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DESAFÍOS

Lograr la transformación hacia una agricultura sostenible supone un gran desafío, un desafío latente que debe de responderse inmediatamente. Se precisa mejorar la productividad agrícola de forma sostenible para cubrir la demanda creciente de alimentos, para ello es necesario realizar mejoras sustanciales en la conservación y el uso de los recursos para cubrir el incremento en la demanda de alimentos, la cual está previsto que para el 2050 crezca en un 50%.

Asimismo, es necesario garantizar una base sostenible de recursos naturales, debido a que, como consecuencia de la continua expansión de la población, las tierras agrícolas y los recursos hídricos se agotan. Es por ello que cualquier incremento en la producción agrícola tendrá que estar basada en la conservación y el uso eficiente de los recursos naturales.

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Por otro lado, se debe abordar el cambio climático y la intensificación de los desastres naturales, manteniendo la capacidad de los recursos naturales del planeta para alimentar a la población mundial, a la vez que se reduce la huella ambiental y climática de la agricultura para garantizar el bienestar de las futuras y actuales generaciones.

Con respecto a las plagas y enfermedades transfronterizas, estas deben ser controladas o mejor aún, prevenidas, con la finalidad de potenciar la producción vegetal y animal, reducción de pérdidas y la inocuidad de los alimentos. Esto va a exigir mayores coordinaciones para lograr entender los riesgos y posteriormente plasmar estrategias para controlar, prevenir y erradicas las plagas y enfermedades de los cultivos.

Es preciso invertir más (academia, estado, empresa privada) en la agricultura y en los sistemas agroalimentarios, así como en la investigación y el desarrollo, para potenciar la productividad agrícola e impulsar la innovación en agricultura sostenible, prosperidad rural y seguridad alimentaria. Para basar en datos la planificación y gestión de los sectores de la agricultura se necesitan estadísticas adecuadas, información y mapas geoespaciales, información cualitativa y conocimiento. El análisis debe centrarse tanto en los sistemas de producción como en los recursos naturales y socio-económicos subyacentes.

Se necesitan políticas e instituciones que ofrezcan incentivos para la adopción de prácticas sostenibles, para imponer regulaciones y costes para aquellas acciones que agoten o degraden los recursos naturales, y para facilitar el acceso a los conocimientos y recursos necesarios.

El desarrollo sostenible es un desafío universal cuya responsabilidad colectiva recae en todos los países. El statu quo ya no es una opción, por tanto, todas las sociedades deberán introducir cambios fundamentales en su forma de producción y consumo. Se precisan importantes cambios en los sistemas agrícolas, economías rurales y la gestión de los recursos naturales para superar los muchos desafíos que existen y garantizar un futuro seguro y saludable para todos.

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