ESTADO DEL MONTE NATIVO EN EL NOROESTE DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS- IMPACTOS DE SU DESMONTE, CON LECTURA DE GÉNERO
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Trabajo final para el Diplomado Experto en Cambio Climático técnicas y proyectos, realizado en Huancayo, Perú. Centro de Estudios Ambientales
Claudia Florentin, La Paz, E.Ríos, Argentina, agosto de 2014.
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1. Portada 2. Resumen. 3. Summary 4. Introducción 5. Marco Analítico 6. Conclusiones 7. Bibliografía 8. Anexos
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Resumen La pérdida de bosque nativo en el noroeste de la provincia de Entre Ríos, más precisamente en el Departamento La Paz, es un fenómeno creciente, producto del corrimiento de la frontera agropecuaria, especialmente con el monocultivo de soja. Ante la falta de leyes concretas en el territorio provincial que protegieran estos territorios, cunas de biodiversidad, los desmontes continúan, aún con multas y tibios controles estatales. La zona de montes, con una impronta de familias campesinas de pequeñas unidades económicas, ha ido modificando, junto a los desmontes, su composición social, con el desplazamiento obligado de la juventud sin posibilidades de sustento ni de crecimiento económico y de las familias todas que sufren la pérdida de los recursos que el monte les proveía. En este entramado social en permanente riesgo, las mujeres son especialmente vulnerables a las modificaciones de su hábitat, a la pérdida de los recursos naturales y del agua. Sus roles sociales se modifican y las migraciones a los pueblos y ciudades conforman una nueva postal donde la pobreza y la falta de oportunidades, siguen siendo las protagonistas. Summary The lack of native forest in the northwest of the province of Entre Rios, more precisely in La Paz Department, is a growing phenomenon, resulting from the shift of the agricultural frontier, especially with soybean monoculture. In the absence of specific legislations in the provincial territory that protects these areas, cots biodiversity, and deforestation continues, even with fines and lukewarm state controls. The woods area, with an imprint of peasant families in small economic units, has been changing, with clearings, its social composition, with the forced displacement 4
of youth and without livelihood opportunities for economic growth and that all families suffer the loss of resources that the mount provided them. In this social network at permanent risk, women are particularly vulnerable to changes in their habitat, loss of natural resources and water. Their social roles have changed and migration to towns and cities make a new card where poverty and lack of opportunities continuous being the protagonists. Key words: Native forests - Deforestation -Gender-Entre Ríos Palabras clave: Bosques nativos - Deforestación – Impacto social y de géneroEntre Ríos
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Introducción El sector agropecuario argentino ha vivido un proceso de cambio tecnológico y productivo sin parangón en las últimas décadas. En el marco de una demanda mundial y nacional creciente, la producción agrícola ha ido extendiendo la frontera de cultivos, especialmente de la soja, constituyéndose como monocultivo en vastas zonas del país. La provincia de Entre Ríos no ha estado exenta de este proceso de cambio, produciéndose una creciente necesidad de tierras de cultivo. El desplazamiento se ha dado hacia tierras del norte de la provincia, especialmente el noroeste, donde se registra la mayor parte del denominado “monte nativo” de la provincia. A pesar de una Ley nacional que prevé el ordenamiento territorial de cada provincia para la protección de los mismos, Entre Ríos recién adhiere luego de 6 años, generándose en el ínterin miles y miles de hectáreas desmontadas, sin que haya de esos números registros certeros. La flamante Ley establece la zona que analizaremos como de “Alto impacto del desmonte”, pero llega demasiado tarde. En este trabajo analizaremos el impacto del desmonte en el medio ambiente a largo plazo, donde no permiten ver ahora las pingües ganancias de las tierras sembradas. Tierras únicas, con una biodiversidad autóctona y prístina, murieron para siempre. Analizaremos también el efecto de la pérdida de bosque nativo en los y las habitantes de esta vasta zona. Centenares de familias campesinas de escasos recursos encontraban en el monte elementos para subsistir y para la cría de pequeños animales. Dentro de este complejo social y económico, destacaremos el rol de las mujeres, la adaptación o no a los cambios medioambientales.
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Bosque nativo- Qué es Se puede definir al bosque nativo como un ecosistema natural, reserva de diversidad, con interacción entre las diferentes especies en el que cada uno de ellas cumple funciones específicas. Una de las características más importantes del bosque nativo es el de ser generador y protector del agua y el suelo. Los bosques nativos forman parte del sistema climático y son un sumidero de carbono capaz de hacer frente al cambio climático, ya que fijan una parte importante del CO2 que la actividad industrial, la ganadería y la propia deforestación liberan a la atmósfera. José Graziano Da Silva, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), afirma que “la incorporación de los bosques en toda estrategia de futuro sostenible no es optativa, sino obligatoria” y deben aplicarse en todo el mundo prácticas de “manejo forestal sostenible”, basadas en la idea de que todo árbol utilizado debe sustituirse por otro nuevo1. Ubicación A efectos de este trabajo, se analizará la situación del bosque nativo del departamento La Paz, ubicado al noroeste de la provincia de Entre Ríos. Esta provincia se encuentra al Sur de la Mesopotamia argentina, limitando al norte con Corrientes, al sur con Buenos Aires, al oeste con Santa Fe y al este con la República Oriental del Uruguay. Su topografía se caracteriza por ser una llanura con algunas ondulaciones, enmarcada por los ríos Paraná y Uruguay. En el censo del año 2010 la población de la provincia ascendía a 1.236.000 habitantes. La población rural de la provincia de Entre Ríos es del orden del 15,3%, la rural dispersa de 12,5% y la rural agrupada de 2,8%. En el período 1
INTA Informa, 2013
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intercensal 1991-2001 muestra que la población rural disminuyó un 11,3% aunque el comportamiento al interior de la misma fue dispar: mientras la población rural agrupada se incrementó en un 18%, la rural dispersa disminuyó un 19%, compensando el aumento de la población rural agrupada. En el año 2000 el Departamento La Paz tenía una base productiva centrada en la ganadería extensiva, practicada por grandes, medianos y pequeños propietarios, alrededor de la cual se enlazaban las restantes actividades agrícolas y de servicio. El total de productores agropecuarios del departamento sumaban poco más de 1.300 con superficies menores a 200 hectáreas, con baja tecnología, con actividad de granja y una economía para el autoconsumo. El área de Bosques Nativos en Entre Ríos se localiza en la región centro-norte de la provincia e involucra las cuencas de los ríos Guayquiraró, la porción superior del Gualeguay y el Arroyo Feliciano, según se visualiza en el siguiente mapa2.
