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Khesum: al frente de la reforma democrática

Esta comunidad dejó atrás una historia aciaga y se apresta a dar un salto mayor en su desarrollo

Por NORBU TSERING y WANG ZEHAO*

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CaDa vez que Lozang Drolma, de 79 años, pasa por la puerta de la comunidad residencial de Khesum, se detiene y levanta la cabeza para ver las palabras grabadas allí: “Khesum: la primera aldea del Tíbet en implementar la reforma democrática”. al verlas, siempre se conmueve y su memoria retrocede unos 60 años.

En 1959, la reforma democrática del Tíbet marcó el inicio de la entonces aldea de Khesum. Se establecieron tanto la primera asociación de campesinos como la primera célula del Partido Comunista de China (PCCh) de nivel de base rural en el Tíbet. Los siervos se emanciparon, se volvieron sus propios amos y comenzaron una nueva vida. hoy en día, se pueden ver calles anchas, viviendas de estilo tibetano con delicadas pinturas multicolores y residentes que andan rápidamente pero con un rostro apacible, todo lo cual muestra el cambio drástico y la esperanza de una comunidad que se encuentra a la vanguardia de la reforma democrática.

16 de junio de 2020. Técnicos de la empresa State Grid Anhui Electric Power, enviados al Tíbet en misión de ayuda, colocan el cableado eléctrico expuesto bajo tierra en la aldea de Khesum.

Sangre y lágrimas

En la sala de exposición de la comunidad residencial de Khesum, en la ciudad de Shannan, uno puede ver escenas y objetos como las restauradas chozas que ocupaban los siervos, instrumentos de tortura y lúgubres jaulas, los cuales resumen la servidumbre feudal de esos años y hacen sentir escalofríos.

Hace 62 años, Khesum era la finca de Surkhang Wangchen Geleg, un propietario de siervos del viejo Tíbet, los cuales trabajaban laboriosamente durante meses y años, pero que solo recibían en retribución prendas rotas que no llegaban a cubrir sus cuerpos, una precaria e insuficiente alimentación y despiadados golpes. Sonam Dondrup, de 78 años y exsecretario de la célula del PCCh en la aldea de Khesum, dice que la crueldad que ocurría en la finca de Khesum era más extrema que la que se muestra en las fotos y objetos de la sala de exposición.

En 1968, los pobladores de Khesum escribieron y dirigieron la obra de teatro Lágrimas de los siervos, basada en hechos reales ocurridos en la finca Khesum, en la que la familia del siervo Trinley Dorje es cruelmente maltratada por el propietario, lo cual muestra los años de oscuridad del viejo Tíbet.

“El siervo Trinley Dorje llegó a estar tan hambriento que les arrebataba la comida a los perros. Fue golpeado por el estanciero y se levantó a luchar. Desgraciadamente, le torturaron despiadadamente y murió. Su mujer, Gaduo, enloqueció por ello. Sus hijos, Dawa y Sabo, intentaron vengar su muerte, pero también fueron torturados hasta la muerte por el propietario”, es lo que se dice en un episodio de la obra.

En las décadas de 1960 y 1970, esta famosa obra fue representada en muchos lugares del Tíbet y el público terminaba siempre llorando. Desde hace

27 de marzo de 2018. Un grupo de ancianos del distrito de Qusong, ciudad de Shannan, región autónoma del Tíbet, visita la aldea de Khesum.

medio siglo, Lágrimas de los siervos es llevada al escenario por los pobladores de Khesum, quienes buscan así dar a conocer las atrocidades sufridas por la población tibetana bajo el cruel sistema de servidumbre.

La gran reforma

El 28 de marzo de 1959, el Gobierno central ordenó la disolución del gobierno local aristocrático del Tíbet, iniciar la reforma democrática y abolir completamente la servidumbre feudal teocrática.

En aquel entonces, Dampa Gyaltsen, un estudiante de la Universidad Minzu del Suroeste, decidió regresar al Tíbet para ayudar a sofocar las revueltas contra la reforma democrática y dedicarse a la investigación social. En Khesum conoció la extrema pobreza y el creciente sentimiento de la población contra la opresión. “Sus pobladores no toleran la explotación y se oponen a los propietarios de siervos desde hace mucho tiempo”, escribió Dampa Gyaltsen en su informe. Finalmente, después de considerar factores históricos y objetivos, el Comité de Trabajo sobre el Tíbet del PCCh decidió ensayar la reforma democrática en la aldea de Khesum.

El 6 de junio de 1959, bajo la dirección del PCCh, 302 aldeanos de Khesum que vestían andrajosamente levantaron sus manos y ejercieron el derecho de ser los dueños de sus propias vidas. Para ello, eligieron a los miembros del comité preparatorio de la primera asociación de campesinos del Tíbet, la cual se fundó el 5 de julio de dicho año. Posteriormente, los campesinos obtuvieron un terreno propio, el deseo de muchas generaciones. nyima Tsering, quien fue elegido como director de la asociación, se dirigió a los pobladores en una pequeña mesa manchada de grasa y barro: “Queridos vecinos, en el pasado los propietarios se sentaban en la mesa y nos pateaban al suelo. hoy, el Partido Comunista de China nos ha liberado. ¡nos hemos puesto de pie!”.

La reforma democrática eliminó la propiedad feudal de la tierra. Los siervos y esclavos, que representaban el 95 % de la población total, obtuvieron su verdadera libertad y un terreno propio, así como otros medios productivos que se les asignaron.

En diciembre de 1959 se estableció en la aldea de Khesum la primera célula del PCCh en el Tíbet. Cinco aldeanos se afiliaron al Partido, entre ellos, nyima Tsering, Baima Dondrup y Ngawang (el padre de Sonam Dondrup).

Bajo la orientación de la célula y los militantes del PCCh, los pobladores de Khesum se dedicaron con mucho entusiasmo a la producción y la construcción. Cultivaron la tierra, construyeron canales y establecieron escuelas nocturnas. Finalmente, se convirtieron

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