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El regreso a la normalidad
El impacto global que tendrá la reapertura de China
Por SUDESHNA SARKAR*
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EMMANUEL Daniel tiene una conexión con China que se remonta en el tiempo y el espacio, y se extiende hasta la Antártida. En el crucero que tomó cuando decidió dar la bienvenida al Año Nuevo viajando por debajo del círculo polar antártico, donde la temperatura media invernal varía entre -20 y -40 grados centígrados, ocho de los 100 pasajeros a bordo eran chinos, por lo que pudo incluso practicar el mandarín.
Cuando no está viajando por algún rincón del mundo (ha recorrido 110 países en los últimos 25 años) es un mago de los servicios financieros con sede en Beijing, un emprendedor del océano azul y un autor debutante. De origen malasio-singapurense, fundó una publicación llamada The Asian Banker en 1996, la cual se convirtió progresivamente en una empresa de investigación y consultoría que presta servicios para las industrias bancarias y financieras.
A medida que China ha ido relajando las medidas para quienes ingresan desde el exterior, Daniel ha observado una “increíble demanda” para viajar al país por parte de dos tipos de perfiles. El primero de ellos está compuesto por personas que ya tienen “relaciones históricas” con China y quieren volver a relacionarse con gente en el lugar, y el otro consiste en personas que han desarrollado un nuevo interés por China.
Óptimas previsiones
Este hecho es comprensible dadas las previsiones de crecimiento de la economía china en 2023. Según el Banco Mundial, la economía de China será la que experimentará el crecimiento más veloz entre las principales economías del mundo. Según el informe Prospectos Económicos Mundiales ( Global Economic Prospects), se prevé que el PIB de China crezca un 4,3 %, en comparación con un 0,5 % de Estados Unidos y un crecimiento plano en la eurozona. La Oficina de Investigación Macroeconómica ASEAN+3 (AMRO, siglas en inglés) en Singapur estima un crecimiento del 4,3 % para la región de la ASEAN+3, impulsada por el repunte anticipado de la economía china, gracias al levantamiento de las medidas contra el COVID-19 y la reapertura de la economía. “Con el riesgo de una posible recesión que aún acecha a Estados Unidos y Europa, la reapertura económica de China no puede llegar en un mejor momento para la región. La solidez de la economía china brindará mayor apoyo a la actividad regional, mientras que la reapertura de las fronteras impulsará el turismo intrarregional”, comenta Hoe Ee Khor, economista jefe de AMRO.
The Asian Banker puede observar el desarrollo de la región de cerca, gracias a su oficina en Beijing. La firma comenzó a operar inicialmente en Singapur y abrió su segunda oficina en Shanghai en 2000. Luego, en 2001, Daniel tuvo un encuentro que le daría una nueva dirección a su empresa. Conoció a Jiang Jianqing, entonces presidente del Banco Industrial y Comercial de China (ICBC, por sus siglas en inglés), el banco más grande del mundo por capitalización de mercado. “Me dijo, ve a Beijing, es un buen momento para venir a la capital china. Aunque él mismo es oriundo de Shanghai, me explicó que si realmente quería tener éxito en la banca en China, era mejor que me mudara a Beijing para estar más cerca de los reguladores bancarios”, manifiesta.
Haciendo caso de este consejo, Daniel trasladó The Asian Banker a Beijing y fue recompensado con una vista en primera fila del espectacular progreso económico de China desde que se unió a la Organización Mundial del Comercio en diciembre de 2001. Además, pudo obtener una sensación directa sobre el terreno de cómo el sistema bancario chino estaba reaccionando a los cambios que se estaban produciendo.
Hay un marcado contraste respecto al trabajo que realizaba la empresa en el pasado y el que lleva a cabo en la actualidad. “En los primeros años, los bancos chinos solían pedirnos que lleváramos expertos de otros países para enseñarles sobre las estrategias y la infraestructura que podían implementar en China. Sin embargo, hoy en día, los bancos chinos han alcanzado un nivel de sofisticación sin precedentes en todo el mundo. Por lo tanto, proporcionamos viajes de estudio para que los bancos extranjeros aprendan y entiendan China. Hoy le estamos enseñando al mundo occidental que los desarrollos que tienen lugar en China son reales y valiosos, por lo que incluso pueden ser adoptados por otros países”, declara.
Daniel regresó a Beijing desde la Antártida cinco días después del levantamiento de la cuarentena para los visitantes internacionales el 8 de enero. El ambiente era relajado y tranquilo. Solo tuvo que hacerse una prueba de COVID-19 en Singapur 24 horas antes del despegue del vuelo a Beijing.
Escenario global
En la pospandemia, Daniel también ha observado cómo el escenario del comercio mundial se está transformando. “El ecosistema del comercio global en el que China está reingresando hoy es muy diferente a aquel que había antes de la pandemia. Anteriormente, China dominaba el comercio mundial y era el fabricante de casi todos los bienes y servicios de menor costo. Durante la pandemia, muchos países reiteraron la importancia de tener algún tipo de capacidad de fabricación propia. Además, los fabricantes globales comenzaron a diversificar sus fuentes de fabricación y logística para no depender demasiado de ningún país. Por lo tanto, ahora estamos entrando en una cadena de suministro de fabricación y abastecimiento mucho más fracturada, por lo cual China tiene que luchar para mantener su dominio”, advierte.
