DIARIO CHÁVEZ VIVE (523) 10-05-2015

coctel peligroso mayo

En Venezuela existe un peligroso coctel con fines políticos, denunció, el pasado martes, el Ministro de Interior y Justicia, Gustavo González.

24 horas después, Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, alertó sobre la posible incursión de paramilitares en Venezuela.

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Al mismo tiempo, el Presidente Nicolás Maduro, aseguró que los brotes neofascistas, serán derrotados.

Definitivamente, el coctel existe.

Chávez Vive presenta, hoy, los ingredientes y cómo se prepara el peligroso trago.

domingo

Editado por la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Nicaragua / Edición 523 / 2015 Año 2 / chavezvive@embajadadevenezuela.org.ni / @ChavezViveNews / Teléfono: +505-22760266

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Análisis

Correo: chavezvive@embajadadevenezuela.org.ni

ingredientes

1/2 botella de factores internacionales 1/4 de sumo de Barack Obama Porción al gusto de Colombia Ralladura de instancias internacionales Un puñado de ex presidentes Una ración de factores nacionales Una pisca del doble rostro de la derecha 1/2 botella de terrorismo Chispas de saboteo a Empresas Básicas Inflación inducida y especulación al gusto Una porción de acaparamiento Sumo de medios de comunicación Estado fallido (matriz nacional) cortado en julianas 500 ml de estado forajido (matriz internacional) 5 cucharadas (grandes) de Petróleo 300 gr de las reservas de crudo más grandes del planeta

Para la preparación: Mezcle y agite todo con EEUU,

el país más consumista del planeta.

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Análisis

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la mano que mese la copa B

arack Obama financia, orquesta, coordina, enlaza y genera, todos los factores que se requieren para un golpe. Él, es un títere que cumple su rol para las trasnacionales: Dar la cara.

A medias, pero la da. Más de 150 declaraciones, o documentos injerencistas, ha emitido EEUU entre 2014 y lo que va de 2015, incluyendo la declaración de guerra expresada por Obama, el pasado 9 de marzo, cuando tildó a Venezuela como una “amenaza inusual” para la seguridad nacional de EEUU. Pero, Obama no puede sólo. Necesita otros elementos. Y los tiene.

En marzo de este año, ante el Senado estadounidense, el Subsecretario Adjunto para Sudamérica y Cuba, del Departamento de Estado, Alex Lee, declaró que “Washington sigue trabajando” con otros países de la región, para intervenir en asuntos internos venezolanos. “Necesitamos trabajar con la comunidad internacional y, particularmente, con los vecinos de Venezuela”, dijo.

Venezuela y Colombia comparten una frontera de más de 2 mil kilómetros.

Rechazamos la tesis de que Brasil sea el vecino nombrado por Lee. Colombia, definitivamente, es un vecino incómodo para Venezuela. Desde Bogotá, Álvaro Uribe Vélez financia, con dinero del narcotráfico, las células paramilitares que produjeron la muerte de 43 personas y resultaron heridas más de 800, entre febrero y julio de 2014.

El Jefe del Comando Sur de EEUU, el General John Kelly, dijo en marzo, que Venezuela está “cerca del colapso y de implosionar”. El Comando Sur es la instancia militar más poderosa de EEUU, y con responsabilidad directa en 31 naciones.

EEUU es experto en gene-

rar colapsos e implosiones, pero, como ya lo mencionamos, necesita apoyo, y lo tiene.

A Bogotá y Washington, se le unen Madrid, Lima, Ciudad de Panamá, San José, Miami, entre otras capitales, y conforman una plataforma de ataque encabezada por un puñado de ex presidentes que vagan por el mundo exponiendo ideas ultraconservadoras.

Las instancias internacionales representan otro ingrediente, muy necesario, para el coctel. Tienen una tarea: Legitimar todo el proceso injerencista que ejecuta EEUU contra Venezuela, y, al mismo tiempo, deslegitimar las acciones políticas desarrolladas por el Gobierno Bolivariano, para defender la soberanía del país y resguardar sus fronteras.

Un par de meses atrás, el Parlamento Europeo aprobó una resolución que expresaba la “profunda preocupación”, de esa institución, “por el agravamiento de la situación política en Venezuela”. El texto fue aprobado con 384 votos a favor y 75 en contra. Fue la novena resolución en contra de Venezuela, votada en la Eurocámara, en los últimos cinco años.

Human Rights Watch, Amnistía Internacional, la Corte Interamericana para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), conforman también esa estructura que, internacionalmente, requiere Obama para preparar el trago.

Entre 1981 y 1999 la CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos sólo tramitaron siete casos, contra los gobiernos de ese momento. Mientras que, entre 1999 y 2011, ambas instituciones actuaron en 86 casos, sumando los tramitados y los sentenciados.

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E

l Gobierno venezolano está obligado a lidiar con una oposición que actúa fuera de toda la lógica, en el ámbito de la alta política. El golpe de estado y el saboteo a la industria petrolera, ejecutados en 2002, arrojaron pérdidas económicas, que sobrepasaron los 20 mil millones de dólares, la mitad de las reservas del país, en aquel momento.

Tras las acciones terroristas, activadas en 2014, las pérdidas materiales superaron los quince mil millone$, más del 75% de las actuales reservas internacionales venezolanas, que rondan los 20 mil millones de dólares.

Ambos agresiones, sumándolas, le provocaron al país una pérdida que rebasó los 35 mil millones de dólares, casi la inversión que requiere Nicaragua, por ejemplo, para construir el Canal Interoceánico, que duplicará en tamaño al de Panamá.

