ABSTRACT
A PROGRAM OF RETENTION OF MEMBERS FOR THE CUBAN UNION OF THE SEVENTH-DAY ADVENTIST
by Francisco Hernรกndez Velรกzquez
Adviser: Jorge Rodolfo Dzul
ABSTRACT OF GRADUATE RESEARCH Dissertation
Seventh-day Adventist Theological Seminary Interamerican Montemorelos University Extension
Title: A PROGRAM OF RETENTION OF MEMBERS FOR THE CUBAN UNION OF THE SEVENTH DAY ADVENTIST Researcher: Francisco Hernรกndez Velรกzquez Adviser: Jorge Rodolfo Dzul, D. Min. Date of end: August 2007
The retention of members is very important in the task of the evangelism. Each church should take care of and to protect the new believers that join to its membership. The retention of members is vital for the spiritual health of the church. The purpose of this dissertation was to discover the factors that are causing the desertion of members among the Adventist of the Seventh Day in Cuba and to create a program that serve of model to fortify the retention of members in the Cuban church. The methodology that follows this dissertation is to examine the writings that talk about the theme, so much in the evangelical literature as Adventist. The theoretical part considers a study of the meaning of the term, the neo- testamentary biblical bases of the retention and the contemporary writers. The practical part of the project presents a study, carried out through a survey, about the factors that influence in the desertion of members in Cuba.
Finally, the project concludes with the elaboration of a program of retention members, which is elaborate to be presented in five sessions. The first three sessions show the biblical base, the recommendations of Ellen G. White and the contemporary writers that talk about the retention. The last sessions show the results of the survey and the exposition of the program itself. This material can be used for leaders and Cuban Pastors. The evangelism Christian is not only to baptize persons and to introduce them to the church. The retention of members is intimately tied to the evangelism. The biblical model of the New Testament confirms it. The evangelism has to include strategies and methods “to close the back door" of the church and to impede the ones who has entered to leave the church. Retention of members is to fortify each new believer, in order to conducting him to an experience with Christ and with his brothers. It is to prepare them for a new style of life, with the purpose to convert them in propagators of the "eternal gospel". It is to qualify them to face and to defeat the daily crisis. Therefore, retention of members is to conduct each believer, step by step, until the encounter with Jesus in the eternity.
SÍNTESIS
UN PROGRAMA DE RETENCIÓN DE MIEMBROS PARA LA UNIÓN CUBANA DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
por Francisco Hernández Velázquez
Asesor: Jorge Rodolfo Dzul
SÍNTESIS DE TESIS DOCTORAL Disertación
Seminario Teológico Adventista Interamericano Recinto Universidad de Montemorelos
Título: UN PROGRAMA DE RETENCIÓN DE MIEMBROS PARA LA UNIÓN CUBANA DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA Investigador: Francisco Hernández Velázquez Asesor: Jorge Rodolfo Dzul, Dr. en Ministerio Fecha de terminación: Agosto 2007
La retención de miembros es importante en la tarea de la evangelización. Cada iglesia debe cuidar y proteger a los nuevos creyentes que se unen a su membresía. La retención de miembros es vital para la salud espiritual de la iglesia. El propósito de esta disertación fue descubrir los factores que están causando la deserción de miembros entre los adventistas del séptimo día en Cuba y crear un programa que ayude a fortalecer la retención de miembros en la iglesia cubana. La metodología que sigue esta disertación es comenzar examinando los escritos que sobre el tema existen, tanto en la literatura adventista como no adventista: así la parte teórica comprende un estudio del significado del término y los fundamentos bíblicos neotestamentarios de la retención y los escritores contemporáneos. Luego la parte práctica del proyecto presenta un estudio, llevado a cabo a través de una encuesta, sobre los factores que inciden en la deserción de miembros en Cuba.
Finalmente, el proyecto concluye con la elaboración de un programa de retención de miembros, el cual está elaborado para ser presentado en cinco sesiones. Las primeras tres sesiones muestran la base bíblica, las recomendaciones de Elena G. de White y de los escritores contemporáneos sobre la retención. Las últimas sesiones muestran los resultados de la encuesta y la exposición del programa en sí. Este material puede ser usado por líderes y pastores cubanos. La evangelización cristiana no es sólo bautizar personas e introducirlas a la iglesia. La retención de miembros está íntimamente ligada a la evangelización. El modelo bíblico del Nuevo Testamento lo confirma. La evangelización tiene que incluir estrategias y métodos para “cerrar la puerta de atrás” de la iglesia e impedir que salgan los que entraron. Retención de miembros es fortalecer a cada nuevo creyente, a fin de conducirlo a una experiencia con Cristo y con sus hermanos. Es prepararlos para un nuevo estilo de vida, con el propósito de convertirlos en diseminadores del “evangelio eterno”. Es capacitarlos para enfrentar y vencer las crisis diarias. Por lo tanto, retención de miembros es conducir a cada creyente, paso a paso, hasta el encuentro con Jesús en la eternidad.
Seminario Teológico Adventista Interamericano Recinto Universidad de Montemorelos
UN PROGRAMA DE RETENCIÓN DE MIEMBROS PARA LA UNIÓN CUBANA DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
Tesis Presentada en cumplimiento parcial de los requisitos para el grado de doctor en Ministerio Pastoral
por Francisco Hernández Velázquez Agosto de 2007
A mi amada esposa, Elvia, por su dedicación, paciencia y apoyo incondicional durante mis estudios. A mis hijos, Francisco y Roberto, quienes esperaron y soportaron pacientemente mi ausencia. A mi madre, Elisa, quien me guió sabiamente por el camino de la salvación y a mi padre, José Francisco, por su instrucción A mis compañeros de clases y a la Universidad de Montemorelos por su apoyo financiero.
ÍNDICE DE CONTENIDO
LISTA DE TABLAS .
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viii
LISTA DE FIGURAS .
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ix
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1
Capítulo I. INTRODUCCIÓN
El problema
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1
Propósito .
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2
Justificación
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2
Definición de términos . Metodología . .
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2 4
Delimitaciones . Esbozo de la tesis .
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4 5
II. FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA RETENCIÓN DE MIEMBROS DE IGLESIA . . . .
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7
El término retención
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7
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9
Jesús mostró a sus discípulos lo que significaba seguirlo
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10
Jesús entrenó a sus discípulos para el servicio
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13
Jesús cuidó a sus discípulos con diligencia
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14
Jesús proveyó alimento a sus discípulos
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15
Jesús proveyó protección a sus discípulos
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15
Jesús y la retención de sus discípulos
Jesús instó a sus discípulos a permanecer en Él
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16
Jesús dedicó tiempo a orar por sus discípulos
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18
Los guardaba
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19
Guárdalos en tu nombre Uno de ellos se perdió .
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20 22
La retención en la iglesia apostólica y en los escritos de Pablo . La retención en la iglesia apostólica . . . .
24 24
Perseverancia en la doctrina
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Perseverancia en el compañerismo
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26
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27
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29
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29
Perseverancia en las actividades religiosas . . . . . . . Pablo y la retención de los nuevos conversos . . . . . . . . Visitación frecuente . . . . . . .
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Orientación para los nuevos conversos.
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33
Liderazgo efectivo
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35
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38
Fortalecimiento doctrinal
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Dedicación a los nuevos conversos Resumen
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III. LA RETENCIÓN DE MIEMBROS EN LOS ESCRITOS DE ELENA G. DE WHITE Y EN AUTORES CONTEMPORANEOS . .
Elena de White y la retención
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Recomendaciones sobre la retención . . Prepararlos fielmente para el bautismo .
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42 42
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Reuniones de confirmación
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Proveerles un lugar de reunión .
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44
Instrucción post bautismal
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Estableciéndolos en la fe
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Visitación frecuentemente
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Enseñarles responsabilidad
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Proveerles literatura apropiada .
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Disciplinarles correctamente .
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Factores que inducen a la deserción .
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52
Falta de estudio de la Biblia . .
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52
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53
Falta de labor diligente por parte de la iglesia .
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54
Falta de trabajo en la obra misionera .
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54
La retención en los escritores contemporáneos .
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56
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56
Falta de un programa de discipulado .
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Falta de amistad y cuidado
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57
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58
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58
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Falta de consideración y actos precipitados
. Factores que inducen a la deserción . Falta de participación .
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. Falta de un programa de retención . Factores que conducen a la retención . La amistad
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La participación . . . . . Los grupos pequeños .
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La identificación . . El crecimiento espiritual
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62
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El cuidado personal
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63
Pasos en el proceso de la retención .
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68
Educar .
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Conducir
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69
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69 70
. Evaluar .
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Resumen
70
IV. LA DESERCIÓN EN LA IGLESIA ADVENTISTA DE CUBA Breve historia de Cuba
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71
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71
Breve historia de la Iglesia Adventista en Cuba .
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Primera etapa: Misión Cubana
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Segunda etapa: Conferencia Cubana .
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Tercera Etapa: Asociación Nacional de la IASD en Cuba .
75
Cuarta Etapa: Unión Cubana .
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Deserciones en la Iglesia Adventista de Cuba
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75
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77
Período 1985-1994 .
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Período 1995-2004 .
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78
Causas de deserción según los adventistas y ex adventistas de Cuba
80
Instrumento de evaluación
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Recolección de datos .
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83
Análisis de los resultados
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Las características de los encuestados .
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Causas de deserción
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Discusión de los resultados
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85
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90
Indicadores totales
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93
Comparación de los resultados con otras investigaciones
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En República Dominicana
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En México
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94
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Resumen
96
V. PROGRAMA DE RETENCIÓN PARA LA UNIÓN CUBANA
Descripción del programa
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Propósito
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Objetivos . .
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al programa
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100
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100
Nombramiento de la comisión de retención
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101
Publicidad
Aspectos previos Autorización
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Preparación de los materiales .
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101
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102 103 103 104 105
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105 106 106 107 107 108
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108 109 109 109 110
Implementación del programa . Primera etapa . . . Concientización de la iglesia Capacitación . . Segunda etapa . .
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Visitación especial . . Programación especial . . Clases especiales . . Grupos pequeños . . Amigos predilectos . . Cultos y programaciones de la iglesia Tercera etapa . . . Pasos en la aplicación del programa Primer paso . . . Segundo paso . . . Tercer paso . . .
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101
Cuarto paso . . . . Quinto paso . . . . Recomendaciones para el uso del programa
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VI. RESUMEN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Resumen. . . Conclusiones . Recomendaciones
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110 110 111 112
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112 114 115
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Apéndices A. ESTADÍSTICAS Y ENCUESTAS
B. SESIONES DE CAPACITACIÓN PARA LA RETENCIÓN DE MIEMBROS
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124
BIBLIOGRAFÍA .
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CURRÍCULUM VÍTAE
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159
LISTA DE FIGURAS
1. Relación entre bautismo/deserción. Período 1985-1994 .
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81
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81
3. Porcentaje de personas que seleccionaron cada indicador de deserción .
87
2. Relación entre bautismo/deserciones. Período 1995-2004
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CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
El problema La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Cuba está experimentando un éxodo alarmante. Entre los años 1998 y 2003 las deserciones y las pérdidas alcanzaron la cifra de 9,148 miembros, mostrando un promedio de 1,524. 6 deserciones por año.1 La Unión Cubana, que es el organismo que agrupa a todos los adventistas de la isla, tiene uno de los más altos porcentaje de pérdida de miembros de la División Interamericana (DIA), territorio de la iglesia mundial que abarca desde México hasta Colombia y Venezuela. 2 Según el informe estadístico de la DIA, en el periodo 1991-2001 la Unión Cubana se situó, entre las uniones que más miembros perdió, ubicándose cuatro veces en el primer lugar (1996, 1998, 1999 y 2000), cinco veces en el segundo lugar (1992, 1993, 1995, 1997 y 2001), una vez en el tercer lugar (1991) y una en el cuarto lugar (1994). 3 Los bautismos en los últimos años han sido neutralizados por el número de deserciones, lo que constituye una gran preocupación para los administradores, pastores y líderes de las iglesias adventistas en Cuba. Por tanto se entiende que es necesario un
1
General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report; disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesado 28 de junio de 2006. 2
Ibíd.
3
División Interamericana, “Informe estadístico”, 26 de mayo de 2002, 4-6.
programa que permita detener la fuga de miembros y a su vez fortalecer a aquellos que se bautizan cada año.
Propósito El objetivo de esta tesis es descubrir los factores que inciden en el abandono de la fe de los miembros de la iglesia en Cuba y al mismo tiempo se sugiere un programa de retención que ayude a nuestras iglesias para que esta crisis pueda ser superada.
Justificación Se espera que los resultados de esta investigación sean útiles para los administradores, pastores y líderes locales de la iglesia adventista en Cuba, pues ayudarían a establecer una estrategia adecuada para la retención de los miembros en cada congregación del país. El programa que se sugiere está disponible como recurso para ser implementado por los pastores y líderes. Evangelismo no tiene que ver sólo con bautizar personas, también implica cerrar la puerta de atrás por donde salen muchos miembros de iglesia. Es por eso que cada líder necesita concientizarse de lo beneficioso que sería implementar un programa efectivo de retención de miembros.
Definición de términos Retención de miembros: Conjunto de acciones y estrategias encaminadas a mantener a los miembros unidos a la iglesia.
Confirmación: Trabajo que se debe hacer en la iglesia para que una persona recién bautizada permanezca como miembro activo.
Asimilación: Estado de un miembro de iglesia que ha sido integrado con éxito a los grupos y a las actividades de la iglesia.
Profesión de fe: Aceptación de una persona como miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día sin tener que ser bautizada, porque fue miembro de otra denominación cristiana donde recibió el bautismo por inmersión o porque fue separado de la iglesia por paradero desconocido y ahora muestra que se ha mantenido fiel durante todo el tiempo. También se aplica a aquellos casos en que una persona desea unirse a la iglesia pero no puede ser sumergida en el agua para ser bautizada, que es la forma bíblica en que un nuevo creyente se une a la iglesia.
Apostasía: Término que se usa en la Iglesia Adventista del Séptimo Día para definir a un feligrés que por cualquier motivo abandona la iglesia y es separado formalmente de la misma.
Deserción: Se utiliza como sinónimo de apostasía, con el propósito de atenuar el efecto y ser menos ofensivo.
Pérdida: Se refiere al acto de separar a un miembro de la iglesia por paradero desconocido o ajustes que efectúa la secretaría de una iglesia local.
Estilo de vida adventista: Son los aspectos prácticos de la vida cristiana como lo enseña la iglesia adventista e incluyen: Forma de vestirse, hábitos de alimentación y la recreación entre otros aspectos propios de las normas de conducta adventistas.
Delegación: Conjuntos de distritos e iglesias que componen estas últimas, que en el resto del mundo son conocidas como misiones o asociaciones.
Metodología Para la elaboración de este proyecto se realizó una consulta bibliográfica, que incluyó libros y artículos relacionados con el tema de la retención y asimilación de los miembros de iglesia: Los autores contemporáneos fueron tanto adventistas como no adventistas. También se tomaron en cuenta los consejos dados por Elena G. de White, considerada una escritora inspirada por los adventistas. Luego se elaboró un instrumento de medición para determinar los factores que están ocasionando la pérdida de miembros en la Unión Cubana. Esta encuesta fue aplicada tanto a miembros de la iglesia como a ex adventistas de Cuba. Tomando como base la información obtenida en las encuestas y en el repaso de la literatura consultada se elaboró un programa de retención que puede servir para aplicarlo en las iglesias adventistas cubanas, el que podrá ser adaptado en cualquier iglesia cristiana según las necesidades de las mismas.
Delimitaciones En lo que se refiere a la base teórica, el presente trabajo se limita a la retención de miembros en el Nuevo Testamento. No considera los conceptos que puedan encontrarse en el Antiguo Testamento ni tampoco en los siglos subsiguientes de la historia del cristianismo. Además, se limita a presentar los factores de deserción en la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Cuba.
Esbozo de la tesis En el primer capítulo se plantea el problema de la deserción de la feligresía de la Unión Cubana de los adventistas del séptimo día. Esto sirve de base para realizar un
estudio que ayude a detectar los factores que están incidiendo en la fuga de miembros. También justifica la creación de un programa que ayude a retener y consolidar a los miembros en las iglesias adventistas cubanas. El capítulo segundo muestra la importancia que el Nuevo Testamento da al tema de la retención, donde hay por lo menos tres ejemplos destacables: Jesús y su trabajo de retención de los discípulos, la iglesia primitiva y la forma como retenían a los recién conversos y las labores evangelísticas de Pablo como un ejemplo de retención efectiva. El tercer capítulo repasa las recomendaciones que White da para la retención de los recién convertidos. También muestra lo que la literatura contemporánea presenta sobre la retención de miembros. En él se analizan las razones para la deserción y las recomendaciones que se dan para la asimilación de los nuevos conversos. El cuarto capítulo muestra las deserciones que ocurrieron en la iglesia adventista en Cuba en el período de 1985 al 2004. También describe las encuestas aplicadas, presenta los resultados e interpreta sus datos. El capítulo quinto contiene la descripción, los pasos y las recomendaciones para la aplicación del programa de retención de miembros en una iglesia local. En el capítulo sexto se presentan el resumen, las conclusiones y recomendaciones de esta investigación. La tesis concluye con dos apéndices. El primero contiene estadísticas que muestran la situación de la deserción en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en el ámbito mundial, en la DIA y en la Unión Cubana, y también las encuestas aplicadas tanto a miembros como a los ex miembros de la iglesia y sus resultados. El segundo apéndice está dedicado a las sesiones de capacitación para la retención de miembros.
CAPÍTULO II
FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA RETENCIÓN DE MIEMBROS DE IGLESIA
Este capítulo estudia los fundamentos bíblicos para la retención de miembros en la iglesia. Primero a la luz del Nuevo Testamento se estudia el círculo de Jesús y sus discípulos, enfatizando la exhortación que les hizo a que “vuestro fruto permanezca” (Jn. 15:16).4 Luego se explora la forma en la cual la iglesia primitiva trabajó en la retención de miembros. Finalmente se repasa la metodología que usó el apóstol Pablo en la retención de los nuevos conversos.
El término retención El término retención significa “acción o efecto de retener una cosa”.5 Retener es una palabra que se deriva del latín retinere que da la idea de impedir que algo se vaya, conservarlo, no darlo o no soltarlo.6 Aunque la palabra retención no aparece en la Biblia, el término griego que más se asemeja es meno y se traduce como permanecer, quedarse, estar fijo o ser estable.7 El significado de meno se comprende mejor si se divide en
4
A menos que se indique algo diferente, todas las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina-Valera de 1960 de las Sociedades Bíblicas Unidas. 5
Diccionario de la lengua española, 21 ed., s.v. “Retención”.
6
Diccionario de uso del español María Moliner (Madrid: Gredos, 1998), s.v. “Retener”. 7
Diccionario griego español, ed. 1988, s.v. “Meno”.
cuanto a lugar, tiempo y condición. Cuando se refiere a lugar da la idea de quedarse como huésped, residir, alojar o mantener una comunión ininterrumpida. En cuanto a tiempo, su significado es continuar siendo, resistir o sobrevivir. Cuando se refiere a condición da la idea de que uno permanece tal como es.8 Vine afirma que el término meno es utilizado para referirse a una continuidad en cuanto a existencia de algo o alguien (Mt. 11:23), a permanecer posando en la misma casa sin moverse a otra (Lc. 10:7) y a la forma en la cual Juan el Bautista debía identificar al Mesías: Por la permanencia sobre él del Espíritu Santo (Jn. 1:33).9 Meno da la idea de “una persona o cosa que permanece donde él o ella se encuentra” (véase Mt. 10:11; Lc. 1:56; Hch. 9:43; 18:15).10 En el Nuevo Testamento, según Kittel, aparece 112 veces y se presenta con matices diferentes.11 En los escritos joánicos ocurre 66 veces y parece expresar la inmutabilidad e inviolabilidad de una relación íntima. Así como es importante la permanencia del Padre en el Hijo (Jn. 1:10) también es importante la permanencia de los fieles en Cristo (Jn. 15:4-7).12 La palabra permanecer es fundamental para la enseñanza del capítulo quince del evangelio de Juan. Cristo, en su camino a Getsemaní, enseñó a sus discípulos la
8
Diccionario de teología, ed. rev. 1999, s.v. “Permanecer”.
W. E. Vine, “Remain”, An expository dictionary of biblical words (Nashville, TN: Thomas Nelson, 1984), 945. 9
Walter Bauer, “Meno”, A greek-english lexicon of the New Testament and other early chistian literature (Chicago, IL: The University of Chicago Press, 1979), 503. 10
Friedrich Hauck, “Meno”, Theological dictionary of the New Testament, 10 vols., eds. Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich, trad. Geoffrey W. Bromiley (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans, 1964-1976), 4:576. 11
12
Ibíd.
necesidad imperativa de permanecer en él. La ilustra a través de la figura de la vid y los pámpanos. La permanencia en Cristo trae frutos abundantes y permanentes (15:16). 13 El término meno también se utiliza en referencia “a la perseverancia de los creyentes en la fe, el amor y la santidad, o en lo que han aprendido o creído”. 14 Los pasajes representativos son: l Timoteo 2:15 y 4:15. En ambos se destaca la importancia de permanecer fieles en la fe que inicialmente los trajo a Cristo.
Jesús y la retención de sus discípulos Jesús trabajó incansablemente sanando a los enfermos, resucitando a los muertos, predicando de aldea en aldea, bendiciendo a los niños y alimentando a las multitudes. Asistía tanto a las festividades religiosas en el templo, como a un banquete preparado en su honor. Los evangelios revelan las enseñanzas y las obras que Jesús realizó durante su ministerio terrenal. Está sección repasa algunos ejemplos y algunas enseñanzas que muestran lo que el Maestro hizo y dijo sobre la retención. El Maestro comenzó su ministerio llamando a un pequeño grupo para que estuvieran con él (Mr. 3:13). Este proceso fue realizado con mucha oración (Mr. 3:1319; Lc. 6:12-16). A estos hombres se les conoce con el nombre de discípulos. El Maestro les dedicó la mayor parte de su ministerio aquí en la tierra. Se concentró en prepararlos y retenerlos para que luego se convirtieran en sus portavoces en todo el mundo.
Jesús mostró a sus discípulos lo que significa seguirlo
13
14
Diccionario de teología, s.v. “Permanecer”.
Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich, eds., Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2002), s.v. “Meno”.
