REVISTA CICLISMO XXI

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LAS XXI CON LEANDRO MESSINEO: "SE ME CUMPLIÓ EL SUENO DEL PIBE

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1 Revista Mensual - Año 6 N° 62

Junio de 2010 I ARG $13 I URU $ 115

El famoso Río Puno para de crecer. su 15ta. edición, 4.043 • •— i bikers batieron el récord de inscriptos. ^mmm v *- < -^ •

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PANAMERICANO DE PISTA Y RUTA Dos plusmarcas y dos medallas en México

CLASICA 1RO. DE MAYO Salta y un brillante cierre de la temporada rutera

NACIÓN» DERUTAMASTER Los más grandes coparon Chilecito

ARGENTINO DE BICICROS Federico Polo fue la figura en Bahía Blanca

ENTRENAMIENTO Plan de trabajo para un ciclista amateur

CICLOVIAJERO Recomendaciones para pedalearen la altura

INFORME ESPECIAL El Ciclismo argentino en el mundo

DUATLÓN Arranca el calendario fuerte


XV DESAFIO AL VALLE DEL RIO PINTO 1 DE MAYO

NUEVO

REY ' 26

El barilochense Cristian Ranquehue ganó la decimoquinta edición del Desafío al Valle del Río Pinto, la tradicional prueba cordobesa de Mountain Bike, que ofreció un nuevo trayecto de 84 kilómetros y marcó otro récord de inscriptos: 4.043 ciclistas. Además, la faldense Mariela Brizuela se impuso entre las Damas.


Había llegado, en silencio, desde Bariloche acarreando un sueño: convertirse en el nuevo 'Rey'. Y pese a que los pronósticos le eran desfavorables, el Élite Cristian Ranquehue rompió con la lógica y, en su segunda participación, se quedó con el XV Desafío al Valle de Río Pinto, la clásica competencia de Mountain Bike que, año tras año, sorprende con diversas novedades. En esta ocasión, no sólo presentó un nuevo y más extenso circuito de 84 kilómetros, que comenzó y terminó por primera vez en la bella ciudad cordobesa de La Cumbre, sino que además estableció otro récord de participantes: 4.043 pedalistas.

No obstante, la Dama A Mariela Brizuela, la chica oriunda de La Falda, rompió con la hegemonía de la jujeña Agustina Apaza, ganadora de las últimas tres ediciones, al imponerse en la rama femenina. Y todo esto en el marco de una jornada, que había amanecido entre lloviznas y nubarrones, y que se presentaba ideal para la práctica del Ciclismo. El trayecto previsto exigía a los corredores el mayor de sus esfuerzos, ya que los vados, cuestas, senderos, caminos con trepadas y descensos iban a convertirse en los principales obstáculos a superar, aunque sin duda el más grande iba a ser el propio cansancio.

La carrera No todos los pedalistas fueron en busca de la punta de la competencia. Cada uno llevó sus objetivos. Algunos los echaron a rodar públicamente y otros, la gran mayoría, preferían guardárselos para sí. Pese a ello, los seguidores, algunos conocedores y otros apenas curiosos, en la previa, arriesgaron nombres y hacían apuestas. Estuvieron los que a sus pronósticos los basaron en los historiales de los anteriores desafíos y, también, los que sólo tuvieron en cuenta los últimos resultados de la temporada. A medida que se acercó el inicio de la carrera, la lista de aspirarantes al podio fue en aumento. Es que cada uno tenía


XV DESAFIO AL VALLE DEL RIO PINTO 1 DE MAYO •••••••••••••••Ji

LA GRAN FIESTA DE LOS QUINCE

su ciclista, pero minutos antes de la partida pocos pensaron en Cristian Ranquehue como un número puesto. Los nombres que más adeptos recogieron eran los de Juan Pablo Pereyra (General Cabrera, Córdoba], Javier Macías (Perico, Jujuy], Ignacio Gili [General Alvear, Mendoza), Gabriel Facchín (Córdoba), Jorge Giacinti (Almafuerte, Córdoba) y Alfredo Lucero (San Luis), entre otros. Apenas comenzó la prueba, que contó con inicios escalonados por categorías, la realidad se abrió paso entre las especulaciones, y fue allí cuando Ranquehue, a fuerza de oportunismo, determinación y buena conducción, se prendió en la lucha por la punta que estuvo comandada por el porteño Luciano Caraccioli, el tucumano Darío Gaseo y el cordobés Pereyra. Sin embargo, luego de unos

minutos, la pelea se limitó a sólo tres corredores: Caraccioli, Pereyra y Ranquehue. Ninguno logró sacarse diferencias hasta que al llegar a San Marcos Sierra, el porteño abandonó los puestos de vanguardia, dejando su ilusión de aspirar al podio. Con el transcurrir de la carrera, el barilochense estaba cada vez más cerca de conseguir su sueño, ya que la pugna por la victoria había quedó entre él y Pereyra, uno de los grandes candidatos en los papeles. Ranquehue sabía que para alzarse con el triunfo debía ser paciente, inteligente, frío y calculador. Por eso una vez superado el kilómetro 64 de la competencia, el patagónico creyó entender que ese era su momento. Así que abrió bien los ojos, tomó una bocanada de aire, encontró el espacio y superó al cordobés. Pero no sólo logró eso,

