Los tiempos en que la ventaja competitiva
la definía los recursos almacenados, o
los niveles altos de inventarios, sin dudas
son historia. Ha surgido un nuevo modelo
de negocios en el que los parámetros
de competitividad están definidos por
nuevos factores: orientación al cliente,
calidad total, productos y servicios innovadores,
expansión a nuevos mercados,
responsabilidad social y medio ambiental…