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NEOCÓRTEX LIMBICO REPTILIANO

Es el cerebro más nuevo, el último que se forma (corteza cerebral o susutancia gris) maneja nuestra parte lógica. Decide si nos conviene hacer una cosa u otra

Cerebro que controla nuestras emociones. Es el 2° que se forma. Maneja nuestras emociones: ira, alegria, tristeza, miedo, sorpresa y asco

Es el primero que se forma. Maneja nuestros comportamientos instintivos o automáticos: hambre, sed, sueño y sexo

Claro que hay realities que si pueden ver, pero siempre bajo la supervisión del adulto. No hay que dar por hecho que un niño no va a ver nunca un “show” pues al estar tan conectados a la tecnología y dentro de su círculo social puede que surja el tema, y precisamente es por ello que se les debe dejar en claro desde el principio que no deja de ser un show, cuya finalidad es entretenimiento. Se tiene que estar al pendiente de su influencia y “nuevas conductas”.

EL PÚBLICO JOVEN

EL MÁS INFLUENCIABLE

Y pasando a los adolescentes aquí hablaré en segunda persona dirigiéndome a ti que nos lees; sé que tienes una alta demanda por explorar tus emociones, estás más conectado a las “tendencias sociales” y eres de los que más consume este tipo de contenido (según las estadísticas), por ello debes forjar tu “criterio” y “carácter” es tan importante para que tengas la habilidad de discernir la realidad de la ficción y no dejarte influenciar por “malas conductas” que pudieras llegar a ver en estos “shows” y para que sepas con sentido crítico que lo que nos entrega el reality es banalidad químicamente pura y entretenimiento.

Siempre habrá muchas otras opciones de “distracción”. Debes de practicar la ética, en tu desarrollo personal, profesional, deportivo y/o proyectos de vida, porque solo una vez se es lo suficientemente joven como para perder el tiempo en banalidades y no te digo que no veas realitys shows, pero sí que abras tu mentalidad.

Conclusi N

La utilización de las personas como “material” para el espectáculo ha dado y sigue dando lugar a debates acerca de los límites éticos y morales que deberían tener los programas televisivos. Sobre el comportamiento, ideologías, orientación sexual, etc. de los participantes; también hay debates, pero al final depende de cada uno de nosotros cuánto nos dejamos “llevar” por ese instinto “primitivo” que nos exige consumir este tipo de “shows” los cuales no son reflejo de una realidad y esto hay que remarcarlo porque el debate en redes se suele tornar incluso “agresivo” no debemos engancharnos, es un juego, es show, es tema banal que pasará en poco tiempo a un segundo plano donde incluso pocos lo recordarán pero lo que no debemos olvidar es que la realidad la construimos cada uno de nosotros.

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