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Mapa de Guía para la caracterización de agroecosistemas del centro-norte de Entre Ríos..... Rafael A. Sabattini, Marcelo G. Wilson, Norberto Muzzachiodi y Arturo F. en Revista Científica Agropecuaria 3: 7-19 (1999) Facultad Ciencias Agropecuarias - UNER
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La zona que trabajaremos corresponde a lo que en el mapa- que se encuentra en Anexo 1-se denomina Zona I , donde se encuentra aproximadamente el 85% del bosque y que corresponde a la zona fitogeográfica del “Espinal”. La Ley 10284 de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos de la provincia de Entre Ríos, recientemente sancionada en la provincia, divide la Provincia en tres regiones que corresponden a tres situaciones ecológicas diferentes. Región I. De Alto impacto del desmonte. Espinal. Comprende los departamentos de Feliciano, Federal, La Paz, Villaguay, Paraná, Tala y Nogoyá. Región II. De Bajo impacto del desmonte. Comprende los departamentos de Federación, Concordia, San Salvador, Colón y Uruguay. Región
III.
Tradicionalmente
Agrícola
con
humedales.
Comprende
los
departamentos de Diamante, Victoria, Gualeguay, Gualeguaychú, Islas del Ibicuy. Registrando categorías ante la situación de los bosques en la zona, el departamento La Paz queda dentro de la Categoría I (Roja): “corresponde a bosques de alto valor de conservación, que no deben transformarse. Estas áreas por su valor de conectividad, presencia de valor biológico y/o protección de cuencas que ejercen, ameritan su persistencia a perpetuidad. En esta zona no se podrá desmontar y se deberá conservar el 100 % del bosque nativo. 3 Características La vegetación típica es de un monte semixerofítico, con un estrato arbustivo y otro herbáceo, muy rico en especies que pertenecen en su mayoría a la flora pampeana. La actividad económica principal en esta región ha sido la producción agrícolaganadera predominando la cría bajo monte. La 3
mayor parte de las Tierras
Ver Mapa de Clasificación de Bosques Nativos en Entre Ríos en ANEXO I
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habilitadas tenían como destino la agricultura y en algunos casos se utilizaron rotaciones con ganadería. En tal sentido, se detectaron alteraciones en el suelo, tales como la erosión hídrica, el “manchoneo” del suelo y cultivos, y la falta de piso en áreas planas y el encostramiento de los suelos. En los últimos años se han incorporado importantes áreas a la agricultura, actividad favorecida por su rentabilidad, registrándose de esta forma cambios en el uso de la Tierra. Según Tasi y Bedendo (2001), gran parte de los suelos del centro norte de Entre Ríos presentan serias limitaciones para un uso agrícola sostenido. Sin embargo, en esta región se produjo el avance importante de la frontera agrícola y en la mayoría de los casos, los desmontes se realizaron sin una planificación previa del uso que se le dará a las tierras en el largo plazo4. Según un estudio realizado por expertos en el año 2005, la condición prístina de los bosques nativos, es muy escasa; se caracteriza por un estrato arbóreo dominante mayor a 6 m de altura, generalmente representado por especies del género Prosopis (ñandubay y algarrobo), acompañado por una sinusal de menor altura, dominada por especies del género Acacia. Los especialistas forestales, estiman que un estado con tierras onduladas y numerosas vías de agua como sería el caso de Entre Ríos, tendría que mantener el 25% de su superficie cubierta de bosques para evitar los arrastres de tierra por la erosión hídrica y la pérdida del caudal de sus arroyos. Por esta razón, si consideramos las 8.211.741 de ha de esta provincia, esta proporción significaría 1.850.000 ha que deberían ser mantenidas cubiertas de bosques5. Importancia 4
USO DE LA TIERRA EN EL ÁREA DE BOSQUES NATIVOS DE ENTRE RÍOS; Hugo TASI, Marcelo WILSON, Guillermo SCHULZ, Nicolás INDELÁNGELO y Dante BEDENDO; INTA, Paraná 5
Bosques Nativos y Selvas Ribereñas en la Provincia de Entre Ríos. Juan de Dios MUÑOZ; Sergio MILERA; Corina ROMERO y Armando B. BRIZUELA; INSUGEO, Miscelánea, Tucumán, 2005
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El bosque nativo involucra beneficios tangibles e intangibles indispensables para la continuidad de la vida sobre el planeta, como microclimas, refugio de fauna y flora, protección de los suministros de agua potable y fertilidad de suelos, fuente de energía, lugar de vida de comunidades campesinas y aborígenes y lugar de producción de recursos forestales y de productos no madereros (miel, medicinas, fauna silvestre, etc.). También son una fuente de información climática almacenada en sus troncos por siglos y un sumidero de carbono capaz de hacer frente al cambio climático, fijando una parte importante del carbono que la actividad industrial y automotriz libera a la atmósfera6. Ellos constituyen un patrimonio forestal originario con importante rol en el mejoramiento de los regímenes de humedad, el asentamiento de los suelos y como barreras geográficas que previenen la erosión hídrica y eólica y las inundaciones. La deforestación, así como la degradación del bosque, reducen notablemente la capacidad de los suelos para retener los nutrientes, además de producir su erosión
y fomentar tanto
las
inundaciones como
las
sequías,
por la
desestabilización de las capas freáticas del subsuelo, ya que actúa como una esponja que absorbe grandes cantidades de agua en los períodos de lluvia, y luego las va liberando progresivamente, evitando también las sequías. Los árboles almacenan agua y la liberan a la atmósfera. Este ciclo del agua es parte importante del ecosistema debido a que las plantas y animales dependen del agua que los árboles ayudan a almacenar. Cuando se cortan los árboles, nada puede retener el agua, lo que conduce a un clima más seco. La pérdida de árboles también causa erosión debido a que no hay raíces que retengan el suelo, y las partículas de suelo entonces son arrastradas hacia los lagos y ríos. El resultado es la pérdida o reducción de la biodiversidad.
