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Número 53 / Nueva Época / Año 4 / Suplemento Cultural de “El Sol de Zacatecas” / Domingo 7 de febrero del 2016
MOVIMIENTO Cuando deja de existir el aquí y ahora, y se abre paso la simultaneidad, aparece el movimiento: palabra performativa, en cuyas vocales se esconde, sigilosamente, el viento. Nadie puede encerrarla entre las dos manos, como si de un pájaro se tratara; nadie puede retenerla pero sí causarla: el momentum de la primera ley de Isaac Newton, en el que el impulso sobre un objeto hace que este se mueva. Tiene que existir entonces un primer movimiento, y antes de ese uno anterior, y otro previo, ad nauseam. Santo Tomás de Aquino adjudica la primera jugada del infinito ajedrez a Dios ¿Y por mandato divino estamos errando de un instante a otro sin cesar? Ningún pintor ha podido asir al movimiento; los cubistas, los dadaístas, los futuristas se esmeraron en reproducir, con sutileza, el desplazamiento vago y automático, con sus trazos. Marcel Duchamp logró, acaso, implantar en el cuadro un espacio para la imaginación, donde los elementos se mueven, más no con libertad, sino con la trampa estática del concepto. Más de uno podemos caer en la trampa que la cinematografía vende a nuestro ojo; pero incluso ahí, en una pantalla, ninguno podrá nunca retener el andar vertiginoso de las secuencias. En “Movimiento”, el Grupo Negro no intenta aprehender la organicidad de la mano sobre el lienzo, ni transportar por medio del color y la sinestesia. Sino rememorar la naturaleza humana y su instinto inquieto. Ir de un aquí a un allá, y de un ahora a un después. Citlaly Aguilar Sánchez
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Salvador del Hoyo Bramasco Director Juan Francisco González Marín Jefe de Redacción Roxana Herrera Editora de Sociales
Mario Vázquez Raña Fundador Paquita Ramos de Vázquez Presidenta y Directora General
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Yolanda Alonso Coordinación editorial / Miguel Ángel Cid Edición y diseño
Contacto: alonsyolanda@gmail.com
Imagen de portada Javier Cortez
La Soldadera
Este suplemento es producido como parte de las actividades de difusión de la cultura local y regional que realiza Policromía Servicios Editoriales.
Lado B
El escritor, la feria y los libros Arazú Tinajero
Primer acto: el escritor. El primer encuentro con un escritor no había dejado un grato recuerdo. Eran los
Se trata, evidentemente, de dos ferias del libro con prioridades distintas. En la
inocentes años de estudiante, esos en los que es necesario cooperarse entre dos
primera se privilegia la participación de los profesionales de la industria
buenos amigos para adquirir un libro. El marco, un evento escolar engalanado
editorial en materia de negocios y sólo durante 2 de los 5 días el público general
con la presentación del último libro de un célebre historiador, de esos que
tiene acceso a ella. En la FIL Guadalajara, sin duda la realización de negocios
escriben no sólo para la academia.
tiene un peso importante, pero el mayor parece recaer sobre la asistencia del
Tras escuchar atentamente las palabras emitidas por el personaje en cuestión, uno de esos a quienes se llama “vaca sagrada”, se llegó el momento de integrarse a la fila para adquirir el respectivo autógrafo en el libro de reciente adquisición. Los minutos transcurrían a un ritmo que parecía interminable. Las piernas temblaban un poco y las cuerdas vocales amenazaban con hacer lo mismo. En la
público general. Habría que ver la cifra relativa a la compra de libros… Con todo, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se ha convertido en un acontecimiento controversial. Escritores y lectores discrepan sobre sus sentimientos hacia ella. Algunos la alaban por ser la llamada “fiesta de las letras” mientras otros la acusan de ser “un ejercicio de egolatría”.
cabeza se agolpaban las preguntas: ¿Qué palabras decir para no parecer una tonta? Esa mente inocente jamás imaginó que tras un viaje express, una comida rodeada
Tercer acto: los libros.
seguramente de funcionarios universitarios oportunistas, una charla de más de una
La vieja promesa se había cumplido prácticamente al pie de la letra. No había
hora con estudiantes y más de 30 minutos firmando libros, lo último que querría el
un rechazo terco a la asistencia a presentaciones de libros, si es que alguna
escritor era intercambiar algunas palabras más con esos lectores principiantes.