Jesús comenzaba la obra de retención desde el momento en que alguien mostraba interés en seguirlo. Dos discípulos de Juan el Bautista fueron impactados por el testimonio que oyeron acerca de Jesús (Jn. 1:35-36). Luego de escucharlo ambos discípulos siguieron a Jesús. El Maestro al notar que lo seguían les hizo una pregunta inquisitiva: ¿Qué buscáis? (vs. 38). No les pregunta ¿a quién? sino ¿qué propósito tenéis?15 La respuesta muestra “que querían estar con el Señor y llegar a conocerlo mejor. No se sentían satisfechos con un mero encuentro con él. Anhelaban tener comunión con él”.16 Uno de estos discípulos es identificado como Andrés, hermano de Simón Pedro (vs. 40). El otro no es identificado en el cuarto evangelio. La opinión más generalizada es que era Juan, el mismo que escribió el evangelio.17 El siguiente discípulo fue Simón, el hermano de Andrés, al cual Jesús le dijo: “Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro)” (Jn. 1:42). Al siguiente día Jesús llamó a Felipe y le hizo la invitación directa a seguirlo (Jn. 1:43). White señala que “fue el primer discípulo a quién Jesús dirigió la orden terminante: Sígueme”. 18 Bruce concuerda en que esta es la primera vez que ocurre este llamado en el evangelio de Juan y que se puede reconocer una nota de autoridad en el
15
A. T. Robertson, Comentario al texto griego del Nuevo Testamento (Barcelona: CLIE, 2003), 202. 16
William MacDonald, Comentario bíblico de William MacDonald (Barcelona: CLIE, 2004), 659. 17
Jon Paulien, John: Jesus gives life to a new generation (Boise, ID: Pacific Press, 1995), 59. 18
Elena G. de White, El deseado de todas las gentes (Mountain View, CA: Publicaciones Interamericanas, 1975), 259.
mandato de Jesús.19 Cada uno de los discípulos fue llamado a realizar una entrega sin reserva, pues “nadie que haga reserva alguna puede ser discípulo de Cristo”.20 Jesús al seleccionar a sus discípulos los hacía pensar en las motivaciones que los movían a unirse al grupo (Mt. 8:20). También los hacia ver que no debían colocar nada por encima de él (Mt. 8:21-22). Luego permitía que ellos decidieran. Estos comprendían lo que la respuesta a ese llamado implicaba y respondían conscientes de la responsabilidad que contraían con el Maestro. Jesús no forzaba, presionaba o disfrazaba lo que significaba aceptarlo a él. A los que se ofrecían para seguirlo les mostraba el elevado precio que debían pagar (Lc. 9:57). Les advertía sobre las condiciones materiales a las cuales debían hacer frente (vs. 58) y cómo afectaría incluso sus relaciones familiares (vs. 59-62). Coleman afirma que “el propósito inicial del plan de Jesús fue reclutar a hombres que pudieran dar testimonio de su vida y completar su obra después que él regresara al Padre”. Y añade que “no hay indicios de apresuramiento en la selección de estos discípulos; sólo descubrimos decisión”.21 Cada uno de los llamados era consciente de lo que implicaba responder a este llamado. No se les ofrecía un camino fácil. Eran conscientes del precio que debían pagar y tomaban la decisión cuando Jesús mismo les advertía: “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo” (Lc.
19
F. F. Bruce, The gospel of John (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans, 1983), 59. 20
21
White, El deseado de todas las gentes, 239.
Roberto Coleman, Plan supremo de evangelización (El Paso, TX: Casa Bautista, 1977), 15.
14:27). Este llevar la cruz, según Schulz, “era una renuncia diaria a las pretensiones del yo humano”.22 Los evangelios sólo mencionan dos llamados más del resto de los discípulos: El de Jacobo, el hermano de Juan (Mr. 1:19; Mt. 4:21) y el de Mateo (Mt. 9:9; Mr. 2:13-14; Lc. 5:27-28). Coleman afirma que “los detalles que rodearon el llamamiento de los otros discípulos no se mencionan en los evangelios, pero se cree que todos ellos fueron llamados en el primer año del ministerio del Señor”. 23 Su estrategia fue clara: Entrenarlos y convertirlos en sus portavoces en todo el mundo. Los evangelios registran que multitudes iban tras Jesús (Lc. 14:25). Él los amó a todos, pero les mostró lo que significaba unirse a su grupo. Si decidían convertirse en sus discípulos debían hacerlo seguros de lo que esto significaba y del costo que debían pagar al tomar esta decisión (vs. 26-33). Luego de unirse al grupo debían “predicar el reino de Dios” (Lc. 9:1-6). Uno de los propósitos de su llamado era “enviarlos a predicar” (Mr. 3:14; véase Mt. 10:5-15). Ser seleccionado para formar parte del grupo tenía como objetivo convertirlos en testificadores. Andrés y Felipe son ejemplos del potencial que los nuevos creyentes tienen para predicar. Andrés comunicó el hallazgo a su hermano Simón (Jn. 1:41) y lo trajo a Jesús, la persona apropiada, el Mesías. Luego se muestra a Felipe, que trae a Natanael (vs. 46), quien es impactado al grado de reconocer a Jesús como el “Hijo de Dios” y “Rey de
43-44.
22
Anselm Schulz, Discípulos del Señor (Barcelona: Herder, 1967), 43.
23
Billie Hanks y William A. Shell, eds., Discípulado (Miami, FL: Caribe, 1994),
Israel” (vs. 49). MacDonald afirma que “los nuevos convertidos son los mejores ganadores de almas. Su mensaje es sencillo y va al punto”.24
Jesús entrenó a sus discípulos para el servicio El entrenamiento para el servicio es básico en la retención de los nuevos conversos. Jesús instruyó y entrenó a sus discípulos para el servicio (Mt. 10:1-11:1). El entrenamiento fue realizado no en un aula de clases sino en la práctica. Hanks y Shell afirman: “Su instrucción no era en un salón de clases sino a través de las actividades diarias. El método que empleó para enseñar a estos hombres fue mantenerlos cerca de él, y serles escuela y programa de estudios”. 25 Los nuevos conversos deben ser entrenados para el servicio siguiendo el método de Jesús, esto fortalece y retiene al nuevo creyente. Los discípulos fueron entrenados y capacitados para la obra que iban a realizar. Jesús les dio responsabilidades (Mt. 21:1 cf. Mr. 11:1), compartió la tarea con ellos (Mt. 14:19), respondió sus preguntas (Mt. 24:4) y les reveló sus planes más secretos (Mt. 20:17-19). Fue su relación diaria con ellos lo que permitió que el entrenamiento fuera eficaz, pues lo realizó por asociación. Al tratar con los recién convertidos debe recordarse y practicarse este tipo de entrenamiento. Jesús cuidó a sus discípulos con diligencia Un elemento importante en la retención del nuevo miembro es la atención y el cuidado pastoral. En el tiempo de Jesús “los fariseos -los pastores reconocidos de Israelhabían sido desleales a su cometido”. 26 Los líderes no habían cuidado el redil, se habían
24
MacDonald, 659.
25
Hanks y Shell, 57.
convertido en asalariados. En la parábola del buen pastor Jesús hace una comparación entre el asalariado y el verdadero pastor (Jn. 10:11-17). El asalariado huye cuando los peligros se acercan (vs. 13). Veloso al describir al asalariado afirma que: “En el peligro, no ve la oportunidad de proteger el rebaño. Sólo ve su propio riesgo personal y huye”. 27 Afirma que “su interés no está en las ovejas sino en lo que puede obtener de ella. El cuidado que pueda ofrecerles, es un producto exclusivo de su interés personal, pues las ovejas no le importan”. 28 El pastor tiene una actitud diferente: “Su vida da por las ovejas” (vs. 11). Jesús “vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lc. 19:10). Jesús, como parte de la retención, protegió y cuidó a sus discípulos. Luego de su arresto les dijo a sus aprehensores: “Pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos; para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí a ninguno” (Jn. 18:8-9). El nuevo creyente puede alejarse de la iglesia pero un verdadero líder hace todo lo posible por retenerlo o rescatarlo. Jesús en la parábola de la oveja perdida ilustró esta verdad (Lc. 15:1-7; véase Mt. 18:12-14). No importa el peligro que tenga que correr, está dispuesto a enfrentar a la misma muerte por rescatar a la oveja descarriada. Sullivan lo resume así: “El verdadero pastor sin vacilación arriesga su vida por las ovejas. Él hace frente al peligro para proveerles seguridad. El bienestar de sus ovejas es siempre su preocupación principal y este es la máxima protección para ellas”.29
26
Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista, trad. Victor E. Ampuero Matta, 7 vols. (Boise, ID: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990), 5:979. 27
Mario Veloso, Comentario del evangelio de Juan (Nampa, ID: Pacific Press, 1997), 270. 28
Ibíd.
La alimentación y la protección del nuevo miembro son elementos importantes en la retención. La enseñanza de Jesús revela la labor que en este sentido el pastor necesita realizar. Sigue enseñándolo a través de la figura del pastor y las ovejas.
Jesús proveyó alimento a sus discípulos La alimentación es un aspecto importante en el cuidado de las ovejas. El buen pastor guía a sus ovejas a lugares de “pastos frescos y nuevos” (Sal. 23:2). La seguridad con que las guía y el alimento que les provee son esenciales para mantener saludables a las ovejas. Keough afirma: “Puede tener que viajar kilómetros para encontrarlos, pero sabe que es absolutamente esencial para sus ovejas tener buen alimento”. 30 También el nuevo creyente necesita ser alimentado espiritualmente.
Jesús proveyó protección a sus discípulos Proteger a las ovejas también es responsabilidad del buen pastor. La iglesia local debe proteger a los nuevos conversos. Un pastor debe preparar un refugio donde sus ovejas puedan estar seguras. Paulien comenta que los rediles en la antigua Palestina eran generalmente cuevas naturales. Las ovejas son conducidas a la cueva en la tarde, y el pastor toma su posición en la entrada de la cueva y allí duerme. Cualquier ladrón o animal que trata de alcanzar a la oveja debe físicamente pasar por encima del pastor. Lo mismo sucede con cualquier oveja que intenta salir a vagabundear en la oscuridad. Donde no era posible conseguir una cueva, se construía un campo cerrado de piedras,
29
James L. Sullivan, Juan testifica de Jesús (El Paso, TX: Casa Bautista, 1965),
56. 30
G. Arthut Keough, Alegrémonos con el salmista (Colombia: Asociación Publicadora Interamericana, s.f.), 79.
dejando una abertura donde el pastor se colocaba bloqueándolo con su cuerpo mientras dormía.31 Ezequiel profetizó en contra de los pastores “que se apacientan a sí mismos” (Ez. 34:1) y afirma que Jehová el Señor recogería y atendería a sus ovejas (vs. 11-13). Köstenberger afirma que Jesús estaba tomando directamente el pasaje de Ezequiel para representar a los líderes de su tiempo. Estos habían fallado al apacentar el rebaño del Señor y ahora Jesús se presenta como “el buen pastor” (Jn. 10:11).32
Jesús instó a sus discípulos a permanecer en él La conexión del nuevo creyente con Cristo es fundamental para su permanencia en la iglesia. En el discurso de Juan 15 Jesús enfatizó esta necesidad. Veloso muestra que la sección de Juan 15:1-17 tiene dos partes. La primera (vs. 1-8) se caracteriza por la frase “permaneced en mi”. La segunda (vs. 9-17) se identifica con una frase parecida: “Permaneced en mi amor”.33 Utilizó una imagen muy familiar para los judíos: La vid. Según Dodd “la imagen de la vid domina el discurso”.34 Cristo se identificó a si mismo como la vid (Jn. 15:1) y a sus seguidores los llama los pámpanos (vs. 5). Debe haber una permanencia del creyente en Cristo. Una permanencia continua es vital para que el fruto sea permanente. Mateos y Barreto afirman que “cuanto más fuerte sea el
31
Paulien, 172-173.
32
Andreas J. Köstenberger, Encountering John: The gospel in historical, literary, and theological perspective (Grand Rapids, MI: Baker, 1999), 123. 33
34
Köstenberger, 350.
C. H. Dodd, Interpretación del cuarto evangelio, trad. por J. Alonso Asenjo (Madrid: Cristiandad, 1978), 411.
vínculo creado con Jesús y la intensidad de su vida en los nuevos miembros, más permanente será”.35 El creyente que permanece unido a Jesús produce frutos (Jn. 15:4). Estos frutos tienen relación con lo que Jesús señaló a sus discípulos, junto al pozo de Jacob: “Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega” (Jn. 4:35). Veloso afirma que se trata del fruto misional y que debido a esto la permanencia en Cristo tiene que ser mutua. Concluye que “esa es la atracción misionera que se extiende desde el tronco a los sarmientos de la vid”. 36 Los discípulos iban a ser los continuadores de la obra que Cristo había comenzado. Iban a ir a todo el mundo y producirían frutos, pero frutos permanentes. El propósito de Dios es que se lleven frutos, pero “frutos que permanezcan es lo que satisface a Dios”, afirma Pink. 37 Este es el énfasis que Jesús deseaba que los discípulos captaran cuando les dijo: “Y vuestro fruto permanezca” (Jn. 15:16). No frutos temporales sino permanentes. Hovey señala que “los discípulos debían ir por el mundo llevando frutos por medio de sus vidas piadosas y su enseñanza fiel, ganando almas para Cristo, fundando iglesias y confirmando a los creyentes en la fe”. 38
35
Juan Mateos y Juan Barreto, El evangelio de Juan: Análisis lingüístico y comentario exegético (Madrid: Cristiandad, 1979), 665. 36
Veloso, 353.
37
Pink, 838.
38
Hovey, 373.
Jesús anhelaba que sus discípulos llevaran frutos, para eso los eligió y los envió, pero “el fruto debía resistir la prueba del tiempo”, según Barclay. 39 Debían cuidar el resultado de su labor y no permitir que sus frutos se malograran o marchitaran. El fruto es resultado de la conexión del pámpano con la vid y mientras se mantengan conectados éste perdura. Los discípulos al estar conectados con Jesús podían exhibir frutos permanentes.
Jesús dedicó tiempo a orar por sus discípulos La oración intercesora por los nuevos creyentes también es importante en la retención. Jesús dedicó tiempo a orar por sus discípulos. Una de las oraciones más vehementes es la que se registra en San Juan 17. Se conoce como la oración intercesora de Jesús. Al acercarse la hora final, el Maestro mostró cuáles eran sus mayores preocupaciones. La oración de Juan 17 puede dividirse en tres partes: Jesús pide por sí mismo (vs. 1-8), Jesús ruega por sus discípulos (vs. 9-19) y Jesús intercede por aquellos que en el futuro iban a creer en él como resultado de la obra de sus discípulos (vs. 20-26). En la segunda parte de la oración (vs. 9-19) se encuentra el ruego de Jesús por sus discípulos y revela la preocupación por la retención de ellos. Jesús hizo una clara diferenciación entre el mundo y sus discípulos: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado” (vs. 9). El Maestro mostró una de las prioridades que tuvo durante los tres años y medio de su ministerio: La
39
William Barclay, The gospel of John, 2 vols. (Philadelphia, PA: Westminter, 1975), 2:179.
retención y el cuidado de sus discípulos (vs. 11-13). Bruce afirma que “Jesús los había guardado a ellos como a un tesoro y ahora él daba cuenta de su mayordomía”. 40
Los guardaba En Juan 17:12 Jesús habló con su Padre del papel que había desempeñado en su ministerio como “guardador o retenedor” de sus discípulos. Según Howard-Brook se utilizan dos vocablos griegos para enfatizarlo: Eteroun y ephulaza. 41 Morris comenta que el primer vocablo da la idea de alguien que cuida o guarda y al estar en el tiempo imperfecto indica una actividad continuada a través de los años. Y el segundo da la idea de alguien que vigila u observa atentamente cada movimiento.42 Afirma que el verbo se encuentra en aoristo indicando que la acción está completa. 43 Tenney observa que cuando ambos vocablos aparecen juntos dan un cuadro de liberación completa de todos los peligros. 44 El Maestro fue un celoso guardador de cada uno de sus discípulos. Durante el tiempo que permaneció con ellos se interesó en la permanencia de cada uno de ellos en el grupo. Pink comenta que “mientras estaba con ellos los había preservado de las maquinaciones del mundo”.45 El ministerio de Jesús se concentró en proteger a sus
40
Bruce, 332.
41
Wes Howard-Brook, Becoming children of God (Maryknoll, NY: Orbis, 1994),
364. 42
Leon Morris, The gospel according to John (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans, 1995), 642. 43
44
Ibíd.
Merrill C. Tenney, John: The gospel of belief (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans, 1946), 246-247.
discípulos. Torres enfatiza que “durante todo su ministerio los había protegido, su ministerio con los discípulos había sido un ministerio protector”.46 Jesús realizó una obra de fortalecimiento y cuidado esmerado con cada uno de sus discípulos. Siempre los alentó, guió y fortaleció. Jesús, explica Hovey, “piensa en sí mismo ya no en compañía de sus discípulos, preservándolos de la apostasía, por su sabiduría, vigilancia y cuidado sino como aquel que está por regresar al Padre y dejarlos solos”.47 Es consciente de los peligros que sus discípulos tienen que enfrentar e implora a su Padre por ellos. Hovey concluye que “mediante su propia influencia y cuidado habían sido conservados durante su trato con él”. 48
Guárdalos en tu nombre Jesús pide al Padre que los guarde en su nombre (Jn. 17:11), con esta súplica mostró la importancia de la continuidad de la obra de retención que él realizó. Veloso afirma que es como si dijera al Padre: “Guárdalos en tu providencia, protégelos con tu poder, mantenlos en tu seguridad”. 49 Montgomery explica: “Ahora va a regresar al
45
Arthur W. Pink, Exposition of the gospel of John (Grand Rapids, MI: Ministry Resources Library, 1975), 935. 46
David Javier Torres, Células: Multiplicación y poder (Colombia: Conquista, 2003), 123. 47
Alvah Hovey, Comentario sobre el evangelio de Juan (El Paso, TX: Casa Bautista, 1973), 417 48
Ibíd.
49
Veloso, 379.
Padre, y por lo tanto, le pide al Padre que los cuide”. 50 Lindars señala que hasta ese momento “Jesús mismo había sido su protector”.51 Este pasaje enfatiza la necesidad futura de sus discípulos, contrastándola con las condiciones que hasta aquí habían tenido. La preocupación que Jesús tuvo por sus discípulos también puede observarse en el incidente de la tormenta en el mar de Galilea (Jn. 6:16-21). Los discípulos estaban en el mar solos luchando contra una gran tormenta. Emprendieron el viaje por orden de Jesús pero lo habían hecho “descontentos en su corazón y murmurando porque no les había permitido proclamarlo rey”.52 Una violenta tempestad les sobrecoge y “eran alejados cada vez más del punto que buscaban”.53 White comenta que Jesús no los olvidó y que ni por un momento perdió de vista a sus discípulos. Afirma que “él que velaba en la orilla vio a aquellos hombres que llenos de temor luchaban con la tempestad”.54 Compara el cuidado de Jesús al cuidado de una madre que vigila con tierno amor a su hijo. Al acercarse a ellos no les recrimina, ni les reprocha por su actitud. Sólo les dice: “Yo soy; no temáis” (Jn. 6:20). En la oración de En la oración de Juan 17 Jesús declaró: “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre” (vs. 12). El verbo guardaba (eteroun) se encuentra en el tiempo imperfecto significando que el cuidado fue permanente y que aún continuaba guardándolos. Luego añadió: “A los que me diste, yo los guardé” (vs. 12).
50
James Montgomery Boice, The gospel of John (Grand Rapids, MI: Ministry Resources Library, 1985), 1145. 51
Barnabas Lindars, ed., The gospel of John (Greenwood, MS: Attic Press, 1977),
52
White, El Deseado de todas las gentes, 342.
53
Ibíd., 343.
525.
54
Ibíd., 343-344.
Ahora el verbo se presenta en aoristo (ephulaza) indicando el resultado final o completo de la acción.55 Aunque se acercaba un momento crítico, él continuó orando y protegiendo a los suyos. Les aseguró que aunque iban a ser dispersos, luego de su arresto y crucifixión, se encontraría con ellos en Galilea (Mt. 26:31-32). Durante su ministerio, por medio de sus enseñanzas y milagros, Jesús cumplió su tarea como el buen pastor. Los había guardado día tras día, presentándoles constantemente todo lo que había oído del Padre. 56
Uno de ellos se perdió Jesús reconoce que uno de sus discípulos se perdió. No menciona su nombre, sólo lo llama “el hijo de perdición” (Jn. 17:12). Hendriksen comenta que “tanto Jesús como su Padre sabían a quién se refería; también los lectores del cuarto evangelio”. 57 Según Nichol “esta expresión describe a uno destinado a la perdición o destrucción”. 58 Harrison comentando Juan 17:12 señala que “así como los discípulos están en el mundo, pero no son del mundo, así Judas estaba en la compañía apostólica, pero no era de ellos”. 59 Veloso afirma que Judas se perdió porque pertenecía al mundo.60 Nunca dejó el mundo aunque estaba en el grupo de los que andaban con Jesús.
55
R. C. H. Lenki, The interpretation of St. John´s gospel (Minneapolis, MN: Augsburg, 1961), 1138. 56
Guillermo Hendriksen, El evangelio según San Juan (Grand Rapids, MI: Desafío, 1992), 630. 57
Hendriksen, 630.
58
Nichol, 5:1028.
59
Everett F. Harrison, Juan: El evangelio de la fe (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1995), 89.
Judas eligió convertirse en “un hombre destinado a la destrucción”. Dios desea que toda la humanidad se salve (Jn. 3:16) “pero la voluntad de Dios debe ser confirmada por la voluntad de cada uno individualmente a fin de que pueda ser efectiva”. 61 Bruce afirma que a pesar del sabor a predestinación del pasaje, Judas no se perdió contra su voluntad sino con su consentimiento. Concluye que Jesús no fue responsable por la decisión fatal de Judas. Judas al igual que los otros discípulos, había sido dado por el Padre al Hijo, pero a pesar de eso la apostasía es una posibilidad solemne. 62 White comenta que Judas se unió a los discípulos cuando las multitudes seguían a Cristo. Fue conmovido por la enseñanza de Jesús. Jesús le dio un lugar entre los doce y al igual que a los demás discípulos le dio poder para sanar enfermos y echar fuera demonios. Pero Judas, concluye ella, no llegó al punto de entregarse plenamente a Cristo. No renunció a su ambición mundanal. Aunque aceptó el puesto de ministro de Cristo, no se dejó modelar por la acción divina. 63 La metodología que Jesús siguió para retener a sus discípulos fue clara. Primeramente les mostró lo que significaba seguirlo y luego que ya eran sus seguidores los entrenó para el servicio. Jesús cuidó a sus discípulos diligentemente proveyéndoles tanto alimentación como protección permanente. Una y otra vez los instó a permanecer en Él para que sus frutos fueran permanentes. Finalmente Jesús dedicó tiempo a orar por sus discípulos.
La retención en la iglesia apostólica y en los escritos de Pablo 60
Veloso, 378
61
Nichol, 5:1028.
62
Bruce, 332.
63
White, El deseado de todas las gentes, 663-664.