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Brown, Alejandro. Fundación Proyungas. Bosques Nativos de Argentina. Congreso Forestal Mundial 2009
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Algo de historia- leyes Argentina ingresa en un proceso de fuerte deforestación en la década de los 90, de la mano de inversiones en infraestructura, cambios tecnológicos en el ámbito agropecuario y la globalización. Un informe oficial del 2004 determinó que el país perdió el 70% de su patrimonio forestal nativo en los últimos 70 años. Generalmente se habla más fácilmente del proceso de deforestación pero otro fenómeno creciente es la degradación, que consiste en la pérdida de biomasa, y que generalmente se produce por la tala indiscriminada y/o por el pastoreo intensivo, generando bosques empobrecidos. La Ley de Bosques o Ley Bonasso, nº 26331, fue sancionada el 2 de noviembre de 2007 por el Congreso Nacional, estableciendo
Presupuestos Mínimos de
Protección Ambiental de los Bosques Nativos. La norma cambia el panorama nacional sobre la utilización de los bosques nativos y sus recursos, otorgando a la ciudadanía mecanismos de participación y normas de control sobre estos recursos estratégicos para la calidad de vida de toda la nación. Establece que cada provincia debe dar su propio Ordenamiento Territorial de Bosques buscando zonificar en un mapa según un color determinado, las distintas áreas de bosques nativos que existen en la provincia. “Estos colores definirán las áreas de bosque que se deben conservar y aquellas en las que se puede realizar una explotación forestal”. Esta ley es un resultado de la adecuación creciente de la normativa legal a las Convenciones Internacionales ratificadas por la República y al mismo texto de la Constitución reformada en 1994 que reconoce la pre-existencia de los pueblos indígenas.
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En Entre Ríos, la historia es larga, tanto que recién hace dos meses se logró dictar la Ley para el Ordenamiento territorial, pasados ya casi 7 años, donde la eliminación de los bosques nativos, continuó sin pausas. Iniciado el nuevo milenio, entidades ambientalistas de la provincia se movilizaron para intentar detener la depredación de los bosques nativos, logrando que el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, en manos del Dr. Sergio Montiel, dictara el Decreto N° 4519, el 25 de septiembre de 2003, donde se declaraba la emergencia ambiental de la sustentabilidad ecológica, social y productiva del Bosque Nativo en la provincia de Entre Ríos, y se prohibía el desmonte a tala rasa de Bosques, Montes Nativos y Selvas en Galería en todo el territorio de la provincia, en propiedades privadas y públicas. La medida se encuadraba en lo dispuesto en los artículos 41, 42 y 124 y concordantes de la Constitución Nacional, en el Artículo 36 de la Constitución Provincial y el Decreto Nº 710/95 PEN reglamentario de la Ley Nacional Nº 13.273 de Defensa de la Riqueza Forestal, a la cual se halla adherida la provincia por las leyes Nº 3263 y N° 3846. Con apoyo de ambientalistas, pero con fuertes críticas del sector agrario, en el año 2004, al cambiar de gobierno, mediante el Decreto Nº 1317/04, el gobernador Jorge Busti derogó el decreto antes citado y volvió a la legislación anterior. Luego de una acción de amparo del Foro Ecologista de Paraná en el 2005, donde se pedía la inconstitucionalidad del Decreto Nº 1317/04 y que se ordenara al Ejecutivo el mantenimiento de la emergencia ambiental del bosque nativo y la diversidad biológica, la justicia hizo lugar a la acción de amparo y surgieron instancias de conciliación. La Secretaría de la Producción de la Provincia fijó como máximo desmontes en 100 ha, manteniendo como reserva de biodiversidad el 25% de la superficie de los establecimientos agropecuarios bajo la forma de macizo y en un lugar que garantice la conectividad del bosque. Sin embargo, el desmonte ha continuado,
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con multas, tibios controles, con y sin autorización de las autoridades gubernamentales. Como mencionamos, recientemente el Gobierno provincial promulgó bajo el número 10284 a la ley de ordenamiento territorial del bosque nativo en Entre Ríos. La norma promueve la conservación de estos ecosistemas forestales naturales y la regulación de cualquier cambio de uso del suelo. Dispone la conformación de una comisión provincial y la creación de un fondo para el ordenamiento territorial, integrado
por
fondos
nacionales
y
provinciales.
