2 minute read
en un legado, el camino de RAGHSA
y sumarse a la transformación sostenible. Un paso clave para responder a la necesidad de la Ciudad de cumplir con el desarrollo de su desafío sostenible hacia 2030.
tipo de certificaciones, que puntualizan en sistemas instalados y en espacios construidos para actualizar los mismos bajos los estándares sostenibles que requiere el mundo que debemos construir.
La sinergia que fluyó entre ambas compañías fue fundamental para el crecimiento de los desarrollos sostenibles en la Ciudad de Buenos Aires. Luego de sus dos certificaciones, en CABA se vivió un incremento de emprendimientos sustentables, respaldados por la iniciativa de RAGHSA, que tuvo colaboraciones de importantes socios como el estudio de Mario Roberto Álvarez & Asociados.
Tal es así que incluso Green Group como compañía evidenció ese crecimiento, ya que antes de 2016/17, las obras que tomaban el desafío de obtener un sello internacional eran contadas con los dedos de una mano. A partir de esos años, los emprendimientos se sumaron de a decenas, buscando certificar sus espacios
A más de 5 años de alcanzar sus certificaciones, los desarrollos de RAGHSA siguen siendo a día de hoy faro de inspiración para la construcción sustentable en la Ciudad y el país. El edificio Plaza San Martin, en el barrio de Retiro, atrajo empresas de la talla de American Express para establecer su base corporativa durante años.
Por otro lado, Madero Riverside consolidó el enlace entre tecnologías de innovación al servicio de la sustentabilidad en Puerto Madero. No solo los eficientes sistemas, y los ahorros que estos proveen, fueron claves en la certificación, sino su emplazamiento con el contexto y su relación con el entorno que lo rodea.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) comenzó a ser un factor distintivo, teniendo en cuenta la reutilización de materiales y recursos, como también seleccionando los mejores para una construcción sustentable.La generación de la energía propia y el fomento de la movilidad limpia son otras de las medidas que, incluso tomadas años atrás, hoy se insertan perfectamente con los crecientes criterios ESG, que demuestran la responsabilidad y la visión sostenible de una empresa frente al mercado. La estructura vidriada contempla fundamentalmente un confort interno, tanto para la panorámica de uno de los puntos más destacados de la Ciudad, como por el aislamiento interno, la calefacción natural y la creación de un ambiente ideal para los ocupantes. Estas medidas, conceptualizadas bajo la relación del entorno construido y las personas, también marcaron la necesidad de comenzar a pensar espacios saludables para el tránsito de nuestra vida cotidiana dentro de ellos, incluso 3 años antes que la pandemia COVID-19 lo pusiera de manifiesto ante el mundo.
La reducción de los consumos en ambas obras de RAGHSA, tanto de agua como de energía, así como la eficiencia de sus aislamientos y la calidad de sus aires interiores, son resultados cuantitativos de los esfuerzos de la empresa por marcar el camino. Pero lo que realmente se ha conformado como el legado de ella es el carácter cualitativo de su trayectoria, consolidando grandes desafíos afrontados y siendo pionera en poner el foco no solo en la estructura y materiales edilicios, sino en para quiénes se construye y como el entorno puede mejorar la calidad de vida de las personas.
Estas obras intangibles de Moisés Khafif son las que perdurarán dentro de nuestro campo de trabajo, como en las personas que se vieron influidas por su pasión y visión, que seguirán con su legado para construir más espacios humanos, saludables y sostenibles que continúen mostrando el camino para la transformación hacia un mundo con mejores entornos construidos.