Los discípulos, llenos de la plenitud del Espíritu (Hch. 2:1-4), comenzaron a cumplir la comisión que su Maestro les había dejado (Mt. 28:18-20). El día del Pentecostés proclamaron con fervor el mensaje y como tres mil personas fueron bautizadas y se añadieron a la iglesia (Hch. 2:41). La cosecha fue abundante, los resultados fueron asombrosos en cantidad y la iglesia apostólica se convirtió, de la noche a la mañana, en un numeroso grupo de creyentes. Los apóstoles se preocuparon por la retención de los nuevos conversos. Está sección explora los elementos que utilizó la iglesia primitiva para retener a los nuevos creyentes. Luego se presenta la metodología que el apóstol Pablo siguió para la retención de los nuevos conversos. La retención en la iglesia apostólica Lucas enfatiza dos veces que los nuevos conversos perseveraban (Hch. 2:42, 46). Este término resalta la continuidad de los bautizados al grupo al cual se habían unido y su adherencia al mismo. Kürzinger nota que “se menciona la adhesión mantenida de los recién bautizados en 2:42 y su perseverancia en 2:46”. 64 Ambos pasajes enfatizan que los nuevos conversos perseveraban tanto en la doctrina como en la asistencia al templo. Esta adhesión también incluye a los que no residían en Jerusalén. Viertel refiere que “se quedaron en Jerusalén el tiempo suficiente como para aprender más acerca de las actividades y las enseñanzas de Jesús”.65 Los nuevos conversos, antes de regresar a sus diferentes regiones (Hch. 2:9-10), fueron instruidos cabalmente por los discípulos. Esto
64
Josef Kürzinger, Los hechos de los apóstoles, 2 vols. (Barcelona: Herder, 1979),
65
Weldon Viertel, Los hechos de los apóstoles (El Paso, TX: Casa Bautista, 1988),
1:80.
29.
fue un elemento esencial para la consolidación de los tres mil que se añadieron aquel día (vs. 41). Viertel añade que los discípulos “probablemente centraran sus enseñanzas en ayudar a los nuevos creyentes”. 66 Los recién bautizados no solo esperaron que los apóstoles los enseñaran, sino que con “con toda decisión y firmeza buscaron a los apóstoles para que les instruyeran en el evangelio de Cristo”.67 A continuación se muestran las áreas, que señala la Biblia, en la cual los creyentes perseveraban: “Perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hch. 2:42). Cada una de ellas tiene elementos que jugaron un papel importante en la retención de los primeros conversos.
Perseverancia en la doctrina Neil68 comenta que la enseñanza de los apóstoles implicaría mayores detalles del sermón que Pedro acababa de predicar y de las profecías del Antiguo Testamento que ahora se habían cumplido plenamente. Nichol señala que “esa primera instrucción sería reforzada en días futuros por nuevas lecciones acerca de Cristo”.69 Kistemaker afirma que esta frase “apunta al fervor y dedicación de estos primeros convertidos al
66
Ibíd., 30.
67
Simon J. Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Hechos (Grand Rapids, MI: Desafío, 1996), 117. 68
William Neil, The acts of apostles (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans, 1981), 80-81. 69
Nichol, 6:151-152.
cristianismo”.70 Estas declaraciones muestran la importancia de seguir confirmando e instruyendo a los recién convertidos. Bruce comenta que esta comunidad “se constituyó sobre la base de la enseñanza apostólica. Esta enseñanza tuvo autoridad porque era la enseñanza del Señor comunicada a través de los apóstoles en el poder del Espíritu”. 71 Los nuevos conversos fueron fortalecidos con las enseñanzas bíblicas. Esta instrucción, según Kistemaker, tuvo un doble significado. En un sentido amplio, “la palabra se refiere a las buenas nuevas de todo lo que Jesús dijo e hizo” y en un sentido más restringido “los apóstoles fueron ocupados en el trabajo de enseñar un evangelio oral a los convertidos”. 72
Perseverancia en el compañerismo Los nuevos conversos, de la iglesia cristiana primitiva, perseveraron en “la comunión unos con otros”. La palabra griega que se utiliza para comunión es koinonía y dentro del contexto de Hechos 2, se refiere a la hermandad que existió entre los apóstoles y los nuevos conversos.73 Kistemaker refiere que esta palabra “describe el entusiasmo que los creyentes demostraron en una adoración unida, en las comidas, y en el compartir de sus bienes materiales (vs. 44)”.74 Los nuevos conversos fueron incorporados al compañerismo de los discípulos de Cristo. Esta relación de koinonía los fortalecía y enriquecía espiritualmente. Sentían que
70
Kistemaker, 117.
71
F. F. Bruce, Hechos de los apóstoles (Buenos Aires: Nueva Creación, 1998), 91.
72
Kistamaker, 117.
73
Nichol, 6:152.
74
Kistemaker, 117-118.
eran amados y a la vez amaban a los demás convertidos. Cada día recibían compañerismo y especial atención de los apóstoles. Se preocuparon por mantener esa amistad dentro de la comunidad de creyentes.
Perseverancia en las actividades religiosas La expresión “partimiento del pan” es difícil de interpretar. Nichol señala que es una frase idiomática judía equivalente a comer y puede interpretarse de dos formas. La primera para referirse a comidas que evidentemente no eran celebración de la Cena del Señor, es decir, a una comida habitual y la segunda como una alusión a la Cena del Señor.75 Kistemaker afirma que “no es fácil encontrar la respuesta correcta”. Concluye que se refiere al “pan apartado para el sacramento de la comunión”. 76 Bruce señala que “parece tratarse de la observación regular de lo que se llegó a llamar la cena del Señor”. Y añade que el elemento significativo en el “acto de partir el pan” era el recuerdo de que Jesús fue quebrantado en la muerte.77 Las oraciones, como parte de las actividades religiosas, eran realizadas tanto en el templo (Hch. 3:1) como en las casas. 78 Kistemaker afirma que “Lucas también usa aquí el artículo definido para describir oraciones específicas hechas en la adoración”.79 Los
75
Nichol, 6:152.
76
Kistemaker, 118.
77
Bruce, Hechos de los apóstoles, 92.
78
Neil, 81.
79
Kistemaker, 118.
nuevos conversos participaban en las actividades religiosas que se realizaban tanto en el templo como en las casas (vs. 46). Estaban involucrados en la adoración corporativa. Nichol resume estos elementos, de la vida en la nueva sociedad cristiana, de la siguiente forma: (1) Los creyentes creían en el conocimiento de la verdad por medio de la enseñanza de los apóstoles, (2) eran conscientes de su comunión con Cristo y con sus hermanos por medio de cultos en conjunto y en bondad y caridad mutuas, (3) participaban en el partimiento del pan, lo cual probablemente incluía la Cena del Señor y (4) oraban con frecuencia, tanto en privado como en público. 80 Estos elementos muestran el fervor y dedicación de estos primeros convertidos al cristianismo. Revelan cómo se desarrolló la vida de la iglesia apostólica en sus comienzos. Enfatizan la continuidad de cada uno de los nuevos conversos en la fe que habían aceptado. Zackrison destaca el ciclo que la iglesia apostólica siguió en sus comienzos: Recibían la palabra con alegría, fueron bautizados, fueron incorporados a la iglesia, fueron instruidos por la iglesia, continuaron en el compañerismo de la iglesia, penetraron en la comunidad y crecieron en número.81 Pablo y la retención de los nuevos conversos Pablo fue uno de los pilares de la evangelización en la iglesia apostólica. Luego de haber sido encontrado por Jesús en el camino a Damasco (Hch. 9:1-6) y recibir el bautismo (vs.18), predicaba a Cristo (vs. 20-22). La iglesia en Antioquía, dirigida por el Espíritu Santo, comisionó a Bernabé y a Saulo para “anunciar la palabra de Dios” (Hch. 13:1-5). Pablo mostró que la evangelización va más allá de bautizar nuevos miembros y
80
81
Nichol, 6:152.
James W. Zackrison, Poder para testificar (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1993), 87.
establecer nuevas iglesias, la predicación también incluye la retención y confirmación de los nuevos creyentes.
Visitación frecuente Pablo y Bernabé anunciaron el evangelio en Salamina (Hch. 13:5), Antioquía de Pisidia (vs. 14), Iconio (Hch. 14:1), Listra y Derbe (vs. 6). El relato de Lucas nos dice que en cada una de estas ciudades muchos aceptaron el evangelio y se constituyeron discípulos de Jesucristo (Hch. 14:48-49). Luego decidieron regresar a Antioquía de Siria, su punto de inicial de partida (Hch. 14:26). Pablo y Bernabé se encontraron, geográficamente, en un punto donde podían optar, según Ricciotti, por “atravesar la cordillera del Tauro por las puertas Ciliceas, bajar Tarso, patria de Pablo, y desde allí llegar a Antioquía de Siria, un viaje mucho más fácil y directo”.82 Ellos no escogieron lo más fácil o conveniente (recuérdese que Pablo era de Tarso y podía haber pasado por su casa natal); Wikenhauser señala que decidieron “volver sobre sus pasos por la misma ruta que hasta aquí habían llevado, con el propósito de robustecer más las comunidades fundadas”. 83 La Biblia muestra la obra a la cual Pablo y Bernabé se dedicaron cuando regresaron por cada una de las ciudades donde habían predicado el evangelio. Afirma que volvieron “confirmando los ánimos de los discípulos y exhortándoles para que permaneciesen en la fe” (Hch. 14:21-22).
82
Giuseppe Ricciotti, Los hechos de los apóstoles: Traducción y comentario (Barcelona: Luis Miracle, 1970), 264. 83
245.
Alfred Wikenhauser, Los hechos de los apóstoles (Barcelona: Herder, 1967),
El término griego que utiliza Hechos 14:22, traducido como “confirmando”, es episterizontes y da la idea de “implantando sobre”, como en una columna firmemente asentada.84 Los apóstoles, según Trenchard, comprendieron que los gozosos comienzos tienen que ser confirmados y establecidos. 85 Wagner afirma que “la tarea del cuidado post bautismal es parte indispensable de la estrategia del movimiento de masas”. 86
Fortalecimiento doctrinal El segundo viaje misionero fue organizado luego de concluir el concilio de Jerusalén. Pablo sintió preocupación por los hermanos que habían recibido la palabra del Señor y le propuso a Bernabé iniciar una segunda gira “para ver cómo están” los nuevos conversos (Hch. 15:36). Kürzinger nota que “Pablo esta apremiado por la solicitud pastoral de no dejar abandonados a sí mismas las comunidades por él fundadas sino seguir cuidando de ellas, ya con visitas personales, ya por medio del contacto epistolar”. 87 Wikenhauser afirma que el objetivo de este nuevo viaje eran las regiones evangelizadas durante el primer viaje: “Pablo quiere comprobar si las comunidades allí fundadas han subsistido y progresan”.88 Su objetivo fue inspeccionar in situ la realidad de estas iglesias y confirmar a los que aceptaron el evangelio de Jesucristo en su primer viaje misionero. Kistemaker destaca la preocupación de Pablo por estos nuevos
84
Ricciotti, 264.
85
Ernesto Trenchard, Los hechos de los apóstoles: Un comentario (Madrid: Literatura Bíblica, s.f.), 306. 86
C. Peter Wagner, Iluminando al mundo (Miami, FL: Unilit, 1996), 200.
87
Kürzinger, 2:66.
88
Wikenhauser, 268.
conversos y señala que “las necesidades espirituales de las recién fundadas iglesias en Asia Menor, estaban en la mente y en las oraciones de Pablo y Bernabé”. 89 Bruce muestra que Lucas vuelve a utilizar el término episterizon90 (lo había utilizado ya en Hch. 14:22) en Hechos 15:41 para señalar que el objetivo de Pablo era confirmar a las iglesias. Krodel enfatiza que el propósito de este regreso fue fortalecer las iglesias.91 Pablo y Silas visitaron Derbe, Listra, Iconio y las demás ciudades donde habían establecido iglesias (Hch. 16:1-5). Kistemaker refiere que fueron “entregando la carta del concilio e instruyendo a los creyentes”. 92 Los misioneros tuvieron como objetivo fortalecer a los creyentes y a las iglesias en los puntos que habían sido controversiales. A través de la instrucción y el ánimo, que representó la visita de Pablo, todos fueron fortalecidos. Viertel enfatiza que “las iglesias habían sido amenazadas por las enseñanzas falsas de los judaizantes, pero los decretos de Jerusalén que apoyaban la posición de Pablo trajeron estabilidad doctrinal”. 93 Pablo fue consciente de la importancia del fortalecimiento de las nuevas iglesias e hizo todo lo posible para fortalecerlas. Nichol afirma que esta era una característica del ministerio de Pablo: Se preocupó por todas las
89
Kistemaker, 608.
90
F. F. Bruce, The acts of the apostles (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans, 1990), 350. 91
Gerhard A. Krodel, Hechos (Minneapolis, MN: Augsburg, 1986), 294.
92
Kistemaker, 620.
93
Viertel, 115.
iglesias que estableció (2 Co. 11:28) y los recordaba constantemente en oración (Ro. 1:9; Ef. 1:16; Fil. 1:3).94 La tarea fue realizada con éxito. Lucas refiere que no fue en vano, pues “las iglesias eran confirmadas (se afianzaban, BJ) en la fe, y aumentaban en número cada día” (Hch. 16:5). "La iglesia, a punto de salir de la infancia, se está preparando para hacer grandes progresos, y los misioneros están fortaleciendo sus miembros para esa evolución”.95 Cuando las iglesias son fortalecidas, a través de programas de retención, no sólo se consolida y se retienen a sus miembros sino que hay un crecimiento numérico sostenido. Kistemaker muestra que “el griego indica que tanto el fortalecimiento en la fe como el crecimiento numérico de los creyentes experimentaba un progreso constante”. 96
Orientación para los nuevos en la fe Entre los años 53 y 58 d.C. Pablo realizó su tercera gira misionera.97 Uno de los propósitos de este viaje fue ayudar a los nuevos miembros a vivir la nueva fe que habían aceptado. “Pablo no sólo era un evangelista que fundaba nuevas iglesias; también era un pastor que mantenía un activo interés por el continuo bienestar de sus iglesias”.98 Vez tras vez, el apóstol repitió sus visitas a las iglesias establecidas; algunas de las cuales fueron visitadas por cuarta vez (véase Hch. 13:51; 14:6, 21; 16:1, 6). Viertel 94
Nichol, 6:313.
95
Nichol, 6:322.
96
Kistemaker, 621.
97
Nichol, 6:105.
98
Ibíd., 6:364.
destaca que “siguió la misma ruta que había tomado cuando inició su segundo viaje misionero (véase Hch. 6:1-6)”.99 Trenchard afirma que “no había duda en cuanto al propósito de la primera etapa del tercer viaje de Pablo, pues iba donde ya había plantado obra fortaleciendo a todos los discípulos”.100 Cada viaje misionero iniciaba con la confirmación y retención de los nuevos conversos. Comenzaban visitando a los que ya habían aceptado el evangelio. Bruce expresa que “Pablo parece haber pasado una vez más por Derbe, Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia, no realizando una evangelización pionera sino ofreciendo ayuda y aliento a antiguos amigos y conversos”. 101 Kistemaker indica que la tarea a la cual se dedicó Pablo cuando llegaba a las iglesias era el fortalecimiento de los creyentes. Este fortalecimiento no sólo fue espiritual sino que también “los enseñó a poner en práctica su nueva fe”.102 Lucas llama a los recién conversos discípulos, es decir aprendices,103 en Hechos 18:23. No es la primera vez que los llama así, ya en el verso 28 los había llamado discípulos. Se encuentra que la preocupación de los misioneros no sólo era por las iglesias como grupo sino que cada nuevo discípulo es confirmado individualmente en la fe. Pablo muestra que cada nuevo converso debe ser fortalecido. Él dedicó tiempo para realizar este trabajo.
99
Viertel, 713.
100
Trenchard, 408.
101
Bruce, Hechos de los apóstoles, 419.
102
Kistemaker, 714.
103
Viertel, 714.
Un famoso predicador misionero acostumbraba insistir en que “nadie tiene derecho a escuchar el evangelio por dos veces mientras todo hombre no lo haya escuchado una vez”.104 Pablo trabajó diferente. En cada viaje dedicó tiempo para fortalecer y animar a los nuevos discípulos. Viertel afirma que “se da por sentado que tomó el tiempo suficiente para enseñar a los discípulos de cada ciudad, confirmando a todos los discípulos”.105 Un trabajo que incluía a cada uno en particular. Hechos 19:21 refiere el deseo de Pablo de recorrer Macedonia y Acaya “su propósito era fortalecer a los discípulos en las iglesias que había fundado”,106 como lo había hecho en su segundo viaje misionero en Asia Menor. Volver a las regiones, que hacía poco habían recibido el evangelio, para confirmar a los nuevos conversos. Kistemaker recuerda que el “propósito era fortalecer a los creyentes en las iglesias que había fundado”.107 Bruce comenta que durante casi dos años y medio Pablo hizo de Efeso su cuartel general. Durante este tiempo el cristianismo fue fortalecido. Ahora Pablo podía dejar a las iglesias recién fundadas en Asia con seguridad.108 La actividad de la retención puede otra vez percibirse aquí. Pablo no transfirió su actividad misionera a otras áreas hasta que no estuvo seguro que la iglesia de Efeso estaba fortalecida. La expresión “así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor” (Hch. 19:20) refleja la solidez del trabajo misionero de Pablo: Crecía y prevalecía la obra.
104
William Sanford LaSor, Una iglesia viva (Barcelona: CLIE, 1978), 307.
105
Viertel, 143.
106
Ibíd., 743.
107
Kistemaker, 743.
108
Bruce, Hechos de los apóstoles, 435.
Liderazgo efectivo Las iglesias y los nuevos creyentes fueron atendidos por líderes comisionados por Pablo. Lucas menciona que Timoteo y Erasto fueron enviados a Macedonia (Hch. 19:22), “posiblemente a Filipos y Tesalónica”. 109 Timoteo fue enviado a Corinto (1 Co. 4:17) “para amonestar y aconsejar a los creyentes”.110 Pablo le dio importancia a la tarea de guiar o corregir a la comunidad de creyentes. Como él no podía estar presente en ese momento, envió a Timoteo para “recordaros mi proceder en Cristo” (1 Co. 4:17). Fee señala que la palabra proceder significa literalmente caminos ahí e implica tanto “la conducta como la enseñanza”. Concluye afirmando que “son ellos los que están emprendiendo un rumbo de disidencia”. 111 Otro colaborador de Pablo fue Tito. Pablo lo dejó en Creta para establecer ancianos y corregir lo deficiente (Tit. 1:5). Nichol afirma que “Tito debía completar la obra de organizar la iglesia cretense”.112 Pablo sabe que toda nueva iglesia necesita tiempo y atención para consolidarse. Algunas cosas aún quedaban por hacerse y Pablo las dejo en manos de un líder eficaz como lo era Tito. Hendriksen señala que “para que pueda prosperar la vida congregacional en las diversas ciudades de Creta, es necesario nombrar ancianos de muy buenos antecedentes”. 113
109
Kistemaker, 744.
110
Nichol, 6:374.
111
Gordon Fee, Primera epístola a los corintios (Buenos Aires: Nueva Creación, 1994), 215-216.
389.
112
Nichol, 7:372.
113
William Hendriksen, 1 y 2 Timoteo y Tito (Grand Rapids, MI: Desafío, 1979),
Reus afirma que en las cartas de Pablo se observa continuamente que el apóstol, cuando parte para proseguir su labor misional en otros lugares, recurre a sus colaboradores y les confía la tarea de continuar solidificando la obra. 114 La iglesia de Efeso fue fundada y confirmada por Pablo. Él permaneció durante dos años en esta ciudad (Hch. 19:10). Durante su encarcelamiento en Roma Pablo escribió la carta a los efesios.115 Al final de su carta les promete enviar a Tíquico para “que consuele vuestros corazones” (Ef. 6:21). Tíquico era natural de Asia (Hch. 20:4). Fue comisionado por Pablo para ser portador de las epístolas a los Colosenses, a Filemón y la de los Efesios. 116 Su tarea consistió en proveer “una atmósfera de consolación y fortalecimiento basada en las promesas de Dios”, según afirma Hendriksen. 117 La carta a los Colosenses incluye esta misma idea (Col. 4:7-8). Pablo anhelaba que las iglesias supieran que a pesar de sus prisiones él se mantenía firme.118 Los líderes enviados fortalecían las iglesias y ayudaban a los nuevos conversos a mantenerse fieles. La iglesia de Tesalónica recibió la visita de Timoteo. Fue enviado por Pablo para “confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe” (1 Ts. 3:2). Cevallos comenta que cada una de estas palabras tiene un significado especial en la terminología de la iglesia del
114
Joseph Reus, El Nuevo Testamento y su mensaje: Tito (Barcelona: Herder, 1986), 28-29. 115
Charles R. Erdman, La epístola a los efesios (Grand Rapids, MI: Desafío,
1976), 2. 116
Homer A. Kent, Efesios: La gloria de la iglesia (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1981), 139. 117
118
William Hendriksen, Efesios (Grand Rapids, MI: Desafío, 1979), 309-310.
Veis L. Carballosa, Colosenses: Orientación para un estudio exegético y práctico (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1997), 139.
primer siglo. El primer término da la idea de sostenimiento con el propósito de fortalecer. Es necesario un encuentro con el Señor pero también se necesita “profundizar, echar raíces y crecer bien cimentado y fortalecido”.119 La segunda palabra tiene una connotación más bien pastoral. Muestra la idea de “confortar, asesorar para que esté bien preparado para los diferentes problemas. No se trata de suavizar la situación de quien está en problemas, sino la de capacitarlo para que pueda enfrentarlos con mayor éxito”. 120 Ryrie añade que la idea de confortarlos no es simplemente la de un confortador neutral, sino la de alguien que “los animaba y ayudaba positivamente en la batalla a la que se estaban enfrentando”. 121
Dedicación a los nuevos conversos Pablo dedicó tiempo a orar por cada una de las iglesias que había fundado. A través de sus epístolas les recuerda que los tiene presente en sus oraciones. El apóstol conocía la importancia de la oración intercesora y la practicaba cada día. Cuando le escribe a la iglesia de Filipos, recordó a los miembros que en todas sus oraciones los tenía presente (Fil. 1:3-5). Erdman señala que “cuantas veces le venían a la memoria sus amigos, elevaba el corazón a Dios por ellos en petición; y cuantas veces hincaba las rodillas en oración el recuerdo de los amigos le venía a la mente”. 122
119
Juan Carlos Cevallos, Tesalonicenses: El Señor viene (El Paso, TX: Casa Bautista, 1990), 61. 120
Ibíd., 62.
121
Charles C. Ryrie, Primera y segunda tesalonicenses (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1994), 34. 122
Carlos R. Erdman, La epístola a los filipenses (Jenison, MI: T.E.L.L., 1975), 40.
Cuando le escribió a la iglesia de Tesalónica les recuerda que los tiene presente en sus oraciones (1 Ts. 1:2-3). Hendriksen afirma que “se mencionaban las necesidades de las iglesias en forma definida, de una por una, según las circunstancias lo exigían. No excluimos la idea de que los hermanos fuesen mencionados por nombre”. 123 Cevallos nota que el sentido de la frase “damos siempre gracias” (vs. 2) significa que lo hacen en forma continua. Afirma que existe bastante diferencia con lo que sucede hoy: “Pedimos o nos piden hacer oración de intercesión, y nos damos cuenta que muy rara vez cumplimos con nuestra responsabilidad de orar por los demás”. 124 A pesar de todos los esfuerzos que realizó Pablo para retener a sus compañeros de labor y a los nuevos miembros de las iglesias que fundó, la Biblia registra que algunos de ellos desertaron. Demas fue ayudante de Pablo (Flm. 24) sin embargo desertó. Al escribirle a Timoteo Pablo afirmó: “Demas me ha desamparado, amando a este mundo” (1 Ti. 4:14). Erdman refiere que aunque no consta con certeza que Demas apostatara de la fe cristiana, la tradición sí lo confirma. 125 White afirma que “Demas fue fiel por un tiempo, pero luego abandonó la causa de Cristo”.126 Hendriksen comenta que Demas se fue porque se enamoró de la era presente: Del mundo.127
123
William Hendriksen, 1 y 2 tesalonicenses (Grand Rapids, MI: Desafío, 1980),
124
Cevallos, 18.
