y que “se reinventara”, pues lo iba a reasignar como
productor. Durante enero y febrero de 2009, Fever fue asignado a trabajar en la preproducción del programa Campeón Azteca, el reality show de boxeo que fue una copia exacta de The Contender que la propia televisora transmitió. Fue la última asignación que tuvo hasta que lo despidieron. “Le entregué un demo y me dijo que a Salinas Pliego le gustó mucho, que era lo mejor que había visto para la televisión, que nunca había visto algo así… unos halagos tan exagerados que por supuesto no creí. Fue la última vez que hablé con él. Me seguí presentando, pero no era solicitado. Me tenía congelado, así estuve de marzo a junio, no tenía órdenes de trabajo. Llegaba a la oficina porque era mi empleo, no podía ausentarme, y él ni me hablaba. Es un tipo bipolar. Quería reventarme, es obvio, se habían gastado mucho en finiquitos y quería ahorrarse el mío.” Mientras Suárez fastidiaba a Barak Fever, Ignacio Núñez lo hacía con Odín Ciani, quien cuenta que, producto del estrés, un día amaneció con la mitad de la cara paralizada. Se comunicó con su jefe para decirle que no podría ir a entrevistar al portero del Toluca, Hernán Cristante, quien sería operado. A Núñez no le importó su estado y lo obligó a cubrir la información. “Fui a cubrir la nota. Cuando llegué a la redacción delante de todos los que estaban le grité: ‘Mira cómo estoy, no te pases. Me puedo morir y a ti te vale’. Me dijo que grabara la nota y que me podía ir. Fui el único que entrevistó a Cristante, estuve en el hospital, sólo nosotros traíamos las imágenes, entrevista con el doctor…y la nota ni siquiera salió al aire. En otra ocasión me castigó dos días en la videoteca calificando material porque le reclamé por qué no salían mis notas. Les quitaba mi voz a las notas y ponía la suya porque la mía no le gustaba, entonces por preguntarle por qué hacía eso, durante un mes diario me mandó a Puebla al entrenamiento del equipo y no entró ni una nota. Luego me dijo que eso era como castigo por quejarme”, narra Ciani. Rubén Cortés, quien después de haber sido director editorial en el noticiario Hechos de Javier Alatorre fue asignado como jefe de información de deportes, fue testigo de las injusticias de Ignacio Suárez y de las decisiones viscerales y antiperiodísticas que tomaba. Recuerda que se rehusaba a mandar a los reporteros a cubrir los campamentos de futbol y, en el absurdo, externaba que, por ejemplo, “si Cruz Azul quería que salieran sus notas, que pagara; entonces ya no quería que se cubriera nada. Azteca es dueña de los derechos de transmisión de ese equipo, no entendíamos por qué decía eso. Corrió a Eder Velázquez (reportero que cubría América) cuando era clarísimo que sus notas daban rating, lo mismo que las secciones de Barak”. No fue el único caso. “A Luis Manuel López (especialista en automovilismo, que tras la salida de José Ramón Fernández fue uno de los pilares que tuvo Pablo Latapí, además de David Faitelson, André Marín y Enrique Garay) lo echaron de una forma horrible. Pasó por la redacción con sus cosas en varias cajas acompañado por policías y no pudo sacar ni la información de su computadora”, asegura Cortés, hoy subdirector general del periódico La Razón. Odín Ciani cuenta que cuando los Pumas se coronaron campeones en el Torneo Clausura 2009 ante Pachuca, se comunicó con él Guillermo Negrete, ejecutivo de TV Azteca, para que convenciera al secretario general de la Federación Mexicana de Futbol que alargaran dos minutos más el medio tiempo para que pudieran sacar todos los anuncios que tenían vendidos. Aunque De María al principio se negó, terminó por ceder y el segundo tiempo del juego se inició cuando Televisión Azteca había cumplido ya con sus compromisos comerciales. Para la final del Torneo Apertura 2009 entre Cruz Azul y Monterrey, Odín Ciani ya no laboraba en TV Azteca. Una discusión con Ignacio Núñez desencadenó el conflicto. Dice que ya había negociado con los entrenadores Enrique Meza y Víctor Vucetich tener acceso a los dos vestidores independientemente de quién fuera el ganador, pero que aquel 13 de diciembre la televisora no transmitió el festejo porque no tuvieron acceso. “Terminó el partido y tuvieron que cortar la transmisión porque no hubo nadie que entrara al vestidor. Esa es la explicación. No fue porque el campeón fue el equipo de Televisa y cortaran el festejo y la premiación en vivo. No quiero que se entienda que me siento dios, pero es un ejemplo para que veas cómo te usan y luego te desechan”, concluye. l Noqueado por la ignorancia
Raúl Ochoa Campeón del mundo, al boxeador Víctor Manuel Rabanales lo arrasó el vendaval de la ignorancia. Le vendieron el Popocatépetl en 30 mil dólares, se hizo de una flotilla de taxis que estaban a nombre de otra persona, compraba llantas de auto sin tener el vehículo y por su cinturón de campeón, valuado en 15 mil dólares, le dieron 5 mil pesos, más la promesa de asesorarlo en negocios. Hoy, el pugilista chiapaneco avecindado en Neza es un milusos, lo mismo franelero, cargador, que ayudante en fondas y taquerías, y también, en sus noches de felicidad, asistente de boxeadores anónimos a los que ayuda poniéndoles el banquito.