resultaba interesante, pero ninguna de ellas había producido la obligación de
El encuentro fue fugaz y nada amistoso. Mejor dicho, malhumorado. Sólo
adquirir el libro o hacer fila por un autógrafo, a pesar de uno que otro contagio.
alcanzó para emitir un tímido y prácticamente imperceptible agradecimiento por
Se debe confesar, sin embargo, que en el fondo germinaba la idea de “lo tonto”
el autógrafo poco estético plasmado en la primera hoja del libro recién adquirido.
que era deslumbrarse con la presencia de algún escritor y, más aún, “lo
Esa tarde-noche cerró con un firme juramento. La promesa de acercarse a los
groupie” que era morirse por una firma o fotografía con el sujeto en cuestión.
libros pero no a sus autores. La intención, no permitir que un escritor
El encuentro reciente, y consecutivo por tres ocasiones, con ese monstruo
malhumorado arruinara los universos que él mismo había creado a base de
latinoamericano dejó, sin embargo, algo más que la compra de uno que otro
palabras y que habían encontrado un espacio en la memoria del lector.
libro. Es cierto que para muchos es un espacio para el ejercicio de su idolatría, me refiero por igual a escritores y a lectores. También es cierto que la asistencia
Segundo acto: la feria.
por miles no equivale necesariamente al mismo número ni de consumidores y
Hace poco más de 2 años se presentó la oportunidad de sumergirse en las fauces
mucho menos de lectores en un país en el que supuestamente un individuo lee
del monstruo. Su esqueleto está formado por fuertes estructuras desmontables
en promedio 5 libros por año.
mientras su piel lo está de frágiles hojas de papel. La Feria Internacional del
Alejándose de la parafernalia que rodea a este evento que en 2016 estará
Libro de Guadalajara es considerada la más importante en el continente
cumpliendo 30 años de existencia, del elitismo al que es expuesto el lector
americano. En el ranking mundial, sólo detrás de la de Frankfurt, un espécimen
común al rechazársele como partícipe del acto inaugural para el que se
que el año pasado albergó a 7 mil 100 expositores y pronosticaba la asistencia de
requiere una invitación casi personalizada, de la absurda importancia que se
270 mil visitantes de todo el mundo durante sus 5 días de duración. Una cifra que
brinda a las cifras que reflejan la participación de editoriales mientras en
por cierto ha disminuido ligeramente durante los últimos años. La feria tapatía,
realidad son pocas las facilidades que éstas ofrecen para la adquisición de sus
en cambio, dio cabida durante sus 9 días de actividades del pasado diciembre a
productos, por qué no pensar que las ferias, internacionales, estatales o
787 mil 435 visitantes, según informan los mismos organizadores, mientras que
locales, aún son, en esencia, espacios propicios, quizás sin verdaderamente
contó con un número infinitamente menor de expositores, mil 983 editoriales
proponérselo, para un encuentro idílico entre el escritor, el libro y el lector.
para ser exactos.
