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ACELERACIÓN

“Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la velocidad”.1 “[La prisa,] ese invento capitalista”.2 “La conciencia de hacer saltar el continuo de la historia es peculiar de las clases revolucionarias en el instante mismo de su acción. (…) En los días de la Revolución de Julio (…), al atardecer del primer día de lucha, ocurrió que en varios sitios de París, independiente y simultáneamente, se disparó a los relojes de las torres.”3

1

MARINETTI, FILIPPO TOMMASO, 1909, Manifiesto futurista.

2

ZAFRA, REMEDIOS, 2017, El entusiasmo, Anagrama, Barcelona. Versión elec trónica. BENJAMIN, WALTER, 2008, Sobre el concepto de historia, en Obras Libro 1, vol. 2, Abadá Editores, Madrid. 3

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Pocas cosas ilustran mejor el diálogo entre tiempo y capitalismo que el cuadro La durée poignardée. En él, René Magritte nos ofrece un paisaje surrealista donde una locomotora emerge del salón de una casa burguesa a través de la chimenea. Sobre ésta, aparece un reloj. La conexión formal entre ambos elementos se establece en que el círculo del frente de la máquina locomotora tiene las mismas dimensiones que la circunferencia del reloj. Tales coincidencias no son casuales. Ambos fueron aparatos importantes —si no es que decisivos— en la expansión del modelo económico capitalista actual y, por tanto, en la construcción del mundo. Juntos, locomotora y reloj, ayudaron a definir un único ritmo sobre el planeta.4 La locomotora,  además de otorgar la confianza en un progreso apoyado en la técnica, expandiéndose a través de la homogénea superficie y en red de los raíles hasta cualquier punto del globo, se alió con los relojes y, de la mano, se esforzaron por la sincronización del tiempo.5 No es anecdótico que fuera Sandford Fleming, ingeniero de ferrocarriles, quien, después de perder un tren en el año 1876, propusiera un horario universal basado en husos horarios que sería la base del actual Tiempo Universal Coordinado (UCT, por sus siglas en inglés). Sincronizada la realidad, matar el tiempo y liberarse de su opresión, yendo cada vez más y más rápido, se convertirá en la mayor prioridad de los nuevos prodigios técnicos: todo nuevo invento tecnológico se construirá sobre la idea de ser más rápido y más eficiente que su predecesor. La locomotora aumenta su velocidad bajo la imposición del desarrollo técnico y el poder económico. El poder siempre ha sido el encargado de definir el tiempo. Como apunta Paul Virilio:

4

SPERANZA, GABRIELA, 2017, Cronografías. Arte y ficciones de un tiempo sin tiempo, Anagrama, Barcelona, pág. 9. DANNORITZER, COSIMA, 2018, Ladrones de tiempo (Documental). Disponible en: http://www.rtve.es/alacarta/videos/otros-documentales/otros-documentalesladrones-del-tiempo/5367984/ (Última consulta: 20 de agosto de 2019). 5

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“La velocidad es el poder mismo. La figura del faraón, imagen clásica y curiosamente olvidada, es elocuente. Todo el mundo tiene en mente la imagen del faraón Tutankamon con las manos Cruzadas sobre el pecho. Es la imagen que aparece en el sarcófago. En una mano tiene un látigo y en la otra un cayado. El látigo sirve, de hecho, para acelerar el carro de combate y el cayado para frenarlo, para retener las riendas. Por tanto, el poder faraónico, como todo poder, es a la vez retención (…) y aceleración. (…) La imagen de Mao Tse Tung, de Ceausescu o del faraón es siempre la misma. Todos conducen, guían las energías y dan un ritmo a la sociedad que controlan”.6 La aceleración que marca la economía contemporánea sigue esta misma idea y pone de manifiesto cómo el poder, centrado en capitalismo y representado por grandes empresas, corporaciones y centros financieros, modela el concepto mismo de tiempo de acuerdo a su propio interés, esto es, de nuevo, cada vez más rápido.7 Después de todo, si el capitalismo establece relaciones de valor y el tiempo pasa a ser dinero, aquellos elementos capaces de tardar menos para cubrir una necesidad serán más apreciados. “La velocidad privará sobre la calidad, en tanto que factor de riqueza. La cara oculta del mantenimiento de la acumulación es la aceleración de la circulación. Los dispositivos de control tienen entonces por función maximizar el volumen de los flujos mercantiles minimizando los acontecimientos, los obstáculos, los accidentes que pudieran ralentizarlos. El capitalismo cibernético tiende a abolir el tiempo mismo, a maximizar la circulación fluida hasta su punto 6

VIRILIO, Paul, 1997, El cibermundo, la política de lo peor, Ediciones Cátedra, Madrid, pág. 18. AVANESSIANY, ARMEN y REIS, MAURO (Eds.), 2017, Aceleracionismo. Es trategias para una transición hacia el postcapitalismo, Caja Negra Editora, Buenos Aires, pág. 11. 7

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máximo, la velocidad de la luz, como tienden ya a hacerlo algunas transacciones financieras. Las categorías de ‘tiempo real’ o de ‘justo a tiempo’ demuestran suficientemente este odio a la duración”.8 La locomotora sigue ganando velocidad hasta hoy, con la llegada de Internet y los dispositivos móviles interconectados. La cibernética ha propiciado eso que Paul Virilio llamó una sociedad de carreras o dromológica, donde tanto el espacio como el tiempo están sometidos a una velocidad absoluta, definida por la instantaneidad, la ubicuidad y la inmediatez,9 características propias de nuestra sociedad-digital, una sociedad pautada por la tiranía de un presente perpetuo donde la información viaja de un lugar a otro sin pausa y donde siempre estamos disponibles.10 Internet ha trastocado la estructura espacio-temporal del mundo. Hoy podemos conectarnos desde cualquier punto y en cualquier momento. Los ideales modernos que dividían el día en tres secciones de ocho horas, modelando hasta la estructura y sectorización de la ciudad, ya no valen; el trabajo inunda el ocio y el descanso en una temporalidad 24/7 en la que se “propone como posible e, incluso, normal, la idea de trabajar sin pausa, sin límites”.11 Se ha cumplido la profecía del Manifiesto futurista.12 En 1909, Marinetti y los futuristas imaginaron que la defensa de la velocidad se debía aunar trabajo y placer en una integración total del cuerpo con la máquina. El

8

TIQQUN, 2015, La hipótesis cibernética, Acuarela & Machado, Madrid, pág. 98.

9

VIRILIO, Paul, 1997, El cibermundo, la política de lo peor, op. cit., pág. 19.

10

CRARY, JONATHAN, 2015, 24/7. El capitalismo tardío y el fin del sueño, Ariel, Madrid. Versión electrónica. 11

Ibíd.

12

MARINETTI, FILIPPO TOMMASO, 1909, Manifiesto futurista, op. cit. !15


resultado es una experiencia de jouissance,13 un placer libidinal —y capitalista—, que sumerge la realidad cada vez más en esa velocidad absoluta cuya rapidez impide una posible respuesta crítica. En el contexto actual, “el planeta se reimagina como un puesto de trabajo sin descanso, un centro comercial siempre abierto, con opciones, tareas, selecciones y digresiones infinitas”,14 en el que cada individuo debe “ajustarse al funcionamiento ininterrumpido de los mercados, de las redes de información y otros sistemas”, dando lugar a “un modelo no social de rendimiento propio de máquinas y una suspensión de la vida que no revela el coste humano que se necesita para mantener su eficacia”.15 El aumento de la automatización permite este mantenimiento, al tiempo que, cada vez más, la labor humana es sustituida por máquinas conectadas a otras máquinas, en un proceso más eficiente y más rápido.16 Con ellas, el modelo capitalista puede operar en un estado de desvelo, en el que “producir, consumir y desechar tienen lugar sin pausa, acelerando la extinción de la vida y el agotamiento de los recursos”.17

13

NOYS, BENJAMIN, 2018, Velocidades malignas, Materia Oscura, Segovia, pág. 31. 14

CRARY, JONATHAN, 2015, 24/7. El capitalismo tardío y el fin del sueño, op. cit.

15

Ibíd.

16

SRNICEK, NICK y WILLIAMS, ALEX, 2017, Inventar el Futuro. Poscapitalis mo y un mundo sin trabajo, Malpaso Ediciones, Barcelona, pág. 119. 17

CRARY, JONATHAN, 2015, 24/7. El capitalismo tardío y el fin del sueño, op. cit. !16


CATÁSTROFE

“Los trenes solo empiezan a existir cuando descarrilan”.18 “Después de haber sido bombardeado implacablemente por la propaganda de la seguridad en las carreteras, haber tenido un accidente real era casi un alivio.”19

18

PEREC, GEORGES, 2013, Lo infraordinario, Eterna Cadencia, Buenos Aires.

19

BALLARD, JAMES GRAHAM, 1979, Crash, Minotauro, Barcelona. !17


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Dice Paul Virilio que inventar un objeto técnico es inventar un accidente. Así, la invención de la locomotora es también la invención de su descarrilamiento. Pero este descarrilamiento supone un accidente concreto, local, y ahora, en nuestra sociedad globalizada y acelerada, nos vemos abocados a la posibilidad de descubrir un accidente integral, de carácter mundial, con la inevitable posibilidad de no tener capacidad de respuesta suficiente. Pese a la intención de control, el progreso siempre avanza sin control hacia el accidente. Sólo cuando éste llega surgen las medidas de prevención.20 Graciela Speranza, en su ensayo Cronografías, usa como punto de partida el cuadro de La durée poignardée, de Magritte, pero contrapone esta obra, que entiende como metáfora de un tiempo aplastante y siempre en fuga, con la del artista argentino Adrián Villar-Rojas, a la que entiende como un posible punto final.21 Today We Reboot the Planet, la obra de Villar-Rojas, está constituida un conjunto de esculturas realizadas en arcilla cruda, cemento y adobe  —un material que se resquebraja poco después de darle forma— que recrean, entre otras cosas, objetos banales de nuestra sociedad consumista: un iPod, una tableta o un par de zapatillas. Apoyados en su frágil materialidad, buscan crear 20

“El historiador James Beniger cuenta que los primeros problemas de control surgieron cuando tuvieron lugar las primeras colisiones entre trenes, poniendo en peligro las mercancías y las vidas humanas. La señalización de las vías de ferrocarril y los aparatos de medida de los tiempos de recorrido y de transmisión de los datos tuvieron que ser inventados con el fin de evita estas catástrofes. El telégrafo, los relojes sincronizados, los organigramas en las grandes empresas, los sistemas de pesos, las hojas de ruta, los procedimientos de evaluación de los rendimientos, los mayoristas, la cadena de montaje, la toma de decisión centralizada, la publicidad en los catálogos, los medios de comunicación de masas, fueron dispositivos inventados durante este periodo para responder, en todas las esferas del circuito económico, a una crisis generalizada del control ligada a la aceleración de la producción que provocaba la revolución industrial”, TIQQUN, 2015, La hipótesis cibernética, op. cit., pág. 99. SPERANZA, GABRIELA, 2017, Cronografías. Arte y ficciones de un tiempo sin tiempo, op. cit., pág. 12. 21

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conciencia del tiempo que vivimos, un tiempo marcado por una visión que aún cree en una forma de progreso en la que se pueden explotar los recursos del planeta sin atender a las consecuencias sobre la vida futura. En ese futuro, sin embargo, el progreso no aspira ni siquiera a convertirse en ruina; sólo quedan los escombros de nuestra propia civilización. Polvo. “Si las cosas continúan en el rumbo en el que están, la narrativa más verosímil nos dice todos —o los pocos que resten— viviremos cada vez peor, en un mundo cada vez más parecido a aquellos concebidos por la gnosis distópica de Philip K. Dick. Mundos, o pseudomundos donde

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el espacio y el tiempo comienzan a pudrirse y a desintegrase”22 El aumento en la violencia y la frecuencia de inundaciones, tormentas, temporales o sequías; el muchas veces negado cambio climático, o las extinciones animales y vegetales, ponen de relieve cómo la humanidad ha afectado a la geología del planeta, hasta configurar una fase nueva: el llamado antropoceno. Un periodo definido porque la acción humana sobre el planeta es tal que ha dado lugar a una nueva era geológica.23 Desde el punto de vista ecológico, la consciencia de nuestra enorme huella ambiental —consumimos más rápidamente el planeta de lo que tarda en regenerarse —24 nos aboca, transportados a velocidad absoluta en una máquina desbocada y sin freno, hacia la nada. “Nuestro tiempo es el tiempo en el que todo se acaba. Vimos acabar la Modernidad, la historia, las ideologías y las revoluciones. Hemos presenciado cómo se acababa el progreso: el futuro como tiempo de la promesa. (…) Ahora vemos cómo se terminan los recursos —el agua, el petróleo y el aire limpio— y cómo se extinguen los ecosistemas y su diversidad. Nuestro tiempo es aquel en el que todo se acaba, incluso el mismo tiempo. (…) Es el tiempo de la precarización, el agotamiento de los recursos, la destrucción ambiental, el malestar anímico y de la salud”. 25 22

DANOWSKI, DÉBORAH y VIVEIROS DE CASTRO, EDUARDO, 2019, ¿Hay mundo por venir? Ensayo sobre los medios y los fines, Caja Negra Editora, Buenos Aires, pág. 87. 23

Trischler, Helmuth, 2017, El Antropoceno, ¿un concepto geológico o cultural, o ambos?, en Desacatos no.54, Ciudad de México. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2017000200040 (Última consulta: 10 de agosto de 2019). 24

Informe WWF 2014. Disponible en: https://www.wwf.es/nuestro_trabajo_/in forme_planeta_vivo/ (Última consulta: 10 de agosto de 2019). GARCÉS, MARINA, 2017, Condición póstuma, en HERNÁNDEZ GÁLVEZ, ALEJANDRO (Ed.), Futuros, Arquine, Ciudad de México, pág. 14. 25

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Nuestro destino ya no es “la realización de la utopía social, (…) un ‘cielo’ de armonía de clase y abundancia material”.26 Es la catástrofe.

BUCK-MORSS, SUSAN, 1995, Dialéctica de la mirada: Walter Benjamin y el proyecto de los Pasajes, Machado Libros, Madrid, pág. 112. 26

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ANOMALÍA

“[En el siglo XX,] el papel del Estado fue determinante en la construcción de muchas grandes obras públicas, incluyendo obras arquitectónicas y espacios públicos que tenían como objetivo construir eso: lo público. En los últimos años, (…) la construcción de escuelas o universidades públicas se ha reducido. Antes tenía otra lógica y el papel del Estado mediante esas obras era abrir ciertos espacios que hoy ya no se tienen. La retracción del Estado tiene que ver con ese cambio de paradigma, en los años ochenta en Gran Bretaña y Estados Unidos, y luego en los noventa en otros países acompañado de la crisis económica”.27

ESQUIVEL, GERARDO, 2015, El problema de la desigualdad. Entrevista con Alejandro Hernández, en Arquine. Disponible en: https://www.arquine.com/el-problema-de-la-desigualdad-conversacion-con-gerardo-esquivel/ (Última consulta: 20 de agosto de 2019). 27

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Si el capitalismo fue una herramienta para actuar sobre la desigualdad y permitir un mayor y mejor reparto de la riqueza, —especialmente tras las Guerras Mundiales con la consumación del denominado Estado de Bienestar—, lo que vivimos ahora es una acumulación del capital en manos de unos pocos.28 Reinier de Graaf, uno de los socios principales de Office for Metropolitan Archives (OMA) y, durante mucho tiempo, director de AMO, el área de investigación y diseño de la oficina, utiliza este desplazamiento de capital y ese abandono de lo público para asegurar que la Arquitectura Moderna desarrollada durante el siglo XX es, en realidad, una anomalía. En su origen, sí trató de construir una sociedad más justa: “De Le Corbusier a Ludwig Hilberseimer, de los Smithsons a Jaap Bakema: (…) es difícil ver la ideología de la arquitectura moderna como otra cosa que (el sueño de) la movilidad social capturada en concreto”.29 Y esta movilidad social buscaba “nivelar el terreno de juego”.30 El capítulo Arquitectura o Revolución, con el que Le Corbusier cierra su libro Hacia una arquitectura, expone con precisión este hecho. El título juega con un doble sentido. De un lado, nos habla de una revolución necesaria para la arquitectura que sustituya el “trasto viejo, saturado de tuberculosis”31 en que se había convertido la casa con la ciudad industrial que enfermaba el cuerpo y el espíritu. De otra parte, la arquitectura moderna que proponía era una alternativa a una posible sublevación social. 28

NAVARRO, VIÇENS, 2011, Concentración de la riqueza, en Público. Disponible en: http://www.vnavarro.org/?p=6751 (Última consulta: 20 de agosto de 2019). 29

DE GRAAF, REINIER, 2017, La arquitectura hoy es una herramienta del capital, cómplice en un propósito antitético con su misión social, en HERNÁNDEZ GÁLVEZ, ALEJANDRO (Ed.), Futuros, Arquine, Ciudad de México, pág. 60. 30

Ibíd, pág. 62.

LE CORBUSIER, 1998, Hacia una arquitectura, Ediciones Apóstrofe, Barcelona, pág. 233. 31

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Después de todo, en 1923, el año en el que publicó su libro, la Revolución Rusa estaba todavía cercana, y las revoluciones, revueltas y rebeliones que demandaban una mejor calidad de vida equivalían al caos; la arquitectura, entendida como hecho social ejecutado desde por Estado, significaba la única salida posible ante una posible sublevación de una población civil descontenta. Era la materialización utópica de un Estado en paz. Así pues, la revolución pacífica de la arquitectura que debía contener la revolución violenta de las masas era, en realidad, un proyecto de políticas públicas, desarrollado y ejecutado especialmente en territorios occidentales, que se orientaron a la mejora de las condiciones de vivienda, educación y sanidad. Sin embargo, no hizo falta mucho tiempo para darse cuenta que, para unos pocos, era más rentable hacer vivienda privada, reduciendo los costos de mantenimiento y sus problemas derivados. “Desde principios hasta mediados de la década de 1970, la ventaja de las ganancias económicas sobre el retorno del capital empieza a disminuir por primera vez en el siglo pasado. A finales de ese decenio, un viento distinto comienza a soplar. La revolución conservadora barre primero Estados Unidos y luego Europa, lo que fuerza una agenda de liberalización económica y el recorte de los gastos gubernamentales. El tamaño del sector público se reduce de manera progresiva y los grandes proyectos de vivienda pública se convierten en cosa del pasado. Este periodo esencial y concurrente marca el fin de una creencia sin límites en los méritos de la arquitectura moderna. En 1972, el conjunto de vivienda social de Pruitt-Igoe en San Luis, Misuri, es derruido”. 32

DE GRAAF, REINIER, 2017, La arquitectura hoy es una herramienta del capital, cómplice en un propósito antitético con su misión social, op. cit, pág. 63. 32

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El fin de la Arquitectura Moderna, definido por Charles Jencks,33 es también la constatación de un cambio de políticas que tiene en su base una privatización de servicios hacia el carácter especulativo inmobiliario que busca la rentabilidad por encima de la integración social, demoliendo, de una vez por todas, los sueños de una la sociedad más justa.34 Al mismo tiempo, el control social ya no pertenece a la arquitectura sino que ha sido sustituido por mecanismos financieros. El sueño de una casa propia hará nacer la imagen del propietario. Y éste también se ha visto afectado por los empujes privatizadores de la economía. “Si antes de la década de 1970 los edificios se entendían como un gasto (público), después se convirtieron en un medio para obtener ganancias —lo que irónicamente sólo contribuyó a la presión para reducir los presupuestos de construcción. (…) Con valores de venta que sobrepasan los costos de producción actuales, la calidad ya no reside en el proyecto, sino en la ganancia potencial mediante la venta”.35 33

JENXKS, CHARLES, 1981, El lenguaje de la arquitectura posmoderna, Gustavo Gili, Barcelona, pág. 9. 34

“Hoy, el abandono de políticas públicas en materias como la vivienda prosigue y la construcción de la ciudad pertenece más al sector privado; se ve no sólo en la falta de inversión, también en la desaparición de célebres proyectos como Robin Hood Gardens, constantemente sometido a la acusación y culpabilidad políticos como el ex Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, quien señaló al diseño como responsable de fomentar la delincuencia y la pobreza. Es cierto que la aparición de numerosas esquinas, lugares cerrados y con mala visibilidad fueron escondite ideal para prácticas marginales que acabaron afectando a la seguridad y a la vida en el edifico, a lo que había que sumar su aspecto frío y su mala respuesta al envejecimiento, daba una imagen dura e inhabitable. Pero también es necesario apuntar que aquellas políticas de vivienda, junto con otras como el empleo o el acceso a servicios, se han ido poco a poco abandonando desde hace décadas”., HERNÁNDEZ, PEDRO, 2017, La experimentación en vivienda social ya sólo tiene lugar en el museo, en Arquine. Disponible en: https://www.arquine.com/alison-peter-smithsonrobin-hood-gardens-victoria-and-albert/ (Última consulta: 1 de agosto de 2019). DE GRAAF, REINIER, 2017, La arquitectura hoy es una herramienta del capital, cómplice en un propósito antitético con su misión social, op. cit, pág. 66. 35

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En este contexto, la arquitectura importa menos por su valor de uso y más por su valor como activo. Ello deriva en que, independientemente del costo real de la ejecución, la vivienda incrementa su valor, y este aumento de valor no se ha visto equiparado con una mejora en los salarios. Por ello, acceder a una vivienda depende ahora de bancos e hipotecas para poder efectuarse,36 lo que hará que, finalmente, la propiedad pertenezca, en realidad, a unos pocos.