CIUDAD NEZAHUALCÓYOTL, MÉX.- La ingenuidad y la nobleza del boxeador profesional han perseguido más de la cuenta al excampeón mundial del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) Víctor Manuel Rabanales. Dice que un día fue a las faldas del Popocatépetl con unas personas que le ofrecieron en venta una parte del volcán. Sin embargo, la negociación terminó cuando se dio cuenta de que querían engañarlo. “Como no llegamos a ningún acuerdo, me abandonaron en ese lugar”, recuerda. Minutos después aparecieron unas mujeres para ofrecerle el mismo terreno. “Y con esas personas cerré el trato”, dice en entrevista con Proceso. Fue así como Víctor Manuel Rabanales, quien se coronó campeón del mundo de peso gallo el 17 de septiembre de 1992 al derrotar en nueve episodios al japonés Joichiro Tatsuyoshi, adquirió el Popocatépetl por 30 mil dólares. Toda una ganga. El Rústico o El Lacandón, como lo apodaban, tomó tan en serio esta compra que se propuso realizar los más ambiciosos proyectos: “Pensé en construir un gimnasio para trabajos de altura y algunos juegos que a lo mejor me iban a dar clientes. También tenía la idea de poner una granja de conejos. Trataba de buscarle utilidad al terreno, porque sea lo que sea me dieron los papeles y se los entregué a mi esposa”. Asegura que tiempo después su mujer vendió esta propiedad por 30 mil pesos; es decir, la décima parte de lo que pagó por ella el pugilista. La compra del Popo es una de las anécdotas insólitas de Rabanales, así como la flotilla de taxis que compró sin saber que las facturas de los autos y los títulos de las concesiones salieron a nombre de otra persona. Asimismo, son memorables sus fiestas que se prolongaban hasta 20 días, y el departamento en Texcoco por el que pagó 65 mil dólares para que otros se lo apropiaran. Las glorias pasadas sólo perduran en su recuerdo, y ahora que se esfumaron las grandes ganancias – más de un millón de dólares– que obtuvo en el cuadrilátero debe enfrentarse a la cruda realidad. A sus 47 años, separado de su esposa, con cuatro hijos y seis nietos, Víctor Manuel afronta su más dura pelea por la supervivencia. Se gana la vida como franelero descargando frutas en el mercado de Texcoco y realizando todo tipo de faenas en restaurantes, fondas y taquerías. También vende las fotografías que le quedan de su época dorada en los cuadriláteros. A veces acude a las funciones de box y pide al anunciador que mencione su presencia para que el público lo ayude con algunas monedas. Tiene la esperanza de que los promotores se convenzan de que al público le gusta ver a los excampeones del mundo. En el ring, Víctor Manuel ofrece a los aficionados tomarse una foto con ellos a cambio de 50 pesos “o lo que gusten dar”. Incluso ofrece a la venta fotografías en las que aparece con otras figuras del boxeo. Ya no luce ensortijadas pelucas y tampoco tiene el diente de oro que caracterizaba su sonrisa. Atrás quedaron las camisas de seda y las joyas que formaban parte de su atuendo en el esplendor de su carrera. El lunes 12, día de la entrevista con este semanario, Rabanales aparece recién bañado en la puerta de su humilde vivienda –la única que todavía conserva– en Neza Viste pants azul marino descosidos, tenis blancos y una playera que ya perdió la blancura y en la que apenas se percibe el autógrafo de otro campeón del mundo, Jorge El Travieso Arce.
Desciende por la escalera metálica de su casa cargando un costal de lona donde guarda un balón de basquetbol que usa para hacer abdominales, una careta y dos protectores bucales. En el patio de la casa exhibe el reluciente cinturón que el CMB otorgó recientemente a todos sus campeones mundiales, y como testimonios fotográficos muestra fotocopias de sus propias imágenes. Tanto Víctor como su hermano Alberto, quien se acredita como reportero, pidieron que la entrevista se realizara en la exclusiva Plaza Ciudad Jardín. Golpes de la vida El Consejo Mundial de Boxeo le otorga al excampeón del mundo una ayuda mensual de mil 500 pesos que administra lo mejor que puede. “De ese dinero procuro gastar sólo 50 pesos diarios. Me compro una botella de agua, una torta o una comida económica. Lo importante es guardar algo por si falla el trabajo. A veces voy al gimnasio a enseñar a los jóvenes, a orientarlos y con eso me gano un taco”. Rabanales busca una oportunidad como auxiliar de manager. “Por eso una semana antes de que alguien vaya a pelear me le acerco para darle consejos. Le sugiero cómo puede mejorar su técnica, así como su condición física, y los alimentos que debe consumir. –¿Cuánto cobra por esa labor? –Cuando me dan no pasa de 60 pesos. La tarea es estar abajo de la esquina pasándoles el banquillo, orientándolos. El año pasado en una función llegué a reunir 2 mil pesos por la venta de fotos. Víctor Manuel comenta que un día antes de la entrevista fue a una taquería de los hermanos Ochoa a trabajar como ayudante. Llegó a las cuatro de la tarde y se marchó a su domicilio después de las dos de la mañana del lunes. “Ayudo a limpiar las mesas, las barras, a lavar el piso y a barrer. Tuve que aprender a defenderme en el trabajo. No me desanimo, al contrario. Como leo la Biblia mi fe también mejoró y cuando la gente se despide o me da las buenas noches le respondo: ‘Que Dios los bendiga’. En algunos lugares me aprendo lo que venden, y lo anuncio: ‘Pásenle, señores, todavía tenemos quesadillas, caldo de gallina’… en fin.” Confiesa que fue alcohólico y adicto, aunque no dice que se alejó del vicio. Sólo asegura que añora aquellos tiempos: “Todo lo que me esforzaba arriba del ring se traducía en ganancias. Ahora me doy cuenta de que es bonito vivir sano y tener buena mentalidad para acercarse a un hijo”. –¿Cuánto ganó como campeón del mundo? Se dice que fueron casi 800 mil dólares. –Si me pongo a sumar, fueron más de un millón. Me acuerdo que a veces gastaba hasta 5 mil dólares y no sabía en qué. Cuando sabes trabajar, aunque inviertas poco, obtienes ganancia. Yo quería que los empleados hicieran crecer el negocio pero no fue así. Para que una empresa sea próspera la debe cuidar el que invirtió en ella. –¿No le parece que la gente a la que confió sus negocios se excedió en el abuso? –Sí, pero ellos no tuvieron toda la culpa. Yo no me esforcé lo suficiente. No encontré la fórmula para que hubiera un beneficio económico. “Tengo la ilusión de volver a invertir en algo, en algún negocio. Ahora quiero comprar aparatos para un gimnasio, que es lo que conozco. Antes compraba llantas de coches, porque un carro usa llantas, y no me daba cuenta si en realidad me iban a servir para algo.” –¿En qué invirtió su dinero? –En dos terrenos, pero sólo me quedé con uno. Luego compré un departamento, pero no a mi nombre. También tuve tres automóviles... –¿El departamento no salió a su nombre? –Así fue. Otra persona figuró como propietario. Yo me conformaba con tener los papeles de compra-venta, sin saber que era fundamental contar con las escrituras. –¿Quiénes eran esas personas? –No tiene caso mencionarlo, no tienen la culpa. Yo confié y nunca pasó por mi mente que me podían perjudicar. –¿Cuánto pagó por ese departamento?