57.
125
Charles R. Erdman, Las epístolas pastorales a Timoteo y Tito (Grand Rapids, MI: Desafío, 1976), 136. 126
Elena G de White, Los hechos de los apóstoles (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1977), 376. 127
Hendriksen, 1 y 2 tesalonicenses, 57.
También Himeneo y Alejandro son dos personajes de los cuales Pablo afirmó que “naufragaron en cuanto a la fe” (1 Ti. 1:19-20). Estos hombres “eran líderes entre los herejes efesios”. 128 Nichol señala que Pablo en estos versículos describe a los que voluntariamente rechazaban la voz de la conciencia. Afirma que los pasos de la apostasía son: (1) La violación de una conciencia pura, (2) la pérdida de la convicción en cuanto a la importancia de los principios cristianos y (3) el rechazo voluntario de la fe. 129 El cristiano que se aparta de la Palabra de Dios y confía en su propio juicio o en el de otra persona naufragará en su fe.130
Resumen En este capítulo se analiza la metodología usada por Jesús para la retención de sus discípulos. Se muestra cómo Jesús desde el mismo llamado comenzaba la obra de retención. También se revisan los métodos que la iglesia primitiva usó en esta tarea. Se revisa la forma en la que el apóstol Pablo puso en práctica la confirmación de los nuevos miembros y de las congregaciones que estableció. Finalmente, hay que reconocer que la deserción es algo con lo cual siempre vivirá la iglesia pues tanto en el ministerio de Jesús como en el de Pablo, la deserción estuvo presente. Judas, Demas, Himeneo y Alejandro son algunos de los ejemplos.
128
Ibíd., 102.
129
Nichol, 7:301.
130
Ibíd.
CAPÍTULO III
LA RETENCIÓN DE MIEMBROS EN LOS ESCRITOS DE ELENA WHITE Y EN AUTORES CONTEMPÓRANEOS
Este capítulo explora los consejos y recomendaciones dados por White para confirmar y retener a los nuevos miembros. Enfatiza la importancia que para ella tuvo esta tarea. Se analizan algunas de las recomendaciones que muestran sus escritos sobre la retención. También se repasa lo que algunos escritores evangélicos contemporáneos han escrito sobre la retención de miembros. Finalmente se muestran algunas de las causas y de las recomendaciones que en sus escritos presentan para la retención de miembros.
Elena G. de White y la retención White presenta consejos significativos para la retención de los nuevos creyentes. Toma como base bíblica la comisión dada a Pedro por Jesús: “Confirma a tus hermanos” (Lc. 22:32) y “apacienta mis corderos” (Jn. 21:15). Pide a cada pastor que esta comisión sea “tomada a pecho” y señala que en las palabras dirigidas a Pedro “se expresa la responsabilidad que atañe al ministro del evangelio que tiene a su cargo la grey de Dios”.131 White destaca la responsabilidad que las iglesias locales tienen: “Esta es la obra que hoy debe efectuarse en la iglesia, porque en caso contrario los abogados de la verdad
131
Elena G. de White, El evangelismo (Miami, FL: Publicaciones Interamericanas, 1976), 254.
tendrán una experiencia inferior y estarán expuestos a la tentación y al engaño”. 132 Recuerda que “cuando los hombres y mujeres aceptan la verdad, no hemos de alejarnos y abandonarlos, para no sentir ninguna preocupación futura por ellos. Han de ser atendidos”.133 Como mayordomos del Señor se pedirá cuenta a cada uno de los recién convertidos.
Recomendaciones sobre la retención En los escritos White se encuentran recomendaciones, amonestaciones e instrucciones referentes al cuidado y retención de los nuevos conversos. Estos consejos fueron dirigidos a evangelistas, pastores y administradores de la denominación con el objetivo de instruirlos “sobre los principios y la práctica de la obra de ganar almas”. 134 A continuación se mencionan algunos de estos consejos.
Prepararlos fielmente para el bautismo La preparación para el bautismo es parte importante en la retención del nuevo creyente. White afirma que “los candidatos para el bautismo necesitan una preparación más cabal. Necesitan ser instruidos más fielmente de lo que generalmente se los ha instruido”.135 No es sólo que la persona afirme que cree, sino que debe practicar la verdad. En su comportamiento, carácter y palabras muestra que
132
Ibíd.
133
Ibíd.
134
Ibíd., 245.
135
Ibíd., 389.
está en relación con Cristo. Su vida debe ser puesta en armonía con la verdad. El amor a Cristo debe manifestarse a través de la obediencia. 136 Algunas áreas que son descuidadas con frecuencia por los pastores al instruir a los candidatos para el bautismo son: La alimentación saludable, el uso de los dones espirituales, la mayordomía cristiana y las áreas de la actividad misionera.137 White afirma que muchos pueden aceptar la teoría de la verdad pero luego se revela que “el ministro construyó sobre un fundamento de paja, madera, y rastrojo, el cual será consumido por el fuego de la tentación”.138 El peligro es que cuando otro ministro sustituye al primero y presenta estas verdades a los nuevos miembros, “se ofenden, se alejan, y no caminan más con aquellos que creen y aman la verdad”. 139 La indumentaria es otro aspecto en el que debe instruirse adecuadamente a los recién convertidos. White afirma que “no debe haber negligencia al respecto”.140 Señala que debe haber un cambio decidido en la manera de vestir y esta debe expresar la verdad del evangelio. La apariencia “en todo respecto debe caracterizarse por el aseo, la modestia y la pureza”.141 Cuando no hay una preparación adecuada la obra se
136
Ibíd., 390.
137
Elena G. de White, El ministerio pastoral (Silver Springs, MD: s.e., 1997), 237.
138
Ibíd.
139
Ibíd.
140
Elena G. de White, Joyas de los testimonios, 3 vols. (Mountain View, CA: Publicaciones Interamericanas, 1971), 2:393. 141
Ibíd., 394.
hace a medias. Por lo tanto no debe descuidarse “la instrucción fiel, tierna y amante tan esencial para los jóvenes conversos”. 142
Reuniones de confirmación White muestra la importancia de un segundo ciclo de conferencias. 143 El objetivo es lograr que los nuevos conversos capten con mayor claridad y fijen las nuevas verdades aprendidas. Esta segunda serie de conferencias debe prepararse con el mismo esmero y perfección que la primera. Este segundo ciclo fortalece a los nuevos creyentes y “así la obra no queda incompleta”.144 Generalmente las campañas evangelísticas concluyen con una ceremonia masiva de bautizos y ahí termina todo. Esto no debe ser así. Las iglesias locales deben programar y realizar una segunda serie de reuniones para confirmar a los recién bautizados. Los nuevos creyentes deben ser convocados para estas reuniones. Los miembros de iglesia deben apoyar y preparar estas reuniones con la misma calidad que la primera. Debe contarse con un presupuesto que asegure el éxito y la calidad de esta actividad. 145
Proveerles un lugar de reunión Otra recomendación que White hace es la necesidad de proveerles un lugar de culto a los recién convertidos. Ella aconseja: “Dondequiera que se forme un grupo de creyentes debería dedicarse una casa de culto. No abandonen los obreros el lugar sin
142
White, Joyas de los testimonios, 2:390.
143
White, El evangelismo, 246.
144
Ibíd.
145
Ibíd.
realizar esto”.146 Da algunas orientaciones que deben tener estos lugares de culto: “Dios no nos ha mandado que le erijamos un edificio que se compare en riqueza y esplendor con el templo. Pero hemos de edificar una humilde casa de culto, sencilla, bonita y perfecta en su diseño”.147 Aconseja que los recién convertidos, bajo la dirección de un pastor que sea guiado por el consejo de sus colaboradores, trabajen con sus propias manos.148 White afirma que no es suficiente proveerle un lugar adecuado de reunión, también debe establecerse en el nuevo lugar una escuela de iglesias. Ella aconseja: “No sólo hay que edificar una casa de culto humilde, sino que también hay que tomar todas las disposiciones necesarias para establecer una escuela de iglesia permanente”. 149 Es importante establecer esta escuela para que los hijos de los nuevos creyentes se fortalezcan en la Palabra de Dios.
Instrucción posbautismal White enfatiza la importancia que debe darse a la instrucción de los nuevos miembros. Declara: “Hay que preocuparse cuidadosamente de la educación de los recién convertidos”.150 Esta instrucción tiene como propósito que los nuevos conversos aumenten “en conocimiento y en amor a la verdad, y crezcan hasta la plena estatura de
146
Ibíd.
147
Ibíd., 277.
148
Ibíd., 278.
149
Ibíd., 279.
150
Ibíd., 269.
hombres y mujeres en Cristo Jesús”. 151 Recomienda que los que se dediquen a esta tarea deben ser fieles maestros de la Palabra de Dios, así el nuevo creyente será rodeado de influencias favorables que ayudarán al crecimiento espiritual. 152 White recuerda que los temas esenciales en los que se debe instruir cabalmente a los nuevos creyentes son: La reforma pro salud, los dones espirituales, la dadivosidad sistemática y las grandes divisiones de la actividad misionera. Afirma que es mejor “educar fiel y cabalmente a esos conversos con respecto a todos los asuntos esenciales, aunque esto significase menos miembros añadidos a la iglesia”. 153 Esta instrucción debe incluir no solo la teoría sino también la práctica. White observa que es una obra pobre dejar a los nuevos creyentes sin saber cómo hacerle frente a los ataques del enemigo y vencerlo.154 En el libro Obreros evangélicos señala que el predicador no debe limitar su labor sólo al púlpito dejando a sus oyentes sin la ayuda del esfuerzo personal. Necesita hablar y orar con ellos. Necesita entender la naturaleza de los problemas que se presentan en la mente de la gente. Afirma que “la gente sabe tan poco de la Biblia que hay que darles lecciones prácticas y definidas acerca de la naturaleza del pecado y su remedio”. 155
Estableciéndolos en la fe
151
Ibíd., 248.
152
Ibíd.
153
Ibíd., 252-253.
154
Ibíd., 250.
155
Elena G. de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1974), 382.
Es importante ayudar a los nuevos creyentes a establecerse en la fe. White aconseja instruirlos “cuidadosamente para que posean un conocimiento bien fundado acerca de los distintos aspectos de la obra encomendada a la iglesia de Cristo”. 156 Recomienda alimentarlos y cuidarlos para que no se conviertan en blanco del enemigo. Si esta tarea es descuida “la obra se habrá dejado a medias”. Reconoce que “ha habido mucho de esta clase de obra hecha entre nuestros hermanos”. 157 White aconseja rodear a los nuevos conversos con un baluarte para protegerlos de las fuerzas de las tinieblas. Debe enseñárseles a mirar la Biblia como un todo y ver la relación con sus partes. Deben conocer la verdad sobre la gran controversia y cómo esta se desarrolla en todos los aspectos de la vida. Necesitan comprender “como revela él mismo en cada acto de la vida uno u otro de ambos motivos antagónicos; y cómo, lo quiera o no, ahora mismo está decidiendo en qué lado de la controversia ha de ser hallado”.158 White, en 1890, escribió una carta a quienes eran jóvenes en la fe. Señaló que debían andar humildemente con Dios y aprender diariamente en la escuela de Cristo. Les recomendó velar en oración y cuidar el “jardín del corazón de las malezas venenosas del orgullo, el amor propio y de la confianza desmedida en sí mismo”. 159
Visitación frecuentemente
156
White, El evangelismo, 249.
157
Ibíd., 250.
158
Ibíd.
159
Ibíd., 251.
Pablo, según White, es un ejemplo de lo que significa tener un programa de visitación y de un visitador incansable de las iglesias y de los nuevos miembros. El no cumplir con esta tarea, afirma White, “hace que los ángeles lloren”. 160 Compara el trabajo del ministro con el de un pastor del rebaño que debe “cuidar a las ovejas y a los corderos y buscar a los descarriados y perdidos trayéndolos de vuelta al redil”. 161 Señala que se deben visitar a todas las familias. Estas visitas no deben realizarse como un “huésped para gozar de su hospitalidad, sino para inquirir acerca de la condición espiritual de cada miembro de la casa”.162 La actitud del que realiza la visitación es importante. White dice que “su propia alma debe estar imbuida del amor de Dios; entonces con amable cortesía, puede abrirse camino al corazón de todos”.163 Recuerda que “debemos acercarnos a sus corazones como quien se compadece de sus flaquezas”. Al reprobar y exhortar debe tomar como base la Palabra de Dios sintiendo la preocupación por ellos y no hacerlo en forma despótica.164
Enseñarles responsabilidad White aconseja que “a todos los recién llegados a la fe hay que educarlos en lo que atañe a su responsabilidad personal y a la actividad individual en la búsqueda de la
160
Ibíd., 248.
161
Ibíd., 255.
162
Ibíd.
163
Ibíd.
164
Ibíd.
salvación del prójimo”. 165 Una señal de verdadera conversión es el deseo de salvar a otros que experimenta el nuevo creyente y una señal de estancamiento se percibe cuando no realiza esta obra.166 Recomienda que cuando las almas se conviertan se les ponga a trabajar enseguida y a medida que trabajen, de acuerdo con su habilidad, se irán haciendo más fuertes. Declara que “es haciendo frente a las influencias opositoras como llegan a confirmarse en la fe”.167 Cuando esta obra no se realiza los resultados son funestos. “La experiencia de los conversos nuevos nunca alcanza más allá del abecé en las cosas divinas. Son siempre infantes, siempre necesitan ser alimentados con leche, y nunca son capaces de participar del verdadero manjar evangélico”.168 White aconseja que se les provea “una sabia educación a los recién llegados a la fe. Enseñadles dándoles algo que hacer, en alguna clase de trabajo espiritual, para que su primer amor no muera sino que aumente en fervor”.169
Proveerles literatura apropiada Una recomendación que White da para confirmar a los recién convertidos es proveerles literatura adecuada. Afirma que sus libros Patriarcas y profetas y El conflicto de los siglos “están especialmente adaptados a los recién llegados a la fe, para que sean establecidos en la verdad”. A través de la lectura de estos libros se familiarizarán con los
165
Ibíd., 260.
166
Ibíd., 260-261.
167
Ibíd., 261.
168
Ibíd.
169
Ibíd., 261-262.
peligros que se ciernen ante ellos y “serán guardados de los senderos extraños. Harán sendas derechas para sus pies, no sea que el cojo salga fuera del camino”. 170 Deben hacerse planes para que los nuevos conversos puedan recibir literatura que los ayude a crecer y a fortalecerse. Afirma que “en El Deseado de todas las gentes, Patriarcas y profetas, El conflicto de los siglos, y Daniel y el Apocalipsis, hay instrucción preciosa”. 171 Sobre los libros de Daniel y el Apocalipsis ella le dijo al hermano Haskell que los publicara en un solo volumen añadiéndole unas pocas explicaciones de ciertas partes.172
Disciplinarlos adecuadamente La adecuada disciplina eclesiástica, según las directrices que Jesús dejó, es otra recomendación que White señaló. Ella sugiere seguir los pasos de Mateo 18:15-18 no importa el carácter de la ofensa.173 Aconseja que esta tarea se realice con un corazón lleno del amor y de la simpatía de Cristo y añade: “Razonad con él serena y tranquilamente. No dejéis escapar palabras airadas. Hablad de una manera que apele a su mejor criterio”.174 Jesús en su trato con Pedro mostró que al transgresor se le debe tratar “con paciencia, simpatía y amor perdonador”. Pedro entonces pudo, al recordar “su propia debilidad y fracaso, tratar con su rebaño tan tiernamente como Cristo le había tratado a
170
Ibíd., 269.
171
Ibíd.
172
Elena G. de White, Testimonios para los ministros (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1977), 117. 173
White, Obreros evangélicos, 516.
174
Ibíd.
él”. 175 La iglesia debe aceptar el arrepentimiento del pecador y conducir al arrepentido de las tinieblas a la luz de la fe. “Colóquese su mano temblorosa en la mano amante de Jesús. Una remisión tal es ratificada en el cielo”. 176 Ella recuerda que “los actos precipitados y la falta de consideración revelan la falta de juicio e inducen a errores”. 177 White afirma que la persona recién bautizada tiene con frecuencia fieros conflictos con “costumbres arraigadas, o con alguna forma especial de tentación, y, siendo vencida por alguna pasión o tendencia dominante, comete a veces alguna indiscreción o un mal verdadero”. 178 Ella señala que es en ese momento cuando “se requiere energía, tacto y sabiduría de parte de sus hermanos, a fin de que pueda serle devuelta la salud espiritual”.179 Es normal encontrar imperfecciones en los nuevos creyentes. White muestra la forma en la cuál debe tratarse las imperfecciones de los nuevos miembros: Debemos esperar encontrar y tolerar grandes imperfecciones en aquellos que son jóvenes inexpertos. Cristo nos ha invitado a tratar de restaurar a los tales con espíritu de mansedumbre, y nos tiene por responsables si seguimos una conducta que los impulse al desaliento, a la desesperación y a la ruina. A menos que cultivemos diariamente la preciosa planta del amor, estamos en peligro de volvernos estrechos y fanáticos, faltos de simpatía y criticones, estimándonos justos cuando distamos mucho de ser aprobados por Dios.180 Factores que inducen a la deserción
175
White, El Deseado de todas las gentes, 753.
176
White, Obreros evangélicos, 520.
177
White, El evangelismo, 269.
178
White, Joyas de los testimonios, 2:247.
179
Ibíd.
180
White, Joyas de los testimonios, 2:248.
White muestra algunas causas por las cuales los recién bautizados abandonan la fe. Ella no es concluyente en las causas que hace que un miembro deserte de la iglesia. Tampoco presenta una lista organizada con los motivos de apostasías. Al explorar sus mensajes se pueden extraer algunos de los factores que pueden tomarse como causa para la deserción.
Falta de estudio de la Biblia Los nuevos conversos no tienen el hábito del estudio diligente de las Escrituras. Han aceptado la verdad pero no comprenden sus principios fundamentales. La instrucción sobre el conocimiento de Cristo no ha sido plena. Debe recordársele a cada nuevo creyente que “el conocimiento permanente puede adquirirse únicamente por labor ferviente y estudio perseverante”. 181 El estudio de la Biblia, señala White, no debe ser descuidado. El nuevo miembro necesita por sí mismo saber qué es la verdad. Debe investigar cuidadosamente las Escrituras. 182 White afirma que “no es suficiente leer tan sólo, sino que la Palabra de Dios debe entrar en nuestros corazones y en nuestra comprensión, a fin de que nos establezcamos en la bendita verdad”. 183 Si los nuevos miembros conocen poco el contenido de sus Biblias serán fácilmente engañados por “errores enseñados en forma atractiva” e “irán a la deriva alejándose de los hitos bíblicos”.184 Satanás trabaja en forma solapada y engañosa para arruinar la fe de la gente en Dios. Cuando el nuevo
181
White, El evangelismo, 269-270.
182
Ibíd., 268.
183
Ibíd.
184
Ibíd., 266-267.
creyente no tiene nada en qué anclar andará a la deriva de un engaño a otro, impulsado “por los vientos de doctrinas extrañas”. 185
Falta de consideración y actos precipitados Otra de las causas que White da para que los recién conversos abandonen la iglesia es la falta de consideración y los actos precipitados que los hermanos con más experiencia cometen con ellos. Ella afirma que a los nuevos conversos “hay que tratarlos bondadosamente, conducirlos, visitarlos y orar con ellos”. 186 En la iglesia, a menudo, se observan actos precipitados y desconsiderados. “Los jóvenes conversos serán perjudicados por esta influencia, y su confianza en la causa de Dios se verá conmovida”.187 Las iglesias necesitan “la gracia transformadora de Dios”. Debe haber humildad y mansedumbre al tratar a los nuevos creyentes. La iglesia tiene una responsabilidad especial de atender adecuadamente a estas almas.188 Knight relata el esfuerzo que White realizó en Nimes, Francia, para rescatar a “un joven converso que se había desanimado, en parte, por la forma en que los miembros más antiguos lo habían tratado”.189 Ella lo visitó personalmente y le hizo ver que la forma en
185
Ibíd., 266.
186
White, Joyas de los testimonios, 1:455.
187
White, El evangelismo, 269.
188
White, Joyas de los testimonios, 2:116.
189
George R. Knight, Caminando con Elena G. de White: Su lado humano (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2006), 142-143.
la cual había sido tratado no era razón para que él abandonara a Cristo. Luego de orar y hacerle un llamado ferviente el joven decidió regresar y ser fiel a su Dios. 190
Falta de labor diligente por parte de la iglesia Las iglesias locales deben ayudar y tratar con paciencia y ternura a los recién llegados a la fe. Es responsabilidad de la iglesia asistir a esas almas que están comenzando a dar los primeros pasos tras los rayos de luz recibidos. Los miembros de iglesia al descuidar esta obra serán hallados “infieles al cometido que Dios les ha dado”.191 Es obvio, afirma White, que “los recién convertidos necesitan cuidados, atención vigilante, ayuda y estímulo. No se les debe dejar solos”. 192 La predicación es sólo una pequeña parte de la obra que debe hacerse. Los predicadores realizan su parte pero la iglesia debe cumplir la suya. White afirma que Dios requiere que su iglesia cuide de aquellos que son jóvenes en la fe y experiencia y que les visiten para orar y animarles. 193
Falta de trabajo en la obra misionera White recomienda que cuando las almas se conviertan debe ponérselas a trabajar enseguida, pues a medida que trabajen se irán haciendo más fuertes. Al hacerle frente a las influencias opositoras “llegan a confirmarse en la fe”. 194 Ella recomienda el trabajo misionero como la mejor medicina y afirma que “el desalentado pronto olvidará su
190
Ibíd.
191
White, El evangelismo, 258.
192
Ibíd.
193
White, Joyas de los testimonios, 1:456.
194
White, El evangelismo, 261.
desaliento, el débil se hará fuerte, el ignorante inteligente, y todos estarán preparados para presentar la verdad como es en Jesús”.195 El trabajo misionero desarrolla la espiritualidad. White afirma que las personas que se ocupan en la tarea de ganar almas para Cristo “son las que más se desarrollan en espiritualidad y devoción”.196 Para que el primer amor no muera es necesario darle algo que hacer al nuevo creyente. Debe dedicarse tiempo a educar a los recién llegados a la fe. Ellos necesitan trabajar y no convertirse en una carga para la iglesia haciendo esto “echarán raíces”.197
La retención en los escritores contemporáneos La literatura contemporánea muestra la importancia que tiene la retención de miembros. Enfatiza la preocupación por “cerrar la puerta de atrás”198 de las iglesias. A continuación se revisan algunas de las razones que se dan como motivos para la deserción de miembros y algunas de las recomendaciones que sugieren para retener a los nuevos feligreses.