LAZZARATO, MAURICIO, 2013, La fábrica del hombre endeudado. Ensayo sobre la condición neoliberal, Amorrortu, Buenos Aires, pág. 11. 36

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CRISIS

De acuerdo a Nick Srnicek, “hay tres momentos en la historia relativamente reciente del capitalismo que son particularmente relevantes (…): la respuesta a la recesión de 1970; el boom y la caída de las punto-com en los años 1990, y la respuesta de la crisis de 2008”.37 Tres crisis propiciadas por el propio modelo capitalista. Y éstas pueden explicarse señalando las transformaciones de las relaciones de propiedad de los últimos cien años. Los años 70 no sólo dieron cuenta de la pérdida de la inversión pública, delegada cada vez más a fuentes privadas, sino que también supuso el comienzo de la destrucción de los logros laborales conseguidos en décadas anteriores. La posguerra de la Segunda Guerra Mundial había sido un “insostenible buen periodo para el capitalismo”38. La gran industria manufacturera fondista —centrada en la producción masiva en serie— organizaba a sus trabajadores en grandes fábricas, permitiendo su organización colectiva y sindical. Esto aseguró que, hasta entonces, “los salarios crecieran (…) con trabajos relativamente permanentes (…) y jubilaciones

37

SRNICEK, NICK, 2018, Capitalismo de plataformas, Caja Negra Editora, Buenos Aires, pág. 15. 38

Ibíd., pág. 18. !29


garantizadas”39 mientras “el Estado de bienestar redistribuía el dinero entre los que quedaban fuera del mercado laboral”.40 En ese periodo, “se empieza a entrever la época postindustrial, la revolución microelectrónica, el principio de la red, la proliferación de los agentes de comunicación horizontal, y, por tanto, la disolución de la política organizada, la crisis de los estados- nación y de los partidos de masas”.41 Además, el auge de las industrias alemana y japonesa aumentó la competitividad global y la producción de manufactura creció, lo que derivó en una bajada de los precios para poder mantenerse competitiva. “De cara a la declinante rentabilidad, los fabricantes hicieron esfuerzos para revivir sus negocios. (…) El modelo fordista estadounidense tenía que ser remplazado por el toyoista japonés (…), la producción debía ser optimizada. Una suerte de hipertaylorismo apuntó a descomponer el proceso en sus partes más pequeñas y a asegurarse de que entrara en la secuencia la menor cantidad de impedimentos y tiempos muertos. Se organizó todo el proceso para que fuera lo más austero posible (…), despidiendo a todo trabajador excedente y manteniendo los inventarios al mínimo. Esto fue ordenado y habilitado por el surgimiento de un software cada vez más sofisticado para ordenar cadenas de suministro”.42 Como las empresas japonesas y alemanas, junto a otras como las Corea, Taiwan, Singapur o China, también realizaban sus propios esfuerzos para reducir los gastos de producción, se generó una mayor competencia 39

Ibíd., pág. 20.

40

Ibíd., pág. 20.

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BIFO BERARDI, FRANCO, 2007, Generación post-alfa: patologías e imaginar ios en el semiocapitalismo, Tinta Limón, Buenos Aires, pág. 36. 42

SRNICEK, NICK, 2018, Capitalismo de plataformas, op. cit., pág.21. !30


internacional y una nueva bajada en los precios. Ello acabó por afectar a los derechos laborales: “[los sindicatos en el mundo occidental] sufrieron trabas legales, la desregulación de varias industrias y una caída en la cantidad de afiliados. Las empresas aprovecharon para reducir los salarios y empezar a subcontratar o terciarizar cada vez más” y dando lugar a un empleo con sueldos menores, más flexible y sometido a mayores presiones laborales. En la década de los 80, “el eco del viejo y conocido eslogan de Margaret Thatcher, There Is No Alternative, situó al liberalismo económico, y con ello al libre comercio y la desregulación del mercado, como el mejor y único modo para el desarrollo de las sociedades modernas”.43 La caída de la URSS a final de esa década y el anuncio del “colapso y agotamiento de ideologías alternativas”,44 terminaron por permitir una ilimitada expansión capitalista en su modelo neoliberal. “En lugar de reducir el tiempo de trabajo socialmente necesario y liberar tiempo de vida del trabajo, el capital logró, en los años de la reestructuración y de la afirmación del neoliberalismo, destruir la organización obrera. (…) A partir de los años 80, estamos obligados a trabajar cada vez más para compensar la merma continua del poder adquisitivo de los salarios [y] para enfrentar la privatización de un número creciente de servicios sociales”.45 Una nueva crisis llegaría a principios del cambio de milenio. Antes, en la década de los 90, se había vivido el auge de las empresas punto-com, que supuso “la

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AGUIRRE, PEIO, 2016, en FISHER, MARK, 2016, Realismo Capitalista. ¿No hay alternativa?, Caja Negra Editora, Buenos Aires, pág. 10. 44

FUKUYAMA, FRANCIS, 1992, El fin de la Historia y el último hombre, Planeta, Madrid. BIFO BERARDI, FRANCO, 2007, Generación post-alfa: patologías e imaginar ios en el semiocapitalismo, op. cit, pág 27. 45

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comercialización de lo que había sido, hasta ese momento, una Internet mayormente no comercial”.46 La década que cerraba el siglo XX se caracterizó por la alta especulación financiera, alimentada por grandes capitales de riesgo y centrada en el sector de la telecomunicaciones —a fin de sustituir un cada vez más estancado sector manufacturero. Las inversiones se orientaron en la idea de una rentabilidad futura, con negocios que apenas saben beneficios pero con los que se esperaba dominar un nicho de mercado del que se esperaba diera frutos años después.47 La inyección de capital también propició una mayor inversión en tecnología de la información:48 mejora en los equipos técnicos; desarrollo de software; creación de nuevos y mejores servidores y bases de datos, y expansión de infraestructura mundial, con la instalación de enormes cables submarinos y fibra óptica en las ciudades. Con estos antecedentes, Internet fue introducido en las oficinas como parte integral de la cotidianidad laboral. La mejora de las telecomunicaciones derivó también en una mayor deslocalización y terciarización, desplazando los centros de producción de manufactura hacia la ‘periferia global’, “dado que los costos de coordinación

46

SRNICEK, NICK, 2018, Capitalismo de plataformas, op. cit., pág.24.

47

Es famoso el caso de Google. Lanzada en 1998, su web se rehusó hasta el año 2000 a tener publicidad. Como apunta Nick Srnicek, “Google fue de las primeras empresas en recibir financiación de riesgo en 1998. (…) A estas alturas, Google había estado recopilando datos de usuarios a partir de sus búsquedas y usando estos datos para mejorar[las]. (…) Pero no había un valor sobrante del que google pudiera generar ingresos. (…) Eventualmente comenzó a utilizar los datos (…) para vender espacio publicitario personalizado a los anunciantes mediante un sistema de búsqueda cada vez más automático”. Con la introducción de AdWords debido a presiones de los inversores en 2000, Google renunció a esta política inicial, en la que la ausencia de publicidad se definía “como un signo de la independencia de los resultados de una búsqueda”, Ibíd., pág. 52. “En 1980, el nivel de inversión anual en computadoras y equipamiento periférico fue de 50.100 millones de dólares; para 1990 había alcanzado los 154.000 millones, y en el punto más alto de la burbuja, en 2000, llegó a un pico de 412.800 millones”, Ibíd., pág. 26. 48

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se redujeron drásticamente”.49 Otra consecuencia de la crisis de finales de los 90 fue que, para poder incentivar la economía, las tasas de las hipotecas bajaron, creando la semilla de la burbuja inmobiliaria que acabó en la crisis de 2008. La posible quiebra de ésta fue atenuada gracias a los recortes y las políticas de austeridad por parte de los Estados, que hicieron frente a las pérdidas de la banca a través de la deuda pública. Los grandes capitales, actualmente representados en empresas tecnológicas y de telecomunciaciones, han hecho común la evasión de impuestos en paraísos fiscales50 mientras “la sociedad entera queda endeudada”. La austeridad se enfoca en los trabajadores que deben “tomar a su cargo todo lo que las empresas y el Estado benefactor ‘externalizan’ en la sociedad, y en primer lugar la deuda”. Con este sistema, “el bloque del poder neoliberal (…) quiere llevar hasta sus últimas consecuencias el programa [político que nos ha conducido a la última crisis financiera], cuya aplicación integral sueña desde la década de 1970: reducir los salarios al nivel mínimo, cortar los servicios sociales (…) y privatizarlo todo”.51 La crisis persistente “origina una demanda de servicios más baratos y más oportunidades de ganarse la vida, sin importar cuán precarias sean las condiciones de

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“En la década de los 90, Nike se convirtió en un ideal corporativo por subcon tratar, dado que mucho de su trabajo lo contrataba a terceros. En lugar de adoptar una integración verticalista, Nike se armó sobre un pequeño núcleo de diseñadores y promotores de marca, que luego terciarizaban la fabricación de sus productos a otras empresas. Como resultado, para 1996 la gente ya expresaba la preocupación de que estábamos haciendo la transición hacia una era del ‘justo a tiempo’ [just-in-time] de trabajadores ‘desechables’”, Ibíd., pág. 73. 50

Las empresas de telecomunicaciones, debido a su propia condición, “sólo necesi tan trasladar la propiedad intelectual (en vez de fábricas enteras) a otras jurisdicciones” con lo que “la evasión fiscal les es particularmente sencilla”, Ibíd., pág. 33. LAZZARATO, MAURICIO, 2013, La fábrica del hombre endeudado. Ensayo sobre la condición neoliberal, op. cit., pág. 12. 51

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trabajo”.52 Con el aumento de los niveles de desempleo, las políticas laborales avanzaron hacia una mayor temporalidad, presionando más a los trabajadores y defendiendo estas condiciones como únicas posibles.53 Esto se combina con la nueva realidad tecnológica, que impone horarios ilimitados, provocando “la disolución de la mayoría de las fronteras que separan el tiempo privado y profesional, el trabajo y el consumo”.54 Y así, “las plataformas digitales han logrado convertir un mercado ya de por sí explotador y extractor (véase Walmart), en una versión del mismo aún más deshumanizante (véase Amazon)”.55

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MOROZOV, EVGENY, 2018, Capitalismo Big tech ¿Welfare o Neofeudalismo Digital?, Enclave de Libros, Madrid. 53

“No importa que te quejes de las horas extra sin pagar, de que el salario no te per mite sobrevivir o de que no se cumple tu contrato: siempre hay alguien dispuesto a recordarte que debes estar agradecido por tener trabajo”, PUERTAS, NAIARA, 2019, Al menos tienes trabajo, Antipersona, Madrid. 54

CRARY, JONATHAN, 2015, 24/7. El capitalismo tardío y el fin del sueño, op. cit.

RUSHKOFF, DOUGLAS, 2018, La supervivencia de los más ricos y cómo tra man abandonar el barco, en CTXT. Disponible en: https://ctxt.es/es/20180801/Politica/21062/tecnologia-futuro-ricos-pobres-economia-Douglas-Rushkoff.htm (Última consulta: 20 de septiembre de 2019). 55

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MEGAESTRUCTURA

Construido gracias al apoyo de la industria militar56 y a la inversión privada, Internet: “es un conjunto descentralizado de redes de comunicación interconectadas que utilizan la familia de protocolos TCP/IP, lo cual garantiza que las redes físicas heterogéneas que la componen formen una red lógica única de alcance mundial. (…) Uno de los servicios que más éxito ha tenido en internet ha sido la World Wide Web, hasta tal punto que es habitual la confusión entre ambos términos. La WWW es un conjunto de protocolos que permite, de forma sencilla, la consulta remota de archivos de hipertexto. Esta fue un desarrollo posterior (1990) y utiliza Cabe recordar que el origen de Internet se remonta a 1969, cuando se estableció la primera conexión de computadoras, conocida como ARPANET, entre tres universidades en California. El proyecto ARPANET fue financiado y apoyado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés): “Internet es una máquina de guerra concebida por analogía con un sistema de autovías —que fue también creado por el ejército estadounidense como herramienta descentralizada de movilización interior—. Los militares de EEUU. querían un dispositivo que preservara la estructura de mando en caso de ataque nuclear. La respuesta consistió en una red electrónica capaz de redirigir automáticamente la información aunque la casi totalidad de los enlaces estuvieran destruidos, permitiendo así que permanecieran en comunicación las autoridades supervivientes y que siguiese siendo posible la toma de decisiones”, TIQQUN, 2015, La hipótesis cibernética, op. cit., pág. 75. 56

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internet como medio de transmisión. Existen muchos otros servicios y protocolos en internet: el envío de correo electrónico (SMTP), la transmisión de archivos (FTP y P2P), las conversaciones en línea (IRC), la mensajería instantánea y presencia, la transmisión de contenido y comunicación multimedia —telefonía (VoIP), televisión (IPTV)—, los boletines electrónicos (NNTP), el acceso remoto a otros dispositivos (SSH y Telnet) o los juegos en línea”.57 Su configuración, además, amplía las nociones tradicionales de organización territorial, al superar y moverse por encima y más allá de los límites de los Estados-nación. Benjamin H. Bratton define este modelo como The Stack, una “mega-estructura accidental (que contiene este Internet pero también mucho más)”58 y que está definida por un apilamiento59 conformado por seis capas: Tierra, Nube, Ciudad, Dirección, Interfaz, Usuario. Bratton esquematiza estos seis niveles como plataformas con cierta independencia pero vinculadas entre sí. Como explica José Pérez de Lama, estos niveles “no [son] sólo hardware, software y redes (…) sino que incorporan también a la Tierra –los recursos materiales y energéticos y de la vida en general, los territorios geográficos en su sentido tradicional y la biosfera-, y en el otro extremo a los Users, nivel o categoría en la que propone incorporar no sólo a los humanos sino a todo tipo de bots, sensores, actuadores, máquinas varias, 57

Definición en Wikipedia. Disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Internet (Última consulta 5 de agosto de 2019). 58

Accidental porque no ha sido planeada. “Cada [capa] produce sus propias lógicas de escala, fisicalidad, textualidad, encarnación, fuerza, movimiento, estabilidad y, quizás lo más importante, cómo cada una de estas lógicas proporciona accidentes productivos que pueden dirigirnos hacia resultados de diseño inesperados”, BRATTON, BENJAMIN H., 2015, The Stack, Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, pág. 82. 59

La definición de Stack es literalmente apilamiento. !37


animales y entes susceptibles de conectarse o ser conectados a las redes para emitir y recibir información”.60 Las capas abarcan tanto lo global como lo local, pero también lo geoquímico, lo fenomenológico o lo material: cables, antenas, satélites, centros de datos, teléfonos, apps,… e, incluso, los minerales —y las minas donde se extraen— con los que se ejecutan las placas bases de nuestro hardware. Todo ello operando de forma interconectada, obligando a repensar los dispositivos y aparatos tecnológicos desde una lógica rizomática.61 Sin embargo, pese a todo este aparataje, Internet —y en particular la World Wide Web— ha tendido a pensarse desde un sentido de vista inmaterial, hasta el punto que es descrito como ‘la nube’. “[Ésta] es quizá una de las metáforas más engañosas que el marketing haya acuñado, porque detrás de ella no hay nada ligero ni intangible”.62 La supuesta espectralidad de esta enorme infraestructura transnacional oculta e invisibiliza los mecanismos de explotación y acumulación sobre los que se asienta, reafirmando las ideas de Walter Benjamin en torno al concepto de fantasmagoría que, a su vez, había retomado de Marx para referirse a la apariencia engañosa de las mercancías como fetiches en el 60

PÉREZ DE LAMA, JOSÉ, 2018, The Stack de Benjamin Bratton, una reseña. Disponible en: https://arquitecturacontable.wordpress.com/2018/02/09/the-stackbratton-resena/ (Última consulta 5 de agosto de 2019). 61

“Por ejemplo, el diseño integrado de automóviles sin conductor incluye interfaces de navegación, hardware rodante computacionalmente intensivo y ambientalmente consciente, y sistemas de calles que pueden organizar los efectos en red de cientos de miles de robots a toda velocidad. La próxima forma estable del ‘automóvil’ (una descripción que se volverá quizás más y más precisa) puede ser como una plataforma móvil en la nube dentro de la cual los usuarios naveguen por la capa City en un Stack más grande de acuerdo con escenarios aumentados e interfaces superpuestas y accionadas por redes de electrones y bits”. BRATTON, BENJAMIN H., 2015, The Stack, op. cit., pág. 12. DE VICENTE, JOSÉ LUIS, 2013, El peso de la nube, en CCCBLAB. Disponible en: http://lab.cccb.org/es/el-peso-de-la-nube/ (Última consulta 5 de agosto de 2019). 62

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mercado. Este fetichismo de la mercancía se describe cómo el valor de cambio oculta la fuente del valor en el trabajo productivo, quedando en puro valor representacional.63 Es decir, la mercancía, expuesta en las vitrinas de los pasajes parisinos, no permitía hacer visible la explotación, ya sea humana y/o medioambiental. ‘La nube’ es el lugar donde se localizan nuestras fotos, nuestros correos electrónicos y demás huellas en la red. Una acumulación de datos que se almacena, a su vez, en enormes edificios anodinos sin apenas presencia humana: los data centers. Estas construcciones, autenticas expresiones de la acumulación por parte de las grandes empresas de telecomunicaciones, son apenas contenedores, de hecho, “no son ni siquiera edificaciones (…), sin signos de identificación exterior ni logos corporativos que permitan asociar el contenedor con lo que su interior preserva”.64 Su materialidad, y casi todo lo que decide su formalización, está atravesada por decisiones económicas: “el 85% del coste de [su] construcción va a parar a sus sistemas mecánicos y eléctricos. A estos les envuelve tan poca arquitectura como sea posible”.65 Después de todo, “sabiendo que el centro de datos promedio se vuelve obsoleto en menos de 10 años, los desarrolladores se preocupan por mantener los costos bajos, no por la apariencia física de tales estructuras”.66 Esta lógica económica afecta incluso a su localización. Ubicados “en lugares seguros y anónimos, lejos de miradas indiscretas y de la amenaza de los 63

DÍEZ DE BALDEÓN, ALICIA, 2013, Las ferias de Arte como historia del arte, en DÍAZ SÁNCHEZ, JULIAN, Arte, diseño y moda. Confluencia en el sistema artístico, Universidad de Castilla la Mancha, pág. 131. 64

DE VICENTE, JOSÉ LUIS, 2013, El peso de la nube, op. cit.