–Como 65 mil dólares. Estaba en Texcoco y terminaron por quitármelo. No tuve a nadie que me asesorara y no firmé ningún papel. Ni modo, la ley es la ley. “La gente que agarró mis cosas no hizo mal, yo dejé que lo hicieran. Creía que no necesitaba dinero como para vender una casa o un terreno, porque imaginaba que si trabajaba de ayudante, de ahí sacaría para comer, para vestir. No les dije a mis hijos y a mi esposa cómo administrar el dinero. Por momentos me olvidé que la familia tenía necesidades.” “Te va a ir mejor” En su búsqueda de una oportunidad como asistente, algunas veces Rabanales acude para realizar labores de apoyo al gimnasio de la Magdalena Mixhuca, al lado de otro grande del boxeo, Carlos Zárate, quien ahora es coordinador de boxeo en la delegación Iztacalco. Víctor Manuel, quien disputó 73 peleas con un saldo de 49 triunfos, 21 derrotas y tres empates, recuerda que el promotor Rafael Mendoza le sugirió que abriera una cuenta de cheques. “Me agarraba la fiesta por 20 días en lugar de hacer algo productivo. No me faltaban amigos para las pachangas, y como éstas cuestan, terminé por vaciar la cuenta en el banco. Antes podía hasta girar cheques sin fondos, porque tenía el respaldo de un capital. Ahora no puedo iniciar un negocio ni solicitar un crédito. Admite: “En mis fiestas los amigos me prometían: ‘te vamos a ayudar para que salgan bien las cosas’. Pero eso nunca ocurrió. No aprendí a valorar lo que tenía ni encontré a la persona idónea que me ayudara a trabajar, aunque fuera como barrendero o ayudante. “No aprendí a realizar labores productivas. Sabía pegarle a las piedras con marro, pero no me pagaban por hacerlo porque era parte de mi entrenamiento. A veces ayudaba a sacar piedras de los escombros y casi no cobraba porque consideraba que ese no era un trabajo, sino parte de mis entrenamientos en el boxeo.” –¿Cuántas fiestas organizaba al año? –Como tres. Fueron pocas. Las hacía en las casa e invitaba a las personas para que me conocieran más y poderles anunciar mis nuevas inversiones y proyectos. De entre todas esas personas no hubo ninguna que me pudiera asesorar para hacer buenos negocios. –¿Qué más le ofrecían además de autos y terrenos? –Mujeres. –¿Y gastó en ellas? –Sí. Lo hice para saber qué se sentía. Al principio lo disfruté pero después me ocasionó graves problemas familiares, pues por hacer esos gastos descuidé mi patrimonio. Debido a sus apremios económicos Víctor Manuel se vio “forzado” a entregar su fajín de campeón del mundo: “Se lo di a la persona que me ayudó a buscar patrocinios y hacer trámites ante el Seguro Social. Además, prometió que me iba a conseguir trabajo en la empresa donde laboraba, la Fábrica de Colchones Madrid. Un día me dijo ‘¿No me dejas el cinturón? Ahí nos ayudamos, te voy a dar una ayudadita más’. Sacó el dinero y le entregué el cinturón. Dijo que lo iba a tener en su casa, pero después me enteré que lo envió a Corea”. –¿Cuánto le dio por el cinturón? –El cinturón vale por lo menos 15 mil dólares y sólo me dio 5 mil pesos. Se lo entregué porque me asesoró para que me patrocinaran. Todavía me dijo: “Te va a ir mejor”, y me aconsejó que cuidara mi nombre y mi dignidad.