Se
prevén
multas
e
inhabilitaciones para los infractores La ley fue sancionada el 25 de febrero en tanto el Ejecutivo provincial la promulgó el 12 de marzo pasado bajo el Nº 10.284. Situación actual Como ya dijimos, desde la década del 90 se comienza a fomentar fuertemente el modelo de los pool de siembras, con nuevas tecnologías y el avance incontrolado de la frontera agropecuaria. El reemplazo de los bosques por la agricultura se realiza principalmente por el monocultivo de soja. Aunque el sistema de siembra directa ya se utiliza mucho en el país, se continúan utilizando técnicas de labranza que deterioran el suelo y que producen desertificación. Con el avance hacia el norte del modelo agroexportador, explotaciones de pequeños productores campesinos fueron desapareciendo ya que debieron vender sus tierras acorralados por los pool de siembras y/o por los agrotóxicos que minan la poca producción de chacras. A la recurrente migración de jóvenes, se sumaron familias enteras que se concentran en los cordones de miseria de las grandes ciudades. En la Argentina, los bosques nativos cubren 33.190.442 ha. según el Inventario Nacional de Bosques Nativos (diciembre, 2002). La deforestación provoca que de cada cien árboles que se cortan sólo se repongan quince. 14
Tomando en cuenta las evaluaciones más conservadoras, a lo largo de un siglo se han perdido tres cuartas partes de las masas forestales de esta provincia, a una tasa promedio de 16.500 hectáreas de pérdida boscosa por año Según Kleinerman y Pérez, en 1997 la Provincia de Entre Ríos tenía un 33,24%, de bosques nativos sobre tierra firme, con un total de 1.995.873 ha y con una superficie de 1.648.800 hectáreas correspondientes al sector del Delta y aguas de los ríos Paraná y Uruguay y ríos interiores. Para la provincia se estimó, a principios del siglo XX, una superficie de 2,5 millones de hectáreas de bosques nativos incluyendo los renovales y las zonas de bosques abiertos o parques, aunque el Censo Nacional Forestal de 1915 estima una superficie forestal de casi el doble. Según registros oficiales, el Gobierno de Entre Ríos otorgó permisos para efectuar 206 talas de monte nativo entre los años 2004 y 2006. Eso significó que 12.904 hectáreas quedaran liberadas para la agricultura en seis departamentos del centro y
norte
de
la
provincia.
El desmonte fue autorizado en campos ubicados en los departamentos Feliciano, Federal, Villaguay, Tala, La Paz y Paraná, donde se encuentra el 87 por ciento de los bosques nativos de la provincia. Pero en ningún caso la tala superó las 100 hectáreas,
que
es
el
máximo
permitido
desde
hace
tres
años
Los datos surgen de la respuesta que la Dirección de Recursos Naturales Forestación y Economías Alternativas de Entre Ríos hizo llegar a la Fundación M´Biguá, Ciudadanía y Ambiente ante un requerimiento de esta en 2007. En un trabajo del INTA, titulado Uso de la tierra en el área de bosques nativos de Entre Río, se advierte que “la práctica de desmonte es común, realizándose en la mayoría de los casos sin una planificación previa al uso que se le dará a las tierras en
el
largo 15
plazo”.
De acuerdo al informe “el área está ocupada por suelos de los Órdenes Vertisol y Alfisol en más del 70 %. Éstos presentan una aptitud generalmente restringida para diferentes alternativas productivas intensivas, con limitaciones tales como erosión hídrica, altos contenidos de arcillas expandibles, drenaje interno impedido y drenaje superficial deficiente en los sectores planos y/o deprimidos”.
Tras hacer referencia al cruce de información entre las cartas de suelos de Entre Ríos y los datos de los últimos censos nacionales, el documento precisa que “existe también una concentración de la producción, ya que aquellos productores que dejaron de producir y no vendieron sus tierras, las cedieron bajo distintos regímenes de tenencia, siendo el destino mayoritario la aparecería o contrato accidental
para
la
agricultura”.
El trabajo también describe que “se observó además que predomina la secuencia de diferentes cultivos y no la rotación de pasturas, para la generalidad de los casos, donde el cultivo de soja participa en una elevada proporción, mostrándose como el antecesor casi único de los demás cultivos”. En el año 2012, dan cuentan los medios entrerrianos, se hicieron un total de 34 actas, de las cuales 26 corresponden a desmonte y ocho a trasporte ilegal de leña, representando un total de 1.500 hectáreas comprendidas en las sanciones; y ocho actas por transporte ilegal de leña, lo que hace un total de 53.200 kilogramos. Los departamentos que más sufren la extracción de especies nativas, son aquellos que se encuentran en el centro norte de Entre Ríos, zona que coincide con la ecorregión del espinal: Villaguay, La Paz, Federal, Feliciano. Respecto al cultivo de soja en las últimas campañas, de acuerdo a informes del INTA hay un crecimiento sostenido en el área sembrada con éste cultivo respecto al total, tanto en la provincia como en los departamentos del noroeste. En particular, para el área de bosques nativos la superficie sembrada con soja pasó 16
