I
N
D
I
C
E
La figura del apótol Santiago Santiago en el Nuevo Testamento..........................................................5 Evangelizando España...........................................................................9 Regreso a Jerusalén.............................................................................11 Traslado de sus restos.........................................................................13
Los origenes de la tradición Jacobea El descubrimiento de Pelayo................................................................15 El sueño de Carlomagno.......................................................................18
La época dorada del Camino de Santiago Almanzor saquea la ciudad..................................................................24 Construcción de la catedral..................................................................25 Codex Calixtinus..................................................................................26 Bula Regis Aeterni................................................................................28 El camino más transitado de Europa....................................................29
Santiago hasta nuestros días Declive..................................................................................................34 Redescubrimiento.................................................................................37
Apuntes Jacobeos Los origenes de la ciudad.....................................................................40 El apogeo de la ciudad medieval..........................................................42 Santiago hasta la actualidad.................................................................44 El Pórtico de la Gloria...........................................................................46 Ritos y tradiciones................................................................................48 El camino de Santiago..........................................................................50
P
R
O
L
O
G
O
CAPÍTULO 1
LA FIGURA DE SANTIAGO APOSTOL
Santiago en el Nuevo Testamento
La figura de Santiago Apóstol
Santiago en el Nuevo Testamento
5
La lectura del Nuevo Testamento nos revela poca información sobre Jacobo apóstol, también conocido como Diego, Jaime, Yago y, sobre todo, Santiago, pero suficiente para esbozar una idea de su importancia histórica. Es hijo de Salomé y Zebedeo, un pescador del Mar de Galilea, que probablemente vivió cerca de Betsaida, tal vez en Cafarnaúm y disponía de algunos remeros o peones como sus asistentes comunes. Salomé era una de las devotas mujeres que en adelante siguieron a Cristo y cuidaban de su asistencia. No sabemos nada de los inicios de la vida de Santiago salvo que era hermano de Juan, el amado discípulo, y probablemente el mayor de los dos. Ambos son captados mientras faenaban en compañía de Simón y Andrés, constituyendo el primer grupo de discípulos. “Caminando, pues, junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos: Simón, que se llama Pedro, y Andrés, su hermano, los cuales echaban la red en el mar, pues eran pescadores, y les dijo: Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres. Ellos dejaron al instante las redes y le siguieron, Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos: Santiago el de Zebedeo y Juan, su hermano, que en la barca, con Zebedeo, su padre, componían las redes, y los llamó. Ellos, dejando luego la barca y a su padre, le siguieron.”(Mateo 4, 18-22) Los dos hermanos son apodados como Boanerges por Jesús (“Hijos del Trueno”), por su resolución y firmeza de espíritu, que les conduce a no dudar en dejar las redes cuando escuchan la voz de Jesús o incluso a solicitar fuego del cielo contra sus enemigos: “Estando para cumplirse los días de su ascensión, se dirigió resueltamente a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que en su camino entraron en una aldea de samaritanos para prepararle albergue. No fueron recibidos porque iban a Jerusalén. Viéndolos los discípulos Santiago y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que los consuma? Volviéndose Jesús, los reprendió, y se fueron a otra aldea.”(Lucas 9, 51-56). Su madre pidió a Jesús que reservara un puesto a su derecha y a su izquierda para cada uno de sus hijos: “Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose para pedirle algo. Dijole Él: ¿Qué quieres? Ella le contesto: Di que estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu reino. Respondiendo Jesús, les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo tengo que beber? Dijéronle: Podemos.”(Mateo 20, 20-22). Dejando a un lado esta pasión de madre, Santiago y Juan supieron ganarse un sitio preferente en el corazón de su Maestro.
Santiago en el Nuevo Testamento
La figura de Santiago Apóstol
Santigo además, presencia momentos esenciales en la vida de Jesús: la Resurrección de la hija de Jairo, la Transfiguración del Monte Tabor, la oración en el huerto de Getsemaní, la cena de Emaús y la Ascensión a los cielos.
7
Resurrección de la hija de Jairo: “Aún estaba hablando, cuando llegó uno, de casa del jefe de la sinagoga diciendo: Tu hija ha muerto, no molestes ya al Maestro. Pero Jesús que le oyó le respondió: No temas, cree tan sólo y será sana. Llegado a la casa, no permitió que entrasen con Él más que Pedro, Juan y Santiago y el padre y la madre de la niña. Todos lloraban y plañían por ella. Les dijo Él: No lloréis, porque no está muerta; es que duerme.” (Lucas 8, 49-5 2) Transfiguración de Jesús: ”Seis días después tomó Jesús a Pedro, a Santiago y a Juan su hermano y los llevó aparte, a un monte alto. Y se transfiguró ante ellos, brilló su rostro como el sol y sus vestidos se volvieron blancos corno la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías hablando con Él (...) salió de la nube una voz que decía: Este es mi hijo amado, en quien tengo mi complacencia, escuchadle. Al oirla, los discípulos cayeron sobre su rostro, sobrecogidos de gran temor ( ... ). Al bajar les mandó Jesús, diciendo: No deis a conocer a nadie esta visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.”(Mateo 17, 1-9) Oración del huerto: “Entonces vino Jesús con ellos a un lugar llamado Getsemaní y les dijo: Sentaos aquí yo voy allá a orar. Y tomando a Pedro y a los dos hijos del Zebedeo, comenzó a entristecerse y angustiarse. Entonces les dijo: Triste está mi alma hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.”(Mateo 26, 36-38)
Santiago en el Nuevo Testamento
Ascensión de Jesús: “Entonces se volvieron del monte llamado Olivete a Jerusalén, que dista de allí el camino de un sábado. Cuando hubieron llegado, subieron al piso alto, en donde permanecían Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago de AIfeo y Simón el Zelotes y Judas de Santiago Todos éstos perseveraban unánimes en la oración con algunas mujeres, con María, la Madre de Jesús, y con los hermanos de éste.”(Hechos de los Apóstoles 1, 12-14) Cena de Emaús: “Y esto sucedió. Mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Y en ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero ya había desaparecido. Entonces se dijeron el uno al otro: ¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lucas, 24:30-32). Por último, notar que fue uno de los primeros cristianos martirizados.Este hecho sucedió en tiempos de Herodes, lo que permite fechar su muerte durante su reinado (40-44): “Por aquel tiempo, el rey Herodes se apoderó de algunos de la iglesia para atormentarlos. Dio muerte a Santiago, hermano de Juan, por la espada.”(Hechos de los Apóstoles 12, 1-2) Lamentablemente, aparte de estos datos bíblicos, nada más se sabe con certeza de su vida y muerte. El resto de su bibliografía posterior no reúne la suficiente credibilidad, adentrándonos aún más en el misterio de su vida. Sabemos que se trató de un personaje histórico de suma importancia (ubicado entre los principales apóstoles), con fama de impetuoso y que presenció los momentos clave en la vida de Jesús, pero el resto es incierto.
8
La figura de Santiago Apóstol
Santiago en el Nuevo Testamento
9
La evangelización de Santiago debió pues ser muy diferente a la de Pablo, unido al cristianismo de forma enardecida y aventurera. Ambos representan dos formas de hacer las cosas bien distintas. Así, tendríamos por un lado a los apóstoles llamados personalmente por Cristo, de quién asimilaron su manera de predicación basada en el ejemplo, la sencillez y el anonimato y cuyo fin es mostrar la obra de Dios. Por otro estaría la tarea de Pablo y sus seguidores, que suma a la evangelización el desasosiego por unificar criterios que sienten las bases de una Iglesia sin fisuras. Recurre a la retórica para afianzar criterios sobre moral y ética que unifiquen las florecientes comunidades cristianas sirviéndose de la palabra, que para no caer en el olvido se expresa también en su forma escrita. La tarea de Pablo ocupa tres cuartas partes de los Hechos de los Apóstoles. Sin embargo, de Santiago apenas tenemos testimonios, y es precisamente esta escasez de datos la que induce a pensar que tal vez buscara caminos diferentes del resto de apóstoles, optando por una misión remota, en busca de una tarea modesta, acorde a la enseñanza de su Maestro: “El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, que sea esclavo de todos” (Mateo 20. 26-27).
Evangelizando España: La escena inicial de los Hechos de los apóstoles, en el Nuevo Testamento, relata un sorprendente acontecimiento: Jesús, que había resucitado, reúne a sus discípulos y, “mientras lo estaban mirando, se elevó, y una nube lo ocultó a sus ojos”. Antes de ascender Jesús lanza esta consigna final: “Ustedes serán mis testigos… hasta los confines de la tierra”. El apóstol Santiago tomó la instrucción de manera literal. En la actualidad es venerado en la pequeña ciudad gallega que lleva su nombre, Santiago de Compostela donde descansan sus restos. Está a escasos kilómetros del final de la tierra, o por lo menos eso era lo que creyeron los legionarios romanos encargados de la topografía de los límites extremos de la provincia que ellos llamaban Hispania. Un lugar tan inhóspito, hostíl y azotado por el viento y la lluvia que les pareció el “finis terrea” (fin de la tierra). Si Santiago alguna vez en realidad estuvo en España y si hoy yace cerca del cabo de Finisterre son dos preguntas muy distintas; la verdad se esconde detrás de un velo colocado por la historia, la fé y la leyenda.