Sobre Hidalgo: la red “zeta” de alto nivel De la Secretaría de Gobernación
Señor director: En relación con la nota publicada en el número 1745 de la revista Proceso de fecha 11 de abril de 2010, cuyo título es Hidalgo: la red “zeta” de alto nivel, en la que se afirma que en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDORPIFAM/185/2010 se está investigando al gobernador Miguel Ángel Osorio Chong y a otros funcionarios por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero, no existe. Le pido publique la presente carta en beneficio de sus lectores. Atentamente Luis Estrada Director general de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación
De Comunicación Social del IFE Señor director: Con referencia a la nota titulada Hidalgo: la red “zeta” de alto nivel (Proceso 1745), donde se cuestiona la labor realizada por Hugo García Cornejo al frente de la Junta Local Electoral en Hidalgo, le quiero hacer las siguientes precisiones: Todos los puestos ocupados por el señor García Cornejo han sido producto de su trayectoria dentro del Servicio Profesional Electoral, donde sus evaluaciones le han permitido estar al frente de las juntas locales de Durango, Hidalgo y actualmente Veracruz. Para ser candidato a un puesto dentro del Servicio Profesional Electoral es necesario participar en concursos de oposición, instrumentos que permiten elegir al personal mejor calificado. Una vez superadas las pruebas, el funcionario es aprobado por el Consejo General. En dichas evaluaciones el licenciado García Cornejo ha obtenido calificaciones sobresalientes, con un promedio de 8.911, y en exámenes especiales, con un promedio de 8.837. La labor de Hugo García Cornejo ha sido reconocida no sólo por autoridades electorales, sino por los partidos políticos. Durante más de 18 años de servicio ininterrumpido en el Instituto Federal Electoral, Hugo García Cornejo representa un activo valioso y su labor al frente de los diversos cargos ha sido avalada por el Consejo General del IFE. Con fundamento en el artículo 27 de la Ley de Imprenta, le solicito publicar esta carta aclaratoria. Atentamente Licenciado José Luis Alcudia Goya Coordinador nacional de Comunicación Social del Instituto Federal Electoral De Hugo García Cornejo Señor director: Con referencia a la nota publicada en Proceso número 1745, del 11 de abril de 2010, titulada Hidalgo: la red “zeta” de alto nivel, atentamente formulo las siguientes aclaraciones: Rechazo categóricamente que yo esté implicado con organización criminal alguna, y ante esa falsa afirmación hago valer los siguientes argumentos válidos y verdaderos: –Mi paso por el Instituto Federal Electoral (IFE) ha estado sujeto a la permanente evaluación de dicha institución, ante la que invariablemente he acreditado todos los requisitos que ella y las leyes
imponen para ocupar cargos como el mío, como son –entre otros– la presentación de concursos de oposición. –Mi designación al frente de diversas juntas locales electorales, en todos los casos, ha sido producto de acuerdos del Consejo General del IFE, que es un órgano en el que concurren todos los partidos políticos nacionales, y en el que se toman las decisiones colegiadamente. No existe ninguna forma o manera en que yo pudiera influir en esas decisiones, salvo el ser un funcionario apto para ocupar los puestos que me han conferido. –En el estado de Hidalgo yo no participé en ninguna elección, pues me designó el Consejo General del IFE en 2007, y en 2008 (octubre) me readscribieron a mi actual cargo; en ambos casos, sin que yo lo hubiese solicitado. Mi paso por Hidalgo fue por 13 meses y no me tocó proceso electoral federal. –Esa supuesta denuncia penal, a más de un infundio, llega a grados de inverosimilitud que la reducen al absurdo. Quienes saben de la materia electoral conocen que las principales decisiones en el IFE se toman, sin excepción, por órganos colegiados, y que somos la institución del Estado mexicano más vigilada. No existe forma o manera de que un solo funcionario (y menos un vocal) pudiera influir en resultados electorales, ni en decisiones importantes a favor o en contra de ningún actor político. Y si alguien lo intentara, no creo que los partidos políticos y las autoridades electorales de dirección fuesen tan cándidos para no percibirlo y, sobre todo, sancionarlo. –Por último, a mí como persona me preocupa que alguien (persona o grupo) me esté atacando tan infundadamente. Pero creo que a todos quienes tenemos interés real en que los procesos electorales federales se mantengan organizados por funcionarios honestos, nos debe preocupar que a un funcionario federal electoral se le intente manchar como alguien quiere hacerlo conmigo. Porque si se lograra minar la autoridad moral de quienes conforman en todos los niveles al árbitro electoral, probablemente tendríamos funcionarios electorales de débiles decisiones por miedo al ataque. Y eso, a nadie que aprecie las elecciones limpias y legales conviene. Agradezco de antemano la publicación de esta carta, con fundamento en el artículo 27 de la Ley de Imprenta, pero, sobre todo, apelando al talante que distingue a su semanario. Atentamente Hugo García Cornejo
Respuestas del reportero La averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDORPIFAM/185/2010 sí existe y, por lo tanto, la investigación en contra de las autoridades hidalguenses es una realidad. Dicha indagatoria se inició días después de que el Grupo Hidalguense interpusiera una denuncia –signada por Miguel Olvera Rodríguez– ante la PGR, que fue recibida el pasado 11 de marzo por Irvin Barrios Mójica, titular de la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita de la PGR. A diferencia de lo que ordinariamente ocurre con otras averiguaciones, por razones que se desconocen dicha indagatoria, según pudo confirmar Proceso, no ha sido registrada en el Libro de Gobierno, por lo que la investigación se mantiene en la más absoluta reserva. Por lo que respecta a la carta del señor Hugo García Cornejo, preciso que los señalamientos en su contra no fueron formulados por este reportero, y aclaro que todo lo que se refiere a su persona está contenido en la denuncia de hechos que el Grupo Hidalguense interpuso ante la PGR para que realice una investigación federal. Atentamente Ricardo Ravelo En torno a Zacatecas: cisma perredista De Jesús Ibarra Salazar Señor director:
La nota titulada Zacatecas: cisma perredista, firmada por José Gil Olmos en Proceso 1745, contiene la denuncia de Raymundo Cárdenas en el sentido de que el gobierno de Amalia García, aprovechando la pobreza y las necesidades de los zacatecanos, ofrece materiales de construcción y dinero a cambio del voto por sus candidatos, en lo que será una reedición del “carrusel”. Señala igualmente que empresarios constructores contratados por el gobierno de Amalia García inflan los costos de las obras, con lo que, además de enriquecerse, le proporcionan recursos a la gobernadora para que ésta los utilice en sus propósitos electorales. Estas no son más que las prácticas políticas de siempre, heredadas del priismo a todos los partidos. Pero cabe preguntar a Raymundo Cárdenas si se están aplicando también a las candidaturas de diputados, senadores, alcaldes y regidores, y si los actuales gobernantes, junto con aquellos que los precedieron, no han sido beneficiarios de estas formas de hacer política, es decir, del fraude electoral. Para mí no hay duda. Como tampoco de que ganarán las elecciones quienes cuenten con los mayores recursos para la inversión en la compra del voto y dominen el know how de las triquiñuelas electorales. A quienes deseen conocer otros ejercicios de corrupción política que manipula el voto ciudadano, permítaseme recomendar aquí el sitio http://chuyibarra.blogspot.com, y en cuanto al carrusel, puede buscarse en YouTube un video donde John M. Ackerman explica cómo se realiza este fraude, en el que la maestría la tiene Elba Esther Gordillo. (Carta resumida.) Atentamente Ingeniero Jesús Ibarra Salazar Monterrey, Nuevo León De Norma Olivia González Guerrero Señor director: La suscrita fue mencionada por su reportero Raúl Ochoa en el reportaje que trata sobre la designación de los nuevos integrantes de la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD), publicado en Proceso 1743 el pasado 28 de marzo, bajo el título Agencia de colocaciones “De la Garza”. Al respecto, me permito hacerle llegar esta aclaración sobre una aseveración infundada que dicho reportero efectúa sobre mi persona. En efecto, el señor Ochoa, sin haberme dado el beneficio de la entrevista previa, simplemente lanza un comentario calificándome muy a la ligera de desempeñar un doble papel “cuestionable” al afirmar que, habiendo sido designada para ocupar un puesto titular en el próximo Pleno de la CAAD, también he demandado a dicho organismo al formar parte de la Comisión de Reorganización de la Asociación Estatal de Taekwondo de Veracruz. En efecto, habiendo sido designada como presidenta de la mencionada Comisión de Reorganización, interpuse demanda de amparo en contra de actos que, a mi juicio y de la Federación Mexicana de Taekwondo, revisten el carácter de ilegales por parte del actual Pleno de la CAAD. Ahora bien, en cuanto a haber sido designada como miembro titular del próximo Pleno de la CAAD, cabe afirmar que a la fecha no he sido informada con carácter oficial de dicha designación, y debo decir que me honraría mucho el formar parte de un organismo que requiere que sus integrantes se entreguen con seriedad, trabajo, imparcialidad y dedicación, aspectos de los cuales ha carecido desde hace ya mucho tiempo. Creo que es claro para usted y para todos los interesados que al no contar con un nombramiento oficial de miembro del Pleno de la CAAD, la suscrita puede ejercer como abogada postulante a favor de cualquier causa que considere conveniente, siempre dentro del marco legal, pues por no existir dicho nombramiento no hay circunstancia legal alguna ni conflicto de intereses que me impidan defender a la Federación Mexicana de Taekwondo ante cualquier autoridad o persona física
o moral que violente sus derechos. En el supuesto de que la suscrita sea nombrada por el Ejecutivo federal como integrante del Pleno de la CAAD, en ese momento deberé dejar de representar a cualquier persona, ya sea física o moral, ante cualquier órgano jurisdiccional o administrativo, y en caso de que se me presente algún asunto en el cual hubiere estado involucrada como postulante, deberé excusarme, pues precisamente por ese motivo se estableció la existencia legal de los miembros suplentes del Pleno de la CAAD. En tal contexto, ¿dónde radica el “cuestionable” desempeño profesional de la suscrita? ¿Dónde, en mi actuación, se infringe la ley? Por lo antes manifestado, le solicito publicar esta aclaración sobre las erróneas afirmaciones efectuadas sobre mi persona en la revista que usted atinadamente dirige. Atentamente Licenciada Norma Olivia González Guerrero Respuesta del reportero Señor director: El “doble y cuestionado papel” que se atribuye a la licenciada Norma Olivia González lo dio a conocer Enrique Ornelas. Por lo demás, ella no hace sino confirmar lo publicado, en el sentido de que interpuso una demanda contra la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD), en la cual también es candidata a formar parte del Pleno. Atentamente Raúl Ochoa Convoca a poner fin a los crímenes y a la impunidad de los militares Señor director: Le ruego publicar la presente carta, dirigida al secretario de la Defensa, general Guillermo Galván Galván. Señor general Guillermo Galván Galván: Alguien tiene que responder por tanto atropello que está cometiendo el Ejército en su torpe y violento combate contra el narcotráfico. Cada día nos enteramos, con mucho pesar, de que los uniformados, envueltos en la Bandera Nacional, agrandan la escalofriante cifra de