“Tal vez ha llegado el momento de que las empresas chinas inviertan en instalaciones de fabricación y abastecimiento descentralizadas en diferentes partes del mundo y las vinculen a una cadena de suministro centrada en China. Este nuevo ecosistema aún está en pañales y debemos observar cuidadosamente cómo los inversores chinos juegan con estas tendencias a nivel global”, agrega.
De acuerdo con The Asian Banker, se vienen tiempos de mucho trabajo. “Nuestros clientes extranjeros están interesados en conocer la fortaleza y calidad de los balances de los principales bancos de China que tienen contrapartes extranjeras. También les interesa saber si pueden participar en la industria de tecnología financiera de China. En tanto, nuestros clientes chinos, entre los cuales se encuentran varias empresas de tecnología financiera, están buscando oportunidades para desarrollar sus negocios en el sudeste asiático y Europa”, sostiene.
En junio, The Asian Banker organizará un pabellón de China en la Semana Fintech de Londres, seguido por uno en Nueva York en octubre. Además, se están organizando viajes de estudio en los que inversores y banqueros extranjeros se reunirán con innovadores y sus empresas en China.
Tras un año de la crisis de Ucrania, cabe preguntarse cuál será el impacto en la banca y las finanzas mundiales, especialmente en relación con China. Daniel cree que el conflicto ya ha demostrado las limitaciones que existen para la infraestructura bancaria y financiera a nivel global, a la vez que ha acelerado el surgimiento de alternativas, como el yuan (RMB, la moneda oficial china) como moneda internacional.
“Tanto Rusia como Ucrania son proveedores globales de trigo y metales preciosos necesarios para una variedad de consumidores y tecnologías digitales de alta gama. El deseo de Estados Unidos de dictar el sistema financiero global se ha cumplido con varias alianzas alternativas en pagos y mercados de capital. China ha ofrecido el RMB como una forma de pago alternativa al dólar. La situación actual dará como resultado un orden financiero global muy diferente que proporcionará alternativas a aquel dominado por Estados Unidos con el que estamos familiarizados. Esto no tiene nada que ver con las cuestiones éticas del conflicto en sí mismo, sino que simplemente tiene que ver con cómo los diferentes países responden a la crisis económica creada por el conflicto. Cuanto más dure el conflicto, más tiempo tendrán las distintas alternativas del sistema financiero global para ir abriéndose paso en los sistemas operativos en el futuro”.
Además, Estados Unidos ha cambiado las reglas del juego al aumentar las tasas de interés y encarecer el dólar en todo el mundo, lo cual ha llevado a buscar fuentes alternativas de capital. “No es solo la crisis rusoucraniana, sino varios factores los que trabajan en conjunto para alterar el escenario de las finanzas. Con suerte, uno de los efectos positivos del conflicto será absorber el exceso de capital barato que está dando vuelta en todo el mundo, pero esto solo será posible en la medida que los bancos no sigan imprimiendo más dinero”.
Puntos positivos
Daniel también ha visto algo positivo generado por la pandemia durante sus viajes por el mundo. “Muchos gobiernos se han ido organizando cada vez mejor, incluso en los países menos desarrollados de África. Me impresionó el seguimiento y los controles de COVID-19 en países como Uganda, Ruanda e incluso en lugares muy pobres como Burundi. Creo que la pandemia enseñó a muchos gobiernos que pueden brindar una mejor infraestructura a su gente y tengo curiosidad de ver cómo se desarrollarán los propios gobiernos en relación con el sector privado en la construcción de una mejor infraestructura en otras áreas de sus economías”, señala. Daniel también reconoce el rol que tuvieron países pequeños pero altamente desarrollados como Singapur y los Emiratos Árabes Unidos a la hora de liderar la reapertura económica y convivir con el virus, ya que sus propias economías dependen del nivel de acceso que otorgan a terceros.
Aunque el mundo parece estar finalmente liberándose de la sombra de la pandemia, tiene que ser cauteloso, ya que se podría generar una nueva crisis económica global basada en activos digitales cada vez más intangibles. Daniel cree que esta tendencia continuará a medida que la economía se digitalice cada vez más. “Esto también significa que el PIB de una economía altamente financiarizada será mucho mayor que el PIB de las economías con fuentes tangibles, como la manufactura y la agricultura. El PIB de un país altamente endeudado también puede parecer mayor que el de aquellos cuyas deudas no se negocian como activos en los merca- dos financieros mundiales. La forma en que se gestionarán estas economías altamente financiarizadas y cómo se comportarán en la economía global dará lugar a muchos conflictos potenciales para los que no existen modelos de resolución”.
Existe otra tendencia que Daniel vaticina. En 2022 debutó como autor con su libro La Gran Transición: la personalización de las finanzas ya está aquí (The Great Transition: The Personalization of Finance is Here), que predice que las finanzas se volverán cada vez más personalizadas y que el individuo tendrá un creciente control sobre cómo y con quién realiza transacciones. “Esto ejercerá una presión considerable sobre los bancos tradicionales y las instituciones financieras para que sigan siendo relevantes en un mundo cambiante”.
El libro también describe los avances en la industria bancaria de China, especialmente en los últimos 15 años, el rol de los actores de la tecnología financiera en el país y cómo encajan en el desarrollo de la industria en todo el mundo. “Todos los países seguirán estando influenciados por los nuevos desarrollos tecnológicos, y los reguladores chinos deben tener en cuenta adónde los llevará la tendencia”, concluye.