La figura de Santiago Apóstol
Evangelizando España
11
España es mencionada una sola vez en todo el Nuevo Testamento, y no por Santiago, sino por Pablo, el empedernido guerrero del cristianismo. El infatigable Pablo hace un itinerario extraordinario, dadas las primitivas condiciones de los viajes en el siglo I. Comienza en la Tierra Santa y atraviesa lo que en la actualidad es Turquía, Grecia, Chipre y el Líbano. Luego piensa en viajar a países más distantes, como le comenta a los romanos: “Espero veros de paso cuando vaya a España”. De la generación apostólica, aparentemente sólo Santiago fue a España, incluso antes de que Pablo escribiera sobre sus intenciones de viajar a este país. Los cronistas medievales muestran al Hijo del Trueno evangelizando Iberia en algún momento entre la muerte de Jesús y el propio martirio de Santiago, pero las fuentes no son fidedignas. Santiago partió desde Tierra Santa y halló en España un pueblo pagano y reticente a sus esfuerzos por predicar. Sin la menor esperanza de hacer fructificar su misión evangelizadora, emprendió el regreso. Mientras descansaba junto al río Ebro (cerca de la actual Zaragoza), la Virgen María apareció milagrosamente para que no cesara en su empeño tan pronto, y como símbolo de su apoyo incondicional le obsequió una pequeña estatua de sí misma sobre un pilar de piedra. El apóstol, entonces, con su vigor renovado, redobló sus esfuerzos para que la llama del cristinismo prendiera en España. Finalmente partió a Jerusalén, pero antes de regresar entregó en custodia la preciada estatuilla de María a una comunidad naciente de creyentes españoles, que demostraron ser dignos custodios de la preciada reliquia. La imponente basílica del siglo XII de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza alberga la estatua de María en una capilla que vibra constantemente con las oraciones de los devotos. Fuera lo que fuese que Santiago dijo e hizo durante su recorrido evangelizador, parece haber funcionado pues España es en la actualidad uno de los países más católicos de Europa.
Regreso a Jerusalén Cuenta la leyenda, que ya de vuelta en Jerusalén, Santiago encuentra a la población dominada por dos célebres magos: Hermógenes y su discípulo Fileto. El Apóstol comienza su predicación, por lo que Hermógenes envía a Fileto para que demuestre la falsedad del cristiano, pero los prodigios de éste acaban por convertir al mago, quien decide abandonar a su maestro para seguir a Jacobo, mago mucho más poderoso que aquél. Hermógenes reacciona inmovilizando con hechizos a su antiguo discípulo, pero el Apóstol le envía un manto por medio de su criado
Evangelizando España
Evangelizando España
13
y Fileto queda libre tras recitar la fórmula “Dios levanta a los que han caído, Él libera a los que están cautivos”. Hermógenes se encoleriza y convoca a unos demonios para que apresen a Santiago y Fileto, pero aquéllos se amotinan y capturan al propio mago, entregándoselo a Jacobo. Ante tanto portento, el mago también se convierte y el Zebedeo tira sus libros de magia al mar. La lucha de magos irrita a los judíos y el sumo sacerdote, Abiathar, excita a la multitud contra el Apóstol, consiguiendo que Herodes Agripa le condene a muerte. Camino del suplicio, sana a un paralítico, con lo que convierte a Josías, el fariseo que le llevaba atado, al que bautiza, siendo ambos decapitados al instante.
Traslado de sus restos El vínculo entre la misión de Santiago y el catolicismo emergente en España es difícil de establecer. Los relatos del Nuevo Testamento nos aseguran que el apóstol fue martirizado en Jerusalén en 42 d.c. ¿Cómo puede ser, entonces, que sus restos estén enterrados en Santiago de Compostela? Los cronistas medievales aseguran que los discípulos del martirizado Santiago, temerosos de que sus perseguidores pudieran profanar también el cuerpo, enviaron sus restos a la costa gallega de España a bordo de una nave hecha de mármol puro. Los gallegos, que habían retomado sus creencias paganas, en un principio no recibieron con beneplácito los restos del apóstol y ataron dos toros salvajes para arrastrar su ataúd de vuelta al mar. Pero los terribles animales se volvieron dóciles al ver el ataúd y los descarriados gallegos, ante semejante espectáculo, se arrepintieron de su paganismo. La remota Galicia de pronto ostentaba un honor sólo otorgado a la ciudad de Roma, que atesora los restos de San Pedro apóstol. Después, los gallegos de alguna manera olvidaron que Santiago descansaba entre ellos. La devoción por Santiago disminuyó, luego se descuidó su tumba y finalmente fue perdida en el olvido durante siglos.
CAPÍTULO II
LOS ORIGENES DE LA
TRADICION JACOBEA
El descubrimiento de Pelayo
Los orígenes de la tradición jacobea
El descubrimiento de Pelayo:
15
Pasarían los siglos hasta que algún registro vinculara a Santiago con España. Recién a finalles del siglo VI, o en el siglo VII, los cronistas de la Iglesia esbozan la idea de que Santiago predicó en España. Por aquel entonces se traducen al latín los "Catálogos Apostólicos" bizantinos con el nombre de "Breviarium Apostolorum". Y es aquí donde por primera vez se cita a Santiago con relación a la península ibérica “...predicó en Hispania y lugares ocidentales...” Apenas un siglo después llega la invasión musulmana (711), aumentando la percepción generalizada de un “castigo divino” en las mentes de los atemorizados cristianos. Si en los veinticinco años anteriores habian perdido un tercio de su población debido a las epidemias de peste, la sequía y el hambre; en los próximos quince habrían de perder todo su territorio ante el fulgurante avance de su nuevo enemigo. En ese ambiente propicio a milagros y ayudas celestiales, Beato de Liébana recupera la vieja noticia de la predicación del Apóstol Santiago en la Hispania romana, tomándola de aquel "Breviarium Apostolorum. Su "Comentarios sobre el Apocalipsis de San Juan", redactado en 776, se convierte en uno de los libros fundamentales de la Alta Edad Media. Lo redacta recopilando textos de los Padres y Doctores de la Iglesia, además de otras fuentes de muy diversa procedencia y fiabilidad. Sin embargo, el gran prestigio personal del monje hace que su obra tenga una rápida difusión. La información del monje de Liébana esta vez sí es bienvenida entre los cristianos, muy necesitados de cualquier ayuda frente al invasor, con lo que apenas unos años después el propio Beato escribe un himno en honor a Santiago, dedicado al rey Mauregato -”O Dei Verbum”-, en el que ya se nombra al Apóstol patrón de España y se le pide ayuda frente a los enemigos ”… dorada cabeza refulgente de Hispania, sé nuestro protector y natural patrono …” Poco después habría de suceder el descubrimiento de la tumba del Apóstol que, como narra la Concordia de Antealtares (1077),fue protagonizado por un humilde campesino ermitaño llamado Pelayo. Mientras cuidaba su rebaño una noche, fue atraído a un prado bañado por una luz celestial y allí encontró el sepulcro de Santiago olvidado hacia tantos años. El obispo local Teodomiro autentificó los restos. Esta vez Galicia no olvidó a su santo, y el rey Alfonso II de Asturias levantó una pequeña iglesia en el lugar. Aunque no se sabe exactamente cuándo sucedió el hallazgo, como se menciona al obispo Teodomiro y al rey Alfonso II, podemos suponer que fue entre 818 y 842.
