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IDA Y VUELTA Con los lectores

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Enfoque

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IDA Y VUELTA

Queridos amigos de Ciudad Nueva

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Me imagino que cuando programaron el número de marzo no sospechaban que al recibirlo los argentinos (¡y muchos más!) estaríamos en cuarentena. ¡Pero lo cierto es que el tema ha sido oportunísimo! Gracias por poner siempre ese toque de sensatez, de sabiduría, de luz…

En estos días en que el modo principal de comunicación ha pasado a ser las redes sociales, vengo recurriendo en más de una oportunidad a los distintos artículos de la revista, todos muy interesantes y esclarecedores, como los consejos de Quique Figueroa, “el Internauta”, o la nota de Cecilia Becaría, que invita a “no creer todo lo que vemos”.

He encontrado claves para aplicar ese filtro necesario ante el alud que me llega de mensajes, noticias, recomendaciones e información, el cual, por momentos, si no contara con esas criteriosas herramientas, me aturdiría, me confundiría e influiría negativamente en mi ánimo.

Asimismo, la temática de la revista (especialmente los testimonios) me ha estimulado a comunicar buenas noticias, y experiencias positivas y constructivas a la gente con la que tengo contacto. ¡Gracias, una vez más!

Me permito plagiar un chiste de mi hermana Isabel, quien parafraseando a Jorge Fandermole, exclamó (por WhatsApp) al decretarse la cuarentena: “¡Cristo de las redes, no nos abandones!”

Cristina Monros (Añatuya)

Muros que se derriban

Gracias, me encantó el video y agradezco al director que nos haya abierto su casa y poder ser así partícipes de una escena familiar. Se están derribando muros que levantó la solemnidad, la formalidad, curiosa paradoja del aislamiento obligatorio. Cordialmente.

Lilian Legnazzi

Información en las redes vs. espíritu crítico

Está bueno el artículo publicado en la edición Nº 617. Abre un concepto que atraviesa todo “valor” que los seres humanos tomamos. A quienes tenemos una profesión se nos enseña a “copiar y pegar” en nuestras cabezas y hábitos aquello que “estudiamos” sin filtrar. Si otros lo dicen con fundamentos, es así. Y así se hace. Y es muy difícil encontrar un profesional que filtre todo lo que lee y estudia. Y tenga pensamiento propio. Ya en la escuela, los niños repiten lo que el docente enseña. Y es así. La discusión pasa por valorar la producción propia de cada individuo, que es propia y única. Y que si la aporta a la comunidad donde vive, construye cultura. Entonces el conocimiento es “democrático”. Pero por ahora, es un horizonte hacia donde mirar y construirlo diariamente.

WEB Las Malvinas

Me sentí identificado con el artículo en el que se cuenta la escena familiar de estudiar juntos sobre las Islas Malvinas. ¡Vimos el mismo capítulo de Zamba! Qué bueno que tengamos estos dibujos para reaprender todos en familia de nuestra querida perla austral.

La lógica del don se expresa al escucharnos

Me gustó el artículo de Enrique García. Gracias, muy interesante. Sobre todo en una época donde no hay tiempo para escuchar en profundidad.

Un mundo distinto nos espera

Escucho a personas sencillas, simples, sin fortunas ni nada que se les parezca; con formación intelectual limitada que se esfuerzan cotidianamente para asegurar, formular o intuir “hace falta que surja algo nuevo, como vamos no existen posibilidades”. Me ha alegrado escucharlo porque desde hace mucho tiempo experimento que el futuro depende de una transformación paradigmática. Son los sencillos quienes te lo confirman. La vida es el centro del ser, las relaciones con el todo necesitan de gratuidad; el don es lenguaje de la nueva cultura. Cambiar el sistema de acumulación y competencia por el de la fraternidad y cooperación. En los albores de mi juventud experimentaba ya una conciencia profunda de la cooperación como antagónica a la competición. En el mejor de los sentidos la única competencia justa es el ser cada día mejor que ayer, sin compararme con otros y aportar más y mejor al bien común. Estimulados unos a otros en esta dinámica veremos nacer una nueva humanidad surgida de la sabiduría. Cada vez que descartamos, expulsamos o destruimos a los distintos perdemos don y no lo advertimos. Es el sueño, el deseo y la gracia de una nueva era.

Juan Andrés Ravignani

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