Toda adolescente argentina sueña con su fiesta de 15 años. Imagina el vestido, la noche, los bailes y, sobre todo, la compañía de quienes más quiere en un momento inolvidable de su vida Casi como una cordobesa más, el Desafío al Valle del Río Pinto cumplió sus 15 abriles con un espectáculo extraordinario, que incluyó récord de participación gracias a los casi 4.100 bikers que desfilaron por el nuevo circuito que largó y finalizó en la localidad cordobesa de La Cumbre. Más allá de una llegada similar al embotellamiento que se produce en la Panamericana cuando los muchachos de Terrabusi - Kraft manifiestan sus reclamos, el Desafío demostró ser el evento número uno del Ciclismo nacional al convocar participantes de todo el país y hasta de otras naciones. Una de las ventajas que tiene la carrera, aunque este término ya le quede bastante chico, es que no depende de nadie más que de los propios organizadores: el Club de Amigos del Deporte. Esa independencia le permite moverse con soltura hacia la dirección que Carlos Bertotti y Alfredo 'Bochi' Olmos dispongan. ¿Quién puede discutir la sabiduría de estos señores, si se tiene en cuenta la magnitud que tomó este auténtico acontecimiento nacido casi de casualidad? Con errores y, sobre todo, muchos aciertos, el Desafío al Valle del Río Pinto ya está en la historia del Mountain Bike criollo como emblema del crecimiento de esta actividad, a la que cada día se suman más adeptos. Los propios habitantes de La Cumbre y sus comercios saben que el año próximo, a fines de abril o a principios de mayo, un aluvión de visitantes copará los alojamientos y pagará por comidas, bebidas, regalos y repuestos para sus bicicletas. Es que la competencia está instalada. Amén de vencedores y vencidos, felicitaciones a los que estuvieron en La Cumbre para correr, acompañar, presenciar, vender, publicitar o cubrir. Todos son parte de esta historia que continúa su marcha creciente año tras año. Ya sabemos que para cualquier chica la fiesta de 15 es inolvidable. Y el Desafío celebró su década y media de vida con las mismas ganas y alegría que esa adolescente que sueña con convertirse en mujer. Federico Varni

sino que además sostuvo, con convicción, la fuga hasta el final. Cuando el reloj marcaba las 2 horas, 38 minutos y 19 segundos Cristian Manuel Ranquehue consiguió hacer realidad su sueño: ganar el Desafío al Valle del Río Pinto y calzarse la corona de Rey. Pereyra, a 46 segundos, y Macías, a casi cuatro minutos, completaron el podio que tuvo al barilochense en todo su esplendor.


Se proclamó una nueva reina Entre las 4n5 mujeres que formaron parte de la competencia, la más precisa y veloz fue la cordobesa de La Falda Mariela Brizuela que, con un promedio superior a los 25 km/h, finalizó primera en la clasificación General, con un tiempo de 3 horas, 19 minutos y 15 segundos. Así destronó a la jujeña Agustina Apaza, ganadora de las últimas tres ediciones, en la rama femenina. La Dama A Brizuela, que tuvo una excelente técnica y un gran control de la bicicleta, edificó una diferencia importante que le permitió no poner en riesgo el liderazgo de la prueba, estableciendo una ventaja cercana a los casi 7 minutos, respecto a sus escoltas. Por ende la emoción se trasladó al duelo que mantuvieron por el segundo lugar la bonaerense Jacqueline Brugnoli (que a la postre sería la ganadora de su categoría, Damas B] y la jujeña Apaza (Damas A). Finalmente, la chica de Ramos Me-

jía aceleró, le sacó 3 segundos, y se ubicó como escolta de la cordobesa.

GANADORES DEL XV DESAFÍO AL VALLE DEL RÍO PINTO

Ovación para todos

CABALLEROS

La carrera se sabía durísima. Por tal motivo, el reconocimiento no sólo fue potestad de quienes se adueñaron de un lugar en el podio, sino que todos tuvieron su cuota de aplausos, su justo premio por haber sido parte del más reciente desafío. La competencia, la más numerosa desde su inicio y con presencias de ciclistas de Brasil, Chile, Colombia, España, México, Paraguay, Rusia y Uruguay, albergó ciento de historias y provocó el nacimiento de otras tantas. Así que el Mountain Bike vivió su gran fiesta y al fin y al cabo ratificó la pasión que genera el deporte pedal en tierras cordobesas.

GENERAL

• Texto: Leandro Murciego Imurciego0ciclismoxxi.com.ar • Fotos: César Cabanillas Alejandro Morassutti - IB Alejandro Filardi

ÉLITE SUB23 JUVENILES

PREJUVENILES

MENORES MASTERA1 MASTERA2 MASTER B1 MASTER B2 MASTER C1 MASTER C2 MASTER D1 MASTER D2

Cristian Manuel Ranquehue [Bariloche, Río Negro] Cristian Manuel Ranquehue (Bariloche, Río Negro) Rodrigo Darnay (Juan Bautista Alberdi, Tucumán] Antonio Miguel Capo [Metan, Salta] Luis Enrique Rojas (Perico, Jujuy] Ramiro Cavallaro (Villa Carlos Paz, Córdoba) Javier Maclas (Perico, Jujuy] Jorge Giacinti (Almafuerte, Córdoba] Javier Torres (Neuquén, Neuquén) Fredy José Lemo Torres (Lujan, Buenos Aires] Víctor Hugo Breser (Santa Rosa, La Pampa] Ernesto Suárez (Capital, San Juan] Luis Sosa (Esperanza, Santa Fe) Nicolás Sides (Alien, Río Negro) Mariela Lucia Brizuela (La Falda, Córdoba] Ana Teresa Wulff (Capital Federal) Mariela Lucia Brizuela (La Falda, Córdoba) Jacqueline Brugnoli (Buenos Aires) Miriam Codón (Cipolletti, Río Negro)


