La S ldadera
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Número 50 / Nueva Época / Año 4 / Suplemento Cultural de “El Sol de Zacatecas” / Domingo 9 de enero del 2016
Boda de Rancho G U I L L E R M O M O R E N O
Salvador del Hoyo Bramasco Director Juan Francisco González Marín Jefe de Redacción Roxana Herrera Editora de Sociales
Mario Vázquez Raña Fundador Paquita Ramos de Vázquez Presidenta y Directora General
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Yolanda Alonso Coordinación editorial / Miguel Ángel Cid Edición y diseño
Contacto: alonsyolanda@gmail.com
Imagen de portada Guillermo Moreno
La Soldadera
Este suplemento es producido como parte de las actividades de difusión de la cultura local y regional que realiza Policromía Servicios Editoriales.
¿Qué suicidio no es premeditado? Verónica González Arredondo
Me quedaba despierta viendo cómo los árboles se morían de viento, y de bostezos de noche. No sabía ya si tenía los ojos abiertos o cerrados. Me encontré en la ventana con la boca llena de polvo de hueso, pude haber huido. No hubo luz-palabra. Una parvada de luces-pájaro atardeció en mis manos. Día a día, en cada letra, le encontré nombre a este silencio, a sus finas garras cosquilleando en mi garganta.
Aidé Artega
A
ntes imaginaba dos tipos de despedida: la que se siente como un
Guadalajara 2015 obtuvo excelente aceptación del público, conformado
“hasta luego”; y la que tratas de pronunciar cuando alguien cercano
principalmente por jóvenes. Respecto a ellos, Roberto Galaviz considera que la
fallece o se aleja.
literatura debe acercarse con libros que puedan comprender y con los que
En la primera quedas a la espera de una señal para encontrarte con esa
establezcan una conexión, porque no hay que “morderlos” con textos
persona y tienes la certeza de que volverás a verla después de un par de días o en
especializados o lenguaje complejo. La literatura, afirma, es como seducir a
unos cuantos meses. La segunda implica una separación y el anhelo de poseer
alguien: paso a paso buscar qué le gusta, encontrar la forma de que se enamore.
más tiempo para expresarla, porque duele tanto que decir adiós se queda en intención y se convierte en “te quiero”, a veces con el eco de un “lo siento”.
Roberto Galaviz destaca orgullosamente la partitura que conforma el prólogo de su poemario, de la cual es autor el director de la Banda Sinfónica del Estado
Entonces apareció el libro Formas de decir adiós, enseñando otra
de Zacatecas, Salvador García y Ortega, un gran amigo que hizo el honor de
perspectiva, mostrando las diversas aristas de una despedida, los diferentes
componer la pieza específicamente para el libro y que interpretará el próximo
momentos en los que puedes despedirte de una persona o de la muerte, de un
28 de enero en el primer concierto de gala de la orquesta que se llevará a cabo en
sentimiento u objeto, o hasta de uno mismo.
el Teatro Calderón.
La obra -publicada por Policromía Servicios Editoriales- pertenece al
“El maestro ha sido muy generoso conmigo, cuando le dije que quería
escritor zacatecano Roberto Galaviz Ávila, quien estudió Letras en la
enmarcar la partitura y ponerle además una batuta, me regaló una de las últimas
Universidad Autónoma de Zacatecas, y la licenciatura en Educación; fue
que usó su papá y que también fue director de la banda, Juan Pablo García; es una
director en el 2008 y 2009 del suplemento cultural Piedra de Sol del periódico
batuta que vale mucho sentimentalmente para él y que es un presente muy
El Sol de Zacatecas, y acreedor en nuestro estado del apoyo otorgado por el
importante para mí”.
Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDAZ).
El libro presenta además dos versiones extraordinarias de portada: una dorada
Formas de decir adiós es fruto del trabajo de años: el poema más antiguo
y con un mirlo que se relaciona con la tristeza y melancolía, con lo fugaz y
–titulado Te fuiste volteando a casa- fue escrito como un tributo a su tío Juan,
simbólico que son las aves; la segunda es la imagen de una mujer, cuya figura se
quien falleció hace más de una década y cuya ausencia fue un fuerte golpe
encuentra en varios poemas, los cuales –menciona- tienen mucho que ver con el
para el escritor, un primer acercamiento a la muerte que cambió su
amor, con las mujeres que despiertan contigo, que luego se van, que no vuelves a
perspectiva de vida y tiempo.
ver jamás en la vida; con las que dices qué bueno que se fueron o qué malo que
Fue entonces que decidió rendir tributo a las personas a través de su poesía.
nunca se quedaron.