de 382.600 hectáreas (campaña 02/03) a 501.595 ha (campaña 05/06), representando un aumento del 31%. El ingeniero Pablo Benetti, de la delegación del INTA La Paz, en una entrevista realizada para este trabajo cuenta: “En los 9 años que yo ando en esta zona he visto desmontar una gran cantidad de montes, es impresionante los desmontes ocurridos, hemos realizado denuncias sin encontrar respuestas, por citar un caso, la estancia La Rosaleda en la zona de Paso Yunque (a la vera del río Guayquiraró, límite con Corrientes) se desmontaron no hace más de 4 años miles de hectáreas de monte virgen. En Las Toscas, sobre la ruta, en vigencia de la prohibición con el cartelito de desmonte autorizado por el gobierno de la Provincia; en la Colonia Oficial recientemente se desmontaron varios cientos de hectáreas, dejando un borde sobre el camino de monte para que no se vea el desmonte que están haciendo…” El Foro Ecologista de Paraná continúa su campaña en defensa de los bosques bajo el lema "Entre Ríos Sí, Entre Desiertos NO", a la que sumó su apoyo Greenpeace. Es cierto que apenas se está empezando a ver en el medio ambiente los efectos del feroz desmonte. Pero su impacto sobre los suelos, los cursos de agua, la biodiversidad, serán imposibles de parar en los próximos años. Tierras únicas, con una biodiversidad autóctona y prístina, murieron para siempre. Los habitantes de esta vasta zona, no están exentos de tales efectos. Centenares de familias campesinas de escasos recursos tenían en el monte elementos para subsistir y para la cría de pequeños animales. La pobreza y la falta de fuentes de sustento alternativas, generan otro factor de degradación ambiental por la dependencia de los pobres en los recursos naturales para poder subsistir. Tal vez no suficientemente valorados mientras perduraban, son ahora recursos que no pueden renovarse ni reemplazarse, llevando a la migración, la adaptación o la mera subsistencia. 17
“¡Nos estamos quedando sin bosque nativo, y lo que nos resta, está enfermo!”, dicen que repetía incansablemente el prestigioso investigador entrerriano Juan de Dios Muñoz, autor del libro sobre Plantas medicinales en la flora entrerriana. Impacto económico y social en familias campesinas La estructura fundiaria de la zona se caracteriza por el predominio de los establecimientos de reducida extensión en superficie. La mayoría con menos de 50 hectáreas de superficie tienen orientaciones productivas no intensivas en el uso de suelo, o sea que realizan actividades tradicionales de la región pampeana. Se puede afirmar que la mayoría de las explotaciones agropecuarias sustentadas en el uso de reducidas superficies de suelos se encuentran en una situación de empobrecimiento
paulatino;
ella
surge
de
los
desfavorables
resultados
económicos que obtienen de su proceso productivo desde ya hace varios años a la fecha Existe una población rural dispersa constituida por pequeños productores minifundistas y trabajadores transitorios agropecuarios, los cuales tienen restricciones en la articulación en el ámbito local, departamental y provincial de los programas y proyectos nacionales con las organizaciones locales, con problemas de deficiencias en infraestructura en todos los aspectos estructurales, pérdida de valores y participación de mujeres y jóvenes y la afectación del medio natural que impacta notablemente a este grupo poblacional (Proinder-Asistencia Técnica para la Elaboración del Diagnóstico Preliminar del Área Centro Norte de la Provincia de Entre Ríos, Informe 4). Si se analizan las cifras de los censos, desde el del año 1970 al del año 2001 en esta zona, hubo un crecimiento de la población total del 20%, en tanto la población rural para el mismo lapso de tiempo se redujo en un 34%.
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Los nuevos cultivos necesitan escasa incorporación de recursos humanos lo que llevó a productores a rentar sus campos, restando su participación en lo productivo y social extensivo. La tasa de desocupación en la provincia fue del 25,8% en el año 2001; registrándose en la zona del monte Espinal, un 24%, pero con mayor desocupación de las mujeres. En general se registra una baja tasa de empleo en las mujeres, en el departamento La Paz y en el vecino departamento Feliciano, con valores que apenas superan el 20%.7 El campo con las características descriptas, no fue capaz de mantener la mano de obra ni generar nuevas situaciones de empleo y producción para pequeños campesinos, siendo un sistema que margina y termina expulsando la fuerza laboral a otros sectores, empobreciendo además la vida autóctona y sus saberes. Trabajo de campo A efectos de conocer la realidad concreta de la zona, entrevistamos a dos expertos: el ingeniero Pablo Benetti (ya citado) y Febe Barolin, coordinadora del Proyecto Familias Campesinas, de la Iglesia Evangélica Valdense de La Paz, que acompañan a las familias campesinas de la región delimitada. Benetti trabaja hace 9 años en la zona, y Barolin, 18. La zona de trabajo está limitada al Norte del Departamento La Paz, en las localidades denominadas Colonia Oficial N° 3 y 14, Las Toscas, San Pedro, Colonia San Gustavo, San Ramírez, Yacaré, Tacuaras, Ombú. Comprenden entre los dos, más de 350 familias. ¿De qué unidades económicas se trata en la mayoría de los casos? 7
Datos de Romero, Emilia Corina; GESTIÓN INTEGRADA DE LOS RECURSOS HÍDRICOS Y BOSQUES NATIVOS DE LA CUENCA DEL ARROYO FELICIANO, ENTRE RÍOS, ARGENTINA- TESIS DOCTORAL Universidad de A Coruña, 2013.