65

Ibíd.

VARNELIS, KAZYS, 2014, Eyes That Do Not See: Tracking the Self in the Age of the Data Center, en Harvard Design Magazine No.38: Do You Read Me? Disponible en: http://www.harvarddesignmagazine.org/issues/38/eyes-that-do-not-see-trackingthe-self-in-the-age-of-the-data-center (Última consulta 6 de agosto de 2019) 66

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manifestantes”, atienden a factores como el coste y la disponibilidad del suelo; los incentivos fiscales que pueden conseguir, y, “por encima de todo, [a]l acceso directo a infraestructuras que le ofrezcan grandes cantidades de electricidad a bajo precio, y [a] un clima seco y frío que facilite la tarea de mantener bajo control la temperatura en su interior”.67 El alto costo que supone su mantenimiento está definido por la necesidad de estar siempre en pleno funcionamiento. “El centro de datos se deriva del almacén y el supermercado, no un lugar de producción tanto como de rendimiento, destinado a maximizar los flujos. (…) Su función no es maximizar el almacenamiento, sino optimizar el flujo, haciendo posible el aluvión de actualizaciones de estado que se nos presentan, ya sea desde sitios de redes sociales, canales de noticias o correos electrónicos, a los que nos condicionamos para responder instantáneamente”.68 El data center “es un inmenso almacén oscuro en el que nunca se enciende la luz”.69 En su interior encontramos “una fila tras otra de servidores idénticos apilados de piso a techo, hilando y escribiendo la vida de millones (…) de usuarios globales”.70 Poco más. Incluso el número de trabajadores es reducido; unos pocos empleados pueden atender varios miles de servidores. Son espacios pensados para las máquinas, capaces de

67

DE VICENTE, JOSÉ LUIS, 2013, El peso de la nube, op. cit.

68

VARNELIS, KAZYS, 2014, Eyes That Do Not See: Tracking the Self in the Age of the Data Center, op. cit. 69

DE VICENTE, JOSÉ LUIS, 2013, El peso de la nube, op. cit.

YOUNG, LIAM, 2019, Los edificios donde guardamos el mundo, en HERNÁN DEZ GÁLVEZ, ALEJANDRO (Ed.), Donde termina la ciudad, Arquine, Ciudad de México, pág. 52. 70

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atender, sin cansarse, las repetitivas tareas que requieren estos lugares para mantener su funcionamiento.71

KLEYMAN, BILL, 2013, The Role of Robotics in Data Center Automation. Disponible en: https://www.datacenterknowledge.com/archives/2013/12/18/rolerobotics-data-center-automation (Ăšltima consulta 7 de agosto de 2019). 71

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DATO

“En Internet, nadie sabe que eres un perro”.72 “Horas después recibo en el celular un mensaje de mi amiga: ‘Tengo que contarte algo’. Yo respondo: ‘Si se trata de algo personal, mejor dímelo al oído’”.73

72

‘On the Internet, nobody knows you're a dog’ es una frase aparecida en una viñeta dibujada por Peter Steiner y publicada en The New Yorker el 5 de julio de 1993. LÓPEZ CARRILLO, ARMANDO, 2013, The day after, en Arquine. Disponible en: https://www.arquine.com/the-day-after/ (Última consulta: 29 de agosto de 2019). 73

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¿Qué guardan exactamente los servidores de Internet? “Contienen todo sobre quiénes somos. Todos nuestros sueños y nuestros miedos, historias y futuros, yacen [ahí]”,74 resumidos en forma de datos sobre nosotros. Datos que deben “ser grabados, (…) [que necesitan] sensores para ser capturado[s] y sistemas de almacenamiento para su mantenimiento”.75 Los datos tienen, por tanto, sustancia, son un hecho material. Con la crisis de manufacturas, el dato se ha convertido en una nueva materia prima, altamente disponible y gratuita para la empresas, y, de forma similar al de la antigua industria, “se extrae, se refina y se usa de distintas maneras”.76 La toma de datos no es algo nuevo, sin embargo, en el siglo XXI, “la tecnología necesaria para convertir actividades en simples datos grabados se volvió más barata; y el paso a las comunicaciones con base digital volvió el registro excesivamente simple”.77 Gracias a ello, “surgieron nuevas industrias para extraer[los] y utilizarlos de manera tal de optimizar los procesos de producción, llevar un conocimiento interno de las preferencias de los consumidores [o] controlar a los trabajadores”.78 Nick Srnicek denomina a este modelo empresarial ‘Plataforma’, “infraestructuras digitales [que] se posicionan como intermediarias que reúnen diferentes usuarios: clientes, anunciantes, proveedores, productores, distribuidores e incluso objetos físicos”.79 Por su parte, la captura cada vez más creciente de datos ayuda a establecer cada vez mayores y mejores criterios de registro. 74

YOUNG, LIAM, 2019, Los edificios donde guardamos el mundo, op. cit., pág. 51.

75

SRNICEK, NICK, 2018, Capitalismo de plataformas, op. cit., pig. 41.

76

Ibíd., pág. 43.

77

Ibíd., pág. 43.

78

Ibíd., pág. 43.

79

Ibíd., pág. 45. !45


“Frente a la (…) opacidad de la realidad, los datos se presentan como pura positividad, como exterioridad desplegada y en cuanto tal nos alivian de esa condición de intemperie porque, al menos en una primera instancia, nos hacen sentir orientados”.80 Sus análisis, además, dan lugar a nuevos datos, haciendo que la tecnología de estas compañías avance hacia nuevos modelos extractivos, ya no centrados en recursos naturales, sino en la captura completa de nuestra vida, incluso a pesar del coste económico que muchas veces supone su mantenimiento.81 Para que el modelo extractivo opere es necesario conseguir un flujo constante e incesante de datos: “son como el agua de mar para un viajero perdido en el mar. La sed no puede ser apagada, pero eso sólo conduce al sistema frenético a tragos cada vez más gigantescos a medida que se vuelve espiral en la locura”.82 Para ello, y más en un contexto de competencia, es importante que las plataformas se orienten hacia la captura de la atención, es decir, a intentar mantener a los 80

LÓPEZ GABRIELIDIS, ALEJANDRA, 2018, Transparencia y sospecha, en HERNÁNDEZ GÁLVEZ, ALEJANDRO (Ed.), Revista Arquine No.84 | Vidrio, Ciudad de México, pág. 111. 81

“El rápido ascenso de las plataformas digitales ha generado un Estado de Bienes tar paralelo, privatizado y casi invisible, en el que muchas de nuestras actividades cotidianas están fuertemente subvencionadas por enormes empresas tecnológicas (interesadas en obtener nuestros datos) o, en el caso de empresas más pequeñas y startups, financiadas por inversores de capital riesgo que esperan que sus pérdidas a corto plazo les aseguren una posición dominante y duradera en el futuro. El caso de Uber es bastante ilustrativo, ya que nos permite comprender que la retribución que obtienen de sus usuarios es a menudo inferior a los costes operativos del servicio. Los grandes inversores de Uber, desde el gobierno de Arabia Saudita hasta Goldman Sachs, son los que asumen las pérdidas. Ello explica cómo una empresa actualmente valorada en más de 60.000 millones de dólares todavía puede incurrir en pérdidas de miles de millones de dólares”. MOROZOV, EVGENY, 2018, Capitalismo Big tech ¿Welfare o Neofeudalismo Digital?, op. cit. ZUBOFF, SHOSHANA, 2014, Entrevista con Jörg Heiser: Safety in Numbers? Disponible en: https://frieze.com/article/safety-numbers (Última consulta: 15 de agosto de 2019). 82

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usuarios el mayor tiempo posible dentro de la plataforma.83 Después de todo, si la economía es la gestión de los recursos disponibles —que se entienden limitados—, en un momento en el que la información crece exponencialmente, ¿cuál es el recurso que se define por su escasez? Lo que falta es tiempo: tiempo para atender toda la información que nos llega. "La concepción temporal que hoy predomina es como una página web de scroll infinito”; el contenido se mueve hoy por las pantallas a una velocidad inusitada, en "una sucesión constante de eventos que se desplazan unos a otros rápidamente”.84 Pese a que este modelo no necesita el tiempo completo de la vida de un ‘obrero’ o trabajador sino sólo breves fragmentos e instantes de periodos aislados,85 la necesidad de una atención total, de atrapar nuestra mirada lo más posible, pasa a ser el denominador común de estas empresas, que intentan por encima de todo que el usuario no salga de ellas, a fin de mantener la acumulación de datos en un ritmo constante.86 La tendencia que siguen, por ello, es hacia la monopolización, primero de nuestra atención y de nuestro tiempo, después de nuestros datos. Por ejemplo, Facebook no sólo ha ampliado su negocio con la compra de WhatsApp o Instagram —empresas que cuando fueron adquiridas sólo contaban con unos pocos trabajadores—, sino que ha construido su interfaz con la 83

Según un estudio de GlobalWebIndex, la media de horas semanas que una persona ocupa actualizando sus redes sociales es de casi dos horas al día, más de un 8% de nuestro tiempo. Véase: http://www.forbes.com.mx/cuanto-tiempo-pasas-en-redessociales/ (Última consulta 15 de agosto de 2019). 84

CONCHEIRO, LUCIANO, 2016, Contra el tiempo. Filosofía práctica del in stante, Anagrama, Madrid, pág. 12. 85

BIFO BERARDI, FRANCO, 2007, Generación post-alfa: patologías e imaginar ios en el semiocapitalismo, op. cit., pág. 91. “Mientras más sean los usuarios que buscan en Google, mejores se vuelven sus algoritmos de búsqueda y más útil se vuelve Google para los usuarios (…) Más usuarios generan más usuarios.” SRNICEK, NICK, 2018, Capitalismo de plataformas, op. cit., pág. 47. 86

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idea de que no tengas que abandonarla nunca para acceder a un contenido. Con una idea similar, la plataforma Netflix no sólo abarca cada día más y más horas de contenido en streaming disponible en tan sólo un click, sino que ha llegado a asegurar, a través de su CEO, Reed Hastings, que sus principales competidores son el sueño,87 la lectura o una conversación con amigos.88 El futuro, además, se enmarca por la guerra abierta entre las distintas plataformas: “cada una de las principales empresas con sede en los EE.UU.: Facebook, Apple, Google, Amazon (más Walmart, Oracle, IBM, FedEx,UPS, Microsoft, Goldman Sachs, Cloudera, Dropbox y otros) encarnan y promulgan, cada uno de manera diferente, un prototipo para nuestro futuro”89, promulgando un lenguaje, una imagen y una realidad propia. Como apunta Boris Groys: “El objetivo de las guerras ya está establecido: el control sobre la red y los flujos de información que atraviesan su arquitectura. (…) la búsqueda del poder totalitario global no ha quedado atrás, sino que es una verdadera promesa de futuro. Si la arquitectura de red culmina en un edificio global, entonces debe haber una potencia que lo controle.90 Este control pasa también por construir todo el sistema y la infraestructura —hardware y software— que dan funcionamiento a la plataforma, no teniendo que 87

SULLEYMAN, AATIF, 2017, Netflix’s biggest competition is sleep. Disponible en https://www.independent.co.uk/life-style/gadgets-and-tech/news/netflix-downloadssleep-biggest-competition-video-streaming-ceo-reed-hastings-amazon-prime-skygo-a7690561.html (Última consulta 15 de agosto de 2019). 88

MOORE, MATHEW, 2019, TV’s golden age is closing the chapter on novels. Disponible en: https://www.thetimes.co.uk/article/tv-s-golden-age-is-closing-thechapter-on-novels-8qdndw9dh (Última consulta 15 de agosto de 2019). 89

BRATTON, BENJAMIN H., 2015, The Stack, op. cit., pág. 125.

GROYS, BORIS, 2010, Form, en METAHAVEN, Uncorporate Identity, Lars Müller, Baden, pág. 262. 90

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depender de terceras compañías. Eso explica las inversiones de empresas como Amazon en robótica o de servicios en la nube, la ejecución de grandes cableados submarinos o estaciones flotantes por parte de Google91 o el interés de Facebook por llevar Internet a cualquier lugar del planeta gracias al uso de drones solares.92 La tendencia monopolística se combina, además, con una tendencia totalizadora: que los datos de nuestro día a día puedan llegar a ser algo de valor monetario significa que “el capital se compenetra con todos los flujos vivientes. (…) Es necesario y suficiente que cualquier acción contingente sea tomada en el interior de una mezcla de dispositivos de vigilancia y de captura”.93 Este mecanismo permite que “diferentes procesos o ámbitos que previamente eran invisibles se conviertan en data que pueda ser trackeada, monitoreada y optimizada”,94 incluso con nuestra autorización. Mientras los usuarios aceptamos las condiciones de seguridad y privacidad al inscribirnos en una plataforma e interactuando a través de ella con servicios u otros usuarios, las plataformas registran todas nuestras huellas e interacciones. “Es un sistema que busca conocer a nuestros amigos y redes, ubicación física, datos biométricos, lo que leemos y escribimos (…), con 'selectores' y algoritmos que observan nuestras 91

CARROLL, RORY, 2013, Google’s worst-kept secret: floating data centers off US coasts. Disponible en: https://www.theguardian.com/technology/2013/oct/30/googlesecret-floating-data-centers-california-maine (Última consulta 15 de agosto de 2019). 92

BEAMONTE, PAOLA, 2019, Facebook y Airbus planean probar drones para conectar zonas remotas a internet. Disponible en: https://hipertextual.com/2019/01/ facebook-airbus-drones-internet (Última consulta 15 de agosto de 2019). 93

La diferencia entre ambos se determina en el régimen de visibilidad que establece cada uno. El modelo de vigilancia da lugar a una “visibilidad panóptica, centralizada”, mientras que el de captura es “un régimen de división en zonas descentralizado y en tiempo real”. TIQQUN, 2015, La hipótesis cibernética, op. cit., pág. 103. LÓPEZ GABRIELIDIS, ALEJANDRA, 2018, Transparencia y sospecha, op. cit., pág. 110 94

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comunicaciones para crear gráficos que nos identifiquen como 'objetivos' para otras formas de vigilancia más invasivas”.95 Shoshana Zuboff ha denominado a este modelo económico como capitalismo de vigilancia, un capitalismo nuevo, “constituido por mecanismos inesperados y a menudo ilegibles de extracción, mercantilización y control”.96 Su intención es que, al saber más sobre nuestra vida, mejor puede predecir sobre nuestros gustos y hábitos y ofrecer recomendaciones más precisas sobre qué lugares visitar, qué música escuchar, qué vídeos o películas ver o qué noticias leer. La tendencia dice que este fenómeno se ampliará, pues, “cuanta más información se suministre, mejores serán [las] predicciones”.97 Para ello, esta estructura vigilante debe “adentrarse cada vez más profundamente en nuestra vida diaria, en nuestra personalidad, en nuestras emociones”,98 mientras que su fin último es aprender tanto sobre las conductas que pueda “modificar el comportamiento humano como un medio para producir ingresos”.99 ¿Cómo realizar esto? “[Los] datos se pueden usar para cambiar el comportamiento dinámico del usuario en 95

POITRAS, LAURA, 2014, Entrevista con Jörg Heiser: Safety in Numbers? Disponible en: https://frieze.com/article/safety-numbers (Última consulta: 15 de agosto de 2019). 96

ZUBOFF, SHOSHANA, 2015, Big other: surveillance capitalism and the prospects of an information civilization. Disponible en: https://cryptome.org/ 2015/07/big-other.pdf (Última consulta: 25 de agosto de 2019). 97

MOROZOV, EVGENY, 2018, Capitalismo Big tech ¿Welfare o Neofeudalismo Digital?, op. cit. 98

ZUBOFF, SHOSHANA, 2019, El capitalismo de vigilancia destruye la naturaleza humana. Disponible en: https://www.xlsemanal.com/personajes/20190317/shoshanazubogg-capitalismo-de-vigilancia-nuevas-tecnologias.html (Última consulta: 15 de agosto de 2019). ZUBOFF, SHOSHANA, 2015, Big other: surveillance capitalism and the prospects of an information civilization, op. cit. 99

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tiempo real y desencadenar castigos (aumentos de tarifas, multas, toques de queda, bloqueos) o recompensas (descuentos, cupones, estrellas doradas para canjear) para beneficios futuros”:100 ‘Don’t Be Evil’.101 Se trata de configurar un mundo en el que “la comunicación e información lo penetra todo”102. Su objetivo “es el de una transparencia total” 103, reclamando para sí las “experiencias humanas privadas —que residen en nuestros cuerpos, en nuestras casas, en nuestras ciudades, en nuestra vida diaria— para convertirlas en datos de comportamiento e integrarlas al mercado”.104

100

ZUBOFF, SHOSHANA, 2016, The Secrets of Surveillance Capitalism. Disponible en: https://www.faz.net/aktuell/feuilleton/debatten/the-digital-debate/ shoshana-zuboff-secrets-of-surveillance-capitalism-14103616.html (Última consulta: 25 de agosto de 2019). 101

Lema de Google Inc.

102

HAN, Byung-Chul, 2012, La sociedad de la transparencia, Herder Editorial, Barcelona, pág. 86. 103

TIQQUN, 2015, La hipótesis cibernética, op. cit., pág. 103.

ZUBOFF, SHOSHANA, 2019, Entrevista con Lucía Blasco: Qué es el ‘oscuro’ capitalismo de la vigilancia de Facebook y Google y por qué lo comparan con la conquista española. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-47372336 (Última consulta: 15 de agosto de 2019) 104

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TRANSPARENCIA

“[El vidrio] es enemigo de la posesión”. 105 “Las acciones se tornan transparentes cuando se hacen operacionales, cuando se someten a los procesos de cálculo, dirección y control”. 106

105

BENJAMIN, WALTER, 1982, Experiencia y pobreza, en Obras II/1, Abadá, Madrid. 106

HAN, BYUNG-CHUL, 2012, La sociedad de la transparencia, op. cit., pág 11. !53


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Un espacio sin secretos es un espacio transparente. Ésa fue, también, una de las máximas de la arquitectura moderna y de su uso del cristal: el muro pesado y opaco debía ser eliminado, sustituido por la expresión de una delgada lámina permeable al ojo: “[estas] paredes de cristal, como los rayos X, son instrumentos de control. Desde afuera, el cristal exhibe [el interior] al público, asegurando conformidad con la comunidad”.107 En la Arquitectura Moderna, el vidrio representaba virtud. Siguiendo la metáfora médica de los rayos X, la vida sin secretos era también la creación de una salubre vida sin enfermedad: lo grotesco, lo distinto, lo malsano, también quedaba expuesto, permitiendo atacar cuando fuera necesario. Así, el vidrio no sólo muestra lo que contiene el interior —expone y saca todo a la luz— , sino que impermeabiliza el interior del exterior —esto es, no sólo separa el entorno climatizado y sano de la polución del mundo. La metáfora de la transparencia era —y sigue siendo— la imagen perfecta de un mundo racional y luminoso, que dominaba tanto los espacios domésticos —el ventanal que muestra al exterior lo perfecta que es la vida dentro de esas cuatro paredes— como los laborales. La vida entre las capas de vidrio se definió como un sueño utópico en el que la realidad se recluía en el interior de “un lujoso caparazón con el interior climatizado (…) [y donde] la coexistencia pacífica de todos con todos se daba por sentada”.108 Manifestaba el deseo por un mundo mejor. “Se apuntaba a una sociedad futura en donde todo sería transparente, honesto, ordenado, donde los individuos podrían congregarse y expresarse libremente en total armonía. Sin embargo, como terminó representando la arquitectura de cristal, el deseo utópico por la transparencia hizo poco para 107

COLOMINA, BEATRIZ, 2006, La domesticidad en guerra. Actar, Barcelona.