del Desafío al Valle del Río Pinto £|_ GANADOR

LA TERCERA FUE LA VENCIDA Trabaja de 6 a 14 como repositor en un supermercado. Entrena poco más de dos horas después de almorzar y por la tarde atiende un negocio: en el invierno uno de esquí y en el verano en una bicicletería. Sin dudas es la rutina de un batallador, pero también la de un apasionado por el Ciclismo. El hombre en cuestión es Cristian Manuel Ranquehue, el flamante ganador del XV Desafío al Valle del Río Pinto, el barilochense que tuvo que esperar dos años para quedarse con toda la gloría, el gran protagonista de la clásica que se desarrolló en tierras cordobesas.

Tiene 27 años, está casado desde hace tres con Johana, y ostenta una vida dedicada al deporte pedal. "Desde los cuatro que estoy subido arriba de una bici", le dijo orgulloso el Élite Cristian Ranquehue a Ciclismo XXI. La pasión data desde pequeño, pero el camino no fue -ni es- fácil. Es que nunca contó con sponsors que lo ayuden económicamente. Así que se las rebusca desde hace un tiempo con dos trabajos para poder hacer lo que más le gusta: pedalear y pedalear. "Con esta victoria recibí algún que otro llamado", confesó entre risas. Sin embargo, por ahora, lo que le interesa es disfrutar de su gran triunfo, el que soñó y le fue esquivo desde el 2008. En su primera participación no pudo terminar, porque a la mitad de la carrera se le cortó la cadena y el año pasado ni siquiera pudo subirse a la bicicleta, ya que no llegó a tiempo para inscribirse. Fueron dos golpes duros. Pero a la vez le sirvieron para ir por la gloria. "Me preparé bien, estudié a los rivales y salí a ganar", explicó con la felicidad a flor de piel.

ufrió hasta el final Sabía íntimamente que cumplió, que su actuación fue muy buena, aunque sufrió hasta el final porque tuvo que esperar que dieran los tiempos oficiales. Y no tuvo un aproximado, ya que su cronómetrocomputadora dejó de funcionar cuando se le mojó. "Un contacto me dijo que mi marca fue de 2 horas y 38 minutos, pero también escuché a otra persona comentar que el ganador había hecho tres minutos menos que yo. 'Será el año que viene', pensé. Por suerte no fue así y hoy disfruto de esto", relató. Más allá del éxito, Ranquehue explicó lo que significa el Desafío al Valle del Río Pinto. "Es un evento especial, pero no sé por qué genera tanto entre los ciclistas. Puede que sea el lugar o la organización o ambas cosas. Pero ganarlo es lo más", subrayó. Tras un rato de espera, una autoridad de la carrera le confirmó que era el vencedor. Ahí corrió hacia la pantalla que mostraba los resultados, vio su nombre en el primer lugar de la General e infló el pecho porque concretó su sueño en su tercer intento. Así que mañana se levantará, como todos los días, para ir a trabajar al supermercado, luego entrenará y por la tarde volverá al negocio que atiende de acuerdo a la estación del año. En su tiempo libre pensará cómo ganar nuevamente este clásico del Ciclismo nacional, pero con un detalle más que importante. Los demás deberán estudiarlo a él para quitarle la corona. Un privilegio que tienen pocos y que lo hace muy grande, un ciclista de primer nivel, el Rey del Valle del Río Pinto. Por José Viaggio


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HISTORIA! LA GANADORA

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LA CAMPEONA Y UNA PASIÓN HEREDADA

Esta historia se trata de un legado familiar. De cómo un padre le transmitió a su hija la Fue el décimo año consecutivo que Mariela Brizuela participó del Desafío al Río Pinto. La faldense mantuvo así asistencia perfecta pasión por el Ciclismo. De cómo esa mu- desde que las mujeres empezaron a impregnar con sus perfumes jer, con dedicación, esfuerzo y el mismo la carrera en el 2001. "Aquella oportunidad fue mi bautismo, la primera vez que competí arriba de una bic¡", recordó en diálogo con fuego interno que tenía su progenitor, se Ciclismo XXI. Tenía 20 años en ese entonces, pero mucho potencial. convirtió en una campeona. Mariela Lucía La cordobesa forjó su pasión de tanto acompañar desde pequeña a padre, hombre de ruta, a las carreras. Cuando cumplió 13 la viBrizuela es su nombre. Fue la dama más su da la golpeó: su papá salió a pedalear para siempre y nunca volvió. fuerte entre las 356 que participaron del XV Pero ella decidió continuar con aquello que lo hacía feliz a él. "Soy representante del pueblo, siento que cumplí con todos", contó la Desafío al Valle del Río Pinto. La que llegó laprofesora de spinning, que para esta edición de la carrera consiguió antes. La que resistió más que ninguna. La ayuda económica con el auspicio de Carlos Karabitian y Shimano. que decidió romper con la hegemonía de "Por suerte me dijeron que me van a seguir apoyando", agregó con emoción. Y habló sobre el evento en sí. "Es único. La gente, el paisaAgustina Apaza, ganadora de las últimas je y la organización lo hacen especial", sintetizó. tres ediciones. Si bien conocía la sensación Piensa en el mañana que genera la victoria, ya que se había con- Brizuela ahora diagrama su futuro. Elige las carreras que quiere cosagrado por primera vez en el 2003, tuvo rrer, aunque ya tiene en mente su objetivo para el próximo año: volver a conquistar el Valle del Río Pinto. Y tal vez así, con un nuevo triunfo, que esperar siete años para volver a expe- llame la atención de su hijo de 11 años, que por el momento es indiferimentar ese sentimiento. Sin dudas había rente al mundo de las dos ruedas, ese que la unió a ella de una manemateria prima para brillar nuevamente. Y ra más que especial con su padre, un amante del deporte pedal. su actuación terminó de confirmarlo. Por José Viaggio