Los orígenes de la tradición jacobea
El descubrimiento de Pelayo
17
El tranquilo reposo de siglos de Santiago terminó para siempre cuando su santuario se convirtió de inmediato en un centro de peregrinaje. A finales del siglo IX, cada vez más extranjeros empezaron a visitar el lugar. Durante los siglos subsiguientes, a medida que la popularidad del santuario crecía y la ciudad se enriquecía, la modesta iglesia de Alfonso II fue creciendo cada vez más. La ciudad, que antes carecía de recursos naturales, tenia pocos habitantes y estaba ubicada muy lejos de las principales rutas comerciales de Europa, con el tiempo se convirtió en una de las más ricas del continente. Los agradecidos ciudadanos la rebautizaron con el nombre de Santiago de Compostela en honor del santo responsable de su nueva prosperidad. Aunque el origen de la palabra “Compostela” es incierto, en general se la asocia con la expresión latina “campo de las estrellas”, donde Pelayo se encontró con la tumba. Muchos autores la relacionan también con la palabra latina compositum, que significa “amortajado”, “sepultado”, y además “reposo” o “descanso”; es decir, esta sola palabra simboliza la idea de “el que reposa amortajado en su sepulcro”. Como es natural “campo de las estrellas” es la alternativa preferida por la oficina de turismo de la ciudad. La historia de Pelayo también estaba llena de significado político. El pastor Pelayo que redescubrió la tumba no tenía nada que ver con Pelayo, el heróico guerrero, que supuestamente había eliminado a ciento ochenta y siete mil moros gracias a un derrumbe enviado por la providencia divina. Pero que estos dos héroes compartieran el nombre no afectaba en absoluto el propósito de los cronistas. Los peregrinos analfabetos escucharon ambos relatos probablemente más de una vez en el transcurso de su viaje a Compostela, que duraba meses, y los dos Pelayo se volvieron uno solo en la mente de muchos peregrinos; de esa manera, se vinculo la figura de Santiago más todavía con los asuntos políticos de España. Los cristianos de la península que soñaron con reconquistar Iberia durante toda la Edad Media consideraban a Santiago como su patrono. Pero, a medida que la Reconquista tomaba virulencia el Santiago pacífico descubierto por un campesino pareció menos adecuado para las causas bélicas. La historia que predicaba concorida y paz fue asi reemplazada por una nueva mucho más violenta que puso a Santiago al ojo del huracán de la lucha entre el Islam y el cristianismo que devastaría a España durante siglos. Por desgracia para el pobre Pelayo y ciertamente para el legado de Santiago, en los siglos siguientes no sólo se alteró su simple leyenda, sino que también cambió de manera drástica su imagen. Un verdadero conquistador de aires épicos remplazó a Pelayo. La leyenda de Pelayo tomó forma durante el siglo IX; el nuevo y alterado relato comenzó a principios de 1100, cuando apareció una crónica supuestamente perdida
El sueño de Carlomagno
hacía muchos años, que le adjudicaba el honor de descubrir la tumba de Santiago a la personalidad con mayor proyección en el ambiente real de la Europa medieval: el rey Carlomagno.
El sueño de Carlomagno: Las hazañas de Carlomagno estaban bien documentadas por sus contemporáneos. Él amplió y unificó los territorios de los francos, reformó la Iglesia y fue coronado emperador en el año 800 por el papa León III, en agradecimiento por defender a la Iglesia contra los potenciales enemigos. Pero ninguno de los biógrafos contemporáneos de Carlomagno, ni su real confidente Einhard, ni el cronista inmortalizado con el humillante apodo de Notker el Tartamudo, informaron sobre lo que habría sido el más espectacular de sus éxitos: el descubrimiento de la tumba de Santiago.
18
Los orígenes de la tradición jacobea
El sueño de Carlomagno
19
El silencio de los contemporáneos de Carlomagno no les preocupó demasiado a los cristianos; tampoco los contrarió que circulara una crónica escrita por el arzobispo Turpin de Reims, un supuesto consejero en el siglo IX de Carlomagno, que incluía referencias desprolijamente anacrónicas a personas y hechos del siglo XI. A pesar de sus flagrantes contradicciones históricas, el relato tuvo mucho éxito entre los cristianos. El Carlomagno de Turpin tenía un sueño premonitorio: la Vía Láctea aparecía ante sus ojos como un brillante camino de estrellas hacia occidente. Aunque podría parecernos evidente que simbolizaba la proposición del Señor a Carlomagno para seguir esa senda, el rey no lo interpretó asi. Al fin, un molesto Santiago se encarnó personalmente para decirle que sus restos perdidos hacía tantos años se hallaban al final del camino estelar. Santiago se quejaba por que sus custodios gallegos hubieran retomado sus ritos paganos y perdido el control de su territorio contra el invasor musulmán. Así pues, Carlomagno fue designado para restaurar al cristianismo. Carlomagno respondió al llamado divino, cruzó los Pirineos con su ejército, liberó ciudades y descubrió la tumba del Santo, presidiendo la reconversión de Galicia. FInalmente apostó su lanza en la ribera allende Compostela, símbolo de su conquista sobre la región que desde Francia alcanzaba los confines de la tierra. Los príncipes cristianos de España resultaron ser demasiado tibios para custodiar aquello que Carlomagno tan brillantemente había recuperado para ellos. Un rey africano llamado Aigolando invadió y conquistó parte del norte de España, obligando a Carlomagno –siempre solicito- a salir en defensa de España nuevamente. Después del primer combate, hubo una tregua en la que Carlomagno y Aigolando argumentaron sobre el cristianismo y el Islam. Un Carlomagno convincente –nada menos que hablando en árabe- convenció a su rival de que se convirtiera al cristianismo. En el banquete posterior, Aigolando contempló tristemente a los cristianos celebrando con lujuria mientras los criados desfallecían por lo que abjuró de su conversión, desengañado por que los cristianos cayeran en semejante injusticia. En respuesta, Carlomagno vapuleó definitivamente a Aigolando. Para el final de la crónica, el camino hacia Santiago de Compostela estaba otra vez en poder cristiano, y el ejército de Carlomagno regresó a Francia, pues, como Turpin explicó con ironía: “Los francos no deseaban permanecer en Galicia, pues les parecía salvaje”.
El sueño de Carlomagno
La crónica de Turpin se conservó en los tesoros de la catedral de Santiago, pese a que glorificara a Carlomagno y a Francia mientras ridiculizaba a España, incapaz de defenderse. Así, el honor de descubrir la tumba de Santiago pasó de manos de Pelayo al rey francés. Pero había un motivo para que los canónigos de Santiago de Compostela obviaran esas faltas: ordenaba a los cristianos del mundo que pagaran un diezmo anual para la catedral de Santiago de Compostela y además afirmaba que los sitios de descanso de los tres grandes apóstoles –Compostela de Santiago, Roma de San Pedro y Éfeso de san Juandebían ser venerados como los más importantes obispados de la cristiandad. la ciudad creció, pero nunca alcanzó tan deseado nivel. Y por si fuera poco, la invitación a elevar el rango de la ciudad compostelana ni siquiera fue escrita por el supuesto arzobispo de Turpin, sino por un perspicaz clérigo de Santiago de Compostela que añadió esa órden en un añadido de la crónica (resumiendo, por alguien que fingía ser el cronista que fingía ser Turpín). La crónica de Turpin, aunque era una gran mentira, fue útil para los canónigos de Santiago, para los galos y para el floreciente cristianismo. Se glorificaba a todos, menos al humilde Pelayo y el mensaje de paz y peregrinaje de Santiago. La verdad es que los ejércitos de Carlomagno entraron en España, en circunstancias completamente distintas. Ninguna crónica con rigor histórico afirma que existiera el rey Aigolando. Incluso de haber sido así, Carlomagno tenía pocas posibilidades de debatir con él en árabe. Los investigadores creen que este podía leer latín, pero apenas si garabateaba su nombre. El biógrafo oficial de la corte, Einhard, cuenta que el más poderoso de los monarcas cristianos en la Edad Media guardaba “tabletas de escribir… debajo de las almohadas de su cama para poder practicar haciendo las letras”. La crónica de Turpin también asegura que Carlomagno conquistó Inglaterra, una noticia que causaría gran revuelo entre los historiadores británicos. Habiendo soñado o no con la Vïa Lactea, lo cierto es que nunca viajó a Santiago de Compostela. Los reyes cristianos del norte de España, sin la ayuda de nadie, liberaron y defendieron con sus propios esfuerzos el floreciente camino de Santiago y todas sus inmediaciones, alejándo tan preciado tesoro de las manos de sus enemigos africanos. A pesar de todas estas alteraciones sobre la leyenda original, los hechos falsos son tan reveladores como su esencia original. Las dos crónicas con las que se inició el culto a Santiago representan momentos dispares en la historia de España, y esto se refleja en la forma de ver al apóstol. El humilde Pelayo, el santuario frecuentado por penitentes, visitantes y peregrinos
20
Los orígenes de la tradición jacobea
El sueño de Carlomagno
22
devotos de Santiago simbolizan el deseo de paz y los anhelos por un futuro mejor. Pero, para 1100, Santiago de Compostela se constituía ya en mucho más que un lugar de peregrinación y búsqueda personal. El fenómeno de la peregrinación incorporaba la mística de la guerra como cruzada. Santiago se veia atrapado en la creciente lucha entre la Europa cristiana y la musulmana. La historia de Pelayo del siglo IX ya no le convenía al mundo del siglo XII.