SLOTERDIJK, PETER, 2004, El palacio de cristal. Conferencia en el CCCB. Disponible en: http://www.cccb.org/rcs_gene/palacio_cristal.pdf (Última consulta: 29 de agosto de 2019) 108

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generar un cambio, y en algunos casos fortaleció el ascenso del capitalismo industrial y la formación de un mercado global”. 109 Si bien la llegada del vidrio industrial —junto con el acero y el hormigón armado— permitió que los interiores se abrieran, también construyó dispositivos de exhibición de productos. Para Walter Benjamin, los pasajes acrisolados de París eran esa manifestación material y arquitectónica de ese incipiente capitalismo globalizado. Sin embargo, no eran, como insinuaba, “el templo original del capitalismo de las mercancías”.110 Éste había nacido algunos años antes. Levantado en el Hyde Park de Londres para albergar la Gran Exhibición de 1851, el Palacio de Cristal de Joseph Paxton y Charles Fox “jugó un papel muy importante en la normalización del mercado global que puso en circulación productos industriales”.111 En su interior, se mostraban los prodigios técnicos de la emergente industria junto con elementos, objetos y productos de todo del mundo. Y tras su desmontaje y posterior reubicación en Sydenham Hill, se convirtió en un gigantesco jardín climatizado con plantas y animales de distintos lugares y latitudes. “De esta manera, el Palacio fue un trofeo de cristal para guardar los botines de la acumulación capitalista”:112 una herramienta extractiva y acumulativa de saberes y realidades, un gran contenedor de exhibición y el resumen de lo que vendrá después.

109

MCFARLANE, KEY, 2018, El efecto invernadero: la vida en arquitectura de cristal, en HERNÁNDEZ GÁLVEZ, ALEJANDRO (Ed.) Revista Arquine No.84 | Vidrio, Ciudad de México, pág. 103. 110

BUCK-MORSS, SUSAN, 1995, Dialéctica de la mirada: Walter Benjamin y el proyecto de los Pasajes, op. cit., pág. 99. 111

MCFARLANE, KEY, 2018, El efecto invernadero: la vida en arquitectura de cristal, op. cit., pág. 104. 112

Ibíd., pág. 104. !56


“A la construcción del Palacio de Cristal sólo le puede seguir la total ‘cristalización’113 de las condiciones de vida”:114 al implantar el vidrio sobre la arquitectura doméstica y laboral y encerrar tras ellos a los espectadores, la arquitectura moderna provocó que lo privado se confundiera con lo público y que el espacio pasara a ser un escenario para la exhibición de los habitantes. Se ha ejecutado la idea que Benjamin trazaba a principios del siglo XX: “quieren ir cubriendo con cristal la totalidad de las calles de París y convertirlas en […] invernaderos; viviremos ahí dentro como los melones”.115 Para ello, para transformar la vida en un producto, la transparencia se ha vuelto más efectiva; ampliándose más allá de la arquitectura y de los elementos arquitectónicos propiamente dichos, es decir, las ventanas, los escaparates o los muros de cristal. En la actualidad, el mundo privado-interior queda expuesto, pero a través de otras ventanas, unas portátiles y que nos caben en la palma de la mano, las pantallas de los teléfonos móviles. Esos dispositivos se han integrado en “nuestra propia materialidad corporal”116; se ubican de forma ubicua, omnipresente y aparentemente invisibles sobre cada uno de nosotros. El pasaje ha estallado y lo ha cubierto todo, dislocado en múltiples pantallas; la vida se nos aparece en una especie de vitrina en la que cada uno ha devenido en un producto de consumo, culminando así el interés más perseguido del diseño moderno: hacer del mundo una 113

“El término ‘cristalización’ designa el proyecto de una generalización normativa del tedio”, ya que en la construcción de la utopía transparente era también la generación de un mundo libre de tensiones y en paz perpetua. Para saber más, véase SLOTERDIJK, PETER, 2004, El palacio de cristal. op. cit. 114

Ibíd.

115

BRAZIER, GABRIEL y DUMERSAN, 1827, Les passages et les rues, París. Cit. en BENJAMIN, WALTER, 2005, Libro de los Pasajes, AKAL, Madrid. LÓPEZ GABRIELIDIS, ALEJANDRA, 2018, Transparencia y sospecha, op. cit., pág. 111. 116

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obra de arte total donde la forma última era “el diseño del sujeto”117 mismo. Se trataba de dar forma a cada uno de los aspectos de la vida, enfocándose en la apariencia de las cosas como el lugar donde se podía encontrar la esencia de las mismas. La creación del ‘hombre nuevo’ y esencial —que debía dejar atrás aquello que Le Corbusier llamó ‘bestia humana’—118 se convirtió en una prioridad: “en un mundo de diseño total, el hombre se vuelve una cosa diseñada, una suerte de objeto de museo, un cadáver a ser exhibido públicamente”.119 Ese ‘hombre nuevo’ debía “asumir una responsabilidad ética y estética por la i m a g e n q u e o f r e c e n a l m u n d o e x t e r i o r ” , 120 convirtiéndose, así, en un prisionero del diseño, incapaz de “delegar en otro las decisiones estéticas”121 y que sólo podía hacer una cosa: gestionar la imagen de su propio yo. Como entonces, en nuestra sociedad del espectáculo mediada por pantallas, en la que nos enfrentamos a la destrucción de la opacidad, lo privado y lo secreto, la vida se ha convertido en una performance en la que que el ‘yo’ se debe mostrar como un exitoso empresario de sí mismo.122 Hay que exponer sin miramientos una intimidad diseñada hasta el mínimo detalle. El diseño del ‘yo’ es hoy fundamental. “Así como el capitalismo industrial producía mercancía con valor de cambio y el capitalismo postfordista se orientó hacia la producción de

GROYS, BORIS, 2014, Volverse Público, Las transformaciones del arte en el ágora contemporánea, Caja Negra, Buenos Aires, pág. 23. 117

118

LE CORBUSIER, 1998, Hacia una arquitectura, op. cit., pág. 229.

119

GROYS, BORIS, 2014, Volverse Público, Las transformaciones del arte en el ágora contemporánea, op. cit., pág. 31. 120

Ibíd., pág. 31.

121

Ibíd., pág. 32.

122

FOUCAULT, MICHEL, 2009, El Nacimiento de la biopolítica, Akal, Madrid. !58


subjetividad, hoy la plusvalía se concentra en la autoproducción de identidad”.123 Se puede argumentar, pues, que “el mundo [es] un mercado en el que se exponen, venden y consumen intimidades. (…) El cuerpo se cosifica como un objeto de exposición al que hay que optimizar”.124 Esta optimización es también una transformación de lo que son, pues “para que los cuerpos entren en el torrente de comunicación digital, los mismos deben ser previamente formateados y perder toda ambigüedad y rastros de singularidad para hacerse compatibles con un código inter-operativo”.125 Cada persona debe reconfigurarse como objeto de exposición para adecuarse a un contexto acelerado en el que la capitalización de los deseos hace de la visibilidad una premisa vital —los likes valen dinero. Negarse a está actitud sería contraproducente: “‘Decir no’ tiene consecuencias. La primera, el malestar de aquel a quien se rechaza y la ruptura de un lazo posible para una red de apoyo futura. (…) La segunda (…) sería la pérdida de visibilidad en un contexto donde, antropológicamente, nombre y prestigio se apoyan en ella”.126 Por esta razón, seguimos diciendo ‘sí’ y “cumplimos de forma obediente con el mandato de reinventarnos todo el tiempo y de administrar nuestras intrincadas identidades”.127

123

PERAN, MARTÍN, 2015, Indisposición general. Os dije que estaba enfermo. Disponible en: https://osdijequeestabaenfermo.wordpress.com/2015/06/02/indisposicion-general-ensayo-sobre-la-fatiga-marti-peran/ (Última consulta: 29 de agosto de 2019). 124

HAN, BYUNG-CHUL, 2012, La sociedad de la transparencia, op. cit., pág 30.

125

LÓPEZ GABRIELIDIS, ALEJANDRA, 2018, Transparencia y sospecha, op. cit., pág. 113. 126

ZAFRA, REMEDIOS, 2017, El entusiasmo, op. cit.

127

CRARY, JONATHAN, 2015, 24/7. El capitalismo tardío y el fin del sueño, op.

cit. !59


Como “todo se mide en su valor de exposición”,128 cada sujeto pasa a ser tanto un espectador-consumista como un productor de un yo devenido imagen-simulacro que reclama, de forma constante, un segundo de atención. Cada persona “es su propio objeto de publicidad”.129 Como el sujeto moderno, el contemporáneo se centrará en la producción de la propia apariencia, pero manteniéndola en el diseño de su superficie. En esta “sociedad expuesta”,130 el sujeto se vacía, transformado en simulacro. El contenido no importa, “es completamente irrelevante, porque cambia constantemente”,131 nadie lo mira porque ya que no hay tiempo, ni para contemplar ni para reflexionar. Lo que queda son “fragmentos del yo que hacen crecer y acumular poderes y capital, poderes del capital”.132 Y, al estar sometida al interés privado de un puñado de empresas que capitalizan nuestros intereses para su propio beneficio,133 la vida, en pedazos, se vuelve más precaria: “no es posible habitar en [el

128

HAN, BYUNG-CHUL, 2012, La sociedad de la transparencia, op. cit., pág 29.

129

Ibíd, pág 29.

130

Ibíd, pág 29.

131

GROYS, BORIS, 2014, Volverse Público, Las transformaciones del arte en el ágora contemporánea, op. cit., pág. 34. 132

ZAFRA, REMEDIOS, 2015, La censura del exceso. Apuntes sobre Imágenes y Sujeto en la Cultura-Red. Disponible en: https://www.remedioszafra.net/ Art_RZafra-Paradigma.pdf (Última consulta: 20 de agosto de 2019). “Nos dicen que todo el mundo –no solo las empresas e instituciones– necesita una ‘presencia online’, una exposición 24/7, para evitar la irrelevancia social o el fracaso profesional. Pero la promoción de estos supuestos beneficios es una coartada para la conversión de la mayoría de las relaciones sociales en formas mercantilizadas y cuantificables. Es, en igual medida, un cambio de una vida individual a condiciones en las que la privacidad es imposible y en las que uno se convierte en un espacio permanente de cosecha de datos y de vigilancia”. CRARY, JONATHAN, 2015, 24/7. El capitalismo tardío y el fin del sueño, op. cit. 133

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cuerpo]. Hay que exponerlo, y con ello explotarlo. Exposición es explotación”.134

134

HAN, BYUNG-CHUL, 2012, La sociedad de la transparencia, op. cit., pág. 30. !61


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SUEÑO

“No podías dormir. Tenías que trabajar
 Siempre luz. (…)
 Otra taza de café, otra aspirina”.135 “¿Deprimido yo? ¡Ni lo menciones! Me siento bien: soy perfectamente eficiente, feliz, d i n á m i c o, e n é r g i c o y, s o b r e t o d o, competitivo. Voy a correr todas las mañanas, y siempre estoy disponible para trabajar horas extras.”136 “Dentro del surgimiento del capitalismo, la reproducción de la vida se convierte en la forma más esencial de producción. Esto es lo que Michel Foucault define como biopolítica, es decir, el gobierno de la vida como tal y, por lo tanto, el objetivo mismo de la política moder na. Sin embargo, como ha argumentado Paolo Virno, el objetivo de la biopolítica no es gobernar la vida per se, sino gobernar la vida para crear una población laboral explotable”.137

135

PEACE, DAVID, 2014, GB84, Faber&Faber, Londres. Citado en FISHER, MARK, 2019, K-PUNK Vol.1, Caja Negra Editora, Buenos Aires, pág. 105. 136

BIFO BERARDI, FRANCO, 2015, En la solitaria cabina de nuestras vidas. D i s p o n i b l e e n : h t t p s : / / w w w. e l d i a r i o . e s / i n t e r f e r e n c i a s / Andreas_Lubitz_6_372422775.html (Última consulta: 30 de agosto de 2019). AURELI, PIER VITTORIO y TATTARA, MARTINO, 2015, Production/Repro duction: Housing beyond the Family, en Harvard Design Magazine #41. Disponible en: http://www.harvarddesignmagazine.org/issues/41/production-reproduction-housing-beyond-the-family (Última consulta: 30 de agosto de 2019). 137

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Bajo el mantra ‘ama lo que haces’, se ha generado una suerte de sujeto condenado —esto es, sujeto—, incapaz de concluir nada a largo plazo, sometido al cambio constante, cuya felicidad completa es imposible, porque siempre aspira a una realización mayor. Su personificación más destacada es la del freelance. “Free-lance” —“Lanza-libre”— hace referencia a una “persona que vende servicios a empleadores sin un compromiso de largo plazo con ninguno de ellos”.138 Su origen se traza hasta el medievo, donde designaba a aquellos soldados que no estabas atados a ningún amo, pudiendo ser contratados para tareas muy específicas durante un tiempo.139 De mismo modo, el freelance contemporáneo actúa sin un compromiso temporal específico con la empresa que lo ‘contrata’ y de la que, además, no recibe ni contrato ni prestaciones. Como reflejo de aquel, hace visibles los síntomas de la inestabilidad laboral contemporánea, caracterizada por la terciarización y la subcontratación. Detrás de la aparición cada vez más común de este tipo de trabajador liberado —que vive una “libertad en caída libre (…) arrojados a un futuro incierto e impredecible”—,140 nos encontramos generalmente ante un obrero-cognitivo. Un trabajador creativo sin trabajo específico. El freelance se ‘desplaza’ de una empresa a otra, realizando distintas 138

Véase http://www.thefreedictionary.com, s.v. “freelance”.

139

STEYERL, HITO, 2014, Liberarse de todo: trabajo freelance y mercenario, en Los condenados de la pantalla, Caja Negra Editora, Buenos Aires, pág. 128. “Estamos acostumbrados a considerar la libertad como fundamentalmente positi va—la libertad de hacer o tener algo; consiguientemente existe la libertad de expresión, la libertad de buscar la felicidad y la oportunidad, o la libertad de credo. Pero ahora la situación está cambiando. Sobre todo en la actual crisis económica y política, la otra cara de las ideas liberales de la libertad—es decir, la liberación de las empresas de cualquier tipo de regulación, así como la libertad para perseguir implacablemente el interés propio a costa del de todos los demás—se ha convertido en la única forma de libertad universal que existe: libres de los lazos sociales, libres de la solidaridad, libres de la certeza o la previsibilidad, libres del empleo o del trabajo, libres de la cultura, el transporte público, la educación, o de absolutamente todo lo público”. STEYERL, HITO, 2014, Liberarse de todo: trabajo freelance y mercenario, op. cit., pág. 128. 140

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labores aun dentro de un mismo campo de trabajo, y siempre en búsqueda de nuevos proyectos que le garanticen recursos y capacidad económica por algún tiempo. Si no son bien pagados, y al carecer de una estructura temporal que lo limite, el freelance puede llegar hasta la explotación de sí mismo en largas jornadas autoimpuestas. Sin embargo, en el trabajo contemporáneo, esta característica de autoexplotación no está limitada al freelance sino que se presenta, incluso, en aquellas empresas y negocios creativos donde el trabajador es asalariado, porque la esencia de este modelo de trabajo no sólo se caracteriza por el tipo de contrato laboral que disponga el trabajador, sino por la forma particular que la vinculación de pasión, afecto y trabajo se presenta como su principal cualidad. La fábrica, ejemplo de la sociedad disciplinaria, ha dado paso a un nuevo tipo de modelo: “un nuevo tipo de fábrica móvil, portátil e inmaterial, capaz de generar trabajo en cualquier lugar. (…) [Una] fábrica permanente, atomizada, que evita, por supuesto, la asociación gremial y entre trabajadores”.141 El sociólogo, filósofo y ensayista polaco Zygmunt Bauman definió esta nueva condición como una modernidad de carácter líquido: un periodo no sólo dominado por la globalización, la movilidad y la flexibilidad laboral y social; también donde las ideas de arraigo o pertenencia se han vuelto más frágiles e inciertas, erosionando los lazos afectivos y provocando que lo comunitario ceda frente al individualismo y la competencia:142 “Al mantenernos enfocados en nosotros mismos y en nuestra felicidad individual, [la expresión ‘ama lo que haces’] nos distrae de las condiciones de trabajo de los demás mientras valida nuestras 141

ABENSHUSHAN, VIVIAN, 2017, Trabajo, en en HERNÁNDEZ GÁLVEZ, ALEJANDRO (Ed.), Revista Arquine No.80 | 20 años, Ciudad de México. “El imperativo de la competencia se volvió dominante en el trabajo, en la comu nicación, en la cultura, a través de una sistemática transformación del otro en un competidor e incluso en un enemigo”. BIFO BERARDI, FRANCO, 2007, Generación post-alfa: patologías e imaginarios en el semiocapitalismo, op. cit., pág. 87. 142

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propias elecciones y nos libera de las obligaciones con todos los que trabajan, lo amen o no. Es el apretón de manos secreto de los privilegiados; una cosmovisión que disfraza el elitismo como noble superación personal. El trabajo no es algo que uno hace por compensación, sino un acto de amor propio. Si las ganancias no aparecen, es porque la pasión y la determinación fueron insuficientes. Su verdadero logro es hacer que los trabajadores crean que su trabajo sirve al yo y no al mercado. (…) Nada hace que la explotación sea más fácil que convencer a los trabajadores de que están haciendo lo que aman”.143 Para este trabajador, “su entusiasmo puede ser usado como argumento para legitimar su explotación, su pago con experiencia o su apagamiento crítico, conformándose con dedicarse gratis a algo que orbita alrededor de la vocación, invirtiendo en un futuro que se aleja con el tiempo”,144 arrojándole, por tanto, a un mundo donde la precariedad alcanza inclusos a sus espacios: desde la casa a la oficina, si es que acaso es ya posible distinguir entre ellas. “Las fronteras que diferenciaban lo público de lo privado, el tiempo productivo del tiempo de la subjetividad, que definían el espacio social del otium y lo distinguían del espacio laboral del trabajo, están siendo profundamente alteradas […] la subjetividad y el inconsciente han sido puestos a trabajar en todas partes y a todas horas”.145 Pier Vittorio Aureli y Martino Tattara apuntan, a partir del texto La condición humana de Hannah Arendt, que 143

TOKUMITSU, MIYA, 2014, In the name of love, en Jacobin Magazine. Disponible en https://www.jacobinmag.com/2014/01/in-the-name-of-love/ (Última consulta 25 de agosto de 2019). 144

ZAFRA, REMEDIOS, 2017, El entusiasmo, op. cit.

COMERON, OCTAVI. Citado en BADIA, TERE, MARZO, JORGE LUIS y MASÓ, JOANA (Eds.), 2015, No es lo más natural. Escritos y trabajos de Octavi Comeron [1965-2013], Universidad de Barcelona, Barcelona, pág. 130. 145

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cabe diferenciar trabajo de labor, a partir del entendimiento que el primero está orientado a “la producción de objetos duraderos”146 —mesas, sillas, poemas o pinturas—, mientras que la labor es “el puro e interminable derroche de la reproducción”,147 —comer, dormir y demás actividades relacionadas con los cuidados, vinculadas por siempre al espacio de la casa —, haciendo que su sentido se amplíe más allá de la consabida y original función de refugio frente a las inclemencias para constituirse como un lugar de trabajo-doméstico que sirve, en realidad, para el mantenimiento de la estructura social. De esta forma, la casa no sólo acoge lo reproductivo, sino que es el espacio productivo central,148 pese a que esa misma casa, en el proyecto moderno, se configurara intencionadamente como una unidad separada del trabajo productivo que acogen lugares como la fábrica o la oficina. Una separación que, con la llegada de Internet, se está desdibujando. Con el auge actual de las telecomunicaciones, se han expandido y disuelto los límites entre unos espacios y otros; se han deshecho los modelos de organización moderna,149 tanto en el espacio 146

AURELI, PIER VITTORIO y TATTARA, MARTINO, 2015, Production/Repro duction: Housing beyond the Family, op. cit. 147

Ibíd.

