La Soldadera, Nueva Época, Número 99

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La S ldadera

E J E R C I C I O

P R O F U N D O

Suplemento Cultural de “El Sol de Zacatecas”

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Número 99 / Nueva Época / Año 5 / Domingo 12 de marzo del 2017

Pájaros Pintados en agua

ARAZÚ TINAJERO


La S ldadera

Mario Vázquez Raña Fundador Paquita Ramos de Vázquez Presidenta y Directora General

E J E R C I C I O

P R O F U N D O

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I D E N T I D A D

Yolanda Alonso Coordinación editorial / Miguel Ángel Cid Edición y diseño

Contacto: policromia@sepolicromia.com

La Soldadera

Gerardo de Ávila Director Juan Francisco González Marín Jefe de Redacción Alondra Olguín Editora de Sociales

Imagen de portada Arazú Tinajero Este suplemento se produce como parte de las actividades de difusión de la cultura local y regional que realiza Policromía Servicios Editoriales.

No. 99

www.sepolicromia.com

Por Joselo G. Ramos

L

os terribles aullidos podrían escucharse al menos a un kilómetro de distancia, aunque

a la nada llegara ese horrible sonido y esa

asquerosa burla. El pobre animal trataba de huir con las dos patas que todavía con dolor le funcionaban. No se resignaba a morir, su erguido enemigo era más fuerte que él, lo sabía, ya no podía atacar, así que se limitó a intentar huir.

Aullido de Sabbat

Daniel lo jaló de la cola impidiendo el escape, golpeó la pata derecha del pobre perro quien pegó un chillido agudo parecido al rechinar de llantas de un automóvil cuando frenan con brusquedad. El perro cayó desahuciado, respiraba pesadamente, ya no chillaba ni gruñía, cerró los ojos y comenzó a jadear. De inmediato el agresor lo bañó de carburante, la reacción del can fue, aunque recostado en su lomo, mover con las últimas fuerzas sus lastimadas patas y en vano retomar la

Fotografía de Miguel Ángel Cid

huida. Formó con la gasolina un círculo alrededor del perro, luego una línea recta, alejándose unos dos metros del animal. Daniel parecía excitado, agitaba el pequeño contenedor lleno de gasolina con las dos manos, hacía como si orinara con los chorros restantes del combustible. Silbaba una canción popular que casi a diario se escuchaba en la radio o en algunos canales de televisión que se especializan en ese

éste aulló, chilló, uno que otro sucio ladrido se cuantos metros de camino; la tarde era poco a

tipo de música. El animal respiraba cada vez con

escapó de su hocico. Las muecas del pirómano poco una noche, el sol estaba siendo reemplazado

más lentitud, la gasolina había escurrido hasta sus

variaban desde la felicidad hasta el asco, todo sin y la sombra de esa figura infantil escapaba de la

ojos, dejándolo ciego. Hacía con el hocico

emitir ningún sonido mientras el perro se escasez de luz.

movimientos pausados pero toscos. La escena

inflamaba bajo las convulsas llamas, sólo se quedó

bajo la tarde formaría fácilmente parte de un

de pie mirando fijamente la única flama que se sonriente Daniel, quien decidió no ponerse de pie.

aquelarre o la postal de una repugnante y fosca

reflejaba en sus ojos.

colección.

El albor que entraba por la ventana despertó al

Permaneció acostado con los ojos dispersos en la

Una vez extinto casi todo el fuego, Daniel parecía nada, arrullado por los diversos sonidos de la

El verdugo se reía del fatídico estado del perro

arrepentido, pero no, esa mueca era de hambre. El campiña donde vivía. La tranquilidad entraba por

cuyo pelaje amarillento yacía por completo

aroma de la carne chamuscada del animal, había doquier, nada podría perturbar la entereza del

mojado. Tomó una caja de cerillos de la bolsa

abierto el apetito del niño que ahora se marchaba muchacho, pero había un asunto que rompería con

derecha de su camisa, sacó uno, raspó la cabecilla

calmado y sin preocupación, alejándose a pasos la cotidianeidad, algo ecuménico que habitaba en

azul contra la delgada línea áspera al costado de la

cortitos de la escena del crimen. Caminaba con su vida. Esa mañana no parecía haber mucho de

cajita. El fuego se extinguió rápido tras el paso de

una mano metida en la bolsa del pantalón y la otra qué preocuparse. Daniel tenía la opción de

una suave borrasca; repitió la acción, esta vez con

sujetando su barriga que espontáneamente rugía, levantarse y seguir con su joven vida, pero no sería

éxito, dejó caer el fósforo a la invisible línea de

el apetito le llamaba desde sus entrañas. Las otras así, y no por darle gusto a la dysania, sino porque

combustible. El fuego saltó impredecible del suelo,

ganas, esa hambre perversa ya se había saciado. entre sus brazos, todavía dormía apacible, su

un ralo y seco pastizal encendía conforme el ardor

Ahora se dirigía a su casa, el escaso fuego que perro, aún fatigado por la tortura y herido por las

avanzaba. Las llamas llegaron hasta el animal,

ardía junto al perro bastaba para iluminar unos quemaduras.