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Las zonas son muy variadas, dicen, como las realidades de las familias. Las que poseen tierras se dedican a la explotación ganadera o de siembra (Grupo San Pedro), las familias de San Gustavo y Ombú están insertas en pequeñas poblaciones por lo que pueden tener empleos o changas en la zona rural o en el mismo pueblo. Pero en su gran mayoría son habitantes rurales y pequeños productores, definiendo a habitantes rurales a aquellas familias que no poseen una superficie de tierra ni capital suficiente como para poder realizar un emprendimiento productivo y viven de las changas en campos vecinos y de los planes sociales, poseen gallinas, algunos, muy pocos, la huerta, algún que otro animal menor pero todo para autoconsumo no para la venta. Y los pequeños productores que si poseen una superficie de tierra como para poder hacer algo mas intensivo (horticultura, centralmente batata y calabazas y muy poco hortalizas de hojas), además de ovejas o chivos, algunos realizan cría de bovinos y venden como para sustentar a la familia además de realizar trabajos afuera de su predio también. ¿Los jóvenes de las familias permanecen en sus hogares? En el campo generalmente no lo hacen, esto está determinado por
la
característica y situación económica de cada familia Hay familias con recursos de tierra, animales, etc., donde es viable que los/las jóvenes encuentren posibilidades de trabajo. En las familias con escasos recursos las/los jóvenes emigran, ya sea a lugares urbanos o a otros parajes o lugares donde encuentran trabajo mejor remunerado. Muchos estudian algún tiempo, pero generalmente no llega a buen término su secundario. La mujer en la casa cuidando los gurises (término referido a los hijos/as pequeños de una casa) y las tareas domésticas, y en las reuniones de la escuela. Y lo que se da generalmente son dos cosas en los jóvenes varones, que he observado, dice Benetti, es que se van de la zona, ya que son buscados por productores tamberos, de granjas de cerdos o agricultores de otras provincias, 20
centralmente a propuesta de algún pariente hermano o vecino que les pasa el dato y los lleva a Santa Fe, Córdoba o Bs As. Y los jóvenes que se quedan en la zona, generalmente son los que a temprana edad forman su familia y se instalan al lado de la casa de sus padres o de sus suegros quedándose realizando tareas de campo, changueando. “Quizás como lo exprese a la diferencia entre el varón y la mujer suene muy machista, pero en el medio rural es muy fuerte y marcado el machismo que existe”, enfatiza. ¿Qué rol les cabe a las mujeres de la familia? Las mujeres son amas de casa. Esto es una generalidad en los distintos estratos sociales como en las diversas unidades económicas, aún si además trabajan fuera de su casa. Benetti acota que cuando empezó a trabajar con los ex grupos del Programa Social Agropecuario en todos figuraban como titulares los esposos, pero a las reuniones las que participaban eran las mujeres, “entonces lo primero que hice fue cambiar y poner a todas las mujeres como titulares ya que eran ellas las que participaban de las reuniones, bueno esto al principio fue resistido hasta por las mismas mujeres, pero después de algunas reuniones se dieron cuenta que en realidad si se definía producir pollos, por ejemplo, las que los iban a cuidar y mantener eran ellas, entonces porque hacer lo que los hombres querían si en realidad eran ellas las que iban a cuidar o producir esa actividad definida, y así fuimos cambiando y discutiendo con ellas que hacer en cada proyecto”. Ahora en los proyectos siempre busco que estén involucradas también las mujeres no solo en las tareas sino en la formulación del proyecto desde el comienzo, dice. Estas familias ¿han visto afectada su vida diaria y económica por el avance de las superficies desmontadas? ¿En qué sentidos?
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Si se han visto afectadas sus vidas, el avance de la frontera agrícola no solo los afecta por el desmonte, sino también por la incidencia de los productos agroquímicos que se aplican. Al avanzar la frontera ha ido avanzando sobre las chacras de los pequeños y medianos productores de las colonias, dando en arrendo sus tierras o vendiendo en el peor de los casos, yéndose a la ciudad o a poblados vecinos, dejando de ser productores, concentrándose la tierra en pocas manos ya que son “los mismos apellidos” que van comprando los lotes en la zona. Ni hablar si se realiza la mega obra del acueducto Paraná - Estacas, esto elevará en forma exponencialmente el valor de la tierra, dejando vulnerables a los más de 100 pequeños productores que se encuentran en la cuenca del acueducto ya que al no poseer el capital para ponerlo en producción, a la primera oferta de venta dejarían su campo. Sin hablar del impacto ambiental que esta mega infraestructura generaría en toda la zona, llevando directamente a desmontar el poco monte que existe hoy para producir más para devolverle el préstamo que trae el gobierno chino, y así devolver con mas producción uno de los objetivos explícitos de esta obra. Al presentar el proyecto, un técnico de Nación expuso como principal objetivo “aumentar la superficie cultivada”. ¿Cómo se podría aumentar, avanzando sobre los reductos de monte que existen en estas 21 mil hectáreas que se piensan poner bajo agua? ¿Consideran que desmontar y sembrar es desarrollar la zona? En estas 21 mil hectáreas existen unos 258 productores, quienes directamente se verían beneficiados por este acueducto. De ellos, sólo 28 poseen más de 500 hectáreas, 64 tienen entre 100 y 500 ha. Y el resto, la gran mayoría (166), poseen entre 10 y 100 hectáreas. Estos datos fueron mostrados y pertenecen al relevamiento que realizó el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales -Prosap. Aquí no cuentan la 22
población rural que existe en esta zona. Ya muchos de ellos poseen menos de 10 hectáreas y algunos hasta viven en la banquina de los caminos. Se ve que el Prosap no los tuvo en cuenta ya que, según ellos, no podrían acceder al riego. Como vemos en los números, sólo una pequeña porción de la población, 28, serían los potenciales beneficiarios de este proyecto. A los pequeños y medianos productores les sería casi imposible tomar el agua del canal para regar sus campos, por el alto costo, ya que para poder desparramar el agua sobre los campos hay que presurizarla con una bomba y luego esparcirla de alguna forma sobre los lotes. Debemos aclarar que este proyecto no incluye financiamiento intra predial, o sea: un crédito o un aporte no reintegrable para que los productores puedan acceder al riego en sus campos. Como ya se dijo, la gran mayoría de esas hectáreas están concentradas en pocas manos. De las 21 mil hectáreas, 15 mil son propiedad de los 28 productores que poseen más de 500 hectáreas, y gran parte de estas tierras tiene monte. La deducción es lógica: la construcción de este acueducto primero revalorizaría las tierras y después favorecería el desmonte de lo poco que queda en la región 8. ¿Qué recursos naturales del monte nativo que utilizan/utilizaban permanecen y cuales se han perdido? Hay lugares como las Toscas que las familias tienen que caminar cientos de metros para poder conseguir leña su principal fuente de energía- ya que es gratis, sin hablar de los problemas de enfermedades, respiratorias centralmente, que se he visto profundizadas en estas zonas. Sin nombrar de la pérdida de biodiversidad ya que muchas de estas familias consumían los virachos, ciervos y demás especies que antes abundaban y hoy