Hl! del Desafío al

EL PRIMER CAMPEÓN

EL HOMBRE QUE CONQUISTO EL VALLE ANTES QUE NADIE En 1996 y con apenas 18 años tuvo una brillante actuación en una carrera que hacía su aparición en tierras cordobesas con un total de 131 pedalistas. Eduardo Medina fue el primer ganador del Desafío al Valle del Río Pinto, una prueba creada desde la nada y que hoy es motivo de orgullo para sus organizadores, ya que es una de las más convocantes del continente. Este calamuchitense, una década y media después, corre con las mismas ganas, entusiasmo y motivación. De hecho no volvió a ganarla, aunque poco le interesa porque lo importante para él es estar en su provincia disfrutando del Ciclismo.

,5 anos no son nada Dueño de una bicicletería en Santa Rosa de Calamuchita, que le demanda horas y horas de trabajo, Medina no le dedica tiempo completo al deporte pedal. "Tengo otras prioridades", aclaró en el inicio del diálogo con Ciclismo XXI. Sin embargo, este Master A1 siempre se hace un hueco en el calendario para correr el Desafío al Valle del Río Pinto, en el que apenas en dos oportunidades no estuvo presente. El cordobés, que en esta edición finalizó en el puesto 88 de la clasificación General con un tiempo de 3 horas, 10 minutos y 30 segundos, se acuerda de la primera vez como si fuera hoy, aunque ya pasaron 15 años. "Recuerdo que me dieron un folleto y fui a anotarme. Cuando llegué a La Cumbre había sólo cuatro personas en una mesita inscribiendo corredores. Eran discretos y humildes, pero se veía que le ponían ganas", relató con cierta nostalgia. Ahora, con el paso del tiempo, muchas cosas cambiaron [de casi 150 ciclistas pasaron a poco más de 4 mil] pero la esencia es la misma. "Creo que lo que más atrapa a los participantes es el paisaje y los caminos. Todos nos sentimos cómodos. Pero también la organización es muy buena", destacó el calamuchitense. "Antes era Contrarreloj, muy duro. Se largaba a fondo y se llegaba de la misma manera. Ahora podemos regular más. Lo más impactante de aquella vez fue la bajada en Cuchi Corral", rememoró Medina, que este año recibió una mención especial por parte de las autoridades de la carrera cordobesa y que -al igual que los golfistas que se consagran campeones en uno de los cuatro torneos denominados Masters- tiene asegurada de por vida la participación en el Desafío al Valle del Río Pinto. Es uno de los 11 ciclistas que cuentan con ese privilegio. Un motivo para estar orgulloso. Por José Viaggio


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HISTORIA! LA UBICACIÓN ES LO DE MENOS

safio al Valle del Río Pinto

CUANDO EL RELOJ QUEDA DE LADO Llegó último tras emplear 6 horas y 4 segundos para completar los 84 kilómetros de recorrido, a una velocidad promedio de 9.7 kilómetros por hora. Carlos Argentini se mostró orgulloso de finalizar en la posición 3.314. Entonces no fue en vano estar todo ese tiempo arriba de la bicicleta pedaleando contra el camino y el cansancio, porque su objetivo era terminar la carrera y lo logró. El propio orgullo, a veces, es más importante que ganar una competencia, una medalla o un premio en efectivo. Cruzar la línea de llegada era en lo único que pensó, sin fijarse en lo que marcara t el cronómetro o las velocidades. Esa era su razón de ser. La razón por la que estaba en el Desafío al Valle del Río Pinto por tercer año consecutivo. lesafio oersonal A este jubilado fuera de serie no le importan sus 65 años. Él se siente como un pibe de 20 arriba de la bici. "Mi objetivo, claramente, no es ganar la competencia. El hecho de correr y poder terminar es lo que me motiva", le explicó Argentini a Ciclismo XXI. Y lo repitió varias veces. Entonces no sorprendió para nada la anécdota de su participación en la pasada edición del Desafío al Valle del Río Pinto. A la mitad de la carrera se fracturó el dedo mayor de su pie izquierdo. Aún con un dolor que le llegaba hasta los huesos, casi provocándole lágrimas, cruzó la meta. Y en aquella oportunidad, en la que estuvo pedaleando 7 horas, 56 minutos y 9 segundos, también finalizó en los últimos puestos. Por eso reiteró: "Quería terminar sí o sí. Hubo momentos en que los calambres se hicieron sentir, algunas trepadas las tuve que hacer a pie. Si uno fuerza la máquina, corre riesgo de desgarrarse", subrayó. Entonces la mala fortuna