CAPÍTULO III
LA EPOCA DORADA DEL CAMINO DE SANTIAGO
Almanzor saquea la ciudad
La época dorada del Camino de Santiago
Almanzor saquea la ciudad:
24
En 997 se produjo en Santiago de Compostela una catástrofe, que sacudiría la ciudad hasta los cimientos, y bien podría haber sido interpretada por los cristianos como otro presagio apocalíptico. La catástrofe fue obra de Almanzor, uno de los generales más poderosos de la historia de la España musulmana. Sus intenciones distaban mucho de reverenciar a “Shant Yaquib”. Fue la fama del Santo lo que condujo al general a lanzar una difícil campaña contra la ciudad, aunque el hecho concreto se refiera a la negativa del rey leonés Bermudo II a brindar tributo al califa. La expedición invasora partió de Córdoba y recorrió seiscientos kilómetros por un terreno difícil, mientras sus naves de avituallamiento avanzaban paralelamente por la costa de Portugal. Al contingente se unirían –para vergüenza de los cristianos- mercenarios lusitanos portugueses y españoles, conocedores del terreno. La gente huía ante el avance del general musulmán, al igual que los desafortunados peregrinos que, tras duras y largas jornadas de viaje, debían abandonar su sueño. En pocas horas la ciudad fue reducida a cenizas: murallas, iglesias y palacios no resistieron a la cólera de los musulmanes de modo que según cuentan las crónicas: “Nadie podría haber imaginado que había allí el día anterior”. Sólo una estructura quedó intacta: la tumba del Apóstol. Según las crónicas Almanzor encontró a un viejo monje custodiándola, que aseguró ser un “familiar de Santiago”. El general dio orden de que le dejaran en paz y puso varios centinelas junto a la tumba. Entonces emprendieron regreso, no sin antes llevarse algo de la ciudad. Una simple concha venera no era “souvenir” apropiado para un general tan poderoso como Almanzor, que eligió algo mucho más llamativo como recuerdo de su saqueo de Santiago de Compostela: las campanas de la catedral, además del pertinente botín. Los habitantes de Santiago huyeron despavoridos, y el mayor desaliento debió embargar sus espíritus y el de toda la España del Norte que, tras dos largos siglos de lucha para resurgir económica y militarmente, veían como Almanzor hacía arder sus esperanzas junto a la ciudad. El papel protector de Santiago quedó destruido, no así su prestigio apostólico ni la importancia de la tradición jacobea, que fueron motivos que Almanzor supo comprender y respetar. La reconstrucción se inicia en 999, con Pedro de Mezonzo (abad de Antealtares) y con el mismo Bermudo II. Siguiendo la línea de la muralla de Sisnando II, se construye la segunda y última defensa de Santiago, con siete puertas de acceso, correspondientes a las distintas rutas de llegada, dando testimonio ar-
quitectónico de la importancia que el hecho de la peregrinación tenía ya para la ciudad.
Construcción de la catedral (siglos XI y XII) Los peregrinos de 998 todavía podían encontrar los restos de Santiago al final de su extenuante expedición, incluso luego del saqueo de Almanzor. La ciudad pronto de recuperó y resurgió de los escombros. Al cabo de algunas décadas, una de las catedrales románicas más elegantes de Europa se levantaba en el mismo lugar. En el año 1073 se inicia la construcción del tercer templo sobre la tumba del apóstol, según el proyecto aprobado por el obispo Peláez. Era una etapa de intensa actividad constructora en Santiago de Compostela, que duró hasta las ultimas décadas del siglo XII. La erección de la nueva basílica concentró los máxi
La época dorada del Camino de Santiago
Construcción de la catedral
26
mos esfuerzos y justifica, por sí misma la caracterización de esta etapa. El monumento exigió el establecimiento de un acuerdo -la concordia de Antealtares- con el abad Fagildo por la necesaria remodelación de las existentes edificaciones monásticas que la nueva catedral imponía. Posiblemente como consecuencia de las dificultades surgidas entre el obispo y Alfonso VI, que terminaron en 1088 con la deposición y encarcelamiento de don Diego Pelaez, se interrumpió la nueva construcción. Cinco años más tarde, las obras estaban nuevamente en marcha, impulsadas por el recién nombrado administrador de la diócesis, Diego Gelmírez, apoyado por el nuevo obispo Dalmacio. A partir de ese momento, se continuaron con regularidad durante las dos primeras décadas del siglo XII, hasta la colocación de la última piedra, que, si atendemos a las indicaciones del Códice Calixtino debió tener lugar en 1122. Diego Gelmírez se nos ofrece como la figura más importante en la tarea de impulsar la actividad constructora en Santiago. El templo pertenece a la idea de gran iglesia de peregrinación, que se caracteriza por tener planta de cruz latina, un crucero grande, una girola o deambulatorio -nave que gira en torno a la capilla mayor y permite andar alrededor del sepulcro del santo- y tribuna. Tiene tres naves, doble la central que las laterales. La nave central se cubre con una bóveda de cañón reforzada, por su peso, por medio de arcos fajones. Las naves laterales, sobre las cuales se sitúa la tribuna, se cubren con bóvedas de medio cañón, para contrarrestar los grandes empujes oblicuos que la bóveda de cañón ejerce. Tuvo nueve torres, dos en cada fachada y tres en el crucero.
Codex Calixtinus Durante el siglo XII la influyente orden de Cluny, que cuenta con cientos de monasterios y cerca de diez mil monjes repartidos por todo el continente hace eco del prestigio de Compostela, promoviendo de forma activa las peregrinaciones. Es entonces cuando el tránsito de peregrinos se intensifica y comienza un esfuerzo organizado para facilitar el tránsito, mediante el cual se construyeron puentes y hospitales por todo el Camino, dotándolo de la infraestructura necesaria. Se asienta así la primera ruta principal, con sus respectivas estaciones, el Camino Francés.
Codex Calixtinus
En 1139 Aymeric Picaud lleva a Santiago su “Guía del Peregrino” denominado Codex Calixtinus atribuido por los monjes de Cluny al Papa Calixto II. El Códice ha sido denominado a través de los tiempos de varios modos : Iacobus, Liber Sancti Iacobi, Codex Sancti Iacobi, Codex Calixtinus, Liber Calixtinus o Codex Compostelanus. Se desconoce con certeza dónde ni quién los compiló, pero sin duda se realizó a mediados del siglo XII, con referencia expresa al culto de Santiago y los avatares de la peregrinación. La obra está distribuida en cinco libros, independientes en su temática, pero conectados a través de su intención jacobea. El Libro I contiene todo lo relacionado con el culto de Santiago en su Catedral. Está compuesto de un Leccionario-Homiliario, de un Antifonario-Breviario, y de un Misal para las dos grandes solemnidades jacobeas del 30 de Diciembre y del 25 de Julio. El Libro II es el que refiere veintidós milagros realizados por el santo con sus devotos. El Libro III cuenta la Traslación del cuerpo del Apóstol Santiago y algunas celebraciones litúrgicas. El Libro IV relata la fantasiosa Historia de Turpín, a la que hemos hecho mención en nuestro apartado sobre Carlomagno. El Libro V, el último, comprende la descripción de la ruta de peregrinación, el
27
La época dorada del Camino de Santiago
Codex Calixtinus
28
Camino Francés, con indicaciones topográficas y ambientales muy precisas; con una segunda parte dedicado a la ciudad de Santiago, pero sobre todo a la Catedral., que describe con mayor y menor fortuna de la realidad posterior El total del libro compilado es de gran importancia, pues brinda datos esenciales sobre la abolición en Compostela del rito litúrgico hispánico por el romano; del fortalecimiento del descubrimiento de la tumba del santo por Carlomagno (Como hemos referido anteriormente) y, sobre todo, sitúa a Compostela como gran centro de peregrinación en Europa.
Bula Regis Aeterni El impulso final que convirtió a Santiago en la ruta de peregrinación por excelencia en Europa es la concesión desde Roma de los Años Santos Compostelanos, con la posibilidad de que los peregrinos obtengan la indulgencia plenaria mediante la Bula “Regis Aeterni” (la bula de concesión más antigua que conserva la religión católica) concedida por el Papa Alejandro III en 1179, ratificando la gracia del divino lugar ya concedida por el papa Calixto II en el año 1120. De ahí en más serán Años Santos o Años Jubilares todos aquéllos en los que el día de la conmemoración del martirio de Santiago coincida en domingo (25 julio).
Bula Regis Aeterni
Las indulgencias de ambos Años Santos son las mismas, es decir, será la indulgencia plenaria o perdón de todo tipo de culpa o pena. Las condiciones para ganar el jubileo son las siguientes: - Visitar en Año Santo la Catedral de Compostela donde se guarda la Tumba de Santiago el Mayor. - Rezar alguna oración (al menos el Credo, el Padre Nuestro y pedir por las intenciones del Papa). Se recomienda asistir a la Santa Misa - Recibir los Sacramentos de la Penitencia y la Comunión, dentro del período comprendido entre los quince días anteriores y posteriores a la visita a Compostela.