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Extracto de una entrevista realizada al Ing. Benetti en: AIM Digital http://www.aimdigital.com.ar/2014/03/24/acueducto-una-mirada-critica-sobre-prioridades-para-la-paz/
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son escasas en la cercanía de sus viviendas, habiendo lugares donde si hay muchas de estas especies. Estas mujeres ¿han visto afectada su vida diaria y económica por el avance de las superficies desmontadas? ¿En qué sentidos? La vida de las mujeres se ha visto afectada en el sentido que el desmonte modifica el ambiente y el paisaje, provocando que los árboles frutales y demás plantas no produzcan lo esperado, e incluso paulatinamente presenten problemas de secado y cese de producción de frutos, con los cuales ellas elaboraban dulces y conservas. Se ve la pérdida de
animales y frutos del monte, de miel, de
condiciones climáticas favorables con la desaparición de fuentes de agua y la dificultad de conseguir leña para combustible. También, debido al desmonte y consecuentemente la falta de trabajo, de hábitat, la gente migra a la ciudad o zonas pobladas en busca de trabajo y/o planes de asistencia social, de salud, etc. En muchos casos, debido al desmonte y a las fumigaciones las familias fueron siendo “barridas” hacia los márgenes de las chacras, de los campos, las banquinas, resultando que deben, dolorosamente, dejar definitivamente sus lugares de asentamiento, y en muchos casos, cargar con nuevas enfermedades, atenciones deficientes de los sistemas de salud y los problemas psicológicos y emocionales que generan las migraciones forzadas.
¿Qué recursos naturales del monte nativo que utilizan/utilizaban permanecen y cuales se han perdido? Los pobladores más ancianos o mayores conservan sus tradiciones y costumbres, sustentadas por el conocimiento de la naturaleza y la utilización de los recursos aprendidos. Por ejemplo la influencia de la luna y las estaciones en el trabajo y la producción, el conocimiento y uso de las hierbas medicinales. Según Juan de Dios
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Muñoz, existen o existían en el monte nativo entrerriano más de 480 especies medicinales que podían ser utilizadas en diversos preparados (op.citada). Con la pérdida del monte y la biodiversidad se ve la pérdida de una importante variedad de animales y frutos del monte, de miel, de hierbas medicinales, de condiciones climáticas favorables, de fuentes de agua. Se dificulta el conseguir leña para combustible. Añadido a esto se aprecia, sobre todo en los jóvenes, la pérdida de la cultura campesina y nativa, se incorporan creencias adquiridas que llevan a rechazar toda costumbre ancestral. Por ejemplo: no comen frutos ni animales del monte porque son “malos”, son “sucios”. La evaluación recogida es negativa ya que se estima que el desmonte ha provocado muchas de las situaciones de pérdida que se visualizan y sufren en la zona de montes del departamento. Un efecto son los impactos socioculturales en la pérdida del bosque nativo: los cambios en las pautas de alimentación, el abandono y pérdida de los saberes ancestrales de hierbas medicinales y usos de productos del monte, el derrumbe de creencias y relaciones familiares. Claramente también se registran efectos en la salud, acompañados de desinformación. Los pequeños productores de la zona desmontada y colmada de agrotóxicos, dan cuenta de que desde que se instalaron en la zona, registran varias enfermedades que antes no eran frecuentes, especialmente en la piel y los procesos respiratorios. Y decimos que la desinformación se suma a estos cuadros, pero en realidad resta. Resta calidad de vida porque la gente se enferma y sufre las consecuencias como algo intrínseco y contra lo cual no “puede hacerse nada”, no siendo muchas veces siquiera asumido por los sistemas médicos que se niegan a unir estas dolencias a los cambios medioambientales.
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Los y las pobladoras de la región no han recibido información de la peligrosidad de los desmontes y de los residuos de las empresas agrícolas, y no recibirán tampoco, de los efectos a largo plazo de la contaminación de los suelos. La desaparición del monte nativo conlleva, como ya dijimos, la muerte de especies nativas y con ello el conocimiento sobre su uso, perdiéndose entonces agentes propios de la cultura campesina. La migración es entonces una consecuencia inevitable de la falta de tierras y oportunidades laborales. La migración hace perder la pertenencia, los saberes, la historia, las costumbres y con ello de la identidad de cada persona. Estudio de género Los cambios medioambientales, en este caso antrópicos, afectan la vida de mujeres y hombres, pero no en iguales condiciones. En contextos patriarcales y con un fuerte sesgo machista, las mujeres han estado históricamente en inferioridad de condiciones de acceso a los bienes, servicios e informaciones, lo que limita la capacidad de reponerse a los desastres, facultad conocida como “Resiliencia”. Esta capacidad viene determinada por el acceso a los recursos y a los procesos de toma de decisiones para adaptarse al cambio. La desigualdad de género a nivel global, ha dado lugar a que las mujeres constituyan el 70% de las personas pobres, representando la mayoría de la población más vulnerable ante los desastres. En el ámbito estudiado, las mujeres son protagonistas de la vida hogareña siendo principales actoras en la búsqueda de productos para la calefacción, de agua, de producción de frutos y de cría de animales de granja, además de ser cuidadoras y madres en rol permanente. Quienes coordinan proyectos productivos dan cuenta del rol gravitante de las mujeres en los mismos, aunque con un control del hombre 26
de la familia, aún cuando no sea éste quien tome las decisiones productivas o participe en el desarrollo de los mismos. Esto va en contra de la valorización de las mujeres como actoras de los procesos de cambio y desarrollo y perpetúa la sumisión social. Es esperable que se realicen cambios que generen políticas inclusivas desde la base, tal como sugiere el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas en Mensajes claves de género en relación a la adaptación: Las estrategias de adaptación para el cambio climático serán más efectivas si se adoptan en un proceso de toma de decisiones en el que todas las partes involucradas participen. La participación plena y efectiva de las mujeres es primordial si se quieren utilizar de manera efectiva sus conocimientos y experiencia. De lo analizado, se desprende que las mujeres son particularmente afectadas por los desmontes en su zona de residencia, por: La reducción de fuentes de agua accesibles, produciendo desplazamientos más largos y mayor tiempo destinado a esta tarea, en detrimento de otras, como la educación o la participación en proyectos comunitarios. La pérdida de leña, principal “combustible”, debiendo generar otros recursos energéticos o recorrer largas distancias, con mayor desgaste físico y de tiempo. Ellas son las principales responsables de asegurar el suministro y la seguridad energética de sus hogares. Pérdida de frutos del monte, como la algarroba, rica en nutrientes y ancestralmente consumida por las comunidades originarias, así como de hierbas medicinales. La pérdida de estos saberes lleva al desconocimiento y la desvalorización de las ancestras, diluyéndose la construcción de la identidad de género como mujeres con historias, aportes, valores y fortalezas.