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del 2008, cuando tuvo que abandonar después de que su rueda delantera le quedara como un ocho, ya quedó en el olvido para este personaje que le dedicó -y dedica- gran parte de su vida al Ciclismo. Es que en su ciudad natal, Rojas, participó de la construcción de la pista cuando era gerente de una empresa. Y además se define como un 'todoterreno' por el gran equipamiento ciclístico con el que cuenta. "Tengo las tres bicicletas, la de Ruta, Pista y Mountain Bike", se jacta con orgullo. Pero siempre va por más. Así, dejó entrever la posibilidad de volver a correr esta prueba en el 2011. "La verdad es que no sé que voy a hacer. Pero tres meses antes vienen unos amigos, nos ponemos a pedalear y seguro que vamos", prometió. Y está bien, si lo que realmente interesa es participar. Y terminar, claro. El ya sabe cómo es eso. Por José Viaggio


del Desafío al Valle del Río Pi

UN ENVIÓN ECONÓMICO

LA OTRA CARRERA Lo que hace 15 años comenzó como un singular reto deportivo, hoy se convirtió en un evento esperado no sólo por los pedalistas sedientos de emociones fuertes y adrenalina, sino también por la gran mayoría de los habitantes de La Cumbre y sus alrededores. Y no resulta para nada llamativo, ya que durante cuatro días el lugar toma una dinámica impensada. Las calles se pueblan de amistosos visitantes y en la zona se respira Ciclismo. Cada esquina, bar y restaurante se convierte en una suerte de tribuna de opinión, donde no se habla de otra cosa que no sea del Desafío al Valle del Río Pinto. Así, los 8 mil nativos de esta bella localidad serrana se visten de anfitriones y hacen del lugar un paraíso para los amantes del Mountain Bike. Es más, todo cambia, al menos por unos días. Por ejemplo y gracias a la colaboración de algunas ciudades vecinas se eleva a la enésima potencia la cantidad de efectivos policiales (que en situaciones normales se pueden contar con los dedos de las dos manos, ya que son apenas 6, y en esta ocasión alcanzaron los 180). Sus bellas y pintorescas calléalas se ven atestadas de bicicletas, casi tantas como las personas que allí residen. La ciudad sufre una hermosa metamorfosis o como decía Violeta Parra en su canción: "Cambia, todo cambia", pero en beneficio no sólo de la zona sino también del MTB.

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Las autoridades de Turismo del municipio saben que esta prueba no es sólo una actividad deportiva, sino también uno de los motores económicos que tiene la región. "La competencia ciclística trascendió lo deportivo para convertirse en un evento que moviliza no sólo a La Cumbre, epicentro de la carrera, sino también a todo el valle de Punilla. Para hacer esta carrera trabajamos en forma coordinada con los municipios cercanos y hasta con el gobierno provincial. Ellos colaboraron con 180 efectivos policiales, quienes brindaron un respaldo que garantizó la seguridad de los visitantes", explicó Darío Durban, Secretario de Turismo de La Cumbre, en una entrevista con Ciclismo XXI. Las 20 mil personas que se acercan año tras año a la zona por la competencia generan un importante movimiento económico, que según los expertos ronda los 20 millones de pesos. "Los competidores y fanáticos del Ciclismo hacen que desde La Falda hasta Capilla del Monte estén completos no sólo los alojamientos sino también los centros gastronómicos. Todos durante los tres días trabajan al ciento por ciento. Para nosotros es más importante que lo que genera Semana Santa. Para ser más claro, es el evento que al año mueve más dinero en un fin de semana. Además de ser un público sano, familiar, solidario con el prójimo y que no genera mugre", relató Durban. Pero este crecimiento, que no fue del día a la noche, comenzó a manifestarse con más fuerza en los últimos años e instaló el nombre de La Cumbre no sólo como un rincón turístico, sino también como un paraíso para los amantes del MTB y los deportes extremos. "Desde hace tres ediciones que, para esta carrera, trabajamos de manera conjunta entre la municipalidad y el Club de Amigos. Se generó una importante sinergia, que se ve reflejada en cada carrera. Ahora nuestro nuevo desafío es hacer de la Revancha, que se realizará en octubre, otro Desafío al Valle del Río Pinto. Algo de lo que no estamos muy lejos, ya que se calcula que habrá entre unos 2.500 y 3-000 inscriptos", aventuró Durban, con la certeza de que van por el buen camino. Es que La Cumbre se convirtió, a esta altura, una de las capitales del Ciclismo nacional. Por Leandro Murciego


HISTORIAS

ASISTENCIA PERFECTA

EL GRUPO

DE LOS 8

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La constancia es una virtud de unos pocos. A todos nos pasó emprender algo y dejarlo al tiempo por algún que otro motivo. Ese no es el caso de un grupo de ocho hombres que participan desde siempre en el Desafío al Valle del Río Pinto. Pero ellos no sólo tienen eso en común. Otra cosa que comparten es que ninguno ganó la carrera más importante de Mountain Bike del país y una de las más grandes del continente. Sin embargo ese pequeño detalle jamás les hizo bajar los brazos, ya que José Andreatta (60 años), Carlos Julio de Nicolai (57), Alfonso Lafarga (56), Carlos Castro López (52), Fabián Domínguez (48), Fabián Perafan (45), César Sánchez (44) y Sergio Alvarez (43) participan por algo más grande y que los enaltece: su amor por el Ciclismo.