personas inocentes asesinadas a sangre fría. Está claro que fueron lanzados a una guerra que no les corresponde, pero de eso a disparar contra todo lo que se mueva, y todavía peor, contra blancos totalmente inermes, hay una gran diferencia, y está muy claro que eso es justamente lo que está cometiendo el Ejército. Pero ese Ejército tiene jefes y responsables. Alguien debe pagar todos estos crímenes. El 2012 no está muy lejano. ¿Se ha imaginado en la cárcel? Le aseguro que no es una posibilidad remota. Tenga presente que la cuerda se rompe por lo más delgado. Afortunadamente, cuando la justicia local no alcanza, la justicia global se hace presente. Todavía no se olvida el 68. Sálgase de una guerra que no es la suya. Muchas personas no se indignan ante nada (hasta que les toca); pero a otros nos ofende profundamente tanto atropello de los militares, cobijados bajo el supuesto de que persiguen a maleantes. No sé usted, general, y tú ciudadano común y corriente, a qué clase pertenezcan, pero yo lo tengo bien claro. Por eso quiero invitar a todos los afectados, directa o indirectamente, a gritar un ¡Ya basta!, para exigir que los criminales verde olivo sean llevados ante la justicia, porque el hecho de que se envuelvan en el lábaro patrio no los autoriza a perseguir inocentes y menos a acribillarlos sin la mínima piedad. Eso es, general. Pareciera que vivimos una interminable pesadilla. Pero no, esto es real, por desgracia muy real, y tiene que parar ya. Se está acumulando mucho resentimiento contra el Ejército, general, y usted es uno de los responsables, aunque no el principal. No le pido que lea los terribles y angustiantes relatos de
quienes han sobrevivido para contarlos (Brian se murió en mis brazos, El Universal, 12/04/10) porque ustedes no conocen las lágrimas, son entrenados para la guerra, para matar. Pero sus acciones erráticas, cuando no malintencionadas, a mí y a mucha gente nos tienen muy enfermos y en una desazón constante, por todos los atropellos, corrupción e impunidad de quienes supuestamente tienen como encomienda proteger a la nación y que en muchos casos se han dedicado a cuidar intereses partidistas y a proteger a los que ahora combaten. Tú, ciudadano de a pie, respóndeme, a ver si podemos articular esfuerzos para gritar nuestro hartazgo y exigir justicia. El 2012 se acerca muy rápido. Atentamente Feliciano Hernández González Teléfonos: 53 07 55 05 y 044 55 43 77 79 34 Juan Escutia 14 Naucalpan, 053660 Estado de México Acerca de La agencia de Calderón De Sergio Uzeta Murcio, director general de Notimex Señor director: No puede más que sorprender que un semanario con tanta tradición como Proceso preste sus páginas para divulgar campañas de difamación en contra del esfuerzo colectivo que estamos realizando en Notimex, Agencia de Noticias del Estado Mexicano, para modernizar sus operaciones. En este sentido, sorprende que el artículo titulado La agencia de Calderón, firmado por la reportera Rosalía Vergara, no cumpla con el más mínimo rigor periodístico para buscar el punto de vista de las autoridades de Notimex en torno a supuestas informaciones de “trabajadores… que optaron por el anonimato…”, que buscan confundir a la opinión pública sobre el complejo proceso de transformación que vive esta agencia informativa. Se habla de censura, cuando nuestra política editorial ha sido más abierta que nunca. Se hace un comparativo muy pobre de un solo día (22 de marzo), con un periódico de circulación nacional y la información publicada por Notimex, para denostar nuestra oferta informativa. La verdad, señor director, que el análisis no cumple ni los más mínimos requisitos de un trabajo preuniversitario. Para aclarar cualquier duda al respecto, nosotros contamos con los registros de las notas transmitidas cada día, que echarían por tierra cualquier comentario como el que señala la reportera en su artículo de que “De Andrés Manuel López Obrador o del panista Manuel Espino ni se habla”. Debe usted saber, y sus lectores también, que Notimex está construyendo su nueva línea de política editorial que permita llevar a la realidad la “independencia editorial” que dicta la ley por la que se crea la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, que data del 2 de junio de 2006. En ese sentido, estamos trabajando de manera conjunta con el Consejo Editorial de la agencia, para pronto dar a conocer a la opinión pública las nuevas líneas editoriales de Notimex. Pero lo que más sorprende del mencionado artículo, y que resulta revelador para quienes trabajamos en la agencia, es que a su reportera alguien cercano al sindicato le haya entregado información de supuestas investigaciones en curso por parte del Órgano Interno de Control de Notimex. Este hecho confirmaría que alguien dentro de esa instancia, contraviniendo cualquier regla ética y profesional, estaría filtrando información sobre los procesos vigentes. Esto, de confirmarse, representaría un grave delito sujeto a responsabilidades por parte de las autoridades competentes. Además de las graves imputaciones que se hacen a un servidor y al director editorial, Alejandro Olmos, hay severas imprecisiones en torno a hechos, fechas y dichos, lo cual genera confusión y busca, como queda al descubierto en el texto, sembrar dudas sobre la limpieza de la administración que yo encabezo. En ese sentido, quiero decirle que no ha habido, en años recientes, una administración más transparente y abierta a ser indagada que la encabezada por su servidor. De ello