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Poca o nula producción de frutos, alimentos indispensables en la dieta familiar campesina. Su ausencia produce deficiencias en la nutrición y en la salud Problemas de salud asociados a los cambios de aire, al uso de agroquímicos en zonas cercanas y a las modificaciones en los hábitos alimenticios y de trabajo. Sabido es que la salud requiere un complejo de situaciones de vida para manifestarse en plenitud. Faltando varias de ellas, se registran problemas que no siempre son asociados por la medicina convencional a las situaciones vividas en el contexto de las mujeres. Las mujeres de zonas rurales deben recorrer kilómetros para ser atendidas en centros de salud. La permanencia de las jóvenes en sus casas rurales es muy escasa ya que no identifican factores que las atraigan y les permitan un desarrollo pleno. Cuando permanecen, en líneas generales, tienen embarazas tempranos con poca atención de salud y poco acceso a la información, repitiendo patrones familiares que nos les permiten salir de los roles establecidos para las mujeres La migración de las jóvenes a los pueblos, anula la posibilidad de continuidad de saberes, tradiciones y familias, pero se constituye en la posibilidad de desarrollo más cercana. El desplazamiento lleva a la pérdida de vínculos que nutran su historia y su identidad. Mujeres y organizaciones de mujeres y de género participantes en la COP 16 (Cancún 2010), plantearon posición, pidiendo: Detener la deforestación y la degradación de los bosques, lo cual es clave para asegurar los medios de vida de las mujeres. Los esfuerzos para detener la pérdida de bosques deben combatir las causas subyacentes de la deforestación y la degradación y el cambio climático, incluyendo: -la extracción de combustibles fósiles, la minería y la construcción de represas hidroeléctricas de grandes dimensiones; -la demanda de productos como 28
carne, celulosa, madera, aceite de palma y bioenergía industrial; y - la necesidad de abandonar toda forma de apoyo a los monocultivos a gran escala y a las concesiones de explotación forestal, las cuales hacen peligrar los ecosistemas de los que dependen las mujeres. Las políticas públicas del Gobierno entrerriano deberían empezarse a ver en lo que hace a protección del monte nativo, y dentro de esas políticas, debería establecerse un vínculo entre los efectos del desmonte y la equidad de género. Es vital generar información al respecto, concientizar a la población- aún cuando ello signifique tener que asumir lo que no se ha hecho en estos años, planificar desde la equidad y la igualdad y con los y las actoras de la región desmontada, visualizar y valorar lo que se está realizando desde los proyectos productivos en pequeña escala en la zona, y asegurar que todas las fases y los aspectos relacionados con los mecanismos o instrumentos de financiamiento cuenten con transversalización de género y el empoderamiento de las mujeres.
Conclusiones No hay desarrollo, por muchos millones que cuente, que logre ser sostenido en un medio ambiente que se deteriora día a día, irremediablemente. Los costos de esa producción no pueden ser la destrucción ambiental ni la pobreza, la exclusión y la migración forzada de los habitantes. Los datos recabados en este trabajo, que dan cuenta de pobreza, de supervivencia, de acceso limitado a educación, información y salud, de pérdida de valores, saberes y tradiciones y la persistente degradación del monte y sus componentes únicos, nos dicen que el desarrollo sustentable no 29
es viable aún cuando se vea un exponencial crecimiento económico de otros sectores. Para garantizar una gestión sustentable de los montes nativos, debe reconocerse la importancia de la tenencia y propiedad de la tierra que los comprende, especialmente con las familias originarias de la zona. Consideramos necesario incorporar el tema de cambio climático y ambiente en como
un
eje
de
trabajo importantes en: Sistemas de educación formal y no formal (incorporando el tema de gestión de riesgo y desarrollo sostenible); en los procesos orientados a la discusión de los derechos de las mujeres; en los acuerdos comerciales y proyectos productivos y en su seguimiento y monitoreo. Al redactar leyes o programas, se debe fortalecer la transversalización de género para garantizar que hombres y mujeres no se vean afectados y que se beneficien en forma equitativa. Cualquier política económica y productiva que priorice la ganancia por encima de otros factores ocasionará impactos negativos irreparables
para la soberanía
alimentaria, el acceso al agua, las semillas, la medicina tradicional y otros valores relacionados con los montes autóctonos. Para evitar la desinformación, son necesarias campañas masivas de educación pública sobre el medio ambiente y el desmonte, así como la importancia de la conservación de los bosques nativos.
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