El camino más transitado de Europa: 29
Estamos por tanto, ante los siglos de esplendor del Camino a Santiago. Se estima que cerca de diez millones de peregrinos visitaban anualmente la tumba de del apóstol, en una época en que España tenía apenas diez millones de habitantes. Durante los siglos XII-XIV el camino de Santiago fue la ruta de peregrinaje más transitada de Europa. Todo un logro para un camino que no terminaba en una gran urbe, sino en un pueblo pequeño de apenas cinco mil habitantes. Ni todas las reliquias juntas de Roma pudieron atraer a tantos peregrinos. La peregrinación representa metafóricamente el viaje de la vida, también todas las motivaciones y esperanzas humanas, ya sean mundanas o elevadas, que se manifiestan durante el recorrido. Algunos viajan en pos de la realización personal, otros para distanciarse de una vida vacía. Los peregrinos viajaban para conocer el mundo, para encontrar romance y aventura. La mayoría lo hacia con una expectativa de mejorar gracias a los favores concedidos por Santiago, muchos buscaban sanar de algun mal corporal, otros anhelaban la remisión de sus pecados. No todos los que buscaban perdón viajaban por su propia voluntad. La confesión sacramental borra el pecado y redime al arrepentido para que pueda ingresar al Paraíso. Pero la teología católica distingue el perdón del pecado de la reparación del pecado. La absolución sacramental puede quitar la mancha que contamina el alma del asesino, pero no puede remediar el desorden material que haya causado. Por tanto, los cristianos deben hacer una reparación terrenal por los pecados cometidos, y junto con la absolución, un sacerdote normalmente aplica una penitencia apropiada. A pesar de la penitencia terrenal, muchos enfrentan también la
La época dorada del Camino de Santiago
El camino más transitado de Europa
30
opción añadida de espiarse en el purgatorio, como castigo transitorio por las faltas terrenales, previo a la entrada en el reino de los cielos. Los cristianos medievales practicaban diversos actos de reparación en vida, para rebajar su castigo en el purgatorio y hacerse merecedores a la mayor brevedad del Paraíso. Aunque la oración y los actos de caridad fueran las formas más sencillas de reparar los pecados, las peregrinaciones eran una manera más atractiva, y en la interpretación popular, más poderosa de purificarse. Este proceso que pasa por el pecado, el perdón y la reparación animó a las gentes más diversas hacia Compostela. No había distinción entre los pecadores o los santos, los reyes o todos los simples mortales que anhelaban llegar hasta Galicia. Los nobles encabezaban ostentosas comitivas, seguidos por una multitud de peregrinos provinientes de las más bajas esferas sociales. La inmensa mayoría de los habitantes de Europa en esa época eran siervos empobrecidos encadenados a las grandes tierras de su señor por las estrictas leyes feudales. Únicamente el beneplácito de su señor podían hacer que soltarran sus aperos de labranza y salir en peregrinación. Los afortunados, normalmente, eran aquellos con los cuerpos ya extenuados por décadas de servicios trabajando la tierra. Los señores feudales, apelando a la lógica mas que a la compasión hacían entonces un cálculo matemático: Era menos costoso liberarse de un trabajador agotado que mantenerlo durante sus años de vejez. Entonces, muchisimos de aquellos peregrinos que acompañaban las caravanas eran ancianos enfermos que se acercaban a la avanzada edad de cuarenta años. Después de conseguir la bendición de su sacerdote, se les entregaba una compostela para certificar su estatus de peregrino y se les instaba a dejar resueltos sus papeles en vida, pues muchos de ellos no volverían vivos para contarlo. Durante la larga peregrinación muchos de ellos morían sin tener siquiera la esperanza de que la terrible noticia llegara al menos a sus parientes. Los cementerios a los costados del camino daban prueba de ello. Pero aquellos afortunados que conseguian llegar descubrían extasiados durante el trayecto increibles lugares que ni su imaginación podía haber soñado, pues para cualquier campesino de la edad media un viaje así a buen seguro suponía la primera primera y única vez en que se alejaran de su pueblo. Las nuevas lenguas, los paisajes, el mar o las montañas debían provocar auténtica fascinación en estos hombres. Durante la noche, en una parada distinta cada vez, los juglares entretenían a los peregrinos con sus relatos de santos, Cada noche en un pueblo distinto, donde los narradores cautivaban a los viajeros con los relatos de santos y pecadores, con el mito
La época dorada del Camino de Santiago
El camino más transitado de Europa
32
de Pelayo o el de Carlomagno, que también habia recorrido ese mismo camino.Los peregrinos europeos continentales abandonaban en pequeños grupos sus aldeas y pueblos, para luego confluir en cuatro corrientes de peregrinos que serpenteaban a través de Francia antes de caer como cascada sobre los Pirineos y desembocar en un gran río de seres humanos que cruzaba el norte de España. En el camino confluía la religión, el comercio y la geografía, dando así forma a una zigzaguenate ruta que cruzaba el país galo. Una de las rutas nacía en la capital francesa, donde los peregrinos se encomendaban a la Vírgen en la majestuosa catedral de Notre Dame, para después ir bajando por la calle que todavía hoy en dia rinde homenaje a Santiago (St Jacques). Los peregrinos de la Europa septentrional, en cambio, discurrían por la senda que bordeaba el mar Mediterráneo y se desviaban santuario St Gilés en Arlés. Hasta tres rutas convergían por el imponente paso de Roncesvalles, la única alternativa para sortear el muro que conformaban picos de hasta tres mil metros de altura. En nuestros días, el peregrino realiza el paso de los Pirineos con comodidad para despues cruzar el norte de España por una ruta bien señalizada hasta llegar a Santiago de Compostela. En el pasado, los peregrinos medievales surcaban una mirada de reinos minúsculos: Navarra los recibía en lengua vasca como primera parada, contigua a la frontera francesa; luego se pasaba por Castilla, que también los recibía en su lengua, y siempre se encontraba en posible conflicto con su reino vecino León. Finalmente, hacían entrada triunfal en Galicia, donde descansaban los habitantes de esta zona los recibían en lengua gallega.
CAPÍTULO IV
SANTIAGO HASTA NUESTROS DIAS
Declive
Santiago hasta nuestros dias
Declive:
34
La tradición del culto a Santiago ha estado íntimamente ligada a los sucesos que acontecían en Europa. Esta interconexión entre el camino y el resto del continente, que durante tantos siglos había enriquecido a ambas partes, generaría también desde mediados del siglo XIV el declive del culto a Santiago. Un decaimiento paulatino en el tránsito de peregrinos provocado por sucesos que sacudirían a todo occdiente: la Peste Negra y el Cisma de Occidente (siglo XIV) y la reforma protestante (siglo XVI). La peste negra fue una devastadora pandemia que entró desde Asia por la ruta de Crimea y asoló Europa en el siglo XIV causando la muerte de un treinta a un sesenta por ciento de la población del continente. El virus viajó por las distintas rutas de este a oeste y la ruta jacobea, arteria por excelencia, aceleró la expansión de los contagios. Los atemorizados peregrinos optaron por evitar el camino durante este período. Además, las alianzas políticas e ideológicas del siglo XIV dividieron la Iglesia durante el Cisma de Occidente, dejando a los fieles católicos ante dos personas que reclamaban ser el representante de Dios y de su Iglesia. El continente se alza en guerra y las peregrinaciones se dejan a un margen en espera de tiempos mejores. Entre los siglos XV y XVIII acontecen los sucesos que contribuirán a hacer que Santiago repose en el olvido de los europeos, por segunda vez en su historia. Esta vez el ataque es directo. Erasmo (1467-1536) expresa claramente en sus escritos su escepticismo y su actitud crítica ante las peregrinaciones. Su pauta de conducta habría de ser el inicio del decaer peregrinatorio en general. No las condena en tanto procedan de intenciones espirituales puras, pero trata de convencer de la inutilidad de las manifestaciones costosas y ostentosas, provocando el interiorismo y el abandono tranquilo. Trata de borrar los símbolos exteriores de los peregrinos, fustiga la creencia supersticiosa de las reliquias y predica salvar el alma por las buenas obras y no por los viajes, si no están basados en el amor y la buena fe. Su crítica se extiende también a la veneración de los santos y las indulgencias. Con esta predisposición, el golpe definitivo habría de llegar de la mano de la Reforma y el Concilio de Trento, de los siglos XVI al XVIII. Se hace explícito el rechazo total de los reformadores a la peregrinación en todas sus formas, sucediéndose los ataques furibundos por parte de Lutero. En consecuencia los países reformadores del norte de Europa, que eran los de mayor volumen en la peregrinación a Santiago, dejan de acudir. El Concilio de Trento (1545-1563) impone restricciones en la exteriorización de la fe, que no significa la desaparición de la
Declive
peregrinación, pero si la depreciación. Por otro lado hay también un crecimiento de veneración y de peregrinaciones a lugares locales y regionales. Pero ya a finales del siglo XV había comenzado la crítica general a las peregrinaciones, no solo a la de Santiago, sino a todas. Cada vez más se desaconseja la práctica de la peregrinación como factor religioso preponderante. Ello habría naturalmente de mermar las posibilidades de la dirigida hacia Santiago, que habría de notar el bajón de peregrinos, al menos de extranjeros. Era un momento de interiorización, de intento de contacto personal e íntimo con la divinidad, en vez de la exuberancia y la exteriorización de la peregrinación. Se unen esos momentos en España con la presencia de la Inquisición. Todo configuraría un descenso lento de la veneración al Santo. En 1859 la expedición del almirante inglés Drake contra La Coruña, en la que María Pita mostró su heroico coraje, supuso una verdadera amenaza para Compostela que solicitó desesperadamente el auxilio de Felipe II. Los invasores desembaracaron y avanzaron sobre Compostela, temiéndose con fundamento por la seguridad de los restos del apóstol ante la condena al culto a las reliquias del luteranismo. Es en esta ocasión cuando el arzobispo Don Juan de San Clemente decidió ocultar las reliquias de Santiago, sacándolas de la cripta y poniéndolas en un lugar seguro. Los huesos del santo dejaron su lugar habitual hasta entonces y pasaron a un sitio secreto, solo conocido por unos pocos.
