Alerta del INVIMA El Uso de Valproato de Sodio en Mujeres Embarazadas puede llegar a producir malformaciones en el Feto El valproato de sodio se emplea principalmente en el tratamiento de la epilepsia, en monoterapia para el tratamiento de convulsiones parciales complejas y manejo de las crisis de ausencia; también para tratar los episodios maníacos asociados al síndrome bipolar y el manejo de las migrañas que no responden al tratamiento con betabloqueadores y bloqueadores de los canales de calcio. Su mecanismo de acción es desconocido aún, aunque se cree que ejerce su efecto al aumentar las concentraciones del ácido gamma-aminobutírico (GABA) en el cerebro. En Colombia, se encuentra disponible en diferentes dosis y presentaciones como tabletas recubiertas, grageas, jarabes y solución inyectable vía intravenosa (ésta última es poco común y se emplea como alternativa cuando no se puede tener acceso a la vía oral). La concentración plasmática de valproato de sodio se disminuye con el uso de meropenem, doripenem, ertapenem y tocilizumab, por lo que su efecto terapéutico se ve disminuido. Teniendo en cuenta lo anterior, se debe tener especial cuidado cuando el paciente que se encuentra en tratamiento farmacológico con medicamentos como ácido acetil salicílico, fenitoína, warfarina, carbamazepina, nifedipino, entre otros. En septiembre de 2015, la “New Zealand Medicines and Medical Devices Safety Authority” hizo pública una alerta donde informaba que el valproato de sodio está contraindicado durante el embarazo ya que produce malformaciones congénitas entre el 6,7% y el 14,2% de los niños expuestos. Las malformaciones más comunes son: defectos del tubo neural, labio leporino y paladar hendido, malformaciones cardíacas y rasgos faciales inusuales. También exalta la relación entre el uso de valproato de sodio y el riesgo de autismo y trastornos en el desarrollo mental, evidenciándose que entre el 30% y 40% de los niños cuyas madres consumieron tal fármaco, presentan retraso mental (esto fue comprobado con pruebas de coeficiente intelectual, y en el caso de los niños expuestos la diferencia era entre 7 y 10 puntos por debajo del promedio). Para garantizar un uso racional del medicamento, se recomienda que el valproato de sodio cumpla su condición de venta bajo fórmula médica, por lo que no debe automedicarse. Es necesario informarle al paciente que dicho medicamento conlleva a la aparición de efectos adversos entre los que se destacan: heces negras, sangrado de encías, sudoración, sangrados o hematomas inusuales, confusión, crisis de llanto, diarrea, náuseas, paranoia, cambios bruscos de estado de ánimo, cansancio y dolor articular, entre otros. Debido a que los antiepilépticos son fármacos con una ventana terapéutica estrecha, es muy probable que al exceder la dosis recetada se presenten cuadros de intoxicación. Las principales manifestaciones de intoxicación son: pérdida de la conciencia, fatiga y latidos cardíacos irregulares o lentos. Por otro lado, no se debe administrar a personas con disfunción hepática o enfermedad hepática, hipersensibilidad al fármaco y mujeres embarazadas, y en caso que las mujeres estén en edad fértil se debe suspender su uso.