pueden dar cuenta las constantes auditorías a las que nos vemos sujetos por parte de auditores internos y externos. Debe usted saber que en estos momentos, como se refleja en el Informe Anual de Actividades de la Agencia 2009, entregado a ambas cámaras del Congreso de la Unión, y que su reportera consigna de manera parcial en su artículo, estamos haciendo más con menos. Como nunca antes, se han dado pasos fundamentales en la construcción de la nueva Notimex. Le comparto algunos de ellos: –Se ha construido la nueva arquitectura de la agencia. En este sentido, el director general no se manda solo. Hay instalada desde el pasado 13 de marzo de 2008 una Junta de Gobierno muy activa. –Hay un nuevo Estatuto de la agencia y un nuevo Manual de Organización. –Hay instalado y trabajando un nuevo Consejo Editorial Consultivo, que ha rendido frutos de su trabajo con la elaboración y publicación del Código de Ética de Notimex, además del inicio de los trabajos del Defensor de la Audiencia. –Hay un nuevo sistema de gestión editorial multimedia que ya opera y que significa un salto cualitativo en cuanto a la generación de contenidos en diversos formatos (texto, foto, audio, video, multimedia, portales de internet, entre otros) tal como lo exigen los avances tecnológicos. –Se ha capacitado a todo el personal del área editorial en el manejo de este nuevo sistema editorial. –Se han renovado los equipos de cómputo en todas las áreas generadoras de contenidos de la agencia y se ha dotado a reporteros y corresponsales de nuevas grabadoras digitales y demás herramientas de trabajo, como teléfonos celulares. –Se han logrado importantes avances en la negociación contractual con la representación sindical, que han permitido un incremento sin precedentes en los beneficios a los trabajadores operativos de la agencia. En los hechos, señor director, hemos iniciado la nueva etapa de Notimex en medio de fuertes presiones internas de todos aquellos que buscan mantener privilegios y no romper la zona de confort en la que han venido trabajando durante años. Resulta lamentable entonces que Proceso sea utilizado por ciertos personajes, perfectamente ubicados por su servidor, para manchar la imagen y el trabajo de todos aquellos que sí queremos que Notimex se transforme. Resulta por demás curioso que, ahora que ya concluyó la etapa de transición en Notimex, y que estamos por someter a la aprobación de la Junta de Gobierno las posiciones de mando de directores y subdirectores de la agencia, aparezca este artículo para sembrar dudas en la opinión pública, en el personal de la agencia y entre los integrantes de la propia Junta de Gobierno, en torno de la integridad de los colaboradores más cercanos al director general. Es evidente que se trata de una campaña de desprestigio sin fundamento real que sólo busca confundir. Atentamente Licenciado Sergio Uzeta Murcio Director general de Notimex De Alejandro Olmos Señor director: En relación a las imputaciones que se hacen a un servidor en la nota publicada en su edición anterior titulada La agencia de Calderón, me permito hacer las siguientes precisiones: –Rechazo de manera categórica todas las imputaciones que se hacen a mi persona, por falsas y calumniosas. Reto a los denunciantes encubiertos en el anonimato a que entreguen una sola prueba de que participé en subarrendamiento alguno. –El expediente que se abrió en el Instituto de Acceso a la Información Pública del Distrito Federal tuvo desde el principio un tinte político, de chantaje; a través de éste se pretendió negociar mi renuncia a la Dirección de Comunicación Social. El 12 de octubre de 2007, una vez que salí de esa institución por decisión propia, se me notificó que “no se encontraron elementos que permitieran
acreditar actos u omisiones susceptibles de responsabilidad administrativa”. Y el caso se dio por “definitivamente concluido”. Anexo la copia del oficio correspondiente. –Reto a los mismos denunciantes que no dan la cara a que entreguen una sola prueba de que un servidor se beneficia en términos económicos del servicio de monitoreo que, dicho sea de paso, es un servicio que utilizan varias áreas dentro de la agencia. –Son falsos los hechos que se me imputan relacionados con la denuncia de acoso sexual. Se trata de una maniobra política para desprestigiarme. La evaluación psicológica que le aplicaron a la persona en cuestión concluyó que “no se le detectaron alteraciones psicoconductuales de las que se han encontrado en mujeres que sufren agresiones de esta naturaleza”. La PGJDF resolvió, desde hace más de un año, el no ejercicio. Anexo la resolución correspondiente, que me fue notificada. –El ambiente de confrontación que se vive en la agencia Notimex siempre ha existido, pero en los últimos meses se agudizó en virtud de que el suscrito interpuso un par de denuncias en contra de dos trabajadores sindicalizados. Una, por un presunto plagio en la información; y otra, por probables irregularidades en el manejo informativo de una marca comercial. Ambas denuncias están siendo analizadas por el Órgano Interno de Control. –Sorprende y causa extrañeza que la reportera Rosalía Vergara no se haya tomado la molestia de buscarme para ofrecer a sus lectores la otra versión de los hechos. Y ante hechos consumados pierde el periodismo, y ganan la difamación y el escándalo. Por último, le solicito de la manea más atenta publicar esta aclaración en el mismo lugar en que se dio a conocer la citada información, como lo marca la Ley de Imprenta. Atentamente Alejandro Olmos Encargado de la Dirección Editorial Notimex, Agencia de Noticias del Estado Mexicano Respuestas de la reportera Señor director: Aclaro que el anonimato al que se acogieron los trabajadores de Notimex para hacer sus denuncias a Proceso se debe, como ellos mismos dicen y como se consigna en el texto, a que bajo la dirección de Uzeta y Olmos viven en un ambiente de “represión laboral”. Por lo demás, como se indica en la nota, la información proviene de una queja presentada por trabajadores –que también en este caso recurrieron al anonimato– el 7 de enero de 2009 ante el Órgano Interno de Control; de un oficio de la Auditoría Superior de la Federación (OASF/0634/2010); de otra queja que se interpuso ante el Órgano Interno de Control el 26 de marzo de 2009; del Informe Anual de Actividades de la Agencia correspondiente al año pasado, y de una denuncia presentada ante la Fiscalía Central de Investigación para Delitos Sexuales (averiguación previa FDS7FDS-6/T1/00709/08-09). Respecto a esta última denuncia, en la página 42 se indica también, con toda precisión, que “de acuerdo con los entrevistados, la investigación de este caso fue ‘frenada’ por el procurador de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, a petición del propio Olmos Cruz”. Se agradece al señor Olmos la información adicional de que las autoridades no encontraron elementos para proceder en su contra Sin embargo, se aclara a los lectores que toda la nota está fundada en denuncias específicas, documentos y declaraciones de trabajadores de Notimex. Atentamente Rosalía Vergara De Carlos Cano Ramírez
