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CIUDAD CCS / LUNES 4 DE ENERO DE 2010
Todos podemos ser donantes de órganos > Ya está todo listo para realizar el primer transplante de corazón en infantes Lady Gómez Ciudad ccs
“Los 26 millones de habitantes podemos ser donantes de órganos”, manifestó Isabel Iturria Caamaño, presidenta de la Fundación Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano Gilberto Rodríguez Ochoa, ubicado en la parroquia La Vega, en el marco de los preparativos para el primer transplante de corazón en infantes a realizarse en el país. Iturria fue directora de la Gerencia de Hospitales del Ministerio del Poder Popular para la Salud entre 2004 y 2006, experiencia que le ha permitido regir uno de los centros asistenciales de mayor capacidad para atender patologías cardíacas en el continente, desde su creación en 2006. Y es que este hospital cardiológico es el primer Centro de Alta Tecnología (CAT) de la Misión Barrio Adentro IV y ha intervenido quirúrgicamente a más de 3 mil 650 niños y niñas en tres años. También es una de las instituciones formadoras de profesionales; la primera en ofrecer el Posgrado de Cardiología Infantil, avalado por la Universidad Rómulo Gallegos. Asimismo, también ofrece carreras a nivel técnico y diplomados para profesionales. —¿Qué hace falta para realizar el primer transplante de corazón en niños? —Sólo estamos esperando que llegue el donante compatible. De hecho, el cirujano a quien le corresponde esa intervención dijo que le habría gustado haber hecho el transplante de corazón antes del 31 de diciembre —¿Cuándo es necesaria una operación de este tipo? —Generalmente esta es la última opción. Cuando se determina que un niño o niña necesita un transplante cardíaco es porque esa es su única alternativa de vida. —¿Debe existir compatibilidad entre donantes y receptores? —Un niño puede recibir un órgano 50 por ciento por encima o 50 por ciento por debajo de las dimensiones de su corazón. Proba-
blemente un bebé muy pequeño, lamentablemente, va a tener que recibir el corazón de otro niño que haya perdido la vida. —¿Hay posibilidad de que se produzcan complicaciones? —Hay riesgo de rechazo, pues los medicamentos que se utilizan facilitan en gran proporción la aparición de infecciones, además, generalmente las cardiopatías congénitas vienen acompañadas de otras enfermedades. —¿Se puede correr el riesgo? —Cuando hablamos de hacer una operación de esta clase en cualquier persona es de relevancia, pero en niños es doblemente importante por el número de años que uno le está dando a ese pequeño. Es un compromiso. —¿Cómo es la relación en cuanto a donantes y receptores? —Al año, al menos, hay entre 10 y 15 niños que requieren de un transplante de corazón. Sin embargo, es necesario fomentar la cultura de donación en las personas, bien sea de órganos o de sangre. Debemos cambiar esa cultura mercantilista en las personas de que sólo doy sangre si me obligan a hacerlo o porque es para la operación de algún familiar. —¿Cuáles otros órganos se pueden donar? —La córnea, el hígado, los pulmones, los huesos, la piel. Todos tenemos un órgano que podemos dar. Esto es muy importante, porque, por ejemplo, les permite a las personas con insuficiencia renal despegarse de una máquina y tener una mayor calidad de vida. —¿Hay un tiempo estimado para conservar los órganos? —Cuando es un transplante de corazón debe hacerse en menos de 4 horas después de la muerte, por eso aquí, en el Cardiológico, disponemos de un helipuerto, ya que la vía aérea es la más rápida para realizar el traslado. —¿Cuáles son los requisitos para ser donante? —Sólo hay que tomar la decisión y comunicarlo a la familia. La Ley de Transplantes de Órganos establece que a todo el que desee ser
La doctora Isabel Iturria informó que el cardiológico cuenta con Banco de Tejidos Cardiovasculares. Fotos J Manzano
De alta tecnología El Hospital Cardiológico Infantil Gilberto Rodríguez Ochoa cuenta con un banco de sangre dotado con tecnología avanzada que aplica el proceso de Leucoreducción de rutina, el cual consiste en la eliminación de más de 90 por ciento de las células blancas de los componentes sanguíneos. Esta innovación previene reacciones febriles, reduce el riesgo de transmisión de infecciones y ofrece mayor seguridad en la compatibilidad de la sangre para la transfusión. Según sostiene la experta, plataformas como estas son de suma relevancia, pues todos los niños que ingresan al centro necesitan de sangre para ser operados. “Hay que apostar a la solidaridad, ya que aquí 85 por ciento de los pacientes viene del interior y no pueden traer ni al primo ni al vecino ni a nadie que done sangre para ellos. Sólo dependen de los caraqueños”, recalcó.
donante, debe manifestarlo en sus documentos de identidad. —¿Cómo han sido los transplantes cardíacos en el país? —En adultos, hace unos años, se realizó uno en el Hospital Militar Carlos Arvelo que no fue exitoso y, luego, otros que sí lo fueron y se efectuaron en el Hospital Miguel Pérez Carreño. —¿Existen otras alternativas? —En el centro contamos con un Banco de Tejidos Cardiovasculares donde se permite, por ejemplo, que los corazones que no puedan ser transplantados sean utilisados para que, a partir de ellos, podamos obtener una válvula o un segmento de vaso sanguíneo que pueda ser en implantado en otro niño hasta 10 años después.
Para 1998 moría 80% de los niños con cardiopatías Se estima que de los 350 mil niños que nacen anualmente en Venezuela, entre 4 y 8 de cada mil presentan algún tipo de cardiopatía congénita, y 70 por ciento requiere cirugía o cateterismo, sostiene doctora Isabel Iturria. Para 1998, en el país se realizaban 141 intervenciones de ese tipo al año. En el 2009 se atendieron a mil 600 personas, entre cirugías y tratamientos de hemodinamia. “Para llegar a lo que hacemos hoy, pasaban, al menos, 15 años y ningún niño puede esperar ese tiempo. Es decir, anteriormente, al menos 80 por ciento de estos pequeños quedaba sin operar y, por ende, morían”, aseveró. Historias de vida Lisdimar es una niña de dos años que sufre de estenosis en el corazón y, desde su nacimiento, fue recluida en el Hospital Militar Carlos Arvelo para ser intervenida
quirúrgicamente. Luego, fue referida al Hospital Cardiológico Infantil, donde aún se encuentra. Su madre, Lisdibeth Noriega, quien es habitante de la parroquia Macarao, dijo sentirse muy agradecida, ya que desde que ingresó al centro fue atendida con prontitud y efeciencia. “Aquí me dan todo. El trato acá ha sido excelente. Cuando me dijeron que ella tenía eso, yo decía: ‘Dios mío, ¿de dónde voy a sacar tanto dinero?’ Yo creo que es una ayuda demasiado grande, porque se les da la oportunidad a todos”, aseguró. Enmanuel, de tres meses de edad, también es paciente del centro, pues padece de cardiopatía congénita. María Guillén, madre del bebé y oriunda del estado Mérida, manifestó, de igual modo, su agradecimiento por la ayuda brindada en el centro. “Estoy tranquila porque la atención es especial”, agregó. LG
Pequeños reciben atención gratuita y de calidad.