The Revenant un deleite visual Alejandro Ortega Neri
The Revenant (2015) la última película del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu es un deleite visual. Imperdible. Si le gusta el cine es una de las películas que se deben ver antes de morir. No recuerdo el tiempo que pasó para que volviera a ver una película tan sólida, tan bien dirigida, tan bien actuada y mejor fotografiada. Este último aspecto es el que me interesa más rescatar, pues el trabajo que hace Emmanuel Lubezki es magnífico, una muestra de talento y don para capturar la mejor luz en cada momento. La cinta, en su factura y ritmo es indiscutible, la puesta en escena jamás pudo ser tan real. La narrativa, lenta para muchos, mantiene al espectador al borde del asiento por más de dos horas y media sufriendo al lado de Hugh Glass, interpretado excepcionalmente por Leonardo Di Caprio. El argumento contiene poco diálogo, incluso si la película fuera muda no habría problema, pues Iñárritu, al estilo de los grandes cineasta soviéticos, (algunos pasajes me recuerdan a Octubre (1928), sobre todo en la escena de la caída del caballo, e Ivan el Terrible (1943), por las panorámicas dominadas por la nieve y lo minúsculo del hombre ante la naturaleza, del gran Einsestein) logra que sus histriones transmitan su condición con miradas y gestos. Pero tampoco habría problema porque detrás de ellos está Lubezki para contarnos con imágenes bellísimas las angustias de cada uno de los personajes, su andar y hasta sus sueños. Me gusta la importancia que dio el director al cinefotógrafo para lograr una película apabullante visualmente. Desde el arranque de la cinta Lubezki va dejando conocer su maestría tras la lente, incluso juega con excelentes planos secuencias que bien podrían parecer los llamados hoy GIFS que quizá no influyan en la diégesis de trama, pero que están ahí porque el cine es arte. Panorámicas impresionantes, planos de detalles imprescindibles, retratos fulminantes de los cuales el Chivo extrae el alma completa del actor en su representación, como el último del film en el que sólo la mirada de Di Caprio encarnando al cazador Hugh Glass merece todos los premios. Gabriel Figueroa ha sido siempre el referente en cuanto a cinefotógrafos mexicanos se refiere. Los maestros de la lente le reconocen su grandeza como lo muestra el maravilloso documental Miradas múltiples (2013) de Emilio Maillé, sin embargo Lubezki, que a mí parecer recuerda al gran Figueroa en The Revenant en la cuestión de bellos retratos en contrapicados, se está posicionado como otro referente más, pues su ojo lo ha llevado a ganar dos premios Oscar consecutivos, y el próximo 28 de febrero se espera que gane el tercero. Por su parte Iñárritu con Birdman (2014) y The Revenant (2015) está reiterando qué tipo de cine le interesa, un cine nada fácil, incluso realizado en condiciones extremas buscando el mayor realismo. Un cine que explota las capacidades de los actores pero que sobre todo profundiza en la condición humana, para este caso, la sobrevivencia, el coraje y el amor. Vale la pena verla y más de una sola vez. Como digo, es imperdible y la fotografía del Chivo de las mejores que he visto en pantalla grande.
Escaparate
Intifadah C O R T E Z
Fotografía: Aidé Arteaga
J AV I E R
Quiere decir en árabe <<levantamiento o levantar la cabeza>>.
Javier Cortez devela el proceso del levantamiento <<interior>> o la lucha del creador / autor con su obra. Levantar, resurgir, elevar, ¿desde dónde y hacia quién o qué? Esta lucha podría ser la del mar contra sí mismo, la del humo contra el fuego, la de las estrellas contra la noche, la de la lluvia contra el cielo, la de la germinación contra la tierra. En la creación impera el azar, una fuerza externa lo dirige o lo frena, una voz omnipresente, una mano parcial. Texturas sugieren trazos de flores y una caligrafía inexistente, pero ninguna figura permanece. La línea señala y corta, dibuja y destaja. Las líneas predominantes conservan el azul turco de los moros y el rojo devastador de los cristianos, también yacen intervenidas por otros colores o por líneas perfectas. Describen la fuga interna, la violencia hacia adentro de lo que se enfrenta, levantar-se. Azul, blanco, rojo, amarillo y negro representan la batalla entre creencias: moros y cristianos, el dominio de un imperio bajo la religión impuesta. Cada año a fines de agosto en las Lomas de Bracho (Zacatecas, México) se lleva a cabo la escenificación de la Batalla de Lepanto y La Cofradía en honor a <<San Juanito>>, como la gente le llama a San Juan Bautista. En un desfile monumental, el colorido de los trajes típicos en el centro histórico como veladura, la tradición de una fiesta religiosa. Los moros llevan en su itacate fruta y bolillos pinchados con banderas, una azul y otra roja –tal vez de ahí las líneas de ataque y dirección de Cortez-. En las Lomas de Bracho, la decapitación del rey moro y de <<San Juanito>> entre pólvora y cañonazos; la formación de una cruz humana, signo que persiste en el crestón de la Bufa. La Cofradía es un acto de fe, resignificar La Morisma es pensar en una lucha, o bien en las creencias personales olvidadas, Cortez nos invita como espectadores a descubrir nuestro levantamiento <<interior>> a través de su obra. Verónica González Arredondo?
Ex-templo de San Agustín, Centro Histórico de Zacatecas