148

Aunque no es intención de este trabajo, sería importante comentar que esto tam bién posibilita el mantenimiento de una estructura jerárquica y patriarcal, donde las mujeres han sido relegadas a la invisibilidad del trabajo (labor) doméstico. “No es casualidad que la mayoría de las viviendas formen la base de la familia nuclear, que tanto el estado como la capital consideran un tema dócil y productivo. Esta condición se radicalizó en el siglo XX por el estado de bienestar, que convirtió a la familia en la unidad básica de la reproducción social. Más tarde fue exacerbado por las políticas económicas neoliberales; cuando en la década de 1980 el bienestar comenzó a reducirse drásticamente, la familia se convirtió en la piedra angular del llamado bienestar gratuito”. Ibíd. “La vivienda moderna se concibe como un espacio desconectado del mundo de la producción y completamente enfocado en la reproducción. (…) Se desarrolló como una composición de espacios específicos: ‘dormitorio’, ‘baño’, ‘sala de estar’ y ‘cocina’”. Ibíd. 149

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como en el tiempo,150 modelando, desde la actual economía del conocimiento o de la información — definida especialmente por el trabajo congnitivo—, a lo que el filósofo Paul B. Preciado ha denominado como trabajador horizontal, porque las transformaciones sobre los modos y prácticas laborales actúan, incluso, sobre la postura en la opera el cuerpo del trabajador.151 Mientras que la fábrica fordista imaginaba a un grupo homogéneo de personas realizando de pie — verticalmente— un mismo proceso una y otra vez, y la oficina posfordista disponía a sus empleados sentados en el interior de un espacio lo más homogéneo posible, el modelo del trabajador horizontal opera tumbado o en un aparente estado de reposo desde lo que antes eran lugares de descanso y ocio, ‘disfrutando’ de un trabajo que trastoca los límites entre lo público y lo privado. Su aparición es el resultado de “un capitalismo más omnívoro, que aspira a extenderse a la ‘producción inmaterial’: información, conocimiento, afecto y placer son aquí las nuevas fuerzas de producción”.152

150

Una de las máximas del movimiento obrero, junto a la mejora de los salarios y condiciones laborales o la prohibición del trabajo infantil, fue la reivindicación de la jornada de 8 horas, que dividía el día en tres periodos de tiempo iguales con ocho horas de trabajo, ocho horas de recreo y ocho horas de descanso, es decir ‘8-8-8’. El objetivo de esta división. En arquitectura, el proyecto moderno acabaría por llevar esta organización al espacio de una forma literal, con ciudades altamente especializadas y sectorizadas, a fin de permitir lo que se denominaba una vida ‘sin fricción’, tal y como proponía Alexander Klein con su ‘Casa funcional’ (1928). Por otro lado, la estructura temporal actual estaría definida por un modelo‘24/7’ siempre en funcionamiento. 151

“La digitalización del proceso de trabajo volvió a todos los trabajos iguales desde el punto de vista físico y ergonómico. Todos hacemos lo mismo: nos sentamos delante de una pantalla y tecleamos, mientras las máquinas automáticas convierten nuestra actividad en un programa televisivo, una operación quirúrgica o bien en un automóvil”. BIFO BERARDI, FRANCO, 2007, Generación post-alfa: patologías e imaginarios en el semiocapitalismo, op. cit., pág. 84. PRECIADO, PAUL B. 2010, Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Play boy» durante la guerra fría, Anagrama, Barcelona, pág. 146. 152

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Beatriz Colomina, a partir de un dato destacado en 2012 por el periódico The Wall Street Journal153 , advierte que el 80% de los profesionales jóvenes de la ciudad de Nueva York trabajan desde sus propias camas.154 Esto es especialmente claro en lugares donde el acceso a la vivienda o a un alquiler es difícil o esta limitado a unos pocos: “En situaciones como Nueva York, donde el espacio es muy reducido, la mayoría de la gente vive en un estudio en el que prácticamente abres la puerta y te tiras en la cama”.155 Para el freelance, la cama se ha convertido en el centro de su universo laboral porque es el espacio de trabajo ‘ideal’: le permite seguir teniendo un lugar donde trabajar pese a no disponer de oficina. De acuerdo a Colomina, en la cama ya ni se duerme, ni se descansa, ni se disfruta algún tipo de placer, salvo el del trabajo. El trabajo invade todo y el sujeto moderno, que había escindido vida y trabajo, “colapsa, con la vuelta a una confusión entre ambas; entre día y noche”.156 El freelance tiende así a vivir en vigilia, pegado a una pantalla —“[su teléfono] es la última cosa que acaricia en la noche y la primera en la mañana”—157 y sometido a un constante monitoreo y plazos de entrega: en la soledad de su lecho, e iluminado por la pantalla, el freelance se mantiene en vilo, despierto y conectado, trabajando para poder llegar a fin de mes. 153

SHELLENBARGER, SUE, 2012, More Work Goes Undercover: Taking the Of f i c e t o B e d . D i s p o n i b l e e n : h t t p s : / / w w w. w s j . c o m / a r t i c l e s / SB10001424127887323551004578116922977737046 (Última consulta: 29 de agosto de 2019). 154

Esta investigación ha sido publicada y desarrollada en distintos escritos de la autora como The century of the bed, The Office in the Boudoir, The 24/7 Bed o Privacy and publicity in the age of social media. 155

COLOMINA, BEATRIZ, 2016, Entrevista con Pedro Hernández: Privacidad y publicidad en la era de las redes sociales, en Arquine. Disponible en: https:// www.arquine.com/privacidad-y-publicidad-en-la-era-de-las-redes-sociales-conversacion-con-beatriz-colomina/ (Última consulta: 29 de agosto de 2019). 156

Ibíd.

157

Ibíd. !70


La cama del freelance encuentra un precedente en la figura de Hugh Hefner. El creador de Playboy se construyó para sí una enorme cama redonda y giratoria que operaba como un centro de telecomunicaciones conectado al mundo gracias a una estación de grabación y difusión multimedia incorporada a ella. Su cualidad móvil pretendía replicar un mundo veloz y cambiante — el de las telecomunicaciones—, que en aquel momento comenzaba a transformar el hogar y el trabajo. Sin embargo, existen diferencias. Si como apunta Preciado citando a Siegfried Giedion el mobiliario sirve para ilustrar la actitud de una época,158 la cama del freelance sólo posee la misma condición móvil del playbloyconectado en apariencia.159 La realidad es que mientras el playboy necesita hacerse de cosas tangibles y “rodearse de sus muebles — auténticos respaldos semiótico-políticos sin los cuales pierde su identidad”—, el freelance se ve entregado, en muchos casos, a la necesidad de optimizar, a fin de reducir costos, el uso que da a esos muebles y esos espacios, superponiendo actividades o, simplemente, compartiéndolos. Los freelances, y demás trabajadores-cognitivosprecarios, se definen una sociedad de rendimiento y la optimización. “Estos sujetos son emprendedores de sí mismos”.160 “Probablemente, la mayor parte pued[a] definir[se] como la actualmente empobrecida ex middle class. No [está] totalmente excluid[a] del mercado de trabajo. (…) Gracias al salario, por mínimo que sea, y a lo que queda del Estado 158

GIEDION, SIGFRIED, 1978, La mecanización toma el mando, Gustavo Gili, Barcelona. Citado en PRECIADO, PAUL B. 2010, Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Playboy» durante la guerra fría, op. cit., pág. 157. 159

“La cama ultraconectada de Playboy gira sobre sí misma porque ya no necesita moverse de lugar para ser nómada. Playboy inventa con la cama giratoria el nomadismo mediático, que habría de convertirse después en una de las características del consumo del espacio en el siglo XXI”. Ibíd., pág. 159. HAN, BYUNG-CHUL, 2010, La sociedad del cansancio, Herder Editorial, Bar celona, pág. 16. 160

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social, [logra] tener suficiente como para sustraer[se] a la constante lucha por la supervivencia”.161 Una supervivencia que se ve marcada siempre por la posibilidad de quedar fuera del sistema: “El trabajo deja de ser empleo en el sentido de que ya no aporta tantas garantías, ni tanta seguridad. Tener un empleo ya no te garantiza una vida digna. Esto nos lleva a la situación en la que el trabajo contemporáneo, el trabajo precario, pasa a ser lo contrario, pasa a ser la fuente de inseguridad, pasa a ser una fuente de incertidumbre y, por tanto, todas esas garantías y seguridades muchas veces colectivas, en forma de derechos sociales, y derechos colectivos, se ven sustituidos por un traslado al riesgo, digamos, que debe adoptar uno individualmente y, por tanto, todo nuestro tiempo de vida tiene que ser tiempo disponible para lo que pueda surgir. Es decir, para encontrar ingresos necesarios para poder vivir toda vez que, cada vez más, en más esferas de la vida, y más partes de la sociedad, hay una incapacidad estructural para reproducir la vida a través del salario. Y esto genera un embudo, porque aquel que no accede a los medios de empleo, no accede a los medios de vida”.162 La solución es convencerse de seguir trabajando,163 derivando en un aumento de los casos de agotamiento y de fatiga laboral: “enfermedades neuronales como la depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno límite de la 161

CAMPAGNA, FEDERICO, 2015, La última noche. Anti-trabajo, ateísmo, aven tura, Akal, Madrid, pág. 50. 162

MORUNO, JORGE, 2019, Entrevista en Millennium (TVE2): La sociedad cansada. Disponible en: http://www.rtve.es/alacarta/videos/millennium/millenniumsociedad-cansada/4956433/ (Última consulta: 2 de septiembre de 2019). “El sujeto de rendimiento está libre de un dominio externo que lo obligue a traba jar o incluso lo explote. Es dueño y soberano de sí mismo. De esta manera, no está sometido a nadie, mejor dicho, solo a sí mismo”. HAN, BYUNG-CHUL, 2010, La sociedad del cansancio, op. cit., pág. 20. 163

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personalidad (TLP) o el síndrome de desgaste ocupacional (SDO) definen el panorama patológico de comienzos de este siglo”.164 Sin embargo, como “al turbocapitalismo no le gustan los trabajadores que se dan de baja temporal por razones de salud, y mucho menos por depresión”,165 “la sociedad de rendimiento está convirtiéndose paulatinamente en una sociedad de dopaje”:166 café, carbohidratos, azúcares, medicinas y drogas. El cuerpo del trabajador se hiperestimula para mejorar su rendimiento y permitirle “eliminar las sensaciones de cansancio y de hambre”167 y trabajar durante muchas horas de forma ininterrumpida.168 La conexión perpetua da lugar una vida siempre activa pero cada vez más precaria. “La sociedad de rendimiento tardomoderna nos reduce a todos a la vida desnuda”.169 Habitamos una vida precaria sin propiedad ni privacidad plenas. Somos arrojados a “una condición desnuda [donde] la exposición se ha desvinculado de su

164

Ibíd., pág. 7.

165

BIFO BERARDI, FRANCO, 2015, En la solitaria cabina de nuestras vidas, op.

cit. 166

HAN, BYUNG-CHUL, 2010, La sociedad del cansancio, op. cit., pág. 45.

167

PRECIADO, PAUL B. 2010, Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Play boy» durante la guerra fría, op. cit., pág. 160. 168

Como advertencia de este trabajo, hay que tener en cuenta que “si bien el intento del filósofo surcoreano Byung-Chul Han de describir el estado actual de las sociedades occidentales es interesante y agudo, en realidad no describe tanto una cotidianidad mundializada, sino una forma de vida —ya hegemónica en los países de “primer mundo”— que en sus intentos de mundializarse ha producido condiciones materiales de existencia diversas. En muchas, el exceso de trabajo —forzado o autoimpuesto— no resulta en cansancio, sino en explotación, esclavitud o muerte. Las sociedades del cansancio son, entonces, una realidad en el primer mundo y un imaginario de exportación mas allá de sus fronteras”. BRINKMAN-CLARK, WILLIAM, 2019, Territorios del apodo, en Arquine. Disponible en: https://www.arquine.com/ territorios-del-apodo/ (Última consulta: 12 de septiembre de 2019). 169

HAN, BYUNG-CHUL, 2010, La sociedad del cansancio, op. cit., pág. 29. !73


relación con las formas comunitarias que ofrecían, al menos de forma provisional, protección o cuidado”.170

170

CRARY, JONATHAN, 2015, 24/7. El capitalismo tardío y el fin del sueño, op.

cit. !74


PROPIEDAD

Al tiempo que ha perdido su propiedad inicial —el descanso—, la cama puede haberse convertido en escenario de algunos ‘logros’, como la aparente autonomía del trabajo propio. Sin embargo, la realidad es distinta y ésta, y el resto de los espacios domésticos y laborales, al ser resignificados bajo la economía cognitiva digital, también han sufrido otras conquistas: la de las corporaciones que no sólo contratan a este trabajador horizontal sin necesidad de invertir en nuevos espacios e infraestructuras arquitectónicas sino que capitalizan sus recursos para beneficio de sí mismas. En la concepción moderna, “habitar una casa significa aceptar las condiciones (…) de ingresar al régimen económico de la propiedad privada, ya sea como propietario o como inquilino”. Eso se ha sustituido: lo propio se somete a las pregorrativas del mercado. Por ejemplo, hace no mucho tiempo, la empresa AIRBNB, el mayor proveedor de alquiler de espacios turísticos de la actualidad pese a no ser propietaria de las casas, utilizaba en su publicidad la experiencia de cómo, gracias al alquiler de sus espacios domésticos, la clase creativa-pero-precaria podía aspirar a seguir manteniendo esa relación de amor y trabajo. Expresiones como “mi apartamento me ayudó a realizar mi primera película” o a “lanzar mi primera start-up” hacen que “la casa dejara de ser un hogar para

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convertirse en un lugar de actividad económica”171 , en la que sacarle partido monetario es una condición necesaria para mantener la propia economía del sujeto. Al mercantilizar la vivienda, el espacio que la modernidad había concebido como un lugar separado de lo productivo, se pierde también la conexión con lo propio, con lo privado y, por tanto, con el habitar. La ganancia pasa, en cambio, no sólo en lo ya mencionado —lo económico— sino en la posible generación de experiencias y, sobre todo, de redes profesionales, definidas por el interés económico. El llamado networking que no suele entrar en profundidad lo personal. Después de todo, en “la red no existe un ‘nosotros’, sino más bien un ‘tú’ y un ‘yo’”.172 En la red, no hay comunidad, y si hay algo parecido está movido por la conveniencia profesional. Esta capacidad de poner en contacto gente que, de otra manera podría no llegar a conocerse, es la base sobre la que se sustenta gran parte de los negocios de coworking. El mayor de ellos, WeWork, con oficinas en diferentes partes del mundo,173 ofrece su espacio bajo el planteamiento de que los interesados pueden “compartir redes de clientes y proveedores o materiales”.174 Desde ese ‘Nosotros trabajamos’ se ofrece la supuesta

171

GUSO, GLÒRIA, 2015, Cuando lo privado es público y viceversa, en A-Desk. Disponible en: https://a-desk.org/magazine/cuando-lo-privado-es-publico-y/ (Última consulta: 25 de agosto de 2019). 172

HAAF, MEREDITH, 2012, Dejad de lloriquear. Sobre una generación y sus problemas superfluos, Alpha Decay, Barcelona, pág. 135. 173

Es, por ejemplo, el mayor ocupante de oficinas de Londres.

PAJEVIĆ, FILIPA, 2019, As co-working spaces colonise cities, are workers pay ing the price?, en The Guardian. Disponible en: https://www.theguardian.com/commentisfree/2019/jul/24/coworking-spaces-cities-wework-casualisation (Última consulta: 25 de agosto de 2019). 174

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construcción de una comunidad (profesional)175 a la que la empresa otorga valiosos recursos: la posibilidad de organizar y programar eventos en el espacio —de los que uno se puede mantener informado desde la propia aplicación de la empresa—; envíos postales a un menor precio del que lo haría un pequeño negocio por su lado; “café, infusiones y una selección de cervezas artesanales gratis”,176 o acceso a espacios donde recibir clientes o colocarse con su ordenador —mesas de trabajo colectivas, terrazas, cabinas de videollamada o pequeños despachos privados.177 A éstas se les suma que, si se tiene un determinado estatus de miembro —el cual depende de la cantidad que se desembolse—, un trabajador que necesite viajar a

175

La web de la empresa insiste constantemente en hablar de ‘trabajar juntos’ en una comunidad donde sean más valiosas las relaciones humanas, el logro personal, el emprendimiento, la inspiración o la tenacidad que el dinero. Véase: https:// www.wework.com/es-ES/mission (Última consulta: 30 de agosto de 2019). 176

NEATE, RUPERT, 2019, Loss-making WeWork rebrands to The We Company, en The Guardian. Disponible en: https://www.theguardian.com/business/2019/jan/08/ loss-making-wework-rebrands-to-the-we-company (Última consulta: 2 de septiembre de 2019). WeWork da servicio no sólo a trabajadores autónomos o freelances que necesitan un pequeño espacio o una mesa donde desplegar su ordenador, también desarrolla sus espacios para acoger a pequeñas, medianas o grandes empresas e incluso laboratorios start-ups, con fórmulas como espacios compartidos u otras donde es esta empresa la que se encarga del diseño completo del conjunto dejando que la marca que lo ocupe sólo necesite colocar su logo o su sello. De esta manera, WeWork sirve para externalizar diversos servicios —seguridad, limpieza, mantenimiento—, encargándose también de “configurar y gestionar la oficina para que el personal sea productivo desde el primer momento”, hasta el punto de ser capaz de transformar el diseño para adecuarlo a los gustos de la nueva marca. WeWork es, en este sentido, un negocio inmobiliario que ha hecho del espacio y de su forma de ocuparlo una filosofía laboral sustentada bajo el lema “Haz lo que amas”. Véase: https://www.wework.com/es-ES/workspace (Última consulta: 30 de agosto de 2019). 177

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otra ciudad puede acceder a cualquier sede en cualquier parte del mundo.178 Finalmente, y en realidad, no importa dónde se esté. Este tipo de oficinas ofrece un catálogo reducido de cualidades materiales en su diseño, a fin de dar una unidad al conjunto: el uso del color y el diseño gráfico, las instalaciones vistas, los acabados en hormigón o ladrillo sin recubrimiento alguno, soluciones tectónicas cercanas al bricolaje, plantas y demás vegetación o murales y neones destinados a una clase trabajadora creativa que necesita un entorno de estímulos donde dar muestra de diferencia e independencia. Pese a ello, los espacios resultantes tienden a ser bastante homogéneos, manteniendo una iluminación y una paleta de materiales, mobiliarios y/o soluciones constructivas muy similares, independientemente del contexto geográfico. Y ocurre lo mismo con las viviendas sometidas a la dinámica monetaria que impone AIRBNB. Algunos han advertido que, pese a que las decisiones de diseño parten de los propietarios y no de un equipo de diseñadores, ha acabado —quizás sin pretenderlo— por limitar el diseño de muchos de los espacios domésticos. La velocidad de actualización de estas plataformas problematiza los tiempos de atención y la capacidad de persuasión sobre sus lectores. Por eso que las imágenes buscan ser más espectaculares, para atraer a un espectador que ve pasar cantidades ingentes de información en cada segundo. Consecuencia de esto es que las imágenes que mejor funcionan acaban por parecerse entre sí, ofreciendo soluciones formales ya probadas: “el ecosistema informacional contemporáneo está repleto de instantáneas de edificios que presentan soluciones formales semejantes, e incluso idénticas, independientemente del lugar de su construcción, de su

Esta fórmula orientada a clientes ‘nómadas’ es también propia de otros negocios. Por ejemplo, los espacios residenciales compartidos (‘Co-Living’) están orientádose hacia el establecimiento de varias sedes en diversas ciudades, de forma que sus clientes “pueden elegir uno como base y moverse por los demás según sea necesario”. Véase: https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/923483/que-es-el-co-livingen-la-arquitectura (Última consulta: 12 de septiembre de 2019). 178

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tamaño o de su función”.179 Dicho de otra forma, el notable reconocimiento de ciertos acabados, texturas y materiales de algunas de las casas en esas plataformas ha derivado en que muchos usuarios, a fin de conseguir un producto más atractivo, expongan y transformen de forma similar sus viviendas. Así, aquellas que mejor valoración obtienen son en consecuencia extremadamente parecidas entre sí, con independencia de la ciudad en la que se ubiquen. Al menos así lo atestigua la investigación PANDA, realizada por OMA en colaboración con Bengler y presentada en la Trienal de Arquitectura de Oslo 2016,180 en la que se analiza la influencia y el impacto social y político que tienen es tipo de plataformas digitales sobre nuestro territorio. Si a principios del siglo XXI Internet parecía ser una de las claves de la llamada economía compartida, posibilitando redes alternativas de intercambio de bienes y de conocimiento, hoy la realidad aparece amoldada bajo el interés de unas pocas empresas que dan forma a modelos espaciales desde los que determinan nuestros gustos y formas de relacionarnos. Ello mientras acumulan un conjunto de propiedades cada vez mayor181 y replican con mayor frecuencia las condiciones de precariedad, nomadismo y movilidad social —sea cambiando de ciudad o de silla—, que impiden establecer lo propio. En estas condiciones, el habitar da 179

LIÑAN, LUIS JUAN, 2017, Copyright en el rastro. De la protección del dibujo a la globalización de la imagen, Actas del Congreso critic|all, critic|all PRESS, Madrid. Disponible en: http://criticall.es/wp-content/uploads/2017/09/CriticallII_Proceedings.pdf (Última consulta: 2 de septiembre de 2019). 180

Véase: https://oma.eu/projects/panda (Última consulta: 2 de septiembre de 2019).