El Cortesano:

Fotografía de Miguel Ángel Cid

PUENTE Y EXTREMOS

Por Andrea Gutiérrez Montes de Oca

R

si es que cabe considerarlos así en dos épocas que fama al Renacimiento, debía tener esa misma

esulta muy irónica la concepción del

procuran un contraste), va dando consejos hasta repercusión en el individuo: debía ser un hervidero

Renacimiento, cuando los humanistas

establecer un modelo, cuyas particularidades se de datos y aplicaciones.

buscaban su camino hacia la

basan en muchos preceptos medievales, como los

Es interesante también la manera de referir a la

modernidad, en su desprecio a la Edad Media, a la

valores cortesanos: prudencia, justicia, liberalidad, Edad Media, sin especificarla, como el cambio de

que tachaban de oscura. Recuerdan a los

gran ánimo, saber amplio (conocimientos y arte de costumbres que en un momento se ven correctos y

adolescentes rebeldes que niegan las enseñanzas

la guerra), que tampoco disputaban del todo con la en otro no, que lo que antes puede parecer cuerdo,

de sus padres, arraigadas como las raíces de un

visión renacentista.

es ahora una locura: véase el rechazo a lo colectivo

tronco (no tan hueco). Me parece que es el caso de

Había además del contraste intelectual y de (más no a la comunidad), como lo que se veía de

Baldasare Castiglione, tan rodeado de círculos

maestría de guerra, el del buen vivir con las las bandejas comunitarias, y la búsqueda

cortesanos, desdibujos medievales. Sin embargo,

responsabilidades de la batalla, una presencia que individual, así como de modales en la corte y el

no por ello podemos decir que falló en su época de

como como buen cortesano no debía olvidarse. refinamiento propio de la edad que se

transición renacentista, porque él mismo aplicó a

Puede decirse que en todo existe un contraste, modernizaba. Empero, tampoco, es una ruptura

los valores cortesanos el afán clásico que tanto

incluso en el Duque y la Duquesa de Urbino.

imperaba. El planteamiento argumental que propone en El

abrupta la que se tiene con el predecesor

Lo que aquí se propone, entre los muchos medieval, porque hay una constante temática; por consejos que comenta Castiglione, es llegar a un ejemplo, del amor y la pasión, que no se deslinda

cortesano (Venecia, 1528) parte del método

estado de servicio tal, un respeto y fidelidad al de los romances.

antiguo del diálogo. En un primer lugar, se plantea

canon, que sea un orgullo tener a un cortesano por

la situación de la fama de la corte del duque de

vasallo. Además del presto señor a retenerlo; de comunión de tres épocas, una seguida de la otra,

Urbino (corte a la que, de hecho, perteneció

hecho, debía ser una especie de emblema para la que por su continuidad son imposibles de dividir

Castiglione) en que, a manera de juegos, se

corte, a tal, que como en el expuesto caso Urbino, como si unas barrera entre ellas se materializase

propone la discusión de variadas temáticas de

todo el mundo desease estar ahí, no faltando el (que era probablemente la pretensión de los

interés para los presentes. A pesar de las

ingenio o los artistas diestros, fuera en música, renacentistas), y la Antigüedad, que se aferraba

diferentes sugerencias, terminan por elegirse las

pintura o literatura.

Así pues, en esta obra de Castiglione puede ser la

desde las dos anteriores, aunque con un apogeo

condiciones que hacen y deben procurarse los

Hay una evidente elocuencia en el propio más visible en el Renacimiento. De la mezcla de

cortesanos excelentes: la “nueva visión de

tratado, que era un dominio que se suponía ya conocimientos adquiridos de ella se tiene por

caballero”.

tenían los cortesanos a pertenecer a una corte. producto el hombre moderno, humanista,

La manera en que se lleva la discusión, que

Esa parte intelectual que debía combinarse con multidisciplinario.

incluye a las mujeres de esta guía cortesana

otro puño de conocimientos universales: ese auge

(aunque con los tintes limitantes de la Edad Media,

de información que circulaba en Italia y que dio su


Pájaros Pintados en agua

ARAZÚ TINAJERO

Escaparate

Por Alejandro Ortega Neri

E

l fotógrafo es un cazador furtivo, no interviene en el espacio más que con su mirada. Llega de puntillas, respira un poco, aprieta el disparador y se va con la presa cautiva en una caja oscura. Arazú Tinajero lo hace así, al menos esa es la primera impresión que se tiene al mirar sus fotografías. Su cámara y ella en perfecta simbiosis deteniendo el tiempo, la realidad, apresando la naturaleza en bellas imágenes en monocromo. Pero también sabe de la importancia del instante decisivo, su mirada no es ingenua, no es de principiante. Sabe de fotografía, conoce de composición y es consciente de la inmensa panoplia que tiene frente a sí para lograr algo irrepetible y lo aprovecha. Los pájaros pintados en el agua, el marco natural de los árboles, la vida y la muerte de un girasol. Las fotografías de Arazú son el resultado de la conjunción de la mente, el ojo y el corazón, pero también son la muestra de ese tierno y envidiable momento que significa aprender a mirar.


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