Factores que inducen a la deserción Los escritores contemporáneos dan diferentes razones para la deserción. Yonggi Cho afirma que las historias de la mayoría de los desertores cristianos son similares. Y señala que esa desilusión pudo haberla causado: (1) Una iglesia dividida, (2) problemas
195
Ibíd.
196
Ibíd.
197
Ibíd., 262.
198
Thom Rainer, High expectations: The remarkable secret for keeping people in your church (Nashville, TN: Broadman and Holman, 1999), 1.
con el pastor o con el liderazgo de la iglesia, (3) pecados cometidos por los que le da vergüenza regresar a la iglesia y (4) sentirse desatendido por el pastor que nunca lo visitó.199 A continuación se presentan otros factores que también son mencionados como causas para la deserción en la literatura contemporánea.
Falta de participación Lewis señala, acertadamente, que “si no los usamos los perdemos”. 200 Indica que es más fácil para la gente continuar siendo fiel si se les da alguna responsabilidad que puedan sobrellevar. Aunque aclara que una sobrecarga puede llevarlos a sentirse frustrados y a un sentimiento de fracaso que puede ser la causa de que el miembro se aleje completamente. Afirma que “la gente será más fiel, estudiará la Biblia más seriamente, y crecerá más rápidamente si tiene una responsabilidad significativa y satisfactoria”.201
Falta de un programa de discipulado Otra razón para la deserción, señalada por Thompson, es la falta de un programa para discipular a los nuevos conversos. Señala que el énfasis esta en bautizar pero no en hacer discípulos. Presenta las cuatro características de un discípulo genuino: (1) Tiene una relación personal con su maestro, (2) está bajo la total autoridad del maestro, (3)
199
Paul Yonggi Cho, Mucho más que números (Miami, FL: Vida, 1985), 64.
200
Larry L. Lewis, Manual para plantar iglesias (El Paso, TX: Casa Bautista, 1997), 127. 201
Lewis, 127.
posee y demuestra el carácter del maestro y (4) está preparado para sufrir por su maestro.202
Falta de amistad y cuidado Cerna explica que hay iglesias donde las personas son borradas de los registros porque se han “perdido entre la multitud”. Son miembros que llegan tarde o se van temprano o dejan de asistir y parece que nadie se preocupa de ellos. “Con el tiempo se mueren de hambre espiritualmente hablando, y se los elimina de los registros de la iglesia”.203 Se escucha el clamor “nadie se interesa en mi”, “nadie se preocupa por mi”. Los miembros necesitan amor, atención e interés. Johnston asevera que un factor clave en la deserción es la falta de amistad. Afirma que “el factor real fue si conocieron a seis u ocho personas en la iglesia dentro de los primeros seis meses de ser miembros. Los que conocieron a alguna gente se quedaron, los que no, no se quedaron”.204 Dudley y Cumings muestran que la carencia de compañerismo es una de las razones claves para que un miembro abandone la iglesia. 205
Falta de un programa de retención
202
W. Oscar Thompson, Círculos concéntricos (El Paso, TX: Casa Bautista, 1985),
135. 203
Miguel Angel Cerna, El poder de los grupos pequeños (Newbury Park, CA: El Camino, 1991), 27. Bruce Johnston, “A myth is as good as a mile: All new converts soon leave”, North Pacific Union Gleaner, 6 de noviembre de 1989, 4. 204
205
Roger L. Dudley y Des Cummings, Jr., Adventures in church growth (Hagerstown, MD: Review and Herald, 1983), 147.
Otra razón para la deserción es la falta de una conservación adecuada, un programa que fortalezca a los nuevos creyentes. Lloyd y Wilma Mendoza de Mann señalan algunos aspectos básicos sobre los cuales nadie los instruye: (1) Nadie toma el tiempo para ayudarlos a saber cómo enfrentar y superar los ataques de Satanás, (2) no se les explica por qué ahora que son creyentes tienen más problemas que antes, (3) no se les enseña a estudiar la Biblia por sí mismos, ni cómo tener un tiempo diario con el Señor y, lo más trágico, (4) tampoco encuentran modelos en la iglesia a quienes imitar, personas que realicen estas actividades con regularidad. 206
Factores que conducen a la retención Lewis enlista algunas ideas de cómo seguir trabajando con las personas luego de su bautismo. 207 Aconseja que se organice una clase para los nuevos miembros. Recomienda que el pastor u otro líder de la iglesia los visite a los pocos días de haber sido bautizados. Se les debe proveer un paquete de materiales adecuados para su crecimiento espiritual. La iglesia debe estar atenta en caso de cualquier enfermedad, pérdida de un ser querido o crisis para apoyarlos. Finalmente sugiere la asignación de su “hermano mayor” para su cultivo y seguimiento y a la vez la debida instrucción a este “hermano mayor”.208
206
Lloyd y Wilma Mendoza de Mann, El discipulado: Transferencia de vida (Barcelona: CLIE, 1996), 19. 207
Larry L. Lewis, Organizar para evangelizar (El Paso, TX: Casa Bautista, 1992), 94-97. 208
Ibíd.
McIntosh y Martin209 recomiendan cinco formas para asimilar a los nuevos conversos: Asimilación a través de la amistad, de las responsabilidades/funciones, de los grupos pequeños, de la identificación y del crecimiento espiritual. Se repasan a continuación estas cinco recomendaciones, incluyendo lo que otros autores han dicho sobre las mismas, y se añaden dos recomendaciones que otros autores muestran.
La amistad Schaller afirma que la mitad de los miembros que se unen a las iglesias protestantes no sienten que son aceptados en el círculo de amistad de esa congregación. 210 Rainer recuerda que los miembros de la iglesia necesitan desarrollar relaciones con los nuevos miembros.211 Esto raramente se logra con programas. Debe enfatizarse regularmente en la amistad y en la motivación para que los miembros enrolen en sus círculos de amistad a los nuevos conversos. McIntosh y Martin reconocen que los nuevos miembros pueden encontrarse en dos niveles de inclusión: El superficial y el relacional. El primero se da cuando se sienten cómodos en la adoración pero esquivan involucrarse en grupos pequeños, en actividades de servicio y de apoyo. El segundo nivel es más significativo para la asimilación de nuevos miembros pues estos sienten un sentido de responsabilidad y
209
Gary McIntosh y Glen Martin, Finding them, keeping them: Effective strategies for evangelism and assimilation in the local church (Nashville, TN: Broadman, 1992), 75-135. 210
Lyle E. Schaller, Assimilating new members (Nashville, TN: Abingdon, 1978),
16. 211
Thom S. Rainer, The book of church growth: History, theology, and principles (Nashville, TN: Broadman and Holman, 1993), 282.
pertenencia. Desarrollar al nuevo miembro en este nivel debe ser el foco del liderazgo de la iglesia. 212
La participación Wagner sugiere dos formas para asimilar a un nuevo miembro.213 La primera es asignándole una tarea, pues si los individuos desarrollan una responsabilidad que contribuye al bienestar de la iglesia, es probable que se queden. La segunda es formando grupos de comunión pequeños. Ambos se complementan, pues al ir creciendo las iglesias, se hace más y más difícil asignar responsabilidades a los miembros nuevos. En las iglesias grandes es donde más se presenta esta dificultad. 214 Rainer215 señala que debe involucrarse a los nuevos miembros en los ministerios de la iglesia. Afirma que la clave para la asimilación de miembros es involucrarlos en un ministerio real. Arn y Arn recomiendan que la iglesia cree nuevas funciones o tareas para que los nuevos miembros puedan desempeñarse en ellas. 216 McIntosh y Martin afirman que en los últimos años se les ha dado un mayor énfasis a los dones espirituales y que cuando estos dones espirituales son descubiertos y usados para beneficio de otros se tiene como resultado que los miembros son edificados,
212
McIntosh y Martin, 76.
213
C. Peter Wagner, Guiando su iglesia al crecimiento (Miami, FL: Unilit, 1997),
210-211. 214
Ibíd.
215
Rainer, 283.
216
Win Arn y Charles Arn, The master´s plan for the making disciples (Grand Rapids, MI: Baker, 1998), 146.
los miembros atienden juntos sus necesidades y los miembros se sienten satisfechos. La iglesia debe mostrar a esos nuevos miembros la necesidad de servir. 217 Es importante ayudarlos en la capacitación para que desempeñen su función cabalmente. Torres recomienda que al recién convertido se le impartan cursos de capacitación.218 Estos cursos lo prepararán para convertirse en un líder, lo ayudarán a confirmar la doctrina y lo capacitarán para cumplir las responsabilidades que se le asignen. Sugiere que “las células constituyen el principal centro de formación discipular de la iglesia, de manera que las enseñanzas que se imparten en ellas, deben cumplir con el objetivo de ayudarle a cimentarse en la fe en Jesús”. 219
Los grupos pequeños Los estudios demuestran que si durante el primer año el nuevo miembro entabla amistad con al menos seis personas, probablemente permanezca. De lo contrario, la posibilidad de que abandone la iglesia es mayor. Por eso Zackrison afirma que “un continuo ministerio de grupos pequeños es especial para la vida de la congregación”.220 En estos grupos es donde se desarrollan y cultivan las amistades. Hay una mayor oportunidad de relacionarse unos con otros y así formar una red de amistades duraderas. McIntosh y Martin indican que en la iglesia primitiva se reunían en las casas. Enfatizan que a través de los grupos pequeños los asistentes pueden cambiar moral, mental y motivacionalmente. Concluyen afirmando que una iglesia que asimila
217
McIntosh y Martin, 88-89.
218
Torres, 129.
219
Ibíd., 130.
220
Zackrison, 49.
efectivamente a los nuevos miembros tiene un promedio de siete grupos pequeños por cada cien miembros adultos.221
La identificación McIntosh y Martin señalan que este principio de identificación incluye tres áreas diferentes de alineación necesarias en el proceso de incorporación de los nuevos creyentes. La primera es la identificación con el propósito de la iglesia, es decir que los miembros conozcan la dirección, el objetivo, el propósito y el crecimiento de la iglesia. La segunda es la identificación con la visión, que es la que provee la motivación para cumplir con el propósito. Y la tercera es la identificación con la gran comisión. Iglesias que ayudan a sus nuevos miembros a identificar el propósito, la visión y la comisión se tornan iglesia efectivas en la retención. 222 Rainer muestra en su investigación que las iglesias que tienen una alta expectativa para todos sus miembros son iglesias efectivas en la asimilación. Concluye afirmando que las iglesias que esperan más de sus miembros son las más efectivas en retener a sus miembros.223
El crecimiento espiritual Morton sugiere algunos consejos para ayudar a retener a los nuevos conversos. Toma como base la primera carta a los Tesalonicenses y los llama las siete directrices “corazón” para la paternidad espiritual. Estas son: (1) Un corazón intercesor (1 Tes. 1:2; Jn. 17; Col 4:12), (2) un corazón que toma la iniciativa (1 Tes. 2:2; Jn. 9:35), (3) un
221
Ibíd., 101-102.
222
McIntosh y Martin, 106-114.
223
Rainer, 23, 27.
corazón maternal (1 Tes. 2:7), (4) un corazón paternal (1 Tes. 2:11), (5) un corazón abierto (1 Tes. 2:8), (6) un corazón intachable (1 Tes. 2:10) y (7) un corazón honesto (1 Tes. 2:3).224 McIntosh y Martin identifican cuatro señales mortales que impiden el crecimiento espiritual. La primera es el aislamiento, es fácil que una persona se aísle en este mundo. La segunda es la fragmentación, que se indica por las siguientes etapas: Frialdad, desacuerdo, entrometimiento y resistencia. La tercera señal es el estancamiento y la cuarta es la confrontación. Una iglesia que es efectiva en retener a sus miembros tiene un ministerio específico para ayudar a las gentes a romper estos muros a través de un movimiento continuo hacia el crecimiento espiritual. 225
El cuidado personal Coleman destaca el cuidado personal que debe tenerse con los nuevos creyentes. Muestra como Jesús dedicó tiempo a la consolidación personal de los que lo aceptaban (Jn. 4:39-42; Lc. 19:7); y como luego los discípulos hicieron lo mismo que Jesús había hecho con ellos. Concluye afirmando: “Cada uno de los miembros de la comunidad de la fe desempeñaba un papel en el cumplimiento de este ministerio. 226 Kuhne señala que el nuevo creyente es más vulnerable en la lucha contra las tentaciones de Satanás. Sugiere que un cristiano maduro debe estar en condiciones de ayudarlo y guiarlo a través del seguimiento personal. También advierte que el nuevo creyente no sólo debe ser enseñado a crecer en Cristo, sino también a testificar y asistir a
224
Scott Morton, Down to herat discipling (Colorado Springs, CO: NavPress, 2003), 56-63. 225
McIntosh y Martin, 119-131.
226
Hanks y Shell, 63-64.
otros que acepten a Cristo. A esto le llama convertirse en un “multiplicador espiritual”. 227 Anderson recomienda “un ministerio intensamente personal entre dos o más personas que se ayudan mutuamente a tener la experiencia de una relación creciente con Dios”.228 Además, añade que Cristo antes de asignarles la tarea a sus discípulos se relacionó con ellos. “El discipulado es ser antes de hacer, madurez antes que ministerio, carácter antes que carrera”.229 También menciona varios niveles en los cuales se debe ayudar al nuevo discípulo y algunas sugerencias para realizarlas: 1. Ayudarlos a estar firmemente arraigados en Cristo: Guiar a la persona a Cristo y a la seguridad de la salvación. Guiarlos al verdadero conocimiento de Dios y de su identidad con Cristo. Ayudarlos a vencer la culpa y la vergüenza cambiando su motivación básica de los temores irracionales al temor de Dios. 2. Ayudarlos a estar edificados en Cristo: Ayudar a que las personas aprendan a caminar por fe en el poder del Espíritu Santo. Guiarlos a disciplinar la mente para creer en la verdad. Ayudarlos a salir de la montaña rusa emocional centrando sus pensamientos en Dios y no en las circunstancias. Estimularlos en el desarrollo del dominio propio. 3. Ayudarlos a actuar como cristianos en su hogar, en sus trabajos y en la sociedad: Ya no vive para sí, sino para los demás.
227
Ibíd., 118-121.
228
Neil T. Anderson, Victoria sobre la oscuridad: Reconoce el poder de tu identidad en Cristo (Miami, FL: Unilit, 2002), 231. 229
Ibíd.
4. Ayudarlos a ejercer correctamente la voluntad: El andar cristiano efectivo incluye el ejercicio adecuado de los dones espirituales, de los talentos y del intelecto para el provecho de los demás y para ser testigos positivos en el mundo. 230 Daman compara a la iglesia con un hospital espiritual donde acuden personas quebrantadas y heridas buscando sanidad y ánimo. 231 Por lo tanto, debe ser un lugar seguro en un mundo espiritualmente amenazante. Las personas que vienen a la iglesia traen problemas que los abruman: Relaciones rotas, tensiones del trabajo, presiones económicas, hijos rebeldes, enfermedades, luchas emocionales, tentaciones y conflictos espirituales. Acuden al templo porque necesitan ánimo espiritual para enfrentarse a las realidades diarias de la vida. Es obvio que es Dios quien debe satisfacer estas necesidades individuales, ya sean emocionales, espirituales o físicas, pero el cuerpo de la iglesia es un medio elegido por él para aliviar estas necesidades (Gál. 6:2; véase Rom. 12:10-16).232 Daman muestra algunos aspectos que incluye el cuidado mutuo: 1. El cuidado involucra la disposición a sacrificar tiempo: Hoy se pasa más tiempo haciendo cosas que con las personas. “Una congregación que aprende a amar es una comunidad en la que las personas están dispuestas a sacrificar de buen grado su tiempo para dedicarlo a estar con otras y ministrarlas en sus necesidades”.233
230
Ibíd., 236-240
231
Glenn Daman, Cómo pastorear iglesias pequeñas (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2004), 136. 232
Ibíd.
233
Ibíd., 137.
2. El cuidado involucra la disposición a sacrificar la comodidad personal: A veces debe dejarse la comodidad de la vida segura porque el amor a las personas demanda no permanecer indiferentes a sus necesidades. No es cuestión de mantenerse alejados de sus dificultades y gritarles consejos desde fuera, sino involucrarse tan estrechamente con ellos que se comparta la carga de sus penas. 234 3. El cuidado involucra la disposición a sacrificarse económicamente: Los recursos económicos que Dios nos ha dado no son para uso exclusivo del receptor pues deben usarse para el beneficio de otros. 4. El cuidado involucra la disposición a sacrificar energía: “Entregar a Dios nuestra energía significa que estamos dispuestos a usar nuestros talentos para el beneficio de otros”.235 Cristo dio ejemplo en esto, muchas veces estaba tan ocupado en su ministerio por las multitudes que no tenía tiempo para comer o descansar (Mr. 6:3134).236 Otro ingrediente importante, según Daman, es que “los líderes deben ser decididos en supervisar (sic) el crecimiento de amor dentro de la congregación”. 237 Menciona varios medios para establecer una iglesia amorosa: (1) Proveer oportunidades para que las personas cultiven las relaciones, (2) fortalecer la oración corporativa, (3) proporcionar cuidado a las personas que pasan por crisis, (4) desarrollar la responsabilidad y programas de mentores y (5) resolver los conflictos.238
234
Ibíd.
235
Ibíd., 138.
236
Ibíd., 136-138.
237
Ibíd., 145-146.
Daman compara al nuevo creyente con un recién nacido ya que “es inmaduro y necesita instrucción, adiestramiento y dirección en los ingredientes elementales de la fe”. 239 Los recién nacidos tienen una alimentación propia para su edad. Los elementos esenciales para que tengan un buen crecimiento son enumerados a continuación: 240 1. La lectura de las Escrituras: Inculcarle el deseo y la disciplina de la lectura consciente y sistemática de las Escrituras. Que se convierta en un amante de la Palabra (Sal. 119:9). “Una nutrición bíblica constante es el medio mediante el cual Dios comunica su mente y su voluntad al creyente con el fin de cultivar su relación con él”.241 Cuatro elementos son importantes: Repetición, concentración, comprensión y reflexión. 2. La oración: Enseñarle que el propósito de la oración es cultivar la relación con Dios. La oración es el medio para comunicarse con Dios. La oración es una práctica que se enseña y se aprende. 3. Obediencia: Significa integrar la fe en la vida y práctica diaria. No es una fe confesional (Mt. 7:21; Lc. 9:23-37) sino una creencia transformadora. 4. Confesión: “La confesión es algo más que reconocer que se ha violado la ley moral de Dios; es la expresión del deseo de ser perdonado como del cambio de conducta”.242 La confesión no es un acto ocasional sino un proceso continuo.
238
Ibíd., 146-148.
239
Ibíd., 177.
240
Ibíd., 178-183.
241
Ibíd., 179.
242
Ibíd., 181.
5. Compañerismo: Necesita el nuevo creyente entender que la vida cristiana se vive en comunidad, no en aislamiento (Heb. 10:25). “El proceso de evangelismo no está completo hasta que los creyentes individuales no han quedado injertados en el cuerpo de Cristo e involucrados en la congregación local de creyentes”.243 6. Servicio: Al ejercitar sus dones los creyentes sirven a Cristo. “Al nuevo convertido se le debería enseñar que todos los cristiano están llamados a servir a otros y a testificar”. 244 Se debe animar a los nuevos creyentes a escribir su testimonio y que lo den a conocer a otros, este es un primer paso para convertirlo en un eficaz testigo. 7. Mayordomía: Se debe enseñar que la mayordomía es algo más que dar dinero a la iglesia, “es el reconocimiento de que todas nuestras posesiones son un don de Dios, que le pertenecen a él y que deben ser usadas para su gloria”. 245 Dar es un privilegio y a la vez una respuesta de adoración.
Pasos en el proceso de retención Mckinney, citado por Daman, luego de afirmar que se ha fallado a la hora de asimilar a los nuevos miembros, recomienda cuatro pasos en el proceso de asimilación. Estos pasos son: Educar, conducir, preparar y evaluar.246 A continuación se comentan brevemente estos pasos.
Educar
243
Ibíd., 182.
244
Ibíd.
245
Ibíd., 182-183.
246
Ibíd., 83.
Se debe educar a los nuevos miembros sobre la identidad y la misión de la iglesia. Este paso es útil pues se instruye al nuevo miembro en las raíces denominacionales y se le muestra la razón de ser de la iglesia adventista. Aquí se incluye la retención a través de la identificación. También se ayuda a establecer al nuevo miembro en la fe.
Conducir Conducir es organizar un proceso permanente para incorporar nuevos miembros a la iglesia. En este paso se le instruye sobre las responsabilidades que como miembro adquiere al unirse al cuerpo de Cristo. El nuevo miembro debe recibir algún material sobre los dones espirituales y cómo desarrollarlos. En este paso se incluye la retención a través de un programa de discipulado y del crecimiento espiritual. Los grupos pequeños son un buen medio para lograr este objetivo.
Preparar Preparar es asegurarse que cada miembro sea apadrinado y ayudado espiritualmente por otro. Aquí se introduce al programa de amigos predilectos. El amigo predilecto debe estar al tanto de la salud espiritual y el desarrollo del nuevo miembro. Aquí se incluye el concepto de retención a través de la amistad y del cuidado personal.
Evaluar Evaluar significa monitorear los procesos de seguimiento y asimilación de los nuevos miembros. Mckinney dice que “el proceso de asimilación no está completo hasta
que el nuevo miembro no se ha integrado completamente al cuerpo de la iglesia y está participando activamente en algún ministerio”. 247 Sánchez recomienda que cada congregación seleccione el proceso de asimilación que mejor se adapte a su personalidad y visión y es importante que incluya los pasos vitales que la persona necesita dar para ser asimilado en la comunión fraternal y el ministerio de la iglesia.248
Resumen Este capítulo explora los consejos que White da sobre los métodos para la retención de miembros. También presenta las causas que, según White, provocan la deserción de miembros. Luego revisa en la literatura contemporánea, tanto de escritores no adventistas como de adventistas, los factores de deserción y las recomendaciones que dan sobre el tema de la retención y asimilación de miembros.
247
248
Ibíd., 83-93.
Daniel R. Sánchez, Ebbie C. Smith y Curtis E. Watke, Cómo sembrar iglesias en el siglo XXI (El Paso, TX: Casa Bautista, 2001), 223-224.
CAPÍTULO IV
LA DESERCIÓN EN LA IGLESIA ADVENTISTA DE CUBA
Este capítulo presenta un breve resumen de la historia de Cuba y del surgimiento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en esa isla. Luego analiza los bautizos y las deserciones de los miembros de iglesia en los períodos comprendidos entre los años 1985 y 1994 y 1995 y 2004. Muestra el incremento tanto de los bautismos como de las deserciones en ambos períodos y concluye, analizando los factores precipitantes, señalados en la encuesta, tanto por ex miembros como miembros de la iglesia.