Un caso de esta tendencia hacia el aumento de mayor cantidad de propiedad puede verse, de nuevo, en la empresa WeWork. Rebautizada en 2019 como The We Company, aspira a no sólo ser la ‘sede’ del espacio de trabajo. El negocio se ha ampliado con la creación de WeLive y WeGrow, dedicados, respectivamente, a los ámbitos de la vivienda y la educación. El cambio de nombre, al tiempo, personifica un ‘Nosotros’ que crea una comunidad a partir de la XXXXX. Véase: https://www.theguardian.com/business/2019/jan/08/loss-making-wework-rebrands-to-the-we-company (Última consulta: 2 de septiembre de 2019). 181

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paso al ocupar —con ‘C’—, porque ‘habitar’ es, como aseguraba Walter Benjamin, dejar huellas en el espacio, y ocupar, en cambio, es sólo transitar por él, dando cuenta de nuestra actual condición nómada.

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BURBUJA

“Desde principios de la década de 1900, el capitalismo financiero comenzó a reemplazar el régimen disciplinario y la rígida compartimentación de la producción industrial en masa con regímenes más aleatorios de especulación y acumulación flexible, produciendo programas que no requerían ningún espacio en particular, sino solo una cantidad rentable metros cuadrados para responder mejor a las variaciones del mercado”.182

MARULLO, FRANCESCO, 2013, Pure Program and almost no form. Notes on Typical Plan and Ivan Leonidov, San Rocco Magazine No.7, Venecia, pág. 59. 182

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Para Francesco Marullo, la traducción arquitectónica de este planteamiento fue el Typical Plan (TP). Analizado por Rem Koolhaas al observar la arquitectura de Nueva York, en especial de su Downtown, y enunciado en el libro S,M,L,XL, se describe como un orden esquemático definido por una retícula que opera y existe de forma independiente del uso final al que el espacio vaya destinado; su flexibilidad permite que, en él, se performen todas las actividades.183 Su expresión es mínima, “pura objetividad”, una suerte de “minimalismo para las masas”:184 “Arquitectónicamente, [el TP] ofrece un diseño genérico. Típicamente organizado como un espacio sin obstáculos, con un número mínimo de soportes, circulaciones verticales y servicios agrupados, se puede adaptar fácilmente a cualquier uso”. 185 Su abstracción no sólo niega la atención a los aspectos materiales, también elude cualquier pretendida dimensión ética: “El [TP] debe entenderse como una tecnología más que una tipología, o como un aparato para albergar actividades humanas de una manera simple. Es neutral; no reconoce ninguna diferencia entre el bien y el mal porque, simplemente, no le importa. Da la bienvenida a cualquier contenido y funciona en cualquier contexto. No obstruye ni reprime las contradicciones, sino que simplemente permite que ocurran, reconfigurando sus arreglos internos de acuerdo con la influencia de sus usuarios. En

183

KOOLHAAS, REM, 1995, Typical Plan, en KOOLHAAS, REM y MAU, BRUCE, S,M,L,XL, Monacelli Press, Nueva York. 184

Ibíd.

AURELI, PIER VITTORIO y TATTARA, MARTINO, 2015, Production/Repro duction: Housing beyond the Family, op. cit. 185

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resumen, es una arquitectura de grado cero compuesta principalmente de contenido”. 186 Con ese ‘grado cero’, el TP describe “el fin de la historia de la arquitectura”.187 Después de él, se supone, no puede hacerse ni haber mucho más. De esta manera, el TP replica, en forma arquitectónica, un concepto perseguido desde la filosofía desde tiempo atrás: el llamado “fin de la Historia”. Como apunta Peter Sloterdijk, este ‘fin’ supone, entre otras cosas, el final mismo del conflicto, que, a su vez, sería lo que haría saltar la historia hacia adelante.188 El conflicto se produce allí donde se da el disenso, la fricción, y estaría referido tradicionalmente en el exterior —véase, por ejemplo, la guerra—, mientras la utopía de ‘la paz perpetua’ deseada por el final de la Historia pasaría, entonces, por un desplazamiento hacia el interior, en el que “la vida social en su conjunto [quedaría] recluida en un caparazón. Si se llegara a esta situación, no se producirían ya nuevos acontecimientos históricos, sino tan sólo accidentes domésticos”.189 Sloterdijk ubica un temprano intento de interiorización en un edificio cuya estructura responde al esquema del TP, el Palacio de Cristal de Joseph Paxton y Charles Fox: “[En] la estructura arquitectónica más imponente del siglo XIX (…) se produce nada menos que la total absorción del mundo exterior en un interior planificado en su integridad”.190 Y esta misma planificación es la base de ese ideal de paz, de esa ‘ausencia’ de conflicto; de allí emergerá “la eterna primavera”.191

MARULLO, FRANCESCO, 2013, Pure Program and almost no form. Notes on Typical Plan and Ivan Leonidov, op. cit., pig. 59. 186

187

KOOLHAAS, REM, 1995, Typical Plan, op. cit.

188

SLOTERDIJK, PETER, 2004, El palacio de cristal. op. cit.

189

SLOTERDIJK, PETER, 2004, El palacio de cristal. op. cit.

190

Ibíd.

191

Ibíd. !86


Esta paz tiene, por tanto, una cualidad climática, ambiental, reforzada en el hecho de que debiera ocurrir, frente a otro tipo de construcción arquitectónica, al interior de un invernadero. En esencia, un invernadero es una sofisticada tecnología de control ambiental que también sustenta formas de dominación territorial y, más específicamente, económico.192 “El invernadero se convirtió en una tecnología del colonialismo, interviniendo, desde lejos, al injerto de la naturaleza (junto a las poblaciones vencidas al interior del Imperio) y llevándolo a un capitalismo industrial naciente”.193 El invernadero que fue Palacio de Cristal, al cambiar el objeto contenido desde lo natural a la mercancía, se define como un “primer intento de formalización de un capitalismo integral”.194 Esta doble naturaleza, formal y ambiental, hace que el Typical Plan, en su modelo invernadero —esto es, en un modelo constantemente climatizado e iluminado—, se pueda definir, más que como un edificio, como una condición, capaz de establecerse en cualquier lugar, independiente del uso final y del contexto. Liberado de todo, el único límite de este TP lo marca la parcela. Su exponente más radical sería plantearlo como un esquema desarrollado de forma ilimitada, tal y como ideó el grupo radical Archizoom con su Non-Stop City.

192

“Cuando Inglaterra se consolidó en el dominio imperial, el invernadero le permi tió a la elite preservar, estudiar y apreciar especies exóticas del mundo. Fue uno de los espacios en la metrópoli donde las prácticas coloniales fueron estetizadas, vueltas naturales, donde lo Otro podía ser domesticado, colocado detrás del cristal, admirado con un té en la mano o tomado con el aumento del lente de algún botanista”. MCFARLANE, KEY, 2018, El efecto invernadero: la vida en arquitectura de cristal, op. cit., pág. 101. 193

Ibíd., pág. 102.

194

SLOTERDIJK, PETER, 2004, El palacio de cristal, op. cit. !87


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Imaginada como crítica del sistema económico,195 “propone una radicalización al absurdo de las fuerzas industriales, de consumo y expansionistas de la metrópoli capitalista en una ciudad continua sin otro atributo que su cantidad infinita”.196 Su objetivo final era exponer “una ciudad plenamente coherente con las lógicas implacables del capital bajo la forma de un soporte homogéneo que, al no oponer ninguna resistencia al ciclo producción-consumo, est[uviera] dirigido a acelerarlo”.197 En su expresión extrema del modelo capitalista, la Non-Stop City se definió como “la condición terminal de la civilización (occidental), una utopía de la norma”.198 Allí, el negocio —esto es, el trabajo— y el capitalismo crecen hasta alcanzar una dimensión planetaria gracias a la tecnología: “Archizoom había constatado cómo la iluminación y climatización artificiales habían permitido a fábricas, aparcamientos o supermercados alcanzar profundidades construidas ilimitadas e independizarse del exterior”.199

195

“La No-Stop City plasma cómo sería el sistema en su desarrollo último, un estado de exasperación que haría enloquecer "el cerebro del sistema" y provocaría su crisis definitiva. El proyecto es, en este sentido, ambiguo porque persigue mejorar y optimizar el sistema que aspira a subvertir. Puede considerarse, por lo tanto, una representación ideal de la metrópoli capitalista perfecta, pero también y paradójicamente, un modelo marxista o, por lo menos, la precondición que podría dar paso, en un futuro, a una genuina metrópoli socialista”. MARTÍNEZ CAPDEVILLA, PABLO, 2015, Disoluciones de la arquitectura en Archizoom y Andrea Branzi, en QUESADA, FERNANDO (Ed.), 2015, Comunidad, común, comuna, Ediciones Asimétricas, Madrid, pág. 54. 196

AURELI, PIER VITTORIO, 2011, The Possibility of an Absolute Architecture, MIT Press, Cambridge, pág. 19. 197

MARTÍNEZ CAPDEVILLA, PABLO, 2015, Disoluciones de la arquitectura en Archizoom y Andrea Branzi, op. cit., pág. 54. 198

KOOLHAAS, REM, 1995, Typical Plan, op. cit.

MARTÍNEZ CAPDEVILLA, PABLO, 2015, Disoluciones de la arquitectura en Archizoom y Andrea Branzi, op. cit., pág. 56. 199

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Sus habitantes son “libres para producir, intercambiar, circular y proliferar”,200 pero prisioneros de un ambiente homogéneo y sin forma, ni fachadas, ni composición. Edificio sin edificio, arquitectura sin arquitectura. Aunque la imagen del proyecto sigue presente hoy en factorías, almacenes de minoristas y oficinas, la ciudad sin freno de Archizoom no se terminaría materializando más allá del papel. Pero, lo cierto, es que el capitalismo sí se expandió sin necesidad de establecer una construcción arquitectónica. Su propuesta fue más radical: una enorme megaestructura cubre e invade cualquier lugar existente. Ésta actúa, además, de forma ligera y aparentemente intangible: desde redes inalámbricas y dispositivos móviles. Gracias a ella, la oficina contemporánea se ha atomizado y desbordado por cualquier lugar; coloniza todos los aspectos de la vida. Si “hasta finales de la década de 1990, los trabajadores de oficina estaban atados a sus escritorios por la necesidad de conectarse a redes físicas, el Wi-Fi transformó el entorno de la oficina en una nube conectada”,201 propiciando su ‘liberación’: cualquier computadora conectada a la Word Wide Web es suficiente para crear un espacio laboral. Esta posibilidad de conexión deslocalizada no elimina, sin embargo, la oficina, aunque sí la reformula. Con el auge de los llamados trabajos cognitivos y de las comunicaciones ‘sin cables’, el negocio, al tiempo que ha conseguido despojar todo lugar de cualquier otra expresión que no sea la productiva, ha hecho que el espacio de la oficina se haya escindido en dos posibilidades: la del trabajador precario y liberado, el freelance —“la encarnación paradójica de un Typical

200

KOOLHAAS, REM, 1995, Typical Plan, op. cit.

C-LAB, 2013, Mechanization of the Office, en OOSTERMAN, ARJEN e INA BA, JEFFREY (Eds.), 2013, Volume No. 37: Is This Not a Pipe?, Amsterdam. Disponible en: http://volumeproject.org/mechanization-of-the-office/ (Última consulta: 12 de septiembre de 2019). 201

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Plan”—202 y la de un nuevo modelo, que, pese a seguir respondiendo a los esquemas del TP, ha pasado de ser un espacio dedicado en exclusiva al trabajo a superponer y dar soporte a otras muchas actividades. Si, en 1964, Robert Propst revolucionó el mundo de la oficina con el Action Office, un sistema flexible e industrializado203 perfectamente adaptado a la operatividad del TP con pequeños cubículos individuales,204 desde 2005, la oficina se ha convertido en un espacio de apariencia naive pero cargado de estímulos. Ese año, Google establecería su primera gran sede, Googleplex,205 con la que la empresa deseaba salirse del ideal de oficina gris y anónima por uno donde sus empleados pudieran sentirse como en casa. “Aprovechando la libertad [del Wi-Fi] recién descubierta, Googleplex disolvió las distinciones entre el espacio de trabajo y el espacio social. Debido a su interconexión ubicua, se convierte en un entorno total apropiado para trabajar. El trabajo se realiza tanto en oficinas dedicadas como en áreas sociales informales”.206 La propuesta de Propst propiciaba la flexibilidad con un sistema de paredes desmontables que, junto con los muebles y varios enchufes, habilitaban una oficina donde los trabajadores estaban volcados en el trabajo sin distracción. Googleplex, por el contrario, diseña una 202

MARULLO, FRANCESCO, 2014, Typical Plan: The Architecture of Labor and the Space of Production, Tesis Doctoral, TU Delf, pág. 5. Disponible en: https:// r e p o s i t o r y. t u d e l f t . n l / i s l a n d o r a / o b j e c t / u u i d % 3 A 5 b 7 f a a 1 f a2a7-46e2-974d-7b77c13836f3 (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 203

Desarrollado para la empresa Herman Miller y rápidamente copiado por el resto de la industria. 204

El resultado creaba un lugar igualitario entre todos los trabajadores, que se refle jaba tanto en el espacio como en su vestimenta y en las formas de comportamiento: nadie debía, ni podía, sobresalir. 205

El proyecto de Googleplex actualizaba un edificio construido en 1997 y que antes había sido sede de Silicon Graphics. En 2006, Google se traslada definitivamente. 206

C-LAB, 2013, Mechanization of the Office, op. cit. !91


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arquitectura laboral alejada del cubículo e imaginada como una fábrica creativa: un laboratorio en los que se propicia, premia y fomenta el talento y la diversidad. La flexibilidad se consigue gracias a una diversidad de escenarios posibles donde ponerse a trabajar. Su lógica es que, al otorgar un entorno propicio, la creatividad puede surgir de cualquiera y en cualquier momento. Para ello, el programa se extiende más allá del escritorio individual “tratando de ampliar los límites del lugar de trabajo”:207 jugar, conversar, descansar, comer,… será posible mientras no se deje de trabajar y de crear. “Algunos [empleados] tienen escritorios de pie, algunos, incluso, disponen de cintas de correr para poder caminar mientras trabajan. (…) El resultado parece un poco caótico, como una especie de campamento de refugiados de alta tecnología, pero Google dice que así les gusta a los ingenieros”.208 El diseño da forma a “la filosofía general de la compañía”, que, en el caso de Google, es “nada menos que ‘crear el lugar de trabajo más feliz y productivo del mundo’”.209 Allí, la mesa de trabajo individual ha dado paso a la de mesa de ping-pong;210 las zonas de descanso se han llenado con sofás y lugares donde dormir, escuchar música, ver películas o, incluso, columpiarse, configurando “un laberinto de áreas de juego, soleadas terrazas al aire libre con tumbonas [y] cafeterías gourmet que sirven desayuno, almuerzo y cena gratis”.211 Tomarse un café ha dejado ser una 207

STEWART B. JAMES, 2013, Looking for a Lesson in Google’s Perks, en The New York Times. Disponible en: https://www.nytimes.com/2013/03/16/business/atgoogle-a-place-to-work-and-play.html (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 208

Ibíd.

209

Ibíd.

210

Véase: Six Reasons Your Office Needs A Ping Pong Table. Disponible en: https:// www.morganlovell.co.uk/knowledge/opinion-pieces/your-office-needs-a-ping-pongtable/ (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 211

STEWART B. JAMES, 2013, Looking for a Lesson in Google’s Perks, op. cit. !93


actividad fugaz frente a una pequeña máquina y pasó a ser un lugar donde los empleados encontrarían una gran variedad de productos —ya sean sanos o altos en azúcares.212 Todo complementado servicios exclusivos, como gimnasios o guarderías. Al incorporar cualquier actividad diaria, la vida del trabajador se ha trasladado por completo al interior de la oficina y el trabajo ha pasado a ocuparlo todo. “[Esta] ocupación implica (…) el borrado de las divisiones espaciales”.213 En el interior de esta oficina, “la vida coincide con el trabajo, cualquier acción debe agregarse a la nómina”,214 desde el ocio al descanso. El resultado es un proyecto totalizador, que las grandes empresas de telecomunicaciones —Facebook, Apple, Google y Amazon, también conocidas con el acrónimo FAGA— están llevado ahora hasta sus últimas consecuencias. Es especialmente visible en el diseño de sus nuevas sedes centrales, todas recién terminadas o en construcción: Apple ha confiado la sobriedad de su diseño a Foster +Partners, que ha ejecutado un edificio circular que parece haber aterrizado sobre el terreno como un objeto salido de la misma fábrica de Steve Jobs; Facebook ha recurrido a Frank Gehry para definir un espacio de planta abierta, con una enorme cubierta verde que hace las veces de parque. El caso extremo, una vez más, es Google, que, con el proyecto realizado por BIG y Thomas Heatherwick, ha definido una burbuja que contiene no sólo oficinas y demás espacios de trabajo,

212

"No estamos tratando de ser mamá y papá. La coerción no funciona. Las opciones están ahí. Pero nos preocupamos por la salud de nuestros empleados, y nuestra investigación muestra que si las personas se involucran cognitivamente con la comida, toman mejores decisiones”. Ibíd. 213

STEYERL, HITO, 2014, El arte como ocupación: demandas para una vida autónoma, en Los condenados de la pantalla, Caja Negra Editora, Buenos Aires, pág. 109. MARULLO, FRANCESCO, 2014, Typical Plan: The Architecture of Labor and the Space of Production, op. cit., pág. 5. 214

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sino también tiendas, restaurantes y otros espacios de ocio.215 En estos casos, el diseño trata de formalizar lo que estas empresas son y, desde ahí, crear “un nuevo tipo de arquitectura dentro de esa cultura”.216 Por supuesto, al formalizar la identidad de la empresa, aparecen las diferencias entre una y otra, desde la concisión de Apple a la estimulación Google o la estudiada improvisación de Facebook. Sin embargo, existen elementos comunes: la flexibilidad, la horizontalidad, la transparencia o la ecología, son recurrentes, y son el motor del diseño en los proyectos. El aspecto más común es que todas buscan diluir las viejas jerarquías, definiendo nuevas maneras de ocupación, de relación o de participación (laboral). Para ello, y desde el punto de vista arquitectónico, los materiales, el mobiliario y el resto del diseño definen un lugar a medio camino entre el exterior y el interior, la plaza y la oficina, lo laboral y lo doméstico, entre el trabajo más duro y el ocio más relajado. Lo que antes era un lugar uniforme, en serie y de aspecto frío, con materiales hechos para durar, se sustituye una diversidad 215