35
Santiago hasta nuestros dias
Declive
36
En este “extravío” influye el desarrollo arquitectónico de la catedral que continúa añadiendo elementos y nuevos estilos. En 1625, ante la inquietud popular del lugar de localización exacta, llega a decirse que las reliquias están enterradas y bien escondidas, de manera que nadie pueda llegar a ellas. Tal es el celo con que se guardó este secreto que desaparecieron los pocos que lo sabían sin comunicarlo a otros, de modo que durante tres siglos el lugar de localización de los restos del Apóstol vuelven a quedar ignorados. Esta sorprendente situación desata multitud de dudas y negaciones acerca de la venida del Apóstol y la realidad de su sepulcro, levantándose una neblina que viene a convertir a Santiago en una verdadera incógnita. Hay antecedentes de algo parecido. Ocurrió algo similar con los restos de San Francisco de Asís, que en 1230, cuatro años después de su muerte, es trasladado desde la basílica de San Jorge a la que se consagra a su nombre. Los restos se enterraron con tanto celo en el subsuelo de la iglesia, que su tumba no será formalmente reencontrada hasta 1818. Este hecho finalmente resuleto después de seis siglos, y otros acontecimientos, como la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción en 1854, la aparición del a Virgen de Lourdes en 1868, y el proceso de canonización de Juan de Arco y su nombramiento como patrona de Francia en 1870, relegan a España y a Santiago de Compostela en concreto a una situación enigmática en toda la historia de la ciudad, todo su poder aglutinante y unitario, toda la inmensa atracción de su nombre y sus virtudes serán no solo puestos en duda, sino literalmente desacreditados.
Redecubriento
El redescubrimiento: Este estado de cosas motivará, por parte del cardenal Payá, la decisión de iniciar las excavaciones del subsuelo de la catedral, que se autoriza a finales de 1979 y se realiza en enero de 1879. Después de excavar inútilmente en cinco lugares, se busca bajo el altar mayor, y se encontró el edículo del siglo I en piedra de granito, pero vacío de reliquias. Se cava entonces detrás del altar, en el fondo del ábside, en lo que fue después de 1532 la sacristía de los cardenales, encontrándose el empedrado medieval, en el que había sido abierto un nicho sobre la roca y tapado con una losa, que al abrirse descubre un osario del que se recontruyen los esqueletos muy antiguos pertenecientes a tres hombres; dos de ellos con una edad próxima a unos dos tercios de una vida media, y otro que rebasaba ampliamente ese límite, con evidencias de que se había procedido a un traslado apresurado desde el edículo vacío hasta este lugar. Se realizó un análisis técnico cuya conclusión es que estos eran los restos enterrados en el edículo en el siglo I, trasladados precipitadamente a este lugar para su protección, y se asume que son los restos del apóstol y sus discípulos. Así lo comunica el cardenal arzobispo de Compostela al primado de Roma León XIII. El Papa obra con prudencia abriendo un proceso que revisa todo el estudio hecho en Compostela y se hace un estudio com-
37
Santiago hasta nuestros dias
El redescubrimiento
38
parativo con la reliquia de San Antón de Pistoya, que permite confirmar con absoluta certeza que los restos reencontrados son en efecto los enterrados en la tumba de Compostela en el siglo I y venerados desde su descubrimiento en el siglo IX. Solo tras esta certificación de la identidad de los restos el Papa León XIII lo comunica a la Cristiandad en la Bula Deus Omnipotens. De este modo se restituía la importancia de Santiago como centro de peregrinación mundial. En 1982 Juan Pablo II se convierte en el primer Papa en visitar la ciudad y en 1987 el Consejo de Europa le otorga la distinción de “Primera Ruta Cultural Europea” al Camino de Santiago por su contribución al desarrollo de la identidad europea desde la Edad Media. El denominado Camino Francés o franconavarro es el más transitado y es considerado arteria vital de occidente. En 1993 recibió la denominación de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y más recientemente, en 2004, el Consejo de Europa reafirmó su valoración del camino al proclamarlo Gran Itinerario Cultural de Europa porque representa “el significado del ser humano en sociedad, las ideas de libtertad y justicia (...), un espacio de tolerancia, del conocimiento y de la solidaridad, un espacio de diálogo y reunión”. También en 2004, la ruta Xacobea obvuvo el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. En la actualidad, miles de personas de todo el mundo peregrinan a Santiago siguiendo los mismos caminos que atravesaron millones de peregrinos a lo largo de los siglos, manteniendo el culto jacobeo más vivo que nunca.
El redescubrimiento
CAPÍTULO V 12
APUNTES JACOBEOS
Apuntes Jacobeos
Los orígenes de la ciudad:
Apuntes Jacobeos
En el territorio que actualmente ocupa la cate-
40
dral de Santiago existía un poblado romano, que se tiende a identificar como la mansión romana de Aseconia y existió entre la segunda mitad del siglo I y el siglo V. El poblado desapareció pero permaneció una necrópolis reutilizada como cantera que estuvo en uso quizás hasta la época del Reino Suevo de Galicia, llegando hasta el siglo VII. El nacimiento de Santiago como se conoce actualmente está ligado al descubrimiento de los restos del Apóstol Santiago entre el 818 y 842,
El descubrimiento del sepulcro en el siglo IX propició que Alfonso II, necesitado de cohesión interna y apoyo externo para su reino, hiciera un peregrinaje a un nuevo lugar de peregrinación de la cristiandad en un momento en que la importancia de Roma había decaído y Jerusalén no era accesible al estar en poder de los musulmanes.
En 915 El rey Ordoño II establece que cualquiera que permaneciera cuarenta días sin ser reclamado como siervo pasaba a ser considerado como hombre libre con derecho a residir en Compostela. Extensiaproximada de la Villa Sancti Iacobi (900-1040)
818-842 Descubrimiento de los restos del Apóstol Santiago en el año por el pastor Pelayo. 800
850
955 El primer habitante conocido de Compostela: Bretenaldo Franco
900
830 Fundación de la ciudad. El rey asturiano Alfonso II se traslada desde Oviedo con toda su corte, reconociendo la existencia del sepulcro del Apóstol Santiago y declarándolo en ese mismo momento Santo Patrón del reino
997 Almanzor destruye la ciudad, respetando sólo el sepulcro del apóstol.
950 969 Sisenando II fortifica la ciudad, conformando el Locus Sancti Iacobi
Los orígenes de la ciudad
Rápidamente el santuario fue adquiriendo relevancia política. De este modo allí fueron coronados monarcas del Reino de Galicia y del Reino de León como Sancho Ordóñez; Ordoño IV, Sancho I o Bermudo II.
41
Santiago se transformaría en la fuente espiritual de Europa y en anfitriona de múltiples corrientes de cultura, pero también de presentes que enriquecian al santuario. Los normandos realizaron repetidas incursiones por la ría de Arousa, aunque la invasión de la ciudad llegó con los musulmanes que, dirigidos por Almanzor, redujeronla la urbe a cenizas en el año 997, aunque respetaron el sepulcro. En 1099 accede al episcopado Diego Xelmírez, el gran impulsor de la sede compostelana y transformador de la ciudad. Personaje central de la política castellanoleonesa, dirige sus esfuerzos hacia la catedral, encargada al Maestro Esteban. Una vez concluida en 1225 se convertirá en “joya del arte románico”.
Cresconio dota a la ciudad de un recinto de fosos y una nueva muralla.
1075 El obispo Diego Peláez comienza la construcción de la catedral románica.
1000 1049 Autoproclamación de Santiago como Sede Apostólica provocando la reacción del Papa León XI, que excomulga a Cresconio por el concilio de Reims.
1120 La iglesia Compostela consigue la categoría de sede arzobispal
1050 1099 Es nombrado obispo Diego Gelmírez, gran impulsor de la sede Compostelana y transformador de la ciudad.
1181 concesión del privilegio del Año Santo Jubilar Jacobeo mediante la bula Regis Aeterni del papa Alejandro III
1100 1111 Alfonso Raimúndez coronado en la catedral de Santiago de Compostela.
1150 1139 Aymeric Picaud lleva a Compostela el Codex Calixtinus
Apuntes Jacobeos
Apuntes Jacobeos
El apogeo de la ciudad medieval: En el siglo XIII la catedral se muestra ya en todo su esplendor, atrayendo a fieles de todo occidente. En este tiempo se consolida el Camino Francés, el más transitado de los que llegan a la ciudad. Durante la Baja Edad Media se fue conformando también un importante núcleo industrial y comercial, con calles como la de Caldeirería, Moeda Vella, Acibechería o Concheiros, que testimonian la existencia de gremios ricos y pujantes.
