La formación continua de los docentes es clave para garantizar una educación de mayor calidad y con menores desigualdades. En la Argentina, se basa en el curso como dispositivo privilegiado —que en los noventa, en el marco de un sistema de incentivos que promueve la carrera por el puntaje, dio lugar a mercados de capacitación de variada calidad—. El comienzo de siglo trajo consigo nuevos consensos que plantean, entre otras cuestiones, la necesidad de concebir al desarrollo profesional en forma integral y de pensar dispositivos alternativos de formación. Este informe analiza las políticas de formación docente continua que tuvieron lugar durante la última década en 17 provincias.