La primera propuesta de BIG y Heatherwick Studio era “una especie de ciudad plug-and-play, que recuerda mucho a los proyectos de ensueño del grupo experimental Archigram de la década de 1960, cuya ciudad enchufable preveía un mundo de módulos modulares apilados en un marco flexible. Las imágenes de los arquitectos muestran una visión similar, de bloques cuadrados apilados en un marco, con terrazas en cascada y espacios para expandirse, como si tuviera la capacidad de agregar habitaciones aquí y allá. (…) En palabras de Ingels, la arquitectura será ‘muebles gigantes que se pueden conectar de diferentes maneras’ (…) ‘La idea es simple’, dice David Radcliffe, vicepresidente de bienes raíces de Google, "en lugar de construir edificios de concreto inamovibles, crearemos estructuras livianas que se puedan mover fácilmente a medida que invertimos en nuevas áreas de productos”. WAINWRIGHT, OLIVER, 2015, Google's new headquarters: an upgradable, futuristic greenhouse, en The Guardian. Disponible en: https://www.theguardian.com/ artanddesign/2015/feb/27/googles-new-headquarters-upgradable-futuristic-greenhouse (Última consulta: 19 de septiembre de 2019). GEHRY, FRANK, citado en THORPE, HARRIET, 2018, Frank Gehry’s latest office building at Facebook’s Menlo Park HQ opens, en Wallpaper Mag. Disponible en: https://www.wallpaper.com/architecture/frank-gehry-office-facebook-menlopark-hq-san-francisco-opens (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 216

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de ambientes cálidos de iluminación variable, con espacios adaptados a diferentes momentos y situaciones donde potenciar el diálogo creativo. “Según Susan Wojcicki, vicepresidenta sénior de publicidad de Google, ‘fomentar una cultura que permita la innovación [ha sido] la clave’ para el éxito continuo [la empresa]. Es por eso que Google presta tanta atención a los lugares en los que trabajan sus empleados. Al facilitar las interacciones entre ellos, el espacio de la oficina es el medio a través del cual surgen las ideas. Si la compañía misma es una plataforma funcional para la innovación, sus oficinas, entonces, son la plataforma física. Porque es allí, en la oficina, donde la colisión accidental de ideas puede conducir a la creación significativa de productos”.217 Bajo esta óptica, todas las relaciones sociales están medidas por la eficiencia. Incluso las que se tiene con los objetos y los espacios: cualquier superficie es útil para exponer y garabatear una idea. Sólo desde un contacto útil con los otros se puede seguir creando: “Si dos personas se topan en un pasillo y provocan una conversación que requiere discusión técnica, o generación de ideas, o cualquier tema que pueda beneficiarse de ser escrito, lo mejor es que puedan escribirlo allí mismo. Dado que los pasillos no conducen a detenerse a escribir, las oficinas de Google están llenas de ‘todos los espacios de reunión imaginables, desde grandes espacios abiertos hasta pequeños rincones con muebles caprichosos’. Las conversaciones nunca tienen lugar demasiado lejos de un espacio para reunirse”.218 217

MOLLOY, JONATHAN C., 2013, Can Architecture Make Us More Creative? Part II: Work Environments, en archdaily.com. Disponible en: https://www.archdaily.com/367700/can-architecture-make-us-more-creative-part-ii-work-environments (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 218

Ibíd. !96


Para hacer posible este choque casual, cualquier lugar debe permitir la apropiación, así como ser lo suficientemente flexible para adaptarse a los posibles cambios y necesidades por venir. Atendiendo a esta idea, el edificio MK21, la primera de las ampliaciones previstas en la sede de Facebook, da prioridad a unos acabados austeros, de imagen inacabada219. Al referirse a él, Mark Zuckerberg dijo querer un lugar de trabajo en proceso (work in progress), alejado de acabados lujosos.220 Huyendo de la arquitectura icónica, el edificio presenta un perfil bajo.221 Distribuido en una única planta, acoge a 2.800 empleados en un diseño que mantiene “la estética rápida y sucia de Silicon Valley, su espíritu de usar zapatillas y comer ramen”.222 Dentro, un sinuoso camino recorre todo el edificio, conectando los distintos espacios de la oficina. “Siguiendo[lo], se despliegan cinco comedores, quince instalaciones artísticas y un amplio espacio para eventos

219

MOORE, ROWAN, 2017, The billion-dollar palaces of Apple, Facebook and Google, en The Guardian. https://www.theguardian.com/artanddesign/2017/jul/23/ inside-billion-dollar-palaces-of-tech-giants-facebook-apple-google-london-california-wealth-power (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 220

“[En el interior] lo que ves es sorprendentemente caótico: una vista densa de vigas de acero sin pintar junto a cordones y alambres que corren desde el techo y con las cabezas de los empleados medio escondidos detrás de monitores gigantes”. HAWTHORNE, CHRISTOPHER, 2015, Review: A low-key Facebook building? In Gehry’s hands, Zuckerberg has it both ways, en Los Angeles Times. Disponible en: https://www.latimes.com/entertainment/arts/la-et-cm-facebook-gehry-20150527column.html (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 221

WAINWRIGHT, OLIVER, 2015, Step into Zuckworld: rollerblading and selfie stumps at the new Facebook HQ, en The Guardian. Disponible en: https://www.theguardian.com/artanddesign/architecture-design-blog/2015/apr/08/facebook-hq-markzuckerberg-frank-gehry-new Última consulta: 15 de septiembre de 2019). HAWTHORNE, CHRISTOPHER, 2015, Review: A low-key Facebook building? In Gehry’s hands, Zuckerberg has it both ways, op. cit. 222

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y reuniones”.223 Todo debajo de un mismo techo y sin lugares donde esconderse, materializando un ideal de transparencia y vida pública. “Nadie en Facebook, ni siquiera Zuckerberg, tiene una oficina privada”.224 La enunciada horizontalidad jerarquíca se traduce en una horizontalidad literal desde la que se defiende la construcción de una igualdad democrática, que, junto a la intención de dar cabida a todas las actividades posibles, termina por hacer patente —una vez más, de forma literal— la pretensión de extensión sin límite. “[Las oficinas], bajo las presiones de los teóricos c i b e r n é t i c o s d e B ü ro L a n d s c h a f t , 225 s e convirtieron en estructuras horizontales cada vez más bajas, viendo la circulación vertical como un impedimento para la comunicación. Los parques de oficinas corporativas en la periferia urbana pronto suplantarían la torre de oficinas como la tipología dominante de la sede corporativa”.226 Incluso en la perfectamente pulida sede de Apple, que no podía estar más alejada desde el punto de vista de los acabados de Facebook, se adscribe en esta tendencia: “The Ring —como se conoce al edificio principal de 223

GIBSON, ELEANOR, 2018, Facebook reveals expanded California campus designed by Frank Gehry, en Dezeen. Disponible en: https://www.dezeen.com/ 2018/09/05/mpk21-frank-gehry-facebook-silicon-valley-headquarters-menlo-parkcalifornia-architecture/ (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 224

HAWTHORNE, CHRISTOPHER, 2015, Review: A low-key Facebook building? In Gehry’s hands, Zuckerberg has it both ways, op. cit. 225

“El ‘paisaje de oficina’ (office landscape) soñado en la Alemania de los 50 como un descanso del mundo jerárquico de ejecutivos escondidos tras puertas cerradas. En la ola de optimismo de posguerra, todos trabajarían juntos en grupos de escritorios. Un mundo libre de trabajo en equipo, puntuado solo por macetas y particiones. [Pero], en realidad, fue el molde para las tristes extensiones de moqueta y de los falsos techos que han proliferado desde entonces”. WAINWRIGHT, OLIVER, 2015, Step into Zuckworld: rollerblading and selfie stumps at the new Facebook HQ, op. cit. VARNELIS, KAZYS, 2003, A brief history of horizontality. 1968/1969 to 2001/2002. Disponible en: http://kazys.varnelis.net/articles/horizontality (Última consulta: 19 de septiembre de 2019). 226

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Apple Park— te recuerda constantemente que estás en un espacio conectado (…) y fluido”.227 Pese a sus cuatro niveles —que podrían aparentemente ser un obstáculo para los trabajadores— la conectividad y la flexibilidad se trabajan desde los elementos de comunicación entre los pisos: “Hay pozos de luz que bajan hasta el fondo. Tienes conexiones visuales y conexiones por las escaleras”.228 Una y otra definen un espacio “continuo, plano, simultáneo, ubicuo, sistémico y productivo”229 que se desliza, además, hacia el paisaje. Así, mientras en MK21 el recorrido interior se amplía a través de ventanales, pasarelas y un enorme patio —llamado ‘Plaza del pueblo’—, creando una topografía continua que conecta con su contexto inmediato, en The Ring se hace uso de una excelsa transparencia con el objetivo de incorporar la ondulante orografía de la forma más natural posible y conseguir que “el trabajo sea lo más parecido a un paseo por el parque”.230 Gracias a enormes vidrios curvos de suelo a techo, la intención de Jobs era llevar “la transparencia a un nivel nuevo, donde el edificio mezcla[ra] el interior y el exterior, rompiendo las barreras y haciendo un edificio más igualitario y accesible”.231 Esa misma conciencia dirige también las propuestas hacia la ecología. Todas las sedes persiguen la más alta

227

COMPTON, NICK, 2017, In the Loop: Jony Ive on Apple's new HQ and the dis appearing iPhone, en Wallpaper Mag. Disponible en: https://www.wallpaper.com/ design/jony-ive-apple-park (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 228

Ibíd.

229

GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, SERGIO, 2015, Campo de guerra, Anagrama, Bar celona, pág. 11. 230

COMPTON, NICK, 2017, In the Loop: Jony Ive on Apple's new HQ and the dis appearing iPhone, op. cit. MCFARLANE, KEY, 2018, El efecto invernadero: la vida en arquitectura de cristal, op. cit., pág. 103. 231

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calidad LEED,232 tratando de ser 100% sostenibles y de reducir su consumo energético al mínimo. Esta búsqueda hace que todas establezcan, como ya se ha visto, cierta relación directa con lo natural: Facebook con su enorme cubierta verde y Apple modelando un paisaje aparentemente virgen en lo que fue un aparcamiento —antes propiedad de Hewlett-Packard— plantando cerca de 9.000 árboles autóctonos y manteniendo el 80% del terreno sin ocupar. Por su parte, la futura sede de Google plantea, incluso, incorporar zonas de protección animal dentro de una gigantesca tienda y, ya lejos de Silicon Valley, en Seattle, Amazon literaliza su nombre e inventa una selva tropical233 protegida en el interior de dos enormes esferas de vidrio.234 La apuesta ecología trataría de materializar la apuesta por el mañana, definida en “campus transparentes y reconfigurables: [con] edificios capaces de adaptarse y cambiar, y más abiertos a su entorno y la comunidad en 232

“Los 800 paneles de vidrio curvado de 45 pies de alto en la fachada del edificio, ejecutados por la compañía alemana Seele, permiten vistas al parque y a las montañas de Santa Cruz, y a un patio de 30 acres que contará con huertos y robles, un gran estanque y pérgolas para comer al aire libre. (…) También se contemplan paneles solares en el techo, que proporcionarán el 80 por ciento de las necesidades de energía del edificio. Esos paneles, junto con un sistema de ventilación natural que, excepto en condiciones extremas, mantiene el edificio entre 68-77° F (20-25º C), y otros factores como el uso de madera reciclada, hacen que el edificio disponga de certificado LEED Platinum”. COMPTON, NICK, 2017, In the Loop: Jony Ive on Apple's new HQ and the disappearing iPhone, op. cit. 233

“Las esferas contienen más de 40.000 plantas y 400 especies en total [que] provienen de 30 países”. HARTMANS, AVERY, 2018, I visited the Amazon Spheres, an indoor rainforest in the heart of Seattle — here's what it's like inside, en Business Insider. https://www.businessinsider.es/amazon-spheres-indoor-rainforest-tour-20189?r=US&IR=T (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). “Amazon ha optado por ubicarse en el centro de Seattle, donde se cree que ocupa el 15-20% del espacio de oficina disponible, lo que le permite presumir que el 20% de sus 25.000 empleados caminan al trabajo. Al conjunto bastante anodino de bloques de oficinas, acaba de agregar las esferas, un Eden Project urbano de burbujas entrelazadas, donde sus empleados deambularán entre bosques tropicales, cascadas y temperaturas costarricenses”. MOORE, ROWAN, 2017, The billion-dollar palaces of Apple, Facebook and Google, op. cit. 234

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la que se sientan”.235 Sin embargo, la realidad es distinta, y “lo que pone en marcha la promoción corporativa de la comunidad y del medioambiente es el deseo por construir una sociedad transparente, permeable, aunque selectiva”.236 Es cierto que algunas partes de estos proyectos son abiertamente transparentes y de acceso público, pero la transparencia, en esos casos, es “empleada como una especie de publicidad o una forma de propaganda”.237 Ahí, como ocurría en el siglo XIX con el Palacio de Cristal, el consumo se combina con espectáculo. Lugares como el Centro de visitantes,238 la cafetería para 4.000 personas239 o el Steve Jobs Theater240 , en el caso de Apple, o las COMPTON, NICK, 2017, In the Loop: Jony Ive on Apple's new HQ and the dis appearing iPhone, op. cit. 235

236

MCFARLANE, KEY, 2018, El efecto invernadero: la vida en arquitectura de cristal, op. cit., pág. 103. 237

MALFONA, LINA, 2018, The Circle: Geographies of Network vs. Geometries of Disjunction, The Avery Review. Disponible en: https://averyreview.com/issues/30/ the-circle#fnref1:16 (Última consulta: 19 de septiembre de 2019). 238

“El Centro de visitantes está diseñado como una entrada pública exclusiva para el Apple Park y cuenta con una amplia terraza en la azotea con impresionantes vistas del edificio principal. (…) Una envolvente excepcionalmente transparente se encuentra debajo de un techo flotante de fibra de carbono, (…) el vidrio de altura completa desmaterializa el volumen del edificio”. FOSTER+PARTNERS, Memoria del Centro de visitantes de Apple Park, en archdaily.com, Disponible en: https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/886339/centro-de-visitantes-apple-park-foster-pluspartners (Última consulta: 19 de septiembre de 2019). 239

“El café tiene dos enormes puertas de vidrio que se pueden abrir cuando hace buen tiempo, lo que permite a las personas cenar al aire libre”. “Las puertas corredizas de vidrio —de 85x54pies (25x16m.) cada una— a lo largo del café extienden los cuatro pisos completos del edificio. Con un peso de 440.000 libras cada una, se abren y cierran silenciosamente a través de mecanismos ocultos bajo tierra”. LEVY, STEVEN, 2017, One More Thing: Inside Apple's Insanely Great (or Just Insane) New Mothership, en WIRED. Disponible en: https://www.wired.com/2017/05/applepark-new-silicon-valley-campus/ (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). “[Con] 1,000 asientos presenta un cilindro de vidrio de 20 pies de alto y 165 pies de diámetro con un techo metálico de fibra de carbono”. Ibíd. 240

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Esferas,241 en el de Amazon, sirven como escenografía teatral de cara al público, dejando oculto todo lo demás. Si bien al mirar las fachadas y los materiales utilizados pareciera que la transparencia es una virtud hacia una sociedad más justa, lo cierto es que los edificios operan más como una de las pantallas de un ordenador o de un teléfono celular. La pantalla pude ser transparente, pero oculta el interior y nos deslumbra con una luz —sea la del destello de una pantalla o de una arquitectura estrella — que esconde las formas de explotación a las que da soporte: desde minas a cielo abierto donde se extraen la materia prima tecnológica a condiciones laboralesbasadas en la precariedad. Con accesos restringidos y medidas de seguridad, el ideal comunitario es, en realidad, el deseo para unos pocos.242 “La vida y la creatividad, y no el producto técnico, se han convertido en la obsesión predominante de la élite de Silicon Valley”.243 En ese interior aséptico y aparentemente neutro, se modela espacialmente una forma de vidalaboral que se inculca entre sus empleados.244 “El futuro del trabajo (…) se llevará a cabo en claros de bosques y prados de flores silvestres, junto a arroyos y asignaciones verdes, entre ciclovías y clases de yoga y fuentes, con productos frescos de barril. Será una utopía pastoral con Wi-Fi, todo barrido de forma segura 241

Si bien el interior sirve como espacio comunitario para los empleados de Ama zon, el espacio es accesible para el público a través de una límitada, aunque gratuita, reserva electrónica: https://www.seattlespheres.com/ (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 242

“Amazon, Apple y Google mantienen la tradición utópica del cristal cuando lev antan sedes ecológicamente amigables. Algunos han llamado a sus intensivos programas de diseño en cristal ‘comunas hippies high-tech’, pero es mejor decir que estos espacios son falsas comunas (por decir lo menos)”. MCFARLANE, KEY, 2018, El efecto invernadero: la vida en arquitectura de cristal, op. cit., pág. 104. 243

Ibíd., pág. 106

LAGORIO-CHAFKIN, CRISTINE, 2014, Googleplex's Designer on the Future of the Office, en INC. Disponible en: https://www.inc.com/christine-lagorio/officeof-the-future-clive-wilkinson.html (Última consulta: 13 de septiembre de 2019). 244

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debajo de una serie de gigantescas carpas de vidrio”.245 Dentro, trabajo, clima, luz, ventilación y demás aspectos pueden ser controlados. El caos, el accidente, la catástrofe, quedan fuera. En un ambiente estéril “donde la arquitectura expresa el flujo sin fricción del dinero”,246 se ejecuta, ahora sí, la tan deseada paz perpetua. “El aumento de la integración corporativa al medioambiente, encarnada en esta arquitectura, ayuda a romper cualquier ilusión de una prístina esfera pública o sociedad civil que funcione al margen del capital. A pesar de sus impresionantes vistas, la misma transparencia de estas utopías es un acto de anular el espacio, de acallar el sonido de la lucha que está afuera del cristal. Más bien, lo que está representado por el cristal en la vida, es la vida reflejándose en el espejo infinito del capital”.247 La apertura hacia lo natural es sólo aparente. La naturaleza es también un elemento interior, plenamente controlado y separado del exterior. Un transplante dentro de un ambiente hermético que sirve para completar la visión de un “un todo unificado”,248 un universo completo y medido hasta el detalle. El mundo natural permanece inalterado y sellado dentro de un espacio climatizado —a no ser que se aproveche de la temperatura cálida de California—, configurando una

245

WAINWRIGHT, OLIVER, 2015, Google's new headquarters: an upgradable, futuristic greenhouse, op. cit. 246

MALFONA, LINA, 2018, The Circle: Geographies of Network vs. Geometries of Disjunction, op. cit. 247

MCFARLANE, KEY, 2018, El efecto invernadero: la vida en arquitectura de cristal, op. cit., pág. 104. COMPTON, NICK, 2017, In the Loop: Jony Ive on Apple's new HQ and the dis appearing iPhone, op. cit. 248

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versión contemporánea del hortus conclusus 249 medieval,250 una suerte de Jardín del Edén neoliberal que establece lo interior como clausura de lo exterior.251 “Lo que cuenta aquí es la posibilidad de mirar hacia adentro”.252 La elección geométrica y formal de las sedes de las FAGA no es casual —una esfera, en Amazon, un círculo, en Apple, y una burbuja, en Google—253 y da buena cuenta de las intenciones segregativas. Todas contienen, encierran y separan su propio paisaje, haciendo que ese trabajo estresante, inacabable y “opresivo luzca resplandeciente, limpio y sustentable”254, materializando la visión descrita por Steve Jobs, quien “quería que no hubiera ninguna costura [o] grieta; [donde] cada muro, piso e incluso techo tenía que estar pulido al borde de que fuera una

Asociados a monasterios, en la tradición cristiana, el hortus conclusus es un jardín cercado y paradisíaco recurrente en la representaciones pictóricas de la Virgen María, quien, a su vez, es la encarnación del mismo. “Como símbolo de la virginidad de María, se inspira, principalmente, en un pasaje del Cantar de los Cantares, ‘Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa, jardín cerrado, fuente escondida’. (…) [El jardín] era una representación de su útero ‘cerrado’, que debía permanecer intacto, y también protegido, por un muro, del pecado”. Véase: https://en.wikipedia.org/wiki/ Hortus_conclusus (Última consulta: 19 de septiembre de 2019). 249

250

MALFONA, LINA, 2018, The Circle: Geographies of Network vs. Geometries of Disjunction, op. cit. 251

Para saber más, puede consultarse la conferencia de Lucía Jalón Oyarzun en CENDEAC. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=xciqyimUlNI (Última consulta: 19 de septiembre de 2019). 252

MALFONA, LINA, 2018, The Circle: Geographies of Network vs. Geometries of Disjunction, op. cit. 253

Incluso en Facebook, que asegura querer integrase en el paisaje circundante, al situar su cubierta jardín en un nivel distinto al de la calle, la distingue de ésta y la vuelve exclusiva. MCFARLANE, KEY, 2018, El efecto invernadero: la vida en arquitectura de cristal, op. cit., pág. 100. 254

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lisura sobrenatural”:255 el sueño capital tecnológico es un mundo liso, “sin hendiduras ni desfases, donde todo sea esencialmente homogéneo y donde no haya necesidad de pensar en dónde estás porque de cualquier manera no importa”.256

255

Ibíd., pág.106.