Señor director: El pasado 11 de abril, en la página 81 de Proceso 1745, el lector Arcadio Ramos Vázquez señala que el 7 de marzo se publicó, en la página 28 de Proceso 1740, un pie de foto equivocado, pues a pesar de que la imagen presenta al arzobispo de Tlalnepanta, dicho pie asienta: “Watty. El enviado”. La presente tiene el fin de corregir al propio Arcadio Ramos Vázquez, pues él señala que el arzobispo se llama Carlos Aguilar Retes, cuando el apellido paterno del arzobispo es en realidad Aguiar. (Carta resumida.) Atentamente Carlos Cano Ramírez Acusa a autoridades del DF de defender al ladrón de su auto Señor director: Deseo compartir con sus lectores la amarga experiencia que viví con el robo de mi auto y la denuncia que presenté. En agosto de 2008 dejé mi coche Jetta estacionado en la calle José Parra, detrás de la estación del Metro Colegio Militar, en la delegación Miguel Hidalgo, y horas después había desaparecido. Aunque de inmediato presenté un reporte de robo, dos días después un par de patrulleros se presentaron en mi domicilio para preguntarme si un coche que habían interceptado en la calle era mío. Dijeron que, al detectar como sospechoso al tripulante, le pidieron detenerse, pero como se dio a la fuga, pidieron refuerzos. Al ser finalmente detenido, el maleante forcejeó con los policías –a uno de los cuales le rompió el chaleco– y, al ser controlado, lo llevaron a la 55 Agencia Investigadora del Ministerio Público en Azcapotzalco acusado de robo (averiguación previa FMH/MH-1T3/2532/08-08 R1). Como al parecer el ladrón resultó ser hijo de un policía jubilado, en todo el proceso fue protegido por las autoridades encargadas del caso. Así, cuando el expediente se turnó al Juzgado 38 Penal del Reclusorio Norte, bajo la causa penal número 249/2008, la agente del Ministerio Público Claudia Martínez Trejo me dijo que yo no podía acusarlo de robo porque no me constaba que el señor (hasta eso, fui instruido para conducirme con respeto hacia el ratero) se lo hubiera robado. Señaló además que el monto de lo robado no era significativo, pues según el perito de la Procuraduría General de Justicia del DF la cifra correspondiente era de sólo 9 mil 610 pesos. Ante esto, yo pedí y entregué a la M.P. una cotización de la agencia Volkswagen por la cifra de 60 mil pesos, aunque a mi Jetta le habían quitado los asientos de piel, partes del motor, el radiador, el aire acondicionado, el equipo de sonido, herramientas, etcétera. El ladrón, Jorge Cortés Gómez, presentó en el juzgado a su abogado y a un par de testigos, uno de los cuales dijo ser el dueño de un taller, en tanto que el otro se identificó como mecánico. Ambos declararon que Jorge Cortés llevó el auto a verificar, y éste afirmó que alguien se lo había entregado justamente con ese propósito pero que no recordaba su nombre. Solicité entonces a la agente del M.P. –quien no dejó de actuar como defensora de oficio del acusado– investigar quién era esa persona que supuestamente le había entregado mi auto. Ella respondió que eso tenía que investigarlo yo por mi cuenta en la delegación donde levanté el acta, puesto que no era un asunto de su competencia, además de que el delito del señor, de acuerdo con esos datos, era el de encubrimiento, no el de robo. Con indignación, porque hasta la fecha tengo que cargar con la impotencia y el menoscabo de mi patrimonio, pregunto a nuestras autoridades: ¿Qué se necesita para que se proceda penalmente con los ladrones de autos y para que paguen los daños causados? (Carta resumida.) Atentamente Juan González Ramírez Azcapotzalco, DF
Reclama a Elektra la reposición de un celular defectuoso Señor director: Por este medio, permítame exigir a la compañía Elektra que me haga el cambio de un celular que, adquirido en una de sus tiendas, no sirve. Compré el equipo el 15 de febrero de 2010 en la tienda Elektra de la ciudad de San Andrés Tuxtla, Veracruz. Casi desde el principio evidenció fallas, por lo cual lo llevé al mismo sitio, donde me dijeron que debía dejarlo para su revisión. Dos semanas después me informaron que me entregarían otro del mismo modelo, sólo que debía esperar otras dos semanas porque no lo tenían en existencia. Cuando, cuatro semanas más tarde, dicen por fin disponer del aparato, me informan que siempre no me harían el cambio porque el desperfecto fue culpa mía, pues en su revisión descubrieron que yo lo mojé. Aparte de que esto último es completamente falso, considero que eso debieron habérmelo notificado con antelación, ya que, al no hacerlo, me obligaron a seguir pagando durante más de un mes un celular que no tenía a mi disposición. A fin de cuentas me indicaron que debo pagar por su compostura, o de otro modo me lo entregarán tal y como está, es decir, inservible. Esto me parece completamente injusto, porque se supone que deben hacer válida la garantía que ofrecen en la tienda. Y eso es lo único que reclamo, apelando a los comerciales televisivos donde Elektra afirma que ayuda a la gente a solucionar sus problemas económicos, pese a los altos intereses que cobra por todo. (Carta resumida.) Atentamente Jesús Paxtián Quino Calle 1 sin número Colonia El Jardín 95717 San Andrés Tuxtla, Veracruz