42
El Pórtico de la Gloria Es un pórtico de estilo románico realizado por el Maestro Mateo y sus colaboradores por encargo del rey de León Fernando II. La conclusión del conjunto se demoró hasta el año 1211, en el que se consagró el templo con la presencia del rey Afonso IX.
Santo Domingo de Bonaval: El aumento de las peregrinaciones provoca otro fenómeno clave en el desarrollo posterior de Santiago: la proliferación de conventos de las principales órdenes, generalmente en los accesos claves de la ciudad. Conventos como Santo Domingo, Santa Clara o San Francisco, crean nuevos núcleos que determinan la personalidad de Compostela.
1214 Fundación del Convento de San Francisco de Valdediós por San Francisco de Asís
1200
1260 Fundación del convento de Santa Clara,
1250
1220 Santo Domingo de Guzmán establece el Convento de San Domingo de Bonaval.
1309 Fernando IV de León y Castilla concede el señorío de Compostela al Arzobispo Rodrigo de Padrón en agradecimiento a la ayuda prestada en el sitio de Algeciras.
1300
1350 1318 Levantamiento de Santiago en armas durante el arzobispado de Berenguer de Landoria
El apogeo de la ciudad medieval
Ya en el siglo XIII está bien definido el Camino Francés,
Colegio Fonseca: Los silgos XIV y XV fueron tiempos de luchas de la burguesía santiaguesa contra el poder de la Iglesia. La familia Fonseca, que da tres arzobispos a la ciudad, rige sus destinos desde esa época de profundas transformaciones del final de la Edad Media. En 1495 se funda el Colegio de Estudiantes Pobres. Desde entonces, Santiago toma un fuerte carácter de ciudad académica y estudiantil.
Hostal de los Reyes Católicos Originalmente fue un Hospital que se construyó como consecuencia de la visita realizada por los Reyes Católicos a Santiago en 1486, para atender a los peregrinos que por la época recorrían el Camino de Santiago. Con el tiempo, los Reyes Católicos mandaron la construcción de una gran hospedería con la ayuda de las rentas recibidas en la victoria de Granada. Las obras duraron 10 años y los Papas ofrecieron indulgencias a cuantos cooperasen. Es de estilo renacentista plateresco.
1466 Revuelta “irmandiña” contra los privilegios señoriales de Alfonso de Fonseca II.
1400
En 1495 se funda el Colegio de Estudiantes Pobres, germen de la actual Universidad
1450 1486 Visita de los Reyes Católicos a Santiago.
1511 Se termina de construir el Hospital de los Reyes Católicos.
1500
1550
1508 Santiago es nombrada sede de la Real Audiencia del Reino de Galicia por un breve período de tiempo (hasta 1578)
43
Apuntes Jacobeos
Apuntes Jacobeos
Santiago hasta la actualidad:
44
Tras un comienzo de siglo XVII titubeante, la ciudad hace un esfuerzo institucional por restituir su personalidad. El impulso inicial se da durante el período barroco que, junto con algunas aportaciones posteriores nos brindará la imagen que tenemos hoy de Compostela. Un hecho histórico decisivo para la ciudad de Santiago fue la constitución en 1980 de la Comunidad Autónoma de Galicia y su designación como sede de la Xunta, impulsando a la ciudad cultural y comercialmente hacia el futuro.
En 1657 el arquitecto Fernando de Casas Novoa comienza a levantar la fachada del Obradoiro
Período de decadencia: A principios del siglo XVII, el italiano Cesare Baronnio puso en tela de juicio la peregrinación del apóstol a Hispania. El Cabildo Compostelano consiguió poco tiempo después que se modificase el Breviario, pero una nueva dificultad tuvo que ser salvada: la Orden de los Carmelitas, en los años 1617 y 1626, promovió a Santa Teresa como Copatrona de España, con las pérdidas económicas que conllevaba para Santiago. De nuevo el Cabildo logró, con la ayuda de importantes personalidades de la sociedad del momento, como Quevedo, devolverle al apóstol la condición de único patrono de España.
1643 Felipe IV establece a Santiago como único patrón de España, ordenando que, todos los 25 de julio se hiciera una ofrenda regia de 1000 escudos de oro al arzobispado de Santiago
1600 Los Annuales Eclesiásticos del italiano Cesare Baronnio ponen en tela de juicio la peregrinación del apóstol a Hispania.
1650
1700
1657 se puede considerar como punto de arranque del barroco compostelano. La transformación urbana comienza con la reforma de su catedral.
1750Culminación de la fachada del Obradoiro.
1750
Santiago hasta la actualidad Resurgimiento Barroco: La transformación urbana en esta etapa arranca con la catedral, pero también conventos, iglesias y edificios civiles participan de este proceso, del que nacerá la nueva cara que hoy contemplamos. El edificio que coronará este período barroco en Compostela es la construcción del Palacio de Raxoi, iniciado en 1767 por el ingeniero Carlos Lemaur.
Batallón Literario: En 1808, durante la Guerra de la Independencia Española se creó una compañía formada por estudiantes alzados frente al invasor, que se dio en llamar “Batallón Literario”. Su bandera llevaba los colores azul y blanco, de la Bandera de Galicia, y dos escudos: los del Antiguo Reino de Galicia y el escudo de armas de la universidad, ambos cubiertos por una corona real, además de la siguiente inscripción: “Auspice Deo: pro libtertati regis palladis legio”. Los soldados portaban además una cinta, con un breve poema: “Por rescatar a Fernando y acabar con Bonaparte unióse Minerva a Marte”.En la plaza de la Quintana en la ciudad de Santiago de Compostela, llamada también de los literarios, una placa recuerda la gesta.
Capital de Galicia: En 1980 se constituye la Comunidad Autónoma de Galicia, designando a Santiago de Compostela como sede de la Xunta de Galicia (Gobierno gallego) y de las instituciones autonómicas, convirtiéndose en centro político y administrativo de Galicia.
1978 La Constitución española establece en el Estatuto de Galicia su condición de nacionalidad histórica, basando sus poderes en el Estatuto, la Constitución y el pueblo gallego.
1800 Nace en Santiago el primer periódico gallego: El Catón Compostelano
1800 1808 Creación del "Batallón Literario" durante las invasiones francesas..
Juan Pablo II es el primer Papa en visitar Santiago de Compostela en 1982, repitiendo su visita en 1989.
1850
1900
En 1924 se crea el Seminario de Estudos Galegos (SEG) en Ortoño,institución cultural de creada para estudiar y divulgar el patrimonio cultural gallego.
1985 Es elegida ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
1950
1982 Juan Pablo II En 1993 el de es el primer Papa Camino es en visitar la ciudad. Santiago designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
45
Apuntes Jacobeos
El Pórtico de la Gloria: El Pórtico de la Gloria es un hito entre las obras cumbres del arte, realizado entre 1168 y 1188 por el taller del maestro Mateo a petición del rey Fernando II de Léon. Su belleza y su misterio han cautivado a los peregrinos de todos los tiempos.
Apuntes Jacobeos
En el Pórtico de la Gloria que hoy conocemos se representa el mundo del hombre: la historia de la humanidad salvada por la victoria de Aquél que ha vencido a la muerte.
Croque al maestro Mateo Al pie del parteluz central, arrodillado y mirando hacia el altar mayor, el maestro Mateo dejó su autorretrato a modo de firma junto a su obra maestra. Quizás por suponérsele una inteligencia superior, se instauró la tradición por la cual su clarividencia podía ser transmitida por el procedimiento de darse un croque contra el granito de la imagen. Asi nace el santo dos croques, al cual acuden los peregrinos para despabilar la inteligencia.
46
Limbo a.c
35
34
37 38
Profetas En la puerta izquierda se represenatn los tiempos antiguos del reino de Jerusalén, con los profetas Abdías, Amós, Oseas, Joel, Jeremías, Daniel y Moisés.
41
39 40
1
29
15 16
13 14
17
18 19 20
Tiempos antiguos
Antigua Alianza 3 10
9
5
2
4
6
Profetas 1 Cristo Rey
7 Pecados capitales
13 Profeta Abdías
19 Profeta Isaías
25
2 Apóstol Santiago
8 Victoria del hombre
14 Profeta Amós
20 Profeta Moisés
26
3 Árbol de Jesé
9 Primera columna
15 Profeta Oseas
21 San Pedro
27
4 Hombre nuevo
10 Vía de Israel
16 Profeta Joel
22 San Pablo
28
5 Victoria del león
11 Vía de la obediencia
17 Profeta Jeremías
23 Santiago el Mayor
29
6 Las “Herejías”
12 ¿Quinta columna?
18 Profeta Daniel
24 S. Juan Evangelista
30
El Pórtico de la Gloria Los músicos de la zona superior central portan instrumentos de la época, que ha permitido en la actualidad recrear la música de la época con fidelidad.
47
Detalle apóstol Santiago, en el tragaluz central.
42
Apóstoles: En la zona derecha de la composición quedan plasmados los tiempos nuevos, encarnados en los apóstoles.