La historia de Alvarez es, sin embargo, distinta a la de los otros siete gladiadores. Es que corre para recordara su padre, uno de los ideólogos y gestores de esta carrera que nació de la nada y que con el transcurrir del tiempo se convirtió en la más grande de Sudamérica. "Es un homenaje a él", le contó a Ciclismo XXI el hombre de La Cumbre. "Él quería que yo corriera", agregó, con orgullo, este jardinero que trabaja de 7 a 19 y que, prácticamente, no tiene tiempo para entrenar. De hecho, lo hace sólo los sábados (además de Ciclismo, cada tanto se anima a un triatlón o toda aquella actividad que implique aventura) y lo lamenta. "No me queda otra que trabajar", sostuvo con un dejo de resignación. Justamente, en este punto encuentra la razón por la que terminó en un insulso puesto 51 entre los Masters B1 y en el 350 lugar de la clasificación General. Más allá del lógico fastidio que aún mantiene por considerar que -por condiciones propias- podría haber finalizado en una mejor ubicación, el cordobés explicó que no sólo participa por su historia personal, sino también por la calidad del evento: "La organización es muy buena y el recorrido es excelente. Es la más completa que hay. Y la gente que corre es genial", subrayó con el mismo entusiasmo que conserva desde hace 15 años. "Los ocho recibimos un cuadro con un diploma y además me dieron una plaqueta en honor a mi viejo", destacó con más orgullo uno de los hombres más representativos de esta prueba tradicional del MTB. Un procer que merece algo más que una distinción, aunque deberá esperar un año más para ver si cambia su suerte. Por José Viaggio


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HISTORIAÍ LOS EXTRANJEROS del Desafío al Valí e del KIO rimo

DE MONTEVIDEO A

CÓRDOBA, SIN ESCALAS El XV Desafío de Río Pinto dejó un singular reguero de historias. Desde las más pequeñas hasta las más extraordinarias e inverosímiles. Pero todas, absolutamente todas, son anécdotas dignas de ser contadas. Es que no todos llegaron a La Cumbre con el mismo objetivo ni del mismo país. Una rápida recorrida por la planilla de inscriptos dejó en claro que el nombre y la fama de esta carrera ya cruzaron las fronteras de Argentina. Un total de 156 corredores extranjeros enriquecieron la extensa lista de participantes, la mayoría de ellos provenientes de Chile y Uruguay, aunque también hubo representantes de Brasil, Colombia, España, México, Paraguay y Rusia. Muchos de ellos pusieron a la prueba cordobesa no sólo como un reto deportivo, sino también como una gran meta personal. Tal fue el caso de Jorge Xavier, un contador público uruguayo, de 50 años, que reside en Montevideo y divide su tiempo entre el Banco Central del Uruguay (donde se desempeña como Gerente de Capital Humano), la docencia (es profesor titular de la cátedra de Administración en la Universidad de la República), los entrenamientos, las carreras de Mountain Bike y de running.

"No fue una carrera más. Puedo decir que la disfruté a pleno y me sentí realmente satisfecho con el resultado. Uno de mis grandes objetivos era cruzar la meta y lo logré", le explicó un emocionado Xavier a Ciclismo XXI. El puesto 272 entre los Master C1, con un tiempo de 5 horas, 23 minutos y 12 segundos, a poco más de dos horas del líder de su categoría, lo llenó de orgullo. "Río Pinto fue una preciosa oportunidad de juntar mi pasión por los deportes, con mucho de aventura y riesgo, y los viajes a lugares espectaculares", agregó. Sin embargo para Xavier no fue una tarea sencilla, ya que el poco tiempo de entrenamiento y su mayor vinculación con el running no resultaron buenos aliados a la hora de enfrentar el desafío. "Fue una carrera difícil y más dura se me hizo por la poca preparación con la que llegué. Mis actividades laborales y el hecho de que normalmente realizo pedestrismo (10 y 21 kilómetros y maratones], hicieron aún más complicada mi participación. Pero el entorno natural y la gente se convirtieron en factores determinantes. En síntesis, fue un fin de semana inolvidable", remarcó Xavier, que participó por primera vez en la prueba cordobesa. La afición al deporte la heredó de su padre que corrió durante dos décadas. "Colecciono medallas, pero no venzo a casi nadie. No me importa, ya que corro contra mí. Disfruto de lo que hago, compartiendo mis actividades con otros locos que participan. Gano un montón de amistades y ninguna carrera o todas, pues para mí llegar es triunfar", cerró el integrante del equipo uruguayo Atletas Sur. Un charrúa de pura cepa que le dio un poco más de brillo a la gran competencia del MTB nacional Por Leandro Murciego


HISTORIAS del Desafí

del Río Pinto

EL MAS VETERANO

VIEJOS SON LOS TRAPOS Fue el participante de mayor edad del XV Desafío al Valle del Río Pinto. Pero poco le importó. A Eddie Aburra el paso de los años casi que no lo afecta. Sufre los avatares de cualquier persona de 76 abriles, pero no deja que le impidan hacer lo que más le gusta. Es un hombre con ganas de vivir a pleno. Dice que la actividad lo rejuvenece. Es el Ciclismo, en gran parte, el que le da la posibilidad de sentirse como un pibe de 20. De más está decir que él relativiza los tiempos, las posiciones o la velocidad. "Sólo se trata de vivir, esa es la historia", reza la canción La Vida es una Moneda de Juan Carlos Baglietto. Un ejemplo que le cabe como anillo al dedo.