“Trabajé la temática de las despedidas, la retórica del adiós, traté de crear un
Al leer Formas de decir adiós evocas un naufragio porque percibes la
cuerpo que la gente pudiera interpretar como un álbum de despedidas,
comparación de una despedida con la idea de quedar varado en un remoto lugar, la
donde cada poema es una historia, una historia simple, común y corriente,
sensación de vacío que atormenta cuando alguien preciado desaparece de tu lado. Puedes analizar la noción que tiene el autor sobre el océano, sentir las
por lo tanto humana a más no poder”. El autor afirma que su experiencia poética se basa en lo que sucede
similitudes entre el mar y las despedidas. Roberto Galaviz comparte su opinión
realmente, en las voces que ha escuchado, en lo que ha vivido; menciona que
sobre el libro “Oceáno mar” de Alessandro Baricco, el cual lo marcó de manera
cada poema es una anécdota personal que le gusta compartir con la gente.
significativa cuando era estudiante. “Generalmente pensamos en la inmensidad
Para él la poesía debe tener el poder de resumir la vida en un verso, en un
del mar, en que es hermoso o un paraíso, pero también es un monstruo; el autor
segundo, tener la facultad de leerse y escucharse en voz alta y ser dulce como
lo describe como un cementerio sin cruces, porque en realidad guarda historias
la música; con ella, asegura, podemos identificarnos con algo que ni siquiera
terribles: de hambre, sed, desesperación, del aferro a un derrelicto”. Cuando estás a la deriva –enfatiza- te aferras a lo que sea; a veces puede ser a
sabíamos cómo expresar o entender. “Me gusta primero vivir, sentir, me gusta aprender a hacer las cosas; después
una persona, a un recuerdo, a tu soledad o a un sofá y un televisor toda la tarde; la
si queda tiempo escribo, porque de la vida voy tomando aspectos pero no al
gente se aferra a algo y eso es indiscutible, “creo que todos somos como barcos
contrario, no le robo a la literatura fragmentos para fingir la vida”.
que andan a la deriva y de repente nos encontramos con lo que pensamos es el
La presentación de su poemario en la Feria Internacional del Libro
amor, y no funciona porque a veces es por desesperación, por no sentirte solo”.
“Lo que me duele en el fondo, te lo juro… es que hayamos quedado en deuda con nuestras propias palabras.” Fragmento del libro Formas de decir adiós.
Boda de Rancho
Entre el folclor de lo sacro y la identidad cultural de un pueblo Texto y fotografía:
G U I L L E R M O M O R E N O
S
e puede decir que la celebración de una boda de rancho es el festejo más íntimo de un pueblo. Porque es ahí donde se reafirma la identidad de los que se unirán en matrimonio al convocar a los que los siguieron en su día a día quizá, y como es casi común en un pueblo, desde niños. La intimidad folclórica no es la fiesta del pueblo, ni las fiestas patronales o religiosas. En una boda de rancho, importa acompañar la alegría de ellos. Testigos de un amor y no simples espectadores de un espectáculo. Porque el matrimonio es el sacramento de la alegría. En la comunidad de Noria del gato perteneciente al municipio de Villa de Ramos en el estado de San Luis Potosí, Belem e Ismael, llevaron a cabo dicha celebración gracias al apoyo de sus padres y hermanos del joven que según relataron los propios familiares fue con remesas que enviaron desde Estados Unidos. Los hermanos del novio no asistieron pero se aseguraron que el menor tuviera una boda ostentosa. Conjunto Rio Grande y varios más amenizaron y concluyeron la fiesta que desde la mañana fue anunciada en toda la comunidad. Una celebración así no puede pasar desapercibida. En una boda de rancho la intención es que se sepa, se transmita, se comunique la alegría y lo que vendrá, los cercanos, la comunidad pues participa también como familia y no se remite a un evento selecto restringido a un lugar que intenta mostrar la exagerada apariencia de alegría como en las celebraciones matrimoniales de zonas urbanas. La comunidad, el propio lugar de origen, también participa, es ahí donde comienza la identidad de la persona y esta es la que enriquece la cultura a través de las propias tradiciones. De los novios cuando al terminar la ceremonia religiosa, no abordan el auto que los llevara al lugar de la fiesta, sino que tomados del brazo y escoltados íntimamente por sus padres, y a los lados además dos grupos de música, el uno de mariachi y el tamborazo, se intercalan para interpretar canciones que avisan a los despistados que el amor se consumó de nueva cuenta. Los novios caminan orgullosos por las calles que los vieron crecer. Belem, parece sentirse orgullosa porque el blanco de su vestido, se combine con el rojo de la tierra, Ismael se siente cómodo y en sintonía al pisar la tierra con sus botas. El charco de lodo que se atraviesa en su camino es el recordatorio quizá de que no será fácil su nueva vida. La comida en el salón ejidal llena el auditorio en donde se mataron varios carneros para la birria. La cerveza alegró aún más el corazón de los asistentes. Entre el gentío seguramente muchos no conocen de manera personal a los novios pero es que en una boda de rancho, el orgullo es que todos sean convidados porque es más la alegría que se desborda que el celo por la formalidad de lo privado. Por la noche solo las luces de los vehículos, en su mayoría camionetas comienzan a aluzar las oscuras calles de la comunidad que no cuenta con luz pública para trasladarse cerrar la algarabía del día con el tradicional baile que por lo ostentoso pareciera que se cobrara la entrada. Pero no, al parecer el orgullo de los dos jóvenes es el haber tenido en su tan anhelado día los grupos musicales que son de su agrado y que es la música popular de estos lugares. Además, porque no, alguna de esas canciones fueron las que comenzaron el cortejo que termino en lo que popularmente se llama: boda de rancho.
Escaparate