La oposición venezolana juega a dos bandas. Asegura que se mantendrá en la ruta democrática y, simultáneamente, consolida nexos con paramilitares y mercenarios de Colombia, Perú, El Salvador y Honduras, para atacar objetivos estratégicos en Venezuela.

Estos grupos criminales se transforman en “movimiento estudiantil” y, bajo ese escudo, delinquen con la aprobación de los centros de poder, que incluyen las instancias internacionales, de lo que ellos denominan

Análisis comunidad internacional.

Dentro de los objetivos estratégicos de las células neofascistas venezolanas, se encuentran las Empresas Básicas. En 2013, tres agentes de la Embajada yanqui, en Caracas, fueron expulsados de Venezuela, porque los filmaron y fotografiaron entregando financiamiento a grupos terroristas, al sur del país, para que atacaran dichas Empresas.

Los centros del poder económico, en Venezuela, están aliados a todas estas actividades golpistas. Por lo tanto, tampoco se rigen por la lógica del mercado.

Ellos no quieren vender sus productos o servicios, sólo buscan tumbar a Nicolás Maduro.

Una fuerte dosis, o sobredosis, de acaparamiento y especulación, generan una inflación inducida que, en ocasiones, tiende a ahogar los 29 aumentos salariales decretados en los 16 años de Revolución.

En Venezuela, al mismo tiempo, están activadas más de 300 organizaciones criminales que ocultan su accionar, disfrazadas como ONG´s. Es una de las principales rutas de entrada, del financiamiento yanqui. Paralelamente, cúpulas gremiales y sindicales utilizan su investidura para crear escenarios conflictivos, que rompen la cotidianidad (paro de clases o transporte).

Todos estos ingredientes, en un mismo trago, se tornan en una peligrosa conjura.

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conjura

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M

egacorporaciones mediáticas trabajan con élites regionales y locales, para formar la tormenta perfecta contra Venezuela: A lo interno, describen un Estado fallido, mientras que, a lo externo, difunden un Estado forajido, violador de Derechos Humanos.

El Estado fallido, es producto de un gobierno incapaz de resolver los problemas internos del país.

Problemas que, por lo general, ellos mismos crean, a través de saboteos y ataques terroristas. En Venezuela se presenta, a través de la prensa privada, un escenario de ingobernabilidad y a unas instituciones que no funcionan. Y el culpable es uno solo: Nicolás Maduro.

Invisibilizan las acciones gubernamentales. Más de 650 mil millones de dólares invertidos, sólo en el área social, no es noticia para los operadores psicológicos locales.

Elevar los niveles de histeria colectiva, es la tarea interna de la prensa privada.

Ocho de cada diez medios, en Venezuela, cumplen ese rol. A mayor histeria colectiva, es más factible aceptar

Análisis

soluciones criminales. El golpe de estado de 2002, fue una “solución” criminal aceptada. También el saboteo a la industria petrolera.

Igual ocurrió, con el plan terrorista denominado “La Salida”, activado en 2014.

En el exterior, la táctica cambia. Se concentran en describir a Venezuela como un Estado forajido, violador de los Derechos Humanos, que tortura y trata con crueldad a las personas “que piensan diferente”. El objetivo es imponer, en el imaginario colectivo, que en Venezuela existe una crisis humanitaria. Con esto, pretenden abrir las puertas, de manera legal, para intervenir en el país. Una invasión necesaria.

Cuando en una Nación se violan los Derechos Humanos, organismos internacionales pueden actuar, incluso, dentro del marco jurídico del Derecho Internacional.

Lo complejo es que EEUU, dependiendo de sus intereses, decreta cuál Estado es, o no es, una amenaza para la seguridad del planeta. Libia, Siria, Irak, Afganistán, probaron este ingrediente.

tormenta

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Análisis

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Venezuela EEUU y el petróleo T odo el petróleo que ha consumido la humanidad, desde que se usa como fuente energética, hasta hoy (980 mil millones de barriles), es menor a la cantidad de petróleo que posee Venezuela en su territorio.

300 mil millones de barriles de petróleo certificado, colocan a los venezolanos al tope de las reservas mundiales. Esa cantidad podría cubrir el consumo total de crudo (30 mil millones de barriles al año) del planeta, por 10 años. En otros términos, Venezuela posee petróleo para mil años, al ritmo de su producción actual, que ronda los 3 millones de barriles por día.

Para analizar lo que sucede en Venezuela, se deben, obligatoriamente, unificar dos elementos transversales: EEUU y el petróleo.

El imperio yanqui requiere, para mantener su ritmo de vida, casi 30 millones de barriles de petróleo, cada 24 horas. En un futuro, Venezuela será la única Nación del Mundo que podría cubrir esa demanda. Además, por la distancia entre uno y otro país (cuatro días por barco), al gobierno yanqui le resulta mucho más económico importar o saquear crudo venezolano.

Estados Unidos quiere y puede invadir a Venezuela, advirtió el padre Miguel d´Escoto, ex Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU). ¿Por qué quiere invadir?

Por el petróleo. No hay otra respuesta. Por eso, Obama financia, orquesta, coordina, enlaza y genera, todos los factores que se requieren para un peligroso coctel que acabe con Venezuela.

Créditos Texto: AAC/Redacción Chávez Vive Fotografías: Archivos/Agencias Diagramación y Montaje: Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Nicaragua

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