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A pesar de que siempre le gustó el Ciclismo, fue de tanto acompañar a su hijo a las distintas competencias -vive en San Francisco, Córdoba- que Eddie decidió a subirse a una bicicleta y empezar a pedalear hace ya 15 años. Desde entonces, participó de cuanta prueba pudo. Y lleva nueve de manera ininterrumpida desafiando al Valle del Río Pinto. Finalizó en la posición 3.261 y completó los 84 kilómetros en 8 horas, 30 minutos y 9 segundos, datos anecdóticos. Para él participar tiene otro significado. "La hago a mi manera. Hubo partes que tuve que caminar, pese a que me había preparado. La carrera me rejuvenece, es terapéutica", le dijo Aburra a Ciclismo XXI. Y destacó porqué le gusta correr en esta competición cordobesa. "La organización es muy buena y el paisaje es increíble, también el compañerismo. Los ciclistas más jóvenes, cuando me pasaban, me daban aliento. Eso es gratificante", se emocionó. Pero no es sólo el deporte pedal -entrena tres veces por semana- es el que le hacer engranar la máquina a este hombre que durante 47 años trabajó como metalúrgico en una fábrica de motores. Aficionado a la música, llegó a tener una orquesta y ahora participa todas las semanas en un coro para mayores. "Trato de mantenerme activo", repitió una y otra vez en la charla con una energía envidiable. A muchos, sin dudas, les costaría seguirle el ritmo. De hecho, el próximo año será su décima participación en la mayor carrera de MTB del país, pero Eddie vive el hoy. "No decido yo hasta cuándo voy a correr. Es Dios el que manda", apuntó. Mientras tanto sigue desafiando al paso de los años a fuerza de pedalear y pedalear. Por Leandro Murciego


HISTORIAS

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del Desafío al Valle del Río Pinto g|_ MÁS

LEJANO

APROBÓ CON HONORES

Las tonadas se multiplicaron minutos antes del inicio de la competición. El murmullo de cada uno de los pelotones (hubo 14 categorías), que esperó la señal de partida, pareció ser un muestrario perfecto del nivel de federalismo que adquirió en los últimos años el Desafío al Valle del Río Pinto. Representantes de todas las provincias (excepto de Formosa) dijeron presente en la decimoquinta edición de la tradicional prueba de Mountain Bike. La nómina de inscriptos daba cuenta de la pasión que despierta la competencia, ya que miles de ciclistas cruzaron el país con un solo objetivo: estar en la carrera que se desarrolla año tras año en tierras cordobesas. No todos tenían esperanzas de podio. No todos pretendían superarse. Muchos querían, apenas, ser partícipes de la historia. Tan simple como eso. Tal fue el caso de Pablo Gattamora, un profesor de educación física que dejó hace una década su Tinogasta natal para mudarse a Río Gallegos. Y desde aquel momento y lugar sólo soñó con ser uno de los tantos protagonistas del evento. Aprender de los grandes. Para así aprobar. Y en lo posible hacerlo con honores. Tras su paso por La Cumbre consiguió lo que fue a buscar.

>earaduo Quería ser uno de los tantos corredores. Quería respirar Ciclismo. Convivir con ciclistas de primer nivel. Compartir mi pasión por este deporte. Quería aprender de los grandes. Y lo hice", le contó un emocionado Gattamora a Ciclismo XXI. Y casi sin dar lugar al silencio agregó: "En Tierra del Fuego todos los años tenemos un ritual: en dos días unimos en bicicleta Río Gallegos con Ushuaia. Nos juntamos unas 200 personas. Creía que eso era algo único e irrepetible, pero cuando llegué y formé parte del Desafío al Río Pinto entendí que, por su entorno, convocatoria y hasta por historia, es algo extraordinario que difícilmente se pueda describir con palabras". No obstante, para el pedalista sureño estar en la máxima prueba del MTB nacional era una asignatura pendiente, una deuda personal que desde hacía varios años quería saldar. "Desde que practico Ciclismo soñé con estar en el Desafío al Río Pinto, pero siempre tuve que resignar mi presencia. En algunas ocasiones por cuestiones laborales y en otras por falta de dinero. Pero por suerte este año apenas llegué de mis vacaciones saqué los pasajes a Córdoba y hasta pagué la inscripción. De esa manera me obligué a ir", comentó. Enseguida amplió su visión. "Por suerte lo corrí. Fue una de las mejores experiencias de mi vida. La realidad superó ampliamente mi imaginación. Fue algo único. Durante tres días viví en un lugar donde se respira Ciclismo en todos lados: en las plazas, bares y hasta en la iglesia. Todos loquitos por las bicis como yo. Todos hablábannos el mismo idioma deportivo", reveló. Sin embargo, el recorrido no le fue sencillo al profesor de educación física. "Nosotros en Río Gallegos no tenemos casi elevaciones. Es un terreno casi llano, El Desafío al Valle de Río Pinto proponía un trazado muy distinto. Cuando terminamos de subir la cuesta ya había dejado todo mi resto físico. Y lo peor era que aún quedaba la mitad de camino [unos 44 kilómetros] por completar. A partir de allí sólo me hizo llegar mi corazón de ciclista y el permanente aliento de la gente. A falta de 20 kilómetros escuché una voz conocida que me llamó por mi nombre. Cuando me di vuelta y vi que era mi vieja saqué fuerzas de donde no tenía para cruzar la meta y entendí la frase de Lance Armstrong: 'salí a entrenar con el corazón sobre los pedales'. Un grande", concluyó. Ahora el ciclista sureño practica en Río Gallegos para el Desafío del2011 para ratificaras? lo que hizo en el2010. Es que como alumno, Gattamora no sólo aprendió la lección sino que además aprobó con honores. Por Leandro Murciego