256

Ibíd. pág.106. !108


ORIGEN

“Ya sé, desde luego, que la Atlántida de Platón nunca existió en realidad. Por esta misma razón, nunca podrá morir. Siempre será un ideal, un sueño de perfección, una meta que inspirará a los hombres en la posteridad”.257 “Si hubiera que ampliar las investigaciones de Benjamin al siglo XX y principios del XXI, sería necesario –a parte de algunas correcciones en el método– tomar como punto de partida los modelos arquitectónicos del presente: centros comerciales, recintos feriales, estadios, espacios lúdicos cubiertos, y gated communities; los nuevos trabajos tendrían títulos como Los palacios de cristal, Los invernaderos, y, si los lleváramos a sus últimas consecuencias, quizá también Las estaciones orbitales”.258 “El aumento de la arquitectura-invernadero sugiere que la neorreacción es mucho más cercana al progresismo liberal que a otra tendencia que se nos pudiera ocurrir. En las sedes ecoamigables, los valores (neo)liberales en torno a la creatividad, la igualdad y la buena administración ambiental coexisten al lado y en soporte mutuo de las ansiedades autoritarias por la vida eterna y la cor porativización total. Ambas tendencias convergen en la creencia, básicamente eugenista, de que la vida es algo que puede ser aprovechado, controlado y cultivado por una cuadrilla de ingenieros —los visionarios, los gurús CEO, los tipos creativos”.259

257

CLARKE, ARTHUR C., 1992, Cánticos de la lejana Tierra, Plaza & Janés Edi tores, Barcelona. 258

SLOTERDIJK, PETER, 2004, El palacio de cristal. op. cit.

MCFARLANE, KEY, 2018, El efecto invernadero: la vida en arquitectura de cristal, op. cit., pág. 106. 259

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En mayo de 2019, Jeff Bezos, creador de Amazon y uno de los hombres más ricos del planeta, presentaba las intenciones finales de Blue Origin —su empresa de viajes espaciales—: la conquista del espacio y la obtención ilimitada de recursos, todo ello resumido en la imagen de una enorme estación orbital. Las imágenes de la propuesta se apropian y capitalizan un futuro ya dicho. Están basadas en las ideas de un antiguo profesor universitario de Bezos, Gerard O’Neill: un mundo artificial de tamaño planetario que, gracias a la fuerza centrípeta, simularía la gravedad terrestre y propiciaría la expansión de la humanidad por el Universo.260 Las variaciones de Bezos son escasas. Casi todo permanece prácticamente igual. En este reciclaje visual261 se contienen las palabras de Karl Marx al referirse a la historia: “todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen (…) dos veces (…): una como tragedia y la otra como farsa”.262 Las fantasías de O’Neill fueron ilustradas por Don Davis y el arquitecto Rick Guidice. Davis trabajó para la NASA, dando imagen a aquello que la Agencia Espacial sólo era capaz de imaginar. Junto con estos trabajos, uno de sus temas recurrentes era el impacto de un meteorito contra la Tierra. La primera ‘tragedia’ de aquel suceso era que, en la mentalidad de aquella época, los sueños de expansión humana estaban conectados con la destrucción planetaria. La segunda se encontraba en la imposibilidad de hacer reales esas imágenes. 260

SCHARMEN, FRED, 2019, Jeff Bezos Dreams of a 1970s Future, en CityLab. Disponible en: https://www.citylab.com/perspective/2019/05/space-colony-designjeff-bezos-blue-origin-oneill-colonies/589294/ (Última consulta: 20 de septiembre de 2019). 261

Y lo mismo pasa con proyectos actuales que se desarrollan a ras de suelo. Por ejemplo, “la gran cubierta de [Google] recuerda el plan de Buckminster Fuller en 1969 para cubrir Manhattan con una cúpula geodésica, o el de Richard Rogers en 1994 para sumir el Southbank Centre de Londres bajo una carpa ondulada; toda esta idea de un gran techo tiene decididamente un aire retro”. WAINWRIGHT, OLIVER, 2015, Google's new headquarters: an upgradable, futuristic greenhouse, op. cit. MARX, KARL, 2015, El 18 de brumario de Luis Bonaparte, Fundación Federico Engels, Madrid, pág. 10. 262

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Situación ahora solventable: Blue Origin —así como SpaceX, propiedad de Elon Musk— dispone de los fondos y de la intención de hacerlas realidad. Sin embargo, que sean los más ricos —y representantes a su vez del capitalismo digital más exacerbado— los benefactores de una misión ilustra la farsa: esta nueva carrera espacial no tiene tanto fines altruistas263 como empresariales y personales: “Para los multimillonarios, el futuro de la tecnología consiste en su capacidad de huida. El objetivo es trascender la condición humana,

“Elon Musk fundó SpaceX porque estaba frustrado de que la NASA no nos esta ba llevando a Marte lo suficientemente rápido, y preocupado de que no hubiera una segunda oportunidad para la humanidad. A Bezos también le preocupa que la Tierra se quede sin recursos”. PIPER, KELSEY, 2018, The case against colonizing space to save humanity, en VOX. Disponible en: https://www.vox.com/future-perfect/ 2018/10/22/17991736/jeff-bezos-elon-musk-colonizing-mars-moon-space-blue-origin-spacex (Última consulta: 20 de septiembre de 2019) 263

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protegerse del cambio climático, los grandes flujos migratorios [o] las pandemias globales”.264 Afrontar el fin de todo se ha convertido en uno de los grandes asuntos que se plantean los millonarios de Silicon Valley, que están haciendo todo lo que está en su mano para enfrentarse a él: desde la compra de grandes extensiones de tierra donde retirarse o protegerse en caso de necesidad a la investigación para evitar la muerte y alcanzar la vida eterna.265 Que ese miedo a un futuro incierto se haya traducido en la definición de un proyecto arquitectónico-espacial, modelando un entorno controlado, climatizado y artificial, con el que escapar de una Tierra que parece condenada por emergencias sociales y medioambientales, es una perturbadora ilusión de control. Y, en términos arquitectónicos y espaciales, este control se define, principalmente, desde tres mecanismos: la interiorización, la miniaturización y la automatización. * La interiorización supone el desplazamiento del mundo hacia un interior climatizado, clausurado y disociado del exterior. La arquitectura que da forma a este proyecto se 264

Douglass Rushkoff, profesor en la Universidad de Nueva York especializado en la cultura digital, cuenta que, al ser invitado a una charla por inversores interesados en el futuro de la tecnología, tuvo que responder a: “¿Qué región se vería menos afectada por la crisis provocada por el cambio climático? ¿Realmente Google está construyéndole a Ray Kurzweil un hogar para albergar su mente? ¿Logrará su conciencia sobrevivir a la transición, o por el contrario perecerá y renacerá una completamente nueva?” RUSHKOFF, DOUGLAS, 2018, La supervivencia de los más ricos y cómo traman abandonar el barco, op. cit. Por ejemplo, Peter Thiel, cofundador de Paypal, se realiza transfusiones de sangre con la esperanza de evitar el envejecimiento. Véase: BERCOVICI, JEFF, 2016, Peter Thiel Is Very, Very Interested in Young People's Blood, en INC. Disponible en: https://www.inc.com/jeff-bercovici/peter-thiel-young-blood.html (Última consulta: 20 de septiembre de 2019). 265

“La vida sintética es ciertamente uno de los productos posibles de la evolución del control tecno-burocrático, de igual manera que el retorno del planeta entero al nivel inorgánico es (…) otro más de los resultados posibles de esta misma revolución que toca a la tecnología de control”. BENIGER, JAMES R., 1986, The Control Revolution, citado en TIQQUN, 2015, La hipótesis cibernética, op. cit., pág. 75. !113


plantea como discontinuidad, pura protección frente al medio. La megaestructura planteada por Bezos hace del interior un lugar higiénico y sano, separado del afuera, del otro, de la anomalía y de todo aquello que no puede ser integrado como parte del sistema. Cuando el mundo se reduce a un interior protegido, de temperaturas perfectas, iluminación siempre adecuada y sin peligro al acecho, se puede, incluso y como dice Bezos, llegar a “imaginar cómo sería la arquitectura si no tuviera que cumplir su objetivo principal de refugio”. Sin embargo, todo el conjunto opera bajo esa principal función: es un profiláctico que preserva y protege lo que queda dentro de cualquier mal exterior, todo es una burbuja, un gran refugio, en este caso seguro y estéril, frente al medio, que aquí, además, es pura imposibilidad: un vacío, la nada. La nave flota en el espacio, un lugar definido por una condición informe y oscura, sin contenido ni representación. * Dice Gaston Bachelard que uno puede poseer el mundo “tanto más cuanta mayor habilidad tenga para miniaturizarlo”.266 Quizá, por ello, Bezos no presenta ideas nuevas de esa arquitectura que podría transgredir su función original de refugio, sino que opta por un pastiche de paisajes característicos de las llanuras de Estados Unidos y de rascacielos verdes, combinadas con monumentos de Europa y Asía, llegando a copiar, incluso, edificios renacentistas de Florencia. Eso sí, todo conectado con medios de transporte de alta velocidad, presentado con panorámicas que barren todo con un simple golpe de vista. La maquinaria orquestada es un enorme Stack267 de un solo dueño —Bezos— que define una imagen articulada, simplificada, concreta y, por supuesto, cerrada de la realidad.

266

BACHELARD, GASTON, 2000, La poética del espacio, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, pág. 186. 267

BRATTON, BENJAMIN H., 2015, The Stack, op. cit. !114


“Bezos quiere que su compañía espacial privada se haga cargo de la imaginación pública sobre la vida en el espacio”.268 Las imágenes operan también como un dispositivo que, desde una tecnología de cohetes y estaciones espaciales, también quiere capturar el futuro, que, de una forma ‘irremediable’,269 pasa por el espacio. “El futuro se convirtió (…) en un escenario al que estamos predestinados y sobre el que apostamos con nuestro capital de riesgo, pero al que llegamos sin más capacidad de acción”.270 El futuro tiene copyright. * Algunos pensadores contemporáneos imaginan el futuro automatizado, delegando todo el trabajo en la máquina. Esa posibilidad ofrece el deseo de un mundo sin trabajo, de puro privilegio para todos. “La rápida automatización de la logística presenta la posibilidad utópica de crear un sistema globalmente interconectado en el que las partes y los bienes puedan enviarse de manera rápida y eficiente sin trabajo humano”. 271 La intención de esta visión es recuperar el control de nuestro tiempo, porque ahora que no está en nuestras manos, sino “bajo el control de nuestros jefes, administradores y empleadores”.272 Se trata de crear un mundo en el que la gente ya no esté definida y vinculada 268

SCHARMEN, FRED, 2019, Jeff Bezos Dreams of a 1970s Future, en CityLab, op. cit. 269

ANDERSON, DAVID y ORWIG, JESSICA, 2019, Watch Jeff Bezos reveal Blue Origin's detailed plan for colonizing space en Busiiness Insider. Disponible en: https://www.businessinsider.com/jeff-bezos-reveals-blue-origin-future-spaceplans-2019-5 (Última consulta: 20 de septiembre de 2019). 270

RUSHKOFF, DOUGLAS, 2018, La supervivencia de los más ricos y cómo tra man abandonar el barco, op. cit. 271

SRNICEK, NICK y WILLIAMS, ALEX, 2017, Inventar el Futuro. Poscapital ismo y un mundo sin trabajo, op. cit., pág. 321. 272

Ibíd, pág. 107. !115


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sólo a su empleo sino que sea capaz de tener tiempo y vivir su propia vida al margen de éste. “Mediante el uso de los últimos desarrollos tecnológicos, esta economía apuntaría a liberar a la humanidad de la monotonía del trabajo y a producir al mismo tiempo cantidades cada vez mayores de riqueza”273 Pero eso pasa por la necesidad de que la invención humana sea de dominio público y no esté en posesión de unos pocos: los medios de producción, la propiedad y la riqueza deberían ser colectivizados. Sin embargo, hoy, “el desarrollo tecnológico [tiene] que ver cada vez más con la supervivencia individual que con una perspectiva de mejora colectiva”.274 Blue Origin oferta esa versión futura y capitalizada del paraíso. Allí todo se programa con tecnología: códigos y algoritmos hacen pensar a las máquinas y les permiten dialogar entre sí sin necesidad de intervención humana. A su vez, esas máquinas son las encargadas de mantener la imagen deseada inalterable gracias a la existencia de toda una maquinaria tecnológica que le da soporte. Los vídeos presentados muestran cómo ese mundo estático se mantiene gracias a que existe todo un aparataje activo, invisible en gran medida desde el interior, para hacer que nada cambie: desde el giro del cilindro para recrear la gravedad a la luz y la temperatura, desde los trenes que conectan cada lugar hasta los drones que riegan los campos.275 Es, de hecho, un mundo de trabajo permanente, y en el cual éste no está ocupado por empleados humanos. Estos, en realidad, ni siquiera aparecen. En los renders presentados hasta ahora todo está poblado por máquinas que trabajan en constante movimiento, que operan de 273

Ibíd, pág. 137.

274

RUSHKOFF, DOUGLAS, 2018, La supervivencia de los más ricos y cómo tra man abandonar el barco, op. cit. METRO, 2019, Video: Jeff Bezos wants to build giant space habitats. Disponible en: https://metro.co.uk/video/jeff-bezos-wants-build-giant-space-habitats-1924776/ (Última consulta: 20 de septiembre de 2019). 275

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forma eficiente y sin descanso, pero nunca hay personas, sólo máquinas que se mueven y ejecutan trabajos sin un fin claro. La falta de personas en ese futuro hace ver que nadie, salvo la propia empresa, puede realmente llegar a él. * Bajo la conjunción de los procesos de interiorización, miniaturización y automatización, combinadas con las narrativas del fin de todo, la propuesta de un pequeño mundo interior sin humanos, impuesto desde una compañía privada, modela una visión corporativizada, ofreciéndola, además, como el único destino. Al reducir el progreso a un número reducido de imágenes probables y cerradas, lo posible se limita; el futuro se cancela, alojado en un interior permanente y perpetuo, sin conflicto, y la historia se estanca. “Allí donde el mito imagina las máquinas como un poder que conduce la historia hacia adelante, [existe la] evidencia material de que la historia no se ha movido. En realidad, la historia está tan quieta, que junta polvo”.276 La realidad se fija, y si no vemos el polvo es porque hay miles de máquinas automáticas encargadas de limpiarlo. Paradójicamente, cerca de la velocidad absoluta y el movimiento perpetuo, todo se detiene, se bloquea incluso la conciencia revolucionaria y la acción política, porque, como apunta Hannah Arendt, es esa acción la que crea la condición para el recuerdo y la historia; es lo que permite avanzar. Al hacer el mundo más pequeño e interior, ideal y utópico desde el punto de vista ambiental y social, ¿por qué habría que luchar?, ¿qué habría que cambiar? Al definir un puñado de imágenes como lo posible se elimina la alternativa: el futuro es sólo uno de un número reducido de posibles. En consecuencia, la realidad se ha empobrecido. “La pobreza de nuestra experiencia no es sólo pobre en experiencias privadas, sino en las de la BUCK-MORSS, SUSAN, 1995, Dialéctica de la mirada: Walter Benjamin y el proyecto de los Pasajes, op. cit., pág. 112. 276

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humanidad en general. Se trata de una especie de nueva barbarie”.277 Tras la parafernalia tecnológica —y de la imagen detenida—, se oculta la explotación, que, al no verse, no existe. Igual que pasa ahora con las fábricas de Asia, con las oficinas donde la creatividad se sobreexcita, con nuestras camas o con las condiciones de trabajo en los almacenes de la propia Amazon.278 Es así que los demás —los de-más—, así como estarían obligados a aceptarla, estarían condenados a quedar fuera de ella. Fuera, incluso, de los marcos de representación. En este sentido, Blue Origin —así como SpaceX o los ideales detrás de las grandes oficinas corporativas y la emancipación del trabajo como empresario de sí mismo — es una herramienta fantasmagórica de extracción y acumulación —de capital, propiedades, información279 y conocimiento—280 que expone la viva imagen del capital y que intenta justificar una permanente explotación de recursos (extra)terrestres, apoyándose en la defensa de protección de la Tierra y de la Humanidad y en la promesa de una utopía colectiva.

277

BENJAMIN, WALTER, 1982, Experiencia y pobreza, en Obras II/1, Abadá, Madrid. 278

“La externalización de la pobreza y del veneno no desaparece por el mero hecho de que nos pongamos unas gafas de tres dimensiones y nos sumerjamos en una realidad alternativa. Cuanto más ignoremos las repercusiones sociales, económicas y medioambientales, más problemáticas se tornarán. Esta situación genera una dinámica de mayor repliegue, aislamiento y fantasías apocalípticas, a la par que la necesidad de inventar desesperadamente más tecnología y planes de negocio. El ciclo se retroalimenta a sí mismo”. RUSHKOFF, DOUGLAS, 2018, La supervivencia de los más ricos y cómo traman abandonar el barco, op. cit. 279

Por ejemplo, Jeff Bezos es dueño del periódico The Washington Post.

Siguiendo con Amazon, una parte importante de la compañía es Amazon Web Services, un proveedor de servicios en le nube que es usado por importantes empresas y periódicos como lugar de alojamiento. Amazon es, por consiguiente, la propietaria del espacio donde se almacena gran cantidad de información. 280

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CRÉDITOS DE LAS ILUSTRACIONES

La durée poignardée, René Magritte, 1938. Descarrilamiento del Expreso Paris-Granville en la estación de ParísMontparnasse, 22 de octubre de 1895. Dominio público. Fuente: Wikipedia. Today we reboot the Planet. © Adrian Villar-Rojas. Demolición de Pruitt-Igoe, 22 de abril de 1972. Dominio público. Fuente: Wikipedia. Vista exterior de un Data Center de Google. © Google Inc. Vista interior de un Data Center de Google. © Google Inc. Hugh Hefner en su cama. © Burt Glinn, MAGNUM. Vistas de varias oficinas de WeWork alrededor del mundo. © WeWork + Imágenes de interiores de Airbnb alrededor del mundo. © PANDA, OMA + Bengler. https://oma.eu/projects/panda Vista exterior de la primera versión del proyecto para la nueva sede de Google. © BIG + Heatherwork Studio. Non-Stop City, Andrea Branzi, 1970. © Museo de Arte Moderno de Nueva York. Vista interior de Googleplex. © Clive Wilkinson Architects. Vista de la cubierta del edificio MK21, Facebook, Gehry Partners, LLP. © CMG Landscape+Architecture + Vista interior del edificio MK21, Facebook, Gehry Partners, LLP. © The New York Times. Vista interior de la primera versión del proyecto para la nueva sede de Google. © BIG + Heatherwork Studio. Vista interior de The Spheres, Amazon. © Alex Crook, Seattle magazine. Vista exterior de la estación orbital de Blue Origin. © Blue Origin. !121


Perspectiva del cilindro de O’Neill. Dominio público. Fuente: Wikipedia. Vista interior de la estación orbital de Blue Origin. © Blue Origin.

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