Breve historia de Cuba Cuando en 1492 Cristóbal Colon, el almirante genovés, pisó suelo del noreste cubano, no se imaginó a dónde había llegado. Se registra que creyó haber arribado a un extremo del mítico Cipango.249 A la llegada de Colón, vivían miles de indígenas esparcidos a lo largo de la isla. Estos formaban parte de los tres grupos principales que la poblaban: Los guanajatabeyes (se cree que fueron los pobladores originales de la isla), los ciboneyes (tal vez provenientes de lo que hoy se conoce como Venezuela) y los taínos (tal vez el grupo más joven que habitaba el país). 250
249
Javier Rodríguez Piña, América latina una historia breve: Cuba (México, D.F.: Patria, 1988), 13. 250
Ibíd., 14.
La historia de Cuba puede dividirse en cuatro etapas. La primera fue la de los aborígenes cubanos que concluyó con el descubrimiento del país en 1492. Luego sigue la etapa de la colonización y el dominio de España, que concluyó en 1898. La tercera etapa comenzó con la intervención estadounidense en 1898 y la fundación de la república en 1902 y se extendió hasta 1959. La cuarta etapa, que se extiende hasta el presente, es conocida como la etapa de la Revolución Socialista Cubana, dirigida por Fidel Castro Ruz. En la tercera y la cuarta etapas están enmarcados los acontecimientos más importantes que tienen relación con la política y las creencias religiosas en el país. Es durante la etapa de la república cuando nace y se desarrolla la Iglesia Adventista del Séptimo Día. La cuarta etapa muestra los mayores desafíos y retos por los cuales la iglesia en Cuba ha pasado.
Breve historia de la iglesia adventista en Cuba El inicio de la historia de la iglesia adventista en Cuba puede ubicarse en el invierno de 1902-1903. En esta fecha el pastor Spicer, en ese tiempo secretario de la Junta de Misiones Extrajeras de los Adventistas del Séptimo Día con sede en Battle Creek, Michigan, Estados Unidos, pasó algunos días en Cuba. Al regresar a los Estados Unidos escribió un artículo en la Review and Herald, haciendo un llamado a los adventistas del séptimo día para que abrieran obra en la isla.251 Como resultado de esto, dos años después, la situación era diferente. En otro artículo que apareció en la misma
W. A. Spicer, “Cuba –an unentered field”, Review and Herald, 10 de agosto de 1903, 15; disponible en http://www.adventistarchives.org/; accesada el 27 de julio, 2006. 251
publicación, Moore informa a la iglesia mundial acerca de los avances que experimentó el adventismo en la isla y confirmó que “ya Cuba es un campo abierto”.252 La historia de la iglesia adventista en Cuba se puede dividir en cuatro etapas. La primera va desde el inicio de la actividad misionera en la isla hasta febrero de 1935 y se le llama, en este documento, la etapa de la Misión Cubana. La segunda etapa comienza en el congreso de 1935 y termina alrededor de 1961. La tercera etapa fue la más difícil, pues la iglesia perdió todo contacto con las oficinas centrales de la denominación y tuvo que hacer frente a los obstáculos propios de una revolución socialista. En esta época se adoptó el nombre de Asociación Nacional de los Adventistas del Séptimo Día en Cuba. Finalmente, la cuarta etapa se inició en un congreso celebrado en 1989 en la isla y ya con representantes de la División Interamericana se creó la Unión Cubana que permanece con un status especial por las características políticas y económicas que el país presenta.
Primera etapa: Misión Cubana La Misión Cubana fue establecida en 1904 y organizada en 1905, con E. W. Snyder como su director. La primera iglesia fue organizada en 1905, en La Lisa, un suburbio de Marianao, cerca de la Habana. Esta iglesia fue conocida como la Iglesia Adventista de La Habana. Los primeros cubanos convertidos fueron Pedro Cruz y Manuel Ávila, que estudiaron las doctrinas adventistas con los misioneros y fueron bautizados el 18 de mayo de 1907. Cinco meses después, el 26 de octubre, ocho miembros más fueron recibidos a través del bautismo. 253 La iglesia siguió creciendo y
I. E. Moore, “Cuba an open field”, Review and Herald, 9 de marzo 1905, 12; disponible en http://www.adventistarchives.org/; accesada el 27 de julio, 2006. 252
para finales de 1932 había una feligresía de 1,001 miembros registrados. Se establecieron iglesias en Guanabacoa, El Cerro en La Habana, Santiago en Oriente y otras ciudades de la isla.254
Segunda etapa: Conferencia Cubana E. J. Lorntz llegó a la isla en 1933 para hacerse cargo de la presidencia de la Misión Cubana. La iglesia adventista en Cuba fue reorganizada en un congreso celebrado en La Habana, entre los días 31 de enero y el 9 de febrero de 1935. Lorntz fue elegido presidente de lo que se denominó la Conferencia Cubana. Al arribar a los días finales de 1937 la feligresía cubana se había duplicado, al reportarse 2,108 miembros. En los siguientes tres años el crecimiento continuó, pero en forma más lenta. 255 La insatisfacción de los cubanos, debido a la falta de representación nacional en las juntas, provocó inconformidades que estallaron en un desacuerdo abierto. Esta disputa se extendió desde julio de 1940 hasta enero de 1941 cuando se llegó a un acuerdo: Organizar en Cuba dos asociaciones. La administración de cada una sería compartida por un nacional y un extranjero.256 De esta forma la obra continuó hasta el año 1959, cuándo se produjo un cambio político significativo en Cuba: La revolución socialista comandada por Fidel Castro Ruz. Tercera etapa: Asociación Nacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Cuba
253
Seventh-day adventist encyclopedia, 2da. ed., 1996, s.v. “Cuba”.
254
Ibíd.
255
Ibíd.
256
Richard W. Schwarz y Floyd Greenleaf, Light bearers (Nampa, ID: Pacific Press, 2000), 533.
La tercera etapa fue la más difícil en la historia de la iglesia adventista en Cuba. Luego de varios años de lucha insurreccional (1956-1958), un grupo de jóvenes rebeldes logró derrocar al dictador Fulgencio Batista. El primero de enero de 1959 comenzó la etapa de la Revolución Cubana. Las propiedades extranjeras fueron nacionalizadas. Los ciudadanos de otros países, especialmente estadounidenses, tuvieron que abandonar el país. Fidel Castro declaró el carácter socialista de la Revolución Cubana. La mayoría de los países de América rompieron relaciones diplomáticas con la isla. Durante los casi cincuenta y cinco años de adventismo en Cuba, la iglesia creció y se fortaleció. Sus miembros eran aproximadamente 5,500 esparcidos a lo largo del territorio nacional. El intercambio con la iglesia mundial comenzó a perderse. Durante las siguientes dos décadas la comunicación fue casi nula. 257 La iglesia en Cuba, por acuerdo de su junta nacional, adoptó el nombre de Asociación Nacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Cuarta Etapa: Unión Cubana En el mes de abril de 1989, la iglesia adventista en Cuba se reorganizó de acuerdo con los reglamentos oficiales del Manual de iglesia. “El resultado fue una nueva Unión Cubana con tres delegaciones”.258 En este tiempo el gobierno cambió su enfoque hacia la religión. Permitió mayor libertad para celebrar reuniones evangelísticas en todo el país y autorizó desarrollar ceremonias bautismales masivas en lugares públicos. Las autoridades del gobierno fueron invitadas y asistieron a estas celebraciones.
257
258
Schwarz y Greenleaf, 533.
General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report; disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesada el 28 de junio de 2006.
Los bautismos, entre los años 1989 hasta el 2004, llegaron a cifras nunca antes alcanzadas por la iglesia adventista en Cuba. Hubo una explosión evangelística que involucró a todas las iglesias del país. La Tabla 1 muestra que durante esos dieciséis años 34,488 miembros ingresaron a la iglesia en la Unión Cubana.
TABLA 1 BAUTISMOS Y PROFESIÓN DE FE (1989-2004) Años 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Total
Bautismos 611 988 1,060 1,274 1,609 1,723 1,691 3,113 2,752 4,643 2,673 2,530 3,143 1,950 1,888 2,292 33,940
Profesión de fe
84 56 73 123 66 91 55 548
Total 611 988 1,060 1,274 1,609 1,723 1,691 3,113 2,752 4,727 2,729 2,603 3,266 2,016 1,979 2,347 34,488
Paralelamente con este aumento de los bautismos, también las deserciones llegaron a proporciones nunca antes vistas.259 Entre los años 1989 y el 2004, las deserciones y pérdidas alcanzaron la cifra de casi 15,000 miembros, un promedio de casi 1,000 por año, cómo puede verse en la Tabla 2.
259
Ibíd.
TABLA 2 DESERCIONES Y PÉRDIDAS (1998-2004) Años 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Total
Deserciones 470 404 365 397 388 595 681 859 777 915 1,297 1,852 1,492 1,268 1,144 820 13,724
Pérdidas
142 69 214 301 254 200 46 1,226
Total 470 404 365 397 388 595 681 859 777 1,057 1,366 2,066 1,793 1,522 1,344 866 14,950
Deserciones en la iglesia adventista de Cuba A continuación se presenta un análisis de las deserciones/bautismo en la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Cuba. Este estudio muestra la información estadística de los últimos veinte años (1985-2004).260
Período 1985-1994261 Los años comprendidos, entre 1985 al 1994, fue un período de nuevas perspectivas para la iglesia adventista en Cuba. Hubo un reencuentro con la iglesia
260
Ibíd.
261
Ibíd.
mundial y un nuevo énfasis en el evangelismo público nacional. Fue durante este período que los bautismos aumentaron, superando la cifra de más de 1,000 por año e incrementando la feligresía en más de 10,000 miembros en toda la Unión Cubana cifras anheladas por muchos años entre los dirigentes y miembros de la iglesia adventista en Cuba. Políticamente también el mundo cambió en este período. El fin de la llamada guerra fría y el derrumbe de los gobiernos comunistas, en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los países de Europa oriental, marcaron un nuevo rumbo en la política internacional. Cuba sufrió las consecuencias de la caída del bloque comunista europeo. Durante casi treinta años la economía y el mercado cubano dependieron de esos países, casi completamente. Al desplomarse ese mercado el país experimentó una crisis económica total. Los dirigentes políticos nacionales declararon lo que se denominó “período especial en tiempo de paz”, que consistió en la paralización del transporte, de las principales industrias del país y en una escasez casi total de la mayoría de los productos alimenticios. Ante esta grave crisis, los dirigentes políticos de la nación, aceptaron abrir el país a las inversiones de capitales extranjeros. El turismo recibió las mayores inversiones. También se despenalizó la tenencia de dólares norteamericanos y se permitió la entrada de remesas familiares procedentes del exterior, especialmente de los Estados Unidos. Organizaciones no gubernamentales y religiosas comenzaron a llegar con ayuda para amortiguar la penuria del pueblo cubano. La religión pasó a ser una opción esperanzadora ante la grave crisis económica en la que se encontraba el país. Las iglesias comenzaron a llenarse y las personas buscaban a Dios pues era su única esperanza.
Durante esos años, las estadísticas muestran que los bautismos se incrementaron como nunca antes había sucedido en la iglesia adventista cubana. El promedio de bautismos durante este decenio llegó a 1,049.2 por año. Las deserciones, por otro lado, promediaron 322.2 por año en este decenio, representando solamente 30 por ciento de pérdidas. En la Figura 1 se muestra la relación entre bautismos y deserciones entre los años 1985 y 1994.262 Al observarla se percibe que los bautismos fueron incrementándose. A partir del año 1990 se puede observar que año tras año se fue superando el número de bautismos hasta llegar a la cifra de 1,723 en el año 1994, cifra nunca antes alcanzada por la Unión Cubana. También se observa que las deserciones, en ese período, no alcanzaron nunca la cifra de 600 personas. Período 1995-2004263 El período de 1995 a 2004 sobresalió por la gran cantidad de personas que fueron bautizadas y se incorporaron a las iglesias adventistas cubanas. Las estadísticas muestran que en este decenio 27,223 nuevos miembros se añadieron a la iglesia. Si se suma este número a los 13,960 miembros que fueron informados al concluir el año 1994, la suma llegaría a más de 40,000 adventista en Cuba para el año 2004. Al observar el número de miembros con que terminó la Unión Cubana en diciembre del 2004, se nota que sólo llegó a 24,512 miembros. Esto significa que más de 15,000 miembros salieron de la iglesia en este período. La Figura 2 muestra esta realidad.
262
Ibíd.
263
Ibíd.
Estas estadísticas alarman tanto a los líderes nacionales como a los pastores que desarrollan su labor en la Unión Cubana. La preocupación también se manifiesta entre el liderazgo laico y los miembros de las iglesias locales. Las causas que se exponen son muy variadas y disímiles. Cada grupo presenta sus propias razones y las sostienen con distintos argumentos, aunque nadie la ha probado. Las razones van desde la falta de preparación de los candidatos al bautismo hasta la poca atención post bautismal. Urge encontrar las causas o factores que están incidiendo en la deserción de los miembros de la iglesia adventista en Cuba.
Causas de deserción según los adventistas y ex adventistas Con el propósito de conocer los factores que llevan a los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Cuba a desertar se elaboró una encuesta. Este instrumento se confeccionó ex profeso; sin embargo, se utilizaron las técnicas habituales en estos casos. A continuación se presenta una descripción de cómo fue elaborada dicha encuesta. Se describe la forma que se siguió en la recolección de los datos y finalmente se muestra un análisis y una evaluación de los resultados.
Bautismos
Deserciones
2000 1800 1600 1400 1200 1000 800 600 400 200 0 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994
Figura 1 Relación entre bautismo/deserciones. Período 1985-1994.
Bautismos
Deserciones
5000 4500 4000 3500 3000 2500 2000 1500 1000 500 0 1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Figura 2 Relación entre bautismos/deserciones. Período 1995-2004.
Instrumento de evaluación
2004
El instrumento de evaluación se realizó mediante una revisión exhaustiva de la literatura disponible y bajo la supervisión de Tevni Grajales, director del Centro de Investigaciones de la Facultad de Teología de la Universidad de Montemorelos. Se confeccionó una lista de las razones por las cuales los miembros desertan de la iglesia. La siguiente etapa consistió en agruparlas por áreas y se obtuvo una lista final de quince indicadores agrupados en cinco áreas: Un ítem correspondiente al área devocional, cuatro correspondientes al área social, tres del área de preparación y cuidado posterior de los miembros, cuatro del área correspondiente a la debilidad y falta de fe y finalmente se obtuvieron tres ítemes del área de adoración y participación. De este instrumento surgieron dos versiones. Uno para ser aplicado a los miembros de la iglesia y otro para los ex adventistas (ver Apéndice A). Cada instrumento comienza con una introducción general, que ubica al participante en los aspectos que se han de encuestar. También presenta el propósito y el valor que tendrá el estudio. Concluye, la parte introductoria, con un agradecimiento anticipado a los participantes. El instrumento está divido en tres secciones. La primera recoge datos generales de los encuestados. La segunda parte permite al encuestado referir los dos factores que considera son las causas principales por las que abandonó la iglesia o las que cree son factores por los cuales se deserta de la iglesia. Esta parte tiene que ver con lo cualitativo. En la última sección, aunque no aparecen las divisiones de las cinco áreas, se enlistan los quince indicadores recogidos como posibles causas de deserción. Además, se le pide a los encuestados, que son miembros de la iglesia, que marquen con una (X) las razones que creen más inciden para que los miembros abandonen la iglesia. A los ex adventistas se les solicita que señalen los factores que les hicieron abandonar la iglesia.
Recolección de datos Para recolectar la información requerida se solicitó permiso al presidente de la Unión Cubana, quien mostró interés en el estudio y lo aprobó verbalmente. El director de Ministerio Personal de dicha Unión también se entusiasmó con la investigación y se comprometió verbalmente a apoyar el proyecto. Las encuestas aplicadas a los miembros de iglesia se efectuaron en diferentes regiones del país durante el mes de septiembre de 2006. En cada región se entregaron cincuenta instrumentos de evaluación. En la capital, por ser la ciudad que más adventistas e iglesias tiene se aplicaron 100 encuestas. Se repartieron en todo el país 400 encuestas, de las cuales se pudieron recolectar 333 instrumentos. En la capital se realizó en la iglesia de Boyeros y en la iglesia de La Víbora. En la primera, el pastor local la aplicó un sábado en la mañana entre la escuela sabática y el culto de adoración. Se repartieron cincuenta encuestas y al concluir el culto de adoración fueron recolectadas 37. En la iglesia de La Víbora fue aplicada durante un festival de laicos, donde participaban tanto los miembros de la iglesia local como laicos de otras iglesias de la capital. El pastor, José Alfonso, explicó el propósito y los objetivos de la encuesta. Los encuestados fueron escogidos según su criterio. En la región central del país se aplicaron los instrumentos en dos lugares. En la iglesia de Garrido en Camagüey y en la iglesia de la ciudad de Santa Clara. En el primer lugar la aplicó el director de Ministerio Personales de la Unión Cubana, luego del culto de adoración, siguiendo el mismo método utilizado en la iglesia de La Víbora. En Santa Clara se aplicó un domingo en la tarde, luego de que el investigador impartió una clase de doctrinas bíblicas a un grupo de laicos. Luego de concluir la clase se les explicó el
objetivo y propósito de la encuesta. Las encuestas fueron repartidas y a medida que iban terminando se fueron recolectando. Las encuestas realizadas en las provincias orientales del país las aplicó el investigador. Se aprovechó una gira que el equipo evangelístico de la Unión Cubana realizó por dicho territorio. Se visitaron las iglesias de Las Tunas, Bayamo, Santiago de Cuba y Baracoa. En cada una de estas se explicó el propósito de la encuesta y se aplicó luego del almuerzo, cuando los hermanos estaban esperando para reiniciar las actividades de la tarde. Se concedió cerca de media hora para responderla y luego de este tiempo se recolectaron las encuestas. Los encuestados fueron escogidos al azar. Los más difíciles de localizar fueron los ex adventistas. Se requirió la ayuda de varios miembros de iglesia de las diferentes regiones. Se les pedió pública o personalmente a los que conocieran a algunos ex adventistas que tomaran algunas encuestas para llevárselas y luego la devolvieran. Se les explicó el propósito del estudio y cómo debían hacerlo. Se entregaron más de cien encuestas y al final dieciocho fueron devueltas contestadas.
Análisis de los resultados Los instrumentos recolectados de los adventistas se organizaron por las siete regiones. Luego se enumeraron y se capturaron sus datos en un archivo Excel. Este archivo luego fue transferido al programa Statistical Package for Social Sciencies (SPSS), versión 13.0, para su análisis. El análisis consistió en determinar el número de frecuencia de respuestas del cuestionario. Las características de los encuestados
El total de participantes en este estudio fue 351 divididos en 333 miembros de la iglesia (94.9%) y dieciocho ex adventistas (5.1%). Del total de casos 53.6 por ciento eran representantes del sexo masculino y 46.4 por ciento fueron mujeres. Del total de adventistas 19.6 por ciento eran miembros nacidos en la iglesia y 53.8 por ciento eran del sexo masculino. La edad mínima a la que fueron bautizados fue de siete años con una edad máxima de 65, siendo la media de 24 años. El año de bautismo más antiguo fue 1944 y el más reciente fue 2006, siendo la media de 1996 observándose los porcentajes más alto de 1992 en adelante. El 89.7 por ciento afirmó tener cargos en la iglesia. Entre los ex adventistas 50.0 por ciento fueron de género masculino y 27.8 por ciento afirmó tener cargos en la iglesia. La edad mínima a la que fueron bautizados fue de nueve años, con una edad máxima de 62 años, siendo la media de 16 años. Los años de bautizo están entre el 1969 y el 1999, siendo la media 1995. El tiempo que permanecieron en la iglesia se ubicó entre uno y 24 años, situándose la media en seis años.
Causas de deserción El propósito específico de esta encuesta fue identificar los factores que tanto adventistas como ex adventistas señalan como causa de deserción. Los resultados de este estudio se presentan en la Tabla 3. Se muestran los quince indicadores que tanto adventistas como ex adventistas podían marcar. Luego se presenta el porcentaje total que recibió cada ítem. A continuación se presenta el porcentaje que marcaron los 333 adventistas que devolvieron la encuesta. En el último renglón se muestra el porcentaje que cada indicador recibió de parte de los ex miembros de la iglesia adventista.
Se observan puntos de acuerdo común entre los adventistas y los ex adventistas y también existen puntos de desacuerdo. Estos puntos se analizan en la discusión de los resultados.
TABLA 3 PORCENTAJE DE PERSONAS QUE SELECCIONARON CADA FACTOR DE DESERCIÓN Total Adventistas Factor
N=351
Descuido del estudio de la Biblia y la oración
Ex Adventistas
N=333
N=18
84.6
85.3
72.2
Descuido del trabajo misionero
44.9
45.2
38.9
Falta de compañerismo de los miembros
73.2
76.3
16.7
Conflictos con otros miembros
29.3
30.6
5.6
Conflicto con el pastor y los dirigentes locales
16.0
16.5
5.6
Injusticia dentro de la iglesia
19.9
20.4
11.1
Preparación deficiente para el bautismo
51.6
54.1
5.6
Deficiente atención pos bautismal
41.6
43.2
11.1
Recibir responsabilidades prematuras
13.9
13.9
5.6
Pecados personales
31.3
30.0
55.6
Problemas para guardar el sábado
31.6
33.0
5.6
Problemas para adaptarse al estilo adventista
21.9
21.9
22.2
Desánimo y abatimiento
37.9
36.9
55.6
Culto y actividades deficientes
25.6
27.0
0
Poca participación en la iglesia
20.5
20.7
16.7
La Figura 3 presenta en forma gráfica los resultados de la encuesta. En forma vertical, se presentan los porcentajes de participantes que seleccionaron los indicadores presentados como causas de deserción. En forma horizontal, se presentan los quince
ítems que corresponden a las razones que tanto adventistas como no adventistas señalan como factores por los cuales se abandona la iglesia. Se presenta una comparación en cada indicador tanto de los adventistas como de los ex adventistas. También se muestran los totales correspondientes a cada ítem.
Total
ASD
ExASD
90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
Figura 3 Porcentaje de personas que seleccionaron cada indicador de deserción.