Hl!

LA ORGANIZACIÓN

del Desafío al Valle del Río

ESA GRAN ESTRUCTURA

NVISIBLE

En torno al Desafío al Valle del Río Pinto, la tradicional carrera del Mountain Bike que se desarrolla en tierras cordobesas, gira un mundo muy particular y la vez desconocido para la gran mayoría de las personas. Allí detrás de escena, como en el teatro, hay un sinnúmero de voluntades que trabaja coordinada y silenciosamente para hacer de ese fin de semana en La Cumbre, un momento único e irrepetible para los miles de ciclistas que asumen el reto de competir en una prueba durísima. Y en el 2010, como en los 14 años anteriores, tanto los organizadores como los lugareños volvieron a darles a los competidores lo que fueron a buscar. I andamiaie de la carrera Todo sale bien, cada quien está en su lugar, desde los banderilleros hasta los paramédicos. Pero nada de esto es fruto de la casualidad sino, más bien, de la causalidad. Detrás existe mucho trabajo, muchas horas dedicadas a esta carrera sin dejar en manos del alzar al más mínimo detalle. Según los propios organizadores el secreto del éxito del Desafío al Valle del Río Pinto se sostiene en los serios y extensos sistemas de seguridad e higiene montados a lo largo de los 84. kilómetros de recorrido. "Durante la carrera había 12 ambulancias equipadas para emergencias, tres puestos sanitarios y 9 paramédicos en motocicletas

(provistos con sendos kit de trauma y curaciones) que cuidaban a los competidores en sectores de difícil acceso. El sistema médico previste s= ccrn'UMaba cor. otrcü J e^icio; de Ir^iene fijos ubicados en el Vado del Río Pinto, el Mirador de San Marcos y en la llegada, en La Cumbre", le explicó a Ciclismo XXI Carlos Alberto Bertotti, organizador y uno de los fundadores de la carrera. Y agregó: "El sistema de seguridad estaba coordinado por Defensa Civil de la Municipalidad, la policía de la Provincia de Córdoba y los bomberos voluntarios de la Cumbre". MÉMU La organización calificó a la carrera como un éxito, a partir de la importante cantidad de participantes. "La gran convocatoria no nos sorprendió, ya que cuando pusimos un cupo máximo de 3.800 corredores sabíamos que no sería suficiente. Lo que sí nos llamó la atención fue que en el primer día se anotaron 1.500 personas y que cuatro días más tarde se agotaron el resto de los lugares. Pensábamos llegar a esa cifra, pero no de una manera tan explosiva. De todos modos y más allá de la insistencia de otros ciclistas, no permitimos el ingreso masivo y pudimos cerrar la inscripción mucho tiempo antes con poco más de 4.000 competidores. Todo un suceso", coincidieron Alfredo Genaro Olmos y Adriano Luciano Castellán, dos de los responsables de la prueba, en una charla con Ciclismo XXI. Otros que trabajan con ellos saben que la prueba aún no alcanzó su tope. "Río Pinto no tiene techo, pero siempre hay que poner un cupo, un límite. Calculamos que este año se quedaron afuera más de 1.500 corredores. Una pena. Igual ya pensamos en la próxima. Nuestro desafío es mantener la carrera entre las más importantes y mejorarla en calidad y servicios, corrigiendo los errores que observamos. Además debemos incrementar el intercambio con ciclistas extranjeros y hacer que crezca La Revancha (se realizará en octubre)", cerraron a dúo Carlos Alberto Ontiveroy Carlos Bertotti, dos de los hombres que vieron nacer esta competencia, que por convocatoria y organización se convirtió en un ejemplo para el MTB. Por Leandro Murciego


RIO PINTO

EL BOMBERSICRISJIAN RANQUEHÜE REGÓ DE CHAMPAN Y ALEGRÍA A QUIENES SE ACERCA'RON Á DISFRUTAR DE LA PREMIACIÓN.

FUJI TAMBIÉN MOSTRÓ SUS DISEÑO DO RAÚL ZARZÚR7 .'

LOS MURGUE£OS, UNAyEZ. MASASE PARA ALENTAR EL PASO DE LOS BU //.I

•DESDE LO ALTO, TEMPRANO POR LA MAN CABANILLAS (FOTÓGRAFO DE CICLJS LLEVÓ UN RECUERDO DEL DESAFÍO"

TROFEOS ARTESANALES, PARA LA PREMIACJfltl DE LA CARR MÁS CONVOCANTE DE NUESTRO PAÍS


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