Puerta del Reino
36
43 44 45 46 47
30
48
25
21 22 23 24
26
28
27
Nueva Alianza
12
11
7
8
Apóstoles
5 San Andrés
31 “El limbo”
37 Columna Pasión
43 S. Marcos Evangelista
6 San Mateo
32 Tímpano
38 La Cruz
44 Los clavos y la lanza
7 Apóstol Tomás
33 “El purgatorio”
39 Corona de espinas
45 Jarra y sentencia
8 San Bartolomé
34 Puerta Antigua Alianza
40 S. Lucas Evangelista
46 Azote y martillo
9 Las tentaciones
35 Pueblo de Israel
41 S. Juan Evangelista
47 Esponja e INRI
0 Ángel con trompeta
36 Pueblo Cristiano
42 S. Mateo Evangelista
48 Puerta Nueva Alianza
Apuntes Jacobeos
Ritos y tradiciones:
Apuntes Jacobeos
Desde hace siglos los fieles acuden por millares a la Santiago para rendir culto al santo. En los años santos el fin último de todos ellos es ganar el Jubileo, pero en su incesante peregrinar han dejado numerosas tradiciones instauradas:
Cómo ganar el Jubileo: Para ello los requisitos son los siguientes:
48
- Visitar la Catedral de Santiago Compostela. - Rezar alguna oración (al menos, el Credo, el Padre nuestro y pedir por las intenciones del Papa). Se recomienda asistir a la Misa. - Recibir los sacramentos de la penitencia (puede ser quince días antes o después) y de la Comunión. La gracia del jubileo consiste fundamentalmente en una indulgencia plenaria para el perdón de la pena que merecen los pecados.
La Comopstela Cuando los peregrinos medievales llegaban a Compostela se les extendía un certificado de haber realizado la peregrinación. Era un papel más grande que un folio, donde figuraban una serie de exhortaciones piadosas, el nombre de quien lo otorgaba y el de quien lo recibía. Se le había puesto el nombre de Compostela. Dicha certificación se sigue otorgando a los peregrinos actuales. Pero ahora con ciertas condiciones restrictivas: la peregrinación a pie debe haberse hecho durante más de cien kilómetros, o si se ha realizado en bicicleta, que sean más de doscientos.
Imposición de los dedos El vano central del Pórtico de la Gloria está dividido en dos por un parteluz con forma de árbol. Los peregrinos han posado sus dedos sobre este fuste durante siglos, erosionándolo hasta dejar la marca de los dedos en un rito que actualmente continúa practicándose por los visitantes a la catedral. La finalidad de la imposición de los dedos es la obtención de cinco gracias, una por cada dedo.
Croque contra la escultura del maestro Mateo: La segunda cola más numerosa, de las que suelen formarse ante la catedral, es la de la plaza del Obradoiro; su fin, en absoluto religioso, consiste en poner los dedos en el parteluz, al tiempo que se piden cinco deseos, y en darse un sonoro croque contra el duro granito de la imagen del santo Mateo. Algunos turistas despistados dan el croque al forzudo que domina los monstruos situados bajo el parteluz (es decir, al santo que no es, ya que el maestro Mateo está del lado interior, mirando al altar)
Ritos y tradiciones El Botafumeiro Este enorme incensario es uno de los símbolos más conocidos de la catedral. Erróneamente se relaciona su utilización con la eliminación de los olores generados por la multitud de peregrinos que se congregaban en el recinto. Sin embargo su uso está vinculado exclusivamente al uso litúrgico en las veinticinco solemnidades del año y con ocasión de ofrendas y peregrinaciones. El actual botafumeiro es de latón plateado, de 58 kilogramos de peso y obra del orfebre compostelano José Losada. Se columpia mediante una cuerda dividida en ocho ramales, de los que tiran los correspondientes “tiraboleiros”. Sólo se tiene constancia de dos ocasiones en las que el incensario salió despedido: A finales del siglo XVI, estando presente Catalina de Aragón, atravesó el ventanal que da a la plaza de Platerías. En otra ocasión, el jueves de Corpus Christi de 1622, el botafumeiro se estrelló contra el suelo de la basílica. Pero en ambos accidentes el Apóstol estuvo al tanto y en ninguno de ellos
Apertura Puerta Santa La Puerta Santa o de los Perdones permanece cerrada excepto aquellos años en los que el día de Santiago coincida con domingo, es decir, en los años santos. La ceremonia de apertura de la puerta se realiza el 31 de diciembre del año anterior al jubilar. El arzobispo, seguido delos obispos, canónigos, autoridades y fieles sale por la puerta de Platerías y se dirige a la plaza de Quintana. La Puerta Santa está cerrada con un muro de piedras que es derribado por el prelado utilizando un martillo de plata.
La tumba del Apóstol:
Abrazar al Apóstol.
Rezar una oración ante la tumba del Apóstol
La cola que se forma en la plaza de la Quintana para entrar por la Puerta Santa, dar la aperta al Apóstol y bajar a la Cripta es la más numerosa de las que todos los días se forman delante de la Catedral. Y es normal, pues de todos los ritos jacobeos, el abrazo al Apóstol es, sin duda, el más difundido.
Una vez que se ha abrazado la imagen del Apóstol, se bajan las escaleras que conducen a la Cripta donde se conservan los restos del apóstol peregrino. El espacio existente es muy pequeño, y la oración debe ser rápida pues es necesario dejar sitio a nuevos visitantes.
49
Apuntes Jacobeos
El camino de Santiago:
Apuntes Jacobeos
El poder y la fuerza del Camino de Santiago residen en la misma historia de la cristiandad de Europa, que desde el siglo IX decidió elegir como culminación de sus esperanzas y deseos a la ciudad del apóstol.
50
Durante siglos de diferencias políticas en Europa, sus gentes decidieron aceptar el patronazgo común de uno de los discípulos más amados de Cristo, Santiago. Unidos todos en la idea común de emprender un camino sacralizado por la presencia de sus restos al final del viaje, serpentearon desde los lugares más remotos del continente hasta desembocar al Camino francés, sorteando penalidades y peligros, dando así origen a una ruta que se convertía en itinerario de intercambio cultura entre los habitantes de Europa, aún cuando ésta no era ni tan siquiera un sueño.
Hospitales Los hospitales son los edificios que recogen a los peregrinos en su deambular por todo el Camino de Santiago. El término hospital debia ser entendido en el amplio sentido de hospedería, alberguería o local donde se estableciera la caridad del cobijo, que para unos sería la de posada en el camino, para otros la de puramente hospital y curación de sus enfermedades, y para otros la de simple habitación. Inicialmente fueron puestos en marcha por los monasterios, y siguieron fundaciones de los mismos clérigos, cofradías, laicos, órdenes militares, canónigos, cabilods, obispos, reyes y señores. Todos buscando favorecer al peregrino en sus necesidades, por servicio divino y mandato evangélico.
Arquitectura románica en el Camino: Uno de los aspectos más importantes del Camino de Santigo es su arquitectura románica, que surgió en su su cauce a lo largo de los años. El arte románico florece a lo largo del camino en simbiosis con la fe de las personas que lo recorrían.
El Camino de Santiago El Camino de Santiago es fundamentalmente una dirección hacia el oeste, que se recorre con sentido espiritual de marcha, pero que discurre por distintos caminos hasta llegar a la meta. El hecho de que hubiera diversidad de gentes por los caminos medievales en dirección a un lugar común, hacía que de forma natural todos ellos utilizaran caminos donde la circulación fuera más cómoda y segura, dando origen a las rutas principales del Camino. En España la ruta más importante atraviesa toda la meseta por los Pirineos, donde recogia el flujo de peregrinos europeos. Dado que esa ruta principal recogia el mayor flujo de viajeros, principalmente franceses, acabó denominándose el Camino Francés. Ya a finales del siglo IX estaba consolidada la ruta, apareciendo en varios documentos como Iter Francorum o Vía Francígena.
51
Peregrinos: Son aquellos que por motivación fundamentalmente religiosa recorren en forma de ascesis personal una ruta hacia un lugar santo, generalmente santificado por reliquias, milagros u otros factores religiosos. El término lingüístico procede del latín, desde el adverbio “peregre” al adjetivo “peregrinus”, denominaciones que hacen referencia para aquel que es extranjero, viviendo más allá del ager romanus. Había incluso distintos estatutos que oponían a los cives Romani de los Peregrini -no ciudadanos-.
El priperegrino extranjero
m e r
Se trata del obispo francés de Le Puy, Gotescalco, que en su peregrinación a Compostela se hospeda en el monasterio riojano de Albelda, a muy pocos kilómetros de la vía física del Camino de Santiago. Allí debió reconocer ya la valía del scriptorium del monasterio, y encontrar en su biblioteca un libro interesante del que procuró una copia. Es la primera prueba documental de la peregrinación del primer peregrino a Compostela entra las fecha del 950 y 951. Pero también lo es de la importancia que iba cobrando la peregrinación más allá de los Pirineos, que aunque tarde se había de afianzar después de forma clara en los siglos siguientes.