El área devocional, con un indicador en la encuesta, fue la que más alto porcentaje recibió, 84.6 por ciento del total de encuestados. Tanto en el grupo de los adventistas como en el de los ex adventistas fue el indicador más elegido. Entre los adventistas fue 85.3 por ciento y entre los ex adventistas fue 72.2 por ciento. El área correspondiente a los indicadores relacionados con la debilidad espiritual y la falta de fe fue la segunda más escogida por los ex adventistas. 55.6 por ciento marcó el desánimo y el abatimiento como un factor clave en su deserción. El mismo porcentaje
señaló los pecados personales como un factor que los hizo abandonar la iglesia. En tanto los adventistas los señalaron con 36.9 por ciento y 30.0 por ciento respectivamente. El área relacionada con los indicadores sociales fue la segunda más marcada, con 73.2 por ciento del total de consultados. 76.3 por ciento de los adventistas lo consideró como el segundo factor de deserción. Entre los ex adventistas obtuvo 38.9 por ciento relegado al sexto lugar como causa de su deserción. Otra área que recibió un porcentaje alto, entre los adventistas, fue la relacionada con la de preparación y cuidado post bautismal. 54.1 por ciento señaló que la preparación para el bautismo es uno de los ítemes que hacen que los miembros abandonen la iglesia. 43.2 por ciento señaló el cuidado post bautismal como un indicador relevante. Entre los ex adventistas el primero (5.6 por ciento) no es tan relevante como el segundo (11.1 por ciento). El área relacionada con la participación fue relevante para los ex adventistas. 38.9 por ciento señaló el descuido en el trabajo misionero como causa de su deserción y 16.7 por ciento indicó que tuvieron poca oportunidad de participación en la iglesia. Para los adventistas el indicador relacionado con el trabajo misionero ocupó el cuarto lugar entre los quince ítemes a escoger con 45.2 por ciento. Aunque no le dieron un valor muy elevado a la participación en las actividades de la iglesia (20.7 por ciento). Indicadores señalados por los ex adventistas Los ex adventistas eligieron siete ítemes principales como causas de deserción como se presenta en la Tabla 4. Escogieron el descuido en el estudio de la Biblia y en la oración como el indicador más importante que causa la deserción de miembros. Luego marcaron los ítemes de pecados personales y desánimo y abatimiento como la segunda y tercera causa por la cual abandonaron la iglesia. El descuido en el trabajo misionero es
el indicador que ocupa el cuarto lugar. Revelan que los problemas para adaptarse al estilo de vida adventista, la poca oportunidad de participación y la falta de compañerismo son los tres siguientes indicadores que les hicieron abandonar la iglesia.
TABLA 4 PRINCIPALES RAZONES DE APOSTASÍA SEGÚN EX ADVENTISTAS Indicador
Porcentaje
Descuido del estudio de la Biblia y la oración
72.2
Pecados personales
55.6
Desánimo y abatimiento
55.6
Descuido del trabajo misionero
38.9
Problemas para adaptarse al estilo adventista
22.2
Poca participación en la iglesia
16.7
Falta de compañerismo
16.7
Indicadores señalados por los adventistas Los adventistas señalaron el descuido del estudio de la Biblia y de la oración como el ítem fundamental por la cual los miembros abandonan la iglesia. Escogieron, en segundo lugar, la falta de compañerismo como posible razón para la deserción de los miembros. Luego marcaron, en tercer y cuarto lugar, los indicadores que se relacionan con una preparación deficiente para el bautismo y el descuido en el trabajo misionero. La deficiente atención post bautismal fue escogida como la quinta razón por la cual creen los miembros de la iglesia que los miembros desertan. El desánimo espiritual y el abatimiento fueron señalados en sexto lugar relegando al séptimo lugar el indicador relacionado con los problemas para guardar el sábado.
En la Tabla 5 se presentan las causas, que según los miembros de la iglesia, son las razones principales por las que los feligreses abandonan la congregación.
TABLA 5 PRINCIPALES CAUSAS DE APOSTASÍA SEGÚN LOS ADVENTISTAS Indicador Porcentaje Descuido del estudio de la Biblia y la oración 85.3 Falta de compañerismo de los miembros
76.3
Preparación deficiente para el bautismo
54.1
Descuido del trabajo misionero
45.2
Deficiente atención post bautismal
43.2
Desánimo y abatimiento
36.9
Problemas para guardar el sábado
33.0
Discusión de los resultados Los resultados muestran similitudes y diferencias, entre lo que los miembros de iglesia creen son los factores que provocan la deserción y los que indican los ex miembros como la causa que los hizo abandonar la iglesia. Un indicador, que tanto adventistas como ex adventistas señalaron como la principal causa de deserción fue el descuido en el estudio de la Biblia y la oración. Ambos coincidieron en la importancia de la vida devocional para permanecer en la iglesia. Es indispensable la comunión con Dios para la permanencia de un miembro en la iglesia, indicaron tanto adventistas como ex adventistas. El descuido del trabajo misionero fue otro indicador similar para adventistas como ex adventistas. Ambos grupos lo colocaron como el cuarto indicador por el cual
desertan los miembros de la iglesia. Es importante destacar que Burril coloca el factor relacionado con la obra misionera como la primera causa de deserción. 264 Los encuestados en Cuba no lo colocan entre los tres primeros factores. La actividad misionera todavía ocupa un lugar destacado en las iglesias cubanas. Un buen número de miembros cada semana se involucran en alguna actividad misionera. Esta puede ser la causa por la que en Cuba se relegó este factor al cuarto lugar. Los adventistas señalaron la falta de compañerismo como el segundo factor para la deserción de miembros. Los ex adventistas no lo consideraron así. Ellos se responsabilizaron a sí mismos por la deserción. Señalaron al desánimo y abatimiento como la segunda causa. También afirmaron que los pecados personales fueron la causa de su deserción. Se puede notar que los adventistas se responsabilizan a sí mismo por la deserción de los miembros al no brindarles el compañerismo necesario. Los que desertan asumen la responsabilidad al referirse que su conducta fue la causa que les hizo abandonar la iglesia. La mayor diferencia entre ambos grupos se encontró en el indicador relacionado con una deficiente preparación para el bautismo. Los adventistas señalaron este ítem como la tercera causa por la cual piensan se van los miembros de la iglesia. Los ex adventistas lo relegaron a un penúltimo lugar junto con otros cuatro indicadores. Los miembros de iglesia sienten que los que se están bautizando no están bien preparados. Mientras que los ex miembros afirmaron que ese no es el problema. Los ex adventistas afirmaron que tuvieron problemas para adaptarse al estilo de vida adventista. No fue la falta de conocimiento antes del bautismo, fue la puesta en
264
Russell Burril, Reavivamiento del discipulado: Clave del éxito en la misión (Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2007), 91, 116.
práctica de lo que sabían que debían hacer. Aquí se encuentra un punto interesante. Los adventistas preocupados por la preparación de los candidatos antes del bautismo pero descuidan la ayuda que los recién bautizados requieren para lograr vivir la teoría que saben o han aprendido. Los ex adventistas señalaron que no se les ofrecieron muchas oportunidades de participación en la iglesia indicador que, aunque los adventistas refieren, lo hacen en el decimosegundo lugar. Esto refleja la necesidad de tomar en cuenta a los recién bautizados para que participen en las actividades de la iglesia. Los directivos de la iglesia deben preocuparse por la participación de todos los miembros en alguna responsabilidad. Para los adventistas y ex adventistas la atención post bautismal también fue un indicador importante. En el caso de los adventistas le dan aún mayor importancia que los ex adventistas. Darse cuenta de la poca atención post bautismal es una cosa, pero darla es otra. Se conoce la importancia que esta atención tiene pero no hay programas definidos para darla.
Indicadores totales La Tabla 6 presenta los siete indicadores totales que fueron escogidos en los primeros lugares como causa de deserción, en la Unión Cubana, tanto por miembros como ex miembros.
TABLA 6 PRINCIPALES CAUSAS DE APOSTASÍA SEGÚN ADVENTISTAS Y EX ADVENTISTAS Indicador
Porcentaje
Descuido del estudio de la Biblia y la oración
84.6
Falta de compañerismo de los miembros
73.2
Preparación deficiente para el bautismo
51.6
Descuido del trabajo misionero
44.9
Deficiente atención post bautismal
41.6
Desánimo y abatimiento
37.9
Problemas para guardar el sábado
31.6
Comparación de los resultados con otras investigaciones A continuación se presenta una comparación de las causas que otros investigadores de la División Interamericana han descubierto como razones para la deserción de miembros en sus países.
En República Dominicana Feliberto Martínez Páez realizó una investigación doctoral sobre la deserción en la República Dominicana. 265 Aplicó una encuesta a miembros activos y otra a ex miembros de la iglesia. Los ex adventistas señalaron como la principal causa los problemas personales y como segunda razón la caída en pecado.266 En la segunda causa tanto los ex adventistas de Cuba como lo de República Dominicana concuerdan. Ambos Feliberto Martínez Páez, “La retención de miembros en la iglesia adventista de la República Dominicana” (Tesis de doctorado en Ministerio, Universidad de Montemorelos, N. L., México, 2002), 94-99. 265
266
Ibíd., 99.
afirman que los pecados personales los hicieron abandonar la iglesia. Aunque Martínez Páez no usó la opción del descuido del estudio de la Biblia y de la oración en su estudio. La encuesta que realizó a los miembros activos de la iglesia no la enfocó a preguntar acerca de las causas de deserción, sino a determinar si las iglesias tienen un programa sólido de preparación y de retención. Un aspecto coincidente de los miembros de Cuba y de República Dominicana es el indicador del compañerismo entre los miembros. En ambos lugares fue marcado como segundo factor que impide la retención.267 También señalaron los bautismos prematuros y una deficiente atención post bautismal como causas importantes para la deserción.
En México Moisés Espinoza Almazán, en el año 2001, realizó un estudio similar en la Sección Norte de Chiapas. Encuestó tanto a miembros como a ex miembros de la iglesia sobre las razones que por la cual se abandona la iglesia. 268 Los miembros de iglesia de esta región de México, al igual que los miembros de la iglesia en Cuba, eligieron como primer y segundo factor de deserción, la vida devocional pobre y la falta de compañerismo con otros miembros.269 Esta es la percepción que los miembros de iglesia tienen, aunque viven en países diferentes. En la encuesta que realizó a los ex miembros de la iglesia también existen semejanzas con los encuestados de Cuba. Escogieron como razón principal para
267
Ibíd., 94.
Moisés Espinoza Almazán, “Un programa de retención de miembros en la iglesia adventista de Pueblo Nuevo, Solistahuacán, Chiapas” (Tesis de doctorado en Ministerio, Universidad de Montemorelos, N.L., México, 2002), 58-64. 268
269
Ibíd., 58.
abandonar la iglesia el descuido del estudio de la Biblia y la oración. 270 Señalaron en tercer lugar los problemas para adaptarse al estilo de vida adventista al igual que los ex adventistas de Cuba. También existen similitudes en los indicadores que tienen relación con los pecados personales y la falta de compañerismo con los miembros. En la Sección Norte de Chiapas fueron señalados en cuarto y quinto lugar.271 Los ex miembros de Cuba escogieron el relacionado con los pecados personales en tercer lugar y el que tiene relación con el compañerismo de los miembros en quinto lugar.
Resumen Este capítulo presenta una breve historia de Cuba y del desarrollo de la iglesia adventista en esa isla. Realiza un análisis del crecimiento de la iglesia en el período comprendido entre el año 1985 y el 2004. Se muestra el alarmante aumento de las deserciones en este mismo período y la preocupación de los líderes de la iglesia en la isla. Se concluye mostrando los resultados de la encuesta realizada para descubrir los factores que inciden en la deserción entre los miembros de la iglesia adventista en la Unión Cubana.
270
Ibíd., 64.
271
Ibíd.
CAPÍTULO V
UN PROGRAMA DE RETENCIÓN DE MIEMBROS PARA LA UNIÓN CUBANA El capítulo anterior presentó los factores que tanto miembros como ex miembros señalan como causas de deserción. Es evidente, entonces, la necesidad de un programa de retención que sirva de modelo para que las iglesias en Cuba puedan retener con efectividad a sus miembros. En la creación de este programa el autor revela vivencias que lo condujeron a desarrollarlo y finalmente, muestra cómo puede ser implementado en una iglesia local. La iglesia adventista enfatiza la evangelización. Desde niño, el autor, escuchó mensajes instando a salir y predicar. La palabra retención no era muy mencionada. La expresión más común era “se apartó de la iglesia” o “apostató”, para referirse a hermanos que eran desfraternizados por diferentes causas. Los pastores eran estimulados e incentivados a lograr sus objetivos de bautismos. El énfasis siguió siendo traer nuevos miembros a la iglesia. Tanto laicos como pastores parecían contagiados con los programas evangelísticos que desde las oficinas de la Unión eran enviados. Las iglesias duplicaban y triplicaban sus objetivos de bautismos. En 1997 la iglesia envió al autor a enseñar en el Seminario Adventista de Cuba. Allí preparó el contenido de la clase de evangelismo público e incorporó una unidad relacionada con la retención y asimilación de miembros en la iglesia. Utilizó algunas ideas extraídas del pastor Alfredo Aeschlimann y de artículos de diferentes revistas que
publica la iglesia adventista.272 También añadió ideas que había desarrollado en las iglesias donde trabajó. En el año 2003 inició sus estudios doctorales en el SETAI, recinto Montemorelos. Al recibir la primera clase se pidió elaborar una propuesta de disertación y decidió realizarla en el área de retención de miembros. Luego de recibir el visto bueno del comité de tesis, comenzó a trabajar en la elaboración de un programa de ayuda para la Unión Cubana en la retención y consolidación de los nuevos miembros. El departamento de ministerio personal de dicha unión, solicitó incluir en el programa evangelístico 2006-2008 un programa sugerente que ayudara a retener y confirmar los nuevos miembros. También se decidió nombrar un responsable de retención para la Unión Cubana, acuerdo tomado en el mes de junio del 2007.
Descripción del programa A fin de elaborar el programa de retención fue necesario investigar sobre el tema. La búsqueda comenzó con las fuentes bibliográficas disponibles, tanto en la biblioteca de la Universidad de Montemorelos como las del Seminario Teológico Adventista de Cuba. También se revisó los artículos y estadísticas bajados de la internet. Estos materiales fueron ampliando y modelando la comprensión tanto bíblica, práctica y teológica del proceso de retención de miembros en la mente del investigador.
Monte Sahlin, “Dónde están los demás miembros”, Ministerio Adventista, julioagosto de 1990, 21-21; James A. Cress, “Usted no puede enseñar a volar un huevo hasta que éste haya empollado”, Ministerio Adventista, mayo-abril de 1992, 11-16; James A. Cress, “Conservando la pesca”, Ministerio Adventista, noviembre-diciembre de 1996, 25; Leroy E. Froom, “¿Por qué tantos conversos abandonan la iglesia?”, La Revista del Anciano, enero-marzo de 2003, 12-13; John R. Martín, “La verdadera razón por la cual la gente deja la iglesia”, Revista Adventista, febrero de 1996, 12; George W. Brown, “Una iglesia que retiene lo que gana” Revista Adventista, julio de 1993, 2; Ídem, “Cerremos la puerta trasera”, Revista Adventista, abril de 1990, 2. 272
Mientras leía, tanto la Biblia como las fuentes bibliográficas consultadas, las ideas fueron tomando forma. Las experiencias aplicadas en los distritos donde trabajó y la observación de la problemática de los nuevos miembros en Cuba ayudaron en la elaboración del programa. A continuación se presentan los elementos generales del programa: Propósito, objetivos, aspectos previos y la implementación del programa. Se sugiere que en cada iglesia se estudie y se implemente, según las circunstancias y necesidades particulares de cada lugar.
Propósito El propósito general del programa es ayudar a la retención y consolidación de los nuevos miembros de las iglesias en la Unión Cubana. Se enfatizará en las áreas que han sido señaladas como factores de deserción. El propósito específico del programa es fortalecer integralmente a cada iglesia en Cuba para que pueda alcanzar, asimilar y retener a cada uno de sus miembros.
Objetivos El programa de retención de miembros para la Unión Cubana tiene siete objetivos específicos: 1. Fortalecer a los miembros que ya son parte de la iglesia local. 2. Asimilar y retener a los miembros que van ingresando a la iglesia. 3. Fortalecer el estudio de la Biblia y la oración. 4. Ayudar a crear un clima de compañerismo entre los miembros de la iglesia y hacia los visitantes.
5. Preparar a los recién convertidos para que puedan hacer frente al desánimo y al abatimiento. 6. Incorporar a la mayor parte de los recién convertidos en las actividades de la iglesia y en la testificación. 7. Darle atención especial a cada nuevo creyente que ingrese a la iglesia.
Aspectos previos al programa En esta sección se recomiendan los detalles que deben tenerse en cuanta antes de iniciar el programa de retención. El programa debe ser aprobado por la iglesia local. Se debe realizar una campaña promocional efectiva.
Autorización El pastor o líder local debe presentar el proyecto a la Junta Directiva de la iglesia, a fin de contar con su apoyo antes de iniciarse el programa. Luego de lograrse el voto de recomendación debe presentarse a la Junta Administrativa, para su aprobación definitiva. Se debe mostrar, tanto a la Junta Directiva como a la Junta Administrativa, la importancia y los beneficios que el programa traerá a la iglesia. Se sugiere que se nombre un coordinador general del programa. También deben nombrarse las personas que integrarán la comisión de retención de la iglesia. Se sugiere que esta comisión sea presidida por el coordinador del programa a nivel de iglesia y que el pastor o líder local sea miembro ex oficio de la misma.
Nombramiento de la comisión de retención Se creará una comisión de retención de miembros a nivel de iglesia local con un coordinador general como su presidente. Será la encargada de llevar adelante el
programa y evaluar sus resultados. Se sugiere que trabaje en cinco áreas específicas: La devocional, la social, la de fortalecimiento y protección de nuevos miembros, la de adoración y participación y la de preparación y cuidado post bautismal. Los responsables de cada área serán nombrados por la Junta Directiva de la Iglesia y aprobados por la Junta Administrativa de la misma. Teniendo en cuenta el número de miembros de la iglesia se podrá nombrar a una persona para atender dos o más áreas. Si la iglesia tiene suficientes miembros se recomienda que cada área sea atendida por una persona.
Publicidad El programa debe anunciarse en los cultos regulares de la iglesia y a través de carteles, que se colocarán en lugares visibles, con el propósito de entusiasmar e involucrar a la mayor cantidad de miembros. Se deben hacer invitaciones individuales a los miembros de la iglesia para que participen y se involucren en el programa.
Preparación de los materiales El pastor o líder local debe asegurarse que cuentan con los recursos necesarios para llevar a cabo el programa. Es necesario tener con una copia del modelo total del programa. Deben tenerse listos los seminarios a impartir y a las personas que los van a impartir. También debe haberse nombrado al director del programa de retención de miembros y a los encargados de cada área de retención. Implementación del programa El programa de retención de miembros fue concebido para ser implementado en tres etapas: (a) La etapa de concientización y capacitación, (b) la etapa de la implementación del programa y (c) la etapa de la evaluación. Se recomienda que el
programa sea cíclico y permanente en la iglesia. Durante todo el año hay personas que se están bautizando y personas que necesitan de rescate espiritual. Este programa debe convertirse en un estilo de vida en cada una de las iglesias adventistas cubanas. Se recomienda que el programa de retención de miembros se incorpore a las etapas evangelísticas que corren durante el año eclesiástico. Esto hará menos complicado su inserción dentro de los muchos programas y actividades de la iglesia local. El programa comenzará a implementarse en toda la Unión Cubana a partir del mes de septiembre de 2007. A mediados de dicho mes, se reunirán todos los pastores de la unión y 350 líderes laicos de iglesias locales para recibir instrucciones sobre el programa de retención de miembros. El investigador impartirá los seminarios (ver Apéndice B) y capacitará a los asistentes para que en cada iglesia local el programa comience a funcionar a partir del mes de octubre. Los meses de octubre y noviembre se dedicarán a capacitar y concientizar a la iglesia para la implementación del programa de retención de miembros. También se organizará la comisión de evaluación del programa. A partir del mes de diciembre y hasta el mes de agosto de 2008, el programa de retención de miembros será implementado en cada iglesia adventista cubana. En la tabla 7 se muestran las etapas, el tiempo y las actividades a realizarse en la implementación del programa. TABLA 7 VISUALIZACIÓN DEL PROGRAMA DE RETENCIÓN
ETAPA TIEMPO Primera etapa Dos meses
ACTIVIDADES Nombramientos de los líderes y de la comisión de retención. Instrucción de cargos Revisión y actualización del libro de feligresía.
Segunda etapa
Diez meses
Tercera etapa
Permanente
Identificar la condición espiritual de cada miembro. Lanzamiento del programa: Sábado especial. Capacitación de la iglesia: Cinco sesiones. Visitación especial. Programa especial. Clases especiales. Grupos pequeños. Amigos predilectos. Cultos de la iglesia. Evaluación de cada actividad y etapa del programa. Realizar ajustes, cambios o modificaciones.
Primera etapa La primera etapa debe concientizar y capacitar a los miembros de la iglesia para que se involucren en el programa de retención. Se recomienda desarrollarla durante dos semanas. La comisión de retención es la encargada de coordinar y establecer las fechas y horas exactas cuando se impartirán los seminarios. La junta directiva de la iglesia local y la junta administrativa deben recomendar y aprobar el calendario propuesto.
Concientización de la iglesia Durante está etapa la comisión de retención debe realizar un estudio sobre las deserciones/pérdidas en los últimos cinco años. El informe del estudio realizado debe presentarse a la junta administrativa de la iglesia. El objetivo es concientizar a los miembros de la importancia que tiene la retención de miembros e involucrar a la mayor parte de ellos en el programa de retención. Durante esta etapa deben revisarse los libros de feligresía e identificarse los miembros que se encuentran alejados o desconectados de la iglesia. También debe obtenerse una lista con las direcciones y los nombres de los miembros que han sido
separados de la iglesia en los últimos años. La comisión de retención debe pedir que se ore en cada reunión por esta lista de personas. Se recomienda realizar, en esta etapa, el censo de la membresía local para identificar el estado espiritual y participativo de cada uno de los hermanos. Al finalizar, la comisión de retención tendrá identificada la condición de cada feligrés. Deben realizarse planes para atender, de acuerdo con lo detectado, las necesidades individuales de cada miembro e intentar involucrar a la mayoría en el programa de retención. El programa de retención debe iniciarse un sábado en la mañana. El programa de Escuela Sabática debe enfatizar la responsabilidad de cada miembro por el cuidado de sus hermanos espirituales. El sermón de esa mañana debe mostrar la importancia de la retención y concluir con un llamado a involucrarse en las actividades del programa de retención de la iglesia.
Capacitación La capacitación para los miembros de la iglesia consta de cinco sesiones. Cada sesión tendrá una hora de duración y media hora para responder preguntas y escuchar opiniones. Se recomienda se imparta durante un fin de semana. El viernes en la noche se impartirá la primera sesión titulada: Fundamentos bíblicos de la retención. La segunda sesión: Recomendaciones de Elena de White sobre la retención, se impartirá el sábado en la mañana. El sábado en la tarde se impartirá la tercera sesión: Cómo enfrentan el problema de la deserción otras iglesias cristianas. El domingo en la mañana se impartirán la cuarta sesión: El problema de la deserción en Cuba y la quinta sesión: Modelo práctico a seguir en la aplicación del programa de retención (ver Apéndice B).
Segunda etapa
En la segunda etapa se implementará el programa de retención. Esta etapa se extiende hasta el final del año eclesiástico. Se recomienda que algunas de las reuniones de los miércoles en la noche se dediquen a consolidar el programa de retención. En los testimonios y oraciones conviene enfatizar los aspectos, necesidades y estrategias de dicho programa.
Visitación especial Debe implementarse un programa de visitación masiva. El horario y otros detalles deben haberse aprobados con anterioridad. Se recomienda dedicar un sábado para visitar a la mayoría de ex miembros, a miembros inactivos o alejados y a miembros de la extensión del hogar y enfermos (la comisión los habrá identificado con anterioridad). Se les invitará para un programa especial el próximo sábado en la iglesia. Al finalizar la visitación se recomienda celebrar una reunión plenaria en el templo. Se organizará en tres partes: Una sección de oración, una de testimonios y otra de estrategias para atender a los que mostraron interés o necesitan ayuda. Debe colocarse a trabajar a los hermanos de acuerdo a sus dones para atender las necesidades de los visitados. La comisión de retención recibirá este informe de los participantes y coordinará las acciones que deben implementarse en los días subsiguientes. Será responsable de dar continuidad a la visitación y atención de todos los contactados. Trabajará en el fortalecimiento de los miembros y en el rescate de los ex miembros.
Programación especial Las actividades del siguiente sábado estarán dirigidas a esos ex miembros de iglesia y miembros inactivos. Se sugiere que la Escuela Sabática presente un programa
especial dedicado a los que regresan. Debe prepararse un almuerzo de confraternidad para compartir con los visitantes o realizarse los preparativos para que todos sean invitados a comer con familias de la iglesia.
Clases especiales Ese sábado comenzarán a funcionar, si no lo han estado haciendo, las clases especiales. La clase para nuevos miembros, la clase bautismal y para visitas. Si han estado funcionando se debe revisar su programación e implementar las clases que se sugieren en este trabajo. En la clase bautismal se implementarán estudios bíblicos que prepararen cabalmente a los candidatos para el bautismo. Si existen condiciones se podrán tener dos grupos: Una clase avanzada (personas que están entre las lecciones ocho y diez) y otra preliminar para personas que asisten con menos regularidad o están comenzando. La clase para visitas funcionará como agente para captar candidatos para la clase bautismal. La comisión de retención supervisará, junto con los maestros de estas clases y la Escuela Sabática el momento de transferir alumnos de una clase a la otra. La clase para nuevos miembros debe tener un programa trimestral establecido. Lo ideal es que funcione paralelamente con las clases de Escuela Sabática. La clase de cada sábado debe ser una unidad completa. Los recién bautizados van ingresando (no importa el momento) y continúan en la clase hasta que se complete el ciclo. Se recomienda seguir un currículo establecido (ver Apéndice B). La clase debe ser presentada desde la perspectiva práctica. Hacerla en forma interactiva permitiendo que los nuevos conversos expresen sus dudas y recomienden soluciones.
Grupos pequeños
Deben iniciarse, en esta etapa, los grupos pequeños con énfasis en compañerismo. Cada miembro debe ser involucrado en estos grupos. Los miembros deciden el grupo donde participarán. Los líderes de estos grupos deben ser entrenados y capacitados. Se recomienda que se elija un día a la semana para reunirse y recibir instrucción y retroalimentación iniciaran a funcionar esa semana. Estos miembros alejados y ex miembros que asistieron el sábado deben invitarse a unirse a uno de estos grupos.
Amigos predilectos Cada nuevo miembro que se reciba en la iglesia, ya sea por bautismo o profesión de fe, debe elegir a su amigo predilecto.273 La comisión de retención es la encargada de supervisar la atención que el amigo predilecto elegido le da al nuevo miembro. Deben realizar encuentros mensuales con los participantes en el programa Amigos predilectos. En estas reuniones, se intercambian ideas, se dan instrucciones y se verifica el desarrollo y la salud espiritual del nuevo converso. La atención a los nuevos miembros debe continuar hasta que la comisión de retención considera que, el nuevo miembro, ha madurado y se ha sido incorporado a la iglesia.
Cultos y programaciones de la iglesia Las programaciones de la iglesia deben ser supervisadas y evaluadas mensualmente. La comisión de retención sugerirá cambios en la adoración y en las programaciones si es necesario.274 Tópicos tales como: La importancia del estudio de la
273
James A. Cress, Estrategia para retenerlos: Si le interesa (Newbury Park, California: El Camino, 2003), 147-152. Ricardo Norton, “Una iglesia magnética”, El Ministerio Adventista, marzo-abril de 2006, 11-13. 274
Biblia y de la oración, formas para hacerle frente al desánimo y al abatimiento espiritual, métodos para enfrentar y vencer los ataques de Satanás, entre otros, deben enfatizarse. Debe incluirse a los nuevos miembros en la programación mensual de la iglesia. Debe invitársele a pasar al frente. Debe instruírsele sobre la participación que se la asignado y ayudársele para que la presente de la mejor formar. La Sociedad de Jóvenes debe involucrar en sus grupos y actividades a los jóvenes recién bautizados. El ministerio infantil hará lo mismo con los menores.
Tercera etapa La tercera etapa es la de evaluación. La evaluación del programa es imprescindible y debe ser permanente. Esta etapa comienza cuando se inicia la primera etapa del programa de retención. La comisión de retención será la comisión evaluadora. Será la encargada de los ajustes, cambios o modificaciones que se necesiten durante la implementación del programa. Estas evaluaciones se realizarán mensualmente, en el día y hora que la comisión establezca. La comisión de evaluación debe tener un intercambio mensual con los participantes en el programa de amigos predilectos para interesarse y recibir información de los avances y problemas de los nuevos miembros. La comisión debe trabajar en relación estrecha con la junta directiva de la iglesia.
Pasos en la aplicación del programa en una iglesia local El programa de retención fue concebido para desarrollarse en una iglesia local. A continuación se presentan los pasos prácticos que deben darse para su aplicación y una breve descripción de cada paso.
Primer paso
El primer paso consiste en el nombramiento, en el ámbito de la iglesia local, del coordinador del programa de retención. La recomendación es elegirlo en la comisión de nombramientos que sesiona en la iglesia antes de iniciarse el año eclesiástico. Luego la junta directiva de la iglesia debe nombrar a los cinco responsables de áreas.
Segundo paso El segundo paso será formar la comisión de retención y asimilación de la iglesia. Las siguientes personas deben formar parte de la misma: El coordinador de retención y asimilación, como presidente; el pastor o líder local, miembro ex oficio; uno de los ancianos; el director de los ministerios personales y los responsables de las áreas de (a) devocional, (b) social, (c) fortalecimiento y protección, (d) adoración y participación y (e) atención post bautismal. El secretario de dicha comisión será nombrado, de entre los cinco responsables de las áreas especiales de atención.
Tercer paso El tercer paso será la primera reunión de la comisión de retención de miembros. En ella se debe instruir sobre el cargo y entregar por escrito las responsabilidades de cada miembro de esta comisión. Debe estudiarse el programa sugerente y sugerirse un calendario de fechas y actividades. Luego debe ser presentado a la Junta Directiva de la iglesia, que será la encargada de recomendar su aprobación definitiva a la Junta Administrativa local.
Cuarto paso El cuarto paso es el de la publicidad. El inicio del programa de retención debe ser anunciado en los cultos regulares de la iglesia, a través de carteles y de invitaciones personales las fechas de inicio y el programa de retención de miembros. Como el
programa consta de un fin de semana de instrucción, a través de seminarios, se necesita informar sus temáticas para asegurar la asistencia y participación de la mayor cantidad de miembros de iglesia.
Quinto paso El siguiente paso es realizar un programa de visitación masiva a ex miembros, miembros alejados e inactivos de la iglesia con el fin de involucrarlos en los grupos pequeños con énfasis en compañerismo, las clases especiales y actividades de la iglesia. En este momento se recomienda que comience a funcionar también el programa de los amigos predilectos. Recomendaciones para el uso del programa de retención El programa de retención fue diseñado para ser presentado en un fin de semana, ya sea en una iglesia local o en un distrito. Puede impartírselo tanto a los miembros de la iglesia como a líderes de un distrito. También se puede utilizar como instrucción para pastores en una reunión a nivel de asociación. El viernes en la noche se presentará la base bíblica de la retención de miembros. El sábado en la mañana se estudiarán los consejos y las recomendaciones que Elena G. de White presenta sobre la atención a los nuevos miembros. En la tarde se repasará lo que autores contemporáneos han escrito sobre la retención y asimilación de nuevos miembros y el análisis de la deserción en la iglesia adventista en Cuba. La mañana del domingo se analizará el programa y los detalles para su implementación. El programa debe incorporarse a las etapas evangelísticas que corren durante el año eclesiástico. Esto hará menos complicado su inserción dentro de los muchos programas y actividades de la iglesia local. Si algunas de las sugerencias del programa
ya están funcionando en la iglesia local, deben continuar siendo atendidas por los encargados actuales o ser incorporados a la comisión de retención de nuevos miembros. El programa está listo para servir de ayuda a los líderes y pastores adventistas o de cualquier otra denominación. Este fue uno de los propósitos de su creación. También está disponible para ser enseñado como clase en cualquier seminario.
CAPÍTULO VI
RESUMEN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Después del estudio realizado sobre los factores de deserción en la Unión Cubana y del programa que aquí se propone con el objetivo de ayudar en la retención y consolidación de los nuevos miembros, se presenta un resumen de los resultados de la investigación y, finalmente, algunas recomendaciones.
Resumen La retención de nuevos miembros está estrechamente ligada a la evangelización. Jesús la consideró importante y trabajó día a día en la retención de sus discípulos. A pesar de todas las actividades que realizó no descuidó a los que había llamado. Mantuvo a sus discípulos cerca de él, los instruyó, fortaleció y preparó fielmente. Fueron establecidos en la fe y luego de la ascensión de Jesús permanecieron fieles en el cumplimiento de la misión. La iglesia primitiva, fundada por los discípulos de Jesús, continuó preocupándose por la retención de los nuevos miembros. Los instruyeron, fortalecieron y establecieron en la fe. No los abandonaron ni descuidaron sino que trabajaron en la retención y asimilación de cada nuevo creyente. Pablo, luego de su conversión, inició uno de los programas evangelísticos más grandes que registra la historia. Se propuso llevar el evangelio al mundo gentil de su tiempo. Extendió el evangelio por toda Asia Menor y miles de personas aceptaron la
nueva fe. Fundó iglesias en cada lugar donde predicó. Su obra evangelística fue extensa, como también lo fue su obra de retención. Su preocupación no fue sólo alcanzar nuevos miembros o lugares, también fue la retención y consolidación de los nuevos conversos. Cada nuevo viaje misionero lo inició en los lugares donde antes había predicado. Se interesó en la conservación y retención de los ya alcanzados. Visitó, instruyó, fortaleció, orientó y estimuló a cada nuevo creyente. Escribió sus epístolas con el propósito de fortalecer y orientar a los nuevos miembros y a las nuevas congregaciones. Sus ayudantes fueron enviados para atender y consolidar la obra iniciada por él. Pablo sintió, aun prisionero, preocupación por cada persona e iglesia que había sido alcanzado por sus esfuerzos (2 Co. 11:28). No dejó abandonados los frutos producidos. Oraba constante por los nuevos creyentes. Su interés no fue sólo bautizar, sino retener a los nuevos miembros. Elena de White, a través de sus escritos, transmitió consejos y recomendaciones sobre la necesidad de realizar una obra cabal de retención. Mostró la importancia de cuidar y fortalecer a los nuevos creyentes. Sugirió métodos para fortalecer a los recién bautizados. Instó a los ministros y a cada iglesia para que se preocuparan por la confirmación de los nuevos miembros. Reconoció que esta tarea había sido descuidada e instó a realizarla cabalmente. El movimiento de iglecrecimiento, iniciado por Donald McGravan, crece en todo el mundo. Los libros sobre este tema se multiplican. Presentan ideas novedosas para plantar nuevas iglesias, para hacer crecer a las iglesias pequeñas y para crear iglesias saludables. Cada vez más, estos autores, presentan la necesidad de retener y consolidar
los resultados. Alertan sobre el peligro que significa “no cerrar la puerta de atrás”.275 Muestran como los esfuerzos evangelísticos pueden ser desastrosos si no se sigue un correcto método para conservar los resultados. Los administradores de la iglesia adventista están preocupados por la deserción de miembros. Las investigaciones sobre el tema de la deserción se incrementan. La Asociación General elaboró un documento oficial sobre la retención de miembros.276 La División Interamericana también realizó un llamado para retener y consolidar a los nuevos miembros.277 En su sesión plenaria de mayo de 2007, el comité ejecutivo trató este problema e instó a tomar acciones encaminadas a retener a los nuevos miembros.278
Conclusiones El estudio mostró los factores que, tanto adventistas como no adventistas, afirman son causas de deserción en la Unión Cubana. Estos fueron: 1. Descuido del estudio de la Biblia y de la oración. 2. Falta de compañerismo de los miembros. 3. Preparación deficiente para el bautismo. 4. Descuido del trabajo misionero. 5. Deficiente atención post bautismal. 6. Desánimo y abatimiento.
275
276
Rainer, 1.
Taashi Rowe, World church: Leaders ´healing relationships´ at the heart of retention, reclamation; disponible en http://news.adventist.org/data/ 2007/03/1176319238/index.html.; accesada el 25 de junio de 2007. 277 Libna Stevens, Reteniendo los miembros; disponible en http://www. interamerica.org/users/index.php?type=news&id=842&language=es; accesada el 25 de marzo de 2007. 278 Ibíd.
7. Problemas para guardar el sábado. Las iglesias adventistas cubanas necesitan poner en práctica un programa de retención de nuevos miembros. Un programa evangelístico que no tome en cuenta la retención de miembros puede convertirse en un fracaso. La retención y asimilación de los nuevos miembros es parte indivisible de la evangelización. La iglesia adventista en Cuba no debe descuidar esta tarea mientras avanza con la predicación del evangelio.
Recomendaciones Las recomendaciones que se sugieren a continuación tienen que ver principalmente con los resultados que se obtuvieron al analizar, a través de una encuesta, los factores que están incidiendo en la deserción de miembros en la Unión Cubana. Antes de realizar cualquier recomendación, se debe reconocer el trabajo hecho, a favor de la iglesia, por el departamento de Ministerios Personales de la Unión Cubana. Los planes evangelísticos han dado resultado y miles de nuevos miembros han sido alcanzados como producto de dichos planes. Sus proyecciones han logrado establecer nuevas congregaciones en lugares donde nunca había existido presencia adventistas. También han logrado que muchas congregaciones hayan crecido en número de miembros. Fundamentados en la investigación presentada en los capítulos II y III de este trabajo, en el análisis de capítulo IV y en los hallazgos realizados a través de la encuesta de opinión hecha en el territorio de la Unión Cubana, tanto a adventistas como a ex adventistas, sobre los factores de deserción, se hacen las siguientes recomendaciones para la iglesia adventista en Cuba: 1. Animar a los pastores, dirigentes y representantes de laicos, de todos los campos de la Unión Cubana, a estudiar e implementar la recomendación de la Asociación
General y de la División Interamericana, sobre la retención de nuevos miembros, adaptándola al contexto cubano. 2. Estos líderes nacionales de la iglesia, luego de haber sido instruidos y capacitados en la retención de miembros, deben transmitir estos conceptos e implementar el programa, propuesto en este trabajo, en todas las iglesias de la Unión Cubana. 3. Debe haber un nuevo énfasis en la retención de miembros. Nuevos materiales y estrategias deben ser creados. El programa evangelístico debe hacer un énfasis más equilibrado entre bautismos y retención. 4. Debe nombrarse en cada iglesia a un coordinador de retención y asimilación de nuevos miembros y una comisión que se encargue del programa de retención de miembros. 5. Debe nombrarse en la asociación/misión y unión a un coordinador de retención de miembros que sea el encargado de supervisar, planificar y sugerir programas y estrategias de retención de miembros. 6. Debe llevarse a cabo una evaluación que estimule a cada pastor a trabajar en la retención de los nuevos miembros. 7. Debe continuarse estudiando los factores de deserción en cada iglesia local y seguir creando estrategias de retención de miembros. 8. El cuerpo pastoral debe ser fortalecido en el área de retención de miembros: Cada año debe presentárseles materiales e investigaciones sobre esta área. Se sugiere publicar o repartir algún libro denominacional que trate sobre este tema. 9. Los seminarios teológicos deben incluir en alguna de sus materias instrucción con respecto a la retención y asimilación de miembros. El objetivo será proveer
herramientas útiles para que las nuevas generaciones de pastores puedan realizar una retención efectiva de los nuevos miembros. El tema de la retención de miembros es complejo e inagotable. Este trabajo es sólo un esfuerzo hecho con dedicación y convicción. Los trabajos sobre retención cada día son más abundantes, pero no por esto dejan de ser importantes. Se espera que en el futuro este tema pueda seguirse ampliando y enriqueciendo. Las iglesias necesitan encontrar métodos y estrategias para retener y conservar a sus miembros.
APÉNDICE A ESTADÍSTICAS Y ENCUESTAS
ESTADÍSTICAS SOBRE DESERCIONES CONFERENCIA GENERAL DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA AÑOS 2000 – 2005279
AÑO
INCREMENTO
DESERCIONES
2000
748,057
212,866
28.45
2001
633,605
244,944
38.65
2002
573,171
227,034
39.61
2003
512,539
349,724
68.23
2004
530,378
363,040
68.44
2005
462,140
476,351
103.07
TOTAL
3,459,890
1,873,959
54.16
279
% DESERCIONES
General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report; disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesado 28 de junio de 2006.
ESTADÍSTICAS SOBRE DESERCIONES DIVISIÓN INTERAMERICANA DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA AÑOS 2000 – 2005280
AÑO
INCREMENTO
DESERCIONES
2000
113,737
45,018
39.58
2001
86,344
63,862
73.96
2002
127,013
46,853
36.88
2003
130,467
43,387
33.25
2004
103,507
45,871
44.31
2005
187,021
45.680
24.42
TOTAL
644,622
290,671
45.09
280
% DESERCIONES
General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report; disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesado 28 de junio de 2006.
ESTADÍSTICAS SOBRE DESERCIONES UNIÓN CUBANA DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA AÑOS 2000 – 2005281
AÑO
INCREMENTO
DESERCIONES/
% DESERCIONES
PÉRDIDAS 2000
-282
2066
-
2001
1006
1793
-56.10
2002
206
1522
-13.53
2003
180
1344
-13.39
2004
1187
866
72.95
2005
1118
741
66.27
TOTAL
3415
8332
-40.98
281
General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report; disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesado 28 de junio de 2006.
ENCUESTA Para ex miembros de iglesia Apreciado amigo (a) Esta encuesta tiene el propósito de descubrir los factores más comunes por los que los miembros abandonan la iglesia. Será de valor en la elaboración de un proyecto de tesis doctoral. Le agradecemos su cooperación. I.
Información general a. Sexo: Femenino ____ Masculino ____ b. ¿Nacido en un hogar adventista? c. d. e. f.
Sí ____ No ____ Edad que tenía cuando fue bautizado _______ años Año en que fue bautizado _______ Tiempo que permaneció en la iglesia _____________ ¿Tuvo cargos en la iglesia? Sí ____ No ___
II.
Mencione los dos factores que lo hicieron abandonar la iglesia 1. ____________________________________________________ 2. ____________________________________________________
III.
Marque con una (X) algunos de los factores que cree también incidieron en su decisión de abandonar de la iglesia. ___ Descuido del estudio de la Biblia y la oración ___ Descuido del trabajo misionero ___ Falta de compañerismo de los miembros ___ Conflictos con otros miembros ___ Conflictos con el pastor y los dirigentes locales ___ Injusticia dentro de la iglesia ___ Preparación deficiente para el bautismo ___ Deficiente atención pos-bautismal ___ Recibir responsabilidades prematuras en la iglesia ___ Pecados personales ___ Problemas para guardar el sábado ___ Problemas para adaptarse al estilo de vida adventista ___ Desánimo y abatimiento ___ Cultos y actividades deficientes ___ Poca oportunidad de participación en la iglesia MUCHAS GRACIAS
ENCUESTA Para miembros de iglesia Apreciado hermano (a) Esta encuesta tiene el propósito de descubrir los factores más comunes por los que los miembros abandonan la iglesia. Será de valor en la elaboración de un proyecto de tesis doctoral. Le agradecemos su cooperación. I.
Información general a. Sexo: Femenino ____ Masculino ____ b. ¿Nacido en un hogar adventista?
Sí ____ No ____ c. Edad que tenía cuando fue bautizado _______ años d. Año en que fue bautizado _______ e. ¿Tiene cargos en la iglesia? Sí ____ No ___ II.
Mencione dos factores que usted cree son causas por las que algunos miembros abandonan la iglesia. 1. ____________________________________________________ 2. ____________________________________________________
III.
Marque con una (X) algunos de los factores adicionales que usted cree inciden también en las personas para que abandonan la iglesia. ___ Descuido del estudio de la Biblia y la oración ___ Descuido del trabajo misionero ___ Falta de compañerismo de los miembros ___ Conflictos con otros miembros ___ Conflictos con el pastor y los dirigentes locales ___ Injusticia dentro de la iglesia ___ Preparación deficiente para el bautismo ___ Deficiente atención pos-bautismal ___ Recibir responsabilidades prematuras en la iglesia ___ Pecados personales ___ Problemas para guardar el sábado ___ Problemas para adaptarse al estilo de vida adventista ___ Desánimo y abatimiento ___ Cultos y actividades deficientes ___ Poca oportunidad de participación en la iglesia MUCHAS GRACIAS
APÉNDICE B SESIONES DE CAPACITACIÓN PARA LA RETENCIÓN DE MIEMBROS
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CURRÍCULUM VÍTAE
Personal Nombre: Fecha de Nacimiento: Lugar de Nacimiento: Padres: Esposa: Hijos: Ordenado al ministerio:
Francisco Hernández Velázquez 1 de diciembre de 1965 San Andrés, Holguín, Cuba José F. Hernández Ramirez y Elisa R. Velázquez Vidal Elvia María Castillo Torres Francisco Adiel y Roberto Aniel 7 de diciembre de 1996
Educación Diplomas y títulos obtenidos: 1978 1981 1984 1990 1996 2001 2007
Escuela Primara Williams Aguilera, San Andrés, Holguín, Cuba Escuela Secundaria Básica Vladimir Ilich Lenin, San Andrés, Holguín, Cuba Facultado Obrera y Campesina Abel Santamaría, San Andrés, Holguín, Cuba Associate in Arts, Seminario Adventista de Cuba, La Habana, Cuba Licenciatura en Religión, Universidad de Montemorelos, Ext. Seminario Adventista de Cuba, La Habana, Cuba Master of Arts in Pastoral Ministry, Andrews University, Ext. Universidad de Montemorelos, México Doctorado en Ministerio Pastoral, SETAI – Ext. Universidad de Montemorelos, México
Experiencia Profesional 1990 1991 1991 1994 1995 1997 2002
Pastor de distrito, Santa Marta-Cadena II-Vertiente, Camagüey, Cuba. Pastor de la iglesia de Ranchuelo, Santa Clara, Cuba. Pastor de la iglesia de Baraguá, Ciego de Avila, Cuba. Pastor de la iglesia de Palma Soriano, Santiago de Cuba, Cuba. Pastor de distrito Moa-Cayo Mambí-Sagua-Cayo Grande, Holguín, Cuba. Preceptor y pastor de la iglesia del Seminario Adventista de Cuba Profesor del Seminario Adventista de Cuba